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Guía didáctica elemental de educación financiera




Enviado por Abraham Omonte Rivero



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    Guía didáctica elemental de educación
    financiera – Monografias.com

    Guía didáctica elemental
    de educación financiera

    Ahorra o nunca

    La familia Pérez, formada por don Pedro, el
    padre, doña María, la madre, y tres hijos,
    José de 15 años, Matilde de 9 y Teresa de 7, viven
    en un departamento alquilado, ubicado en un sector urbano popular
    de la ciudad. Aunque tienen ingresos moderados, a don Pedro y
    doña María les gusta tratarse bien, y pese a
    carecer de lujos excesivos, poseen un carro pequeño, un
    negocio de venta de alimento para mascotas, los hijos asisten a
    colegios particulares, y en el concepto de sus familiares y
    amigos son una familia que ha progresado. Sin embargo, a veces
    las cuentas no cuadran, razón por la cual piden prestado a
    la tienda del barrio, algunos proveedores e incluso amigos y
    vecinos, argumentando que les retrasaron unos pagos, tuvieron
    gastos imprevistos y otras excusas.

    En ocasiones, al hacer una revisión de sus
    cuentas por pagar, doña María se siente acorralada,
    y tiene la impresión de que son insuficientes los ingresos
    que ambos generan (don Pedro como empleado del municipio y
    doña María administrando el negocio que
    poseen).

    Durante el último año, tuvieron tres
    atrasos en el pago de la cuenta del auto, y otras tantas
    notificaciones telefónicas del banco. Al final, siempre
    pudieron sortear la situación y evitar el embargo del
    vehículo, pero, como advierte doña María,
    quizá en el futuro no tengan tanta suerte. Conscientes de
    que la situación actual no puede seguir, deciden buscar
    consejo de un experto, pero averiguando entre sus conocidos, se
    enteran que el asesoramiento de un contador certificado implica
    un costo que, de momento, no se pueden dar. Sin embargo,
    conversando con una de sus clientes habituales, doña
    María se entera que ésta trabaja en una entidad
    financiera orientada a las MYPES, y que brinda asesoramiento a
    los propietarios de pequeños negocios que desean acceder a
    créditos productivos.

    Le expone su caso en forma resumida, la clienta escucha
    atentamente, le hace un par de preguntas, y finaliza ofreciendo
    una visita domiciliaria, para hablar no sólo con los
    padres, sino también con los hijos, pues, según le
    anticipa, muchas veces son los niños y no los padres
    quienes dan las pistas para mejorar la economía
    familiar.

    Concertada la cita el fin de semana, doña
    María hace un pequeño esfuerzo por comprar galletas
    y ofrecer a la invitada un pequeño obsequio, ya que,
    según acordaron previamente, esa visita de
    orientación no tendría costo. La reunión
    comienza a las 4 pm, y, como Susana, la asesora comercial,
    había previsto, los niños son los más
    interesados en participar, y ella escucha la intervención
    de todos, formulándoles preguntas y respondiendo las que
    le hacen ellos. Al final, con la participación de todos,
    identifican los ingresos y gastos más importantes de la
    familia, pero preliminarmente, se interesa en el balance total de
    la familia, que mide en ahorro y deudas acumuladas:

    Ítem

    $

    Observaciones

    Ahorros totales de la
    familia

    153

    Incluye los ahorros de los
    hijos

    Deudas acumuladas

    15.480

    A 48 meses, incluye deuda del
    auto

    Diferencia

    -15.327

     

    ¿Qué llamó más la
    atención de Susana? Evaluando los ahorros totales de la
    familia, determinan que en las cuentas de ahorro, dos en total,
    tienen apenas $ 37, y el resto es el estimado de las dos hijas
    pequeñas, en tanto que José, quien también
    tenía el hábito del ahorro, hace dos años lo
    dejó por completo. Susana explica que el ser humano ahorra
    por tendencia natural, pero a lo largo de nuestras vidas suceden
    varios hechos que nos desalientan, siendo uno de los principales
    carecer de metas u objetivos claros.

    Cuando pregunta a Matilde y Teresa qué piensan
    hacer con sus ahorros, ellas responden que quieren "comprar
    muñecas y otros juguetes", en tanto que, interrogado sobre
    el destino que les diera anteriormente, José comenta que
    la última vez ahorró para una bicicleta durante dos
    años, habiendo comprado una de segunda mano, porque no le
    alcanzó para más. Susana les explica que eso es lo
    habitual, pero al carecer de consejo y guía, el
    hábito se pierde.

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    Entonces vuelca la atención a don Pedro y
    doña María, y estos, consultados sobre el destino
    que le dieron a sus ahorros los pasados 6 meses, responden que
    fue sólo para pagar deudas, que incluso hace más de
    un año no pueden ahorrar para la compra de un bien
    específico, y que el último ahorro fuerte que
    tuvieron fue para pagar la entrada del carro. Interrogados sobre
    los montos proyectados para ahorrar los siguientes meses,
    responden bajando la mirada.

    Entonces, Susana pasa a otro punto, a fin de tener
    más clara la película, pidiendo a todos que
    indiquen los ingresos y gastos regulares, así como todos
    aquellos gastos extraordinarios que tuvieron durante los pasados
    meses. Después de elaborar una lista minuciosa, agrupa los
    ingresos y gastos en las siguientes categorías:

    Ingresos

    $

    Observaciones

    Ingresos esposo

    480

    Empleado público

    Ingresos esposa

    600

    Comerciante

    Total

    1.080

     

    Hace notar que muchas familias en la actualidad, incluso
    de 5 o más miembros, viven apenas con la tercera parte de
    esos ingresos, y aunque no generan un monto considerable de
    ahorro, tampoco viven con el temor de la deuda, por lo que,
    explica, la clave está en administrar mejor los gastos.
    Entonces, les presenta el resumen de la estructura de sus gastos
    mensuales:

    Gastos

    $

    Observaciones

    Alimentación

    120

     

    Arriendo vivienda y
    local

    300

    Incluye alícuota

    Pensiones 3 hijos

    150

     

    Otros,
    educación

    55

    Incluye uniformes, material escolar,
    etc.

    Tarjetas de
    crédito

    200

     

    Diversión, viajes,
    paseo

    50

    Incluye salidas al cine, parques de
    diversiones.

    Vestimenta

    50

    Incluye zapatos, ropa interior,
    etc.

    Cuota auto

    200

    Deuda pendiente, $ 9.000

    Mantenimiento
    vehículo

    100

     

    Servicios (agua, luz,
    teléfono)

    35

     

    Libros familiares

    2

    No incluye libros de colegio,
    escuela

    Salud

    10

    Incluye medicamentos, remedios
    caseros.

    Higiene y belleza

    30

     

    Licor, cigarrillos

    20

     

    Total

    1.322

     

     

     

     

    Balance mensual (ingresos menos
    egresos)

    -242

    Déficit

    Algo que llama la atención de Susana son los
    montos bajos destinados a alimentación, libros y salud, en
    tanto que los rubros relativos al vehículo, la ropa y
    sobre todo la educación, son bastante altos, por lo que
    sugiere desglosar todos los gastos para un mejor análisis.
    La impresión de Susana es que además de tener
    problemas financieros, los Pérez podrían tener a
    largo plazo serios problemas de salud, déficit nutricional
    y algún tipo de debilidad en huesos o músculos, por
    lo que sugiere evaluar detenidamente los rubros antes
    señalados, resultando el siguiente desglose:

    Ítem

    $

    Alimentación

    120

    Arroz

    10

    Pastas

    10

    Pan

    25

    Legumbres

    30

    Carnes

    25

    Huevos

    5

    Lácteos

    5

    Azúcar

    10

    Les explica que el ahorro, a diferencia de lo que dicen
    los fríos conceptos académicos, implica muchas
    veces incrementar los gastos en algunos rubros. Me alegra
    comprobar, aclara, que ustedes no tienen hábitos
    peligrosos, al menos no la mayoría, de consumir, por
    ejemplo, tabaco o licor en grandes cantidades. Aunque los
    consumen, es un gasto que se puede controlar, pero no se centren
    sólo en el gasto, observen también la salud,
    señala.

    Sugiere incrementos moderados en los siguientes meses en
    todos los ítems de alimentación, y añadir
    cereales a la dieta de la familia, especialmente avena, de forma
    que los niños crezcan sanos. El primer mes, reflexiona,
    podrían subir los gastos en 10%, es decir, llegar hasta
    $132, y así podrían mantenerlo por dos o tres
    meses, hasta que puedan incrementar algo más. Alimentarse
    bien no es una opción, concluye. Como siguiente punto,
    analiza el tema de la vivienda:

    Arriendo

    300

    Vivienda

    200

    Local

    100

    Considerando que de momento no tienen los ahorros
    suficientes para aplicar a un crédito hipotecario, sugiere
    ligar el ahorro en la vivienda con el siguiente
    ítem:

    Pensiones 3 hijos

    150

    1 colegio

    60

    2 escuela

    90

    Les hace notar que $150 mensuales en pensiones es un
    gasto excesivo, sobre todo considerando que el colegio y la
    escuela a los que estos asisten tampoco son de un prestigio alto.
    Les sugiere conversar con los hijos, explicando la
    situación, que al menos durante los siguientes 3
    años deberán ingresar a una entidad educativa
    pública, lo cual, al menos, reduciría los gastos
    educativos sensiblemente, pues se ahorrarían $ 1.800 el
    primer año. Tomando en cuenta que sólo faltaban un
    mes y medio de clases, los hijos, con la explicación que
    les dan Susana y sus padres, aceptan el cambio a otras unidades
    educativas, a la vez que los padres se comprometen a buscar una
    vivienda cercana al establecimiento, de forma que puedan evitarse
    los costos de transporte. Después de hacer un par de
    llamadas, logran contactarse con un amigo de la familia, director
    de una institución educativa pública, quien les
    facilitaría la inscripción para el siguiente
    período escolar. Ese día, casualmente,
    tenían un ejemplar del periódico, y respondiendo
    algunos anuncios, se enteran que por el sector de la unidad
    educativa a la que ingresarían sus hijos, hay casas y
    departamentos por $ 120 de arriendo, casi la mitad. Aunque no
    concretan nada ese día, ya tienen una noción de
    cuánto podrían ahorrar en los siguientes meses,
    cambiándose de casa y de establecimiento educativo.
    Pasados 15 días, encuentran una casa independiente por
    $250, y que además tiene un local comercial en la parte
    frontal, donde podrían instalar la tienda de alimentos
    para mascotas. Con ambos movimientos, logran una diferencia
    positiva de $50 en el arriendo y $ 150 en las
    pensiones.

    En cuanto a los demás gastos educativos, sugiere
    que se mantenga la proyección inicial, pues habría
    pocas variantes de un colegio a otro:   

    Otros,
    educación

    55

    Material educativo

    30

    Uniformes

    15

    Agasajos, excursiones,
    otros

    10

    Respecto a las tarjetas de crédito, considera que
    podría mantenerse dichos pagos, pero controlando las
    futuras compras con tarjeta, y reduciéndolas a lo
    mínimo, manteniéndolas sólo para gastos
    imprevistos que se presenten (emergencias en salud y
    otros):

    Tarjetas de
    crédito

    200

    Mastercard

    120

    Cuota fácil

    80

     Sobre la diversión, viajes y
    paseo, tienen los siguientes gastos:

    Diversión, viajes,
    paseo

    50

    Cine

    15

    Viajes

    20

    Paseos

    10

    Fiestas

    5

    Susana sugiere reducirlos durante el siguiente
    año a la mitad, pues considera que $600 al año para
    una familia de las características que tienen los
    Pérez, es un despilfarro.

    En cuanto a la vestimenta, le llama la atención
    que gasten más en los hijos que en los padres:

    Vestimenta

    50

    Padres

    10

    Hijos

    40

    Sugiere que no se reduzca el monto total anual de
    gastos, pero sí que se plantee algo mejor estructurado.
    Les hace notar que los padres no son menos importantes que los
    hijos, y que buscando opciones más razonables en el
    mercado, todos pueden vestir muy bien con $120 al año, es
    decir, correspondiéndole a cada uno $10 al mes. Lo mismo
    sucede con la cuota del auto, que aunque en la tabla de
    amortización tienen cuotas de $198, conviene más
    avanzar con esos $2 adicionales por mes, y que más
    adelante les resultará en un positivo antecedente,
    omitiendo las notificaciones que recibieron, y que tanto
    sufrimiento les ocasionó. Incluso, sugiere que cuando
    vengan tiempos mejores, y éstos siempre llegan, cancelen
    una o dos veces por año cuotas dobles.

    Cuota auto

    200

    Además, observa que al haber elegido la casa
    cerca del establecimiento educativo, y que cerca pasan diversas
    líneas de buses y busetas, tendrían un saldo
    positivo gradual en el mantenimiento en taller y combustible, que
    es:

    Mantenimiento

    100

    Taller

    60

    Combustible

    40

    Podría reducirse los costos al menos en un 40%,
    especialmente el combustible, pero el taller, aunque no reduzca
    los costos, al volverse más esporádico,
    tendería a bajar el gasto en promedio mensual, al menos en
    otro 40%. En cuanto a los servicios, observa que los gastos
    totales son razonables:

    Servicios (agua, luz,
    teléfono)

    35

    Luz

    15

    Agua

    10

    Teléfonos

    10

    Pero, como una contribución a la
    protección del ambiente, podrían reducirse los
    consumos de agua y luz, sobre todo, estando menos tiempo en la
    ducha, lavando los platos en algún recipiente, sin dejar
    abierta innecesariamente la llave, apagando las luces en los
    ambientes que no la necesiten, desconectando durante el
    día los aparatos de control remoto o el microondas durante
    la noche, etc. El ahorro en el mejor de los casos sería de
    $5. No sería significativo, aclara, pero al sumarse meses
    se suman centavos, y eso a la larga influye.

    En cuanto a los libros, observa que el costo es
    realmente ínfimo:

    Libros familiares

    2

    Sugiere llegar por lo menos a $10, y que las lecturas
    sean compartidas entre todos, como una forma de mantener la
    educación continua. Recomienda, además, una lectura
    variada, pero con especial atención a los temas reflexivos
    en cuestión de valores morales, estrategias comerciales y
    educación financiera en general.

    Otro tanto sucede con la salud:

    Salud

    10

    Susana considera que este monto no es real, o al menos
    podría implicar otros gastos no previstos, por lo que
    sugiere duplicar este gasto durante el primer año, y
    de no utilizarlo, incrementar el ahorro principal, que hasta este
    momento, después de 6 meses de aplicar las nuevas
    estructuras de gastos, debería aparecer como valor
    positivo.

    Monografias.com

    En relación a los gastos en higiene y belleza,
    pregunta a doña María cuántas veces al
    día o la semana se perfuman todos, y reconoce que eso
    sucede pocas veces. Si bien el jabón y el
    dentífrico son esenciales no sólo para la higiene,
    sino también para la salud, indica Susana, muchos gastos
    que tenemos en artículos de belleza son por mero antojo, y
    se puede prescindir de ellos. Les aclara que los desodorantes y
    perfumes son necesarios, pero en la medida en que no se los
    utiliza, se convierten en un gasto del que se puede
    prescindir.

    Higiene y belleza

    30

    Por tanto, con una reducción del 50% en este
    gasto, se avanzaría bastante en un año o
    dos.

    Por último, en relación al licor y
    cigarrillos, si bien don Pedro no es un gran consumidor, se las
    ingenia para gastar alrededor de $240 al año. No estoy en
    contra de esos hábitos, aclara Susana, pero en la medida
    en que afectan a la familia y se constituyen en un ejemplo nocivo
    para los hijos, sugiero el uso más moderado posible,
    finaliza Susana.

    Licor, cigarrillos

    20

    Con todos los cambios anteriormente planteados, la nueva
    estructura de gastos resulta ser:

    Ítem

    $

    Alimentación

    132

    Arriendo

    250

    Pensiones 3 hijos

    0

    Otros, educación

    55

    Tarjetas de crédito

    200

    Diversión, viajes,
    paseo

    25

    Vestimenta

    50

    Cuota auto

    200

    Mantenimiento

    60

    Servicios (agua, luz,
    teléfono)

    30

    Libros familiares

    10

    Salud

    20

    Higiene y belleza

    15

    Licor, cigarrillos

    5

    Total

    1.052

    Restando estos gastos regulares mensuales del total
    ganado en promedio por ambos esposos al mes ($.1322)
    quedaría un remanente de $ 28, es decir, apenas el 2,59%,
    pero por primera vez en mucho tiempo ya tendrían un saldo
    positivo que guardar en lugar de un déficit que los
    alarme.

    El ahorro es la base para mejorar la economía
    doméstica. No basta con tener grandes ingresos, si no se
    genera un margen de ahorro se estará despilfarrando dinero
    que no se tiene, pues lo habitual al mejorar el estatus
    económico de la familia es mejorar la imagen de los
    miembros, comprando vehículos lujosos o semilujosos, con
    viajes que sólo pueden financiarse a través de
    tarjetas de crédito, o incluso comprar una nueva casa, 3
    ó 4 veces más grande y 10 ó 20 veces
    más costosa que el humilde primer hogar, sólo como
    un signo de mejor vida, es decir, un símbolo carente de
    contenido real.

    Cuando se tiene la oportunidad de subir un
    peldaño o acceder a un puesto mejor remunerado, lo
    prudente es no dejarse ganar por la emoción, mantener los
    pies en la tierra y ver de qué manera se pueden manejar
    los nuevos ingresos.

    La palabra clave para el ahorro es el gasto, por lo que
    veremos con algo más de detenimiento este vocablo.
    Así, tenemos que para Manuel Ossorio, gasto es:

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    Este concepto es parco, no aporta sustancialmente a la
    explicación, pero permite ver que se trata del desembolso
    o cancelación con dinero efectivo, debitando de la cuenta
    de ahorros mediante tarjeta, o adquiriendo mediante
    crédito bancario cualquier bien mueble o inmueble, el pago
    por los servicios recibidos (una peluquería, un
    restaurante), o lo que demande la protección de bienes y
    valores (seguros, etc.). En un esquema ilustrativo, es toda
    deducción del dinero que puede tener una persona en
    efectivo o en su cuenta de ahorros, principalmente.

    Como ejemplo, tenemos a Pedro Pérez, que al tener
    $100 en efectivo más $100 en su cuenta de ahorros, acude a
    un centro comercial para hacer algunas compras,
    teniendo:

     

    Valor

    Saldo

    Monto inicial

     

    200

    Camisas

    34

    166

    Pantalones

    25

    141

    Herramientas

    32

    109

    Regalos para la
    familia

    71

    38

    Independientemente de su forma de pago, Pedro
    Pérez gasta en total $ 162. Nótese que en el cuadro
    anterior, después de cada compra (columna izquierda),
    Pérez tiene un valor residual (columna derecha). Entonces,
    vemos que puede parar después de cada pago, pero elige
    seguir con las compras. Al final, le queda un valor residual de
    $38. Según la revisión conceptual, este valor se
    convertiría en el ahorro, ya que es el valor que queda
    después de efectuar todos los gastos que una persona o
    familia efectúa en un período determinado. Elegimos
    el período de 30 días por ser el más
    didáctico en las explicaciones, pero cada familia puede
    evaluar sus gastos a lo largo de una quincena, un semestre o
    incluso un año. Sin embargo, el período
    recomendable para tales evaluaciones es el mes, es decir, un
    lapso de 30 ó 31 días.

    Empero, un enfoque diferente nos enseña que el
    ahorro debería estar al inicio, y no al final, de cada
    período de análisis. Así, al tener una
    familia que percibe en total $1.080, lo recomendable sería
    que esta familia comience separando un porcentaje mínimo
    mensual.

    Lo ideal sería el 10%, pero dependiendo de las
    circunstancias de cada familia, este porcentaje puede variar
    entre 2,5 y el 25 e incluso el 30%, y ojo, no depende del monto
    de ingreso familiar, sino de las deudas que vengan arrastrando.
    En todo caso, lo recomendable sería, para aquellas
    familias con una deuda alta, iniciar con 2,5%, pero con la
    perspectiva de incrementar gradualmente ese porcentaje.
    Además, debe distinguirse el ahorro propiamente dicho de
    la reserva para casos de emergencia. Algo inquietante es que
    muchas familias tienen el concepto de "ahorrar para los tiempos
    malos", lo que equivale a ahorrar para emergencias, o mejor
    dicho, separar dinero para la catástrofe inevitable,
    aunque previsible. Lo conveniente, en realidad, es fomentar el
    ahorro con un propósito claro y además caro, es
    decir, no ahorrar para comprarse una aspirina o un par de medias,
    sino para aspiraciones más elevadas, como la compra de una
    casa, de un vehículo o para la inversión en un
    negocio propio. La familia Pérez tiene un negocio propio,
    pero sus circunstancias impiden que dicho negocio se expanda,
    incluso que asegure su continuidad.

    Habíamos comentado que el ser humano es
    ahorrativo por naturaleza, pero en algún momento de
    nuestras vidas perdemos el norte o el interés por hacerlo.
    Pero, siempre es mejor contar con el respaldo de un ahorro que no
    tener ninguno. Entonces, a medida que nuestra situación va
    mejorando, podemos separar montos mayores, pero no de lo que
    sobre o quede, sino indefectiblemente con el monto de
    partida.

    Si la visión de la familia Pérez cambiara,
    de los $1.080 que logran ambos esposos, deberían separar
    mensualmente $108. Para que este ahorro tenga sentido, necesitan
    darle un objetivo, un propósito. Así,
    podrían ponerse la meta de comprar una casa en 5
    años. En caso de no fallarles nada, esos $108 por 60 meses
    (5 años) se transformarían en $ 6.480. Desde luego,
    es sólo la visión inicial. En el trayecto,
    entusiasmados con la idea, y con la madurez suficiente para
    perseverar, podrían incrementar esos montos con ingresos
    adicionales o recortando los gastos innecesarios.

    2. ¿Cómo distinguir los
    gastos necesarios de los innecesarios?

    Gastos necesarios son todos aquellos que no se pueden
    evitar, o que al evitarlos generaríamos una
    complicación que nadie quiere. Así, por ejemplo,
    pagar el arriendo o la cuota del auto, son gastos necesarios para
    los Pérez. Comprar una moto nueva no lo es. Entonces, para
    identificar un gasto necesario debemos separar las necesidades de
    los deseos. Para ello, basta preguntarse cada vez que vaya a
    hacer una compra o reciba una oferta irresistible:
    "¿realmente necesito esto?" Es la pregunta más
    sabia que uno puede hacerse, y si la respuesta es "no", mejor
    deje a un lado la oferta sin hacer más preguntas al
    vendedor. En el grupo de necesidades humanas básicas
    tenemos: alimentación, vestimenta, vivienda, salud,
    educación, comunicación y entretenimiento. Sin
    embargo, muchas de las necesidades esenciales pueden convertirse
    en banales caprichos cuando, por ejemplo, compramos 2 docenas de
    camisas teniendo 3 docenas en el ropero.

    Muchas veces somos incapaces de resistir ante lo bonito
    de un artículo o la supuesta oferta que nos exponen los
    experimentados y ávidos vendedores en los diferentes
    locales comerciales a los que nos asomamos, pero si la pregunta
    "¿realmente necesito esto?" la formulamos después
    de haber pagado el artículo en cuestión, no
    estaremos demostrando mucha inteligencia. Analizando las compras
    que hizo el Sr. Pérez en el centro comercial, vemos que al
    menos los regalos para la familia, salvo que fueran
    vísperas de navidad, representarían un gasto
    innecesario. Incluso convendría verificar qué
    herramientas compró. Es probable que habiendo olvidado que
    tiene un juego completo de llaves de mecánica, ahora tenga
    además media docena de llaves repetidas, sólo
    porque le pareció que eran unas herramientas
    útiles, en vez de llamar a casa y preguntar si
    tenían tales y cuales llaves.

    Por ello, es importante salir de compras con una lista
    pre establecida, y en lo posible limitarse a dicha lista. Desde
    luego, pueden aparecer mercancías imprevistas, pero eso
    será la excepción y no la regla, y ante cualquier
    duda, es mejor postergar la compra a llevarse un fiasco al volver
    a casa.

    De modo particular, servirá renovar los
    utensilios domésticos periódicamente (1 a 5
    años), pero sólo se reemplazarán aquellos
    que estén evidentemente deteriorados, no aquellos que
    quedaron inutilizados por falta de un tornillo o algo así.
    Entonces, la revisión periódica de muebles,
    electrodomésticos, utensilios domésticos,
    ayudará a identificar aquellos que pueden componerse y los
    que necesitan ser reemplazados. Ahorrar también pasa por
    ello, pero sin dejar de gastar en lo necesario, sin que la
    avaricia se convierta en un patrón de vida.

    3. El presupuesto: anticipación con
    conocimiento

    Pasados seis meses desde la consulta inicial con Susana,
    la economía de la familia Pérez se ve positivamente
    cambiada. Los hábitos de compra de los padres, así
    como las continuas solicitudes por el mayor de los hijos, e
    incluso los antojos de todos, resultan más moderados en
    comparación a lo que fueran antes. Aunque resultó
    duro al principio, los padres aprendieron a decir "no" a muchos
    de los pedidos de los hijos, pero también se hicieron
    frecuentes las reuniones para evaluar las necesidades de todos,
    haciendo a un lado, y en ocasiones postergando definitivamente,
    cualquier antojo que tuvieran. En más de una
    ocasión, la pregunta "¿realmente necesito esto?"
    ayudó a evitar compras innecesarias.

    Como segunda fase de su proceso de recuperación
    económica, y resultante de las listas que elaboraron con
    Susana, los Pérez aprendieron a elaborar un presupuesto
    familiar. Sin una guía sostenida más allá de
    los tip"s indicados por Susana, pero con mucho entusiasmo en la
    perspectiva de lograr su recuperación económica,
    doña María volvió a las compras con un nuevo
    enfoque, habiendo descubierto que muchas de las marcas adquiridas
    anteriormente en artículos de uso cotidiano como el papel
    higiénico, jabón, champú, dentífrico,
    alimentos en general, tenían competidores de igual o mejor
    calidad y a precios más razonables. Prescindieron de
    varios gastos a los que estaban acostumbrados, como las bebidas
    gaseosas, cerveza, ciertas marcas de ropa, y descubrieron que en
    algunos mercados populares podían encontrar ropa de
    calidad aceptable a precios más bajos, comprando en
    cantidad. Redujeron el consumo de las tarjetas de crédito,
    pero sin cerrarlas, conscientes de que los problemas no se
    originaban en las tarjetas, sino en el uso irresponsable que a
    veces les daban.

    Partes: 1, 2

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