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Economía solidaria: ¿Una alternativa para soñar?



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. ¿Qué
    es la Economía Solidaria?
  3. ¿Estamos
    preparados para aplicarla en nuestro
    país?
  4. ¿Puede la
    economía condicionar la
    política?
  5. La Economía
    Solidaria Vs. La Economía
    Comunitaria
  6. La Economía
    Solidaria y su Inserción en las Políticas
    Estatales
  7. ¿Qué
    corrientes filosóficas nutren este Pensamiento
    Solidario?
  8. ¿Qué
    se entiende por Responsabilidad Social?
  9. Conclusiones
  10. Referencias
    Bibliográficas

"El producto bruto lo mide todo, salvo lo que
hace que la vida merezca la pena
". Robertt
Kennedy

Introducción

Cuando iniciamos nuestros estudios universitarios, por a
lla por la década de los setentas, hablar de
economía, era recordar a los fisiócratas, a Adam
Smith, David Ricardo; era hablar de la economía del libre
mercado encabezada por los Estados Unidos; ó en su
defecto, la economía socialista liderada por la
Unión Soviética. En resumen, o eras Capitalista,
ó eras Comunista, no existían medias
tintas.

El Capitalismo de libre mercado, basado en el dejar
hacer, dejar pasar; el de la concepción social que los
deseos privados, en algún momento convergería en el
bien común, pero siempre dándole a cada
quién lo que por su peculiar e individual esfuerzo se
merecía. La economía socialista liderada por Marx,
Lennin y muchos otros pensadores, tuvo su razón de ser y
surgimiento teórico, en el deterioro de la economía
capitalista, su mayor flaqueza; ya que el capitalismo se
disfrazó de muchos apelativos a saber: Neoliberalismo,
Economía Social de Mercado, etc. Y por ello el capitalismo
logra permanecer y extenderse más en el mundo, no
sólo por su capacidad de regenerarse y cambiar de
filiación, sino también por ofrecer el oro y el
moro, es decir buscar el lado más flaco que tenemos los
humanos, la vanidad; el capitalismo nos sumergía en una
lucha de individualismo mostrándonos exitosos empleados de
empresas multinacionales y regordetes gringos bigotudos en sus
enormes autos de lujo.

La economía capitalista, se mostraba generadora
de enclaves extractores de materia prima y de bolsones de
pobreza, creadores de tecnología tan avanzadas que no era
aplicable en nuestros pobres países subdesarrollados, ya
que la educación que recibíamos, era la de ser
siempre empleados, no emprendedores.

A su vez la Economía Socialista, impulsaba los
controles del mercado y se empecinaba en la centralización
y control de todo lo que se movía ó latía en
un estado, llegando inclusive a coartar la libertad de
expresión y con ello ahogar un movimiento económico
que sucumbe con la caída del muro de Berlín el
año 1989, y se van independizando de la Unión
Soviética varias naciones que habían permanecido
calladas en silencio al lado de la poderosa nación
Rusa.

Quizás podíamos escribir mucho más
sobre estos dos sistemas económicos que aún con
algunos matices, persisten en nuestro mundo, quizás si
tuviéramos el tiempo suficiente, pondríamos
realizar un análisis más exhaustivo y
científico del por qué el inminente fracaso de
ambos a la luz de los resultados de su aplicación en una u
otra parte del globo terráqueo. Lo que ambos fallaron en
su concepción, en su esencia, es que se olvidaron de que
todo sistema económico debe fundamentar su accionar en
poner como eje principal de todo su accionar al hombre, al ser
humano
; pero no como finalidad de la estabilidad del mismo en
cada concepción teórica de los modelos a aplicarse,
sino cómo la esencia en la elaboración y estructura
de dicho modelo de desarrollo y crecimiento
económico.

El hombre como inicio, centro y finalidad del modelo, el
entorno en el cual vive, se desarrolla y preserva, para
él, no para las futuras generaciones. El ámbito en
el que el ser humano se desenvuelve abarca todo, no sólo
la economía, aunque esta ha estado dictando el norte de
las políticas sociales a aplicarse, pensando en los costes
de aplicación para salvar vidas en el área rural y
aplicando el coste beneficio siempre en todo lo que
hacíamos; y es que en la escuela, y peor en la
universidad, todo se pensaba de acuerdo a la enseñanza
recibida, la cual obviamente estaba pensada para vivir en un
mundo capitalista, un mundo egoísta, un mundo de los seres
humanos inexistentes, un mundo de seres humanos codificados,
numerados, estratificados de acuerdo a sus ingresos y
posesiones.

Frente a esta bipolaridad, las personas que creemos en
los preceptos humanistas quedamos como sándwich, en medio
de ó sos capitalista, ó sos comunistas; ó
sos de derecha ó sos izquierdista, como si esto se tratara
de una forma sencilla de elegir entre uno y otro y algunas veces
el mal menor; y los que así pensamos y aún no nos
resignamos venimos esgrimiendo el discurso que todo lo que
hacemos y pensamos, debe tener su origen, centro y finalidad, el
ser humano, para el cual se hacen las cosas (proyectos, planes,
etc), y es desde allí, desde esa perspectiva que
desechamos seguir la dicotomía a la cual nos vienen
empujando ó manipulando como que no hubiese qué
más escoger ó decidir, y generación en
generación nos preguntamos, cuando ya nuestro tiempo se va
pasando, si no hubiésemos podido hacer algo para cambiar,
de dar nuevas alternativas a la gente a la humanidad para que
tenga otra alternativa, más humana, más creativa,
que acompañe más y se adecúe a las
épocas en las que vivimos, que rompa esa bipolaridad en el
pensamiento rompiendo los paradigmas del viejo siglo XX y
retrotraídos por nosotros mismos con otros nombres hacia
el nuevo siglo XXI, con otros nombres, pero con la misma
finalidad, ambos de ser corporativos y centralizadores del poder
en todas sus magnitudes. Tenemos muchas cosas en la cabeza,
más no tenemos los canales de comunicación
adecuados para llegar a la gente, ya que los canales de
comunicación, están copados por la bipolaridad en
la que está envuelto nuestro mundo y cuando le cae algo
raro, lo desechan y no lo producen ó le hacen un
seguimiento.

El cambio no se dá por cambiar de personas que
dirijan una nación, un estado; el cambio debe venir
acompañado de innovación, es decir de cambios en
procedimientos, en cambios de tecnologías, de modelos, en
cambio de esquemas mentales, no sólo en cambio de actores
para seguir realizando ó incurriendo en los mismos errores
de los cuales se reniega.

Para efectuar un cambio con innovación, se
requiere de mucha educación y perseverancia en el tiempo,
para ello debemos desarrollar modelos y concepciones de
desarrollo de acorde a nuestras necesidades y particularidades;
la amplitud en la concepción del nuevo orden universal del
pensamiento, debe estar fundamentado en la diversidad y capacidad
de reconocimiento al ser humano como eje fundamental en esta
estructuración de este nuevo orden mundial, el mismo que
debe estar acuñado por concepciones políticas,
económicas, filosóficas, etc, con poder de
demostración y argumentaciones a partir del
análisis crítico del desarrollo histórico de
nuestros pueblos y naciones, no sólo debe ser este un
ejercicio empírico técnico, sino que debe
derramarse y contrastarse con la realidad específica en la
que se viene desarrollando la gente en sus pueblos, villas,
juntas, barrios, etc.

Lo cierto es que esta bipolaridad, no ha dado soluciones
adecuadas a las necesidades de la gente, y siguen habiendo
millones de pobres, sigue habiendo mucha hambre en todo el
planeta y seguimos temiendo a manifestarnos y decir ! basta
¡, necesitamos de nuevas alternativas; y dentro de la
estructuración de nuevas alternativas de desarrollo,
debemos involucrarnos todos, no esperar a los "iluminatis" que
van a solucionarnos nuestros problemas, debemos de despojarnos
del pensamiento provinciano ó retrógrado que todo
nos va a llegar en su momento, que si no es Dios, ó el
papá estado el que va a solucionar nuestros grandes
problemas de desarrollo humano; debemos de empezar a ejercitar
nuestras neuronas y producir alternativas.

Dentro de las alternativas que se viene desarrollando,
como unas de las vías extraordinarias dentro del
pensamiento (no es la única), está el de la
Economía Solidaria, introducida como pensamiento
filosófico, y desgarrado de la concepción de
economía social, se presenta como una alternativa
democrática y con bases consistentes en su capacidad de
convertirse en un sólido concepto integrador no
sólo social, sino también político, que
genere el norte preciso para lograr un desarrollo más
armónico y equitativo. En nuestras sociedades
sudamericanas, el concepto de Economía Solidaria,
está en pleno desarrollo y consustanciación, a
pesar que desde la década de los ochentas se encuentra
flotando en el ambiente; esperemos que este pequeño
ensayo, aporte un grano de arena, para que pueda desarrollarse
este pensamiento en nuestro país, en beneficio del hombre,
de la gente, de esas personas que hoy día miran hacia el
horizonte sin esperanza, sin perspectivas, sin certidumbre, sin
ilusión.

¿Qué es la Economía
Solidaria?

¿Más de lo mismo?, esperemos que no, ya
que nuestro chip de absorción de conocimientos, tanto como
su producción, también se encuentra bipolarizada
entre el capitalismo y el comunismo, entre la derecha y la
izquierda.

Para hacer un aporte sincero al pensamiento y al
entendimiento de este concepto "relativamente nuevo" en nuestro
país, tenemos que despojarnos de cualquier preconcepto
ó encapsulamiento mental, que no nos permita desarrollar
una idea adecuada y coherente con lo que ya hemos adelantado en
la parte introductoria.

En los últimos años el concepto de
"Economía de la Solidaridad" se ha vuelto
protagónico en diversos ámbitos de las ciencias
sociales y de la reflexión sobre modelos de desarrollo,
tanto desde enfoques macro como microeconómicos.Entre las
muestras de tan particular protagonismo, debemos citar la
constitución de numerosas Cátedras de
Economía Solidaria en varias Universidades del continente
dando lugar a redes académicas, como Unitrabalho, en
Brasil; la adhesión de muchas organizaciones sociales,
sindicales y cooperativas al postulado de una Economía con
rostro humano, sensible a las necesidades de la gente.

La Economía Solidaria, no es una propuesta
para reivindicar vetustas estructuras microeconómicas que,
como el cooperativismo, han cumplido su ciclo vital
.
La propuesta de Economía Solidaria
es integral.
Involucra todos los aspectos, ángulos y enfoques que
conforman la sociedad y la economía.

Hacemos un paréntesis, en definir la
Economía Solidaria, para explicar el por qué no es
partidaria del Cooperativismo, ya que este sistema se
solidificó como instrumento de cooperación para
algunos cuantos y su rigidez administrativa se transformó
en excluyente convirtiéndose en elitista, ya que hay agua
para algunos y para otros no importa, sólo se ilumina las
calles principales y las aledañas en donde hay más
necesidades de iluminación no extienden la línea
eléctrica, ni hablemos de teléfono y otros
servicios.

La Economía Solidaria se circunscribe dentro de
la corriente del pensamiento Humanístico Solidario,
trasciende las viejas ideologías y se proyecta con bases
sólidas en la defensa del hombre y la ecología,
para desarrollar un pensamiento integral que apunta a desplegar
una red social que permita crear la plataforma sólida en
la que puedan manifestarse los marginados de la riqueza, los
marginados del desarrollo integral del ser humano, y cuando
hablamos de desarrollo integral estamos hablando de las
libertades que de alguna medida el encasillamiento
ideológico bipolar le estaba regateando a la
gente.

La Economía Solidaria, es parte de una
ideología coherente en base a postulados y paradigmas
doctrinarios que recogen las diferentes experiencias de ayuda
mutua; economía sin ánimo de lucro, experiencias
comunitarias y cooperativas (en sus aspectos rescatables),en el
entendimiento de la responsabilidad del individuo como parte
importante del desarrollo
, no solo receptor del mismo, sino
creador de condiciones y contribuidor de los espacios adecuados
para que este se llegue a materializar, es decir la persona es
actor activo, y no un mero espectador pasivo. De allí
surge la Responsabilidad Social del individuo, del empresario; es
decir la responsabilidad del ciudaddano frente a su sociedad, su
medio ambiente, su entorno.

La propuesta de Economía Solidaria incorpora el
más afinado intento de unidad empresarial sin ánimo
de lucro, revisa sus procesos de operación y la libera de
los vicios y desviaciones, recoge lo mejor de la
organización social en todo el devenir histórico.
Estamos frente a la concepción de un nuevo empresariado,
al cual se le exige responsabilidad social con sus semejantes y
este comportamiento con el transcurso de los años, de una
exigencia, se tornará en un ejercicio común en el
desarrollo de la empresa.

La Economía Solidaria, cambia el paradigma de la
economía para servirse, y más bien transforma la
economía para servir al prójimo; es pues una
necesidad que impone un cambio en la subjetividad o capacidad de
interpretar la realidad del mundo actual. No es posible tratar
de acceder a los beneficios de nuevos valores humanos, aferrados
a antiguas creencias y prácticas contradictorias, pues
impediría que funcionen sistemas políticos y
económicos integrados, eficientes y eficaces.
Si bien
la Economía Solidaria, es ecléctica en su
concepción, pero basa su esencia del ser en el cuidado del
ser humano y su entorno como lógica de construcción
de modelos económicos de desarrollo y políticas
sociales.

Para que los empresarios puedan hablar con voz humana,
solidaria; deben pertenecer y sentirse identificados, no
sólo con su comunidad, sino también con el entorno
en que viven, deben compartir los problemas de su región,
conocerlos; deben convertirse en parte de la solución y no
en agudizadores de los problemas.

La Economía Solidaria no requiere empresarios de
enclave, es decir empresarios productores de pobreza con su
enriquecimiento y dejando bolsones de marginalidad
crónicos y desesperanza en el corazón de la gente,
de la región.

Para aprender a hablar con voz humana, y para
comportarnos como humanos, no necesitamos de una conferencia
magistral, ó ostentar pomposos títulos
académicos, necesitamos conocer los problemas de la gente
y sensibilizarnos con ellos.

La Economía Solidaria propone una solución
humanista dinámica, solidaria y democrática, para
el funcionamiento de la sociedad y el manejo de la
economía. Parte de la tesis de que el único
número que corresponde al ser humano en su proceso de
desarrollo es el infinito y, desde este punto de vista, el
discurso teórico solidario intenta trascender la crisis de
credibilidad y evitar la intromisión de prácticas
demagógicas, tan abundantes en este particular tiempo de
tan acelerados cambios en los paradigmas éticos,
científicos y tecnológicos, y de
globalización del conocimiento y de la
información.

Para José del C. Moreno Avendaño "la
Economía Solidaria es un conjunto de fuerzas sociales,
identificadas por ideales solidarios y humanistas, que la
habilitan para gestionar talento humano, recursos naturales,
científicos, tecnológicos y financieros y, como
resultado de esa gestión, para generar procesos de
desarrollo integral y sostenible para el género humano en
general y para cada comunidad o agrupación familiar en
particular" (2001).

La Economía Solidaria, se constituye en una nueva
forma de creación y distribución de la riqueza,
basada en valores democráticos de participación en
forma lo más directamente posible; con un manejo racional
de los recursos, bajo un esquema de organización
solidaria, en el cual se priorice al ser humano y en general las
necesidades de la sociedad.

¿Estamos
preparados para aplicarla en nuestro
país?

¿Cómo podemos introducir un nuevo concepto
de desarrollo, cuando seguimos pensando el desarrollo tan
sólo de nuestras comunidades, de nuestro barrio, de
nuestro pueblo?, ¿ cómo podemos hacer entender que
la Economía Solidaria es un nuevo cambio de paradigma y de
desarrollo, que necesitamos cambiar radicalmente todo lo que
anteriormente pensábamos del desarrollo por una nueva
visión de crecimiento de creación de una nueva
cultura, se requiere un cambio radical de las formas de pensar y
de interpretar el mundo, en las formas de comunicación, de
educación de nuestros hijos.

Se precisa de una cultura de solidaridad que como sujeto
individual y social en construcción de sí mismo,
abierto al cambio y en permanente transformación, como
producto del desarrollo histórico, incluidas las formas
productivas, en las relaciones con los demás y en la forma
como éste se desarrolla con el medio.

En Bolivia se viene trabajando el desarrollo de la
economía solidaria, desde ámbitos cerrados y
comunitarios encapsulando los procesos y restringiéndolos
a los beneficiarios de un proyecto específico generalmente
propuesto, guiado y financiado por el gobierno, en el cual los
actores no han participado de su creación, por lo tanto no
lo sienten como propio. Por ello hablamos de la Economía
Solidaria como un proceso de aplicación de largo plazo, en
el cual no sólo se habla de economía, sino va
más allá y considera a la sociedad en un
ámbito donde el hombre busca satisfacer sus necesidades
objetivas. La sociedad se debe entender como un escenario de
respuesta a los requerimientos del hombre y como un espacio
propio para el despliegue de sus potencialidades. Es un
ámbito espacial y temporal en el que el ser humano vive,
se organiza, procrea, trabaja, se recrea, hace su historia y
construye su futuro.

La Economía Solidaria, es una teoría que,
con aplicación diaria y sostenida, criticada y evaluada en
forma permanente, impulse y consolide culturalmente valores de
validez universal como la democracia, la solidaridad, el
pluralismo y la participación, hasta lograr que un nuevo
contrato social se convierta en necesidad real de la
población, pero en nuestro país, aún
seguimos planteándonos la bipolaridad en la
estructuración del desarrollo de nuestros pueblos, de
nuestros estados, aún no hemos entendido, porque
aún no se ha desarrollado este pensamiento solidario en
nuestra gente, que la mezquindad en la aplicación de
nuestras políticas económicas y sociales son lo que
no permiten que ingrese en nuestro mundo teórico, la
concepción de la Economía Solidaria.

Brasil ha ido más allá y cuenta con una
Secretaría Nacional de Economía Solidaria del
Ministerio del Trabajo y Empleo de Brasil, dándonos la
pauta, que el desarrollo de este pensamiento, necesita de
atención y bastante trabajo aún.

En la medida que en nuestro país nos preparemos
ó iniciemos un proceso serio de reeducación
colectiva, que nos permita desmarcarnos de la educación
basada en el individualismo y no me importismo social, cuando
fortalezcamos la autoestima del ser humano, podremos decir que
estamos ayudando ó nos estamos preparando para aplicar la
Economía Solidaria.

No tenemos que confundir este pensamiento solidario como
una idea pasajera ó aventurera, ó porque
está de moda hoy en día hablemos de ella, no basta
picotear de la misma con algunos proyectos dentro del mismo, como
ser: Comercio Justo, Banca Comunal, programas de ayuda a las
Pymes y Medianas Empresas, programas de ayuda a la mujer, etc.
Por ello decimos que hemos empezado aplicar este pensamiento
solidario por sus frutos, sin entrar a sembrar, sin establecer la
raíz buena y profunda que precisa este pensamiento para
desarrollarse.

Si quisiéramos hacer un pequeño recetario
para la aplicación en nuestro país de una
Economía Solidaria, diremos que sería
necesario:

  • Desprenderse de dogmas ó doctrinas
    etéreas, vetustas y en desuso.

  • Generar procesos de educación abiertos,
    participativos, en el cual el individuo sea el centro de la
    enseñanza y el desarrollo, y no así el
    individualismo ó comunitarismo
    hipócrita.

  • Apertura en la implementación de un Modelo
    Económico inclusivo, pero a la vez de apertura
    externa.

  • Cambio en los paradigmas ideológicos formales
    de pensar y ver el desarrollo.

  • Prevalencia del ser humano en los procesos y modos
    de producción.

  • Entender que el individuo forma parte no sólo
    del hábitat en el que vive, sino de la sociedad en la
    que se desenvuelve, y debe ser parte y partícipe
    principal de todas las propuestas y no sólo aprovechar
    los resultados.

  • Revolución y cambio del pensamiento colonial,
    pasivo del boliviano; que espera que todo le va llegar del
    cielo ó del papá estado.

  • Entender que para recibir, también hay que
    dar.

  • Responsabilidad Social en todos nuestros actos, sean
    económicos, financieros, sociales.

  • Revisión a nuestra escala de valores, que
    hasta el momento han sido condicionados por el bipolarismo
    histórico de derecha ó izquierda.

  • Entender que existe un Mercado, un Estado, y el
    Individuo Social Solidario.

  • Alternativas de desarrollo personal igualitarias
    para todos los habitantes.

  • Salud, Educación, Cultura por encima de todas
    las cosas.

  • Propuesta de vida basada en un desarrollo integral
    humanista.

  • Sostener una sociedad basada en: Profundas
    concepciones Democráticas y Autonomistas; generosidad
    en descentralizar el aparato de dirección del estado;
    la igualdad, de oportunidades, de que esas diferencias
    salariales se vayan reduciendo cada vez más; la
    sostenibilidad en el tiempo, no sólo de la naturaleza
    y el medio ambiente, sino de la convivencia social
    solidaria.

  • Revisar nuestra actual constitución, que
    privilegia a un sector determinado de nuestra sociedad, lo
    que al final implicará un alto costo para nuestra
    convivencia pacífica y no tardará en pasar la
    factura ante la discriminación de unos para favorecer
    a otros.

Pensarán algunos que este es un recetario para
lograr la vida eterna, pero no olvidemos que para desarrollar
economías fuertes se requiere de una cultura que le
acompañe, porque cuando hablamos de la cultura, no
sólo estamos hablando de la música y de las letras,
sino también hablamos de un modo de vida, una forma de
cómo vamos hacer y desarrollarnos como sociedad, para ello
se necesita trabajar mucho en la persona, no sólo en
proyectos aislados y que beneficien a unos pocos.
Por ello la
Economía Solidaria basa su estructura fundamental en el
desarrollo del ser humano, ya que sin este ser humano, no existe
economía, no existe mercado, no existe estado.

La Economía Solidaria debe convertirse en una
opción de apertura mental para reconocer que la verdad es
una idea en permanente evolución, donde la tolerancia es
fuente de solidaridad que fertiliza y germina sólo en una
tarea colectiva, actuando en una realidad en construcción.
Es lograr que los individuos y los grupos descubran en forma
permanente la capacidad para reconocer sus ataduras y no
evadirlas sino superarlas y, de este modo, articular
colectivamente las realidades particulares hasta lograr una
mejorada utopía para nuestra sociedad. El esfuerzo de
procurar un horizonte teórico como resultado de la
complementariedad,

debe ser, en la práctica, una actitud formativa
en la que cada persona asuma su propia incertidumbre y recupere
críticamente su propia experiencia para plantear cada vez
mayores desafíos y construir una cultura de la
solidaridad.

Esto implica crear nuevas redes sociales, nuevas
organizaciones sociales, basadas en necesidades reales y
válidas para el conjunto de personas, y no para unos
cuantos, deben surgir proyectos de vida estructurados a partir de
la escuela, de la familia, de los valores de libertad, democracia
participativa, de dignificar, respetar la vida y el trabajo
humano ante todo.

Que los esfuerzos de gobernar y de hacer gestión,
no se diluyan en rencillas arcaicas y llenas de odio de un lado u
otro, lo que origina gastar el valioso tiempo en ver y
desarrollar planes de cómo tumbar al contrincante; y no de
cómo colaboramos al que coyunturalmente dirige y gobierna
un estado.

¿Puede la
economía condicionar la
política?

Economía

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es la ciencia social que estudia el comportamiento
económico de agentes individuales producción,
intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios,
entendidos estos como medios de necesidad humana y resultado
individual o colectivo de la sociedad. Otras doctrinas ayudan a
avanzar en este estudio: la psicología y la
filosofía intentan explicar cómo se determinan los
objetivos, la historia registra el cambio de objetivos en el
tiempo, la sociología interpreta el comportamiento humano
en un contexto social y la ciencia política explica las
relaciones de poder que intervienen en los procesos
económicos.

es.wikipedia.org/wiki/Economía

Si entendemos a cabalidad la definición
presentada, vemos que ambas ciencias, la económica, como
la política son complementarias y no puede existir una sin
la otra, pero lo político está más
relacionado con los comportamientos de grupos, de élites,
que influyen en los procesos de producción y en la
redistribución de la riqueza, estaremos de acuerdo
entonces que la política, ó ese manejo de la cosa
pública, por los grupos económicos y élites
de turno, es decir que la economía se vería
influenciada por la crema y nata del que ostente el poder en esos
momentos; el poder económico y el poder político,
ya que ambos tienen que consustanciarse para que haya una
interrelación de ida y vuelta, ya que tener el poder
político, sin el económico llevaría a
obtener resistencia en la aplicación de la
política, ó viceversa.

Cuando a la economía la comparamos como aquella
ciencia tan sólo relacionada a procesos de
producción, y de administración de bienes y
servicios dentro de una sociedad, liquidamos la esencia de la
ciencia hecha y desarrollada para el mejoramiento del hombre, ya
que la castramos en su esencia humana y social, al no considerar
que producimos y administramos para el disfrute del ser humano en
su conjunto y no de unos cuantos; ya Leon Walras (1834-1810) con
la introducción de las matemáticas a la ciencia
económica, complicó aún más el
estudio y aplicación social de esta ciencia, porque no
todas las complejidades de las relaciones humanas se las puede
enfundar en un método, ó modelo matemático,
como este insigne economista lo pretendía, y cuando los
seguidores de este pensamiento, lo quisieran aplicar a rajatablas
en países con bajo nivel tecnológico y desarrollo
de la educación como el nuestro; por ello que tanto la
economía, como la política se valen de otras
ciencias para explicar la realidad social, en la que
aplicarán sus modelos de desarrollo y las políticas
para llevarlas a cabo.

En nuestro país cuando hablamos de
política, se nos viene inmediatamente a la cabeza, los
políticos corruptos y sin identidad nacional, que por
mucho tiempo transitaron en nuestro país, y lo siguen
haciendo; la política, es pues también la forma
técnica y metodológica de cómo se dirige un
asunto; por lo tanto cuando hacemos alusión a la
técnica, estamos hablando de conocimiento profundo del
asunto que nos ocupa y metodológicamente, nos referimos al
modo de cómo lo llevaremos adelante, cómo lo
llevaremos a la práctica, así vemos que nuestros
políticos no se capacitan para tener conocimiento sobre el
tema tratado y por lo tanto fracasarán en la forma de
cómo encarar la metodología de cómo
desarrollar ó llevar adelante un sentimiento de la
sociedad ó una demanda de la misma.

Así la practicidad matemática que
León Walras intentó aplicar a la economía,
como lo hiciera Newton con la física, fracasa en modelos
en países subdesarrollados que mantienen varios frentes
abiertos aún, en cuanto a su desarrollo tecnológico
se refiere. Walras tenía la convicción de que el
conocimiento económico debía expresarse con el
mismo rigor de una ciencia exacta. La nueva teoría
debía fundamentarse en parámetros abstractos, que
fuesen la formalización de las relaciones de las personas
en la actividad económica real. Esa era la única
vía que conduciría a la economía a tener la
misma validez lógica que la ciencia matemática.
Pero lo que Walras no consideró en su teoría, es
que los comportamientos, los deseos, las deficiencias
educacionales, la pobreza no se la puede dejar para que la
resuelvan los números y en base a ello podamos mantener
las condiciones de estos estáticos en el tiempo, ya que
las sociedades y las necesidades humanas son dinámicas y
crecen en proyección geométrica, y no se puede
dejar a la decisión de ecuaciones matemáticas y
decisión del mercado insensible quienes deben morir de
hambre ó de no contar con las mismas oportunidades a las
que todos tiene por derecho. La economía, no debe estar
expuesta a los supuestos de adecuación ó
formalización de una ecuación manejada por un
burócrata en un escritorio, en un organismo internacional
ó ONG del momento.

Una nueva economía, pensada para el ser humano
como centro de decisión, necesita de políticas
creativas y formas de manejar las cosas del estado de una manera
diferente, tales como: Crear espacios verdaderamente
democráticos y participativos, no sólo en las bases
de nuestra sociedad, sino también en la cúspide de
nuestras instituciones y organizaciones sociales; Instituciones
sólidas, con credibilidad y permeables a los deseos y
necesidades de la sociedad; Organizaciones políticas
fuertes y organizadas en base a principios y no alrededor de
líderes de barro ó títeres de potencia
extranjera alguna; multiplicar los canales de
participación; hacer entender que los cambios sin
innovación, no funcionan; mucho trabajo en
educación y formación de cuadros representativos de
la sociedad, de la comunidad; impulsar la autonomía como
base fundamental para que nos identifiquemos con nuestra
región, con nuestra tierra, con nuestra gente.

Ante la pregunta inicial, si la economía influye
en la política, ó la política en la
economía, es bueno señalar que cuando queremos
emplear ambas ciencias a favor del individuo, las dos se conjugan
y se confunden, para generar soluciones a los problemas de las
personas, de la gente, pero cuando juntas ó de forma
independiente se quieren torcer en sus objetivos para el
beneficio de grupos ó elites del momento, estas son
manipuladas, no siempre con resultados beneficiosos para todos,
sino más bien para el disfrute de los grupos para las que
fueron diseñadas. Son ambas ciencias permeables pues a los
deseos y finalidades de grupo, lo que hace en la esencia de su
aplicación, la riqueza teórica y diversa de su
estudio y conformación científica.

La
Economía Solidaria Vs. La Economía
Comunitaria

La economía comunitaria, entendida la misma como
una organización económica y social devenida de los
ancestros incas y más aplicada en el occidente de nuestro
país, retoma la conciencia del conjunto de individuos que
viven en una comunidad administrados por ellos mismos, sus rasgos
endógenos son fuertes en su concepción y la
producción de bienes y servicios para el disfrute de todos
los integrantes de la comunidad sin excepción; el
compartir y la solidaridad están presentes en todo el
desarrollo, no sólo social, sino también
económico.

Los rasgo más característicos de esta
economía son: Producción limitada a productos de
consumo de la comunidad; prevalencia del trueque en su
relacionamiento de comercio tanto entre los comunarios, como
entre comunidades cercanas; dislocamiento entre otras comunidades
en cuanto a producción y canales de comunicación y
concertación; preservando sus principios de reciprocidad,
redistribución y autarquía (ayni, minka, jayma,
waki, laki). Asimismo, la economía comunitaria se
caracteriza por su diversidad e interculturalidad, teniendo como
sujeto principal a la comunidad (ayllu), es una economía
del trabajo colectivo, en función de la colectividad, de
la solidaridad, de equilibrio y armonía con la naturaleza
(pachamama), del respeto a los seres humanos, integrada a formas
de propiedad comunitaria, con una identidad compartida,
promoviendo prácticas sociales de producción,
distribución, redistribución y consumo. El objetivo
principal de la economía comunitaria es el vivir bien
(Sumaj Kamaña), donde el crecimiento económico es
solo un instrumento para alcanzar este objetivo.

Cuando hablamos de Economía Solidaria, hablamos
de Economía Comunitaria, esto es claro por los valores que
con lleva la Economía Comunitaria, pero este modelo de
economía, no tiene el más mínimo futuro a
desarrollarse y expandirse dentro del tejido económico
solidario a nivel nacional y mundial, ya que los bolivianos no
podemos con un mercado tan estrecho promover desarrollo de
economías endógenas y del desarrollo del ser humano
mirándose el ombligo, necesitamos proyectarnos dentro de
los preceptos de una Economía Solidaria, pero abierta al
desarrollo tecnológico, al cambio con innovación, a
la inclusión de todos al desarrollo y no a la
creación de grupículos comunarios ó nuevas
élites indígenas en detrimento del mestizo, del
hombre identificado con el desarrollo regional, el desarrollo
comunal. La Economía Solidaria abraza la Economía
Plural ó Comunaria, claro que sí, pero como una
forma de integrarla a una economía abierta, solidaria,
como una manera de integrarla al tejido social solidario de
instituciones con principios éticos, con Responsabilidad
Social, ya que no se puede ser solidario tan sólo con el
comunario ó con el que vive en su entorno, también
debiera ser solidario con la región en su conjunto, con el
país y por último con otros
países.

La Constitución Política del
Estado (CPE) manda en el artículo 307 que el Estado
"reconocerá, respetará, protegerá y
promoverá la organización económica
comunitaria que comprende los sistemas de producción y
reproducción de la vida social, fundados en los principios
y visión propios de las naciones y pueblos indígena
originario y campesinos".Cuando nos referimos que nuestra nueva
Constitución Política del Estado ha naturalizado a
su creación más preciada como la gema perfecta y
desde la cual se origina todo, a ello nos referimos al
indígena ó todo lo que a ello huela ó
esté relacionado, es desde mi punto de vista el error
más grande que se haya podido realizar al
constitucionalizar el apoyo descarado a lo indígena, a lo
ancestral, en detrimento de otros u otras clases sociales
aún más marginadas y empobrecidas que la
indígena, pero no está lo malo en cómo se ha
introducido lo indígena a la constitución, sino el
marginamiento y separación brusca de otras clases sociales
dejadas de lado para hacer visible lo indígena. Un ejemplo
de esto, es la clase media que hoy, se encuentra moribunda y sin
apoyo de su Estado, languidece en silencio y sus gritos de ayuda
llegan tan sólo como un susurro al gobierno.

La Economía Solidaria, es pues inclusiva y no se
edifica en el odio y venganza de luchas trasnochadas
añejas y milenarias, sino que mira al frente propositiva;
integra a la economía comunitaria desde la perspectiva de
su esencia solidaria, rescatando sus valores de producción
con el objeto de calmar el hambre de la comunidad, pero no
está en su ideario el de encerrarse con llave y luchar por
grupos, sino más bien integrar a todos los grupos para
aplanar esa división de clases sociales y más bien
surja una clase social que dignifique al hombre, a la mujer, sea
esta indígena ó no; generando los espacios para que
no sólo se desarrolle el indígena, sino
también el mestizo, etc.

Qué papel juega la propiedad privada en ambas
concepciones, sería muy importante desarrollarlo, aunque
por su importancia nos atrevemos a dar unos pantallazos en lo que
es en una y lo que debiera ser en la otra: En la comunidad, no
existe la propiedad privada como tal, ya que la propiedad privada
existe, pero es la propiedad comunitaria de los bienes, que
formalmente para su relacionamiento con la sociedad es
representada por una propiedad comunal de todo lo que tiene la
comunidad, en cuanto a los factores de producción, es
decir que al interior de la comunidad no existirá
propiedad individual, pero para la convivencia social persiste la
propiedad privada comunal (que demandará un cambio en el
Código de Comercio de nuestro país). En la
Economía Solidaria la propiedad privada está
presente y coexiste con otras formas de propiedad, pero los
activos son entendidos desde otra perspectiva, desde la
perspectiva de la explotación racional y responsable del
mismo, no desde el punto de vista de explotación del
recurso para enriquecimiento propio, sino la generación de
producción desde la óptica solidaria de producir
riqueza compartida, es decir que llegue a todos y no sólo
para unos cuantos.

La
Economía Solidaria y su Inserción en las
Políticas Estatales

Sin lugar a dudas, no podemos pasar por alto la
importancia del Estado en la conformación de leyes, normas
y políticas para que el ciudadano pueda desarrollarse de
manera pacífica.

¿Estará preparado nuestro Estado, ó
más bien poseerá la estructura necesaria para
recibir y poner en práctica la Economía Solidaria?,
sin lugar a dudas que si inicialmente planteábamos un
cambio radical en nuestras concepciones de la realidad actual, de
sus paradigmas; con mayor razón el Estado deberá
acondicionarse acorde a los cambios que la sociedad viene
demandando; ya que a través de la políticas
públicas los gobiernos buscan conducir a las sociedades y
los Estados a una situación ideal ó de alguna
manera preestablecida.

La precariedad de nuestras organizaciones
políticas hoy en día en nuestro país, aunado
ello a la deficiente capacidad institucional en la que nos
sumergimos paso a paso cada día, nos hace pensar que es
muy difícil desarrollar un pensamiento económico
político que no raye en la actualidad de lo indigenista,
cualquiera sea su forma, por lo tanto no avizoramos en estos
momentos el escenario adecuado para desarrollar ó
implementar políticas serias solidarias en nuestro
país, aunque se esté pensando en acciones como : el
comercio justo, seguros agrícolas para los pequeños
productores, etc. Todos estos programas pensados desde una
óptica centralista y encasilladas en compartimientos
estancos y especializados hacia ciertos sectores que apoyan al
gobierno de turno.

Existe una resistencia institucional actual en nuestro
país (por lo menos así lo percibo) a la
planeación y a la evaluación de las
políticas públicas; existen rígidos sistemas
de control de gastos que obstaculizan el desarrollo de programas
y proyectos con la celeridad deseada y el miedo en ser juzgados
por todo y por nada en la administración de los recursos
del estado paraliza a muchas personas y les cohíbe de
desarrollar la creatividad en la concepción y
producción de planes y proyectos en favor de la gente;
este clima de incertidumbre que raya en la peor época de
la cacería de brujas de la inquisición, no es bueno
para la generación de un clima en el cual se pueda
sentarse ó pensar en desarrollar programas de ayuda al
más necesitado, es una coyuntura obscura y mezquina, que
enfrenta al funcionario público en su condición de
subalterno a la espera de órdenes que emanen de lo
más alto de la cúspide para recién moverse
ó desarrollar el trabajo para el cual fueron
contratados.

Corolario de todo lo señalado, es la excesiva
concentración del poder por parte del gobierno de turno,
el cual quiebra la independencia de los órganos e
instituciones que debieran mantener su independencia para que el
engranaje que sustenta la libertad de expresión y
desarrollo de una sociedad pensante y no pedante u ociosa que se
estanca en la nada y por temor esconde sus demandas más
apremiantes para sólo sollozar entre estornudos de temor y
silencio cómplice; esto origina también la
elaboración de agendas públicas en función
de los gobiernos de turno; así se quiebra el orden por el
cual la sociedad debe de revelarse y no esperar que la agenda
baje ya determinada, produciendo un quiebre institucional y un
resquebramiento en las organizaciones políticas que se
acostumbran a la distribución no sólo de pegas,
sino también de dadivas en efectivo.

Partes: 1, 2

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