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Evaluación del aprendizaje



  1. Características de la evaluación
    del aprendizaje
  2. Principios de la evaluación del
    aprendizaje
  3. Funciones de la evaluación del
    aprendizaje
  4. Tipos
    de evaluación del aprendizaje
  5. Formas
    de participación en la evaluación del
    aprendizaje
  6. Tendencias de la evaluación del
    aprendizaje
  7. Enfoques de la evaluación del
    aprendizaje
  8. Modelos de la evaluación del
    aprendizaje

Es un aspecto muy importante en el sistema educativo.
Los resultados de las evaluaciones se utilizan para obtener
información sobre los estudiantes y los programas y
también para tomar decisiones importantes que van a
afectar la vida de las personas que los toman. Por lo tanto es
muy importante que estas evaluaciones sean válidas y
apropiadas según su propósito. Este curso
está dirigido a todos aquellos individuos (profesores,
directivos e investigadores) que tienen la responsabilidad de
diseñar, adaptar o adoptar diferentes tipos de
instrumentos para evaluar el aprendizaje de los
estudiantes.

La evaluación de los aprendizajes es un
proceso permanente de información y reflexión sobre
el proceso de producción de los aprendizajes y requiere
para su ejecución de la realización de los
siguientes procesos:

 ·        
Recolección y selección de
información
sobre los aprendizajes de los alumnos, a
través de la interacción con ellos, la
aplicación de instrumentos, las situaciones de
evaluación, etcétera.

 ·        
Interpretación y valoración de los
aprendizajes
en términos del grado de desarrollo de
los criterios de evaluación establecidos en cada
área y, por ende, el grado de desarrollo de la
competencia. La valoración debe darse en términos
cualitativos.

 ·        
Toma de decisión, que involucra el
establecimiento de un plan de acción que permita al alumno
conocer, reforzar y estimular los aprendizajes que debe
desarrollar con la ayuda del docente, quien deberá
planificar nuevas estrategias de enseñanzaaprendizaje,
según las conclusiones a las que se llegue en la
evaluación.

Características de la
evaluación del aprendizaje

    Integral.

·   Continua.

·   Reguladora del proceso
educativo.

·   Orientadora.

·   Compartida –
democrática.  

   En FPE, el objetivo de la evaluación
del proceso de aprendizaje del alumnado es conocer si ha
alcanzado, para cada módulo profesional, las capacidades
terminales y las capacidades más elementales de las que
están compuestas (criterios de evaluación), con la
finalidad de valorar si dispone de la competencia profesional que
acredita el título.

1. Integral: involucra las dimensiones
intelectual, social, afectiva, motriz y axiológica del
alumno; así como a los demás elementos y actores
del proceso educativo, y las condiciones del entorno
socio-económico y cultural que inciden en el
aprendizaje.

2. Continua: se realiza a lo largo del proceso
educativo en sus distintos momentos: al inicio, durante y al
final del mismo, de manera que los resultados de la
evaluación no se conozcan sólo al final, sino
durante todo el proceso.

3. Sistemática: se organiza y desarrolla
en etapas debidamente planificadas, en las que se formulan
previamente los aprendizajes a evaluar y se utilizan
técnicas e instrumentos válidos y confiables para
la obtención de información pertinente y relevante
sobre las necesidades y logros de los estudiantes. Sin embargo,
esto no exime el recojo de información ocasional mediante
técnicas no formales, como la observación casual o
no planificada.

4. Participativa: posibilita la
intervención de los distintos actores en el proceso de
evaluación, comprometiendo a los docentes, directores,
estudiantes y padres de familia en el mejoramiento de los
aprendizajes, a través de la autoevaluación,
coevaluación y heteroevaluación.5. Flexible:
toma en cuenta las características del contexto donde se
desarrolla el proceso educativo, las particularidades,
necesidades, posibilidades e intereses de cada estudiante,
así como sus diferentes ritmos y estilos de aprendizaje
para la adecuación de las técnicas, instrumentos y
procedimientos de evaluación.

Principios de la
evaluación del aprendizaje

El sistema de evaluación de los
aprendizajes tiene por finalidad contribuir a la mejora de la
calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje, por
tanto debe darse antes, durante y después de estos
procesos permitiendo la regulación de las interrelaciones,
detectar las dificultades que se van presentando, averiguar las
causas y actuar oportunamente sin esperar que el proceso
concluya; por tanto es de naturaleza formativa. De la
misma manera, la evaluación de los aprendizajes asume que
su objeto lo constituyen los criterios e indicadores de cada
área curricular, que funcionan como parámetros de
referencia para determinar los progresos y dificultades de los
educandos. Dichos criterios se constituyen en la unidad de
recopilación, registro, análisis y
comunicación del proceso evaluativo, dándole
así su naturaleza de criterio.

– Es parte de la planificación
efectiva de la enseñanza y el aprendizaje.- Se focaliza en
cómo aprenden los alumnos.- Es central a la
práctica en aula.- En una habilidad profesional clave. Es
así que resulta importante la retroalimentación.-
Es sensible y constructiva puesto que la evaluación
acarrea un impacto emocional. Por tanto se debe enfatizar el
progreso y los logros de los estudiantes en vez de sus fracasos,
por tanto debe existir una retroalimentación
constructivista centrándose en los trabajos y no en la
persona.- La evaluación promueve la motivación en
los alumnos y ello en vista que debe servir para el progreso del
alumno. En ese sentido es importante no realizar comparaciones a
los alumnos con aquellos que han tenido mayor éxito.-
Promueve la comprensión de metas y criterios.- Ayuda a los
alumnos a saber cómo mejorar. Por tanto se deben usar
métodos que fomenten la autonomía del estudiante y
que le permitan cierta elección y oportunidades de auto
dirección.- Desarrolla capacidad de
autoevaluación.- Reconoce todos los logros
educativos.

  • CONTINUO

  • COOPERATIVO

Funciones de la
evaluación del aprendizaje

En la práctica educativa, la
evaluación persigue simultáneamente varias
finalidades, las mismas que pueden ser agrupadas en dos grandes
funciones:•1. La función pedagógicaEs
la razón de ser de la auténtica evaluación,
ya que permite reflexionar sobre los procesos de aprendizaje y de
enseñanza con el fin de corregirlos y mejorarlos. Esta
función permite principalmente:

1.1 La identificación de las
capacidades de los alumnos, sus conocimientos y competencias; sus
actitudes y vivencias valorativas; sus estilos de aprendizaje,
sus hábitos de estudio, entre otrainformación
relevante, al inicio de todo proceso de enseñanza y
aprendizaje, con la finalidad de adecuar la programación a
las particularidades de los alumnos.

1.2 La estimación del
desenvolvimiento futuro de los alumnos a partir de las evidencias
o información obtenida en la evaluación inicial,
para reforzar los aspectos positivos y superar las
deficiencias.

1.3 La estimulación y
motivación a los alumnos para el logro de nuevos
aprendizajes. Refuerza y recompensa el esfuerzo, haciendo del
aprendizaje una actividad satisfactoria. Favorece la
autonomía de los alumnos y su autoconciencia respecto a
cómo aprende, piensa, atiende y actúa.

1.4 El seguimiento oportuno del
proceso de enseñanza y aprendizaje con el fin de detectar
logros o dificultades para aplicar las medidas pertinentes que
conduzcan a su mejoramiento. Así el estudiante toma
conciencia sobre su propio proceso de aprendizaje para
controlarlo y regularlo desarrollando cada vez más su
autonomía.

1.5 La reflexión en torno a
los resultados alcanzados y a los procesos de enseñanza
desarrollados al término de un período determinado,
para determinar las prácticas que resultaron más
eficaces y aquellas que, por el contrario, podrían ser
mejoradas.•2. La función socialPretende
esencialmente determinar qué alumnos han logrado los
aprendizajes necesarios para otorgarles la certificación
correspondiente requerida por la sociedad en los diferentes
niveles o modalidades del sistema educativo. Por esta
razón, se considera que esta función tiene
carácter social, pues constata y/o certifica el logro de
determinados aprendizajes al término de un período,
curso o ciclo de formación, para la promoción o no
a grados inmediatos superiores o para la inserción en el
mercado laboral.

Tipos de
evaluación del aprendizaje

Evaluación
Diagnóstica
Permite conocer el nivel o estado en que se
encuentran los estudiantes al inicio del proceso educativo. En
este sentido, este tipo de evaluación tiene un
carácter preventivo. Consiste en una prueba de entrada
escrita al inicio del año académico. Es preparada
por los especialistas de educación a distancia de la sede
central y los especialistas de las áreas curriculares, con
dos propósitos: conocer el nivel de logro de los
conocimientos, competencias, actitudes y valores que ya posean
los estudiantes, y conocer el nivel de dominio de los
pre-requisitos que son necesarios e imprescindibles para el
éxito en el desarrollo del currículo.Este
conocimiento le servirá al tutor para adecuar los tiempos
de estudio según necesidades individuales, poner
atención en las carencias de aquellos estudiantes que no
poseen los pre-requisitos, y al final del año, conocer el
grado de éxito educativo comparando con la prueba de
salida, instrumento que igualmente al anterior, es preparado en
la sede central.

Es importante destacar que la
función diagnóstica también la cumple el
material impreso, concretamente la sesión de aprendizaje,
la cual trae en su apertura lo que podríamos denominar
"recuperación de los saberes previos" que motiva al
estudiante a tomar conciencia de lo que sabe y no sabe,
así como de sus condiciones afectivoemocionales y de
organización para el estudio.Evaluación
Formativa
Permite mejorar los procesos de
enseñanza-aprendizaje al valorar el alumno su propio
aprendizaje, a los estudiantes como grupo de aprendizaje, con el
apoyo y seguimiento constante del tutor.

El libro-cuaderno que desarrolla las
sesiones de aprendizaje propone actividades y pruebas de
autoevaluación, las cuales, después de ser
resueltas por el estudiante, son revisadas también por el
tutor, el cual realiza lo más pronto posible la
retroalimentación pertinente. En esto es ayudado por el
propio material maestro que incluye asimismo la clave o
respuestas de evaluación.La metacognición se
realiza a través de una sección del libro-cuaderno
titulado "Comprueba tus aprendizajes", que permite al grupo y a
los estudiantes darse cuenta de sus progresos y dificultades. En
este mismo sentido se realiza al final de ciertos períodos
–preferentemente al final de la semana- una
reflexión con el mismo propósito.La experiencia ha
señalado la utilidad de incorporar en el material impreso
sesiones de refuerzo y en la guía metodológica
actividades de complementación y reforzamiento, así
como de nivelación para los que no hubieran podido seguir
el ritmo del grupo.Evaluación CualificadoraPermite
conocer el logro de los resultados esperados de aprendizaje,
expresados en indicadores de evaluación. Esta
evaluación es diseñada en la sede central
(especialistas de educación a distancia y de áreas
curriculares) mediante las pruebas de unidad y bimestral que son
aplicadas por el tutor, y corregidas y calificadas –las
primeras- por los tutores y los especialistas de áreas
curriculares, y las segundas, por los especialistas de las
UGEs.Generalmente los instrumentos son pruebas impresas
diseñadas con preguntas de selección
múltiple, apareamiento, completamiento, verdadero-falso,
así como pruebas de desarrollo que consideran las de tipo
ensayo y las de respuesta corta. éstas últimas
buscan evaluar los logros de análisis, síntesis,
producción y creatividad.

El acto de evaluación de divide en:
DIAGNÓSTICA, FORMATIVA Y SUMATIVA.Se habla de una
evaluación diagnóstica para designar aquel acto
cuando juzgamos de antemano lo que ocurrirá durante el
hecho educativo o después de él. Su
propósito es tomar las decisiones pertinentes para hacer
al hecho educativo más eficaz, evitando formulas y caminos
equivocados. Su función es identificar la realidad
particular del alumno comparándola con la realidad
pretendida en los objetivos de enseñanza-aprendizaje. Se
realiza al inicio del acto educativo, ya sea todo un curso, plan,
o una porción del mismo. Para éste tipo de
evaluación es recomendable la utilización de
instrumentos como medio de recogida de información:
pruebas objetivas estructuradas, explorando o reconociendo la
situación real de los estudiantes en relación con
el hecho educativo.LA EVALUACIÓN FORMATIVA se utiliza para
designar al conjunto de actividades probatorias y apreciaciones
mediante el cual juzgamos y controlamos el avance mismo del
proceso educativo, analizando los resultados de enseñanza.
Su propósito es la toma de decisiones sobre las
alternativas de acción y dirección que se van
presentando conforme avanza el proceso de
enseñanza-aprendizaje. Su función principal se
transforma en dirigir el aprendizaje para obtener mejores
resultados. Se realiza durante todo el hecho educativo, o en
cualquiera de los puntos conflicto del proceso. Dentro de
éste es posible utilizarse una serie de instrumentos que
pudieran apoyar a la evaluación: pruebas informales,
observación y registro del desempeño,
interrogatorios, etc.Por último se habla de una
evaluación sumativa, para designar la forma mediante la
cual medimos y juzgamos el aprendizaje con el fin de
certificarlo, asignar calificación, etc. Su
propósito se transforma en asignar calificaciones a los
alumnos que refleje la proporción de los objetivos
logrados en el curso. Su función es explorar el
aprendizaje en los contenidos incluidos, localizando el nivel
individual de logro. Y es utilizado al finalizar el acto
educativo. Presenta a las pruebas objetivas como los instrumentos
más idóneos para este tipo de
evaluación.Toda actividad escolar debe ser evaluada en
cada uno de los momentos del proceso de enseñanza –
aprendizaje, al inicio, durante el desarrollo y al final del
proceso.Para ello, es necesario realizar los siguientes tipos de
evaluación: diagnóstica, formativa cualitativa o
cuantitativa.

Es la que se realiza durante el desarrollo
del proceso enseñanza – aprendizaje. Tiene como
finalidad determinar el progreso del alumno, detectar
dificultades y reorientar el aprendizaje.A través de esta
evaluación, el docente adquiere información, que le
permite modificar las estrategias metodológicas. Mejorar
los recursos utilizados y preparar actividades de
recuperación tanto individuales como grupales, que
orienten al logro de los objetivos, por otra parte, el alumno
conoce sus logros y las deficiencias que necesitan ser
separadas.La planificación y realización de la
evaluación formativa debe hacerse fundamentalmente en
función de objetivos establecidos, ya que estos son los
que determinan qué cómo, con que evaluar y en
qué condiciones.Puede hacerse a través de pruebas
elaboradas por el docente, trabajos prácticos,
observación, entrevista con el alumno, trabajos de
investigación y otros.El docente debe seleccionar la
técnica puede ser apropiada para evaluar todos los
objetivos. Una técnica puede ser apropiada para evaluar
una conducta, pero inapropiado para otra.

Formas de
participación en la evaluación del
aprendizaje

AUTOEVAL: Se produce cuando un
sujeto evalúa sus propias actuaciones. Es un tipo de
evaluación que toda persona realiza de forma permanente a
lo largo de su vida. Por ejemplo, frecuentemente tomamos
decisiones en función de la valoración positiva o
negativa de un trabajo realizado, de la manera como establecemos
nuestras relaciones, etc.Mediante la autoevaluación los
alumnos pueden reflexionar y tomar conciencia acerca de sus
propios aprendizajes y de los factores que en ellos intervienen.
En la autoevaluación se contrasta el nivel de aprendizaje
con los logros esperados en los diferentes criterios
señalados en el currículo, detectando los avances y
dificultades y tomando acciones para corregirlas. Esto genera que
el alumno aprenda a valorar su desempeño con
responsabilidad.Como observamos en el Diseño Curricular,
muchas de las competencias educativas implican que el alumno sea
capaz de "valorar" el patrimonio artístico y cultural, la
riqueza lingüística, las actitudes solidarias, etc en
las diferentes áreas. Para aprender a valorar, el
único camino existente es practicar valoraciones en
distintas circunstancias y en relación con diferentes
ámbitos. Una forma de evaluación es la
autoevalución del propio trabajo y la propia actividad.
Por eso, en este caso la autoevaluación se convierte en un
procedimiento metodológico para alcanzar una de las
competencias educativas previstas: que el alumno sea capaz de
valorar.Sin embargo, al tratar la autoevaluación en el
terreno educativo, hay que considerar la conveniencia de
introducir su práctica de manera gradual hasta que el
alumno se habitúe a ella. El alumno es capaz de valorar su
propia labor y el grado de satisfacción que le produce;
pero la complejidad con que lo haga dependerá de su
madurez. Algunas recomendaciones para poner en práctica la
autoevaluación:¨ Oriente a sus alumnos a realizar la
autoevaluación con seriedad y con corrección. Es
importante que tomen conciencia de la influencia que su juicio
tendrá en la valoración global que posteriormente
se realice sobre su actuación y progresos.¨ Al
comenzar el desarrollo de una unidad didáctica facilite a
sus alumnos información detallada sobre los aspectos que
se deben autoevaluar, con el fin que puedan auto observarse y
examinar su trabajo en forma continua y así llegar a
conclusiones válidas al final del proceso. ¨ Informe a
sus alumnos las competencias que se espera puedan desarrollar en
cada grado y los criterios de evaluación de su área
curricular, de tal manera que ellos puedan verificar por
sí mismos su evolución.¨ Guíelos de modo
que se evite la excesiva influencia de la subjetividad en la
propia evaluación. Dicha subjetividad resulta frecuente
cuanto más inmadura es la persona que la realiza, por ello
la presencia del docente es imprescindible.Como sabemos la etapa
adolescente se caracteriza por ser esencialmente evolutiva y
cambiante con gran predominio de la subjetividad. Esta
subjetividad debe ser tomada por el profesor al momento de
aplicar la autoevaluación; por ejemplo; los alumnos con
autoestima baja, temperamento depresivo, de tendencia pesimista o
pertenecientes a un medio familiar poco estimulante,
infravalorarán sus trabajos; mientras que los optimistas,
con alta autoestima que poseen un medio familiar y social que los
ayude, podrían valorar en exceso todo lo que
realicen.

COEVAL: Es la evaluación
realizada entre pares, de una actividad o trabajo realizado. Este
tipo de evaluación puede darse en diversas
circunstancias:Durante la puesta en marcha de una serie de
actividades o al finalizar una unidad didáctica, alumnos y
profesores pueden evaluar ciertos aspectos que resulten
interesantes destacar.Al finalizar un trabajo en equipo, cada
integrante valora lo que le ha parecido más interesante de
los otros. Luego de una ponencia, se valora conjuntamente el
contenido de los trabajos, las competencias alcanzadas, los
recursos empleados, las actuaciones destacadas, etc. Puede ser
pertinente repartir un cuestionario anónimo a los alumnos
para que opinen con absoluta independencia sobre lo realizado, y
contrastarlo luego con lo percibido por el profesor.Como podemos
apreciar, son diferentes los caminos para llevar a cabo la
coevaluación, pero es importante tener en cuenta que, si
el grupo no tiene costumbre de realizar prácticas de ese
tipo, se debe comenzar por valorar exclusivamente lo positivo y
las deficiencias o dificultades surgidas las valorará el
profesor. Esto se recomienda porque generalmente los alumnos
tienen la misma visión o percepción de muchos
profesores y la sociedad en general de "para qué se
evalúa". Habitualmente esta valoración se realiza
para resaltar lo negativo, lo mal hecho, para sancionar, con lo
cual los efectos de la coevaluación pueden convertirse en
disgregación del grupo y de rechazo de todos contra todos.
Algo importante que debemos tomar en cuenta:COEVALUACIÓN:
Existe la posibilidad de generar y desarrollar una
evaluación en que se permite a los alumnos en conjunto,
participar en el establecimiento y valoración de los
aprendizajes logrados, ya sea por algunos de sus miembros o del
grupo.

HETEROEVAL: Es la evaluación
que realiza una persona sobre otra respecto de su trabajo,
actuación, rendimiento, etc. A diferencia de la
coevaluación, aquí las personas pertenecen a
distintos niveles, es decir no cumplen la misma función.
En el ámbito en el que nos desenvolvemos, se refiere a la
evaluación que habitualmente lleva a cabo el profesor con
respecto a los aprendizajes de sus alumnos; sin embargo
también es importante que la heteroevaluación pueda
realizarse del alumno hacia el profesor ya que no debemos perder
de vista que la evaluación es un proceso que compromete a
todos los agentes del sistema educativo. La
heteroevaluación es un proceso importante dentro de la
enseñanza, rico por los datos y posibilidades que ofrece y
también complejo por las dificultades que supone enjuiciar
las actuaciones de otras personas, más aún cuando
éstas se encuentran en momentos evolutivos delicados en
los que un juicio equívoco o "injusto" puede crear
actitudes de rechazo (hacia el estudio y la sociedad) en el
niño, adolescente o joven que se educa.

Tendencias de la
evaluación del aprendizaje

Las tendencias históricas en cuanto a la
consideración del objeto de evaluación del
aprendizaje, trazan direcciones tales:

  • Del rendimiento académico de los estudiantes,
    a la evaluación de la consecución de los
    objetivos programados.

  • De la evaluación de productos (resultados), a
    la evaluación de procesos y productos.

  • De la búsqueda de atributos o rasgos
    estandarizables, a lo singular o
    idiosincrásico.

  • De la fragmentación, a la evaluación
    holística, globalizadora, del ser (el estudiante) en
    su unidad o integridad y en su contexto.

Estas tendencias no se dan de modo paralelo, tienen
múltiples puntos de contacto y funciones entre sí.
Algunas van perdiendo fuerza dentro de las ideas
pedagógicas, aun cuando dominan la práctica; otras
se vislumbran como emergentes.

La primera línea enunciada se mantiene, en lo
fundamental, centrada en los productos o resultados. En los
primeros decenios del presente siglo la atención al
rendimiento académico de los estudiantes, fue el aspecto
privilegiado en la evaluación del aprendizaje. Se
asoció a un sistema de referencia estadístico,
basado en la curva normal, que permitía establecer la
posición relativa de un alumno respecto a su grupo o
cualquier población pertinente al efecto, reflejo de una
concepción espontaneísta del aprendizaje y de la
enseñanza, en última instancia.

Por otra parte se da, lo que pudiese denominarse falacia
de los procedimientos y medios de evaluación. El sistema
de referencia basado en la norma, privilegia la obtención
de indicadores estandarizables del objeto de evaluación,
comunes a todos los individuos evaluados, de modo que permita
establecer la posición relativa de cada uno respecto a las
medidas de tendencia central de la población que sirve de
referente. A tal efecto la aplicación de exámenes,
iguales en cuanto a contenido y forma, unifica la
situación de prueba, por lo que sus resultados sirven para
establecer los estándares y comparar las realizaciones
individuales con los mismos; lo que refuerza el valor del examen
en el ámbito de la evaluación. La
sobrevaloración del instrumento involucra sus resultados,
y este hecho refuerza la consideración de dichos
resultados como indicadores pertinentes del
aprendizaje.

La evaluación de y por objetivos, surge y se
constituye en el paradigma, aun dominante, de la
evaluación del aprendizaje. Se trata igualmente de
fincarse en los productos del aprendizaje para valorarlos, pero
marca diferencias importantes respecto al simple rendimiento o
aprovechamiento docente anteriormente referido. Subraya el
carácter no espontaneísta, sino propositivo,
orientado, dirigido, del aprendizaje que se da en el contexto de
la enseñanza, que se expresa en sus objetivos; los mismos
que guían la acción educativa y sirven de criterios
para su evaluación.

Sin embargo esta evaluación es insuficiente,
porque desatiende el proceso de aprendizaje. Sus limitaciones
aparecen, además, a la luz del análisis de la
formulación y del contenido de los propios objetivos:
determinaciones imprecisas, ambiguas; objetivos cuestionables
como metas. Se añade, el demostrado hecho de la existencia
de aprendizajes no previstos, que son ignorados si solo se
evalúan los objetivos. Esto no implica que los objetivos
pierdan su importancia como guías y sistema de referencia,
máxime si se tiene en cuenta que expresan el encargo
social respecto a la formación de los estudiantes, acorde
con los intereses, ideales, aspiraciones de una sociedad
determinada. Los objetivos son necesarios pero no suficientes
para la evaluación.

La determinación de qué evaluar durante el
proceso, está en estrecha relación con el
conocimiento de los mecanismos del aprendizaje, es decir de
cómo éste se produce, cuáles son sus
regularidades, sus atributos, y sus condiciones en el contexto de
la enseñanza. Los estudios científicos de
carácter pedagógico y psicológico, presentan
importantes avances, aunque no suficientes para dar respuesta o
coadyuvar a la solución de muchos de los problemas
centrales vigentes como, por ejemplo, el hecho de que la
evaluación durante el proceso se realice como una serie de
evaluaciones "sumativas" que la aleja de las funciones previstas
para ella. No obstante, existe un caudal significativo de
información que apunta a una identificación
progresiva de aquellos aspectos que deben ser objeto de la
evaluación a los efectos de ir valorando y regulando el
proceso de enseñanza-aprendizaje desde su comienzo y
durante su transcurso, a través de diversos momentos o
etapas.

Enfoques de la
evaluación del aprendizaje

  • Es parte de la planificación
    efectiva:
    se debe tener criterios de
    evaluación claramente definidos, a partir de los
    cuales se planifique lo que se realizará en cada clase
    y se monitoreen permanentemente los logros de los
    estudiantes. Es importante, en este punto, recordar que la
    prueba escrita no es la única forma de evaluar; cada
    actividad de cada clase puede entregar información
    valiosa acerca del aprendizaje de los estudiantes, si se la
    enfoca desde un principio en esta
    dirección.

  • Se centra en cómo aprenden los
    estudiantes:
    es importante que el docente no
    solamente se centre en qué aprenden los estudiantes,
    sino también en cómo lo aprenden, teniendo en
    cuenta que ellos sean cada vez más conscientes de sus
    propios procesos.

  • Es central en la actividad de aula:
    la evaluación es algo que se planifica en base a
    aprendizajes cuyo logro se monitorea permanentemente y no un
    "accesorio" que aparece solamente al final de los procesos de
    aprendizaje.

  • Es una destreza profesional docente
    clave:
    evaluar adecuadamente no es fácil; se
    trata de una destreza que los docentes deben desarrollar en
    su formación inicial y continua, para que logren
    realizar un uso significativo de esta práctica en el
    aula.

  • Genera impacto emocional: es
    importante cuidar los comentarios que se hacen a los
    estudiantes, ya que ello incide en su autoestima.

  • Incide en la motivación del
    aprendiz:
    en directa relación con lo
    anterior, es necesario considerar que un estudiante puede
    llegar a rechazar un subsector solamente por las notas que
    obtiene en él, pues llega a convencerse de que "es
    malo en tal área". De allí la importancia de
    entregar una buena retroalimentación, que ayude al
    estudiante a entender sus logros, sus dificultades y las
    formas de mejorar su aprendizaje. Solamente de esta manera
    entenderá que su mala calificación "no es
    perpetua", sino que existe la posibilidad de progresar si se
    mejora lo que el docente sugiere.

  • Promueve un compromiso con las metas de
    aprendizaje y con criterios de evaluación:
    al
    existir criterios bien definidos y compartidos con los
    estudiantes, ellos pueden llegar a comprometerse con lo que
    hay que lograr, pues sienten que lo que hacen tiene un
    sentido. Cuando los estudiantes preguntan "¿y para
    qué estamos haciendo esto?", significa que las metas
    no están claras y hay que hacer algo al
    respecto.

  • Ayuda a los aprendices a saber cómo
    mejorar:
    una buena retroalimentación no
    solamente indica al estudiante en qué se
    equivocó, sino también en qué estuvo
    bien y, sobre todo, cómo puede mejorar aquello en que
    presentó debilidades.

  • Estimula la autoevaluación:
    al promoverse el compromiso con metas de aprendizaje por
    parte de los estudiantes, resulta natural que se los haga
    transitar paulatinamente desde la heteroevaluación a
    la autoevaluación, pues a través de ello se
    promueve que sean capaces de monitorear sus propios
    procesos.

  • Reconoce todos los logros: muchas
    veces se tiene tan presente el nivel de desempeño
    más alto (el del alumno o alumna sobresaliente), que
    se olvida reconocer los avances intermedios, haciendo sentir
    a los demás alumnos y alumnas que su desempeño
    fue "malo". Por eso, es importante reconocer la variedad de
    aprendizajes en el aula, valorar los diferentes niveles de
    logro alcanzados y apoyar todos los avances observados,
    incluso los más pequeños.

Según estos principios, entonces, lo primero que
se debe hacer al preparar la enseñanza es fijar ciertos
criterios de evaluación
, que especifiquen qué
se espera que los estudiantes aprendan. En segundo
lugar, planificar escenarios de evaluación
coherentes con la expectativa
definida -esto es, una serie de
actividades, organizadas según una lógica que va
desde lo más cercano a lo más complejo-, que
permitan monitorear los logros de los estudiantes con respecto a
los criterios definidos. Junto con ello, durante el desarrollo
del escenario se debe entregar retroalimentación
efectiva
y tomar decisiones pedagógicas
pertinentes
, en base a la evidencia de evaluación que
el docente analiza.

Modelos de la
evaluación del aprendizaje

Modelo pedagógico
tradicional

Este modelo apunta a una formación humanista
mediante el buen ejemplo del maestro a quien le cabe un lugar de
preponderancia puesto que es el encargado de transmitir a sus
alumnos los contenidos de las disciplinas científicas. El
alumno aprende como un receptor pasivo la información
emitida por el profesor. Aprender consiste en repetir lo
más fielmente posible las enseñanzas del profesor.
Por esta razón, se valora la capacidad del alumno para
reproducir los conocimientos transmitidos por el profesor durante
un proceso de enseñanza y de aprendizaje. Esta
evaluación hace hincapié en los resultados
más que en los procesos y se apoya en pruebas que
diseña el docente con el propósito de decidir si el
estudiante está en condiciones de ser promovido o no al
siguiente curso.

Modelo pedagógico
naturalista

Este modelo se fundamenta en las potencialidades que
posee internamente el sujeto. Esta fuerza, que emana del
interior, es la que le permite al alumno asimilar el
conocimiento. Se respeta y se valora el desarrollo
espontáneo del alumno a través de sus experiencias
vitales y su deseo de aprender. Para este modelo
pedagógico, los conocimientos impuestos desde el exterior
en los planes y programas definidos sin consultar a los
estudiantes, atentan contra su libertad y su individualidad – dos
valores fundamentales para este modelo -. A diferencia del modelo
anterior, el centro de atención es la persona. La
única evaluación posible es la
autoevaluación. Esta habilidad metacognitiva, siempre
referida a los asuntos que el alumno quiere evaluar, es la que le
permitirá analizar, valorar y asumir decisiones sobre sus
avances y falencias. Entre los teóricos más
importantes de este modelo se encuentran: Rousseau, Ilich y Neil
-el pedagogo de Summerhilk -.

 Modelo conductista

La base que sustenta a este modelo es la
concepción del aprendizaje como cambio de conducta
observable. El aprendizaje, sobreviene como consecuencia de la
enseñanza es la consecución de objetivos
instruccionales que previamente ha diseñado y definido
detalladamente el docente. Estos objetivos deben estar redactados
con precisión y contener la conducta observable que
exhibirá el alumno como demostración de su
aprendizaje. El objeto de la enseñanza sigue siendo la
transmisión de los contenidos científico –
técnicos, organizados en materias esquematizadas. El
objeto de la evaluación son las conductas de los alumnos y
evaluar consiste en medir tales conductas que se expresan en
comportamientos observables.

La tendencia de la evaluación en el modelo
conductista es el control periódico de los cambios de
conducta especificados en los objetivos, mediante la
aplicación de pruebas objetivas. El dominio de estas
conductas por parte de los estudiantes determina su
promoción al aprendizaje de una nueva conducta. En este
sentido, el desarrollo del sujeto de la educación es
entendido como la acumulación de saberes o conocimientos
atomizados de la ciencia, que deben ser periódicamente
controlados con fines de aprobación o
reprobación.

Modelo cognitivo-constructívista :
En esta perspectiva pedagógica se incluyen varias
corrientes, entre las cuales podemos mencionar:

a) Los trabajos de J. Dewey y Piaget -entre otros-,
quienes sostienen que el propósito de la educación
es que los estudiantes accedan al nivel superior de desarrollo
intelectual. El alumno como sujeto que aprende ocupa un lugar
central en el proceso de enseñanza y aprendizaje, mientras
que el maestro es un facilitador. Son los sujetos quienes
construyen el conocimiento, desarrollan la curiosidad para
investigar, la capacidad de pensar, de reflexionar y adquirir
experiencias que posibiliten el acceso a estructuras cognitivas
cada vez más complejas, propias de etapas
superiores,

b) La corriente del modelo cognitivo que destaca el
contenido de la enseñanza, como parte fundamental en el
proceso de enseñanza y de aprendizaje. Enseñar
consiste en apuntar al logro de un aprendizaje productivo antes
que reproductivo. Aprender implica el desarrollo de las
estructuras, esquemas y operaciones mentales internas del sujeto
que les permite pensar, resolver y decidir con éxito
diversas situaciones académicas y cotidianas.

La evaluación de los procesos que
realiza el profesor es la que tiene prioridad (no exclusividad)
en el modelo pedagógico cognitivo y su función es
recoger oportunamente evidencias acerca del aprendizaje a partir
de un proceso de búsqueda y descubrimiento de
información previstos por el profesor.

En este modelo, el profesor evalúa continuamente
(que no es sinónimo de "todo el tiempo") el aprendizaje
alcanzado por los alumnos que consiste en la comprensión
de los contenidos desarrollados.

Modelo pedagógico social
–cognitivo: En este modelo el trabajo productivo y la
educación están íntimamente
relacionados.

Su propósito esencial es el desarrollo de las
capacidades fundamentales en los procesos de interacción y
comunicación desplegados durante la enseñanza, el
debate, la crítica razonada del grupo, la
vinculación entre la teoría y la práctica y
la solución de problemas reales que interesan a la
comunidad.

En la pedagogía social la motivación se
vincula con el interés que genera la solución de
los problemas que por lo general no son ficticios sino tomados de
la realidad, por lo tanto no forman parte del curricula
(escrito). La comunidad es la actora y la que se involucra con la
situación problemática y su tratamiento se realiza
a través de una práctica contextual izada. El
profesor y los estudiantes tienen el compromiso de participar con
sus opiniones para explicar su acuerdo o desacuerdo con la
situación o temática estudiada. En esta
pedagogía se codncibe el aprendizaje y el conocimiento
como una construcción social, que se concreta a
través de la actividad del grupo.

En la pedagogía social cognitiva el enfoque de la
evaluación es dinámico, su propósito es
evaluar el potencial del aprendizaje. Tiene la función de
detectar el grado de ayuda que requiere el alumno de parte del
maestro para resolver una situación. Vigotsky ha definido
el concepto de zona de desarrollo próximo para referirse a
lo que potencialmente el alumno es capaz de hacer sin la ayuda
del profesor.

 

 

Autor:

Angel Manuel Bravo Realza

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