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El creador del mundo: con Tici Viracocha




    El creador del mundo: con Tici Viracocha –
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    El creador del mundo: con Tici
    Viracocha

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    En las tradiciones orales incas, que fueron recopilados
    por los cronistas españoles y mestizos de la conquista, se
    encuentran diversos aspectos de la vida cotidiana, leyendas que
    dan cuenta sobre la fundación del imperio, quienes fueron
    los incas, usos y tradiciones, así como quienes eran sus
    dioses.

    En el tema de sus dioses se habla de CON TICI VIRACOCHA,
    un dios que fue retratado en piedra por los tiahuanacos y otras
    culturas previas a los incas.

    Viracocha o Wiracocha es un dios, venerado con diversos
    nombres y representado de variadas formas desde el periodo
    Arcaico Tardío. Aparece en la Portada del Sol de
    Tiahuanaco, en la Estela Raimondi de los Chavín, en los
    tejidos de Karwa de Paracas, en las urnas ceremoniales de Wari y
    en el Templo de Koricancha de los Incas.

    En los mitos y leyendas aparece como creador u ordenador
    del mundo. Uno de los mitos narra que en un inicio Viracocha hizo
    el cielo y la tierra poblándola de plantas, animales y
    hombres primitivos que vivían en oscuridad y
    desorden.

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    Templo de Wiracocha – Cuzco.

    La palabra wiracocha es quechua mas no aymara, wira:
    grasa, cocha: lago, mar, laguna.

    Otros historiadores tienen otra teoría y dicen,
    que en si lo correcto es WAIRACOCHA, en quechua:

    waira: viento

    cocha : lago , mar , laguna

    Entonces wairacocha seria el dios que vino del mar
    empujado por los vientos, de ahí sus dos varas que
    empuña en sus manos, que dicen son remos.

    Muy probable es que wairacocha haya venido desde Asia en
    una embarcación empujado por las corrientes marinas y los
    vientos y así llega ala costa peruana.

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    Templo de Wiracocha – Cuzco.

    Como ya se dijo la imagen de wiracocha esta en un mate
    de la cultura caral, la cultura mas antigua de América, y
    afirman que Caral es cuna del idioma quechua ya que Caral en
    quechua significa ofrenda, hay muchos topónimos quechuas
    en esa zona : caral, carhuas, huaral ,huaras, huari.

    En la frontera de Ancash es donde esta el inicio de la
    cultura peruana en esta zona se desarrollo las culturas de Caral,
    después Sechin y de ahí Chavín, siendo
    Chavín la cultura que mas se expandió en el
    territorio peruano llegando hasta Ayacucho y Cusco en el sur.
    Después la cultura Wari es influenciado por Tiahuanaco con
    el dios wiracocha.

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    Wiracocha – Sechin.

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    Wiracocha – Artesania Huari.

    Los mochicas ubicados en Lambayeque – La Libertad
    representaron a Aia Paec con un aspecto fiero e intimidante pero
    Aia Paec en muchik no significa "dios degollador" sino "dios
    creador", por lo tanto también puede referirse a
    Wiracocha.

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    Mochica – Representacion de Aia
    Paec.

    Juan de Betanzos, uno de los varios cronistas de la
    conquista, en su obra Suma y Narración de los Inca" de
    1551, nos trasmite la siguiente crónica referido al Dios
    Con Tici Viracocha, pero debemos advertir que se trascribe tal
    conforme esta en la redacción primigenia es decir con
    todos sus errores ortográficos y gramaticales.

    CAPÍTULO PRIMERO.-Que trata del Con Tici
    Viracocha[4], que ellos tienen que fué el Hacedor,
    é de cómo hizo el cielo é tierra é
    las gentes indios destas provincias del
    Perú.

    En los tiempos antiguos, dicen ser la tierra é
    provincia del Perú escura, y que en ella no habia lumbre
    ni dia. Que habia en este tiempo cierta gente en ella, la cual
    gente tenia cierto Señor que la mandaba y á quien
    ella era subjeta. Del nombre desta gente y del Señor que
    la mandaba no se acuerdan. Y en estos tiempos que esta tierra era
    toda noche, dicen que salió de una laguna que es en esta
    tierra del Perú en la provincia que dicen de Collasuyo, un
    Señor que llamaron Con Tici Viracocha, el cual dicen haber
    sacado consigo cierto número de gentes, del cual
    número no se acuerdan. Y como este hubiese salido desta
    laguna, fuése de allí á un sitio ques junto
    á esta laguna, questá donde hoy dia es un pueblo
    que llaman Tiaguanaco, en esta provincia ya dicha del Collao; y
    como allí fuese él y los suyos, luego allí
    en improviso dicen que hizo el sol y el dia, y que al sol
    mandó que anduviese por el curso que anda; y luego dicen
    que hizo las estrellas y la luna. El cual Con Tici Viracocha,
    dicen haber salido otra vez ántes de aquella, y que en
    esta vez primera que salió, hizo el cielo y la tierra, y
    que todo lo dejó escuro; y que entónces hizo
    aquella gente que habia en el tiempo de la escuridad ya dicha; y
    que esta gente le hizo cierto deservicio á este Viracocha,
    y como della estuviese enojado, tornó esta vez postrera y
    salió como ántes habia hecho, y á aquella
    gente primera y á su Señor, en castigo del enojo
    que le hicieron, hízolos que se tornasen piedra
    luego.

    Así como salió y en aquella mesma hora,
    como ya hemos dicho, dicen que hizo el sol y dia, y luna y
    estrellas; y que esto hecho, que en aquel asiento de Tiaguanaco,
    hizo de piedra cierta gente y manera de dechado de la gente que
    despues habia de producir, haciéndolo en esta manera: Que
    hizo de piedra cierto número de gente y un principal que
    la gobernaba y señoreaba y muchas mujeres preñadas
    y otras paridas y que los niños tenian en cunas, segun su
    uso; todo lo cual ansí hecho de piedra, que lo apartaba
    á cierta parte; y que él luego hizo otra provincia
    allí en Tiaguanaco, formándolos de piedras en la
    manera ya dicha, y como los hobiese acabado de hacer,
    mandó á toda su gente que se partiesen todos los
    que él allí consigo tenia, dejando solos dos en su
    compañía, á los cuales dijo que mirasen
    aquellos bultos y los nombres que les habia dado á cada
    género de aquellos, señalándoles y
    diciéndoles: "éstos se llamarán los tales y
    saldrán de tal fuente en tal provincia, y poblarán
    en ella, y allí serán aumentados; y éstos
    saldrán de tal cueva, y se nombrarán los fulanos, y
    poblarán en tal parte; y ansí como yo aquí
    los tengo pintados y hechos de piedras, ansí han de salir
    de las fuentes y rios, y cuevas y cerros, en las provincias que
    ansí os he dicho y nombrado; é ireis luego todos
    vosotros por esta parte (señalándoles hácia
    donde el sol sale), dividiéndoles á cada uno por
    sí y señalándoles el derecho que deba de
    llevar."

    CAP. II.-En que se trata cómo salieron las
    gentes desta tierra por mandado de Viracocha é
    asímesmo de aquellos sus viracochas que para ello enviaba;
    y como el Con Tici Viracocha ansimesmo se partió, é
    los dos que le quedaron, á hacer la mesma obra, y
    cómo se juntó, al fin de haber esto acabado, con
    los suyos, y se metió por la mar, adonde nunca más
    le vieron.

    É ansí se partieron estos viracochas que
    habeis oido, los cuales iban por las provincias que les habia
    dicho Viracocha, llamando en cada provincia, ansí como
    llegaban, cada uno de ellos, por la parte que iban á la
    tal provincia, los que el Viracocha en Tiaguanaco les
    señaló de piedra que en la tal provincia habian de
    salir, puniéndose cada uno destos viracochas allí
    junto al sitio do les era dicho que la tal gente de allí
    habia de salir; y siendo ansí, allí este Viracocha
    decia en alta voz: "Fulano, salid é poblad esta tierra que
    está desierta, porque ansí lo mandó el Con
    Tici Viracocha, que hizo el mundo." Y como estos ansí los
    llamasen, luego salian las tales gentes de aquellas partes y
    lugares que ansí les era dicho por el Viracocha. Y
    ansí dicen que iban estos llamando y sacando las gentes de
    las cuevas, rios y fuentes é altas sierras, como ya en el
    capítulo ántes déste habeis oido, y poblando
    la tierra hácia la parte do el sol sale.

    É como el Con Tici Viracocha hobiese ya
    despachado esto, y ido en la manera ya dicha, dicen que los dos
    que allí quedaron con él en el pueblo de
    Tiaguanaco, que los envió asímismo á que
    llamasen y sacasen las gentes en la manera que ya habeis oido,
    devidiendo estos dos en esta manera: Que envió el uno por
    la parte y provincia de Condesuyo, que es, estando en este
    Tiaguanaco las espaldas do el sol sale, á la mano
    izquierda, para que ansímismo fuesen hacer lo que habian
    ido los primeros, y que ansímismo llamasen los indios y
    naturales de la provincia de Condesuyo; y que lo mismo
    envió el otro por la parte y provincia de Andesuyo, que es
    á la otra manderecha, puesto en la manera dicha, las
    espaldas hácia do el sol sale.

    Y estos dos ansí despachados, dicen que él
    ansímismo se partió por el derecho hácia el
    Cuzco, que es por el medio destas dos provincias, viniendo por el
    camino real que va por la sierra hácia Caxamalca; por el
    cual camino iba él ansímismo llamando y sacando las
    gentes en la manera que ya habeis oido. Y como llegase á
    una provincia que dicen Cacha, que es de indios Canas, la cual
    está diez y ocho leguas de la ciudad del Cuzco, este
    Viracocha, como hobiese allí llamado estos indios Canas,
    que luego como salieron, que salieron armados, y como viesen al
    Viracocha, no lo conociendo, dicen que se venian á
    él con sus armas todos juntos á le matar, y que
    él, como los viese venir ansí, entendiendo á
    lo que venian, luego improviso hizo que cayese fuego del cielo y
    que viniese quemando una cordillera de un cerro hácia do
    los indios estaban. Y como los indios viesen el fuego, que
    tuvieron temor de ser quemados y arrojaron las armas en tierra, y
    se fueron derechos al Viracocha, y como llegasen á
    él, se echaron por tierra todos; el cual, como ansí
    los viese, tomó una vara en las manos y fué do el
    fuego estaba, y dió en él dos ó tres varazos
    y luego fué muerto. Y todo esto hecho, dijo á los
    indios cómo él era su hacedor; y luego los indios
    Canas hicieron en el lugar do él se puso, para quel fuego
    cayese del cielo y de allí partió á
    matalles, una suntuosa guaca, que quiere decir guaca adoratorio
    ó ídolo, en la cual guaca ofrecieron mucha cantidad
    de oro y plata éstos y sus descendientes, en la cual guaca
    pusieron un bulto de piedra esculpido en una piedra grande de
    casi cinco varas en largo y de ancho una vara ó poco
    ménos, en memoria de este Viracocha y de aquello
    allí subcedido; lo cual dicen estar hecha esta guaca desde
    su antigüedad hasta hoy.-Y yo he visto el cerro quemado y
    las piedras dél, y la quemadura es de más de un
    cuarto de legua; y viendo esta admiracion, llamé en este
    pueblo de Chaca[5] los indios é principales más
    ancianos, é preguntéles qué hobiese sido
    aquello de aquel cerro quemado, y ellos me dijeron esto que
    habeis oido. Y la guaca de este Viracocha está en derecho
    desta quemadura un tiro de piedra della, en un llano y de la otra
    parte de un arroyo que está entre esta quemadura y la
    guaca. Muchas personas han pasado este arroyo y han visto esta
    guaca, porque han oido lo ya dicho á los indios, y han
    visto esta piedra: que preguntando á los indios que
    qué figura tenia este Viracocha cuando ansí le
    vieron los antiguos, segun que dello ellos tenian noticia, y
    dijéronme que era un hombre alto de cuerpo y que tenia una
    vestidura blanca que le daba hasta los piés, y questa
    vestidura traia ceñida; é que traia el cabello
    corto y una corona hecha en la cabeza á manera de
    sacerdote; y que andaba destocado, y que traia en las manos
    cierta cosa que á ellos les parece el dia de hoy como
    estos breviarios que los sacerdotes traian en las manos. Y esta
    es la razon que yo desto tuve, segun que los indios me dijeron. Y
    preguntéles cómo se llamaba aquella persona en cuyo
    lugar aquella piedra era puesta, y dijéronme que se llama
    Con Tici Viracocha Pachayachachic, que quiere decir en su lengua,
    Dios hacedor del mundo.

    Y volviendo á nuestra historia, dicen que despues
    de haber hecho en esta provincia de Cacha este milagro, que
    pasó adelante, siempre entendiendo en su obra, como ya
    habeis oido, y como llegase á un sitio que agora dicen el
    Tambo de Úrcos, que es seis leguas de la ciudad del Cuzco,
    subióse á un cerro alto y sentóse en lo
    más alto dél, de donde dicen que mandó que
    produciesen y saliesen de aquella altura los indios naturales que
    allí residen el dia de hoy. Y porque este Viracocha
    allí se hubiese sentado, le hicieron en aquel lugar una
    muy rica y suntuosa guaca, en la cual guaca, porque se
    sentó en aquel lugar este Viracocha, pusieron los que la
    edificaron un escaño de oro fino, y el bulto que en el
    lugar deste Viracocha pusieron, le sentaron en este
    escaño; el cual bulto de oro fino, en la parte[6] del
    Cuzco que los chripstianos hicieron cuando le ganaron,
    [valió ó pesó] diez y seis ó diez y
    ocho mill pesos. Y de allí el Viracocha se partió y
    vino haciendo sus gentes, como ya habeis oido, hasta que
    llegó al Cuzco; donde llegado que fué, dicen que
    hizo un Señor, al cual puso por nombre Alcaviza, y puso
    nombre ansímesmo á este sitio, do este Señor
    hizo, Cuzco; y dejando órden como despues quél
    pasase produciese los orejones, se partió adelante
    haciendo su obra. Y como llegase á la provincia de Puerto
    Viejo, se juntó allí con los suyos que ante
    él inviaba en la manera ya dicha, donde como allí
    se juntasen, se metió por la mar juntamente con ellos, por
    do dicen que andaba él y los suyos por el agua ansí
    como si anduvieran por tierra. Otras muchas cosas hobiera
    aquí más escripto deste Viracocha, segund que estos
    indios me han informado dél, sino, por evitar proligidad y
    grandes idolatrías y bestialidad, no las puse; donde le
    dejaremos y hablaremos del producimiento de los orejones de la
    ciudad del Cuzco, que ansímesmo van [usan] y siguen la
    bestialidad é idolatría gentílica y
    bárbara que ya habeis oido[7].

    Para muchos de los historiadores, Wiraccocha, principal
    divinidad inca, creó el mundo. Luego, se alejó a
    una misteriosa distancia y envió a Wiraccochan, su
    mensajero, quien emprendió una larga caminata. Mientras
    caminaba, Wiraccochan educaba a los pueblos. Antes de dejar la
    tierra, llegó al pueblo de Tambo u Ollantaytambo que
    floreció gracias a sus divinos conocimientos. Aquí,
    una versión del mito de Wiraccochan como enviado del gran
    Wiraccocha y como guía de los antiguos incas.

    Wiracocha en la Puerta del Sol –
    Tiahuanaco.

    Antes que los Incas reinasen, cuentan que en el
    principio, Wiraccocha creó un mundo oscuro y luego de
    ordenar el cielo y la tierra creó una raza de gigantes. A
    estos les mandó que viniesen en paz para que lo sirviesen,
    mas como no fueron recíprocos con él, los
    convirtió en piedras, enviándoles a la vez un
    diluvio general al cual llaman Unu Pachacuti, que quiere decir
    "el agua que transformó el mundo".(Esta es la
    versión inca del Diluvio Universal).

    Pasado el diluvio y seca la tierra, Wiraccocha
    determinó poblarla por segunda vez y para hacerlo con
    más perfección determinó criar luminarias
    que diesen claridad, para esto fue al gran lago Titicaca y
    mandó allí que salieran el Sol, la Luna y las
    estrellas y subiesen al cielo para dar su luz al mundo. Y dicen
    que la Luna tenía más claridad que el Sol, por lo
    que este al tiempo que subían le echó un
    puñado de ceniza en la cara y que desde esa vez
    quedó la Luna con el color que ahora tiene.

    Y luego que todo esto pasó, en la
    dirección Sur, apareció el enviado de Wiraccocha,
    que era un hombre de crecido cuerpo, el cual en su aspecto y en
    su persona mostraba gran autoridad, llamándolo Wiraccochan
    o Tunupa. Vestía una túnica andrajosa que le daba
    hasta los pies: traía el cabello corto, una corona en la
    cabeza y un báculo como los que llevaban los sacerdotes y
    astrónomos antiguos. Dicen también que llevaba a
    cuestas un bulto en el que transportaba los dones con los que
    premiaba a los pueblos que lo escuchaban. Y dicen que este hombre
    tenía gran poder, que de los cerros hacia llanuras y de
    las llanuras cerros grandes. Hacía también cosas
    mayores por que dio ser a los hombres y animales, y que, en fin,
    por su mano vino notable beneficio.Luego se dirigió a
    Tiahuanaco y en este lugar dibujó y esculpió en una
    losa grande todas las naciones que pensaba criar; después
    de esto, inició su peregrinaje obrando maravillas por el
    camino de la serranía, mandando salir a los pueblos de sus
    Pacarinas diciendo: "Gente y naciones oigan y obedezcan que yo
    les mando salir, multiplicar y henchir la tierra". Y a su vez
    todos los lugares obedecieron y así unos pueblos salieron
    de los suelos, otros de los lagos, fuentes, valles, cuevas,
    árboles, peñas y montes. A la vez que esto
    sucedía, pintaba a cada pueblo el traje y vestido que
    habrían de llevar y así mismo dio a cada
    nación la lengua que habría de hablar, sus cantares
    y las semillas. Y así en este camino de los Andes y
    montañas de la tierra fue dando y poniendo nombres a todos
    los árboles grandes y pequeños, tanto como a sus
    flores y frutos, mostrando a la gente los que eran buenos para
    comer y los que no y los que eran buenos para medicina y,
    asimismo, puso nombre a todas las yerbas e indicó el
    tiempo en el que habrían de florecer y fructificar.
    También dio orden a los hombres sobre cómo vivir,
    hablándoles amorosamente con mucha mansedumbre,
    amonestándole para que fuesen buenos, y los otros no se
    hiciesen daño ni se injuriasen; luego les
    enseñó cómo cultivar; para esto
    rompía la tierra con la punta de su báculo quedando
    esta dispuesta para sembrarse, y así con su sola palabra
    hacía nacer el maíz y los demás alimentos.En
    ese largo peregrinar, dicen que también halló
    algunas naciones rebeldes que no habían cumplido con su
    mandato, por lo que los convirtió en piedras, en figuras
    de hombres y mujeres con el mismo traje que traían. Estas
    conversiones fueron hechas en Tiahuanaco, Pucara y Jauja. En
    dichos lugares se encuentran unos bultos de piedras grandes y en
    algunas otras partes dicen que tienen tamaños casi
    gigantes.

    Y es así como llegó a la provincia de
    Cacha habitada por los Canas, y éstos, como no lo
    conocían, salieron armados y dispuestos a matarlo.
    Entonces Wiraccochan, al observar esta actitud, hizo que cayese
    fuego volcánico sobre ellos. Y los canas, por el temor de
    verse quemados, arrojaron sus armas y lo veneraron. Viendo esto,
    Wiraccochan tomó su báculo y paró el fuego;
    luego, puso orden entre ellos. En memoria de este hecho le
    edificaron un suntuoso adoratorio y hoy en día, aún
    se puede ver el cerro de Cacha con su enorme quemadura que
    consumió las piedras de tal manera que ellas mismas se
    hacen testigos de este hecho, por que quedaron tan quemadas que
    se las pueden levantar como si fuesen madera liviana.

    Dicen que después de este suceso llegó al
    pueblo de Urcos, y subió a un cerro alto desde donde
    mandó saliesen de él los naturales de Urcos, por lo
    que con el tiempo le erigieron en este lugar un rico adoratorio,
    edificando en este un escaño de oro fino y una imagen a
    semejanza suya.

    Luego Wiraccochan prosiguió su camino y llegando
    a cierto sitio crió a un señor al cual puso el
    nombre de Alcaviza y al lugar por nombre Cusco; dejando el
    mensaje que después de este señor vendrían
    los Incas Orejones a quienes todos respetarían.

    Este Wiraccochan a quién los pueblos llamaban
    también Tunupa, Tarapaca, Wiraccochan pachayachicachan,
    Bichaycamayoc, Cunacuycamayoc Pachacan; que quiere decir el
    enviado de Wiraccocha, su fuente, el predicador, el encargado del
    presente o el conocedor del tiempo, dicen que se dirigió
    al pueblo del curaca Apotambo (Señor de Tanpu, Tambo u
    Ollantaytambo), a donde llegó cuando se celebraban unas
    bodas. Fue en esas circunstancias que el Curaca escuchó
    sus razonamientos y predicamentos con mucho amor, mas su pueblo
    no lo hizo así, por lo que Wiraccochan los
    reprendió con amor afable. Y, luego de esto, en un gesto
    de reciprocidad, entregó el báculo que portaba y en
    el que se encontraban grabados todos sus conocimientos, al curaca
    Apotambo. Pasado esto, en memoria de Wiraccochan labraron una
    montaña a imagen y semejanza suya, a la cual veneraron
    muchísimo.

    Luego, este Wiraccochan prosiguió su camino
    haciendo sus obras hasta que llegó a la línea
    equinoccial cerca al Ecuador, donde queriendo dejar esta tierra,
    informó a la gente sobre las muchas cosas que
    habrían de suceder. Les dijo que con el tiempo
    habrían de venir gente diciendo ser Wiraccochas y a los
    cuales no les deberían de creer. Y dicho esto se
    metió al mar caminando por sobre el agua como si fuese su
    espuma…

    Dicen que pasado el tiempo y luego de que el pueblo de
    Tambo u Ollantaytambo floreció gracias a los conocimientos
    dejados por Wiraccochan, el báculo dejado por él,
    se transformó en oro fino en el momento en que
    nació uno de los descendientes de Apotambo llamado Manco
    Capac quién vino a ser el primer Inca, y con este
    báculo de oro pasado los años se dirigió a
    las partes altas de una serranía para fundar la que con el
    tiempo sería la capital del Imperio de los Incas: el
    Cusco.

    En el Ñaupa Pacha o en los tiempos antiguos,
    Viracocha era la divinidad del Hanan Pacha o del mundo de arriba
    que apareció cuando la Naturaleza ya existía
    dedicándose a ordenarla. Señaló a los
    hombres, animales y vegetales las funciones que debían
    cumplir en la Tierra. Después de acabar su obra
    siguió el camino del sol, perdiéndose en el
    océano con su comitiva por el oeste.

    Viracocha fue venerado por las culturas andinas desde el
    Primer Horizonte o Formativo. En Chavín lo encontramos en
    la Estela de Raimondi como el Dios de los Báculos. En
    Tiahuanaco lo encontramos en la Portada del Sol;
    llamándosele Dios Llorón. En los mantos de Paracas.
    En Huari, lo encontramos en sus vasijas y textileria;
    llamándosele Dios Bizco, al representar sus ojos las fases
    de la Luna. Los Incas lo consideraron un dios principal como el
    Inti o el Sol.

    Chavín – Estela de
    Raimondi

    A Viracocha lo encontramos en el origen de los Incas
    como lo relata la leyenda de los Hermanos Ayar o Pacaritambo
    registrada por el cronista Juan de Betanzos en la Suma y
    Narracion de los Incas. Según Maria Rostorowski, el culto
    a Viracocha durante el Incario fue restringido pues aparte del
    templo de Quisuar Cancha eran pocos sus santuarios y se limitaban
    a la zona cuzqueña. Ella afirma que en ciertas
    épocas de la historia del Tahuantinsuyo prevaleció
    la adoracion del Inti o Viracocha según las tendencias
    distintas en el aspecto religioso. Waldemar Espinoza comenta que
    Viracocha, como dios pan-andino, debió ser difundido desde
    el Horizonte Medio, cuando huaris y puquinas configuraban Estados
    de gran extensión territorial. Él sostiene que los
    incas, una vez establecidos en el Cusco, lo siguieron honrando,
    haciéndole estatuas y levantándole por lo menos
    siete templos: Cacha, Urcos, Quishuarcancha, Amaibamba, Huaypar,
    Chuquichaca y Tambo. Todos, en el área cuzqueña.
    Él afirma que esta divinidad fue conocida también
    con el nombre de Imaimana Viracocha descrita con siete ojos
    alrededor de la cabeza, que le permitían ver todo lo que
    ocurría en el mundo. Franklin Pease señala que
    Viracocha corresponde a un tipo de divinidad claramente celestial
    y con características solares. Él afirma, basado en
    los mitos cuzqueños, que luego de haber realizado una
    primera ordenación del mundo lo dividió en:
    Chinchaysuyo, Collasuyo, Antisuyo y Contisuyo. Ordenó
    salir a los hombres de las cuevas, de las fuentes, de los
    precipicios o del subsuelo. Él comenta que probablemente
    Viracocha fue una deidad anterior a los incas, con el
    advenimiento de estos últimos, el Inti terminó
    desplazándolo.

    Monografias.com

    Wiracocha – Manto de Paracas.

    El cronista cuzqueño Cristóbal de Molina,
    señala a los servidores: Imayna Viracocha y Tocapu
    Viracocha, y después menciona a Ticsi Viracocha y a Caylla
    Viracocha en su Relacion de las fábulas y ritos de los
    Incas. Durante la invasión al Tahuantinsuyo en el siglo
    XVI, los españoles fueron confundidos con los Viracochas.
    Los conquistadores acrecentaron esta creencia, para su beneficio,
    como lo hicieron también con el Dios Quetzalcóalt
    de los Aztecas, con el propósito de legitimar su presencia
    a la vez que le ofrecían a estas culturas una
    justificación sobre su derrota porque estos pueblos
    razonaron a partir de sistemas míticos inflexibles que
    prefiguraban que todo estaba determinado.

    Cuando los españoles propagaron el Cristianismo
    buscaron simplificar la evangelización a los
    indígenas. Los españoles comunicaron que el Dios
    Viracocha era el mismo Dios Yahvé o Jehová de los
    cristianos. Este fue el caso de los cronistas Juan de Betanzos y
    Pedro Sarmiento de Gamboa cuando se refieren a la creación
    del mundo por Contici Viracocha Pachayachachi, que significa Dios
    hacedor del mundo, creando un cierto número de bultos de
    forma humana. Es por esta razón que Bartolomé de
    las Casas, el defensor de los indios, afirmó que el hombre
    andino tenía un discreto conocimiento del verdadero Dios.
    Sin embargo como sostiene Henrique Urbano, los términos
    Pachayachi y Ticci aparecieron en la evangelización del
    siglo XVI siendo necesario deslindar de los documentos lo andino,
    de la mentalidad española.

    Monografias.com

    Tiahuanaco – Portada del Sol

    Viracocha no es creador porque según la
    Ideología Andina, los hombres procedieron de distintas
    pacarinas o lugares de origen como piedras, fuentes, lagunas,
    ríos, cuevas, animales, aves, árboles.

    Pero como fuera, todo apunta a que el Dios Wiracocha
    apareció en el Collao y su primera representación
    lo hicieron los tiahuanacos en la portada del sol, de allí
    -nos referimos al collao- salió Manco Capac, del lago
    Titicaca para dirigirse al norte en busca de tierras
    fértiles hasta llegar al Cuzco.

    Viracocha, dios que poseía múltiples
    representaciones y, probablemente, múltiples formas de
    ser, se puede resumir, en un dios superior, creador del Cosmos y
    un dios humano, un dios ordenador del caos del mundo. Como
    Quetzalcóatl, Viracocha abandona a su pueblo
    marchándose hacia el océano, pero no hacia el
    Oriente sino hacia Occidente con la promesa de volver. Viracocha
    no es un dios único y creador sino "el que señala
    el lugar adecuado para cada cosa y el momento en que cada uno lo
    debe ocupar", es decir, una suerte de gran arquitecto y, al mismo
    tiempo, el gobernante legítimo.

    Viracocha en Perú aparece con la misma dualidad
    de Quetzalcóatl, siendo al mismo tiempo creador del mundo
    (salido del lago Titicaca) y "héroe cultural". Como en la
    cosmogonía mesoamericana, la creación no es
    única sino que está precedida de intentos fallidos.
    Después que Wira-Kocha crea el mundo y "ciertas gentes",
    en una segunda aparición convierte a esta gente en
    piedras. Crea el Sol, la Luna y un arquetipo de seres humanos en
    diferentes lugares de la tierra. Luego se retira hacia el
    océano y desaparece. Como en Mesoamérica, el mundo
    antiguo del Perú se construía y destruía por
    la oposición de dos fuerzas en lucha.

    Las tragedias de Moctezuma y la de Atahualpa
    también son paralelas, aunque los separen miles de
    kilómetros y diez años. Los une una
    cosmogonía similar, el sentimiento de la ilegitimidad de
    sus poderes y, como consecuencia, la misma historia de
    derrota.

    Al morir Huayna Cápac, el imperio inca
    quedó dividió en dos hermanos: al norte en Quito,
    en manos de Atahualpa, y al sur en Cuzco, en las de
    Huáscar. Pero Atahualpa entra en guerra con su hermano y
    lo derrota. Como los aztecas en México, los incas formaron
    un imperio sobre distintos pueblos andinos. Cuando Pizarro llega
    a Perú, el imperio estaba dividido por luchas fratricidas.
    Esta misma idea del poder cuestionado por el oprimido pero
    también por quien lo ejerce, se acentúa con la
    disputa de Atahualpa sobre su hermano, ante él y ante los
    habitantes de la gran capital, Cuzco.

    Poco hacía que Atahualpa se había
    convertido en la autoridad máxima cuando comenzaron a
    llegar signos inquietantes. Cada uno, como el paso de un cometa,
    eran anuncios para Atahualpa de una catástrofe.
    Coincidentemente, los mensajeros del imperio comienzan a llegar
    con noticias de Viracocha, que regresa por el mar. "Huamán
    Poma indica, lo que ha podido ser una idea consensual en las
    creencias campesinas de su época, que a la muerte de
    Huayna Cápac y durante sus funerales en el Cusco se
    descifró la profecía que había sido
    mantenida en secreto durante muchas generaciones: unos hombres
    vendrían del mar (cocha) a conquistar el
    imperio".

    El 5 de enero de 1533 un soldado analfabeto, Hernando
    Pizarro, llega a la "mezquita" de Pachacámac y profana
    públicamente el santuario. Enterado del regreso de
    Viracocha, Atahualpa espera a los hombres-dioses en Cajamarca y
    los recibe. Los españoles no encontraron ninguna
    resistencia militar sino lo contrario: al igual que en
    México, fueron recibidos como enviados divinos. En un
    atardecer, en una confusión que no duró más
    de media hora, Pizarro y sus hombres atacan la plaza central y
    capturan a Atahualpa. Poco después deciden ejecutarlo en
    el garrote, el 26 de julio de 1533, con la excusa de castigar al
    asesino de Huáscar, el legítimo emperador, y
    prometen devolver el poder a la antigua nobleza. Pizarro designa
    sucesor a Tupac Huallpa. Luego a Manco Inca, descendientes de
    Huayna Cápac. Más tarde hace correr el rumor de que
    el cuerpo de Atahualpa había sido incinerado. De esa
    manera los españoles procuraban desterrar las esperanzas
    mesiánicas que parecían despertarse entre los
    nativos en contra de los intereses de la nobleza indígena
    y la soldadesca invasora.

    Wiracocha – Cultura
    Pachacamac.

    El indio Huamán Poma de Ayala se declara
    cristiano pero insiste en marcar la diferencia moral basada en la
    codicia (del naciente capitalismo europeo), como defecto
    principal, que lleva a la destrucción del mundo.
    Dirigiéndose a los lectores españoles, escribe:
    "ves aquí en toda la ley cristiana no he hallado que sean
    tan codiciosos en oro y en plata los indios, ni he hallado quien
    deba cien pesos ni mentiroso, ni jugador, ni perezoso, ni puto
    […] y vosotros tenéis ídolos en vuestra
    hacienda, y plata en todo el mundo" (1615).

    En esta cosmovisión amerindia subsiste la idea de
    que el poder no es mera cuestión de fuerza muscular sino
    de fuerza moral, aunque sea una moral discutible por otros
    pueblos y otras mentalidades. Tanto Atahualpa como Moctezuma
    sufren de la mala conciencia de su poder ilegítimo y por
    eso son derrotados.La motivación de riquezas
    rápidas en el Nuevo Mundo nunca deja de ser una prioridad
    en las acciones de los conquistadores. Las repetidas invocaciones
    a la evangelización aparecen en primer lugar, pero pueden
    leerse como justificaciones morales de objetivos entendidos como
    pecados capitales por la tradición cristiana. Tanto
    Cortés como Pizarro, resuelven su mala conciencia
    —basada en la codicia y la necesidad de fama— con la
    adaptación de la religión a sus acciones, no de sus
    acciones a la religión o a su conciencia, como lo muestra
    Cortés en sus años de madurez. Es decir, aunque
    motivados por la religión, quizás como atenuante
    moral, no son creyentes en el grado que lo eran los pueblos
    amerindios que actuaron y se dejaron derrotar por sus
    cosmovisiones. Y también se revelaron según esta
    tradición de Quetzalcoátl, aunque nunca con la
    suficiente fuerza como para inaugurar una nueva era.

    Lo mismo pasa con su aspecto físico. Todos los
    cronistas que lo mencionan lo describen como un hombre delgado,
    de elevada estatura, blanco de ojos azules y barbado.

    Diversos cronistas e historiadores dicen que Wiracocha
    tenía el pelo ondulado; Ramos, citando el testimonio del
    arzobispo Toribio Alfonso Mogrovejo, que su barba era pelirroja.
    Según Betanzos, llevaba el pelo corto, con una corona al
    modo de los sacerdotes, mientras que Salcamayhua le atribuye una
    larga cabellera gris y lo presenta como un anciano. A veces
    llevaba puesta una "vestidura" o una túnica con
    cinturón que "le daba hasta los pies", Betanzos precisa;
    otras veces andaba vestido casi como los indios y que llevaba un
    báculo o bordón, con un aspecto autoritario y
    venerable.

    Las pocas divergencias que resaltan de estas
    descripciones, concordantes en cuanto a lo esencial,
    podrían atribuirse a una tradición diversamente
    deformada, según la religión, por una larga
    trasmisión oral, o también a circunstancias de
    tiempo y de lugar. Nada, por cierto, prohíbe pensar que
    Tunupa haya podido cambiarse de ropa y dejarse crecer el pelo. Y
    es lógico que haya envejecido.

    Una duda subsiste, no obstante: ¿Se
    trata de un personaje único, o de varios? Las
    crónicas nos dan la respuesta: "Fue de largo hacia el
    Norte… por el camino de la serranía, y nunca
    jamás lo volvieron a ver", escribe Cieza de
    León.Los indios "dicen que, pasados algunos tiempos,
    volvieron a ver otro hombre semejable al que está dicho,
    el nombre del cual no cuentan".

    Betanzos, por su parte, encargado por el Virrey don
    Antonio de Mendoza de estudiar la cuestión, habla, ya en
    1551, vale decir menos de veinte años después del
    inicio de la Conquista, de los viracochas, en plural, y relata
    que su jefe, Con Ticsi Viracocha, había enviado a dos de
    ellos al interior del país, uno hacia el Norte y el otro
    hacia el Sur, mientras que él mismo iba al
    Cuzco.

    Aquí, sin embargo, se plantea un nuevo problema.
    Betanzos, en efecto, se refiere al mito aymará de la
    creación del mundo por el Dios Blanco al que menciona con
    el nombre danés apenas deformado que le daban los
    quechuas.

    Huirakocha —que los españoles
    escribían Viracocha—, de hvitr, blanco, y goth,
    dios. Vimos en El Gran Viaje del Dios-Sol que este mito
    descansaba en la tradición histórica de la llegada
    al Altiplano de un grupo de vikingos que civilizó la
    región, y que mito y tradición no siempre estaban
    bien separados en la mente de los indios. La misma
    confusión impera en lo que atañe a Tunupa. Pues no
    cabe duda de que es él a quien Betanzos nos describe con
    el nombre de Con Ticsi Viracocha, vale decir el del Dios
    Blanco:

    "Era un hombre alto de cuerpo y que tenía una
    vestidura blanca que le daba hasta los pies, y questa vestidura
    traía ceñida é que traía el cabello
    corto y una corona hecha en la cabeza a manera de sacerdote y que
    andaba destocado y que traía en las manos cierta cosa que
    a ellos les paree el día de hoy como estos breviarios que
    los sacerdotes traían en las manos". Esta misma
    confusión, la señalamos en otro lugar en cuanto a
    Quetzalcóatl, el Dios Blanco de los Nahuas, que la
    tradición nos presenta a veces como un guerrero, otras
    veces como un sacerdote, mientras que los dos personajes
    están perfectamente diferenciados entre los
    mayas.

    Las naves, balsas o barcos de los collas,
    tienen la extraña características de ser balsas de
    juncos que tenían forma de grandes barcas. Jamás
    pueblo alguno,diga lo que diga Thor Heyerdahí,
    empleó en el mar embarcaciones de este tipo, pero si se
    utilizaron en el Nilo, milenios atrás, y en el Lago
    Titicaca donde se las puede ver todavía hoy. Se trata
    realmente de balsas, pues están hechas de haces de juncos
    atados unos a otros, sin calafatear. Pero tienen forma de botes.
    Más aún: con su proa y su popa alargadas y con su
    vela cuadrada,- de lejos se parecen a drakkares. Los indios
    sólo conocían las balsas chata de troncos y los
    botes de totora del Titicaca. Los barcos de los gigantes
    tenían la misma forma que estas últimas, por ello
    dedujeron que estaban hechos del mismo material y construidos
    según la misma técnica. Parece que los gigantes en
    cuestión no eran más que vikingos.

    Balsas de los uros en el lago
    Titicaca.

    Confirma esta interpretación una breve frase del
    P. Ventura de Salinas y Córdova, secretario del Virrey del
    Perú en el siglo XVII , que menciona "las abominaciones de
    ciertos Gigantes que por la costa viniera estrecho". Ya en el
    siglo XVI el P. Miguel Cabello de Balboa había recogido
    entre los indios de Chile una narración que
    contenía la misma referencia geográfica. Pero no se
    trataba de gigantes, sino de hombres blancos de aspecto
    sacerdotal llegados "de hacia el estrecho a quien llamamos de
    Magallanes".

    Pedro Cieza de León en su "Crónica del
    Perú El Señorío de los Incas"
    dice:

    Otras cosas hay más que decir de este
    Tiaguanaco, que paso por no detenerme, concluyendo que yo para
    mí tengo esta antigualla por la más antigua de todo
    el Perú. Y así se tiene, que antes que los Ingas
    reinasen con muchos tiempos, estaban hechos algunos edificios de
    éstos, porque yo he oído afirmar a indios, que los
    Ingas hicieron los edificios grandes del Cuzco por la forma que
    vieron tener la muralla o pared que se ve en este pueblo. Y aun
    dicen más, que los primeros Ingas practicaron de hacer su
    corte y asiento de ella en este Tiaguanaco. También se
    nota otra cosa grande y es, que en muy gran parte de esta comarca
    no hay ni se ven rocas, canteras, ni piedras donde pudiesen haber
    sacado las muchas que vemos. Y para traerlas no debía de
    juntarse poca gente. Yo pregunté a los naturales en
    presencia de Juan de Vargas (que es el que sobre ellos tiene
    encomienda) si estos edificios se habían hecho en tiempo
    de los Ingas, y riéronse de esta pregunta, afirmando ya lo
    dicho, que antes que ellos reinasen estaban hechos, mas que ellos
    no podían decir ni afirmar quién los hizo, mas de
    que oyeron a sus pasados que en una noche remaneció hecho
    lo que allí se veía. Por esto, y por lo que
    también dicen haber visto en la isla de Titicaca hombres
    barbados y haber hecho el edificio de Vinaque semejante gente,
    digo que por ventura pudo ser que antes que los Ingas mandasen,
    debió de haber alguna gente de entendimiento en estos
    reinos, venida por alguna parte que no se sabe, los cuales
    harían estas cosas, y siendo pocos y los naturales tantos,
    serían muertos en las guerras.

    Monografias.com

    Templo de Kalasasaya en
    Tiahuanaco

    Por lo menos hasta aquí, se puede colegir que al
    Collao a Taipikala (Ombligo del Mundo según algunos y
    piedra parada según otros) donde se desarrollo la cultura
    Tiahuanaco, llegaron hombres blancos de gran entendimiento
    después del diluvio, al que llamaron Con Tici Viracocha y
    sus emisarios Wiracochaman y Tunupa se encargaron de organizar el
    Sur del continente para la posterior llegada de Manco Capac, que
    fundaría el Cuzco capital del Imperio Incaico. Asi mismo
    Wiracocha se embarco y dejo la promesa de volver.

    En suma Wiracocha pudo ser como dicen un vikingo, un
    egipcio, un Atlante, un antiguo habitante de Mu, un anunnaki
    sumerio como deja entrever Secharia Zetchin, un extraterrestres u
    otro que trajo sus conocimientos y tecnología cuya mejor
    expresión fueron los Incas en esta parte del
    continente.

    En nuestro trabajo anterior "La Atlántida y el
    Nuevo Mundo"
    http://es.scribd.com/doc/51183921/Herbert-Ore-La-Atlantida-y-El-Nuevo-Mundo
    , tratamos el tema con otros puntos de vista; por tanto es valido
    esta forma de pensar para los incas que Con Tici Viracocha
    efectivamente fue "El Creador del Mundo", para ser preciso de su
    mundo andino y en su época y que posteriormente los
    Hermanos Ayar o Manco Capac y Mama Ocllo según sea la
    preferencia, fundaran el Cuzco, capital del Imperio de los
    Incas.

     

     

    Autor:

    Monografias.com

    Valle de Lima Diciembre de 2011

    Maestro Mason Herbert Oré
    Belsuzarri

    2do. Vig:. P:.F:.C:.B:.R:.L:.S:. FENIX
    137-1

    Monografias.com

    Lima – Perú

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