Reproduccion gráfica de las batallas de Vilcapugio y Ayohuma (página 3)
G) Avance del ejército patriota
por el Camino Real de Postas.
H) Pezuela abre su marcha hacia
Vilcapugio.
I) Belgrano se retira hacia
Potosí.
J) Díaz Vélez, desde
Potosí, se reintegra con parte de los dispersos de
Vilcapugio a Belgrano antes de Ayohuma.
K) Pezuela avanza de Vilcapugio hacia la
pampa de Ayohuma, con la intensión de dar
batalla.
L) Díaz Vélez; (mayor
general del ejército patriota) retrocede con parte de
los dispersos del 8vo. y la reserva (Regimiento N°1)
hacia Potosí, para al tiempo reunirse con Belgrano en
Ayohuma.
M) Avance del comandante Castro hacia
Vilcapugio después de dispersar a Cárdenas en
Ancacato.
Conclusiones:
"¿Qué es lo que pudo obligarnos a
una batalla desventajosa?"
General José María
Paz
Dice Paz: "El general Belgrano
manifestó su resolución de dar una segunda batalla
¿Fue un error ó un acierto esta resolución?
Para contestar no quiero apelar al resultado, pues entonces
sería indispensable condenarla, como se debiera aprobar si
hubiésemos ganado la acción de Ayohuma, voy
solamente a pesar las razones que militan en pro y en contra de
ella y de allí decidir lo más
razonable.
Por un lado están los inconvenientes de una
marcha retrógrada y el desaliento que imprime a los
pueblos que a virtud de ellos quedan expuestos al enemigo,
había otro inconveniente que había creado acaso el
general Belgrano con sus almacenes de víveres, si es que
no tenía como retirarlos. Podía haber ocurrido
alguna deserción de esa tropa cochabambina, lo que
importaba bien poco, y para que nada quede por decir,
podía haberse entibiado el ardor de las montoneras
ó republiquetas que pululaban alrededor del enemigo pero
que no le ofendían, y que las disipaba con la mayor
facilidad empleando unas cuantas partidas.
Por otra parte militaban razones sumamente poderosas
que me inclinaban a opinar que el general Belgrano debió
demorar la acción por unos días, retirándose
entretanto sobre Potosí ó Chuquisaca, hasta que
llegase la oportunidad, bastaría decir para persuadirlo,
que carecíamos de artillería, pues no
merecían ese nombre unos cuatro ó cinco
cañoncitos de "a uno" (11) Eran más bien unos malos
pedreros que no podían prestar servicio alguno y que solo
se habían traído no se de donde, para hacernos
ilusión. Más esto no era porque el ejército
careciese de artillería, pues tenía además
de la propia, la que había conquistado en las batallas de
Tucumán y Salta, sin que la pérdida de Vilcapugio
llegase a la mitad, pero que se había dejado en Salta y
Jujuy, y solo fue después de nuestro primer contraste que
se mandó venir a marchas forzadas. Con ocho días
más, es fuera de duda que hubiéramos tenido un
hermoso tren y que no hubiésemos dado batalla con esa
desventaja. No siempre una marcha retrógrada desmoraliza y
enerva el espíritu del soldado" "Bien conoce éste
cuando la retirada no es efecto de la debilidad, sino un medio de
asegurar la victoria. Replegándonos en las circunstancias
en que nos hallábamos, nos aproximamos a nuestros
recursos, reuníamos algunos hombres más, que
naturalmente se hallaban en esas grandes poblaciones, mientras el
enemigo, si nos seguía, se debilitaba y acababa con los
pocos medios que le quedaban de movilidad. La lentitud de de sus
marchas era un claro indicio de la nulidad de esos
medios".
Dice Mitre: "La resolución de
Belgrano, aunque animosa era imprudente.
"Salvo circunstancias excepcionalmente ventajosas,
una segunda batalla librada en tales condiciones
conduciría al desastre. Esto constituye un axioma
militar"
Von Clausewicz, De la Guerra, T. II, p.137,
Círculo Militar
La calidad y el número de sus tropas, la
inferioridad de su artillería, el efecto moral de su
reciente contraste y los riesgos a que se exponía la
revolución en el caso de una derrota, en momentos en que
la plaza de Montevideo reforzada por más de dos mil
soldados peninsulares, distraía la atención del
gobierno por el Oriente, todo esto le aconsejaba la retirada a
Chuquisaca ó a Potosí, remontar el personal y la
moral de su ejército, esperar la llegada de un nuevo tren
de artillería"
"Si como se perdió la batalla se hubiera
ganado, un nuevo laurel habría coronado las sienes del
vencedor, pero debido más bien a la ciega fortuna, que a
las combinaciones del genio militar. No lo pensaba así
Belgrano, y de allí provinieron las imprudencias y las
gravísimas faltas que cometió en esa
ocasión" Una acción que a pesar de todo pudo haber
ganado, si hubiese sabido aprovecharse de otras imprudencias y
errores, no menos graves que cometió el
enemigo".
1) Lamadrid Memorias T. Nº 1, p.
41
2) Mandaba personalmente las evoluciones,
presidía a la instrucción de los reclutas y estaba
en activa comunicación con las autoridades de los pueblos
y de este modo el derrotado de Vicapugio que había
permanecido más de quince días sin municiones en
Macha, logró al cabo de un mes restablecer la confianza de
los pueblos y remontar la moral de su ejército inspirando
a todos la seguridad de su triunfo. Lleno de fe en el triunfo
definitivo de la revolución, ocupábase en
extenderla por toda la América del Sur, dando una seria
atención a los negocios de la política. Con la
vista siempre fija sobre Lima, despachó nuevamente
emisarios a la costa del Bajo Perú con el objeto de
preparar una insurrección general de los pueblos,
así que se moviese sobre el enemigo. El historiador
español García Camba, decía lo siguiente:
"Belgrano, con pasmosa celeridad había reunido 4.400
hombres de sus derrotadas tropas. Esta pronta reunión hace
honor al enemigo: la mayor parte de los soldados de Belgrano,
rotos y dispersados en Vilcapugio, se dirigían a sus
hogares, cuando el activo caudillo logró detener los
fugitivos y reunir aquella fuerza en el pueblo de Macha".
Memorias para la historia. T. 1º p.106.
Torrente en las páginas 385, y 359 del tomo
1º de su Historia de la revolución hispanoamericana.
Imprenta Amarita 1830, dice lo siguiente: "Apoyados
todavía (después de Vilcapugio) en la
opinión de los pueblos de retaguardia, que se hallaba bien
pronunciada a su favor, reunieron con la mayor presteza sus
dispersos, levantaron nuevas tropas y desplegando una
energía tan vigorosa que los habría inmortalizado
si su causa no llevara el sello de la injusticia y de la
reprobación, llegaron a ponerse muy pronto en estado de
disputar el terreno a los victoriosos realistas.
3) Importa emplazar las tropas en un terreno
cortado. Von Clausewicz, De la Guerra T. II
4) Belgrano no tuvo en cuenta que: "En la
guerra, más que en ningún otro sitio, ocurren las
cosas de distinto modo a como se las había imaginado"
Ibidem T. I. pag. 297
5) Un hija de Buenos Aires llamada Tía
María y conocida como "Madre de la Patria, indiferentes
ante el persistente cañoneo, transportaban agua desde una
acequia para atender a nuestros soldados heridos en la
acción.
6) Atacando al enemigo sin amenazar sus flancos solo
por excepción se logran resultados tan considerables como
rodeándolo ó forzándolo a modificar su
frente de combate." Jomeini, Prècis de L"art de la
Guerre, cit. por el capitán Lindell Hart en Teoría
y Práctica de la Guerra, ps, 15/35 T.I. Círculo
Militar
7) "La artillería acrecienta el poder de
fuego, desde mi punto de vista es la más temible de las
tres armas, por consiguiente su ausencia debilita en forma muy
particular la fuerza intensiva del ejército, en efecto,
como el poder destructor del fuego, es mucho más eficaz
que el del movimiento. La carencia absoluta de caballería,
debilitaría en menor grado a un ejército que la
carencia absoluta de artillería. (El ejército
imperial de Brasil, la padeció en
Ituzaingo)
8) La línea patriota a pesar de tantas
desventajas se hizo el objeto de la admiración del
enemigo. Según declaración del mismo general
español, ella soportó valerosamente el
cañoneo que barría sus hileras
"Manteniéndose con tanta firmeza como si hubiesen criado
raíces en el lugar que ocupaban" (Son sus palabras) Nunca
se ha hecho un elogio más grande de las tropas
argentinas.
9) Pertenecientes al regimiento de Dragones del
Perú
10) En un combate contra un enemigo superior, el
peligro principal consiste por lo común, en la posibilidad
de ser rodeados y atacados desde varias direcciones
simultáneamente. Von Clausewicz, De la Guerra T. II,
p. 223
11) "Es apenas posible concebir como un
ejército compuesto por infantería y
caballería únicamente podría desarrollar
operaciones contra las tres armas reunidas" Dado que la
caballería es un arma auxiliar, empleada aisladamente,
solo ejerce acción decisiva contra fracciones ya
desorganizadas y bastan en estas circunstancias, algunas reservas
mantenidas a disposición para detenerla de golpe en el
primer corte insignificante del terreno. Von Clausewicz, Ob.
Cit.p. 122
Ybidem.
"La artillería acrecienta el poder de fuego,
desde ese punto de vista es la más temible de las tres
armas. Ybidem. En mi concepto uno de las razones más
poderosas que definió la batalla de Ytuzaingó fue
la oportuna y efectiva utilización de esa arma.
Ybidem
Teatro de la guerra en el Alto
Perú
1811/17
_________ Caminos
– – – – – – – – – Itinerario del ejército
Auxiliador del Perú comandado por el general Manuel
Belgrano
Lugar y fechas de enfrentamientos de ambos
ejércitos, desde Huaqui (26 de junio de 1811) hasta el
último combate
de la "guerrilla" comisionada en terreno ocupado por
el enemigo y comandada por el coronel Aráoz de La Madrid,
el 21 de mayo de 1817 en Chuquisaca.
Epílogo
Recorrer esos escenarios majestuosos, tremendos,
hostiles donde tanto esfuerzo argentino fue a frustrarse,
sobrecoge el alma.
"Realistas y patriotas se hallaron frente a frente,
los primeros encabezados por el virrey de Lima reacionaron contra
el "Juntismo". Así pues, estalla la guerra entre las dos
corrientes indianas. En el partido de Abascal (1) se movieron
sectores importantes de nativos de los dos Perú y
orientaciones de tinte localista en diversos puntos de esas
regiones contra la pretensión conductora de la junta
patriótica de Buenos Aires.
Las dos posiciones enfrentadas invocan la
adhesión a Fernando VII (Los patriotas solo por un tiempo,
1816, en realidad mucho antes, 1813) peleaban bajo las mismas
banderas y con tropa en su mayor parte indiana, pero ambos
monarquismos proponen sistemas de vida, sociales y
económicos sin avenencia posible, con mentalidades por
demás opuestas. Hay entonces una lucha a la
española, con mucho brío y poco cuartel, desde
Tucumán a La Paz, durante quince años plenos de
matices y paradojas.
Intenta Abascal penetrar en las provincias
interiores de "abajo", buscando el contacto con los efectivos de
Elío en el litoral y el avance a través de la
cordillera de los absolutistas de Chile.
Esta estrategia de triple cruce del Virreinato del
Río de la Plata se mantendrá en vigencia y
oportunidad hasta 1814.
Los patriotas del sur y los colonialistas del norte
buscan invadirse recíprocamente, y aquí, la
distancia y distintos problemas de los respectivos entornos, les
plantearán a los dos tremendos inconvenientes para sus
operaciones.
La superioridad de la infantería absolutista
integrada en su mayoría por gente de Arequipa, cuzco y
Puno, acostumbrada al esfuerzo en terreno alto y
montañoso, signará desde entonces las sucesivas
derrotas del partido patriota más allá de Suipacha,
durante las tres campañas. Las tropas de Buenos Aires, en
su casi totalidad formada en terreno y climas pampeanos ó
bajos, no podrá competir con sus oponentes en el escenario
altoperuano, colocado a tres y cuatro mil metros sobre el mar, y
cortado por estribaciones.
Ello sin caer en determinismos geográficos y
ateniéndonos a muchos factores de toda laya, que explican
el fracaso en el norte.
Por tres veces los ejércitos argentinos
habían penetrado triunfantes al Alto Perú y por
tres veces retrocedieron despedazados hasta el límite en
que la oleada revolucionaria de mayo se detuvo, recobrando nuevas
fuerzas al retroceder. A su turno, toda vez que los
españoles vencedores traspasaron ese límite fueron
completamente vencidos, viéndose obligados a retroceder a
sus antiguas posesiones para rehacerse. Este hecho
sincrónico, que se había repetido tres veces (y que
se repetirá normalmente por nueve veces consecutivas)
parecía en efecto obedecer a una ley fatal y debía
necesariamente reconocer una causa, y tener su razón de
ser.
Todos juntos, los de nombre repetido y los
anónimos, que participaron en esta gran aventura patria
provenientes de las calles y suburbios de Buenos Aires y de todos
los rincones del país, que llevaron al norte sus ideas
libertarias y regaron con su sangre el yermo altoperuano, sin
recibir más beneficio que de honrar con su vida a la
libertad de su Patria.
Belgrano:
"La separación del mando del general
Belgrano fue un mal que ha pagado muy caro la
república"
Gral. José María
Paz
Nació para estadista, ejerció el
generalato por imposición de su transparente patriotismo.
El infortunio de la derrota no hizo mella en su inconmovible fe
en el destino de la Patria naciente, sentimiento por el cual,
entregó todo cuanto pudo, incluyendo su propia
vida.
Notas de Epílogo
1) José Fernando Abascal y Souza 1743/1827.
Virrey del Perú 1806/1816 Durante su mandato sofocó
dentro de su jurisdicción los conatos
independentistas.
Fuentes
1) Atlas Histórico Militar Argentino. Circulo
Militar, Volumen 661-62-63;
Bs. As. 1974.
2) Epistolario de Belgrano, Alguafara S.A. 2001.
Bs. As.
3) Giménez, Ovidio. Vida, Epoca y Obra de
Manuel Belgrano; Bs. As.
El Ateneo, 1993
4) Bartolomé Mitre, Historia de Belgrano;
Tomo II, Edición especial 1887,
Ediciones Jackson
5) B. H. Lindell Hart; Teoría y
Práctica de la Guerra; Círculo
Militar,
Volumen 596; 1968.
6) Vicente Fidel López; Historia
Argentina; Tomo II, Editorial Sopena
Bs. As. 1975
7) Edward Mead; Creadores de la Estrategia
Moderna; Círculo Militar;
Volumen 598; 1968.
8) Gregorio Aráoz de La Madrid; Memorias;
Tomo I; Editorial Universitaria
de Buenos Aires 1968.
9) José María Paz; Memorias; Tomo
I; Editorial Schapire S. R.L. Bs. As.
1968
10) Carl Von Clausewicz; De la Guerra, Ediciones
Libertador; Bs. As. 2009
11) Parte de la batalla de Vilcapugio.
12) Se transcriben la de Historia de Belgrano de la
Historia de Belgrano
del general Bartolomé. Mitre de los
historiadores españoles García
Camba y Torrente.
13) Iones Wright-Lisa M. Nekhom. Diccionario
Histórico Argentino.
Bs. As. Emece, 1ra. Edición
1990
14) José María Rosa, Historia
Argentina, Bs. As. Ed. Oriente. T.3.
Autor:
Alberto Pereira
Ríos
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