Monografias.com > Estudio Social
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

El Trabajo Social en la Comunidad y la atención integral al adulto mayor. Relación de acción



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo
  4. Subprograma de
    atención comunitaria al adulto
    mayor
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía

Trabajo Social y atención
integral al adulto mayor

Resumen

El trabajo social como ente facilitador en la
implementación de acciones en las comunidades y los
trabajadores sociales como gestores de transformaciones sociales
darán respuesta o pondrán en vías de
solución las problemáticas y necesidades expuestas
por los sujetos. Con el aumento progresivo de la población
de adultos mayores en Cuba, se hace necesario promover la
atención integral a este grupo etario. La
introducción resume elementos necesarios para
contextualizar en tiempo y espacio la situación actual del
trabajo social. Se plantean conceptos y criterios especializados
que ayuden en la comprensión de este trabajo. Se definen
en el análisis situaciones y características
actuales que matizan el accionar de los trabajadores sociales en
el país, en función de este tipo de
atención.

Introducción

La vinculación del accionar del trabajo social y
sus especificidades en la comunidad, en función de la
atención a los adultos mayores, es el objetivo fundamental
de este trabajo. Las particularidades de esta profesión en
Cuba, con especial atención en la situación
suscitada luego del año 2000 y las particularidades y
cambios que esto ha supuesto, resultan un sustento teórico
para el mismo.

El trabajo social institucionalizado, en Cuba, tiene sus
antecedentes en el triunfo de la revolución, aunque antes,
existieron en el país algunas manifestaciones de
protección social, fundamentalmente con la creación
de la "Corporación Nacional de Asistencia Social" en 1940.
Pero no es hasta enero de 1959, que se desarrolla de manera
sistemática. Momento luego del cual, el gobierno, como
alternativa de solución a los males sociales heredados de
las anteriores administraciones, plantea la creación de un
ministerio (Ministerio de Bienstar Social) que asista y atienda
las necesidades materiales y espirituales más acuciantes
de los individuos. De esta manera se comienza a desarrollar, en
los años siguientes, con modificación de funciones,
rediseño de accionar y con cambios estructurales que
tuvieron la intención de fortalecer de manera
teórica, metodológica y practica la
profesión.

Hasta que en el año 2000, por iniciativa de Fidel
Castro, se creó el Programa de trabajadores sociales. Con
la intención de atender, coyunturalmente, situaciones y
problemas sociales que se reproducían en la sociedad. Fue
entonces, cuando se dio la posibilidad a jóvenes
desvinculados del estudio y el trabajo, inicialmente en la
capital del país y luego en el resto de las provincias, de
incorporarse a la formación como habilitados en trabajo
social. Con un programa docente concebido para un año
académico, que incluía asignaturas de toda el
área de humanidades, dotando de esta manea a los
jóvenes de herramientas necesarias para la labor social,
así como la realización de práctica
preprofecional, dentro de las actividades curriculares. En
años posteriores se dio la posibilidad de
incorporación a jóvenes procedentes de
preuniversitario, con onceno o duodécimo grado vencidos.
Al concluir el curso escolar, tenían la opción de
estudiar otras especialidades de las ciencias sociales, esta
decisión sustentaba la idea de, graduar jóvenes que
ya especializados en una carrera universitaria, utilizasen estos
saberes en el ejercicio profesional del trabajo social,
contribuyendo al desarrollo del trabajo con individuos, familias
y en la comunidad fundamentalmente.

Estos jóvenes, egresados de la escuela, luego de
un año de formación, se incorporarían al
trabajo en la comunidad, como trabajadores sociales en la base
(circunscripciones, consejos populares) o como dirigentes del
trabajo social (municipios, provincias, país). Durante
esta etapa se implementaron varias estructuras y formas de
organización del trabajo social, hasta que el pasado
año se oficializa a través del Decreto Ley
286/2011, y sostenido en el lineamiento 166, discutido y aprobado
en el Sexto Congreso del PCC, la integración de las
labores de prevención, asistencia y trabajo social en el
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). Se mantienen con
este proceso las mismas funciones y atribuciones del programa, en
la recién creada unidad de Trabajo Social, que se
subordina directamente en los niveles municipales y provinciales
al Director de Trabajo y Seguridad Social.

Desarrollo

El trabajo social debe constituir en estos tiempos un
elemento que permita potenciar desde la comunidad y desde la
participación activa de sus miembros las propias
transformaciones que, desde el punto de vista social, demanda la
misma, además, está dentro de sus funciones ser ese
puente de gestión entre usuarios e instituciones, entre
recursos y necesidades.

Existen disimiles definiciones que varios autores han
dado de lo qué es trabajo social. Una de estas es la de
Kisnerman (1998) que asume el trabajo social como:

[…] la disciplina que se ocupa de conocer las
causas y efectos de los problemas sociales y lograr que los
hombres asuman una acción organizada, tanto preventiva
como transformadora que los supere. No es simplemente ejecutora
de lo que otras disciplinas elaboran. Interviene en situaciones
concretas que muestran determinadas carencias, investigando y
coparticipando con los actores en un proceso de cambio
(pág. 153).

El concepto de Kisnerman, es el que definitivamente se
ajusta a los intereses del trabajo y los propios del autor, para
definir el trabajo social, ya que no solo aborda la necesidad del
estudio de las causas del problema, para lograr un cambio o
variación en sus efectos, sino que plantea la importancia
de la contextualización del problema para su tratamiento y
su significación en el proceso de capacitación y
educación de los actores sociales. Además, propone
un vínculo directo entre el accionar de los sujetos
implicados y los actores sociales en marcha hacia un objetivo
común. Es decir, que según los criterios
especializados antes mencionados, puede asumirse como la
actividad profesional mediante la cual se orienta, organiza y
moviliza desde ella misma, la fuerza endógena comunitaria.
Su objeto de estudio lo constituyen las irregularidades que se
encuentran en el espacio de interrelación entre las
necesidades, los servicios y las políticas sociales, y su
objeto de intervención está en la
orientación, movilización y organización de
los sujetos implicados en esta relación para
acompañarlos en la búsqueda de soluciones y en la
determinación de sus potencialidades para resolver dicho
conflicto o situación problema.

Hoy han cambiado los contextos sociopolíticos y
se buscan alternativas a la crisis de los modelos de desarrollo,
implementados, y en las comunidades, por lo general, existen
estructuras y redes de servicios y prestaciones sociales que se
corresponden con los modelos políticos y económicos
que los estados refrendan. Para el desarrollo en los momentos
actuales es importante y necesario contar con una economía
estable, con una voluntad política organizada, así
como, con políticas sociales verdaderamente humanas,
equitativas y participativas. Las políticas
públicas deben ser reconstruidas y ajustadas para que
puedan contribuir al desarrollo social. Se necesita modificar las
interpretaciones de educación, promoción y
participación, elementos importantes del proceso de
organización en las comunidades. No se puede hablar de
inclusión social sin preparación y
capacitación para comprender y orientarse frente a los
cambios que han sufrido los sistemas económicos y los
desafíos que repara la realidad social actual

Significativo continúa siendo en este contexto el
actuar del trabajador social, pues corresponde a este, a partir
del conocimiento de la realidad heterogénea y
dinámica, aportar una visión con un enfoque
integral, que permita la articulación de las
políticas y de los programas, en función,
específicamente del grupo de adultos mayores y sus
necesidades, así como evaluar la efectividad de las
acciones desarrolladas anteriormente y proponer aquellas nuevas
que derivan del diagnóstico.

El profesional del trabajo social, no solo debe ser un
conocedor del rol que debe jugar en la sociedad a la que
pertenece, sino también de la función social que le
corresponde desarrollar en ella. Esto, acompañado de la
labor investigativa, permite realizar contribuciones acorde a la
realidad existente en el contexto en que realiza su actividad
práctica y que al mismo tiempo puedan responder a las
necesidades reales de los sujetos demandantes de la acción
profesional, así como a los intereses de su
institución u organización. Pero esto solo pude
suceder cuando el trabajador social cuenta con los conocimientos
y herramientas necesarias para enfrentarse a la realidad concreta
en que actúa, es consciente del proyecto social al que
pertenece, posee un referente social que le permita analizar
hacia dónde puede encaminar las acciones, además de
ser un profundo conocedor de la realidad hacia la cual va
encaminada su actuación profesional, y poseer un serio
compromiso social tanto con la ciencia como con los sujetos a los
que va dirigida la acción profesional. Estas condiciones
permitirán, entonces, descubrir y desarrollar en los
individuos las potencialidades existentes para que puedan ser
sujetos del cambio y logren realizar sus propios proyectos,
contribuyendo así a la dignificación y
emancipación humana.

Resulta de interés en esta investigación
abordar el trabajo social, desde la perspectiva comunitaria, pues
en correspondencia con la problemática a tratar (la
deficiente atención integral al adulto mayor), es la
comunidad el escenario en el cual sujetos, actores sociales y
grupos, se relación, interactúan, establecen nexos
y relaciones de subordinación.

Al referenciar lo planteado por Caballero y Yordi (2004)
para este trabajo se asume la comunidad como:

[…]el agrupamiento de personas, concebido como
unidad social, cuyos miembros participan de algún rasgo
común (intereses, objetivos, funciones), con sentido de
pertenencia, situado en una determinada área
geográfica, en la cual la pluralidad de personas
interactúa intensamente entre sí e influye de forma
activa o pasiva en la transformación material y espiritual
de su entorno (p. 24-25).

Especial atención en este concepto, para el
actual trabajo, requiere el planteamiento que hacen las autoras
respecto a la participación y el sentido de pertenencia de
los pobladores de la comunidad, para con las situaciones problema
que se suceden en el territorio que abarca dicha
unidad.

Es fundamental en este acercamiento al trabajo social
comunitario, definir y tener en cuenta para usarlo como
potencialidad, las características que presentan las
dimensiones operativas de la comunidad: territorio,
población, demandas y recursos. Según el nivel de
veracidad de estos elementos, en el diagnostico, el trabajador
social portará las herramientas necesarias para una
intervención acertada, o al menos para proponer acciones
que sean viables y sostenidas.

Según el criterio de la Dra. Tamara Caballero
Rodríguez, profesora titular de la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad de la Habana, en su
"Disertación sobre trabajo social comunitario", define
este como:

El proceso de ayuda por el cual el
profesional-trabajador social, a través de técnicas
y procedimientos propios, promueve los recursos de la comunidad
para ayudar en la superación de conflictos, dificultades,
limitaciones o aspiraciones derivadas de su interrelación
con el medio comunitario y los individuos con los que dentro de
él se relaciona. Tiene el propósito de incidir en
la realidad comunitaria, con el fin de obtener una realidad
diferente, que dé respuesta a las necesidades de los
individuos en sociedad (pág. 28).

Básicamente, en este concepto de la Dra.
Caballero se resume la actividad transformadora del trabajador
social en la comunidad, con énfasis en las
características del medio y de los individuos y actores
que lo integran, sin desestimar sus relaciones y conflictos. Por
lo que en el presente trabajo, es asumido como referente
teórico de la investigación.

Pero para poder alcanzar un desarrollo en la comunidad y
sobre todo una participación activa en torno al problema
común que les atañe, en este caso la falta de
atención integral de la que son víctimas los
adultos mayores, es necesario tener claros y trabajar en
función de ellos, los objetivos del trabajo social
comunitario.

  • Mejoramiento de las condiciones de vida
    económica, social, cultural y de desarrollo de la
    colectividad.

  • Modificar actitudes.

  • Despertar capacidades humanas.

  • Despertar niveles de aspiraciones.

  • Promover actividades que den respuestas a los
    problemas de la comunidad.

Existe en Cuba el Programa Nacional para la
Atención al Adulto Mayor que favorecido por la estructura
sociopolítica del país, asegura la
participación activa de la familia, la comunidad y el
propio adulto mayor como protagonista. Este programa,
además de ofrecer una aglutinación en favor del
adulto mayor, se aplica en todos los niveles de atención e
incluye no sólo la salud y la seguridad social, sino
incluso otras áreas como la legislativa.

Los objetivos específicos concebidos inicialmente
para la marcha del proyecto, fueron:

  • Crear una modalidad de atención
    gerontológica comunitaria que contribuya a resolver
    las necesidades socioeconómicas, psicológicas y
    biomédicas de los adultos mayores en el nivel
    comunitario.

  • Mejorar la calidad de atención y promover
    mejor calidad de vida en las instituciones sociales, que
    permitan un equilibrio entre demandas y
    respuestas.

  • Alcanzar una atención integral hospitalaria
    al anciano sobre bases geriátricas
    actuales.

Se fundamenta el programa de atención integral al
adulto mayor en sus tres subprogramas: Subprograma de
atención comunitaria, Subprograma de atención
institucional y Subprograma de atención hospitalaria. Los
tres subprogramas tienen un carácter ético y de
humanización de las infraestructuras, así como de
las estructuras materiales y técnicas.

Subprograma de
atención comunitaria al adulto mayor

Este subprograma constituye la célula
básica en la atención al adulto mayor porque
aglutina a la familia y a la comunidad en torno al trabajo con el
anciano. Encaminado esencialmente, a dispensarizar a toda la
población mayor de 60 años, e incluso realizar una
evaluación funcional (expresión máxima de
salud en el adulto mayor). Promover cambios en estilos de vida,
hábitos y costumbres que favorezcan la salud. Prevenir y
retardar la aparición de enfermedades y discapacidades.
Garantizar la rehabilitación de los adultos mayores a
través de la rehabilitación de base comunitaria. En
esta forma de atención a los ancianos en el medio
comunitario se desarrollan y fortalecen un conjunto de servicios
de salud y sociales que ya ponen evidencia de su
efectividad.

Equipos multidisciplinarios de atención
gerontológica (EMAG
): Servicio de salud, destinado al
pesquisaje de condiciones o enfermedades que pueden reducir la
capacidad del anciano de valerse por sí mismo.
Están conformados por un especialista en Medicina General
Integral, una enfermera, un psicólogo y el trabajador
social. Brindan su servicio a todos los ancianos que viven en su
radio de acción.

Casas de abuelos: Servicio social, que asume el
cuidado de los ancianos durante 8 a 10 horas diarias, constituye
un buen vehículo de estimulación y
socialización para el anciano. Asumen el cuidado de los
ancianos que han perdido la capacidad de realizar actividades
instrumentadas (por ejemplo: contar dinero, encender el
fogón, apagar las luces). Es un servicio que se ofrece a
todos los ancianos pero enfatizando en los de 75 años y
más porque es a partir de esta edad cuando con mayor
frecuencia se evidencian perdidas de habilidades de este
tipo.

Círculos de abuelos: Son agrupaciones de
carácter informal en la comunidad, que promueven la
participación del anciano de modo activo y
espontáneo en actividades de prevención de salud.
Están destinados a brindar servicio a los ancianos sin
impedimento físico, mental o sensorial porque las
actividades que desarrollan se relacionan con la práctica
de ejercicios físicos y actividades recreativas
fundamentalmente. Se desarrollan bajo la dirección del
médico y la enfermera de la familia con la
participación de un licenciado en Cultura Física y
Deportes.

Ayuda domiciliaria: Servicio social, que
incluye los servicios de lavado de ropa y limpieza del hogar a
ancianos que viven solos. En casos en que los beneficiados
presenten una situación económica precaria se
asocia a prestaciones materiales (ayuda económica). El
lavado de ropa se realiza generalmente en tintorerías
aunque, en ocasiones personas de la comunidad asumen la
realización de la actividad.

Alimentación: Servicio social, que tiene
como objetivo cubrir, a bajo costo, la alimentación de los
ancianos que viven solos. En caso de ser necesario se asocia al
servicio de ayuda económica. Lo asumen, de forma general,
los comedores obreros con sus propios recursos y los sistemas de
atención a la familia (SAF).

Reparación de viviendas: Servicio
social, destinado a mejorar, con escasos recursos materiales, las
condiciones habitacionales de los ancianos que no pueden asumir
la responsabilidad de reparar su vivienda. Generalmente se brinda
a ancianos solos o a los que, aún teniendo familia cuentan
con una situación económica precaria. El servicio
lo asume el Poder Popular local con el apoyo de las empresas
enclavadas en el área y la comunidad en su
conjunto.

La clave del éxito del Subprograma de
atención comunitaria al adulto mayor, radica en el trabajo
multidisciplinario e intersectorial. Su esencia y su impacto
están, precisamente, en el hecho de movilizar y activar
las redes de apoyo social en torno a la solución de
problemáticas que aquejan al grupo de adultos
mayores.

Subprograma de atención al adulto mayor en
instituciones.

Este Subprograma, se propone realizar acciones de
promoción, prevención, tratamiento y
rehabilitación en los ancianos cuya única
alternativa es permanecer en una institución. Pero con el
apoyo de la familia, la comunidad y las organizaciones
políticas y de masas, contribuyendo así a elevar su
calidad de vida.

Subprograma de atención hospitalaria al adulto
mayor.

Aunque la mejor alternativa para la atención a
los ancianos es la que se desarrolla en la comunidad, en
ocasiones resulta estrictamente necesario acudir a la
hospitalización, por el consiguiente deterioro de las
funciones biológicas, psicológicas y de
adaptación al medio social, directamente proporcionales al
incremento de la edad.

El Programa pretende enlazar la atención
hospitalaria con la comunitaria en aras de mantener internado al
anciano durante el tiempo estrictamente necesario y
reincorporarlo tempranamente a su medio, desarrollando en ambos
niveles de atención labores de tratamiento y
rehabilitación.

El Programa Integral de Atención al Adulto Mayor
en Cuba, en cada uno de sus Subprogramas, presenta principios
éticos que con un carácter humano, se traducen en
bienestar y satisfacción de las personas
mayores:

Autonomía: Aceptar el derecho del adulto
mayor a tomar decisiones y tratarlo con respeto y
dignidad.

No maleficencia: Cuando el adulto mayor
está en el proceso de morir este principio puede requerir
el no llevar a cabo dolorosas pruebas médicas, ya que no
habría beneficio para el paciente.

Beneficencia: El tratamiento que se elija debe
tener potencial de ayuda al paciente, los agentes de salud y el
servicio social están moralmente obligados a proveer tal
cuidado.

Justicia: Los profesionales de la
salud  tienen la obligación de tratar
igualitariamente a todos los adultos mayores. En nuestro
país no es aceptable recibir escasos recursos de acuerdo
con características como el género o la
raza.Confidencialidad: Protección del
récord de salud del adulto mayor. El agente de salud y los
proveedores de servicio social tienen el deber de no revelar
información a terceros, que el adulto mayor no lo desee,
incluida la familia. Mantener la confidencialidad es una forma de
respetar la autonomía del adulto mayor y de promover la
confianza y comunicación. Se requiere un lugar privado
para discutir temas sensibles y la información debe
mantenerse en lugar seguro. En algunas ocasiones es permisible e
incluso obligatorio romper la confidencialidad: enfermedades
transmisibles, enfermedad mental que puede causar daño a
otros, situación de abuso.

El tema rebasa las fronteras de Cuba y es una
cuestión de especial interés en varios
países, algunos, como es el caso de Costa Rica, poseen un
programa de atención integral para las personas adultas
mayores que cuenta con cursos dirigidos sobre el tema, a
estudiantes que cursan carreras de humanidades en las
universidades del país. También se ha potenciado
desde el programa, la creación de centros de
documentación, divulgación, recreación e
información para personas adultas mayores, sus familias y
la comunidad en general. Logrando, incluso, materializar la
realización de mini-proyectos de alcance comunitario, para
personas adultas mayores; talleres de sensibilización y
concienciación; tertulias con personas adultas mayores
sobre superación personal y actividades de tipo
intergeneracional. Particularmente en Cuba, la atención
integral que se brinda a los adultos mayores, está
adscripta a los hogares de ancianos y casas de descanso
fundamentalmente. Es decir, que se brindas estos servicios desde
instituciones de salud que tienen dentro de su objeto social
dicha atención. Pero en el marco de la comunidad y con
aquellos adultos mayores que se encuentran fuera de estos
espacios es deficiente. En este nivel la atención
brindada, que es además la más manejada, es la
atención en materia de asistencia social, fundamentalmente
atención alimentaria, en los comedores del sistema de
atención a la familia; las prestaciones monetarias de la
seguridad social, las prestaciones en especias. Razón que
avala la carencia de conceptos y definiciones, de lo que el autor
llamaría: atención integral al adulto mayor en la
comunidad.

Por tanto, teniendo como base teórica los
elementos ya analizados, y asumiendo las deficiencias que en este
campo se muestran en el país, se propone como
definición del término para este trabajo: la
atención integral al adulto mayor, vista como el conjunto
de servicios que se prestan a la población de adultos
mayores en la comunidad, en materia de salud, cultura, deporte y
recreación. Potenciando los recursos y con la
movilización de actores de la propia comunidad.

Conclusiones

La búsqueda de nuevas competencias profesionales
y ámbitos de actuación del trabajo social, han
descubierto en el envejecimiento poblacional y la necesidad de
atención integral al adulto mayor un campo para el
desarrollar de acciones socioculturales y estrategias
comunitarias. Este trabajo con la tercera edad, por la
multiplicidad de aristas que posee, no solo es ámbito
laboral para el trabajador social, sino para psicólogos,
pedagogos, animadores, educadores sociales. Desde el punto de
vista de la medicina y la geriatría este ha sido un
terreno bastante sondeado, pero es un área poco atendida
por los servicios sociales. En los últimos tiempos se ha
venido produciendo un paulatino avance del trabajo social y los
servicios sociales, en cuanto una mayor profesionalización
en el campo de la tercera edad.

Toca entonces volcar esfuerzos, recursos y sobre todo
participar tomando parte en la transformación propuesta en
la necesidad de que el trabajo social constituya pilar en la
atención integral del adulto mayor.

Bibliografía

  • Ander-Egg, E. (1991). Diccionario del trabajo
    social.
    México: El ateneo.

  • ————– (2003). Historia del Trabajo
    Social.
    La Habana, Cuba; Editorial Félix
    Varela.

  • ————– (2009). Desafíos,
    encrucijadas y crisis del Trabajo Social a comienzos del
    siglo XXI
    [Folleto]. La Habana, Cuba. Programa de
    Trabajo

  • Boletín Informativo de
    Gerontología y Geriatría
    (2003), No.7,
    Octubre.

  • Caballero, M.T. & Yordi, M.J. (2004). El
    trabajo comunitario: alternativa cubana para el desarrollo
    social
    . Camagüey, Cuba; Ácana-Universidad de
    Camagüey.

  • Caballero, T. (2000). Disertación sobre
    Trabajo Social Comunitario
    [Folleto]. La Habana, Cuba.
    Curso de Formación de Trabajadores Sociales.
    [s.n.]

  • Congreso de Colombia (2009, 05 octubre). Sobre la
    atención integral del adulto mayor en los Centros de
    Vida. En Diario Oficial 47.223 ´´El
    Abedul´´.

  • Huenchuan, S (2004.). Marco legal de
    políticas a favor de las personas mayores en
    América Latina. Centro Latinoamericano y
    Caribeño de Demografía (CELADE). Santiago de
    Chile. Chile. Impreso y Publicado por Naciones
    Unidas.

  • Instituto de Literatura y Lingüística.
    (2007). Breve diccionario de la Lengua
    Española.
    Ediciones Abril. La Habana, Cuba;
    Editorial Biblioteca Familiar.

  • Kisnerman, N. (1998). Pensar en trabajo
    social
    . Argentina; Editorial Humanista.

  • Martínez, Y. (2011). Sistema de acciones
    culturales, promotoras de la incorporación social del
    adulto mayor, desde el Museo Provincial Ignacio
    Agramonte
    . Tesis en opción al título
    académico de Master en Trabajo Social. Universidad de
    Camagüey. Camagüey, Cuba.

  • Metodología de la Investigación I.
    (2007). La Habana, Cuba; Editorial Félix
    Varela.

  • Metodología de la Investigación II.
    (2007). La Habana, Cuba; Editorial Félix
    Varela.

  • Ministerio de Gobernación del
    Salvador (2002, 02 septiembre). Reglamento de la Ley para la
    atención integral para las personas adultas mayores.
    Recuperado el 24 de Enero de 2012, de
    http://elsalvador.abogadosnotarios.com

  • Puerto, C. (1995). El sexo no tiene edad.
    ¿Cómo aman las personas mayores? Temas de
    Hoy
    . Madrid, España.

  • ——————– (1996). La familia y la
    sexualidad del anciano
    . Familia. nº 13. Mayo.
    Universidad. Pontificia de Salamanca.

  • Rizo, A. E. (2007). Tercera Edad: Diferentes
    percepciones y necesidades basadas en una publicación
    de la nueva ética social
    . Universidad Estadal de
    San Luis.

  • Rocabruno, J.C. & Prieto, O. (1992).
    Gerontología y geriatría
    clínica
    . La Habana, Cuba; Facultad de Ciencias
    Médicas.

  • Rodríguez, G; Gil, J. & García, E.
    (2006). Metodología de la Investigación
    Cualitativa
    . La Habana, Cuba; Editorial Félix
    Varela.

  • Rubies, J. (1989). Visión rápida
    sobre la Geriatría y la Gerontología
    .
    [s.l.]

  • Sánchez, C. D. (1999).
    Gerontológica Social. Publicaciones
    Puertorriqueñas.

  • Sánchez, M. (1994). El apoyo social
    informal
    . En Azola, E. et. al. (ed. 5). La
    atención de los ancianos: un desafío para los
    años noventa
    . Washington: Publicación
    científica. OPS.

  • Urrutia, L. (Comp.). (2003). Sociología y
    Trabajo Social aplicado. Selección de Lecturas
    .
    La Habana, Cuba. Editorial Félix Varela.

  • Urrutia, N. (2007). Propuesta de actividades
    para la educación emocional del adulto mayor.

    Trabajo de Diploma. Facultad de Psicología de la
    Universidad de la Habana. La Habana, Cuba.

  • Yordi, M. & Caballero, M. T. (2009). El
    desarrollo social y el trabajo comunitario. Teoría,
    metodología y prácticas cubanas
    .
    Camagüey, Cuba; Editorial Ácana.

  • Yordi, M. (2010) Pensamiento y teoría del
    Trabajo Social
    . [Documentos digitales de clases].
    Camagüey, Cuba. Universidad de Camagüey.

 

 

Autor:

Osniel Hernández Villar.

Centro al que pertenece: Departamento de
Asistencia-Prevención y trabajo Social.

Municipio: Bahía Honda.

Provincia: Artemisa.

Nivel de Instrucción: Licenciado en
Estudios Socio-Culturales.

Enviado por:

Noralydis
Rodríguez

 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter