Monografias.com > Salud
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Esquizofrenia




Enviado por Charlotte Müller



Partes: 1, 2

  1. Justificación y
    objetivos
  2. Esquizofrenia
  3. Preguntas
    frecuentes
  4. Síntomas
  5. Tipos de
    esquizofrenia
  6. Diagnóstico
  7. Causas
  8. Tratamiento
  9. Perspectiva para el
    futuro
  10. Conclusión
  11. Anexos
  12. Bibliografía

Justificación
y objetivos

¿Qué es un loco? Exactamente, la locura es
la incapacidad de continuar con las ideas, como si se estuviese
en un país extranjero: viendo todo, entendiendo lo que
pasa alrededor, pero sin poder explicar o ser ayudado, porque no
se entiende la lengua hablada ahí. Todos hemos estado
locos en algún momento de nuestra vida.

Existe una idea errónea tanto de la locura como
de la esquizofrenia, pues normalmente se nos presentan a personas
muy agresivas con éste trastorno.

La esquizofrenia es una enfermedad debilitante y
desconcertante. Los que la padecen tienen frecuentemente el
sentimiento de estar controlados por fuerzas extrañas, que
hablan de él y están convencidos de que otros
pueden leer sus mentes; la percepción puede distorsionarse
más allá de la realidad haciendo que éstas
personas escuchen o vean cosas que no existen, llámense
también alucinaciones. Normalmente las personas con
ésta enfermedad se aíslan y son
cerradas.

Objetivos

  • Capacitar y/u orientar a los
    jóvenes sobre esta enfermedad para eliminar mitos
    sobre este padecimiento.

  • Identificar oportunamente a las
    personas con esquizofrenia para un tratamiento
    adecuado.

  • Conocer los signos y síntomas de
    la enfermedad.

  • Informar correctamente sobre todo lo
    relacionado con esta enfermedad.

Hipótesis

La esquizofrenia es una enfermedad mental peligrosa el
cual presenta síntomas como violencia extrema ante
cualquier situación, delirios y alucinaciones. A los
esquizofrénicos les gusta llamar la atención y son
muy hiperactivos.

La esquizofrenia solo es tratable con
medicación.

Esquizofrenia

La esquizofrenia es un trastorno mental caracterizado
por una pérdida de contacto con la realidad (psicosis),
alucinaciones (usualmente, oír voces), delirios (creencias
falsas), pensamiento anormal, aplanamiento afectivo
(índice reducido de emociones), motivación
disminuida, y desarrollo laboral y social alterado.

La esquizofrenia es un gran problema de salud
pública en todo el mundo. El trastorno suele afectar a las
personas jóvenes en el momento preciso en que están
estableciendo su independencia, y puede tener como resultado una
discapacidad y estigma durante toda la vida. En términos
de costes personales y económicos, la esquizofrenia figura
entre los peores trastornos que carga la humanidad.

La gravedad de los síntomas y la larga
duración de la enfermedad tienden a causar un alto grado
de discapacidad. Los medicamentos y otros tratamientos usados
para la esquizofrenia sirven para reducir y controlar los
síntomas, solo si se siguen de la manera indicada por el
médico. A pesar de todo, algunas personas no se benefician
mucho con los tratamientos disponibles. Otras los suspenden de
manera prematura. Una de las razones para que esto suceda es la
presencia de efectos secundarios de la medicación, los
cuales pueden ser desagradables e inconvenientes. Inclusive
cuando el tratamiento en si es moderadamente efectivo, la
capacidad de funcionamiento de algunos enfermos es afectado por
la falta de oportunidades de trabajo, el estigma que se asocia
con esta enfermedad y los síntomas que no mejoran con la
medicación.

Los primeros síntomas de la esquizofrenia
generalmente son cambios peculiares del comportamiento. Estos
síntomas pueden causar desconcierto y confusión en
los familiares del enfermo. La presencia de estos síntomas
es especialmente chocante para los familiares más cercanos
que conocían como era el paciente antes de enfermarse.
Resulta extremadamente difícil comprender cómo una
persona que era tan saludable y llena de vida puede tener un
cambio tan drástico. La aparición súbita de
síntomas sicóticos se conoce como la fase "aguda"
de la esquizofrenia. La "psicosis", un estado común en la
esquizofrenia, representa un deterioro mental marcado. Las
alucinaciones, como el oír voces que no son reales, son un
trastorno de la percepción muy común.
También son comunes los delirios, es decir el desarrollar
creencias falsas que surgen como consecuencia de la incapacidad
para distinguir lo real de lo imaginario. Otro síntoma
menos obvio es el aislamiento social, es decir el evitar el
contacto social con familiares, amigos y otras personas. Dicho
aislamiento puede presentarse antes, al mismo tiempo, o
después de los síntomas
psicóticos.

La evolución de la esquizofrenia es variable.
Algunas personas sufren un solo episodio psicótico y se
recuperan. Otras tienen muchos episodios de psicosis en el
transcurso de su vida, pero entre dichos períodos llevan
una vida normal. Otras personas sufren de esquizofrenia
"crónica", la que se manifiesta en forma continua o
recurrente. Éstas generalmente no se recuperan del todo y
típicamente requieren tratamiento con medicamentos a largo
plazo.

La esquizofrenia está catalogada por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) como la novena de
las principales causas de discapacidad mundial y afecta a cerca
del 1% de la población, aunque han sido identificados
focos donde la esquizofrenia es más o menos frecuente. La
esquizofrenia afecta por igual a varones que a mujeres. La
prevalencia en los países occidentales es del 1%
aproximadamente pero influye de manera mucho mayor sobre los
días de incapacidad laboral. La esquizofrenia es
más frecuente que la enfermedad del Alzheimer y la
esclerosis múltiple.

Determinar cuándo se produce su inicio suele ser
difícil si se considera que el escaso conocimiento de los
síntomas puede retrasar la asistencia médica
durante varios años. El promedio de edad para el comienzo
de la esquizofrenia son los 18 años para los varones y 25
años para las mujeres. Su inicio en la infancia o el
principio de la adolescencia es poco frecuente, como
también lo es su comienzo en la vejez.

El deterioro del funcionamiento social puede conducir al
abuso de sustancias tóxicas, a la pobreza y a la falta de
hogar. Las personas con esquizofrenia que no siguen ningún
tratamiento pueden perder el contacto con sus familiares y
amigos, y es frecuente que se las encuentre viviendo en las
calles de las grandes ciudades.

Problemas de la enfermedad

La esquizofrenia se oculta por los sentimientos de
vergüenza y estigmatización que provoca. Muchas
personas que padecen la enfermedad no están diagnosticadas
ni son tratadas, especialmente al comienzo del
trastorno.

La discriminación debida a la esquizofrenia
aumenta el sufrimiento de la persona que padece la enfermedad,
también es una fuente de perturbación y sufrimiento
para el paciente y sus familiares. La carga de la esquizofrenia
revela que la enfermedad causa sufrimiento, pérdida de
productividad, una menor calidad de vida y problemas
médicos y mentales de carácter secundario en los
pacientes y sus familias.

Los ciudadanos se muestran contrarios al establecimiento
de centros de tratamiento y alojamiento para personas con
enfermedad mental en las zonas residenciales. Ello supone un gran
obstáculo para su integración en la comunidad. Se
otorga a este colectivo una categoría más baja que
la de minusválidos o ex convictos.

Problemas de vivienda: Los propietarios suelen
negarse a alquilar casas a personas con problemas
psiquiátricos.

Problemas de empleo: Aunque la mayoría de
las personas con enfermedad mental tienen una importante
capacidad para el trabajo, sólo un pequeño
porcentaje están empleados.

Aislamiento social: Las personas con
esquizofrenia suelen estar socialmente aisladas, en parte por la
estigmatización y en parte como consecuencia de los
síntomas negativos asociados con la enfermedad. Casi no
tienen amigos.

Los pacientes que aceptan el diagnóstico de
enfermedad mental sienten una presión interna para
ajustarse al estereotipo de incapacidad e inutilidad, esto les
hace más retraídos y los lleva a adoptar el papel
de discapacitados. Los enfermos se vuelven más
dependientes del tratamiento y de la asistencia. La
percepción de la propia enfermedad puede ser motivo de un
pronóstico adverso. Aceptar la enfermedad puede significar
perder la capacidad de enfrentarse a ella.

Preguntas
frecuentes

¿Estoy enfermo/a?

La esquizofrenia se reconoce, al producirse un cambio en
el funcionamiento social y personal para el que no existe
explicación. Los signos iniciales incluyen:

  • Alteraciones del comportamiento, como ansiedad
    generalizada, depresión leve transitoria.

  • Pérdida de interés o abandono del
    trabajo, y de las actividades sociales que antes eran
    importantes.

  • Suspicacia y un cambio profundo y visible en los
    hábitos y valores personales, como el aseo, la
    higiene, el cuidado de la imagen personal o la
    puntualidad.

¿Tengo síntomas?

La esquizofrenia es una enfermedad que presenta muchos y
variados síntomas. Ninguno es específico de ella
sino que pueden encontrarse también en otras enfermedades
mentales. Alteraciones del comportamiento, depresión leve
o falta de cuidado de la higiene personal, no tienen
porqué significar la presencia de la enfermedad. En
ocasiones resulta difícil diagnosticar a un paciente con
esquizofrenia, aunque los síntomas hagan sospechar la
enfermedad.

El comienzo de la enfermedad puede ser agudo, es decir,
puede comenzar de un momento para otro con una crisis delirante,
un estado maníaco, un cuadro depresivo con contenidos
psicóticos o un estado confuso onírico.
También puede surgir de manera insidiosa o
progresiva.

¿Se hereda?

Los familiares de personas con esquizofrenia tienen
mayor riesgo de padecer la enfermedad. Aunque los factores
genéticos son importantes no explican por sí solos
el modo de presentación de la esquizofrenia.

¿Se contagia?

La esquizofrenia no es una enfermedad contagiosa, es la
consecuencia de una serie de factores que interactúan
entre sí y desencadenan la aparición de la
enfermedad.

Síntomas

Se llaman síntomas a aquellas manifestaciones del
sujeto que anuncian una anomalía o enfermedad.
Serían síntomas los dolores, las inflamaciones, los
cambios de ritmos biológicos.

El problema de la esquizofrenia es que la mayoría
de los síntomas son subjetivos, dependen de lo que el
paciente refiera. Hay dos tipos de síntomas en la
esquizofrenia:

Síntomas positivos

Los síntomas positivos consisten en aquello que
el paciente hace o experimenta y que las personas sanas no suelen
presentar, como los delirios, las alucinaciones y las conductas
extravagantes. En las fases agudas de la enfermedad, la
excitación de los sentidos provoca trastornos en el
cerebro, por lo que el paciente ve, oye, huele o siente cosas que
no existen. Esta percepción provoca miedo en el enfermo,
que puede tener delirios de ser perseguido o espiado.

Las conexiones lógicas del pensamiento se pierden
y el discurso resulta incoherente.

Las ideas delirantes son falsas creencias de las que la
persona está firmemente convencida a pesar de la ausencia
de pruebas concretas. Las personas que experimentan delirios
pueden creer que son perseguidas, que tienen poderes o talentos
especiales o que sus pensamientos o acciones están bajo el
control de una fuerza externa.

Las alucinaciones son sensopercepciones sensoriales
imaginarias. Los tipos de alucinaciones más habituales en
la esquizofrenia son las auditivas, en forma de voces
imaginarias. Otras alucinaciones menos frecuente consisten en
ver, sentir, saborear u oler cosas que no existen y que son
percibidas como reales por quien las padece.

Los enfermos que sufren trastornos del pensamiento,
tienen una forma de pensar confundida que se revela en el
contenido y en la forma de lo que dicen. La conversación
puede resultar difícil de seguir, porque salta de un tema
a otro con poca o ninguna conexión
lógica.

Comportamiento extraño: algunas personas con
esquizofrenia se comportan de forma extraña o trasgreden
normas y costumbre sociales (por ejemplo: se desnudan en
público). Pueden hacer gestos raros y muecas o adoptar
expresiones faciales incongruentes y posturas extrañas sin
razón aparente.

Los síntomas positivos se reconocen con relativa
facilidad, difieren de lo normal. Sin embargo, las ideas
delirantes y las alucinaciones no justifican el
diagnóstico de esquizofrenia.

Estos mismos síntomas se suelen dar en personas
que abusan del alcohol o las drogas o que sufren depresión
grave u otras enfermedades.

De igual manera, los síntomas positivos incluyen
angustia y excitividad en el área de sentimientos,
insomnio, palpitaciones, sudores, mareos, trastornos
gastrointestinales y trastornos respiratorios en el área
vegetativa, comportamiento, agresivo y/o agitado, inquietud
corporal, movimientos extraños y absurdos y conducta
repetitiva en el área motriz.

Los antipsicóticos pueden eliminar o reducir la
intensidad de los síntomas positivos y disminuir las
posibilidades de sufrir recaídas, aunque la persona
todavía se vea afectada por los síntomas negativos.
Las recaídas suelen venir provocadas por:

– Acontecimientos estresantes.

– Relaciones conflictivas prolongadas.

– Interrupción o reducción de la dosis de
los medicamentos.

También se producen recaídas sin un factor
desencadenante evidente, aún cuando el paciente tome una
dosis que hasta ese momento era adecuada.

Síntomas negativos

Aquello que el paciente deja de hacer y que los
individuos sanos suelen realizar cotidianamente. Pensar con
fluidez y con lógica, experimentar sentimientos hacia las
personas y las cosas, voluntad para emprender las tareas
cotidianas.

Embotamiento afectivo: las personas con esquizofrenia
suelen presentar un estado emocional aplanado, de forma que no
responden a lo que pasa a su alrededor. La persona afectada puede
parecer mal encaminada, sin objetivos, alegremente inoportuna y a
menudo impulsiva.

Pérdida de vitalidad: la esquizofrenia reduce la
motivación de las personas y disminuye su capacidad de
trabajar o de participar en diversiones. Surge en ellos
indecisión, negativismo y pasividad, mezclados con
impulsos súbitos.

Pobreza de pensamiento: sufren una notable
reducción de la cantidad y calidad de su pensamiento. Rara
vez hablan con espontaneidad y contestan a las preguntas con
respuestas cortas sin ningún detalle.

A diferencia de los síntomas positivos, los
negativos constituyen déficit más sutiles del
funcionamiento y no suelen reconocerse como síntomas de la
enfermedad. Los síntomas negativos pueden deberse a una
depresión (que puede manifestarse a la vez que la
esquizofrenia) o constituir la respuesta a un ambiente poco
estimulante (como una estancia prolongada en el hospital) o
presentarse realmente como efectos secundarios de algunos
antipsicóticos. Suele ser difícil determinar si los
síntomas negativos forman parte de la propia esquizofrenia
o son el resultado de otro tipo de problemas.

La diferencia entre lo normal y lo
anormal

Ocasionalmente, las personas normales pueden sentirse,
pensar, o actuar de maneras que se asemejan superficialmente a la
esquizofrenia. Por ejemplo, a todas las personas normales les
puede suceder en algún momento que no pueden pensar
claramente por ansiedad extrema como cuando tienen que hablar
frente a grupos de personas. En una situación que produce
ansiedad marcada, uno puede sentirse confundido e incapaz de
coordinar los pensamientos u olvidarse lo que quería
decir. Esto no es esquizofrenia. De igual modo, las personas con
esquizofrenia no siempre actúan de manera anormal. De
hecho, algunas personas esquizofrénicas pueden parecer
completamente normales y perfectamente responsables aún
cuando están experimentando alucinaciones y
delirios.

La condición del paciente puede variar
marcadamente a través del tiempo mostrando períodos
de empeoramiento, especialmente cuando los medicamentos son
suspendidos, y períodos en los que vuelve casi a la
normalidad, generalmente cuando está recibiendo el
tratamiento apropiado.

La esquizofrenia no es lo mismo que la "personalidad
múltiple". Es un error pensar que la esquizofrenia es lo
mismo que la "personalidad múltiple", es decir un cambio
de personalidad. Este error es bastante común.

¿Los actos de violencia son comunes
en las personas que sufren de esquizofrenia?

La prensa, radio y televisión muchas veces
presentan a la violencia criminal como si fuera el resultado de
enfermedades mentales. Sin embargo, la realidad es otra. Los
estudios de investigación indican que las personas con
esquizofrenia no tienen una predisposición a la violencia,
excepto aquéllas que tienen antecedentes de violencia
criminal antes de enfermarse, y aquéllas con problemas de
drogas o alcohol. La mayoría de personas que sufren de
esquizofrenia no son violentas. Lo habitual es que prefieren
estar solas y se aíslan. La mayoría de los
crímenes violentos no son cometidos por personas con
esquizofrenia, y la mayoría de personas con esquizofrenia
no cometen crímenes violentos.

El abuso de drogas eleva significativamente la
probabilidad de cometer actos de violencia en las personas con
esquizofrenia, pero lo mismo sucede con las personas sin
enfermedad mental. Las personas que sufren de síntomas
paranoicos y psicóticos, los cuales tienden a empeorar si
se suspenden los medicamentos, también tienen un riesgo
más alto de cometer actos violentos. Es común que
éstos sean dirigidos a familiares y amigos, y generalmente
ocurren en el hogar.

Esquizofrenia y suicidio

El suicidio es la causa principal de muerte prematura en
los pacientes con esquizofrenia. Según la revisión
que se llevó a cabo para elaborar la GPC (Guía de
Práctica Clínica) de la American Psychiatric
Association, la incidencia de suicidios a lo largo de la vida en
pacientes con esquizofrenia es de un 10% a un 13%, y se estima en
un 18% a 55% el porcentaje de pacientes con esquizofrenia que
intentan suicidarse. El conocimiento de los factores de riesgo de
suicidio asociados a la esquizofrenia es limitado.

Algunos de ellos son comunes a los de la
población general: sexo masculino, raza blanca,
soltería, aislamiento social, depresión o
desesperanza, falta de empleo, dependencia de sustancias,
pérdidas recientes, y antecedentes personales y/o
familiares de intentos de suicidio.

Otros factores de riesgo específicos son, por un
lado, la juventud, con una media de edad de 33 años,
mientras que en la población general el mayor riesgo se
sitúa después de los 65 años; y por otro,
encontrarse en los 6 primeros años siguientes a la
hospitalización inicial, tener un curso crónico y
con un deterioro progresivo con exacerbaciones, o una
percepción de la pérdida de capacidades
funcionales. Otros factores de riesgo adicionales son la
presencia de ideas suicidas, las alucinaciones auditivas y el
alta reciente del hospital.

Se recomienda aumentar la frecuencia de las visitas
ambulatorias en pacientes con alta reciente del hospital, ya que
constituye un período de vulnerabilidad del
paciente.

Es posible que el mayor riesgo de suicidio en la
esquizofrenia se produzca en la fase de remisión. La
sintomatología depresiva asociada se caracteriza
principalmente por desesperanza, empobrecimiento y deterioro
cognitivo, más que por síntomas diagnosticables
como depresión mayor.

Muchos pacientes presentan uno o varios de estos
factores de riesgo, pero no se suicidan ni intentan suicidarse,
mientras que otros pueden hacerlo de manera inesperada sin que
existan indicios previos de riesgo importante. No es posible
predecir si un paciente concreto se quitará la
vida.

Generalmente los suicidios tempranos coinciden con una
clara conciencia de enfermedad incapacitante y tras la
remisión de la sintomatología aguda. Los suicidios
de aparición tardía coinciden con un deterioro
especialmente social; generalmente son suicidios premeditados
aunque pueden estar precipitados por algún acontecimiento
estresante.

Una parte importante de los suicidios de pacientes
esquizofrénicos se producen durante un período de
remisión después de 5 a 10 años de
enfermedad, como reflejo al parecer de una percepción de
desespero respecto a su propia patología que puede
aparecer sin ningún signo de alarma. Los familiares deben
conocer esta posibilidad. Incluso con la mejor de las asistencias
posibles, una parte de los pacientes esquizofrénicos es
probable que fallezcan por suicidio.

No obstante, es esencial evaluar el riesgo de suicidio
inicialmente y de manera regular como parte de la
evaluación psiquiátrica del paciente. Las ideas
suicidas o las amenazas de suicidio deben evaluarse en el
contexto de la historia clínica del paciente proporcionada
por él mismo y por los familiares y el terapeuta actual,
si ello es posible.

Los pacientes en los que se considera que existe un
riesgo elevado de suicidio deben ser hospitalizados, y deben
aplicarse las precauciones necesarias para evitarlo. Es
importante optimizar el tratamiento farmacológico de la
psicosis y la depresión, y abordar la tendencia suicida
del paciente de manera directa, con un enfoque de empatía
y apoyo. Debe haber una estrecha vigilancia de los pacientes
vulnerables durante los períodos de crisis personal,
modificaciones del entorno o períodos de dificultad o
depresión durante el curso de la enfermedad.

Trastornos similares a la
esquizofrenia

A veces, algunas situaciones médicas y
neurológicas, como la enfermedad tiroidea, los tumores
cerebrales, la epilepsia, la insuficiencia renal, las reacciones
tóxicas a fármacos y la deficiencia de vitaminas,
pueden producir síntomas similares a los observados en la
esquizofrenia. A demás, cierto número de trastornos
mentales comparten características con la
esquizofrenia.

  • Trastorno psicótico breve: Los
    síntomas de este trastorno se parecen a los de la
    esquizofrenia, pero duran desde sólo 1 día
    hasta 1 mes. Esta trastorno, limitado en el tiempo, a menudo
    aparece en sujetos con un trastorno de personalidad
    preexistente, o en los que hayan experimentado un
    estrés importante, como la pérdida de un ser
    querido.

  • Trastorno esquizofreniforme: Los síntomas,
    similares a los de la esquizofrenia, característicos
    de este trastorno duran de 1 a 6 meses. Este trastorno puede
    resolverse o puede progresar hacia la enfermedad
    maniacodepresiva o la esquizofrenia.

  • Trastorno esquizoafectivo: Trastorno caracterizado
    por la presencia de síntomas de trastornos de humor,
    como la depresión o la manía, junto con
    síntomas más típicos de la
    esquizofrenia.

  • Trastorno de personalidad esquizotípica: Este
    trastorno de la personalidad puede compartir síntomas
    de esquizofrenia, pero generalmente no es tan grave como para
    reunir los criterios de psicosis. Las personas con este
    trastorno tienden a ser tímidas y a aislarse en
    sí mismas y pueden mostrar desconfianza leve y otras
    alteraciones del pensamiento. Los estudios genéticos
    indican que el trastorno de personalidad esquizotípica
    puede ser una forma leve de esquizofrenia.

Tipos de
esquizofrenia

Esquizofrenia paranoide

Se caracteriza por el predominio de ideas delirantes y
alucinaciones, sobre todo auditivas. Los delirios y las
alucinaciones a veces constituyen una unidad. Es la más
frecuente, suele iniciarse entre los 20 y 30 años y es la
que mejor evoluciona a pesar de la aparatosidad del
cuadro.

Esquizofrenia catatónica

Predomina el trastorno del movimiento o movimientos
motores. Los expertos hablan de "estupor catatónico". A
pesar de tener la conciencia despierta, el enfermo no reacciona a
los intentos de entrar en contacto con él. Su rostro
permanece inmóvil e inexpresivo, no se percibe
ningún movimiento interior e incluso fuertes
estímulos de dolor pueden no provocar reacción
alguna. En los casos más graves pueden llegar a no hablar,
ni comer, ni beber durante periodos lo suficientemente largos
como para que peligre su vida. Sin embargo en el interior del
enfermo puede haber verdaderas tormentas de sentimientos, que a
menudo solo se manifiestan en una aceleración del pulso.
También se dan repetición constantes del mismo
movimiento (automatismos) y muecas. Los cuadros de extrema
gravedad, en los que el enfermo por ejemplo se mantiene sobre una
pierna durante unas semanas, solo se observa muy raras veces
gracias a las posibilidades actuales del tratamiento. Sólo
ocurren cuando nadie se ocupa del enfermo o cuando el tratamiento
no es eficaz. El pronóstico para este tipo de
esquizofrenia suele ser malo.

Esquizofrenia desorganizada o
hebefrénica

Predomina un afecto absurdo, no apropiado, las conductas
suelen ser infantiles, el estado de humor es absurdo, existe
desinhibición en los sentimientos. Suelen tener
comportamientos extraños, como reír sin motivo
aparente y realizar muecas. A menudo muestran falta de
interés y de participación. Hay casos en los que se
manifiestan alucinaciones y delirios, aunque esto no es una
condición ecuánime en este tipo de esquizofrenia la
mayoría de los casos los brotes no son claramente
delimitables. Suele comenzar en edades tempranas como es la
pubertad, por eso reciben el nombre de esquizofrenias juveniles e
incluso hay casos en los que la enfermedad viene de la infancia.
Los desarrollos hebefrénicos lentos y desapercibidos por
presentar pocos síntomas se califican como esquizofrenia
simple. Por la ausencia de síntomas es difícil de
reconocerla, (los indicios suelen ser el descuido personal,
conductas solitarias…). El pronóstico suele ser
desfavorable en comparación con las otras esquizofrenias,
debido a la personalidad inmadura del enfermo.

Esquizofrenia indiferenciada

Es un tipo de esquizofrenia en la cual no predomina un
síntoma concreto para el diagnóstico, es como la
mezcla de otros anteriores.

Esquizofrenia residual

En estos casos debe haber habido, por lo menos, un
episodio de esquizofrenia anteriormente, pero en el momento
actual no hay síntomas psicóticos importantes. Es
la fase en la que los síntomas negativos son más
evidentes. No se manifiesta en todos los enfermos.

Diagnóstico

No existe una prueba diagnóstica definitiva para
la esquizofrenia. El médico establece el
diagnóstico a partir de una evaluación que aparque
el historial de una persona y su sintomatología. Para un
diagnóstico de esquizofrenia, los síntomas deben
durar, por lo menos, seis meses y estar asociados a un deterioro
significativo del trabajo, los estudios o el desarrollo social.
La información procedente de la familia, los amigos o los
profesores suele ser importante para establecer cuándo se
inició el trastorno.

Con frecuencia se realizan análisis de
laboratorio para descartar el abuso de sustancias tóxicas
o un trastorno médico subyacente de tipo
neurológico u hormonal que pueda tener las
características de una psicosis. Ejemplos de tales
trastornos son los tumores cerebrales, la epilepsia del
lóbulo temporal, la enfermedad del tiroides, las
enfermedades autoinmunes, la enfermedad de Huntington, las
enfermedades hepáticas y las reacciones adversas a los
fármacos. A veces está justificada la prueba del
abuso de drogas.

Las personas con esquizofrenia tienen anomalías
cerebrales que pueden ser vistas en una tomografía
computarizada (TC) o en una resonancia magnética nuclear
(RMN). Sin embargo, las anomalías no son lo
suficientemente específicas como para ayudar al
diagnóstico de esquizofrenia.

Examen del estado mental

En donde se trata de establecer el grado de
psicopatología que se presenta en el momento de la
entrevista. Se puede notar que muestran poco interés por
la entrevista y a veces se oponen rotundamente a ella, lucen
distraídos, con la mirada vaga o a veces evitan el
contacto visual con el entrevistador, descuidados de su aspecto
personal, gesticulando o riéndose sin motivo, hablando por
señas, pueden mostrar una conducta muy suspicaz, pueden
estar agitados e inquietos o inmóviles.

Su relato puede no ser confiable porque se detectan
incongruencias que ameritan ser aclaradas por algún
familiar o amigo. En el curso de pensamiento pueden encontrarse
las clásicas disgregaciones que son el resultado de
incoherencias en las ideas, llegando hasta la ensalada de
palabras (lenguaje cantinflesco).

Puede existir el robo del pensamiento en donde sienten
que se quedan sin ideas porque alguien se las
robó.

En el contenido del pensamiento se encuentran las ideas
delirantes, que pueden ser de tipo paranoide, místico,
religioso, de grandeza, de influencia extraña, de
despersonalización o de des-realización. En las
percepciones, pueden existir alucinaciones auditivas
(principalmente), visuales, táctiles, cinestésicas
(sienten que su cuerpo se mueve involuntariamente o que flota en
el espacio), cenestésicas o propioceptivas (las manos se
le hicieron muy grandes, la cara se le deformó, es mitad
humano y mitad animal) o de desintegración cósmica,
en donde su cuerpo flota desmembrado en el espacio.

La memoria es buena y la capacidad de abstracción
(análisis de proverbios) es mala. La información
general es buena y de acuerdo a su nivel educativo. Hay pobre
capacidad de juicio crítico hacia la realidad.
Generalmente no hay consciencia de enfermedad o existe en forma
parcial ya que se cree enfermo de algo físico.

Examen físico

Es poco relevante. Generalmente se aprecian alteraciones
secundarias a hiperactividad del sistema simático como
taquicardia, hipertensión arterial, pupilas dilatadas,
palidez generalizada. Pueden existir alteraciones motoras propias
del catatónico o gesticulaciones propias del
hebefrénico.

Examen neurológico

No se encontrarán alteraciones groseras en este
sentido pero si se deben buscar los llamados signos
neurológicos suaves (que no tienen una ubicación
topográfica específica en el cerebro) y que son los
siguientes:

  • Presencia de movimientos en espejo: Consisten en que
    cuando uno ordena a un paciente que mueva una extremidad, una
    mano, un dedo o un pie, se produce un movimiento opuesto en
    la misma parte del lado contra-lateral del cuerpo.

  • Dificultad para decir trabalenguas: Que se explora
    diciéndole al paciente que repita dos trabalenguas
    usados con frecuencia.

  • Confusión derecha-izquierda: El examinador,
    con sus manos cruzadas en el tórax le indica al
    paciente que con su mano izquierda toque la mano izquierda
    del explorador. Si hay dificultad para lograr esto, se
    considera que está presente este
    fenómeno.

  • Movimientos musculares anormales en reposo: Se le
    pide al paciente que junte sus pies, mantenga la cabeza
    erguida, con los ojos cerrados, las extremidades superiores a
    la altura de los hombros y los dedos de ambas manos abiertos
    durante un minuto. Si aparecen movimientos coreicos en las
    extremidades superiores, cabeza, cuello o tronco, se
    consideran signos positivos.

  • Dificultad para oponer los dedos: De una mano al
    pulgar correspondiente.

  • Dificultad en la pronación-supinación
    alterna repetitiva: Se le pide al paciente que golpee varias
    veces la palma de su mano derecha con la palma de la mano
    izquierda y que luego le de vuelta a la mano izquierda y
    golpee con el dorso de esa mano, la palma de la mano derecha
    varias veces. Luego se hace lo mismo sobre la palma de la
    mano izquierda.

  • Dificultad para realizar movimientos repetitivos:
    Con los pies en forma de golpear el piso repetitivamente con
    la punta de los pies tanto el izquierdo, como el derecho,
    como ambos simultáneamente.

Causas

No se ha identificado una causa única para la
esquizofrenia. Muchas enfermedades, tales como las
cardíacas, son el resultado de la interacción de
factores genéticos, del comportamiento y otros. Es posible
que ese sea también el caso en la esquizofrenia. Los
científicos todavía no han descubierto qué
factores son necesarios para que se produzca. Hoy día, se
están utilizando todas las herramientas de la
investigación biomédica moderna para aclarar
qué papel juegan los genes, cuáles son los momentos
críticos del desarrollo cerebral y qué otras causas
contribuyen en el desarrollo de la enfermedad.

Predisposición
genética

Se sabe desde hace tiempo que la esquizofrenia viene de
familia. Las personas que tienen un pariente cercano con
esquizofrenia tienen una probabilidad mayor de desarrollar la
enfermedad que las personas que no tienen parientes enfermos. Por
ejemplo, el gemelo idéntico de una persona con
esquizofrenia tiene una probabilidad más alta, cuarenta a
cincuenta por ciento, de desarrollar la enfermedad. Una persona
que tiene padre o madre enfermo tiene aproximadamente una
probabilidad del diez por ciento. Comparativamente, el riesgo de
esquizofrenia en la población general es de
aproximadamente el uno por ciento.

Los científicos están estudiando los
factores genéticos de la esquizofrenia. Es probable que
múltiples genes estén implicados en la
predisposición a la enfermedad. Además, es posible
que factores tales como dificultades prenatales,
malnutrición intrauterina, infecciones virales durante la
gestación, complicaciones peri natales y otros factores
contribuyan a que se produzca la enfermedad. Aún no se
conoce cómo se transmite la predisposición
genética y no se puede predecir si una persona en
particular desarrollará o no la enfermedad.

Actualmente se están investigando varias regiones
del genoma humano para identificar los genes que confieren
susceptibilidad a la esquizofrenia. La evidencia más
sólida hasta la fecha indica que los cromosomas 13 y 16
pueden estar implicados, pero esto aún no se ha
confirmado. La identificación de los genes
específicos que participan en el desarrollo de esta
enfermedad proporcionará información importante
sobre qué es lo que deja de funcionar en el cerebro y
permitirá el desarrollo de tratamientos
mejores.

Defecto químico en el
cerebro

El conocimiento básico de la química
cerebral y su vinculación con la esquizofrenia se
está expandiendo rápidamente. Desde hace tiempo se
cree que los neurotransmisores, substancias que permiten la
comunicación entre las células nerviosas,
están implicados en el desarrollo de la esquizofrenia. Es
probable, aunque no se sabe con certeza, que el trastorno se deba
a un desequilibrio de los sistemas químicos complejos e
interrelacionados del cerebro. También es probable que los
neurotransmisores dopamina y glutamato estén implicados.
Esta área de investigación es
prometedora.

Anormalidad física en el
cerebro

Las técnicas de imágenes del sistema
nervioso permiten a los científicos estudiar la estructura
y función del cerebro en personas vivas. Esta
tecnología ha avanzado significativamente en los
últimos tiempos. En varios estudios se han descubierto
anormalidades en la estructura del cerebro. Por ejemplo, una
dilatación de las cavidades llenas de fluido llamadas
ventrículos, y un encogimiento de ciertas regiones.
También se han descubierto anormalidades en las funciones.
Por ejemplo, una reducción de la actividad
metabólica en ciertas regiones del cerebro. Debe
enfatizarse que éstas son anormalidades sutiles y no se
observan en todas las personas con esquizofrenia. Tampoco ocurren
únicamente en las personas que sufren la enfermedad. Los
estudios microscópicos del tejido cerebral obtenidos
después de la muerte del paciente muestran cambios menores
en la distribución y el número de las
células cerebrales. Aparentemente muchos de estos cambios,
aunque probablemente no todos, se producen antes que la persona
se enferme.

Se cree que la esquizofrenia puede ser, en parte, un
trastorno del desarrollo del cerebro. Los neurobiólogos
patrocinados por el National Institute of Mental Health (NIMH)
que estudian el desarrollo del sistema nervioso han descubierto
que la esquizofrenia se produce cuando las neuronas forman
conexiones incorrectas durante el desarrollo del feto. Estos
defectos pueden no manifestarse hasta la pubertad, cuando los
cambios cerebrales que ocurren normalmente durante esta etapa de
maduración interactúan adversamente con las
conexiones defectuosas. Estos estudios de investigación
han motivado esfuerzos para identificar los factores prenatales
que producen estas anormalidades en el desarrollo
cerebral.

En estudios con técnicas de imágenes
cerebrales, los investigadores han hallado evidencia de cambios
bioquímicos tempranos que pueden ser anteriores a la
presentación de los síntomas de la enfermedad.
Estos hallazgos sugieren que es necesario examinar los circuitos
de neuronas que probablemente estén implicados en la
producción de esos cambios. Por otro lado, los
científicos que trabajan en el aspecto molecular
están explorando la base genética de las
anormalidades en el desarrollo cerebral y de los sistemas
neurotransmisores que controlan la función
cerebral.

Abuso de Drogas

Las drogas en sí mismas, incluyendo el alcohol,
el tabaco y las drogas de uso callejero, no causan esquizofrenia.
Las drogas pueden crear en individuos sanos síntomas
similares a los de la esquizofrenia.

Teorías Nutricionales

Aunque una nutrición adecuada es esencial para el
bienestar de la persona con la enfermedad, es improbable que la
esquizofrenia sea causada por la falta de ciertas vitaminas. No
se ha podido sustanciar la validez de la terapia que promueve
como tratamiento el uso de dosis masivas de vitaminas o
megavitaminas.

Algunas personas mejoran mientras toman vitaminas. Esto
puede ser debido al uso concomitante de medicación
antipsicótica o al efecto terapéutico de una buena
dieta, la administración de vitamina y medicación.
También puede ser que estos individuos sean parte del
grupo que se va a recuperar sin importar el tratamiento que se
use.

Tratamiento

Los objetivos generales del tratamiento son la
reducción de la gravedad de los síntomas
psicóticos, la prevención de la recurrencia de los
episodios sintomáticos y el deterioro asociado con el
funcionamiento del individuo, así como suministrar un
apoyo que permita al paciente un funcionamiento al máximo
nivel posible.

Fármacos
antipsicóticos

Los fármacos antipsicóticos pueden ser
eficaces para reducir o eliminar síntomas como los
delirios, las alucinaciones y el pensamiento desorganizado. Una
vez que los síntomas inmediatos se han corregido, el
consumo continuado de los fármacos antipsicóticos
reduce sustancialmente la probabilidad de episodios
futuros.

Desafortunadamente, los fármacos
antipsicóticos tienen efectos adversos significativos que
pueden incluir sedación, rigidez muscular, temblores y un
desaosiego motor. Los fármacos antipsicóticos
también pueden causar discinesia tardía, un
trastorno caracterizado por movimientos involuntarios,
principalmente el fruncido de labios y lengua o las contorsiones
de brazos o piernas. La discinesia tardía puede mantenerse
incluso después de interrumpirse la administración
del fármaco. No existe un tratamiento eficaz para la
discinesia tardía. Otro efecto adverso de los
fármacos antipsicóticos, aunque raro, pero
potencialmente mortal, es el síndrome neuroléptico
maligno, que se caracteriza por rigidez muscular, fiebre,
hipertensión arterial y cambios en la función
mental (por ejemplo, confusión y letargia).

Están disponibles algunos de los nuevos
fármacos antipsicóticos que causan menos efectos
adversos. Éstos fármacos pueden aliviar
síntomas positivos (como alucinaciones), síntomas
negativos (como falta de emociones) y deterioro cognitivo (como
un funcionamiento mental y un campo de atención reducidos)
en mayor grado que los fármacos antipsicóticos
más antiguos.

Se ha comprobado que la clozapina resulta eficaz hasta
en la mitad de las personas en las que otros fármacos no
han funcionado. Sin embargo, clozapina puede causar graves
reacciones adversas, como convulsiones o supresión de la
médula ósea, potencialmente mortal; por ello, se
suele usar sólo en las personas que no han respondido a
otros fármacos antipsicóticos. Los pacientes que
toman clozapina deben hacer un recuento semanal de los
glóbulos blancos, al menos durante los primeros seis
meses, para que pueda interrumpirse la administración de
clozapina a la primera indicación de que el número
de los glóbulos blancos está bajando.

Fármacos antipsicóticos:
¿Cómo funcionan?

Partes: 1, 2

Página siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter