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El velo en la mujer (página 3)



Partes: 1, 2, 3, 4

11.13-15 La naturaleza parece
referirse, en el uso de Pablo, a cómo deberían ser
las cosas naturalmente (cf. Ro 1.26; 2.14, 27; también
11.21, 24; Gá 2.15; 4.8). Para Pablo, es natural que el
hombre y la mujer sean diferentes. La mujer es capaz de
manifestar esto al usar su cabello más largo que el
cabello del hombre.

11.16 no tenemos tal costumbre: La
frase de Pablo presupone su pregunta del v. 13 y su perspectiva
de lo que es natural en el v. 14. Para la pregunta
«¿es propio para la mujer orar a Dios con su cabeza
descubierta?» uno debe responder un resonante,
«ciertamente no» (eso es, si ha de tener sentido la
discusión de Pablo en este punto). Los cristianos de
Corinto deberían observar esta costumbre universal.
Ninguna otra iglesia permitía a las mujeres profetizar sin
cubrir su cabeza, y la iglesia de los corintios no debería
permitir que esto ocurriera en sus
asambleas".
[29]

3.1 EL PROBLEMA DEL VELO

Tras los diferentes comentarios, centremos ahora el
posible problema del atuendo femenino al que Pablo hace
referencia, desde el punto de vista oriental, más
concretamente desde el Islamismo:

El manual en cuestión explica que el hecho de que
la mujer se cubra de acuerdo con los límites que fija el
Islam, le permite adquirir prestancia y respeto y la protege de
los individuos frívolos e inmorales. Como complemento al
argumento del pañuelo como moda, como instrumento de
liberación y de protección ante el frenesí
masculino, ha cobrado fuerza en los últimos años el
del velo como símbolo de identidad frente a lo que
consideran agresiones de Occidente.[30]

El uso del velo se enmarca en esta idea, aunque, en sus
orígenes, respondía más a una respuesta
frente al clima: el Islam surge en el Medio Oriente, donde el
viento y las tormentas de arena son frecuentes, por lo que era –
y es-necesario, cubrirse el rostro y la cabeza, de la misma forma
que lo hacen los varones con la "hatata y el brin", que es ese
pañuelo que se colocan y que sujetan con un aro, por lo
general, negro.

Las mujeres musulmanas que usan el velo no pierden ni su
feminidad ni el lucir su cabello y belleza: cuando están
fuera del ámbito familiar y llevan el velo, una puede
encontrar los más variados diseños, colores,
texturas y estilos en los velos, que hasta dan ganas de tener
puesto uno de esos velos. Además, se maquillan muy bien,
lo que permite que resalte el rostro. En el ámbito
familiar, cuando no usan el velo, también destacan los
peinados y los adornos.

No por usar velo las mujeres dejan de ser hermosa o
pierden esa característica propia de muchas mujeres de
ponerse linda. Simplemente, conjugan sus creencias religiosas con
sus gustos y no los hacen
incompatibles.[31]

Veamos pues, muy de lejos no obstante, la
interpretación del pasaje desde el punto de vista
musulmán:

"Mujeres jóvenes, ustedes usan sus velos en
las calles, también deben usarlos en las iglesias; cuando
se encuentran entre extraños, entonces úsenlos
cuando se encuentren entre sus
hermanos"
[32]

El Corán dice: "¡Oh Profeta! Di a tus
esposas, a tus hijas y a las demás mujeres creyentes, que
deben echarse por encima sus vestiduras externas cuando
estén en público: esto ayudará a que sean
reconocidas como mujeres decentes y no sean importunadas. Pero
[aun así,] ¡Dios es en verdad indulgente,
dispensador de gracia!"[33]

A diferencia de la tradición Judeocristiana, la
mujer según el Corán debe llevar el velo como
protección, No como signo de sometimiento, ni para mostrar
la autoridad del hombre, tal como parece sostener Pablo, pero que
hemos disco ya, que había que entender ese sometimiento
finalmente de ambos a Cristo. Es Cristo quien otorga éste
tipo de organigrama familiar. "Y di a las creyentes que bajen
la mirada y que guarden su castidad, y no muestren de sus
atractivos [en público] sino lo que de ellos sea aparente
[con decencia]; así pues, que se cubran el escote con el
velo. Y que no muestren [nada más de] sus atractivos a
nadie salvo a sus maridos, sus padres, sus suegros, sus hijos,
los hijos de sus maridos, sus hermanos, los hijos de sus
hermanos, los hijos de sus hermanas, las mujeres de su casa,
aquellas que sus diestras poseen, aquellos sirvientes varones que
carecen de deseo sexual, o a los niños que no saben de la
desnudez de las mujeres; y qué no hagan oscilar sus
piernas [al caminar] a fin de atraer la atención sobre sus
atractivos ocultos. Y [siempre], ¡Oh creyentes,
volvéos a Dios –todos– en arrepentimiento, para que
alcancéis la
felicidad!"[34]

Más allá de un simple trozo de tela, el
velo refleja la moral interior de la mujer musulmana, lo cual se
manifiesta en sus actos, en su modo de vestirse, de hablar y de
comportarse… los estándares de la identidad
musulmana, la castidad, rectitud y moral son únicos. El
Islam protege y salvaguarda a los individuos y a la sociedad de
situaciones innecesarias en las que hombres y mujeres se mezclan
y se exponen a tentaciones naturales. Éste es el asunto
esencial: se prescribe la modestia para proteger a las mujeres de
ser molestadas o, más sencillamente, la modestia es una
protección. Así, el único propósito
del velo en el Islam es la protección. El velo
islámico, a diferencia del velo de la tradición
cristiana, No es una señal de la autoridad del hombre
sobre la mujer, ni una señal del sometimiento de la mujer
al hombre. El velo islámico, a diferencia del velo en la
tradición judía, no es una señal de lujo y
distinción de algunas mujeres nobles casadas. El velo
islámico es sólo una señal de modestia que
tiene la finalidad de proteger a las mujeres, a todas las
mujeres.

El Islam no impone ninguna forma de vestimenta.
Sólo recomienda el decoro general de su apariencia para
distinguirse de la gente, para ser identificada como una
musulmana respetable. No es verdad que la vestidura
islámica estorba la mujer en el trabajo porque en todas
las organizaciones del estado trabajan muchísimas mujeres
de diferentes edades sin que su uniforme las estorbe, y trabajan
de una manera normal, exactamente como sus compañeras que
no se ponen el velo. Es una pretensión, pues, inconcebible
e infundada.

La verdad es que los occidentales quieren que sus
valores, tradiciones y costumbres sean los dominantes en todo el
mundo, algo que va contra la lógica y la naturaleza, ya
que cada comunidad, como hemos dicho, tiene sus particularidades
en todos los aspectos de la vida. La mujer musulmana, pues, tiene
derecho, al igual que la india y la europea, a conservar su
carácter especial y sus tradiciones
particulares.[35]

El Hiyab (Velo) es entonces ¿símbolo de
liberación o de opresión?

Contrario a la opinión popular, el velo
islámico es uno de los aspectos más importantes de
la liberación y del apoderamiento femenino.
¿Cómo esto puede ser
posible?[36]

"Una persona que no se respeta a sí misma,
difícilmente será respetada, en la sociedad en la
que vivimos." [37]Cuando una musulmana se cubre,
hace virtualmente imposible para las personas que le juzguen de
acuerdo con su físico. De hecho ninguna mujer debe ser
juzgada debido a su grado de atracción o debido a la falta
de ella.

– El Creador le ha dado un cuerpo, una
manifestación física en esta Tierra. Pero
éste es el recipiente de una mente, de un espíritu
y de unos valores. ¡No es para que se use en anuncios para
vender desde tarimas de suelo, helados, colchones o sacos de
cemento!

– La sociedad es tan superficial, que las apariencias
externas son enfatizadas tanto que el valor del individuo no
cuenta para casi nada

– Una mujer no puede caminar por la calle sin que le
estén "chequeando" cada aspecto de su físico, y en
función de ello hacen presunciones acerca de su
carácter de acuerdo a: La talla de sus pantalones,
longitud de su falda, tamaño de sus pechos, el color de su
pelo, su peinado, Marca de ropa, su estilo de
vestir…

¿Acaso hay que vestir minifalda para sentirse
guapa? Acaso no se dan cuenta que cuando ellas van en minifaldas
y ligeras de ropa en plena noche de invierno, ellos mientras van
bien abrigados con chaquetas, bufandas y guantes. Alguna vez
habéis visto algún hombre salir de noche vestido de
pantalones cortos y con el cuello descubierto. Esto no es
lógico!

Acaso la mujer debe llevar un "Wonderbra"
incómodo y unos zapatos de tacón de 15 cm de largo,
ropa muy estrecha y poco flexible, pasar hambre y seguir dietas
sacrificadas, pasar por el quirófano sometiéndose a
una anestesia general y a la merced de los bisturís y de
los postoperatorios, para modificar el tamaño de sus
pechos, genitales, cintura y rasgos faciales, para sentirse
guapa?[38]

Mucho más problemático me parece la
argumentación que menciona Pablo al tratar esa dificultad,
presentandó tres razones por las cuales las mujeres no
debían abandonar el uso del velo. La primera es por causa
del orden divino de autoridad y la cadena de mando que Dios ha
establecido en el universo:

DIOS CRISTO
VARON MUJER

Cada uno debe estar sujeto a la autoridad del superior.
Cuando un hombre habla con Dios o de parte de él, lo hace
como alguien sujeto directamente a él en la persona de su
Hijo Jesucristo. Por eso, el velo no es adecuado para él
(11:3-4, 7). Inclusive, si el varón cubriera su cabeza
así, deshonraría al Señor Jesucristo
(11:3-4).

Por otro lado, cuando una mujer habla con o de parte del
Altísimo, debe usarlo como testimonio de que mientras
está sujeta a la autoridad divina, también lo
está a la de su esposo. El velo denota lealtad y
sumisión al cónyuge y a través de él
al Padre Celestial. Si ella no se ponía esa prenda,
deshonraría a su "cabeza"es decir, a su esposo. Si rechaza
la autoridad de él, está haciendo lo mismo con la
que Dios ha establecido sobre ella.

La mujer debía ponérselo como evidencia de
que estaba sujeta a la autoridad de su esposo. Si se negaba a
hacerlo, sería lógico llegar a la conclusión
de que debía raparse la cabeza también. Durante
mucho tiempo yo añadía a esa conclusión "tal
como lo haría una prostituta". Sin embargo, no hay
evidencia alguna de que las rameras se afeitaran la cabeza.
Más bien, parece que se dejaban crecer el cabello y se lo
arreglaban bien para atraer a los hombres. El quitarse el velo
era una manera de deshonrar a la persona establecida como su
superior y se compara con rasurarse la cabeza, que sólo se
hacía en tiempos de luto y gran dolor. Representaba una
condición vergonzosa y triste que era como despojarse de
lo que había sido su gloria. De manera semejante la gloria
de la mujer es estar sujeta a la autoridad que Dios ha
establecido sobre ella.[39]

Pablo elogia a la congregación por observar las
tradiciones que les había transmitido en días
pasados. Es interesante que los temas que surgen son aquellos que
Pablo no había tratado mientras estaba allí. No es
una reflexión sobre que él haya sido competente o
no, sino más bien sobre los cambios que se habían
producido luego de que él partiera de Corinto. Lo que
Pablo decreta es parte de la tradición apostólica
que es obligatoria para la congregación (v. 16). 3
El desea que los corintios comprendan que Cristo es la cabeza
de todo hombre
(más probable "esposo") y que el
"esposo" es la cabeza de la mujer (más probable
"esposa", dada la ambigüedad de estas palabras en gr.). Era
la costumbre pagana de los sacerdotes de un culto, que
habían salido de la elite de la sociedad, distinguirse de
los demás adoradores orando y presentando sacrificios con
sus cabezas cubiertas. ¿Sería que algunos de entre
la minoría de los cristianos que pertenecían a la
casta social privilegiada deseaban atraer la atención
hacia su posición orando y profetizando con la cabeza
cubierta? El que lo hace afrenta su cabeza, es decir, a
Cristo, que es su cabeza (cf. v. 3). Esta afrenta
consistiría en el atraer la atención hacia su
posición secular, cuando Cristo es aquel a quien tiene que
dirigirse toda la atención cuando uno ora.

5 Toda mujer que ora o profetiza con la cabeza
descubierta afrenta su cabeza, es decir, a su esposo. Es
como si se hubiera rapado. La ley romana que se aplicaba
en la colonia de Corinto establecía que la mujer que
afrenta a su esposo, cometiendo adulterio, debe raparse la
cabeza. 6 Si una esposa no se cubre la cabeza es
considerada, por implicación, como alguien que se niega a
reconocer su relación con su esposo, es decir, su estado
civil. Que la esposa no se cubriera la cabeza en público
era una ofensa. 7 El hombre está exento de cubrirse
la cabeza, dado que él es la imagen y la gloria de
Dios
(Gén. 1:27a). La esposa es gloria de su esposo
(Prov 12:4). 8 Este fue el orden en que el hombre y la
mujer fueron creados, según Gén. 9 En
Gén. 2:20b-23, la esposa fue creada para el esposo, y no
el esposo para la esposa. 10 Por esta razón, y
también por causa de los ángeles
(cf. Mat. 18:10), la esposa debe tener esta
señal de autoridad sobre su cabeza. 11
En el Señor, Pablo enseña el
carácter mutuo de la pertenencia, como en 7:4. 12
Explica esto en términos de que la mujer viene del hombre,
y el hombre de la mujer. Pero Pablo afirma que todo proviene
de Dios.
13 Como en 10:15, convoca a la
congregación para que juzguen por sí mismos.
¿Es apropiado [en este caso] que la mujer ore
a Dios con la cabeza descubierta?
14 En el siglo I se
creía que la naturaleza determinaba los temas culturales.
Sin duda, Pablo también argumenta esto sobre la
enseñanza del AT, en la que se insistía sobre la
polaridad de los sexos. Un hombre con el cabello largo era una
ofensa. Algunas veces se ha argumentado que hay estatuas de
hombres de la antigüedad con el cabello largo, pero
así se representaba a los dioses, no a los hombres.
15 El cabello largo en la mujer era considerado como su
gloria, y los autores antiguos mencionan la atención que
se prestaba al cabello de la mujer como su preciada gloria.
16 Pablo concluye diciendo que si alguno desea contender
con esta tradición apostólica debe tener en cuenta
que ni Pablo ni las iglesias de Dios siguen otra
práctica.

Nota. Debe recordarse que un problema en
particular era que la reunión cristiana, la
eklesia, tenía su contrapartida secular en el
organismo que gobernaba la ciudad. Esa reunión se
realizaba normalmente en un teatro. ¿Qué
sucedería cuando una reunión cristiana,
eklesia, se realizaba en una casa particular, donde la
autoridad era una mujer, y en la que ella no se cubría la
cabeza? Aunque este es un punto de controversia entre los
comentadores, el tema parece no ser respecto de hombres y mujeres
en sí, sino respecto de esposo y esposa; esta es una
traducción legítima de ambos términos.
También ayuda a entender la declaración sobre
quién es cabeza (cf. Ef. 5:22-33, donde se
utilizan las mismas palabras). Debe destacarse, además,
que no sólo los hombres oraban y profetizaban en la
iglesia apostólica; las mujeres tenían una
función legítima en la adoración. Si se
desea más información sobre la profecía en
la iglesia, ver el comentario sobre
14:1-25.[40]

A la mujer no le gustaría ser
trasquilada, ni (lo que es peor) ser afeitada;
pero si ella escoge estar sin velo, estése también
sin cabello, esto es "trasquilada." (comp. vv. 13-15.) De modo
que es "deshonesto" que sean afeitadas las monjas.
7-9. Aquí hallamos otro argumento que aclara
la relación más inmediata del varón con
respecto a Dios, y la relación de la mujer con respecto al
varón. el varón … es imagen y gloria de
Dios
-al haber sido creado en la "imagen" de Dios, primera y
directamente; la mujer, subsecuente, e indirectamente, lo es por
la mediación del varón. El hombre es el
representante de la "gloria" de Dios (este ideal del hombre
fué realizado más plenamente en el Hijo del hombre:
Salmo 8:4, 5; comp. 2 Corintios 8:23). Se declara en la Escritura
que el hombre fué creado a la "imagen" y "semejanza de
Dios" (comp. Santiago 3:9). Pero la "imagen" se aplica solamente
al Hijo de Dios (Colosenses 1:15; comp. Hebreos 1:3). "La imagen
misma" el griego: las características de Dios. El
divino Hijo no es meramente "como" Dios, él
es Dios, "siendo de una substancia (esencia) con el
Padre." [Credo de Nicea.] la mujer es gloria del
varón
-No dice: "La mujer fué hecha a la imagen
del varón", porque los sexos difieren. Además, la
mujer fué creada a la imagen de Dios, tanto como
el varón (Génesis 1:26, 27). Pero como la luna en
relación con el sol (Génesis 37:9), así la
mujer brilla no tanto con la luz directa de Dios, como con la luz
derivada del varón, esto es, en su orden de
creación;
no que ella no entre en la gracia,
individualmente, en directa comunión con Dios; sino que
mucho de su conocimiento le es dado inmediatamente por
intervención del varón, del que es naturalmente
dependiente.

8. el varón no es de la mujer-el
varón, no tomó su ser de la mujer: con
referencia a la creación original de la mujer, quien
fué "tomada del varón" (véase Génesis
2:23). La mujer fué hecha por Dios por medio del
varón, el que fué un velo o medio colocado entre
ella y Dios, y por tanto, la mujer debe llevar el velo en el
culto público, en reconocimiento de esta
subordinación al hombre en el orden de la creación.
Como el varón fué hecho inmediatamente por Dios
como su gloria, es decir sin alguien que mediara entre ellos, no
tiene que usar un velo entre sí y Dios. [Faber Stapulensis
en Bengel.]

9. tampoco el varón fué criado por
causa de la mujer, sino la mujer por causa del
varón
-Otro argumento: El varón es el objeto
inmediato de la creación de la mujer (Génesis 2:18,
21, 22). La iglesia, o sea la novia, es hecha para Cristo; y con
todo, en la creación natural así como en la
espiritual, la novia, si bien hecha para el novio, en el
cumplimiento de dicha finalidad alcanza la propia "gloria" suya,
y trae sobre sí la "vergüenza" o la "deshonra" si
P 387 se aparta de la virtud (vv. 4, 6).

10. la mujer debe tener señal de potestad
sobre su cabeza
-Debe usar un pañuelo: en
francés "couvrechef." pañuelo para la cabeza,
el emblema de
la "potestad sobre su cabeza:" la señal
de estar ella bajo la potestad del varón, y de ejercer
bajo él la autoridad delegada. San Pablo tenía en
la mente la conexión radical entre los términos
hebraicos traducidos "velo" (Radid),, y
"sujeción" (Radad). por causa de los
ángeles
-que están presentes en nuestras
asambleas cristianas (comp. Salmo 138:1, "dioses," esto es,
ángeles), los cuales se deleitan en la
subordinación decorosa de las varias clases de adoradores
de Dios en sus respectivos lugares, siendo el porte y el vestido
externo de ellos indicativos de aquella humildad interna que los
ángeles saben que es lo más agradable a su
común Señor (cap. 4:9; Efesios 3:10;
Eclesiastés 5:6). Hammond cita a Crisóstomo:
"Tú estás de pie con los ángeles; con ellos
entonas cantos e himnos; y con todo ¿estás
riéndote?" Bengel explica: "Los ángeles
están en la misma relación con Dios, como la mujer
lo está en relación con el varón. El rostro
de Dios está sin cubrir; los ángeles en su
presencia están cubiertos (Isaías 6:2). El rostro
del varón no se cubre; la mujer en presencia de él
ha de estar cubierta. Porque la que no lo hiciera,
ofendería, por lo indecoroso que es, a los ángeles
(Mateo 18:10, 31). Ella, por su flaqueza, necesita especialmente
de la ministración de ellos; y por tanto, debiera ser
tanto más cuidadosa para no ofenderlos."

11. Con todo, ningún sexo está
aislado e in dependiente del otro en la vida cristiana. [Alford.]
El uno necesita del otro en la relación sexual; y con
respecto a Cristo ("en el Señor"), el hombre y la mujer
juntos (porque los dos son indispensables) realizan el ideal de
la humanidad redimida representada por la novia, la
iglesia.

12. Así como la mujer fué
formada del hombre, así también el varón
nace de la mujer; pero todas las cosas, inclusive el varón
y la mujer, tienen su origen en Dios. (Romanos 11:36; 2 Corintios
5:18). Dependen mutuamente el uno de la otra, y ambos de
Dios.

13. Aquí el apóstol apela al
propio sentido de decoro de ellos. ¿es honesto orar la
mujer a Dios no cubierta
?-Al rechazar el emblema de
sujeción (el velo), ella puede de un salto, en la
oración pública, superar al hombre y a los
ángeles.
[Bengel.]

14. El hecho de que la naturaleza ha
provisto a la mujer, no al varón. de cabellos largos,
prueba que estaba destinado que el varón estuviera con la
cabeza descubierta y la mujer con la cabeza cubierta. El
nazarita, sin embargo, criaba cabellos lícitamente por ser
ellos parte del voto sancionado por Dios (Números 6:5).
Compárese también el caso de Absalom (2 Samuel
14:26; y Hechos 18:18).

15. en lugar de velo le es dado el
cabello
-Esto no significa que ella no necesite de algo
más, sino que su cabello le indica que debe cubrir su
cabeza cuanto más le sea posible. La voluntad debe
concordar con la naturaleza. [Bengel.]

16. En resumen Pablo termina su argumento
apelando a la costumbre universal de las iglesias. si alguno
parece ser contencioso
-Mejor, como el griego: "si alguno
piensa" (comp Mateo 3:9). Es decir, "si alguno opta, aun
después de escuchar mi argumento, por ser contencioso. O
más bien, si alguno es contencioso, y cree tener
razón en serlo. El apóstol aquí reprende la
arrogancia y el espíritu contencioso de los corintios
(cap. 1:20). nosotros-los apóstoles: o bien,
nosotros los de la nación judía, de los que
habéis recibido el evangelio, y cuyas prácticas, en
todo lo que sea bueno, debierais observar. [Estio.] La
explicación anterior es la mejor, ya que a los
judíos no se hace referencia en el contexto; pero
sí se refiere a menudo a sí mismo y a los
apóstoles con la expresión "nosotros" (cap. 4:9,
10; 5:6). no tenemos tal costumbre-La de que la mujer ore
sin velo. No como Crisóstomo: "la de ser contenciosos". El
término griego indica un uso, más bien que
un hábito mental (Juan 18:39). Las
prácticas de las verdaderas "iglesias" (plural: no como
Roma lo emplea, "la iglesia," como entidad abstracta; sino que
"las iglesias," como un número de testigos
independientes
) de Dios" (las iglesias que Dios mismo
reconoce), son un argumento válido en el caso de los ritos
externos, especialmente, en un sentido negativo, por ejemplo:
Tales ritos no fueron recibidos entre ellas; por tanto, no deben
ser admitidos entre nosotros. Pero en cuestiones de doctrina o de
cosas esenciales del culto, el argumento no es válido
[Sclater.] (cap. 7:17; 14:33). ni las iglesias de Dios-El
uso católico (general) no es prueba infalible de la
verdad, pero lo es, en general, de la decencia.
[41]

Un entendimiento apropiado de esta sección
está basado en la comprensión de los principios de
la creación y las costumbres de la sociedad de los
corintios. Adán y Eva fueron creados como seres
interdependientes (v. 11); juntos representaban a la humanidad
como un todo. El orden y la forma en que fueron creados revelan
la gloria de Dios (v. 7) y el señorío de Cristo (v.
3). Además, la mujer es la gloria del varón
(v. 7), debido a que fue creada como su compañera
apropiada (v. 9) y dotada por la naturaleza para cumplir su papel
(v. 15).[42]

Después de prohibirles a los corintios
involucrarse en el culto pagano, Pablo se toma ahora a abordar
tres elementos de abuso en sus propias asambleas: una
preocupación referente a la cobertura de la cabeza de las
mujeres, o su peinado, al orar y profetizar (11:2-16); la ofensa
a los pobres en la Mesa del Señor (11:17-34); y el abuso
del hablar en lenguas en la asamblea (caps. 12-14). Puesto que
sólo el tercero de esos rubros comienza con la
rúbrica «y en cuanto a» (12:1), que indica una
respuesta a la carta de ellos, y puesto que el segundo rubro no
procede de la carta de ellos,1 hay ciertas dudas tanto respecto
al puesto de la presente sección en el argumento entero,
como respecto a cómo atrajo la atención de
Pablo.

Por una parte, el lenguaje del v. 2, donde los
«alaba porque retienen las instrucciones», parece
anunciar deliberadamente el v. 17 (y los vv. 22-23), donde
«no los alaba». Puesto que los vv. 17-34 no proceden
de la carta de ellos, por lo menos puede argumentarse que esos
dos rubros aparecen aquí porque encajan en el tema:
después de las prohibiciones del culto pagano y antes de
la insistencia de ellos en las lenguas como la modalidad
apropiada de espiritualidad en el culto cristiano. Por otra
parte, ¿cómo sabe él que ellos han
«retenido las instrucciones» (v. 2) a menos que ellos
mismos lo hayan expresado así, muy probablemente en la
carta que habían escrito? Además, el estilo de la
argumentación (cf. 7:1-40) es mucho menos apasionado que
el de los vv. 17-34 (de hecho, son tan diferentes como el
día y la noche).2 Esto sugiere que tal vez Pablo de hecho
esté respondiendo a la carta de ellos. Pero si es
así, ¿qué era lo que habían dicho
ellos? Y si no, ¿cómo se enteró él de
este asunto y quién se interesó por
hacérselo saber? Dicho todo esto, parece lo más
probable que aquí él esté reflexionando
sobre algo que algunas de las mujeres de la comunidad
están afirmando, probablemente en la carta. Pero no puede
saberse con toda seguridad.

Junto con estas preguntas contextuales más
amplias, este pasaje está lleno de notorias dificultades
exegéticas,3 incluyendo (1) la «lógica»
del argumento en su conjunto, que a su vez va conectada con (2)
nuestra incertidumbre en cuanto al significado de algunos
términos absolutamente cruciales4 y (3) nuestra
incertidumbre acerca de las costumbres que prevalecían,
tanto en la(s) cultura(s) en general como en la(s) iglesia(s) en
particular (incluso toda la cuestión compleja del culto
cristiano primitivo).5 La respuesta de Pablo da por
sentado
que ellos y él se entienden en varios puntos
clave, y por lo tanto esos asuntos no se tratan.6 De modo que las
dos preguntas contextuales cruciales, qué estaba
ocurriendo y por qué, son especialmente difíciles
de reconstruir. Todo esto se ha complicado todavía
más con el resurgimiento, en la década de 1960
(después de estar latente por casi cuarenta años),
del movimiento feminista, tanto dentro de la iglesia como fuera
de ella, de modo que muchos de los estudios recientes7 con
respecto a este texto han sido específicamente resultado
de dicho movimiento.8

En este caso, la mejor forma de considerar la naturaleza
de estas dificultades, así como la
«lógica» del argumento de Pablo, es mediante
un despliegue estructural del argumento entero (en un
español deliberadamente literal; cabeza = uso
metafórico; cabeza = literal):

2 Ahora os alabo

porque en todo os acordáis de
mí,

y tal como os las transmití,

retenéis las tradiciones.

I 3 Pero quiero que entendáis
que

la cabeza de todo varon es Cristo,

(y) el varon la cabeza de la mujer,

(y) Dios la cabeza de Cristo.

4 Todo varon deshonra su
cabeza/cabeza;

al orar o profetizar teniendo hacia abajo/contra la
cabeza

5 Toda mujer deshonra su
cabeza/cabeza;

al orar o profetizar descubierta en cuanto a la
cabeza

Porque es una y la misma cosa

que ella sea una que se ha rapado.

6 Porque si una mujer no va a estar
cubierta
,

que también se corte el cabello.

Pero si es vergonzoso que ella se corte el
cabello o se rape,

que se cubra.

II 7 Porque

Por una parte, el varon no debería tener la
cabeza cubierta,

siendo la imagen y gloria de Dios;

Por otra, la mujer

es la gloria del varon;

8 [a] Porque el varon no procede de la
mujer,

sino la mujer del varon;

9 [b] Porque también el varon no fue
creado

por causa de la mujer,

sino la mujer

por causa del varon

10 Por esta razón

la mujer debería tener autoridad sobre su
(propia) cabeza

a causa de los ángeles.

11 en todo caso (aún
así)

[B"] Ni la mujer aparte del varon,

ni el varon aparte de la mujer,

en el Señor.

12 [a"] Porque así como la mujer (procede) del
varon,

así también el varon (procede) de la
mujer,

pero todas las cosas (proceden) de
Dios.

III 13 Juzgad entre vosotros mismos:

¿Es decoroso que la mujer ore a Dios
descubierta?

¿No os enseña la naturaleza misma
que

14 Por una parte,

si un varon se deja el cabello largo,

es deshonroso para él.

15 por otra parte,

si una mujer se deja el cabello largo,

es gloria para ella?

Porque el cabello le ha sido dado

en lugar de velo.

16 Ahora bien, si alguno parece ser
contencioso,

nosotros no tenemos tal costumbre,

ni las iglesias de Dios.

Varias cosas podrían decirse acerca de este
argumento. (1) Las señales gramaticales/estructurales
parecen exigir esta división tripartita.9 En cada caso las
situaciones del varón y de la mujer se distinguen la una
de la otra mediante conjuntos de contrastes, en los dos
últimos casos mediante la señal gramatical
específica «por una parte/por otra».10 (2)
Además, en cada caso el argumento parece dirigido
específicamente a la mujer, y se le planta claramente en
la «cabeza».11 (3) El problema tiene que ver con que
la cabeza de la mujer esté «descubierta»
cuando ella ora o profetiza, como lo dejan claro las dos
expresiones del problema en los vv. 5-6 y 13. Todo esto lo
manifiesta el argumento mismo.

La Parte I (vv. 3-6) arguye a partir del uso
metafórico de «cabeza» en el sentido de que el
varón deshonraría a su «cabeza» si
tuviera algo «colgando hacia abajo de la cabeza»;
mientras que lo opuesto le sucedería a la mujer: ella
deshonraría a su «cabeza» si profetizara
«descubierta en cuanto a la cabeza». La
elaboración explicativa de los vv. 5b-6, que mediante una
analogía lleva adelante la cuestión de la
vergüenza de la mujer y concluye con el imperativo de que
ella debe cubrirse, deja claro que es aquí donde radica el
problema.

Aunque el argumento de la Parte II (vv. 7-12) es
más complejo-y lleno de sorpresas-,12 otra vez parece
apuntar hacia la mujer. Lo de que el varón no
debe
cubrirse la cabeza porque él es imagen
y gloria de Dios (v. 7ab) establece tanto los vv. 7c-9
como el v. 10: primero, mediante la afirmación de que la
mujer es gloria del varón, lo cual se explica
luego en los vv. 8-9; segundo, mediante la afirmación del
v. 10 de que ella debe tener autoridad sobre su propia
cabeza a causa de los ángeles. Los vv. 11-12, que
corresponden en orden inverso a las afirmaciones de los vv. 8-9,
parecen tener el propósito de matizar estas
últimas, para que no se malentiendan.

La última parte de este argumento parece
desviarse un poco, de modo que en la Parte III Pablo recoge el
asunto una vez más, apelando ahora al propio sentido de
decoro de ellos. Tomando el lenguaje del v. 5, comienza con una
pregunta retórica,13 que funciona como
presuposición para lo que viene a continuación. Una
vez más, puesto que se destaca solamente a la mujer,
parece claro que es aquí donde radica el problema. Esto se
apuntala aún más mediante la pregunta que sigue
(vv. 14-15), donde Pablo vuelve a usar al varón para
establecer la discusión referente a la mujer, cuya
situación es la única que recibe comentarios
adicionales. Luego concluye con una palabra dirigida a cualquiera
que pretenda ser «contencioso» con respecto a este
asunto, diciendo que las iglesias no tienen «tal
costumbre».

Pero ¿qué quiere decir,
específicamente, eso de que una mujer ore y profetice
«descubierta en cuanto a la cabeza»? Hay tres
opciones básicas: (1) La opinión tradicional
consideraba que ella estaba prescindiendo de alguna especie de
cobertura externa.14 Esto parece insinuado tanto por el verbo
«cubrir» como por las palabras acerca del
varón en el v. 7, que implican una cobertura externa
(«no debe cubrirse la cabeza»). La dificultad de esta
opinión proviene principalmente de entender el v. 15 en el
sentido de que el cabello largo se le da a la mujer en lugar
de
un peribolaion (lit. «una
envoltura», y por tanto una especie de rebozo,
pañolón o chal).

(2) A causa del v. 15, se ha alegado que la
«cobertura» por la que se aboga en los vv. 4-7 y 13
es en realidad el cabello largo de los vv. 14-15, porque algunas
de las mujeres estaban usando el cabello corto.15 Pero contra
esto va el lenguaje y la gramática de los vv. 5-6,16 donde
Pablo arguye mediante analogía que, si no van a estar
«cubiertas», deberían raparse o cortarse el
pelo.

(3) Más recientemente varios eruditos17 han
sugerido, sobre la base del uso de la lxx, que el adjetivo
«descubierta» se refiere a «cabello
suelto», es decir, a que la mujer anduviera en
público con el cabello suelto y por lo tanto experimentara
vergüenza. Aunque esto resulta atractivo en muchos sentidos,
tiene su propio conjunto de dificultades: en qué sentido
el que el varón no se cubra la cabeza, en el v. 7, es lo
contrario de esto; qué hacer con el v. 15, que implica que
el cabello largo, y no el cabello amontonado, sirve en lugar de
chal;18 el hecho de que no hay evidencia segura del siglo I de
que el usar en público el cabello suelto hubiera sido un
tipo de afrenta.19

O la primera o la tercera de éstas es la
opción más probable. En ambos casos la principal
dificultad radica en el v. 15. Si la postura tradicional tiene
razón, entonces los vv. 13-15 deben servir de argumento
mediante la analogía. Es decir, basándose en la
analogía de la «naturaleza» con respecto al
cabello mismo, parece apropiado que la mujer deba mantener la
costumbre de una cobertura al orar o profetizar. Si el problema
es el «cabello suelto», entonces se considera que los
vv. 13-15 abordan problemas diferentes (Hurley), o bien la
palabra peribolaion se interpreta en el sentido de
«cabello recogido hacia arriba» (Murphy-O"Connor). En
términos generales, una forma modificada de la postura
tradicional20 parece ofrecer menos dificultades, pero la postura
del «cabello suelto» sigue siendo una opción
viable. En cualquiera de los dos casos, la acción de la
mujer se considera vergonzosa, y por esa razón Pablo
está dispuesto a ofrecer una justificación
teológica para mantener una costumbre.

Pero, ¿por qué era que algunas
mujeres (aparentemente) estaban desacatando de ese modo la forma
acostumbrada de presentación? Tradicionalmente, cuando
siquiera se planteaba esa pregunta, se sugería que el
problema tenía que ver con que algunas mujeres estaban
insubordinándose a sus maridos a causa de su recién
encontrada libertad en Cristo. Entonces los intérpretes
veían el pasaje, que se basaba en una forma particular de
entender los vv. 3 y 7-10, como un intento de «poner a las
mujeres en su lugar» insistiendo en que mantuvieran el
símbolo tradicional de su subordinación, el
velo.

Es más probable que el problema esté
conectado con la situación histórica general en
Corinto, y que refleje la perspectiva teológica
señalada en otros lugares de esta carta (ver la
Introducción), especialmente la de las mujeres
«escatológicas» que se señaló en
el capítulo 7.21 Poco puede dudarse de que en la nueva
edad inaugurada por Cristo, las mujeres participaban en el culto
junto con los hombres.22 En su mayor parte, en estos asuntos la
iglesia de Corinto seguía las tradiciones que había
recibido durante la visita de Pablo. Pero algunas mujeres, o bien
de hecho estaban orando/profetizando (que es lo más
probable) sin la «cobertura de cabeza» o
«peinado» que se acostumbraba, o bien estaban
argumentando a favor del derecho de hacerlo así.23
Probablemente esto esté conectado con el hecho de que
ellas eran pneumatikos («espirituales») y
con su escatología un tanto superrealizada. Parece
difícil entender la respuesta de Pablo a menos que la
escatología espiritualizada de ellas incluyera
también algún tipo de eliminación de la
distinción entre los sexos. Ellas consideraban que en el
Espíritu ya habían llegado a la meta; ya estaban
actuando como quienes iban a ser «como los
ángeles», entre quienes ya no existía
distinción sexual alguna. Como parte de su nueva
«espiritualidad» ellas estaban abandonando algunas
distinciones muy tradicionales entre los sexos, que de otro modo
se habrían considerado vergonzosas. Pablo tiene opiniones
suficientemente fuertes acerca del problema como para referirse a
él, aun cuando su argumento carezca del acostumbrado
vigor. Puesto que es difícil imaginar que a Pablo le
importara la «costumbre» en sí, especialmente
después de 10:23-11:1, probablemente lo que conduce a esta
respuesta es el problema teológico más
amplio.[43]

Considero que existe una problemática importante
a la hora de determinar el lugar que ocupa la mujer y el hombre
en relación a la exposición de Pablo. Tratemos de
entender los que "sigamos a Cristo, cabeza nuestra, para que
a nosotros nos siga aquella de que somos
cabeza"[44]

"…Cuando yo (Jesucristo) al principio, hice
al hombre, hícelo macho y hembra…pues ahí
veis cómo nazco varón y nazco de mujer. No condeno
pues, mi hechura, sino los pecados hechura no
mía…"[45]

Debemos considerar el hecho de que Pablo es criado y
enseñado en una sociedad típicamente patriarcal que
condiciona a la mujer. No olvidemos que la posición actual
de la mujer y sus demandas contraponen claramente lo que era
conocido en la antigüedad.[46] Debemos situar
el valor de la mujer, incluso si su estatus ha sido el de una
menor, inmersa en la poligamia, el abuso, y la repudia.
Sólo la maternidad la salva, los tintes misóginos
derivados del génesis la han devaluado, por su
caída y seducción sobre el hombre, pero lo femenino
en la Biblia desborda estas disposiciones. No sólo por la
encomiable aportación de la mujer en la historia
bíblica, incluso de la extranjera, sino por el uso
frecuente por parte de Dios de la figura femenina y de amor entre
Él y su pueblo.[47] Es por tanto un texto
fundamental, para comprender a Pablo en su contexto y entender
mejor la problemática concreta del velo en el servicio
cristiano y sobre todo la posición del hombre respecto a
la mujer.[48]

La posición del ministerio femenino en el NT
demuestra la situación de unidad frente a Cristo y de
diferencia frente al sexo. Las desigualdades, los abusos, la
problemática e injusta subordinación no la comete
el texto bíblico ni Pablo es víctima de ella, sino
son consecuencias del pecado y del mundo en el que
vivimos.

3.2 CONCORDANCIA TEMÁTICA

A continuación vamos a relacionar el pasaje de
Pablo con otros textos que consideramos relevantes con el fin de
buscar la analogía del texto en
cuestión.

2os alabo, hermanos. 17,22; Pr 31:28-31 que
en todo os acordáis
. 4:17; 15:2 y retenéis
las instrucciones
. 7:17; Lc 1:6; 1 Ts 4:1,2; 2 Ts 2:15;
3:6

3 Cristo es la cabeza. Ef 1:22,23; 4:15;
5:23; Fil 2:10,11; Col 1:18; 2:10,19 la cabeza de de la
mujer
. Gn 3:16; Ef 5:22,24; Col 3:18; 1 Ti 2:11,12; 1 Pe
3:1,5,6 y Dios la cabeza de Cristo. 3:23; 15:27,28; Is
49:3-6; 52:13; 55:4; 61:1-4; Mt 28:18; Jn 3:34-36; 5:20-30;
14:28; 17:2-5; Ef 1:20-22; Fil 2:7-11

4 o profetiza. 12:10,28; 14:1 con la
cabeza cubierta
. 14; 2 Sa 15:30; 19:4

5 o profetiza. Lc 2:36; Hch 2:17; 21:9
hubiese rapado. Dt 21:12

6 si es es vergonzozo. Nm 5:18; Dt
22:5

7 porque es imagen. Gn 1:26,27; 5:1;
9:6; Sal 8:6; Stg 3:9 pero la mujer. 3; Gn
3:16

8 Gn 2:21,22; 1 Ti 2:13

9 tampoco el varón fue creado. Gn
2:18,20,23,24

10 señal de autoridad. Gn 20:16;
24:64,65 por causa de los ángeles. Ec 5:6; Mt
18:10; He 1:14

11 7:10-14; 12:12-22; Gá 3:28

12 todo procede de Dios. 8:6; Pr 16:4;
Ro 11:36; He 1:2,3

13 10:15; Lc 12:57; Jn 7:24

14 que al varón. 2 Sa 14:26
le es deshonroso. 14:35

16 ser contencioso. 1 Ti 6:3,4 tal
costumbre
. Hch 21:21,24 ni las iglesias. 7:17;
14:33,34; 16:1; 1 Ts 2:14[49]

Contexto del
pasaje

Es necesario argumentar y definir algunas cuestiones en
relación al contexto cultural y social además del
histórico referenciadas a cuestiones sobre el lugar donde
va dirigida la carta además de otros conceptos.

La presencia de hombres y mujeres compartiendo la vida
de la congregación de Corinto daba lugar a situaciones
inesperadas. Debemos entender que la vida religiosa, tanto entre
los judíos como entre los griegos, era algo estrictamente
masculino. Entre los segundos, el papel femenino era a menudo
degradante por la gran cantidad de prostitutas y las
orgías que se realizaban en nombre de la religión.
Por eso, la participación de las mujeres en el culto
provocaba inquietud y cuestionamientos.

« La ignorancia es la madre del error.».
Estos ignoran que en las ciudades griegas y orientales era la
costumbre que las mujeres, salvo las de carácter inmoral,
se cubrirse la cabeza en publico. Corintio estaba llena de las
"prostitutas de los templos " En Corintio se hallaba el templo de
Venus con 1.000 sacerdotisas dedicadas a la
prostitución.

Algunas de las mujeres cristianas, aprovechándose
de la nueva libertad en Cristo, se atrevían a descartar el
velo en las reuniones dela Iglesia, cosa que horrorizaba a los
miembros de temperamento mas modesto.

También estas mujeres cristianas que
vivían en Corintio una ciudad pagana, con su actitud, fue
atraer una innovación a la iglesia, ¡ una indecencia
! esta era la norma de las prostitutas paganas, cosa que Pablo
tuvo censurar.

Debemos de tener en cuenta, lo que Pablo enseña
en este capitulo ( 1 Cor. 11:1-16 ) y el tema en cuestión.
Aquí Pablo comienza una serie de instrucciones tocante al
uso correcto de los dones milagrosos a listado en ( 1 Cor.
12:1-10 ) dados por la imposición de las manos de los
apóstoles (Hech. 8:14-17; 2 Tim. 1:6 ) Esto servían
para dos cosas (1). Para probar la autoridad de los
apóstoles (2). Para suplir lo que faltaba a la iglesia que
no había tenido el tiempo de estudiar mucho los escritos
de los apóstoles , por cuanto aún no estaba
recopilado en el N. T. ( 1 Cor. 13:8-10 )

En Corintio había algunas hermanas que
tenían el don de profecía por la imposición
de las manos de los apóstoles.« Estas eran hermanas
inspiradas »

Esto fue predicado por el apóstol Pedro,
recordando la profecía de Joel ( Hech. 2:17-18 ) Por
ejemplo hay mujeres registradas en el N. T. como
profetisas

Priscila ( Hech. 18:26 ) ; Las hijas de Felipes ( Hech.
21:8-9 ) Aunque Pablo enseña que las mujeres deben guardar
silencio en la congregación según: ( 1 Cor. 14:34 )
; ( 1 Tim. 2:11-12 ) " No hay contradicción "Esto fue una
excepción, que no marca la regla, o la norma general para
todas las mujeres cristiana , por cuanto iría en
contradicción de los texto ya antes mencionados. Esta
misma excepción no hizo la regla en la nación de
Israel, por cuanto hubo por ejemplo: Cuatro profetisa registrada
en el A. T. en un periodo de 1300 años

  • a) María la hermana de Aarón "
    Profetisa ": ( Ex. 15:20 )

b). Débora " Juez de Israel y profetisa " 🙁
Jueces 4:4 )

c) Hulda, " Profetisa; en los días del Rey
Josía " ( 2 R. 22:14 )

d) Ana " profetisa "en los días del nacimiento
del niño Jesús (Lucas2:36-38 )

Debemos de recordar lo que Pablo enseñaba, pues,
era para todas las iglesias( 1 Cor. 4:17 ) Las mujeres
debían de tener una actitud, quieta, serena, sumisa, sin
ejercer autoridad en la iglesia, esto es estar en silencio ( ver
estudio el silencio de la mujer )

Estas hermanas de Corintio fueron autorizadas por los
apóstoles, por medio de la imposición de las manos,
ha profetizar,. Concluimos que las mujeres que oran y profetizan
del ( ver. 5 ) son las mismas mencionadas en el ( ver. 13 ). por
cuanto el tema está en la polémica que había
surgido en Corintio con respecto si la mujer profetisa
debía orar " por inspiración " o profetizar con una
señal de sujeción el " velo."

En el oriente las mujeres honorables tenían la
costumbre de cubrirse con velo ( es decir no con el cabello
solamente sino toda la cabeza entera ) « Es lo contrario
que en Occidente » Esta costumbre era un " emblema de
modestia "se be en la practica de Rebeca antes de que se casase
con Isaac (Gén. 24:65-67 )

También esta costumbre era un " emblema de
castidad conyugal "« Ausencia de sexualidad » se ve
en la forma figurada " como un velo " que menciona Abimalec rey
de los filisteos con respecto a Sana mujer de Abraham (
Gén. 20:16 ),. Por cuanto fue engañado por Abraham
al decir que Sara era su hermana, el la tomo, pero no se llego a
ella, porque Dios se llego en sueño a Abimalec y le
anuncio la muerte si la tocaba..

También tener la cabeza descubierta indicaba que
ya no quería estar bajo el poder del marido, de ahí
que la mujer sospechada por " celos " le descubriría la
cabeza el sacerdote (Nun. 5:18 ) Por consiguiente, esta era una
costumbre " el velo " común en Oriente, salvo la
prostitutas, ninguna mujer se presentaba en publico sin velo. Y
si lo hacia , deshonraban a su cabeza – a su marido – que es la
cabeza de la mujer (Efes.5:23) Entre los griegos no sólo
las hetairai," prostitutas " tan numerosas en Corintio, iban sin
velo; también las esclavas llevaban la cabeza " afeitada
"

Por esto dice Pablo en ( 1 Cor. 11:6 ) " Si le es
vergonzoso, ¿ El que ? cortarse el cabello o raparse"
Aquí Pablo repite la referencia a las costumbres de aquel
tiempo, con su significado: Si la mujer ( según el con
texto, la profetisa ) no lleva velo, que sea consecuente y se
rape, ya que no quiere mostrar sujeción "

Por tanto, el velo como señal de sujeción,
era lo común en todas las mujeres de oriente tanto
aquí en el caso de las profetisas en la asamblea, como en
la calle, era señal de sujeción, Por contrario
según ( 1 Cor. 11:4 ) El varón " profeta " no
debía de cubrirse, porque afrenta su cabeza « Ofende
su cabeza »." este no tenían tal costumbre
"

Por cuanto hay un orden establecido por Dios
según ( ver. 3 ) el cual todos debemos respetar. Cristo
cabeza del varón «El hombre esta sujeto a Cristo, no
hay autoridad entre el hombre y Cristo » 2. El varón
cabeza de la mujer « La mujer esta sujeta al varón,
las rozones ( 1 Tim. 2:13-14 ) Esta regla esta en vigor hoy en
dia y tiene varias formas de expresarse: No se le permite a la
mujer hablar en la congregación " predicar,
enseñar, dirigir oraciones en alta voz, por contrario si
orar en su corazón " ( 1 Tim. 2:11-12 ) Tiene que estar
sujeta a su marido ( Efes. 5:22-24; Col.3:18 ) Se considera como
vaso mas frágil ( 1 P. 3:7 ) Dios la cabeza de Cristo
« En el papel de redentor » Cristo se rindió a
la voluntad del Padre en todo " haciéndose obediente hasta
la muerte, y muerte de cruz " ( Fil. 2:8 ). Durante su vida
terrenal, su comida fue hacer la voluntad de Dios ( Juan 5:30 )
No buscó Su propia voluntad, sino la del Padre( Juan 5:30;
6:38 ) Y aprendió ( experimentó ) la obediencia (
Heb. 5:8 ) Juzgar vosotros mismos ¿ Es propio que la mujer
hoy en dia en nuestra sociedad occidental use el velo como
señal de sujeción ? ¿ Podemos decir hoy que
las mujeres que no usa el velo en la vida ordinaria, y aún
en la asamblea las cristianas, son considerada como prostitutas ?
No perdamos de vista el tema en cuestión que se
había originado en Corintios, las mujeres "profetisas " se
sintieron tentadas a elevarse en forma indebida y se olvidaron de
su lugar de sujeción.

Por lo tanto no hay ninguna autoridad en estos textos,
para que la mujer use el velo en la asamblea pública,
PORQUE era una costumbre oriental y el punto esta en que eran mal
vista si no lo llevaba. Tampoco autoriza hoy a toda mujer
cristiana estos texto, a dirigir oraciones, o profetizar en la
asamblea, por cuanto solo se refiere a la mujeres inspiradas las
" profetisas " hoy no hay dones milagrosos, porque los
apóstoles solo eran los autorizados para darlos, y ellos
ya están con el Señor.

Con todo eso, si alguna piensa que debe llevar el velo
en la asamblea, considere que también lo debe llevar en la
calle, en su casa y donde quiera que valla, no es una
cuestión doctrinal de adoración, sino una costumbre
oriental, una señal de sujeción, y además de
una saciedad que hacia diferencia entre las mujeres castas y las
prostitutas.[50]

La mujer debía ponérselo como evidencia de
que estaba sujeta a la autoridad de su esposo. Si se negaba a
hacerlo, sería lógico llegar a la conclusión
de que debía raparse la cabeza también. Durante
mucho tiempo yo añadía a esa conclusión "tal
como lo haría una prostituta". Sin embargo, no hay
evidencia alguna de que las rameras se afeitaran la cabeza.
Más bien, parece que se dejaban crecer el cabello y se lo
arreglaban bien para atraer a los hombres. El quitarse el velo
era una manera de deshonrar a la persona establecida como su
superior y se compara con rasurarse la cabeza, que sólo se
hacía en tiempos de luto y gran dolor. Representaba una
condición vergonzosa y triste que era como despojarse de
lo que había sido su gloria. De manera semejante la gloria
de la mujer es estar sujeta a la autoridad que Dios ha
establecido sobre ella.[51]¿Realmente es
así? ¿Coincide con la analogía de la fe
ésta afirmación?..

4.3 TESTIMONIOS PATRÍSTICOS

La historia de la iglesia primitiva da testimonio que
las mujeres cristianas de entonces llevaban el velo.

Tertuliano, un líder de la iglesia que
vivió en los años 160-222 d.c. escribe que no
sólo las mujeres casadas, sino también las
vírgenes usaban el velo en las iglesias que fueron
establecidas en la época apostólica.

Otro líder cristiano de la antigüedad,
Crisóstomo, testifica que en su época
también todas lo llevaban.

En las catacumbas [Un conjunto de pasillos y cuartos
subterráneos debajo de Roma donde se escondían los
cristianos durante tiempos de persecución.] se pueden ver
muchos dibujos en las paredes hechos por los cristianos de los
primeros siglos.

En esos dibujos las mujeres tienen la cabeza cubierta
con un velo.

Es interesante ver como esta costumbre de cubrirse fue
una realidad como mandamiento en los días antiguos.
También un "papa" posterior a Pablo ..( LINO ) establece
que toda mujer debe entrar cubierta con un velo a los
cultos.[52]

San Irineo ( 120-202 DC.)Irineo traduce Corintios I,
11:10 como sigue: "Una mujer debería tener un velo
(Kalumma) sobre su cabeza debido a los
ángeles".[53]

Tertulio (160-215 DC.) Al comentar en Corintios 1,
11:4,5, Tertulio indica, "Observad dos nombres distintos, Hombre
y Mujer "cada uno" en cada caso: dos leyes, mutuamente
distintivas; por un lado (una ley) de usar velos, por el otro
lado (una ley) de ir descubiertos."[54]

Tertulio argumenta en su ensayo Sobre el Uso de los
Velos por las Vírgenes que la orden que las mujeres se
cubran sus cabezas durante la oración no está
basada en la costumbre; "Les mostraré también en
latín que les corresponde a nuestras vírgenes usar
velos desde el momento que han traspasado el cambio en sus
edades: que esta observancia es exigida por la verdad, sobre lo
cual nadie puede imponer un precepto- ningún espacio de
ítems, ninguna influencia de personas, ningún
privilegio de regiones. Porque éstos, en su
mayoría, son las fuentes de donde, por alguna ignorancia o
simpleza, la costumbre encuentra su inicio; y entonces es
confirmado exitosamente por el uso y así se mantiene en
oposición a la verdad. Pero Nuestro Señor se
apodó a Sí mismo la Verdad, no la costumbre….
Aquí se basa la defensa de nuestra opinión, de
acuerdo a las Escrituras, de acuerdo a la naturaleza, de acuerdo
a la disciplina. Las Escrituras están basadas en la ley;
la naturaleza se une para atestiguarlas; la disciplina las exige.
¿En favor de cual de estas (tres) aparece la costumbre, la
cual está basada en una (simple) opinión, o
cuál es el color de la perspectiva opuesta? La de Dios son
las Escrituras; la de Dios es la naturaleza; la de Dios es la
disciplina. Lo que sea contrario a éstas, no es de Dios.
Si las Escrituras son inseguras, está manifiesta la
naturaleza; y con relación al testimonio de la naturaleza
no pueden ser inciertas las Escrituras. Si no existe duda sobre
la naturaleza, la disciplina indica lo que está más
sancionado por Dios. Por que nada Le es más querido a
Él que la humildad; nada es más aceptable que la
modestia; nada Le es más ofensivo que la "gloria" y el
estudio de los hombres que complacen".

Otras citas de algunos escritores antiguos San Clemente
de Alejandría (153-217 DC.) Clemente también
comprende las palabras en Corintios 1, 11:5 que se refieren a un
velo de tela y no al cabello de la mujer. "Y ella nunca
caerá, si anteponga a sus ojos la modestia, y su chal..
Porque éste es el deseo de la Palabra, ya que le luce a
ella orar con la cabeza cubierta".[55]

Cita: San Juan Crisóstomo (340-407 DC.) San Juan
Crisóstomo fue el gran orador de Antioquia. Los siguientes
extractos son tomados de la Homilía XXVI (Corintios 1,
11:2-16). San Juan Crisóstomo identifica el problema y San
Pablo lo trata en Corintios 1, 11:L2-16 como "Sus mujeres
solían orar y profetizar sin velo sobre la cabeza, y con
su cabeza al desnudo." Especialmente en cuanto a que una mujer
necesita una cubierta para la cabeza, distinta a su cabello largo
(cf. 1 Cor. 11:15) tenemos el siguiente comentario: "Y si le
hubiese sido dado como cubierta, "dirán ustedes,
"¿por qué entonces necesita ella agregar otra
cubierta?" Que no solamente la naturaleza sino también su
propia voluntad puedan tener parte en su conocimiento de
sujeción. Para que vosotros tuvierais que cubriros, la
misma naturaleza en forma anticipada decretó una ley.
Ahora, os ruego, agregad vuestra propia parte también, que
no parezcáis derruir las mismas leyes de la naturaleza;
una prueba de la rudeza más insolente, abofetearnos no
sólo a nosotros sino también a la
naturaleza".[56] San Jerónimo (345-429
DC.)A pesar que las Escrituras no endosan la práctica de
que las vírgenes se rasuren el cabello (en vez, las
Escrituras condenan dicha práctica en Corintios 1,
11:14-15), no obstante, San Jerónimo claramente
comprendió a San Pablo en cuanto a que enseñaba que
una mujer debería usar sobre su cabeza una cubierta de
tela: "Es usual en los monasterios de Egipto y Siria que las
vírgenes y viudas que han hecho votos a Dios y que han
renunciado al mundo y han pisoteado los placeres bajo sus
plantas, pedirles a las madres de sus comunidades que se corten
su cabello; no que vayan de allí en adelante con sus
cabezas descubiertas en desafío a la orden del
apóstol". (Corintios 1, 11:5)[57]San
Agustín (354-430 DC.) "No es bien visto, ni en mujeres ya
casadas, que se descubran su cabello, ya que el apóstol
ordena que las mujeres mantengan cubiertas sus cabezas. Por que a
ella, por esta misma razón, se le instruye a que cubra su
cabeza, lo que le está prohibido a él porque es
imagen de Dios." [58]Código de la Ley
Canónica de 1917 "Hombres, en una iglesia o fuera de una
iglesia, mientras asistan a los ritos sagrados, tendrán la
cabeza al descubierto, a menos que las costumbres aprobadas de
las personas o las circunstancias especiales de las cosas
determinen contrariamente; sin embargo, las mujeres
tendrán su cabeza cubierta y estarán vestidas con
modestia, especialmente cuando se acerquen a la mesa del
Señor".[59]

Papa Pablo VI, 1969 parece ser que el Papa Pablo VI
instruyó a uno de sus funcionarios que aclarara la
disciplina sin cambios de la Iglesia con relación al
tapado de la cabeza para las mujeres: "Un funcionario del
Vaticano dice que no ha habido cambio alguno, según se
informó, en la regla Católica Romana en cuanto a
que las mujeres se cubran sus cabezas en el Iglesia. El Reverendo
Annibale Bugnini, Secretario de la nueva Congregación para
el Culto Divino, dijo que los informes surgieron de una mala
interpretación de la declaración que él hizo
en una conferencia de prensa durante mayo. "La regla no ha sido
cambiada," dijo. " Es un asunto de disciplina
general."

Nota : Las citas son de escritores antiguos y no
necesariamente comparto su pensamiento teológico , solo
las menciono como referente histórico
[60]

4.2 DEFINIENDO CONCEPTOS

Considero importante definir términos que
aparecen en el pasaje y que suscitan no poco interés y
presentan de hecho algunos problemas. Veámoslo más
de cerca:

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«Levantar la cabeza» a veces equivale a una
declaración de inocencia: «Si fuere malo, ¡ay
de mí! Y si fuere justo, no levantaré mi cabeza,
estando hastiado de deshonra, y de verme afligido» (Job
10.15). Este mismo modismo puede indicar la intención de
entablar guerra: la forma más violenta de
autoafirmación: «Porque he aquí que rugen tus
enemigos, y los que te aborrecen alzan cabeza» (Sal 83.2).
Negativamente, la frase puede simbolizar sumisión a otra
potencia: «Así fue subyugado Madián delante
de los hijos de Israel, y nunca más volvió a
levantar la cabeza» (Jue 8.28). En su forma transitiva (o
sea, «levantar la cabeza» de otro), el término
puede expresar la restauración de alguien a un estado
anterior: «Al cabo de tres días levantará
Faraón tu cabeza, y te restituirá a tu
puesto» (Gn 40.13). También puede denotar
liberación de una prisión: «Evil-merodac rey
de Babilonia, en el primer año de su reinado,
libertó a [elevó la cabeza de] Joaquín rey
de Judá, sacándolo de la cárcel» (2 R
25.27).

El vocablo puede connotar unidad, o sea, todos los
individuos dentro de un grupo: «¿No han hallado
botín, y lo están repartiendo? A cada uno una
doncella, o dos» (Jue 5.30).

Puede usarse numéricamente para indicar la suma
total de personas o individuos en un grupo: «Haced el censo
de toda la congregación de los hijos de Israel, por sus
familias y por las casas de sus padres, registrando uno por uno
los nombres de todos los hombres» (Nm 1.2
rv-95).

En algunos casos, ro?sh resalta lo individual o
unitario: «Y hubo gran hambre en Samaria, a consecuencia de
aquel sitio; tanto que la cabeza de un asno [o sea, cada asno],
se vendía por ochenta piezas de plata» (2 R 6.25).
Las maldiciones y las bendiciones caen sobre las cabezas de las
personas (sobre ellos mismos): «Las bendiciones de tu padre
fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores …
Serán sobre la cabeza de José» (Gn 49.26).
Ro?sh a veces quiere decir «jefe», ya sea
por nombramiento, elección o autonombramiento. El
término puede usarse en cuanto a los padres de la tribu,
los líderes de un grupo de personas: «Escogió
Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y los puso
por jefes [cabezas] sobre el pueblo» (Éx 18.25). A
los jefes militares también se les llama
«cabezas»: «Estos son los nombres de los
valientes que tuvo David: Joseb-basebet el tacmonita, principal
de los capitanes» (2 S 23.8). En Nm 1.16, a los
príncipes se les denomina «cabezas» (cf. Jue
10.18). Este término se usa para referirse a quien dirige
al pueblo en adoración (2 R 25.18: el sumo
sacerdote).

Cuando se trata de objetos, ro?sh significa
«punto» o «inicio». Al referirse a una
localidad, el vocablo significa la «cima» de una
montaña o cerro: «Mañana yo estaré
sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano»
(Éx 17.9). Puede usarse también para denotar el
punto más elevado de un objeto natural o construido:
«Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya
cúspide llegue al cielo» (Gn 11.4).

En Gn 47.31, el vocablo denota la «cabecera»
de una cama, el lugar donde se recuesta la «cabeza».
En 1 R 8.8 ro?sh se refiere a los extremos de postes. El
término puede usarse también para indicar el punto
de inicio de un viaje: «En toda cabeza de camino edificaste
lugar alto» (Ez 16.25); cf. Dn 7.1: «Lo principal del
asunto». La connotación de punto de inicio
está presente en Gn 2.10, la primera vez que el
término aparece: «Y salía de Edén un
río para regar el huerto, y de allí se
repartía en cuatro brazos». El mismo matiz de
«cabeza» ubica espacialmente a la persona u objeto al
frente [a la «cabeza»] de un grupo (Dt 20.9; cf. 1 R
21.9). «¿Acaso no está Dios en lo alto de los
cielos? ¡Observa la totalidad [cabeza] de las estrellas!
¡Cuán altas están!» (Job 22.12 rva). La
«cabeza del ángulo» (Sal 118.22) ocupa un
lugar de importancia primordial en un edificio. Es la piedra por
la que todas las demás se miden; es «la principal
del ángulo» (Sal 118.22 rva).

El término puede usarse para indicar un orden
temporal: «Principio (inicio, comienzo)» o
«Primero». Un ejemplo de la segunda acepción
está en Éx 12.2: «Este mes os será
principio de los meses». En 1 Cr 16.7 el vocablo describe
la «primera» en una serie de acciones:
«Entonces, en aquel día, David comenzó a
aclamar a Jehová por mano de Asaf y de sus
hermanos».

Monografias.com

Job 42.12 alude al «comienzo» de nuestras
vidas: «Y bendijo Jehová el postrer estado de Job
más que el primero». El término puede
representar un punto de partida, como en la primera vez que se
usa, en Gn 1.1: «En el principio creó Dios los
cielos y la tierra». Con un significado evaluativo, el
vocablo puede tener la acepción de «primero» o
«de primera calidad»: «Las primicias de los
primeros frutos de la tierra traerás a la casa de
Jehová tu Dios» (Éx 23.19). Este matiz de
re?shit puede darse en un sentido comparativo, con el
significado de «lo mejor». Daniel 11.41 resalta el
matiz de «mayoría»: «Mas estas
escaparán de su mano: Edom y Moab, y la mayoría
[«lo más selecto» lba;
«príncipes» bnc; «jefes» bla, nrv]
de los hijos de Amón».

Como nombre, puede significar «primicias»:
«Como ofrenda de primicias las ofreceréis a
Jehová; mas no subirán sobre el altar en olor
grato» (Lv 2.12). «Las primicias de ello, que
presentarán a Jehová, para ti las he dado»
(Nm 18.12).

Esta palabra aparece unas 182 veces en el hebreo
bíblico. Denota lo «primero» en una secuencia
temporal: «Y sucedió que en el año
seiscientos uno de Noé, en el mes primero, en el
día primero del mes» (Gn 8.13). En Esd 9.2,
ri?shôn significa anterioridad temporal como
también precedencia de liderazgo: «El linaje santo
ha sido mezclado con los pueblos de las tierras; y la mano de los
príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en
cometer este pecado».

Otro significado de este adjetivo es
«previo» o «anterior»: «Al lugar
del altar que había hecho allí antes» (Gn
13.4). En Gn 33.2 el término tiene un sentido de
ubicación espacial: «Y puso las siervas y sus
niños delante, luego a Lea y sus niños, y a Raquel
y a José los últimos». En Lv 26.45
«antiguo» (rvr) quiere decir
«antepasados» (bj, nbe): «Pero a favor de ellos
me acordaré del pacto con sus antepasados, a quienes
saqué de Egipto a la vista de las naciones» (rva).
No obstante, en la mayoría de los casos, este adjetivo
tiene un énfasis temporal.[61]

En la biblia el término "Cabeza"
Representa:

Dios 1 Co 11.3

Cristo Ef 1.22

Esposo 1 Co 11.3,7

Protección Sal 140.7

Juicio Is 15.2

Confianza Lc 21.28

Orgullo Sal 83.2

Exaltación Sal 27.6 y Gozo y prosperidad
Sal 23.5[62]

OTRA DEFINICIÓN DE CABEZA: La cabeza (heb.
ro"š; gr. kefale) no se considera como asiento del
intelecto, sino como la fuente de la vida (Mt. 14.8, 11; Jn.
19.30). De este modo, levantar la cabeza significa otorgar vida
en el sentido de éxito (Jue. 8.28; Sal. 27.6; Gn. 40.13,
pero cf. el juego de palabras en el vv. 19), o esperarla en Dios
mismo (Sal. 24.7, 9; Lc. 21.28). El acto de cubrir la cabeza con
la mano, o con polvo y ceniza, significa duelo por la
pérdida de la vida (2 S. 13.19; Lm. 2.10). Figuradamente,
ser "cabeza" ("caudillo", °vrv2) denota superioridad de rango
y autoridad sobre otro (Jue. 11.11; 2 S. 22.44); aunque cuando se
habla de Cristo como cabeza de su cuerpo, o sea la iglesia (Ef.
5.23; Col. 2.19), de todo hombre (1 Co. 11.3), de todo el
universo (hyper panta, Ef. 1.22), y de todo poder cósmico
(Col. 2.10), y cuando se habla del hombre como cabeza de la mujer
(1 Co. 11.3; Ef. 5.23; cf. Gn. 2.21s), predomina el significado
básico de la cabeza como la fuente de la vida y la
energía.

La iglesia es el cuerpo de Cristo, y él es su
cabeza (Ef. 4.15s); no se puede separar el uno del otro. En esta
unidad de cabeza y cuerpo Cristo, la cabeza, dirige el
crecimiento del cuerpo para sí; él no es
simplemente la fuente del ser del cuerpo (1 Co. 10.16s), sino
también la consumación de su vida (Ef. 4.15s), cf.
* Piedra angular. De aquí surge que la lealtad a cualquier
otro mediador espiritual, como estaba ocurriendo en Colosas,
corta el vínculo vital entre los miembros y Cristo, la
cabeza, que es la fuente de todo su ser (Col.
2.18s)[63]

Sabemos que a Pablo, hay que leerlo en su contexto, pero
¿cómo explicar los textos en los que aparentemente
Pablo "discrimina" según nuestra concepción actual,
a la mujer?[64]En mi modesta opinión, el
verdadero problema del pasaje no es tanto el Velo y el decoro de
la mujer sino el aparente significado de la sumisión y la
posición de la jerarquía familiar, por eso hemos
definido el término "cabeza" para comprender mejor algo
que no puede contradecirse en la analogía bíblica.
La superioridad del hombre sobre la mujer no debería
sostenerse.

Tratemos de unir el pensamiento de Pablo "en el
Señor" manifestado claramente en (Gál 3.28) frente
al pensamiento judío de la época que desarrolla en
(I Cor 11.3-10) y partido en los versículos siguientes
(11-16) donde establece la
diferencia.[65]

La redención final, establecerá el orden
original de todo lo creado.[66] Me parece oportuno
comprender la época en la que Pablo desarrolla ésta
instrucción para tratar de acercarnos a la cultura de la
época: "En Oriente no participa la mujer en la vida
pública; lo cual es también válido respecto
al judaísmo del tiempo de Jesús, en todo caso
respecto a las familias fieles a la Ley. Cuando la mujer
judía de Jerusalén salía de casa, llevaba la
cara cubierta con un tocado que comprendía dos velos sobre
la cabeza, una diadema sobre la frente con cintas colgantes hasta
la barbilla y una malla de cordones y nudos; de este modo no se
podían reconocer los rasgos de su cara. Por eso una vez,
según se dice, un sacerdote principal de Jerusalén
no reconoció a su propia mujer al aplicarle el
procedimiento prescrito para la mujer sospechosa de adulterio. La
mujer que salía sin llevar la cabeza cubierta, es decir,
sin el tocado que velaba el rostro, ofendía hasta tal
punto las buenas costumbres que su marido tenía el
derecho, incluso el deber, de despedirla, sin estar obligado a
pagarle la suma estipulada, en caso de divorcio, en el contrato
matrimonial. Había incluso mujeres tan estrictas que
tampoco se descubrían en casa, como aquella Qimjit que,
según se dice, vio a siete hijos llegar a sumos
sacerdotes, lo que se consideró como una recompensa divina
por su austeridad: «Que venga sobre mí (esto y
aquello) si las vigas de mi casa han visto jamás mi
cabellera». Sólo el día del matrimonio, si la
esposa era virgen y no viuda, aparecía ésta en el
cortejo con la cabeza
desnuda."
[67]

Veamos la pluma inspirada:

"El Señor ha constituido al esposo como
cabeza de la esposa para que la proteja; él es el
vínculo de la familia, el que une sus miembros, así
como Cristo es cabeza de la iglesia y Salvador del cuerpo
místico. Todo esposo que asevera amar a Dios debe estudiar
cuidadosamente lo que Dios requiere de él en el puesto que
ocupa. La autoridad de Cristo se ejerce con sabiduría, con
toda bondad y amabilidad; así también ejerza su
poder el esposo e imite a la gran Cabeza de la
iglesia"[68]

Partes: 1, 2, 3, 4
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