¿Cómo la sociedad contemporánea
responde al legado de la globalización? –
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¿Cómo la sociedad
contemporánea responde al legado de la
globalización?
La historia cultural de occidente en la época
contemporánea, es un verdadero laboratorio
antropológico y social. Los cambios radicales y poco
graduales dejaron entrever sucesos únicos. Éstos
marcaron de forma decisiva los fenómenos actuales en todo
el mundo, incluyendo Asia y Oceanía.
En este ensayo se tratará la interacción
de Asia, específicamente China en occidente y sus
repercusiones tanto políticas, económicas,
militares y sociales. También se ligará con nuestro
contexto nacional, puntualmente en el tema de la
inmigración y sus efectos en nuestro
país.
¿Las inmigraciones de mediado del siglo XIX en
Chile y el resto de Sudamérica fueron resultado de los
primeros atisbos de la globalización?
Para entender si es efecto o no de la
globalización o su versión primigenia, hay que
considerar el análisis de varios factores:
económico, cultural, social y momento
histórico.
"(…) El empresario turístico Hexing
Wang y presidente de la Asociación Gremial de Empresarios
Chinos, describe el perfil de sus compatriotas que han llegado al
país, especialmente tras la aplicación del tratado
comercial: la mayoría son hombres, que después
traen a sus esposas. Tienen entre 20 y 40 años y provienen
de las provincias del sur de su país. Su escolaridad
mínima es de cuarto medio, en el caso de quienes llegan a
montar pequeñas empresas de importación y
exportación, y una formación universitaria, en el
caso de los inversionistas en minería, celulosa y vinos,
entre otros (…)".[1]
Economía. Como ya se mencionó, este
ensayo se enfoca en China y su relación con
Latinoamérica, específicamente Chile. China
había estado incursionando en varios tipos de sistemas
económicos, para poder integrarse en los mercados de la
zona oriental. Se puede creer que con la llegada de Mao, el
dictador chino, la economía se cerraría como lo
hizo Rusia con las políticas económicas de Stalin,
inspiradas en un anticapitalismo y pro centralismo y
autogestión. El solo hecho de que China mantuviese a Hong
Kong como una joya comercial, con integración de empresas
capitalistas y prácticas de las mismas como deportes,
música, tecnología, etc. Significó que China
mostrará al mundo una intención de mantenerse
conectada. Principio fundamental de la globalización
–aunque en el caso chino, la globalización es
parcializada y semipermeable, debido al alto control de Estado
sobre materias de comunicación de redes desde el uso d
encomiendas y cartas en los años 20, o el control total
sobre las plataformas de internet al día de
hoy-.
En épocas más tempranas, se dedicaron
exclusivamente al mercantilismo de productos manufacturados,
principalmente textiles y de especias. En el contexto americano,
tuvieron nexos comerciales primeramente con México,
Panamá, Cuba –bajo dominio de España-, y
Perú. La situación con Chile fue excepcional, tema
tratado más adelante en este mismo ensayo.
Cultura. El proceso de adaptación de
culturas con los inmigrantes en Chile no ha llegado muy lejos.
Desde la integración de las primeras colonias completas a
Chile pasando por la Guerra del Pacífico, siempre se ha
mantenido una heterogenia en este aspecto. Las influencias
nacionales sobre las tradiciones y costumbres de los inmigrantes
no han sido inquisitivas. En el caso particular de los chinos,
siguen manteniendo sus tradiciones religiosas y familiares.
Nuestras culturas no nos muestran mayor interés la una
respecto de la otra, generando una simbiosis pasiva, manteniendo
un estado de bien estar social y cultural, es decir sin
enemistarnos como sociedad chilena contra el pueblo
chino
En otros casos como en la colonia Croata, presente desde
hace muchos decenios en nuestro país, quienes arribaron en
un plan de colonización de tierras australes. Cometieron
graves hechos contra la humanidad por su cultura, asesinaron y
extinguieron todo un pueblo indígena llamado Selknam u
Onas. El gobierno de la época, poco hizo por los problemas
de comunicación que había y la ignorancia y hasta
inocencia sobre el tema.
Social. Las colonias de inmigrantes en Chile
comparten el mismo fenómeno de otros lados del mundo:
Sectorización étnica. Éste promueve una
concentración de sujetos del mismo origen en una
localización determinada. Los chinos se concentraron en un
principio en Antofagasta, generando pequeñas industrias.
También fueron los precursores de los primeros atisbos de
"narcotráfico" a inicios del siglo XX con la venta de opio
y fumaderos clandestinos. Labor compartida con árabes
quienes tenían la misma afición e igualmente
concentrados en la zona norte del país.
Una de las mayores colonias en Chile es (o fue) la
croata y haremos un alto en la línea de éste ensayo
para analizar brevemente a la colonia más numerosa que ha
tenido Chile.
Su grupo social cargado de una cultura desplaciente e
ignorante por culpa de la Gran Guerra, motivados por ambiciones
materiales, acabaron con la vida de cientos de Selknam en tierra
del Fuego, práctica avalada por el gobierno
eugenésico de la época y el gobierno regional de
Manuel Señoret.
"Ya anteriormente los mineros los habían
maltratado sin piedad –los croatas que se mencionaron-,
arrebatándoles sus mujeres e hijos. Las mismas caravanas
que con propósitos meramente científicos han
cruzado la isla, han hostilizado a los naturales, de manera que
la tradición de estas cruentas luchas en el pasado i los
choques frecuentes en el día con los ganaderos que
defienden sus majadas, a bala en ocasiones, contribuye a mantener
entre indíjenas u blancos una desconfianza mútua
que acarrea sucesos sangrientos". [2](Se ha
mantenido la gramática del castellano antiguo,
transcripción literal del texto)
Probablemente impregnados con las ideas del imperio
Austro-Húngaro que empezaba a desaparecer, escapando
muchos a Chile. Esto es negado en la misma fuente oficial de los
croatas en Chile "(…) Los primeros croatas llegados a
Chile -a comienzos del siglo XIX-, eran marineros de la costa
dálmata y se asentaron en la naciente zona
magallánica, trabajando en las estancias; buscando oro,
construyendo barcos y abriendo los primeros astilleros
regionales. Se enrolaron en la Armada o iniciaron los primeros
negocios de transporte marítimo entre las ciudades de la
región y el país."[3] Por otra
parte los hechos históricos confirman que las intenciones
no eran tan buenas como su misma sociedad y cultura pretenden
hacer ver. Junto con los croatas llego Julio Popper conocido como
el asesino de Onas o "genocida de Selknam".
Volviendo con las colonias chinas, estas aparejan un
sistema muy distinto a los croatas (en otra escala). Consideran
que mientras menos interactúen y obstruyan a sus vecinos,
mejor para ellos –enseñanzas confucionistas, que el
comunismo de Mao no pudo erradicar del inconsciente colectivo-.
Incluso en temas tan simples como el comercio a baja escala no
caen en prácticas predatorias de mercados (pudiendo
hacerlo), o competencias. Su interés económico
incluso es altruista y egoísta consigo mismo –a
nuestros ojos- por su abnegada entrega al trabajo. Bien podemos
observar esto con la incipiente industria gastronómica
asiática en Antofagasta. El comercio nunca rechazo el
sistema chileno y a la vez ellos pudieron subsistir.
En el momento histórico, los chinos como
ya se mencionó tuvieron y tienen un papel preponderante en
Chile y el resto de Latinoamérica.
En un ordenamiento cronológico y
geográfico; los primeros chinos o "culíes" del
inglés coolie, arribaron en suelo americano a
principios del siglo XVII. Según el censo del
Marqués de Montesclaros, en 1613 había 38 chinos en
la ciudad de Lima, cómo ya se ha dicho realizando
prácticas artesanales o de producción a baja
escala.
Los tratos vejatorios contra el pueblo chino comenzaron
a partir de otros esclavos o personas pertenecientes a otras
etnias –para motivos de este ensayo el término
"raza" quedará excluido, ajustando la terminología
etnia a un alcance más general que literal. El motivo es
adaptar el lenguaje a las nuevas convenciones
antropológicas donde se considera la no existencia de las
razas-.
"Ellos debieron de arribar al Perú a
través de Acapulco, de donde se embarcaba la
mercadería china con destino al Callao. Estando en el
Perú, fueron tratados mal por la competencia de mestizos y
negros libres, quienes los consideraban una de "castas
inferiores". Esto demuestra una temprana discriminación y
una animosidad del pueblo peruano contra los chinos, sobre todo
por parte de la clase baja."[4]
En este mismo texto citado, se hace mención a dos
intervenciones de chinos en la prensa -protoperiodismo- entre
1649 y 1652, donde obviamente era en ataque a los chinos y su
laterización.
Con el colonialismo, el padre de un prócer de
nuestra patria, don Ambrosio O"Higgins, también
aportaría en el tema chino en américa. Su proyecto
era poblar ciertos sectores peruanos con mano de obra china. La
experiencia en Filipinas –sobre el intercambio de sedas y
su experticia mercantil, que bien sabían de ello los
mexicanos-, pensaba crear algo parecido en Perú. La
locación geográfica demandaba tener un puerto de
alto tráfico para incentivar la economía en la
región, la única forma sería industrializar
en menor escala las cosas peruanas y agregar un valor extra
–y de paso un interés-.
"(…) convencido de que en Manila
–capital de Filipinas hasta la fecha-, por ejemplo, a
través de contratos razonables, podría obtener un
crecido número de trabajadores libres cuyo rendimiento
sería más beneficioso que el de los
esclavos"[5]
A mediados del siglo XIX los chinos en Perú
ascendían a 100.000 aproximadamente[6]Luego
de varios procesos reformistas, iniciaron una campaña
económica donde necesitarían más mano de
obra, así nació la "Ley China". Ésta
autorizaba a contrabandear –ellos le decían traer
inmigrantes- personas chinas al mando de Domingo Elías
junto con Juan Rodríguez.
"Muchos de los culíes llevados al Perú
fueron secuestrados o engañados tal como sus
coterráneos transportados a Cuba. Fueron encerrados
primero en barracones y luego hacinados en barcos, casi todos con
sobrecarga, con rumbo al Perú. Pasaron en promedio 120
días en tales "infiernos flotantes", en los cuales
acaecieron tratos crueles, intimidaciones y, por supuesto,
motines. Unos 90.000 sobrevivientes llegaron al Callao, casi
todos medio muertos"[7]
En la construcción del canal de Panamá la
situación no fue distinta, siendo México el
único país que respetó en algo a los
ciudadanos chinos junto con Chile durante y post Guerra del
Pacífico. Tema que trataremos en el contexto
histórico nacional.
A partir de esta época –s.XIX-,
comenzaremos a tratar exclusivamente la situación con
Chile.
Chile
Chile ha sido epicentro de grandes migraciones a lo
largo de su historia. Los primeros inmigrantes desde los primeros
atisbos de independización de la corona española,
eran los mismos españoles. Posterior a eso con el proceso
conformación nacional, un pequeño número de
personas de distintas nacionalidades americanas comenzaron a
llegar. La mayoría eran intelectuales, catedráticos
y artistas, que vieron en Chile una lanzadera de la cual escribir
o basar sus trabajos bajo el alero de Bello y Portales con sus
reformas, tratando de ser partícipes de ello por fama y
gloria personal.
Ya conformado el Estado en Chile, las migraciones se
centraron en los minerales de plata y los centros urbanos
más importantes, atrayendo una miscelánea de
nacionalidades, pero todo en bajo número. En casos como el
de Perú donde la esclavitud encubierta no fue abolida sino
hasta el gobierno de Lynch posterior a la guerra del Pacifico,
las inmigraciones eran forzadas mediante engaños, como
ocurrió con los chinos de Cerro Azul, donde eran
traídos en cargueros con promesas falsas de trabajo y una
vez llegados a Perú eran obligados a trabajar en las
guaneras.
En los periodos mencionados que van desde fines del
siglo XVIII a fines del siglo XIX, las migraciones no fueron
sustanciales desde el punto demográfico. La
situación geográfica del país
contribuía a que las personas que deseaban emigrar a otros
países vieran poco atractivo el nuestro.
"Todo comenzó cuando un grupo de operarios
trabajaba en los alrededores de Quillagua, instalando torres de
alta tensión. (…)
Mayor fue el asombro de los investigadores con el
paso del tiempo, al determinar que no se trataba de un solo
entierro, sino de dos, situados a unos tres metros uno del otro,
(…)
Uno, contenía varios cuerpos que
posteriormente fueron fechados por los arqueólogos en el
periodo formativo tardío, hacia el 230 d.C.
(…)
Pero había un cuerpo que no
correspondía a este entierro masivo, fácilmente
identificable por sus rasgos físicos y su data de muerte
mucho más reciente: los años anteriores a la Guerra
del Pacífico de 1879.
Se trataba de un culí, nombre con el que se
denominaba a los chinos traídos mediante engaños a
Sudamérica y sometidos a la esclavitud en los territorios
peruanos y bolivianos, entre otros.(…)
Los culíes trabajaron principalmente en las
guaneras de la costa peruana y de las actuales regiones de
Tarapacá y Antofagasta, así como en tareas
agrícolas y mineras en los mismos territorios, hasta
Mejillones por el sur.
Ayuda a las tropas
El avance de las tropas chilenas por el desierto en
la Guerra del Pacífico trajo la libertad a los chinos, que
acompañaron a los soldados hasta Lima. Surgió
incluso un líder de la libertad culí:
Quintín Quintana, que tomó ese nombre. Especie de
"Espartaco" oriental, entusiasmó a sus connacionales, y
miles de chinos -hombres y mujeres- se enrolaron como auxiliares
de las tropas, facilitando el avance chileno.
Actuaron de zapadores, derribando las tapias para el
paso de la caballería. También transportaron las
municiones y armas, además de servir de enfermeros,
salvando a los heridos chilenos, y muchos empuñaron las
armas."[8]
Con el desarrollo de la Guerra del Pacífico y la
liberación de los chinos esclavizados por el Perú,
ocurrió una situación interesante. Los chinos al
mando de Leo Tan Sin Chin, se subyugaron voluntariamente a las
órdenes del general Lynch en la campaña de Lima.
Fueron conocidos como "Batallón vulcano" o
"Batallón Asia". Fueron los primeros en tomar Lima, con
una ferocidad que muchos datos fueron obviados de las
bitácoras de los comandantes chilenos, de conocidos
cronistas como el Teniente Cruz de la campaña de
Tarapacá, en ninguna parte hizo alusión a un
batallón asiático. Esto sería nuestro primer
acercamiento a la cultura oriental. La incorporación de
los chinos en los que hacer del Ejercito Nacional, no dejó
indiferentes a los generales de la plana mayor. Educaron y
promovieron a la inmigración de chinos, dieron tierras y
documentos.
Preferentemente se asentaron en los nuevos territorios
anexados por Chile después de la Guerra del
Pacífico, donde empezaron a crear pequeños puestos
de trabajo y a ocupar otros de connacionales. Gracias al
monopolio del opio que Japón mantenía sobre la zona
del Rio Amarillo en China, para financiar su invasión al
mismo territorio, muchos chinos escaparon a Hong Kong que se
mantenía bajo dominio británico. Las relaciones
entre Inglaterra y Chile estaban en su máximo nivel por
sus inversiones en las salitreras chilenas, ganas en pleno poder
después de la guerra. Ésta situación
facilitó que chinos con una situación
económica mayor a los que habían llegados como
esclavo, ingresaran al país a la zona norte.
Es importante recalcar que durante éste periodo,
China estaba bajo la dinastía Ching. La mala
administración de su última emperatriz antes de la
llegada del comunismo, motivó una serie de flujos
migratorios de chinos por todo el mundo. La principal lanzadera
mercantil china con nuestro continente, era a través de
Filipinas con el intercambio de telas con México, como
táctica de la dinastía como un acto desesperado e
mantener su imperio.
Podemos decir que China ya estaba siendo víctima
– de cierto modo- de la globalización o
protoglobalización. Las rutas comerciales eran abordadas
por más países, y competían directamente con
la India por el mercado de la seda. Sumado a ello, China fue
víctima de invasiones-excursiones repetidas por parte del
imperio japonés diezmando cualquier intento de
estabilización comercial y de conectividad. Esto
también fue uno de los motivos por los cuales muchos
chinos emigraron a la costa pacífica de América,
como lo harán con las reformas comunistas de Mao Tse, y
finalmente con las guerras contra Corea del Sur, Japón y
tensiones diplomáticas con la India bajo dominio
británico.
A lo largo de todo el siglo XX, China comenzó una
escalada de crecimiento acelerado. Sabía que un
país con sus características no podía seguir
al son de lo que dictaban los demás países
capitalistas. Dentro de sus políticas, estaba el fomento a
la migración.
En el año 51, en pleno periodo del presidente
Salvador Allende, en ese entonces Senador de la República,
realizó una comisión chilena de visita a
China[9]donde empezaron a gestarse los primeros
contactos oficiales entre nuestras naciones.
Los principales nexos posteriores a ésta fecha
fueron los siguientes:
15 de diciembre al 30 de diciembre, Salvador Allende
como presidente de Chile entrega las credenciales
diplomáticas al embajador de China en Chile. El 30 de
diciembre el mandatario chino hace lo mismo con la embajada
chilena en Beijín.
Jing Pengfei, ministro de relaciones exteriores de
la época, acuerda relaciones bilaterales de
cooperación e inmigración a Chile con su par
Clodomiro Almeyda.
Durante el periodo militar, las relaciones con China en
vez de detrimentos como se podría pensar, comenzaron a
fortalecerse. Ya habían tomado cierta independencia de la
URSS. Los chinos estaban aplicando un nuevo concepto de
globalización para la época. Autores como Giddens y
Castell trataron algunos años después, y sus ideas
fueron sintetizadas por el profesor Hugo Fazio Vengoa
quién dice:
"Por último, la globalización se
distancia del mercado en la medida en que al construir circuitos
de interdependencia, crea las oportunidades para que los
colectivos sin tener que ajustarse a los parámetros del
mercado, puedan asumir las tendencias globalizantes. Es decir,
una cosa es que el mercado potencie el despliegue de las
tendencias globalizadoras y otra muy diferente es que solo a
través de la desregularización y la
liberalización del mercado, o la creación de una
economía o sociedad de mercado, se pueda asumir y
participar de la
globalización."[10]
China creó su propia tendencia globalizadora con
Chile. Ésta incluía desde la industrial textil y
textil-mecánica hasta el día de hoy donde tenemos
un flujo sostenido de chinos desde inicios de los 90 gracias a
los acuerdos bilaterales hechos por Hernán Cubillos
Sallato, Ministro de Relaciones Exteriores del General Pinochet,
en conversaciones con Deng Xiaoping, viceprimer ministro chino.
Posteriormente el General Mathei de la Fuerza Aérea de
Chile, entablaría acuerdos con sus pares chinos de
índoles menos civiles. Cabe recordar que recaía una
enmienda prohibitiva por parte de los Estados Unidos de
América, pleno periodo de guerra mundial donde las
migraciones estaban en su más álgido
momento.
Con la entrada de los 90, la industrialización de
China comenzó hacerse notar. Productos traídos por
importadores chinos residentes en Chile, comenzaron a rebalsar el
mercado con el clásico "made in China". Ya en el
año 95, el pick fue en la gastronomía en sus tres
variantes: cantonesa, mandarín y tradicional
–reservada solo a chinos, no se vendía a
nacionales-.
En el periodo del ex presidente Alwyn, las relaciones
con China se mantuvieron hegemónicas. Se siguió con
las tradiciones acuñadas por Salvador Allende cuando era
Senador, de ir al gigante asiático y entablar mesas de
conversación bilaterales. Así ocurrió el 13
de noviembre de 1992, donde Alwyn se reunió con su
homólogo Yang Shangkun. Lo especial de ésta visita
es que fue la primera visita de un presidente chileno de frente
al primer mandatario chino.
En el periodo de Frei, se mantuvieron las visitas al
país asiático, logrando importantes acuerdos
comerciales. Con Lagos Escobar y Bachelet Jeria, hubieron
contactos con la R.P.C. de carácter protocolar.
En el actual gobierno de Piñera, hubo un salto
cualitativo y cuantitativo con los orientales. En lo
económico, militar, cultural y social.
Económicamente hablando, nos consolidamos como
nación en ser aliados estratégicos de China de
forma permanente, gracias a las gestiones del staff chileno en el
Expo Shanghái.
"Este año es importante en las relaciones
Chile-China, pues ella se consolidó como nuestro primer
socio comercial, por la aprobación del acuerdo de
servicios, por nuestra participación en la Expo
Shanghái, y sobretodo porque se cumplen 40 años de
relaciones bilaterales ininterrumpidas. Un hecho no menor para
China, en donde el tiempo cuenta. Chile es un país y socio
confiable, creíble, no obstante los cambios
políticos diversos que han habido en nuestro país
en cuatro décadas. Por encima de las coyunturas, es
importante destacar ciertos rasgos comunes entre ambos
países: el espíritu pragmático,
políticas de Estado exteriores estables y permanentes, con
miradas de largo plazo, estricto apego al principio de no
intervención y de solución pacífica de las
controversias. Siendo esto así, nuestros vínculos
con China constituyen un aspecto prioritario en nuestras
relaciones exteriores, ahora tanto como pueden serlo las
vinculaciones con EEUU y con el resto de las potencias del
mundo."[11]
China y Chile son dos naciones muy disimiles
culturalmente hablando. Las prioridades sociales pueden
parecernos muy distintas, también las culturales
dándole a China ventaja en ésta materia, pero en
temas económicos, China siempre ha necesitado de recursos
naturales, debido a su alto crecimiento industrial y extensa
demanda mundial. Chile se sitúa como uno de los mayores
exportadores de cobre del mundo. La alianza comercial entablada
de ello acarreó consigo una entre mezcla cultural y social
con nuestra idiosincrasia, es habitual ver restoranes de comida
china por todos lados, los aceptamos, disfrutamos y necesitamos
en algún modo. Lo mismo ocurre con su comercio interno en
Chile de importadoras y distribuidoras. No hay tienda de
connacionales que haya dependido de ellos alguna vez.
Nuestras culturas y países están ligados
de forma histórica y simbiótica. Incluso quien
escribe es bisnieto de inmigrantes chinos –Jo Chang-. La
globalización ha sido la responsable de ello. Todo el
mercado actual de plataformas de ventas al por mayor y detalle
con China, los Free-Shipping, trader chinese, China Post, etc.,
son cada vez más habituales en nuestras vidas. Pero el
proceso comenzó por algo muy bello que tiene el pueblo
chino, la gratitud con quien les tiende la mano, propio de una
cultura confusionista. Viendo en nuestro país un lugar
donde poder establecerse, sin interferir en los que hacer
nacional y social de forma negativa y fundiéndose con
nuestra historia.
Autor:
Pablo Baeza Contreras
Estudiante de pregrado Periodismo
Universidad Alberto Hurtado
Escuela de Periodismo
Cátedra de Historia Cultural de
Occidente
[1] Poblete, Jorge. (2011). China es el
tercer país con la mayor tasa de inmigración a
Chile de los últimos años. Santiago, Diario La
Tercera, 13 de noviembre.
http://diario.latercera.com/2011/11/13/01/contenido/pais/31-90321-9-china-es-el-tercer-pais-con-la-mayor-tasa-de-inmigracion-a-chile-de-los-ultimos
[2] Señoret, Manuel. (1896) Memoria
del Gobernador de Magallanes “La tierra del fuego i sus
naturales”: Santiago de Chile. Imprenta Nacional, Calle
de la Moneda N. °73. Pág. 24.
[3]
http://www.domovina.cl/inmigrantes.php
[4] Chou, Diego L. (2002). Los chinos en
Hispanoamérica. San José de Costa Rica, Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Pág.
55
[5] Estellé Méndez, Patricio.
(1976). “Epistolario de Don Bernardo O’Higgins con
autoridades y corresponsales ingleses, 1817-1831”.
Santiago de Chile, Historia, U. Católica de Chile.
Pág. 434.
[6] Stewart, Watt. (1976). La servidumbre
china en el Perú. Una historia de los culíes
chinos en el Perú, 1849-1874, Lima, Mosca Azul Editores.
Pág. 28
[7] Chou, Diego L. (2002). Los chinos en
Hispanoamérica. San José de Costa Rica, Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Pág.
58
[8] El Mercurio, Calama. “Impresionante
hallazgo arqueológico en Quillagua”. Lunes 7 de
Mayo de 2007.
[9] Oficina de Información del Consejo
de Estado de la República Popular China. (2005).
China-Chile. China: China Intercontinental Press
[10] Fazio Vengoa, Hugo. (2003). La
globalización: ¿un concepto elusivo?
Bogotá, Departamento de Historia- Facultad de Ciencias
Sociales. Universidad de Los Andes.
[11] Neghme E., Verónica. (2010).
CHILE: ¿Qué tipo de relaciones con China? Diario
el Financiero: 25 de agosto, Instituto de Estudios del
Pacífico y del Índico.
http://www.ugm.cl/main/2010/08/chile-%C2%BFque-tipo-de-relaciones-con-china/