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El pensamiento de Carlos Rafael Rodríguez



  1. Conclusiones
  2. Bibliografía

Al hacer un recorrido por el pensamiento político
universal encontramos figuras que han brindado su legado
político en diversas épocas y en distintos
contextos. Por citar algunos debemos mencionar a Marx, Engels,
Lenin, y Martí, entre otros, que con su teoría
práctica y estratégica lograron poner el papel de
las sociedades dónde les correspondió erigir sus
trincheras de ideas, sirviendo de ejemplo histórico en
todos los tiempos. Por la vigencia mantenida de sus pensamientos,
las generaciones posteriores han podido continuar esa herencia
política que les sirvió de experiencia y de
herramientas para luchar por una sociedad cualitativamente
superior.

En la actualidad aunque ha variado el escenario
histórico, el ideario enarbolado por estos pensadores
continua en pie de lucha en diversas personalidades que no
sólo han hecho suyos los principios esgrimidos por los
clásicos, sino, que lo han enriquecido con el aporte
diario de su accionar práctico.

Los ideólogos burgueses y sus seguidores han
mantenido la teoría del papel decisivo de algunas
personalidades en la historia, sin pretender absolutizar este
rol, el marxismo atribuye la fuerza transformadora a las grandes
masas, las cuales como es lógico son conducidas por
figuras que reúnen en si la visión de cientos de
hombres, a pesar de ello, es digno reconocer que la historia ha
contado con hombres que han contribuido con su dedicación
y talento a propiciar cambios, que aceleraron el acercamiento de
los hombres en el disfrute de los derechos que le son atribuidos
en las soberanas constituciones de algunos estados, que dicen ser
paradigmas en tales materias.

Al indagar en los orígenes del pensamiento cubano
es preciso recurrir a la labor realizada por nuestros padres
fundadores que abonaron con su esfuerzo transformador el proceso
de formación y desarrollo de nuestra
nacionalidad.

El paso del hombre como ser viviente por la faz de la
tierra es muy corto, pero el pensamiento que se ha ido acumulando
a través de diferentes de generaciones perdura, por lo
tanto, es importante para desarrollar nuestra singularidad tener
en cuenta el pensamiento precedente que puede constituir una
guía catalizadora en el alcance de nuestros
objetivos.

En nuestro proceso se produjo una imbricación
entre el pensamiento marxista leninista, las enseñanzas de
la Revolución Rusa y el enorme caudal que constituye el
pensamiento martiano, recordemos cuando Martí
expresó que debemos tener en cuenta las
características de nuestro continente, pero sin olvidar
las particularidades propias fiel a este postulado Fidel Castro
digno receptor y transformador de la realidad cubana en la
segunda mitad del siglo XX, encarnó el espíritu de
un pueblo y junto a él contribuyó con su
clarividencia a romper las cadenas imperiales.

Nuestro pueblo desde la revolución del 30, y
sobre todo en la lucha contra la dictadura batistiana
encontró en la personalidad de Carlos Rafael
Rodríguez un cubano digno, que colocó sus
excepcionales capacidades al servicio de la labor transformadora
de la revolución.

Después del triunfo concentró su esfuerzo
en la lucha por la preservación y consolidación del
proceso. Sus aportes constituyeron los cimientos de la estructura
en la formación de ese carácter socialista
proclamado por la dirección  más alta
del  Gobierno Cubano. Sus conocimientos sobre el aparato
estatal se hicieron muy amplios, el dominio de la estrategia le
permitió aportar decisiones que sirvieron de base a los
acuerdos sobre el proceso de nacionalización como parte de
la ofensiva revolucionaria. 

El trabajo de Carlos Rafael estuvo enfilado hacia las
polémicas surgidas en las diferentes ramas de la
económica, la política y la filosofía
en el proceso revolucionario cubano, no tanto reflejadas en
aportes renovadores, sino en la persistencia de llevarle a cada
individuo una ideología planificada. En otras palabras
armar a cada trabajador de los argumentos necesarios para
defender la obra creadora de la revolución. Su trabajo
intenso permitió dirigir la Revolución hacia
diferentes ángulos, pero teniendo como antecedente la
consulta popular, democratizando las líneas a seguir,
elementos que constituyen las premisas fundamentales en su
pensamiento.

Carlos Rafael no fue solo un estudioso y divulgador de
la obra de los clásicos del marxismo, fue un constante
previsor de los peligros que provienen del norte revuelto y
brutal, y señalaba constantemente la imperiosa necesidad
de penetrar en la esencia imperial del imperio, para conocer su
posible accionar y con ello disminuir los efectos de sus actos
vandálicos, y por consiguiente el estudio de este sistema
constituye un valioso arsenal en la lucha por su
eliminación.

Al igual que Marx consideraba que en el proceso de
construcción de la sociedad socialista era indispensable
la toma de posesión por parte de la sociedad de los
instrumentos y medios fundamentales de producción,
considerando que el socialismo le permite al hombre liberarse de
las trabas económicas y sociales y descargar todas sus
potencialidades en función del terreno productivo y
científico.

El marxismo nos dice Carlos Rafael:… fue la
primera teoría en advertir la naturaleza esencialmente
clasista de todo estado en cualquier fase histórica, desde
la esclavitud hasta el socialismo, pasando por el feudalismo y el
capitalismo.[1]

Era necesario destruir las bases del antiguo poder
reaccionario; tesis que mantuvo presente en todo momento.
Expresaba que el dominio del poder político no es
suficiente para afianzar una Revolución. En Cuba
hacía falta un gobierno independiente y revolucionario, se
necesitaba una decisión de libertad y de soberanía
nacional acompañadas de transformaciones
económicas, políticas y sociales, argumento
defendido y planteado por Carlos Rafael durante el transcurso de
su carrera política.

Tuvo la oportunidad de ganarse la confianza de grandes
hombres con talento, que hicieron todo lo que estaba en sus manos
por darle a la sociedad el papel que merecía. Carlos
Rafael lo aprendió y lo supo enseñar, expresado en
una modesta genialidad, cumpliendo de esta manera con su
país, la obra de su vida. 

Su gran experiencia en problemas de la economía
socialista y la planificación sirvieron a la
Revolución Cubana como importante sustento para todo el
diseño de las relaciones mercantiles y los primeros
programas de colaboración con otros pueblos del
mundo.

-La historia de la ciencia de la economía
política no sólo sigue el complejo camino de las
relaciones económicas que se desarrollan en cada
país y en cada región, sino que reflejan
también las políticas económicas que
conscientemente desde el poder se han llevado a cabo.

Fue Carlos Rafael Rodríguez el pionero de
nuestros economistas en plantear el desarrollo como un proceso
tendente a incrementar el bienestar de la comunidad, mediante el
establecimiento de actividades económicas y
socioculturales utilizando de forma racional y sostenible los
propios recursos humanos y materiales.

Mientras que prestigiosos economistas consideran el
desarrollo encerrado en parámetros económicos,
avalados por cifras que sobrepasaban datos anteriores, para
Carlos Rafael, el desarrollo sólo es real cuando va
más allá de los limites económicos y se
inserta en el aumento del goce espiritual del individuo como ser
social, en otras palabras cuando su manifestación
práctica es puesta en función de esa mayoría
responsable de su existencia y no en función de una
minoría que lo recibe.

Para Carlos Rafael "El desarrollo tiene que
ser doble: en la conciencia y en las formas de
distribución". [2]

A este eminente económico le corresponde el
mérito de haber sido uno de los primeros en establecer las
diferencias entre crecimiento económico y
desarrollo.

El precisaba que no siempre el aumento de la
productividad, del consumo, y del ingreso significaba desarrollo,
recordemos que la economía cubana de los primeros
años de la Republica creció, pero lo hizo en los
sectores que fueron potencializados por los inversionistas
extranjeros, lo cual fue cimiento de la deformación
estructural que sufrió la Cuba colonial, cuyos efectos
siguen actualmente latentes en buena medida.

Por eso abogó por el desarrollo de cierto nivel
de industrialización, que posibilite un crecimiento
simultáneo en las diferentes ramas productivas que tengan
como finalidad alcanzar determinados parámetros que sean
expresión fehaciente del desarrollo
económico.

Al abordar el camino que debe seguir la
economía cubana planteaba: … tiene que apostar por
la inclusión de variables estratégicas que mermen
nuestra dependencia a los altibajos de los precios en el mercado
mundial, lo cual se revertirá en la disminución de
la compra de diferentes productos, permitiendo contar con los
recursos financieros necesarios para aumentar nuestra capacidad
de compra y como consecuencia directa el aumento del bienestar
popular.Con gran claridad argumentó que existen
diferencias entre las crisis estructurales y las crisis
cíclicas de superproducción, ambas se relacionan
estrechamente; pues de un modo u otro constituyen formas de
solución a las desproporciones de la economía
capitalista.

Lo interesante entre estas diferentes
formas de manifestarse las crisis radica en que las de
superproducción tienen por lo general una
manifestación más reiterada en los marcos
nacionales, mientras que las crisis estructurales tienen su base
de operaciones en otros países que han sido victimas del
saqueo de sus recursos, sin tener en cuenta, que ello conlleva a
deformar dichas economías y a la vez generan una
dependencia a la procedencia de los capitales invertidos en dicho
territorio y por si fuese poco, frenan el desarrollo de la
pequeña burguesía nacional.

Carlos Rafael Rodríguez
valoró positivamente los estudios y publicaciones de la
CEPAL. Si bien se trataba de autores reformistas, al menos
reflejaban intereses distintos a los de los Estados Unidos, al
plantearse transformaciones que aspiraban a un desarrollo con
independencia para América Latina. Al mismo tiempo, les
alertaba que los caminos reformistas conducirían,
más tarde o más temprano, al camino
socialista.

Sus planteamientos no constituyen una
postulación por el modelo socialista del desarrollo,
sólo aclara que la realización de una verdadera
revolución en América Latina, encontrará que
su marcha los conducirá de modo inevitable hacia
transformaciones cada vez más profundas. Pero para obtener
un simple desarrollo con independencia, como el que se postula
por CEPAL, será necesario acometerlo mediante un proceso
de auténtica revolución popular. No hay otra
alternativa.

Siendo un fiel conocedor del pensamiento más
avanzado de la región reconoce que las ideas bolivarianas
y martianas siguen siendo hoy la mejor fortaleza para negociar
con el Norte. Carlos Rafael lo expresó así: Si
América Latina quiere negociar con éxito,
tendrá que hacerse una potencia negociadora. (…) El
día en que América Latina unida deje de ser un
instrumento dócil de la política internacional de
Estados Unidos, recupere su independencia y hable en pie de
igualdad con las potencias económicas con las que tiene
que negociar el porvenir del comercio externo
crecerá… [3]

El día de esa unidad de Nuestra
América está comenzando. Pareciera que hoy
Bolívar y Martí observaran iniciarse ese día
con la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).Un
mérito muy especial de Carlos Rafael Rodríguez,
como el de la generalidad de los más auténticos
marxistas cubanos, ha sido su raíz profundamente martiana,
que es casi como decir bolivariana.

Ante nuestra América se abre una nueva etapa que
recoge las aspiraciones de grandes visionarios que dedicaron su
vida a luchar por eliminar nuestras diferencias, en este aspecto
debemos centrar nuestros esfuerzos, en potenciar nuestros
elementos comunes y no en aceptar discriminaciones regionales o
geopolíticas que provienen del norte.

Existen innumerables trabajos que reflejan con gran
nitidez, la agudeza del pensamiento de Carlos Rafael
Rodríguez, recordemos sus criterios al conmemorarse el
centenario de Montoro, líder de los
autonomistas:…Según estos ideólogos, los
autonomistas habían basado su oposición a la
independencia en el criterio de que Cuba no estaba preparada para
ejercer las funciones de un gobierno propio y era necesario un
período de preparación bajo la tutela de
España y dentro de los marcos autonómicos, antes de
que pudiera pensarse en la separación
definitiva…

Según estas tesis, Martí
erró al plantearse una independencia a destiempo que
dejó a la larga un balance histórico perjudicial.
Por esa vía se trataba de convencer a los cubanos de que
todos sus males presentes- desde la corrupción
administrativa hasta los golpes militares- tenían su
origen en una independencia prematura. Carlos Rafael
Rodríguez denunció que en el fondo de estas
argumentos estaba la postura reaccionaria y clasista de la
burguesía cubana, la cual había renunciado a
defender el interés nacional cubano y expresaba: "…
lo que fracasó no fue el ideal independentista, sí
Cuba hoy sufre de diferentes males sociales, las causas
están en el imperialismo yanqui, que desde temprano nos
ambicionó y nos consideró como un pueblo incapaz de
gobernase por si mismo, lo que nos privó de gozar de un
gobierno autóctono, erigido sobre la base de nuestros
propios representantes y sin tutela extranjera."[4]

En su pensamiento coexisten el desarrollo alcanzado por
las anteriores generaciones y el aporte realizado a la luz de la
modernidad.

Al analizar las revoluciones liberadoras, no les aplica
el marsometro utilizado en la época del Manifiesto
Comunista, por considerar diferentes las condiciones
históricas, en este documento al valorar el papel de las
diferentes clases sociales, plantea… la pequeña
burguesía estaba llamada a aliarse a la gran
burguesía y darle la espalda al proletariado. En nuestra
geografía la pequeña burguesía asume una
dualidad histórica, mientras una parte se vincula al
sector dominante, el resto comprende el papel que le corresponde
y une su suerte con la de los desposeídos, como vía
posible de alcanzar la emancipación nacional y ver
materializadas sus aspiraciones como clase que aspira al progreso
social.

Por ello, desde los comienzos de nuestro proceso
revolucionario encontramos que son las zonas de la pequeña
burguesía urbana las que empiezan a mostrar el pensamiento
independentista más radical.

El proceso libertario iniciado con la revolución
de 1868, empezó siendo la obra de terratenientes liberales
y de burgueses incipientes, se fue transformando, por el
mecanismo mismo de la lucha, en una revolución popular en
la medida en que la burguesía perdía el
ímpetu ante la derrota que se hacía inminente, y la
revolución comenzó a radicalizarse, al contar con
elementos que provenían de los sectores más
humildes, los cuales asumieron el liderazgo político, al
que otras clases sociales renunciaron al no poder ir mas
allá de su condición social y por haber perdido la
perspectiva en el triunfo, estos hombres representados en la
figura de Antonio Maceo, encarnaron el espíritu de un
pueblo y reflejaron en sus aspiraciones el clamor popular y
convirtieron en un santuario el respeto a los caídos, esta
finalidad salvó las contiendas venideras del lastre
capitulador del Zanjón y encontró en el ideario
martiano y en la diversidad de sus facetas, todo el acervo
cultural y patriótico capaz de movilizar a un pueblo en la
lucha por su independencia.

La concepción materialista de la historia
aportada por Marx y Engels permite tomar en consideración
toda la complejidad de los fenómenos de la cultura,
así como el carácter contradictorio de su esencia y
manifestaciones.

Carlos Rafael planteaba que todo lo que nos acerque a la
cultura nos aproxima a la justicia y a la inversa, todo lo que
nos aleje de la primera nos distanciará de la segunda,
comprendiendo que el núcleo más fuerte de la
cultura comprende tres aspectos esenciales: el lenguaje, la
ética y el derecho. Las formas para promover su
materialización se refieren, esencialmente a la
educación y a la política culta.

Al abordar las particularidades de la cultura cubana
plantea que su fuerza se deriva de que nació,
creció y desarrollo a favor de la justicia, entendida esta
en su acepción mas universal, y ello ha permitido a la
revolución cubana mantener una estrecha unidad y
relación fluida entre la dirección política
y los intelectuales y artistas, lo cual constituye una
experiencia a tomar en cuenta para los procesos de cambios
sociales, como los que tienen lugar en América
Latina.

En el VII Congreso de la UNEAC el director del programa
martiano, Armando Hart Dávalos, al reflexionar sobre arte
y justicia enfatizó sobre "la necesidad de articular, con
la pericia y sensibilidad de orfebres, la cultura y la
política concebida por martí como un arte. No
perdamos esa oportunidad". [5]

El pensamiento integral de Carlos Rafael
Rodríguez al referirse al folclor latinoamericano
expresaba:

". Encontrar la identidad real bajo las aparentes
diferencias y contradicciones y encontrar la sustancial
diversidad bajo la aparente identidad es la más delicada,
poco comprendida y sin embargo esencial condición del
crítico de las ideas y de lo histórico del
desarrollo". [6]

Carlos Rafael plantea que la historiografía
cubana hasta cierto punto ha reiterado quizás en exceso la
citas de los clásicos, lo que nos ha llevado a realizar
análisis de nuestros procesos independentistas y de sus
iniciadores absolutizando los factores económicos y sus
consecuencias y por consiguiente relegando a otro plano factores
ideológicos y morales.

El anterior planteamiento constituye un instrumento
abarcador para analizar las causas de los movimientos
independentistas ,pues permite acercarnos a sus causas con un
enfoque más amplio, más dialéctico, no
podemos ceñir el movimiento revolucionario de 1868 a
factores meramente económicos, el sentido de pertenencia
,el crecimiento del patriotismo y la lucha por ser libres tanto
en lo político, como en lo natural, eran aspiraciones
propias de un pueblo que había soportado por siglos el
yugo de la metrópoli española.

Según Carlos Rafael Rodríguez "… La
génesis de nuestra lucha por la independencia es mucho
más profunda y reside en las relaciones políticas y
de propiedad entre la metrópolis española y los
propietarios cubanos". [7]

Consideraba imprescindible estudiar la ideología
de los pueblos detenidamente para poder penetrar en el legado
dejado por diferentes culturas y para ello indicaba la necesidad
de utilizar las dos vías, escribir la actividad dentro de
la historia como ente participante, lo que permite asimilar los
hechos ocurridos de acuerdo a su visión y argumentos, y la
óptica del que escribe de acuerdo a la subjetividad del
testimoniante,en tal sentido, se hace necesario presentar la
continuidad histórica que ha tenido el pensamiento cubano
después del año 1959. La Revolución Cubana
significó, entre muchas cosas importantes y trascendentes,
la promesa de dignidad, el reencuentro con nuestras raíces
y, sobre todo, independencia, pero también
significó lucha ideológica.

Después del triunfo de La Revolución
Cubana se abrió un periodo que ha sido insuficientemente
investigado por las Ciencias Sociales y la literatura sobre esta
etapa es escasa.

Algunos intelectuales de filiación
pequeño-burguesa no interpretaron con claridad el rumbo
que seguiría el proceso y consideraban que la
revolución podía ahogar su libertad creadora. En la
manifestación de este fenómeno hubo posiciones
asumidas con honestidad y otros que utilizaron el momento
histórico para hacerles el juego al imperio, al referirse
a este malintencionado propósito de aquéllos que al
decir de Carlos Rafael Rodríguez "convertían al
Evangelio en un instrumento de combate
reaccionario".[8]

En esta coyuntura tras múltiples reuniones donde
participó Carlos Rafael, se elaboró el cuerpo
direccional de la revolución en política cultural,
lo cual culminó con el esclarecedor discurso de Fidel:
"Palabras a los intelectuales".

Este hombre de ciencia y de economía al abordar
la situación de nuestro país desde el punto de
vista cultural, consideraba que los directivos de este sector
debían tener mucho cuidado porque se corría el
riesgo, que sus gustos se convirtieran o se impusieran como
gustos nacionales. Lo cual sería la expresión del
criterio de un reducido número de intelectuales que
iría en detrimento de la calidad de los
espectáculos, la finalidad sería la estrecha unidad
entre los criterios defendidos por una mayoría con el
respeto a los elementos técnicos que no desvirtúen
el contenido a transmitir.

Consideraba que no era necesario perseguir determinada
manifestación de la pintura o el contenido de una
composición, la historia de otros países demuestra
lo perjudicial que resulta aplicar una censura mecánica,
lo importante es preparar al pueblo para que pudiese comprender
el significado de ellas, incluso de las conceptualizadas como
abstractas

Al realizar un análisis de los efectos del
stalinismo, consideró que su manifestación fue
más allá de las fronteras nacionales y hubo grandes
talentos y movimientos artísticos que sufrieron sus
consecuencias.

Su predica preventiva alertaba que los movimientos
políticos por lo general son permeados por la
repetición mecánica de diferentes leyes que jugaron
un papel importante en un momento determinado, siendo necesario
pasarlas previamente por el filtro de la modernidad y de las
particularidades de cada país o región.

Una de las mayores contribuciones de Carlos Rafael fue
plantear la necesidad de unificar las fuerzas para cumplimentar
determinadas aspiraciones, sabiendo de antemano los elementos
comunes que tiene cada fuerza , pero a la vez ,no pasar por alto
las diferencias, las cuales en un momento determinado,
impedirán la realización de futuras
acciones.

Las ideas planteadas por este eminente profesor cobran
una enorme vigencia en la actualidad en el proceso de
Universalización de la Enseñanza, pues su modo de
concebir al estudiante universitario concuerda con la finalidad
de nuestro ministerio al iniciar tan acometedor proyecto
educacional, un ejemplo que pone de manifiesto lo anteriormente
planteado fue lo reflejado en su obra " Letra con Filo" cuando
precisó: (…) El alumno universitario al que tenemos que
aspirar es aquel que comienza a orientarse por sí mismo,
que no cree en lo que le dicen que debe creer sino en lo que pasa
a formar parte de sus convicciones por un proceso de
asimilación de nuestros principios y nuestras ideas.
[9]

Conclusiones

Cuentan quienes lo conocieron que era Carlos Rafael un
gran orador, agradable, poseedor de una cultura
enciclopédica. Tenía una alta visión de la
responsabilidad, un profundo concepto del deber y siempre
mostró valentía para defender sus
criterios

Carlos Rafael Rodríguez devino uno de los
revolucionarios más sobresalientes de la Cuba
contemporánea. Se puso al servicio de la
construcción del socialismo en nuestra patria y
enriqueció la doctrina teórica del desarrollo de
los países del Tercer mundo, por lo que el estudio de su
obra constituye un imperativo para cualquier especialista
contemporáneo que aspire a sistematizar los conocimientos
económicos del mundo actual.

Su vida entregada completamente a la causa
revolucionaria y el legado de su pensamiento a las nuevas
generaciones lo hacen uno de los más importantes
pensadores del siglo XX en nuestro país. Sus reflexiones a
partir de la praxis revolucionaria del primer estado socialista
de América y su empeño porque todo revolucionario
conociera a profundidad las entrañas del imperialismo,
para a partir de ellas poder combatirlas, son elementos
importantes para todos los estudiosos del pensamiento
revolucionario cubano.

Si otros han escrito con la finalidad de ocupar un lugar
para la historia entre teóricos o críticos, no fue
el caso de Carlos Rafael, quien concibe a su obra como un proceso
inacabado y a al vez expresión de las necesidades de un
momento determinado, ante el déficit de herramientas
teóricas que señalaran el curso a
seguir.

Olivia Miranda una investigadora de su obra plantea:
"Carlos Rafael Rodríguez no nos ha dejado una obra que
pueda incluirse en los marcos académicos, y que – su
principal aporte sin duda es abrir caminos a posteriores estudios
especializados desde la perspectiva del marxismo"…
[10]

En este digno hijo de la Perla del Sur, encontramos una
comprensión real del rol a desempañar por la
juventud, la cual constituye la fuerza transformadora en la lucha
por la realización de las conquistas sociales.

En una entrevista que concedió para el
periódico Juventud Rebelde señalo: …a la
juventud le corresponde la tarea transformadora, no le entregamos
un socialismo hecho, le entregamos un socialismo por
hacer.

Su pensamiento es un canto al optimismo, al considerar
que la capacidad de soñar del hombre es ilimitada, cuando
el hombre deja de soñar deja de vivir

Para este destacado político y autodidacta, el
hombre no puede asumir una oposición pasiva anta los
mandamientos terrenales, lo que te es negado por voluntad de
otros, debes alcanzarlo mediante, tu esfuerzo y sacrificio, los
cuales te permitirán, no solo cumplimentar tus
aspiraciones, sino además, comprender cual es la esencia
de los problemas y encaminar tus pasos hacia su
eliminación

…Salvador Bueno al referirse a la integralidad de
Carlos Rafael como pensador escribió: en las diferentes
formas que manifestó su talento no utilizaba
ambigüedades. En ese empeño aprendió la
eficacia del adjetivo imprescindible, de la frase que no diera
pie a equívocos poco recomendables. Armado eso sí,
de una cultura que hoy nos pide que alcancemos, aprendió
muy pronto que debía disponer de todo un mosaico de
posibilidades expresivas y un atesorado conocimiento de diversas
disciplinas…

Razón tuvo Pedro Martínez Pírez,
galardonado con el Premio Nacional de Periodismo, cuando
expresó: la interpretación de Carlos Rafael sobre
la historia, específicamente de la etapa republicana
resulta imprescindible y calificó de indispensables sus
ensayos al respecto; además precisó que su
pensamiento económico miró más al futuro que
al presente.

En su obra como eminente pensador encontramos su
extraordinario comprometimiento con el pueblo, pero a la vez, fue
capaz de valorar el potencial transformador de esta fuerza con
gran certeza, ejemplo de ello fueron sus palabras en el Aula
Magna de la Universidad de La Habana, al plantear: "Nunca ha sido
posible ponerle compuertas a las decisiones de los
pueblos".

Estudiando la historia real de las ideas de nuestros
grandes hombres, podremos encontrar caminos de cohesión,
articulación y acciones conjuntas a favor de la
liberación humana.

Estamos obligados por mandato de la historia a preservar
la memoria histórica de nuestros pueblos y a transmitir
ese legado a las nuevas generaciones.

Bibliografía

1 Serrano Álvarez
Víctor • La Habana Un hombre de buena tinta y de
letra con filo.

2- Las bases del desarrollo
económico de Cuba/ Rodríguez. Carlos R.
Economía y desarrollo. (La Habana): 56, Mar – Abr
1980. –15- 28 p. Alfonso, Rita.

3-Molina Molina Ernesto: El economista
Carlos Rafael Rodríguez4- González Pacheco Caridad
María Dra. Centro de Estudios Martianos

-Rescate del pensamiento cubano del siglo
XIX   11 de Agosto 2007.    

5-Artículo publicado por Armando
Hart Dávalos en Revista Bohemia Nº 11 de Abril de
2008.

6- Rodríguez Rafael Carlos.
Concepciones sobre cultura e ideología en su obra Letra
con Filo.

7-"El marxismo y la historia de Cuba", en
Letra con filo, T. 3, pp. 36-37.

8- Rodríguez Rafael Carlos.
"Discurso pronunciado en el IV Congreso de la UNEAC, en
Suplemento de "La Gaceta de Cuba". Edición Especial,
La

Habana, marzo de 1988, pp 6

9- Rodríguez Rafael Carlos en su
obra Letra con Filo Tomo 2.

10- Miranda Olivia en su Articulo:
Carlos Rafael Rodríguez: marxismo y tradición
nacional. Instituto de Filosofía de CubaAño:
1996 .

 

 

Autor:

Camilo Torres Ramos

 

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