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América Latina entre sombras y luces (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Son días difíciles para nuestros
pueblos. Presionados por la recesión e inestabilidad
mundial, no podemos depender solo en la marcha de nuestras
economías. Juntos y de manera independiente debemos
renovar la libertad en nuestro modo de vida. Ya hemos restaurado
incentivos y oportunidades en nuestros mercados al reducir los
excesivos impuestos y regulaciones. Al atenuar la pesada mano del
gobierno, estamos demostrando nuestra fe en los hombres y mujeres
de Gran Bretaña y de los Estados Unidos?.

Es importante tomar en cuenta que esa respuesta no solo
reflejaba la coincidencia y simpatía existente entre los
dos personajes, sino que además resumía la
política que ya había aplicado Ronald Reagan desde
los inicios de su gestión en 1981, para atenuar la pesada
mano del gobierno, impuso una drástica reducción en
el monto de los impuestos que debían pagar las empresas de
los estratos económicos más altos.

Impuestos

Se llego a la conclusión que para rebajar los
impuestos la tasa impositiva máxima se reduzca del 60 al
28 por ciento. Desde luego, esa acción estaba respaldada
por la afirmación teórica de que al rebajar
impuestos se estimula la actividad económica;
teoría que fue originalmente formulada por el doctor
Arthur Betz Laffer, quien desde 1972 año en el que obtuvo
el título de Ph.D. en Economía– había
pregonado que cuando los impuestos se han tornado demasiado
altos, los empresarios dejan de sentir ese innato deseo por
producir. Así, los impuestos muy altos no
producirían más ingresos para el fisco, sino que en
un extraño giro más bien generarían el
efecto inverso.

En el año 1978 momento en el cual Reagan era
gobernador y luego de muchos estudios se aprobó la
denominada Proposición 13, que redujo drásticamente
la tasa de impuesto predial. La proposición, desde luego,
fue acogida gratamente por inversionistas y por propietarios,
pero también recibió un amplio apoyo de la gente
común que luego unos años más tarde
respaldó a Reagan en su campaña presidencial de
1980.

Con Reagan en el poder una de sus primeras acciones, fue
el nombramiento del doctor Laffer como su asesor
económico. Sin embargo, Ronald Reagan se caracterizaba por
ser un político a tiempo completo. Por lo tanto, cualquier
estrategia de su gobierno primero tenía que ser destilada
a través del filtro de la opinión
pública.

Privatizaciones

Margaret Thatcher fue pionera en los principales
experimentos de privatización. El primero fue la
privatización de la Corporación Nacional de
Transporte de Carga, una de las empresas más grandes del
sector público, cuyo capital fue renovado en acciones que
en un 82 por ciento fueron vendidas a los propios empleados de
dicha Corporación.

Más adelante se llevo a cabo un segundo
experimento, el cual consistió en la venta a los
arrendatarios de una serie de edificios que se encontraban en la
propiedad del Estado y cuya renta había permanecido
congelada desde la II Guerra Mundial, no permitía cubrir
ni siquiera los costos de mantenimiento. En este caso, los
propios arrendatarios a quienes se les suprimió el
subsidio y se les extendió el título de
propietarios a un precio adecuado, también se convirtieron
en fervorosos partidarios de la Primer Ministro y de las
políticas privatizadoras de su

Gobierno.

La British Airport Authority (BAA), que era la
institución pública encargada de operar los
aeropuertos de Heathrow y Gatwick en Londres fue el lugar donde
se realizo el tercer experimento en la cual se modificaron los
estatutos de la empresa. Aunque fue privatizada la BAA
continuó manejando con sus mismos y antiguos empleados, a
pesar de lo cual una vez libre de las regulaciones y limitaciones
burocráticas logró reducir en una tercera parte sus
costos administrativos. Dando resultado a que más adelante
se convirtió en una eficiente organización rentable
y

Ronald Reagan impulso la privatización de las
empresas estatales al ver el éxito de Margaret Thatcher.
En Norteamérica el escenario era radicalmente diferente.
Sin incluir las industrias de las fuerzas armadas en todas sus
ramas, las empresas estatales de los Estados Unidos no
constituyen monopolios legalmente estructurados, sino que son
organizaciones subsidiadas por el Estado, pero que tienen que
competir con empresas privadas que ofrecen los mismos bienes y
servicios, especialmente en las áreas de educación,
salud y seguridad social. Esta característica permite que
los procesos de privatización puedan efectuarse sin
necesidad de rematar la infraestructura de las empresas del
Estado ni de concesionar las instalaciones de los servicios
públicos, sino que solo se requiere suprimir
subsidios.

Goteras

La economía del goteo o economía del
chorreo, el cual se fundamenta en aquel el cual el dinero que se
coloque en el segmento superior de la pirámide
económica, tarde o temprano fluirá hacia los
niveles inferiores.

A través de los distintos estudios se ha llegado
a la conclusión que el método más eficiente
para estimular el desarrollo y reactivar el crecimiento, es a
través del dinero que el gobierno pueda transferir a los
sectores empresariales. El gobierno, a su vez, puede transferir
dinero a esos grupos a través de dos canales:
reduciéndoles los impuestos o entregándoles
subsidios. Pero desde la perspectiva política, el canal
menos visible es el de subsidiar a empresas y a empresarios
reduciendo el nivel de sus impuestos.

Analizando las acciones del gobierno, todo se basaba en
estrategias, en su poder tenían una herramienta para
detener la inflación y aumentar las tasas de
interés. El mecanismo para que esa herramienta funcione
adecuadamente se encuentra incorporado en los estatutos del Banco
Federal de la Reserva de los Estados Unidos que era conocido bajo
el diminutivo de Fed por la mayoría de economistas- que
tiene la atribución de prestar dinero a los bancos
privados que así lo soliciten. Para conceder esos
préstamos, el Fed tiene 12 entidades bancarias que
están distribuidas a lo largo de Norteamérica, pero
todas ellas operan globalmente bajo una tasa de interés
única, la cual es popularmente denominada tasa de
descuento.

Tasas

En el año 1982 Reagan se dispuso a realizar un
viaje para visitar a Margaret Thatcher a Europa, la tasa de
interés que cobraba el Fed fluctuaba en alrededor del 10
por ciento, mientras que las tasas que efectivamente cobraban los
bancos a sus clientes en ciertos casos la duplicaban hasta
alcanzar el 20 por ciento. Cuando Reagan regresó a
Norteamérica un par de semanas más tarde,
constató que varios bancos luchaban abiertamente por
obtener más préstamos del Fed. El objetivo de
reducir la inflación, señalaban la necesidad de
elevar la tasa de descuento.

Reagan era un hombre muy poderoso el cual era asesorado
por el doctor Robert Mundell, nacido en Canadá en 1932,
Ph.D. en Economía desde 1956 y premio Nobel en
Economía en 1999. Mundell argumentaba que la
inflación y la recesión son dos enfermedades
separadas y que, en consecuencia, para curarlas también se
requería usar las políticas económicas por
separado. Su propuesta se resumía en la siguiente receta:
utilizar una política monetaria contractiva para detener
la inflación y, en paralelo, reducir impuestos para
provocar una política fiscal expansiva e impedir la
recesión.

Siete gordos

Los siete años gordos del neoliberalismo hechos
que ocurrieron entre 1982 y 1989

Se alcanzo una bonanza que se reduce a las siguientes
estadísticas:

  • En su primera etapa el Producto Interno Bruto
    creció 3.2 por ciento en promedio anual

  • Segundo la visible generación de nuevas
    fuentes de trabajo. La tasa de desempleo que en 1981
    alcanzaba el 7.6 por ciento, para 1989 se había
    reducido al 5.5 por ciento.

  • Tercero, el nivel inflacionario decayó desde
    el 13.5 por ciento en 1980, hasta apenas el 4.1 por ciento en
    el último año del gobierno de
    Reagan.

  • Cuarto, la tasa de interés que entre 1981 y
    1982 sobrepasó el 21 por ciento el nivel más
    alto en el Siglo XX paulatinamente fue bajando hasta
    colocarse en el 8 por ciento.

  • Quinto, el ingreso promedio por persona
    creció en dólares de valor constante desde US $
    10.716 en 1981, hasta US $ 13.071 en 1989. Es decir, el
    ingreso tuvo un incrementó en valor real de alrededor
    del 22 por ciento.

A pesar de los notables cambios, y las visibles mejoras
cuando George Bush heredó de Reagan la presidencia,
también heredó la obligación de pagar los
intereses de la deuda. En el primer año de la presidencia
de Bush, el Estado tuvo que desembolsar más de 1.000
dólares por cada uno de sus ciudadanos 241 billones de
dólares solo para pagar intereses.

GOLFO

El deterioro de la economía norteamericana
pasó a ser un suceso de segundo plano debido a otro hecho
histórico "La Guerra del Golfo", esta fue transmitida en
vivo por el canal CNN, esto ocurrió desde el 6 de agosto
de 1990 hasta el 12 de febrero del 1991, se transmitió el
traslado de 510.000 soldados el emplazamiento de 15 naves entre
buques y portaviones, el despegue de 120 aviones desde la base de
Dhahran en Arabia Saudita y de otros 90 desde la base de Incirlik
en Turquía entre otros de los eventos más
importantes; Adicionalmente a la transmisión se divulgaron
unas estadísticas que indicaban que el 85% de las bombas
lanzadas y televisadas impactaron a menos de 3 metros de sus
blancos principales, también sabiéndose que solo
146 soldados norteamericanos habían muerto.

Gracias a esta muy bien televisada guerra el presidente
en esos momentos George Bush obtuvo un 91% de aceptación
entre los votantes; Un año luego de esto el presidente
Bush estaba preparándose para su segunda campaña
electoral confiado de su reelección por que la guerra del
golfo tenia a los estado unidenses envueltos en un orgullo y
pensamiento de que "es lo más importante que puede tener
un pueblo" esta frase seria contrarrestada con otra en un
pequeño letrero que decía "es la economía
estúpido" ("it"s the economy ,stupid!") , estos letreros
estaban situados en las oficinas de campaña del partido
demócrata donde se lanzaba la candidatura de un
político no muy conocido llamado Bill Clinton.

En poco tiempo el letrero se convirtió en el tema
central de los demócratas alcanzando su objetivo el cual
se vio reflejado en que Clinton obtuvo 370 votos más del
doble que los 170 votos que obtuvo Bush y así se
rompió con la costumbre de reelegir a los presidentes del
partido republicano .

Se pensó que esa derrota -complementada con la
dimisión de Margaret Thatcher un año antes-
pondría fin a los gobiernos que promovían la
"economía del goteo?. No obstante, la misma
política retornaría ocho años después
impulsada por otro republicano, George Bush Jr.

Tercer
camino

Cuando Bill Clinton asumió la presidencia, el
déficit fiscal de los Estados Unidos superaba los 290
billones de dólares, cifra que equivalía al 4.9 por
ciento del PIB. Por definición, un déficit fiscal
se produce cuando el gobierno gasta más que lo que recibe.
Por lo tanto, desde la primera noche que dormía en la Casa
Blanca, Bill Clinton tenía que enfrentar la disyuntiva de
contrariar a quienes creían poder beneficiarse del gasto
público o, alternativamente, a quienes creían que
por culpa del gasto del Estado debían pagar más
impuestos. Es decir, tendría que escoger entre uno de los
dos grupos que juntos acoplan la totalidad del electorado. Pero
Clinton como buen estratega político- aprovechó la
disyuntiva para contentar a todos sin favorecer a nadie con las
siguientes palabras:

"Hemos logrado colocarnos por encima de la
estéril discusión que mantienen aquellos que
consideran que el Gobierno es el enemigo con aquellos que
consideran que el Gobierno es la respuesta. A ustedes, ciudadanos
americanos, les digo que nosotros hemos encontrado un tercer
camino."

Luego de esta declaración del presidente de los
estados unidos todos especulaban que podría ser este
"tercer camino" al cual se refería. En primer momento se
supuso que el camino podía estar situado entre una
posición intermedia entre la política fiscal
propuesta por Keynes y la política monetaria propuesta por
Friedman, pero esta suposición fue prontamente
desechada

Una segunda interpretación fue avalada por Tony
Blair, Primer Ministro de Inglaterra, quien en visita oficial en
los Estados Unidos manifestó lo siguiente:

"El tercer camino nos conduce a una renovada y moderna
democracia social. No es simplemente un compromiso entre
izquierda y derecha, sino que toma valores esenciales y los
aplica a un mundo cambiante; y logra hacerlo liberándose
de ideologías caducas…El tercer camino práctica
una economía que no es la de laissez-faire, pero tampoco
la del Estado interventor.?

A partir del año 1993 del gobierno de Bill
Clinton se ampliaron los cobros de los impuestos a los ingresos y
a las rentas, mientras en paralelo se recortó el gasto
fiscal, Así, cobrando más y gastando menos, el
Presidente Clinton logró exhibir una partitura casi
impecable: entregó un sólido superávit de
237 billones de dólares, en contraste al déficit de
290 billones que recibió en 1992. Esas buenas noticias
fueron anunciadas por el propio Bill Clinton en su último
reporte económico del año 2000, con las siguientes
palabras:

"Hoy día la economía norteamericana es
más fuerte que nunca. Estamos rebasando el período
más largo de expansión económica en toda
nuestra historia. Ahora tenemos la tasa de desempleo más
pequeña en los últimos 30 años y la
inflación ha llegado a su nivel más bajo desde
1965"

A pesar de que se logro evitar que las plagas que
habían afectado a Europa del este y la recesión en
Japón afectaran la economía norteamericana,
empezando el año 2001 los adeptos a la "trickle down
economics" reingresaban a la Casa Blanca; esta vez liderados por
el Vicepresidente Dick Cheney, el mismo que 24 años
atrás había recibido dibujada en una servilleta del
restaurante "Two Continents", la curva con la cual Arthur Laffer
le explicaba los mágicos recodos a seguir para aumentar
los ingresos fiscales cobrando menos impuestos.

GLOBALIZACION

El reingreso de los partidarios de la "trickle down
economics" fue el 20 de enero del 2001 ese día el
presidente electo George Walker Bush leyó un discurso de
inauguración a su periodo electoral el cual estaba lleno
de agradecimientos al periodo anterior de gobierno y de la
importancia histórica norteamericana, en la mitad de ese
discurso solo dos líneas se refirieron a la
economía del país diciendo estas
palabras:

"Reduciremos los impuestos, para que la economía
recobre su impulso y para incentivar la capacidad empresarial y
los esfuerzos de los norteamericanos que trabajan"

Estas únicas 2 lineas referentes a la
economía norteamericana lograban describir la "trickle
down economics" que un día se dibujo en una servilleta
para el vicepresidente Cheney sin embargo ya a un cuarto de siglo
transcurrido de esa cena en el restaurante "two continents" en el
horizonte había germinado un planeta más asequible,
más abierto y más global.

La actual globalidad del mundo se torna más
palpable por el gran tamaño de la economía estado
unidense y sobre todo por el hecho que al pasar del tiempo su
deuda había sido financiada y por financiada nos referimos
a pospuesta empezando así el siglo XXI con una colosal
deuda de 5.709 billones de dólares cifra superior a los
1.950 billones de dólares que adeudaban los países
de Europa del este, Asia, África y América Latina
en conjunto.

El peligro que la colosal magnitud de la deuda acumulada
por los Estados Unidos conlleva para su estabilidad
económica, actualmente esta siendo debatida en el mundo
académico. Aquí nos abstenemos de participar en ese
debate, porque nuestro único objetivo es tratar de
encontrar los posibles orígenes de la actual
situación económica de América Latina. No
obstante es válido recalcar que la necesidad de financiar
el casi permanente déficit fiscal de los Estados Unidos,
ha incidido directamente y a través de las tasas de
interés, sobre el elevado costo que la deuda externa ha
infligido sobre América Latina.

Es válido también recalcar que la
diferencia de estados unidos y latino América es que se
pueden seguir acumulando deudas en su propia moneda sin afectar
su exportación e importación. En norte
América perduran los 3 déficits cuya coexistencia
pueden desestabilizar cualquier otra economía: el
déficit fiscal, el déficit comercial y el
déficit financiero.

Actualmente el presidente Bush Jr. posee una popularidad
más alta que la de su padre debido al éxito de los
militares sobre los talibanes y Saddam Hussein en Irak así
que su reelección parecía asegurada, sin embargo la
constante presencia de estos 3 déficit y su efecto en la
vida de los norteamericanos podrían permitirles a los
demócratas volver al poder.

Un continente sin
brújula

El subdesarrollo latinoamericano tal vez emane del hecho
que, de los libros que han moldeado la conducta del ser humano,
ninguno ha logrado penetrar en nuestro continente, de estos
libros que merecen ser calificados de esta forma solo existen
pocos entre los principales están, "Los Vedas" que fueron
escritos por generaciones que vivieron hace 4.000 millones de
años en lo que ahora es llamado La India cuyos preceptos
fundan a el hinduismo, budismo y otras líneas de
religión o filosofías de las cuales una cuarta
parte de las personas del mundo se rigen.

También esta "las Analectas de Confucio" escrito
hace 2.500 millones de años por los alumnos de Kong Fuzi;
Sus proverbios han sido utilizados para justificar los frecuentes
cambios en la sociedad china desde los tiempos milenarios. En
tercer lugar esta "La Biblia" que se piensa que fue escrita hace
2.000 millones de años por diferentes personas
pertenecientes a diferentes clases sociales y generaciones, esta
se divide en dos partes Antiguo Testamento y el Nuevo
Testamento.

En cuarto lugar se encuentra "El Corán" que
contiene los mandamientos de orden religiosa, filosófica y
jurídica instituidos por "Ala" los cuales según la
tradición fueron redactados por el Arcángel Gabriel
al profeta Mahoma; El Corán no es un libro cualquiera,
este debe leerse en rimas y mirando hacia la ciudad de la meca
ubicada en lo que es ahora Arabia Saudita, el Corán logro
unir bajo un mismo pensamiento o religión a los que ahora
constituyen al mundo árabe. Otro de estos libros es "Las
Riquezas de las Naciones" libro escrito entre 1766 y 1775 por el
filosofo escocés Adam Smith, este demostró que la
riqueza de las naciones no dependía de la
explotación del campo y de los campesinos (como aseguraban
los fisiócratas y la monarquía feudal) ni tampoco
del apropia miento de los metales preciosos extraídos de
tierras extrañas (que tutelaban los mercantilistas) sino
de la organización social y productiva del ser
humano.

En el sexto y más reciente lugar debe ubicarse
"El Capital" de Carlos Marx, un libro escrito en 4 partes, la
primera parte fue editada por su autor antes de su muerte en
1883. La segunda y la tercera parte fueron publicadas en 1885 y
1894 respectivamente, sobre la base de los manuscritos dejados
por Marx en manos de una de sus hijas. Finalmente, debido a
varias discrepancias sobre el verdadero significado de la
última porción de los manuscritos, la
versión oficial de la cuarta parte fue aprobada y
publicada por el "Instituto Marxista de Berlín
"recién en 1956.

Entre los 6 libros el de Marx es el que ha logrado
captar el mayor número de seguidores, pero desde una
perspectiva económica el libro más relevante es
"Las Riquezas de las Naciones" cambiando así la frase con
que iniciamos por:

"El subdesarrollo latinoamericano tal vez emane del
hecho que el pensamiento de Adam Smith jamás ha logrado
penetrar en nuestro continente"

AUSENCIA

Adam Smith comenzó a escribir La riqueza de las
Naciones a su retorno al pueblo de Kirkcaldy en Escocia luego de
haber escoltado al joven Duque de Buccleugh cuya familia hubiese
persuadido al profesor Smith para que trabaje temporalmente en
calidad de tutor particular; Adam Smith no perdió su
tiempo y aprovechó esa oportunidad para conocer e
intercambiar ideas con varios de los más reconocidos
filósofos y escritores de la época, de los cuales
muchos estaban inmersos en el mundo de la política que se
vivía en los tiempos previos a la revolución
francesa , entre estos están Pierre Samuel Dupont de
Nemours y su libro "Fisiocracia o constitución natural del
gobierno más ventajoso para el género humano" , El
Duque de La Rochefoucald, autor de "Reflexiones o sentencias y
máximas morales", François Quesnay y su "Tabla
Económica", Anne Robert Jacques Turgot, autor de
"Reflexiones en la formación y la distribución de
las riquezas", quien además fue el primer Ministro de
finanzas que tuvo Luis XVI, el último Rey de Francia y
François Marie Arouet, también conocido con el
apodo de Voltaire, autor de las Cartas Filosóficas, libro
escrito en 1734.

Quizás fueron las conversaciones y libros de
estas figuras del ámbito político lo que hicieron
que Adam Smith reforzara lo que ya venía latente en su
cabeza, de que la estructura productiva, la organización
de clases y el sistema de gobierno de una nación, no son
tres procesos independientes, sino que cada uno de ellos
necesariamente se incrusta en los otros dos, sobre esta idea
Smith escribió 5 libros. La riqueza de las Naciones esta
escrita en un lenguaje ameno y sus mil cincuenta y un
páginas pueden ser leídas de un solo tirón.
En pocos meses la obra se convirtió en lo que hoy
llamaríamos un "best seller".

Fue necesario que transcurra la mitad del Siglo XX, para
que la obra de Adam Smith finalmente alcance suelo
latinoamericano. Recién en 1958, en la ciudad de
México se publica una edición de" La riqueza de las
Naciones"; Pero para 1958, el pensamiento económico
latinoamericano ya se había tornado inmune a cualquier
semilla doctrinaria, todo giraba en torno a la controversia que
intentaba calcular la raíz y la razón de la
dependencia de nuestros países, la tesis que aseguraba que
en el mundo occidental coexisten dos tipos de países: los
que están en el centro produciendo y vendiendo bienes
industrializados; y los que se encuentran en la periferia,
cultivando, cosechando y extrayendo recursos de la naturaleza
asumía que los países de América Latina
formaban parte de la periferia. Sobre la base de ese contraste,
se argumentaba que los países de la periferia
debían tratar de duplicar la organización
productiva de los del centro. Inspirados en esto la CEPAL
empezó a instalar industrias en nuestros países
cuyos productos eran importados por América latina, la
idea se popularizo y se expandió por toda
Latinoamérica.

EL MODELO

El modelo cepalino fue exhibido por toda América
latina con la promesa que se había encontrado la manera de
salir del subdesarrollo, en aquel entonces la mitad de nuestros
gobernantes tenían origen militar y la otra mitad origen
civil, el único objetivo de "el modelo" o "modelo
sustitutivo de importaciones" como fue llamado luego, es como su
nombre lo indica sustituir o suprimir algunos de los productos
industrializados importados desde el centro; antes de ensamblar
el Modelo se debían resolver tres aspectos: el primero,
precisar que productos podían sustituirse; el segundo,
construir un escenario que permita industrializar esos productos;
y, el tercero, asignar a cada país las industrias que le
correspondía instalar.

El 10 de junio de 1958, se fundó el MCCA,
cuyo objetivo era el integrar en un solo mercado a los
pequeños países de América Central. Dos
años después, en Montevideo, se creó la
ALALC que pretendía unificar los mercados de
América del Sur y México. En complemento, a lo
largo de las décadas de los 60 y 70, se fueron creando una
serie de entidades y oficinas de carácter local y regional
que, teórica y oficialmente, debían promover la
integración de América Latina; Pasada la
efervescencia inicial comenzaron a surgir ideologías
egoístas de querer ganar más que el país
vecino y así el proyecto de unir a latino América
en un solo mercado se desvaneció.

INCOGNITA

Ante este fracaso de unir a los países
surgió la incógnita que hasta el día de hoy
no ha sido resuelta ¿son los países
latinoamericanos desunidos por ser subdesarrollados? O
¿son subdesarrollados por estar desunidos? Esta pregunta
que surgió antes de 1982 no tuvo respuesta o si la tuvo se
mantuvo invalidada por la urgencia de resolver la deuda que
exploto un poco después ese año. Era la primera vez
que todos los países simultáneamente presentaban la
misma crisis económica y por esto se vio como
solución una acción en conjunto de todos los
afectados dado que sus acreedores ya habían formado un
consorcio para cobrar unidos todos sus
préstamos.

La propuesta de anteponer un consorcio sindicato o club
fue desechada por los mismos deudores en la reunión de
panamá el 24 de marzo de 1983, la desunión de los
países empezó a sentirse los meses luego de esta
reunión cuando se hizo efectivo el tiempo de empezar a
pagar las deudas que requerían de los dólares que
el modelo de sustitución de importaciones no había
logrado generar, aun que el objetivo del modelo no era generar
los dólares si no prescindir de ellos.

Además, desde antes de 1983, el esquema cepalino
ya había sido rebautizado con el nombre de "Modelo de
crecimiento hacia adentro" palabras que resumían la
intención de ahorrar dólares consumiendo con
preferencia lo que se produzca dentro del continente. Ante esa
realidad, a partir de 1986 la brújula del desarrollo
latinoamericano pareció girar sobre su propio eje. Esta
vez, en lugar de mirar hacia adentro se puso de moda hablar del
"Modelo de crecimiento hacia afuera"; Inspirados en la nueva
consigna de exportar para pagar, el 29 de julio de 1986, los
presidentes de Brasil y Argentina se reunieron en Buenos Aires
para crear una alianza comercial "El Mercosur" que "permita
encontrar soluciones innovadoras que superen los modelos
tradicionales" muriendo al fin luego de 3 décadas el
modelo Cepalino.

SEPELIO

La muerte del modelo Cepalino puso a los miembros del
CEPAL ante un dilema: cambiar o morir. Ante este dilema eligieron
cambiar para no morir, con esta consigna ya en mente se
empezó a escuchar por los pasillos de las oficinas del
CEPAL que en lugar de importar menos eras preferible exportar
más y que en vez de aumentar el ahorro era mejor aumentar
el ingreso . Tras el sepelio del tradicional Modelo Cepalino, es
obvio, también tenía que ser enterrado su principal
mano ejecutora: la respetable ALALC. Este hecho y el nacimiento
del Mercosur, abrieron camino a una nutrida cadena de acuerdos y
alianzas comerciales bilaterales, trilaterales y multilaterales,
a lo largo y a lo ancho de las tres Américas.

Existen muchas cumbres o citas que se realizaron
encaminadas a la construcción de un solo mercado
congregando a todos los consumidores de las tres Américas
las cuales pasarían a integrar una zona de libre comercio
que se bautizo con las siglas ALCA, sin embargo este ente aun
tiene que superar su principal adversario los TLC (tratados de
libre comercio). Según las estadísticas realizadas
el ALCA llegaría a ser el mercado mas grande del mundo
pero si no se cumple que en la práctica logren conformar
un solo mercado, deberán tener la capacidad real para,
entre ellos, producir y consumir, comprar y vender, exportar e
importar el ALCA no llegara a ser el mercado más grande
del mundo.

PARADOJA

Así, al empezar el Siglo XXI Latinoamérica
afronta una visible paradoja. Por un lado, el ruido y oleaje
provocados desde 1956 por el fracasado afán de crear una
zona de libre comercio, han impedido que Adam Smith pueda atracar
en nuestras costas e impulsar nuestro desarrollo. Pero, por otro
lado, la ausencia de Smith ha restringido las oportunidades de
Latinoamérica para alcanzar ese nivel básico de
riqueza y de consumo necesarios para competir en un mundo
irreversiblemente globalizado.

Subdesarrollo de
los trópicos

En nuestro continente hoy existen 2.124 entidades
regionales y nacionales cuyo principal objetivo es apoyar el
"desarrollo" de América Latina. Sin embargo, ninguna de
ellas ha logrado definir cuál es el significado que tiene
la palabra "desarrollo". Se encargó a dos renombradas
cofradías de profesionales en ciencias económicas,
para que realizaran un estudio encaminado a investigar las
fuentes que generan el desarrollo de los países, con este
estudio se creía que por fin se lograría definir
qué significado tiene el "desarrollo" para los
países subdesarrollados. El documento contiene más
de cien páginas, pero algunos latinoamericanos
quizá dejaron de leerlo antes de llegar a la segunda
página, debido a que en la primera inesperadamente se
declara que: "En este informe… no hemos considerado pertinente
incluir los problemas del ahorro óptimo ni el desarrollo
de los países atrasados."

Pero a pesar de esto el documento contiene una
importante enseñanza los problemas de los países
atrasados pueden no ser pertinentes ni relevantes para las
instituciones de los países desarrollados. En
consecuencia, el buscar una salida al subdesarrollo de
América Latina es una tarea obligatoria solo para los
latinoamericanos.

En la búsqueda de esta salida nos encontramos con
tres teorías importantes, la Teoría de la
Dependencia en la izquierda; la Teoría de la
Evolución en la mitad; y la Teoría de los
Trópicos en la derecha.

TEORIA DE LA DEPENDENCIA

Esta teoría se basa en el dogma que asegura que
el desarrollo del primer mundo nace, crece y vive gracias al
subdesarrollo del tercer mundo, en ese contexto, el vocablo
"tercer" no expresa un orden numérico, sino que implica
una marginación impuesta por parte de otros dos, en otros
casos se prefiere usar términos tales como "países
en desarrollo", "países emergentes", "países
rezagados", "países en vías de crecimiento", entre
otros.

TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN

Esta teoría intenta equiparar el desarrollo
económico de las naciones con el desarrollo y
evolución de las especies. Bajo esa óptica, los
países subdesarrollados necesariamente tendrán que
recorrer el mismo proceso de evolución histórica
que ya han recorrido los países desarrollados.

Esta teoría enseña cómo se debe
actuar en dos circunstancias específicas desvío o
retraso. Desvío del sendero natural que lo conduce a su
evolución el cual se solucionará con la
corrección de la oferta identificadas con las
políticas de tipo fiscal, y en caso de retraso en
relación a la distancia ya recorrida por otros
países que, desde un punto histórico y
geopolítico son sus contemporáneos se
solucionará con la regulación de demanda
identificadas con las políticas de tipo
monetario.

Así, la Teoría de la Evolución
esboza una pincelada optimista en el horizonte del mundo
subdesarrollado: todos nuestros países, tarde o temprano,
alcanzarán el nivel de desarrollo que actualmente ya han
alcanzado los países del Primer Mundo.

TEORIA DE LOS TROPICOS

Esta teoría se basa en la afirmación de
que los latinoamericanos son subdesarrollados por que
están ubicados en la zona tropical esta teoría ha
sido apoyada por el banco interamericano de desarrollo (BID) a
pesar de su soberbia estupidez y humilde simpleza este banco en
1998 publica "Naturaleza, Desarrollo y Distribución en
América Latina. La evidencia del papel de la
Geografía, el Clima y los Recursos Naturales", este
documento se respalda a raíz de la crisis de pagos de 1994
la cual proporcionó la innegable evidencia de que los
mecanismos de ajuste económico impuestos por los
organismos internacionales habían fracasado.

Así, apareció un nuevo diagnóstico
que el atraso de América Latina en realidad se debe al
hecho que "el subdesarrollo se encuentra en la sangre
ibérica que han heredado los latinoamericanos". Este nuevo
diagnostico se respaldar en hipótesis, para lo cual se
seleccionaron las tres siguientes:

"Hipótesis 1: Las condiciones tropicales reducen
la eficiencia de los trabajadores y sus salarios".

"Hipótesis 2: En el trópico… los
recursos naturales constituyen tragaderos de capital".

"Hipótesis 3: En los trópicos… la
volatilidad económica lidera el bajo crecimiento y la
disparidad de ingreso".

Una segunda interpretación es formulada por
Jeffrey Sachs en el documento Subdesarrollo Tropical, en el cual
argumenta que el subdesarrollo no se origina en "el clima" de los
trópicos como apadrina el BID, sino en "su
geografía".

Una tercera variante de la Teoría de los
Trópicos, afirma que el subdesarrollo no se origina en "el
clima" ni en "la geografía", sino en "la cultura" de la
gente que vive en los trópicos. Esta variante es apoyada
por varios profesores de la Universidad de Harvard , esto
argumenta que el nivel de la riqueza o de la pobreza de un
país, se encuentra directamente conectado con el nivel de
su cultura, donde la palabra „cultura? incluye una variedad
casi infinita de valores y conceptos éticos, sociales,
administrativos, religiosos históricos, políticos,
convencionales, institucionales, etc.

TEORIA Y PRÁCTICA

Aunque se pudiera encontrar algo de verdad o falsedad en
estas tres teorías lo cierto es que ninguna ha podido
encontrar el camino que lleve al desarrollo de América
Latina, además que cualquiera de las tres teorías
nos condena al subdesarrollo ya que la Teoría de la
Dependencia, porque no se puede borrar la historia ya escrita de
la conquista, sumisión y coloniaje que enmarcan el
nacimiento de nuestros países; condenados bajo la
Teoría de la Evolución, porque es imposible
transmutar el universal y eterno proceso evolutivo; y, condenados
bajo la Teoría de los Trópicos, porque ni el clima,
ni la geografía, ni la longitud del planeta pueden ser
dominados por el accionar humano. Y por si fuera poco aun
permanece inexplorado el pensamiento del fundador de la
economía como ciencia social: Adam Smith.

El libro del
desarrollo

El progreso económico de las naciones,
según Adam Smith, no se basa en su localización
geográfica, ni en los procesos evolutivos, ni tampoco en
las características tropicales como vimos que afirman las
diversas teorías que hasta hoy han liderado el pensamiento
económico de América Latina sino en el esfuerzo que
realicen todos y cada uno de sus habitantes.

La frase resumida con que comienza el libro de Adam
Smith "la riqueza de las naciones" dice se puede afirmar que la
riqueza de una nación depende de tres factores: del
eficiente uso de sus recursos naturales y humanos, de un amplio
intercambio de sus productos y de una equitativa
distribución del ingreso.

LO QUE NO DIJO

Es necesario señalar que existen tres grandes
mitos que suelen ser falsamente atribuidos a Smith: primero, la
política del "dejar hacer, dejar pasar"; segundo, la
existencia de "la mano invisible"; y tercero, la defensa del
"capitalismo". Jean Claude Marie Vincent de Gournay uno de los
comerciantes más adinerados de Francia fue nombrado
Intendente de Comercio por el penúltimo rey de Francia,
Luis XV, cargo con el que intentó derogar bajo la consigna
del "laissez passer" o traducido como dejar pasar.

En Latinoamérica la consigna ha sido atribuida a
Smith, tanto por algunos de los que se consideran sus partidarios
como por los que se consideran sus adversarios. Ambos grupos
aseguran que la frase "dejar hacer, dejar pasar" demuestra que
él el fundador de la ciencia económica era
radicalmente contrario a cualquier regulación por parte
del Estado.

Pero ninguno de los dos grupos tiene razón. En
ninguna de las páginas de "La riqueza de las naciones" o
de la "Teoría de los sentimientos morales", su otra gran
obra Smith menciona, transcribe, convoca o hace algún tipo
de deferencia a la consigna del "laissez faire, laissez passer";
consigna que, además, coexistía con el entorno de
la doctrina mercantilista, a la cual fue precisamente Smith quien
combatió y sepultó.

LA MANO INVISIBLE

La mano libre es la metáfora más usada en
la argumentación económica, tal vez superada solo
por aquella otra famosa metáfora del "libre juego entre
oferta y demanda. Esta frase viene de un fragmento del libro de
Adam Smith que dice así: "Ninguno por lo general se
propone originariamente promover el interés
público…. Cuando prefiere la industria doméstica
a la extranjera, sólo medita su propia seguridad, y cuando
dirige la primera de forma que su producto sea el mayor valor
posible, sólo piensa en su ganancia propia; pero en este y
en muchos otros casos es conducido, como por una mano invisible,
a promover un fin que nunca tuvo parte en su
intención."

Desde luego, lo que suele resaltarse es la posibilidad
de que la "mano invisible" logre transformar parte de las
ganancias del comerciante y del productor en ganancias para el
resto de la población; posibilidad que no podría
ser negada ni siquiera por el más radical adversario de la
economía de mercado.

LA DEFENSA DEL "CAPITALISMO"

Adam Smith murió en 1790 a la edad de 67
años. Medio siglo después, en 1840, Carlos Marx
declaraba que "el capitalismo vino al mundo chorreando lodo y
sangre por todos sus poros", Desde entonces la palabra
"capitalismo" ha recibido numerosos calificativos, la
reseña más sencilla y por tanto la más
clara, es la que define el Diccionario Cassell: "Capitalismo.-
Sistema económico que utiliza capital para producir
riqueza"; Otra definición esta dada por Diccionario de la
Lengua Española: "Capitalismo.- Régimen
económico fundado en el predominio del capital como
elemento de producción y creador de riqueza".

el capitalismo -bajo cualquiera de sus muchas
definiciones e interpretaciones- es un sistema económico
que gira únicamente alrededor del factor capital. Mientras
que en el pensamiento de Smith, el sistema económico gira
alrededor de varios factores, una de sus fraes dice:

"Un jardinero, que cultiva su propio huerto con sus
mismas manos, reúne en su persona los tres distintos
caracteres de propietario, colono y jornalero, y sus productos le
pagan la renta del primero, las ganancias del segundo y los
salarios del tercero"

LO QUE DIJO

Desde sus escritos:

• Peleó por los ideales de libertad,
igualdad y fraternidad que inspiraron la toma de la Bastilla y
del Palacio de Versalles.

• Argumentaba sobre la conveniencia de liberar las
colonias que Inglaterra mantenía al otro lado del
Atlántico.

• Smith respalda la conveniencia de liberar del
coloniaje a Norteamérica. Pero su respaldo no se basa en
ninguna emoción anti-imperialista o en alguna moral
pacifista. Tampoco constituye una apología al "laissez
faire", a la "mano invisible" o al "capitalismo".

• Sus argumentos se centran exclusivamente en un
objetivo: el beneficio económico de los habitantes de su
propio país, Inglaterra.

En un mundo
globalizado

Los problemas que Adam Smith enfoca en "La riqueza de
las naciones" se relacionan, desde luego, con las circunstancias
prevalecientes en la época en que vivió. Se resume
la obra de Smith con el siguiente párrafo:

"Trata del principio universal de toda riqueza, que es
el trabajo productivo del hombre, de las rentas de la tierra y de
las ganancias de los fondos que se emplean en todas las
negociaciones de una sociedad, habla de las producciones rudas
del campo, de las manufacturadas, de sus comparaciones y valores
intrínsecos y extrínsecos, de la relación y
proporción que tienen con el signo, o moneda que
constituye la riqueza nominal, de los progresos de las Naciones,
de sus causas y de las de su decadencia, de los sistemas
mercantil y agricultor, de las obras y establecimientos
públicos, de los gastos del Estado, de las expensas del
Soberano y de los fondos que deben sufragar a todas
ellas."

Utilizando un lenguaje más moderno, se
podría interpretar que Adam Smith afirma que las
políticas del desarrollo económico en cualquier
país deben tratar de alcanzar tres objetivos: una tasa de
crecimiento del producto superior al crecimiento de la
población, un adecuado índice de rentabilidad y
estabilidad financiera; y, un reparto eficiente y equitativo del
ingreso entre los diversos sectores de la población.
Así, es en la obra de Smith donde se debería buscar
aquel sendero que podría guiarnos hasta alcanzar el
desarrollo de nuestro continente. Sin embargo, es inevitable que
surja por lo menos una pregunta: ¿Es posible sobreponer en
el escenario económico y social de la América
Latina del Siglo XXI, una doctrina que fue meditada y escrita en
la Europa del Siglo XVIII?

Transitando al Siglo XXI

Hasta la segunda guerra mundial, la economía
latinoamericana se había basado en la producción
agrícola y en la explotación de materias primas y
minerales del subsuelo. Sin embargo, esa rudimentaria actividad
le había permitido alcanzar un nivel de bienestar
económico similar al de los países que actualmente
conforman el industrializado primer mundo.

En el transcurso de apenas cinco años, casi todas
las colonias lograron liberarse del control político de
sus imperios con el fin de la segunda guerra mundial: India de
Inglaterra; Filipinas de los Estados Unidos; Indonesia de
Holanda; Corea del Japón; Vietnam de Francia; el norte de
África de Italia y Francia; otras partes de África
de España y Bélgica; y el Oriente Medio de
Inglaterra y Francia.

Una vez liberadas, reorientaron su actividad
económica en función de su posición
geográfica y geológica que las capacitaba para
cultivar y explotar de manera espontánea la mayoría
de los productos, materias primas y minerales que también
se originaban en suelo latinoamericano.

Una incipiente globalización incito a las ex
colonias y a Latinoamérica frente a frente, en la
competencia de post guerra por captar y conservar los mercados de
consumo de

los países industrializados.

En la guerra por capturar mercados, solo existen dos
armas de combate: calidad

y precios. La única arma de combate para la
obtención de mercados era la manipulación de
precios, tratándose de la oferta los productos
agrícolas, materias primas y minerales subyacentes.
Aunque, para poder participar en una guerra de precios, el
país que vende tendrá que aceptar menos
dólares aunque entregue una mayor cantidad de
productos.

En efecto, para que el país pueda exportar el
gobierno debe devaluar. Así, el productor local
obtendrá una cantidad igual o mayor de moneda nacional
aunque al país ingresen menos dólares.

Cuando devaluar es una política utilizada al
mismo tiempo por países que exportan los mismos productos
como en el caso de Latinoamérica y las colonias liberadas
desde toda su producción tendrá que venderse en un
precio más bajo. Así, poco después de haber
finalizado la II Guerra Mundial, se hizo evidente que los
países de América Latina tenían que entregar
más toneladas de azúcar, arroz, café, cacao,
cobre, carne, estaño o banano, para recibir el mismo
automóvil o el mismo tractor. Ese abaratamiento de los
productos primarios y el efecto inverso en favor de los productos
industrializados, obligó a concluir que parte del
subdesarrollo del Tercer Mundo, se debía al avance del
Primer Mundo.

El gobierno podía exonerar impuestos y
podía conceder abundantes y subsidiadas líneas de
crédito que el Estado podía ofrecer para incentivar
la inversión e instalación de esas nuevas
fábricas. Estas dos fuentes que generaban un visible
déficit fiscal que los gobiernos tenían la
obligación de financiar.

Los abundantes petrodólares depositados en las
bodegas de la banca internacional no existían, el
financiamiento no podía surgir de la deuda externa sino
que tenía que buscarse en el ahorro interno o, más
fácil, en el sótano del banco central donde suele
guardarse una maquinita para imprimir billetes después de
la batalla del Yom Kipur en 1973.

En 1917 y 1931 fue instalada esa maquinita denominada
"" Patrón Oro"" que crearon los bancos centrales en
Latinoamérica, el gobierno la utilizaba para imprimir
billetes en moneda nacional y en una cantidad equivalente que al
oro, en metal o divisas el país guardaba como reserva
monetaria. El calificativo de divisa fue coronado sobre la libra
Esterlina hasta que fue sustituida por el dólar al
finalizar la II Guerra Mundial.

El sistema funcionó adecuadamente mientras la
cantidad de oro y divisas en poder del banco central, resultaba
suficiente para cubrir las transacciones diarias de compra y
venta. Sin embargo, financiar la instalación de nuevas
fábricas y generar nuevas fuentes de empleo,
requería de una maquinita que pudiese imprimir billetes a
un ritmo más veloz.

Pero en aquellos tiempos era un acto altamente
inflacionario e inconstitucional apelar a la velocidad del Banco
Central para imprimir billetes.

Tratando de cambiar esa opinión, los
técnicos de la CEPAL ensamblaron una serie de argumentos
que intentaban demostrar que la inflación no se origina en
el exceso de dinero impreso por la banca central, sino en las
propias estructuras del país.

Esos argumentos eventualmente se recogieron en una sola
envoltura teórica denominada ""Escuela
Estructuralista".

Su creación suele ser asignada al economista
Celso Furtado, quien en 1957 recoge ese concepto en un documento
titulado "" Desequilibrio externo en las estructuras
subdesarrolladas"", afirma que tanto el crecimiento como la
inflación dependen de dos factores: la infraestructura
física y las organizaciones financieras. Es decir
están subordinados a las estructuras físicas e
institucionales que en el país prevalezcan.

A pesar del peso intelectual de los partidarios de la
Escuela Estructuralista su tesis resultaba demasiado
compleja frente a la transparente sencillez de la tesis de su
escuela rival: la Escuela Monetarista, para la cual la
inflación se produce única y exclusivamente por un
exceso en la emisión monetaria. Por lo tanto, para detener
la inflación lo único que debía hacerse era
encerrar con siete llaves en el sótano del Banco Central a
la maquinita de hacer billetes.

La controversia entre estas dos escuelas fue nula cuando
apareció una tercera hipótesis proveniente de
Londres llamada "" Curva de phillips"" en honor al
profesor Alban William Housego Phillips. Esta aseguraba que la
inflación se originaba por el mayor número de
trabajadores que encontraban empleo.

El profesor Phillips

Entre sus alumnos el profesor Phillips tenía la
reputación de ser un investigador serio

y riguroso. Por eso, cuando en 1958 publicó un
trabajo estadístico en el cual demostraba que, durante
casi un siglo, el nivel de desempleo en Inglaterra se
había movido en dirección inversa al nivel de los
precios, inmediatamente quedó sembrada la idea de que
desempleo e inflación son como los dos platos de una misma
balanza y que, en consecuencia, si el uno baja el otro tiene que
subir.

En el mundo académico se expandió la idea
de que la Curva tenía validez en cualquier
periodo y en cualquier país. En consecuencia, así
se deducía, para controlar la inflación se
debía incrementar el desempleo. Y viceversa.

En América del
Norte

La exitosa campaña del candidato Richard Nixon
por captar la presidencia de los Estados Unidos en 1968, se
había basado en la clásica promesa de lograr una
aceptable tasa de crecimiento controlando al mismo tiempo la tasa
de inflación. Sin embargo, una vez electo,
descubrió que un muy antiguo déficit comercial
conspiraba contra su promesa.

Ese déficit se había generado por el hecho
de que algunos países de Europa y Asia prohibidos de
producir armamentos, se concentraron en la manufactura civil. La
diferencia en los precios, como es obvio, incentivaba al mundo a
comprar barato en Alemania, Japón e Italia, para vender
caro en Estados Unidos. Así, Norteamérica compraba
más pero vendía menos. Es decir, adolecía de
un déficit comercial.

En Estados Unidos estaba moralmente prohibido de
devaluar la moneda desde finales de la II Guerra Mundial cuando
los piases victoriosos declararon que el dólar era ""La
Divisa Internacional"". La alternativa es reducir la capacidad de
gasto de la población para la cual se pueden elevar los
impuestos. Asi, los mayores precios reducirían, la gente
su capacidad de consumo y, por tanto, el déficit. Pero
esta alternativa chocaba con la promesa de Nixon.

El 27 de enero de 1969 el presidente Nixon
aseguró que su gobierno lograría que la
economía crezca sin inflación y sin déficit,
ejecutando una ""ENTONACIÓN TÉCNICA"" entre
la política fiscal y la política
monetaria.

La expresión textual que utilizó fue la de
""FINE TUNING"" que podría traducirse de varias
formas, combinando el concepto fino con lo armónico. Pero
la expresión ""ENTONACIÓN TÉCNICA?
resulta más apropiada para describir la intención
de combinar, de manera técnica y precisa, lo fiscal con lo
monetario.

En The Economic Report of The President
de 1969, el primer año del gobierno de Nixon, se
escribió lo siguiente:

""Las estadísticas revelan la existencia de
una relación bastante estrecha entre las subidas
más rápidas de los precios y las tasas de desempleo
más bajas… Es probable que se agudicen las presiones
alcistas sobre precios y salarios cuando la economía opere
en un nivel de elevada utilización de la mano de obra y el
capital""

De esta manera, la Curva de Phillips y la supuesta
relación bastante estrecha entre una inflación alta
y un bajo desempleo, fue elevada a la categoría de dogma
oficial.

La Curva, como tesis oficial y como axioma
económico sobrevivió la presidencia de Nixon y
continuó prevaleciendo a través de los gobiernos de
Gerald Ford y Jimmy Carter, hasta los inicios del gobierno de
Ronald Reagan.

El economista más influyente en el siglo XX fue
John Maynard Keynes quien fue el autor de la frase "" Los
políticos y los hombres de negocios son, sin conocerlo,
esclavos de las ideas de algún economista muerto""
. No
obstante, con las ideas del economista Phillips más bien
sucedió el fenómeno inverso: fueron revividas
cuando convenía a Nixon y sepultadas cuando
convenía a Reagan.

Un trato tan diverso a una misma idea, se
justificaría si es que los dos políticos hubieran
profesado ideologías opuestas o, por lo menos, diferentes
filosofías. Pero Richard Nixon y Ronald Reagan
coincidían en casi todo: los dos pertenecían a las
filas del partido republicano; ambos habían nacido de
familias de clase media, en pueblo chico y con apenas dos
años de diferencia; la adolescencia y juventud de ambos
transcurrieron en los tiempos de incertidumbre prevalecientes
entre el fin de la primera gran guerra e inicios de la segunda;
ambos habían logrado frustrar la reelección de
gobiernos demócratas; y ambos tenían suficiente
imaginación para autodefinirse como
liberales-conservadores.

Las circunstancias que rodearon a los dos
políticos, en efecto, fueron muy diferentes. Las
circunstancias en las que Nixon llegó al poder
requerían que el Estado intervenga, aunque sea a
través del ""FINE TUNING"". Pero las circunstancias
que rodeaban a

Reagan permitían que el Estado se limite a
""REDUCIR IMPUESTOS"".

En América del Sur

La Curva de Phillips invalidó la
polémica mantenida hasta fines de los 60 entre
estructuralistas y monetaristas sobre el origen de la
inflación. En la década de los 70, la Curva
ofreció un buen argumento para justificar el vertical
incremento en la tasa de inflación que comenzó a
trepar en paralelo y al mismo ritmo que el endeudamiento
externo.

A lo largo del Siglo XX las tasas de inflación en
América Latina rara vez habían llegado a superar el
primer dígito, es decir, habían permanecido por
debajo del 10 por ciento. Pero en 1974 la tasa de
inflación promedio superó el 40 por ciento anual y,
a partir de esa cifra, fue creciendo hasta 1990, año en
que la inflación superó el mil por
ciento.

En vista de que el proceso inflacionario ponía en
peligro la relativa estabilidad que hasta principios de los 70
algunos de los pocos monetaristas que aún
sobrevivían, empezaron a criticar el endeudamiento
agresivo de sus gobiernos.

Pero el Profesor Phillips acudía a zanjar las
discrepancias: si se podían crear fuentes de empleo a
cambio de un aumento en la inflación resultaba
antipatriótico oponerse a continuar adquiriendo deuda
externa.

Así, desde la perspectiva oficial, la
inflación y el desempleo dejaban de ser dos indeseables
imperfecciones del mercado. La política económica
consistía en mezclar un poco de inflación con un
poco de desempleo, hasta obtener el cocktail adecuado.

La Curva no pudo sobrevivir hasta el Siglo XXI. La
crisis de la deuda y la urgente necesidad de pagar intereses,
puso al descubierto que en los países de América
Latina, el desempleo y la inflación no son dos engendros
que combaten entre sí ,sino que con el crecimiento del uno
se alimenta al otro.

La estanflación desnudó las tres
características más visibles del subdesarrollo: el
creciente nivel de desempleo; el progresivo grado de
inestabilidad y dependencia financiera; y la audaz
concentración de la riqueza, agravada por la abierta
desigualdad en la distribución del ingreso. Pero esas
tienen su antídoto en el crecimiento, la estabilidad y la
equidad, que son los tres pilares de la economía libre que
propone Adam Smith.

Desempleo y
crecimiento

Cuando Carlos IV ordena traducir al castellano La
riqueza de las naciones
, de la traducción se
encarga el licenciado Josef Alonso Ortiz, quien escribe un
prólogo en el cual resume el mensaje central de Adam Smith
que afirma que la riqueza de un país se alimenta desde
tres fuentes:

  • La primera fuente afirma: la suma del producto
    rudo del campo
    , más la producción
    manufacturada, más las utilidades del comercio
    y de las negociaciones del hombre.

  • La segunda fuente: se obtiene de las rentas y
    ganancias de los fondos con relación a la estabilidad
    del signo monetario o a su decadencia.

  • La tercera fuente, de la distribución de
    los fondos
    entre los gastos del soberano, la obra
    pública y el trabajo del hombre.

La misma síntesis podría expresarse en
lenguaje del Siglo XXI, proclamando que el desarrollo se engendra
por la unión de tres condiciones económicas: el
crecimiento, la estabilidad y la equidad.

Crecimiento

Define el crecimiento de un país como un valor
aritmético que se calcula al dividir la producción
total de un año para el PIB del año anterior, donde
la fracción que exceda a uno representa la tasa de
crecimiento.

Entre los años de 1956 y 1960 el presidente
brasilero Jugcelino Kubiyschek aplico un relato exitoso llamado
""Desenvolvimientismo"", que en español significa ""
Desarrollismo"".

Método que se basa en "" Primero se debe dejar
crecer el pastel para luego repartirlo"", creencia que
requería un barómetro que parecía ser el PIB
que mediría el tamaño del pastel y el tamaño
que alcanzaría para repartirlo. Creencia que jamas se
definio.

El desarrollismo consistía simplemente que si
America Latina lograba crecer a una tasa superior al del primer
mundo, eventualmente alcanzaría un nivel de calidad
similar al de los países industrializados.

Ejemplo: En el año 2001 el PIB de Estados Unidos
creció 1.7 por ciento, tasa superior a la del 0.2 por
ciento obtenido por Perú y a la del 1.4 correspondiente a
Colombia; pero inferior a la del 1.8 de Brasil, 2.7 de Venezuela,
2.8 de Panamá, 3.3 de Chile, 3.5 de Nicaragua, 3.6 de
Costa Rica, 3.9 de Guatemala, 5,2 de Ecuador y el 5.4 por ciento
del PIB de Honduras.

Al comparar las cifras claramente se visualizan cinco
hechos:

1.- La tasa de crecimiento no tiene una relación
directa con el tamaño de la economía

2.- Las tasas de crecimiento altas no son en modo alguno
exclusivo de los países ricos, ni a la inversa.

3.- Se observan las tasas de crecimiento de un mismo
país a lo largo de un mismo periodo, se debe concluir que
el PIB logra mantener la misma dirección solo por un par
de años. En la mayoría de los países del
primer y tercer mundo, los años de crecimiento se mezclan
sin ninguna secuencia con los años de
estancamiento.

4.- La composición de las exportaciones
básicas de América Latina y su crucial incidencia
sobre el nivel de ingresos, determina que el crecimiento del PIB
dependa más bien de las fuerzas de la naturaleza y de
acontecimientos externos, que de la prudencia de las
políticas internas.

5.- Después de las copiosas remesas de
dólares que Latinoamérica ha transferido al primer
mundo desde 1983, la actual diferencia entre los ingresos de los
acreedores y de los deudores es tan amplia, que las fluctuaciones
en el PIB ya no tienen relevancia.

Esas cinco realidades matemáticas invalidan la
utilización de la tasa de variación del PIB como
sinónimo del crecimiento de un país. En
consecuencia surge una pregunta: ¿Que variable puede
sustituir al PIB como termómetro del crecimiento
económico de América Latina? Y la respuesta es: el
nivel de empleo.

Argentina

Argentina es el país que ofrece el ejemplo
más claro y contundente de la discordancia que puede
existir entre el crecimiento del PIB y el desempleo. Se
convirtió en la vedette de América Latina en los
primeros años de la década de los 90, a raíz
de que fue el primer país en cumplir a cabalidad todas las
recetas de política económica recomendadas por los
organismos internacionales, cuya matriz o representación
se encuentra en Washington.

En ese año y debido a una publicación del
economista John Williamson el conjunto de recetas llegó a
ser recogido dentro un solo paquete que fue bautizado con el
nombre de ""Consenso de Washington"".

El ""Consenso"", se resume en las siguientes 10
propuestas:

  • disciplina fiscal

  • Redistribución del gasto
    público

  • reforma impositiva

  • liberación de intereses

  • tasas de cambio competitivas

  • liberación del comercio externo e
    interno

  • liberación de los flujos de fondos

  • privatizaciones

  • desregulaciones

  • derechos de propiedad garantizados.

Grzegorz Kolodko, profesor de economía de la
Universidad de Yale y ex Ministro de Finanzas de Polonia
logró resumir el „Consenso de Washington?
dentro de una sola receta:

""Privatice tan rápido como pueda, liberalice
tanto como sea posible y sea inflexible en los ajustes monetarios
y fiscales""

Receta que fue puesta en práctica por el
presidente argentino Carlos Menem y su ministro Domingo Cavallo,
quienes habían llegado al poder el 6 de julio de 1989. La
aplicación simultanea de las 10 propuestas
desencadenó casi de inmediato varias y agradables
secuelas: la inflación empezó a bajar y el consumo
a subir; las tasas de interés se reducían mientras
las inversiones se expandían; la demanda se ampliaba y las
importaciones también; el gobierno gastaba más pero
también recibía más.

El crecimiento del PIB logró alcanzar el 5 por
ciento; la tasa de inflación se redujo a un solo
dígito; el consumo y ciertas importaciones crecieron en
más de un 10 por ciento; y, en 1993, el gobierno pudo
inscribir en la contabilidad fiscal un histórico
superávit de 3 mil millones de dólares. Menem y
Cavallo ya eran mencionados como ejemplos de buen gobierno. El
nombre de Argentina sonaba más que el de Chile.

Durante la época de los noventa hubo conferencias
donde economistas deseaban alcanzar alguna trascendencia y
tenían que consultar como orador central o economista
argentino, quienes se nivelaron con los consultores de Washington
en experiencia y conocimiento.

Durante esas conferencias, los expositores explayaban
todos los mecanismos que se requería activar para lograr
cumplir con el consejo de ""privatice tan rápido
como pueda"".

La privatización de la empresa YPF(Yacimientos
Petrolíferos Fiscales) gigantesca empresa petrolera
estatal, continuó con la venta de las empresas estatales
de electricidad, de gas natural, de agua potable, de
teléfonos y telecomunicaciones, del transporte
aéreo, del transporte urbano y del subterráneo, del
transporte ferroviario y de las redes del ferrocarril, del agua
de riego, del sistema y oficinas de correo, de los aeropuertos y
de los puertos fluviales, de las carreteras y de los peajes, y de
todas las demás empresas en las que el Estado tuviera
algún tipo de inversión o
participación.

Pero el entusiasmo decaía a causa de esa pesada
sensación de sopor que suele presentarse después de
almuerzo, para reanimar a la audiencia los expositores
solían sacar de la manga una larga lista de
simpáticas anécdotas.

La anécdota más famosa ocurriría en
la última semana del año 2001, la que fue
denominada por la prensa argentina ""la semana de los cinco
presidentes"",
en razón de que esos días
ocuparon sucesivamente la Casa Rosada, sede oficial de la
Presidencia de la República.

La otra parte de la receta, aquella que aconsejaba ser
""inflexible en los ajustes monetarios y fiscales"",
también fue fielmente ingerida por el Gobierno en su
primer año de gestión. Sin embargo, la
metodología para poder ingerir la receta fue una
creación propia de Cavallo.

La nueva metodología fue bautizada con el nombre
de ""Ley de Convertibilidad"" en razón de
que los pesos pasaban a ser legalmente convertibles a
dólares a la tasa de uno por uno. Por intermedio de esa
ley, se prohibía que el banco central pueda imprimir
dinero por su propia voluntad. Para garantizar que la
prohibición se cumpla, se escondió la ""maquinita
de hacer billetes"" y en su lugar se colocó la
así denominada, ""caja de conversión"".
Dentro de ella se debía mantener un determinado
número de billetes sin que importe si eran pesos o eran
dólares.

Pero, por cada dólar que en ella se depositase de
ella se debía extraer un peso y, a la inversa, si se
quería extraer un dólar había que depositar
un peso: la caja automáticamente transformaba los
dólares en pesos y los pesos en dólares. Funcionaba
de forma firme y eficiente.

La caja logró extirpar al monstruo de la
inflación y al fantasma de la
devaluación.

Algunos pesimistas continuaban lanzando dudas al aire;
sospechaban que, ante la primera necesidad fiscal, el gobierno
metería mano en la caja solo para sacar y no

para depositar; y, les afligía pensar que sembrar
en la pampa pudiera tornarse más caro que cosechar en
otras praderas. Pero sobre todo les angustiaba el recuerdo de una
banca privada incapaz de sobrevivir sin los préstamos y
sin la guía del Banco Central ahora transformado en una
simple caja mecánica.

La angustia desapareció ante la certeza de que
los acreedores acudieron con más préstamos cuando
la argentina así lo solicito. Los acreedores prodigaron la
entrega de nuevos préstamos al solícito gobierno.
La deuda externa de Argentina que en 1991 era de 52 mil millones
de dólares, se triplicó en apenas una
década. Así, para el 2001, ya alcanzaba los 146 mil
millones de dólares. La sensación de desarrollo y
bienestar duró prácticamente hasta finalizar la
década.

Las acuciosas y múltiples privatizaciones, la
hermética caja de convertibilidad, la generosidad de la
pampa argentina, el vigor de su gente, el fiel acatamiento del
gobierno

a las recetas del Consenso y los abundantes
préstamos externos, habían engendrado un
sólido balance en los índices productivos y
financieros, logrando una tasa de inflación igual a cero y
una de las más altas tasas de crecimiento del
PIB.

Desempleo

A principios de la década, en 1991, la tasa de
desempleo en la Argentina era del 6.5 por ciento, una de las
tasas más bajas de América Latina. Y también
más baja que la registrada en los principales
países del primer mundo: el 6.8 por ciento en los Estados
Unidos; el 6.9 por ciento en Italia; el 8.8 por ciento en
Inglaterra; y solo ligeramente superior a la tasa de desempleo
del 6.3 por ciento registrada en Alemania.

Lamentablemente, en el transcurso de la década de
los años 90 y en forma paralela a la digestión de
las recetas del Consenso, la capacidad de la economía
argentina para crear fuentes de trabajo se había hundido
de manera vertical y constante. Ningún país del
primero, segundo o tercer mundo, podría mantener
desempleados a la cuarta parte de sus trabajadores sin entrar en
una profunda crisis económica. Y así lo
comprobó Argentina en el último mes del año
2001.

Milton Friedman, Premio Nobel de Economía,
prominente y reconocido profesor universitario, autor de
influyentes libros de política económica y asesor
de varios gobiernos de los Estados Unidos, sobre la crisis de los
años 30 escribió lo siguiente:

""La depresión que empezó a
mediados de 1929 fue una catástrofe de dimensiones sin
precedentes para los Estados Unidos. El desempleo alcanzó
la cifra del 25 por ciento de la población activa. Para el
resto del mundo la recesión no fue más suave. A
medida que se extendía a otros países, la
producción bajaba, el desempleo aumentaba, y el hambre y
la miseria llegaban a todas partes. En Alemania, ayudó a
Adolf Hitler a alcanzar el poder, allanando el camino de la
Segunda Guerra Mundial. En el Japón reforzó la
camarilla militar que se esforzaba en la creación de una
zona de prosperidad en toda el Asia Oriental. En China condujo a
cambios monetarios que aceleraron la última
hiperinflación que sentenció la caída del
régimen de Chiang Kai-shek e iba a conducir a los
comunistas al poder"".

Así ayer y ahora, en países
pequeños o países grandes, en el primer o tercer
mundo, ha sido en el nivel de empleo donde se refleja el
crecimiento económico o la profundidad de una crisis. No
en la azarosa e imprevisible tasa de variación del
PIB.

Si un país descubre que bajo su suelo se esconden
grandes riquezas minerales en metálico o en aceite, pero
no utiliza esa nueva riqueza para crear empleo, el país no
habrá crecido. Aunque las estadísticas del PIB
tengan números más grandes.

Emigrantes

El emigrante latino logra probar algo más: las
estadísticas del PIB, paradójicamente, pueden
crecer gracias al mayor desempleo. Es la primera vez en la
historia que la emigración no significa un éxodo
con diferencia entre el actual movimiento migratorio de
América Latina. Los procesos migratorios anteriores si
causaron éxodos, porque los viajeros emigraron sin dejar
nada atrás y con la firme intención de jamás
volver. Pero el típico emigrante latinoamericano cuando
emprende el viaje lo hace solo por huir del desempleo y consigo
lleva el firme deseo de retornar, porque sabe y siente que todos
los suyos quedan atrás.

Esta característica determina que una importante
porción de su recién conquistado salario, sea
devuelta mensualmente a su país y a su familia. El dinero
remitido por los emigrantes constituye una importante
porción del PIB de varios países, el
análisis del BID se realizó sin contabilizar los
emigrantes argentinos, en virtud de que ellos tenían el
privilegio de viajar a los Estados Unidos libremente y sin visa.
Privilegio que fue confiscado a las doce de la noche del
día miércoles 20 de febrero del 2002, en virtud de
que la magnitud de la crisis Argentina hacía prever que
muchos argentinos podrían usar dicho
privilegio.

Las cifras ponen al desnudo la existencia de un
retorcido sendero: el mayor desempleo genera una mayor
migración; la mayor migración genera mayores
remesas; las mayores remesas agradan al PIB.

La contabilidad del PIB se incrementa gracias al
desempleo; paradoja que una vez más invalida el uso de la
tasa de variación del PIB como sinónimo de
crecimiento económico.

Predicción

""Sea cual fuere el suelo, el clima o la
extensión de territorio de cualquiera nación, la
abundancia o la escasez de su surtido o abastecimiento anual, no
puede menos de depender… de dos circunstancias: la primera por
la pericia, destreza y juicio con que se aplique su trabajo; y la
segunda por la proporción que se guarde en el
número de los que se emplean""

Adam Smith.

En otras palabras y según Smith, el crecimiento
económico de un país no depende de sus
circunstancias históricas, geográficas o
climáticas, sino del número de la gente que trabaja
y de su pericia, experiencia y educación.

Desde la perspectiva de Smith, entonces, la
política económica no debería tener como
brújula el caminar „hacia adentro ""o hacia fuera"",
ni tampoco tratar de favorecer el ""lado de la oferta"" o el
""lado de la demanda"", sino el priorizar la creación de
fuentes de trabajo y la educación de la gente.
Deberíamos tratar de prever ante todo si es que esas
políticas favorecen o no la generación de empleo
para eliminar aranceles, incrementar o reducir impuestos, drenar
o bombear dinero, obstaculizar o ampliar el comercio, liberar o
controlar las tasas de intereses, y regular el superávit o
el déficit.

El crecimiento de un país no depende del valor
contable que alcance el PIB, sino del número de sus
trabajadores que se encuentren trabajando. Y no es necesario
""primero lograr que el pastel crezca, para después
repartirlo"", porque todos y cada uno de los
latinoamericanos pueden producir su propio pastel, sino
aquí entonces allá.

Por lo tanto, entre los tres principales objetivos que
tiene el desarrollo económico (crecimiento, estabilidad y
equidad) es el crecimiento el que más fácilmente
puede ser contabilizado: basta contar el número de sus
habitantes que tienen empleo.

El Euro: breve historia

EL euro comienza a nacer en una pequeña celda de
prisión en la Isla de Ventotene, en el invierno de 1941,
donde estaba recluido Altiero Spinelli, quien había sido
arrestado, por haber participado en un movimiento clandestino
formado para derrocar al gobierno fascista de Benito Mussolini.
Los largos años de encarcelamiento ofrecieron a Spinelli
la oportunidad de meditar que la tragedia en que se encontraba
inmersa Europa.

Spinelli quería que Europa fuera un continente
férreamente unido, no por un gobierno, ni por un partido
político, ni por un trazado territorial, ni por una
bandera, sino por una moneda.

Antes de que termine 1991, los gobiernos del continente
se reuníeron en Maastricht, para analizar la necesidad de
adoptar una moneda común y un solo Banco Central para toda
Europa: el Banco Central Europeo que, desde luego, tendría
su casa matriz en Frankfurt, el corazón financiero del
continente.

El Tratado de Maastricht recoge las condiciones que
debían cumplir los países europeos para ingresar a
la Unión y que se resumen en: un déficit fiscal que
no exceda el 3 por ciento del PIB; una deuda estatal que no
exceda el 60 por ciento del PIB; una moneda nacional que no se
haya devaluado en los últimos dos años; y, una tasa
de inflación que no exceda 1.5 puntos por sobre la tasa
media de los tres países con la inflación
más baja. Las condiciones del Tratado tenían que
cumplirse –como en efecto se cumplieron- antes de que
finalice el Siglo XX.

Los posteriores eventos son bastante conocidos: el 1 de
enero de 1999 se estableció el valor definitivo del euro
en términos de la moneda de cada uno de los 12
países participantes. El 1 de enero del 2002 se puso en
circulación las monedas y billetes del euro; y, el 1 de
julio del 2002, se retiraron del mercado europeo todas las
restantes monedas domésticas.

El Dólar: breve historia

Fue precisamente la moneda de papel lo que ayudó
a financiar la revolución y liberación de
Norteamérica. En 1751, Benjamín Franklin viaja a
Londres para solicitar a los miembros del Parlamento
Inglés que permitiesen a sus colonias de América
imprimir moneda, ya que así podrían dejar de
depender de los envíos de las libras esterlinas que
llegaban tarde, mal o nunca. La petición de Franklin fue
diplomáticamente escuchada. Sin embargo Franklin era un
hombre práctico y, antes de retornar a
Norteamérica, adquirió la mejor imprenta que su
profesión de físico le aconsejaba. Pocos
años después, esa imprenta demostró su
eficacia al imprimir todos los billetes „continental?
requeridos para pagar los gastos de la revolución y
liberación de los Estados Unidos.

George Washington, quien propone y logra que Estados
Unidos con decreto legal suscrito el 4 de abril de 1792 adopte
como moneda propia al daler mexicano, que pronto comienza a ser
denominado „dollar? bajo la fonética de la lengua
inglesa. La adopción del dólar cumplió una
doble función: eliminó la práctica de
imprimir moneda indiscriminadamente; y, logró que el mundo
se enterará que los Estados Unidos se habían
convertido en una nación unida, soberana e
independiente.

La emisión de dólares sin respaldo
deterioró su cotización frente a otras monedas del
Primer Mundo; la inflación mundial, un suceso desconocido
hasta ese entonces, amenazó con aprisionar a todo el mundo
occidental; se facilitó el financiar e inflar la deuda del
tercer mundo; y, la disciplina monetaria quedó sujeta a la
voluntad de los gobiernos de turno. Europa ordenó dar vida
al dólar, ya dejó de utilizarlo. Mientras que en
América Latina que lo único que hizo fue bautizarlo
la metamorfosis que transformó al dólar de plata,
en dólar de oro y en dólar de papel, continua en el
dólar de tinta con la que se contabiliza nuestra creciente
deuda externa.

El Peso Latino

Al comenzar el Siglo XXI, en los 19 países de
América Latina el dinero circula con 11 nombres distintos:
Peso en Argentina, Chile, Colombia, Cuba, México,
República Dominicana y Uruguay; Colón en Costa Rica
y El Salvador; Boliviano en Bolivia; Real en Brasil; Quetzal en
Guatemala; Lempira en Honduras; Córdoba en Nicaragua;
Guaraní en Paraguay; Nuevo Sol en Perú;
Bolívar en Venezuela; y, Dólar en Ecuador y
Panamá.

El dinero es aceptado como medio de pago por los otros
países excepto del dolar , ni tampoco es valorado en el
mercado de capitales, ni siquiera es admitido en pago por los
acreedores de la deuda externa. Así, aunque todos los
países latinoamericanos han creado su propio dinero,
ninguno ha logrado crear una moneda.

Enseñanzas

La historia del euro comienza por la decisión de
12 naciones de compartir una moneda única. El euro nos
enseña que las metas continentales pueden ser igual de
aplicables en países de diferente tamaño. Los
países latinoamericanos comparten el mismo continente, y
el beneficio es que todos hablamos el mismo idioma poseemos casi
la misma mezcla étnica; conocemos las mismas religiones;
somos parte de la misma historia; gozamos un entorno
geográfico semejante; moldeamos expresiones culturales
paralelas; entendemos las mismas pautas artísticas entre
otros elementos importantes en nuestra actualidad.

El patriotismo de Latinoamérica posee
símbolos bandera, himno, y una historia que retumba en
cada uno de las ciudades y pueblos de cada país. Es
importante destacar que los países de América
Latina decidan compartir una misma moneda: el peso
latino

Un atajo

Es importante tomar en cuenta que en la creación
del peso latino, se requiere transitar por al menos uno de los
siguientes tres senderos alternativos: el primero, que es el
más tradicional, requeriría decretar una zona
comercial en la cual la única moneda de pago sería
el peso latino; el segundo sendero demandaría que, como en
el caso del euro, los países participantes fijen ciertas
metas económicas a las que todos tendrían que
someterse; y, el tercer sendero, consistiría en encontrar
un atajo que evite tener que recorrer los dos senderos
anteriores. América Latina ha venido intentando recorrer
el primer camino, el de la integración. Pero todos los
esfuerzos, ya lo vimos, se han diluido en innumerables citas
cumbres, conferencias y seminarios de jerarquía
internacional, en cuyos archivos se conservan atesoradas algunas
piezas de brillante oratoria diplomáticamente
inocua.

A pesar de que en cada país existe una moneda
distinta en la América Latina actual el dólar es
utilizado para pagar al menos lo siguiente: la totalidad de la
deuda externa; más de las nueve décimas partes de
las reservas en divisas; más de las cuatro quintas partes
del comercio con el exterior; alrededor del 85 por ciento de las
inversiones externas; y, casi todos los contratos mercantiles y
financieros de largo plazo. Desde luego, podríamos adoptar
el dólar como dinero propio aunque solo Sea temporalmente
generaría varios costos, algunos de los cuales han sido
bastante publicitados. Con todo esto vendría el deterioro
en la capacidad de controlar las tasas de interés; y, el
ocaso del Banco Central en su función de Prestamista
doméstico.

Pero a pesar de que el dólar traería
muchos beneficios el patrocinio más trascendental, desde
luego, se genera en la meditada esperanza de que la
creación del peso latino abrirá de par en par las
puertas de la unidad de América Latina.

Partes: 1, 2, 3
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