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Efectos nocivos del clorhidrato de coca y la disforia sexual pornográfica (página 8)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10

El grupo o cluster de iguales es la tercera
fuente de socialización primaria. En relación a los
iguales hay que diferenciar varios tipos: iguales en general,
grupo de iguales, grupo de iguales de estilo de vida y cluster de
iguales. La formación de normas ocurrirá
básicamente en el cluster de iguales (díadas de los
mejores amigos, pequeños grupos de amigos cercanos o
parejas), siendo más indirecta la de los otros grupos de
iguales. Su influencia sobre la conducta será en un
sentido u otro en función de que los iguales tengan normas
prosociales o estén implicados en conductas desviadas.
Según esta teoría, si los vínculos entre el
niño, la familia y la escuela son fuertes, el niño
desarrollará normas prosociales. Por el contrario, si son
débiles, la socialización primaria durante la
adolescencia estará dominada por el grupo de iguales. En
estas condiciones, si falta una adecuada
internalización de las normas prosociales, y se
seleccionan los iguales más desviados, es más
probable que se impliquen en conductas también
desviadas.

En cuanto al papel de los rasgos
personales, la teoría de la socialización primaria
sostiene que las características físicas,
emocionales y sociales del joven influencian el proceso de
socialización, lo que hace que se constituyan como
factores de riesgo o de protección respecto al consumo de
drogas o la conducta desviada. Por ejemplo, los jóvenes
más inteligentes es más probables que tengan
éxito en la escuela y que tengan una buena
vinculación con ella. De este modo, la inteligencia se
convierte en un factor de protección frente a la
desviación.

Las características de la comunidad,
como fuente de socialización secundaria, permiten aumentar
o disminuir las oportunidades para que la socialización
primaria ocurra, mejorar o empeorar la vinculación con las
fuentes de socialización primaria e influenciar las normas
que son comunicadas a través de los elementos de
socialización primaria. Como fuentes de
socialización secundaria se incluyen las
características de la comunidad, la familia extensa, los
grupos que forman asociaciones, la religión e
instituciones religiosas, el ambiente de los iguales en general y
los medios de comunicación.

En todo el proceso de socialización
tiene también gran importancia la cultura, ya que
ésta determina cuáles son las fuentes de
socialización y cuáles son las normas que se van a
transmitir (por Ej., en relación al consumo de drogas).
Del mismo modo, la socialización también influencia
la cultura, produciendo cambios en ella. Al respecto hay que
tener en cuenta, no sólo la cultura general, sino las
posibles subculturas que pueden tener normas específicas
en relación al consumo de drogas o a otras
conductas.

Adaptado de: Becoña,
1999.

Modelos basados en la afectividad.
Algunos modelos utilizan el concepto de afectividad para explicar
el consumo de drogas. Por ejemplo, Pandina, Jonhson y Labouvie
(1992) revisan el papel de la afectividad como un mecanismo clave
en la determinación y el control de la conducta, haciendo
énfasis en la relación entre el afecto negativo, un
arousal elevado y la vulnerabilidad al abuso de drogas para
comprender el desarrollo del consumo de dichas
sustancias.

Estos autores postulan que las drogas con
un alto potencial adictivo podrían tener la propiedad de
una estimulación general de los circuitos neuronales,
típicamente asociados con la conducta de
aproximación (drogas tan diferentes como la marihuana, el
alcohol, etc., tienen propiedades comunes de inducción a
la estimulación y promueven la conducta de
aproximación) y una estimulación más
específica de los circuitos asociada con el reforzamiento
positivo y negativo y, por extensión, el
castigo.

A partir de este planteamiento, hipotetizan
que cabría esperar que, aquellos sujetos que es más
probable que encuentren atractiva y deseable la
intoxicación con drogas, son los que crónicamente
necesitan niveles elevados de activación (o, de otra
manera, que tienen una sensibilidad especial a la
estimulación resultante de la activación) y quienes
se pueden caracterizar como deprivados crónicamente de
reforzamiento positivo.

De este modo, se espera que aquellos
sujetos que están deprivados crónicamente de
reforzamiento positivo estén dominados por persistentes y
generalizados estados de ánimo negativo. Se trata de
individuos en los cuales el repertorio de reforzamiento
está dominado por el reforzamiento negativo o el castigo
y, en esta situación, la satisfacción de sus
necesidades y el alivio de sus estados de ánimo negativos
puede ser lograda, al menos temporalmente, por la
ingestión de drogas y la consiguiente intoxicación,
la cual sirve para activar los circuitos neurales asociados con
el reforzamiento positivo y la aproximación.

Si estos individuos con un perfil de alta
afectividad negativa-activación obtienen la
satisfacción, aunque sea temporal, como
resultado de la intoxicación, es esperable que tiendan a
incrementar el uso de drogas a través del tiempo. Por lo
tanto, estos individuos son más vulnerables para pasar de
un estado de consumo experimental a una situación de
abuso.

Todavía no se han determinado los
factores que pueden generar o sostener una afectividad negativa y
su activación, pero parece que diversos factores
biológicos, psicológicos y socio-ambientales
podrían contribuir a modelar el tono afectivo. De acuerdo
a este modelo explicativo, la prevención y el tratamiento
deberían centrarse en la reducción de las
condiciones y circunstancias que promueven tales estados
crónicos, teniendo una especial importancia el aprendizaje
del manejo de la afectividad.

Adaptado de: Becoña,
1999.

Modelos de buena práctica.
Son programas basados en la investigación, con una
elevada capacidad de diseminación y cuyos
resultados indican que son eficaces para el logro de sus
objetivos de prevención.

Ver: Programa basado en la
investigación; Capacidad de
diseminación.

Movilización. Proceso a
través del cual se consigue la colaboración de
voluntarios, miembros de la comunidad que tienen interés
en la prevención, profesionales y otros recursos y se les
motiva a actuar en apoyo de una o varias iniciativas
preventivas.

Adaptado de: CSAP, 2001
b.

Monitorización
epidemiológica

Ver: Seguimiento de
Indicadores.

Morbilidad. Cualquier
separación, subjetiva u objetiva, del estado de bienestar
fisiológico o psicológico. En este contexto, se
consideran sinónimos los términos de enfermedad,
trastorno y estado mórbido. Extensión de diversos
tipos de enfermedades, lesiones o discapacidades en una
población determinada. Se expresa habitualmente en tasas
específicas de incidencia o prevalencia respecto al
número de habitantes.

La OMS hizo notar que la morbilidad
podía medirse en términos de tres unidades: 1)
personas que están enfermas; 2) enfermedades que estas
personas experimentan; y 3) duración de dichas
enfermedades.

Adaptado de: Last, 1989; y Rubio
Cebrián, 1995.

Mortalidad. Muerte estandarizada.
Fenómeno demográfico que recoge el número
total de muertes registradas en una población durante un
periodo de tiempo determinado, referido al volumen de
población en donde ocurren. Existe una gran variedad de
tasas desagregadas de la mortalidad según variables como
la edad, el sexo, la causa de fallecimiento o la clase
social.

Tomado de: Rubio Cebrián,
1995.

Movilidad geográfica.
Movimiento de personas de un lugar, región o país a
otras.

Adaptado de: Last,
1989.

Movilidad social. Desplazamiento de
un determinado grupo socioeconómico hacia otro, ya sea
superior o inferior. La movilidad social en descenso, que puede
deberse a problemas de salud, se denomina a veces "deriva
social".

Adaptado de: Last,
1989.

Muestra (Sample). Un segmento de un
cuerpo más grande o de una población. Subclase,
conjunto específico de sujetos u observaciones procedentes
de una población determinada.

Puede ser aleatoria o no y representativa o
no.

Adaptado de: Domènech i
Massons, 1982; y CSAP, 2001a.

Muestra aleatoria. Muestra a la que
se llega mediante la selección de unidades de muestreo, de
tal modo que cada posible unidad tenga una probabilidad fija y
determinada de ser elegida. Todos los individuos de la
población tienen una misma probabilidad, conocida, de ser
elegidos.

Adaptado de: Last,
1989.

Muestra representativa. Un segmento
de un cuerpo más grande o de una población que
observa la composición de las características de
esa población o cuerpo. La muestra se asemeja de
algún modo a la población, pero no tiene que
representar todos los aspectos posibles de la misma.

Adaptado de: Last, 1989; y CSAP,
2001a.

Muestras apareadas. Se puede
utilizar en ensayos clínicos, estudios caso control y de
cohortes. Se trata de estudiar pares de participantes, uno
sometido a la intervención y el otro al grupo control. El
apareamiento debe basarse en una variable pronóstico, como
puede ser la edad.

Adaptado de: Last,
1989.

Ver:
Apareamiento.

Muestreo. Proceso de elegir un
cierto número de sujetos entre un grupo determinado o
"universo". Las conclusiones basadas en los resultados de las
muestras sólo se pueden extrapolar a la población
de referencia. Técnica utilizada para efectuar mediciones
sobre magnitudes que varían continuamente con el
tiempo.

Adaptado de: Last, 1989; Rubio
Cebrián, 1995; y Argimón Pallás y
Jiménez Villa, 1994.

Muestreo de agrupamientos.
Método de muestreo en el que cada unidad seleccionada es
un grupo de personas (una familia completa, por ejemplo), en vez
de un individuo.

Tomado de: Last, 1989. Adaptado de:
Argimón Pallás y Jiménez Villa,
1994.

Muestreo por cuotas. Método
de muestreo no aleatorio por el cual se eligen elementos de una
muestra en función del cumplimiento de determinadas cuotas
o proporciones prefijadas (por edad, sexo, clase social, etc.),
para que concuerden con las proporciones correspondientes en la
población. La muestra resultante puede no ser
representativa de las características que no se han tenido
en cuenta.

Adaptado de: Last, 1989; y
Argimón Pallás y Jiménez Villa,
1994.

Necesidad percibida. Necesidad
sentida. El término se refiere habitualmente a las
necesidades

de cuidados socio-sanitarios que sienten
las personas o la comunidad de que se trate, pero que pueden ser
valoradas o no por los profesionales socio-sanitarios.

Adaptado de: Last,
1989.

Necesidades. Este término
define la diferencia entre lo que existe y lo que es deseable en
términos de estado de salud, servicios o
recursos.

Se habla de necesidades en términos
numéricos precisos cuando se hace referencia a indicadores
específicos que exigen intervenir para modificar la
situación, por ejemplo, una tasa de mortalidad juvenil
elevada relacionada con los accidentes de tráfico en los
que interviene el alcohol. Siempre intervienen juicios de valores
que reflejan los valores prevalentes de ese momento, así
como la capacidad de controlar el problema. Sensaciones de los
individuos referidas a la carencia de algo, unidas al deseo de
satisfacerlas.

Criterio de asignación de recursos
relacionado con la equidad.

Adaptado de: Last, 1989; Pineault y
Daveluy, 1989; Hawe, Degeling y Hall, 1993; y Rubio
Cebrián,

1995.

Nicotina

Ver: Tabaco.

Nivel de cribado. Límite
normal o punto de separación a partir del cual una prueba
de cribado se considera positiva. Punto de corte de una prueba de
cribado que separa la decisión de considerar como positivo
o negativo un resultado.

Adaptado de: Last,
1989.

Niveles de intervención
según riesgo soportado.
Clasificación propuesta
por Gordon (1983) para organizar operacionalmente las medidas
preventivas en función de los grupos de población
sobre los que pueden ser óptimamente utilizadas y en
función del nivel de riesgo que soporta cada uno de ellos.
Se establece así un esquema de clasificación, que
es el más utilizado en la actualidad, y que distingue tres
niveles de medidas preventivas:

– Medidas universales: son recomendables
para todas las personas y, generalmente, pueden ser aplicadas sin
ayuda profesional.

– Medidas selectivas. Son aquellas en que
el balance de beneficios frente al riesgo y el coste es tal que
el procedimiento sólo puede ser recomendado cuando el
individuo es miembro de un subgrupo de población que
presenta – en nuestro caso- un nivel de riesgo de desarrollar
problemas con las drogas por encima de la media.

– Medidas indicadas: son aconsejables
sólo para aquellas personas que, una vez examinadas,
presentan un factor de riesgo o una característica que les
identifica, individualmente, con un nivel de riesgo suficiente
para requerir la intervención preventiva.

Adaptado de: Gordon,
1983.

Ver: Prevención universal;
Prevención selectiva; Prevención
indicada.

Normas sociales. Las expectativas y
reglas explícitas o implícitas que guían el
comportamiento social en una comunidad determinada o medio
social, en un momento histórico concreto.

Adaptado de: WHO,
1994.

Objetividad. Se refiere a la
esperanza de que, en un estudio, la recogida de datos, el
análisis y su interpretación se correspondan con
los estándares de investigación que protegen los
resultados de la influencia de las lealtades y preferencias
personales. Implica un intento de observar y aceptar los hechos
tal y como se presentan en la realidad, con independencia de
cómo se quisiera que fueran.

Tomado de: Rubio Cebrián,
1995. Basado en: CSAP, 2001a.

Objetivo específico. Es una
concreción del objetivo general y tiene que estar
formulado sin ambigüedades y en términos operativos.
Objetivo caracterizado como medible, factible, concreto, con
referencia temporal y referido a la población destinataria
y los resultados valorados en el estudio.

Adaptado de: Hawe, Degeling y Hall,
1993; Alvira Martín, 2000; y CEPS, 2002
a.

Objetivo general. Es una
afirmación sobre los resultados esperados de nuestra
intervención en términos del problema sobre el que
se está actuando. No tienen necesariamente que ser
formulados en términos medibles, pero tienen que ser
congruentes con la misión y los objetivos
específicos y proporcionar la dirección hacia la
que se encamina el estudio o programa.

Adaptado de: Alvira Martín,
2000; y CEPS, 2002 c.

Objetivos de la intervención.
Relación medible de los cambios esperados en riesgos,
cualidades, u otras condiciones subyacentes, tal como aparece
expresado en la teoría de cambios en la que se basa el
desarrollo de todo programa de intervención.

Adaptado de: CSAP,
2001a.

Objetivos de prevención. Los
objetivos de prevención son los cambios en las
condiciones ambientales o personales relacionadas
con el consumo de drogas que se prevén como
resultado de una intervención preventiva.
Pueden ser objetivos finales u objetivos intermedios.

Los objetivos finales de la
prevención se relacionan generalmente con la
reducción de los consumos de sustancias psicoactivas, el
retraso en la edad de inicio de dichos consumos o la
reducción de los problemas relacionados con las
drogas.

Los objetivos intermedios de la
prevención corresponden a las modificaciones que se espera
producir en los factores (de riesgo o de protección)
relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas.
Operativamente, vienen dados por las modificaciones previstas
sobre las variables dependientes de las intervenciones (Ej.,
incremento significativo de la asertividad o las habilidades
sociales, aumento de la implicación en actividades
prosociales, etc.). Su vinculación a los objetivos finales
viene dada por el marco teórico de la intervención
y por la evidencia acumulada, de manera que se espera que el
logro de los objetivos intermedios contribuya de manera
significativa a la consecución de los objetivos
finales.

Ocio y tiempo libre

Ver: Programa de alternativas (ocio
y timpo libre).

Odds Ratio (OR). Es una
aproximación al valor del riesgo relativo, si la
prevalencia de una condición o enfermedad no es
excesivamente elevada y el error de muestreo pequeño, en
los estudios de casos y controles. Este tipo de estudios no
pueden aportar estimaciones de la incidencia o la prevalencia de
una condición o enfermedad, pero pueden aproximarse a ese
riesgo relativo mediante el odds ratio. Por odds se entiende la
razón entre la probabilidad de que un suceso ocurra y la
probabilidad de que no ocurra.

La odds ratio es la razón entre la
odds de exposición observada en el grupo de casos y la
odds de exposición en el grupo control. Así, la OR
refleja la probabilidad de que los casos estén expuestos
al factor de estudio, comparada con la probabilidad de que lo
estén los controles. La ventaja de la OR sobre el riesgo
relativo es que su resultado es independiente de si se expresa en
términos de riesgo de contraer la enfermedad o de no
contraerla.

Adaptado de: Argimón
Pallás y Jiménez Villa, 1994; y de Hulley y
Cummings, 1993.

Organización no Gubernamental
(ONG)

Entidad de servicios independiente del
gobierno y que opera en un amplio campo social.

Generalmente son organizaciones sin
ánimo de lucro y pueden ser financiadas por gobiernos, por
instituciones públicas y/o por donaciones privadas. A
menudo tales agencias tienen una mezcla de personal profesional y
de trabajadores voluntarios. Tradicionalmente proporcionan
servicios en sectores que no sería posible costear si se
trabajara exclusivamente a través de profesionales
contratados.

Adaptado de: UNDCP,
2000.

Ver: Grupos de auto-ayuda;
Participación de los jóvenes.

Padres y prevención. Las
actitudes y los comportamientos de los padres o tutores en
relación con el tabaco, el alcohol y otras drogas son uno
de los factores que más influyen sobre los hijos.
Además, las características de la
interacción entre padres e hijos constituyen un factor
clave en el desarrollo del consumo de estas sustancias. El papel
de los padres es especialmente importante entre los 8 y los 12
años ya que los niños de estas edades generalmente
tienen actitudes contrarias al uso de drogas y su conducta puede
ser reforzada.

Esperar a que sean mayores para educarles
sobre el uso de drogas hace la prevención más
difícil porque entran en una edad en que aumenta la
influencia de los iguales y es más probable que se haya
producido ya el contacto con el tabaco, el alcohol u otras
drogas.

Entre los factores que pueden ser
desarrollados por los padres y que contribuyen a la
prevención del consumo de drogas cabe citar el desarrollo
de relaciones afectivas estables, el establecimiento de normas
claras y razonables en el hogar, el desarrollo de la
cohesión familiar (pasar tiempo juntos, hacer actividades
en familia, establecer fuertes vínculos entre sus
miembros, etc.), promover un uso adecuado del tiempo libre
(comportándose los padres como modelos de ocio saludable y
facilitando oportunidades para desarrollar aficiones) y evitar el
consumo de drogas en el hogar.

Basado en: CSAP,
1993.

Ver: Programa escolar;
Familia.

Paradigma. Conjunto de principios
filosóficos, valores o normas metodológicas y
técnicas expresivas de una red de teorías que son
científica o socialmente admitidas y aceptadas en un
momento dado y que por tratarse de creencias mayoritariamente
compartidas por los miembros de una comunidad científica,
se hacen dominantes. El cambio en el paradigma da lugar a la
revolución científica.

Ejemplo típico, patrón de
pensamiento o conceptualización; manera global de
considerar los fenómenos, con los que suelen trabajar los
científicos. Un paradigma puede dictar qué forma de
explicación es posible considerar aceptable, pero una
ciencia puede cambiar los paradigmas. Se utiliza a menudo de
forma poco estricta como sinónimo de "factor" o
"variable".

Tomado de: Rubio Cebrián,
1995.

Adaptado de: Last,
1989.

Parámetro. Cantidad que
permanece constante en un modelo y que constituye un dato del
problema. Magnitud desconocida que puede tener un valor
cualquiera de los pertenecientes a un conjunto. Valores o medidas
específicas, relativamente permanentes que caracterizan a
una condición o situación fenomenológica en
un momento dado. En matemáticas, constante en una
fórmula o en un modelo; en estadística y
epidemiología, característica medible de la
población.

Es un valor, generalmente desconocido (y,
por tanto, debe ser estimado), utilizado para representar una
determinada característica de la población. Por
ejemplo, la media poblacional

es un parámetro que se utiliza a
menudo para indicar el valor promedio de una cantidad. Dentro de
una población, un parámetro es un valor fijo que no
varía. Las muestras extraídas de la
población, tienen su propio valor para cualquier
estadístico que se utilice para estimar el
parámetro. Así, la media de la muestra seleccionada
se utiliza para obtener información de la media global de
la población de la cual se ha escogido esa muestra. Se
suelen representar con letras griegas.

Tomado de: Rubio Cebrián,
1995.

Adaptado de: Last,
1989.

Participación de los
jóvenes.
Los jóvenes quieren que se cuente con
ellos cuando se toma decisiones que afectan a sus vidas. Por ello
es importante que participen en el diseño e
implementación de los programas de prevención del
consumo de tabaco, alcohol u otras drogas, ya que de esta forma
se promueve el cambio de responsabilidad de la prevención,
que deja de ser exclusivamente de los profesionales para ser
asumida por la comunidad, lo cual es la mejor forma de realizar
acciones preventivas amplias.

Una verdadera participación de los
jóvenes supone invitarles a formar parte de los
comités que se creen en la comunidad, pedirles que se
impliquen en la identificación de los problemas y en el
diseño de actividades para resolverlos, demostrando
así que los adultos reconocen a que los jóvenes son
una parte importante de la sociedad y que pueden hacer
contribuciones valiosas. Las asociaciones juveniles son un
importante instrumento para canalizar la participación de
los jóvenes. Entre las funciones que éstas pueden
realizar cabe señalar:

– Proporcionar información y
recursos a través de la organización de
conferencias, seminarios, publicación de periódicos
u hojas informativas, fondos documentales, etc., permitiendo
así la creación de una base que facilite su
participación en la planificación, la
educación o el activismo.

– Facilitar asistencia técnica, ya
sea compartiendo su propia experiencia o a través de
expertos externos.

– Colaborar en la planificación y
coordinación de servicios, especialmente en lo que se
refiere al análisis de las necesidades de la comunidad,
buscar fuentes de financiación o potenciar la
participación comunitaria.

– Realizar activismo, respondiendo de
manera unificada a situaciones específicas o a cuestiones
generales.

Adaptado de: CSAP,
1993.

Percentiles. Serie de divisiones que
originan exactamente 100 partes iguales en una
relación

de valores continuos, como la talla o el
peso infantiles. Por ejemplo, un niño que se halle por
encima del percentil 90 en cuanto a peso, significa que su peso
es más elevado que el 90% de todos los sujetos de la
serie.

Tomado de: Last,
1989.

Pérdida. Situación que
se produce cuando una persona que está tomando parte en un
estudio se hace inaccesible o no elegible para su seguimiento.
Puede dar lugar a la aparición de sesgos en los resultados
del estudio.

Adaptado de: Last,
1989.

Ver: Abandono del Experimento;
Pérdida Experimental.

Pérdida
experimental.

Ver: Abandono del
Experimento.

Pirámide de población.
Representación gráfica de la composición de
la población por edades y sexos. El porcentaje del total
que compone cada grupo de edad se coloca a la derecha para las
mujeres y a la izquierda para los hombres. Su utilidad es que
facilita una rápida percepción sobre la estructura
por edades y sexos de la población. Así, una
pirámide de base ancha y vértice estrecho,
significa una fertilidad alta.

El cambio de forma de la pirámide
con el paso del tiempo refleja la composición cambiante de
la población, asociada a las modificaciones de la
fertilidad y de la mortalidad en cada edad.

Tomado de: Last,
1989.

Placebo, efecto placebo.
Medicación o procedimiento inertes. El efecto placebo
generalmente, aunque no necesariamente, beneficioso
es atribuible a las expectativas que tiene el individuo que
recibe la intervención de que el tratamiento aplicado
produzca un efecto. Literalmente significa "no hacer
nada".

Es un tratamiento inactivo, administrado en
lugar de uno activo, a un individuo que ignora esta
sustitución. Los ensayos que incluyen un grupo con
tratamiento placebo persiguen controlar y diferenciar el efecto
de la intervención ensayada más allá del
efecto placebo.

Adaptado de: Last, 1989;
Domènech i Massons, 1982; Rubio Cebrián, 1995; y
Argimón Pallás

y Jiménez Villa,
1994.

Plan de acción. Traslada el
mapa conceptual representado por un modelo lógico a un
plan operativo, detallando las tareas clave que deben ser
completadas e incluyendo las medidas de los resultados. Por
ejemplo, el plan de acción puede detallar: a)
cuántos recursos deben ser usados para realizar el trabajo
previsto; b) si el trabajo fue completado como estaba previsto o
no; y c) el resultado del trabajo (Ej., el trabajo de calle
atrajo a 40 participantes) o el resultado cuando se complete un
componente (Ej., el 75 % de los participantes que completen al
menos 20 horas expresarán significativamente más
sentimientos negativos acerca del uso recreativo de sustancias en
comparación con las que expresaron antes de la
intervención).

Tomado de: CSAP, 2001
b.

Plan de implementación.
Herramienta de planificación que resulta especialmente
útil para el responsable de un programa. Su desarrollo le
facilita la mejora del control de la ejecución mediante la
identificación de los requerimientos de todo tipo que son
necesarios para llevar a cabo la intervención elegida.
También le ayuda a lograr que las personas que deben
trabajar juntas lo hagan con espíritu de equipo para
conseguir un resultado integrado, sin brechas, fricciones o
innecesarias duplicaciones de esfuerzos y le ayuda identificar
las expectativas de ejecución de cada uno de los
componentes del programa.

Este plan no debe ser más detallado
de lo necesario para que el responsable del programa establezca
la dirección inicial y para ofrecer una visión
clara al grupo de personas encargado de la
implementación.

Adaptado de: CSAP, 2001
b.

Población. Número de
habitantes de un país o área. En la
investigación socio-sanitaria se usa este término
para describir el conjunto de los individuos en los que se desea
estudiar un determinado fenómeno.

Constituye también una
colección completa de unidades de las que se puede extraer
una muestra. Pueden ser personas, instituciones, registros o
hechos.

Basado en: Last, 1989;
Domènech i Massons, 1982; y Rubio Cebrián,
1995.

Población beneficiaria.
Población a la que se ofrece o dirige una
intervención o servicio.

Ver: Población
diana.

Población de
riesgo

Ver: Población en
riesgo.

Población diana (Target
population).
Grupo de personas al que se dirige una
estrategia política, una intervención, o un
programa (por ejemplo: población general, inmigrantes,
jóvenes entre 14 y 19 años, etc.).

En investigación socio-sanitaria el
término se utiliza a veces para indicar la
población de la que se extrae una muestra y otras veces
para designar cualquier población de "referencia" acerca
de la cual se quieren extraer conclusiones. Se trata pues de un
grupo completo sobre el que el investigador está
interesado y del que quiere sacar conclusiones.

Basado en: Last, 1989; awe, Degeling
y Hall, 1993; Argimón Pallás y Jiménez
Villa, 1994;

CEPS, 2002 c; y UNDCP,
2000.

Población en riesgo. Grupo de
población que, debido a circunstancias diversas, se halla
más intensamente expuesto a uno o más factores de
riesgo relacionado con el uso problemático de las drogas
que la población general.

Con bastante frecuencia, se la denomina
inadecuadamente como "población de riesgo":

la mayor parte de los factores que
confluyen para que una persona o grupo de personas desarrollen
problemas relacionados con las drogas no son intrínsecos
sino circunstanciales.

Ver: Factores de Riesgo;
Población diana; Jóvenes en situación de
riesgo.

Poder (de la prueba
estadística).
Característica de una prueba
estadística, que denota la probabilidad de rechazar la
hipótesis nula cuando realmente es falsa. Capacidad del
estudio de detectar un efecto o asociación existente. Es
igual a 1 menos la probabilidad de que haya un error de tipo II.
Sinónimo de Potencia de estudio.

Capacidad de la prueba para detectar una
diferencia cuando ésta existe en la realidad.

Adaptado de: Last, 1989;
Domènech i Massons, 1982 y Argimón Pallás y
Jiménez Villa, 1994.

Política preventiva. Conjunto
de estrategias, planes, programas, intervenciones y
actuaciones puestos en marcha y desarrollados por
una entidad o institución para conseguir los objetivos de
prevención. Incluye el establecimiento de prioridades, la
toma de decisiones respecto a la importancia relativa otorgada a
las diferentes estrategias preventivas (de influencia, de
protección y control, de desarrollo de competencias,
etc.), los mecanismos de financiación, los mecanismos de
coordinación, las vías previstas para la
participación de la población y de las
organizaciones sociales, los recursos humanos y materiales
destinados, etc.

Ver: Estrategias de
prevención; Objetivos de prevención;
Prevención.

Política sobre alcohol.
Conjunto de medidas diseñadas para controlar la oferta e
influir sobre la demanda de bebidas alcohólicas en una
población (generalmente nacional), incluyendo la
educación y los programas de tratamiento, el control del
alcohol, las estrategias de reducción de daños,
etc. Este término implica la necesidad de
coordinación de las acciones gubernamentales, tanto desde
una perspectiva de salud pública como de orden
público.

Adaptado de: WHO,
1994.

Ver: Política preventiva;
Política sobre drogas.

Política sobre drogas. En el
contexto de las drogas psicoactivas, se refiere al conjunto de
políticas diseñadas para influir sobre la oferta y
la demanda de drogas ilegales, ya sea a nivel local o nacional,
incluyendo la educación, tratamiento, control, y otros
programas y políticas. En este contexto, la
"política sobre drogas" a menudo no incluye la
política farmacéutica (excepto con respecto a la
desviación al uso no médico), o la política
sobre tabaco o alcohol.

En el contexto del Programa de
Acción sobre Drogas Esenciales de la OMS, "política
nacional sobre drogas" se refiere a la
política farmacéutica nacional relativa al
marketing, disponibilidad y uso terapéutico de medicinas.
La OMS recomienda que todos los países tengan una
política, formulada en el contexto de la política
nacional de salud.

Adaptado de: WHO,
1994.

Ver: Política preventiva;
Política sobre alcohol; Política sobre
tabaco.

Política sobre tabaco.
Conjunto de medidas previstas por las instituciones o los
gobiernos para influir sobre la oferta y la demanda de tabaco,
las cuales pueden incluir la puesta en marcha de diferentes
estrategias de prevención, así como distintos
abordajes terapéuticos destinados a facilitar el abandono
del consumo.

Considerando la intensa relación
existente entre los consumos de drogas legales e ilegales,
generalmente todos los programas de prevención del consumo
de sustancias psi-coactivas tienen entre sus objetivos la
reducción del consumo de tabaco, por lo que la
política sobre tabaco suele ser una parte esencial de la
política preventiva.

Ver: Estrategias de
prevención; Política
preventiva.

Portador. Persona que alberga un
agente infeccioso específico, en ausencia de
enfermedad clínica aparente, y que puede
servir de eventual fuente de contagio.

Tomado de: Last,
1989.

Precisión. Grado en que una
medición, o un cálculo basado en medidas,
representa el verdadero valor del atributo objeto de medida.
Cualidad de hallarse netamente definido o enunciado. La
precisión no implica exactitud.

En estadística, la precisión
es la inversa de la varianza de una medición o
estimación.

Ausencia de error aleatorio.

Es una medida del grado de similitud entre
el valor estimado y el verdadero valor del
parámetro y está asociado con el error
estándar de la estimación.

Adaptado de: Last, 1989; Rubio
Cebrián, 1995; Argimón Pallás y
Jiménez Villa, 1994; Hulley y

Cummings, 1993; y Center for Applied
Statistics, 2003.

Precursor. Estadio precoz en el
curso de una enfermedad; situación o estado que
preceden el comienzo patológico de una
enfermedad; a veces detectable mediante pruebas;

puede identificarse como Marcador de
Riesgo.

Adaptado de: Last,
1989.

Predicción (Forecasting).
Método de estimar lo que puede ocurrir en el futuro,
basado en la extrapolación de las tendencias existentes
(demográfica, epidemiológica, etc.).

Adaptado de: Last, 1989; y Rubio
Cebrián, 1995.

Prevalencia. Número de casos
que presentan una determinada característica, conducta,
problema o enfermedad en una población determinada y en un
momento dado. Se expresa como una proporción (Ej., la
prevalencia de consumo de tabaco es del 31%). En el numerador
están los casos que presentan la característica y
en el denominador, el total de la población en la que se
incluyen los casos. Se pueden expresar casos prevalentes por 100,
por 1.000, por 100.000, etc., en función de la magnitud de
la prevalencia.

Adaptado de: Last, 1989; Rubio
Cebrián, 1995; Argimón Pallás y
Jiménez Villa, 1994; Hulley y

Cummings, 1993; y CSAP,
2001a.

Preparación de la comunidad para
la intervención sobre drogas.
Grado de apoyo o de
resistencia para identificar el uso o abuso de drogas como un
problema social significativo en una comunidad.

Adaptado de: CSAP,
2001a.

Presión de los iguales.
Influencia sobre una persona ejercida por individuos cercanos y
de características similares para que adopten
comportamientos del grupo entre los que puede incluirse el uso de
drogas. Los jóvenes y adolescentes son especialmente
sensibles a la presión de los iguales, si bien es una
influencia relevante a cualquier edad. Este concepto ha
contribuido al desarrollo de estrategias de prevención que
enfatizan el entrenamiento en habilidades para rechazar la oferta
de drogas.

Basado en: UNDCP,
2000.

Ver: Influencia de los iguales;
Apoyo de los iguales.

Prevención. La
prevención puede definirse en sentido amplio como la
acción y el efecto de las intervenciones diseñadas
para cambiar los determinantes individuales, sociales y
ambientales del abuso de drogas legales e ilegales, incluyendo
tanto la evitación del inicio al uso de drogas como la
progresión a un uso más frecuente o regular entre
poblaciones en situación de riesgo. Las premisas
básicas que deben orientar el trabajo preventivo
son:

– Las estrategias de prevención
deben ser estructuradas globalmente para reducir la influencia de
los factores de riesgo individuales y ambientales, así
como para aumentar los factores de resiliencia o
protección.

– La implicación de la comunidad es
un componente necesario para lograr una prevención
eficaz.

– La prevención debe ser entrelazada
con los sistemas de atención general a la salud y de
servicios sociales, contribuyendo a un servicio continuado e
integral.

– Las estrategias preventivas y los
mensajes son más efectivos cuando están adaptados a
los diferentes grupos de población.

Las intervenciones preventivas pueden ser
de carácter amplio, dirigidas al conjunto de la
población, tales como campañas generales
informativas o educativas en medios de comunicación,
iniciativas de tipo comunitario y programas escolares dirigidos a
jóvenes o estudiantes en general. También pueden
estar dirigidas a poblaciones en situación de alto riesgo,
tales como niños de la calle, jóvenes
desescolarizados, hijos de personas con problemas de dependencia
a las drogas, delincuentes en libertad o en prisión,
etc.

Esencialmente, la prevención se
dirige a los siguientes componentes principales: a) crear
conciencia e informar / educar acerca de las drogas y de sus
efectos nocivos para la salud y la sociedad, y promover conductas
prosociales y normas contrarias al consumo de drogas; b)
capacitar a las personas y los grupos para adquirir habilidades
personales y sociales que les permitan desarrollar actitudes
contrarias a las drogas y evitar su consumo; y c) promocionar
ambientes de apoyo y alternativas saludables, con conductas y
estilos de vida más productivos y satisfactorios, libres
del uso de drogas.

Adaptado de: UNDCP, 2000; y CSAP,
1993.

Ver: Estrategias de
prevención; Política preventiva; Prevención
universal; Prevención selectiva;

Prevención indicada;
Principios de prevención.

Prevención indicada. Los
programas indicados se dirigen a personas que no presentan los
criterios diagnósticos de adicción pero que
muestran signos previos (Ej., consumidores de drogas "de
entrada", personas con conducta antisocial con problemas
psicológicos).

Estos programas se caracterizan
por:

– Dirigirse a personas que experimentan los
primeros síntomas de abuso de sustancias o que tienen
otros problemas de conducta relacionados.

– Estar diseñados para detener la
progresión del abuso de sustancias o desórdenes
relacionados.

Poder dirigirse a múltiples
conductas simultáneamente.

– Seleccionar cuidadosamente a los
participantes / destinatarios.

– Valorar específicamente los
factores de riesgo individuales y los problemas de
conducta.

– Ser extensos en el tiempo y, al mismo
tiempo, intensivos. Se desarrollan en largos períodos de
tiempo (meses) con altas frecuencias (una hora diaria, cinco
días a la semana) y requieren un gran esfuerzo por parte
de los participantes.

– Intentar cambiar las conductas de los
participantes.

– Requerir un personal muy especializado
que tenga entrenamiento clínico.

– Tener mayores costes que los universales
o los selectivos.

Basado en: NIDA, 1997
b.

Ver: Niveles de intervención
según riesgo soportado; Prevención selectiva;
Prevención Universal.

Prevención selectiva. Los
programas selectivos se dirigen a subgrupos que presentan un
especial riesgo de consumo de drogas. Los grupos en
situación de riesgo pueden establecerse

en base a cualquiera de los factores
biológicos, psicológicos, sociales o ambientales
que han sido caracterizados como factores de riesgo. Las
características de este tipo de programas son:

– Están diseñados para
retrasar o prevenir el abuso de sustancias
psicoactivas.

– Los participantes comparten
características que les hacen pertenecer a un grupo en
situación de riesgo.

– Generalmente no se valora el grado de
vulnerabilidad o de riesgo personal de los miembros del grupo de
riesgo, pero se supone tal vulnerabilidad por pertenecer a
él.

El conocimiento de los factores de riesgo
específicos permite el diseño de acciones
específicamente dirigidas a esos factores.

– Generalmente se desarrollan en
períodos largos de tiempo y requieren más
dedicación y esfuerzo por parte de los participantes que
los programas universales.

– Requieren personal con formación
específica ya que debe trabajar con jóvenes
multiproblemáticos, familias y comunidades de
riesgo.

– Los costes por persona son
mayores.

– Las actividades están más
relacionadas con la vida diaria de los participantes e intentan
cambiar a estos participantes en una dirección concreta,
por ejemplo, incrementando en ellos las habilidades de
comunicación.

Basado en: NIDA, 1997
b.

Ver: Niveles de intervención
según riesgo soportado; Prevención indicada;
Prevención Universal.

Prevención universal. Los
programas universales son aquellos que se dirigen a
población general (nacional, regional, comunidad local,
escuela, barrio, etc.) con mensajes y programas destinados a
impedir o retrasar el consumo de drogas. Este tipo de programas
se caracteriza por:

– Estar diseñados para alcanzar a
toda la población, sin tener en cuenta las situaciones de
riesgo individuales. Los destinatarios no son
seleccionados.

– Dirigirse a grandes grupos de
personas.

– Estar diseñados para retrasar o
prevenir el abuso de sustancias psicoactivas.

– Tener, generalmente, un bajo ratio
personal / audiencia.

– Requerir menos tiempo y esfuerzo de la
audiencia que la demandada en los programas selectivos o
indicados.

– El personal suele estar formado por
profesionales de otros campos, tales como profesores, que han
sido entrenados para aplicar el programa.

– El coste por persona suele ser más
bajo que en los selectivos o indicados.

Los programas universales pueden
diseñarse para cualquier ámbito de
intervención (escolar, familiar, comunitario)

Basado en: NIDA, 1997
b.

Ver: Niveles de intervención
según riesgo soportado; Prevención indicada;
Prevención selectiva.

Principios de prevención. Los
principios son indicaciones de carácter prescriptivo que
pueden proporcionar orientaciones para la implementación
de los programas o para definir las prácticas más
efectivas. Estos principios suelen derivarse de los resultados
obtenidos a través de estudios de evaluación o de
meta-evaluación de programas de prevención basados
en la investigación. La Estrategia Nacional sobre Drogas
2000-2008 establece los siguientes principios de actuación
en materia de prevención del consumo de drogas:

Los programas preventivos deberán
abordarse de forma que se posibilite la sinergia de actuaciones
en los ámbitos policial, sanitario, educativo, laboral,
social, etc. Este componente

de intersectorialidad abarca también
la actuación de los diferentes niveles de las
Administraciones y el movimiento social. La corresponsabilidad
social y la participación activa de los ciudadanos se
consideran principios básicos sobre los que debe asentarse
cualquier intervención en este campo. Sólo desde el
ejercicio de la responsabilidad individual y colectiva puede
encararse con éxito un trabajo que necesitará del
cambio de actitudes y comportamientos individuales y sociales
para lograr construir una sociedad libre de la dependencia a
sustancias. En este sentido, el papel de los medios de
comunicación se considera también clave.

Otro pilar fundamental de cualquier
estrategia preventiva será la promoción de la
educación para la salud. Así, la educación
sanitaria de la población general y la educación
para la salud en la escuela se convierten en estrategias
básicas a partir de las cuales se deberán
diseñar programas y actuaciones. En la actualidad no puede
concebirse un área de prevención del consumo de
drogas que, a su vez, no contenga medidas destinadas a la
reducción de riesgos y de las enfermedades y trastornos
infecciosos asociados.

Basado en: CSAP, 2001a ; y DGPND,
2000.

Ver: Educación para la salud;
Educación sanitaria; Educación sobre drogas;
Prevención.

Probabilidad. Límite de la
frecuencia relativa de un acontecimiento en una secuencia de N
ensayos aleatorios, cuando N se acerca al infinito. Se trata de
una medida, con rango de valores de cero a uno, del grado de
creencia en una hipótesis o afirmación.
Término que hace referencia al grado de incertidumbre
sobre la ocurrencia de un fenómeno aleatorio.

Clásicamente se define mediante el
cociente entre el número de casos favorables a la
ocurrencia de un suceso y el número total de casos
posibles. Es decir:

Probabilidad de un suceso S,

P(S) = Nº resultados correspondientes
al suceso S / Nº total de resultados.

Descripción cuantitativa de la
posibilidad que un suceso determinado ocurra.

Teoría que estudia los
fenómenos aleatorios y que constituye el fundamento de la
Estadística teórica.

Adaptado de: Last, 1989;
Domènech i Massons, 1982; Rubio Cebrián, 1995; y
Hulley y Cummings,

1993.

Proceso de datos. Conversión
(como la realizada mediante ordenador) de la información
aportada por los datos en bruto, para conseguir una forma
utilizable o almacenable.

El término se utiliza a menudo con
escaso rigor, en el sentido de análisis estadístico
de los datos mediante un programa de ordenador.

Adaptado de: Last,
1989.

Problemas relacionados con las
drogas.
Cualquiera de las consecuencias nocivas del uso de
drogas, particularmente de drogas ilegales. "Relacionado" no
necesariamente implica causalidad. El término fue
acuñado por analogía con "problema relacionado con
la bebida" pero es menos usado ya que es el uso de drogas en
sí mismo, más que sus consecuencias, lo que tiende
a ser definido como el problema. Puede ser usado para referirse a
problemas a nivel individual o social.

En relación al control internacional
de drogas, los problemas relacionados con las drogas son tenidos
en cuenta para establecer un nivel de control para una sustancia
controlada a través de una valoración de la OMS del
potencial de adicción de una droga y del riesgo de abuso.
"Problemas de drogas" es un término afín, pero
puede ser confundido con "el problema de la droga",
refiriéndose a las drogas ilegales como tema
político.

Adaptado de: WHO,
1994.

Problemas con la bebida. Consumo de
alcohol que da lugar a problemas individuales o colectivos, de
salud u otro tipo de problemas personales o sociales. Este
término ha sido usado desde mediados de los años 60
en un sentido más general que evita el concepto de
enfermedad implícito en el término alcoholismo. En
algunos usos, "problemas con la bebida" es asimilado al concepto
de alcoholismo como un estadio temprano o menos
severo.

Adaptado de: OMS,
1994.

Ver: Alcohol; Bebedor no
problemático.

Productos del programa. Elementos
materiales o actividades realizados como consecuencia

del programa. Incluye básicamente
tres grupos de productos: los materiales realizados para la
ejecución del programa (material didáctico,
anuncios, folletos, carteles, etc.), las publicaciones relativas
al programa o a sus resultados (artículos en revistas
científicas, libros, etc.), y las actividades de
formación o divulgación (seminarios, talleres,
conferencias, presentaciones, etc.).

Programa. Intervención
estructurada diseñada para cambiar las condiciones
sociales, físicas, económicas o políticas en
un área geográfica definida o en una
población determinada.

En prevención del consumo de drogas,
generalmente se refiere a un conjunto de actividades
coordinadas, realizables en función de unos recursos
previamente establecidos, que tiene por objeto el logro de
objetivos generales y específicos relacionados con la
reducción de los problemas asociados a las drogas y a sus
usos.

Basado en: CSAP, 2001
b.

Programa basado en la
investigación.
Programa que está basado en una
teoría contrastada, que plantea actividades relacionadas
con esa teoría, y que ha sido razonablemente bien
implementado y adecuadamente evaluado.

Adaptado de: CSAP, 2001
b.

Programa comunitario. Actividades
realizadas en el entorno de la comunidad que estimulan la
participación de los representantes comunitarios o
instituciones (Ej., colegios, centros juveniles, comunidades de
vecinos, barrios, asociaciones, etc.) a fin de intervenir en el
entorno inmediato de las personas y facilitar su
participación activa en el contexto social.

En general, la prevención
comunitaria puede definirse como aquella estrategia de
intervención preventiva que busca comprometer
a la propia comunidad en la búsqueda de soluciones. De
acuerdo con este modelo, la prevención no es un problema
al que los especialistas y profesionales deben dar una respuesta,
sino que es competencia de la comunidad misma que, huyendo de
toda delegación, se constituye en sujeto agente de la
actuación preventiva.

Diseñar el trabajo preventivo desde
el modelo comunitario permite aunar el esfuerzo de distintos
sectores que coinciden en una misma intencionalidad preventiva,
estableciendo el contexto general para una actuación
global secuenciada en distintos momentos y escenarios. De acuerdo
con este paradigma, la prevención deja de ser una
intervención fragmentaria (familiar, escolar, laboral,
etc.) para constituirse en un todo unitario que incorpora a su
desarrollo las posibilidades de trabajo de estos diversos
ámbitos.

La metodología propia de los
programas comunitarios exige, en primer lugar, la
participación del tejido social (ciudadanos, asociaciones,
etc.) y de los recursos institucionales generales (culturales,
deportivos, educativos, de servicios sociales, etc.). En segundo
lugar, requiere un proceso de diálogo y negociación
que articula la relación entre los participantes en el
programa y que alcanza a todo el diseño e
implementación del mismo.

Basado en: Ortiz de Anda,
1998.

Programa con tutores (Mentoring).
Son programas, generalmente de carácter
comunitario, que incluyen entre sus componentes el
establecimiento de relaciones de tutoría entre adultos
(fundamentalmente voluntarios) y los miembros del grupo diana. A
menudo se han empleado personas de cierta edad (por Ej., mayores
de 55 años) que son emparejadas con niños para
mejorar sus actitudes hacia los adultos.

Generalmente, la tutorización es
sólo un elemento de apoyo que completa otras
intervenciones en el ámbito escolar o
comunitario.

Programa de alternativas (ocio y tiempo
libre).
Los programas de prevención basados en el
desarrollo de alternativas de ocio y tiempo libre intentan
ofrecer una oferta, generalmente amplia, de actividades
saludables que permitan a la población destinataria
(generalmente, infantil o juvenil) lograr un empleo satisfactorio
del ocio al margen del consumo de drogas.

A menudo estos programas se realizan a
través de la iniciativa comunitaria, implicando al
movimiento asociativo en su ejecución. Entre las
actividades habitualmente ofertadas cabe citar los deportes,
cine, teatro, animación a la lectura, actividades de
aventura (acampada, senderismo, etc.), manualidades, pintura,
informática, etc. Especial valor preventivo parecen tener
las actividades que implican algún tipo de servicio a la
comunidad, ya que están directamente relacionadas con el
desarrollo de actitudes prosociales.

Sus objetivos se orientan tanto a
proporcionar actividades satisfactorias, alternativas al consumo
de drogas (especialmente de sustancias legales), como a reducir
la presión hacia el consumo (generando espacios en los que
el consumo de drogas no se produce y favoreciendo la
creación de grupos de iguales organizados en torno a
intereses distintos del consumo de drogas).

Ver: Alternativas al consumo de
drogas.

Programa de asistencia a empleados
(Employee Assistance Programme, EAP).
Tiene por objeto ayudar
a los empleados a superar problemas que pueden interferir en su
trabajo, incluyendo el uso de alcohol u otras drogas, otros
problemas de salud, así como problemas personales, de
pareja, familiares, legales o financieros. Este programa
proporciona a los encargados, supervisores y delegados sindicales
medios para acceder a un conocimiento técnico adecuado,
así como asesoramiento y ayuda para manejar a los
empleados con este tipo de problemas.

Una característica importante de los
Programas de Asistencia a Empleados es un tratamiento más
constructivo que punitivo de los problemas con el alcohol u otras
drogas de los trabajadores. El presupuesto que subyace a este
planteamiento es que ayudar a los empleados redundará en
una mejor ejecución del trabajo. Las actividades
básicas de un Programa de Asistencia a Empleados incluyen
(1) asesoría y entrenamiento a las personas adecuadas en
la identificación y resolución de asuntos que
afectan al rendimiento laboral y que pueden estar relacionados
con los temas al principio mencionados; (2) valoración de
problemas confidencial, adecuada y oportuna; (3)
derivación para un diagnóstico, tratamiento y
asistencia adecuados; (4) establecimiento de vínculos
entre la empresa y los recursos de la comunidad que proporcionan
tales servicios y (5) servicio de seguimiento para
los empleados que usan los citados servicios.

Normalmente, la derivación a un
programa de este tipo se produce como alternativa al despido u
otro tipo de sanción. El término es originario de
Estados Unidos pero es ampliamente usado en la
actualidad.

Adaptado de: CSAP, 1993; Salvador
Llivina, Suelves Joanxich y Del Pozo Irribarría, 2003;
y

WHO, 1994.

Ver: Programa de empresa libre de
humo; Test de consumo de drogas en el lugar de
trabajo;

Programa de asistencia a
estudiantes.

Programa de asistencia a
estudiantes.
Los Programas de Asistencia a Estudiantes se
enfocan hacia la conducta y el rendimiento en la escuela, usando
un proceso de detección de problemas relacionados con el
tabaco, el alcohol y otras drogas. Se basa en los Programas de
Asistencia a Empleados utilizados en muchas empresas y suponen
una colaboración entre los recursos de salud y las
escuelas, contando a menudo con los servicios comunitarios de
valoración y tratamiento. Estos programas no se limitan a
los problemas con el tabaco, el alcohol y otras drogas, sino que
pretenden también identificar, derivar y ayudar a los
estudiantes con todo aquello que pueda dificultar su adecuado
desarrollo.

Pretenden proporcionar al personal que
trabaja en las escuelas un mecanismo que le ayude a resolver los
diferentes problemas que pueden contribuir al uso de drogas. Para
ello, los profesores y el resto del personal reciben
formación sobre cómo detectar a los jóvenes
que tienen problemas. Sin embargo, ellos no tienen que realizar
la intervención, sino que los estudiantes que lo necesitan
son derivados a los correspondientes servicios
asistenciales.

Los elementos más comunes en los
programas de asistencia a estudiantes incluyen la
detección temprana de los alumnos con problemas,
derivación a las personas designadas para ayudarles,
servicios intra-escolares como asesoramiento individual y en
grupo, derivación a otros recursos y
seguimiento.

Adaptado de: CSAP,
1993.

Ver: Programa de asistencia a
empleados.

Programa de empresa libre de humo.
Conjunto de actuaciones que se desarrollan en el marco laboral
para abordar los problemas derivados del uso del tabaco en el
lugar de trabajo. Para su adecuado desarrollo debe contarse con
la participación de todos los interlocutores y contemplar
actuaciones tanto preventivas como asistenciales. Un programa
amplio de empresa libre de humo tiene como objetivos: a) proteger
a todos los empleados de la exposición a uno de los
mayores factores de riesgo laboral: el Aire Contaminado por Humo
de Tabaco (ACHT); b) apoyo a los empleados que fuman para reducir
o abandonar definitivamente el consumo de tabaco; y c) mejorar el
clima laboral y la imagen social de la empresa.

Las empresas han desarrollado un variado
abanico de actuaciones y políticas corporativas en este
ámbito. Así, encontramos desde la
prohibición general de fumar en todas las instalaciones de
la empresa dictada desde la dirección, a la
delimitación y oportuna señalización de
aquellos espacios en los que no está permitido
fumar.

Adaptado de: Salvador Llivina,
Alonso Viteri, Orpella García y Plana Almuni,
2003.

Ver: Programas de Asistencia a
Empleados.

Programa de formación.
Referido a la prevención del consumo de sustancias
psicoactivas, es un conjunto organizado de actividades que tienen
por objeto capacitar a los agentes preventivos, dotándoles
de los conocimientos y las habilidades necesarias para que su
participación en las intervenciones preventivas sea lo
más efectiva posible.

El término "programa formativo" se
emplea en ocasiones incorrectamente por oposición a
"programa informativo" para referirse a intervenciones que tratan
de lograr objetivos de mayor alcance educativo que la simple
diseminación de información. Este tipo de programas
se dirigen a la propia población diana (no a los agentes
de prevención) y tienen objetivos de carácter
educativo, por lo que se encuadran dentro de las estrategias de
desarrollo de competencias.

Ver: Estrategias de
prevención.

Programa de prevención.
Conjunto organizado y coordinado de intervenciones, realizables
en unos plazos de tiempo establecidos, en función de unos
recursos materiales y humanos previamente determinados, que tiene
por objeto el logro de unos objetivos de prevención
concretos en una población diana definida.

Ver: Intervención; Programa;
Objetivos de prevención; Población
diana.

Programa efectivo. Se trata de un
programa basado en la investigación y que produce de forma
consistente resultados positivos, afectando a la mayoría
de los objetivos planteados.

Basado en: CSAP,
2000.

Ver: Programa basado en la
investigación; Transferencia de
tecnología.

Programa escolar. Conjunto
coordinado de actividades y recursos destinados a los
niños que asisten al colegio. A menudo la
prevención del consumo de drogas está integrada en
el programa curricular de la educación para la salud.
Suelen ser elementos característicos de esta
orientación los materiales específicos para el
profesor, la formación sobre drogas del profesorado, y la
reorganización del programa diario del colegio,
estimulando la participación activa de los alumnos y de
los padres.

Cada autor señala las
características que considera más adecuadas para
que un programa escolar sea efectivo. Por ejemplo, Botvin (1995)
(cit. Ballard, 2002) señala que deben tener cinco
características: contener componentes que hagan a los
alumnos conscientes de las tasas de uso de drogas y de que
sólo un porcentaje limitado de adolescentes usa drogas
(educación normativa); enseñar diversas habilidades
para la vida (establecimiento de metas, auto-reforzamiento, toma
de decisiones, solución de problemas, estrategias de
análisis y pensamiento crítico, habilidades para
conocer gente y hacer amigos y asertividad general); ser
correctamente implementados; aplicarse al principio de la
educación secundaria; incluir sesiones de repaso en dos o
más años; ofrecer formación y apoyo experto
a los profesores.

Con el fin de favorecer la
generalización de los aprendizajes escolares a otros
ambientes y facilitar la implicación de las familias en
los programas de prevención, cada vez es más
frecuente que los programas escolares incluyan actividades
destinadas a los padres.

Éstas pueden aplicarse de modo
directo (reuniones de padres, materiales informativos,
participación en la organización de actividades
extraescolares) o indirecto (actividades para los alumnos que
deben ser realizadas en casa con la ayuda de los
padres).

En estos casos, generalmente las
actividades para los padres no se consideran como un programa
familiar sino como parte del programa escolar.

Ver: Padres y
prevención.

Programa específico de
género.
Intervención dirigida a la
prevención del consumo o abuso de drogas con un enfoque de
género, es decir, una aproximación que tiene en
cuenta las características especiales que influyen en cada
sexo para el riesgo de consumir drogas.

Programa específico
socio-cultural.
Intervención dirigida a la
prevención del consumo o abuso de drogas con un enfoque
que toma en consideración y de forma prioritaria las
características especiales de determinados grupos
socio-culturales (gitanos, inmigrantes, etc.) que les pueden
hacer especialmente vulnerables al consumo de drogas.

Ver: Competencia
cultural.

Programa extraescolar. Actividades
dirigidas a jóvenes fuera del marco escolar y que abarcan
tanto la organización de actividades de tiempo libre para
niños o adolescentes escolarizados como intervenciones
específicas para jóvenes, todavía en edad
escolar (no obligatoria), pero que han abandonado la
institución escolar. Pueden incluir una amplia variedad de
actividades (culturales, deportivas, naturaleza, exposiciones,
actividades con el grupo de iguales, etc.).

Ver: Programa de alternativas (ocio
y tiempo libre).

Programa familiar. Actuaciones
dirigidas a incorporar a los padres en las actividades de
prevención del consumo de drogas de sus hijos por medio de
la información, el cambio de actitudes y el desarrollo de
habilidades adecuadas para su función como
mediadores.

Por padres hay que entender cualquier
persona adulta que se responsabiliza y ocupa del crecimiento de
los menores, bien sea según el marco legal (por Ej.,
tutores) o en el contexto de las nuevas familias.

Los programas de prevención familiar
suelen ir destinados a padres, a hijos o a ambos, aunque no se
desarrollen en el entorno del hogar. Con frecuencia se realizan
en el centro escolar, servicios sociales, etc. La familia puede
ser extensa, nuclear o monoparental.

Ver: Padres y prevención;
Programa escolar.

Programa indicado

Ver: Prevención
indicada.

Programa laboral. Actividades
coordinadas dirigidas al entorno laboral para informar,
sensibilizar, consensuar y promover cambios organizacionales en
los distintos niveles y sectores de la empresa (directivos,
trabajadores, representantes sindicales, servicios de salud
laboral, etc.).

La finalidad de estas intervenciones es
prevenir o disminuir el consumo de drogas legales o ilegales
desde el lugar de trabajo, reducir los riesgos asociados al
consumo de drogas y disminuir los accidentes laborales
relacionados con el consumo de drogas.

Ver: Factores de riesgo laborales;
Programa de asistencia a empleados; Test de consumo de drogas en
el lugar de trabajo; Programa de empresa libre de
humo.

Programa multicomponente. Programa
de prevención que usa simultáneamente
múltiples

intervenciones dirigidas hacia uno o
más problemas de abuso de sustancias. Los programas que
implican múltiples intervenciones coordinadas es
más probable que sean efectivos en lograr las metas
deseadas que los programas de componente único o que los
programas que incluyen múltiples intervenciones pero no
coordinadas.

Tomado de: CSAP, 2001a
.

Programa selectivo

Ver: Prevención
selectiva.

Promoción de la Salud. La
promoción de la Salud constituye un proceso
político y social global que abarca no solamente las
acciones dirigidas a fortalecer las habilidades y capacidades de
los individuos con el fin de que incrementen el control sobre su
salud para mejorarla, sino también las dirigidas a
modificar las condiciones sociales, ambientales y
económicas, con el fin de mitigar su impacto en la salud
pública e individual. En este proceso, la
participación desempeña un papel
fundamental.

La Carta de Ottawa identifica tres
estrategias básicas para la Promoción de la Salud:
a) promover el activismo por la salud, con el fin de
crear las condiciones sanitarias esenciales;

b) facilitar que todas las personas puedan
desarrollar su potencial de salud; y c) mediar a favor de la
salud, en el proceso de gestión de los distintos
intereses, opuestos, que se dan en la sociedad.

Estas estrategias se desarrollan en cinco
áreas de acción prioritarias, contempladas en la
Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud: Establecer
una política saludable, crear entornos que apoyen la
salud, fortalecer la acción comunitaria para la salud,
desarrollar las habilidades personales y reorientar los servicios
sanitarios.

Tomado de: OMS,
1999.

Ver: Educación para la Salud;
Capacitación para la salud; Salud.

Protocolo. Plan o serie de pasos que
hay que seguir en un estudio o investigación o en un
programa de intervención. Conjunto de recomendaciones
diagnósticas o terapéuticas aceptadas por un grupo
como las más idóneas ante determinado
problema.

Adaptado de: Last,
1989.

Ver: Algoritmo.

Proyecto versus programa. Un
proyecto es un conjunto de actuaciones y actividades dirigidas al
logro de unos objetivos determinados, realizado dentro del marco
de un programa y con un menor alcance que éste.

Adaptado de: Alvira,
1999.

Prueba estadística.
Procedimiento para decidir si una hipótesis sobre la
distribución de una o más poblaciones de variables
debe aceptarse o rechazarse. Las pruebas estadísticas
pueden ser paramétricas o no
paramétricas.

Adaptado de: Last, 1989; y
Domènech i Massons, 1982.

Prueba con dos colas. Prueba de
significación estadística, basada en la
presunción de que los datos se distribuyen en ambas
direcciones a partir de un(os) valor(es) central(es) y, por
tanto, los valores por los que podemos rechazar la
hipótesis nula están situados en ambas colas de la
distribución de probabilidad.

Adaptado de: Last, 1989;
Domènech i Massons, 1982; y Center for Applied Statistics,
2003.

Prueba de Chi-Cuadrado. Toda prueba
estadística basada en la comparación con una
distribución de chi-cuadrado. Las pruebas de chi-cuadrado
más antiguas y corrientes son las empleadas para detectar
si dos o más distribuciones de la población
difieren entre sí; también se pueden comparar una
muestra y una distribución teórica esperada, o
muestras procedentes de las distribuciones de estudio. Permite la
comparación de dos atributos de una muestra de datos para
determinar si existe relación entre ellas. Permite
comparar las frecuencias observadas con las que se
esperarían si se cumpliera la
hipótesis nula de no asociación entre ellas. La
prueba chi-cuadrado de Pearson es probablemente la más
conocida. Otra prueba es la de Mantel-Haenszel.

Adaptado de: Last, 1989;
Domènech i Massons, 1982; Argimón Pallás y
Jiménez Villa, 1994; y

Hulley y Cummings,
1993.

Prueba de cribado. Un procedimiento
o instrumento de medida, psicosocial o biológico, cuyo
objetivo principal es detectar una característica,
alteración, signo, enfermedad o factor de riesgo en una
población determinada.

Adaptado de: WHO,
1994.

Ver: Cribado.

Prueba de la bondad de ajuste.
Prueba estadística usada para contrastar la
hipótesis de que los datos proceden de una muestra
aleatoria o bien de una población que sigue una
distribución o modelo teóricamente especial. La
más común de estas pruebas es la de
chi-cuadrado.

Adaptado de: Last,
1989.

Prueba de la razón de
probabilidades.
Prueba estadística basada en el
cociente entre el valor máximo de la función de
probabilidad bajo un modelo estadístico, y el valor
máximo bajo otra clase de modelo estadístico. Los
modelos difieren en los parámetros que incluyen uno u
otro.

Tomado de: Last,
1989.

Prueba de Mantel-Haenszel. Prueba de
chi-cuadrado para datos estratificados, cuya intención es
controlar los factores de confusión.

Adaptado de: Last,
1989.

Prueba de Mcnemar. Variante de la
prueba de Chi-cuadrado para datos apareados. Es un caso especial
de la Prueba de Mantel-Haenszel.

Tomado de: Last,
1989.

Prueba de
significación

Ver: Valor de "p`";
Significación Estadística.

Pruebas o test psicológicos para
la prevención.
Pruebas estructuradas de
exploración de variables o constructos psicológicos
(ansiedad, estado de ánimo, percepciones, opiniones, etc.)
que requieren responder, generalmente de forma escrita, a
preguntas no ambiguas y cuyo significado es uniforme. En el campo
de la prevención se utilizan para la evaluación de
intervenciones y/o para la valoración de la
situación inicial antes de la intervención.
Presentan instrucciones estandarizadas sobre la
administración, uso, contenido, puntuación e
interpretación.

Ver: Banco de instrumentos (de
evaluación).

Randomización

Ver:
Aleatorización.

Razón. En general, valor
obtenido al dividir una cantidad por otra. Se trata de un
término que agrupa distintas subclases (tasa,
proporción, porcentaje, etc.). La diferencia entre
proporción y razón es que el numerador de una
proporción se halla incluido en la población
definida por el denominador, cosa que no ocurre necesariamente en
una razón. En la razón, sólo se expresan las
relaciones entre numerador y denominador, sin que el primero
esté incluido en el segundo (por ejemplo, la razón
entre el número de consumidores de heroína varones
y mujeres). También se entiende como el resultado de la
comparación entre dos fenómenos cuantificables. Es
un término sinónimo de Ratio y Cociente.

Adaptado de: Last, 1989; Rubio
Cebrián, 1995; y Argimón Pallás y
Jiménez Villa, 1994.

Ver: Tasa.

Recopilación de datos.
Procedimiento de obtención de datos a partir de las
fuentes adecuadas para obtener los datos cuantitativos y
cualitativos necesarios para planificar una intervención,
evaluarla, analizar las necesidades y cualquiera de las etapas y
procesos de la programación y evaluación de
intervenciones. Pueden proceder de entrevistas, registros,
fichas, etc.

Adaptado de: Argimón
Pallás y Jiménez Villa, 1994; y CSAP,
2001a.

Recursos de la evaluación.
Recursos humanos, materiales y financieros utilizados en la
evaluación de una intervención
preventiva.

Tomado de: CEPS, 2002
c.

Recursos para la prevención.
Medios materiales y humanos para la realización de
programas de prevención. A título de ejemplo, en
España, si una persona o un grupo desean implicarse en
intervenciones preventivas, pueden tratar de explorar la
obtención de los recursos necesarios en los siguientes
ámbitos: Administración Central: El órgano
de coordinación de las actuaciones que se realizan en
materia de drogodependencias en el conjunto del Estado es la
Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre
Drogas, dependiente del Ministerio del Interior. Otros
órganos de la Administración, especialmente los
dependientes de los Ministerios de Sanidad, Educación,
Cultura y Deporte, Trabajo y Asuntos Sociales, etc., pueden
ofrecer asesoramiento y, eventualmente, ayudas económicas
para el desarrollo de programas de prevención.
Administración Autonómica:

Cada una de las Comunidades y Ciudades
Autónomas dispone de un Plan Autonómico sobre
Drogas encargado, entre otras cosas, de la planificación y
realización de programas de prevención en sus
respectivos territorios. En ellos se puede obtener asesoramiento
y eventualmente ayuda para programas de prevención.
Administración local y otras entidades comunitarias: A
menudo las comunidades disponen de recursos aprovechables en
programas de prevención. Las asociaciones locales
(juveniles, culturales, deportivas, etc.), el voluntariado y
algunos departamentos de los Ayuntamientos (deporte, cultura,
sanidad, educación, servicios sociales, etc.) pueden
aportar recursos de gran interés para la
realización de programas preventivos. Algunas localidades,
especialmente las de mayor población, disponen de Planes
Municipales sobre Drogas, los cuales facilitan la
participación en las iniciativas de prevención que
se lleven a cabo en el municipio.

Ver: Delegación del Gobierno
para el Plan Nacional sobre Drogas.

Redes sociales. Una red social
está constituida por un grupo de personas, que
interactúan unas con otras, y que podrían estar o
no estar relacionadas. Las redes se forman en función de
intereses comunes y, en relación al mantenimiento de la
salud, constituyen relaciones o vínculos sociales entre
las personas que pueden facilitar el acceso o movilización
del soporte social a favor de la salud.

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