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Jerarquía urbana de las ciudades del Nordeste Argentino (NEA) periodo 1960-2001




Enviado por fernanda combaz



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Fuentes y métodos
  3. Desarrollo
  4. A
    nivel regional
  5. A
    nivel país
  6. Aproximaciones finales
  7. Bibliografía

Introducción

La urbanización es el principal proceso moderno
de la implosión demográfica y esta no es otra cosa
que "El cambio en la distribución de la
población que, en lugar de dispersarse en pequeños
grupos y depender de diversos ambientes, se concentran en
comunidades industriales o agrícolas con densidades de
población relativamente elevadas
". (Hampt y Kane,
2003:41)

A nivel socioespacial, América Latina posee
una serie de peculiaridades que la distinguen del resto del mundo
y la constituyen en una región con identidad propia,
aunque su heterogeneidad interna sea grande. El alto nivel de
concentración de la población en la ciudad
más grande es uno de estos rasgos
característicos
. (Cuervo González,
2004)

La primacía urbana es un aspecto particular,
una expresión concreta de un fenómeno más
general, la concentración urbana. La ciudad mayor
establece relaciones muy particulares con el resto de la red
urbana a la cual pertenece. Estas relaciones se expresan a
través de los cambios en el peso relativo de la primera
ciudad en dimensiones muy variadas como la población, el
empleo, la generación de riqueza, la distribución
de poder y la capacidad de innovación cultural, social y
productiva. Estas relaciones entre ciudad primada y sistema
urbano están regidas por condiciones muy particulares de
cada país y de cada momento de su historia
. (Cuervo
González, 2004:78)

"Tradicionalmente este término, ha sido
interpretado como síntoma de disfuncionalidad social o de
desintegración de la red urbana. Jefferson (1939) es
el primero en utilizarlo, contraponiéndolo a la ley de
rango-tamaño o ley de Zipf (1941). El verdadero
descubridor de la ley de rango-tamaño fue Auerbach (1913),
quien la entendió como una función
logarítmica inversa entre el tamaño de la ciudad y
su rango
". (Cuervo González, 2004:78)

Asimismo la jerarquía urbana como sostiene
Vinuesa Angulo (1993), incide en diversos procesos
funcionales: a medida que aumenta el tamaño de la ciudad
se produce una diversificación de las actividades
económicas, al tiempo que se incrementa la demanda de
servicios e inversiones en infraestructura de transporte para una
mejor accesibilidad. Si bien la jerarquía de los
asentamientos poblacionales exige trabajar con diversas
variables, en este caso se utiliza la cantidad de habitantes y se
designan los centros de acuerdo a una calificación
indicadora de jerarquía
. (Erbiti,
2008:219)

En el caso particular de Argentina, podría
decirse que existe una macrocefalia urbana, si se analiza
empleando criterios estadísticos los cuales posicionan a
la provincia de Buenos Aires en primer término entre las
provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires entre
las localidades nacionales.

En tal contexto, el objetivo general de este trabajo es
el análisis de la Jerarquía urbana de las
ciudades del Nordeste Argentino (NEA) periodo 1960-2001.

Mediante la aplicación de teorías y modelos
cuantitativos, que permitan analizar la evolución y
jerarquización existente en el sistema urbano a nivel
regional y nacional.

Fuentes y
métodos

Para cumplir con los objetivos trazados, se utilizaron
datos extraídos de organismos oficiales como el
Instituto Nacional de Estadística y Censos
(INDEC
): Censo Nacional de Población 1960 Resultados
Provisionales, Censo Nacional de Población y Vivienda
1970, Censo Nacional de Población y Vivienda 1980 (estos
tres primeros en formato papel); y Censo Nacional de
Población y Vivienda 1991, Censo Nacional de
Población, Hogares y Viviendas 2001 (ambos en formato
digital) para tratamientos estadísticos. En tanto para
tratamientos cartográficos los datos provienen del
Instituto Geográfico Nacional
(IGN).

Para el análisis del fenómeno urbano, se
empleó la metodología de: clasificación por
número de habitantes, el modelo de Christaller, la Ley de
ciudad primada de Jefferson, relación existente entre
población ideal y real, cálculo de la Tasa de
Crecimiento Intercensal (TCI) y del Crecimiento Relativo
Intercensal (CRI).

Se consideraron las provincias de Chaco, Corrientes,
Formosa y Misiones que integran la región NEA,
siguiendo el mismo criterio para el análisis de las
localidades, departamenos y localidad cabecera. En tanto para la
esfera nacional se consideraron 24 unidades (23 provincias
más Ciudad Autónoma de Buenos Aires).

Previo al uso de los datos, estos fueron analizados,
normalizados y homogeneizados para los censos 1960, 1970, 1980,
1991 y 2001, a fin de salvar inconvenientes propios de las
fuentes emisoras de los mismos.

En este caso se emplea el término
homogeneización siguiendo el trabajo realizado
por Lindenboim y Kennedy. (2004) Dinámica urbana
argentina". 1960 – 2001. Reconstrucción y análisis
de la información necesaria
, para determinar la
reconstrucción "hacia atrás" de las unidades
consideradas urbanas (2000 o más habitantes) tomando como
parámetro los datos de población urbana del censo
de 2001[1]Se intenta así, que dichos datos
sean aptos de comparaciones y posibilitar así la
observación apropiada de la
evolución.[2]

Como fue expresado en párrafos anteriores, el
análisis de la población se realizó a
distintas escalas de trabajo:

  • I. A nivel regional: localidades,
    departamentos.

  • II. A nivel país: capitales provinciales
    y provincias.

Al abordar el análisis de jerarquía se
empleó:

  • Clasificación por número de
    habitantes: permite calcular la relación existente
    entre las localidades con respecto de la primera (RT1)
    y segunda (RT2), que a su vez deriva en el
    cálculo del coeficiente de relación entre la
    población real y la ideal relacionados siempre a la
    primer (CR1) y segunda (CR2) localidad de
    importancia.

  • El modelo de Christaller sostiene que la
    organización del sistema de asentamientos es
    jerárquica según diferentes niveles.

  • La ley de ciudad primada de Jefferson (1939), para
    determinar el predominio de una ciudad por encima de las
    otras.

  • El cálculo de: la Tasa de Crecimiento
    Intercensal (TCI) que determina el valor del
    crecimiento de una población entre dos fechas, en
    relación con la población media y expresada por
    cada 1.000 habitantes y además la Tasa de Crecimiento
    Relativo medio anual Intercensal (CRI), que expresa el
    valor del crecimiento en relación con la
    población que le dio origen expresado en
    porcentaje.

Una vez obtenidos los datos, estos fueron representados
mediante programas informáticos en tablas, gráficos
y mapas que se observan en el anexo y que contribuyeron con el
análisis propuesto en el objetivo de este
trabajo.

Desarrollo

"(…) la obra de Vapñarsky fue la neta
conciencia de que el análisis de los procesos, para tener
validez científica, requiere una definición
rigurosa de las entidades involucradas en esos procesos y de los
procesos mismos.

(…) De ahí su preocupación por
temas como la definición censal de localidades, con
relación a la cual produjo algunos de sus aportes
más conocidos. Estaba claro que la definición de
localidad a partir de un criterio jurídico (es decir, la
localidad como municipio) era inadecuada para el análisis
de ciertos procesos, por lo cual proponía otros dos
criterios alternativos: el criterio físico (la localidad
como aglomeración, la así llamada "mancha urbana")
y el criterio interaccional (la localidad como comunidad local,
como conjunto de individuos vinculados por redes de interacciones
cotidianas cara a cara).

(…) En lo que respecta al criterio
físico, Vapñarsky elaboró la cuidadosa
definición de localidad aplicada por el Instituto Nacional
de Estadística y Censos (Indec) en los censos
nacionales de población de 1991 y 2001. Esta
definición permite establecer comparaciones rigurosas,
tanto entre distintas localidades como a lo largo del
tiempo
." (Domínguez Roca, 2010).

Las unidades componentes del sistema urbano nacional
tienen una configuración física que no suele ser
estática. Esto significa, que su contorno, superficie y
población correspondiente se modifican con el
tiempo.

Al definir una unidad como urbana a partir del criterio
físico (aun manteniendo su nombre), puede contener a
través del tiempo elementos constitutivos cambiantes y,
por lo tanto, no comparables. El conocer la dinámica de
las unidades que conforman el sistema urbano nacional, se
convierte en requisito indispensable para cualquier acción
o intervención pública. Por ejemplo: estimar la
población futura ya sea con propósitos vinculados
con el mercado de trabajo, con los problemas habitacionales o de
dotación de infraestructura.

Hay que aclarar que "El criterio físico
había sido adoptado para definir 'localidad' ya desde el
primer censo nacional argentino de población, realizado en
1869. Pero fue cien años después, para el censo de
1970, cuando ese criterio por primera vez se explicitó. Al
explicitárselo, se introdujo el término
"aglomerado" para referirse a una localidad física que
atraviesa límites de provincias, departamentos o partidos,
o áreas de gobierno local (municipio, comunas,
jurisdicciones de comisiones de fomento, etc.,
terminología esta que varía de una provincia a
otra)…. Una localidad se define como porción de
la superficie de la tierra caracterizada por la forma, cantidad,
tamaño y proximidad entre sí de ciertos objetos
físicos artificiales fijos (edificios) y por ciertas
modificaciones artificiales del suelo (calles), necesarias para
conectar aquellos entre sí. Brevemente, una localidad se
define como concentración espacial de edificios conectados
entre sí por calles".
(Lindenboim,
1997:4).

Javier Lindenboim (1997:1) dice que: "Sin embargo,
la naturaleza de la información provista por los Censos de
Población dista de reflejar adecuadamente tal
fenómeno. Cambios en la denominación de las
unidades urbanas, subdivisión de los departamentos o
partidos, modificación de los nombres de estos,
aplicación de criterios no uniformes para la
delimitación de las localidades, modificaciones en la
configuración territorial de las ciudades, ausencia de
publicación -en ocasiones- de la nómina definitiva
de ciudades y pueblos del país, así como la
existencia de ciertos errores en la publicación de datos
por localidad son algunos de los motivos por los cuales el
estudio del fenómeno urbano en Argentina se ve limitado de
manera singular.

Asimismo "Un dato básico como es el del total
de la población que reside en un ámbito urbano, se
constituye en el eje y soporte de variadas decisiones. La
formulación racional de planes de vivienda, la
planificación de la ejecución de obras de
infraestructura, la atención de las situaciones originadas
en el mercado de trabajo, etc., requieren todas ellas contar con
fuentes homogéneas y confiables de información
poblacional. Las limitaciones mencionadas más arriba, sin
mencionar que en las últimas décadas no hubo,
necesariamente, uniformidad en los criterios de
delimitación e identificación de las ciudades,
muestran la necesidad de salvar tal tipo de
inconvenientes
."

Dado el criterio físico, "(…) es
esperable que una localidad evolucione de tal forma que su
"envolvente" se modifique y, por lo tanto, también cambien
su superficie y sus componentes
".

"(…) Además de los elementos de
naturaleza conceptual y metodológica, hay otros de
carácter aparentemente formal pero de impacto no menor.
Uno de ellos es el vinculado con los cambios en la toponimia de
las localidades. Una mirada sobre las nóminas de
localidades de dos o más censos, puede arrojar la
convicción de que hay nuevas ciudades o que otras han
desaparecido, cuando puede tratarse sólo de cambios en la
denominación que las identifica
." (Lindenboim, 1997:
7).

Dicho autor con Damián Kennedy en su trabajo
"Dinámica urbana argentina". 1960 – 2001.
Reconstrucción y análisis de la información
necesaria." (Lindenboim y Kennedy. 2004) Expresan que la
homogeneización de los datos de la
población urbana era la solución al problema de la
(in) comparabilidad. ¿De qué se trata? Consiste en
la reconstrucción "hacia atrás" de las unidades
consideradas urbanas. Es decir, el mismo consiste en la
reconstrucción, para censos anteriores (para este caso
1960, 1970, 1980, 1991), de las localidades tal cual se
encuentran delimitadas físicamente en un determinado censo
para este trabajo es el correspondiente al año 2001, de
modo de hacer a dichos datos comparables entre sí en el
tiempo y permitir, en consecuencia, la observación de la
evolución de las aglomeraciones.

En otros términos, una localidad puede verificar
distintas combinaciones de los mismos. Y esto vale, obviamente,
no sólo respecto a las modificaciones sucedidas en el
último período intercensal, sino en toda su
"historia". Todo esto implica que la actual composición de
las localidades urbanas según el censo 2001 sea
consecuencia, probablemente, de trayectorias muy
variadas.

A nivel
regional

El modelo de Christaller sostiene que la
organización del sistema de asentamientos es
jerárquica según diferentes niveles. Los centros
urbanos tienen tamaños y funciones distintos: existen
regularidades en el tamaño, la distancia y la
especialización funcional, relacionados con una
división del espacio según modelos
geométricos en áreas hexagonales y
jerarquías de núcleos, los más
pequeños dentro de los mayores. La función
principal de la ciudad es la de ser centro de abastecimiento de
bienes y servicios para el territorio que la rodea (áreas
complementarias), tales servicios centrales son de orden superior
o inferior, lo que conduce a una jerarquía de centros
según tipos de servicios ofertados por la ciudad como se
observa en los mapas A y B. Cada centro suministra los bienes
propios del nivel inferior y los que corresponden a su propio
nivel. Por lo tanto, las relaciones que se establecen entre los
diferentes asentamientos son fundamentalmente verticales y
ascendentes y se organizan en el ámbito nacional. La
teoría integra también aspectos económicos y
espaciales.

Cecilia Erbiti (2007) en sus diferentes trabajos en
urbanización sostiene que las ciudades además de
ser encrucijadas de la historia, son centros de
organización, decisiones y actividad económica que
ejercen a través de determinadas funciones. Estas
últimas constituyen la razón de ser de una ciudad y
se modifican con el tiempo. A medida que los sistemas
económicos y sociales, gracias a los avances
tecnológicos, fueron ampliando sus áreas de
influencia, las ciudades se encuentran inmersas en un sistema que
funciona según un orden lógico más complejo,
donde cualquier cambio de posición impacta
diferencialmente en los elementos e interrelaciones que lo
sustentan.

En este marco "los procesos de urbanización son
series de transformaciones que se van generando a lo largo del
tiempo, mediante las cuales algo que no lo era adquiere el
carácter de urbano" (Erbiti, 2007:2). Estos procesos
pueden estudiarse desde dos perspectivas resultantes del cambio
de escala: transformaciones de una región (difusión
de lo urbano en el territorio) y crecimiento espacial de las
ciudades (producción del espacio urbano).

  • a. Localidades

En Argentina, aunque sólo a partir del censo de
1970 se lo explicita, ya desde el primer Censo Nacional de
Población y Vivienda el criterio adoptado es el
físico.

Este establece que "una localidad se define como
porción de la superficie de tierra caracterizada por la
forma, cantidad, tamaño y proximidad entre sí de
ciertos objetos físicos artificiales fijos (edificios) y
por ciertas modificaciones artificiales del suelo (calles),
necesarias para conectar aquellos entre sí. Brevemente,
una localidad se define como concentración espacial de
edificios conectados por calles"
(INDEC, 1994). Así
definida, la localidad técnicamente se denomina
aglomeración.

No toda población concentrada (que vive en un
aglomerado) forma parte de la población urbana. Los
criterios para determinarla son de los más variados y
arbitrarios a la vez.

Nuestro país considera como población
urbana, "desde el censo de 1914 a la Población en
localidades de 2.000 ó más habitantes
"
(Lindenboim, 1997) y al conjunto de dichas localidades como las
unidades constitutivas del sistema urbano nacional. Por el otro,
se considera población rural al resto de la
población, que comprende la población en
localidades menores a dicho valor (población rural
aglomerada o agrupada) y la población en campo abierto
(población rural dispersa). (INDEC,
1999)

Cuando en una región tiene lugar un proceso de
urbanización, crece más rápidamente la
proporción de población que vive en las ciudades;
estas, como generadoras de innovaciones, centros de decisiones y
mayor parte de las actividades, incrementan su protagonismo en la
estructuración del territorio regional.

De la observación de las tablas 1 a 4 y los
respectivos mapas (1 a 5), resulta que la localidad/ciudad que
ocupa el primer lugar desde ahora denominada "ciudad principal",
para todos los casos y años, es la capital provincial, en
donde los servicios y acceso a diferentes oportunidades laborales
son más relevantes. A su vez la segunda ciudad en
jerarquía se mantiene constante en las provincias de
Corrientes, Formosa y Misiones para todo el periodo.

En la provincia del Chaco, la localidad de Villa
Ángela para el año "60, ocupa el segundo lugar;
para el año "70 el tercero y el cuarto orden para el resto
de los años observados. Estos datos además fueron
graficados (ver anexo) teniendo en cuenta la relación
existente entre las localidades con respecto de la primera
(RT1) y segunda (RT2).

Del computo anterior deriva el cálculo del
Coeficiente de Relación (CR1-CR2) que permite
deducir la relación existente entre las localidades con
respecto de la primera (RT1) y segunda (RT2). Hay
que tener en cuenta que "La población estimada de las
distintas ciudades del sistema se calcula a partir de la
población real de la primera ciudad. Puede suceder, sin
embargo, que todas las ciudades -excepto la primera- estén
perfectamente equilibradas en cuanto a sus tamaños y que
el hecho de que se tome siempre la primera ciudad como
referencia, nos haga pensar que todo el sistema está
desequilibrado, cuando en realidad, únicamente es esa
primera ciudad la que tiene un tamaño anormal. En el caso
de las provincias que nos ocupa, esto tiene un cierto grado de
veracidad por cuanto existe mucho más equilibrio en los
valores observados a partir de la segunda ciudad." (Foschiatti,
1997)

Este último facilita la comparación de la
distribución jerárquica de las ciudades de un
sistema urbano en la realidad, con respecto a su
distribución ideal. En la región de estudio, se
cumple la ley de ciudad primada de Jefferson (1939); no
así la ley de rango-tamaño o ley de Zipf (1941), ya
que las ciudades de segunda y más jerarquía
presentan una población menor a la que debería
poseer para que se cumpla dicha ley (ver gráficos del
anexo).

  • b. Departamentos

Los departamentos son la segunda
subdivisión territorial (división catastral) en la
Argentina, después de las provincias.

En las cuatro provincias observadas se cuenta con un
total de 76 departamentos repartidos de la siguiente manera: 25
para Chaco (que en 1992 se creó el último
departamento "2 de Abril"); 25 para Corrientes; 17 para Misiones
y 9 para Formosa. En la tabla 5 del anexo, se puede apreciar la
lista con sus respectivas cabeceras.

Cabe recordar que esta segunda división
territorial a su vez se compone de municipios (sistema de ejidos
colindantes) quedando de esta manera cubierto todo el territorio
provincial.

Siguiendo la modalidad del trabajo los datos de la
población urbana correspondientes a estos, fueron
analizados tomando como parámetro los censos antes
mencionados. Dicho resultado se puede apreciar en las tablas 6 a
9, en los mapas 6 a 10 y en los gráficos derivados del
análisis de las relaciones existentes entre el primer
(RT1) y segundo (RT2) departamento de cada
provincia además del cálculo derivado entre la
población real y la ideal de los mismos que se encuentran
en el anexo.

Para este nivel de análisis se debió en
primer lugar, homogeneizar los datos, ya que solamente
en los 2 últimos censos del periodo estudiado para el caso
de Chaco existía el departamento 2 de Abril, que antes de
1992 su jurisdicción correspondía a los
departamentos 12 de Octubre y Fray Justo María de Oro.
(Ley provincial 3814 del 9/12/1992) o como también, se
denominaba Presidente de la Plaza (Art. 3 de la Ley provincial
3814 del 9/12/1992) al hoy Presidencia de la Plaza.

Así también se pudo observar que no
siempre la cabecera departamental es la ciudad primada, en el
departamento San Cosme de Corrientes su cabecera, de igual
denominación, no cuenta con el umbral mínimo de
2000hab., para ser considerada localidad el mismo es alcanzado
por Paso de la Patria (ciudad turística por sus
balnearios). Otro ejemplo es en Formosa donde El Potrillo dentro
del departamento Ramón Lista alcanza el umbral y no
así la cabecera Gral.Mosconi y en el departamento
Tapenagá en Chaco ninguna de las localidades llegan al
umbral (ver mapas 1 a 5 de localidades en el anexo).

Al aplicar la ley de rango-tamaño o ley de Zipf
(1941), se observa que en las cuatro provincias del NEA, sus
departamentos presentan un comportamiento similar al registrado
en las localidades; lo que era de esperar teniendo en cuenta que
generalmente las ciudades analizadas corresponden a cabeceras
departamentales.

A nivel
país

"(…) la proporción de población
que reside en ciudades es, desde hace varias décadas,
elevada. Pese a ello tal proporción ha seguido creciendo,
fenómeno que se reproduce, más allá de las
especificidades regionales, en las diversas jurisdicciones
político-administrativas (provincias) que lo componen. A
comienzos de los años '90, alrededor de 9 de cada 10
habitantes residían en tales ámbitos. Entre otras
importantes razones, ésta es una que pone en evidencia la
relevancia del estudio del llamado fenómeno
urbano".

La premisa de la que se parte es que el conjunto de
la población -su crecimiento y distribución- es,
sin lugar a dudas, el resultado acumulativo de acciones y
circunstancias personales en cada situación concreta de
lugar y tiempo
." (Lindenboim, 1997)

Un informe realizado a solicitud del Fondo de
población de las Naciones Unidas en Argentina (UNFPA, por
un equipo de investigadores del CENEP, que fue publicado en
diciembre de 2009, consigna que "(…) Las tendencias
agregadas de la población se refieren a colectivos y sus
principales elementos son: el tamaño, el crecimiento, la
estructura por edad y sexo y la localización de la
población.

Tradicionalmente tales aspectos concentraban la
preocupación pública y la atención de los
expertos y los gobiernos, al punto que parte importante de las
políticas de población procuraban alcanzar
directamente objetivos a nivel macro como, por ejemplo, las metas
cuantitativas en materia de crecimiento, o bien la
búsqueda -todavía vigente y más propia de la
Argentina aún- de una "equilibrada distribución" de
la población en el territorio (…)" (
Pantelides
y Moreno, 2009:26).

  • a. Capitales provinciales

En párrafos anteriores se expuso que en el
proceso de urbanización crece más
rápidamente la proporción de población que
vive en las ciudades; debido a que estas son apreciadas como
"generadoras de oportunidades".

Al crecer las relaciones entre ciudades de un mismo
nivel jerárquico, crean un flujo entre centros de un mismo
rango, lo que da lugar a estructuras organizadas. Entre los
integrantes se crean relaciones de intercambio establecidas en la
complementariedad que está determinada por el tipo de
actividad, el tipo de empresas, sus relaciones, la
especialización y funciones de cada ciudad dentro de la
red (Precedo Ledo, 1996). Cada ciudad se inserta, a la vez, en
varias redes.

¿Pero que es la jerarquía urbana?
"(…) a medida que aumenta el tamaño de la
ciudad se produce una diversificación de las actividades
económicas, al tiempo que se incrementa la demanda de
servicios e inversiones en infraestructura de transporte para una
mejor accesibilidad. Si bien la jerarquía de los
asentamientos poblacionales exige trabajar con diversas
variables, en este caso se utiliza la cantidad de habitantes y se
designan los centros de acuerdo a una calificación
indicadora de jerarquía…" (Erbiti, 2008:
218).

La República Argentina ha sido una de las que
mostró un proceso de urbanización más
incipiente y acelerado en el contexto Latinoamericano como se
aprecia en tabla adjunta.

  • Tabla 10. Porcentaje de población
    urbana en la Argentina en el periodo 1960-2001.

1960

1970

1980

1991

2001

%

72

79

83

88

90

Fuente: elaboración propia con
datos de los Censos Nacionales.

Este proceso es de marcada primacía urbana como
se aprecia en la tabla 11 para el año 1960 y tabla 12 para
el año 2001 a su vez graficadas y representado en el mapa
12.

La macrocefalia argentina se observa entre la ciudad de
Buenos Aires y el resto de las ciudades argentinas que, tras
alcanzar un máximo relativo hacia mediados de los 70",
tiende a estabilizarse o disminuir. El sostenido proceso de
urbanización, es impulsado a partir del modelo
agro-exportador e incrementado durante la sustitución de
importaciones. Situación que también se observa en
los gráficos RT1, RT2, CR1 y
CR2.

Siguiendo la metodología, se analizó la
relación existente entre la población de la capital
provincial y resto de la provincia (ver tablas y graficos en
anexo) para los años extremos del periodo 1960 y 2001,
donde se advierte que aquellas ciudades que en 1960 ocupaban los
primeros puestos como Capital Federal (44%), San Juan (42%),
Mendoza (40%), para el año 2001 "pierden
población", ya que en este cuentan en orden con 20%, 18% y
7%. En tanto otras "ganan población" como es el caso de La
Rioja (28%), Ushuaia (33%) y San Luis (23%) para el 60" en tanto
para el 2001 50%, 45% y 44% respectivamente. Solo por mencionar
algunos datos extraídos de la tabla 13.

  • b. Provincias

La provincia es la primera subdivisión de
territorio nacional y es la unidad federal que constituye el
país. Conforme a la Constitución de 1853, reformada
en varias oportunidades y la última en 1994, la Argentina
es una república federal compuesta por 23 provincias, y en
sus inicios contaba con 14 provincias y 9 Territorios Nacionales
que a partir de la década del "50 se convirtieron en
provincia, en 1991 Tierra del Fuego, Antártida e Islas del
Atlántico Sur fue el último territorio en
hacerlo.

Para este trabajo se considera como provincia a la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la misma no tiene
carácter de provincia, sino de ciudad autónoma con
atribuciones similares que una provincia, siendo además la
Capital de la República es por esto llamada Capital
Federal. Está comprendida al oeste y norte por la Avenida
General Paz, al este por el Río de la Plata y, al sur, por
el Riachuelo.

La urbanización en Argentina es el reflejo del
proceso de aglomeración de población en el mundo a
comienzos del s.XIX, donde la concentración de esta se
volcó a los sistemas urbanos. Entre las razones posibles
de este fenómeno en Argentina se contaría
con:

  • desde antes del surgimiento como Estado Nacional, la
    tendencia a la concentración de actividades en la
    región pampeana, esto planteó un proceso de
    desigualdad en la distribución de la población
    y de las actividades económicas;

  • la inmigración trasatlántica hacia los
    centros urbanos, en particular, hacia las provincias que
    contenían a Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y
    Rosario. Además del flujo de inmigración
    interna de zonas rurales hacia zonas urbanas debido a
    condiciones económicas y sociales desfavorables. Este
    último aspecto también reflejado en toda
    América latina.

El sistema urbano argentino en 1947 reflejaba la
configuración espacial propia de la etapa
agro-exportadora, con predomino absoluto de la región
pampeana y participación minoritaria de las
economías regionales tradicionales: NOA, Cuyo y
NEA.

Si bien a través de la historia se pueden
observar diferentes políticas que intentaron modificar la
característica de primacía del sistema urbano
argentino, éstas no modificaron dicha
situación.

Haciendo un poco de historia recordemos que durante los
70" surge la propuesta de regímenes de promoción
industrial en provincias extra-pampeanas, pero su
implementación se concreta una década más
tarde en dos provincias del Noroeste como Catamarca y La Rioja,
dos de Cuyo San Juan y San Luis y un régimen especial en
un territorio nacional patagónico Tierra del
Fuego.

En tanto a partir de los 90", se ha producido un manejo
discrecional y arbitrario de los fondos de Coparticipación
Federal y de los Aportes del Tesoro Nacional en desmedro de la
ciudad de Buenos Aires y de la Región Pampeana.
También se establecieron sobresueldos diferenciales,
especialmente en áreas de frontera o rurales. Estrategia
que no modificó la característica de
primacía del sistema urbano argentino (Velázquez,
2006).

El sistema urbano en 2001 muestra una situación
bastante diferente, ya que las ATIs[3]se
encuentran mucho más distribuidas entre las diferentes
regiones argentinas. Si bien el área pampeana sigue
concentrando la mitad de las ciudades intermedias y grandes, por
primera vez todas las provincias argentinas cuentan con ciudades
intermedias (Velázquez, 2006).

El mapa 11 refleja la distribución de la
población en las provincias. Además de realizarse
los gráficos de RT1 y RT2, CR1 y CR2
en los cuales se aprecia las tendencias antes
descriptas.

La dinámica demográfica de un territorio
es un elemento importante en relación con el crecimiento
económico y desarrollo social. Este crecimiento es
consecuencia del crecimiento natural o vegetativo
(diferencia entre el número de nacimientos y defunciones
de una población) y del balance migratorio
(diferencia entres inmigraciones y migraciones que se dan en el
territorio observado). Se lo obtiene mediante cálculos
basados en datos estadísticos intercensales.

Cabe señalar que el Crecimiento Relativo
Intercensal (CRI), expresa el valor del crecimiento en
relación con la población que le dio origen
expresado en porcentaje (%). A su vez la Tasa de Crecimiento
Intercensal (TCI), determina el valor del crecimiento de
una población entre dos fechas, en relación con la
población media y expresada por cada 1.000
habitantes.

Para este trabajo se tomaron los datos de la
población en el periodo intercensal 1960-2001 (41
años), para el país por provincias y sus
respectivas capitales.

Partes: 1, 2

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