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La leyenda de los hermanos Ayar fundadores del Imperio INCA




    La fundación del Imperio Incaico – La leyenda
    de los hermanos Ayar – Monografias.com

    La fundación del Imperio
    Incaico – La leyenda de los hermanos Ayar

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    Uno de los temas más apasionantes del Imperio
    Incaico es su fundación, la misma que por no existir
    documentos escritos, ha generado especulaciones de todo tipo, sin
    embargo existen tradiciones orales que fueron recopilados por
    cronistas españoles, que a su vez lo recogieron de los
    amautas incas, en las festividades que para este fin se
    realizaban.

    Uno de los cronistas cuya obra se hallaba perdida por
    más de 400 años es el de Juan de Betanzos, que
    recopilo y entrego sus trabajos en 1551, pero por circunstancias
    aún no muy explicadas, desaparecieron. Se dice que el fue
    uno de los 13 de la Isla del Gallo y la cercanía con el
    conquistador Pizarro era muy intima, tanto así que este lo
    caso con una de sus mujeres Cuxirimay Ocllo, que tubo dos hijos
    del conquistador y pertenecía a la nobleza
    inca.

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    Esta vinculación familiar permitió a Juan
    de Betanzos, obtener información de las tradiciones orales
    de la fuente directa de los grandes amautas, que fue recopilado a
    través de muchos años, ya que el residió en
    el Cuzco.

    La narración de hechos y tradiciones incas de
    Juan de Betanzos fueron publicados por primera vez en 1987 "SUMA
    Y NARRACION DE LOS INCAS", y en ella se encuentra la muy conocida
    Leyenda de los Hermanos Ayar, que explica o da información
    sobre la fundación del Cuzco que será la Capital
    del Imperio Inca.

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    La narración completa y sin modificaciones es la
    siguiente:

    CAP. III.-En que trata del sitio y manera en
    (así) que tenia el lugar do ora dicen y llaman la gran
    ciudad del Cuzco, y del producimiento de los Orejones y segun que
    ellos tienen que producieron y salieron de cierta
    cueva.

    En el lugar y sitio que hoy dicen y llaman la gran
    ciudad del Cuzco, en la provincia del Perú, en los tiempos
    antiguos, ántes que en él hobiese Señores
    Orejones, Incas, Capaccuna, que ellos dicen reyes, habia un
    pueblo pequeño de hasta treinta casas pequeñas
    pajizas y muy ruines, y en ellas habia treinta indios, y el
    Señor y cacique de este pueblo se decia Alcaviza; y lo
    demas dentorno deste pueblo pequeño, era una
    ciénega de junco, [y] yerba cortadera, la cual
    ciénega causaban los manantiales de agua que de la sierra
    y lugar do agora es la fortaleza salian; y esta ciénaga
    era y se hacia en el lugar do agora es la plaza y las casas del
    marqués don Francisco Pizarro, que despues esta ciudad
    ganó; y lo mismo era en el sitio de las casas del
    comendador Hernando Pizarro; y asimismo era ciénaga el
    lugar y sitio do es en esta ciudad, de la parte del arroyo que
    por medio della pasa, el mercado ó tiánguez, plaza
    de contratacion de los mismos naturales indios. Al cual pueblo
    llamaban los moradores dél desde su antigüedad Cozco;
    y lo que quiere decir este nombre Cozco no lo saben declarar, mas
    de decir que ansí se nombraba antiguamente.

    Y viviendo y residiendo en este pueblo Alcaviza,
    abrió la tierra una cueva siete leguas deste pueblo, do
    llaman hoy Pacaritambo, que dice Casa de producimiento;
    y esta cueva tenia la salida della cuanto un hombre podia caber
    saliendo ó entrando á gatas; de la cual cueva,
    luego que se abrió, salieron cuatro hombres con sus
    mujeres, saliendo en esta manera. Salió primero el que se
    llamó Ayar Cache y su mujer con él, que se
    llamó Mama Guaco; y tras éste salió otro que
    se llamó Ayar Oche, y tras él su mujer, que se
    llamó Cura; y tras éste salió otro que se
    llamó Ayar Auca, y su mujer, que se llamó Ragua
    Ocllo; y tras éstos salió otro que se llamó
    Ayar Mango, a quien despues llamaron Mango Capac, que quiere
    decir el rey Mango; y tras éste salió su mujer que
    llamaron Mama Ocllo; los cuales sacaron en sus manos, de dentro
    de la cueva, unas alabardas de oro, y ellos salieron vestidos de
    unas vestiduras de lana fina tejida con oro fino, y á los
    cuellos sacaron unas bolsas, ansí mismo de lana y oro, muy
    labradas, en las cuales bolsas sacaron unas hondas de niervos. Y
    las mujeres salieron asimismo vestidas muy ricamente, con unas
    mantas y fajas, que ellos llaman chumbis, muy labradas de oro, y
    con los prendederos de oro muy fino, los cuales son unos
    alfileres largos de dos palmos que ellos llaman topos; y
    ansí mismo sacaron estas mujeres el servicio con que
    habian de servir y guisar de comer á sus maridos, como son
    ollas y cántaros pequeños, y platos y escudillas y
    vasos para beber, todo de oro fino. Los cuales, como fuesen de
    allí hasta un cerro questá legua y media del Cozco,
    Guanacaure, y descendieron de allí, á las espaldas
    deste cerro, á un valle pequeño que en él se
    hace, donde como fuesen allí, sembraron unas tierras de
    papas, comida destos indios, y subiendo un dia al cerro
    Guanacaure para de allí mirar y devisar donde fuese mejor
    asiento y sitio para poblar; y siendo ya encima del cerro, Ayar
    Cache, que fué el primero que salió de la cueva,
    sacó una honda y puso en ella una piedra y tiróla
    á un cerro alto, y del golpe que dió,
    derribó el cerro y hizo en él una quebrada; y
    ansímismo tiró otras tres piedras, y hizo de cada
    una una quebrada grande en los cerros altos; los cuales tiros
    eran y son, desde donde los tiró hasta donde el golpe
    hicieron, segun que ellos lo fantasean, espacio de legua y media
    y de una legua.

    Y viendo estos tiros de honda los otros tres sus
    compañeros, paráronse á pensar en la
    fortaleza deste Ayar Cache, y apartáronse de allí
    un poco aparte, y ordenaron de dar manera como aquel Ayar Cache
    se echase de su compañía, porque les parescia que
    era hombre de grandes fuerzas y valerosidad, y que los mandaria y
    subjetaria andando el tiempo, y acordaron de tornar desde
    allí á las cuevas donde habian salido; y porquellos
    al salir habian dejado muchas riquezas de oro y ropa y del
    más servicio dentro de la cueva, ordenaron, sobre cautela,
    que tenian necesidad deste servicio, que volviese á lo
    sacar Ayar Cache; el cual dijo que le placia, y siendo ya
    á la puerta de la cueva, Ayar Cache entró agatado,
    bien ansí como habia salido, que no podian entrar
    ménos; y como le viesen los demás dentro, tomaron
    una gran losa, y cerráronle la salida y puerta por do
    entró; y luego, con mucha piedra y mezcla, hicieron
    á ésta en toda [entrada?] una gruesa pared, de
    manera que cuando volviese á salir, no pudiese y se
    quedase allá. Y esto acabado, estuviéronse
    allí hasta que dende á cierto rato oyeron
    cómo daba golpes en la losa de dentro Ayar Cache, y viendo
    los compañeros que no podia salir, tornáronse al
    asiento de Guanacaure, donde estuvieron los tres juntos un
    año y las cuatro mujeres con ellos; y la mujer de Ayar
    Cache, que ya era quedado en la cueva, diéronla á
    Ayar Mango, para que le sirviese.

    CAP. IV.-En que trata cómo Ayar Mango se
    descendió de los altos de Guanacaure á vivir
    á otra quebrada, donde, despues de cierto tiempo, de
    allí se pasó á vivir á la ciudad del
    Cuzco, en compañía de Alcaviza, dejando en el cerro
    Guanacaure á su compañero Ayar Oche hecho
    ídolo, como por la historia más largo lo
    contará.

    Y el año cumplido que allí estuvieron,
    paresciéndoles que aquel sitio no era cual les convenia,
    pasáronse de allí media legua más
    hácia el Cuzco, á otra quebrada, questuvieron otro
    año, y desde encima de los cerros desta quebrada, la cual
    se llama Matagua, miraban el valle del Cuzco y el pueblo que
    tenia poblado Alcaviza, y parescióles que era buen sitio
    aquel do estaba poblado aquel pueblo de Alcaviza; y descendidos
    que fueron al sitio y ranchería que tenian, entraron en su
    acuerdo, y parescióles quel uno dellos se quedase en el
    cerro de Guanacaure hecho ídolo, é que los que
    quedaban, fuesen á poblar con los que vivian en aquel
    pueblo y que adorasen á éste que ansí
    quedase hecho ídolo, y que hablase con el sol, su padre,
    que los guardase y aumentase y diese hijos, y los inviase buenos
    temporales. Y luego se levantó en pié Ayar Oche y
    mostró unas alas grandes y dijo quél habia de ser
    el que quedase allí en el cerro de Guanacaure por
    ídolo, para hablar con el sol su padre. Y luego subieron
    el cerro arriba, y siendo ya en el sitio do habia de quedar hecho
    ídolo, dió un vuelo hácia el cielo el Ayar
    Oche, tan alto, que no lo devisaron; y tornóse
    allí, y díjole á Ayar Mango, que de
    allí se nombrase Mango Capac, porque él venia de
    donde el sol estaba, y que ansí lo mandaba el sol que se
    nombrase; y que se descendiese de allí y se fuese al
    pueblo que habian visto y que le seria fecha buena
    compañía por los moradores del pueblo; y que
    poblase allí; y que su mujer Cura, que se la daba para que
    le sirviese, y quél llevase consigo á su
    compañero Ayar Auca.

    Y acabado de decir esto por el ídolo Ayar Oche,
    tornóse piedra ansí como estaba, con sus alas, y
    luego se descendió Mango Capac y Ayar Auca á su
    ranchería; y descendidos que fueron, vinieron donde el
    ídolo estaba muchos indios de un pueblo de allí
    cercano, y como vieron el ídolo hecho piedra, que le
    habian visto cuando el vuelo dió en lo alto,
    tiráronle una piedra y desta piedra le quebraron al
    ídolo una ala; de donde, como ya le hubiesen quebrado una
    ala, no pudo volar ya más; y como le viesen hecho piedra,
    no le hicieron más enojo.

    Y volviéndose estos indios que esto hicieron
    ansí á su pueblo, Mango Capac y su compañero
    Ayar Auca salieron de sus rancherías, llevando consigo sus
    cuatro mujeres ya nombradas, y caminaron para el pueblo de el
    Cozco, donde estaba Alcaviza. Y ántes que llegasen al
    pueblo, dos tiros de arcabuz, estaba poblado un pueblo
    pequeño, en el cual pueblo habia coca y ají; y la
    mujer de Ayar Oche, el que se perdió en la cueva, llamada
    Mama Guaco, dió á un indio de los deste pueblo de
    coca un golpe con unos ayllos y matóle y abrióle de
    pronto y sacóle los bofes y el corazon, y á vista
    de los demás del pueblo, hinchó los bofes
    soplándolos; y visto por los indios del pueblo aquel caso,
    tuvieron gran temor, é con el miedo que habian tomado,
    luego en aquella hora se fueron huyendo al valle que llaman el
    dia de hoy Gualla, de donde han procedido los indios que el dia
    de hoy benefician la coca de Gualla. Y esto hecho, pasaron
    adelante Mango Capac y su gente, y hablaron con Alcaviza,
    diciéndole que el sol los inviaba á que poblasen
    con él alli en aquel pueblo del Cozco; y el Alcaviza, como
    le viese tan bien aderezado á él y á su
    compañía, y las alabardas de oro que en las manos
    traian, y el demás servicio de oro, entendió que
    era ansí y que eran hijos del sol, y díjoles que
    poblasen donde mejor les paresciese. Y el Mango Capac
    agradescióselo, y paresciéndole bien el sitio y
    asiento do agora es en esta ciudad del Cuzco la casa y convento
    de Santo Domingo, que ántes solia ser la Casa del Sol,
    como adelante la historia lo dirá, hizo allí el
    Mango Capac y su compañero, y con el ayuda de las cuatro
    mujeres, una casa, sin consentir que gente Alcaviza les ayudase,
    aunque los querian ayudar; en la cual casa se metieron ellos dos
    y sus cuatro mujeres. Y esto hecho, dende á cierto tiempo
    el Mango Capac y su compañero con sus cuatro mujeres,
    sembraron unas tierras de maiz, la cual semilla de maiz dicen
    haber sacado ellos de la cueva, á la cual cueva
    nombró este Señor Mango Capac, Pacarictambo, que
    dice, Casa de producimiento; porque, como ya habeis
    oido, dicen que salieron de aquella cueva. Su sementera hecha,
    holgábanse y regocijábanse Mango Capac y Alcaviza
    en buena amistad y en contentamiento.

    CAP. V.-En que trata cómo murió Ayar
    Auca, compañero de Mango Capac, y cómo hubo un hijo
    Mango Capac, el cual se llamó Sinchi Roca[8]; é
    cómo murió Mango Capac, y cómo murió
    despues de esto Alcaviza despues; y de los Señores que
    deste Sinchi Roca sucedieron hasta Viracocha Inca, y de los casos
    y cosas que acaecieron en los tiempos destos hasta Viracocha
    Inca.

    Dende á dos años que allí vino
    Mango Capac, murió su compañero Ayar Auca, y
    quedó la mujer en compañía de las
    demás de Mango Capac, sin que en ella hobiese habido hijo
    ninguno de Ayar Auca, y ansí, quedó solo Mango
    Capac con su mujer y las otras tres de sus compañeros ya
    dichos, y sin que tuviese que ver con ninguna dellas para en
    cuanto á tenellas por mujeres propias, sino con la suya
    propia; en la cual, dende á poco tiempo hubo un hijo, al
    cual hizo llamar Sinchi Roca. Y siendo ya Sinchi Roca mancebo de
    hasta quince ó diez y seis años, murió su
    padre Mango Capac, sin dejar otro hijo sino fué este
    Sinchi Roca. É dende cinco años que murió
    Mango Capac, murió Alcaviza. Y como fuese ya de edad de
    veinte años este Sinchi Roca, hijo de Mango Capac,
    usó por mujer una señora llamada Mama Coca, hija de
    un cacique Señor de un pueblo questá una legua del
    Cuzco, que llaman Zañu, en la cual señora hubo
    Sinchi Roca un hijo llamado Lloque Yupanqui. Este Lloque Yupanqui
    nació con dientes, y luego que nació, anduvo, y
    nunca quiso mamar; y luego habló cosas de admiracion, que
    á mi parescer debió de ser otro Merlin, segun que
    las fábulas dicen. Y ansí como este nació,
    que tomó una piedra en las manos y tiróla á
    otro muchacho descendiente de Alcaviza, que al presente por
    allí pasaba, el cual iba por agua á una fuente con
    cierta vasija en las manos, de la cual pedrada Lloque Yupanqui,
    el recien nacido, quebró una pierna al muchacho de
    Alcaviza ya dicho, del cual caso los agoreros dijeron, que los
    que descendieren de este Lloque Yupanqui serian grandes
    Señores, y que señorearian aquel pueblo; y que los
    descendientes de los de Alcaviza serian echados de aquel pueblo
    por los descendientes de Lloque Yupanqui; lo cual así
    fué, como la historia lo dirá adelante, segun que
    lo dijeron los que dieron razon dello. Y porque este Lloque
    Yupanqui no hizo cosas más notables questa ya dicha, en el
    tiempo que vivió, le dejaremos.

    Y despues de los dias de éste sucedió en
    su lugar un hijo suyo, que se llamó Capac Yupanqui, del
    cual se dice no haber procurado[9] más ser que su padre
    Lloque Yupanqui le dejó. Y despues de los dias de
    éste, sucedió en su lugar un hijo suyo que se dijo
    Mayta Capac, el cual dicen no haber procurado más ser que
    sus pasados. Y despues de los dias de éste, sucedió
    en su lugar un hijo suyo que se dijo Inca Roca Inca, del cual
    dicen haber habido en seis mujeres que tuvo, treinta hijos y
    hijas. Y despues de los dias deste, sucedió en su lugar un
    hijo suyo y mayor de los otros, que se llamó Yaguar Guacac
    Inca Yupanqui. Déste dicen que nació llorando
    sangre, y por eso le llamaron Yaguar Guacac, que dicen, llorar
    sangre. Deste dicen que tuvo veinte mujeres, en las cuales hubo
    cincuenta hijos y hijas; del cual dicen no haber procurado
    más ser que le dejaron sus pasados.

    Y despues de los dias deste, sucedió en su lugar
    un hijo suyo que llaman Viracocha Inca, porque era muy amigable
    á los suyos y afable y los gobernaba en mucha quietud,
    dándoles siempre dádivas y haciéndoles
    mercedes. Y como éste fuese ansí, amábanle
    los suyos con gran voluntad; y levantándose un dia por la
    mañana, salió alegre á los suyos, y
    preguntándole los suyos que de qué se regocijaba,
    dicen que les respondió que el Viracocha Pachayachachic le
    habia hablado aquella noche, diciendo que Dios le habia hablado
    aquella noche (así); y luego se levantaron todos
    los suyos y le llamaron Viracocha Inca, que quiere decir, Rey
    y Dios
    ; y desde allí se nombró este
    nombre.

    Esta leyenda sobre el origen del linaje Inca, es
    mas antigua que la de Manco Capac y Mama Ocllo. Esta fue
    recogida, por el cronista Juan de Betanzos en el
    año de 1550 aproximadamente y redactada en lenguaje
    moderno por el historiador Luis E. Valcarcel y publicada
    en 1984 en Historia del Perú antiguo.

    Antes de los Incas el Cusco era un pueblo conformado por
    30 moradas habitadas por 30 ayllus cuyo señor de este
    pueblo se dice fue Alcaviza ; los demás terrenos
    aledaños eran solo ciénagas y a siete leguas de
    este se encuentra el cerro Tamputocco o Tambotoco que tiene tres
    cuevas.

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    De una de ellas… Pacaritambo ("Casa de la
    Producción", "Posada del Amanecer" o "Casa del
    Escondrijo
    "), salieron cuatro parejas de hermanos y
    sus tribus: Ayar Cachi y Mama Huaco , Ayar Uchu y Mama Ipacura
    o Cura, Ayar Auca y Mama Raua y Ayar Manco y Mama
    Ocllo
    .

    Esta narración menciona que a la espalda del
    cerro Huanacaure sembraron papas, denotando con
    ello que los hermanos Ayar eran eminentes agricultores puesto que
    sembraban y al termino de sus cosechas emprendían el viaje
    nuevamente en busca de paramos mas fértiles y desde la
    cumbre del cerro Huanacaure, Ayar Cachi con el poder de su honda,
    lanzo una piedra contra un cerro y lo convirtió en
    una quebrada, después hizo lo mismo con tres cerros
    más, completando asi los 4 puntos cardinales.

    Sus hermanos al ver su fuerza, desconfiaron de él
    y "lo enviaron a traer objetos de oro de Pacaritambo y lo
    encerraron". Luego de deshacerse de Ayar Cachi, vivieron el lapso
    de un año en Huanacaure. Mama Huaco, pasó a
    ser otra "esposa de Ayar Manco". Luego del año,
    convinieron en que el sitio no les satisfacía y pasaron a
    media legua más cerca hacia el Cusco, en otra quebrada en
    donde permanecieron otro año, desde el cerro denominado
    Matagua, miraban el valle del Cusco y a los pobladores y
    súbditos de Alcaviza. Como les parecía un buen
    sitio, acordaron conquistarlo y poblarlo. Acordaron
    además, que uno de ellos tenía que quedarse en
    Huanacaure, convertirse en ídolo, para interceder ante el
    "sol, su padre, para que los guardase y aumentase y diere
    hijos, y los enviase buenos temporales". "Ayar Uchu
    mostró alas grandes" y se ofreció. Regresaron al
    cerro Huanacaure y Ayar Uchu voló. "Luego de estar en los
    cielos, regresó Ayar Uchu y le dijo a Ayar Manco, que se
    renombrase Manco Cápac, porque así lo mandaba el
    Sol y que fuera al lugar que habían visto que los
    pobladores los recibirían bien y que poblase allí ;
    que le daba a su mujer Mama Cura para que le sirviese
    dicho esto, Ayar Uchu "tornóse en piedra con
    alas".Así, este hermano se transformó en una huaca
    de piedra, que tomó el nombre de Huanacaure y se
    constituyó en el objeto central del culto allí
    prestado ; mientras Áyar Manco, le pidió a
    Áyar Auca, que gozaba de la facultad de volar por los
    aires , se trasladara donde actualmente se encuentra el
    Coricancha y se instalara en él. Cuando así lo hizo
    este último hermano, también se convirtió en
    piedra y tomó simbólicamente el lugar, lo que
    estimuló a Áyar Manco a emprender las acciones
    bélicas definitivas para apoderarse materialmente del
    Cusco.

    Los incas se dedicaron entonces a recorrer los
    alrededores en busca de tierras fertiles que constituía la
    finalidad de su peregrinación En Huaynapata la
    barreta de oro arrojada por Áyar Manco -según
    algunos por Mama Huaco – se hundió plenamente, lo cual
    demostró la calidad cultivable de su suelo y
    provocó la decisión de los incas de
    apropiarse del lugar.

    Esta barreta de oro es también
    aludido en la leyenda de Manco Capac y Mama Ocllo y afirman que
    la barreta en realidad era el maíz, cultivo que
    permitió a los incas la conquista de su basto
    imperio.

    Manco Cápac, Ayar Auca y las cuatro
    mujeres fueron al Cusco a ver a Alcaviza. Antes de entrar a sus
    tierras, en un poblado cercano llamado Acamama, Mama Huaco
    golpeó a un indio con un haybinto (boleadora) y lo
    mató y abriole el pecho y el vientre de pronto y saco los
    bofes y el corazón, y a la vista de los demás del
    pueblo e hinchó los bofes soplándoles… Los
    indios temerosos, huyeron al valle de los Guallas ; la
    figura femenina de Mama Huaco y lo que podría significar y
    representar en el orden sociopolítico de los incas. Ella
    fue el prototipo de la mujer guerrera, en oposición a Mama
    Ocllo, segunda pareja de Manco Cápac. Cabello de Balboa
    cuenta que Mama Huaco hacía el oficio de valiente
    capitán y que conducía ejércitos. Esta
    característica masculina se explicaba en aymara con la
    palabra "huaco", que en dicho idioma representa a la mujer
    varonil que no se amedrenta ni por el frío ni por el
    trabajo, y que es libre. Según Sarmiento de Gamboa,
    los cuatro dirigentes que comandaron los ayllus en la llegada al
    Cusco fueron Manco Cápac, Mama Huaco, Sinchi Roca y Mango
    Sapaca. Es importante recalcar que Mama Huaco es nombrada entre
    los cuatro jefes del grupo. No interesa saber si los hechos
    fueron verídicos o míticos, lo importante es
    analizar la estructura social que la leyenda sugiere. En esta
    coya hallamos a la mujer tomando parte activa en la conquista del
    Cusco, luchando junto a los varones y capitaneando un
    ejército.

    De ahí pasaron al Cusco,
    donde hablaron con Alcaviza, quien los aceptó.Hicieron su
    casa, en donde "está ubicado el convento de Santo
    Domingo", para "los dos y las cuatro mujeres". Con semillas que
    "trajeron de Pacaritambo", se dedicaron a sembrar maíz. A
    los dos años, murió Ayar Auca, quien no tuvo
    hijos.Manco Cápac y Mama Ocllo , tuvieron un solo
    hijo Sinchi Roca. Cuando este príncipe tenía 15 o
    16 años, murió Manco Cápac . Cinco
    años más tarde, murió Alcaviza. Cuando
    Sinchi Roca tenía 20 años, se casó con Mama
    Coca, "hija de un cacique Señor de un pueblo que
    está una legua del Cusco, que se llama Zañu, esta
    señora tubo un hijo llamado Lloque Yupanqui",
    etc.

    Pues bien, esta leyenda unida a otras versiones
    recogidas por cronistas españoles y/o criollos lo que hace
    es ratificar que los pueblos quechuas vinieron del sur, que eran
    agricultores y conocían la orfebrería del oro y
    poseían una gran tecnología
    constructiva.

    Zecharia Setchin dice que los anunnaki del medio oriente
    salieron a diferentes partes del mundo y un grupo de ellos
    posiblemente llegaron a Sud América después del
    diluvio, esta hipótesis de alguna manera encaja con lo
    recogido por el cronista Pedro Cieza de León, quién
    al preguntar por las ruinas de Tiahuanacu fue informado que estos
    fueron construidos por hombres de gran entendimiento que llegaron
    después del diluvio, y por todos es conocido que la
    tecnología constructiva tiahuanaco es la misma que la de
    los incas, en el corte de las piedras y la técnica de
    unirlas entre ellas, asi mismo el cultivo de la papa era una de
    las practicas comunes de estos pobladores.

    Zecharia en su libro "Los Reinos Perdidos" dice: "La
    curiosidad de los sacerdotes cristianos se agudizó al
    darse cuenta de que los indígenas andinos creían en
    un Creador Supremo y que sus leyendas daban cuenta de un Diluvio.
    Y resultó que muchos detalles de aquellos relatos locales
    eran extrañamente similares a los relatos bíblicos
    del Génesis. De ahí que fuera inevitable que, entre
    las primeras teorías referentes al origen de los
    «indios» y sus creencias, emergiera como idea
    principal una relación con las tierras y el pueblo de la
    Biblia".

    Para Zecharia el pueblo de la biblia (judíos) lo
    que hizo fue apropiarse de las tradiciones sumerias y acomodarlos
    a su creencia que fue plasmado en la biblia. Y a la vez Zecharia
    afirma que los anunakki sumerios son seres venidos de otros
    planetas en busca del oro, que crearon al hombre por sus
    conocimientos de manejar el ADN y que ellos posteriormente
    procrearon con sus "creaciones" nuevos hijos, y muchos de ellos
    tuvieron alas o rasgos de animales que han sido retratados en las
    esculturas sumerias, asirias y mesopotamias.

    Esto último es lo que describe Juan de Betanzos
    cuando narra que "Ayar Uchu mostro grandes alas" y que
    voló. No esta demás hacer recordar que las
    construcciones piramidales sumerias los Zigurats, también
    fueron construidos en forma similar en el Perú, asi
    tenemos en Caral 3,500 aC. O en la cultura Sican de la costa
    peruana y naturalmente por los incas en diferentes
    lugares.

    Pero como no hay nada escrito por los incas, todas las
    tradiciones orales dejan un vació que es cubierto por la
    especulación y generan un rico espacio para la
    investigación y discusión.

     

     

    Autor:

    Maestro Mason Herbert Oré
    Belsuzarri

    2do. Vig:. P:.F:.C:.B:.R:.L:.S:. FENIX
    137-1

    Valle de Lima Noviembre de 2011

    MAESTRO MASON HERBERT ORE
    BELSUZARRI.

    P:.F:.C:.L:.B:.R:.L:.S:. FENIX
    137-1

    GRAN LOGIA CONSTITUCIONAL DEL
    PERU.

    LA FUNDACION DEL IMPERIO INCAICO – LA LEYENDA DE LOS
    HERMANOS AYAR

    Primera Edición Digital
    2012.

    Herbert Oré Belsuzarri

    Un Masón Para el Mundo.

    051 1 968844344

    051 1 965358733

    Publicado en:

    Fénix News

    Dialogo Entre Masones

    Gran Biblioteca Herbert Oré
    Belsuzarri

    Autorizado la reproducción total
    o parcial, solo debe citar la fuente.

    Edición Digital en el Perú,
    sin costo.

    Junio 2012.

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