INTRODUCCIÓN
La crítica y el análisis del lenguaje se
consideran como un elemento importante de la filosofía y
del análisis científico. También los
economistas se han preocupado, en cierto modo, por el
lenguaje.
Las diferencias entre las corrientes de pensamiento
económico son básicamente diferencias en el
lenguaje que utilizan los economistas. Cada lenguaje surge como
respuesta a la confrontación entre conceptos y realidad;
pero la realidad es propia a los conceptos del lenguaje que se
esté utilizando.
La labor científica es, en esencia, una tarea de
creación de un lenguaje científico que permite
decir qué entidades componen el mundo de
investigación, y cómo se relacionan entre
sí.
Cada lenguaje nos muestra, con mayor o menor
éxito, una porción del universo o, mejor dicho,
solamente el mundo que le es propio; y, con ello, en ocasiones,
nos describe un mundo totalmente nuevo. Ésta es la
fortaleza. Pero también es su debilidad, pues, ignora
otros muchos mundos. Por consiguiente, más que aferrase a
un único lenguaje, en cierto modo, conviene reconocer que
existen otros.
Los economistas se diferencian de otros
científicos, en principio, porque comparten entre ellos un
objeto de investigación. Pero se diferencian entre
sí por describir y caracterizar ese objeto de modo
diferente y por ofrecer diferentes explicaciones acerca del
mismo. La razón de ello estriba, como se desprende de
nuestro análisis anterior, en que los economistas a lo
largo del tiempo han ido elaborando diferentes lenguajes, hasta
el extremo de organizarse internamente en diferentes comunidades
lingüísticas.
MARCOS
CONCEPTUALES Y FILOSOFÍA DE LA CIENCIA
Ø Comunidad ideal de
diálogo.
Los científicos, en general, y los
científicos que trabajan en un mismo marco conceptual, en
particular, se constituyen en una aproximación a una
«comunidad ideal de diálogo». Esto es, un modo
particular de decir que el oficio del científico consiste
en la argumentación fundamentada, que obliga a «dar
razón de» las afirmaciones y «del»
lenguaje en que se formulan.
La condición de posibilidad de la
Argumentación incluye implícitamente los siguientes
supuestos: por una parte, que quienes argumentan hacen una
opción por la «verdad».
Esto presupone una situación ideal del
diálogo, en la que se excluye la desfiguración
sistemática de la comunicación, se distribuyen
simétricamente las oportunidades de elegir y realizar
actos de habla y se garantice que los roles de diálogo
sean intercambiables.
Ø Las ciencias
sociales.
Un eje básico a partir del cual se han construido
los diferentes marcos conceptuales científicos es la
problemática del objeto de estudio. En este sentido, una
primera diferenciación científica es la que se
establece entre ciencias naturales y ciencias
sociales.
Esta diferenciación, de hecho, se ha enriquecido
con otros criterios. Así, un criterio comúnmente
utilizado es el de la relación existente entre objeto y
sujeto de conocimiento.
A partir de este criterio, se diferencia entre Ciencias
Naturales y Ciencias Sociales. En las primeras el sujeto que
conoce no forma parte o no está contenido en el objeto a
conocer; mientras que en el caso de las Ciencias Sociales no
ocurre así: el propio sujeto de conocimiento (ser humano:
individual o en sociedad) forma parte del objeto de
conocimiento.
El hecho de que, en el caso de la Ciencias Sociales, el
sujeto esté incluido en el objeto da lugar a que se
discuta más abiertamente sobre la presencia de Juicios de
Valor y sobre el papel de los mismos en la elaboración del
conocimiento y de la investigación. Lo cual no resulta
extraño, si tenemos en cuenta que el conocimiento de las
ciencias sociales es un elemento esencial del propio sistema
social. De esta manera, la objetividad, en el sentido de poder
investigar un mundo sin que éste se vea afectado por la
investigación, es un absurdo.
Ø Los marcos conceptuales en
economía.
Las diferencia entre los economistas del pasado y
actuales que con sus esfuerzos han producido gran variedad de
marcos conceptuales y de sistemas analíticos, se deben, en
parte, a la diversidad de situaciones institucional es a las que
se referían. Y, en parte, también a la diversidad
de fines para los que construyeron cada uno de los principales
sistemas. Sobre las diferencias temáticas se fue
organizando originalmente un conjunto de conceptos y
categorías que conformaron marcos conceptuales más
o menos acabados.
Las temáticas o problemáticas a partir de
las cuales los economistas han construido sus marcos conceptuales
tienen su origen tanto en la realidad como en su propio
sistema de ideas. En diferentes momentos, los economistas han
forjado sus conceptos e ideas con finalidades completamente
diferentes. Así pues, ningún sistema
puede hacerlo todo. Su fuerza y su debilidad son las dos caras de
la misma moneda. Lo cual no es más que una consecuencia de
nuestra premisa: los conceptos permiten reconocer
unas partes de la naturaleza al tiempo que prohíben otras
o, simplemente, no posibilitan su estudio.
Como se muestra con más detalle en la Tercera
parte del texto, cada marco conceptual de la Economía
forjo unos conceptos a la luz de un conjunto de preocupaciones
intelectuales y prácticas. Así, la Economía
Política clásica, representada por Adam Smith,
David Ricardo, John Stuart Mill y Karl Marx, tuvo como sus
máximas preocupaciones el crecimiento, la
acumulación de capital, la distribución y
transformación económica, así como la
posibilidad de un estado estacionario.
Cuando nos dedicamos a recorrer gran cantidad de Marcos
Conceptuales que tienen que ver con la Economía esto nos
permite confirmar una parte importante de las hipótesis o
expectativas con que se inicio esta investigación. En
primer lugar, muestra para el ámbito de la Economía
que la labor fundamental de la ciencia es la elaboración y
refinamiento de una terminología especializada. En la
medida que los términos interactúan a la hora de
establecer sus significados, puede decirse que la ciencia
construye lenguajes.
La construcción de un lenguaje, como parte
integrante de la elaboración del conocimiento, no se
realiza a partir de la nada, sino que se parte de un lenguaje
previo. Lenguaje que pertenece a la propia ciencia o, que siendo
su origen ajeno, acabara incorporándose
totalmente.
La comprensión de la ciencia en general y de la
ciencia económica como lenguajes permite una mejor
comprensión de su alcance y de sus limitaciones. Facilita
la tarea de evaluar nuestro fondo de conocimientos. Al mismo
tiempo creemos que facilita el camino para
incorporar conocimientos nuevos y, sobretodo, para
transmitirlos.
LOS LENGUAJES DE LA | |||
Marco conceptual | Conceptos fundamentales | Problemática | |
Economía Política | Valor –de uso y de cambio-; | Crecimiento, acumulación, | |
Economía Marginalista | Principio marginal (integración | Eficiencia, escasez, | |
Economía | Innovación; empresario; | Desarrollo económico, | |
Síntesis | Modelo IS-LM |
Economía | Tiempo histórico; formas de | Dinámica del modelo keynesiano | |
Monetarismo | Variaciones del dinero y de la | Inflación; | |
Expectativas | Existencia de una relación Expectativas racionales; No existen | Problemas de Interacción entre expectativas | |
Economía de la | Concepción del capital Coste de oportunidad en el Costes de adquisición de la | Conceptualización del Economía industrial y | |
Economía | Concepto de Diferentes | Importancia y función Cambio institucional y |
Viejo y nuevo | neos y viejos institucionalistas en mercados e instituciones. Neo: individualismo Viejo: Colectivismo (patrones de | económico. | |
Economía de la | Formas de moneda. Formas de competencia. Modalidades de Formas de Estado. Relación | Variabilidad en el tiempo y el – Por qué y cómo se pasa del – Por qué crecimiento y crisis adoptan – Por qué las características de las | |
Economía | Trayectorias y principio de | Crisis del pensamiento y |
FILOSOFÍA
DE LA CIENCIA
La siguiente cita nos permite presentar una
descripción del método científico cuya
concepción haría retirar la negación del
título de esta sección.
Si tratamos de imaginar cómo
utilizaría el método científico una mente de
poder y alcance sobre humanos, pero normal por lo que se refiere
a los procesos lógicos de su pensamiento el proceso
sería el siguiente: En primer lugar, se observarían
y registrarían todos los hechos, sin
seleccionarlos, sin no hacer conjeturas a priori por lo
que se refiere a su importancia relativa. En segundo lugar, se
analizarían, compararían y clasificarían los
hechos registrados y observados, sin más hipótesis
o postulados que los que necesariamente supone la lógica
del pensamiento. En tercer lugar, se harían
generalizaciones inductivas referentes a las relaciones
clasificatorias o causales que hay entre los hechos. En cuarto
lugar, la investigación posterior sería tanto
deductiva como inductiva, utilizando inferencias realizadas a
partir de las generalizaciones previamente
establecidas.
La concepción inductivista ingenua de la ciencia
que se recoge en la cita tiene ciertos méritos aparentes.
Su atractivo reside fundamentalmente en la proximidad a ciertas
impresiones populares sobre el carácter de la ciencia. En
particular, al hecho de que, en la vida ordinaria, se otorga
existencia a aquello que se «ve» o se percibe por los
sentidos y se interpreta el contenido de aquella con semejante
proceder. De este modo, se concibe que esta inducción
ingenua permite un conocimiento fiable sobre los hechos y,
también, la capacidad para explicar y predecir, aunque en
este último caso sobre la base de una lógica
deductiva. Pero, debe quedar claro que en este
contexto la lógica deductiva por sí sola no
actúa como fuente de enunciados verdaderos acerca del
mundo. La deducción se ocupa de la derivación de
enunciados a partir de otros enunciados dados.
Ø Realidad a priori versus
realidad a posteriori.
Al titular como "Es gibt nur das Gegebene" ("Sólo
se da hay lo dado") el apartado donde hemos presentado algunas
ideas del positivismo lógico, el lector podría
pensar que lo que se ha dicho es el sentir común de esta
posición. Esto no es del todo correcto, pues no todo lo
dado de esta corriente filosófica ha sido examinado y
puesto sobre el tapete.
Tampoco, hemos mencionado algunos puntos encontrados
entre sus miembros. Resaltar uno de ellos es nuestro
interés inmediato.
"Entre las doctrinas metafísicas que carecen de
sentido teorético he mencionado también el
positivismo, a pesar de que en ocasiones se ha designado al
Círculo de Viena como positivista. Es dubitable si tal
designación resulta adecuada para nosotros. De cualquier
manera, nosotros no afirmamos la tesis de que sólo lo
dado es real, que es una de las tesis principales del
positivismo tradicional. El nombre de positivismo lógico
parece más adecuado, pero también puede dar lugar a
equívocos. En todo caso lo importante es entender que
nuestra doctrina es lógica y no tiene nada que hacer con
las tesis metafísicas de la realidad o irrealidad de cosa
alguna."
Ø Deducción inductiva y
provisionalidad.
"La teoría que desarrollaremos en las
páginas que siguen, nos dirá Popper, se opone
directamente a todos los intentos de apoyarse en las ideas de una
lógica inductiva. Podría describírsela como
la teoría del método deductivo de
contrastar, o como la opinión de que una
hipótesis sólo puede contrastarse
empíricamente y
únicamente después de que ha sido
formulada." (Popper, 1934, p 30; cursiva en el
original).
De acuerdo con las tesis que Popper propone, el
método de contrastar críticamente las
teorías y de escogerlas, teniendo en cuenta los resultados
obtenidos en el contraste, procede siempre del modo que
indicaremos a continuación. "Una vez presentada a
título provisional una nueva idea, aún no
justificada en absoluto sea una anticipación, una
hipótesis, un sistema teórico o lo que se quiera se
extraen conclusiones de ella por medio de una deducción
lógica; estas conclusiones se comparan entre sí y
con otros enunciados pertinentes, con objeto de hallar las
relaciones lógicas (tales como equivalencia, de
ductibilidad, compatibilidad o incompatibilidad, etc.) que
existen entre ellas."
Para llevar a cabo el contraste de una
teoría, Popper distingue cuatro procedimientos. En primer
lugar, se realiza una comparación lógica de las
conclusiones unas con otras: con lo cual se somete a contraste la
coherencia interna del sistema. En segundo lugar, se
efectúa un estudio de la forma lógica de la
teoría, con el objeto de determinar su carácter: si
es una teoría empírica científica, en
palabras de Popper o si, por ejemplo, es tautológica. En
tercer lugar, debe compararse con otras teorías para
averiguar si la teoría examinada constituiría un
adelanto científico en caso de que sobreviviera a las
diferentes contrastaciones a que la sometemos. Y, por
último, cabe contrastarla por medio
de la aplicación empírica de las
conclusiones que pueden deducirse de ellas.
Ø La experiencia como
método y la falsabilidad.
Se llama empírica o falsable a una
teoría cuando divide de modo inequívoco la clase de
todos los posibles enunciados básicos en las siguientes
dos subclases no vacías: primero, la clase de todos los
enunciados básicos con los que es incompatible (o, a los
que excluye o prohíbe), que llamaremos la clase de
los posibles falsadores de la teoría; y, en
segundo lugar, la clase de los enunciados básicos con los
que no está en contradicción (o, que permite).
"Podemos expresar esta definición de una forma más
breve diciendo que una teoría es falsable si la clase de
posibles falsadores no es una clase vacía." "Puede
añadirse, tal vez, que una teoría hace afirmaciones
únicamente acerca de sus posibles falsadores (afirma su
falsedad); acerca de los enunciados básicos
«permitidos» no dice nada: en particular, no dice que
sean verdaderos."
Únicamente decimos que una teoría
está falsada si hemos aceptado enunciados básicos
que la contradigan. Esta condición, siendo necesaria, no
es suficiente, pues hemos visto que los acontecimientos aislados
no reproducibles carecen de significación para la ciencia:
así, difícilmente nos inducirán a desechar
una teoría por falsada, unos pocos enunciados
básicos esporádicos; pero la daremos por tal si
descubrimos un efecto reproducible que la refute. En
otras palabras, aceptamos la falsación solamente si se
proponen y corrobora una hipótesis empírica de bajo
nivel que describa semejante efecto.
Popper reduce la cuestión de la falsabilidad de
las teorías a la de la falsabilidad de los enunciados
singulares o, en su expresión, enunciados básicos.
Pero, ¿qué tipo de enunciados singulares
constituyen? En su opinión, "todo enunciado descriptivo
emplea nombres (o símbolos o ideas) universales,
y tiene el carácter de una teoría, de una
hipótesis. No es posible verificar el enunciado
«aquí hay un vaso de agua» por ninguna
experiencia con carácter de observación, por la
mera razón de que los universales que aparecen en
aquél no pueden ser coordinados a ninguna experiencia
sensorial concreta (toda «experiencia inmediata»
está «dada inmediatamente» una sola
vez, es única); con la palabra «vaso»,
por ejemplo, denotamos los cuerpos físicos que presentan
cierto comportamiento legal, y lo mismo ocurre con la
palabra «agua». Los universales no pueden ser
reducidos a clases de experiencias, no pueden ser
constituidos."
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