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Práctica evaluativa del docente en el nivel de educación media general




Enviado por Migzu Méndez



Partes: 1, 2, 3

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. El
    problema
  4. Marco
    teórico
  5. Conclusiones
  6. Recomendaciones
  7. Bibliografía

El presente trabajo tuvo como propósito: analizar
la práctica evaluativa del docente en el nivel de
Educación Media General del Complejo Educativo Bolivariano
"Simón Bolívar" del Municipio Juan José Mora
del Edo. Carabobo durante el periodo 2009-2010. Consiste en un
estudio de tipo descriptivo con un diseño de campo. La
población estuvo conformada por 326 sujetos de la Tercera
Etapa de Educación Básica del Complejo Educativo
Bolivariano "Simón Bolívar"; de los cuales: 31 son
docentes y 295 son estudiantes. La muestra estuvo constituida por
77 sujetos, es decir, 8 docentes y 69 estudiantes. Para la
recolección de los datos se utilizaron las técnicas
de la observación y la encuesta; y como instrumento se
empleó un cuestionario con 34 ítems y cinco
alternativas de respuesta, y un instrumento de observación
con 45 ítems y dos alternativas de respuesta. Para la
validez del instrumento se utilizó la de contenido a
través del juicio de expertos, y se determinó que
eran válidos. Los resultados de Confiabilidad se
calcularon por el método estadístico "Coeficiente
Alpha de Crombach" y "Coeficiente de Kuder y Richardson"; dichos
coeficientes dieron 0.97 y 0.86, respectivamente, lo que indica
que el grado de confiabilidad de los instrumentos era muy alto.
Los resultados obtenidos en la aplicación de los
instrumentos se tabularon tomando en cuenta la frecuencia y los
porcentajes de las respuestas dadas a cada pregunta y fueron
sometidos a un análisis porcentual. Se concluyó que
los docentes cumplen en grado moderado el proceso evaluativo,
pero en grado bajo las normativas en materia de
evaluación, ya que todos llevan registros de las
evaluaciones, desarrollando en los estudiantes habilidades y
destrezas para crear, convivir, participar, valorar y
reflexionar, aunque son pocos o muy pocos los que en verdad toman
en cuenta los factores que integran la personalidad del
estudiante. Línea de Investigación:
Políticas Educativas.

Palabras clave: Docente como evaluador,
Evaluación del Proceso de Aprendizaje, Práctica
evaluativa.

EVALUATING PRACTICES OF TEACHING IN
GENERAL SECONDARY EDUCATION LEVEL

ABSTRACT

The purpose of this study was to analyze analyze the
teacher's assessment practice in the Middle school level General
Educational Complex Bolivarian "Simón Bolívar",
Juan José Mora Municipality of state Carabobo during the
period 2009-2010. It consists of a descriptive study with a field
design. The sample consisted of 326 subjects from the Third Stage
of Basic Education Bolivarian Educational Complex "Simón
Bolívar", of which: 31 are professors and 295 are
students. The sample consisted of 77 subjects, ie 8 teachers and
69 students. For data collection techniques used observation and
the survey as the instrument was a questionnaire with 34 items
and five response alternatives, and an observation instrument
with 45 items and two response alternatives. For the validity of
the instrument was used content through expert opinion, and were
determined to be valid. Reliability results were calculated by
statistical methods "Cronbach's Coefficient Alpha" and
"Coefficient of Kuder and Richardson", these coefficients were
0.97 and 0.86, respectively, indicating that the degree of
reliability of the instruments was very high. The results
achieved in the implementation of the instruments were tabulated
by taking into account the frequency and percentages of responses
to each question and were subjected to a percentage analysis,
which concluded that teachers play in the evaluation process
moderate, but Low-grade standards in evaluation, since all
records of assessments are developing the students abilities and
skills to create, to interact, participate, appreciate and
reflect, although few or very few people actually take into
account factors integrating the student's personality. Line of
research: educational policies.

Keywords: Teaching as an evaluator, Evaluation of
Learning Process, assessment Practice.

La educación venezolana requiere de un cambio
substancial, donde el objetivo principal sea la calidad de
formación del educando, es decir, la búsqueda
constante de la excelencia de los alumnos, basada en la eficacia
y la eficiencia de los métodos pedagógicos
aplicados durante el proceso de enseñanza. La calidad de
la educación depende principalmente del docente, de la
forma en que cumpla con las funciones administrativas asignadas
como: planificación, organización, dirección
y evaluación, que conduzcan al crecimiento personal,
ético, espiritual y creativo del estudiante; de la forma
en que se comprometa a estudiar profundamente la realidad social
del país y a desempeñar el verdadero papel de
Educar.

De allí que, dentro del esquema educativo, el
docente juega un papel importante, al ser el agente transformador
de esta sociedad, por una sociedad más justa, más
humana, más creativa; por lo tanto se requiere que sea: un
guía, orientador, facilitador, investigador, evaluador y
promotor social, que contribuya al proceso de enseñanza y
aprendizaje, fomentando la utilización de técnicas
y estrategias que estimulen las actividades académicas en
base a las necesidades e inquietudes del estudiante.

La presente investigación se centró en la
función del docente como evaluador del
proceso de aprendizaje en el marco del Sistema Educativo
Bolivariano que se viene implementando desde año 2007,
específicamente en analizar la práctica evaluativa
del docente en el nivel de Educación Media General del
Complejo Educativo Bolivariano "Simón Bolívar" del
Municipio Juan José Mora del Estado Carabobo, es decir,
analizar el proceso de planificación, organización,
dirección y control de la evaluación del
aprendizaje que efectúan dichos docentes durante el
año escolar 2009-2010, y así conocer si se
corresponden con las orientaciones sobre la evaluación en
los liceos bolivarianos con miras a determinar si los cambios
pedagógicos van de hecho más allá de las
palabras y de las buenas intenciones.

La estructura de esta investigación se presenta
en cuatro capítulos; el capítulo I incluye el
planteamiento del problema, los objetivos de la
investigación, la justificación y la
delimitación. El capítulo II, se refiere al marco
teórico, en él se presentan los antecedentes de la
investigación, las bases teóricas, las
teorías fundamentales, las bases legales, la
definición de términos básicos, las
variables y la tabla de operacionalización de las
variables. En el capítulo III, se plantea la
metodología; se presenta el tipo de investigación,
el diseño de investigación, la delimitación
de la población y la muestra, la técnica de
recolección de datos, la validez, la confiabilidad y las
técnicas de procesamiento de datos. Finalmente, en el
capítulo IV, se presenta el análisis de los datos,
las conclusiones y recomendaciones.

CAPITULO I

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Los avances que se viven en Venezuela, generaron la
necesidad de un cambio en las instituciones educativas y
conllevaron a que se generaran transformaciones en la
educación no sólo en lo que respecta a la
planificación sino también a la evaluación,
por ser la herramienta fundamental para obtener la
información necesaria para alcanzar el éxito del
proceso de enseñanza y aprendizaje.

Cabe señalar que antes de 1980, en Venezuela se
evaluaba en base a los contenidos e información con
exámenes orales o escritos principalmente; luego,
surgió una renovación curricular con la Ley
Orgánica de Educación (1980) en la cual se
establecían en los artículos del 63 al 70, las
disposiciones legales en relación a la evaluación,
siendo el artículo 63 el más significativo ya que
establecía que la evaluación como parte del proceso
educativo sería continua, integral y cooperativa, y
además, determinaría de modo sistemático en
qué medida se han logrado los objetivos educacionales
indicados en dicha ley, lo cual se ha ido profundizando con la
Ley Orgánica de Educación publicada en el
año 2009.

De allí que, con la Ley de 1980, ya no se
evaluaba en base a contenidos e información, sino a
objetivos de enseñanza (cantidad y nivel alcanzado) con
exámenes orales y escritos, hasta que en 1986, se decreta
el Reglamento General de la Ley Orgánica de
Educación, en el cual se establece desde los
artículos 87 al 149, disposiciones más especificas
en relación a la evaluación. Con este nuevo marco
legal, se toman en consideración otras estrategias de
evaluación, mediante la aplicación de
técnicas e instrumentos tales como: observaciones de la
actuación del alumno, trabajos de investigación,
exposiciones, trabajos prácticos, informes, entrevistas,
pruebas escritas, orales y prácticas, o la
combinación de éstas.

En 1999, surge una nueva reforma educativa con el
Régimen de Evaluación para la Primera y Segunda
Etapa de la Educación Básica (Escuelas
Bolivarianas), en el cual se empieza a evaluar al educando de
forma cualitativa en base a cualidades y competencias. Por otra
parte, en el 2004, surge otro cambio en la educación
venezolana, con los "Liceos Bolivarianos", para dar continuidad
al sistema educativo que se venía implementando desde
1999, lo que trajo consigo una revolución
ideológica, filosófica, pedagógica y social,
ya que para muchos es nuevo hablar de la interdisciplinariedad,
los seminarios de desarrollo endógeno y la
evaluación cualitativa y cuantitativa.

Este cambio supone, según la Guía sobre
Orientaciones para los Liceos Bolivarianos, elaborada por la
División Académica de la Zona Educativa Carabobo
(2004), que el docente evalúe las potencialidades
desarrolladas por los estudiantes de forma integral y
descriptiva, con el fin de apreciar el nivel de desarrollo
alcanzado por el y la estudiante como marco de referencia para
reflexionar sobre sus estrategias de aprendizaje y potenciarlas;
desarrollar en el y la estudiante sus habilidades y destrezas en
el aprender a crear, aprender a convivir y participar, aprender a
valorar y aprender a reflexionar así como fortalecer la
interacción entre los estudiantes, los docentes y la
familia, orientando la responsabilidad que corresponde a cada uno
en el proceso de construcción de los
aprendizajes.

Lo antes expuesto supone que el docente debe llevar
registros (descriptivos, anecdóticos, diarios) de la
actuación de cada educando y realizar coevaluaciones,
autoevaluaciones y heteroevaluaciones a través de
asambleas de evaluación por sección, en las cuales
participen todos los involucrados con el hecho educativo, para
generar compromisos y garantizar la calidad de la
educación, sustentándose en la teorías de
Tyler (1930), Schuman (1967), Stufflebeam (1969), Scriven (1967),
Guba y Lincoln (1989) y las orientaciones educativas del
Currículo Nacional Bolivariano (2007).

Al respecto, el entonces denominado Ministerio de
Educación, Cultura y Deportes (2004), estableció
como orientaciones generales para la evaluación en los
Liceos Bolivarianos que fuese integral, sistemática,
cooperativa, dinámica, planificada, interactiva, centrada
en el estudiante, respetando y reconociendo sus distintos ritmos,
valorando no sólo los procesos cognitivos sino
también los procesos actitudinales y procedimentales. Esta
nueva concepción cualicuantitativa de la evaluación
rompe con la forma de evaluar que se orientaba hacia los
resultados y el producto, centrada en lo cognoscitivo,
especialmente en la memorización y en la
información, en la que predominaba el interés por
la medición y por los datos
estadísticos.

No obstante, decir que la evaluación en los
liceos bolivarianos será cualicuantitativa, fragmentaba la
relación entre la teoría y la práctica
educativa de los docentes, un ejemplo claro de esta
situación, es que en el Liceo del Complejo Educativo
Bolivariano "Simón Bolívar" de Morón, el
Coordinador de Evaluación ha observado a través de
los acompañamientos pedagógicos que los docentes no
llevan a cabalidad el proceso de evaluación de los
aprendizajes, puesto que la evaluación sigue siendo
punitiva y existe discrepancias entre lo que se evalúa y
lo que se enseña, lo que genera debilidades en los
procesos de enseñanza y aprendizaje, de allí el
número de alumnos aplazados y repitientes según
resumen del rendimiento estudiantil de los últimos
años.

Cabe señalar que, según el Departamento de
Registro y Control de Estudios durante el primer lapso del
año escolar 2007-2008, varios de los estudiantes en las
asignaturas de Inglés, Matemática, Física y
Química obtuvieron 01 punto y luego fueron modificadas a
05 puntos, lo que generó problemas con los padres y
representantes. En los dos últimos años se
observado que el mayor número de aplazados se encuentra en
las asignaturas Inglés, Castellano y Química. En el
año escolar 2008-2009 de 287 estudiantes, el número
de alumnos con materia pendiente fue de 22 (7,67%) estudiantes y
21 (7,32%) repitientes. Mientras que en el año escolar
2009-2010 de 295 estudiantes, el número de alumnos con
materia pendiente fue de 23 (7,80%) y 13 (4, 32%) repitientes.
Todo esto quizás debido a que el docente encuentra
limitaciones como son: su paradigma en relación a la
evaluación, debilidad en cuanto a su formación
profesional y la falta de tiempo para comprender e internalizar
la necesidad y la importancia de ese cambio evaluativo. Al
respecto, Alves y Acevedo (1999), señalan que los docentes
se enfrentan a tres obstáculos para asumir el cambio en
cuanto a la evaluación del aprendizaje, al plantear lo
siguiente:

Quizá el primer obstáculo que encuentra el
docente para asumir el cambio es su propia historia como
estudiante, cargada de competitividad, de frustraciones, de
injusticias, cuya critica michas veces, sin alternativas,
quedaron en el vacío y terminaron por asimilarlas como
parte de la cultura educativa. Se considera cultura en tanto que
la misma se ha internalizado como lo normal, lo cotidiano, lo
cual implica un esfuerzo conciente para desplazarla. El segundo
obstáculo es la necesaria coincidencia entre el
diseño curricular y su expresión operativa, y la
manera de evaluar el aprendizaje… el tercer
obstáculo es la debilidad en la formación de los
docentes, que aún siendo egresados universitarios, se
encuentran actualmente desactualizados, incluso los de reciente
egreso, por la lentitud de adaptación de las
universidades. (pág. 10)

Por otra parte, los cursos de capacitación
ofrecidos por la Zona Educativa, el material fotocopiado que
entregan y los folletos son insuficientes, apenas logran un nivel
de iniciación y vacilaciones en los docentes. Al respecto,
Barbier (1993), señala que:

Existe confusión entre el nivel del discurso y el
nivel de la práctica: en la actualidad se dicen y se hacen
muchas cosas en nombre de la evaluación, cuando sin dudas
sólo unas pocas pueden ser reconocidas como
prácticas de evaluación en sentido estricto…
Puede parecer más necesario hablar de la evaluación
que hacerla; no extrañará constatar la existencia
de un profundo abismo entre la riqueza del discurso sobre la
evaluación y la pobreza relativa de las prácticas.
(p. 13)

Por lo antes señalado, se pretende realizar una
investigación que tiene como objeto de estudio verificar
el cumplimiento por parte de los docentes de las tareas
específicas que le son asignadas y que están
normalmente descritas o establecidas en las leyes, resoluciones o
circulares emanadas del Estado o del Ministerio del Poder Popular
para la Educación en materia de Evaluación de los
Aprendizajes. Esta investigación busca dar respuesta a la
siguiente interrogante:

FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

¿En qué grado aplican los docentes de
Educación Media General del Complejo Educativo Bolivariano
"Simón Bolívar" las instrucciones sobre la
evaluación en los liceos bolivarianos?

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

OBJETIVO GENERAL

Verificar el cumplimiento de las instrucciones sobre la
evaluación en los liceos bolivarianos por parte de los
docentes de Educación Media General del Complejo Educativo
Bolivariano "Simón Bolívar" ubicado en el Municipio
Juan José Mora del Estado Carabobo durante el año
escolar 2009-2010.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

  • Diagnosticar la práctica evaluativa del
    docente de Educación Media General del Complejo
    Educativo Bolivariano "Simón Bolívar" del
    Municipio Juan José Mora del Estado. Carabobo, durante
    el año escolar 2009-2010.

  • Identificar las técnicas e instrumentos de
    evaluación empleados por los educadores para valorar
    los aprendizajes de los estudiantes.

  • Determinar en qué medida los docentes de la
    institución antes mencionada aplican las instrucciones
    sobre la evaluación en los liceos
    bolivarianos.

JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN E
IMPORTANCIA

Ofrecer una educación de calidad requiere de
docentes altamente capacitados, es decir, que sean eficaces y
eficientes en lo que respecta al proceso de enseñanza y
aprendizaje. En la actualidad, se considera a la gerencia y a la
evaluación como actividades fundamentales de dicho
proceso, ya que permiten determinar en qué medida se
están logrando los objetivos educacionales.

De hecho, Pino (2006), señala que "la
evaluación se ha constituido en los últimos
años en una disciplina necesaria para conocer el
funcionamiento de los programas de cualquier ámbito de la
actividad humana, política, económica, sanitaria,
social y educativa" (p. 5), aunque es importante señalar
que algunos docentes necesitan capacitarse en relación a
su función como evaluadores del proceso de aprendizaje,
así lo han señalado algunos autores que sirven de
antecedentes a esta investigación.

Por otra parte, este estudio se justifica desde el punto
de vista didáctico, porque permitirá obtener
información acerca de las etapas evaluativas del docente
(planificación, organización, dirección y
control), los procedimientos e instrumentos que emplean con la
intención de dar respuesta a un problema que se presenta a
nivel local, regional y nacional, así como despertar
conciencia en los docentes acerca de la importancia de llevar a
cabo el proceso de evaluación con eficiencia para
contribuir a mejorar el desempeño docente, ya que en la
medida en que él conciba la evaluación como una
actividad crítica de todo el proceso de enseñanza y
aprendizaje, que ayuda a avanzar, a corregir y clarificar el
rumbo en forma permanente, en esa medida se irá
propiciando un ambiente de aprendizaje y la pedagogía del
éxito, la relación ganar –ganar.

Desde el punto de vista práctico, se aspira que
el docente cambie su concepción de la evaluación y
reconozca que la educación es un proceso orientado a que
los alumnos tengan éxito, no para el fracaso, para que
así cambie sus prácticas de evaluación. De
allí que, con la realización de esta
investigación se beneficiarán los directivos, los
docentes, los estudiantes, el sector educativo y la
institución, ya que si los docentes reconocen la
importancia de su función como evaluadores del proceso de
aprendizaje, se logrará el propósito de una
educación orientada a satisfacer las demandas de la
sociedad, debido a que el éxito comienza desde el aula de
clases, pues es allí donde se incorporan estrategias y
herramientas que permiten al facilitador compensar las
necesidades del estudiante.

Esta investigación permitirá fortalecer el
campo de investigación de la evaluación dentro del
proceso educativo venezolano y conocer si los cambios
pedagógicos van de hecho más allá de las
palabras y de las buenas intenciones, además,
servirá de apoyo al docente y de antecedente a futuras
investigaciones que deseen profundizar o ampliar los aspectos
aquí estudiados. Cabe señalar que esta
investigación se ubica dentro de la línea de
Investigación: Políticas Educativas del Programa de
Maestría en Investigación Educativa.

DELIMITACIÓN DE LA
INVESTIGACIÓN

Este estudio se desarrolló con los docentes y
estudiantes del Complejo Educativo Bolivariano "Simón
Bolívar" del Municipio Juan José Mora del Estado
Carabobo, durante el año escolar 2009-2010, con la
finalidad de verificar el cumplimiento de las instrucciones sobre
la evaluación en los liceos bolivarianos por parte de los
docentes de Educación Media General del Complejo Educativo
Bolivariano "Simón Bolívar", ubicado en el
Municipio Juan José Mora del Estado Carabobo, durante el
año escolar 2009-2010.

CAPITULO II

En este capítulo se presenta el marco de
referencia teórica que orienta el estudio, el cual es el
resultado de la selección de los aspectos que se
consideraron son los más relacionados con el tema. El
mismo está constituido por investigaciones previas que
guardan relación con el objeto de estudio, por un conjunto
de teorías, conceptos y aspectos legales sobre las
funciones del docente y la evaluación del aprendizaje,
así como el cuadro de operacionalización de las
variables.

ANTECEDENTES DE LA
INVESTIGACIÓN

La calidad de la educación requiere de docentes
conscientes de su práctica evaluativa, así lo han
señalado algunos estudios que sirven de antecedentes a
esta investigación.

Al respecto, Santos (1998) en su artículo
titulado "Evaluar es comprender: de la Concepción
Técnica a la Dimensión Crítica" que tenia
como finalidad generar conciencia en los docentes sobre sus
prácticas evaluativas, señala que ha asistido a
numerosas sesiones de evaluación en las que los profesores
atribuyen el fracaso a causas exclusivamente centradas en los
alumnos: "son torpes, son vagos, están mal preparados, ven
demasiada televisión, no atienden, no saben estudiar, se
portan mal, están desmotivados, no entienden, forman un
grupo malo, las familias no ayudan, entre otros… y cuando
esto pasa ¿Cómo se va a mejorar la práctica
profesional, el contexto organizativo, la organización de
los contenidos, la metodología de la enseñanza, el
modo de evaluación? … En una sociedad
meritocrática, es lógico que exista un modelo de
evaluación que solamente tenga en cuenta los resultados y
las calificaciones". (pág. 13) y termina explicando que
para los docentes no es fácil poner en marcha los procesos
de mejora ya que existen cinco dificultades arraigadas en la
práctica profesional y en el contexto organizativo de la
escuela, que son: la escasez de tiempo, la falta de
motivación, el individualismo, la rutinización
institucional y la carencia de ayuda. Este trabajo permite
conocer algunas dificultades que encuentran los docentes para
mejorar sus prácticas evaluativas.

Así mismo, Gamboa (2003), en su estudio sobre la
"Función Gerencial del Docente en el Aula y la Calidad de
la Enseñanza", que tenía como finalidad relacionar
la función gerencial del docente con la calidad de la
enseñanza, basado en un estudio correlacional con un
diseño de campo dirigido a los docentes de 7mo. Grado de
Educación Básica, concluyó que los docentes
cumplen la planificación a cabalidad y
específicamente toman en cuenta las necesidades e
intereses de los alumnos para su realización,
además, determinó que en la función de
organización, los docentes se preocupan por organizar las
actividades planificadas para ser desarrolladas en su labor
dentro del aula de acuerdo a los contenidos programáticos.
Por otra parte, la función de dirección, los
docentes la ejercen efectivamente, ya que ellos asignan
comisiones de trabajo, brindan apoyo y dirigen a sus alumnos en
el desarrollo de la actividad. Por otro lado, en cuanto al
control, el docente realiza un control sistemático de las
actividades diarias que se desarrollan en el aula de clase,
evaluando constantemente, de esta manera los docentes pueden
visualizar cuáles aspectos han sido logrados y
cuáles no, lo cual permite centrar su atención en
los objetivos que lo ameriten. Esta investigación
señala el cumplimiento de las etapas del proceso
evaluativo que son: la planificación, la
organización, la dirección y el control, lo que
servirá para establecer una comparación.

También, Colmenares (2005), en su trabajo de
investigación titulado "Desempeño del Docente en su
rol de Evaluador de los Aprendizajes de los Alumnos", el cual
tenia como propósito analizar el desempeño del
docente en su rol de evaluador de los aprendizajes de los alumnos
en la Primera Etapa de Educación Básica en la U.E.
Dr. "Lisandro Lecuna", de Naguanagua, Estado Carabobo,
concluyó que la mayoría de los docentes no
están cumpliendo con su rol evaluador de los aprendizajes
de los alumnos, existe un acentuado desconocimiento en los
docentes en el rol como gerente de aula, en cuanto al papel de
planificador, organizador, orientador y evaluador. Además,
señaló que los docentes no promueven buenas
relaciones interpersonales con los estudiantes, lo que incide de
manera negativa en el aprendizaje, asimismo, observó una
discrepancia entre la respuesta de los docentes y la de los
estudiantes, respecto a la manera cómo están
administrando la asignatura, por esa razón
recomendó a las autoridades educativas del área que
planifiquen y ejecuten talleres relativos a la evaluación
y que los docentes se preparen en sus competencias personales y
profesionales con la finalidad de lograr una evaluación
justa de los aprendizajes y así alcanzar los objetivos
educativos.

Igualmente, Pino (2006), en su investigación
titulada "La Otra Cara de la Evaluación", la cual tenia
como objetivo propiciar un cambio en la metodología de
evaluación a través de una evaluación
formativa más interactiva, basada en el paradigma
cualitativo con un diseño de investigación
acción– participante, concluyó que aunque los
docentes realizan las funciones de planificación y
evaluación, necesitan capacitarse, ya que la
mayoría no poseen mucha habilidad en la ejecución
de proyectos, funciones pedagógicas y toma de decisiones
en forma eficiente. Además, señaló que no
cumplen a cabalidad su función como evaluador. En cuanto a
la calidad de su gestión se evidenció que su
acción no es un modelo a seguir, esto conlleva a
reflexionar sobre la acción educativa, para dar una
respuesta urgente. Sugiere una transformación de los
modelos de evaluación tradicional. Este estudio contribuye
a esta investigación ya que sirve de guía para
seguir profundizando acerca de la práctica evaluativa del
docente y sus conclusiones servirán de referente para
determinar si se han producidos cambios o no.

REFERENTES
TEÓRICOS

A continuación se presentan el conjunto de
teorías y conceptos que sirven de sustento a esta
investigación.

LA EVALUACIÓN

La evaluación puede ser definida como un proceso
sistemático, integral y humanista, basado en
métodos y técnicas de investigación social,
que reconoce los distintos ritmos de cada estudiante, como
persona única y cambiante, que busca trascender el
sólo medir contenidos y profundizar los aspectos que
conllevan al desarrollo pleno de cada educando, en el hacer, ser,
convivir y conocer. Al respecto, González (2007), plantea
que la evaluación:

Es una actividad humana tan esencial como inevitable,
que considera aspectos no sólo del alumno, sino
también de la personalidad del profesor, de los
métodos de enseñanza empleados, de los materiales
didácticos, del medio familiar y social que rodea al
alumno, de la organización escolar misma y de la
«atmósfera» educativa, material y humana del
centro educativo (p.2).

Por su parte Martínez, (2008) considera que la
evaluación:

Es un proceso sistemático que pretende indicar
hasta qué punto los alumnos y alumnas han logrado o
consolidado las diferentes competencias y bloques de contenidos
propuestos, donde los participantes en dicho proceso logran
emitir algún juicio de valor acerca de los logros
alcanzados, con el fin de tomar decisiones que contribuyan a
reorientar, mejorar y garantizar la acción educativa.
Donde los elementos involucrados, tales como aprendizaje,
actividades, programas, instituciones, docentes y alumnos son
sometidos a un estudio sistemático para evidenciar su
incidencia en los procesos de transformación personal y
social. (p.4)

Cabe destacar que para Alves y Acevedo (1999), la
evaluación es "un campo en pleno desarrollo que obliga al
evaluador a asumir una posición clara y coherente
con

los métodos y técnicas a emplear, para
aproximarse a la naturaleza del objeto a evaluar y al
propósito de la misma." (p. 16).

FUNCIÓN DEL DOCENTE COMO
EVALUADOR

La función del docente como evaluador del proceso
de aprendizaje se refiere al acto o proceso de realizar las
tareas específicas que le son asignadas y que están
normalmente descritas o establecidas en las leyes, resoluciones o
circulares emanadas del Estado o del Ministerio del Poder Popular
para la Educación a fin de garantizar los aprendizajes de
los estudiantes, puede ser definida como un proceso de
planificación, organización, dirección y
control de las actividades de evaluación de los
aprendizajes implícitos en un diseño curricular. De
allí que el docente, es la persona o individuo que logra
metas u objetivos por medio de otras personas, a través de
un proceso de toma de decisiones, distribución de recursos
y dirección de actividades. A continuación se
desarrollan las cuatro funciones del proceso
evaluativo:

Planificación:

La planificación es la más importante de
las funciones, ya que consiste en determinar anticipadamente
qué es lo que se va a hacer, es decir, seleccionar las
metas, fijar objetivos y programar para alcanzarlas en forma
sistemática, de manera tal que el proceso de aprendizaje
sea productivo. Para Koontz (2003), "la planificación
consiste en la selección de misiones y objetivos y
acciones para lograrlos; requiere toma de decisiones, es decir,
seleccionar recursos futuros de acción entre varias
opciones." (p. 72). Al respecto, Smith (1995) opina que: "la
planificación implica que los gerentes piensen a
través de sus objetivos y acciones con
anticipación, basados en métodos y planes,
más que en una mera suposición. Los planes dan a la
organización sus objetivos y fijan el mejor procedimiento
para obtenerlos." (p. 42)

Por consiguiente, se puede decir que la
planificación es la función a través de la
cual el docente organiza las actividades, conocimientos,
habilidades, destrezas que deberán adquirir o realizar los
educandos, involucrando estrategias que estimulen el logro del
aprendizaje, con el fin de garantizar el éxito en la labor
educativa al eliminar al máximo la improvisación.
Por ello, es importante considerar en la planificación los
siguientes aspectos: ¿Qué evaluar?, ¿Por
qué evaluar?, ¿Con qué y Cómo
evaluar?, que vienen de un marco conceptual establecido en el
Currículo Básico Nacional en el año 1997 y
que luego en el Sistema Educativo Bolivariano se
replantea.

ORGANIZACIÓN:

La organización es la segunda etapa del proceso
evaluativo, que consiste básicamente en determinar las
actividades que se realizarán, quiénes las
realizarán y de qué forma. Al respecto, Robbins
(1994) expresa: "la organización incluye la
determinación de las tareas que se realizarán,
quién las hará, cómo se agruparán las
labores y quién reportará a quién y
dónde se tomarán las decisiones." (p.114). Por otra
parte, organizar es el proceso de determinar y establecer la
estructura, los procedimientos y los recursos necesarios para el
logro de los objetivos establecidos en la planificación.
De allí que el docente debe seleccionar junto con los
educandos las actividades, definir las actividades y sus
responsables, entre otras.

DIRECCIÓN:

La dirección, es el elemento de la
administración en el que se logra la realización
efectiva de todo lo planeado, por medio de la autoridad del
docente, ejercida a base de decisiones, ya sean tomadas
directamente, y con más frecuencia, delegando dicha
autoridad, y se vigila simultáneamente que se cumpla en la
forma adecuada todas las ordenes emitidas. Por su parte, Koontz
(2003) adopta el término "dirección" como "la
función ejecutiva de guiar y vigilar a los subordinados."
(p.114). Por consiguiente, la parte esencial y central de la
organización, es precisamente la dirección. La
dirección significa realizar las actividades establecidas
en el plan bajo la dirección de una autoridad como es el
docente.

CONTROL:

El control es una práctica permanente de la
evaluación, consiste fundamentalmente

en contrastar lo que va sucediendo con lo planificado, a
fin de conocer las desviaciones que existen, qué causas
las han originado y que soluciones se pueden proponer para
corregirlas. El control en el proceso de enseñanza y
aprendizaje básicamente está determinado por el
proceso de evaluación, ésta es la función
que consiste en verificar el logro de los objetivos planteados en
la planificación. Al respecto Ruiz, (1992) señala:
"la evaluación permite controlar las capacidades de los
alumnos en cada uno de los momentos del desarrollo de la
estrategia." (p. 85)

De allí que la evaluación permita
determinar el desenvolvimiento del alumno en el proceso de
enseñanza – aprendizaje, comparando los resultados
con las expectativas señaladas en la planificación.
Es por eso que la función de controlar requiere el
establecimiento de un sistema de comprobación de las
actividades, operaciones, logro de objetivos y procedimientos
claves de manera tal que los errores o desviaciones se vean
inmediatamente y se puedan corregir. En consecuencia, la
evaluación, se centra en actividades y procesos orientados
a la acción, se recomienda emitir reportes
individualizados de los estudiantes en lugar de calificaciones
numéricas.

Por otra parte, para que el docente pueda ejercer su rol
de evaluador, debe poseer ciertas competencias como lo son:
planificación, control, conflicto, cambio,
comunicación, organización, motivación,
dirección, coordinación, liderazgo,
innovación y toma de decisiones, entre otras; todo esto a
fin de lograr una educación de calidad. Al respecto,
Salazar (1995), afirma que: "si se eleva la calidad de los
procesos y de los resultados del trabajo en el aula, se presentan
muchas posibilidades de que se eleve a su vez la calidad de la
educación en el país" (pág. 4). Por otra
parte, el autor señala, que estas competencias no son
más que los roles que de alguna manera ejecuta el docente
en el aula.

De allí que el docente necesite combinar las
estrategias, técnicas y recursos disponibles de manera
eficiente, para facilitar el logro de los objetivos trazados en
el proceso, en forma conjunta docente – alumno. Cabe
señalar, que ser facilitador es algo más complejo,
sublime e importante que enseñar una asignatura, implica
dedicar alma, lo que exige vocación, y esa vocación
reclama algo más que títulos, cursos, conocimientos
y técnicas, reclama la capacidad de servicio y una
coherencia de vida y palabra, la cual es imposible sin el
continuo cuestionamiento y cuidado de su proyecto de vida, porque
un docente explica lo que sabe o lo que cree saber, pero
enseña lo que es.

Por otro lado, todos los seres humanos habitualmente
juzgamos, apreciamos, valoramos las cosas, eventos, situaciones,
a personas e incluso a nosotros mismos, de allí que
formamos un juicio con respecto a lo evaluado, luego de haber
establecido alguna comparación. Los docentes no escapan de
esta realidad, de hecho su campo de acción evaluativa, es
muy amplio, va desde la selección de textos educativos
hasta la calificación final del estudiante, aunque
tradicionalmente, esta última es considerada la
función principal de la evaluación en la
educación formal. Es importante señalar que la
función del docente como evaluador se refiere al proceso
de planificación, organización, dirección y
control de la evaluación, de allí la importancia de
que el docente reflexione acerca de ¿Qué hace? y
¿Cómo lo hace?, para favorecer el aprendizaje, es
decir, hace referencia al conjunto de acciones vinculadas al
docente en el proceso evaluativo, lo que supone recaudar
informaciones, interpretarlas, analizarlas y reflejarlas en
función de logros obtenidos por el estudiante o el grupo
para tomar decisiones compartidas con todos los agentes del
proceso para corregir, reforzar u orientar el proceso.

CARACTERÍSTICAS DEL DOCENTE
EVALUADOR

El docente en su función de evaluador debe ser
creativo, innovador, empático, comunicador y objetivo. La
creatividad e innovación está relacionada con la
capacidad para pensar, crear o producir situaciones novedosas que
motiven al estudiante, crear las condiciones que facilitan el
conocimiento, pensamiento crítico, reflexivo y creativo
que conduce al aprendizaje significativo, para ello es necesario
que los docentes realicen cursos de capacitación y
actualización en mejora de su crecimiento personal y
profesional.

Cabe señalar, que en el año escolar
2006-2007 la Zona Educativa de Carabobo

suministró a los planteles una Guía sobre
las Orientaciones para los Liceos Bolivarianos, elaborada por la
División Académica y la Coordinación de
Formación Permanente, en la cual se señala la
dimensión personal o el perfil que debe tener un docente
del Liceo Bolivariano, entre las cuales plantean que el
profesional de la docencia debe caracterizarse por ser un
"líder, investigador, planificador, evaluador,
ético, visionario, multifacético, practico,
mediador, proactivo, innovador, orientador, comunicador,
comprometido con el ideario bolivariano y promotor" (p.
8).

El docente es un planificador, rediseñador,
implementador, evaluador, investigador y transformador del
proceso de enseñanza y aprendizaje, a través de un
pensar y actuar sobre su práctica pedagógica debe
asumir una actitud proactiva, crítica y reflexiva frente a
la enseñanza, de manera tal que esté
preparándose, ensayando, y experimentando
contínuamente para transformar su praxis
pedagógica, esto amerita que el docente se asegure de que
las evaluaciones que realiza sean las más convenientes
para el logro de los aprendizajes y que considere los resultados
de la evaluación para mejorar los logros o avances en el
proceso educativo. Además, el docente debe concentrar su
esfuerzo en motivar a los estudiantes para la búsqueda de
la excelencia como valor social importante en su desarrollo. La
idea de excelencia, debe ser entendida como el propósito
de esforzarse en ser cada día mejor, para no contentarse
con lo fácil, sino en plantearse metas exigentes que lo
conviertan en un ser más apto y socialmente
realizado.

Por otra parte, la objetividad es una importante
característica del docente como evaluador, es la capacidad
de ser imparcial, de ser justo, de no imponer sus observaciones
personales o ser subjetivo. Al respecto, Colmenares (2005) en su
investigación concluyó que "un alto porcentaje de
los docentes no utilizan instrumentos de observación en
forma objetiva y un bajo porcentaje valora los estados
emocionales de los estudiantes y no propician un aprendizaje
cooperativo" (pág. 218), ya que no se basaban en los
criterios previamente establecidos. En este sentido, para que el
docente sea objetivo debe tener claramente establecidos los
criterios de la evaluación. Por otra parte, Florez (1999),
señala que:

Un buen docente no debe descuidar nunca la
característica esencial de saber observar, apreciar y
decidir sobre la marcha del proceso de evaluación, las
intervenciones, los correctivos, apoyos e impulsos
pedagógicos para que los alumnos no se estanquen, no se
pierdan, ni desgasten su talento por falta de la
realimentación oportuna y necesaria" (pág.
8).

Para resumir, dado que la actitud y comportamiento del
docente es un factor determinante en el éxito del
estudiante, el profesor como evaluador debe caracterizarse por
poseer las siguientes cualidades o el siguiente
perfil:

  • Un promotor social e investigador

  • Confianza en las capacidades del
    estudiante

  • Respeto y valoración hacia el
    estudiante

  • Creación de ambientes de confianza y
    libertad

  • Apertura y actitud de escucha

  • Partes: 1, 2, 3

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