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Potencial reforma judicial y uso progresista del derecho en Costa Rica (página 8)




Enviado por AUGUSTO SILVA ACEVEDO



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Resulta necesario explorar las circunstancias en las que
los expertos del derecho practican su profesión, pues en
el mismo cuerpo de los abogados existen diferencias muy marcadas
entre quienes tienen mejores y mayores carteras y otros que viven
a expensas de mantener a un cliente como forma de conservar un
ingreso fijo al menos por un tiempo.

Esto en otras palabras, nos habla de un ejercicio
desigual que halla gran parte de su explicación en el
capital relacional que cada profesional haya cultivado desde su
paso por la facultad de derecho, lo que puede encontrar un buen
descanso en la observación hecha por un profesor hacia sus
alumnos cuando les dijo en clase que hay que procurar se mejores
siempre.

Pero bien no analizamos una sociología del
comparecer de los abogados ante el sistema, sino de las
variaciones que desean los poderosos del mundo en los sistemas
judiciales globales. Se analiza una fenomenología que
surge de un eje nacional global, en los casos de los
países de América Latina, aunque a veces como lo
menciona De Souza Santos, se sitúa en un eje local
nacional global.

Veamos: "El énfasis no se sitúa en las
interacciones entre sistemas jurídicos estatales
diferentes, que sería el campo tradicional del derecho
internacional público. El énfasis más bien
está en a) las formas jurídicas (regulaciones,
instituciones, culturas) que son transnacionales en su origen o
que, aunque tengan un origen local o nacional, se reproducen
globalmente mediante mecanismos distintos a las típicas
relaciones interestatales; y en b) los campos jurídicos
nacionales, como los órdenes jurídicos estatales e
infra-estatales o locales, en la medida en que son transformados
por movimientos sociales transnacionales que persiguen una
determinada estrategia jurídica. (DE SOUZA santos
Boaventura; opcit. Cap. 6, pp. 290, 291).

El rol de las facultades de derecho en la
capacitación de los ejecutores del sistema de justicia:
realidades y retos:

Asimismo como se hizo un pequeño análisis
de la participación y el protagonismo de los abogados,
como ejecutores del sistema, podríamos involucrarnos un
poco en rol que juegan las diferentes escuelas de derecho en las
sociedades latinoamericanas. En el dificultoso camino de pensar
la reforma judicial que más conviene a los intereses de
hemisferio no solamente se ha dejado de lado a los abogados (como
ejecutores principales del sistema), sino que además se ha
olvidado en esquema académico, a las facultades de
derecho, lo que es aún más alarmante.

Resulta incomprensible e irresponsable que en el
discurso por reformar al sistema de justicia las facultades de
derecho se dejen por fuera, si es fundamentalmente en ellas en
donde se inicia la reproducción de un saber profesional
que muchas veces instruye, a través de sus profesores,
voluntaria o involuntariamente, en las prácticas
informales que posteriormente se reproducen en el ejercicio de
los profesionales del derecho, menoscabando la eficiencia del
sistema de justicia.

Ciertamente no toda la responsabilidad del fracaso de
los sistemas de justicia recae sobre estos centros formativos,
pero no se puede ocultar que son artífices de ciertos
crímenes que no se pueden soslayar porque son la
estructura fundamental dela evolución mental
sistémica y organizacional de los profesionales,
responsables de un problema de mayores dimensiones.

La formación académica deberá estar
orientada también a los sistemas que se quieren
implementar, estas reformas, según se entiende se
están implementando en materia educativa en las escuelas y
colegios, por lo menos en Costa Rica tenemos ejemplo de estos
modelos para preparar a las nuevas generaciones en materia de
sanciones, que mencionaremos más adelante.

Las críticas fundamentales sociológicas de
la educación del derecho no son nuevas, se producen un sin
número de errores, como de falta de pedagogía,
docencia y propedéutica, algunos abogados se hacen
profesores, por experiencia y práctica de alguna materia,
no obstante, no tienen noción de una ciencia que es
elemental en la enseñanza de cualquier asignatura
académica, la docencia, la pedagogía, si
fuésemos un poco más exigentes, que en el umbral de
un nuevo siglo deberíamos serlo, porque debemos preparar a
las nuevas generaciones para enfrentar una nueva era, que debe
responderle al avance, y evolución de la ciencia y la
tecnología.

Sino estamos preparados para orientar a estas
generaciones, éstas en algún momento, recriminaran
esta falta de visión y esta previsión, como muchos
críticos lo hacen en la actualidad. Veamos que dice
Rogelio Pérez Perdomo sobre este tema de suma relevancia
en materia de educación del derecho:

"…el carácter "teórico" de su
formación. Por teórico no se entiende que se
dediquen a la alta filosofía sino que no preparan al
estudiante para la práctica profesional: el recién
egresado no saldría con la formación necesaria para
argumentar, expresarse con corrección por escrito y
oralmente, no sabría litigar o negociar, ni tendría
las demás habilidades que pueden esperarse del profesional
del derecho. El segundo delito es el formalismo o legalismo: las
escuelas se dedicarían a enseñar los aspectos
estrechamente técnicos del derecho y no prestarían
atención alguna al contexto social y económico. La
vida de un país está llena de desafíos y
problemas, pero el abogado recién graduado tendría
su cabeza llena de normas y principios que no puede adaptar
creativamente para responder a los desafíos de su tiempo.
El tercero es que la escuela de derecho no prepararía para
responder con honestidad a los desafíos éticos de
la profesión, ni para estar atentos a que los derechos de
los ciudadanos realmente se respeten. Los chistes sobre abogados
hacen especialmente referencia a esta dimensión. Por
último, las escuelas de derecho estarían
produciendo un número desmesurado de abogados que, en
proporción creciente, no parecen estar alcanzando siquiera
el suficiente conocimiento de principios y normas del derecho. En
otras palabras, habría escuelas de derecho que ni siquiera
están proporcionando bien la educación
jurídica de la cual nos quejamos." (PÉREZ
Perdomo, Rogelio, "Educación jurídica, abogados y
globalización en América Latina", Sistemas
judiciales, núm. 9, agosto de 2005, disponible en
línea http://www.cejamericas.org/sistemas-
judiciales/index.html (17 de marzo de 2008). Pérez
Perdomo, Rogelio & Julia Rodríguez, compiladores
(2006): La formación de los abogados en América
Latina. Tendencias y desafíos. Bogotá. Universidad
Externado de Colombia. Pérez Perdomo, Rogelio (2008a):
"Los juristas como intelectuales y el nacimiento de los estados
nacionales en América Latina". En C. Altamirano
(director): Historia de los intelectuales en América
Latina. Buenos Aires. Katz Pérez Perdomo, Rogelio (2008b):
"Innovación en la educación jurídica en la
Universidad Metropolitana de Caracas". En Derecho y democracia,
Caracas).

No hay espacio para dudar que la educación
jurídica tenga una gran responsabilidad en el infortunado
estado de los sistemas de justicia, por lo que tendrían
que cambiar éstas para que los sistemas cambien.
Será posible que se pueda cambiar esa caterva de
"profesores", que en vez de orientar ayudan a enviar al abismo a
estudiantes que si tienen inteligencia, pasta, y masa gris, para
formar parte de los cuerpos estudiantiles del derecho.

Aunque no se crea, también en las aulas
"académicas" de algunas universidades de
Latinoamérica, se han formado mafias conformadas por el
poder económico, que han logrado desde su ejecución
de una profesión, que se presta para ser servil del poder
económico verdadero. Algunos estudiantes que logran
descubrir esta estructura, han señalado con menos
optimismo, que estos "profesores" "deciden, quiénes van y
quiénes no…"

Significa que este determinado poder dentro de las
aulas, fiscalizan y deciden cuántos profesionales pueden
egresarse de las universidades, para adaptarlos a una
circunstancia, pragmática y real de un sistema turbio, en
donde la ética no tiene ningún valor ni
principios…

De acuerdo con una investigación que he realizado
sobre la atribución de las facultades de derecho en la
reproducción de prácticas informales en el sistema
judicial latinoamericano se desprende que el crecimiento
exponencial del alumnado que han experimentado las facultades de
derecho en las últimas décadas, sumado al
envejecimiento de sus plantas docentes, que en gran número
no se han podido relevar por un descuido en la renovación
de cuadros académicos, ubica al proceso de
enseñanza-aprendizaje en la dimensión
clásica de la educación en la que el profesor
parlotea y el alumno deambula por un submundo, perdido y olvidado
por una realidad sociológica, científica,
necesaria, pero que nadie tiene interés en despertar de
ese letargo, que subsume en la ignorancia a los estudiantes sin
que existan posibilidades de cambios.

A partir de la observación de clases efectuadas
puede decirse que las aulas de clase son espacios en donde se
experimenta una especie de autismo
académico
y prevalece la
indiferencia en doble vía tanto de alumnos como de
profesores. En ninguna de las clases observadas el profesor
consultó notas preparadas para el desarrollo de sus
materias, lo que revela la prevalencia de la improvisación
como modelo educativo apoyado en la lectura de códigos y
leyes.

El tiempo efectivo de enseñanza en las aulas es
muy reducido, lo cual es preocupante si lo combinamos con la
falta de puntualidad de los profesores y, en mayor medida, con la
calidad de los conocimientos que trasladan a sus estudiantes que
en muchos casos pueden rayar en una visión tradicional y
estancada del derecho con un agregado de prácticas
informales.

Los profesores por su parte, aceptan en su
mayoría que el modelo de clase que más usan es el
dizque magistral, o sea contar anécdotas, leer
artículos de los diferentes códices y encargo de
exposición, a los estudiantes, que en suposición
por cumplir con ciertas tareas, bucean en la Net, y empiezan a
pegar lo primero que encuentran de los temas, muchas veces sin
corroborar si vale la pena y otras muchas sin citar a los autores
verdaderos de los trabajos. A este respecto, es especialmente
aguda la opinión de un profesor que dijo:

"Somos personas que ejercemos una profesión,
no somos maestros y eso nos obliga a tener una
capacitación para nuestro ejercicio como docentes… los
maestros de la facultad de derecho [no tenemos] ese doble
carácter de ser maestros normalistas… solamente somos
abogados en docencia: somos parteros
empíricos.

Si a esta percepción le sumamos la de un par de
abogados postulantes entrevistados que
señalarontodavía no sales a robar y
ya te están enseñando cómo
, es una
señal de que esos parteros
empíricos 
no sólo carecen de
habilidades pedagógicas para enseñar el derecho,
sino que además suelen difundir prácticas de
una profesión degradada sin mayor empacho."

Si por otra parte, prestamos atención a los
métodos de reclutamiento de la planta docente en las
facultades de derecho, podemos decir que son una especie de
espejo deformado de los vicios de las instituciones. A
través de ellas y de las cadenas de favores, se transmite
en el proceso educativo una señal muy clara de que el
activo más importante para conseguir los objetivos
profesionales estriba en la capacidad de tejer redes de capital
social por encima de cualquier valoración de tipo
intelectual.

A pesar de los decididos esfuerzos que intentan revertir
una rancia relación de amiguismos y lealtades, las plantas
académicas están marcadas por dos factores que
determinan en gran medida la baja calidad educativa que ofrecen
las facultades de derecho en general: el alto número de
profesores hora-clase y su bajo nivel formativo.

Esta realidad puede explicar, en parte, que cuando los
abogados devienen en profesores sin ninguna preparación
previa a su ejercicio como docentes pueden ser los más
peligrosos enseñantes de prácticas informales y
consecuentemente degradar al sistema de justicia al producir
abogados que litigan en perjuicio del Estado de
derecho.

Lo que está en cuestión es si las
facultades necesitan de profesores que pudiendo ser excelentes
profesionales del derecho en su papel de jueces, magistrados,
postulantes, notarios, etcétera, desarrollan su actividad
docente como un pasatiempo de prestigio, en el que transmiten
contenidos muy pobres
y convierten sus clases en
relatorías de anécdotas profesionales, ya que bajo
la excusa de la libertad de cátedra, enseñan a sus
alumnos, voluntaria o involuntariamente, cómo trampear a
la ley como un recurso válido a los fines encomendados por
los clientes, aunque éstos sean notoriamente contrarios a
un derecho justo.

Visto desde otro punto de vista, en el campo del derecho
el engañado mayoritario no son los estudiantes, quienes
desde sus primeros pasos son instruidos en un modelo que anula la
justicia y hace efectiva una legalidad ilegítima, sino que
el mayor engañado es el ciudadano que, en consecuencia,
cree cada vez menos en el sistema de justicia. Ese es el meollo
de la realidad y no solo ocurre en Costa Rica, muchas aulas de
América están contaminadas, infeccionadas de estos
parásitos sociales de la comunidad
académica.

Entonces para continuar con el tema de este trabajo,
¿cómo hacer para que las reformas, si es que se
realizan apropiadamente, para cambiar los currículos
académicos y de docencia, necesarios para variar la idea
elemental de la transición y evolución que debe
tener el derecho como materia profesional, ya en la realidad del
ámbito donde se desarrolla y se opera, pero también
dentro de las aulas, para aplicar programas, que correspondan al
siglo; para evitar que se siga educando a los alumnos, con textos
antiguos, que ya no tienen vigencia y no pueden tener
participación en los nuevos paradigmas?

Teniendo claro el panorama de lo que ocurre en el origen
de la problemática en las relaciones internacionales, para
efectuar las reformas propuestas en los sistemas judiciales,
entonces se colige en que hace falta un sistema de cambios
integrales, siempre y cuando se respeten las estructuras
hegemónicas y soberanas de las naciones, diversas que
puedan participar de estos cambios. Se debería hacer
evolucionar el derecho sobre lavase de las nuevas necesidades,
inter-comerciales como una supra cultura jurídica que
garantice cumplir obligaciones jurídicas entre estados y
entre comerciantes.

Conceptualizar una globalización puramente en el
campo jurídico internacional, como una
fenomenología actual, que se aparte de los usos y
costumbres de la Colonia, o sea que sea un productivo evolutivo
de la ciencia, la organización sistémica de un
derecho innovado para el siglo que estamos estrenando.

Pero cómo sacarnos de la realidad ese pasado del
siglo XVI, cuando observamos que en las transiciones que se
proponen dentro de un sistema de mundo moderno,
interactúan aún esas leyes sociales de ese siglo
oscuro para muchas naciones de América. Y que todos esos
cambios de transformar sistemas jurídicos y esquemas
culturales, sociales, políticos y económicos, se
sitúan dentro de ese gran proceso histórico;
específicamente la existencia de una cultura
jurídica transnacional, antecede al sistema mundo moderno,
como demuestra extraordinariamente la recepción del
Derecho Romano en el siglo XII; en un momento en que la
teoría política liberal había impuesto la
equivalencia entre naciones, Estado y derecho, la idea de un
derecho mundial continuaba floreciendo como subcultura
jurídica, como parte de un todo integrado con la inmensa
estructura de una cultura con hegemonía continua e
irreversible de las condiciones de la vida social en el planeta,
producto del capitalismo y de un proceso progresivo asociado con
el desarrollo de la ciencia y la tecnología.

Órganos Supranacionales y Derechos Humanos:

Si se le pone atención a la Carta de la
Organización de Naciones Unidas,  ésta no
contempla originariamente mecanismos u órganos
supranacionales de protección de derechos humanos, es la
práctica generalizada de los Estados y propiamente la
labor que desempeña  la comunidad
internacional,  lo que afianza las  relaciones
internacionales entre los Estados en materia de derechos
humanos.

El universo de las relaciones
internacionales, se  acentúa  con la
creación de tres grandes disciplinas  internacionales
del quehacer de los derechos humanos a seguir: a saber: Derecho
Internacional de los Derechos Humanos (DIDH), Derecho
Internacional Humanitario (DIH), Derecho Internacional de los
Refugiados (ACNUR); que surgen  como consecuencia
de la creación de las Naciones Unidas en
1945.  

Estas tres grandes disciplinas dan origen a lo que se
denomina " Justicia Supranacional o jurisdicción
Supranacional
". Estos tres bloques, se circunscriben a
los  dos grandes sistemas: Sistema Universal de
protección de los derechos humanos (ONU), Sistema 
Regional de protección que comprende a su vez: Sistema
Regional Interamericano, Sistema Europeo de Derechos
Humanos  y el Sistema Africano de Derechos Humanos y de los
pueblos.

La jurisdicción supranacional es una
institución que parte de la esencia que el fin de la
sociedad y el Estado, es la persona humana y el respeto por su
dignidad. Se pretende un ideal de comunidad mundial, considerar
que  la persona tiene derechos reconocidos a este nivel. La
jurisdicción supranacional constituye  una
garantía suplementaria o subsidiaria  frente al
derecho interno del Estado. Cabe señalar, que  en la
jurisdicción supranacional, busca orientar y perfeccionar
el derecho interno de los Estados,  a través de las
decisiones internacionales que emanen de los órganos
supranacionales de protección de derechos
humanos. 

Tanto la  jurisdicción supranacional como el
derecho interno del Estado interactúan,  ambas sirven
para el reconocimiento y primacía de la dignidad de la
persona, de  su libertad  sobre el poder
político de  Estado. Para recurrir a estas instancias
internacionales, se requiere agotar los " recursos
internos"   ante los tribunales nacionales.  El
agotamiento de los recursos  internos implica que la
persona  no se vea impedida de acceder o interponer recurso
idóneo y efectivo. El agotamiento de los recursos internos
tiene causales de excepción descrita en los propios
Tratados  y en las opiniones consultivas que la  Corte
Interamericana  ha desarrollado como es el caso de
indigencia  y temor generalizados.  
   

Pero cuando son los comerciantes, por cubrir sus
intereses los que desean inmiscuirse en materia que no les
compete, es cuando surgen los problemas y conflictos de niveles
también de relaciones internacionales. Los 
órganos supranacionales son  reconocidos por los
Estados y lejos de cuestionar su soberanía la
legitiman  cuando los  Estados  aceptan su
competencia  e incorporan  como parte de su derecho
interno los Tratados de Derechos Humanos  de los cuales
forman parte.

Los órganos supranacionales se caracterizan
porque sus  decisiones tienen
el carácter de vinculantes, se rigen por un
sistema de votación y  son elegidos a propuestas de
los Estados sin que ello, signifique favorecer en las decisiones
internacionales del Estado al que pertenece. Con la caída
del Muro de Berlín, el colapso de la Unión
Soviética y el fin de la Guerra Fría, la
globalización se convirtió, a escala mundial, en el
fenómeno económico, social y político
dominante de nuestra época.

Pero, ¿cuándo surge el fenómeno de
la globalización? ¿Se trata de un hecho reciente,
o, por el contrario, este fenómeno es más antiguo
de lo que la mayoría de personas cree?

En la actualidad se reconoce que la globalización
surgió, en primer lugar, con los procesos migratorios de
la prehistoria, en segundo lugar, como consecuencia del
descubrimiento, conquista y colonización del Nuevo Mundo,
y por último, por la revolución de los sistemas de
transporte y comunicaciones que se origina a finales del siglo
XIX.

Por consiguiente, la globalización no es un hecho
aislado, y por lo contrario es un largo proceso histórico
el cual se produce debido a la combinación de un conjunto
de acontecimientos que han sido de vital importancia en el
desarrollo del hombre. Lo que sucedió después de
las Guerra Fría y la caída del bloque socialista,
no ha sido otra cosa que la última etapa de ese proceso
continuo que algunos sociólogos y politólogos,
identifican como la sociedad post- industrial, la post-modernidad
o la globalización contemporánea.

Efectos de la globalización en la
economía:

Es indiscutible afirmar que el campo en el cual la
globalización ha estado actuando más fuertemente
desde sus inicios ha sido en el de la economía. Y si lo
analizamos con detenimiento la globalización tuvo su
inicio y tomó la fuerza que hoy la caracteriza en torno a
la economía.

La globalización de la economía es uno de
los aspectos que más influye en el desarrollo de un
país en la actualidad, ya que si un país quiere que
sus productos puedan entrar a competir en el mercado
internacional tiene que, inevitablemente, relacionarse con otros
países para así hacer más fácil el
proceso de comercialización de sus productos.

Desde este punto de vista debemos incluir un aspecto que
ha sido pieza fundamental para la globalización de la
economía, este aspecto es la globalización del
comercio. La globalización del comercio implica que los
países desarrollen un sistema de intercambio global, no
solo de bienes sino también de servicios y
tecnología. Este sistema de intercambio es indispensable
para que exista una economía global.

El comercio de productos de todo el globo tiene lugar en
áreas de intercambio institucionalizadas y centralizadas,
estas áreas de intercambio cumplen la función de
difundir la información acerca de las condiciones de la
oferta y la demanda globales estableciendo así un nivel
fijo para los precios mundiales. Esto originó que durante
los últimos 40 años, el comercio mundial en bienes
y servicios haya crecido de una manera rápida. Como
resultado, cerca del 40% del volumen total de la
producción mundial se exporta. Estas exportaciones
representan un valor de 13 billones de dólares.

En este punto surge un problema, si las exportaciones y
la economía mundial han crecido tan rápidamente en
las ultimas décadas, ¿por qué sigue
acaeciendo una fisura cada ves más grande entre ricos y
pobres?

En esta medida lo hizo entender en el año de 1997
la ONU en un informe sobre el Desarrollo Humano. Según sus
cifras desde 1960, cuando los ricos ganaban treinta veces
más que los pobres, la concentración de la riqueza
mundial se ha duplicado, hasta hacer que actualmente los ricos
ganen setenta y seis veces más que los pobres. Esto
origino que en 1994 la población rica del mundo, que
equivale al 20% de la población mundial, haya consumido el
86% de toda la producción mundial de este
año.

La concentración de la riqueza ha llegado a tal
punto que el patrimonio de los 500 multimillonarios que hay en el
mundo sea igual al patrimonio sumado del 70% de la
población pobre del mundo, lo cual seria unos 3000
millones de personas. Esta concentración de riqueza ha
generado que los países menos desarrollados pueden perder
hasta 600 millones de dólares al año, en
África las perdidas pueden llegar hasta los 1200 millones
de dólares.

Todos estos factores han hecho que desde que el mundo
inicio su proceso de globalización, la grieta entre la
población pobre y la población rica sea cada vez
más grande. Las causas del anterior problema son varias y
van desde las barreras arancelarias y la explotación de
los países subdesarrollados, hasta las leyes de
protección de patentes y propiedad intelectual, que
impiden o dificultan el acceso de las naciones pobres a las
nuevas tecnologías.

Congregando todo lo citado, logramos decir que el mundo
globalizado, no es pues un mundo distributivo, es decir que la
globalización desde el punto de vista del desarrollo
humano debe ser vista como un proceso de pérdida para
aquellos países que no tienen los recursos para marchar al
ritmo de los que imponen el nuevo orden mundial. Siempre ha sido
así, y difícilmente habrá algún
tiempo, en que no haya explotación, sin bien es cierto que
el Derecho Laboral ha evolucionado en este sentido de evitar que
la dignidad humana se desquebraje, por los abusos de los
poderosos, también es cierto, que solo con capital se
adquiere poderes sobrehumanos.

La trascendencia que tiene el poder político, la
potestad y las formas de gobierno han sido muy cambiantes en las
primeras fases de la globalización. Su tratamiento ha
evolucionado con lentitud, se ha dividido en un "mundo interno"
fundado en dominios domésticos y extranjeros
territorialmente limitados y el "mundo externo" que abarca los
asuntos diplomáticos, militares y de seguridad; ahí
es donde deciden

Estos terrenos fueron la plataforma sobre la cual los
Estados-nación crearon las instituciones políticas,
legales y sociales. Con el paso del tiempo, estas
desintegraciones se han vuelto muy frágiles y cada vez
más absurdas por los procesos nacionales, pero más
fuerte y cada vez más en los procesos globales.
Actualmente la política, las reglas y el gobierno muestran
un modelo territorial el cual abarca al mundo entero.

Los Estados son fundaciones, las patrias son sociedades
de clases que comparten un sentido de identidad y un destino
político colectivo. El patriotismo describe tanto las
lealtades emotivas de los individuos con esa identidad y esa
comunidad como el proyecto político de formar una especie
de estado global en el que la nación más poderosa
sea también la nación dominante.

Los destinos de las diferentes comunidades
políticas se han debatido y discutido en muchas ocasiones,
y en cada una de estas ocasiones se ha llagado a la misma
conclusión, los estados deben unirse en una misma
comunidad política, no importa que con esto se este
violando la soberanía de los países que no
están a la cabeza de la revolución
global.

En el planeta los principios clave de la democracia
siguen estando asociados casi exclusivamente con los fundamentos
y las instituciones del Estado-nación soberanos. Los
gobiernos y los Estados siguen siendo actores poderosos y que
ahora comparten el protagonismo global con una variedad de otros
actores y organizaciones. Tienen que tratar con un enorme
número de organizaciones intergubernamentales y
regímenes internacionales que operan en diferentes
ámbitos y con instituciones supranacionales.

Los regímenes nos son simples acuerdos
temporales, mas bien, estos se consideran como variables que
intervienen en el poder fundamental y las estructuras
económicas y políticas del sistema internacional;
Por ejemplo la debilidad de los mercados para regular la oferta y
la distribución de bienes y servicios o para resolver
problemas trasnacionales, pueden proporcionar indicios de que
estos regímenes controlan a los Estados y los actores
políticos para así manejar la economía y la
política a su antojo.

Los sistemas Internacionales son la forma de encontrar
nuevos modos de cooperación y de reglamentación
para los problemas colectivos. Estos enmarcan la
institucionalización de la política global.
Actualmente lo estados soberanos comparten, el escenario de la
política mundial con otros actores, posteriormente los
Estados modernos llegarán a compartir su autoridad sobre
sus ciudadanos y su habilidad para exigir sus lealtades, por una
parte, con las autoridades regionales y mundiales y por la otra
con las autoridades sub-estatales y sub-nacionales, hasta un
grado tal que el concepto de soberanía dejará de
ser aplicable, entonces se podría decir que ha surgido una
forma de orden político universal.

Se acabarán por supuesto esa idea de
independencia y libertad social, que surgió en los inicios
del siglo XIX, cuando muchas sociedades de hemisferio americano
se descentralizaron de los poderes de los gobiernos y coronas de
países de Occidente; en una forma más subliminal,
sin derramamiento de sangre, sin lanzas, ni espadas, nos
adjudicarán el poder por medio de nuevos regímenes
judiciales y de forma ideológica, nos irán educando
y aculturizando más, para aceptar esa nueva visión
de la globalización; para ellos los del poder, para los
comerciantes de siempre, será más barato invertir
en doctrina y filosofía judicial nueva, que sangra las
montañas de las naciones con nuevos armamentos
nucleares.

El umbral del siglo XXI, la globalización del
campo jurídico asume características que, aunque
parecen estar arraigadas en la tradición del campo
jurídico mundial o en la universalización de las
doctrinas doctorales, filosofías y jurisprudencia de la
ciencia del derecho; se van distanciando en forma muy importante
de esos modelos. En vez de producirse una cruzada intelectual
impulsada por juristas o filósofos de buena
intención, la globalización del campo
jurídico se promueve por letrados, burócratas
estatales e instituciones internacionales, como las que hemos
mencionado en este proyecto de trabajo y que abajo explicaremos
con las pruebas contundentes de que se realiza de esa forma a
instancia y peticiones de los comerciantes que dividen el poder
del mundo, entre menos ricos y más pobres en el mundo
humano, siempre con el objetivo definido de explotar a todo el
que se pueda para platear la garantía de cubrir los
intereses de esos poderosos.

Esta fenomenología sociológica
internacional, en vez de ser monolítica se desarrolla en
una forma dimensionalmente diferente y ajusta la analogía
con la diferenciación local, un imperio como debe ser,
vertical, unidimensional, una cultura capitalista impuesta en
forma definida; el número de instituciones y movimientos
globales aumenta considerablemente. Las sociedades enfrentan de
manera creciente problemas de multiculturalismo y
multietnicidad.

Las concepciones de los individuos se vuelven complejas
por consideraciones de género de etnias y de raza. Y se
produce un interés social civil mundial y se habla de una
ciudadanía mundial, lo que viene a consolidar el sistema
de comunicación mundial. La liberación de la Net,
no es un azar, sino un propósito para que nos conozcamos
mejor y poner de manifiesto, que podemos tener el mismo uniforme
hasta en materia jurídica…

Complejo Proceso:

El transcurso de globalización muestra el hecho
de que nos encontramos frente a una polifacética
fenomenología social y económica, per a la vez
ideológica, que quiere realizar transformaciones de
paradigmas jurídicos que solo puede competir a las
estructuras legislativas de las diversas naciones del mundo.
Abarca dimensiones económicas, sociales, políticas,
culturales, religiosas, educativas y jurídicas que al
mezclarse entre sí forman un intríngulis
extremadamente complejo.

La explicación de las estrategias no tiene una
justificación fehaciente, porque tales informaciones al
respecto no encajan en el esquema modernista de
globalización como homogeneización o
uniformización, proclamado recurrentemente en la historia
no ajusta en la organización sistémica y
científica del nuevo siglo, ese proceso por imperioso se
conecta con otras transformaciones en el mundo integral. La
desigualdad de la sociedad humana, aunque es una sola muestra
muchos fenómenos que aún con el avance
científico y tecnológico, no se ha podido
controlar, ni siquiera regular.

La explosión demográfica, la
destrucción masiva y colectiva del planeta, la
construcción y proliferación de armamento de
destrucción masiva, la democracia formal como
condición de asistencia internacional a países
periféricos y semi-periféricos, son constantes
fenomenológicos que no permiten estas transformaciones,
sin embargo, se ponen en práctica, con la venia de los que
manejan los poder judiciales en las diversas naciones,
necesitadas de desarrollar otros rubros, como es la
educación en forma estructural, para inducir al desarrollo
integral de las sociedades.

Educando a estos pueblos, se logrará implementar
grupos sociales atinentes y anuentes a desarrollar mejores
comunidades, con menos estratos deprimidos, miserables y con
deseos de prosperar con los estómagos satisfechos y bien
nutridos. Pero cuánto sería el costo para los
poderosos económicos para poner en práctica esos
ideales, para lograr un mundo uniformizado en el sistema
digestivo, y no en la enajenación de las mentes
débiles, que se orientan como borregos de un sistema
internacional global…

El conocimiento masivo de la humanidad refleja la
naturaleza, que se produce independientemente de ésta, la
materia en desarrollo, el conocimiento social de la humanidad,
las diversas opiniones que pueden suscitarse, reflejan
impositivamente el régimen económico de las
sociedades globales, las instituciones políticas responden
a esas bases, a esas superestructuras que sirven para reforzar
los intereses de los modelos occidentales, en los cuales siempre
la mejor utilidad del producto lo obtienen los poderosos del
capitalismo, denunciado en otros tiempos por Carlos Marx y
Engels.

No se inventa nada cuando se asegura que sobre los
cimientos de la economía se levantan las ideologías
de todos los tiempos y de todas las sociedades de la historia; lo
principal para observar y citar, aquí es si las diversas
relaciones que se producen en la era moderna, seguirán
siendo relaciones entre poderosos económicos y cosas, o
entre seres humanos para desarrollar un mejor mundo.

El cambio de mercancía, de cosas, es la
estratagema que se establece por mediación del mercado
entre los distintos productores. Todos tenemos necesidad en
cualquier latitud de la historia geográfica, pero es el
dinero el que señala que esa estrategia ya no es
suficiente, que la frontera se estrecha cada día
más y que surgen relaciones más estrechas y que en
determinada circunstancia une indisolublemente en un solo modelo
sociológico la relación, económica de los
diversas estructuras organizacionales, empresariales y humanas de
todos los tiempos.

El mismo capital criticado fuertemente por muchos
pensadores sociales, significa un mayor desarrollo de esa
relación, la historia moderna lo ha demostrado, las
comunicaciones globales aceleradas, hacen que algunas
transacciones duren minutos, o clics, per esos clics, deben ser
respetuosos de la fuerza del trabajo del ser humano, respetuosos
de la dignidad humana, cuando ésta conforma la integridad
del ser, físico o jurídico para transformar su
trabajo en producto.

Esa fuerza es un producto de un negocio jurídico,
en una relación humana, por eso esa fuerza debe tener un
valor intrínseco dentro de esa relación, hasta las
últimas consecuencias, quiere decir, que luego de la
producción que surge de esa fuerza humana, surgen diversos
negocios jurídicos y comerciales, que deben darle el valor
a esa fuerza de los trabajadores.

Se evitaría de esta forma que la dignidad del ser
humano, de esa persona física y jurídica, se
descalifique, se acabaría así la opresión y
se le daría la importancia al que produce, al que trabaja,
al que ayuda a desarrollar desde su experiencia y capacidad
profesional una sociedad, una comunidad por mínima que
sea… La humanidad ha sido toda la historia
política, víctima del engaño de los que
tienen mejores recursos, como grandilocuencia y mientras no
aprenda a discernir detrás de esas fraseología, que
prometen y declaran bajo el disfraz de la moral, de una falsa
ética, de las religiones, de las políticas y
sociales, mientras no pueda diferenciar esos intereses malditos
de una u otra clase poderosa, seguirá perdiendo en ese
estadio social e ideológico, que ha estructurado la
superestructura económica, para lograr dominar a las
masas

Los partidarios de reformas masivas globales y supuestas
mejoras, se sustentan en esas bases de todo el tiempo, los que no
entiendan esta perspectiva burlesca, no podrán entender
nunca la historia, que siempre fue igual; las instituciones
antiguas se sostienen por el poder y el dominio de las
estructuras y las únicas herramientas que pueden
contrarrestar estas imposiciones, son la educación de los
pueblos y la organización sistémica, para saber por
qué se está luchando.

Despojarse de prejuicios, producirá una
cohesión cada vez mayor, aprender el alcance de la fuerza
de cada cual y del éxito de la educación
concienzuda, permitirá libertad y poder de
negociación, en cualquier plano, incluyendo el negocio
jurídico, para hace valer el producto de la humanidad en
las diversos foros nacionales e internacionales de la humanidad
globalizada.

Efectos de la globalización en lo
jurídico.

Un efecto de la globalización para analizar a
fondo es en el campo de lo jurídico, esto se refiere al
conjunto de normas de conducta social obligatorias destinadas a
regular la vida en sociedad pero a nivel del mundo, ese mundo en
el que por necesidad estratégica y de supervivencia, la
humanidad entera está pidiéndose apoyo, significa
que en la actualidad, los seres humanos no pueden aislarse y
querer desconocer las culturas diversas que cobijan al
mundo.

Para enfocar adecuadamente este tema es preciso tener
presente, en primer término, que la eficacia de las normas
jurídicas tiene manifestaciones distintas en el
ámbito interno de los Estados y en el ámbito
internacional, respectivamente. En efecto, cada Estado organiza
un sistema destinado a dar eficacia a las normas jurídicas
a fin de asegurar su cumplimiento obligatorio o de sancionar su
incumplimiento.

Es así como, en cualquier país, las
Fuerzas de Orden y Seguridad Pública tienen como
misión esencial la de dar eficacia al derecho. En el
ámbito internacional, en cambio, no existe un mecanismo
universal que asegure el efectivo cumplimiento de las normas
internacionales, sino que su eficacia queda, en gran medida,
supeditada a la buena fe de los Estados. Por lo demás si
un Estado incurre en responsabilidad, como consecuencia de haber
cometido un ilícito internacional, la regla general para
hacer efectiva las reparaciones consiguientes es la
indemnización de perjuicios.

Pero el denominado proceso de
"internacionalización de los derechos humanos" ha llevado,
asimismo, a otorgar a los derechos reconocidos en tratados
internacionales un rango superior al de la ley común, ya
sea de orden constitucional o, incluso,
supra-constitucional.

Una segunda manifestación del impacto de la
globalización en lo jurídico se encuentra en las
presiones de modificación que experimentan los
ordenamientos jurídicos de los estados como consecuencia
de la suscripción de acuerdos comerciales propios de los
procesos de cooperación y de integración
económica.

Un tercer impacto del proceso de globalización en
el ordenamiento jurídico interno de los estados se produce
como consecuencia de las resoluciones dictadas por tribunales
internacionales que, en forma creciente, han ido abordando la
resolución de cuestiones que, hasta hace escaso tiempo,
eran competencia exclusiva de las jurisdicciones nacionales y que
instan, asimismo, a la modificación de los ordenamientos
jurídicos internos de los Estados.

Efectos de la globalización en la
sociedad.

Desde hace unas décadas, cuando inicio el proceso
de globalización en el mundo, uno de los sectores en los
cuales ha tenido un mayor impacto, es sin duda alguna el social.
Para poder analizar los efectos causados por la
globalización en el ámbito social, primero tenemos
que saber que estos están muy relacionados con los efectos
causados en lo político.

Hay que entender que la internacionalización de
la política y la economía, ha generado la
interdependencia, interconexión o interrelación de
los estados y pueblos del planeta. Esta rápida
interrelación política y económica ha
conducido a las sociedades a construir una especie de sociedad
global, en la cual las frontera entre lo internacional y lo
doméstico son cada ves más tenues.

Tal fenomenología socio-mundial, no es
homogénea ni unificada, y refleja tanto las complejidad y
contradicciones introducidas por la globalización, como
los conflictos de las sociedades domésticas, posee sus
propios códigos y normas legales, cuestiona al llamado
estado-céntrico, tiende a promover la gobernabilidad en
ámbitos y áreas del sistema internacional,
más allá o en asociación con la
acción de gobiernos, y crea nuevas condiciones que
reflejan la dinámica del poder a nivel internacional y del
mismo papel del mercado y el estado.

Se origina una cuestión en esta fase:
¿Todos los países del globo estarán
incluidos en esta "sociedad global?" En cierto modo sí,
son sin duda alguna, los países industrializados los que
dan las pautas y dictaminan las reglas de esta sociedad global,
dejando excluidos a los países subdesarrollados. Un
ejemplo de lo anterior lo podemos encontrar en los países
de Latinoamérica, los cuales desde hace unas
décadas han tenido que abrir sus frontera a la
exportación y al continuo comercio con otros
países.

Esta apertura de las fronteras e integración en
el comercio mundial ha ocasionado la entrada de los países
Latinoamericanos al mundo globalizado, pero también ha
causado que la llegada de nuevos productos y tendencias a las
economías locales vayan deteriorando poco a poco la
sociedad y cultura doméstica para darle paso a la sociedad
global, sociedad en la cual una vez adentro es casi imposible
salir.

Desde sus inicios la globalización ha tenido
partidarios, los cuales creen que los beneficios de esta se
reflejarán a mediano plazo, y contradictores, los que
piensan que la globalización solo es un proceso que hace
crecer la brecha entre los diferentes estratos sociales. Para las
personas y los grupos que apoyan la globalización, algunos
de los puntos a favor que tiene son los siguientes:

Aumento del conocimiento, el cual es impulsado por los
nuevos adelantos tecnológicos y los descubrimientos
científicos, los cuales sin duda han beneficiado a la
humanidad.

Comunicación mundial del sector laboral para
coordinar acciones en defensa de los trabajadores. Los sectores
vulnerables se han reconocido y han buscado soluciones comunes,
globalizándose la resistencia y las
alternativas.

El proceso global ha permitido algunos espacios de
democratización y redistribución del poder en el
ámbito local, lo que puede ser aprovechado por la sociedad
civil.

Unificación internacional de redes de comercio
justo para los pequeños y medianos productores de la
región.

Los grupos que van en contra de la globalización,
que son una gran mayoría, afirman que la
globalización es un proceso con fines económicos, y
ven en este las siguientes desventajas:

El proceso de transformación muestra dificultades
para asumir la existencia y beligerancia de sociedades
pluralistas y multiétnicas.

Los derechos de propiedad intelectual colectiva no son
reconocidos porque se promueve un proceso de concentración
y privatización del conocimiento y de los saberes.
Violentando el derecho que tienen los pueblos sobre sus recursos
y conocimientos.

La apertura de los mercados no marcha al mismo ritmo de
las condiciones de los migrantes, provocando que la fuerza
laboral migrante vea violados sus derechos; este es un
fenómeno de toda la historia, que debe tener
solución.

El control de las decisiones escapa de nuestros
países ya que se encuentran en el ámbito
internacional. En cierto sentido los organismos internacionales
son cómplices de las acciones que deslegitiman a los
gobiernos nacionales.

La direccionalidad que se impone al proceso desde los
organismos internacionales, está provocando el surgimiento
de al menos dos tipos de humanidad, los que están inmersos
en el circuito global y los que ya quedaron excluidos.

La exclusión política implica la
pérdida de capacidad para negociar provocando la
pérdida de legitimidad de los gobiernos, lo que les impide
presentar propuestas elaboradas a partir del consenso social
internacional.

Es relevante indicar que es un error pensar que la
globalización es un fenómeno único, ya que
existen diversos modelos de globalización en diferentes
rubros: economía, cultura, atacada en sus raíces,
para introducirle nuevas fases en materia de aceptación
subliminal en las diversas comunidades, a través de los
medios de comunicación, la globalización de las
enfermedades, es otro aspecto sustancial para investigar, un gran
porcentaje de políticos han invertido en la industria
farmacéutica y desde esa perspectiva atiene su relevancia
par estudiarla. La globalización de los medios de
comunicación masiva y sus mensajes, elaborados para
convencer.

Todos estos elementos se encuentran inter-relacionados.
Dice al respecto el ex secretario de las Naciones Unidas Butros
Gali "No existe una sino muchas globalizaciones, por ejemplo la
de la información, de las drogas, de las pestes, de la
ecología y naturalmente ante todo la de las finanzas.
Aparece también una gran complicación porque las
globalizaciones avanzan con velocidades muy
diferentes.

En el caso del derecho como disciplina
científica, que siempre suele ir a la zaga de los
fenómenos económicos y sociales, se puede decir que
recién nos encontramos en los preludios de este proceso.
Algunos sostienen que no hay tal globalización del derecho
pero que, sin embargo, hay poderosas fuerzas de
globalización actuando en el mundo moderno y ellas
están arrastrando consigo los modelos judiciales del
mundo.

Se produce una emergencia por estructuración de
mega-o meta-estructuras globales que van, en forma inevitable, a
imponer un orden de nivel superior a la indispensable convivencia
armónica de la humanidad con el universo. El desarrollo y
la expansión de redes mundiales pueden marcar el principio
de una transición paso a paso hacia un control
infra-estatal, con consecuencias considerablemente potenciales
para las sociedades basadas en el estado
nación.

Puede ser un error erigir a la globalización
económica y financiera como la que engloba a las
demás. Sin dejar de reconocer que es la más visible
y la que mayor influencia tiene sobre las otras. La
percepción generalizada de que los acontecimientos
económicos y tecnológicos escaparon al control de
los estados tiene fundamento en la Realidad; que el Estado es una
realidad territorial y la regla en el mundo de hoy es la
des-territorialización de la riqueza, el poder y la
información, porque la reproducción del
capitalismo, como mecanismo de acumulación se
globalizó y que por eso, la internacionalización
productiva del capitalismo que se despliega en las dos
últimas décadas, no es sólo la
aparición de una nueva era histórica de
carácter global, sino también es una quiebra de los
supuestos del conocimiento una ruptura
epistemológica.

Cambió el contexto mundial, se modificó la
forma de pensar. Lo que era válido hace veinte años
no lo es ahora. Por eso no podemos seguir educando a las nuevas
generaciones contextos antiguos y proponiéndoles
paradigmas, que no pueden ponerse en práctica en sus
propias comunidades y culturas, sus modelos deben ser pensados
para sus propios intereses y desde esa perspectiva orientarlos a
una relación bien planificada organizacionalmente y en
forma sistémica.

Un ejemplo visible y resonante del fenómeno de la
globalización jurídica, en los últimos
tiempos, fue el juicio efectuado a Augusto Pinochet y la
creación del Tribunal Penal Internacional. Porque es
justamente en el campo de los derechos humanos donde comienza a
notar la aparición de mecanismos e instituciones
jurídicas globales. Son como los demás que produce
la globalización, de un proceso sistémico y
cibernético con muy diversas manifestaciones, que ha ido e
irá evolucionando con las características del
desarrollo que muestran los sistemas complejos en su faz lejos
del equilibrio.

En la actualidad se producen varios fenómenos en
el ámbito del derecho, en forma simultánea: Por una
parte el derecho internacional se transforma rápidamente y
asume una función creciente y dominante sobre los sistemas
jurídicos nacionales. Los sistemas jurídicos de los
diversos estados se interrelacionan cada vez más entre
sí y con sistemas jurídicos internacionales de
diversa envergadura, que se orientan rápidamente a
constituir un sistema jurídico mundial.

De la noción del derecho internacional como un
"derecho primitivo", expresado a través de la "comitas
gentium" (cortesía internacional) y el principio de "pacta
sunt servanda", (los pactos deben ser cumplidos); en pocos
decenios se ha pasado a organizaciones complejas y estructuradas
como las Naciones Unidas, la Comunidad Europea, la
Organización de los Estados Americanos, el Mercosur,
etc.

Estructuras jurídicas que poseen incluso,
tribunales con "imperium" no solamente sobre los Estados
Nacionales, con diversa intensidad, sino aún sobre los
sujetos de derecho (personas físicas y jurídicas)
de esos Estados. Esto se ve claramente en Europa y en la reforma
constitucional argentina, en Brasil, Colombia y otros
países latinos, a través de diversas de sus
normas  y en jurisprudencia de las Cortes Suprema de
Justicia.

Es considerable pensar que los sistemas jurídicos
de la modernidad, de los Estados nacionales, están en
crisis. La época posterior a la Segunda Guerra Mundial,
estos últimos sesenta años, han traído
profundas transformaciones, en todas las áreas del
conocimiento y la tecnología, se han hecho más
complejas, tanto las relaciones sociales, por el crecimiento
absolutamente extraordinario de los medios de comunicación
(el avión, el satélite, la televisión, el
fax, el correo electrónico, Internet, etc.).

La economía global y la explotación de los
recursos naturales frente a la explosión
demográfica.  todo ello ha hecho surgir nuevas
funciones que el derecho debe asumir no solamente a nivel del
sistema social, sino también del ecológico; por lo
que están dadas las condiciones para que, sometido a todas
estas influencias del entorno social y natural, se transforme su
estructura devenga diferente sus funciones se amplíen y
modifiquen.

El sistema jurídico mundial, y sus subsistemas
nacionales están otra vez lejos del equilibrio;  como
ha sucedido reiteradamente en el curso de su evolución
desde el primitivo derecho consuetudinario, pasando por el
jurisprudencial y llegando al del imperio de la ley escrita y la
influencia de la doctrina de los juristas. La democracia en
sí, ha alcanzado ese instante en que un sistema salta a un
horizonte superior de organización o se desintegra por
completo (Es decir estamos en presencia de una estructura
malgastada que para captar tanto las oportunidades como las
nuevas y extrañas amenazas a las que la democracia se
enfrenta, se necesita estimar la política y el gobierno de
una forma nueva.

Consideremos que el Estado moderno se fue formando a
través de la eliminación y la absorción de
los ordenamientos jurídicos superiores e inferiores
existentes en la alta Edad Media, por la sociedad nacional, por
medio de un proceso que podríamos denominar de
monopolización de la producción jurídica. La
tendencia a identificar el Derecho con el derecho estatal, que
todavía hoy existe, es la consecuencia histórica
del proceso de concentración del poder normativo y
coactivo que caracterizó el surgimiento del Estado
Nacional moderno.

No obstante, debe ello complementarse con una
visión del papel del Estado a partir de la
finalización de la Segunda Guerra Mundial, hasta la
actualidad, donde se observa una des-jerarquización del
concepto de Estado nacional como consecuencia, por un lado, de la
aparición de entidades supranacionales gubernamentales y
no gubernamentales; y por el otro, de fortalecimiento de centros
de poder infra-nacionales.

La crisis de la noción de "Estado nacional"
denunciada por la posmodernidad tiene su correlato en el mundo
jurídico en el debilitamiento de la identificación
entre Derecho y norma jurídica como producto de la
facultad monopólica de ese mismo Estado. Se destruye
una premisa central de la primera época moderna, esto es
la idea de vivir y actuar en espacios cerrados y delimitables
entre sí de estados nacionales y sus respectivas
sociedades nacionales.

Una consecuencias imprevistas de la
globalización, es la destrucción del
Estado-nación. … los estados-naciones continuarán
declinando como unidades efectivas de poder; son demasiado
pequeños para resolver los grandes problemas, y demasiado
grandes para resolver los problemas pequeños. Por su
parte, en "Una vida para la paz," el concepto de
soberanía, que fue introducido en el siglo XVI, ha perdido
mucho de su significado porque estamos en vías de pasar de
estados a comunidades económicas.

Pero también es siempre propicio lograr un
análisis sociológico sobre ese punto de la
soberanía, preguntar: ¿Cuándo se hizo
presente tal soberanía, o hegemonía en materia
jurídica? Por lo menos en grupos sociales que siempre
presentaron un fenómeno tangible de dominación de
parte de los invasores occidentales en América Latina,
¿Gozaremos en pleno siglo XXI, de esa soberanía tan
denigrada, durante toda la historia? ¿Existirá esa
posibilidad libertaria de poder propugnar una resolución
democrática, de participación directa en los
diversos negocios jurídicos, nacionales e internacionales?
Dudoso.

Existe una evidente transformación del concepto
del Estado. La metamorfosis, desde el Estado-nación hacia
una versión ampliada de la Comunidad o la Región,
como sujeto político, nos obliga también a repensar
el concepto clásico de las Constituciones y algunos de sus
principios claves, que tal vez deban comenzar a pensarse fuera de
la idea del Estado-nación.

 La característica típica del
constitucionalismo de la segunda mitad de este siglo XX, radica
en que ha tenido que abrir sus puertas al derecho comunitario
dándole predilección a ese derecho comunitario
sobre la normativa nacional. La globalización trae
modificaciones sustanciales al derecho constitucional. Es muy
difícil pronosticar como será el derecho
constitucional frente al poder globalizado. E inclusive si
existirá un derecho constitucional de la
globalización. El derecho constitucional de la
globalización tiene final abierto.

No importa cuán natural pueda parecer esa
inquebrantable adhesión a la soberanía nacional,
ella no está adscrita, ni en las leyes de la sociedad ni
en las de la naturaleza. Es un producto histórico, y debe
pasar a la historia, cuando la fase histórica, que la ha
producido haya pasado. Para vislumbrar lo que pueda llegar a ser
el derecho del futuro es necesario repensar, a la luz de las
nociones sistémicas y organizacionales,
científicas, especialmente de los aportes de las nuevas
disciplinas relacionadas con la complejidad y que reflexionemos
sobre la ciencia que lo estudia, y enfoquemos la práctica
que lo hace efectiva.

No en función de que se trata de un
fenómeno inmutable a través de los siglos, sino
como algo, que se ha ido transformando bajo el embate de
sucesivas crisis y que, al menos en nuestra época se
configura como un sistema de elementos complejos, en
interacción dinámica, meta-estable y aun inestable,
que debe ser modelado, tomando en cuenta estas
características para poder entenderlo y si es posible,
manejarlo racionalmente.

Cada forma o sistema de gobierno o Estado debe
entenderse a la luz de la teoría sistémica,
organizacional y epistemológica, como hermenéutica,
diferente que adopta cada estado para mantener o encontrar, en
caso de crisis, su equilibrio su balance. En esta línea,
debe encararse la visualización de la globalización
jurídica en su proceso de desarrollo y
consolidación, con lupa, con metodología, para
poder intentar establecer, qué será lo peor o mejor
para implementar en esta época moderna.

Hay buenas razones para que espacios e instituciones
jurídicas trasnacionales no sean ya un lujo sino desde
hace tiempo, una necesidad para todos los estados en la era
global, y ello porque los estados nacionales en el proceso de la
globalización pierden quizás, cada vez más
campos, no la capacidad de decisión pero sí el
control sobre el cumplimiento de las regulaciones
jurídicas.

Dado que las estrategias de actuación de los
estados individuales actúan en el vacío por ejemplo
en Internet,  en la percepción de impuestos o en la
lucha contra la desocupación y la criminalidad
económica, los estados individualmente se ven obligados a
la cooperación trasnacional con el fin de hacer cumplir el
derecho nacional .

La noción clásica de que el Estado
nacional tiene el monopolio de la fuerza ya está dejando
de tener validez, por lo que se explica, quizás, que
muchos de los fenómenos que se registran en diversas
partes del mundo; el aumento de la violencia, la
des-jerarquización de la Justicia, la imposibilidad de
control eficiente de las migraciones, la aparición de
métodos alternativos de resolución de
conflictos,  etc., tienen una razón de su
existencia.

La comprensión del proceso complejo que implica
la creciente globalización del derecho dentro del contexto
de la sociedad y las economías mundiales y la posibilidad
de su estructuración coherente y consciente es una tarea
necesaria y urgente, aunque difícil. Ello implica una
llamada de atención tanto para los teóricos cuanto
para los prácticos del derecho para encarar con seriedad y
eficiencia y en lo posible sobre la base de las herramientas
conceptuales, metodológicas y epistemológicas que
suministra la teoría de los sistemas, la
cibernética y otras hoy agrupadas bajo la
denominación de las ciencias de la complicación,
esta tarea, de suma importancia para construir el futuro de una
sociedad mundial pacífica, eficiente y con perfiles
humanos…

Visto desde la perspectiva económica,
política y cultural, hay que tomar en cuenta la nueva
visión de la división del trabajo, que se basa en
la globalización de la producción y que se ejecuta
en las empresas transnacionales, agentes claves de la nueva
economía mundial y la administración de
éstas. Con objetivos determinados, como por ejemplo,
obtener recursos dónde se pueda para ponerlos a
disposición de la elaboración industrial, desde una
administración globalizada, a la periferia, donde los
costos se reducen, en la periferia y luego realizar la
exportación hacia el centro y por último el
surgimiento de tres grandes bloques del comercio mundial, a
saber; Estados Unidos, Japón y Europa. (Ver DE SOUZA
santos Boaventura, opcit, cap. 6, pp., 295).

Un cerebro Planetario que se está produciendo
como nacimiento de comunidades políticas transnacionales,
la aparición de una red financiera mundial; la
multiplicación y la desnacionalización progresiva
de grandes empresas mundiales; el nacimiento de una conciencia
ecológica que trasciende las fronteras y las disciplinas
especializadas, el establecimiento de redes transcontinentales de
información científica y técnica.

Esto resulta muy visible actualmente en Europa por la
federalización de estados unitarios en curso o en potencia
(Alemania, España, Bélgica), por las complejas
situaciones; producto de la desintegración de la
Unión Soviética y de la influencia de Internet
sobre el derecho y la política internacional. Ello es
así, puesto que los sistemas complejos se caracterizan por
buscar un sistema de organización empresarial; hay tener
claro que cuánto mas complejo es un sistema, tanto
más resulta imposible su conducción prudente.
Legisladores y funcionarios se encuentran frente a la posibilidad
que sus decisiones, cuya intención es establecer un
equilibrio, de hecho conduzcan a irracionales e imprevisibles
fluctuaciones, posiblemente con consecuencias bastante nefastas
para la relación jurídica.

Estos cambios han proliferado por todo el globo,
específicamente en los países periféricos y
semi-periféricos, haciéndose acompañar,
constantemente, por nuevos modelos económicos y
políticos, que se orientan al mercado, lo que significa
que, estas economías mencionadas, deben estar abiertas al
comercio y los precios domésticos deben ajustarse a los
del mercado mundial y a las reglamentaciones políticas,
fiscales y monetarias deben estar prudentemente dirigidas al
mantenimiento de los precios y la estabilidad de la balanza de
pagos; los derechos de la propiedad privada deben ser claros e
inviolables; las empresas productivas de propiedad del Estado
deben ser privatizadas; las decisiones privadas, guiadas por un
sistema de precios no distorsionados , deben dictar los patrones
nacionales de especialización, distribución de
recursos y remuneración de factores de producción,
con regulaciones o políticas sectoriales gubernamentales
mínimas; el presupuesto estatal residual debe usarse para
programas educativos y políticas sociales
definidas.

Así lo denuncia y expresa Boaventura De Souza
Santos, en la página 295, capítulo sexto de su
libro "Sociología Jurídica Crítica;" Se
entiende aquí, que el intervencionismo del Estado,
será mínimo, y que la empresa privada tendrá
potestad de realizar acciones en pro de un desarrollo orientado
por esos poderes, fuera del Estado, como estructura legal interna
de las sociedades. Como ejemplo se puede ilustrar la idea de que
las empresas autónomas como el Instituto Costarricense de
Electricidad, Refinadora Costarricense de Petróleo, Caja
Costarricense de Seguro Social, Instituto Nacional de Seguros,
etc., en Costa Rica, deberían de pasar a manos de los
empresarios privados. En Venezuela la explotación del
crudo, debería de estar en manos privadas, etc.

Neoliberalismo, denunciado muchas veces por
líderes de los países latinos, que fueron
laboratorios en materia económica, para variar diversas
estructuras económicas de las naciones, para quelas
financieras internacionales, pudieran tener respaldo y
garantía de pagos por obligaciones de tipo deuda externa,
que tenían todos los países. Así surgen los
Programas de Ajuste Estructural, que no encontraron consenso en
los congresos de las Repúblicas latinas.

El análisis del proceso de ajuste en la
región debe responder a algunos interrogantes muy serios.
Si tomamos en cuenta la situación de pobreza extrema en la
que se encuentran millones de latinoamericanos, debemos
preguntarnos las causas por las cuales las reformas implementadas
no pudieron tener respuesta a las necesidades de tantos
ciudadanos en América; porque no es verdad, que la miseria
sólo se vive en los países periféricos,
Estados Unidos alberga una gran cantidad millonaria de pobreza
extrema, más ahora con la crisis que se desató con
las quiebras de muchas financieras bancarias.

Algunos suponen que las medidas llevadas adelante no
fueron completadas o fueron erróneamente aplicadas. O
posiblemente, consideren que el tiempo pasado es insuficiente
para ver sus frutos. Para otros, el agravamiento de la
situación social, el aumento de la desigualdad y la
exclusión, son prueba concluyente de que el camino elegido
por los gobiernos fue equivocado.

Describir algunas cuestiones que muchas veces se dejan
de lado, como puede ser el fuerte contenido ideológico de
los Programas de Ajuste Estructurales, (PAES), no es posible
comprender las circunstancias que rodean a la
implementación de los mencionados programas, sin
introducirnos en la explicación del sustento
ideológico que permitieron su puesta en practica. No hay
olvidar que, no solo la situación económica (en
algunos casos, realmente caótica) en que se encontraban la
mayoría de los países de la región
permitió la puesta en marcha de los programas de ajuste.
Paralelamente a la presente revolución neoliberal,
asistimos a un proceso de democratización que
permitió a los países de la región
reconstruir sus estructuras participativas y
representativas.

Con ello, las medidas de ajuste propuestas por los
Organismos de Crédito Internacional, fueron avaladas, por
el apoyo popular a los partidos que sostuvieron las reformas y
detentaron el gobierno durante la década de los ochenta y
noventa. Hay que recordar a Allan García en Perú y
a Rodrigo Carazo Odio en Costa Rica, enfrentándose al
Fondo Monetario Internacional, por las imposiciones anti
soberanías, que planteaban por medio de los PAES, como por
ejemplo implementar un ejército bien organizado en Costa
Rica; con el propósito de tener garantía de que las
cosas caminarían mejor en materia de relaciones
económicas internacionales, sin el involucramiento de
otras sociedades; se encontraba reciente la guerra en Centro
América.

Es ineludible descifrar qué es el neoliberalismo,
y porque a partir de su "ascensión" como ideología
hegemónica se llevaron adelante Programas de Ajuste con
tan alto costo social. Además, es relevante analizar que
la implementación de los P.A.ES se apegó a un serio
debilitamiento financiero de los países que implementaron
esas recetas. Es por ello que, a la mayoría de las
negativas consecuencias que tuvieron los P.A.ES en la
región, como el reflejo de los inconvenientes para la
aplicabilidad de las ideas neoliberales como programas de
desarrollo social, tuvieran buena acogida en el ámbito
popular.

El neoliberalismo como ideología
hegemónica.

El neoliberalismo en un fenómeno
ideológico muy joven. Sus cercanos orígenes se
remontan a la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, y
su génesis como movimiento intelectual y posteriormente
como ideología hegemónica, esta dado por el libro
de Friedrich Hayek, Camino de Servidumbre, escrito en 1944. El
mencionado libro, de prolija estructuración por parte de
su actor, puede interpretarse como una advertencia de los
peligros que implica la injerencia del Estado en las relaciones
económicas que los individuos y empresas llevan adelante.
(Camino de servidumbre (título original
"The Road to Serfdom") es un libro escrito por Friedrich
Hayek, Premio Nobel de Economía. Publicado por primera vez
por Rouledge Press en marzo de 1944 en el Reino Unido,
y en septiembre del mismo año por la Universidad de
Chicago en EEUU. En abril de 1945 Reader's Digest
publicó una versión ligeramente abreviada del
libro, que llegó a alcanzar una difusión de 600.000
lectores. Alrededor de 1950 se publicó en Look Magazine
una versión ilustrada, posteriormente convertida en
folleto por General Motors. El libro ha sido traducido a unos 20
idiomas, y está dedicado "A los socialistas de todos los
partidos". La introducción a la edición de su
50º aniversario fue escrita por Milton Friedman,
también galardonado con el premio Nobel y adversario
monetarista de Hayek. Camino de servidumbre es una de las
manifestaciones más populares e influyentes de
la escuela austríaca en el liberalismo).
(cita del autor de la tesis).

Chile inició su proceso reformador bajo el
gobierno del dictador Augusto Pinochet. Se podría,
también, excluirse a México, por la singular
conformación de su sistema de partidos y particular
situación política, pero ese análisis
sobrepasa los objetivos del presente trabajo, por lo cual,
también lo incluiremos en la afirmación. En la
actualidad asistimos a la manifestación última de
la hegemonía neoliberal, la
globalización.

Detrás de este concepto tantas veces repetido y
muy pocas veces clarificado, las ideas neoliberales obtienen su
triunfo más resonante, el de difundirse como una formula
necesaria e inevitable para la inserción de una
nación o región en la economía mundial. La
globalización habitualmente es entendida como un proceso
histórico que afecta los diferentes subsistemas sociales e
impone nuevas "reglas de juego" a los actores.

Presenta características distintivas tales como
la creciente interdependencia de los mercados nacionales a
través del movimiento de bienes y servicios, el aumento de
la competitividad en el comercio internacional, la
internacionalización monetaria y financiera, la
expansión a escala mundial de las empresas
transnacionales, los desarrollos tecnológicos y la nueva
dinámica de los flujos de capitales; presentes en un nuevo
modelo que busca garantía en todos los rubros que e
pueda.

Pero como se viene apuntando, la particularidad
sobresaliente de este nuevo modelo es la prerrogativa del mercado
como principal regulador de las relaciones entre los individuos y
los grupos. Las naciones, que en el proceso de
globalización, es solo una etiqueta diplomática,
con la cual caracterizamos las consecuencias manifiestas de la
evolución del sistema capitalista. Esa evolución
del capitalismo, a través de la manifestación del
mercado como nuevo regulador de las relaciones sociales y de una
mayor interdependencia de los protagonistas, proyecta sus medidas
en juego, hacia otros subsistemas, afectándolos e
atribuyéndoles una profunda reformulación de las
relaciones que los componen.

Esta nueva etapa de la evolución del capitalismo
es habitualmente considerada como una nueva etapa
histórica, la última fase o escalón mas alto
de la evolución del pensamiento liberal – capitalista.
Entre quienes sostienen este último presupuesto,
encontramos a Francis Fukuyama, y su particular concepción
del "fin de la historia". Para Fukuyama el actual proceso de
globalización marca el fin de la historia en la
creación de concepciones ideológicas. El
liberalismo capitalista (con sus diferentes matices) ha resultado
victorioso en el último enfrentamiento ideológico
que la humanidad a presenciado. Y a partir de aquí, no
existirán conflictos profundos de carácter
ideológico. Considera, también, que todas las
sociedades tenderán a una conformación liberal –
capitalista, aunque con matices, pero sin diferencias de fondo.
Con respecto, a cosmo-visiones opuestas como el islamismo,
Fukuyama cree que son bolsones de atraso, los cuales con el paso
del tiempo tenderán a desaparecer. (FUKUYAMA, Francis.
El fin de la Historia y el último Hombre. Ed. Planeta,
Buenos Aires, 1992). Francis Fukuyama (nacido
el 27 de octubre de 1952 en Chicago) es
un influyente politólogo estadounidense de
origen japonés. En la actualidad es miembro del
Consejo Presidencial sobre la Bioética y
catedrático Bernard L. Schwartz de
Economía Política Internacional en la School
of Advanced International Studies, Universidad Johns
Hopkins en Washington, DC. Fukuyama es conocido sobre
todo por haber escrito el controvertido libro El fin de la
Historia y el último hombre de 1992, en el que
defiende la teoría de que la historia humana como lucha
entre ideologías ha concluido, ha dado inicio a
un mundo basado en la política y
economía neoliberal que se ha impuesto a
las utopías tras el fin de la Guerra
Fría. Inspirándose en Hegel y en alguno
de sus exégetas del siglo XX,
como Alexandre Kojève, afirma que el motor de la
historia, que es el deseo de reconocimiento,
el thymos platónico, se ha paralizado en la
actualidad con el fracaso del régimen comunista, que
demuestra que la única opción viable es
el liberalismo democrático, que se constituye
así en el llamado pensamiento único: las
ideologías ya no son necesarias y han sido sustituidas por
la Economía. Estados Unidos sería así
la única realización posible del sueño
marxista de una sociedad sin clases. (cita del autor de la
tesis
).

Asimismo, la mencionada hegemonía de las ideas
neoliberales, es tan alta que no se considera, ni se discute con
detenimiento, y por supuesto, tampoco se opera, algún tipo
de modelo alternativo que permita mitigar los efectos de quince
años de severo ajuste en América Latina. Osvaldo
Sunkel, sintetiza el escenario en el cual los países de la
región se encuentran inmersos:

"Existen cuatro características principales a la
presente situación: un crecimiento económico
promedio mediocre, una alta (e incontrolable) volatilidad
financiera, debilidad extrema de las instituciones publicas y una
sostenida desmejora de la distribución del ingreso."
(Osvaldo Sunkel nació en Puerto Montt,
Chile, en 1929. Estudió Economía y
Administración en la Universidad de Chile y realizó
cursos de postgrado en CEPAL y London School of Economics and
Political Science. Desde 1952 ha estado vinculado a CEPAL y la
Universidad de Chile, entre 1975 y 1986 al Institute of
Development Studies de la Universidad de Sussex, y desde 1987 a
la Corporación de Investigaciones para el Desarrollo
(CINDE), de la cual es Presidente desde 1991. Para CEPAL
trabajó en numerosos países de América
Latina, especialmente en México, Brasil, Chile,
Panamá y Centroamérica. Fue fundador y Director de
la Oficina de CEPAL en Brasil entre 1959 y 1961, y se
incorporó, desde su creación en 1962, al Instituto
Latinoamericano de Planificación Económica y Social
(ILPES), en el cual dirigió el Programa de
Capacitación y posteriormente el Proyecto de
Investigaciones del Desarrollo; después creó y
dirigió la Unidad de Desarrollo y Medio Ambiente
CEPAL/PNUMA (1978-1987). En 1987 fue designado por CEPAL y el
Instituto de Cooperación Iberoamericana Director
de Pensamiento Iberoamericano – Revista de Economía
Política y desde 1988 hasta el 2002 se
desempeñó como Asesor Especial del Secretario
Ejecutivo de CEPAL. Vino recientemente a Costa Rica para atender
invitaciones en nuestras universidades públicas el Dr.
Osvaldo Sunkel, uno de los grandes de la teoría del
desarrollo en la América Latina. (cita del autor de la
tesis
).

Paradójicamente, son los Organismos Financieros
Internacionales (FMI, Banco Mundial, Banco Interamericano de
Desarrollo, USAID etc.) los que, conscientes de las profundas
consecuencias de los P.A.E en nuestra región, construyen
hoy, tibias recetas que tienen por finalidad mitigar los efectos
de sus propias recomendaciones. No obstante, buscan paliar la
crisis, con recetas de uniformización de los sistemas
judiciales del mundo.

El pensamiento neoliberal estaba totalmente contrapuesto
a las circunstancias económicas latinoamericanas de
posguerra. Los altos precios de los productos básicos y
los modelos de industrialización y substitución de
importaciones permitían un nivel de desarrollo aceptable
para la región. Con los cambios profundos que comienzan a
producirse en el sistema económico internacional a fines
de los sesenta y principios de los setenta
(transnacionalización, aceleración del flujo de
capital, etc.).

Las economías latinoamericanas comienzan a
profundizar la brecha productiva en la que estaban inmersas y
sufren una carencia de capital cada vez mas pronunciada. A nivel
internacional, no es hasta 1973 con la crisis del
petróleo, que el Estado de Bienestar comienza a mostrar
signos de desgaste. Específicamente a partir de la crisis
del petróleo de 1973, las ideas neoliberales comienzan a
tomarse en cuenta como fórmula para la reforma del Estado
y mitigante de las negativas consecuencias que tuvo la mencionada
crisis en los países desarrollados (inflación,
desempleo, baja productividad, etc.).

En aquella época, en América Latina, las
grandes masas de dinero que inundan el sistema financiero
internacional se orientan al crédito y financian grandes
déficits de los gobiernos latinoamericanos que
serán cubiertos con un mayor endeudamiento externo. Las
consecuencias de este irresponsable endeudamiento no afloraran
hasta una década mas tarde, cuando las economías
latinoamericanas carezcan de medios para afrontar los compromisos
de pago de las mismas.

Por supuesto, la crisis del Estado de Bienestar no es el
único fenómeno que interviene en la difusión
del neoliberalismo como receta económica. Paralelo al
crecimiento "ideológico" como corriente de pensamiento, la
economía mundial, y en particular el comercio entre los
países desarrollados, tiene una gran expansión. A
partir de aquí, es que la eliminación de las
barreras que impiden la libre circulación de
mercaderías se convierte en una cuestión troncal
para algunos pensadores neoliberales y comienza a tomar fuerza
como eje del discurso de los Organismos de Crédito
Internacionales y demás organismos de arbitraje comercial.
A pesar de ello, la hora culmine del neoliberalismo
todavía no había llegado. No obstante, lo dicho, el
discurso que proponía la desregulación comercial
como requisito para un aumento del comercio entre las regiones
desarrolladas no era nuevo.

Pero, la inconsistencia de la posición
liberalizadora se manifestaba en los altos aranceles y barreras
de todo tipo que los Estados Unidos, la Comunidad Europea y
Japón sostenían. En otras regiones del globo, como
por ejemplo América Latina y el Caribe, el proteccionismo
y los altos aranceles de importación funcionaban como
subsidio a sectores altamente improductivos.

A principios de la década de 1980, la
revolución neoliberal se "personaliza" en los nuevos
lideres de los EE.UU. e Inglaterra. Ronald Reagan y Margaret
Thatcher, se convierten en los principales impulsores del
pensamiento neoliberal en el ámbito internacional y
propulsores de programas de gobierno que tiendan a corregir los
"despilfarros" de treinta años de "estatismo de
bienestar". Lo paradójico de este acontecimiento es que,
el líder norteamericano, no llevó adelante en su
país, un programa de corte neoliberal. Su política
fue, más bien, de corte "populista". Entiéndase
esto, como una política económicamente expansiva
(gasto militar) y presupuestariamente deficitaria.

Margaret Thatcher, sí pone en práctica la
mayoría de las ideas que el neoliberalismo sostiene como
fundamentales. Las privatizaciones se convierten en la piedra
angular de su programa económico y alcanza su punto
más alto con la venta de la British Telecom en noviembre
de 1984. Este proceso privatizador se enmarca en el presupuesto
de achicamiento del estado como "requisito" para la
reducción del gasto y eficiente distribución de los
recursos.

Pero en definitiva, ¿cuáles son los
presupuestos del neoliberalismo como programa de gobierno? A
nivel más general, podemos mencionar:

Reformulación de las funciones del aparato
estatal, con el objetivo de que lleve adelante tareas
subsidiarias, y en muchas circunstancias, económicamente
no rentables para el sector privado. Desregulación
financiera y comercial para asegurar la correcta
asignación de recursos por parte del mercado; y,
Políticas sociales compensatorias y
focalizadas.

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