Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Ahorrar para acumular o para financiar la crisis (página 2)



Partes: 1, 2

Tabla 5: Tipo de cambio libre 1953 –1965. En
pesos ley 18.188 por dólar.

AÑO

Tipo de cambio

Variación

1953

0,2256

-1,66%

1954

0,253

12,15%

1955

0,3049

20,51%

1956

0,3554

16,56%

1957

0,3962

11,48%

1958

0,501

26,45%

1959

0,798

59,28%

1960

0,828

3,76%

1961

0,8288

0,10%

1962

1,1595

39,90%

1963

1,3861

19,54%

1964

1,5718

13,40%

1965

2,438

55,11%

Como se puede observar en la grafica los periodos
presidenciales a partir de 1953 hasta el año 1965 en el
peso dólar sube y baja variándose continuamente a
manera que transcurre los años

Uno de los aspectos más destacado de la
política económica de Lilia fue el tratamiento del
tipo de cambio. Ni se mantuvo artificialmente la
cotización del peso, ni se recurrió a mega
devaluaciones, como en el pasado reciente. Se aplicó un
por entonces novedoso mecanismo de mini ajustes, que
acompañaban a la inflación.

Gráfico 13: Variación del
salario real, 1953 –1966.

Monografias.com

"La política del gobierno de Lilia
modificó los lineamientos de la política liberal
restaurada en 1962. En el contexto de una situación
externa relativamente favorable, tuvo éxito en promover
una rápida recuperación del nivel de actividad
productiva y el empleo. Sin embargo, no aportó soluciones
significativas a los problemas básicos de la
economía nacional. La capitalización y el cambio
tecnológico quedaron rezagados (…) y no hubo
avances importantes ni en la sustitución de importaciones
ni en la promoción de exportaciones"

Los primeros gobiernos militares, salvo el de 1943,
habían propiciado políticas benefactoras del agro,
mediante devaluaciones que se producían seguidamente de
acceder al poder. Tras algunas incertidumbres iníciales,
Onganía colocó a A. Krieger Vasena en el ministerio
de Economía y presentó su "Plan de
estabilización y desarrollo". Se fijó una nueva
paridad, muy alta, del tipo de cambio, con el compromiso de no
volver a devaluar.

El año de la crisis del petróleo, 1973,
inesperadamente fue muy favorable en las relaciones de
intercambio. Este hecho fortuito permitió que el nuevo
gobierno asumiera con cierto desahogo financiero. El año
se cerró con un saldo positivo record de la balanza
comercial.

La cartera de economía fue confiada a José
Gelbard, hombre de la CGE. Articuló un plan basado en lo
que se denominó Pacto Social, destinado fundamentalmente a
combatir la inflación con dos estrategias: control del
nivel de precios y aliento a la recuperación de los
salarios en términos reales. El plan mostró algunos
remedos de la época del primer peronismo, aunque en su
aplicación no se percibió la firmeza ni el
dogmatismo de otros tiempos. Algunos de estos aspectos
eran:

•Exportaciones de carnes y granos monopolizadas por
las juntas nacionales.

•Mini reforma financiera. Los bancos captaban
depósitos por cuenta del BCRA y concedían
créditos limitados y orientados por las
autoridades.

•Se impusieron algunas limitaciones al capital
extranjero, de difícil aplicación
práctica.

•Política tendiente a la recuperación
de los salarios, que tenía por objetivo que en el
término de cuatro años la participación de
los mismos volviera a niveles cercanos al 50%, como en la
década del 40.

•Incremento de los lazos comerciales con los
países del bloque soviético y "no
alineado".

Una diferencia importante con el primer periodo
peronista fue el tratamiento hacia las exportaciones
industriales. Anteriormente la política industrial
peronista había estado dirigida al mercado interno. Se
adoptaba ahora una tercera estrategia de impulso a la demanda
agregada. Antes había sido el turno del consumo primero y
de la inversión después. Ahora era el tiempo de las
exportaciones.

Los indicadores respondieron muy bien en principio. Por
ejemplo, en 1974 el desempleo se ubicaba en un insignificante
2,5%. Pero la propia dinámica de precios controlados y
salarios en aumento permitió la reaparición de la
inflación. Las cosas se agravaron muchísimo ante un
factor absolutamente exógeno, aunque no inesperado: la
muerte de Perón. El Pacto se basaba fundamentalmente en su
credibilidad, que a partir de este suceso quedó seriamente
dañada. Gelbard permaneció algunos meses en su
cargo y finalmente fue desplazado. Tras un paso fugaz del nuevo
ministro Gómez Morales, el Pacto se diluyó por
completo.

El ministro Rodrigo intentó sincerar las
principales variables económicas, distorsionadas por dos
años de controles y precios máximos. Horas
después de asumir anunció una devaluación
del 100% del tipo de cambio financiero y 160% del comercial. La
medida fue acompañada por aumentos de tenor similar o
mayor en las tarifas públicas y combustibles, y se
liberaron todos los precios. La estampida inflacionaria generada
devastó las cuentas fiscales y externas y el caos
económico se agregó a la creciente inestabilidad
política. A partir de entonces no hubo plan posible. Los
últimos jirones de credibilidad se escurrieron de las
manos del gobierno de la viuda de Perón.

Políticas monetarias y fiscales entre 1952 y
1975.

El plural se utiliza deliberadamente, ya que durante
veinte años de inestabilidad política se llevaron a
cabo alternativamente políticas expansivas y restrictivas,
al compás de inflaciones y recesiones
características del stop & go.

El tramo peronista 1952 – 1955 abandonó la
expansión fiscal como herramienta de crecimiento de la
demanda agregada. El gobierno provisional instalado en 1955
llevó a cabo una profunda reestructuración del
sistema financiero, desestatizando los depósitos y
devolviendo la autarquía al BCRA. La nueva carta
orgánica establecía "…estimular el
crecimiento ordenado y persistente del ingreso nacional en el
máximo posible". El eje central de la política
monetaria fue una fuerte restricción de la tasa de
expansión del dinero.

Tabla 6: Variaciones de precios y oferta
monetaria.

Año

Inflación

Cantidad de dinero

Variación

1956

13.4%

111545 M.

19.5%

1957

24.7%

111978 M

0.4%

1958

22.5%

180825 M

61.5%

El plan de desarrollo de Frondizi obligó al
principio a llevar a cabo una política monetaria y fiscal
expansiva, que viró hacia la ortodoxia con el arribo de
Alsogaray al ministerio. Depuesto el presidente, la ortodoxia se
profundizó y se implementó una política
monetaria restrictiva en términos cercanos al
monetarismo.

Entretanto la presidencia de Lilia, la prioridad era la
salida de la recesión, y a ello se dirigió la
política económica. El esparcimiento fiscal se
manifestó a través del gasto corriente, con una
activa política de compras del Estado. La política
monetaria fue igualmente expansiva y se orientaba al
estímulo del crédito. Inesperadamente, tras el
derrocamiento del gobierno, el plan de K. Vasena
profundizó la expansión monetaria. Con tipo de
cambio alto y fijo, más la percepción de que los
precios no tenderían a incrementarse, la gente
estaría dispuesta a retener más dinero, por lo que
otro tipo de política hubiera sido difícil de
implementar.

Gráfico 14: Demanda de dinero para M1 y M2.
1952 – 1975. En puntos porcentuales del PBI

Monografias.com

Respecto del resto del periodo, la mayoría de las
políticas aplicadas fueron coyunturales y cortoplacistas,
casi siempre condicionadas por la inflación y la creciente
puja distributiva. El hecho más saliente es la mini
reforma financiera del gobierno de Perón, comentada
más arriba.

Ahorro – inversión

Para todo al periodo la inversión bruta interna
ronda un promedio de 19% del PBI, cifra bastante más alta
que la del periodo anterior. Ya desde el comienzo de la etapa,
pero especialmente a partir de 1958, reaparece y cobra
importancia decisiva la inversión extranjera, que se
concentra en los dos sectores más dinámicos de la
economía (combustible y automotriz).

Gráfico 15: Ahorro total e inversión
bruta. 1953 – 1975. En puntos porcentuales del
PBI

Monografias.com

Entre 1953 y 1955, el crédito siguió
siendo regulado y dirigido, con tasas de interés reales
siempre negativas, pero con un grado de mayor realismo respecto
de los determinantes del ahorro. A partir de 1956, se
introdujeron herramientas destinadas a una mayor autonomía
de los mercados. Entre 1955 y 1962 (con excepción de 1959)
el ahorro interno no alcanza a financiar a la inversión.
El proceso es compensado por ahorro externo, favorecido por la
depreciación del tipo de cambio. El peso se estabiliza a
partir de 1962, favoreciendo un importante incremento de la tasa
de ahorro, en especial desde 1969 en adelante.

6.2. El ahorro privado entre 1953 y
1975

6.2.1. Análisis descriptivo de los principales
determinantes.

La propia dinámica del proceso stop & go
dificulta el tratamiento de las variables que determinan el
ahorro de los particulares.

El consumo privado muestra una tendencia claramente
decreciente respecto del periodo anterior. La propensión
media a consumir para todo el periodo es del 72% respecto del
producto total.

A partir de 1960 la economía comienza a
recuperarse de la recesión de 1959 pero los niveles de
consumo se estancan en torno al 70 / 72 % del producto, sin
volver a los niveles de mediados de la década del 50. Este
es un dato llamativo, teniendo en cuenta que la inflación
es particularmente elevada, en especial desde 1955. El nivel de
empleo es alto a partir de 1963.

6.2.2. Contrastación empírica

Para este periodo, funciono el ahorro privado del tipo
keynesiano

Se verifica un ahorro autónomo negativo. La
propensión marginal a ahorrar para todo el periodo es del
26%, mayor que la propensión media que es del
20%.

Capitulo 7:

Tercera etapa
financiera, reforma financiera, apuestas a dólar y deuda
externa, 1976-1982

7.1. Caracterización del
período.

7.1.1. Marco Internacional:

Esta etapa se caracteriza por la retracción de
las inversiones mundiales en las áreas productivas de los
principales países industrializados y ricos del mundo,
esto como producto del incremento del nivel de precios y el
racionamiento petrolero instalado en la mayoría de las
economías mundiales a mediados de los ochenta al tiempo
que la cantidad de dólares depositados en los bancos
aumentaba considerablemente.

Este fenómeno de liquidez mundial impulso a la
banca internacional a otorgar enormes prestamos a países
de poca prosperidad económica, especialmente a
países latinoamericanos, provocando que el endeudamiento
externo de los principales países de la región, tal
como Brasil, Argentina y México, creciera
enormemente.

La crisis mundial de inflación de precios al
consumidor provoco la creación de nuevos conceptos y
criterios económicos, los cuales se enfocaban
principalmente en la no creencia en la posibilidad de impulsar el
crecimiento de los países mediante políticas
fiscales expansivas y en el hecho de ver la balanza de pagos de
los países mas como un fenómeno monetario que como
el resultado del comercio exterior, pensamientos orientados a la
producción, los cuales fueron principalmente implementados
por los gobiernos de Estados Unidos e Inglaterra, con los
mandatos de los presidentes R. Reagan y M. Thatcher
respectivamente.

7.1.2. Marco Político Interno:

En 1976 se instalo en el gobierno argentino una junta
militar integrada por los comandantes en jefes de las tres
fuerzas armadas del país, esta toma de poder forzada trae
consigo nuevamente una etapa política en la Argentina de
represión a todas las fuerzas o criterios distintos a los
del gobierno, y, como era habitual en estos casos, la
disolución de ambas cámaras del congreso nacional,
las legislaturas provinciales, y otros organismos
institucionales, es decir, la parcial eliminación de la
democracia en el país. A pesar de la discreta
aniquilación de la de los principales opositores o
detractores del régimen, la junta de turno
pretendía hacerse ver como una junta patriótica,
austera y "defensora de los valores occidentales cristianos",
pero no fue suficiente el hermetismo implementado y a
través de algunos medios de prensa se dieron a conocer al
pueblo argentino las disputas internas entre las tres fuerzas
armadas, así como otras informaciones poco favorables para
el gobierno. En el transcurrir del tiempo el mandato presidencial
del país paso por las manos de Videla, asumido por Viola
en 1981, luego por el General Galtieri en diciembre de ese mismo
año (mandato en el cual se suscito la Guerra de las
Malvinas), y por último, en 1982 por el General Bignone,
mandato en el que por las presiones internas y externas
provocadas por la derrota de la Guerra de las Malvinas del
régimen militar, se llamo a elecciones nacionales en
octubre de 1983.

7.1.3. Política económica, Política
monetaria y Fiscal, Política cambiaria:

El año 1975 marca un punto de quiebre en la
historia económica Argentina, la inflación se
convierte en un factor prácticamente inercial proyectando
tasas de variación anual del nivel de precios nunca menor
al 100% hasta 1986 (con excepción de 1980)

El ministro de economía de entonces, el ciudadano
Martínez de Hoz, expuso los objetivos fundamentales del
plan de reforma, destacan considerablemente lograr el saneamiento
monetario y financiero, lograr un crecimiento no inflacionario,
acelerar las tasas de crecimiento económico y alcanzar una
razonable distribución de ingresos. Las medidas tomadas
por el gobierno para lograr los objetivos económicos, a
pesar de ser las típicas medidas
político-económicas de los gobiernos militares,
tuvieron efectos diferentes a los del pasado como producto
principalmente de la eliminación de los aranceles de
importación y los subsidios a importaciones, el incremento
de las tarifas de servicios públicos y, por primera vez,
la indexación de los créditos a favor del estado,
lo que provoco un efecto propagatorio al crédito privado y
de allí a toda la actividad económica.

La primera referencia concreta de cambios estructurales
fue la reforma financiera, instrumentada a principios de 1977,
cuya medida más importante fue la adaptación del
sistema de encajes fraccionarios, en el cual la autoridad
monetaria transfería a los bancos comerciales el rol de la
asignación del crédito y la provisión de los
recursos productivos, apostando a la eficiencia de los mismos. El
objetivo de las tasas de interés pasivas y la
autorización de las entidades para recibir
depósitos en plazos muy cortos, era hacer más
atractivo el ahorro privado, para evitar presiones sobre el
consumo y la inflación, dando resultados positivos. Se
concluye en esta época que el salto de las tasas de
interés registrados a partir de 1976, no es ajeno al
incremento de la rentabilidad de los mercados financieros de los
países industrializados y del nivel y la
orientación de la liquidez internacional.

Bajo estas condiciones de mercado, si se
pretendía mantener bajo control la cotización del
dólar, la oferta monetaria dejaba de depender del BCRA
""Banco Central de la Republica Argentina" y pasaba a
determinarse por el comportamiento de los actores
económicos, incluyendo a los ahorristas externos. El
gobierno decidió privilegiar la estabilidad del tipo de
cambio, que en el cortísimo plazo influía de manera
más notoria sobre el nivel de precios de la oferta
monetaria, el instrumento elegido fue la famosa tablita
financiera, que se puso en funcionamiento a finales de
1979.

En 1980 se desato una crisis bancaria y financiera que
significo una importante pérdida de reservas acumuladas en
los años inmediatos anteriores y se inicio la corrida
contra el peso con la salida de capitales. Posteriormente en 1981
se produce una devaluación monetaria del peso de
aproximadamente el 10%, lo que incremento la desconfianza, y,
posteriormente, el tipo de cambio se devaluó un 30%,
devaluación que hace famosa la frase "el que apuesta al
dólar pierde", estas sucesiones de hechos
económicos desfavorables para la Republica Argentina, en
conjunto con la perdida en la Guerra de las Malvinas, provoco el
inicio de la salida del régimen militar del
poder.

La política fiscal perdió capacidad de
acción como producto de las presiones inflacionarias, no
obstante, a pesar de la reclamada lucha del gobierno contra la
expansión del gasto, el déficit fiscal se
incremento en toda la etapa, donde lo más inquietante es
la composición de este gasto: Nacionalización de
empresas quebradas, o con serios problemas financieros y compra
de armamentos mientras se reducían partidas de
inversión pública, salud y
educación.

Los significativos cambios de la política
económica de los países desarrollados y el alza
tempestuosa de las tasas de interés hicieron
prácticamente que el endeudamiento externo estallara en
las manos del gobierno siguiente. Las medidas económicas
que se habían tomado habían provocado un ambiente
sumamente receptivo para la oferta del crédito
internacional. En primera instancia este crecido se
dirigió a la formación de un importante stock de
reservas internacionales que sobrepasaron los 9000$ millones en
1971, pero posteriormente se evidencia el flujo neto de capitales
rígidos hacia el financiamiento del consumo, la compra de
material bélico y la fuga de divisas.

La deuda pública creció en 4900$ en
1975(19% del PIB) a 29000$ millones en 1982 (60% del ingreso).
Antes de su retirada el gobierno asumió como estado la
responsabilidad del cumplimiento de la deuda externa privada,
esto también antes del abrupto incremento de las tasas de
interés internacionales, por su parte, en relación
a la fuga de capitales, se estima que fue entre 16000$ y 22000$
millones para el trienio 1980 y 1982

Ahorro e inversión:

Posteriormente se registra un intenso flujo de entrada
de capitales, pero en general el ahorro interno financia
largamente la inversión. La tasa media de ahorro total es
excepcionalmente alta a partir de 1977 hasta 1979, mientras que
la inversión bruta interna se mantiene en los niveles que
venía registrando desde 1969. Debe concluirse que las
tasas record de ahorro en estos años financiaron gastos
corrientes del gobierno y salida de capitales.

Capitulo 8:

Cuarta etapa: La
recuperación de la democracia, Optimismo y
desilusión. 1983-1990

8.1. Caracterización del
periodo

8.1.1. Marco Internacional:

Uno de los hechos más importantes del siglo
diecinueve, fue el comienzo del colapso del bloque socialista
encabezado por la Unión Soviética, a pesar de que
se desmorono por completo en 1991, esta caída afirmo la
hegemonía del bloque occidental, a pesar de que varias de
las principales economías que lideraban este modelo
presentaban inestabilidad, mientras que por su parte, se
comenzó a suscitar un crecimiento sostenido de los
denominados "tigres asiáticos", integrado por los
principales países de dicha región, tal como Corea
del Sur, China, Japón, y en menor medida, Malasia y
Tailandia.

Los notables avances en materia de transmisión de
datos en tiempo real apoyaron y facilitaron la
internacionalización de los mercados bursátiles y
de dinero. Las innovaciones en la ingeniería financiera,
en especial en el campo de la securitizacion y sus derivados,
trasladaron el ámbito de negociación de los
excedentes financieros internacionales desde los bancos
comerciales, hacia los mercados de capitales. El grueso de los
flujos comerciales se desplazo a los movimientos internos de las
empresas multinacionales, mientras que, a pesar de las barreras
que aun presentaba el comercio internacional, este se incremento
notablemente, aunque en menor medida en los países
exportadores primarios. En esta época, se comienza a
utilizar el término de globalización, con base a
las profundas transformaciones políticas, militares,
financieras y tecnológicas del entramado económico
mundial.

8.1.2. Marco Político Interno:

Luego de la caída del régimen militar que
ocupo el poder argentino durante varios años, entra una
nueva etapa de democracia para la republica. La mayor parte de
esta etapa económica se desarrolla bajo la presidencia de
Raúl Alfonsín.

Como consecuencia de la puesta en marcha del proceso
democrático, la población y el gobierno argentino
dejaron de darle importancia al aspecto económico como
ocurría en años anteriores, pensando que por el
solo hecho de restablecer los derechos institucionales, la
estabilidad y el crecimiento económico se iban a dar de
forma totalmente natural y espontanea. Rápidamente este
fenómeno termino volcándose en contra del gobierno,
percatándose estos de que la convicción de la
defensa de las instituciones, al estar por encima de todos los
intereses sectoriales, los colocaba en una situación de
cierta debilidad a la hora de negociar con intereses
corporativos. El optimismo inicial que subordinaba la buena
marcha de la economía al funcionamiento de las
instituciones democráticas fue dejado de lado y la
población comenzó a cobrar nuevamente sumo
interés en la situación económica,
época en la que el panorama económico nunca
había sido tan determinante como hasta este momento, ni
siquiera en 1930. A medida que los efectos correctivos de las
medidas propuestas eran cada vez menos duraderos, credibilidad en
la gestión de gobierno y se instalaba entre la
población la certeza de que el partido oficialista no
gobernaba y no tendría ninguna posibilidad en las
elecciones presidenciales siguientes, y, efectivamente, la
oposición se opuso ampliamente en 1989, donde la
hiperinflación y las fuertes presiones internas y externas
obligaron a Alfonsín a retirarse del gobierno a seis meses
del final de su mandato.

8.1.3. La política económica:

Lo más significativo en un panorama desolador, la
deuda era de casi el 70% del producto, con reservas
internacionales inexistentes, donde los pagos al exterior por
intereses a la deuda externa crecieron del 2.2% al 9.4% del PBI
entre 1980 y 1983, una desorbitante transferencia de ahorro
interno hacia el exterior.

Con las medidas tomadas por Bernardo Grinspun, Ministros
de Economía, se aplicaban políticas gradualistas
para mantener el alto nivel de empleo, recuperar el poder de la
compra de salarios y fomentar el consumo como elemento
dinamizador de la demanda agregada, pero, los empresarios
interpretaron que el crecimiento de la demanda seria pasajero y
ajustaron la oferta solo lo necesario para poder responder al
corto plazo, a partir de allí, se intento realizar la
batalla contra la inflación por medio de las
políticas tradicionales: devaluación del peso,
aumento de tarifas y restricción monetaria, cuyos
resultados no pudieron ser mas desalentadores.

La espiral inflacionaria provoco la salida del gabinete
del ministro grinspun, y su reemplazo por Juan Sourrouille. El
nuevo ministro estaba convencido de que el déficit fiscal
era la causa de la inflación en el largo plazo. Para salir
de la crisis se implemento el sorpresivo Plan Austral en 1985 con
una nueva unidad monetaria que debuto cotizando a 80 centavos por
dólar, el plan era netamente heterodoxo y sus principales
medidas consistían en:

• Congelamiento de precios.

• Reducción de la tasa de emisión
monetaria.

Impuestos a la exportaciones.

• Ahorro forzoso (Inmovilización de fondos
de las empresas, destinados a financiar gastos del
estado).

• Desagio. (tabla de conversión de contratos
pactados en un marco de expectativas inflacionarias
altas).

• Regulación de las tasas de
interés.

El plan logro una notable reducción de la tasa de
inflación en su primer tramo y un crecimiento del salario
real, pero, los gastos corrientes, fundamentalmente salarios del
sector público, y otros asumidos por el gobierno,
presentaban un problema de rigidez, donde poco a poco se
comenzó a percibir los efectos no deseados del plan: los
precios siguieron incrementándose, lenta pero
persistentemente, y las tasas de interés, aun en niveles
nominales mucho más bajos, seguían siendo altas
respecto de la inflación y el tipo de cambio.

El progresivo deterioro de las cuentas fiscales y
externas, mas la crónica escasez de reservas, obligo a
declarar la suspensión del pago de servicios a la deuda
con los bancos comerciales en abril de 1988. Luego de varias
medidas asumidas por el Ministro de Economía, el
país entro en una etapa de hiperinflación, y este,
fue desplazado y sucedido por J. C. Pugliese. La etapa se cierra
desde el punto de vista histórico, con Menem en el
gobierno, una hiperinflación en 1990 y la
confiscación del ahorro privado.

Política monetaria y fiscal:

La presencia de tasas de interés fuertemente
positivas o negativas respecto a la evolución del tipo de
cambio y la relativa libertad para la entrada y salida de
capitales de corto plazo recortaba la capacidad de la autoridad
económica para orientar los flujos monetarios, tal como
venía ocurriendo desde 1977.

Respecto a la política fiscal, los
crónicos problemas de financiamiento del gobierno son
resaltantes, no obstante, no se intento apelar a la
presión tributaria para compensar este déficit,
salvo en el caso de las exportaciones que,
esporádicamente, debieron soportar mayores
gravámenes.

Ahorro e inversión:

La tasa de ahorro total es descendente respecto de la
muy alta del periodo anterior, pero la caída de la
inversión posibilita que el ahorro interno la financie
completamente, con excepción de los años buenos del
Plan Austral

8.2. El ahorro privado entre 1976 y
1989.

8.2.1. Análisis descriptivo de los principales
determinantes.

El ahorro privado presentaba una propensión media
cercana al 25% entre 1976 y 1983, y descendió a algo
más del 18% para el tramo 1984 a 1990, la tasa de
interés real se presenta sumamente volátil en el
largo plazo, alternando periodos positivos con otros muy
negativos, dicha volatilidad se potencia en el corto
plazo.

Un dato importante a tener en cuenta en este periodo, en
el que predomina la libre movilidad de capitales, es el
comportamiento de la tasas de interés nominal respecto a
las variaciones del tipo de cambio, el promedio de
variación anual del dólar es del 539% y la tasa de
interés anual promedio para depósitos a plazo fijo
es del 415%. En el corto plazo, estas variaciones solían
alternar los rendimientos, ofreciendo importantes ganancias a los
ahorristas internos y externos, cuando estos sabían pasar
a tiempo el peso al dólar.

Capítulo 9.

Quinta etapa de
la
convertibilidad 1991-2000

9.1. Antecedentes.

Al analizar el énfasis de la política y la
económica en La Argentina se observa a través de su
marco histórico que a finales de la década de los
ochenta (80) sostenía una hiperinflación, la cual
en el plan de gestión del nuevo gobierno se enfocaba en
eliminarla reactivando la producción y aumentando los
salarios, cuyo plan fracasó, debido a que el estado se
encontraba en bancarrota. El gobierno intentó estabilizar
los precios internos en un marco de una economía libre de
mercado. El regencia de Menen tuvo su final, luego de la
devaluación, es decir para este entonces se
determinó la segunda oleada de hiperinflación en
diciembre de 1990.

Es importante destacar que en la breve gestión de
los Ministros Roig y Rapanelli, sancionaron dos leyes
fundamentales: la reforma del Estado y la emergencia
económica.

Luego en el año 1990 el Ministro de
economía Antonio Ermán González, sostuvo
como objetivos principales intentar sanear las finanzas
públicas para alcanzar y mantener el superávit
fiscal y comercial, controlar la emisión del dinero,
recomponer las reservas, privatizar algunas de las importantes
empresas públicas, renegociar la deuda externa y
especialmente renegociar la deuda pública interna,
preparando así, la etapa posterior de
estabilización monetaria y profundización de las
transformaciones estructurales.

9.2. Características del
Período.

9.2.1. Marco Internacional:

Es importante destacar que la década de los 90
tuvo un gran auge con respecto al proceso globalizador, en el
ámbito financiero y económico, ya que se aperturan
las inversiones externas y se produce políticas de libre
mercado en la economía China, hecho de sustancial
importancia por tratarse de un País con más de
1200millones de habitantes.

Otro aspecto del que se debe referir es la
aparición de la Crisis Global, la cual se debe a la
dependencia de los mercados mundiales y la creciente velocidad de
los flujos monetarios, esto sucede prácticamente en cadena
a partir de la Devaluación del peso mexicano (1994) y
así sucesivamente en Asia, Rusia y Brasil, creando
incertidumbres en los países con economías
más débiles. En este aspecto sucesos como el
derrumbe definitivo del bloque soviético, la
desaparición jurídica de la URSS y la caída
del muro de Berlín, reforzaron el campo político,
profundizando la transición de libre de mercado y
mínima intervención de los gobiernos. No obstante
los cambios tecnológicos generaron un alto y grandioso
avance, especialmente en el campo de la comunicación
informática y la digitalización.

9.2.2. Marco Político Interno:

En el año 1989, Menem asumió la
candidatura al gobierno, en el cual prolongaba un plan que no
tenía muy bien definido. Para ese entonces la
inflación era persistente y circunspecta las alternativas
empresariales. Luego a partir del lanzamiento de convertibilidad
de la mano del Ministro de Economía Domingo Cavallo, Menem
obtuvo un rotundo éxito, manteniendo el objetivo principal
de estabilizar el nivel de los precios.

En 1993, Menem promueve su reelección, reformando
la Constitución Nacional, en donde manifestó la
reelección presidencial y la reducción al mandato
por 4 años. En el año 1995 se convierte en el
segundo presidente Argentino elegido en dos periodos
consecutivos. Algunos indicadores empezaban a tener aspectos
negativos, entre ellos el nivel de empleo, consecuencia de la
crisis del peso mexicano, en donde por primera vez desde 1990 la
economía no creció ese año. Por otra parte
Cavallo se ve esforzado a renunciar en 1996, debido a
enfrentamientos internos con el gobierno, el cual es sustituido
por Roque Fernández, trayendo como consecuencia
polémicas con respecto a la autoría intelectual y
política del plan económico. No obstante la
popularidad del gobierno fue decayendo, a pesar que la
economía volvía a crecer vigorosamente y superaba
la crisis, iniciada en el sudeste asiático. Menem se
dispuso a buscar la reelección sin éxito. En el
año 1999 consagran a Fernando De la Rúa
presidente.

9.3 Plan de convertibilidad. Postulados
teóricos y evidencias empíricas:

Luego de estudiar el modelo político de la
época, se sostiene que la estabilidad de los precios se
obtuvo mediante la fijación del tipo de cambio en una
equivalencia inmutable, y no mediante políticas monetarias
restrictivas. La flexibilidad de precios y salarios se mantuvo
como un supuesto modelo de la convertibilidad, ajustando el plan
teórico que se incrementaba en un importante desarrollo de
la productividad.

La convertibilidad se reforzó con la reforma a la
carta orgánica del BCRA (Banco Central de la
República Argentina), que lo convirtió en un
organismo independiente, llevando una política monetaria
pasiva e importante desregulaciones y privatizaciones, tendientes
a la apertura de la economía. Además de dinero
fresco y títulos de deuda que se utilizaron para
equilibrar las cuentas fiscales, la privatización de las
empresas de servicios públicos trajo una notable mejora de
las prestaciones (en especial en el campo de las comunicaciones y
la energía) pero al costo de fuertes incrementos
tarifarios. Por primera vez en las últimas cinco
décadas, el Estado perdía la capacidad de regular
las tarifas públicas a las que reiteradamente había
manipulado como instrumentos de política
económica.

Es importante destacar que se incrementó el
consumo y la inversión, debido a la demanda agregada. Otra
diferencia con el plan anterior era una situación fiscal
más desahogada y acceso al financiamiento externo e
interno por parte del Estado. A raíz de este aumento de la
demanda, se produjo un crecimiento explosivo de las importaciones
y una suba de precios generalizada para los bienes no transables.
El consumo y la inversión crecieron casi 50% entre 1991 y
1994 pero la balanza comercial.

9.3.1 Deuda Externa

Se produjo un hecho determinante en abril de 1992, se
acordó con el Comité de bancos acreedores los
términos de la refinanciación de la deuda de
mediano y largo plazo. En diciembre se firmó el acuerdo
definitivo y para los primeros meses de 1993 se pusieron en
marcha las operaciones de canje. Vale destacar que en los
países de mayor endeudamiento, se dio a conocer un plan
denominado "Plan Brady". En la práctica, fue una
gigantesca exhortación de deudas, que hasta entonces poco
menos que incobrables, y una fenomenal transferencia de estas
carteras desde los bancos hacia los inversores institucionales.
Este plan marcó un gran impacto en la Argentina, la cual
regresó a los mercados internacionales de las capitales.
La mitad de la deuda externa pública, que estaba en poder
de un grupo de grandes bancos internacionales, se
convirtió en bonos que fueron a parar a manos de grandes
inversores institucionales del país y del
extranjero.

Durante este periodo se produce una importante
remonetización de la economía que había
quedado prácticamente vaciada de dinero después de
las dos hiperinflaciones sucesivas y el plan Bonex, donde la ley
de convertibilidad en la oferta de dinero quedaba atada a la
formación de reservas por parte del BCRA, este no
podía tomar decisiones de política monetaria en
sentido estricto. Existía, no obstante, un resquicio:
Parte de las reservas podía estar integrada en
títulos públicos, evaluados a su precio de
mercado.

La demanda de dinero aumentó considerablemente en
un marco de estabilidad de todos los precios de la
economía. Operaba bajo un sistema bimonetario, conformado
por una proporción similar de pesos y dólares. Sin
embargo, esta proporcionalidad no se mantenía para todos
los agregados monetarios por igual. Pese a la estabilidad
duradera y al tipo de cambio fijo, el público
prefirió claramente el peso como medio de pago y el
dólar como reserva de valor.

Conclusiones

A lo largo de casi siete décadas de historia
económica, Argentina ha examinado el desempeño del
ahorro privado y sus principales determinantes. Puede destacarse
que el comportamiento de los agentes económicos privados
argentinos respecto a este agregado muestra algunos elementos
dignos de ser destacados.

Fundamentalmente se sugieren importantes contradicciones
con lo afirmado por la teoría económica respecto al
comportamiento de esta variable y sus determinantes La demanda de
financiamiento por parte del proceso ISI condiciona el
desempeño del ahorro en la etapa 1935 – 1952. La
teoría prescribe que la presencia de tasas de
interés reales negativas y de mecanismos regulados y
dirigidos de asignación del crédito puede
convertirse en un importante desincentivo para
ahorrar.

A partir de 1952, la propensión media al ahorro
privado rara vez es inferior al 15%; ya que suele estabilizarse
en torno al 20% del ingreso. Aunque todavía se mantienen
los desincentivos teóricos presentes en la etapa anterior,
el funcionamiento del mercado financiero y las políticas
crediticias se tornan algo más transparentes. En general,
a lo largo de los casi setenta años puestos a
consideración, la economía argentina presenta un
coeficiente de ahorro aceptable, ligeramente superior al de
Estados Unidos, comparable al de Francia, algo menor que el de
Alemania, y sensiblemente más bajo que el de
Japón.

Para lograr un desarrollo sostenido en Argentina, es
necesario contar además con un contexto
macroeconómico consistente, con políticas activas
de estímulo a la inversión productiva. Ello
requiere tanto de un aumento continuo de la inversión en
maquinarias, equipos y tecnología, como de un apoyo
permanente a la calificación del recurso humano, a fin de
posibilitar la incorporación de innovaciones al proceso
productivo y la consolidación de permanentes ganancias de
productividad.

Recomendaciones

  • Se deben crear empleos y contener los precios,
    especialmente en los

Productos básicos.

  • Si bien el nivel de ingreso argentino ha sido
    sustancialmente menor al de los países como: Estados
    Unidos (ligeramente superior), es comparable al de Francia,
    algo menor que el de Alemania, y sensiblemente más
    bajo que el de Japón, dicha razón de ahorro ha
    convergido para que la Argentina jamás lograra un
    salto cualitativo con respecto a la economía, pero que
    notablemente presenta un coeficiente de ahorro
    aceptable.

Bibliografía

BRUFMAN, Juana & URBISAIA, Heriberto. 1999.
Implicancias macroeconómicas del sistema integrado de
jubilaciones y pensiones. Buenos Aires: Macchi.

CEP (Centro de Estudios para la Producción).
1998. La inversión extranjera en la Argentina en los
años 90. Tendencia y perspectivas. In: Estudios de la
economía real Nº 10. Buenos Aires: Secretaría
de Industria Comercio y Minería.

FERRER, Aldo. 1979. La economía
argentina. Buenos Aires: FCE.

 

 

Autor:

Abache Atamaika

Atencio Gonzalo

González Irlis

Solis Rebeca

Tirado José L.

Enviado por:

PROFESOR:

MSc. Ing. Iván
Turmero

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
POLITÉCNICA

"ANTONIO JOSÉ DE SUCRE"

VICE-RECTORADO PUERTO ORDAZ

DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA
INDUSTRIAL

CÁTEDRA: INGENIERÍA
FINANCIERA

PUERTO ORDAZ, NOVIEMBRE 2012

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter