Por 20 euros la hora. Episodios nacionales de Angelillo de
Uixó – Monografias.com
Por 20 euros la hora. Episodios
nacionales de Angelillo de Uixó
Dios castiga al pobre por sus pecados y
vicio de pobreza, de los cuales solamente él es el
único responsable. Angelillo de Uixó.
-¿ Me pregunta usted que
opinión me merecen los actuales antisistemas?- Oh amigo
mio, están en consonancia con la puntuación que me
acaba de leer de la encuesta de la clase política,
suspendidos. Los he conocido que no saben ni preparar un coctel
molotov, y los que dan los buenos días al cartero que es
funcionario. Encuesta de Antena Tres a Angelillo de Uixó
sobre los acontecimientos del 25-S.
-Enhorabuena Pablo, te ha sido concedida la
renta garantizada para la ciudadanía– despliega los labios
hacia las mejillas levantando la comisura de sus extremos en
busca de los ojos una asistenta social de Vall d' Uixo. Aparece
sentada tras la mesa de un frío despacho desde el cual
evalúa la vida de sus pobres. Una telaraña de la
esquina del despacho se descuelga de un hilo blanco que le sale
del culo. Frota con sus patas la cabeza celebrando la noticia. El
pobre devuelve la sonrisa contemplando la araña con
angustia. Valora las palabras con recelo. Las cejas de Pablo muy
pobladas, señal de casta de malandanza , se arquean
cómo las del ballestero de los pobres " Zapatero",
burgués socialista azote de proletarios y Robin Hood de
banqueros. Clavado en su silla Pablo escucha las condiciones de
tanta merced:
El importe asciende a 385 euros durante
seis meses, pero está sujeto a condicionalidades,
además es revisable por comportamiento. Entre otros
seguimiento de que buscas activamente trabajo y quieres dejar
de ser pobre- La asistenta levanta la vista del folio donde
se explican las ordenanzas para observar la reacción
del menesteroso ante la palabra: trabajo. Un brillo cansado,
desgastado cómo un mueble rehabilitado por el
colectivo de yonkis del pueblo asoma de la pupila
otoñal de Pablo que lanza un suspiro casi inaudible.
Sus tripas rebeldes, cínicas , desgastadas,
gruñen rindiéndose. Su cabeza se pierde con los
datos de las obligaciones que le enumeran: En caso de no
encontrar trabajo harás un curso del inem. Te
comprometerás a efectuar pantanos, cortafuegos,
desbroce de montañas junto a penados si no hubiera
cursos en vigor. Así mismo, quedaras en espera, no
dándose la oportunidad de lo mencionado de ser
personal voluntario para apagar incendios, protección
civil, o cualquier otra actividad que el ayuntamiento
considere necesaria mientras percibas la renta. Firma por
favor la conformidad. Entrega la funcionaria el papel y Pablo
firma dos veces. Recibe una copia.Abriendo la puerta escucha a su
espalda:A mi nadie me ha dado nada, para llegar
aquí he tenido que luchar mucho. Un pequeño
golpe cierra la puerta. Pablo camina próspero cantando
en dirección al bar : el alegría de la
huerta.Manolo unas cañitas, ya te
pagaré cuando cobre, mira- le pasa al compadre Manolo
, mesonero de mal carácter, desconfiado por naturaleza
y oficio, y más desde que tuvo la desgracia de
encontrar a su mujer poniéndole los cuernos con el
cocinero. Engendro con 30 años de experiencia en
fogones de España, tan sucio y gordo cómo
él hasta el punto de conocerles en el pueblo
cómo: los gemelos. Pablo observa la lectura sosegada
del mesonero afirmando con su enorme cabeza de foca. Cuelga
una grasienta bayeta absorbente sobre su hombro izquierdo.
Croa a la doncella rumana que holgazanea para que le sirva
cervezas y alguna tapa. Desde el bar los clientes ven las
noticias en el canal antena tres.
Madrid el 25 de septiembre es presa de la
rabia de los pobres y los hippies que se manifiestan. Los
últimos días de septiembre en el campo, pese a la
sequía sin precedentes en la vida de los ancianos de los
pueblos que este año cómo el pasado no han visto
sequía igual, se recogen con mayor o menor fortuna los
frutos del otoño tardío. De los arboles cuelgan las
rojas granadas, las verdes nueces blancas aun por dentro, la
morena almendra, y los primeros erizos de las
castañas.
" 20 euros es lo que cobráis por
hora- corea entre carcajadas agitando la banderita del arco
iris una manifestante de la plaza Sol, quiere tomar el
congreso de Madrid. Chotea a un grupo de policías
nacionales que necesitan las horas extras para poder pagar
las letras del piso en Marina D'Or.Los agentes cuyos rostros
sombríos se ocultan bajo los cascos ven pasar a los
manifestantes. Persiguen a imitación de Tejero tomar
el congreso para instaurar no se sabe bien qué: Si un
sóviet, si una monarquía absolutista, o
quizás y lo más insensato de todo, una
democracia real. El policía kakareado por la mujer la
observa de arriba abajo. Su larga melena rubia cae ondulada
más allá de sus delicados hombros cubiertos por
una palestina que cuelga enredada cómo la yedra al
tronco sobre su cuello de cisne guerrero que canta con su
corazón integro de ave que cruza libre y apatrida los
montes, los mares y las naciones:Lo llaman democracia y no lo es, oe,
oe, oe.El policía la sigue con la
mirada al uso de una sospechosa. Ella mueve seductora las
caderas de formas perfectas. Un perroflauta se las abraza y
ella le besa riendo.¿ Te encuentras bien Charly?
-Levanta levemente la mirilla de su casco militar su
compañero.¿Has visto a Claudinita
cómo ha acabado? En compañía de los
perroflautas. Blasfemando contra la patria, nosotros, y
encima…- contesta a su compañero Bill agarrando la
porra con dureza.Las tías son unas putas, y
estás de la manifestación más- contesta
Bill escupiendo antes de cerrar sonoramente la visera del
casco.Los gritos de la famélica
legión de los perroflautas- antisistema , retumba
entre los edificios históricos del triste centro de
Madrid. La mañana es calurosa, tan soleada que cansa.
Charly pierde la imagen de su ex entre la masa. La misma que
se ha quedado con la mitad de las cuentas bancarias, con una
pensión, los amigos, y le obliga a soportar a su hija
los domingos, navidad y vacaciones.Los manifestantes reivindican sus
insensateces libremente por la Plaza Sol: que se recoja en la
constitución el derecho a la fiesta y la felicidad de
los ciudadanos, la paz permanente entre las naciones, el amor
a la tierra, al aire, al agua…El sargento de esa brigada de la
policía nacional sale de una furgoneta. Acaba de
recibir las últimas ordenes del ministro del interior.
Su rostro grave de hombre de ley va descubierto mientras pasa
revista entre sus huestes parapetas entre las furgonetas
azules tuneadas con colores del fuego: rojos y amarillos que
danzan el baile gitano de la danza del fuego por la
chapa.Las ordenes son dejar concentrarse a
los civiles frente al congreso. De momento las porras
tranquilas y no responder a provocación. De acuerdo
señoritas. ¿Me habéis comprendido
pandilla de maricones?
-Si – responden al unisono bajando y
levantando la cabeza los agentes. Un casco sigue mirando perdido
a la masa de borregos.
¿Pero que coño pasa
contigo? Es que tu papa y tu mama son hermanos, eh
gilipollas? Me entiendes cuando te hablo. Déjame ver
tu cara, levanta ese puto casco maricón- le grita el
sargento.Chrly levanta la visera del casco.
Asoma su cara morena y arrugada señal de que es hijo
de agricultores de albacete.Recibe del sargento un puntapié
pedagógico que le hace bajar la cabeza al
estómago, el lugar de donde nace el hambre. Quedan
contemplándose rostro con rostro cuando el sargento le
levanta la cara con la vara de abedul, la misma que utilizan
moros y cristianos para amaestrar a las mujeres. Charly hace
gesto afirmativo de comprensión.Fallece la luz parpadeante del bar
alegría de la huerta que ilumina las estampas
demacradas, desorientadas de la paupérrima clientela
abatida sobre la barra.-La ha diñado-comenta un gitano
integrado que trabaja en la empresa de basuras municipal
levantando el cogote hacia la bombilla del techo.Renqueante eructa , se mueve levitando
por el aire sinusoidal la tripa de hipopótamo del
mesonero. Camina tras la barra hasta llegar a una esquina.
Flexiona sus piernas grasientas de paquidermo produciendo
pliegues, ruidos y bultos en su pantalón levis que
desciende cómo la marea dejando ver el bosque negro y
peludo de su culo. Recoge un grueso cirio y lo enciende
apostólico y romano.La televisión ilumina el
tugurio. De una claraboya polvorienta entra la luz diurna
difusa que deja ver al personal.La puerta acolchada de negro se abre y
entra una mujer con ojeras . Surge fantasmagórica y
trasnochada vestida con abrigo largo y grueso de color verde
que le llega hasta las rodillas pese a estar a más de
25 grados de temperatura.-50 monedas- grita hiposa y con
temblores alcohólicos en las manos. El iris pardo de
sus ojos se refleja a intervalos junto el parpadeo de las
cerezas, las campanas, los limones que ruedan iluminosos
dentro de la máquina tragaperras que alimenta. Las
ojeras amoratadas se desprenden cómo cataratas por la
cuenca de sus ojos apenados. Se escucha unas risas y
algún comentario jocoso.-¿ Qué has dicho?- agarra
a Pablo que es el más cercano a ella del hombro
violenta, acostumbrada a ser una mujer despreciada que se
tiene que defender a golpes.-Yo no he dicho nada tía loca-
le responde ante la risa colectiva que estalla junto a la
suya. Ella mirando en todas direcciones empieza a reír
y sigue jugando.De la máquina salen
inextinguibles luces, destellos, relampagueos y un sin fin de
ruidos graciosos que estimulan a la mujer. Ojos avarientos la
acechan cuando suena la canción de Elvis "viva las
Vegas" y caen 20 euros.-Voy a mear- dice Claudinita a su novio
que habla del Ramma Ramma Dalai Lama en la plaza de Sol a su
grupo de amigos.La Plaza Sol está tomada por
millares de cabezas de manifestantes: desarropados, budistas,
estudiantes, futuros pobres. Ellos son los llamados a ser
víctimas de la represión por salir a las calles
sin ideología, ni más miras en su verborrea que
la constitución española, la
civilización anglosajona, junto el infame bagaje
cultural de la universidad que genera impertinentes
sabelotodo. Patanes sin personalidad, criaturas
egoístas sin valor ni honor ,incapaces de interactuar
con otro ser humano que no sea un inferior del tercer mundo
de color negro.Claudinita mira a su alrededor, observa
incontinente el ganado rastafari y canino extendido por
doquier en el suelo de la plaza formando pequeños
rogles donde discuten sus porquerías político
hedonistas pornográficas con sus compañeros de
lucha que portan camisas del Che, gafas de pasta negra, y
actitudes místico ascéticas.Cuidando no pisar a los farandules del
lugar, sonriendo y pidiendo mil perdones acompañados
de abrazos y besos cuando se producen los inevitables
pisotones, camina cruzando las piernas, casi sin aguantar
hasta medio ocultarse detrás de las furgonetas de la
policía nacional. En posición de mona se baja
las mallas, se quita la compresa, y mea observa sin darse
cuenta por su ex marido y sus amigos que se ríen. Ella
le dirige una agradable y más que merecida
peineta.La boca de varios asistentes, sentados
delante de las furgonetas se llenan de blanca espuma de la
cerveza agitada que beben entre carcajadas almorzando
bocadillos comprados en el open cord.-Mirad, mirad- un joven con gorra roja
de telepizza agita una cerveza y la coloca en su entrepierna
mientras abre de la anilla.!Oh insensatos manifestantes que no
deseáis otra cosa que un mundo egoísta repleto
de mundanos placeres carnales, que os negáis a que la
vida sea un camino de espinas que se ha de chafar,
cómo lo fue el de vuestros heroicos abuelos que
lucharon en la guerra civil! Oh demócratas, tiranos
mil veces peor que Julio Cesar, Nerón, Caligula, o
Juan Carlos I.Un bote de cerveza sale disparado
girando sobre si mismo por el cielo azul infinito de Madrid.
Las cámaras de Antena 3 siguen su trayectoria por la
plaza.-Paf- el mundo observa a través
de la TV cómo le cae al sargento la cerveza mientras
arenga a sus tropas desanimadas por no actuar , ya que desean
medallas ganadas a base de ostias dadas a civiles.Les va a comunicar las nuevas del
ministro que desea el aplastamiento de los
sublevados.La boca redonda y abierta del sargento
deja escapar entre los diente un histérico: Noooo,
Nooooo. Se limpia el rostro manchado del amarillo liquido
perfumado de fermentos vaporosos
alcohólicos.Camina hacia los manifestantes. Tras
él, el pelotón le sigue pegándose golpes
en el pecho heridos en su amor propio. Sienten la ofensa de
su caudillo cómo la suya propia.Los manifestantes
retroceden.-Ha sido un accidente, mira tío
lo sentimos- dice un joven perroflauta al
sargento.-Sacad las porras- ordena. La falange
bien constituida, a una sacan las negras trancas morcilleras
que acarician con la palma caliente de las manos.El dedo índice del Sargento se
desliza marcial cortando el aire desde su punto máximo
vertical por encima de su cráneo hasta la cintura. Las
botas rechinan sobre las baldosas. Las porras blanden el aire
ruadas y frenéticas. Susurran con su silbido
aéreo hasta llegar a la carne que lanza bramidos por
todos sus poros. Cabalga por la Plaza Sol la sombra del
jinete descuartizado, devorado por los gusanos, repleto de
polvo de Atila sembrando el pánico, la indignidad, la
humillación y el dolor. Labios pintados de las
adolescentes son reventados. Desprenden regueros de sangre
que gotean. Patadas certeras dadas por las botas de punta de
acero se enseñan en los estómagos blandos.
Cascando los tobillos derriban a través de barrido a
cuerpos civiles que rebotan en el suelo. Las melenas de las
mujeres son aferradas cómo las correas de las yeguas.
Se tira de ellas. Gritan, lloran, suplican, pero no hay
piedad, porque España se rompe. Las porras se hacen
hueco entre la masa tumefacta repleta de hematomas. Venas
rotas afloran cómo charcos después de la
tormenta en las carnes dejando la señal del golpe para
que los agentes reciban medallas. Avanzan ufanos, gloriosos,
entre la masa inerme, paralizada, chafada entre ella misma.
Los mil colores del arco iris que desean la paz, la igualdad,
la democracia y la fraternidad, por fin son derribados entre
estrepitosos quejidos de dolor. Allí se ve a una joven
con la cadera destrozada, allá un rastafari patas
arriba, otro subido a una farola y lanzado hacia abajo por
una pelota de goma, un viejo de laureados cabellos
arrinconado en una verja mientras la certera porra del
nacional lo muele a golpes. Ah, el horror, el horror, y la
gloria que da medallas.! Los sacrificios que debe hacer un
pueblo para amar a su presidente Rajoy! Algún
día lo entenderán. Los chillidos se suceden,
las pelotas de goma sacan varios ojos. Los cuerpos apestan a
sudor, a hormonas segregadas por el miedo. Amantes
contusionados se abrazan en el suelo entre humo, carreras,
golpes. El horror, el horror.-Coño, la que está
cayendo en Madrid , otra cervecita y no cambies de canal por
favor- le pide Pablo a la rumana que le sonríe y
obedece dejando el mando a distancia sobre el
frigorífico.-Bingo- grita la ludópata
levantando los brazos. La música de la tragaperras
canta y pare monedas. Elvis agita la cadera descoyuntada
mejor que el Rey Juan Carlos tras una cacería de
elefantes. Los parroquianos abandonan la silenciosa
visión de la TV para envidiar a la ludópata que
ha ganado otros 20 euros más . Pide la agraciada un
carajillo sin quemar.Charly lleva de la oreja a un gitano
que gruñe cómo un cerdo:-Auiñ, auiñ, auiñ,
que llamo a mi primo el Josele- barrunta el
demócrata.A escasos metros ve charly a Claudinita
mordiendo la pierna de Billy. Las cámaras de antena
tres son testigos del ataque a los agentes por parte de los
violentos antisistemas. El mundo suplica mando dura a Rajoy
para un pueblo, el Español, que confunde libertad con
libertinaje. Charly deja sin rematar la faena con el gitano y
abriéndose paso entre más de 100 perroflautas
que golpea sin dejar costillar sin saludar.-Ahora te vas a enterar de quien es
Charly, so puta- le dice a su ex agarrándola del pelo.
La levanta del suelo.Charly no- le responde ella que ha
reconocido la voz de su ex. La mano cubierta por un grueso
guante negro de Charly empieza a estrangular
sádicamente el cuello delgado de Claudinita. Ella
mueve cómicamente los brazos tratando de agredirle,
aunque le falta más de dos palmos para rozarle
siquiera el uniforme. Pasea sus preciosos ojos verdes por la
plaza. Balbucea de forma inaudible: Ayuda, socorro, meidei,
meidei, mi ex me mata, muero.-Calla, te van a oír- le dice
pegándole una patada en el abdomen que le hace vomitar
sobre el guante. Grumos espumosos y viscosos salen de su boca
maloliente. Charly extasiado, excitado aprieta más y
más hasta tirarla contra el suelo cómo si se
tratará de un clinex. El cuerpo de Charly forma un
arco, y en movimiento elíptico hace una curva la porra
que se estrella contra la espalda de Claudinita. Ella
reacciona sin apenas fuerza reptando por el suelo semejando
una víbora. Su rostro no se reconoce, pegado el pelo
sudoroso a las mejillas ennegrecidas de los golpes. Su antes
delgado cuerpo, ahora parece un saco, hinchado de los golpes.
El sargento oculto en la furgoneta capitana donde monitoriza
el combate da ordenes de repliegue y captura de prisioneros.
Toma nota de la gran actuación de Charly, ganador de
medalla. Arrastrándose Claudinita lucha por
sobrevivir. Charly le da una tregua, la sigue viéndola
arrastrarse. Ella solo ve algo borroso, criminal, asesino. Es
la bota de Charly pegada a su boca.Charly no lo hagas, piensa en tu
hija, Charly, no…- susurra. De un golpe la silencia.
Ella pierde el conocimiento cerrando lentamente los ojos.
Un par de perroflautas caen sobre Charly. Antena tres
recoge el momento del atentado a la autoridad. Charly cae
al suelo, pero se levanta. Ya en pie de un golpe le rompe
la ceja a uno de sus agresores, un inmigrante peruano. Al
otro lo deja inconsciente pegándole un golpe en la
traquea.¿Unas pastitas para
acompañar la tisana?- pregunta Rouco Vadela a
María Dolores de Cospedal asomados a una terraza
de Sol. Cospedal hace noble gesto de agradecimiento
flexionando la pierna izquierda graciosamente, y bajando
sumisa ante el santón la peineta que engalana su
tradicional y evocador recogido de pelo,
otorgándole gracia, castidad y elegancia a la
vicepresidenta, así cómo su conjuntado
vestido de luto. La criada ecuatoriana ataviada con cofia
sirve el azúcar a la vicepresidenta que contempla
encantada cómo una joven de menos de 17
años deambula exhibiendo los pechos. Su camiseta
ha sido desgarrada por la policía. Los pechos de
la púber apenas desarrollados están
cubiertos de sangre que emana desde la cabeza. Cuerpos
retorcidos, semejantes en pose al momento a que Laocoonte
estaba siendo devorado por una serpiente marina, afloran
por el suelo. El reloj de Sol da monótono, viejo,
cansado, las campanadas. Los manifestante empiezan a
escapar por un hueco hacia Atocha.La mitad de vosotros detener a los
heridos de la plaza, el resto continuad la
persecución hasta sacarlos de Madrid- ordena el
sargento desde el Walkie talkie. Los agentes se
concentran en el centro de la plaza un par de minutos, y
se dividen ordenadamente. Unos con cuerdas y aceradas
esposas arrastran cómo reses abatidas por la plaza
a los heridos. El resto, igual que perros de presa,
incansables continúan el acoso. Abren fuego con
las escopetas de goma alcanzando las espaldas de los
cobardes rebeldes que huyen.Cupones, cupones- un ciego de la
once entra en un bar de atocha donde parados, vagos,
picaros, gitanos se congregan en reunión
clandestina.El otro día no toco ciego de
Gondor- recrimina un farandul castellano acentuando su
castizo léxico con boina, barba de tres
días, chaqueta de pana y palillo entre los
dientes.No te chatees Celestino que siempre
toca. Buena Suerte Durruti te trae un capicúa.
Compra, que toca el 2734- le dice el ciego
dirigiéndose hasta donde se encuentra el chulapo.
Blande el bastón entre las patas de las
sillas.Quitándose el palillo de los
dientes el chulapo replica- El 2734 no es
capicúa.Pues sera palíndromo. Queso
y vino para un ciego mesonero- vocifera el ciego de
Gondorderribando varias cerveza de la
barra con el bastón.¿ Qué algarada es
esa?- pregunta el mesonero viendo temblar las ventanas
del establecimiento seguidas de un ruido de voces,
pitidos, golpes que llegan cómo jinetes del
Apocalipsis.Bum, ban, bum, un cristal se hace
añicos y una pelota de goma cae sobre la tapa de
queso del ciego que la mastica escupiéndola
furioso entre insultos al mesonero.¿Qué broma de mal
gusto es está a un pobre ciego?Buena suerte Durruti, para tus
bastonazos, no los dirijas contra este humilde mesonero
inocente- le pide protegiéndose con una
sartén el buen mesonero.Los antisistemas empiezan a entrar
escondiéndose entre las mesas. Los clientes se
aterrorizados increpan a los antisistemas a los que
golpean. Los antidisturbios entran pegando a todo el
mundo.A Buena Suerte Durruti no le sirve
de protección sus laureados cabellos de emperador
romano, ni sus ojos blancos sin vista de busto imperial.
Recibe tres golpes en los lumbares que le hacen bailar
graciosamente. Blandiendo magistralmente el
bastón, atiza tal golpe en la celada de un agente
que se despedaza. Al segundo bastonazo le abre la cabeza
desparramando sus ligeros sesos por la barra del
bar.Varios compañeros del
fallecido se lanzan en tropel contra el invidente
dándole tal somanta de palos que supera a todas
las recibidas en la practica de su mezquino oficio,
incluido la iniciación en la once. Los golfos, los
chulapos, las golfas del bar son atrapados por la
policía de semejante manera a la del afanoso
pescador, allá en las hermosas, azules y
tranquilas aguas del mediterráneo catalán.
Cuando lanza el marino sus redes de pie, montado sobre un
pequeño bote con mástil de vela triangular,
y las recoge al instante repletas de todo tipo de pescado
que se agita ya sobre el suelo del bote. Entonces levanta
el ancla y navega triunfador sobre las blancas olas con
él sobre el puente gritando el nombre de su amada
que le espera en la playa enarbolando la bandera
cuatribarrada junto a otras mujeres de hogar. Los
farandules y manifestantes son montados a los furgones
coleando, dándose empujones , golpes a las chapas,
aullan, silban, gritan el nombre de sus mujeres,
familiares, organizaciones políticas para que les
saquen de esas redes.Desperezándose Pablo sale
del alegría de la huerta. La ludópata se va
al bingo después de perder más de 100
euros. Solo conserva 20 euros. En las calles de Vall
d´Uixó los chonis, los canis, cantan
flamenco.Vaya una gota- se dice Pablo
mirando al cielo tras limpiarse la gota que le ha
caído en la cabeza. Unas nubes blancas y
algodoneras, tan bajas que pasan a través de los
picos de las montañas se van concentrando. Una
furgoneta para junto a la ludópata y le invita a
subir.Ella se resiste, el conductor
asombrado de su decencia le enseña un billete de
20 euros.¿Pero que te piensas
guarro?- Le chilla. El conductor la manda a la mierda y
se va.Espera, espera- llama al anciano
que acaba de meter la primera. Este frena, abre la puerta
y ella sube sin decir nada. Se alejan hacia los caminos
de naranjos que rodean el valle repleto de torrenteras,
vaguadas, terraplenes y barrancos. Pablo sube calle
arriba feliz y contento a su casa deseando que pasen las
dos semanas que le faltan para cobrar , y disfrutar por
fin de la vida mediterránea: ausencias de
quehacer, de prisas, buena comida, vistas la mar, clima
cálido, mujeres hermosas, buen vino. La tormenta
empieza a descargar. Una tromba de agua cae cómo
una cortina transparente y espesa de color blaquiazul.
Arrasa ribazos en la montaña, derriba algarrobos,
forma cascadas entre los escombros del monte, empuja a
los coches estacionados por las calles hasta estrellarlos
contra muros u otros vehículos.La ludópata atrapada con el
anciano en un campo de naranjos después de hacer
el amor sobre una acequia sube a la C-15. Arranca el
vehículo patinado las ruedas delanteras sobre el
barro en el que hunde. Consiguen salir, aunque no ven por
donde van. Poco a poco se van metiendo por un torrente
sin saberlo. El agua cubre las ruedas y se va
introduciendo sigilosa por el chasis. El motor se para,
ambos gritan. La ludópata intenta escapar pero la
presión del agua no se lo permite. Se agarra al
anciano entre gritos de: quiero vivir. La furgoneta
montada en una ola se eleva. Cae ruidosamente girando
sobre si misma cómo una peonza al medio del
barranco. Durante más de media hora entre rayos y
truenos navegan velozmente ladera abajo hasta ser
engullida por el mar.– Brinda conmigo Mireya, hoy es un
día especial, he cobrado la renta garantizada. Si
quieres te puedo llevar a un sitio especial- susurra
Pablo a la rumana del alegría de la huerta. En la
televisión las noticias de Antena Tres emiten
imágenes de las condecoraciones a la
policía por su represión en la Plaza de
Sol. Charly de gala sube al estrado.Cupones, cupones- el ciego de
Gondor entra en una taberna de Madrid. Una mujer con la
cara deformada por los golpes toma un café. Llama
al ciego y compra un cupón.Toma preciosa, el 4756. Es
capicúa, te tocará seguro. Es tu día
de suerte- le dice el ciego palpando las
monedas.Quiero agradecer está
medalla a mi ex, Claudinita, sin ella no la abría
podido conseguir- agradece Charly ante los
micrófonos. La infanta Elena aplaude con fervor
junto el ministro el interior y los
asistentes.
Claudinita paga el café. Camina
en dirección a Atocha. Baja las escaleras de la
estación. Observa la luz ciclópea de un tren
que llega y se tira.Angelillo de Uixó.
Fotos angelillo de Uixó y otras
de distintas fuentes google images.Autor:
Ángel Blasco
Giménez