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Diversas miradas sobre la -Cisplatina- y la cuestión de los límites con Brasil




Enviado por Lourdes Gonzalez



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Reflexiones sobre
    el concepto de "límites naturales"
  4. Reflexiones
    finales
  5. Bibliografía

Resumen

En este trabajo se realizará en primer lugar lo
que se denomina "reflexiones sobre los límites", donde se
analiza las opiniones de distintos autores uruguayos y
brasileños sobre la cuestión de los "límites
naturales" impulsada por la Corona Portuguesa.

En segunda parte se revisarán las contribuciones
historiográficas con respecto a la incorporación de
la Provincia Oriental a Portugal, Brasil y Algarves.

Palabras claves: límite, frontera,
Cisplatina

Introducción

En un seminario sobre Historia Regional y como profesora
de Historia en Enseñanza Media en una región de
frontera, tratar el tema de los límites entre Uruguay y
Brasil es un tema casi obligatorio, así como muy complejo
y apasionante. Aquí se encuentran los saberes cotidianos,
los prejuicios y lo que el alumno "oficialmente" aprende sobre el
tema. Lo difícil es realizar diversas miradas sobre el
mismo sin entrar en conflictos, pero esto es precisamente lo
interesante.

Difícilmente en alguna parte se sienta tanto y se
entienda lo que une y separa, como en la frontera. Lo que
aquí une/separa es una calle, unos "marcos", una plaza
Internacional. En el lenguaje cotidiano se habla de la
"línea", como el centro de las ciudades.

Es una zona de encuentros y desencuentros desde la
época colonial, en el proceso fundacional de las dos
ciudades, las relaciones entre las autoridades virreinales hizo
que hasta la calle principal de la hoy Rivera se cambiara una
decena de cuadras. Hechos estos que no se borran de la memoria
para bien o para mal, rivalidades que reviven ante un campeonato
de fútbol, o que se olvidan, para conmemorar por la
avenida principal algún hecho histórico que
marcó a las dos comunidades, por ejemplo las
conmemoraciones del movimiento de los "farrapos".

Es difícil abordar los temas históricos,
enfrentar los prejuicios, los "saberes" que tienen los
adolescentes y también los adultos.

La historiadora Ariadna Islas cuando se refiere a las
fronteras y límites en la región platense nos dice
que es común en la conciencia de historiadores referirse a
las negociaciones y firma de tratados como "usurpaciones,
traición y entrega", y esto lo comprobamos en nuestras
clases, "lo que Brasil nos robó", es una expresión
común.

En este trabajo se realizará en primer lugar lo
que se denomina "reflexiones sobre los límites", donde se
analiza las opiniones de distintos autores uruguayos y
brasileños sobre la cuestión de los "límites
naturales" impulsada por la Corona Portuguesa.

En segunda parte se revisarán las contribuciones
historiográficas con respecto a la incorporación de
la Provincia Oriental a Portugal, Brasil y Algarves en
1821.

Para ello analizaremos a los siguientes
historiadores:

En la historiografía uruguaya se consultaron,
entre otros:

  • Real de Azúa, Carlos (1991) Los
    orígenes de la Nacionalidad uruguaya. El autor
    prioriza en este libro el análisis de las distintas
    tesis interpretativas sobre los orígenes de la
    independencia nacional. Tomamos para este trabajo el
    capítulo que se denomina "El tornasol de la
    Cisplatina"

  • Pivel Devoto, Juan E. El Congreso Cisplatino (1821),
    publicación realizada en la "Revista del Instituto
    Histórico y Geográfico del Uruguay. Tomo XII.
    Año 1936. El autor hace un análisis del
    Congreso a partir del Repertorio documental referente al
    Congreso , desde sus antecedentes hasta las repercusiones del
    mismo en la época de su realización

  • Mena Segarra, Enrique. Frontera y Límites.
    Publicación de la Revista Nuestra Tierra Nº 42.
    Realiza el autor una evolución del tema de los
    límites desde épocas remotas, de los que
    tomamos algunas críticas a los tratados
    realizados.

  • Islas, Ariadna: Capitulo 5 de la obra Historia
    Regional e independencia del Uruguay. Proceso
    histórico y revisión crítica de sus
    relatos, coordinada por Ana Frega. La autora presenta un
    análisis de los límites a través de la
    cartografía. Se toma el análisis del periodo de
    la Cisplatina.

  • Castellanos, Alfredo .La Cisplatina, la
    Independencia y la República Caudillesca. De esta obra
    se analiza el Capitulo I que hace referencia a la
    Dominación Luso-brasileña.

De la historiografía brasileña se
estudiaron los siguientes obras:

  • Buarque de Holanda, Sergio. (1972) História
    Geral Da civilização Brasileira. Tomo I.
    Á Época colonial. Tomo 1.São Paulo. De
    esta obra tomamos las reflexiones sobre los "limites
    naturales", reclamados por la Corona Portuguesa.

  • Miranda, Márcia Eckert. Fiscalidade e Guerra:
    o Rio Grande do Sul e o Brasil na Guerra da Cisplatina. El
    trabajo busca analizar los mecanismos de financiación
    de la guerra cisplatina, la autora demuestra en este trabajo
    como los intereses económicos que estaban a favor de
    la Incorporación, luego se oponen porque la carga
    fiscal recae sobre ellos.

  • Pimenta, João Paulo (2011) Estado y
    Nación hacia el final de los imperios ibéricos.
    Rio de la Plata y Brasil 1808-1828 .En esta obra el autor
    estudia la disolución de los imperios ibéricos
    en América y los primeros vislumbres de lo que
    serán algunos Estados nacionales modernos en la
    región platense. Se toma, en la segunda parte del
    libro, el apartado que hace referencia a la Provincia
    Cisplatina, donde el autor analiza las opiniones de prensa
    sobre el tema de la incorporación de la Provincia
    Oriental al Reino Portugués.

  • Pinto Pereira, Aline (2007) Domínios e
    Império: o Tratado de 1825 e a Guerra da Cisplatina na
    construção do Estado no Brasil. En este trabajo
    la autora analiza la Guerra Cisplatina primer conflicto
    internacional de Brasil independiente y su influencia en la
    formación del Estado Brasileño,

Reflexiones sobre
el
concepto de "límites naturales"

El problema de los límites entre las posesiones
coloniales de las Coronas Ibéricas es un tema de larga
duración; sus antecedentes en la Región rioplatense
los debemos buscar a partir de 1680 con la fundación de la
Colonia del Sacramento por la Corona Portuguesa, la que desde
entonces pretendió expandir sus dominios sobre la costa
oriental del Río de la Plata para alcanzar lo que
consideraba los "límites naturales".

Para la Corona Portuguesa esta región
tenía "una doble significación: como zona templada
podía constituirse en el granero de las opulentas zonas
tropicales, y, geopolíticamente, era no solo el resguardo
y apoyo necesario para el avance paulistano hacia el oeste, sino
que, sin el Plata, el Brasil era un coloso con pies de barro,
pues carecía de vías de acceso fáciles hacia
el interior. Para España, era el flanco vulnerable de su
Imperio , ruta atlántica del Perú; y en particular,
para Buenos Aires y Santa Fe, la Banda oriental era ya la gran
base de su beneficio" [1]

La fundación de la Colonia del Sacramento en 1680
por Manuel del Lobo, Maestre de campo portugués, inicia la
expansión de la Monarquía Portuguesa en la
región del Rio de la Plata. La tierra de nadie y sin
"ningún provecho" adquiere sentido y será codiciada
y a partir de entonces se presenciará una continua disputa
por la misma entre la Monarquía Lusitana y la
Monarquía Española.

La Corona Portuguesa sostiene que las tierras
corresponden a los que la pueblan y que las fronteras no
debían ser líneas convencionales, sino que "limites
naturales" representados por grandes accidentes
geográficos

Según el profesor Enrique Mena Segarra "desde los
orígenes remotos, el dinamismo expansivo de las sociedades
ha buscado ocupar los accidentes geográficos notables
–cadenas montañosas, bordes de los desiertos,
ríos caudalosos- como elementos de defensa contra la
penetración de otras. De ahí deriva el concepto de
"fronteras naturales", engañoso si los hay…" "la
frontera es un factor humano y social, y no natural…" "El
término "límite" es la división
jurídica entre dos países o territorios y
"frontera" es la zona de interacción entre
ellas".

Sergio Buarque de Holanda (1972) habla de "os mitos das
fronteiras naturais" cuando, en los debates realizados sobre las
pretensiones lusitanas y españolas, afirma que:

"nem portuguêses, nem espanhóis, parecem
pressentir a idéia de que a natureza teria dado
providencialmente a cada Estado uma espécie de moldura
fixa". "É ocioso querer achar nos inúmeros textos,
oficiais ou não, da polêmica luso-espanhola sobre a
demarcação dos senhorios de ultramar, o mais leve
indício de que os pretensos mandatos da Natureza já
se achassem, para qualquer das partes, impregnadas desse poder
misterioso e inexpugnável."

Por otra parte el historiador João Paulo Pimenta
(2011) haciendo referencia al tema de los límites entre
los actuales estados de Uruguay y Brasil Dice:

"…la mayor parte del territorio que actualmente
pertenece al Uruguay, durante toda la vigencia del sistema
colonial en América fue área de permanente litigio
entre las coronas ibéricas, no quedando claramente sujeta
a ningún gobierno colonial que pudiera tomarse como
"antecesor" de otro gobierno"(João Paulo Pimenta,
pág. 63)

"la espacialidad de las áreas coloniales en
América siempre fue imprecisa, ya que los propios Estados
monárquicos nunca pretendieron establecer límites
de un modo absolutamente definido sino que se limitaron a hacerlo
apenas en lo que se refería a sus espacios de
jurisdicción sus marcos y sus usos sociales" (Joao Paulo
Pimenta, pág. 59)

Se refiere el investigador brasileño a los
"consensos momentáneos entre Portugal y España
durante el siglo XVIII, tales como los tratados de Madrid (1750),
El de Pardo(1761) , y San Ildefonso (1777)."
"Históricamente, los límites entre las áreas
coloniales se encontraban en permanente estado de
redefinición (…)" y coinciden con las aspiraciones
expansionistas de la Coronas absolutistas.

La historiadora uruguaya Ariadna Islas haciendo
referencia a este problema de la movilidad de los límites
afirma que "las unidades políticas se estructuraron en
función de acuerdos convencionales y de procesos sociales,
cuyo desarrollo determinó el dominio territorial para
aquellos proyectos que resultaron exitosos en circunstancias
históricas determinadas" y que "la definición de
las fronteras en épocas de guerra dependerían de
las fuerzas que los ejércitos de las coronas en litigio
tuvieran , para defenderlas."

Coinciden estos autores en que los "límites
naturales" no existen. "Los límites naturales son una
ficción que esconde la peculiar relación de fuerzas
de dos o más países en el orden
internacional"[2]

La Naturaleza no "seleccionó" qué
territorio ocuparía cada Estado con anterioridad a su
formación .El territorio es un espacio geográfico
que se construye socialmente y depende de acuerdos
políticos y tratados internacionales. Los límites
son un elemento que constituye un Estado, pero la ausencia de los
mismos, o su indefinición, no son un impedimento para su
formación.

Durante la dominación luso-brasileña
(1816-1828), el problema de los límites estará en
discusión, y las trascendencias de ese debate es objeto de
estudio de los investigadores.

En 1816 el anhelo de la Corona Portuguesa de alcanzar
los "límites naturales" del Río de la Plata toma un
nuevo impulso cuando envía un ejército
"Pacificador" a cargo del General Federico Lecor; de este modo
toda la Provincia quedará bajo la autoridad
lusitana.

La historiadora Ariadna Islas (2009) aborda este tema a
partir de la tesis nacionalista y de una revisión de las
representaciones cartográficas, cronológicamente
ordenadas, de las diversas adscripciones
político-estatales a las que estuvo sujeta esta
región (pág. 172). La autora explica que la
cartografía como fuente para la Historia refleja intereses
del autor y del destinatario, no existe en ella "neutralidad
científica" "sino que ha sido agente en la
construcción de las tradiciones ideológicas que
acompañaron la formación de diferentes estados". En
realidad todas las fuentes de la historia le sirven al
investigador que las utiliza según el tiempo y el espacio
donde le toca vivir.

En el apartado que Ariadna Islas denomina
"Representaciones y denominaciones sobre un mismo territorio"
hace referencia a los distintos nombres que fue recibiendo la
"Provincia Oriental", "Provincia de Montevideo", "Provincia
Cisplatina" y que "al remitir a una u otra denominación
para la "provincia", la Convención Preliminar de Paz
aludía a las fronteras que los distintos gobiernos
entendían como propias de acuerdo con el proyecto
político que representaban en ese momento.(….)
"…la Provincia Oriental fue constituyéndose
territorialmente en un proceso conducido desde distintos centros
de poder politico" [3]

De acuerdo a lo analizado por la historiadora citada, el
nombre de la Provincia fue cambiando según el centro de
poder a la que estaba sujeta en el momento. Así vemos que,
no cambian solamente los "límites", sino también la
denominación del territorio, según esté bajo
la administración española o la
luso-brasileña.

Cuando la investigadora se refiere a los "límites
de la Provincia Cisplatina, inicia haciendo referencia al tratado
"de la farola", firmando por el jefe portugués Federico
Lecor y el Cabildo de Montevideo.

Alfredo Castellanos (1998) al referirse a este acuerdo
lo señala como "un episodio humillante [que] vino a
demostrar el total entregamiento de los montevideanos
"cisplatinos" al invasor: fue el nefando tratado llamado de la
Farola
suscrito entre Lecor y el Cabildo de Montevideo en
enero de 1819" (pág. 15)

Era una vieja aspiración de marineros,
comerciantes y autoridades de Montevideo contar con un faro en la
Isla de flores que permitiera salvar los riesgos que presenta la
zona para la navegación. En 1817 el Dr. Lucas José
Obes en su carácter de Prior del consulado de Comercio
replanteó el tema mediante una memoria donde se
hacía referencia a las ventajas de la instalación
del faro.

Elevado el tema a Federico Lecor este aprobó la
instalación del mismo y comisionó a Lucas Obes para
su compra y construcción de las torres para
instalarlo.

Para costear las obras Lucas Obes presentó un
"plan de arbitrios": se cobrarían impuestos al comercio,
al clero, a los capitales de particulares y a los cueros orejanos
que entraran a Montevideo.

El Cabildo de Montevideo, integrado por hacendados,
rechazó el impuesto a los cueros orejanos, la misma
actitud tuvieron barraqueros y saladeristas. Consideran este
impuesto impulsaría el contrabando por la frontera con
Brasil para eludir su pago.

Federico Lecor, con la colaboración del Cabildo
firma un acuerdo secreto por el que " se cedían para su
anexión a la Capitanía de Río Grande los
territorios situados al norte del río Arapey, a cambio de
la construcción por parte de Lecor de un fanal o farol en
la Isla de Flores, y la cancelación de varias deudas
contraídas por el Cabildo con el jefe invasor
inmediatamente después de su entrada en Montevideo"
[4]

Este acuerdo demuestra la habilidad política de
Federico Lecor, que de esta forma obtiene ventajas territoriales
para la Corona Lusitana y favorece a un sector económico
de mucha influencia en la Provincia Oriental.

Para el Profesor Enrique Mena Segarra los montevideanos,
ponen sus intereses particulares por encima de los intereses de
todos los orientales "para satisfacer sus necesidades mercantiles
de sector con ventajas permanentes…independientes de los
sucesos políticos, disfrazadas como "beneficio inestimable
a los Pueblos" y la "felicidad general de la Provincia", no
trepidan en un "pequeño sacrificio" : el abandono , no
solo de los derechos eventuales pendientes desde 1777, sino
también de zonas que Portugal nunca había
reclamado, pero que por su valor estratégico dejaban
totalmente desguarnecido lo que quedaba de la provincia". Se
refiere al "desprecio por el territorio" y las diferentes
opiniones que se emiten sobre el valor de estos cien mil
kilómetros cuadrados que para unos es "una pequeña
parte de territorio de corto valor" y para otros (Brasil) son
"preciosos campos".

Este acuerdo, quedó sin efecto, fue ilegalizado
internacionalmente,[5] porque el Cabildo no
tenía atribuciones para realizarlo y porque los
portugueses dejando postergados sus anhelos expansionistas, no lo
ratificaron previendo que las relaciones con España, que
quería recuperar sus colonias, y para ello solicitó
ayuda a las Potencias europeas, podían
agravarse.

El "Congreso Cispaltino"

En 1820 se había logrado la ocupación
total de la Provincia Oriental por parte de los enviados de la
Corona Portuguesa a mando de Lecor. Esta ocupación militar
no era regularizada por ningún acto jurídico que le
diera validez. El obstáculo para que esto ocurriera
derivaba de la situación internacional .En 1820 la
situación de Europa había cambiado, se
producían en algunos países, entre ellos en
España y Portugal, una serie de pronunciamientos liberales
que buscaban realizar una alianza que les permitiera enfrentar
cualquier intento de restauración del absolutismo y en
este sentido, la ocupación militar de la Provincia
Oriental significaba un serio problema para las relaciones de los
gobiernos liberales que habían adoptado las Coronas
Ibéricas.

En Brasil, cede de la Corona Portuguesa desde 1808, el
Rey Juan VI fue obligado a aceptar las bases de la
Constitución liberal[6]y desde Portugal se
solicitaba su regreso.

En este contexto histórico se discutirá el
destino de la Provincia Oriental y nuevamente el problema de los
límites entre las posesiones lusitanas y las
españolas estará en las discusiones.

El Rey portugués Juan VI y sus Consejeros deciden
reunir un Congreso Extraordinario en 1821 para que se discuta
este asunto.

Antes del embarque del monarca rumbo a Lisboa el General
Federico Lecor, recibió Instrucciones para la
reunión del congreso que "debía decidir, ya la
incorporación a Portugal, la independencia de la
Provincia, o su incorporación a algunas de las otras del
Río de la Plata" [7]

El Monarca lusitano no era partidario de la
anexión de la Provincia Oriental a la Monarquía
portuguesa , "El ministro de Negocios Extranjeros don Silvestre
Pinheiro Ferreira planteó abiertamente en Consejo de
Estado, el problema de la ocupación y destino de la
Cisplatina" (…), en su concepto la ocupación
militar no podía prolongarse por más tiempo; los
gastos que ella demandaba, eran abrumadores; frecuentes los malos
ejemplos ofrecidos por los jefes y excesos cometidos contra los
pueblos, y grandes los perjuicios ocasionados por el corso al
comercio portugués.[8]

El 18 de julio de 1821 se conoce la noticia de la
incorporación de la Provincia Oriental a Portugal, Brasil
y Algarves con el nombre de "Cisplatina".

Partimos para el análisis del "Congreso
Cisplatino" de la obra de Juan E. Pivel Devoto. El profesor e
historiador realiza su análisis a partir de los documentos
emanados de dicho congreso. La obra que denomina "El congreso
cisplatino (1821)" fue publicado en el año 1936 en la
revista del Instituto Histórico y Geográfico del
Uruguay, y es un bibliografía a la que recurren
historiadores uruguayos y extranjeros. El autor inicia su
análisis con los antecedentes del congreso en 1817, cuando
el Cabildo de Montevideo solicita la incorporación de la
Provincia Oriental al Reino Unido de Portugal. Brasil y Algarves.
Se refiere a este hecho como "uno de los capítulos
más interesantes de la historia diplomática de la
Cisplatina" .

En esta obra, el autor de refiere a la desobediencia del
jefe lusitano a las órdenes recibidas para la convocatoria
del congreso, afirma que, en las discusiones del Congreso
Cisplatino, "hay que reconocer la obra maquiavélica de
Lecor; pero ello solo no las explica ante la historia. Necesario
es también reconocer en ellas la participación de
los orientales de Montevideo.

Para este investigador y profesor las además de
las motivaciones individuales de Federico Lecor para la
incorporación, existen motivos políticos y
militares. "la ocupación portuguesa dio a la capital la
fuerza y el poder militar que carecía para someter la
campaña a su dominio"[9]

"La incorporación a Portugal suponía, para
Montevideo (…) disponer de los medios para lograr en los
hechos su ideal de poderío sobre el
campo"[10]

Para Carlos Real de Azúa la variedad de opiniones
en la Cisplatina "responde a la variedad de tratamientos" que
recibió la población de Montevideo a lo hora de la
invasión portuguesa.

Lecor contó desde un principio con la
adhesión expresa o tácita de la oligarquía
montevideana, contrariada en sus intereses económicos y
materiales en general, por la revolución artiguista: "En
primer término los grandes hacendados españoles y
criollos que se vieron afectados por el Reglamento de 1815 los
comerciantes y saladeristas que vieron afectado el comercio de
sus productos por la prohibición de entrar con los mismos
a Montevideo."

"Con el patriciado montevideano Lecor logró su
adhesión mediante cargos administrativos, títulos
nobiliarios, condecoraciones, fiestas y saraos"

"Debió atender posteriormente a los reclamos del
los hacendados desposeídos por el Reglamento de 1815"
(Alfredo Castellanos, 1998)

"la población oriental se vio sometida a un
dominio extranjero de desorientadora desigualdad de maneras
medida: duro o blando, fuerte o débil según fueran
los azares de la coyuntura, las clases y grupos sociales sobre
los que se ejerciera los fines -adhesión ,
intimación, marginalización- que quisiera lograr
con su manipulación ,las zonas de la provincia sobre las
que se hiciera sentir ,las avideces castrenses que sus riquezas
despertaran ,el talante, características y sentido de la
tarea que a los distintos jefes y niveles de la fuerza ocupante
fueran capaces de motivar"[11]

Este tratamiento diferente se verá reflejado a lo
hora de tomar decisiones en el Congreso. El autor detalla en su
obra las diferentes argumentaciones de las distintas tesis que
interpretan los orígenes de la independencia nacional, y
para el período que abarca este trabajo tomamos el
capítulo que denomina "El tornasol de la
Cisplatina".

El "tornasol" alude precisamente a la pluralidad de
motivaciones para decidir estar a favor de la
incorporación al Brasil, a los argentinos o ser
independientes.

Utiliza las ideas de "independencia relativa", cuando se
refiere a la incorporación a Brasil, e "independencia
absoluta" cuando habla de independencia propiamente dicha, o sea
no unirse a ninguno de los vecinos. Expresiones estas que se
desprenden de los debates y argumentos de la época
cisplatina.

Describe con detalle y abundancia de palabras como es
característica de este autor, las distintas opiniones de
las que se selecciona lo siguiente:

"Propios y extraños variaron a menudo su juego.
Casi todos los "notables" orientales apoyaron en cierta medida al
régimen portugo-brasileño y casi todos en
algún grado lo resistieron, con solo algunos pocos a cada
lado del espectro"[12]

(…)

"Variables reales obran (…) el grado de
identificación de intereses de algunos dominados con los
gobernantes cisplatinos, o el peso de los vínculos
tradicionales con las provincias argentinas y aun fortalecidos
durante la etapa artiguista, o el escozor aún vivo por el
abandono y la traición porteñas de 1816, o el
enfoque de factibilidad de acuerdo a la vivencia de una
política como "ante lo posible" y aun la difícil
compaginación y jerarquización de tan varias
memorias, impulsos y reflejos"

Refiriéndose a los motivos de la
incorporación Real de Azua dice "todos los móviles
pudieron ser percibidos(…) de ambición personal, de
afirmación de circulo o de clase , de beneficio global
para la Provincia (…)

Para el análisis de las resoluciones adoptadas en
el "Congreso Cisplatino" es un gran aporte la de João
Paulo Pimenta "Estado y Nación hacia el final de los
Imperios Ibéricos" la obra abarca los años 1808
-1828. El libro está elaborado en torno al análisis
de la prensa periódica luso-brasileña,
porteña y de la provincia Oriental.

Los motivos por los que utiliza esta fuente son varios,
entre ellos destaca que la prensa constituía un
vehículo privilegiado para la realización de los
debates políticos ,"la prensa es también una de las
principales armas de lucha disponible para poblaciones aun poco
habituadas a la crítica política, mediante noticias
y silencios, artículos y polémicas…"Dentro
de una gran cantidad de material disponible para el investigador
, los periódicos examinados ofrecen un cuadro confiable de
tendencias , acontecimientos y problemas característicos y
representativos de la. [13]

En el capítulo que denomina "La Provincia
Cisplatina" el autor trabaja con periódicos como la Gazeta
do rio de Janeiro, la Malagueta de rio de Janeiro", el "Correio
Braziliense", el "Pacifico Oriental de Montevideo", "El Argos de
Buenos Aires", entre otros.

Entre los distintos periódicos citados hay
diferentes actitudes frente a la noticia de la
incorporación de la Provincia oriental al Reino de
Portugal, Brasil y Algarves, por ejemplo:

"los Anais Fluminenses de Ciências, Artes e
Literatura ya en su primer número le dedicaron un extenso
artículo al asunto de la incorporación de la
Provincia Oriental al Brasil en la que aluden a la "voluntaria"
incorporación de la misma al Brasil de tierras de las
cuales los Españoles modernamente se han apoderado del
lado de acá del Rio de la Plata,[que] le pertenecen a la
Corona Portuguesa y ya en otros tiempos les fueron garantizadas
por los Señores Reyes de España"(João Paulo
Pimenta pág. 201)

Pimenta hace referencia a que El Pacifico Oriental de
Montevideo defendió la incorporación, para este
periódico la protección portuguesa era el camino
más rápido para la pacificación de la
Provincia.

El "Correio Brazilienze" por su parte criticó al
gobierno brasileño por la incorporación; la Gazeta
do Rio de Janeiro mantuvo en silencio la noticia, solamente la
publicó a fines de febrero de 1822.Omisión que fue
reclamada desde Bahía, en artículo transcripto
también por la "Malagueta" [14]

João Paulo Pimenta explica este silencio de la
Gazeta de Río de Janeiro diciendo que este
periódico siempre defendió el fortalecimiento del
poder monárquico y la incorporación de la Provincia
Oriental "estaba signada por la fragilidad, traducida en el temor
e inseguridad de los habitantes de Río Grande. Esto
explicaría por qué la Gazeta omitió la
incorporación ocurrida en julio de 1821, como un
reconocimiento de que la inestabilidad no manchaba solamente la
margen occidental del Río de la
Plata"[15]

La Gazeta Buenos Ayres decía que la
incorporación era un "acto ilegal y escandaloso" ,esto se
debe a que los diputados que concurrieron al Congreso Cisplatino
no fueron elegidos por el pueblo, sino "individuos de los
cabildos hechos por la instigación y a favor del gobierno
portugués, que no resolverán sino lo que este
quiera". Por lo tanto los consideraban
ilegítimos.

El Argos de Buenos Ayres publicó una carta que
llegó de Montevideo firmada por "El de las barbas del
Barracón de Marina"[16]donde relata los
festejos realizados en Montevideo y de la que se concluye que no
hubo una fuerte adhesión popular, pueblo que tampoco fue
consultado por el congreso citado por Federico Lecor.

Si el argumento para la incorporación era brindar
seguridad a la Provincia Oriental, la Gazeta de Buenos Aires
afirma que tampoco Brasil podía ofrecer tranquilidad
porque no había logrado la estabilidad
política.

De la prensa analizada por el historiador
brasileño João Paulo Pimenta, de las que se
transcriben algunos ejemplos, se puede concluir que aquellos que
defienden los intereses de la corona Portuguesa anuncian la
incorporación de la Provincia como un acto en el que se
reconocen estos territorios como legítimos de la Corona
lusitana, no hay usurpación, es un acto voluntario, que
legaliza estos territorios bajo el dominio lusitano.

El autor hace referencia a los intereses de los
habitantes de Rio Grande do Sul , que defendían la
incorporación, pero se quejan de la inseguridad en que
esta situación los dejaba, "debido a la proximidad
amenazante de las provincias hispánicas", en
revolución.

Por su parte la historiadora brasileña Marcia
Miranda también hace alusión a los intereses
riograndeses en esta incorporación, además de los
móviles políticos de la Corona Lusitana existen
móviles económicos:

"A intervenção militar que culminou com a
incorporação da Banda Oriental ao Reino do Brasil
com o nome de Província Cisplatina (1821) era ponto de
convergência dos interesses de estancieiros, charqueadores
e comerciantes sul-rio-grandenses e da Coroa lusitana. Para os
estancieiros, as campanhas militares permitiram o acesso
às terras e rebanhos da Banda Oriental; aos charqueadores
e comerciantes, a intervenção permitia obter ganhos
extraordinários decorrentes da
desestruturação da atividade saladeril, reduzindo
as exportações de couros e charque por
Montevidéu e aumentando a oferta de animais para as
charqueadas rio-grandenses"

"À Coroa, a intervenção viabilizava
a expansão da fronteira ao Prata, além de impor uma
barreira à difusão de idéias liberais.
Interesses convergentes que se consolidaram ao longo de quase uma
década de domínio
luso-brasileiro".[17]

Para estancieros y comerciantes la anexión de la
Provincia Cisplatina significaba conseguir buenas tierras y
ganados para ampliar su producción y
comercialización del charque. La frontera siempre fue
codiciada por los portugueses como una gran estancia que los
abastecía.

Para la Corona, de acuerdo a la autora, la
anexión significaba expandir dominios y frenar la
difusión ideas liberales. Así se unen intereses
individuales con los de la Corona.

Según Tau Goulin [18]es posible
entender la anexión de la Cisplatina al territorio de
Brasil, como resultado de las alianzas políticas entre el
General Carlos Lecor y el gobernador interino Juan José
Duran, que intervinieron en la convocatoria de los diputados para
el Congreso Cisplatino.

Afirma que:

"os deputados que defenderam a
incorporação de Província Cisplatina ao
território brasileiro consideraram que a Banda Oriental
não teria condições políticas,
militares ou econômicas de garantir a autonomia de um novo
país. Afirmavam que as Províncias Unidas estavam
absorvidas por guerras civis, e que a população
oriental ja se manifestava contrariamente a Coroa
espanhola".

"Não havia outro recurso senão a
incorporar-se á Monarquia portuguesa e sua
Constituição liberal, escolha que protegeria a
província da anarquia e a colocaria sob un poder
respeitável"

Nuevamente surge con este historiador la
motivación política para la incorporación:
la búsqueda de protección, la pacificación
la Provincia Oriental, el orden, la eliminación de la
anarquía debido a los constantes conflictos.

En las palabras de Tau Goulin se reflejan las ideas de
D. Jerónimo Pio Bianqui que en su discurso en el congreso
dijo que" "hacer de esta Provincia un Estado, es una cosa que
parece imposible en lo político", carecía, "en su
opinión , medios para sostener su independencia , y de
población, recursos y elementos para gobernarse en orden y
sosiego; que por consiguiente debía formar parte de otro
Estado"[19]

Luego de esta "mirada" sobre las motivaciones de la
incorporación de la Provincia Oriental al Reino de
Portugal, Brasil y Algavres, retomamos el problema de los
límites entre los territorios lusitanos y los de la
denominada "Provincia Cisplatina"

En el Congreso Cisplatino reunido en Montevideo en 1821
se vuelve a hacer alusión a los límites la
Provincia Oriental con la Capitanía de Río Grande y
se plantea el reclamo de aquellos que tenia al inicio de la
Revolución, al norte el río Cuareim

El diputado oriental que hace referencia a los
límites en el Congreso Cisplatino, es el Padre
Dámaso Antonio Larrañaga cuando enumera algunas
condiciones de la incorporación de la Provincia, "tales
como, seguir formando la Provincia un territorio separado,
conservar sus límites primitivos, reclamar para sus
pobladores los empleos, la libertad de comercio, industria
etc."[20]

La idea del Padre Larrañaga fue tomada y se
admitió como límite el río Cuareim con la
Capitanía del Río Grande de San Pedro.

La sugerencia de este límite no seguía la
línea del Arapey del tratado de la Farola, ni el de Ibicuy
del tratado de Madrid de 1750, ni lo resuelto en el tratado de
San Ildefonso de 1777, que establecía el
Pepirí-guazú.

El Congreso Cisplatino fue el momento donde los
lusitanos ven consolidarse su anhelo de expansión hasta el
Río de la Plata, a pesar de que no fue ratificado por el
Rey Juan VI. La Corona Portuguesa en ese momento había
abandonado la idea de expansión, deseaba tener relaciones
de buen vecino con España; ambos gobiernos "animados por
principios de armonía" en circunstancias en que los
príncipes aliados de Europa intentaban reprimir los
movimientos liberales, "España y Portugal negociaron un
tratado de alianza que asegurase la independencia de la dos
naciones y diese garantías al Gobierno Constitucional en
ellas implantado". La desobediencia de Federico Lecor pudo poner
en riesgo las buenas relaciones entre los vecinos de la
península Ibérica.

En 1828, cuando finaliza la dominación
luso-brasileña con la firma de la Convención
Preliminar de Paz, el problema de los límites no se
explicita, a pesar de que puede considerarse que
implícitamente se hace alusión a los mismos, cuando
en los artículos 12 y 13 del mencionado tratado establece
el retiro a sus respectivos territorios de las tropas que se
enfrentaron en la guerra entre las Provincia Unidas y
Brasil

Ariadna Islas hace alusión a que las tropas de
Fructuoso Rivera debieron cruzar el Ibicuy y luego el Cuareim, lo
que puede dar una pista que los límites adoptados eran los
del inicio de la Revolución, como tantas veces fue
reivindicado. De acuerdo a esta historiadora el "silencio
absoluto" sobre los límites en la Convención
Preliminar de paz de 1828 pareció indicar que para ese
momento histórico ninguno de los contrincantes
podía asegurar militarmente el control
territorial"[21] del Nuevo Estado.

El proceso de construcción del territorio de la
Provincia Oriental fue un proceso lento, conflictivo, que
dependió de los distintos centros de poder, de las
coyunturas políticas internacionales y regionales y de los
intereses locales de sectores económicamente
dominantes.

Reflexiones
finales

El análisis de los distintos trabajos de
investigadores permite tener una visión más amplia
sobre los temas abordados.

No es común en nuestras clases de Historia hacer
una análisis comparativo entre la opinión de
autores de diferentes nacionalidades, en este caso entre
brasileños y uruguayos.

El ejercicio de abordar a distintos autores sobre el
tema permite examinar los acontecimientos como parte de complejos
procesos, repensar la cuestión de los límites en
espacio regional y no solo con una mirada desde lo
local.

El problema de los "límites naturales" es una
cuestión que los autores analizados consideran una
ficción.

Se entiende que la Corona Lusitana desee llegar hasta el
Río de la Plata con sus dominios, pero no se puede
considerar que este territorio naturalmente le pertenezca;
tampoco legalmente, porque los primeros tratados internacionales
no preveían a este Río como límite del
poderío lusitano.

Como afirma el historiador Paulo Pimenta, aunque "se
trata de una indudable ingenuidad creer exclusivamente en el
argumento de las "fronteras naturales" para justificar la postura
portuguesa con relación a la región oriental, su
amplia difusión permitió que fuera utilizado como
evidencia en sus intervenciones…"

Tampoco se podría hablar de usurpaciones de
territorios, porque estos pasaban de las manos de la Corona
Española a las de la Corona Portuguesa según
acuerdos o tratados realizados, que una vez beneficiaba a una
Monarquía y otra vez a la otra según la habilidad
de los gobernantes de turno para las negociaciones, o los
acuerdos locales o internacionales realizados.

La cartografía analizada por la investigadora
Ariadna Islas también deja claro que el tema de los
límites es muy complejo, de difícil
resolución. Y que cada representación
cartográfica depende de las motivaciones del autor, para
quien está trabajando, de sus intereses al seleccionar los
materiales. Entre los mapas publicados por esta autora se
encuentra uno que fue dedicado al Emperador Pedro I, en el que
vemos estampado "Imperio do Brazil" en el territorio del actual
Uruguay.[22]

La idea de expansión de la Corona Portuguesa
coincidió, en algunos momentos, con los intereses locales
de los sectores económicos fuertes. Los hacendados
riograndenses veían con buenos ojos las expansión
hacia la Provincia Oriental porque sabían de la bondad de
sus pasturas y calidad de sus ganados, y que el Puerto de
Montevideo ofrecía las garantías.

Los "notables" orientales,[23] que fueron
consultados en el Congreso Cisplatino, ricos hacendados y
comerciantes que integraban el "Club del
Barón"[24] votan por la
incorporación atendiendo a sus ambiciones personales de
enriquecimiento, y obtención de cargos
políticos.

Desde el punto de vista político la
incorporación se explica con diversos argumentos: como un
pedido de protección a la Corona Lusitana para que brinde
seguridad a una región "anarquizada" por la
revolución ; por la ausencia de condiciones para
autogobernarse manifestado por uno de los congresales y la
estrategia política de Federico Lecor, que frente a los
rumores de la independencia de Brasil, terminaba uniendo la
Provincia Oriental a la suerte del Brasil, por considerar que su
ubicación geográfica le obligaba a seguir sus
destinos "o ser su más encarnizado y peligroso
enemigo".

Bibliografía

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Da civilização Brasileira. Tomo I. Á
Época colonial. Tomo 1.São Paulo. Difel /
Difusâo Editorial S.A

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PIMENTA, J. Paulo (2011) Estado y Nación hacia el
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Apartado de La Revista dl Instituto Histórico y
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Editorial Arca.

Revista de la APHU: Historia y docencia Año 1
Nº1 Montevideo (1994)

ZUM FELDE, Alberto:(1967) Proceso histórico del
Uruguay .Montevideo .Arca Editorial

 

 

Autor:

Lourdes González
Navarrini

POSGRADO DE DIDÁCTICA PARA LA
ENSEÑANZA MEDIA

IPES-MONTEVIDEO

SEMINARIO: LA INVESTIGACIÓN ACTUAL
SOBRE LA HISTORIA DE LA REGIÓN I

DOCENTE: Prof. Ana Frega

Febrero 2012

[1] (Reyes Abadie ,1996,pag 26)

[2] Frega, Ana (1994) La Constitución
de la Banda Oriental como provincia. Apuntes para su estudio
desde un enfoque local. Historia y Docencia .Año 1
Nº1

[3] Ariadna Islas pág. 174

[4] (Alfredo Castellanos, 1998)

[5] . De acuerdo a lo que afirma Alfredo
Castellanos (1998) este tratado no tiene validez en el Derecho
internacional, porque fue celebrado entre dos autoridades del
mismo Estado: el Gobernador y Capitán General de la
Provincia (Lecor) y el Cabildo de Montevideo.

[6] Constitución de Cádiz de
1812 jurada en España por el rey Fernando VII y en
Portugal por el ejercito

[7] Juan E. Pivel Devoto (1936) El Congreso
Cisplatino

[8] Juan E. Pivel Devoto (1936) pág.
11

[9] Pivel Devoto (1936) pág. 49

[10] Pivel Devoto(1936) pág. 50

[11] Carlos Real de Azúa (1991) Los
orígenes de la nacionalidad uruguaya, pág. 81

[12] Carlos Real de Azúa (1991) Los
orígenes de la nacionalidad uruguaya, 259-260

[13] Pimenta, J.Paulo Estado y Nación
hacia el final de los imperios ibéricos Pág.
22

[14] (Semanário Cívico Nº
42; Malagueta Rio de Janeiro Nº6 de 01/1822) citado por
João Paulo Pimenta 2011

[15] João Paulo
Pimenta(2011).pág. 207

[16] El Argos de Buenos Aires Nº2
,sábado 18 de Agosto de 1821.Publicado por Juan E. Pivel
Devoto en El Congreso Cisplatino (1821)

[17] Márcia Eckert Miranda IX encontro
estadual de história. Associação Nacional
de Historia. Seção Rio Grande do Sul

[18] GOULIN, Tau (2002) A fronteira. Governos
e movimentos espontâneos na fixação dos
limites do Brasil com o Uruguai e a Argentina. Porto Alegre:
L&PM editores. Citado por Aline Pinto Pereira (2007)

[19] Castellanos, Alfredo ,(1998) pág.
18

[20] Juan E. Pivel Devoto (1936) El Congreso
Cisplatino (1821)

[21] Islas,Ariadna (2009) pág. 216

[22] Novo Mappa Geographico que contem as
Províncias de S.Pedro, Cisplatina, Entre Rios, Paraguay
e Paises adyacentes.Publicado em Historia Regional e
Independencia Del Uruguay.Coord. Ana Frega

[23] Real de Azua (1991),pág. 260

[24] Nombre con el que se designaba al los
seguidores el Jefe F. Lecor de los que algunos participaron en
el Congreso Cisplatino

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