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Inseguridad informática y cibercrimen




Enviado por miru



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Estudio del futuro
  4. Virus
    y antivirus
  5. Cibercrimen
  6. A
    manera de conclusión
  7. Referencias
  8. Apéndices

Resumen

Este libro tiene como propósito asumir un punto
de vista en torno a la situación actual de la seguridad de
los sistemas, puntualizando algunas alternativas para construir
un futuro, deseable, factible y probable, que redunde
también en algo benéfico para la seguridad humana y
social del planeta mismo. Lo anterior como consecuencia de la
construcción de mundos virtuales más seguros, donde
la propuesta es equilibrar la lucha legítima en contra del
terrorismo cibernético y el derecho inalienable de los
ciudadanos a la privacidad.

Introducción

Este trabajo no pretende ser la panacea, en
relación al título que ostenta, pero sí algo
novedoso y emprendedor. Aspiramos a romper paradigmas orientando
de manera responsable al lector hacia un conocimiento imparcial
de los virus y antivirus en primera instancia, como eje rector
inicial de la problemática que nos ocupa.

El asunto de la seguridad de los sistemas, es -de hecho-
inseguridad informática, en todo el sentido de la palabra.
Incluso, en lo que concierne a la seguridad como término
genérico, carece de sentido el término mismo; no
podemos eliminar los riesgos sino solamente disminuirlos o
prevenirlos. La primera regla de oro, es el sentido común
para no exponerse a riesgos innecesarios, aunada a una
capacitación gradual y constante sobre el tema.

El segundo punto a considerar es el delito
informático, y una buena aproximación que nos
permita entender cómo nace y se manifiesta el crimen
cibernético, considerando sus alcances reales.

Las empresas de Antivirus y Seguridad
Informática, suelen hacer pronósticos sobre los
eventos venideros en el campo de los códigos maliciosos a
corto plazo, caracterizándose por un enfoque completamente
determinista, aunque no por ello superficial ni carente de
validez. Lo verdaderamente importante, es entender el juego de
actores que inciden en el mundo de la inseguridad
informática y del "cibercrimen", como se relacionan entre
sí, y los escenarios que pueden darse en el corto, mediano
y largo plazo.

Se trata de hacer prospectiva (prospective)
más que pronóstico (forecasting), sobre el
tema. Buscamos escudriñar cómo construir el futuro,
en vez de adivinarlo o preverlo. Esto es, ir más
allá y no solamente anticiparse. Trabajaremos en tres
etapas: Estudio del futuro (temas de prospectiva); Códigos
maliciosos (poniendo énfasis en la problemática de
los virus y antivirus), y finalmente -antes de las conclusiones-
en el diagnóstico y alternativas de prevención de
la inseguridad informática y el crimen cibernético
("cibercrimen").

Estudio del
futuro

Reviste una importancia primordial mencionar algunos
elementos que permitan dilucidar la importancia de pensar en el
futuro y conduzcan a una visión estratégica para
tratar de participar de una manera responsable y dinámica
en su construcción. Esta ardua tarea es de todos, para
todos y con miras al mejor desenlace para la supervivencia de la
especie humana y la materialización de un horizonte
luminoso de bienestar y tranquilidad para toda la
humanidad.

Complementariamente abordaremos de manera clara y
sucinta, y a la vez intuitiva -evitando entrar en detalles
técnicos tediosos- conceptos tales como mínimos
cuadrados, análisis de regresión, promedios
móviles, series de tiempo, método de Box y Jenkins
para series temporales
, etc. (de alguna manera haremos
referencia a ellos) Remarcando cómo estos conceptos
están vinculados a lo que llamamos
"Pronóstico", pero que pueden ser útiles
en la "Prospectiva" en lo que concierne a la
evaluación de futuros probables.

I.1.- PENSAR EL FUTURO Y
CONSTRUIRLO…[2]

"El azar solamente favorece a los espíritus
precavidos".
Blas Pascal (1623-1662), matemático,
físico y filósofo religioso
francés.

"El futuro no pertenece a los que saben esperar,
sino a quienes saben anticiparlo".
María Espinoza,
mexicana campeona mundial de taekwondo.

Vivimos -en pleno siglo XXI- tan sometidos por las
urgencias que nos impone el presente que apenas si nos queda
tiempo para sobrevolar por encima de las circunstancias y mirar
más allá, tratando de escudriñar qué
nos depara el tiempo que aún no ha transcurrido (conocido
en primera instancia como el futuro, ya sea que se le
conceptualice como destino, porvenir o
devenir). Con una especie de infantil insensatez,
preferimos ignorar que "inexorablemente" se van a ir produciendo
cambios y que el espejismo de nuestra seguridad transitoria
podría desvanecerse.

I.1.1.-Pasado, presente y
futuro

Estos tres estados o formas en que se nos presenta el
tiempo, eclipsando toda nuestra existencia, merecen ser
comentados en forma somera e intuitiva como la base para abordar
lo que eventualmente se pueda hacer con el futuro.

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A partir de este cuadro, no es difícil sospechar
que el futuro no es algo que esté predeterminado de
antemano sino algo que se escribe a cada momento con nuestras
acciones. Entendemos por prospectiva -según Gastón
Berger- "disciplina que estudia el futuro para comprenderlo y
poder influir en él", por ello Miklos y Tello establecen
que "la prospectiva se preocupa más por brindar
alternativas futuras que por responder a la pregunta:
¿qué sucederá?"[3]. Hablar de
lo que pueda llegar a suceder significa hablar de
pronóstico, mientras que mencionar la palabra prospectiva
(del latín prospicio, ver a lo lejos) es
referirnos a lo opuesto al término retrospectiva, que se
refiere a dar marcha atrás en el tiempo.

I.1.2.- Prospectiva y estudio del
futuro

La prospectiva es la identificación de un futuro
probable y de un futuro deseable, diferente de la fatalidad y que
depende únicamente del conocimiento que tenemos sobre las
acciones que el hombre quiera emprender. Existen dos maneras de
tratar de comprender el futuro, estas son: como realidad
única, o bien, como realidad múltiple.

Lo han atendido como una realidad única: los
adivinos, brujos y charlatanes, los oráculos y todos los
que consideran que existe inequívocamente un destino que
decide y marca los hechos de la vida, considerándolo como
algo inviolable, ciego e inmodificable, negando toda posibilidad
a la premisa de que, el hombre es el arquitecto de su propio
destino (o sea que, el destino no le es propio y mucho menos
puede construirlo o diseñarlo). Para quien cree en el
destino, nada deviene, todo está escrito de
antemano.

Si concebimos al futuro como una realidad
múltiple, explícitamente aceptamos que un hecho del
presente puede evolucionar de diversas maneras y llegar a
presentarse de diferentes formas. A estos futuros
posibles
, Bertrand de Jouvenel los denominó
futuribles. Dentro de éstos, los que tienen mayor
posibilidad de presentarse, se les llama futuros
probables
, los cuales pueden acontecer con más
certeza, no por culpa del destino sino dependiendo de la manera
en que el hombre participa en la construcción o
diseño del futuro.

Para hablar de futuros probables, en prospectiva se
suelen sopesar: la visión de los expertos, el
comportamiento de los actores que intervienen y las leyes
matemáticas del cálculo de probabilidades. El
discurso prospectivo se encamina a identificar la acción
futura en base a estos elementos. Cuando este tipo de futuro, no
representa lo más positivo, se busca evaluar que este sea
probable, pero también deseable.

Tenemos que:

"El futuro siempre ha capturado la atención, el
interés y la curiosidad humanos. Desde la antigüedad
hasta nuestros días, la percepción humana sobre el
porvenir ha transitado por diferentes formas de comprenderlo y
enfrentarlo. Para muchas sociedades ha significado miedo y
resignación, para otras, la oportunidad de construir
caminos diferentes hacia visiones compartidas del
porvenir."[4]

  • ¿Qué es lo que hace que pongamos
    atención al futuro?

Todos tenemos un temor al parecer innato de percatarnos
-de antemano- hacia donde se dirigen -quizá
inevitablemente- nuestros pasos y si tenemos alguna oportunidad
de corregir el rumbo. Y, ¿por qué no?, de saber si
finalmente tiene sentido hablar del destino.

  • ¿Por qué nos interesa el
    futuro?

Parece natural, saber si vamos a seguir vivos y
cómo será nuestra vida y si podrán cumplirse
nuestras ilusiones, aspiraciones y sueños.

  • ¿Por qué el futuro es algo que
    despierta nuestra curiosidad?

Simplemente, saber algo acerca de él, permite
acariciar la idea de que algún día
podremos respondernos -aunque sea de manera parcial o acotada-
esa inquietante pregunta que se pierde -y late incesantemente- en
la noche de los tiempos: ¿Quiénes somos, de
dónde venimos y hacia dónde vamos? (¡Hermosa
trenza dorada que concatena pasado, presente y futuro enlazados
como los vértices y a la vez el alma que da vida a ese
bello triángulo de nuestra existencia -siempre vibrante-,
cuyos lados son también las tres dimensiones temporales,
girando en torno a un círculo cuya naturaleza
desconocemos!).

  • ¿Cuáles han sido las distintas formas
    que ha tenido el hombre de comprender y enfrentar el
    futuro?

Es una historia verdaderamente compleja, no es sencillo
pretender un panorama completo y a la vez preciso. Un estudio
detallado al respecto, debe incluir las explicaciones
históricas y sociológicas que nos conduzcan a
entender, cómo es que el hombre se ha involucrado con
aspectos y temas tales como: adivinación, oráculos,
profecías, ciencia ficción y todo tipo de
literatura de índole -quizá- futurista. Se trata de
dilucidar dónde hubo visión, coincidencia o
solamente fantasía, o incluso burda manipulación de
los hechos o de las cosas.

La otra cara de la moneda, nos conduce a valorar lo que
se ha logrado conquistar de manera científica, no es lo
mismo poder afirmar con seguridad que el sol volverá a
salir mañana
o que en algunos miles de años se
extinguirá, a tratar de vaticinar cómo será
la sociedad humana del siglo XXXIII. O sí, se quiere ver o
dilucidar los aspectos más complicados, sería
interesante saber si siempre existe un camino óptimo para
intervenir en la construcción del futuro, de tal suerte
que nos conduzca al mejor de los futuros, seleccionado entre una
gama quizá infinita de escenarios factibles o incluso
inesperados. (¡Esto es la locura!… pero a veces la
realidad, sobrepasa no solamente a la fantasía sino
también a la locura misma: Si no lo creen,
pregúntenle a Osama Bin Laden, George Bush, Fidel Castro o
Hugo Chávez, dónde han escondido a la cordura, o
¿debemos reconocerlos como locos geniales?… En fin, todo
esto es demasiado complicado, impredecible, y la lógica
fría inhibe analizarlos -tratando de comprenderlos y
explicarlos satisfactoriamente- en términos
fenomenológicos o prospectivos).

  • Para algunas sociedades, el miedo y la
    resignación ha estado acompañado de las
    creencias religiosas. Los aztecas veían en sus
    profecías un desenlace fatal y sentían que
    inexorablemente iban hacia la caída de su imperio,
    tenían claro que no podían modificar su destino
    ni cambiar la voluntad de sus dioses. El sentimiento
    trágico de la existencia, constituye la
    antítesis de la confianza en el futuro como un
    horizonte luminoso lleno de oportunidades (aunque
    también de obstáculos).

  • En lo que concierne a la oportunidad de construir
    caminos diferentes hacia visiones compartidas del porvenir,
    no podemos pasar por alto, la influencia que tuvo Gottlob
    Fichte -cuando escribió sus célebres "Discursos
    a la Nación Alemana"- en la formación del
    "espíritu alemán de grandeza" que
    orientó en gran medida, el rumbo que tomó el
    nacionalismo alemán a fines del siglo XIX y principios
    del XX. Un país que se empieza a interesar por tratar
    de construir su futuro -independientemente de que consiga
    tener una visión clara o "acertada" de ello-, comienza
    a sentar las bases que le permitirán aprender -hasta
    cierto punto- cómo hacerlo, al menos en determinados
    aspectos.

"La reflexión sobre el futuro en el campo
científico ha sido constante. En las ciencias exactas, la
astronomía, la física, la agronomía, la
biología, la demografía y la economía se
comenzaron a desarrollar métodos cuantitativos y
cualitativos que permitieran, sobre la base de hechos presentes y
pasados, estimar las probabilidades de ocurrencia de determinados
fenómenos. Los estudios sobre el futuro -basados en la
extrapolación- se dirigieron a analizar las tendencias del
pasado y del presente que les permitieran deducir una idea del
porvenir."[5]

  • La ciencia siempre ha sido concebida como un sistema
    de pensamiento en constante evolución, pasado y
    presente para la construcción de un mejor porvenir;
    por ende, el futuro como preocupación siempre ha
    estado presente.

  • Respecto a las ciencias exactas: ¿Qué
    ciencia puede ser -en realidad- exacta, en un universo tan
    complicado y lleno de incertidumbre? Esta, es meramente una
    forma de referirse a las matemáticas y lo que de ellas
    se deriva.

  • Es en el seno de las "ciencias exactas", donde nacen
    con "cierta precisión" las nociones que permiten
    entender lo determinístico, probabilístico
    y aleatorio
    , como ingredientes de cualquier
    fenómeno lo suficientemente complicado, en el que se
    pretenda establecer algún
    pronóstico.

  • Desde la antigüedad, los babilonios y los mayas
    tenían claro la naturaleza cíclica de ciertos
    fenómenos astronómicos, que permitieron la
    elaboración de calendarios, estimar la duración
    del día y la noche, la duración de las
    estaciones del año. Claro está, que en esta
    clase de eventos, establecer proyecciones acerca de lo que
    iba a ocurrir con los movimientos de ciertas estrellas, no
    era algo que para ellos fuese inaccesible.

  • En la actualidad, con los grandes telescopios,
    observamos eventos que ocurrieron hace millones de
    años, percibiéndolos como hechos del presente.
    No obstante, estamos conscientes de ello, lo que nos permite
    mirar hacia el pasado para entender un presente, que cuando
    lo empezamos a comprender ya es futuro. ¡Qué
    bella paradoja! ¿Acaso estaremos siempre impedidos
    para -mediante un recurso tecnológico, propio de una
    civilización lo suficientemente avanzada- poder ver el
    futuro o la enorme gama de futuros posibles o
    admisibles?

  • La física, esa gran aventura del pensamiento,
    cuyos cimientos vienen desde Arquímedes y llegan hasta
    Albert Einstein y Stephen Hawking, se ocupa del tiempo -y por
    ende, de paso también del futuro- desde las primeras
    investigaciones en torno al movimiento de los cuerpos, hasta
    los estudios de la relatividad del tiempo y del espacio,
    llegando a tocar actualmente terrenos tan intrincados como
    las supercuerdas, el campo unificado y los hoyos
    negros.

  • En lo que concierne a la agronomía, desde
    tiempos inmemoriales el hombre ha ido vislumbrando formas de
    planear los cultivos y el aprovechamiento del campo, tratando
    de implementar o planear cosas que le sirvan en un
    futuro.

  • En las ciencias biológicas, el
    fenómeno de la vida siempre ha ido acompañado
    de las nociones de pasado, presente y futuro. De manera
    similar a la astronomía, existen eventos que se dan de
    manera cíclica o con cierto rango de determinismo.
    Sabemos que enfermedades son más frecuentes en
    determinadas temporadas, que no es lógico ni normal
    que un embarazo pueda durar más de un año en la
    mujer (¡no sabemos de hombres que se hayan
    embarazado!), que todos los seres vivos nacemos y morimos
    (¡el futuro nos depara que algún día
    seguramente moriremos!). En fin, en la vida, el futuro
    siempre determina y condiciona ciertos hechos, siendo
    bastante probable -quizá- que ello ocurra en todos los
    futuros posibles. (Con ello, no se pretende darle cabida al
    destino, sino a la presencia de determinados eventos -que
    aunque puedan presentarse de maneras diversas- no puedan
    evitarse o revertirse).

  • El estudio del crecimiento y las dimensiones de la
    población, a fin de tener proyecciones que permitan
    una mejor planeación para lograr establecer todo tipo
    de "satisfactores" para los distintos conglomerados humanos,
    ha sido siempre una preocupación incesante, incluso
    desde antes de que existiese la demografía, ya
    configurada y establecida como algo científico. En una
    ciencia como esta, los pronósticos basados en las
    llamadas series de tiempo, en ocasiones llegan a tener un
    grado aceptable de certidumbre, pero no adquieren el rango de
    un conocimiento científico incuestionable, sino de
    casualidades fortuitas dignas de destacarse.

  • En la economía, el desarrollo de
    métodos cuantitativos y cualitativos para tratar de
    tener cierta anticipación a los hechos -o bien un
    pronóstico verdaderamente útil para la toma
    decisiones- no ha sido todo lo afortunado que se quisiera. La
    historia nos marca -más frecuentemente- situaciones en
    las cuales ha triunfado más una decisión
    política -a veces visceral o aparentemente
    irreflexiva- que todo un bagaje técnico minuciosamente
    preparado para enfrentar las cosas. A menudo, es más
    eficiente poseer una intuición hacia el
    carácter social de las relaciones económicas y
    la razón de ser de los mercados financieros (y su
    mecánica intrínseca), que creerle a los modelos
    sofisticados de la econometría y las series de tiempo
    -los cuales están plagados de ideas radicalmente
    deterministas para tratar de explicar un mundo real- y otros
    más que van surgiendo. Llega a ser preferible,
    vislumbrar lo que puede suceder y cómo
    cualitativamente incidir para mejorarlo, que poder atinarle
    al pronóstico del valor del euro frente al
    dólar dentro de un siglo o dentro de dos días
    (si no hay sustancia para enfrentarse radicalmente y cambiar
    el mundo, no nos sirven de mucho las cantidades precisas o
    hasta incluso desglosadas).

"…sería hasta después de la Segunda
Guerra Mundial cuando el estudio del futuro se constituye como
disciplina académica. La creación, en 1945, de la
Fundación RAND (Research and Development) en los Estados
Unidos, y el movimiento prospectivo en Francia encabezado por
Gastón Berger que culmina con la fundación del
Centro Internacional de Prospectiva en 1957, capturaron el
interés de múltiples especialistas en diversos
campos del saber humano por explorar el porvenir y alertar a la
sociedad de los peligros y oportunidades que ahí se
esconden. Precisamente, durante estos años, Ossip
Flechtheim acuñó el término
"futurología" para referirse a la interrogación
sistemática y organizada del devenir."
[6]

  • De acuerdo con Larousse, futurología
    es el "conjunto de investigaciones que estudian el futuro e
    intentan prever cuál será, en un momento dado,
    el estado futuro del mundo o de un país en los campos
    social, político, etc." [7]

  • De Gastón Berger, conviene retomar en estos
    momentos, varias de sus premisas expresadas en le Revue
    Prospective
    núm. 1 de 1958 (conforme a la
    traducción de Eduardo Hernández González
    para la Universidad de Guadalajara[8]al
    referirse a la actitud prospectiva, pues son un buen
    aperitivo para la reflexión profunda de estos temas.
    Transcribimos textualmente:

"Más que un método o una disciplina, la
prospectiva es una actitud, es decir, el adjetivo debe preceder
al sustantivo.

El sentido del término "prospectiva" es evidente
y está formado de la misma manera que el de
"retrospectiva"; ambos se oponen en la medida en que el primero
expresa que miramos hacia delante y no hacia atrás. Un
estudio retrospectivo se dirige hacia el pasado y el prospectivo
hacia el futuro.

Estos dos adjetivos no son perfectamente
simétricos en cuanto a su significado, pero sí en
su forma, porque tendemos de manera habitual a representarnos el
tiempo como una línea en la que el pasado y el futuro
corresponden a las dos direcciones posibles. En realidad, el ayer
y el mañana son heterogéneos. En cuanto al primero,
sólo podemos visualizarlo porque ya no hay nada que
podamos hacer, mientras que el mañana significa proyectos
cuyas posibilidades están abiertas. Pasar de la
retrospectiva a la prospectiva no implica sólo reorientar
la atención; requiere una preparación para la
acción".

  • Es importante -en la medida en que, logremos
    involucrarnos en el quehacer de la Prospectiva
    Estratégica- remarcar que:

"Debemos comunicar el futuro porque no somos nosotros
quienes debemos dar solución a toda la maraña
universal en que vivimos. Cada individuo, desde su contexto puede
asumir un compromiso individual, comunitario y local con
visión global. El problema esencial del futuro es la
comunicación, es decir, cómo es que podremos
transmitir en forma responsable a cada uno de los demás lo
que puede y no acontecer, el futuro no es de unos cuantos, todos
llegaremos a él y todos debemos movilizar nuestros
esfuerzos para lograr escenarios futuros satisfactorios que nos
alejen de lo funesto." [9]

Aunado a esto:

"… el futuro no es algo único y
predecible, por el contrario, es un espacio abierto donde se
puede construir la voluntad del hombre. Así, rompe con
otras formas de ver el futuro como algo establecido donde la
acción del hombre no tiene mayor influencia para
cambiarlo, y por lo tanto es predecible, tal como lo establece la
adivinación, la profecía, la astrología, e
incluso la ciencia ficción, que son estudios del futuro
que no pretenden construirlo, sino en contra parte, adivinarlo,
predecirlo, imaginarlo o, en todo caso, soñarlo desde el
punto de vista de la utopía."
[10]

Deliberadamente no quise llevar las cosas por el lado de
la confrontación con Fukuyama y lo que llama el fin de la
historia, ni tampoco polemizar sobre la visión
hegemónica del imperio, de construir el futuro de toda la
humanidad en base a sus intereses.

Para mi es claro que el futuro es un espacio abierto,
aderezado por un horizonte luminoso de posibilidades y que todos
los seres humanos -como especie pensante- podemos participar de
manera profunda, dinámica e interactiva en su
construcción.

Definitivamente vale la pena pensar en el futuro, para
todos, por el bienestar de todos y para consolidar cada vez
más la gloria del espíritu humano.
¿Cómo?… lo sepamos o no, o participamos u otros
construirán nuestro futuro acorde a sus intereses y tal
vez ni tomemos consciencia de ello.

Seamos partícipes y de ser posible hasta
protagonistas preclaros en el ejercicio de esa maravillosa
"indisciplina" llamada prospectiva estratégica…
Pues:

"… le future ne se prévoit pas, il se
construit (… el futuro no se predice sino se
construye)."
Maurice Blondel.

I.2.- PRONÓSTICO Y
PROSPECTIVA

"El futuro no sólo se prevé… se
concibe, se prepara, se diseña y se construye".

Tomás Miklos.

"El futuro no depende necesariamente del pasado,
sino exclusivamente de la acción del hombre, las cosas
sucederán no tanto porque así lo determinen las
leyes matemáticas de la probabilidad, sino porque hemos
podido identificar cual va a ser la voluntad del hombre,
único responsable de su propio destino".
Gaston
Berger y Bertrand de Jouvenel.

I.2.1.- Diferencia entre pronóstico y
prospectiva

Cuando hablamos acerca de algún
pronóstico, significa que se ha establecido un
enunciado claro sobre algo que es probable que suceda en el
futuro, basándose en análisis y consideraciones de
juicio. Medir esa probabilidad nos lleva directamente a
consideraciones cuantitativas, que se consideran terreno propio
de las matemáticas.

Al hacer un pronóstico, nuestra atención
se centra en establecer lo que de alguna manera -totalmente
determinística- se prevé que es lo más
probable que llegue a suceder. Siendo esto una visión muy
limitada de la construcción del futuro, pues no debemos
limitarnos solamente a lo probable desdeñando lo deseable,
lo posible, lo factible o lo que pueda representar un escenario
totalmente adverso.

Hablar de pronóstico es plantearnos algo que
puede darse en el futuro, pero no implica considerar todas las
alternativas posibles de futuro con las que se pueda interactuar.
Para ello, debemos referirnos a algo más amplio y
diversificado; esto es, poder -en cierta forma- tratar de
visualizar como dilucidar a través de una multiplicidad de
escenarios de futuro, y desde esta óptica elegir el futuro
más deseable y a la vez factible, para tratar de proceder
a participar de manera dinámica e interactiva en su
diseño y construcción. A esto, es lo que llamamos
asumir una actitud prospectiva hacia el futuro
conceptualizándolo como devenir, o sea como un horizonte
luminoso y atractivo, lleno de inmensas posibilidades.

Para referirnos a la prospectiva, podemos echar mano de
algo que ha escrito al respecto Marco Carlos Ávalos R.
[11]

Estas son sus palabras:

"Prospectiva es una investigación rigurosa
sobre el porvenir, en función del sistema
socioeconómico en su conjunto, y que puede aprehenderse en
función de las grandes tendencias históricas de
evolución de ese sistema. La prospectiva no es
utopía. La prospectiva no es
previsión.

La prospectiva no tiene la pretensión de
predecir, sino de reflexionar sobre fenómenos que
sucederán. La prospectiva puede prepararnos para todo tipo
de acontecimientos. Se dice: si esto puede continuar así,
puede producirse esto o lo otro. La prospectiva nos prepara para
reaccionar ante diversas circunstancias, de las cuales se
producirá una sola. La prospectiva imagina varios futuros,
situaciones que pueden suceder y lo que se debería hacer
según el caso.

Hay muchas definiciones de Prospectiva, pero en
términos generales, la prospectiva es: Hacer probable el
futuro más deseable.

Actitud de la Mente Hacia la Problemática del
Porvenir.

La trayectoria de la prospectiva viene del futuro al
presente. Es decir viene del porvenir al presente. La prospectiva
es primero un acto imaginativo y de creación; luego una
toma de conciencia y una reflexión sobre el contexto
actual; y por último, un proceso de articulación y
convergencia de las expectativas, deseos, intereses y capacidad
de la sociedad para alcanzar ese porvenir que se considera
deseable.

La Prospectiva tiene un carácter creativo, es
un elemento de cambio y transformación para asumir una
actitud activa hacia el mañana, a través de la
construcción y elección de "futurables" (futuro
deseable) y futuribles (futuro
posible)".
[12]

I.2.2.- Métodos y técnicas de
pronóstico para intentar visualizar
futuros.

Tal como se especificó en la sección
anterior, las técnicas de pronóstico constituyen
una base importante para la prospectiva, en lo que concierne al
análisis preliminar de futuros probables. Abajo, tratamos
de establecer un cuadro que especifica las principales
técnicas que se utilizan en toda la orbe.

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I.2.3.- PRECISIONES SOBRE ALGUNOS
MÉTODOS
[13]

Mínimos cuadrados: "Es una técnica
de optimización matemática que, dada una serie de
mediciones, intenta encontrar una función que se aproxime
a los datos (un "mejor ajuste"). Intenta minimizar la suma de
cuadrados de las diferencias ordenadas (llamadas
residuos) entre los puntos generados por la
función y los correspondientes en los
datos".[14]

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Análisis de regresión: Es la parte
de la estadística que se ocupa de estudiar cómo una
variable se relaciona con otras variables de tipo cuantitativo.
Por ejemplo, en estos tiempos en que el precio del crudo al
parecer seguirá subiendo su costo, sería
interesante a partir de una serie diaria de precios durante lo
que va del sexenio, determinar una ley matemática que
relacione a éste con el tiempo (o incluso agregar otras
variables como el comportamiento del dólar, del euro y de
las tasas de interés bancarias) No necesariamente tiene
que tratarse de algo preciso, pero sí que se ajuste a un
mínimo de error o incertidumbre.

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En este tenor de las cosas, tratar de ir más al
detalle en conceptos tales como promedios móviles, series
de tiempo, técnicas de Box y Jenkins, etc., requiere de
una adecuada formación técnica, para entender
realmente lo que se está haciendo (y su sentido en la
prospectiva estratégica). El lector interesado puede darse
una idea de ello, emprendiendo un estudio concienzudo del
análisis de impacto de
tendencias[15]

Virus y
antivirus

"Miro a mi alrededor veo que la tecnología ha
sobrepasado nuestra humanidad, espero que algún día
nuestra humanidad sobrepase la tecnología". Albert
Einstein.

"Sin duda ha habido muchas teorías con respecto
al inicio de la corriente vírica, una de ellas apunta a
que fueron las casas fabricantes de software para evitar la copia
ilegal de sus programas. Sin embargo esto no tiene mucho sentido,
ya que esas mismas casas tendrían que reponer miles de
copias de sus productos y estarían de esta forma tirando
piedras contra su propio tejado". Luis de la Iglesia
Rodríguez.

Los virus informáticos y las diversas variantes
de código malicioso (llamado también
malware o código malicioso) pueden ser temibles
para usuarios que nunca los hayan encontrado antes. Estos a veces
reaccionan con pánico o de manera impulsiva ocasionando
más problemas que soluciones, pues los virus no afectan
solamente a la información de las computadoras, afectan a
los usuarios, la presencia de un virus en la computadora provoca
un daño a su propietario. Puede ser perjuicio
económico o acentuado "estrés", y hasta crisis
nerviosas cuando ocurren pérdidas que se presumen
irreparables.

La noción usual (digamos clásica) de virus
informático fue establecida en el año 1984, durante
la conferencia IFIC/SEC´84 por el Doctor Fred Cohen quien
lo definió como un "software maligno capaz de reproducirse
a sí mismo" y estableció paralelismos entre los
virus biológicos y los informáticos para justificar
la adopción de dicha terminología. Con la palabra
malware definimos todo código cuyo fin es llevar
a cabo acciones nocivas contra un sistema
informático.

Existen actualmente diversas variantes de código
malicioso. A saber:

a). – Los virus (en el sentido estricto del
término), que para reproducirse utilizan archivos a los
cuales inoculan su código.

b). – Los gusanos, los cuales generan copias de
sí mismos y viajan a través de una red, o incluso a
través de Internet.

c).- Las bombas lógicas, que son pequeños
programas camuflados dentro de otros y se activan de acuerdo a
determinadas circunstancias como pueden ser una fecha, una
combinación de teclas o algún tipo de
contador.

e).- Programas que capturan lo que se escribe en el
teclado, llamados keyloggers.

f).- Puertas traseras, que permiten operar el equipo de
cómputo de manera remota, como si literalmente
estuviéramos sentados frente a él. Esto incluye
tomar posesión -incluso- de una red -o hacer que el equipo
o equipos (lo que se suele llamar botnets), se usen para
atacar cuentas bancarias o romper gradualmente candados de
servidores, sin excluir ataques de negación de
servicio.

d). – Los Caballos de Troya (o Troyanos), los cuales son
programas de apariencia completamente normal pero que en realidad
incorporan código que puede dañar a una
computadora, instalar una puerta trasera (acceso ilegítimo
o no autorizado) o cualquier otra acción perjudicial para
el usuario.

Dada esta diversificación -que año con
año se vuelve más amplia, rebasando lo contenido en
los glosarios que sobre el tema se vayan generando-, es como los
antivirus ya no solamente se ocupan de los virus sino que se
orientan a prevenir todas estas variantes de código
malicioso y ataques de aplicaciones potencialmente
dañinas. Curiosamente les seguimos llamando antivirus y no
"antimalware", aunque sería más
lógico actualizar la noción de virus y en los
tiempos actuales no considerar "un abuso de lenguaje" utilizarla
como sinónimo de malware. De hecho, en el escenario actual
las amenazas son mayormente los gusanos y los troyanos seguidos
de los virus y las bombas lógicas, y otra serie de
"linduras" que derivan de ellas.

Todo lo anterior fue necesario precisarlo, pues los
virus tan temibles a los que se suelen referir los medios en el
advenimiento del siglo XXI, constituyen en realidad la familia de
gusanos (y troyanos) del nuevo milenio. De esta manera la
responsabilidad del usuario ya no se limita solamente a mantener
su antivirus actualizado y bien configurado, sino que se requiere
mantener al día la instalación de los distintos
parches de Seguridad de Microsoft, pues los gusanos y troyanos
suelen explotar las vulnerabilidades que éstos permiten
cerrar, apostando más al empleo de verdaderas suites de
seguridad, que integran antivirus, antispyware, firewall y
herramientas adicionales.

Es recomendable recurrir la consulta directa de las
enciclopedias de virus que pueden hallarse en las páginas
electrónicas de las distintas empresas de antivirus y
estar pendiente de las alertas que emitan. Del mismo modo, no
debemos hacer caso a los mensajes que se reciben por correo
haciendo alusión a virus catastróficos y
apoyándose en que tal o cual firma antivirus lo dice, sin
antes cotejar las fuentes directamente, siempre es mejor
suscribirse a los boletines de información de las empresas
y así mantenerse bien informado.

II.1.- LA GÉNESIS Y EL DEVENIR DE LOS VIRUS
INFORMÁTICOS

"Supóngase que existe un algoritmo
general A que, analizando cualquier programa P, devuelve
"verdadero" si y sólo si P es un virus. Entonces
sería posible crear un programa P, que hiciera lo
siguiente: sí (A (P) = falso) entonces infecta el sistema,
si (A (P) = verdadero) implica no infectes nada. Es decir, P es
un virus si A dice que no lo es, y no lo es si A dice que lo es.
Por contradicción, ese algoritmo general A no
existe."

"Se le llama Virus Informático a todo programa
capaz de infectar otros programas, modificándolos para
incluirse dentro de los mismos"

Estas dos afirmaciones corresponden a una parte del
trabajo titulado "Virus Informáticos: teoría y
experimentos"
[16], cuyo autor es el Doctor
Fred Cohen quien es reconocido como el primero en definir los
virus informáticos
, lo cual tuvo lugar durante un
discurso en la Universidad de California, en el año de
1984. En su intervención incluyó los ejemplos para
el desarrollo de estos programas "auto replicables" y donde
además de dar una definición los tilda como el
mayor y más grave problema para la seguridad nacional y el
futuro de la informática.

De hecho esta historia se remonta al 3 de noviembre de
1983, que fue cuando el primer virus fue concebido como
un experimento para ser presentado en un seminario semanal de
Seguridad Informática
. El concepto fue introducido
por el propio Cohen y el nombre virus fue dado por Len Adleman.
Tuvieron que pasar ocho horas de trabajo en una VAX 11/750
ejecutando UNIX, para que este primer virus quedara listo para su
demostración. Finalmente fue hasta el 10 de noviembre de
ese año, en que después de obtener las
autorizaciones necesarias y concluir cinco experimentos el virus
fue mostrado.

Una de las principales contribuciones que se dieron en
este trabajo fue la de esclarecer que ningún detector
de virus puede ser perfecto
, en el sentido que nos permita
un mecanismo de verificación inequívoco al 100%
para decidir si un programa dado reúne o no las
condiciones para considerarlo como un virus. En otras palabras,
no es factible tener un algoritmo universal que nos permita
arreglárnoslas de una vez por todas y para siempre con
estos "bichitos".

Es de esta manera como se explica esa lucha sin fin
entre los virus y los antivirus
, cuyas pautas vienen
marcadas por las tendencias en la evolución misma de la
tecnología y su impacto sobre las modalidades que se van
dando en la creación de los códigos maliciosos. No
obstante, gracias a que existe un sustento bastante sólido
para este tema, es como hoy en día es factible la
creación casi inmediata de soluciones a los distintos
virus nuevos que se van presentando.

Hasta los años ochenta, el término virus
(del latín veneno) solamente se empleaba dentro del
ámbito de las ciencias médicas y biológicas
para definir a microorganismos capaces de penetrar en el ser
humano y destruir o alterar el contenido genético celular
provocando diversos cuadros patológicos. Precisamente por
ciertas semejanzas con su modo de actuar y las
características de sus efectos, fue como a ciertos
programas que pueden auto-reproducirse ("transmitirse" de una
computadora a otra, pudiendo causar daños a la
información y al sistema mismo) se les bautizó
como virus informáticos
.

En realidad el origen de estos no es algo tan simple de
precisar. Aunque los más diversos especialistas convienen
en señalar que fue John von Neumann en su artículo
"Theory and Organization of Complicated Automata" quien
estableció por vez primera la idea de una porción
de código capaz de reproducirse a sí
mismo.

Hasta hace pocos años, la mayoría de los
virus solían programarse solamente en lenguaje
ensamblador, por sus posibilidades y el nivel de
optimización que permite, pero con el innegable avance de
los sistemas operativos de 32 y 64 bits, el Internet y el correo
electrónico, la combinación del lenguaje
ensamblador con lenguajes de alto nivel es una idea cada vez
más empleada. Lo anterior, dado que la tendencia natural
es la de encaminar el mundo de los virus hacia el hacking,
haciendo posible que los virus puedan robar los archivos de
contraseñas de una computadora
y conseguir su
ilegítimo envío a una cuenta de correo establecida
de antemano, poniendo de manifiesto la extrema inseguridad de los
sistemas operativos actuales.

En el fondo, la inexistencia de un algoritmo universal
para replicar y anular cualquier virus posible, depende de la
imposibilidad de poder crear un algoritmo que permita "dadas dos
proposiciones arbitrarias de contenidos también
arbitrarios, decidir si tienen alguna relación
lógica o cuantitativa".

II.2.- PANORAMA ACTUAL DE LOS DISTINTOS
ANTIVIRUS

"Es mejor saber después de haber pensado y
discutido que aceptar los saberes que nadie discute para no tener
que pensar." Fernando Savater.

"Saber no es suficiente, debemos aplicar. Desear no es
suficiente, debemos hacer."

Johann W. von Goethe."

"La clave está en las actualizaciones: un
antivirus sin soporte no sirve más que un reloj sin
manecillas (o sin baterías si es electrónico)."
José Anaya

En la actualidad, es claro muchas personas están
conscientes de la necesidad de hacer uso de algún
antivirus o "suite" de seguridad, como medida de
protección básica para sus equipos de
cómputo. No obstante, en principio lo deseable
sería poder tener un panorama de los distintos productos
que existen y con ello, una guía inicial para proceder a
evaluarlos. El objetivo de este capítulo, es facilitar -en
primera instancia- dicha tarea. Nos ocuparemos solamente de
algunos de estos productos, enlistando la empresa con la
dirección de su página de internet,
añadiendo información escueta proporcionada por su
CEO, partner o reseller.

  • AhnLab – Antivirus Software and Security Solutions
    Provider.

(http://global.ahnlab.com/en/site/main/main.do).

  • Antivirus Commtouch – Internet Security
    Solutions.

(http://www.commtouch.com/antivirus).

  • Antivirus Download, Antivirus-Software, Bankguard,
    Mobile Security – G Data Software AG.
    (http://www.gdata.de/)

  • Anti-Virus Leader ViRobot.
    (http://www.hauri.net/).

  • Partes: 1, 2

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