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Seguridad y defensa de América Latina y el Caribe y la guerra popular de resistencia




Enviado por Isagleidy Quintero



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Objeto
    de la Investigación
  3. Seguridad y Defensa en América Latina y
    el Caribe
  4. Guerra
    Popular de Resistencia
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía
    Consultada

Introducción

Los interés personales se han antepuesto durante
muchos años a los colectivos, ello ha quedado demostrado
no solo en las sociedades actuales sino desde que el hombre
interviene directamente en las relaciones de poder que requieren
de la intervención de estados u organismo internacionales
para dirimir los mismos

Al presenciar los acontecimientos y resultados que se
han generado luego de conflictos violentos o guerras de grandes
alcances como la Primera y Segunda Guerra Mundial, hemos
podido observar que las estrategias político militares han
constituido un elemento no solo necesario sino pertinente, por
consiguiente, los sistemas de alianza que se puedan generar entre
dos o más estados han demostrado que existen aspectos
comunes que se deben contraponer por encima de otros.

Por tanto, al presenciar la configuración de un
orden internacional donde prevalece el dominio de las potencias
sobre los demás países considerados militar y
económicamente débiles, las amenazas son cada vez
más recurrentes en el escenario internacional, por ello
las naciones requieren cada vez más fortalecer sus
sistemas de seguridad y defensa para contrarrestar los posibles
peligros que se puedan presentar fundamentalmente al evitar la
violación de su soberanía.

En este sentido, se ha dividido la presente
investigación en dos capítulos, señalando en
el primero; las políticas de seguridad y defensa
implementadas en América Latina, evaluándose los
conflictos generados a finales del siglo XIX, principios del
siglo XX tanto entre las naciones latinoamericanas como los
desarrollados por la influencia e imposición externa,
especialmente de Estados Unidos, asimismo se resaltarán
los planes militares ejecutados por esta última
nación hacia el territorio latinoamericano y
caribeño, donde se hará hincapié en las
bases militares instaladas en los países de la
región así como la denominada IV Flota su
incidencia y repercusiones en la seguridad de las naciones
latinoamericanas.

Se mencionarán además los alcances
obtenidos en el Consejo de Defensa Suramericano de la Unasur CDS,
así como la importancia que reviste la conformación
del Centro Sudamericano de Estudios Estratégicos para la
Defensa (CSEED) de la Unasur, en tanto representan un espacio
geoestratégico importante tanto para profundizar las
políticas militares implementadas en nuestras naciones
como para crear un bloque de contención ante los planes de
dominación imperialista en nuestros
países.

En el Segundo Capítulo, se hará un
bosquejo sobre las implicaciones e incidencias de la Guerra
Popular de Resistencia
, mencionando algunos conceptos que
están intrínsecamente relacionados a la misma,
tales como la Guerra de IV Generación, pasando por algunos
elementos de carácter histórico haciéndose
énfasis en la guerra de guerrillas expuesta por
Ernesto Che Guevara, así como también se
hará referencia a algunas de las políticas
impulsadas por el gobierno nacional en esta materia, destacando
la conformación e inclusión de la Milicia
Nacional Bolivariana
en los planes de seguridad y defensa de
la nación, orientado esencialmente a promover la
participación del pueblo con las fuerzas
armadas.

Así, el presente trabajo de investigación
es el reflejo del interés existente en nuestro país
por profundizar en temas como el de Seguridad y Defensa en
América Latina y el Caribe,
así como en la
Guerra Popular de Resistencia ya que la dinámica
internacional muestra que efectivamente el conflicto y los
enfrentamientos entre dos o más estados por recursos
naturales, territorios e incluso por hegemonía persisten y
seguirán aumentando en la medida en que se profundicen
políticas socialistas y humanistas como las llevadas a
cabo por países como la República Bolivariana de
Venezuela, Ecuador, Cuba, Nicaragua y Bolivia, cuya
intención es alcanzar la paz y equilibrio en los pueblos
en lugar de la guerra.

Seguridad y Defensa en América
Latina y el Caribe y la Guerra Popular de
Resistencia

Objeto de la
Investigación

Analizar el impacto de los conflictos existentes en
algunos países de América Latina y el Caribe,
así como las posibles amenazas que se puedan derivar de
potencias extranjeras hacia nuestros territorios, al tiempo en
que se evalúan las políticas que en materia de
seguridad y defensa vienen implementando los gobiernos en la
región, basadas fundamentalmente en nuevos enfoques como
la Guerra Popular de Resistencia.

Así mismo se tratará de mostrar la
efectividad de la guerra popular de resistencia al vincular
directamente el pueblo con la Fuerza Armada en su legítima
defensa de nuestro equilibrio democrático y
soberanía territorial, económica, política y
tecnológica.

Metodología:

La Investigación se desarrollará
utilizando un análisis histórico conflictual y
comparativo, lo que permitirá examinar y alcanzar los
resultados planteados.

CAPÍTULO I

Seguridad y Defensa en
América Latina y el Caribe

1.1.- Conceptos: Seguridad, Defensa Integral,
Amenaza, Conflicto, Operación Militar y
Guerra

Antes de evaluar con detenimiento los elementos
presentes en las políticas de seguridad y defensa
presentes en América Latina y su impacto tanto en lo
interno como hacia lo externo, es necesario conocer algunos
conceptos que giran en torno a este escenario ya que debemos
tener clara la terminología y visión existente en
el argot militar, antes de entrar a profundidad en el tema
planteado.

  • Seguridad de la Nación

Es la condición, estado o situación que
garantiza el goce y ejercicio de los derechos y garantías
en los ámbitos económico, social, político,
cultural, geográfico, ambiental y militar, de los
principios y valores constitucionales por la población,
las instituciones y cada una de las personas que conforman el
Estado y la sociedad. (Artículo 2 de la Ley
Orgánica de Seguridad de la Nación)

  • Defensa Integral

Conjunto de sistemas, métodos, medidas y acciones
de defensa, cualesquiera que sean su naturaleza e intensidad, que
en forma activa formule, coordine y ejecute el estado con la
participación de las instituciones públicas y
privadas y las personas naturales y jurídicas, nacionales
o extranjeras con el objeto de salvaguardar la independencia, la
libertad, la democracia, la soberanía, la integridad
territorial y el desarrollo integral de la nación.
(Artículo 3, Ley Orgánica de Seguridad de la
Nación).

  • Guerra

"Conflicto de violencia variable, entre bloque de
naciones, estados, o grupo sociales organizados
políticamente, respaldados por la fuerza, que buscan
imponer la supremacía o salvaguardar sus objetivos e
interés materiales, ideológicos y espirituales."
(Diccionario de terminología Militar de
Bolivia).

Así, la Guerra, según Karl Von
Klausewitz[1]"no es simplemente un acto
político, sino un verdadero instrumento político,
una continuación de las relaciones políticas, una
gestión de las mismas con otros medios. La guerra no es
sino la continuación de las transacciones
políticas, llevando consigo la mezcla de otros medios.
Decimos la mezcla de otros medios, para indicar que este comercio
político no termina por la intervención de la
guerra"[2]

Por consiguiente, en lo que respecta a las
políticas de seguridad y defensa, tenemos que las mismas
involucran los planes implementados por un gobierno para mantener
la seguridad del estado en relación a elementos de
amenazas previamente conceptualizados, bajo una
estrategia.

Luego de los conflictos existentes en América
Latina en el plano militar entre el siglo XIX y XX, más
recientemente con la presencia de Golpes de Estado en la
región, se considera que un aspecto resaltante en este
territorio, es la relación-cívico militar ya que
los ciudadanos se han vinculado con mayor presencia a los cuerpos
militares y de seguridad de las naciones.

1.2.- Escenario
político-militar en América Latina a finales del
siglo XIX principios del siglo XX

América Latina se ha caracterizado, a diferencia
de otras regiones en el mundo, por ser esencialmente una zona de
paz[3]donde las veces que se ha suscitado el
conflicto ha surgido en el marco de la lucha por territorio o
disputas fronterizas entre dos o tres estados, llevándose
en muchos de los casos, bajo la diplomacia existente entre las
naciones, a través de normas establecidas por el Derecho
Internacional, a partir de las cuales se han intentado dirimir
los conflictos que hoy en día incluso aún siguen
presentes en ciertas naciones.

Sin embargo, pese a las controversias existentes en
distintas épocas entre países latinoamericanos, no
podemos dejar de lado la influencia extranjera que ha prevalecido
sobre los mismos, basta con observar los acontecimientos
desarrollados en el siglo XX, cuando Estados Unidos
realizó los mayores despliegues de fuerzas militares en el
continente americano, entre ellos la ocupación militar de
varios países vecinos del sur, la intervención en
la Revolución mexicana, a principios de ese siglo y de
fecha reciente, la invasión de Panamá, en
1989.

Por consiguiente, "es evidente que ninguna región
puede estar totalmente desprovista de la posibilidad de la
emergencia de conflictos armados, y América Latina y el
Caribe no son la excepción, en tanto existen abundantes
precedente históricos de conflictos inter-estatales tanto
en el siglo XIX como en el siglo XX en toda la región;
numerosos casos de intervenciones militares (directas o
indirectas) o de amenazas militares como en el caso de
Centroamérica y de Cuba; algunos casos de masacres
étnicas o de población campesina como en Guatemala,
Perú o Bolivia; de crisis políticas internas
eventualmente derivadas en conflictos armados y guerras civiles
como en el caso de Colombia y de Haití y de
confrontaciones entre fuerzas militares estatales y fuerzas
irregulares insurgentes, a lo largo y a lo ancho de toda la
región, sin mencionar la creciente amenaza del
narcotráfico, el tráfico de armas y el crimen
organizado que ha llevado a algunas ciudades como Sao Paulo y
Río, a serias confrontaciones armadas entre organizaciones
criminales y fuerzas de seguridad, con importantes
pérdidas civiles"[4].

No obstante, algunos autores entre los cuales se puede
destacar a Jorge Domínguez en su obra; "disputas
Fronterizas en América Latina", han tomado en
consideración los pocos enfrentamientos presentes en la
región latinoamericana y caribeña, señalando
que este escenario se debe esencialmente a tres
características básicas del sistema internacional,
siendo ellas las siguientes:

1.- Un efectivo equilibrio del poder a finales del siglo
XIX y principios del siglo XX

2.- El aislamiento de Centro y Sudamérica del
Sistema Internacional Mundial

3.- De carácter institucional e
ideológico.

Así, pasaremos a explicar con mayor detalle cada
uno de los aspectos mencionados anteriormente para de esta forma
conocer con precisión los elementos propios de las
relaciones político-militares en las naciones
latinoamericanas y caribeñas.

1.- Un efectivo equilibrio del poder a finales del
siglo XIX y principios del siglo XX

En América del Sur, las relaciones de poder
durante el siglo XIX, estuvieron enfocadas en la guerra, siendo
en algunos casos frecuente e incluso devastadoras,
manifestándose la última de ellas en la Guerra del
Pacífico (Chile contra Bolivia y Perú), la cual
concluyó en 1883, y desde aquel año no se
generó ningún otro conflicto bélico en
América Central. Hasta 1930 Por consiguiente, la
ocupación estadounidense de Nicaragua a principios del
siglo XIX, influyó en gran medida para evitar posteriores
disputas a grandes escalas en todo el territorio de
América Central.

Por su parte, los pactos o acuerdos generados entre dos
o más países con el ánimo de resolver sus
diferencias sin someterse a normas y tribunales internacionales,
constituyó un equilibrio de poder que fue disuasivo y
eficaz a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Nos
referimos a los alcances logrados entre Brasil y Chile por una
parte, y Argentina, Bolivia y Perú por la otra. Con esta
forma de actuar, los estados evaluaban hábilmente sus
respectivas capacidades y fortalezas, interactuando y
disuadiéndose mutuamente.

No obstante, en el caso de América Central se
desarrollaron aunque con menor intensidad, mayor número de
conflictos armados durante el siglo XIX, específicamente
entre los años 1824 y 1842, teniendo como resultado la
pérdida de aproximadamente siete mil personas, lo que
equivaldría al 5% del total de su población, sin
embargo, a finales del mismo siglo XIX y principios del XX se
produjeron guerras que a pesar de durar poco tiempo fueron
avasallantes, tal es el caso de la guerra desatada en el
año 1969 entre el Salvador y Honduras, la cual fue breve
pero dejó millares de muertos.

Por otro lado, la ocupación militar de Estados
Unidos en Nicaragua de 1912 a 1933 acabó con esa
dinámica de guerras que se venía gestando en dicho
país centroamericano, pues nadie se atrevía a
enfrentarse a una nación ocupada.

2.- El aislamiento de Centro y Sudamérica del
Sistema Internacional Mundial

Este elemento si bien estuvo presente durante un largo
período en América Latina, se debió
más que a las intenciones de Paz propia de las naciones
latinoamericanas, a la influencia que ejerció Inglaterra a
través de su interés por interponer su fuerza naval
con el fin de evitar que las potencias de Europa Continental
reconquistaran América Latina, contando además con
el apoyo de Estados Unidos en el año 1823 a través
de la Doctrina Monroe, que significó en gran medida
un aislamiento de la región latinoamericana con el resto
del mundo, sin que se cumpliera a cabalidad lo estipulado en
dicha doctrina, ya que la supuesta protección de la que
iban a gozar los países latinoamericanos por parte de
Inglaterra y Estados Unidos, en la práctica no fue
así, pues que solo se aplicaba la doctrina cuando afectaba
directamente los intereses de las dos potencias
mencionadas[5]

Tal fracaso de la Doctrina Monroe, que tenía como
lema; "América para los americanos", se vio reflejado en
ciertos momentos histórico-políticos de la
región latinoamericana, entre los cuales se puede
mencionar la ocupación francesa de México y la
ocupación española de República Dominicana,
hechos ocurridos durante el siglo XIX, posterior a la
promulgación de la doctrina. Además, el Reino Unido
se apoderó de algunos espacios de Argentina, Guatemala y
Venezuela, manteniendo incluso su dominación en algunos de
esos territorios hasta la actualidad, específicamente en
el caso de las Islas Malvinas, que hoy es objeto de disputa entre
la nación argentina y Gran Bretaña.

Por otra parte, el aislamiento existente en
América Latina durante muchos años, obedeció
de la misma manera a factores políticos exógenos y
a las enormes distancias geográficas entre los
países, lo que generó en la implementación
por parte de los gobiernos latinoamericanos de un sistema
internacional de niveles múltiples, incluyendo en el
mismo, las relaciones con sus vecinos más cercanos, con
una subregión más amplia como Sudamérica con
América Central, sus lazos continentales mutuos, e incluso
con Estados Unidos, a través de acuerdos
comerciales.

3.- De carácter institucional e
Ideológico.

El aspecto institucional e ideológico estuvo
presente en gran parte del siglo XIX y siglo XX, logrando de
igual forma la contención de guerras en la región
latinoamericana y caribeña. El primer elemento innovador
en lo institucional, se refleja en el principio legal denominado
Uti Possidetis Juris, por medio del cual los estados
latinoamericanos obtuvieron por derecho, todo aquello que hubiese
poseído la colonia predecesora. Dicho instrumento legal
fue de gran utilidad para resolver todas las disputas y
controversias generadas sobre territorios y fronteras en los
países latinoamericanos surgidas inmediatamente
después de las guerras de independencia, en la primera
mitad del siglo XIX.

Así, "dadas las inmensas extensiones
geográficas, las muchas barreras casi infranqueables, como
la cordillera andina, o los enormes y densos bosques tropicales
que ocupaban gran parte del territorio de Centro y
Sudamérica, los gobernantes careciendo de abundantes
recursos, consideraron muy conveniente adoptar y sustentarse en
el Uti Posidetis para resolver la mayoría de los problemas
fronterizos"[6].

Si bien durante varios años se suscitaron guerras
poscoloniales, a partir de la aplicación del Uti Posidetis
las divisiones administrativas heredadas fueron respetadas en la
práctica. Una vez que América Central logró
su independencia en el año 1824, utilizó de manera
oportuna el principio Uti Possidetis el cual resultó
útil una vez que la federación se disolvió
en el año 1838.

Si bien, el Uti Possidetis arrojó buenos
resultados en la mayoría de los países
latinoamericanos, seis casos fueron controversiales,
generándose en algunos de ellos disputas no solo entre
países de la región sino con potencias extranjeras
como Gran Bretaña, que aún en la actualidad
mantiene la ocupación sobre territorio latinoamericano.
Tales casos son los siguientes:

  • De 1825 a 1828 surgió el Uruguay
    independiente que pasó a ser una especie de
    colchón entre Argentina y Brasil, al presentarse una
    guerra entre estos últimos.

  • De 1864 a 1870, la Guerra de la Triple
    Alianza[7]donde participaron Brasil, Argentina
    y Uruguay donde vencieron a Paraguay y se obtuvo como
    resultado la reducción considerable de territorio de
    este último.

  • 1879; la Guerra del Pacífico. Emprendida por
    Chile contra Bolivia y Perú, con el interés de
    apropiarse de los territorios ricos en yacimientos de
    nitrato, en el extremo sur de Perú y el litoral
    boliviano. En esta oportunidad Bolivia perdió su
    salida al mar.

  • Cesiones y pérdida de territorio por parte de
    Ecuador en manos de sus vecinos (con Colombia en 1863, y
    Perú, en 1941)

  • 1932-1935, Guerra del Chaco. Paraguay logró
    obtener una porción considerable del territorio
    boliviano como resultado de esta guerra.

  • Siglo XIX; Gran Bretaña se apodera de
    territorios pertenecientes a Guatemala, Argentina y
    Venezuela.

A continuación se muestran algunas de las
intervenciones militares de Estados Unidos en América
Central y el Caribe desde 1898 a 1934. (Fuente: Galerías
Multimedia)

Monografias.com

América Latina no puede estar aislada de la
realidad existente en la región durante muchos
años, por el contrario debe ser consciente del peligro
inminente que implica la presencia de potencias como Estados
Unidos y otros países hacia las naciones latinoamericanas
que, a través de acuerdos económico-comerciales,
proyectos militares, o incluso de índole humanitaria,
pretenden incursionar en estos suelos para obtener sus
beneficios.

Se deben afianzar y profundizar políticas de
seguridad y defensa que permitan frenar cualquier plan
imperialista o de dominación en nuestro territorio.
Asimismo, la protección de la soberanía de todos
los países latinoamericanos debe constituir un aspecto
medular en todas las directrices que en esta dirección se
generen.

1.4.- Planes Militares de Estados Unidos en
América Latina

Como se ha mencionado anteriormente, Estados Unidos en
su interés por mantener su dominio en algunos
países de la región latinoamericana, especialmente
con los que comparte ideología, aspectos políticos
y económicos ha logrado concretar algunos acuerdos y
convenios que le permiten reforzar tal pretensión. No se
debe olvidar que históricamente para Estados Unidos
América Latina ha representado durante muchos años
una zona estratégica "natural", tanto por su diversidad
biológica como por sus recursos energéticos. Dichos
aspectos han constituido un aspecto central para intentar
desestabilizar la región.

De igual forma, prevalece el "interés
nacional"[8] cada vez que esta potencia intenta
imponer su fuerza militar en ciertos y determinados territorios.
Por tanto, según especialistas, EE.UU busca sin descanso,
ejecutar acciones militares "preventivas" y "disuasivas" que
permitan impedir cualquier intento de impugnación local e
injerencia de otras potencias, mediante una militarización
significativa a la que son arrastradas todas las naciones del
subcontinente latinoamericano[9]

Así, dichas acciones se han enfocado en tres ejes
fundamentales;

El primero de ellos, corresponde a la denominada;
"Zona de seguridad inmediata de los Estados Unidos", en la
cual se incluye a Canadá, México y la región
del Caribe. En este escenario vemos un claro ejemplo en la
constitución del Tratado de Libre Comercio entre Estados
Unidos, Canadá y México, el cual ha sido ampliado
con otros tratados de carácter militar donde se ubica la
"Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del
Norte".

En lo que respecta a México, observamos que este
país centroamericano ha participado en otras acciones como
el Plan Puebla Panamá (hoy Mesoamérica) y la
Iniciativa Mérida[10]a través de las
cuales ha recibido cuantiosas sumas de dinero con el pretexto de
formar parte de su lucha y combate al narcotráfico, cuando
en realidad los recursos provenientes de los mismos son usados
única y exclusivamente para los planes militares de
Estados Unidos en este país.

El segundo eje, corresponde a la región
andina
, donde el "Plan Colombia", constituyó uno de
sus principales proyecto bandera, y a partir del cual se
inyectaron grandes sumas de dinero, que así como en
México y en otros países es camuflajeado con el
falso precepto de utilizarlo para combatir el narcotráfico
y a la guerrilla, propiciando toda una campaña, que en
complicidad con sectores de la ultra derecha en ese país
han querido mostrarle al mundo un supuesto interés por
cooperar con la lucha emprendida por la nación colombiana
durante muchos años.

El Tercer Eje por su parte, comprende los
países del "Cono Sur", donde se ubican las naciones
con mejores privilegios y condiciones económicas y
políticas, considerados como los más fuertes de la
región, siendo ellos principalmente; Brasil y Argentina.
EE.UU ha ejecutado varias acciones militares en ese territorio,
entre ellas, la instalación de una base militar en
Paraguay, queriendo demostrar con ello su poderío militar
y pretendiendo por tanto, disuadir cualquier pretensión
centrífuga.

Además, durante los últimos años,
el gobierno de Estados Unidos no ha cesado en sus intentos por
conformar una fuerza latinoamericana de intervención bajo
su mando. Como resultado de ello se pueden mencionar varios
casos, entre ellos, la intervención militar establecida
desde hace ya algunos años en Haití, país en
el que no solo se han mostrado abiertamente los intereses
armamentísticos sino también donde se violan los
derechos humanos sin que exista algún organismo
internacional que establezca un control o sancione las acciones
criminales que allí se cometen.

No obstante, tenemos el caso de la llamada IV
Flota
[11]que fue activada en la segunda guerra
mundial, siendo suspendida al finalizar la misma, pero reactivada
desde el año 2008, correspondiente a un cuerpo naval
destinado a patrullar las costas de América Latina, pero
que sin duda alguna representan un peligro inminente para la paz
y estabilidad en la región.

Operaciones Militares de la OTAN en
América Latina

La OTAN, por sus siglas en español (en
inglés: North Atlantic Treaty Organization, NATO; en
francés: Organisation du Traité de l'Atlantique
Nord, OTAN), corresponde a una organización internacional
de carácter militar creada como resultado de las
negociaciones entre los signatarios del Tratado de Bruselas de
1948 (Bélgica, Francia, Luxemburgo, Países Bajos y
el Reino Unido), Estados Unidos y Canadá, así como
otros países de Europa Occidental invitados a participar
(Dinamarca, Italia, Islandia, Noruega, España y
Portugal…), con el objetivo de organizar Europa ante la
supuesta amenaza de la Unión Soviética
después de la Segunda Guerra Mundial, que
constituyó una organización paralela al Pacto de
Varsovia. Desde su nacimiento, ha emprendido varias acciones
militares que han arrojado millones de víctimas, los
cuales son libres de actuar en un territorio que represente un
peligro fundamentalmente para el gobierno de Estados
Unidos.

No obstante, luego de los atentados perpetrados en
Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001, la OTAN ha llevado
una misión encargada por la ONU denominada Fuerza
Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF). En
Irak, simplemente se ha limitado a entrenar a las fuerzas de
seguridad de este país. Las negativas de numerosos
países europeos a que la OTAN actuara en Iraq, encabezados
por Alemania, disuadió a éste organismo de
involucrarse directamente en una guerra iniciada por EE.UU y el
Reino Unido.

Posteriormente, a petición de la OTAN al gobierno
colombiano en el año 2008, se solicitó la presencia
de tropas del Ejército Colombiano y expertos en antiminas
y antinarcóticos para participar en esta labor que se
desarrolla en la región bajo la jurisdicción del
Ejército de España, debido a "su gran experiencia
en estos temas", mayor a la del resto de países que
conforman la OTAN.

El 20 de febrero de 2009 fue aprobada la
participación del Ejército Colombiano en la ISAF
bajo bandera española como lo afirma el comandante de las
FF.AA. de Colombia. El caso de Colombia resulta particular por
cuestiones de no pertenecer geográficamente a la
región del Atlántico Norte y, al mismo tiempo, no
ser una nación perteneciente a la OTAN, sin embargo se
observa al igual que otros países como Chile, esta
vinculación obedece más a elementos de
carácter estratégico, que van dirigidos a mantener
su posición e influencia en América Latina, cuando
la región a adquirido grandes alcances en los
últimos años, especialmente en temas referentes a
la integración latinoamericana y caribeña, donde
contamos con un organismo que agrupa a 33 naciones de
América Latina y el Caribe, referente a la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC
, donde se
han generado diversas propuestas entre las cuales se incluye
conformar un organismo de seguridad y defensa que permita frenar
los intentos de intervención militar que aún tienen
su mirada puesta en esta parte del continente
americano[12]

En lo que respecta a la prioridad otorgada desde la
Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR a la
seguridad y defensa de la nación, tenemos que desde sus
documentos constitutivos como el Comunicado de Brasilia, los doce
mandatarios miembros de este esquema de integración,
dieron una alta relevancia al tema de la seguridad, siendo uno de
los aspectos utilizados para caracterizar la región. El
comunicado de Brasilia además, describe a
Suramérica como un territorio de paz y el ambiente de
amistad y cooperación sin conflictos
territoriales.

Por su parte, luego del Tratado Constitutivo de la
Unasur, suscrito en Brasilia en el año 2008, se crean
algunos proyectos que han surgido precisamente como parte del
interés de los gobiernos de Suramérica, por contar
con un organismo propio que atienda y defienda nuestros
intereses, tal es el caso del Consejo de Defensa Suramericano
(Unasur)y el Centro Sudamericano de Estudios Estratégicos
para la Defensa (CSEED)
de Unasur, instancias que desde ya
prometen dar excelentes resultados que abarquen las aspiraciones
de los países suramericanos en materia de seguridad y
defensa. (Sobre estos dos entes mencionados se
profundizará más adelante).

Por otra parte, en lo que respecta a la incursión
armada de la OTAN en nuestros países, haremos referencia a
un estudio realizado por el movimiento por la paz, la
soberanía y la solidaridad entre los pueblos
(MoPaSSol)[13] el cual indica que en
América Latina, operan bases militares de origen no solo
estadounidense, sino también de la OTAN, que ha desplegado
varias operaciones militares, pues sin contar el caso de Puerto
Rico, son por lo menos 47 bases militares extranjeras en
funcionamiento, o en construcción vinculadas por
vía aérea y marítima con la IV Flota naval
re-activada desde 2008. Entre ellas merecen especial
atención las cinco bases con grandes pistas de aterrizaje
distribuidas estratégicamente a lo largo del continente:
Soto Cano (en Palmerola, Honduras), Palanquero (en Colombia),
Mariscal Estigarribia (en Paraguay), la Fortaleza Malvinas (en
Argentina) y la Isla Ascensión (en el Atlántico
Sur).

Monografias.com

Fuente: Comisión Ideológica del
PSUV. Omar J. Hasam

Además, se ha dado a conocer que Colombia es el
país que cuenta con mayores pistas de aterrizaje y centros
usados por Estados Unidos. Esta aseveración es confirmada
en un convenio de cooperación militar suscrito entre
Colombia y Estados Unidos en el que se mencionan las siguientes
bases militares:

"La base aérea de Apiay, en el departamento del
Meta; la base aérea de Malambo, ubicada en el área
metropolitana de Barranquilla; la base aérea de
Palanquero, situada en Puerto Salgar, en el departamento
(provincia) de Cundinamarca, que cuenta con una pista de
aterrizaje de 3500 metros; la base aérea de Tolemaida, en
Melgar, Tolima, es el fuerte militar más grande de
Latinoamérica y tiene una importante fuerza de despliegue
rápido; la base naval de Bahía Málaga, en el
Pacifico colombiano, cerca de Buenaventura; la base naval de
Cartagena, en la costa del mar
Caribe"[14].

1.5.- Acuerdos de Cooperación Subregionales o
Bilaterales

Conscientes de la necesidad de fortalecer las
políticas de seguridad y defensa, no solo en cada
país latinoamericano, sino enfocadas más en
acciones y operaciones conjuntas entre todos los países de
la región, se han creado en los últimos años
organismos que van dirigidos a materializar tal intención,
algunos enmarcados en la estructura de esquemas de
integración, otros bajo la figura de instituciones creadas
para tal fin, pero sin duda alguna todas apuntan hacia un solo
propósito; siendo el mismo afianzar la seguridad y la
defensa de nuestros país en aras de proteger nuestros
recursos naturales y geoestratégicos así como
asegurar y garantizar la soberanía de las naciones,
rechazando todo intento de dominación o intromisión
extranjera.

1.5.1.- Consejo de Defensa
Suramericano:

Los Jefes de Estado y de Gobierno de los países
suramericanos, preocupados e interesados en crear un organismo
propio en materia de seguridad y defensa que atendiera a nuestras
realidades, expresaron en la Declaración de Bogotá
el 14 de julio de 2006 y como resultado de la I Conferencia de
Ministros de Defensa de la Unasur, la necesidad de "promover en
la región mecanismos que, basados en los principios de
soberanía y no intervención, faciliten la
cooperación para luchar de manera más efectiva
contra las amenazas a la defensa y seguridad de América
del Sur conforme al ordenamiento jurídico de cada
país".

Por su parte, en el Documento Final de la
Comisión Estratégica de Reflexión, se
destacó lo siguiente:

"(…) teniendo en cuenta la especificidad de la
problemática de la seguridad colectiva, es de fundamental
importancia una reflexión sobre el posible desarrollo de
una doctrina de defensa regional, que refleje las reales
necesidades y preocupaciones de la región, y el
diseño de organismos que podrán implementarla en el
futuro"[15].

Posteriormente, en reunión efectuada en Santiago
de Chile, en diciembre de 2008 se terminaron de plasmar las
intenciones al conformar el Consejo de Defensa Suramericano
(CDS), sin embargo no fue sino hasta el año 2009 que el
consejo tuvo un significativo impulso.

El CSD nace por tanto, como una instancia de consulta,
cooperación y coordinación en materia de defensa en
armonía con las disposiciones del Tratado Constitutivo de
la Unasur en sus artículos 3o letra s 5o y 6o,
amparándose además en los principios y
propósitos establecidos en la Carta de la
Organización de Estados Americanos OEA, así como en
los mandatos de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno de
Unasur[16]

El primer conflicto donde el consejo tuvo una importante
actuación fue el suscitado entre Colombia con el resto de
los países de la región, especialmente Ecuador y
Venezuela en el año 2009, cuando estas últimas
naciones mostraron su rechazo ante la instalación de bases
militares estadounidenses en territorio colombiano, cerca de la
fronteras de dichos países.

Asimismo, dentro de los objetivos de este consejo de
defensa está Suramérica como una zona de paz, base
para la estabilidad democrática y el desarrollo integral
de nuestros pueblos, y como contribución a la paz mundial,
además de construir una identidad suramericana en materia
de defensa, que tome en cuenta las características
subregionales y nacionales y que contribuya al fortalecimiento de
la unidad de América Latina y el Caribe.

Por consiguiente, tiene establecido, "avanzar en la
construcción de una visión compartida respecto de
las tareas de defensa y promover el diálogo y la
cooperación preferente con otros países de
América Latina y el Caribe"[17].

La II Reunión Ordinaria del CSD se realizó
en el mes de mayo de 2010, obteniéndose como resultado la
firma de la "Declaración de Guayaquil" en la que los
Estados manifestaron la decisión de participar en el
fortalecimiento de la paz en la región a través del
diálogo y la cooperación.

De la misma forma, en dicha declaración se
comprometieron a reafirmar "el irrestricto respeto a la
soberanía, integridad, e inviolabilidad territorial de los
estados, la no injerencia en asuntos internos y la
autodeterminación de los pueblos para consolidar la
integración regional".

Otro de los importantes logros alcanzados en la II
Reunión del CSD está el fortalecimiento del Centro
de Estudios Estratégicos que tiene su sede en Buenos
Aires, Argentina, conformada con el fin de convertirse en una
instancia para la generación de conocimiento y
difusión del pensamiento estratégico sudamericano
en materia de defensa y seguridad.

Por su parte, en la recién reunión de los
Ministros de Defensa de la Unasur, celebrada en Cartagena,
Colombia en mayo de 2012, los ministros de Defensa y delegados
diplomáticos de los países que conforman la
Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) manifestaron su
intención de avanzar hacia una mayor integración en
materia castrense. Asimismo, resaltaron la necesidad de generar
espacios de confianza, de intercambio de información y
ejercicios militares conjuntos.

Se afianzo en interés por profundizar la
cooperación regional en materia de Defensa, Social,
Política, señalando que Suramérica debe ser
una zona de paz, sin guerras, ni carrera armamentista.

Monografias.com

Fuente: Página web Consejo
de Defensa Suramericano

1.5.2.- Centro Sudamericano de Estudios
Estratégicos para la Defensa (CSEED) de la
Unasur

En el año 2009, como resultado de la Cumbre de
Saiupe la República de Argentina elaboró una
propuesta que contemplaba la creación del Centro
Sudamericano de Estudios Estratégicos de Defensa (CSEED)
que funcionara bajo la supervisión y coordinación
del CDS. Asimismo, este centro serviría como una instancia
de asesoramiento y consulta en materia de defensa del CDS, cuyas
características principales serían las
siguientes:

  • A) Misión: avanzar en la
    definición e identificación del "interés
    regional", concebido éste como la sumatoria de los
    factores del interés nacional que son comunes a los
    países de la Unasur.

  • B) Objetivos: Monitoreo, análisis
    y la identificación de desafíos y escenarios
    relevantes para la defensa en la región, tanto en el
    presente como en el mediano y largo plazo; promover la
    construcción de una visión común que
    posibilite el abordaje de las políticas sudamericanas
    en materia de defensa, según los principios y
    objetivos expuestos en el Tratado Constitutivo del CDS y en
    el Estatuto del CDS.

  • C) Funciones: Elaborar estudios y llevar
    adelante investigaciones de carácter regional e
    internacional en temáticas vinculadas a la Defensa:
    establecer relaciones institucionales y mantener una red de
    intercambio con los Centros de Estudios Estratégicos
    Nacionales; administrar una sala de situación, como
    herramienta de monitoreo permanente de aquellas situaciones,
    eventos, procesos y tendencias relacionadas a la Defensa y la
    paz regional e internacional, que estará a
    disposición de los Ministros que componen el CDS (a
    pesar de no haber declaraciones oficiales, en principio el
    gobierno de Brasil no es favorable a la creación de
    esa sala de situación)[18]

Si bien, este centro se encargará de mantener un
monitoreo permanente, análisis e investigación de
los asuntos estratégicos, de seguridad y defensa de los 12
países que conforman la Unasur, se ha aclarado que el
objetivo del CSEED no es reemplazar a los Centros de Estudio
Estratégicos Nacionales, pero sí de trabajar en
conjunto con ellos para la conformación del personal del
CSEED.

En lo que respecta a la formalización de CSEED se
hizo en la primera reunión de Ministros y Ministras de
Defensa del CDS en Santiago de Chile, los días 9 y 10 de
marzo de 2009. En dicha reunión fue declarado con la
orientación de ser un organismo de formación y
capacitación hacia los Estados miembro.

De la misma forma, es importante mencionar que en la
reunión de Ministros de Defensa de la Unasur,
(señalada anteriormente), de mayo de 2012, los mismos
resaltaron la importancia de abarcar sectores estratégicos
para la defensa, el análisis y funcionamiento del
Centro de Estudios Estratégicos de Defensa de la
Unasur
en la ciudad de Quito, Ecuador. Por consiguiente,
acordaron:

"Elevar como recomendación al Consejo de Jefas y
Jefes de Estado y de Gobierno de Unasur, a través del
Consejo de Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores, la
creación de un Consejo con el propósito de
fortalecer la cooperación en materia de Seguridad
Ciudadana, de Justicia y la coordinación de acciones
contra la Delincuencia Transnacional, procurando evitar la
duplicación de funciones con otras instancias existentes
en Unasur"[19].

Es así como se ha considerado oportuno abordar
los avances que hasta el momento ha mostrado la Unasur en materia
de Seguridad y Defensa, pues con las posiciones rígidas
aún mantenidas por organizaciones como la OTAN y las
posibilidades de concretarse algún tipo de enfrentamiento
bélico, nuestra región debe contar con todos los
elementos necesarios para afrontar distintos
escenarios.

En este sentido, el siguiente capítulo,
tratará de examinar de manera más específica
las formas, tipos y escenarios en los que se pudiera plantear una
guerra de cuarta generación, donde se intentará
examinar los momentos en los cuales se puede activar una guerra
popular de resistencia, examinando los factores bajo los cuales
los países latinoamericanos, cada vez recurren más
a estas prácticas de guerra.

Capítulo II

Guerra Popular de
Resistencia

2.1 Conceptos:

Tal y como lo hicimos en el capítulo anterior,
cuando hablamos de Guerra Popular de Resistencia, es necesario en
primer lugar dilucidar los conceptos básicos que giran en
torno a este aspecto, pues de esta manera podremos examinar con
mayor claridad el escenario abordado.

Así tenemos los siguientes:

  • Guerra de Cuarta Generación: Al
    referirnos a la Guerra de Cuarta Generación, es
    importante mencionar que estas categorizaciones son parte de
    la evolución de los conflictos los cuales iniciaron
    con la Guerra de Primera Generación, hasta la
    Cuarta[20]incluso algunos autores
    señalan que hoy en día estamos en presencia de
    una guerra de quinto y sexto nivel.

Partes: 1, 2

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