Monografias.com > Lengua y Literatura
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Literatura Medieval y Humanismo



Partes: 1, 2

  1. Justificación
  2. Literatura medieval
  3. Autores representativos de la literatura
    medieval
  4. Manifestaciones literarias de la literatura
    medieval (Géneros y corrientes)
  5. Poesía trovadoresca
  6. Tradiciones de origen celta
  7. Épica medieval
  8. Humanismo
  9. Autores representativos del
    Humanismo
  10. Conclusiones
  11. Bibliografía

Justificación

La razón por la cual he realizado este trabajo,
es porque deseo obtener una excelente nota en el área de
español y además porque quiero ampliar mis
conocimientos referentes a la literatura medieval y
humanista.

OBJETIVO GENERAL

El objetivo final de este trabajo es
obtener una muy buena nota en el área de español,
además de profundizar algunos temas vistos en años
pasados, poniendo en practica lo aprendido en clase acerca de la
forma de presentar trabajos escritos de calidad y cumpliendo con
mis deberes escolares, exigiéndome a mi misma.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

  • 1. Mejorar mi forma de presentación de
    trabajos escritos, utilizando las técnicas
    adecuadas.

  • 2. Ampliar mi vocabulario, aprendiendo palabras
    nuevas.

  • 3. Aprender acerca de la importancia de
    movimientos como el humanismo y la literatura medieval a lo
    largo de la historia.

  • 4. Conocer los beneficios que trajeron cada uno
    de estos movimientos para el mundo actual.

Literatura
medieval

La "Literatura Medieval" es el conjunto de obras con
valor literario que fueron escritas durante la Edad Media y,
principal aunque no únicamente, en Europa. Literatura
medieval es, de este modo, la que se escribió desde la
caída del Imperio Romano hasta la llegada del
Renacimiento, un espacio de tiempo de aproximadamente mil
años. Espacialmente, este concepto abarca la literatura
producida en lo que hoy es Europa: el ámbito
mediterráneo, Francia, Alemania, Europa del Este,
Escandinavia y las Islas Británicas, en términos
generales.

Para empezar, la literatura medieval era frecuentemente
de autoría anónima. La autoría, en sí
misma, era mucho menos importante que ahora. Lo que era
importante en la Edad Media era la obra, y no el autor.
Éstos, muchas veces, se limitaban a re-escribir historias,
embellecer leyendas y honrar a los autores clásicos o los
Padres de la Iglesia. Poco se sabe pues, de autores individuales
del Medievo.

La literatura religiosa fue la dominante, lo que no
sorprende en una época en la que los estudios más
frecuentes eran de orden teológico y el clero
católico era el centro de la vida intelectual. Himnos
litúrgicos, leyendas y vidas de santos (llamadas
hagiografías) y comentarios de la Biblia fueron los
géneros más ensayados.

Por otra parte, la literatura profana, sin ser tan
productiva como la religiosa, mantuvo un digno papel secundario.
Esta literatura fue hermana del despertar de las lenguas
romances, y el tema del amor cortés fue tal vez el
más repetido. Los poemas épicos, así como
los cantares de gesta, le siguieron en popularidad y brindaron de
hecho algunas obras inolvidables, tales como el "Beowulf", el
"Cantar de los nibelungos" o el "Cantar del Mío
Cid".

La escritura política creció de forma
importante sobre todo en la Baja Edad Media y principalmente en
las ciudades-república italianas. La literatura de viajes,
muchas veces relacionada con las peregrinaciones y por tanto
entroncada con la literatura religiosa, alcanzó
también una gran popularidad.

La literatura española comienza con las primeras
poesías en lengua romance castellano.

En el Imperio Romano la Unidad Lingüística
la constituía el Latín y la Unidad Política
estaba centrada en Roma. Después de la caída del
Imperio Romano, las regiones fueron modificando su lengua,
evolucionando y modificándose con influencias de los
pueblos primitivos, las lenguas de los invasores y las
características propias de cada zona. Así nacieron
las lenguas derivadas del latín vulgar que se hablaba en
las provincias, llamadas Lenguas Romances, entre las cuales
están el castellano, el francés, el provenzal, el
portugués, el sardo, el italiano, el catalán, el
rumano. Durante varios siglos de la era cristiana los textos
seguían escribiéndose en latín.

La obra más antigua en romance castellano que se
conserva es el Poema o Cantar de Mio Cid, del Siglo XII (Hacia
1140).

Se sabe que hubo en la Península Ibérica
manifestaciones anteriores de poesías primitivas, de las
que ha quedado poca documentación escrita. Generalmente
eran algunas poesías amorosas cantadas por trovadores, en
lengua galaico-portuguesa o en romance castellano, también
villancicos y las cancioncillas mozárabes o muwassahas en
hebreo y jarchas, de las que quedan algunos testimonios en trozos
poéticos de Yehudá Haleví y de Todros
Abulafia.

La literatura de este tiempo estaba compuesta
básicamente de escritos religiosos y trabajos seglares. Al
igual que en la literatura moderna, es un tema de estudio amplio
y complejo, que abarca desde los escritos más sagrados,
hasta los más profanos.

4.1. CARACTERISTICAS DE LA LITERATURA
MEDIEVAL

CARACTERISTICAS

La literatura fue el reflejo de la sociedad medieval y
de su mentalidad. Las principales características de la
literatura medieval son:

La importancia de la transmisión
oral:
Gran parte de la literatura se difundía mediante
la recitación, dado que la población era analfabeta
en su mayoría.

El carácter anónimo de sus
autores:
Al principio, sobre todo, la literatura surge de la
colectividad y luego va siendo modificada por los juglares o
quienes la transmiten.

La finalidad didáctica o
moralizante:
La influencia religiosa determina que, en muchos
casos, la literatura se utilice para influir en los oyentes.
Otras veces, la literatura sirve de propaganda de los valores de
un rey o de un pueblo, como ocurrirá con los cantares de
gesta.

• El uso del verso: Hasta bien entrada la
Edad Media (siglo XIV), el verso será el modo usual de
escribir, dada su facilidad para la recitación.

La literatura hispánica desarrolla dos tendencias
durante la Edad Media:

  • Una literatura de carácter popular, de la que
    son buena muestra las propias jarchas, los cantares de gesta
    (siglos XII y XIII) o los romances (siglo XV).

  • Una literatura de carácter culto, escrita con
    frecuencia con ánimo de enseñar, como las obras
    del llamado mester de clerecía (siglos XIII-XIV), los
    cuentos del infante don Juan Manuel (siglo XIV) o la
    producción de los poetas mayores del siglo XV: Jorge
    Manrique, Juan de Mena y el marqués de
    Santillana.

Estas tendencias configuran los rasgos básicos
que definen la literatura en la Edad Media: la transmisión
oral de gran parte de las obras, el carácter
anónimo de muchos textos y el didactismo, pues con
frecuencia los autores escriben con el objeto de transmitir
valores cristianos y ofrecer modelos de comportamiento. Para
alcanzar mejor este cometido.

Autores
representativos de la literatura medieval

Los autores representativos de la
literatura medieval son:

  • GONZALO DE BERCEO

El riojano Gonzalo de Berceo se educó en el
monasterio de San Millán de la Cogolla ("en Sant
Millán de Suso, fue de niñez criado") y
llegó a ser un clérigo secular que trabajó
primero como diácono (1221) y luego como preste o
presbítero (1237), maestro de los novicios y, según
Brian Dutton, notario del abad Juan Sánchez en el citado
monasterio de San Millán de la Cogolla. Tuvo un hermano
que, como él, era también clérigo.
Recibió una educación muy esmerada, pues se
formó entre 1222 y 1227 en los recientemente creados
estudios generales (un antecedente medieval de las modernas
universidades) de Palencia, los primeros que hubo en
España y fundados por el obispo don Tello Téllez de
Meneses que Berceo nombra en sus obras; allí había
cuatro cátedras: Teología, Derecho Canónico,
Lógica y Artes (gramática), por lo que el futuro
poeta recibió una formación novedosa y muy superior
a la de los otros eclesiásticos de su mismo nivel. Sin
embargo, a principios del siglo XIII, el monasterio de San
Millán atravesaba un periodo de decadencia de su antiguo
esplendor, que el poeta intentó combatir con sus escritos;
debió fallecer ya a mediados el siglo XIII, después
de 1264.

Berceo fue el más importante representante del
mester de clerecía. Depuró el idioma castellano, en
su variedad dialectal riojana, para lo cual trasvasó
numeroso vocabulario desde el latín (cultismos) y
recurrió a fórmulas de la literatura oral
tradicional y del mester de juglaría. En su trabajo como
notario eclesiástico, y con la intención de paliar
la decadencia del monasterio, llegó incluso a falsificar
documentos para conseguir que los reacios campesinos pagaran sus
contribuciones al mismo.

Sus obras narrativas y didácticas en verso tratan
siempre sobre tema religioso, y están constituidas
fundamentalmente por hagiografías, esto es,
biografías de los santos, en especial aquellos a los que
se rendía culto en los monasterios con los que estuvo
vinculado: la Estoria de sennor San Millán, la Vida de
Sancta Oria, virgen y La vida del glorioso confesor Santo Domingo
de Silos, por ejemplo. Su obra maestra es, sin embargo, los
Milagros de Nuestra Señora. Otras obras suyas son El duelo
que fizo la Virgen María el día de la Pasión
de su fijo Jesu Cristo, Del sacrificio de la Misa, De los signos
que aparecerán ante del Juicio, el Martiryo de Sant
Laurencio, los Loores de Nuestra Señora y tres Himnos,
dedicados a Jesús, el Espíritu Santo y la
Virgen.

No se muestra como un narrador original, ya que traduce
ampliando obras escritas anteriormente en latín
(amplificatio); su originalidad y carácter
artístico debe apreciarse en el tratamiento de los temas,
en el estilo, los detalles costumbristas y adaptaciones a la
mentalidad medieval y campesina que añade a dichos
relatos.

El ámbito de creación de su obra es culto,
aunque se reviste de una apariencia popular y utiliza elementos
tradicionales; la estrofa que emplea para la versificación
es la cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo: cuatro
versos alejandrinos o de catorce sílabas separados cada
uno en dos mitades de siete sílabas por una cesura que
coincide con final de palabra y grupo fónico, impidiendo
toda sinalefa, y con una única rima consonante en todos
sus versos.

Sus obras se pueden dividir en dos grupos:

Vidas de santos: Vida de San Millán, Vida
de Santo Domingo de Silos, Poema de Santa Oria y Martirio de San
Lorenzo.

Obras doctrinales: De los signos que aparecen
antes del Juicio Final y Del sacrificio de la misa.

Obra destacada: Los Milagros de Nuestra
Señora

Los Milagros de Nuestra Señora es la obra
más importante de Gonzalo de Berceo. Comienza con una
introducción alegórica en la que el autor se
presenta a sí mismo en una naturaleza idealizada, descanso
del hombre, que simboliza las virtudes y perfecciones de la
Virgen.

A continuación, se suceden veinticinco milagros
realizados por la Virgen a favor de personas que sienten una gran
devoción por ella. Berceo no inventa, sólo pretende
difundir en lengua romance los relatos ya existentes sobre la
Virgen, los cuales él modifica con libertad.

  • ARCIPRESTE DE HITA

Fue clérigo y ejerció de arcipreste en
Hita, actual provincia de Guadalajara. Se conocen muy pocos datos
de su biografía, apenas su nombre y el de uno de los
protagonistas de su libro, Ferrán García, en un
documento de un cedulario que se conserva en la catedral de
Toledo. Los aspectos pseudobiográficos de su obra hicieron
que algunos eruditos tratasen de deducir ciertos aspectos de la
vida del autor. Nació probablemente en Alcalá de
Henares —aunque Emilio Sáez y José Trenchs
han postulado la jienense Alcalá la Real—, hacia
1283. Debió cursar estudios en Toledo, Hita, Alcalá
de Henares o alguna localidad de esta zona y seguramente fue
encarcelado por orden del arzobispo de Toledo Gil de Albornoz.
Sin embargo, filólogos como Spitzer, M.R. Lida y Battaglia
han cuestionado el rigor de muchos de estos supuestos. Igualmente
fue un gran aficionado a la música, como lo prueba su
conocimiento de la materia a través del léxico muy
especializado que maneja. Escribió, que se conozca, una
única obra, el Libro de buen amor, quizá redactada
en la cárcel. Se ha estimado que su muerte ocurrió
antes de 1351, pues en ese año ya no era arcipreste de
Hita, cargo que para dicha fecha ocupaba un tal Pedro
Fernández.

OBRA: El Libro de Buen
Amor

El Libro de Buen Amor es una composición extensa
y variada de 1700 estrofas, cuyo hilo conductor lo constituye el
relato de la autobiografía ficticia del autor, quien es
representado por don Melón de la Huerta.

El libro se caracteriza por su gran variedad: de
contenido (ejemplos, narraciones amorosas, serranillas, elementos
didácticos, composiciones líricas, etc.);
métrica (además de la cuaderna vía utiliza
estrofas de dieciséis versos, estrofas zejelescas, etc.);
de tono (serio, festivo, religioso, profano, etc.).

  • DON JUAN MANUEL(1282-1348)

Escalona, actual España, 1282 – Córdoba,
1348) Escritor medieval castellano. Hijo del infante don Manuel y
sobrino de Alfonso X el Sabio, heredó el título de
gobernador general del reino de Murcia y participó
activamente en las luchas políticas de su
tiempo.

Así, apoyó en un principio a Fernando IV
durante su minoría de edad, para pasarse después al
bando de Alfonso de la Cerda cuando éste fue proclamado
rey. A su caída, volvió junto a Fernando IV, y tras
la muerte de éste participó en las luchas
nobiliarias sobre la regencia del menor Alfonso XI (1327-1337),
quien le había prometido el gobierno del reino de Toledo;
cuando el regente incumplió la promesa, le retiró
su favor y abogó por el infante don Juan.

Juan Manuel se casó tres veces: con la infanta
Isabel de Mallorca, con Constancia de Aragón y con Blanca,
heredera de la casa de Lara, con lo que consiguió
incrementar considerablemente su fortuna y su prestigio
nobiliario. Posteriores problemas con el rey lo alejaron por un
tiempo de la política y se refugió entonces en la
labor literaria.

Fue uno de los hombres más cultos de su
época y contribuyó de forma importante a dar un
impulso decisivo a la prosa castellana. Basándose en
fuentes latinas, creó una obra personal, de
intención didáctica, de gran unidad
lingüística y estilística. Sus obras iban
dirigidas a formar a los jóvenes caballeros nobiliarios,
instruyéndolos en una moral práctica destinada a
darles recursos para desenvolverse en la vida de la
corte.

OBRA: El conde Lucanor

El Conde Lucanor (1282-1340) es la obra principal de Don
Juan Manuel, sobrino de Alfonso X el Sabio, quien la
escribió en el siglo XIV y quien afianzó la prosa
literaria en castellano. El libro está formado por 50
ejemplos con la misma estructura: El Conde Lucanor pide consejo a
su ayo Patronio, sobre problemas que se le plantean. Éste
le narra un cuento que le ofrece la solución. Cada
narración acaba con una moraleja que resume la
lección aprendida.

  • FERNANDO DE ROJAS

Nació en La Puebla de Montalbán (Provincia
de Toledo), hacia 1470, en el seno de una familia de
judíos conversos que reaparece en posteriores procesos
inquisitoriales por mantener el judaísmo a escondidas de
la Inquisición. De Rojas ayudó a miembros de su
familia, los llamados Porcos o criptojudíos (Anusim en la
literatura rabínica) afectados por las persecuciones de la
Inquisición. Su familia habría sido perseguida y
él mismo ha aparecido en documentos como acusado por la
Inquisición, documentos que demuestran que fue el autor de
La Celestina.

Estudió leyes en la Universidad de Salamanca,
según él mismo afirma en La carta del autor a un
amigo suyo, que precede el texto de su obra. Parece documentado
que hacia 1496-97 habría obtenido su grado de Bachiller en
Leyes.

Hoy día no se duda de que sea el autor de La
Celestina, que habría escrito con pocos más
años que su protagonista, Calisto, que cuenta con
veintitrés. Fernando de Rojas rondaría los
veinticinco. El autor reveló su nombre y lugar de
nacimiento en un famoso acróstico al principio de la
segunda edición del año 1500. No se le conoce
ninguna otra obra ni es mencionado por ninguno de sus
contemporáneos.

Se le sabe establecido en la localidad de Talavera de la
Reina, población de la que algunos autores piensan que fue
alcalde y casado allí. Su condición de converso
influye en el argumento de su obra, que a decir de la
mayoría de los críticos es obra de alguien de esta
condición: se ha dicho que la ausencia de fe firme
justificaría el pesimismo de La Celestina y la falta de
esperanza patente en su dramático principio.

Murió en 1541 en Talavera de la Reina, entre el 3
y el 8 de abril. Sus restos fueron enterrados en el convento de
la Madre de Dios de esa ciudad y en los años 80 fueron
trasladados a la Colegiata de Santa María la Mayor de
Talavera. Se conserva su testamento, fechado ese día 3,
muy detallado, que ha sido el deleite de los críticos al
poder estudiar su abundante biblioteca. Dejó los libros de
derecho a su hijo, que también fue abogado, y los de
literatura profana a su esposa. En el inventario de su
biblioteca, y eso es lo extraño, solo figura un ejemplar
de La Celestina (cuando murió había al menos 32
ediciones de la obra) y ninguno de la Segunda comedia de La
Celestina y de la Tercera parte de la tragicomedia de Celestina,
publicadas en vida de Rojas.

OBRA: La celestina

La Celestina es el título por el que se conoce la
Comedia o Tragicomedia de Calisto y Melibea, la cual fue
publicada en dos versiones diferentes: una en 1499, que constaba
de 16 actos; y otra, en 1508, que tiene 21 actos. Pertenece al
género de la comedia humanística, género
inspirado en la comedia latina, que estaba destinado a ser
leído y no representado.

La obra cuenta cómo Calisto, joven noble, entra
en un jardín para recobrar su halcón perdido, y
allí conoce a Melibea, de la que se enamora y la que le
rechaza inicialmente. Calisto, por consejo de su criado
Sempronio, contrata los servicios de Celestina para alcanzar los
favores de la muchacha. Aquélla consigue con sus trucos
concertar una cita entre Calisto y Melibea y, como premio, recibe
del enamorado una cadena de oro. Sempronio y Pármeno,
criados de Calisto y socios de Celestina en el negocio, reclaman
su parte. La anciana se niega al reparto y ambos la asesinan,
crimen por el que son ajusticiados. Sus compañeras, Elicia
y Areúsa, deciden vengarse por lo sucedido en las personas
de los amantes contratando a Centurio. Una noche, estando Calisto
con Melibea, al oír los ruidos provocados por Centurio y
sus acompañantes, el amante resbala de una escala y muere.
Melibea, desesperada, se arroja al vacío desde una torre
de la casa de su padre, Pleberio, quien cierra la obra con un
lamento por su hija muerta.

El rasgo más llamativo de la obra es su realismo
psicológico, al retratar el ambiente burgués y la
sociedad en crisis de la época. Se refleja una nueva clase
de criados y su relación meramente económica con
sus amos. Se pone en evidencia la crisis de los ideales heroicos
y religiosos frente a la importancia que adquiere el
dinero.

Manifestaciones
literarias de la literatura medieval (Géneros y
corrientes)

Las primeras manifestaciones literarias conocidas datan
del siglo X. Gracias a la tradición oral pudieron ser
transmitidas en el tiempo.

LÍRICA

• Jarchas mozárabes: Composiciones
breves de tema amoroso escritas en mozárabe. Son recitadas
por los juglares.

• Poesías trovadorescas:
Composiciones cultas, de autor conocido, escritas en
provenzal.

• Cantigas galaico-portuguesas:
Poesías de autor conocido, por ejemplo Ayras Nunes, que
pueden ser de tres tipos: de amigo, de amor y de escarnio y
maldecir.

NARRACIÓN EN VERSO

  • MESTER DE JUGLARÍA:

Juglares que cantaban relatos épicos, conocidos
como cantares de gesta. Destaca El Poema de Mío Cid. El
mester de juglaría es una corriente literaria que aparece
en la península después de la lírica. Los
juglares eran personas que recorrían los pueblos y villas
cantando y recitando relatos épicos. Solían
acompañarse de instrumentos musicales y a veces realizaban
juegos acrobáticos para divertir y entretener al
público.

Los relatos épicos que difundían los
juglares se denominan cantares de gesta. Estos cantares eran
generalmente anónimos y estaban formados por series de
versos irregulares en los que se contaban las hazañas de
un héroe, batallas y conquistas de estos personajes
heroicos.

En la zona de Castilla, y en lengua romance se recitaban
y cantaban estos poemas épicos o cantares de
gesta.

Los juglares, bardos o trovadores de la Edad Media, eran
hombres o mujeres que eran a la vez poetas, recitadores,
músicos (ejecutaban a veces la vihuela, la trompa o el
tambor), bailarines, cantores, titiriteros, etc. y
ofrecían sus recitales en las plazas públicas, en
Palacio o en mesones, para entretener a los presentes, y su
público pertenecía a las distintas clases
sociales.

El oficio de juglar era propio de las gentes de baja
posición social, se vestían con ropas de colores
vistosos. A veces eran meros repetidores de los poemas, a los que
en ocasiones agregaban variaciones imaginativas. De todas maneras
servían de crónicas, y en ellas se hacía
exaltación de los valores humanos, la exaltación
del héroe, buen señor y mejor vasallo, con gran
sentido del honor y de la justicia, en los temas
históricos, realistas y de carácter
popular.

Los Cantares de Gesta eran largas composiciones
poéticas en versos de arte mayor, frecuentemente
alejandrinos, aunque con una métrica irregular,
descuidada, de entre 12 a 18 sílabas, lo que llevó
posteriormente a dividirlos en dos hemistiquios, lo que
evolucionó posteriormente en los romances
octosilábicos.

El Cantar de Mio Cid

El Poema de Mio Cid es la obra en poesía
épica medieval en romance castellano, más antigua
que se conserva. Es un monumento literario, que fue conocido en
1779, cuando Tomás Antonio Sánchez descubrió
y publicó el manuscrito.

Dicho manuscrito era una copia que databa de 1307, y al
que faltaban una hoja al comienzo y dos en el interior. Este
códice fue escrito en hojas de pergamino y constaba de
3730 versos.

Don Ramón Menéndez Pidal, el famoso
filólogo español reconstruyó y
restauró las partes faltantes e hizo profundas
investigaciones acerca de la obra y de la evolución
histórica de la gramática y el vocabulario del
Cantar de Mio Cid y lo ha dividido en tres cantares.

El Mio Cid o Poema o Cantar de Mio Cid (Mio Cid: Mi
Señor -del árabe) es de autor anónimo y se
supone que sus autores pueden haber sido dos juglares de
Medinacelli. El copista que lo transcribió en 1307 d. de
C. (mayo de 1345 de la era española) es Per Abbat (Abad
Pedro) según consta en el códice
hallado.

  • MESTER DE CLERECÍA.

Fue la escuela literaria española de los siglos
XII y XIII que se entendía como un oficio de hombres
cultos. La oposición entre mester de clerecía y
mester de juglaría proviene de la segunda estrofa del
Libro de Alexandre (primera mitad del siglo XIII):

En estos versos se afirma un arte poética:
combinación estrófica llamada 'cuaderna' (del
latín quaterna, 'cuatro cada vez') cuya vía es un
curso rimado consonante de cuatro versos a sílabas
contadas (isosilabismo): alejandrinos divididos en dos
hemistiquios de siete sílabas cada uno. La estrofa citada
permite entrever que el mester de juglaría no respeta la
métrica (es anisosilábico) y, por tanto, carece de
maestría y es hablar con pecado (con error). Es Gonzalo de
Berceo quien lleva a su máxima expresión el uso de
la cuaderna vía, de procedencia francesa. Junto con Berceo
debe citarse, por la regularidad métrica (que no se cumple
en otros autores), el Rimado de Palacio de Pero López de
Ayala (1332-1407).

El Libro de Alexandre es el primer texto en el que se
utiliza este estilo. Es un extenso poema, sobre Alejandro Magno,
de más de diez mil versos del que se han conservado dos
manuscritos, uno de finales del siglo XIII, que se conserva en la
Biblioteca Nacional de Madrid, y otro del XV, que está en
la Biblioteca de París. No se sabe cuándo se
escribió pero suele datarse en la primera mitad del siglo
XIII.

El libro es un poema épico sobre Alejandro Magno
—personaje sobre el que se escribieron muchas historias
durante la edad media— que se inicia con su infancia y
acaba con su muerte. La finalidad es ensalzar al héroe y
tiene gran erudición, sin embargo, cae en anacronismos
tales como que Alexander forma parte de los Doce Pares de Francia
o que Aquiles se esconde en un convento de monjes.

El Libro de Apolonio es también otra obra
primeriza en cuaderna vía, de más de dos mil
versos, compuesta en la primera mitad del siglo XII en la que se
narran las gestas del rey Apolonio de Antioquía que, al
descubrir que ha cometido incesto, huye, pasa mil penalidades y
pruebas, y al final se reconcilia con todos sus familiares. Es
una obra dinámica y delicada, cuyo tema procede de la
tradición popular europea.

La cuaderna vía prospera hasta finales del siglo
XIV, con oscilaciones entre versos de 14 y versos de 16
sílabas, dado el vigor en español del
octosílabo. Por otra parte, la rigidez de la cuaderna
vía hizo que muchos poetas abandonasen el alejandrino en
busca de otras combinaciones métricas. Lo fundamental del
mester de clerecía es, por tanto, la tendencia hacia una
composición isosilábica, cualquiera que sea el
metro elegido.

Características del mester de
clerecía:

  • Ausencia de asuntos heroicos. A diferencia
    del mester de juglaría, los autores de éste
    tratan asuntos religiosos, ascéticos.
    Únicamente una obra en esta corriente desarrolla un
    tema épico.

  • Finalidad didáctica. Las obras del
    mester pretenden dar a conocer al pueblo hechos que le sirvan
    de ejemplo; para ello utilizan como base obras
    filosóficas y religiosas antiguas.

Lenguaje claro y artístico. Utilizan un
lenguaje sencillo e inteligible para los no letrados pero a la
vez culto. Esta dualidad de intenciones la vemos porque aparece
un lenguaje familiar y cultismos de tipo léxico y
semántico. Se intenta elevar el romance a lengua
culta.

Empleo de la cuaderna vía. Esta estrofa
está formada por cuatro versos alejandrinos que riman
todos entre sí. Hay rima de arte mayor y consonante. Una
de las características de la cuaderna vía es la
regularidad métrica y otra es la organización por
estrofas frente a las tiradas de variables extensiones en el
mester de clerecía. Tiene en cada estrofa una sola rima.
En el siglo XIII aparecen los versos alejandrinos aunque hay
versos menores de 12 y mayores de 16.

  • Muchas obras se basan en escritos anteriores
    claramente identificables
    . Para el autor no es importante
    el tema a tratar sino el saber manejar la retórica y
    el aspecto formal de la retórica. Los recursos
    más naturales en la retórica son: amplificatio
    frente al abreviatio. Estos recursos nos hacen comprender
    mejor la obra.

Entre los representantes principales, se pueden
mencionar a Gonzalo de Berceo y al Arcipreste de Hita, Juan
Ruiz.

  • PROSA

Hasta el siglo XII toda la prosa literaria estaba
escrita en latín. Tras el impulso y madurez que la lengua
castellana adquirió durante ese siglo con la labor de
Alfonso X el Sabio -que reinó entre 1252 y 1284- y la
Escuela de Traductores de Toledo, aparecen algunos textos
narrativos escritos en lengua romance: colecciones de cuentos,
como el Libro de Calila e Dimna, o recopilaciones de sentencias,
como el Poridat de Poridades.

Destaca Alfonso X el Sabio, que dirigió la
Escuela de Traductores de Toledo e impulsó el castellano
al rango de lengua oficial y de cultura.

• Los cuentos: Aparecen con intención
didáctica. Destaca el Libro de Calila e Dimna.

Todas las narraciones de estos cuentos tienen la misma
estructura:

Introducción: El Conde Lucanor tiene un
problema y le pide consejo a Patronio.

Núcleo: Patronio cuenta un cuento que se
asemeja al problema planteado.

Aplicación: Patronio aconseja la manera
adecuada de solucionar el problema, en relación con el
cuento narrado.

Moraleja: Se termina con dos versos en los que el
autor resume la enseñanza de la
narración.

En la obra se utilizan cuentos de diferentes
procedencias (árabes, clásicos, etc.). En todos los
cuentos es patente la intención didáctica, al dar
soluciones a los problemas que a una persona pueden
planteársele en su vida.

  • TEATRO

En la Edad Media española existieron
representaciones teatrales, unas de carácter religioso y
otras, de carácter profano.

Eran los primeros pasos de un teatro primitivo. Las
representaciones religiosas se hacían en los templos o en
portales y atrios, sobre temas tomados de la Biblia, para hacer
interpretar más fácilmente los pasajes religiosos o
los significados de las festividades. Eran "autos" o
escenificaciones de escenas de los misterios, y también
moralidades, con personajes alegóricos.

En menor escala, pero coexistió un teatro profano
culto representado en las cortes y en colegios, sobre temas de
los clásicos griegos y latinos. Y un teatro profano
popular, que se representaba al aire libre, en esquinas o
mesones, interpretado por comediantes y juglares, y que fueron el
antecedente de los entremeses y sainetes.

Des teatro religioso primitivo, medieval, la pieza
más antigua que se conserva es "El Auto o Misterio de los
Reyes Magos", fragmentos en verso que datan de la segunda mitad
del S. XII, y que fueran hallados en la Catedral de Toledo en el
S. XIII.

Se han hallado 147 versos divididos en cinco escenas que
representan el nacimiento de Cristo, la estrella que guía
a los tres Reyes Magos: Gaspar, Baltasar y Melchor, su ida a
Belén, su encuentro con Herodes y la consulta a los
rabinos.

Cronológicamente es el texto que sigue en fecha
al Poema de Mio Cid.

• Auto de los Reyes Magos: Se conserva un
fragmento de éste como única muestra del teatro
medieval de finales del siglo XII.

  • EL ROMANCERO

El romance es una composición poética de
carácter épico-narrativo nacida para ser cantada,
formada por versos octosílabos con rima asonante en los
pares y cuyo origen se encuentra en los cantares de gesta. El
interés por éstos, con el paso del tiempo, fue
decayendo y sus fragmentos más atrayentes fueron
transformados en romance mediante la ruptura de cada uno de los
versos de aquél en dos partes para formar cada uno de los
versos del romance.

Se denomina Romancero al conjunto de romances cantados
por los juglares desde finales del siglo XIV hasta el siglo XV.
Los escritos durante los siglos XV y XVI por autores conocidos,
como Cervantes, Lope de Vega, Góngora o Quevedo, forman el
Romancero Nuevo.

El romance es una composición creada por la
colectividad, por lo que su autor es anónimo y constituye
también la razón de que existan múltiples
versiones de un mismo romance.

Por su tema, los romances pueden clasificarse
en:

Tradicionales: Provienen de un hecho
histórico o de los cantares de gesta.

Juglarescos: Su origen es diferente de los
anteriores.

A. De Tema francés:

a. Carolingios: cuentan las hazañas de
Carlomagno y otros personajes de su corte.

b. Bretones: recogen las leyendas del rey Arturo
y los caballeros de la Tabla Redonda.

B. Noticieros: Vienen derivados de la convivencia
con los árabes y pueden ser fronterizos y
moriscos.

C. De invención: Fruto de la
imaginación de los autores.

a. Líricos: Tratan el tema amoroso y la
expresión de sentimientos. Predomina la descripción
y la acción es escasa.

b. Novelescos: Destaca el elemento narrativo, la
ficción y el diálogo entre los
personajes.

Por su estructura, el romance puede ser:

1. Romance-cuento: relata una historia completa
de principio a fin.

2. Romance-escena: se concentra en un momento
concreto de la acción.

Los romances presentan rasgos de estilo propios de la
tradición oral:

1. Uso de arcaísmos.

2. Alusión a los oyentes.

3. Utilización del fragmentarismo o truncamiento:
la acción se interrumpe al final, dejando el desenlace a
la imaginación del oyente o lector.

4. Variedad en las formas verbales, mediante la
aparición de distintos tiempos en un mismo
romance.

5. Uso de fórmulas para expresar sentimientos,
circunstancias espaciales y temporales, etc.

6. Lenguaje sencillo y con gran capacidad de
sugerencia.

7. Uso de repeticiones, paralelismos y
aliteraciones.

Poesía
trovadoresca

En la región del Mediodía francés,
a finales del siglo XI, donde se produce este florecimiento
cultural, nacerá, a consecuencia del mismo, un movimiento
poético que influirá decisivamente en los
países vecinos y que será indispensable para lo
comprensión de toda la poesía posterior.

Se trata de una corriente fuertemente determinada por un
concepto, el del amor cortés, que se utilizará como
temática exclusiva de las composiciones y que convierte a
esta poesía, la poesía trovadoresca, en el primer
movimiento subjetivo y colectivo de Occidente tras la
lírica romana.

Es por ello necesario, para la comprensión de la
poesía trovadores o poesía cortés, definir
primero qué es el amor cortés. Como su propio
nombre indica, se desarrolla en la corte que es el modelo de
comportamiento social de le época. El amor cortés
trata de representar en el plano amoroso las relaciones de la
corte, es decir, si el señor feudal es el que rige la
corte y es el amo de sus vasallos, así la amada debe ser
la señora y la dueña del amante que es el vasallo.
Pero además, es indispensable para el amor cortés,
que la amada sea una mujer casada, por lo que el amor
cortés se convierte en un amor adúltero. Ahora
bien, si tenemos en cuenta que en la Edad Media el matrimonio no
se contempla como la libre elección de dos personas que se
aman, sino como un pacto social, el amor cortés pasa a ser
el amor verdadero, el fruto auténtico del amor propiamente
dicho.

El vasallaje amoroso supone la sumisión absoluta
del poeta – amante a su señora, y ésta, pasa a ser
un objeto de culto, casi una religión, lo que no es de
extrañar si tenemos en cuenta que la sociedad medieval es
una sociedad teocrática y lo que pretende el modelo social
del feudalismo es reproducir el orden divino por el cual Dios es
el "señor" y el señor feudal en la tierra es
reflejo de Aquél.

Estos poetas o trovadores, estaban instruidos en las
siete artes liberales de la latinidad, eran personajes cultos que
produjeron sus obras en lengua vulgar con una técnica
desarrollada y perfeccionada basada en la retórica y en la
música.

Reciben este nombre ya que son los que dominan el arte
del trobar, el de la música y la versificación.
Nunca debe confundirse el término juglar con el de
trovador. El jugar es el personaje que recita o ejecuta una
determinada composición acompañado de ciertos
instrumentos musicales. El trovador gozaba de cierta
consideración, podía llegar a instalarse en la
corte, fuera cual fuera su origen, gracias a su cultura y a su
exquisita educación. Esto, no impide que el trovador
pudiera ejecutar sus propias obras, o que el juglar ascendiera a
trovador.

Así, la poesía trovadoresca es productora
de una ideología – la del amor cortés – que
sólo desaparecerá en el momento en que se ponga en
duda el modelo feudal del vasallaje, y cuando ya está tan
expandida y cultiva, tan repetida, que se convierta en una "arte
desnudo".

En definitiva, al ser los autores de esta poesía
personas cultas e instruidas, la poesía trovadoresca se
fijará en una serie de reglas y arquetipos que la
convertirán en, además de una forma de pensamiento,
en una técnica artística que determinará la
poesía posterior.

TROVADORES

Los trovadores, afincados en la
región de Provenza, se inspiraron en el antiguo concepto
griego de poema lírico como composición vocal. La
poesía de los trovadores figura entre las primeras
muestras literarias en una lengua distinta del latín,
lengua literaria por excelencia durante la edad media. Sus poemas
emplean nuevas formas, melodías y ritmos, originales o
copiados, de la música popular. El primer trovador del que
se tiene noticia fue Guillermo IX de Aquitania. La mayoría
de los 400 trovadores que vivieron en esta época fueron
nobles o reyes para quienes componer e interpretar canciones era
una manifestación más del ideal caballeresco. La
música de los trovadores desapareció
progresivamente a lo largo del siglo XIII con la
destrucción de los reinos del sur de Francia durante las
guerras religiosas, que culminaron con la derrota de los
albigenses por el poder papal.

Originalmente, los trovadores cantaban sus
poemas en la corte y a menudo celebraban competiciones o torneos
musicales; más tarde contrataron a músicos
itinerantes, los llamados juglares, para interpretar sus obras.
Entre sus temas predilectos figuran el amor, la
caballería, la religión, la política, la
guerra, los funerales y la naturaleza. Sus formas de
versificación eran la cansón (por lo general de
amor cortés), la tensón (diálogos o
debates), el serventesio (canción política o
satírica), el planto (canto fúnebre o endecha), el
alba (canción matinal) y la serena (canción
nocturna). El acompañamiento musical se interpretaba
generalmente con instrumentos de cuerda como la viella
(violín medieval) o el laúd. La notación
indicaba el tono, pero no el tiempo o el ritmo. En la actualidad
se conservan unas 300 melodías y cerca de 2.600 poemas
trovadorescos. La música de los trovadores influyó
de manera decisiva en el desarrollo de la música profana
medieval (véase Música Occidental).

Los troveros desarrollaron su actividad en
el norte de Francia y su obra incluye canciones de gesta y
poesía cortesana. Sus canciones estaban muy influidas por
los trovadores, enviados al norte de Francia en torno a 1137 por
Leonor de Aquitania, nieta de Guillermo de Poitiers. Leonor se
estableció en la corte parisina tras contraer matrimonio
con el rey Luis VII, y trajo consigo a los poetas y
músicos de su tierra natal. Los troveros empezaron por
copiar y adaptar las obras de los trovadores y más tarde
desarrollaron un género propio, similar en su
temática y su forma musical al de los trovadores, aunque
de carácter más épico. Se conservan cerca de
1.400 melodías y 4.000 poemas escritos por los troveros,
el más famoso de los cuales fue Adam de la
Halle.

JUGLARES

El juglar era un artista profesional del
entretenimiento en la Europa medieval, dotado para tocar
instrumentos, cantar, contar historias y hacer acrobacias,
así como otros trucos de la actuación. La nobleza
solía emplear muchos juglares, pero la mayoría eran
itinerantes. A partir de 1300 comenzaron a formar gremios en los
pueblos. Estos artistas recibieron el nombre de juglares
alrededor de 1100, y a menudo se les solía contratar para
interpretar canciones escritas por trovadores y
troveros.

El que cantaba, hacía música, decía
poesías de los trovadores o recitaba para recreo de los
reyes y público en general. Los juglares son de más
antiguo origen que los trovadores. En la Edad Media la gente no
iba en pos de las distracciones, ellas venían a ellos. Al
principio a los que llevaban estas distracciones: tocar flauta,
algún instrumento, hacer malabares, cantar eran llamados
Ministriles; sí alguno complacía al señor
feudal de una manera especial era llamado el Bufón del
señor feudal. En este espacio los Juglares también
son los señores de la plegaria erótica.

Partes: 1, 2

Página siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter