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Ciclo económico



Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. El
    funcionamiento de la economía
    capitalista
  3. Modelo
    básico de crecimiento
    económico
  4. Uruguay: economía primaria agro
    exportadora (1875-1929)
  5. Síntesis de la
    Sección
  6. La
    dinámica de la acumulación de
    capital
  7. Las
    crisis en la historia del capitalismo
  8. Modelo
    ampliado de ciclos económicos
  9. Uruguay: economía primaria con
    industrialización sustitutiva
    (1930-1973)
  10. El
    rol del Estado
  11. La
    economía primaria con servicios a la región
    (1973-2000)
  12. La
    teoría del crecimiento económico, sus causas y
    sus crisis
  13. Crecimiento económico: un modelo
    clásico
  14. Breve
    historia económica del Uruguay
  15. Anexos
  16. Conclusiones
  17. Bibliografía

Introducción

El estudio de la dinámica del sistema
capitalista, de sus fases de crecimiento y de sus períodos
de crisis que conforman los ciclos económicos, se
inició con el trabajo de los primeros economistas
clásicos en su afán de responder a dos preguntas
que han sido objetos de investigación de la ciencia
económica en sus inicios.

El siguiente documento describe la dinámica del
sistema capitalista centrándose en el crecimiento
económico, desarrolla modelos para sustentar con
precisión la descripción y estudia la historia
económica de un país específico, Uruguay,
como aplicación de caso de los conceptos y modelos
desarrollados.

Si bien no se aborda en forma directa la cuestión
de cómo se distribuye la riqueza, indirectamente el tema
es tratado en forma reiterada en cuanto toda la exposición
gira en torno al beneficio (ingresos excedentes de los
empresarios que se reparten entre los distintos grupos
capitalistas bajo diversas denominaciones: dividendos, intereses,
renta) y el salario (ingresos de los trabajadores.) En la
explicación de la dinámica del crecimiento de la
economía y de sus crisis, en la modelación de esa
dinámica, en el rol del Estado y en la síntesis
histórica del caso uruguayo se hacen continuas referencias
a esta cuestión, aún cuando el foco esté
dirigido al análisis del crecimiento
económico.

Los temas que se tratan se presentan en un orden
creciente de complejidad, ampliando las dimensiones en estudio
hasta conformar tres grupos de tres capítulos agrupados en
secciones. Un cuarto capítulo en cada sección
intenta ser una síntesis integradora de lo tratado en la
misma.

En la primera parte se aborda el fenómeno del
crecimiento económico, a partir de la descripción
del funcionamiento de la economía actual a su nivel de
análisis más básico: el de los empresarios y
trabajadores.

El segundo capítulo de esta primera
sección se propone modelar la dinámica de
funcionamiento del sistema capitalista en lo que respecta al
crecimiento, "las leyes de movimiento" de los economistas
clásicos comenzando por el modelo básico más
sencillo y que por tanto asume una cantidad importante de
supuestos fuertes.

El capítulo final de esta primera sección
se propone describir el desarrollo histórico del sistema
capitalista uruguayo como complemento y aplicación de caso
de los capítulos anteriores.

La segunda sección introduce el estudio de la
detención e incluso retroceso del crecimiento que ocurre
con las crisis económicas. El primer capítulo
muestra como el crecimiento se ve interrumpido en forma
periódica por brutales crisis donde la generación
de riqueza cae y la desocupación crece, debido a las
contradicciones propias del sistema económico y a pesar
del deseo conciente de la gran mayoría de sus actores de
continuar acumulando capital. El segundo capítulo de esta
sección presenta modelos dinámicos que explican la
ocurrencia de períodos de crecimiento alternados por
períodos de crisis, extrayéndose de estos modelos
conclusiones que avalan la descripción cualitativa
presentada en el capítulo precedente.

El capítulo final de esta segunda sección
estudia la expansión y crisis de la economía
uruguaya entre 1930 y 1973, ejemplificando los conceptos y
modelos matemáticos desarrollados al respecto.

La sección tercera introduce el estudio del rol
del Estado en los procesos de crecimiento y crisis. El sistema
económico no se sostiene por sí sólo, ni
aún en épocas de crecimiento donde no ocurren
crisis, sino que es necesaria la dimensión política
representada por el Estado para viabilizar la dimensión
económica. el instrumento de los grupos empresarios para
regular, dar soporte y potenciar la acumulación de
capital. Este es el objeto de análisis del primer
capítulo de la sección.

El segundo capítulo explica a partir del modelo
matemático desarrollado en las secciones anteriores las
diversas políticas económicas que el Estado puede
llevar a cabo para soportar y potenciar el crecimiento y la
acumulación de capital, así como profundiza el
estudio del progreso tecnológico por ser un elemento clave
en la dinámica del sistema.

El último capítulo de esta sección,
presenta la evolución económica de Uruguay
especialmente en la década de los 90 como estudio de caso
de aplicación de la teoría expuesta en los
capítulos previos.

el tercer capítulo de la sección comienza
con el análisis comparativo de las trayectorias de
crecimiento seguidas por países de similar tamaño a
Uruguay, como son Chile, Nueva Zelanda e Irlanda, cuyos detalles
se presentan en Anexos. Con ellos Uruguay comparte su origen como
país proveedor de materia primas y alimentos para los
países industrializados, con los dos primeros el ser
países de la zona templada del planeta que por su
lejanía de los centros desarrollados recién se
integraron a la economía mundial a finales del siglo
XIX.

La elección de los períodos en que hemos
dividido el lapso de tiempo abarcado merece una
explicación: por una parte estos períodos
representan conformaciones específicas del capitalismo a
escala mundial en cuanto a los aspectos institucionales, de
desarrollo tecnológico, de organización
económica y de estructura de poder.

La economía uruguaya ha sido altamente
dependiente de la demanda de productos de los países
desarrollados desde los inicios del período considerado y
a su vez la influencia de los países limítrofes,
Argentina y Brasil, ha sido muy marcada en toda la historia
económica y política del país.

Al estudiar la evolución de la economía
uruguaya se consideran los países de la región
porque su tamaño, inestabilidad y políticas
económicas han tenido una fuerte influencia sobre el caso
en estudio.

La cuarta y última sección se trata de
ofrecer una síntesis y las conclusiones a las que se
arriba con respecto a cada uno de los tres "libros "mencionados,
a fin de facilitar la comprensión cabal de cada uno de los
tópicos. Junto con las conclusiones se indican las
limitaciones que el autor ha encontrado en algunos puntos
tratados y que espera superar en un futuro, lo cual implica el
sugerir nuevas posibilidades de continuación y
complementación de las tesis aquí
presentadas.

El funcionamiento
de la economía capitalista

La motivación del empresario

El surgimiento de la sociedad capitalista en las
postrimerías del siglo XVII, luego de una larga
evolución que modificó radicalmente la sociedad
medieval, es a la vez causa y consecuencia del avance de las
técnicas de producción que posibilitan el
nacimiento de una numerosa clase trabajadora que vende su fuerza
de trabajo, a cambio de un salario, a un pequeño grupo de
la sociedad propietario de los medios para producir.

El nuevo sistema económico se caracteriza por una
nueva forma de comportamiento que el capitalismo
generalizó en toda la sociedad: la motivación para
maximizar el ingreso, la motivación de las utilidades. La
sociedad de mercado no inventó esta motivación,
pero la convirtió en un aspecto central y necesario del
sistema económico y del comportamiento social

De esta forma la sociedad capitalista logró
transformar (y ocultar) la imagen que de ella misma tienen los
distintos grupos sociales y las personas que componen esos
grupos.

En la sociedad feudal la riqueza generada por los
siervos atados a la tierra era utilizada en una parte (menor)
para su subsistencia mientras que la otra parte (mayor) era
apropiada por los señores feudales quienes garantizaban a
su vez la seguridad a sus siervos a través de sus
ejércitos propios. De este modo, la riqueza y el poder del
señor feudal se hallaban asociados a la tierra que
poseía (y por tanto a los siervos que podían
producir en ella), por lo que su afán era la
posesión de más tierras para la obtención de
mayor poder.

En el sistema capitalista, , la riqueza es generada por
el trabajador que recibe a cambio un salario para su subsistencia
y el de su familia. La producción es comercializada por el
empresario quien vende el producto para recibir un pago que cubra
el dinero que adelantó al trabajador y que entregó
a otros empresarios a cambio de materias prima, máquinas e
insumos, obteniendo a la vez un beneficio.

El objetivo del empresario es obtener un beneficio
económico que compense su inversión. Y este
beneficio obtenido, al incrementar el capital que posee el
empresario, lo obliga a lograr un beneficio en valor absoluto
superior al anterior para que, relativo al capital incrementado,
sea igual.

El origen del beneficio

El empresario tiene un "capital" en el sentido que se la
da en la actualidad: un monto de dinero que invertirá para
la producción de un producto
comercializable[1]Con este capital comprará
medios de producción (maquinarias y materias primas) y
contratará trabajadores a los que pagará un
salario.

El empresario elegirá las maquinas que
correspondan a una técnica o tecnología que le
permitan un menor costo de producción, considerando el
salario a pagar por trabajador y la productividad que el proceso
técnico implícito en la maquinaria le
permita.

El empresario al poseer los medios de producción
de un proceso técnico, contrata la fuerza de trabajo del
trabajador y toma los excedentes generados. Su objetivo no es la
producción de un bien en sí sino la ganancia que de
este circuito se deriva.

Son estas relaciones de producción, entre el
empresario, el trabajador y los medios de producción, que
definen en su raíz al sistema capitalista. Y en
última instancia determinan la conducta de los
participantes en el sistema.

La valorización del beneficio

El empresario utiliza su dinero para comprar
maquinarias, materias primas y mano de obra, con ellos performa
el proceso productivo y comercializa el producto resultante a un
precio dado: analicemos a partir de estos elementos el
cálculo que realiza el empresario para obtener su
beneficio.

El capital invertido en pago de salarios por el
empresario retorna con un adicional: el excedente que resulta de
la porción del tiempo de trabajo que el trabajador
aportó su trabajo sin ser pagado por ello (ya que que el
salario surge de las necesidades de supervivencia del trabajador
en una sociedad dada con sus usos y costumbres y no surge de los
bienes por él producidos.) Este capital al no permanecer
igual sino que se incrementa, se denomina capital variable. El
monto del excedente dependerá del salario pagado y la
productividad del trabajador. La relación entre capital
constante y capital variable se denomina composición
orgánica del capital y depende de la técnica de
producción empleada.

De esta forma obtendrá mayores beneficios quienes
tengan menores costos, pudiendo mejorar su posición
competitiva, y esto impulsa a los empresarios del sector a
invertir en maquinarias que sustituyan mano de obra, de forma que
el mayor costo en maquinaria en cada período es más
que compensado por el menor costo en mano de obra. Este continuo
cambio de técnicas de producción hace que, en una
rama industrial dada, las tasas de beneficios sean diferentes en
cada empresa y que el empresario que incorpore la
tecnología más moderna obtenga los mayores
beneficios.

El efecto de la competencia es el de tender a la
igualdad de la tasa de beneficio entre las empresas de una rama
industrial. Pero a su vez debido a la competencia esa tendencia
es constantemente interferida por nuevos desarrollos de toda
clase, tales como nuevos productos, nuevas técnicas, etc.,
que crean diferencias entre las tasas de beneficio. El resultado
final es un proceso dinámico y evolutivo en el cual las
tasas de beneficio no son nunca iguales pero fluctúan
incesantemente.

Los beneficios se relacionan con el precio al cual el
empresario vende su producto, precio que queda entonces
determinado por el valor del producto, la composición
orgánica del capital y la tasa de beneficio promedio de
todas las ramas industriales. El precio así obtenido
determina a su vez la tasa de beneficio del empresario en
particular considerado, de acuerdo a la técnica de
producción que utiliza (que puede ser o no la reguladora,
ya vimos que al interior de la industria no hay una tendencia
lineal a la igualación de la ganancia.)

En el marco de libre competencia este es el precio
alrededor del cual fluctuará el precio de venta o precio
de mercado, las variaciones de oferta y demanda harán que
el precio de mercado sea por momentos mayores y por momentos
menores que el precio de equilibrio antes determinado, denominado
por los economistas clásicos precio de producción
para diferenciarlo del precio de mercado que se obtiene por las
condiciones de oferta y demanda del momento.

La movilidad del capital entre sectores asegura que los
precios de producción actúen como centros de
gravedad de los precios de mercado, por el mecanismo ya explicado
de búsqueda de mayor rentabilidad. A su vez los precios de
producción dependen de la cantidad de tiempo de trabajo
(directo e indirecto) que el producto tenga incorporado. De esta
forma los precios de producción actúan como la
unión mediadora entre precios de mercado y valor derivado
del trabajo.

La tendencia histórica de la tasa de
beneficio

El empresario busca abaratar constantemente el costo de
producción como forma de aumentar sus beneficios. Con esto
trata de disminuir el salario de sus trabajadores a través
de los más diversos medios Fuera de la empresa
presionará por leyes que reduzcan la protección del
trabajador frente a abusos patronales y por políticas
económicas del Estado que reduzcan los salarios de sus
trabajadores o las cargas patronales asociadas.

La otra manera que tiene el empresario de disminuir sus
costos de producción es aumentar la productividad de los
trabajadores por lo cual obtiene más productos por un
salario dado y por tanto, en cuanto el precio de los productos se
mantenga, podrá obtener mayor excedente económico
o, lo que es lo mismo, aumentar sus ganancias.

La consecuencia de esto es la reducción de la
tasa de beneficio

El concepto de crecimiento en la economía
capitalista

El crecimiento económico es tradicionalmente
definido como: "el aumento continuo de la producción
agregada con el paso del tiempo".

La principal medida que se utiliza para analizar su
evolución en un país dado es el Producto Bruto
Interno (PBI) que calcula la producción total para uso
final de bienes y servicios realizados por trabajadores y
propietarios localizados en el país.

De esta forma las actividades del país se
consideran como productivas cuando se comercializan en un mercado
y se asocian con el crecimiento económico, en concordancia
con la corriente económica dominante de escuela
neoclásica cuyo enfoque del sistema excluye la
producción para concentrarse en el intercambio.

La continua transformación del capital monetario
en productos, a través de las maquinarias, las materias
primas y la mano de obra, que luego se comercializan para obtener
un capital monetario mayor que el original, es el circuito de
producción y comercialización que realiza el
capital. El sistema capitalista se transforma progresivamente en
las sucesivas repeticiones del circuito, en forma irreversible y
crecientemente complejo.

El crecimiento de la economía de un país
capitalista depende entonces de la reinversión de los
beneficios obtenidos por los empresarios, beneficios que son los
excedentes generados en el proceso de producción por los
trabajadores.

El beneficio como motor del
crecimiento

La inversión del empresario original, provoca una
cadena de inversiones en producción que genera un
crecimiento multiplicador. Es necesario que existan beneficios
(excedentes) y que los beneficios sean reinvertidos.

A su vez el crecimiento que genera la reinversión
del empresario implica la compra de maquinarias y materias primas
además de la contratación de mano de obra, por lo
que el efecto multiplicador dependerá de cuanto de este
capital constante que se adquiere sea de origen importado o
nacional.

Las condiciones para lograr beneficios

Las relaciones pre-capitalistas (feudales y todas las
anteriores) se caracterizaron por un crecimiento bajo o casi nulo
de la producción de bienes por persona: la
producción crecía únicamente y en cuanto la
población crecía y a su vez esta estaba limitada
por la producción de alimentos.

En la búsqueda de ganancias y con el surgimiento
de la relación entre empresarios y obreros basados en la
contratación de la fuerza de trabajo del último a
cambio de un salario pago por el primero.

En forma sostenida cuando transforma la estructura de su
economía desde una economía no industrializada a
una economía industrializada que produzca bienes cada vez
de mayor valor.

La incertidumbre o la falta de normas jurídicas,
la situación de anarquía entre otras harán
difícil que el empresario reinvierta y se genere el
crecimiento económico.

La razón de que el salario tienda a ser el de
subsistencia es la existencia de una gran reserva de mano de obra
desocupada que hace presionar el salario a la baja: en el sistema
capitalista el progreso tecnológico sesgado al ahorro de
costos crea nuevas técnicas de producción que
generan esta desocupación. El crecimiento económico
es un factor que puede contrarrestar esta tendencia al aumento de
la desocupación.

Las importaciones de bienes de capital, las migraciones
internacionales, las inversiones directas pero fundamentalmente
el desarrollo de un sistema nacional de innovación y de
proyectos industriales propios del país son todas fuentes
de progreso tecnológico externas a la empresa.

Modelo
básico de crecimiento económico

A partir del modelo básico se extraen las
primeras conclusiones que describen el comportamiento del sistema
y se analizan las limitaciones del modelo debido a los supuestos
realizados, luego gradualmente se eliminan las restricciones y se
extraen nuevas conclusiones.

Los sucesivos modelos se ocupan casi exclusivamente del
problema del crecimiento, inicialmente con una única
técnica de producción (la más rentable),
incorporando luego el progreso tecnológico y las
condiciones de viabilidad para el cambio de técnica de
producción.

Dos importantes temas no son tratados en este
desarrollo: el primero es el papel del dinero y del sistema
financiero en el crecimiento y las crisis de la economía,
el segundo es la distribución de la riqueza entre los
diversos sectores de la sociedad.

El sector financiero no crea valor por sí mismo:
por el contrario, toma parte de los excedentes generados por los
trabajadores en la producción de bienes. Facilita la
producción captando ahorros nacionales o extranjeros y
volcándolo al sector productivo, facilitando el proceso de
repetición y ampliación de la producción que
realiza el empresario industrial. Pero el sector financiero
rápidamente retira el crédito cuando la crisis se
asoma, amplificándola en grado extremo.

Por lo demás el aspecto monetario influye en los
valores nominales de las variables, pero en un enfoque a largo
plazo no cambia los valores reales de las variables, sus
tendencias y sus relaciones.

Definición del modelo

El modelo básico se desarrollará
considerando que toda la producción de un país o
sociedad dada en un período determinado se ha agregado en
un sólo producto. Esta agregación puede ser hecha
sobre una base monetaria con lo cual la suposición de la
teoría se acerca a la realidad del sistema
capitalista.

En las economías reales se suele utilizar el
Producto Bruto Interno (PBI) como indicador agregado de la
producción.

El modelo inicial también supone que no hay
progreso técnico. Hay una única técnica de
producción, la más rentable para el empresario en
las condiciones económicas prevalecientes, con la que se
obtiene un monto monetario para obtener un número dado de
unidades de producto final el empresario debe adelantar el
capital variable V cuyo monto es wL, donde w es el salario pagado
al trabajador por unidad de tiempo, más el capital
constante C que es M+K. La técnica utilizada tiene
retornos constantes a escala, esto es: los aumentos en la
cantidad de capital constante y variable son proporcionalmente
iguales así como la cantidad de producto obtenido. El
incremento de la producción en un factor multiplicativo
dado implica proporcionales aumentos en la cantidad de trabajo
realizado y de capital fijo y materia primas
utilizadas.

La tasa de crecimiento de una variable en un momento t
dado es el cociente de la derivada de la variable sobre la
variable, ambas consideradas en el momento t. Para el caso de la
producción agregada:

g =Y"/Y

Determinación de la tasa de
crecimiento

El costo se compone por lo pagado por unidad de tiempo
al trabajador para utilizar su fuerza de trabajo multiplicado por
la cantidad de tiempo necesaria de acuerdo a la técnica de
producción más la depreciación de las
maquinarias más las materias primas consumidas en el
proceso. Debido a que en el costo el capital constante no cambia
su valor (no hay intercambio desigual en condiciones de
competencia), el beneficio B coincide con el excedente S, neto de
la reposición de los medios de producción
depreciados, excedente que el trabajador produce y que es
apropiado por el empresario en cada período de
producción

B= S = Y – (wL+M+K/()

La tasa de beneficio en el período considera todo
el capital adelantado por el empresario y los beneficios
logrados:

b=S/(wL+M+K)

La tasa de crecimiento de esta economía se puede
entender de la siguiente forma: el excedente generado se utiliza
en primer lugar para reponer el capital constante que se ha
desgastado en el proceso de producción. Por encima de ese
valor el excedente es utilizado para ampliar el circuito de
producción por lo que la economía crece y la tasa
de crecimiento es el excedente neto dividido el capital
adelantado por el empresario, o sea la tasa de beneficio del
empresario.

Consideraciones acerca de la tasa de
crecimiento

La tasa de obtención de excedentes es mayor
si:

  • es menor el salario real de los trabajadores por
    unidad de tiempo, w.

  • es mayor la productividad de los
    trabajadores.

Definimos la tasa de obtención de excedentes, m,
como la razón entre el excedente y el capital variable
utilizado

m=S/wL

S = mwL

La técnica utilizada, que habrá de ser la
más rentable para el empresario, implica la cantidad de
unidades de trabajo L a utilizar y el capital fijo K. Las
ganancias de los empresarios son ahorros que se invierten. A
partir de estas tres condicionantes (salario, técnica
utilizada e inversión) quedan determinados, los excedentes
producidos por el trabajador y que se transforma en el beneficio
del empresario, por lo que de ello se deriva la tasa de
crecimiento del sistema económico.

La tasa de crecimiento calculada corresponde al sector
capitalista de la producción de un país, no es
necesariamente la tasa de crecimiento de la economía del
país ya que en este siempre hay sectores no capitalistas
tales como el trabajo doméstico, la producción
artesanal y la producción agrícola de auto
subsistencia. La tasa de crecimiento g puede no ser y
generalmente no será coincidente con la tasa natural de
crecimiento de la población n (que implica la fuerza de
trabajo potencial, pero no en forma directa), derivada de las
tasas de natalidad y mortalidad.

Determinando expresiones para las
variables

Las variables crecen a la misma tasa por lo que en el
modelo básico sin progreso técnico, con retornos
constantes a escala, las productividades del capital y de la mano
de obra así como la relación de capital constante a
capital constante son todas constantes e iguales a sus valores
iniciales.

El modelo básico muestra que el sistema
económico capitalista es un sistema en continua
expansión, regulado en última instancia por su
nivel de rentabilidad, en tanto los beneficios sean reinvertidos
en ampliar la producción y el excedente de la
técnica empleada sea superior al valor de
reposición del capital constante. El límite de esta
expansión estaría dado por la disponibilidad de
recursos naturales y humanos.

El crecimiento económico permite la
extracción de cada vez mayores excedentes en valor
absoluto, aún manteniéndose constante la tasa de
obtención de excedentes.

Extendiendo el modelo básico: no todo el
beneficio se reinvierte

Esto puede ocurrir cuando el empresario consume un alto
porcentaje de sus ganancias en artículos suntuarios o
cuando parte de sus ahorros los coloca en el exterior. Pero
además en la sociedad actual parte del excedente es
consumido por otras personas en actividades no productivas, tales
como las actividades de intermediación comercial,
financiera y las necesarias para el mantenimiento y la
reproducción del orden social.

Modelo básico con progreso
técnico.

La condición de cambio de técnica se
expresa entonces por un mayor beneficio en el período
siguiente a la introducción de la nueva técnica que
el beneficio en el período actual previo a la
innovación.

Implicancias del cambio técnico

El progreso técnico en el sistema capitalista
está orientado al aumento de la productividad que reduce
la mano de obra necesaria (capital variable), incrementando el
capital constante (en particular el capital fijo en maquinarias.)
En otras palabras, el progreso tecnológico a escala
empresarial es, en el sistema económico capitalista,
sesgado en el sentido de que por cada unidad de producto obtenido
las nuevas técnicas incorporan más medios de
producción y disminuyen la fuerza de trabajo, aumentan la
productividad laboral a la vez que disminuyen la productividad
del capital.

El crecimiento de la economía con cambio
técnico

Las productividades de los medios de producción y
la mano de obra ponderando los montos de capital constante y
capital variable respectivamente, tasas que surgen debidas al
cambio técnico. El crecimiento de la economía sigue
estando directamente relacionado con la tasa de beneficio y su
reinversión.

El modelo que hemos desarrollado permite prever la
existencia de crisis en el sistema económico que
configuran junto a las fases de crecimiento los ciclos
económicos, sin embargo ella surge más de la
realidad histórica (dado que el sistema capitalista no se
ha detenido ni explosionado, sino que luego de cada crisis ha
comenzado un nuevo período de crecimiento) que por
consecuencia matemática de nuestro desarrollo, ya que
hasta aquí lo que hemos deducido es una tendencia a la
estagnación.

Han sido comprobadas empíricamente en diversos
estudios:

a) la acumulación de capital como
característica central al sistema y por ello el
crecimiento económico

b) el aumento de la productividad del trabajo, lo que
implica el valor decreciente de los productos

c) la tasa creciente de obtención de excedentes
por parte del empresario.

d) la creciente composición orgánica del
capital.

e) la tendencia decreciente de la tasa de beneficio
promedio de la economía.

Uruguay:
economía primaria agro exportadora
(1875-1929)

La descripción cualitativa del funcionamiento de
la economía capitalista en general y del crecimiento
económico en particular, encuentra una aplicación
al caso de Uruguay entre finales del XIX y comienzos del XX,
período de integración tardía de la
economía uruguaya al sistema capitalista
mundial.

Caracterización del capitalismo mundial en la
época.

El descubrimiento de América y la
formación de las economías coloniales generaron la
expansión del capitalismo comercial del siglo XVII que
permitió la acumulación de capitales original del
sistema capitalista industrial que surge en Inglaterra en el
siglo XIX.

En el período considerado es Europa el centro
dinámico de expansión que propicia la
formación del mercado y la economía mundial, aunque
el rápido crecimiento de Estados Unidos luego de la Guerra
de Secesión implicará el creciente desplazamiento
del continente europeo en ese papel central.

Gran Bretaña es dentro de Europa quien juega un
rol fundamental en esta expansión, tanto por su fuerte
exportación de capital como por ser fuente de corrientes
migratorias, rol que se verá cuestionado por la emergencia
de Alemania como gran potencia industrial. Sin embargo, con
relación a los países exportadores de productos
primarios como Uruguay, sigue siendo la potencia británica
el principal referente tanto en demanda de productos primarios
como en oferta de bienes industrializados.

El capitalismo inglés de la época se
caracteriza por capitales de moderada escala, empresas con bases
familiares y organización en plantas fabriles mecanizadas.
La industria tiene escasa integración vertical pero gran
diversificación horizontal y se localiza por ramas
industriales en sitios específicos de Gran Bretaña.
La fuerte expansión de esta industria generó la
necesidad de proveerse de materias primas para su
producción, de alimentos para sus trabajadores, de
artículos suntuarios para sus nuevos y enriquecidos
empresarios y de nuevos mercados para la colocación de su
creciente volumen de productos manufacturados.

La revolución tecnológica producida en los
barcos de navegación de ultramar en las últimas
décadas del siglo XIX posibilitó reducir
drásticamente los costos de transporte y acortar los
tiempos necesarios para cubrir las distancias desde y hacia los
países proveedores de materia primas. Fue la
reducción del costo de los fletes del transporte de larga
distancia más que el aumento de la demanda lo que
fomentó la ampliación de las tierras explotables
para la ganadería y la agricultura por parte de los
emigrantes europeos en el Medio Oeste norteamericano, el
Río de la Plata y Oceanía. Los países de
estas regiones, y en particular Uruguay, pudieron incrementar su
comercio internacional con los países europeos a la vez
que fueron destinatarios de una fuerte inversión en
actividades destinadas a producir para los mercados de los
países industrializados. Las oportunidades de
inversión se presentaron tanto en la industria para la
exportación como en el desarrollo de la infraestructura
necesaria para llevarla a cabo. El ejemplo paradigmático
es la inversión de capitales ingleses en el desarrollo del
ferrocarril.

Se establece así una división
internacional del trabajo entre las distintas naciones, que se
relacionan entre sí de acuerdo al tipo de productos que
exportan: las mercancías originarias de las áreas
de industrialización temprana, propias de la gran
industria, son las más dinámicas del mercado
mundial. La reinversión de la ganancia está
asegurada en la propia industria, avanzando en el desarrollo
económico. En cambio las áreas de desarrollo
tardío, productoras de bienes primarios agropecuarios y
mineros, tendrán una demanda mundial para sus productos de
menor crecimiento relativo.

No menos impactante que la expansión del comercio
internacional y con él relacionado, fue el crecimiento
económico promedio registrado en el período,
aún con disparidades en el ritmo del mismo entre los
diferentes países: el crecimiento anual per cápita
de las 16 economías más ricas fue de un 1,5% entre
1870 y 1913. Pero este crecimiento no fue homogéneo al
paso del tiempo, la larga y profunda recesión conocida en
ese momento como la "Gran Depresión "que comenzó en
1873 y permaneció hasta 1893 fue luego superada por un
período de sostenida expansión que llegó
hasta 1913. Durante la fase de crisis, al introducirse en la
economía mundial los enormes recursos agrícolas
provenientes de las áreas de nueva colonización
europea, una fuerte ola de proteccionismo se impuso a
través, pero no exclusivamente, de la suba de aranceles.
Pero de todas formas los avances tecnológicos que
propiciaron la integración mundial llevaron el comercio
internacional a cotas nunca antes alcanzadas y que luego
sería difícil replicar, a tal punto que el cociente
entre comercio y Producto Bruto Interno europeo de 1913 no se
volvió a alcanzar hasta la década de
1960.

Antecedentes de la economía
uruguaya

La zona del Río de la Plata comenzó a ser
colonizada tardíamente y la Banda Oriental del río
Uruguay fue la última en incorporarse al sistema colonial
hispano. La ciudad puerto de Montevideo conforma el sitio por el
cual se exporta primero el cuero y el sebo, luego el tasajo, y se
importan los productos necesarios para el consumo de subsistencia
y suntuario. La "vaquería del mar", como será
bautizada la banda oriental del río Uruguay, fue el
escenario de disputas anticoloniales siendo la explotación
del cuero primero y la carne después el motor que
llevó a conflictos diplomáticos, militares y
económicos entre los latifundistas, barraqueros y
comerciantes orientales, las élites porteñas y los
terratenientes riograndenses del sur del actual
Brasil.

El nacimiento de Uruguay a la vida independiente hacia
1830 es un proyecto aceptado por las clases dominantes,
comerciantes de Montevideo (nacionales y extranjeros) y
terratenientes del interior fuertemente relacionados entre
sí, que deja de lado los postulados de la
revolución artiguita de federalismo y justicia
social.

En efecto, el proyecto llevado adelante por Inglaterra
es la creación, sobre bases muy poco sólidas, de un
estado tapón entre Argentina y Brasil con la finalidad de
evitar la posesión de ambas márgenes del río
Uruguay por parte de Argentina (asegurándose la libre
navegabilidad de los ríos interiores para su comercio) y
la extensión de Brasil hasta las orillas del Río de
la Plata (evitando darle un puerto adecuado de salida a la
producción del sur.) Además, a la potencia europea,
con la mayor flota de guerra del mundo durante un largo
período, le resultaba conveniente un pequeño puerto
marítimo como Montevideo para ser utilizado por sus
comerciantes y por sus navíosg

La economía de Uruguay conoció en la
década de 1860, la consolidación de la
producción de tasajo, el apogeo del comercio de
tránsito y la utilización de Montevideo como base
de abastecimiento de las fuerzas brasileñas durante la
tristemente recordada Guerra de la Triple Alianza. En el
ámbito internacional, los términos de intercambio
experimentaron una mejoría importante debido a la
reducción de los costos de transportes en las
importaciones y al aumento de la productividad en los
países originarios de esas importaciones.

Pero el Uruguay entre 1860 y 1875 se caracterizó
por un fuerte desequilibrio de su balanza comercial a lo que hay
que sumar el servicio de la deuda externa y el pago de dividendos
de las inversiones extranjeras, con lo cual y a pesar o como
causa del crecimiento económico la balanza en cuenta
corriente fue fuertemente deficitaria. La financiación
mediante créditos del exterior se vio restringida a partir
de 1873 debido a la desconfianza en las posibilidades uruguayas
y, posiblemente de mayor importancia, a la "gran
depresión" mundial que se inició ese
año.

Crecimiento, crisis y cambio.

La acumulación de capital en la década de
1870 fue retomada por parte de los hacendados, los tradicionales
y aquellos producto de la nueva emigración
británica, alemana y vasco francesa, y se reforzó a
partir del alambramiento de los campos lo que posibilitó
la eliminación de los pequeños propietarios,
poseedores y agregados así como disminuyó la
necesidad de peones y puesteros. El cambio social produjo el
aumento de la marginación y con él, el del
bandidaje: el uso de la fuerza física del ejército
permitió asegurar la tranquilidad de la campaña
durante este proceso y reprimir las inquietudes sociales que el
mismo generó.

El alambramiento consolidó las relaciones
capitalistas en el campo uruguayo, permitió el aumento de
la productividad de la explotación pecuaria y un
incremento en la producción por la mera existencia regular
de mayores stock, todo lo que redundó en un aumento de las
exportaciones en volumen físico a partir de 1876 hasta su
estancamiento en la primera década del siglo XX. Uruguay
retoma sobre esa base el crecimiento económico a partir de
ese año que se extenderá, con breves
interrupciones, hasta la crisis de 1890, complementado en el
desarrollo del transporte interno y una módica industria
sustitutiva.

Puede considerarse entonces que en 1876 Uruguay
había entrado definitivamente en la zona de influencia
británica en un contexto de paz regional. Por una parte
Brasil había perdido buena parte de su fuerte influencia
en los asuntos del Plata, sus problemas internos (que
culminarían con al caída del imperio y la
instauración de la República en 1889) concentraban
su atención y su economía se retrasaba a la par que
dependía crecientemente de las importaciones de Estados
Unidos de sus rubros exportables, especialmente el café.
Por la otra Argentina priviligeaba sus relaciones con el Viejo
Continente, al ser en mayor medida que Uruguay una
próspera abastecedora de productos agropecuarios (a la
carne y el cuero se agregaban los cereales) a Europa.

Entre 1876 y 1890, se aunaron la alta rentabilidad del
sector ganadero, pilar de la economía uruguaya exportadora
de bienes primarios pecuarios, con una fuerte inversión en
maquinarias e infraestructura para generar altas tasas de
crecimiento, de acuerdo a lo que predice la teoría
clásica. La rentabilidad de la estancia creció por
el doble motivo del aumento de la producción y la baja de
los costos generada por el progreso técnico
(introducción de la máquina de esquilar), el
alambramiento (disminuyendo la cantidad de peones necesarios para
cuidar un rebaño) y la mejora del transporte (eliminando
troperos y carreteros) que implicaron una población
desocupada y una caída del salario real.

Al período de crecimiento descrito le sigue la
larga recesión que comienza en 1890 y que tiene como
detonante la crisis de las economías centrales de ese
año, gestada en Londres y que es coincidente con la
disminución de las inversiones británicas en la
región. El principal motivo de la crisis en Uruguay fue la
caída de la rentabilidad de la producción ganadera,
base casi excluyente de la riqueza externa del país. La
tasa de beneficios de los estancieros se redujo sustancialmente
desde 1876 hasta 1890 debido a la disminución de los
precios y a los mayores gastos e inversiones en
mejora.

La crisis de 1890, precedida por el déficit de la
balanza en cuenta corriente y la dificultad creciente de su
financiamiento y amplificada por la especulación bancaria
e inmobiliaria, promovió la crítica del proyecto
ganadero comercial. La pérdida del comercio de
tránsito a manos del recientemente mejorado puerto de
Buenos Aires implicó un examen de las estructuras vigentes
que supuso el análisis, pero no la solución, del
problema de la tenencia de la tierra y el desarrollo de la
agricultura. La eliminación del monopolio orista del
crédito y el dinero fue otra de las consecuencias
institucionales de la crisis, con la fundación de los
estatales Banco República y Banco Hipotecario: el orismo
había sido el reflejo del dominio del capital comercial
sobre el capital productivo, del comercio montevideano sobre la
incipiente industria y si bien durante el proceso de
independencia y las primeras décadas de vida del nuevo
país había estado aliado con los grandes
estancieros, la crisis del 90 supuso la ruptura de esa
conjunción de intereses. Junto a los ganaderos se
alinearon los agricultores, industriales y un sector del capital
especulativo extranjero para forzar la desmonopolización
del oro y la expansión del crédito, medidas ambas
que iban en detrimento de sus enemigos oristas conformados por
los importadores montevideanos y el sector financiero.

Luego de la suspensión de la convertibilidad de
la moneda debido al cese de la financiación inglesa al
Estado uruguayo, quedó interrumpido el pago de la deuda y
una fuerte deflación provocó la caída de los
salarios y el fuerte aumento de la concentración de la
riqueza. La balanza comercial comenzó a tener saldos
positivos en 1891 debido a la reducción de las
importaciones.

La disminución de los costos internos en moneda
fuerte, efecto combinado de la baja de los salarios y la
devaluación, se vio acompañada a partir de 1895 por
el decisivo hecho de la suba de los precios internacionales.
Ambas causas incrementaron grandemente la rentabilidad de la
explotación ganadera que confluyó, luego del fin de
las guerras civiles en 1905, en un auge de todos los sectores de
la economía hasta 1912 que más que compensaron los
valores negativos de comienzos de la década del
90.

Partes: 1, 2, 3

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