- Introducción
- Comentario del libro
- Información acerca de Muhammad Yunus y
el Banco Grameen - Conclusiones
- Recomendaciones, consideraciones y opiniones
planteadas por Yunus
Introducción
Alguien, desde el anonimato, sostuvo "no hay mayor
pobreza que la de acaparar". Siguiendo esa línea de
pensamiento, hemos enfocado este trabajo con el firme objetivo de
socializar las ideas vertidas por Muhammad Yunus.
Con el correr de las páginas, el lector,
además de cautivarse con los propios pensamientos del
reconocido autor, podrá ir descubriendo –tal como
nosotros lo hicimos y ha quedado asentado en la
conclusión-, que el problema de la pobreza, más que
con dinero, se soluciona con valores e ideas. Dentro del
ámbito de estas últimas –las ideas- lo
más importante es innovar, ser creativos, buscar nuevas
respuestas para las preguntas de siempre y, esto último,
se puede lograr con un cambio de paradigma: no se trata de una
empresa sencilla, lo sabemos. Si hasta el mismísimo Albert
Einstein lo advirtió cuando sostuvo "es más
fácil desintegrar un átomo que romper un
prejuicio".
No obstante, creemos que vale la pena el esfuerzo
porque, al cabo, "no hay peor fracaso que el no
intentarlo".
Comentario del
libro
El presente trabajo tiene como objetivo abordar el
cambio del paradigma económico convencional, a partir del
cual el economista Muhammad Yunus se propone erradicar la pobreza
de la humanidad. A lo largo de su libro, titulado "El banquero de
los pobres", relata su propia experiencia y la puesta en
práctica de sus teorías económicas y
políticas sociales para tal fin.
El contexto específico a partir del cual el
profesor Yunus comienza su lucha contra la pobreza y formula
estas teorías fue durante la hambruna que azotó a
Bangladesh en 1974 (hoy en día, uno de los países
más pobres y poblados de mundo), país que se
encontraba inmerso en una coyuntura de crisis política y
social, en búsqueda de la independencia de Pakistán
Oriental.
Mientras se desempeñaba como profesor de
Economía en la Universidad de Chittangong, cercana al
pueblo de Jobra donde la pobreza alcanzaba niveles
altísimos, concentró su esfuerzo en comprender la
vida social y económica que aquellas personas
desarrollaban en ese humilde pueblo, para concluir en la
desarticulación de las teorías económicas
clásicas que enseñaba a sus alumnos y desarrollar
nuevas teorías que se apliquen en la realidad
económica de los sectores más marginados de la
sociedad, implementando un sistema de microcréditos, que
son créditos solidarios sin garantía destinados
hacia las clases más necesitadas para que puedan realizar
una actividad independiente y creativa. Este sistema se
consolidó en el año 1976 con la fundación de
su banco, pronto reconocido como el "Banco Grameen". Desde
entonces, se han distribuido más de seis mil millones de
dólares en préstamos a 6,95 millones de
prestatarios en el mundo.
Asimismo, su principal postura se vincula con la
inserción de las clases pobres como protagonistas activos
de la economía mundial, incorporando la
financiación como derecho humano y sustento de la
creatividad potencial de aquellas personas. Es difícil
pensar en el esfuerzo que conlleva generar este tipo de
revolución económica y social dentro de una
sociedad ampliamente capitalista y preocupada por el beneficio
individual, y donde las herramientas que emplea el Estado no
alcanzan para cumplir los objetivos que se proponen para
erradicar la pobreza.
Los ideales de Yunus fueron funcionales al desarrollo e
integración de las clases más pobres a un sistema
financiero que rompía con los esquemas tradicionales.
Naturalmente, en un principio se dudaba del éxito de un
sistema basado en el préstamo de capital a sectores que no
disponían de respaldo alguno para hacer frente a la
devolución del mismo. Lo revolucionario de Yunus no fue
sólo mostrar que si podían rembolsar ese dinero que
recibían, sino también que este sistema generaba un
compromiso entre aquellas clases pobres en función de
desarrollar un mecanismo que les permita mejorar su calidad de
vida y la independencia económica.
Problemas que detecto
A lo largo del libro, el autor propone resolver las
siguientes problemáticas:
El divorcio entre las teorías
económicas clásicas y los efectos de su
aplicación en la vida cotidiana de las personas. La
teoría económica está enfocada en los
países ricos, dejando de lado a los pobres y su
inserción en el sistema económico
mundial;La banca financiera convencional está basada
en un sistema de garantías y avales, excluyendo a los
pobres del mismo. Este hecho deriva en la solución
más común denominada loan shark, es
decir, se acude a prestamistas con intereses desde un 5 %
semanal hasta un 30 % mensual. Por lo tanto, el proceso
productivo en los que se involucran estas personas o
microempresas necesitan ser altamente rentables para poder
subsistir, canalizando gran parte de esta rentabilidad a la
persona que ofrece el financiamiento. Yunus critica
también el sistema bancario actual fundamentando que
no está pensado para personas analfabetas (como en
general ocurre en esta clase social), dado que se deben
rellenar formularios e impresos para solicitar un
préstamo;La visión cortoplacista, el exceso de
burocracia y las permanentes modificaciones en la normativa
bancaria tradicional;La estratificación socio-cultural existente,
producto de factores religiosos o tradiciones culturales
ancestrales, limita la inserción de esas personas al
aparato productivo. Asimismo, reconoce la restringida
inclusión de la mujer en el mercado laboral y la
actividad económica a nivel mundial. Cabe destacar que
las mujeres aportan el 67% del trabajo del mundo, ganan el
10% de los ingresos del mundo y poseen sólo el 1% de
la propiedad del mundo;El rol del Estado no es efectivo en cuanto a
políticas sociales activas. Se centra en
políticas clientelistas. Concibe al Estado como
distribuidor inequitativo de los recursos disponibles e
ineficientes en la aplicación de las herramientas para
erradicar la pobreza.
Información acerca de Muhammad Yunus y
el Banco Grameen
Muhammad Yunus nació el 28 de junio de 1940 en
Chittagong, lugar donde se desarrollaba el centro
económico de lo que entonces era la Bangladesh Oriental.
Estudió en la Universidad de Chittagong y obtuvo el
doctorado en la Universidad Vanderbilt a la que había
podido acceder gracias a una beca Fulbright. Posteriormente, fue
profesor en Tennessee de Estados Unidos. En 1971 regresó a
Bangladesh, que se había independizado, para ejercer la
profesión docente en la Universidad de Chittagong, donde
ocupó el cargo de Director del Departamento de
Economía Rural hasta 1989.
En 1974 propuso una forma de organización social
para aldeas rurales denominada "Gram Sarker" (gobierno rural). La
propuesta demostró ser practicable y útil, por lo
que en 1980 fue adoptada oficialmente por el gobierno de
Bangladesh. Desde esa época, comenzó a tomar
conciencia de que sólo se puede salir de la pobreza
superando las leyes del mercado y proporcionando
microcréditos.
M. Yunus fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz
en el año 2006 "por sus esfuerzos para incentivar el
desarrollo social y económico desde abajo con la
utilización de programas económicos innovadores,
como son los préstamos en la modalidad de
microcréditos", según indicó el
Comité. Asimismo, se señaló que "todo
individuo sobre la Tierra tiene tanto el potencial como el
derecho de una vida digna. Entre distintas culturas y
civilizaciones, Yunus y el Banco Grameen han mostrado que incluso
los más pobres entre los pobres pueden trabajar para
construir su propio desarrollo".
Por último, con respecto al Banco Grameen, el
Comité recalcó que "el crédito es un arma
rentable para combatir la pobreza y funciona como un catalizador
en el desarrollo general de las condiciones
socioeconómicas de los pobres que han quedado fuera de la
órbita de los bancos, por ser pobres".
La hipótesis central de este trabajo sostiene
que: es posible la erradicación de la pobreza mediante
la voluntad política real para la organización y
distribución de la riqueza.
En función de dicha hipótesis vertebral,
se desprenden otras complementarias; a saber:
El sistema bancario tradicional, en cuanto a la
estructura financiera se refiere, no responde a las
expectativas crediticias de los que, económicamente,
menos tienen y más necesitan;La formación y las garantías no son
requisitos excluyentes para acceder a los diversos mecanismos
de crédito;La inserción de la mujer como protagonista en
la actividad económica, refuerza la capacidad
productiva tanto a nivel familiar como social;El sistema de subsidios y planes sociales
desalientan el espíritu emprendedor potencial que todo
ser humano, independientemente de su escala social, tiene
incorporado por naturaleza. Este hecho no sólo
mantiene sino que incrementa el nivel de pobreza.
El profesor Yunus confirma todas estas hipótesis
a partir de una serie de vivencias personales. En una primera
instancia, Yunus busca concentrarse en satisfacer su deseo de ser
útil a aquellas personas que morían de hambre y
tratar así de aliviar su culpa. Su intención desde
un principio nunca fue convertirse en un prestamista sino
solucionar un problema inmediato y concreto.
Para ello, junto a un puñado de sus estudiantes,
realiza un trabajo de campo en la aldea cercana a la Universidad
de Chittagong llamada Jobra, que consistía en estudiarla y
tratar de conocerla en diversos aspectos sobre su economía
y condiciones sociales, con el fin de mejorar la calidad de vida
del lugar con proyectos e ideas creativas. Con el transcurso del
tiempo, llega a la conclusión de que aquellas personas que
se encontraban en la peor de las pobrezas y que sólo
contaban con su fuerza de trabajo como único medio de
subsistencia, al no poder entrar en el circuito financiero, se
veían obligadas a obtener el capital necesario para
continuar con sus procesos productivos dentro de un circuito
extraoficial de prestamistas. Estos últimos, al aplicarles
tasas usurarias terminaban hundiendo aún más en la
pobreza a aquellas personas.
Atento a ello, al profesor se le ocurre buscar la forma
de prestarles a esos pobladores el dinero necesario a tasas que
le permitieran devolver puntualmente el dinero tomado y mejorar
su nivel de vida. Para dar este paso fundamental, era necesario
encontrar la forma de garantizar la devolución de estos
préstamos sin ajustarse a las normas que rigen el circuito
financiero oficial, es decir garantizar estos préstamos
sin avales y/o garantías tangibles ya que las personas a
las que estaban dirigidos, no las poseían. La manera de
hacerlo fue acercándose a las personas más
necesitadas en lugar de esperar que ellas se acudieran a pedir
estos préstamos, utilizando un sistema de pequeños
grupos de solidaridad que genera un círculo de
cooperación entre las personas integrantes
asegurándose que, a través del compromiso social
compartido, los reembolsos de estos préstamos fuesen
cumplidos. De este modo, se lograron altos índices de
cumplimiento sin recurrir a las normativas clásicas del
sistema financiero oficial.
Cabe destacar que Yunus centra su análisis en la
figura de la mujer, inmersa en la pobreza y limitada en diversos
ámbitos por la cultura bengalí, debido a las normas
del purdah. Son ellas, según el autor, quienes
sufren de forma más pronunciada la pobreza y se adaptan
mejor y más rápido que los hombres al proceso de
autoasistencia, intentando asegurar el porvenir de sus hijos con
más eficacia. Al mismo tiempo, logran demostrar mayor
constancia en el trabajo, lo que redunda en un reaseguro en el
cumplimiento de la devolución del dinero prestado.
Actualmente, el 97% de los préstamos del Banco Grameen se
otorgan a mujeres.
El autor, a través de su trabajo de campo,
analiza también las implicancias de los planes de
asistencia social del Estado, los cuales están dirigidos
no a los estratos inferiores de la pirámide de pobreza
sino a los intermedios y en distribuciones heterogéneas de
pobreza, que indefectiblemente terminan transformándose en
instrumentos de políticas asistencialistas brindando
beneficios sólo para el actor que se encuentra en la
escala superior de la referenciada pirámide. Es decir que
orienta su ayuda a través de la formación de grupos
homogéneos de personas con las mismas
necesidades.
Los decisores gubernamentales, un gran número de
ONGs y los consultores internacionales suelen empezar la lucha
contra la pobreza poniendo en marcha programas de
formación sumamente complejos, partiendo del supuesto de
que las personas son pobres porque carecen de habilidades
suficientes. De algún modo, se abusan de esta
formación ya que crean más puestos de trabajo para
los miembros organizadores sin direccionar los beneficios hacia
los más necesitados.
Los funcionarios y empleados de las instituciones
multilaterales de ayuda exterior tienden a adoptar una actitud
dominante y arrogante ante los países que ayudan,
paralizando de este modo las iniciativas propias de aquellos
países. En este sentido, como sostiene M.
Yunus:
"Según la estimación de una
institución de investigación de Bangladesh, de los
mas de 30 mil millones de dólares recibidos por nuestro
país durante los últimos 26 años en concepto
de asistencia de donantes extranjeros, el 75% no se gasto en
Bangladesh, sino que se dedico a maquinaria, artículos y
consultores del propio país donante. La mayoría de
las naciones ricas utilizan sus presupuestos para ayuda exterior
para emplear a personas de su propio país y vender sus
propios productos; La reducción de la pobreza pasa a ser
un objetivo secundario. El 25% que se gasta en Bangladesh suele
ir a parar directamente a una muy reducida elite de proveedores,
contratistas, consultores y expertos locales. Los miembros de esa
elite utilizan gran parte de ese dinero para comprar bienes de
consumo fabricados en el extranjero, lo cual no ayuda a la
economía ni a la población trabajadora de la
población. Además, existe la creencia muy extendida
de que un considerable pedazo del pastel de dinero los donantes
acaba (en forma de comisiones clandestinas) en los bolsillos de
los funcionarios y de los políticos que ayudan a que se
decidan ciertas compras o a que se firmen determinados
contratos." (Yunus, M., 2006: p. 136)
Sirve también como ejemplo, los resultados de las
políticas asistencialistas aplicadas en países
primermundistas como Estados Unidos donde se desincentiva la
salida del sistema de sus beneficiarios, ya que al estar en un
programa de asistencia social se cierran todos los accesos
(incluso la opción de retirarse del mismo), transformando
a la persona en prisionero no sólo de la pobreza, sino
también de quienes deberían ayudarlo.
Los datos relevados nos dan un panorama de lo corrupto e
ineficiente que son los proyectos financiados por la
política exterior. En contraposición, se explicitan
variadas alternativas para lograr el objetivo fundamental de
erradicación de la pobreza y dignificación de la
persona.
Objetivos
Teniendo presente que el objetivo central del libro de
M. Yunus es difundir la teoría del microcrédito
como herramienta financiera para la erradicación total de
la pobreza extrema y el hambre, cabe destacar la existencia de
objetivos secundarios orientados al logro de esta gran
meta:
Demostrar la ineficacia del sistema financiero
convencional para la erradicación de la pobreza y el
mejoramiento de los niveles de vida de la población
pobre. De esta manera, el Banco Grameen tiene como objetivos
proveer servicios financieros a los pobres (y, en especial, a
las mujeres) y ayudar a combatir a la pobreza, manteniendo un
negocio rentable. Se trata pues de un objetivo compuesto que
surge de visiones tanto económicas como
sociales;Fomentar la inserción de la mujer como un
actor más en el sistema bancario tradicional, de
manera tal que se les posibilite el derecho a la propiedad de
los activos;Promover el crédito como un derecho humano y
conceder una elevada prioridad en la formación de
capital humano y en la protección del medio
ambiente;
Conclusiones
Por compartir el pensamiento del autor, nos tomamos el
permiso de reproducir la principal conclusión que el
propio M. Yunus obtiene al llevar a cabo su experiencia con el
Banco Grameen, cuando -entre otros conceptos- asegura que "la
solución a la pobreza en el mundo, fundada sobre la
creencia de que el crédito es un derecho humano
fundamental, es de una brillante simplicidad: presten dinero a
las personas pobres, fomenten una serie de principios financieros
sensatos que regulen sus vidas y ellas se ayudaran a si
mismas".
Ante lo revolucionario de su propuesta frente a las
instituciones enmarcadas en años de estudios de
análisis de riesgo, normas, políticas, avales,
etc., lo que él propone es tomar como aval de estos
préstamos el compromiso ético y económico de
devolución por parte de los prestatarios, ya que su
único medio de subsistencia depende de la toma de estos
préstamos.
Sin duda, el proyecto planteado por Yunus generó
una revolución en el ámbito social aplicado a nivel
mundial. De acuerdo con las ideas del autor, el libre mercado,
tal como está organizado actualmente, no puede regular por
sí mismo el estado de las personas pobres ni facilitar
soluciones para todos los problemas sociales. Por otro lado,
insiste en que el Estado debe retirarse de la mayoría de
sus ámbitos, y dejar al sector privado a cargo de estas
funciones. Sin embargo, cabe aclarar que se opone a este
último sector tal como se lo entiende habitualmente, y
defiende la creación de uno completamente nuevo llamado
"sector privado movido por la conciencia social". En éste,
debería existir una ética empresaria que destine
sus esfuerzos a objetivos sociales y no únicamente a
incrementar sus beneficios personales, lo que resulta ser "el
empresario social".
Recomendaciones,
consideraciones y opiniones planteadas por
Yunus
Las opiniones del profesor M. Yunus a lo largo de su
libro son múltiples y variadas, entre las cuales
ponderamos las siguientes:
El libre comercio debe ser libre para los más
débiles, los pobres deben convertirse en actores del
proceso de globalización y no ser sus víctimas
pasivas.Los reales beneficiarios del proteccionismo
comercial, son aquellas personas ricas e inteligentes que
saben manipular el sistema, las personas pobres por el
contrario disponen de mejores oportunidades en un mercado
más amplio donde todo el mundo se beneficiaría
del libre flujo de mercancías, finanzas y
personas;La teoría microeconómica, que
desempeña un marco crucial dentro del marco
analítico de la economía, está
incompleta porque considera a los individuos como
consumidores o trabajadores y se ignora el potencial que
éstos tienen como individuos autoempleados. Considera
el autoempleo generalizado en los países
tercermundistas como un síntoma de subdesarrollo. Los
economistas no han logrado entender el poder social del
crédito. En la teoría económica se
considera al crédito como un mero medio con el que
lubricar los engranajes del comercio y la industria. En
realidad el crédito genera poder económico, el
cual se traduce inmediatamente en poder social;La teoría económica se orienta a
estudiar los procesos de desarrollo y prosperidad, dado que
son éstos los que resolverán el problema del
hambre y la pobreza;La ayuda exterior que llega a los países con
esta problemática, debería re-dirigirse para
que tenga un impacto más directo sobre las personas
realmente desfavorecidas;La formación como herramienta vital, para que
las personas pobres asciendan posiciones en la escala
económica resulta importante pero no prioritaria. Las
personas pobres, no lo son porque no hayan recibido
formación sino porque no pueden retener los
rendimientos de su trabajo;Cree en la tesis central del capitalismo, donde el
sistema económico es competitivo, pero no concuerda en
sostener que la ganancia personal constituye la única
fuente de alimentación posible de la libre empresa;
puesto que los objetivos sociales pueden suplir la codicia
como fuerza poderosa de motivación;Los subsidios de desempleo no son la mejor forma de
combatir la pobreza, dado que a ésta no la crean las
personas pobres, sino que viene creada por las estructuras de
la sociedad y por la políticas que ésta
aplica;La educación retrasa el matrimonio y por lo
tanto la procreación, cuanto mejor educadas
estén las mujeres más probabilidades existen de
que utilicen anticonceptivos y de que puedan ganarse la vida
por su cuenta;Los perceptores de algún tipo de subsidio
mensual de su gobierno pierden la iniciativa y la creatividad
potencial. Muchos de ellos calculan la cantidad de dinero de
la seguridad social y de la cobertura del seguro
público que perderían si se autoemplearan y
llegan a la conclusión de que es un riesgo que no
merece la pena.La economía de mercado, tal como está
organizada en la actualidad, no proporciona soluciones para
los males de la sociedad. No cuesta ilustrar los objetivos
sociales cruelmente abandonados: perspectivas
económicas y sistema de salud para los pobres,
educación para los desprotegidos, bienestar para los
ancianos y personas disminuidas físicamente. Sin
embargo, el Estado en su forma actual, por sus propias
limitaciones debería desentenderse casi por completo
de estos temas y dejar actuar al sector privado. Un sector
privado organizado según el modelo Grameen, es decir
animado por una preocupación de bienestar
social;Existe cierta indefinición del concepto
pobreza, razón por la cual se la debe estudiar
detenidamente ya que, dentro de ésta, es posible
distinguir entre los agricultores propietarios marginales y
las personas realmente pobres. En este sentido, insiste con
estudiar y analizar a la persona pobre desde un enfoque
netamente microeconómico;Los indicadores económicos que los
países publican habitualmente con orgullo, tales como
el ingreso per capita, el producto bruto interno y
demás, no reflejan el bienestar real de la sociedad,
dado que son sólo valores medios de la
población y en ellos nada se dice acerca, por ejemplo,
de la distribución de la riqueza.
Autor:
Agurto Tolentino, John
Macedo Rodriguez, Ivan
Morales Huerta, Marco
Huerta Dolores, Frank
Suarez Huerta, Jaime
INSTITUCIONES FINANCIERAS
Julio 15
2012
"Año De La Integración
Nacional Y Reconocimiento De Nuestra Biodiversidad"
UNIVERSIDAD NACIONAL "SANTIAGO ANTUNEZ DE
MAYOLO"
FACULTAD DE ECONOMÍA Y
CONTABILIDAD
ESCUELA DE PROFESIONAL DE
CONTABILIDAD