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Seguridad y Soberanía Alimentaria




Enviado por anotalo todo



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Principios
  3. Políticas

INTRODUCCIÓN

En el actual contexto internacional el debate sobre la
agricultura y la alimentación se encuentra polarizado,
debido fundamentalmente a la profunda crisis que amenaza de
muerte por hambre, desnutrición y enfermedades a millones
de seres humanos en todo el planeta. Por un lado, quienes en su
ánimo egoísta, codicioso y mercantil han utilizado
innumerables formas de mantener a todo costo y riesgo sus ansias
de dominación y esclavitud, llevando a cabo
políticas y acciones capaces de poner en peligro el
hábitat de la especie humana, que han juntado su
poderío en la creación de un orden económico
letal, agravado hoy por la Globalización Neoliberal y
defendidas por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional
y los gobiernos de los países más ricos que imponen
con gran desfachatez acciones en la OMC para hacer más
prósperos los negocios de las grandes transnacionales. Y
por el otro lado, a millones de personas que padecen cada una de
estas políticas y acciones en la que nos encontramos las
organizaciones de medianos y pequeños agricultores, de
trabajadores agrícolas, mujeres, comunidades
indígenas y negras de Asia, África, América
y Europa, que nos organizamos en la Vía Campesina con el
propósito de aunar voces y acciones contra quienes a lo
largo de la historia nos han desplazado de nuestras tierras y
hogares, y hoy como ayer, pretenden asfixiarnos con los
mecanismos económicos y formas tecnológicas
impuestas a nuestras sociedades y pueblos, por ello somos
defensores de los derechos a trabajar la tierra, producir y
difundir un sistema de agricultura que permita la
preservación del medio ambiente, la factibilidad
económica y la sostenibilidad social.

CONCLUSIÓN
Y RECOMENDACION

Venezuela, como cualquier país del mundo tiene la
obligación de encarar el reto que implica asegurar la
seguridad alimentaria de su población hacia el inmediato
futuro.

Sin embargo, no son pocos los intereses que se
contraponen en el largo plazo sobre todo cuando en la
época de la denominada globalización se busca
justificar la apertura unilateral de los mercados de estas
economías pequeñas para que las grandes puedan
realizar sus excedentes.

Es dentro de este contexto que se plantean los
lineamientos generales de la seguridad alimentaria para
Venezuela.

  • Se debe mantener una visión integral de la
    seguridad alimentaría.

  • Revalorización del papel de la agricultura en
    el país, no solamente como productora de alimentos,
    sino como empleadora de mano de obra y dinamizadora del resto
    de la economía.

  • Reconocimiento de la diversidad cultural, productiva
    y socioeconómica de las poblaciones
    objetivo.

  • Fortalecimiento institucional de los entes
    encargados de llevar adelante las estrategias de seguridad
    alimentaría

  • Los programas para la seguridad alimentaría
    permiten compensar los ingresos insuficientes o inexistentes,
    de las familias.

  • Deben incorporar elementos para el rescate de la
    cultura alimentaría tradicional y estimular la
    investigación sobre este tema.

  • Propiciar la producción nacional de los
    insumos agrícolas tales como semillas y
    fertilizantes.

SEGURIDAD Y
SOBERANÍA ALIMENTARIA

Soberanía Alimentaria: es el derecho de
los países y los pueblos a definir sus propias
políticas agrarias, de empleo, pesqueras, alimentarias y
de tierra de forma que sean ecológica, social,
económica y culturalmente apropiadas para ellos y sus
circunstancias únicas. Esto incluye el verdadero derecho a
la alimentación y a producir los alimentos, lo que
significa que todos los pueblos tienen el derecho a una
alimentación sana, nutritiva y culturalmente apropiada, y
a la capacidad para mantenerse a sí mismos y a sus
sociedades 1.

Seguridad Alimentaria: Existe seguridad
alimentaria "Cuando todas las personas tienen en todo momento
acceso físico, social y económico a los alimentos
suficientes, inocuos y nutritivos que satisfagan sus necesidades
energéticas diarias y preferencias alimentarias para
llevar una vida sana y activa"

La soberanía alimentaria
involucra
:

Priorizar la producción agrícola local
para alimentar a la población, el acceso de los campesinos
y campesinas a la tierra, al agua, a las semillas y al
crédito. De ahí la necesidad de reformas agrarias,
de la lucha contra los Organismos Genéticamente
Modificados (OGM) para garantizar el libre acceso a las semillas,
y de mantener el agua en su calidad de bien público a
repartir de una forma sostenible.

El derecho de los campesinos a producir alimentos y el
derecho de los consumidores a poder decidir lo que quieren
consumir, y cómo y quién se los produce.

El derecho de los países a protegerse de las
importaciones agrícolas y alimentarias demasiado baratas
(dumping).

Precios agrícolas ligados a los costos de
producción; esto será posible siempre que los
países o las uniones de países tengan el derecho de
gravar con impuestos las importaciones demasiado baratas, que se
comprometan a favor de una producción campesina sostenible
y que controlen la producción en el mercado interno para
evitar excedentes estructurales.

La participación de los pueblos en la
definición de la política agraria. El
reconocimiento de los derechos de las campesinas que
desempeñan un papel esencial en la producción
agrícola y en la alimentación.

Vía Campesina considera que las políticas
neoliberales destruyen la soberanía alimentaria, ya que
estas priorizan el comercio internacional ante la
alimentación de los pueblos. Y que no han contribuido en
absoluto en la erradicación del hambre en el mundo. Por el
contrario, han incrementado la dependencia de los pueblos de las
importaciones agrícolas, y han reforzado la
industrialización de la agricultura, poniendo así
en peligro el patrimonio genético, cultural y
medioambiental del planeta, así como la salud de su
población. Finalmente, han empujado a millones de
campesinos y campesinas a abandonar sus prácticas
agrícolas tradicionales, al éxodo rural o a la
emigración.

Instituciones internacionales como el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organización
Mundial del Comercio (OMC) han aplicado estas políticas
dictadas por los intereses de las empresas transnacionales y de
las grandes potencias. Acuerdos internacionales como los de la
OMC, otros regionales como el Acuerdo de Libre Comercio de las
Américas (ALCA), o bilaterales de "libre" intercambio de
productos agrícolas, permiten a dichas empresas controlar
el mercado globalizado de la alimentación. Las
organizaciones campesinas consideran que la OMC es una
institución totalmente inadecuada para tratar los temas
relativos a la alimentación y a la agricultura, por lo que
han exigido que esos temas salgan de su órbita de
negociación.

Los defensores de la soberanía alimentaria no
están en contra del intercambio de productos, sino de la
prioridad dada a las exportaciones. El acceso a los mercados
internacionales no es una solución para los campesinos,
cuyo problema es antes que nada la falta de acceso a sus propios
mercados locales invadidos de productos importados a bajos
precios. Actualmente, sobre todo Estados Unidos y la Unión
Europea abusan de ayudas públicas para reducir sus precios
en los mercados internos y para practicar el dumping con sus
excedentes en los mercados internacionales, destruyendo la
agricultura campesina tanto en el Norte como en el Sur. El auto
sacrificio del granjero coreano Lee Kyung Hae durante la
Conferencia Ministerial de la OMC en Cancún (setiembre de
2003) se convirtió en un trágico símbolo de
esta desesperante situación.

En noviembre de 2003, al término de la II
Reunión Ministerial sobre Agricultura y Vida Rural
mantenida en Panamá, los ministros de Agricultura de las
Américas suscribieron el Plan Agro 2003-2015 con la
intención de impulsar el desarrollo del sector hasta el
año 2015. Este plan de acción surgía en
momentos en que las negociaciones comerciales se trababan en
torno al tema de la agricultura, tanto a nivel de la OMC (cuyo
fracaso en Cancún tuvo que ver, en parte, con la
disconformidad de los países en desarrollo respecto al
tratamiento de la cuestión agrícola en la
Declaración de la conferencia), el ALCA y los diferentes
tratados de libre comercio regionales.

Principios

En principio cuando hablamos o nos referimos a la
soberanía alimentaria, lo hacemos en cuanto al papel del
Estado Nacional, su responsabilidad como elaborador de las
políticas públicas denominadas Políticas de
Estado, en todo caso el gobierno es el brazo ejecutor de esas
políticas.

Políticas

Los partidarios del concepto de soberanía
alimentaria plantean un marco para la gobernanza de las
políticas agrícolas y alimentarias que incorpora
una amplia serie de temas, tales como la reforma agraria, el
control del territorio, los mercados locales, la biodiversidad,
la autonomía, la cooperación, la deuda, la salud, y
otros relacionados con la capacidad de producir alimentos
localmente.

Abarca políticas referidas no sólo a
localizar el control de la producción y de los mercados,
sino también a promover el Derecho a la
alimentación, el acceso y el control de los pueblos a la
tierra, agua, y recursos genéticos, y a la
promoción de un uso ambientalmente sostenible de la
producción.

En febrero de 2007 tuvo lugar el Foro por la
Soberanía Alimentaria en Nyeleni (Kenya) organizado por La
Vía Campesina y la Marcha Mundial de Mujeres. Su objetivo,
en palabras de la activista y participante en el Foro Esther
Vivas era: "llevar a cabo un debate estratégico sobre
qué se entiende desde los movimientos sociales por
soberanía alimentaria, qué propuestas concretas se
reivindican y cómo llevarlas a cabo". En el Foro de
Nyeleni se enfatizaron también los vínculos entre
el movimiento por la soberanía alimentaria y el movimiento
feminista, debido al papel central que juegan las mujeres en el
mundo rural. Esther Vivas señala que " Las mujeres
tuvieron un papel central como dinamizadoras y participantes en
el evento. Un día antes del inicio del foro se
celebró, en el mismo recinto, un encuentro promovido por
la Marcha Mundial de Mujeres con dos objetivos concretos: poner
en común las opiniones de las mujeres sobre
soberanía alimentaria y establecer aportaciones conjuntas
al foro. Las mujeres reunidas reclamaron el mito de
Nyéléni, una mujer campesina maliense que
luchó por afirmarse como mujer en un entorno desfavorable.
De hecho, el Foro por la Soberanía Alimentaria
recibió el sobrenombre de Nyéléni en
homenaje a esta leyenda."

Agricultura
Campesina y Ancestral:

Agricultura campesina y prácticas tradicionales"
Es preciso devolverle a la agricultura, la sacralidad de la que
fue despojada por el modelo de agricultura industrial. Es preciso
también, retomar el modelo de agricultura tradicional
fundado en el uso de abonos e insecticidas naturales, controles
biológicos y rotación de cultivos." Con la
aparición de la agricultura, hace más de 12 mil
años atrás, se inició una
transformación decisiva y trascendental en el desarrollo
ulterior de toda la Humanidad. Este profundo cambio cultural que
la agricultura representa y trajo, vendría a marcar, a
partir de ese momento, todas las expresiones concernientes a la
vida de todos los seres humanos. Del misterio y seguramente
fascinación, que nuestros antepasados más lejanos
le profesaron al sol, a las lluvias y al crecimiento y
reproducción de los animales y las plantas; se fue pasando
poco a poco, a una adecuación e interacción
inevitable con el medio natural.

De allí que la agricultura debió, sin duda
alguna, influir poderosamente entonces, en la génesis,
desarrollo y justificación, de todas las nociones
mágicas-religiosas que los pueblos precolombinos fueron
forjando y transmitiendo de generación a
generación, a lo largo de todo el esplendor que tuvieron
sus civilizaciones. Por tanto, la agricultura no se limitó
a ser la base fundamental para cubrir las necesidades
básicas relacionadas con la alimentación, la
provisión de medicinas, combustibles, ornamentos y
materiales de construcción; sino que y en virtud de ese
extraordinario y decisivo rol que simbolizaba en sus vidas, se
valieron de ella para fundamentar una hermosa, rica y maravillosa
cosmovisión religiosa.

De ese modo, las civilizaciones indígenas
precolombinas que ocupaban las zonas de los Andes y
Mesoamérica principalmente, forjaron tanto en la
agricultura como en la religión, a dos de sus más
importantes legados culturales. La agricultura, que hizo posible
adelantar explicaciones elementales de los misterios de la muerte
y el sentido y conservación de la vida, asuntos tan
apasionados como preocupantes entre los grupos indígenas,
influyó decisivamente en la formación y
cohesión de las comunidades pre-hispánicas,
alrededor de creencias y valores fundamentados en mayor medida,
en concepciones animistas y naturalistas.

Así, un conjunto de ceremonias, fiestas y
prácticas de orden mágico, invocaban y evocaban a
todo lo largo del continente, a dioses que representaban al sol,
la lluvia, la tierra, la fertilidad, los vientos y las cosechas.
Pacha mama, Inti, Viracocha, Ixtoh, Tlaloc, Quetzalcóalt y
Chac, son sólo algunos nombres que incas, mayas y aztecas,
veneraban con asombrosa devoción, por su fe inalterable en
que de ellos dependía enteramente el desenvolvimiento de
sus actividades agrícolas.

Eso explica porque la impresionante ciudadela de
Teotihuacán, el lugar de los dioses, según la
lengua azteca y que llegó a tener un gran esplendor en el
siglo VII, contara con un hermoso templo dedicado a la
agricultura; del mismo modo que en la concepción muy
particular que poseían los mayas sobre el mundo,
apareciera en el centro del universo una gigantesca planta de
maíz. Tal vez esta gran interdependencia entre agricultura
y religión precolombina, permitió que las
observaciones del escultor Robert Morris en una de las figuras
trazadas entre los siglos VI y XVI en la llanura de Nazca, en
Perú, fuera interpretada como "un ritual relacionado con
las lluvias, las estaciones del año y las
cosechas".

Muchas plantas indoamericanas como ciruela, aguacate,
maíz y cacao, entre otras, fueron consideradas como de
origen divino por los aborígenes precolombinos. De
allí nació la extraordinaria importancia que
desempeñó el cacao como alimento y como moneda
entre toltecas, chichimecas y mayas, luego que fuera entregado
por el dios blanco Quetzalcóalt. Mientras que el
maíz llegó a tener un carácter tan sagrado y
monumental para el maya quiché, que aparece en la propia
gestación de los primeros hombres sobre la tierra.
"……..De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo
su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las
piernas del hombre. Únicamente masa de maíz
entró en la carne de nuestros padres, los cuatro hombres
que fueron creados." (Popol Vuh).

Sin embargo, toda esta cosmovisión religiosa que
nació y se amparó en armónica
relación y sustento con las prácticas y fines de la
agricultura indígena, en épocas más
recientes, ha ido gradualmente desapareciendo y en su lugar se ha
venido imponiendo, una agricultura que no necesita invocar
ningún dios, mas que el del mercado, para privatizar las
semillas, los animales y las cosechas; para destruir los recursos
y las bases fundamentales que hacen posible la actividad
agrícola; para satisfacer primeramente exigencias
comerciales y lucrativas, antes que las necesidades humanas
más perentorias.

En efecto, la agricultura que hoy impera en nuestro
planeta se encuentra en franco conflicto con los mismos recursos
de los que depende para su existencia. Ésta
renunció a la visión holística que fue
decisiva para los pueblos originarios, que no veían
ninguna separación entre el mundo natural y lo humano,
para asumir la interacción hombre-naturaleza como una
rivalidad siempre permanente. Los procesos agrícolas,
lejos de abordarse entonces, desde la óptica de su
complejidad intrínseca, fueron reducidos a una uniformidad
y a una homogenización sin ninguna justificación
válida, más allá de la que proporciona el
lucro desmedido.

De allí que las prácticas agrícolas
prevalecientes se constituyeran en las responsables directas de
la profunda crisis ecológica y social en que se sustenta
el actual modelo, basado principalmente en monocultivos,
agroquímicos, semillas de altos insumos, erosión
genética, mecanización de los procesos e
irrigación intensiva. A esto ahora hay que sumarle sus
cultivos transgénicos, tecnología Terminator,
Zombie, y el patentamiento de plantas, animales y conocimiento
tradicional.

Es preciso devolverle cuanto antes a la agricultura, la
sacralidad de la que fue despojada por el modelo de agricultura
industrial, incapaz de resolver el hambre que padecen más
de mil millones de hambrientos y cuyas prácticas han
degradado más del 25% de las tierras agrícolas y
causado daños irreparables por salinización y
alcalinización, al 10% de las tierras irrigadas en el
mundo.

Es preciso también, retomar el modelo de
agricultura tradicional fundado en el uso de los abonos e
insecticidas naturales, los controles biológicos y la
rotación de cultivos. Estamos en definitiva, en el
instante en que nos vemos obligados a revalorizar nuestros
conceptos y procedimientos agrícolas, en que debemos
restablecer nuestros respetos a la Gran Madre de los antiguos o a
la Pacha mama de nuestros antepasados
indígenas.

Agricultura
Campesina Alimentaria Frente a la Crisis Global

Las crisis cíclicas del sistema repercuten en los
mercados productivos, el incremento de precios no beneficia a los
productores y campesinos; las ganancias se atascan en las cuentas
de las grandes corporaciones. Los insumos productivos,
perniciosos y no perniciosos, dependientes de las importaciones
aumentan sus precios vertiginosamente, y a quien corresponde
pagar esa factura es a los más pobres. El mercado global
no cubre a todos "globalmente".

En el plano medioambiental las amenazas son latentes; en
el corto plazo se seguirán produciendo ciclos estacionales
inestables (sequías, lluvias intensas), el despale
indiscriminado y sus consecuencias (erosión acelerada de
los suelos, traslado de agro tóxicos y otros contaminantes
hacia los cuerpos de agua superficiales y subterráneos) y
la permanencia de prácticas productivas agresivas
(tumba-roza-quema) son entre otros algunos de los factores que
limitarán en el futuro cercano las capacidades productivas
del país.

En una escala global los efectos medioambientales
están fuera de una capacidad nacional de respuesta; el
cambio climático (calentamiento global y manifestaciones
de mega fenómenos meteorológicos) y sus
consecuencias en los próximos 20-30 años son poco o
nada considerados en la matemática socioeconómica y
ambiental de nuestras instituciones públicas y
privadas.

El mundo entero está en crisis, una crisis de
dimensiones múltiples, una crisis de alimentos, de
energía, del clima y de las finanzas. Las soluciones que
nos ofrecen desde el poder – mas libre comercio, semillas
transgénicas, etc. – ignoran que la crisis es producto del
sistema capitalista y del neoliberalismo, y solo
profundizarán sus impactos. Para encontrar soluciones
reales, mas bien hay que mirar hacía la soberanía
alimentaria que propone la Vía Campesina.

Como llegamos a la crisis?

En las últimas décadas hemos visto el
avance del capital financiero y de las empresas transnacionales,
sobre todos los aspectos de la agricultura y del sistema
alimentario de los países y del mundo. Desde la
privatización de las semillas y la venta de agro
tóxicos, hasta la compra de la cosecha, el procesamiento
de los alimentos, y su transporte, distribución y venta al
consumidor, todo está ya en manos de un número
reducido de empresas. Los alimentos han pasado de ser un derecho
de todos y todas, a ser una mercancía más. Se
están homogenizando nuestras dietas en todo el mundo, con
alimentos que son malos para la salud, tienen precios fuera del
alcance de la gente, y estamos perdiendo las tradiciones
culinarias de nuestros pueblos.

A la vez estamos viendo una ofensiva del capital sobre
los recursos naturales, como no se había visto desde
tiempos coloniales. La crisis de la tasa de ganancia del capital
los lanza a una guerra privatizadora de despojo contra nosotros y
nosotras, campesinos e indígenas, un robo privatizador de
la tierra, el territorio, los bosques, la biodiversidad, al agua
y la minería. Los pueblos rurales y el medio ambiente
están siendo agredidos. La siembra de agro combustibles en
grandes monocultivos industriales es parte de este despojo,
justificado falsamente con argumentos sobre las crisis
energéticas y climáticas. La realidad detrás
de estas últimas facetas de la crisis tiene mucho mas que
ver con la matriz actual de transporte a larga distancia de
bienes, e individualizado en automóviles, que con otra
cosa.

Ahora el surgimiento de la crisis de alimentos y la
crisis financiera hace que todo se agudiza. La misma crisis
financiera y las crisis de alimentos están vinculados por
la especulación que hace el capital financiero con los
alimentos y la tierra, en detrimento de la gente. Ahora el
capital financiero se vuelve mas desesperado, asaltando los
erarios públicos para sus rescates, los cuales van a
obligar a todavía mayores recortes presupuestarios en los
países, y mayor pobreza y sufrimiento. El hambre en el
mundo sigue su ritmo de crecimiento. La explotación y
todas las forma de violencia, en especial contra las mujeres,
aumentan. Con la contracción económica en los
países ricos, crece la xenofobia en contra de los
trabajadores y trabajadoras migrantes, con creciente racismo y
represión, y el modelo dominante ofrece cada vez menos
oportunidades para la juventud en el campo.

En síntesis, todo va de mal en peor. Sin embargo,
como toda crisis, genera oportunidades. Oportunidades para el
capitalismo, que usa la crisis para reinventarse y encontrar
nuevas fuentes de ganancias, pero también oportunidades
para los movimientos sociales. Entre los últimos se ubican
el hecho que las tesis del neoliberalismo están quedando
sin legitimidad con los pueblos, y el hecho de que las
instituciones financieras internacionales (Banco Mundial, FMI,
OMC) están mostrando su incapacidad de administrar la
crisis (además de estar entre las causas de la misma
crisis), creando la oportunidad para eliminarlos y construir
otras instituciones de regulación de la economía
global que sirven otros intereses. Está quedando claro que
las corporaciones transnacionales son los verdaderos enemigos que
están detrás de aquellos. Está quedando
claro que los gobiernos neoliberales no sirven los intereses de
sus pueblos. También está quedando claro que el
régimen mundial de alimentos controlados por las empresas
transnacionales, no es capaz de alimentar a la gran masa de
personas en esta planeta, mientras que la soberanía
alimentara basada en la agricultura campesina local es mas
necesario que nunca.

¿Que Defendemos en La Vía Campesina
Frente Esta Realidad?

La soberanía alimentaria: echando al capital
especulativo fuera de los alimentos, y re-nacionalizando la
producción y las reservas de alimentos, se
ofrecería la única salida de la crisis alimentaria.
Solo la agricultura campesina alimenta a los pueblos, mientras
que el agronegocio produce productos de exportación y
agrocombustibles para alimentar a los automóviles en lugar
de los seres humanos. La soberanía alimentaria basada en
la agricultura campesina ofrece la solución a las
crisis.

Frente a las crisis energéticas y
climáticas: la diseminación de un sistema
alimentario local, que no se basa ni en la agricultura industrial
ni en el transporte a larga distancia, eliminaría hasta un
40% de las emisiones de gases de efecto invernadero. La
agricultura industrial calienta al planeta, y la agricultura
campesina enfría al planeta. Un cambio en el patrón
de transporte humano hacía el transporte colectivo, y
otros en los patrones de consumo, son los pasos adicionales
necesarios para hacernos frente a las crisis energéticas y
climáticas.

La reforma agraria genuina e integral, y la defensa del
territorio indígena: son esenciales para revertir el
despojo en el campo, y para poner la tierra a producir alimentos
en lugar de exportaciones y combustibles.

La agricultura campesina sostenible: solo la
producción campesina agroecológica puede
desvincular el precio de los alimentos del precio de
petróleo, recuperar los suelos degradados por la
agricultura industrial, y producir alimentos sanos y cercanos
para nuestros pueblos.

El avance de las mujeres es el avance para todos: El fin
de todos los tipos de violencia hacía la mujer, incluyendo
la física, la social y otras. El alcance de la verdadera
paridad de género en todos los espacios internos e
instancias de debates y toma de decisiones son compromisos
imprescindibles para avanzar en este momento como movimientos de
transformación de la sociedad.

El derecho a la semilla y al agua: La semilla y el agua
son las fuentes de la vida, y son patrimonios de los pueblos. No
podemos permitir su privatización, ni la siembre de
semillas transgénicas o de tecnología
terminator.

No a la criminalización de la protesta social, si
a la Declaración de Derechos Campesinos en la ONU,
propuesta por la Vía Campesina. Será una
herramienta clave en el sistema legal internacional para
fortalecer nuestra posición y nuestros derechos como
campesinos y campesinas.

La juventud en el campo: Urge abrir cada vez mas
espacios en nuestro movimiento para la incorporación de la
fuerza y creatividad de la juventud campesina, con su lucha por
construir su futuro en el campo.

Finalmente, nosotros y nosotras producimos y defendemos
los alimentos de todos y todas.

Todos y todas los participantes en la V Conferencia de
la Vía Campesina nos comprometemos a la defensa de la
agricultura campesina, a la soberanía alimentaría,
a la dignidad y a la vida. Nosotros y nosotras ofrecemos
soluciones reales a la crisis global que enfrenta el mundo de
hoy. Tenemos el derecho de seguir siendo campesinos y campesinas,
y tenemos la responsabilidad de alimentar a nuestros
pueblos.

Seguridad y
Soberanía Alimentaria y Agro
biodiversidad.

Los procesos de domesticación, selección,
adaptación y acumulación de conocimientos han
permitido al ser humano utilizar una enorme diversidad de
especies domesticadas (Brack Egg, 1999), quizás más
de siete mil plantas y decenas de animales, según la FAO
(1996). Esta gran diversidad de especies y cultivos
permitió el desarrollo de centenas de alimentos variados
en diversas partes del mundo (Sthapit et ál., 2008).
Más importante que esto, la seguridad alimentaria de la
humanidad entera depende del cultivo de las plantas y la crianza
de animales domesticados.

Por ejemplo, en el Perú los procesos de
domesticación se han desarrollado a lo largo de al menos
10 000 años y el legado se encuentra en 182 especies de
plantas domesticadas y 5 de animales (Brack Egg, 1999). Este
enorme logro fue obra de comunidades tradicionales que a
través de miles de años innovaron y acumularon
conocimientos, transmitidos en gran parte en forma oral. Antonio
Brack Egg, Ministro del Medio Ambiente en Perú, durante el
V Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Productores
Innovadores e Investigadores en Agricultura Orgánica,
realizado en Lima, en 2010, afirmó que "esta agro
biodiversidad es una de las más destacadas riquezas de que
disponen las naciones y los países. La pérdida y
marginación de esta riqueza sería una de las
tragedias de la humanidad y reduciría paulatinamente la
seguridad alimentaria a unas pocas especies y a un marco
empobrecido de recursos genéticos".

Seguridad y
Soberanía Alimentaria y Sustentabilidad.

Para la construcción del Estado Social de
justicia y bienestar que enuncia la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, es indispensable
garantizar a las ciudadanas y los ciudadanos venezolanos el
acceso oportuno a alimentos de calidad, en cantidad suficiente,
con preferencia de aquellos producidos en el país, sobre
la base de las condiciones especiales propias de la
geografía, el clima, la tradición, cultura y
organización social venezolana.

El Estado promueve la agricultura sustentable como base
estratégica del desarrollo rural integral para garantizar
la Soberanía y seguridad alimentaría de la
población; entendida como la disponibilidad suficiente y
estable de alimentos en el ámbito nacional y el acceso
oportuno y permanente a éstos por parte del público
consumidor.

La Soberanía y Seguridad Alimentaría
deberá alcanzarse desarrollando y privilegiando la
producción agropecuaria interna. La producción de
alimentos es de interés nacional y fundamental al
desarrollo económico y social de la
nación.

El Programa Soberanía y Seguridad
Alimentaría tiene como objetivo elevar el nivel de
desarrollo científico-tecnológico para contribuir a
aumentar la independencia del sector agrícola nacional,
tanto en lo relativo a la producción de rubros
básicos, como para el procesamiento, conservación y
disponibilidad de alimentos que aseguren niveles óptimos
de alimentación y nutrición de la población
por medio de la transferencia de tecnologías a los
agricultores.

En tal sentido se propone:

  • Fomentar un esfuerzo sostenido de
    investigación y desarrollo de tecnologías para
    la producción y transformación de alimentos,
    haciendo énfasis en las nuevas tecnologías
    agrícolas y en esquemas de transferencia de
    tecnologías que garanticen que los resultados de tales
    investigaciones lleguen a los agricultores.

  • Propiciar la formación de talento humano
    asociado a líneas de investigación y
    desarrollo, aprovechando la capacidad endógena y las
    relaciones y convenios para el intercambio con centros de
    investigación y desarrollo de alto nivel
    mundial.

  • Potenciar la capacidad científica y
    técnica de las instituciones que les permita explorar,
    conocer, investigar, valorar, conservar y desarrollar
    sosteniblemente los recursos naturales como un patrimonio
    altamente productivo en lo ecológico, social y
    económico.

  • Consolidar un sistema multi-institucional abierto,
    que propicie un estilo de desarrollo tecnológico
    agrícola fundamentado en procesos de libre
    concurrencia, descentralización y participación
    social, con el fin de mejorar el desarrollo del sector
    agrícola y en particular de los pequeños y
    medianos productores, en armonía y con criterios de
    sostenibilidad y equidad.

Grandes recursos energéticos se consumen en el
mundo en función de la alimentación de los seres
humanos. Los alimentos son los portadores energéticos
y de otros nutrientes necesarios para la vida.

Cualquier producto que se lleva a la mesa ha tenido un
consumo energético considerable en su producción y
elaboración. Es una lástima que muchos productos no
sirvan para una alimentación sana, sino al contrario,
perjudiquen la salud y acorten la vida de los seres
humanos.

En la antigüedad las culturas prehispánicas
en el continente americano conocieron y aprovecharon el entorno
para la obtención de sus recursos y cubrir las demandas
alimentarias que se generaban entre su población; y
posterior a un encuentro entre las cultura en las tierras de
Mesoamérica (hoy denominado Estados Unidos Mexicanos) en
aquel tiempo la visión política, económica y
administrativa se transformaba para incorporar, organizar y
ajustar incluso las necesidades alimentarias en usos y costumbres
a la española no siendo fácil por su equilibrio y
arraigo de cultura que crece , conoce y explota los recursos
naturales ya que la población y la supervivencia
dependían de ella.

Esta visión antropológica sustentada en un
análisis bajo el modelo de la ecología cultural en
el contexto histórico nos destaca como el desarrollo
natural y biológico en el que se desempeña y adapta
el hombre en sociedad se convierte en un factor determinante e
importante para la apropiada sustentabilidad, el detentar un
equilibrio en un su hábitat o entorno, es esta una muestra
de la salvedad e inteligencia del ser humano por sobrevivir y
trascender en su desarrollo y evolución como sociedad lo
cual se ha convertido en algo característico de el ser
humano. Sin embargo a través de los tiempos las fusiones y
expansiones culturales en este caso el de nuestras culturas en
Mesoamérica y la de la nueva España en nuestro
continente americano generaron que los criollos que no contaban
con una identidad propia solo mantener sus intereses
económicos y privilegios basados en la explotación
de los indígenas y de las castas.

Esto ocasiono el que los indios ya no contaran con una
cultura propia y de tradición por lo cual se presento como
un grupo impotente para emerger en una alternancia a la corona
española. Destaca en la historia que la conquista
implantó instituciones, religión, monarquía
y cultura por la fuerza en base a las transformaciones e
intercambios, esta sinergia también trajo desequilibrios y
enfermedades.

En lo que respecta a la alimentación
culturalmente esta se conservo y de hecho gano la batalla al no
haber podido desplazar y eliminar de las costumbres de los
actores sociales, implementos, recursos y principios de una
biodiversidad que sustentaban el valor y significado de una
alimentación con raíces indígenas,
basándose así el uso de estos alimentos para la
consecución y disponibilidad de ellos por su
disponibilidad, autenticidad y naturaleza, elementos que se
fortalecieron en su conservación por el hombre, por las
conceptualizaciones espirituales y metafísicas que tan
llenas de significados y virtudes generaban una serie de valores
estimativos en relación con el equilibrio que se
debía sostener con la naturaleza para ellos, logrando
así contrarrestar en esos tiempos los intentos por imponer
nuevos hábitos y costumbres que buscaban remarcar un plano
de desigualdad e inequidad hacia esa cultura indígena en
forma total.

Políticas
y
Leyes en Materia de Seguridad y Soberanía
Agroalimentaria.

Ley Orgánica de Seguridad y
Soberanía Agroalimentaria

El objetivo primordial de esta Ley es servir un
instrumento jurídico capaz de "garantizar la seguridad y
soberanía agroalimentaria, en concordancia con los
lineamientos, principios y fines constitucionales y legales en
materia de seguridad y defensa integral de la Nación, sin
perjuicio de las disposiciones contenidas en la Ley que regula
las tierras y el desarrollo agrario"
(artículo1).

Beneficios para el pueblo:

Garantiza la Soberanía
Agroalimentaria

La Soberanía Agroalimentaria es considerada como
un derecho inalienable de la nación a definir y
desarrollar políticas agrarias y alimentarias apropiadas a
sus circunstancias especificas, a partir de la producción
local y nacional, respetando la biodiversidad productiva y
cultural, garantizando el acceso oportuno y suficiente de
alimentos a toda la población. Los objetivos que le
garantizan en este decreto son: el privilegio de la
producción agrícola interna, cogestión en la
planificación con la participación de todos los
actores y actoras que intervienen en las actividades
agrícolas, medidas de protección,
supervisión de los productores nacionales, entre otras que
determine la Ley.

Garantiza la Seguridad Agroalimentaria

La Seguridad Agroalimentaria es la capacidad efectiva
que tiene el Estado, en corresponsabilidad con el sector
agroalimentario nacional, para garantizar a toda la
población, la disponibilidad,  acceso, intercambio y
distribución equitativa de los alimentos de manera
estable. Los objetivos que le garantizan en este decreto son:
planificación, desarrollo y articulación de la
producción, establecimiento de medidas en el orden
financiero, protección de los asentamientos y comunidades
de pescadores, entre otras que determine la Ley.

Los principios inherentes al presente Decreto
benefician a todas y todos

Consagrando la disponibilidad y acceso oportuno a los
alimentos, el derecho a producir y consumir los alimentos propios
del territorio nacional, la producción sustentable, la
protección de los derechos fundamentales de productores y
productoras, garantiza la soberanía agroalimentaria y el
desarrollo sustentable a las futuras generaciones, incentiva
nuevas formas de producción que permitan desarrollar una
agricultura ecológica sustentable, promueve condiciones
justas y solidarias para el intercambio y la distribución
agrícola.

Establece como utilidad pública e
interés social actividades y bienes afectos a la
producción agroalimentaria

Se declaran de utilidad pública e interés
social, los bienes que aseguren la disponibilidad y acceso
oportuno a los alimentos, de calidad y en cantidad suficiente a
la población, así como las infraestructuras
necesarias con las cuales se desarrollan dichas actividades. El
Ejecutivo Nacional, cuando existan motivos de seguridad
agroalimentaria, podrá decretar la adquisición
forzosa, mediante justa indemnización y pago
oportuno.

Incorpora al poder popular

Los Consejos Comunales y demás formas de
organización y participación social,
establecerán los mecanismos para la conformación de
redes y espacios alternativos para el intercambio y
distribución de productos agrícolas desde las zonas
rurales a los centros urbanos con fines sociales y dirigidos a
las zonas populares.Asimismo, contempla la conformación de
espacios de planificación participativa como los son las
Asambleas Agrarias cuya función social es articular con el
Ejecutivo políticas y actividades de la producción,
intercambio y distribución de productos
agroalimentarios. 

Garantiza la distribución
eficiente

Con el propósito de garantizar la
distribución eficiente y el acceso oportuno a los
alimentos, el Ejecutivo Nacional creará los centros de
almacenamiento necesarios para garantizar la disponibilidad de
alimentos en el menor tiempo posible, asimismo podrá
asumir directamente actividades de distribución e
intercambio cuando lo considere necesario.

Se valida el trueque es considerado como forma de
intercambio

Son válidas las alternativas de intercambio
monetarias o no, tales como la economía de equivalencia,
el trueque o cualquier forma de valoración comparativa que
resulten de un intercambio justo de alimentos, productos,
insumos, saberes y servicios agrícolas.

Garantiza la inocuidad y calidad de los
alimentos

La Ley protege a las personas en el acceso a alimentos
inocuos, es decir sin ningún riesgo nocivo para la salud,
y de calidad, determinando parámetros y sistemas de
rastreabilidad, con el fin de mejorar los procesos productivos y
adecuarlos a las nuevas tecnologías.

Apoya e incentiva la investigación y
educación en materia agroalimentaria

El Estado promoverá e incentivará la
investigación, desarrollo, extensión y
transferencia de tecnología, con el objeto de mejorar la
producción, conservación, transformación,
transporte, intercambio, distribución y análisis de
alimentos. Dichas investigaciones se orientarán hacia el
desarrollo social.

Sistema de sanciones que garantizan el bienestar de
la mayoría de la población

Las Leyes son concebidas para regular la
actuación de los particulares y de los órganos y
entes del Estado en un sector, ante conductas normales y en
cumplimiento voluntario. En su búsqueda de la
adecuación de sus disposiciones debe prever sanciones a
las conductas irregulares, desviadas de la actuación
armoniosa de la mayoría de los agentes sujetos a
ella.

Las sanciones aplicables a los sujetos que cometan
infracciones a la Ley son: multa, comiso, cierre temporal del
establecimiento o prisión, según las respectivas
atenuantes o agravantes que concurran en el caso
concreto.

Partes: 1, 2

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