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Análisis ocupacional de Venezuela vs Brasil




Enviado por Irvin Navarro



  1. Introducción
  2. Evolución macroeconómica
    semejanzas y diferencias
  3. Efectos de la legislación laboral en el
    mercado laboral venezolano y
    brasileño
  4. Conclusión
  5. Bibliografía

En Venezuela y los países latinoamericanos como
Brasil el hecho decisivo para considerar el criterio de largo
plazo del mercado laboral, fue dado por la reinserción de
los países en el sistema de relaciones económicas
internacionales, provocada a su vez, por la explotación y
exportación de los hidrocarburos en la década de
los años XX. Esta actividad económica disminuye de
forma gradual e irreversible la producción tradicional del
trabajo campesino y artesanal del venezolano y brasileño,
y opera como agente catalizador del desarrollo
capitalista.

Antes de esa época, Venezuela era una sociedad
agrícola-pastoril, en la cual el trabajo y la casa eran la
misma cosa para la gran mayoría de personas, pues
predominaba la agricultura de subsistencia y el trabajo de cada
quien (hombres, mujeres y niños) era vital para la vida
familiar y, aunque existía la división del trabajo
fundamentado en la edad y el sexo, cada miembro de la familia
tomaba parte en la producción de los bienes y servicios
requeridos. A medida que el sistema capitalista se
extendía con la comercialización de
mercancías importadas, mediante la aplicación de la
burocracia, y la producción industrial, los individuos
abandonaban el hogar por un salario en las industrias y
establecimientos mercantiles. Se originó entonces la
histórica clase trabajadora asalariada, con el
éxodo de campesinos a las ciudades con lo cual se produjo
la disminución de la mano de obra campesina y el descenso
de las actividades agrícolas.

La economía brasileña se desenvuelve
adecuadamente dentro de sus objetivos de estabilidad y de
equilibrio económico, al mismo tiempo que compite, con
buenas perspectivas, dentro del grupo de países emergentes
(Rusia, China, India y el propio Brasil), considerados como
futuro motor de la economía mundial en los próximos
años. Este artículo describe la situación
económica actual de Brasil y las necesarias reformas
estructurales que deben realizarse a fin de elevar,
paulatinamente, su crecimiento lo que le permitirá
alcanzar a los demás mercados emergentes.

Introducción

Este estudio tiene como objetivo analizar
los movimientos laborales que se originaron en los países
Latinoamericanos, como Venezuela y Brasil, considerando
especialmente la evolución económica en los
mercados de trabajo y las modalidades de inserción
ocupacional de dicha mano de obra.

Los cambios y desafíos
tecnológicos y las mayores libertades de
circulación de bienes y capitales expusieron a los
países de la región a una competencia con las
estructuras productivas más modernas del mundo. Este nuevo
patrón económico introdujo transformaciones
estructurales en los países latinos, tanto a nivel
productivo como en relación al empleo y al rol del
Estados. Los efectos y consecuencias del nuevo modelo de
acumulación en los países en desarrollo y
transición han sido ampliamente estudiados; entre ellos,
puede destacarse un ritmo elevado de crecimiento
económico, acompañado a su vez por un incremento de
la desigualdad social.

Esto significa que los grupos sociales han
participado de distintas maneras en las ventajas asociadas al
patrón de la internacionalización de la
economía. Es preciso señalar que los efectos que
traen aparejados estos cambios sobre la estructura del empleo han
sido diferentes en cada uno de los países de la
región: por ejemplo, algunos de ellos manifiestan una
notable caída en el nivel de empleo y un aumento de la
desocupación. Otros, por su parte, registran un incremento
de los empleos de baja calidad y/o una mayor
subutilización de la fuerza de trabajo como nuestros
países a tratar.

Evolución
macroeconómica semejanzas y diferencias

Venezuela y Brasil mantienen regímenes de tipo de
cambio flotante, aunque con importantes diferencias: en el primer
caso, un tipo de cambio competitivo, que contribuyó a la
recuperación del crecimiento y produjo una
expansión de la industria, aunque también una alta
inflación debido a la inconsistencia de la política
fiscal. Brasil, en cambio, consolidó un sistema de
flotación libre.

Esto produjo una revalorización del real que
fomentó el ingreso de capitales, pero también
generó un crecimiento más lento. La crisis mundial
revela la vulnerabilidad de ambas economías y la necesidad
de una mayor coordinación macroeconómica más
allá de las promesas integracionistas.

La economía venezolana es muy dependiente de los
precios del petróleo. Esta excesiva vinculación se
evidencia en los niveles de las exportaciones petroleras y los
ingresos que generan para el Gobierno Central. Esta dependencia
se traduce en una constante inestabilidad macroeconómica y
su reconocimiento junto con el alza de los precios del
petróleo en 1973, "época de la bonanza petrolera",
hicieron que el Gobierno venezolano expandiera la
inversión pública en industrias para diversificar
la economía. Estas inversiones, pese a los altos ingresos
petroleros, requirieron de endeudamiento externo, y no fue sino
hasta 1986 y 1987 que Venezuela logra el primer acuerdo de
reestructuración de la deuda externa y se decide reactivar
la economía a través de la expansión del
gasto público (Betancourt, Freije y Márquez,
1995).

En Venezuela, el empleo informal representó una
gran porción del empleo (cerca del 40%) y se
amortiguó en el periodo de estancamiento económico
que permite una disminución del salario real antes que la
disminución del número de empleos, además de
recibir a la cantidad de trabajadores que quedan sin empleo en
los trabajos formales (la segmentación del empleo se
tratará en detalle más adelante).

De lo anterior se deduce que los mercados laborales
venezolanos son eficientes, por lo menos en el sentido que se
caracteriza por salarios flexibles que evitan la posibilidad de
ajuste del mercado sin crear desempleo; quizás los
salarios no cayeron en la medida o celeridad requerida para
evitar los desempleos, y el ajuste se realizó a partir de
la aparición de empleos de baja productividad y de
subsistencia (Betancourt, et al., 1995).

Para Márquez (1994), durante los años
analizados existe una relativa estabilidad de la tasa
ocupacional, frente a la magnitud de cambios ocurridos en el
mismo periodo a nivel macroeconómico, lo cual
podría interpretarse como el resultado de un
funcionamiento competitivo del mercado de trabajo, donde los
salarios son suficientemente flexibles como para permitir ajustes
sin desempleo. Es justamente gracias a la segmentación del
mercado de trabajo donde uno es altamente regulado y protegido
(formal), y otro abierto y competitivo (informal); así,
este último aumenta su participación en el empleo,
absorbiendo a los trabajadores despedidos de sus empleos formales
y a quienes ingresan por primera vez al mercado de
trabajo.

Desde el 2002 hasta el 2004, la economía
venezolana ha experimentado una profunda turbulencia, con
incidencias latentes en el mercado laboral. Estas turbulencias
van desde el establecimiento de estrictos controles de precio y
de tipo de cambio, hasta conflictos políticos que
desembocaron en un referendo revocatorio del Presidente de la
República, en agosto del año 2004. Según las
cifras oficiales, la recuperación de la actividad
económica venezolana demuestra una expansión del
20,4% para el sector petrolero y del 20% para el no petrolero,
gracias a la flexibilidad en la entrega de divisas, a los
controles de precio, la expansión del gasto
público, y a la disminución de las tasas de
interés; todo ello contribuyó al descenso del
desempleo, el cual pasó del 20,70% (enero 2003) al 14%
(febrero 2005).

Pero, este fuerte crecimiento económico no se
corresponde con la discreta disminución del desempleo,
porque el incremento del PIB que supera el 20% se debe a un
efecto de rebote estadístico, al comparar las disminuidas
cifras del año 2003 con las cifras normalizadas del
año 2004. Ello explica porque el crecimiento
económico no absorbió gran parte del desempleo; es
decir, el paso del PIB del 11% al 20% parece ser un efecto
estadístico, sólo el 9% restante representa una
legítima expansión económica que mejoran la
situación laboral. Esta mejora en el mercado laboral,
según los expertos, se debe al dinamismo del gasto
público (demanda laboral del sector) y a la liquidez
interna, sustentado por los altos ingresos petroleros
(Metroeconomía, 2005).

Brasil, mantiene una política de objetivos de
inflación. En los últimos años, el
país se ha convertido en una de las
«economías estrella» de los organismos
financieros y la ortodoxia debido a su baja inflación, la
estabilidad económica alcanzada y el buen clima de
negocios. En abril de 2008, la calificadora Standard & Poor"s
otorgó a los títulos de la deuda brasileña
el «grado de inversión». Casi en el mismo
momento, el país dejaba de ser deudor neto del resto del
mundo y se convertía en acreedor, como resultado de la
reducción de su deuda y del aumento de sus activos
(inversiones) en el exterior.

Sin embargo, Brasil ha registrado un
crecimiento modesto: en el quinquenio 2003-2007, el tuvo un
crecimiento del 3,7% promedio, lo que significa solo 40% del
crecimiento argentino en el mismo periodo. La economía
brasileña, como sucedió en otros países
latinos, se benefició por la mejora en los términos
del intercambio. En Brasil, la relación entre crecimiento
y mejora de los términos de intercambio fue mayor que el
promedio regional incluyendo Venezuela.

Efectos de la
legislación laboral en el mercado laboral venezolano y
brasileño

Venezuela y Brasil, con diferentes políticas
económicas y con resultados macroeconómicos
positivos de diferente tipo, comparten sin embargo la
vulnerabilidad ante los shocks externos, como la crisis
internacional iniciada en E.E.U.U a fines de 2008.

En ambos países, la crisis internacional, junto
con ciertas condiciones internas, provocó una salida de
divisas y depósitos bancarios y la caída en los
títulos de la deuda pública y de la Bolsa de
Valores. Brasil, a pesar de haber recibido la calificación
de grado de inversión y de contar con la aprobación
del establishment económico mundial,
experimentó importantes salidas de capital, que generaron
una devaluación del real de 40% en dos meses. Venezuela,
pese a las reiteradas declaraciones oficiales de que la
economía está «desacoplada» de la
crisis, registró fuertes salidas de divisas y
caídas en el mercado de valores. Sin embargo, en noviembre
de 2008 había sufrido una devaluación del
dólar de solo 10% en el año, al tiempo que el Banco
Central mantenía la capacidad de controlar la
cotización de la moneda.

La vulnerabilidad externa de ambos países
refuerza la necesidad de una mayor coordinación de
políticas regionales en sus aspectos financiero y
comercial. Sin embargo, los gobiernos, a pesar de sus reiteradas
declaraciones integracionistas y de algunas iniciativas
limitadas, se inclinan por mantener políticas de
orientación nacional, eluden la opción cooperativa
de la coordinación macroeconómica y suelen caer en
las peores alternativas del «dilema del
prisionero»

En Venezuela existen marcadas diferencias entre el
sector formal e informal de la economía, sobre todo a
nivel del marco regulatorio, lo cual incide a la hora de
seleccionar, emplear y despedir a los trabajadores. Según
Betancourt et al. (1995), la dificultades del sector privado
formal para crear nuevos empleos atiende a las
características institucionales, al estar sujeto por
normas salariales, indemnizaciones, condiciones de despidos,
entre otras. Esto conduce a que los empleadores (demanda de
trabajo) reaccionen no sólo a los movimientos de los
precios relativos (salarios), sino a las restricciones o
imposiciones legales por parte del Gobierno y de los
sindicatos.

Si se analiza las tendencias de las tasas de desempleo
en relación con las del desempeño económico,
existe una situación difusa, lo cual sugiere la existencia
de otros factores diferentes al crecimiento económico que
afectan los niveles de empleo (Daza, 2003). La legislación
es uno de estos factores, pues aunque su propósito es
proteger a los empleados, en la práctica los ha
perjudicado. La reforma de la Ley Orgánica del Trabajo
(LOT) de 1997, incrementó sustancialmente los costos de
nómina para el empresario; además, cambió
radicalmente la contratación femenina dada la
protección conferida a la maternidad y a la familia, pues
la LOT amplió el periodo de descanso de 12 a 18 semanas, y
otorgó el beneficio de inamovilidad laboral a la mujer
durante el embarazo y hasta un año después del
parto (Bermúdez, 2003).

Esta misma LOT establece que las empresas con más
de 20 trabajadores, debían mantener una guardería
infantil, para albergar a los hijos de los trabajadores con un
salario menor a 5 salarios mínimos. Se estableció
como tope para el pago de servicio de guardería el 38% del
salario mínimo por cada hijo (menor a 6 años) de
cada trabajador, en caso de que el patrono optara por cancelar la
matrícula en lugar de mantener la guardería.
Según Sequera (1992), estas leyes han sido establecidas
para beneficiar a las mujeres y a la familia debido al aumento de
la fuerza laboral femenina que necesita más tiempo libre
remunerado para cumplir con sus actividades familiares,
así como para la adopción de niños pues
permite que las madres se ausenten por lapsos considerables antes
y después del parto.

Por otra parte, con la entrada en vigencia de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente (LOPNA), los adolescentes entre 14 y 16 años
no pueden trabajar más de 6 horas semanales (hasta los 18
años) y semanalmente no puede exceder de las 30 horas;
prohíbe que trabajen horas extras y extendió el
plazo de las vacaciones a 22 días remunerados, con lo cual
se incrementó el costo de contratación de un
adolescente así como de un adulto mayor de 18 años
(Bermúdez, 2003).

Recientemente, en diciembre del 2004, entró en
vigencia la Ley de Alimentación para los Trabajadores la
cual establece que toda empresa que tenga más de 20
trabajadores, debe otorgar el beneficio de comida balanceada
durante cada jornada de trabajo, lo cual puede ser realizado a
través de la entrega de cupones o tarjetas de
alimentación equivalentes a un valor no inferior 0,5 de la
Unidad Tributaria por cada día laborado. Anteriormente,
desde 1998, sólo obligaba a proveer de servicio de comedor
a sus trabajadores cuando su número era superior a
100.

También una vez al año, es usual que se
incremente el salario mínimo por decreto, tanto para los
trabajadores del sector público como del sector privado.
Este incremento se realiza de forma escalonada y es
acompañado por decretos y regulaciones de inamovilidad
laboral. Todo esto con el ánimo de mantener el poder
adquisitivo de los trabajadores y aminorar o evitar el
desempleo.

En consecuencia, Venezuela presenta la
legislación más rígida y costosa del mundo,
porque todas sus leyes contemplan que el peso financiero de los
programas sociales recaiga directamente sobre las mismas
organizaciones privadas, lo que en definitiva se traduce en
cierre de empresas, reducciones en los tamaños de planta
y, finalmente, menos empleo, por consiguiente, se produce un
efecto contrario al deseado. Además la cobertura es poca
amplia dado que incluye en su mayoría a los trabajadores
del sector formal y no a los del sector informal que trabajan por
su propia cuenta.

Por ejemplo, el establecimiento del salario
mínimo es uno de los factores que puede estar influyendo
en los niveles de empleo del sector privado formal, el cual
prescinde de contratar a otros trabajadores o de contratar a
más de 20 trabajadores, debido a que se incrementa el
salario tanto al trabajador entrante como a los demás,
dada la regulación de salario mínimo más
alto para las empresas que empleen más de 20 trabajadores.
También incide en los niveles de salario real del sector
informal, por cuanto la fuerza de trabajo, al no encontrar
colocación en el sector privado formal, hace descender el
nivel de salarios por el exceso de oferta laboral. Esto significa
que la política de establecer salario mínimo no es
efectiva para tratar de mantener el poder adquisitivo, pues
afecta el salario real de los trabajadores del sector informal
compuesto por las clases más desposeídas. El efecto
del impacto producido por el incremento de salario mínimo,
dependerá de la proporción de fuerza de trabajo
ocupada que percibe un salario inferior o igual al salario
mínimo. Por otro lado, los aumentos de salarios
mínimos por decreto inducen a trabajadores y patronos a
llegar a acuerdos internos al margen de la ley tratando de evadir
o incumplir la legislación. Este incumplimiento
será mayor cuanto más lejos este el salario
mínimo del salario de mercado. Todos estos efectos son
mayores cuando se trata de una economía en donde la mayor
parte de la fuerza laboral percibe niveles de renta inferior al
salario mínimo

Otro problema que surge de las regulaciones, se refiere
a discriminar si se contrata a adolescentes, hombres o mujeres,
pues aunque a los patronos les resulta igual o más
costoso, por ejemplo, un adolescente que un adulto,
preferiblemente contratará a este último pues
cuenta con mayor experiencia y capacitación y,
además, es más productivo (Bermúdez, 2003).
Lo mismo ocurre con la contratación de fuerza laboral
femenina, pues resulta ser más costosa dado los permisos
remunerados pre y postnatales y las normas en cuanto a
inamovilidad. Para Garnica (1999), el establecimiento de salarios
mínimos, permisos y otros beneficios de ausencias,
perjudica la contratación de jóvenes y mujeres, lo
cual explica las diferencias existentes entre las tasas de empleo
de mujeres en diferentes edades, como es el caso de los grupos de
15 a 44 años y 45 a 64 años, pues el primero
incluye a las mujeres en edad biológicamente reproductiva.
Los decretos de inamovilidad pese a que estén dirigidos a
proteger la maternidad, suelen causar desempleo; aunque
están diseñados para evitarlo en épocas de
recesión económica o cuando se producen incrementos
de salarios por decretos o leyes, una economía que trate
de impedir la destrucción de empleos (por inamovilidad
laboral) pero, que al mismo tiempo no es capaz de sostener la
tasa de creación de nuevos empleos, puede experimentar un
aumento sostenido de su tasa de desempleo dado el crecimiento
natural demográfico de la fuerza laboral.

Conclusión

El análisis de esta información
estaría señalando que la inserción
ocupacional de los trabajadores en la movilización del
mercado laboral teniendo un carácter selectivo a
raíz de que se produce en segmentos específicos de
la estructura laboral de los países receptores. Pese a que
sólo un porcentaje de los trabajadores se concentra en
nichos laborales que demandan fuerza de trabajo para la
producción de bienes y servicios de bajo costo, debe
señalarse que, frecuentemente, los trabajadores se ocupan
en empleos donde prevalecen situaciones de subutilización
y/o sobreutilización de la fuerza de trabajo y se
instauran relaciones laborales débiles, en
establecimientos de pequeña envergadura y con niveles de
protección sociolaboral deficientes..

Esta vulnerabilidad sociolaboral, alimentada por el tipo
de inserción ocupacional de la comunidad, se ve agravada
por algunos fenómenos que se desenvuelven en las
sociedades: entre éstos, el endurecimiento de las
políticas laborales, a través de las crecientes
restricciones que imponen a la mano de obra extranjera, y de los
discursos y prácticas sociales labolales de diversos
sectores de la sociedad. La combinación de estos elementos
configura un escenario propenso a la discriminación de los
sectores enpobresidos y laborales en ambos países, no
sólo apartándolos sino también
incorporándolos en tanto factor flexibilizador de los
mismos. Esto afecta sus posibilidades objetivas de acceder a
mejoras en su calidad de vida, obstaculizando de esta manera el
proceso de integración plena a las sociedades
receptoras.

Bibliografía

  • Galeano, L., (1996)

La exclusión social en Venezuela
rural. Documento de trabajo Nº 34. OIT. Caracas.

  • ———-, Barrios, F.,
    (1999)

El rol de los actores sociales en la
superación de la exclusión social. El caso de
Brasil. Documento de trabajo Nº 117. OIT. Rio de
Janeiro.

  • Internet

Monografia.com

 

 

Autor:

Lcdo. Irvin A. Navarro. H

Profesor:

Jesús Flores

Republica Bolivariana de
Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la
Educación Superior

Universidad Pedagógica Experimental
Libertador

Institutito Pedagógico "Rafael
Alberto Escobar Lara"

Programa de
Profesionalización

Extensión Valencia

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Gerencia de Recursos Humanos

¿Cómo es el análisis
ocupacional de Venezuela vs Brasil?

Valencia, Mayo de 2012

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