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Antología de textos de lectura para el primer grado de educación secundaria (página 4)



Partes: 1, 2, 3, 4

  • ¿Quién narra la historia de Calixto
    Garmendia? ¿y a quién se la cuenta?

____________________________________________________________________

____________________________________________________________________

  • ¿Cómo concluye la historia de don
    Calixto Garmendia?

_______________________________________________________________

COMPRENSIÓN DE LECTURA

  • ¿Por qué Calixto
    Garmendia no era bien visto por las autoridades del
    pueblo?

_________________________________________________________________

  • ¿Por qué las autoridades
    echaron mano al terreno de Calixto Garmendia?
    ¿qué ocurrió?

______________________________________________________________________________

  • ¿Por qué Calixto
    Garmendia afirmaba: "El día que el Perú tenga
    justicia, será grande? Explica.

_____________________________________________________________________

LECTURA INFERENCIAL

  • Si las autoridades echaban mano a las
    tierras de los blancos y no al terreno de Calixto Garmendia,
    ¿qué hubiera sucedido?

________________________________________________________________________

LECTURA INTERPRETATIVA

  • ¿Qué problemática
    social denuncia Ciro Alegría a través de
    "Calixto Garmendia"? Explica.

_______________________________________________________

LECTURA CRÍTICA

  • Cuando las autoridades cometen abusos
    en el pueblo, ¿tú cómo actúas?
    ¿eres permisivo, crítico?

______________________________________________________________________

CREATIVIDAD

  • Escenifica con tus compañeros y
    compañeras la interesante historia de Calixto
    Garmendia.

PARA INVESTIGAR

  • ¿Qué es el liderazgo?
    ¿qué cualidades personales, morales y sociales
    debe tener un líder?

________________________________________________________________

12. Averigua sobre la enfermedad llamada
tifo.

______________________________________________________________________

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CRONWELL JARA JIMÉNEZ

LA HORMIGA QUE QUERÍA SER
ESCRITORA

Era una hormiga muy pequeña, insignificante si se
la comparaba con los demás animales de la tierra. Pero era
muy voluntariosa.

Quería ser escritora, pero sus demás
amigos que habían tenido también sus mismos deseos,
arrepentidos ahora, mucho la habían tratado de desanimar.
La hormiga los escuchó con paciencia pero no les hizo
caso. Ella, obstinada, quería ser escritora.

  • Pues, si quieres serlo, mira esa pesada roca -le
    aconsejó una anciana hormiga de mucha experiencia,
    señalándole una enorme peña en la orilla
    del camino.

  • ¡Guau! -exclamó la hormiga que
    quería ser escritora -¡A mi lado es del
    tamaño de una montaña!

  • Si quieres ser escritora tendrás que
    levantarla para que llegues a descubrir la cueva que ella
    oculta. Si lo logras, se te abrirán ante los ojos las
    cosas más maravillosas que jamás has imaginado.
    ¡Allí se guardan las experiencias, las
    sabidurías y los sueños de los más
    grandes escritores! -explicó emocionada la vieja
    hormiga, acariciándose la blanca barba.

  • ¡Claro que sí moveré esa
    montaña! -sin dudar, dijo la pequeña
    hormiga.

  • ¿Estás segura? ¿Estás
    muy segura que lo harás?

  • ¡Espera y verás! -le dijo impaciente la
    hormiga que quería ser escritora.

  • Calma, entonces -la serenó la vieja hormiga-.
    Permíteme ayudarte. Toma, recibe estas cuatro
    bolsitas.

  • ¿Qué son? ¿Qué
    contienen?

La vieja hormiga le dijo:

  • Las utilizarás cuando estés en apuros.
    La primera contiene rocíos de "Ingenio y Astucia"; la
    segunda, rocíos de "Fuerza y Perseverancia"; la
    tercera, rocíos de "Autenticidad y Espejo de sí
    mismo"; y la cuarta, rocíos de
    "Experiencia".

La vieja hormiga se fue, y la hormiga que quería
ser escritora quedó sola, muy sola.

Y se enfrentó ante la roca, ¡era grande y
seguramente más pesada de lo que había imaginado!;
pero, sin embargo, no se desanimó.

Iba a intentar levantarla y hacerla a un lado, cuando
una enorme culebra se encaramó sobre la roca y se
enroscó ahí para solearse.

– ¡Sal de la roca, culebra! -le
gritó.

La culebra alzó la cabeza para ver quién
la molestaba y se rió burlona al ver que era una
pequeña criatura.

– ¿Y para qué quieres que
salga?

  • Para levantar y apartar la roca sobre la que
    tú estás. Tu peso es un obstáculo sobre
    otro obstáculo, pero, si tú sales, estoy segura
    de poder alzarla. ¡Vete ya!

La culebra carcajeó y se enroscó
más.

  • Pues, ¡no quiero salir! Yo aquí estoy
    muy bien bajo este sol tan agradable -dijo y cerrando los
    ojos, se preparó para dormir -; además,
    ¿por qué tú, una miserable hormiga,
    tienes tanto interés en apartar esta roca tan
    grande?

  • ¡Porque quiero ser escritora!
    -respondió la pequeña -. Y al apartar la roca
    me veré ante una cueva. Mis ojos se llenarán de
    cosas maravillosas. Y tendré experiencia,
    sabiduría…

La culebra entonces abrió los ojos para ver a la
hormiga con mucho respeto. Sin duda estaba ante un insecto
interesante. Pero dijo:

  • Bah, ¡vete y déjame dormir!
    Además… ¿Qué podrías
    hacerme si no lo hago? -y se quedó dormida.

– ¿Ah, sí? -exclamó molesta la
hormiga-. Pues, te las verás conmigo.

Y se dispuso a luchar. Pero, ¿Cómo
podría luchar una pequeñísima hormiga contra
una enorme culebra, por lo demás: indiferente e
ignorante?

Recordó las bolsitas y abrió la primera,
de la que bebió una gotita de rocío y, con gran
astucia, escaló sobre la cima de la montaña. Segura
de que iba a ganar porque se tenía mucha fe, con gran
ingenio pícara picó en la cola de la
culebra.

La enroscada gritó y saltó en el aire como
si la estuvieran comiendo viva:

– ¡Ay! -se dolió- ¿Quién es
el gigante invisible que me quiere tragar entera?

Y escapó de la roca saltando como un rayo,
alejándose para jamás volver. La hormiga
volvió a colocarse ante la roca, pero cuando
intentó otra vez alzarla apareció un gavilán
y se posó sobre la cima.

– ¡Gavilán, sal de la roca! -se
molestó la hormiga.

Era un gavilán de pico filoso y garras grandes y
duras como el acero.

– ¿Y para qué quieres que salga? -le
respondió.

– Porque quiero ser escritora -contestó orgullosa
la hormiga.

El gavilán la miró con atención y
con mucha envidia, le dijo:

  • Ah, yo también quise ser escritor,
    ¡siendo un señor gavilán! Pero nunca lo
    he sido, aunque ves mi prestancia, la belleza de mis plumas y
    mi vuelo maravilloso, no sé por qué. Pero
    tú, insecto despreciable, qué lo vas a
    ser.

  • Eres el peso que está demás en la roca
    que estoy por levantar -le indicó la hormiga-. Si
    sales, estoy segura de alzarla.

– ¿Y para qué quieres moverla?

  • La roca cubre la entrada a una cueva. Si logro
    ingresar, mis ojos se llenarán de cosas maravillosas.
    Y obtendré experiencia, sabiduría.

El gavilán le tuvo odio y, soberbio,
acrecentó su envidia:

  • Pues, si es así, ¡no saldré! Si
    yo que gozo de la libertad y de los cielos del universo y
    además de ser ave de plumaje espléndido, no he
    podido ser escritor, ¡tú tampoco lo
    serás!… Y vete, que te podría aplastar, si yo
    quisiera, bajo mis garras. Además ¿qué
    guerra podrías darme si no salgo? -dijo y, en un gesto
    de amenazante poder, batió airoso las alas.

– ¿Ah, sí? -reclamó con gran valor
la hormiga -¡Pues, te las verás conmigo!

El duelo ya estaba pactado. Pero no bien aceptó
el reto la hormiga, el poderoso viento surgido de las alas del
gavilán, con gran menosprecio la arrojó lejos, por
los aires.

"Por lo visto, este gavilán es soberbio y
envidioso", meditó la hormiga. Y sacando la segunda
bolsita, bebió su rocío.

Al verla volver, "qué terca", dijo el
gavilán y agitando sus alas nuevamente hizo gran viento. Y
hecho esto, quedó dormido, creyendo que aquel
ridículo insecto ya no molestaría.

El gran viento, para la hormiga, fue como una tempestad;
pero perseverando sacó fuerzas y se agarró bien con
su patitas para seguir avanzando.

Con mucha paciencia subió sobre un arbusto que
había al lado de la roca, encaramó sus ramas y
descolgó de una hoja sobre la cabeza del gavilán.
Era color tierra y no tan bello como el mismo gavilán
decía. Con sigilo ingresó a uno de sus
oídos. Y ya dentro, gritó:

  • ¡Te dije que te fueras, feo gavilán!
    ¡Y bien te lo advertí! -y testaruda,
    picándole ahí, en el pequeño agujero-:
    ¡Vete! ¡Lárgate ya!

El gavilán saltó en el aire creyendo que
acaso le había picado una gran avispa, pero no viendo a
nadie:

  • ¡Ay! -gritó acobardada y
    quejándose – ¿Cuál será esa fiera
    tan grande e invisible que habrá querido devorarme,
    empezando por mi cabeza?

Y elevó el vuelo para jamás
volver.

La hormiga saltó a la roca, descendió de
ella y se enfrentó luego bajo su enormidad,
disponiéndose nuevamente a levantarla.

Pero, antes de realizar el esfuerzo, un alacrán
con mucha parsimonia escaló sus paredes y se posó
en la cima.

Sin desalentarse y, por el contrario, volviendo a
mostrar paciencia, la hormiga otra vez
insistió:

– ¡Alacrán, por favor, aléjate de la
roca!

El alacrán, que era brillante como el sol,
alzó el aguijón amenazante y ponzoñoso, y
mirando con el mayor desdén a la hormiga:

– ¿Y para qué demonios quieres tú
que yo salga?

  • Porque quiero ser escritora -contestó esta
    vez con humildad la hormiga. Y si tú sales, yo
    podré levantar la roca. Y entonces ingresaré a
    la cueva. Mis ojos verán cosas maravillosas. Y
    adquiriré experiencias y sabiduría para mi
    oficio.

El alacrán, extrañamente, se
interesó en verdad por lo que oyó. Miró y
remiró desde lo alto a la hormiga y le dijo:

  • Qué curioso. Sin embargo, a mí me
    gustan tanto las lecturas. ¡Y gozo con criticar! Pero,
    es más: sin haberte leído, ¡ya no me
    gusta tu obra! Eres fea, hormiga, y no me caes bien.
    ¡Nunca saldré! Y considérame desde hoy tu
    peor obstáculo. ¿Y quieres saberlo por
    qué? Muy bien, pues: ¡mira, mira este
    aguijón donde guardo mi ponzoña!

– No te temo -le amenazó la hormiga-.
Tendré entonces que enfrentarte.

  • Ni lo intentes. Si me muevo será sólo
    para devorarte, despreciable criatura. Además,
    ¿qué podrías hacerme? ¡Me dan risa
    tus amenazas! Vete y déjame dormir.

– ¡Ah, sí! -aceptó el reto la
hormiga – ¡Pues, te las verás conmigo!

Pero, reflexionó: "¿cómo
podría vencerlo?"

Con paciencia y segura de sus habilidades, la hormiga
volvió a escalar el arbusto, encaramó la alta rama
justo sobre el gran tórax donde estaban los ojos del
alacrán y, soltando el rocío de la tercera bolsita,
¡chas!, le mojó la visión.

El alacrán que dormitaba, despertó
empapado. Y viéndose por primera vez así mismo,
como ante un espejo:

  • ¡Ay! -gritó -¡Qué
    ridículo y detestable ser! ¡cómo leo la
    más profunda envidia y frustración de artista,
    en sus ojos! Morirás por asustarme, ¡toma!
    ¡y toma! ¡prueba de mi aguijonazo
    maligno!

Saltó el alacrán de la roca y se
hundió por la maleza, quejándose:

  • ¡Ay!, ¡ay!, ¡ay! -y así,
    sin dejar de picarse, desapareció.

Y cuando por fin sola la hormiga que quería ser
escritora se vio ante la enorme roca, antes de intentar alzarla,
se dijo:

  • ¡Pero, caray! Tanto esfuerzo para llegar a
    este final, para de nuevo encontrarme con este, el más
    grande obstáculo, puesto que la piedra no
    podría oírme si yo le hablara que salga por
    ella sola… Pero, no me acobardo. ¡La
    levantaré y llegaré a la cueva!

Sin embargo apareciendo un grillo, nada agresivo, se
impresionó al ver a la hormiga en actitud de querer alzar
la roca.

  • Te he estado observando desde un inicio -le dijo el
    grillo-; y sé que quieres ser escritora. Es admirable,
    pero ¿puedo verte en este tu último
    esfuerzo?

  • Sí -le respondió la hormiga -: con tal
    que no intentes desalentarme. Tendría que luchar
    también contra ti, y no quisiera.

  • Oh no, yo admiro a los escritores -dijo el grillo-,
    y no te interrumpiré en tu destino. Sigue…
    aunque, no olvides. Te queda aún una
    bolsita.

– ¡La de la experiencia! ¡Cierto! -se
alegró la hormiga y tomó su contenido.

La hormiga, entonces, sujetó la enorme piedra,
alta y pesada como podría ser un edificio de cinco pisos;
pero pujó y hábilmente experta, poniendo duras y
tensas las patitas, apretó las uñas firmemente en
la roca; y luego, ¡increíble! ¡el edificio de
roca se movió y fue levantado en peso!

Con fácil naturalidad la hormiga que
quería ser escritora, hizo a un lado la roca. ¡Y
apareció la cueva! Era una enorme biblioteca. ¡Eran
los libros más hermosos! ¡Los títulos
más bellos!

La hormiga que quería ser escritora no
cabía en ella de tanta alegría.

El grillo, no obstante, quedó
perplejo:

  • No puede ser -le dijo a la hormiga-; yo creí
    que habías llegado al final, ¡y tienes que leer
    todos estos libros!

Feliz la hormiga, ya diestra en resolver tantos
problemas, le respondió:

  • Pues me alegro que sea así. Que todo fin sea
    también el principio de un camino. Todos ellos me
    llevarán a mi destino, lo sé: ¡y
    seré escritora!

  • Sin duda que ya lo eres -le dijo llegando a la cueva
    aquella vieja hormiga de la barba blanca-: porque has sabido
    vencer todos los obstáculos que se te
    presentaron.

  • Las cuatro bolsitas mágicas me ayudaron,
    ¡gracias a usted! -le dijo la hormiga joven.

La hormiga anciana le contestó:

  • ¿Qué cuatro bolsitas mágicas?
    ¡No tenían nada, sólo rocío, agua
    y aire! ¡Y nada más! ¡Todo salió de
    ti: fue el poder de tu hermosa imaginación!

GUÍA DE CONTROL DE
LECTURA

ANTES DE LEER:

¿Puede una hormiga ser escritora?

¿Sobre qué tratará el
texto?

LECTURA LITERAL

  • VOCABULARIO: asígnale el significado
    correspondiente a cada palabra:

  • PARSIMONIA:
    ______________________________________________

__________________________________________________________________

  • PONZOÑOSO:______________________________________________________

__________________________________________________________________

  • DESDÉN:__________________________________________________________

__________________________________________________________________

  • RETO:____________________________________________________________

__________________________________________________________________

  • MENOSPRECIO:____________________________________________________

__________________________________________________________________

  • RIDÍCULO:_________________________________________________________

__________________________________________________________________

  • PACIENCIA:________________________________________________________

__________________________________________________________________

  • VOLUNTARIOSA:_____________________________________________________

____________________________________________________________________

  • CIMA:_________________________________________________________________

  • Anota en el paréntesis si los enunciados
    siguientes son verdaderos o falsos:

  • La hormiga que quería ser
    escritora acariciaba siempre su barba
    blanca……………………….(
    )

  • La primera bolsita contenía
    rocíos de "Ingenio y Astucia".
    …………………………………………………………(
    )

  • La vieja hormiga tenía mucha
    experiencia…………… (
    )

RETENCIÓN DE LECTURA

  • ¿Quiénes desanimaban a la joven
    hormiga que quería ser escritora?

_____________________________________________________________________________________

  • ¿Qué le aconsejó una anciana
    hormiga?

__________________________________________________________________________

  • ¿Cuál fue el primer obstáculo
    que se le presentó a la hormiga que quería ser
    escritora?

_____________________________________________________________________

COMPRENSIÓN DE LECTURA

  • ¿Por qué la hormiguita que
    quería ser escritora tenía que levantar una
    pesada roca? Explica.

______________________________________________________________________

  • ¿Qué entiendes por la
    expresión: "Las (Bolsitas) utilizarás cuando
    estés en apuros"?

____________________________________________________________________

  • ¿Por qué la pequeña hormiga
    tuvo la seguridad de mover la pesada roca?

___________________________________________________________________

LECTURA INFERENCIAL

  • 1. Para hacer realidad un sueño o meta
    debemos tener fe.

2. Los que no perseveran triunfan.

3. Si queremos concretar un sueño o deseo debemos
tener fe, perseverancia, paciencia,
imaginación.

LECTURA INTERPRETATIVA

  • En nuestra sociedad a quiénes representan o
    personifican:

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LECTURA CRÍTICA

  • ¿Con qué personaje te identificas?
    ¿por qué razón?

_________________________________________________________________________

________________________________________________________________________

CREATIVIDAD

  • Haz un dibujo imaginando lo que sucedió
    después que la hormiguita descubrió una gran
    biblioteca. Utiliza tu cuaderno de trabajo.

PARA INVESTIGAR

___________________________________________________________________________

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MITO GRIEGO

FAETÓN

Faetón era hijo del Sol y de una mujer mortal. El
joven estaba tan orgulloso de tener por padre a un dios tan
poderoso, que lo proclamaba por todas partes. Pero los hombres y
los dioses no le creían y se burlaban de
él.

Un día, desesperado, Faetón subió
hasta el palacio del Sol. Entró muy decidido hasta el
lugar del trono y se arrojó a los pies de su
padre.

  • Oh, Sol, padre mío -dijo casi sollozando-.
    Pruébales a todos, dioses y mortales, que soy tu
    hijo.

  • Eres mi hijo, por supuesto -respondió el
    Sol-. Quiero que todos lo sepan, mortales y dioses:
    Faetón es mi hijo muy querido.

  • Está bien, padre -replicó
    Faetón-. Pero yo te pedí una prueba. Algo que
    todos puedan ver.

– ¿Qué deseas? -preguntó el
Sol.

– Que me dejes conducir tu carro por un
día.

  • ¡Imposible! -gritó el Sol -.
    ¡Estás loco! Sólo yo puedo conducir ese
    carro. Ni siquiera se lo permito a los otros dioses. Menos te
    lo puedo permitir a ti, que sólo eres un
    semidiós. Recuerda que eres hijo de una mujer
    mortal.

  • Si no me dejas conducir el carro, te negaré
    por padre o te haré quedar por mentiroso ante los
    hombres y dioses.

Tanto protestó Faetón que, finalmente, en
contra de sus deseos, el Sol le prometió entregarle su
carro por un día.

El mundo estaba cubierto por las tinieblas. De pronto
llegó la Aurora y anunció que muy luego
comenzaría el día. En el comienzo del Cielo estaba
preparado el carro del Sol. Era un carro de fuego, con caballos
también de fuego. Su brillo era inmenso. Todos los
días recorría el cielo iluminando la Tierra. Su
conductor era el poderoso dios Sol que llevaba a los caballos con
rienda firme, sin apartarse nunca del camino señalado.
Pero este día, el conductor sería el joven
Faetón.

  • Faetón, ten cuidado. No te apartes del
    camino. No vayas demasiado a prisa. Si el carro de la luz y
    el fuego se aparta del camino, todo el mundo morirá
    quemado y la Tierra será consumida por las
    llamas.

Faetón escuchó apenas las palabras de su
padre; tomó las riendas e hizo partir a los caballos de
fuego.

Estos se encabritaron y se pusieron a correr con todas
sus fuerzas. Faetón trató de dirigirlos o
frenarlos, pero no podía dominar a los forzudos
animales.

Los hombres y los dioses vieron algo espantoso. El carro
del sol se apartaba de su camino y se dirigía hacia la
Tierra. Todos iban a morir horriblemente quemados.

  • ¡Zeus! -gritó el Sol-. ¡No
    permitas que el mundo se acabe!

Zeus, el padre de los dioses y de los hombres, no
vaciló un momento. Tomó el más destructor de
los rayos y con violencia infinita lo lanzó contra
Faetón. Del presuntuoso joven no quedaron sino cenizas. De
un salto inmenso, el Sol llegó hasta el carro arrastrado
por los caballos desbocados. Tomó las riendas con sus
manos inmortales, y el carro de fuego volvió al camino que
tenía que recorrer.

Mientras el Sol volvía a su morada, con inmensa
pena vio que las cenizas de su hijo se esparcían a lo
largo y ancho del cielo. El mundo se había salvado pero su
corazón de padre sufría atrozmente.

GUÍA DE CONTROL DE
LECTURA

ANTES DE LEER:

¿Qué es un mito?

¿Has escuchado hablar de
Faetón?

LECTURA LITERAL

  • VOCABULARIO: Anota en el lado derecho la
    acepción de cada palabra:

  • SOL:
    _______________________________________________________________

____________________________________________________________________

  • ORGULLOSO:________________________________________________________

____________________________________________________________________

  • TRONO:_____________________________________________________________

____________________________________________________________________

  • PRUEBA:____________________________________________________________

____________________________________________________________________

  • DIOS:_______________________________________________________________

____________________________________________________________________

  • TINIEBLAS:__________________________________________________________

____________________________________________________________________

  • FIRME:______________________________________________________________

____________________________________________________________________

  • IRRESISTIBLE:_______________________________________________________

____________________________________________________________________

  • ENCABRITAR:__________________________________________________________________________

  • ZEUS:____________________________________________________________________________________

  • PRESUNTUOSO:______________________________________________________________________________

  • MORADA:____________________________________________________________________________________

  • ESPARCIR:________________________________________________________________________________

RETENCIÓN DE LECTURA

  • ¿En qué lugar se desarrollan los
    hechos?

_________________________________________________________________________________________

  • ¿Quién era el padre del joven
    Faetón? ¿y su madre?

_____________________________________________________________________________

  • ¿Qué pedido hizo el joven
    Faetón a su padre?

___________________________________________________________________________

COMPRENSIÓN DE LECTURA

  • ¿Por qué los hombres y dioses se
    burlaban de Faetón?

_______________________________________________________________

6. ¿Por qué el sol, finalmente,
aceptó el pedido de Faetón? Explica.

__________________________________________________________________________________________

7. ¿Por qué el joven Faetón apenas
escuchó las palabras o consejos de su padre? ¿no le
interesó?

________________________________________________________________________

LECTURA INFERENCIAL

8. De la lectura del texto se puede
inferir:

1. Si prestamos atención a las palabras o
consejos de nuestros padres algún hecho negativo
podría pasarnos.

2. El mundo se quemaría si no seguimos el camino
correcto.

3. Si los hijos prestan atención a los consejos
de sus padres nada malo podría pasarles.

LECTURA INTERPRETATIVA

9. Haz una síntesis del texto.

____________________________________________________________________________________

LECTURA CRÍTICA

  • ¿Qué opinión te merece la
    actuación de Faetón? ¿buena o
    mala?

________________________________________________________________________________

  • ¿Te pareció correcto que el sol
    pidiera la intervención de Zeus? ¿El sol como
    padre de Faetón acaso no era el más indicado
    para solucionar el problema?

_____________________________________________________________________
______________________________________________________________________________

CREATIVIDAD

  • Haz un bonito dibujo respecto al momento preciso en
    que Faetón y los caballos de fuego son impactados por
    el más destructor de los rayos lanzado por Zeus. Usa
    tu cuaderno de trabajo y materiales como: acuarelas,
    témperas, pinceles, colores, etc.

PARA INVESTIGAR

  • Averigua si en tu pueblo o comunidad existe
    algún mito. Conversa con tus profesores, familiares,
    amigos.

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JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
ALTAMIRANO

LA AGONÍA DE RASU
-ÑITI

Estaba tendido en el suelo, sobre una cama de pellejos.
Un cuero de vaca colgaba de uno de los maderos del techo. Por la
única ventana que tenía la habitación, cerca
del mojinete, entraba la luz grande del sol; daba contra el cuero
y su sombra caía a un lado de la cama del bailarín.
La otra sombra, la del resto de la habitación, era
uniforme. No podía afirmarse que fuera oscuridad; era
posible distinguir las ollas, los sacos de papas, los copos de
lana, los cuyes cuando salían algo espantados de sus
huecos y exploraban en el silencio. La habitación era
ancha para ser vivienda de un indio.

Tenía un troje. Un altillo que ocupaba no todo el
espacio de la pieza, sino un ángulo. Una escalera de palo
de lambras servía para subir a la troje. La luz del sol la
alumbraba fuerte. Podía verse cómo varias hormigas
negras subían sobre la corteza del lambras que aún
exhalaba perfume.

  • El corazón está listo.

El mundo avisa. Estoy oyendo la cascada de Saño.
¡Estoy listo! -dijo el dansak´¹ Rasu-
Ñiti².

Se levantó y pudo llegar hasta la petaca de cuero
en que guardaba su traje de dansak´ y sus tijeras de acero.
Se puso el guante en la mano derecha y empezó a tocar las
tijeras.

Los pájaros que se espulgaban tranquilos sobre el
árbol de molle, en el pequeño corral de la casa, se
sobresaltaron.

La mujer del bailarín y sus dos hijas que
desgranaban maíz en el corredor dudaron.

  • Madre ¿has oído? ¿Es mi padre,
    o sale ese canto de dentro de la montaña?
    -preguntó la mayor.

  • ¡Es tu padre! -dijo la mujer.

Porque las tijeras sonaron más vivamente, en
golpes menudos.

Corrieron las tres mujeres a la puerta de la
habitación.

Rasu-Ñiti se estaba vistiendo. Sí. Se
estaba poniendo la chaqueta ornada de espejos.

  • ¡Esposo! ¿Te despides? -preguntó
    la mujer, respetuosamente, desde el umbral. Las dos hijas lo
    contemplaron temblorosas.

  • El corazón avisa, mujer. Llama al Lurucha y a
    don Pascual. ¡Que vayan ellas!

___________________________________

1 Danzak´: danzante de
tijeras.

2 Rasu -Ñiti: en quechua "el que
aplasta la nieve".

Corrieron las dos muchachas.

La mujer se acercó al marido.

  • Bueno. ¡Wamani³ está hablando!
    -dijo él-. Tú no puedes oír. Me habla
    directo al pecho. Agárrame el cuerpo. Voy a ponerme el
    pantalón. ¿Adónde está el sol? Ya
    habrá pasado mucho el centro del cielo.

– Ha pasado. Está entrando aquí.
¡Ahí está!

Sobre el fuego del sol, en el piso de la
habitación, caminaban unas moscas negras.

  • Tardará aún la chiririnka que viene un
    poco antes de la muerte. Cuando llegue aquí no vamos a
    oírla aunque zumbe con toda su fuerza, porque voy a
    estar bailando.

Se puso el pantalón de terciopelo.
Apoyándose en la escalera y en los hombros de su mujer. Se
calzó las zapatillas. Se puso el tapabala y la montera,
entre cintas labradas, brillaban espejos en forma de estrella.
Hacia atrás, sobre la espalda del bailarín,
caía desde el sombrero una rama de cintas de varios
colores.

La mujer se inclinó ante el dansak´. Le
abrazó los pies. ¡Estaba ya vestido con todas sus
insignias! Un pañuelo blanco le cubría parte de la
frente. La seda azul de su chaqueta, los espejos, la tela roja
del pantalón, ardían bajo el angosto rayo de sol
que fulguraba en la sombra del tugurio que era la casa del indio
Pedro Huancayre, el gran dansak´ Rasu -Ñiti, cuya
presencia se esperaba , casi se temía, y era luz de las
fiestas de centenares de pueblos.

  • ¿Estás viendo al Wamani sobre mi
    cabeza? -preguntó el bailarín a su
    mujer.

Ella levantó la cabeza.

– Está -dijo-.Está tranquilo.

– ¿De qué color es?

– Gris. La mancha blanca de su espalda está
ardiendo.

  • Así es. Voy a despedirme. ¡Anda
    tú a bajar los tipis de maíz del corredor!
    ¡Anda!

La mujer obedeció. En el corredor, amarrados de
los maderos del techo, colgaban racimos de maíz de
colores. Ni la nieve, ni la tierra blanca de los caminos, ni la
arena del río, ni el vuelo feliz de las parvadas de
palomas en las cosechas, ni el corazón de un becerro que
juega, tenían la apariencia, la lozanía, la gloria
de esos racimos. La mujer los fue bajando, rápida pero
ceremonialmente.

Se oía ya, no tan lejos, el tumulto de la gente
que venía a la casa del bailarín.

Llegaron las dos muchachas. Una de ellas había
tropezado en el campo y le salía sangre de un dedo del
pie. Despejaron el corredor. Fueron a ver después al
padre.

____________________________________

3 Wamani: espíritu de la montaña que se
presenta en forma de cóndor.

4 Chiririnka: mosca azul.

Ya tenía el pañuelo rojo en la mano
izquierda. Su rostro, enmarcado por el pañuelo blanco,
casi salido del cuerpo, resaltaba, porque todo el traje de color
y luces y la gran montera lo rodeaban, se diluían para
alumbrarlo, su rostro cetrino, no pálido, cetrino duro,
casi no tenía expresión. Sólo sus ojos
aparecían hundidos como en un mundo, entre los colores del
traje y la rigidez de los músculos.

  • ¿Ves al Wamani en la cabeza de tu padre?
    -preguntó la mujer a la mayor de las hijas.

Las tres lo contemplaban, quietas.

– ¿Lo ves?

– No -dijo la mayor.

  • No tienes fuerza aún para verlo. Está
    tranquilo, oyendo todos los cielos, sentado sobre la cabeza
    de tu padre. La muerte le hace oír todo. Lo que
    tú has padecido, lo que has bailado, lo que más
    vas a sufrir.

– ¿Oye el galope del caballo del
patrón?

  • Sí oye -contestó el bailarín, a
    pesar de que la muchacha había pronunciado las
    palabras en voz bajísima -¡Sí oye!
    También lo que las patas de ese caballo han matado. La
    porquería que ha salpicado sobre ti. Oye
    también el crecimiento de nuestro dios que va a tragar
    los ojos de ese caballo. Del patrón no. ¡Sin el
    caballo él es sólo excremento de
    borrego!

Empezó a tocar las tijeras de acero. Bajo la
sombra de la habitación la fina voz del acero era
profunda.

– El Wamani me avisa. ¡Ya vienen!
-dijo.

  • ¿Oyes, hija? Las tijeras no son manejadas por
    los dedos de tu padre. El Wamani las hace chocar. Tú
    padre sólo está obedeciendo.

Son hojas de acero sueltas. Las engarza el dansak
´por los ojos, en sus dedos y las hace chocar. Cada
bailarín puede producir en sus manos con ese instrumento
una música leve, como de agua pequeña, hasta fuego.
Depende del ritmo, de la orquesta y del "espíritu" que
protege al dansak´.

Bailan solos o en competencia. Las proezas que realizan
y el hervor de su sangre durante las figuras de la danza dependen
de quién está asentado en su cabeza y su
corazón, mientras él baila o levanta y lanza
barretas con los dientes, se atraviesa las carnes con leznas o
camina en el aire por una cuerda tendida desde la cima de un
árbol a la torre del pueblo.

Yo vi al gran padre Untu, trajeado de negro y rojo,
cubierto de espejos, danzar sobre una soga movediza en el cielo,
tocando sus tijeras. El canto del acero se oía más
fuerte que la voz del violín y del arpa que tocaban a mi
lado, junto a mí. Fue en la madrugada. El padre Untu
aparecía negro bajo la luz incierta y tierna, su figura se
mecía contra la sombra de la gran montaña. La voz
de sus tijeras nos rendía, iba del cielo al mundo, a los
ojos y al latido de los millares de indios y mestizos que lo
veíamos avanzar desde el inmenso eucalipto a la torre. Su
viaje duró acaso un siglo. Llegó a la ventana de la
torre cuando el sol encendía la cal y el sillar blanco con
que estaban hechos los arcos. Danzó un instante junto a
las campanas. Bajó luego. Desde dentro de la torre se
oía el canto de sus tijeras, el bailarín
iría buscando a tientas las gradas en el lóbrego
túnel. Ya no volverá a cantar el mundo en esa
forma, todo constreñido, fulgurando en dos hojas de acero.
Las palomas y otros pájaros que dormían en el gran
eucalipto, recuerdo que cantaron mientras el padre Untu se
balanceaba en el aire. Cantaron pequeñito, jubilosamente,
pero junto a la voz del acero y a la figura del dansak´ sus
gorjeos eran como una filigrana apenas perceptible, como cuando
el hombre reina y el bello universo solamente parece, lo orna, le
da el jugo vivo a su señor.

El genio de un dansak´ depende de quién
vive en él. ¿El "espíritu" de una
montaña (Wamani), de un precipicio cuyo silencio es
transparente, de una cueva de la que salen toros de oro y
"condenados" en andas de fuego? O la cascada de un río que
se precipita de todo lo alto de una cordillera, o quizá
sólo un pájaro, o un insecto volador que conoce el
sentido de abismos, árboles, hormigas y el secreto de lo
nocturno, alguno de esos pájaros "malditos" o
"extraños", el hakakllo, el chusek´ o el San Jorge,
negro insecto de alas rojas que devora
tarántulas.

Rasu-Ñiti era hijo de un Wamani grande, de una
montaña con nieve eterna. Él, a esa hora, le
había enviado ya su "espíritu". Un cóndor
gris cuya espalda blanca estaba vibrando.

Llegó Lurucha el arpista del dansak´,
tocando, le seguía don Pascual, el violinista. Pero el
Lurucha comandaba siempre el grupo. Con su uña de acero
hacía estallar las cuerdas de alambre y las de tripa, o
las hacía gemir sangre en los pasos tristes que tienen
también las danzas.

Tras de los músicos marchaba un joven:
Atok´Sayku5, el discípulo de Rasu-Ñiti.
También se había vestido. Pero no tocaba las
tijeras; caminaba con la cabeza gacha. ¿Un dansak
´que llora? Sí, pero lloraba para adentro. Todos lo
notaban.

Rasu-Ñiti vivía en un caserío de no
más de veinte familias. Los pueblos grandes estaban a
pocas leguas. Tras de los músicos venía un
pequeño grupo de gente.

  • ¿Ves Lurucha al Wamani? -preguntó el
    dansak´ desde la habitación.

– Sí, lo veo. Es cierto. "Es tu hora".

– ¡Atok´Sayku! ¿Lo ves?

El muchacho se paró en el umbral y
contempló la cabeza del dansak´.

  • Aletea no más. No lo veo bien,
    padre.

  • ¿Aletea?

  • Sí, maestro.

– Está bien. Atok´ Sayku joven.

– Ya siento el cuchillo en el corazón.
¡Toca! -le dijo al arpista.

Lurucha tocó el jaykuy (entrada) y cambió
enseguida el sisinina (fuego hormiga), otro paso de la
danza.

Rasu-Ñiti bailó, tambaleándose un
poco.

El pequeño público entró en la
habitación. Los músicos y el discípulo se
cuadraron contra el rayo de sol. Rasu-Ñiti ocupó el
suelo donde la franja del sol era

____________________________________

5 Atok´ Sayku: que cansa al zorro.

más baja. Le quemaban las piernas. Bailó
sin hervor, casi tranquilo, el jaykuy; en el sisinina sus pies se
avivaron.

-¡El Wamani está aleteando grande;
está aleteando! -dijo Atok´ Sayku, mirando la cabeza
del bailarín.

Danzaba ya con brío. La sombra del cuarto
empezó a henchirse como de una cargazón de viento;
el dansak´ renacía. Pero su cara, enmarcada por el
pañuelo blanco, estaba más rígida, dura; sin
embargo, con la mano izquierda agitaba el pañuelo rojo,
como si fuera un trozo de carne que luchara. Su montera se
mecía con todos sus espejos, en nada se percibía
mejor el ritmo de la danza. Lurucha había pegado el rostro
al arco del arpa. ¿De dónde bajaba o brotaba esa
música? No era sólo de las cuerdas y de la
madera.

  • ¡Ya! ¡Estoy llegando! ¡Estoy por
    llegar! -dijo con voz fuerte el bailarín, pero la
    última sílaba salió como traposa, como
    de la boca de un loro.

Se le paralizó una pierna.

  • ¡Está el Wamani! ¡Tranquilo!
    -exclamó la mujer del dansak ´porque
    sintió que su hija menor temblaba.

El arpista cambió la danza al tono de waqtay (la
lucha). Rasu Ñiti hizo sonar más alto las tijeras.
Las elevó en dirección del rayo de sol que se iba
alzando. Quedó clavado en el sitio; pero con el rostro
aún más rígido y los ojos más
hundidos, pudo dar una vuelta sobre su pierna viva. Entonces sus
ojos dejaron de ser indiferentes; porque antes miraba como en
abstracto, sin precisar a nadie. Ahora se fijaron en su hija
mayor, casi con júbilo.

– El dios está creciendo. ¡Matará al
caballo! -dijo.

Le faltaba ya saliva. Su lengua se movía como
revolcándose en polvo.

  • ¡Lurucha! ¡Patrón! ¡Hijo!
    El Wamani me dice que eres de maíz blanco. De mi pecho
    sale su tonada. De mi cabeza.

Y cayó al suelo. Sentado. No dejó de tocar
las tijeras. La otra pierna se le había
paralizado.

Con la mano izquierda sacudía el pañuelo
rojo, como un pendón de chichería en los meses de
viento.

Lurucha, que no parecía mirar al bailarín,
empezó el yawar mayu (río de sangre), paso final
que en todas las danzas de indios existe.

El pequeño público permaneció
quieto. No se oían ruidos en el corral ni en los campos
más lejanos. ¿Las gallinas y los cuyes
sabían lo que pasaba, lo que significaba esa
despedida?

La hija mayor del bailarín salió al
corredor, despacio. Trajo en sus brazos uno de los grandes
racimos de mazorcas de maíz de colores. Lo depositó
en el suelo. Un cuy se atrevió a salir de su hueco. Era
macho, de pelo encrespado; con sus ojos rojísimos
revisó un instante a los hombres y saltó a otro
hueco. Silbó antes de entrar.

Rasu-Ñiti vio a la pequeña bestia.
¿Por qué tomó más impulso para seguir
el ritmo lento, como el arrastrarse de un gran río turbio,
del yawar mayu éste que tocaban Lurucha y don Pascual?
Lurucha aquietó el endiablado ritmo de este paso de la
danza. Era el yawar mayu, pero lento, hondísimo,
sí, como la figura de esos ríos inmensos, cargados
con las primeras lluvias; ríos, de las proximidades de la
selva que marchan también lentos, bajo el sol pesado en
que resaltan todos los polvos y lodos, los animales muertos y
árboles que arrastran, indeteniblemente. Y estos
ríos van entre montañas bajas, oscuras de
árboles. No como los ríos de la sierra que se
lanzan a saltos, entre la gran luz, ningún bosque los
mancha y las rocas de los abismos les dan silencio.

Rasu-Ñiti seguía con la cabeza y las
tijeras este ritmo denso. Pero el brazo con que batía el
pañuelo empezó a doblarse; murió.
Cayó sin control, hasta tocar la tierra.

Entonces Rasu-Ñiti se echó de
espaldas.

  • ¡El Wamani aletea sobre su frente! -dijo
    Atok´ Sayku.

"Ya nadie más que él lo mira -dijo entre
sí la esposa -.Yo ya no lo veo".

Lurucha avivó el ritmo del yawar mayu.
Parecían que tocaban campanas graves. El arpista no se
esmeraba en recorrer con su uña de metal las cuerdas de
alambre; tocaba las más extensas y gruesas. Las cuerdas de
tripa. Pudo oírse entonces el canto del violín
más claramente.

A la hija menor le atacó el ansia de cantar algo.
Estaba agitada, pero, como los demás, en actitud solemne.
Quiso cantar porque vio que los dedos de su padre que aún
tocaban las tijeras iban agotándose, que iban
también a helarse. Y el rayo de sol se había
retirado casi hasta el techo. El padre tocaba las tijeras
revolcándolas un poco en la sombra fuerte que había
en el suelo.

Atok´Sayku se separó un
pequeñísimo espacio de los músicos. La
esposa del bailarín se adelantó medio paso de la
fila que formaba con sus hijas. Los otros indios estaban mudos;
permanecieron más rígidos. ¿Qué iba a
suceder luego? No les habían ordenado que salieran
afuera.

– ¡El Wamani está ya sobre el
corazón! -exclamó Atok´Sayku,
mirando.

Rasu -Ñiti dejó caer las tijeras. Pero
siguió moviendo la cabeza y los ojos.

El arpista cambió de ritmo, tocó el illapa
vivon (el borde del rayo). Todo en las cuerdas de alambre, a
ritmo de cascada. El violín no lo pudo seguir. Don Pascual
adoptó la misma actitud rígida del pequeño
público, con el arco y el violín colgándole
de las manos.

Rasu -Ñiti movió los ojos; la
córnea, la parte blanca, parecía ser las más
viva, la más lúcida. No causaba espanto. La hija
menor seguía atacada por el ansia de cantar, como
solía hacerlo junto al río grande, entre el olor de
flores de retama que crecen a ambas orillas. Pero ahora el ansia
que sentía por cantar, aunque igual en violencia, era de
otro sentido. ¡Pero igual en violencia!

Duró largo, mucho tiempo, el illapa vivon.
Lurucha cambiaba la melodía a cada instante, pero no el
ritmo. Y ahora sí miraba al maestro. La danzante llama que
brotaba de las cuerdas de alambre de su arpa, seguía como
sombra el movimiento cada vez más extraviado de los ojos
del Dansak´; pero lo seguía. Es que Lurucha estaba
hecho de maíz blanco, según el mensaje del Wamani.
El ojo del bailarín moribundo, el arpa y las manos del
músico funcionaban juntos; esa música hizo
detenerse a las hormigas negras que ahora marchaban de perfil al
sol, en la ventana. El mundo a veces guarda un silencio cuyo
sentido sólo alguien percibe. Esta vez era por el arpa del
maestro que había acompañado al gran dansak´
toda la vida, en cien pueblos, bajo miles de piedras y de
toldos.

Rasu Ñiti cerró los ojos. Grande se
veía su cuerpo. La montera le alumbraba con sus
espejos.

Atok´Sayku saltó junto al cadáver.
Se elevó ahí mismo, danzando; tocó las
tijeras que brillaban. Sus pies volaban. Todos lo estaban
mirando. Lurucha tocó el lucero kanchi (alumbrar de la
estrella), del wallpa wak´ay (canto del gallo) con que
empezaban las competencias de los dansak´, a la media
noche.

  • ¡El Wamani aquí! ¡en mi cabeza!
    ¡en mi pecho, aleteando! -dijo el nuevo
    dansak´.

Nadie se movió.

Era él, el padre "Rasu Ñiti", renacido,
con tendones de bestia tierna y el fuego de Wamani, su corriente
de siglos aleteando.

Lurucha inventó los ritmos más
intrincados, los más solemnes y vivos. Atok´Sayku
los seguía, se elevaban sus piernas, sus brazos, su
pañuelo, sus espejos, su montera, todo en su sitio. Y
nadie volaba como ese joven dansak´; dansak´
nacido.

  • ¡Está bien! -dijo Lurucha-.
    ¡Está bien! Wamani contento. Ahistá en tu
    cabeza, el blanco de su espalda como el sol del
    mediodía en el nevado brillando.

– ¡No lo veo! -dijo la esposa del
bailarín.

– Enterraremos mañana al oscurecer al padre "Rasu
Ñiti".

  • No muerto. ¡Ajajayllas! -exclamó la
    hija menor-. No muerto. ¡Él mismo!
    ¡bailando!

Lurucha miró profundamente a la muchacha. Se le
acercó, casi tambaleándose, como si hubiera tomado
una gran cantidad de cañazo.

  • ¡Cóndor necesita paloma! ¡Paloma,
    pues, necesita cóndor! ¡Dansak´ no muere!
    -le dijo.

– Por dansak el ojo de nadie llora. Wamani es
Wamani.

GUÍA DE CONTROL DE
LECTURA

ANTES DE LEER:

¿Qué ideas te sugiere el título del
texto?

¿Sabes alguna información sobre la vida de
José María Arguedas Altamirano?

¿Quién será
Rasu-Ñiti?

LECTURA LITERAL

  • Con el apoyo de tu diccionario anota el significado
    de los términos:

  • ARPA:_______________________________________________________

  • CÓRNEA:___________________________________________________

  • ESPANTO:__________________________________________________________________

  • MONTERA:______________________________________________________________

  • MOJINETE:______________________________________________________________________________

  • TROJE:__________________________________________________________________

  • PETACA:________________________________________________________________

  • TAPABALA:_________________________________________________________________

  • TIPIS:___________________________________________________________________________________

  • TRAPOSA:_________________________________________________________

LECTURA DE RETENCIÓN

  • ¿En qué lugar o ambiente se encontraba
    el bailarín?

_________________________________________________________________

  • ¿Cuál era el nombre del
    dansak´?

______________________________________________________________________________

  • ¿Qué hecho sucedió en torno al
    gran dansak´ Rasu -Ñiti? ¿Lo
    recuerdas?

______________________________________________________________

COMPRENSIÓN DE LECTURA

  • ¿Por qué en la habitación del
    dansak´ no todo era oscuridad? Explica

________________________________________________

  • ¿Qué quiere decir "la
    habitación era ancha para ser vivienda de un indio"?
    ¿un indio no merece vivir dignamente?

_______________________________________________________________________________

  • En la habitación del dansak´ caminaban
    unas moscas negras, ¿qué significado/mensaje
    poseían esos insectos? ¿y la chiririnka (mosca
    azul)?

________________________________________________________________________________

  • ¿Por qué el joven Atok ´Sayku
    también se había vestido de dansak´?
    ¿quién era él?

___________________________________________________________________

LECTURA INFERENCIAL

  • ¿Por qué los danzantes de tijeras usan
    zapatillas y no zapatos? Explica.

___________________________________________________________________________

LECTURA INTERPRETATIVA

  • ¿En el fondo, qué pretendió
    demostrar el gran dansak´, Pedro Huancayre, con la
    ejecución de su último baile?
    Explica.

____________________________________________________________

LECTURA CRÍTICA

  • En el texto se dice que Rasu-Ñiti era hijo de
    un Wamani grande (espíritu de la montaña),
    ¿las montañas pueden tener hijos?
    ¿qué opinas?

__________________________________________________________

CREATIVIDAD

  • Dibuja la casa del dansak´ teniendo en cuenta
    los elementos que siguen: habitación, cama de
    pellejos, escalera, troje, corredor, nieve, montaña,
    eucalipto.

PARA INVESTIGAR

  • ¿Qué sabes acerca de las danzas en el
    Perú?

_____________________________________________________________________

  • ¿En qué departamentos del Perú
    existen los danzantes de tijeras?

______________________________________________________________________________

Monografias.com

Anexo
biográfico

ABRAHAM VALDELOMAR PINTO

: Poeta, narrador, cronista, ensayista, político.
Nació en Ica el 16 de abril de 1888. Hijo de Anfiloquio
Valdelomar y de Carolina Pinto. Apareció como
caricaturista en las revistas Aplausos y Silbidos, Actualidades,
Monos y Monadas, Cinema, Gil Blas y Siluetas entre 1907 y 1909.
Ingresa a la Escuela de Ingenieros, que luego abandona para
matricularse en la Facultad de Letras de la Universidad de San
Marcos, en 1911. Figuró luego como escritor en
Contemporáneos, Ilustración Peruana, Variedades y
el Diario. Entre su producción literaria se puede
mencionar: La ciudad muerta, La ciudad de los Tísicos,
El beso de Evans, Cuentos Chinos, Cuentos Yanquis, Los hijos del
sol, El caballero Carmelo, Los amores de Pizarro, Luna Park,
otros
. Muere trágicamente al asistir a una
reunión en la ciudad de Ayacucho, el 3 de diciembre de
1919.

CIRO ALEGRÍA
BAZÁN

: Novelista, periodista y político. Nació
el 04 de noviembre de 1909 en el distrito de Sartimbamba de la
provincia de Huamachuco (La Libertad). Sus padres fueron
José Alegría Lynch y Herminia Bazán Lynch.
Gran parte de su niñez transcurrió en la hacienda
Marcabal Grande. En 1930, ingresa a cursar estudios en la
Facultad de Letras de la Universidad de Trujillo. Realizó
una activa vida política como miembro del partido aprista.
Estuvo preso primero en Trujillo, después en Lima y, por
último, fue desterrado a Chile. En ese país
sureño escribe sus tres grandes novelas: La serpiente
de oro (1935), Los perros hambrientos (1939) y El mundo es ancho
y ajeno (1941
). Murió en Chaclacayo el 17 de febrero
de 1967.

GABRIEL GARCÍA
MÁRQUEZ

: Periodista y novelista colombiano. Nació en
Aracataca el año 1928. Estudió derecho y ciencias
políticas en la Universidad Nacional de Bogotá. En
1948 se trasladó a Cartagena, iniciándose como
periodista en el diario El universal. En 1967 apareció su
obra Cien Años de soledad, la misma que tuvo gran
acogida por parte de la crítica y del público. Su
vasta producción literaria, que le mereció en 1982
el Premio Nobel de Literatura, comprende El otoño del
patriarca, Crónica de una muerte anunciada, El amor en los
tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba,
Ojos de perro azul, Historia de un naufragio, el secuestro,

etc.

ENRIQUE LÓPEZ
ALBÚJAR

: Abogado, periodista, escritor. Nació en
Chiclayo el 23 de diciembre de 1872. Terminó su
educación secundaria en Lima. Junto con José Santos
Chocano y Mariano H. Cornejo editó el semanario de combate
La cachiporra. En 1904, fundó en Piura su semanario El
amigo del pueblo. Trabajó en el diario la Prensa. Fue
nombrado juez de primera instancia en Huánuco en febrero
de 1917. Sus obras son: Cuentos andinos, Nuevos cuentos
andinos, La mujer Diógenes, Cuentos de arena y sol, Las
caridades de la señora Tordoya, El hechizo
de
Tomayquichua, Matalaché, otras. Falleció en
Lima en 1966.

JULIO RAMÓN RIBEYRO
ZÚÑIGA

: Escritor peruano. Nació en Lima el 31 de agosto
de 1929. Estudió en el colegio Champagnat de Miraflores.
En la universidad Católica de Lima se preparó en
letras y derecho. Viajó a España, Francia, Alemania
y Bélgica. Al regresar al Perú en 1958, fue
nombrado catedrático en la Universidad de San
Cristóbal de Huamanga. Sus libros son: La palabra del
mundo, Los geniecillos dominicales, Crónica de San
Gabriel, Los hombres y las botellas, Cuentos de circunstancias,
Cambio de guardia, La juventud en la otra ribera, Prosas
apátridas, La caza sutil, Santiago, el pajarero
,
otros. Falleció el 04 de diciembre de
1994.

CRONWELL JARA JIMENEZ

: Poeta y escritor piurano. Nació el año
1950. En la universidad Nacional Mayor de San Marcos
estudió literatura hispánica. En 1983 participa en
el Encuentro de jóvenes artistas latinoamericanos de la
Habana (CUBA). En 1987 la empresa Avaris Producciones Tv lo
contrata para producir guiones y viajar a Brasil. Entre su
producción literaria se puede mencionar: Hueso duro, La
fuga de Agamenón Castro, Montacerdos, Las huellas del
puma, Patíbulo para un caballo, Don Rómulo
Ramírez, el cazador de cóndores, El asno que
voló a la luna, Babá osaím, cimarrón,
ora por la santa muerta.

CESAR ABRAHAM VALLEJO
MENDOZA

: Poeta peruano. Nació en Santiago de Chuco (La
Libertad) el 16 de marzo de 1892. Fueron sus padres Francisco de
Paula Vallejo Benites y María de los Santos Mendoza
Gurrionero. Estudió secundaria en Huamachuco y superior
(letras y filosofía) en la Universidad de la Libertad. En
1923, viajó a Francia. Conoció España,
Rusia, Alemania. Sus obras más conocidas son: Los
heraldos negros (1918), Trilce (1922), Poemas humanos (publicada
en 1939) y España, aparta de mí este cáliz
(publicada en 1940
). En 1931 escribió sus dos relatos
más difundidos: El tungsteno (novela) y Paco Yunque
(cuento
). Murió el 15 de abril de 1938.

FRANCISCO IZQUIERDO RIOS

: Maestro y escritor peruano. Nació en Saposoa en
1910. Estudió en el Instituto Pedagógico Nacional.
Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1963. Sus escritos
presentan una profunda identidad regional, espíritu
folklorista. En su literatura la selva se presenta como leyenda,
como realidad. Sus obras: Selva y otros cuentos, Ande y selva,
Gregorillo, Los días oscuros, los cuentos de Adán
Torres, Mateo Paiva, el maestro, Sinti, el viborero
, otras.
Murió el 30 de junio de 1981.

JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
ALTAMIRANO

: Literato, profesor, estudioso peruano.
Nació el 18 de enero 1911 en Andahuaylas, Apurímac.
Fue hijo de la señora Victoria Altamirano Navarro y el
abogado Víctor Manuel Arguedas Arellano. De noviembre de
1937 a octubre de 1938 pasó sus días en
prisión por motivos políticos. En enero de 1958
viaja por primera vez a Europa con beca de la UNESCO para
realizar estudios en España y Francia. El viernes 28 de
noviembre de 1969 una bala de acero le destroza el cráneo
y después de lenta agonía fallece el martes 2 de
diciembre. Su obra novelística está compuesta por 6
títulos: Yawar fiesta (1941), Diamantes y pedernales
(1954), Los ríos profundos (1958), El sexto (1961), Todas
las sangres (1964) y El zorro de arriba y el zorro de abajo
(1971).

ENRIQUE CONGRAINS
MARTÍN

: Escritor peruano. Nació en Lima en 1932.
Fue ambulante, editor de libros, etc. Retrata las formas de vida
en los barrios marginales con su degradación,
hacinamiento, desnutrición, delincuencia. Sus obras son:
Lima, hora cero, Kikuyo, Domingo en la jaula de estera, No una
sino muchas muertes.

Bibliografía
revisada

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Septiembre S.A.C., Primera edición, Lima, marzo del
2010.

ALEGRÍA BAZAN, Ciro: La Serpiente de Oro,
Editorial Rocarme S.A., Perú, mes de mayo 1981.

ARGUEDAS ALTAMIRANO, José María: La
agonía de Rasu Ñiti, editorial septiembre S.A.C,
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ARGUEDAS ALTAMIRANO, José María: Agua y
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BASADRE GROHMANN, Jorge: Equivocaciones-ensayos sobre
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BASADRE GROHMANN, Jorge: Historia de la república
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BURGOS CAMPOS, Gabriela Rocío y BECERRA LINARES,
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CÁCERES CHAUPÍN, José : Literatura
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Genio Estudiante.

CHIHUALA PECHE, Jaime: Kachkaniraqmi.

CONGRAINS MARTIN, Enrique: Lima, hora Cero, Populibros
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CUEVA SEVILLANO, Alfonso (ed.): Diccionario
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GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel: Relato de un
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IZQUIERDO RÍOS, Francisco: El bagrecico,
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JARA JIMÉNEZ, Cronwell: El asno que voló a
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AUTOBIOGRAFÍA DE MARCOS ANTONIO CASTRO
MORENO

Nací en una humilde vivienda (que ya no existe)
de la calle Frías el 11 de junio de 1973 en el luchador
distrito de Tambogrande. Mi progenitor, un comerciante de aves,
Alfonso Castro Navarro y mi madre, una honesta tambograndina,
Clara Ida Moreno Pacherres. Soy el primero de siete hermanos:
David (fallecido), Liliana, Pilar, Verónica, Jacqueline
(fallecida) y Katia. En mi niñez, trabajé en el
antiguo camal del pueblo. Fui lustrabotas y vendedor de
cigarrillos. Cursé mis estudios primarios en el centro
educativo Nº 14139 (ex 20). La educación secundaria
la hice en el "Jorge Chávez". Con el ánimo de hacer
realidad una aspiración profesional y con el apoyo de mi
familia seguí estudios en el Instituto superior
Pedagógico Privado "Tambogrande". Allí me
formé para profesor de Lengua y Literatura entre 1993 y
1997.

He laborado como docente en la I.E 15018 coronel
"Andrés Rázuri" (1998 – 2002), Instituto Superior
Tecnológico "San Martín de Porras" (2000 -2002),
CES. "Amauta" de Silahuá -Frías (2005), "San
Lorenzo" de Cruceta (2005), I.E Nº 15111 Chica Alta (2007),
"Horacio Zeballos Gámez" de Malingas (2008), I.E.P
"Sócrates" (2008), "José María Arguedas" de
Pampa Elera Alta -Las Lomas (2009), I.N.A Nº 54-Tambogrande
(2010), "Magdalena Seminario de Llirod" -Piura (2011).

Desde el 2004 comparto mi vida, problemas y anhelos con
Rosa Melva Jara Zapata y mi hijo Pável Mijail.

En lo intelectual participé en la
elaboración de la tesis "Diseño y aplicación
de una estrategia metodológica para la enseñanza
aprendizaje de las categorías gramaticales";
asesoré el proyecto de investigación "La pretendida
actividad minera en Tambogrande y su impacto negativo en la salud
pública". Tengo escrito un folleto titulado "Vida y obra
de César Vallejo: ejemplo de las actuales generaciones".
He terminado dos libros: "Las mil y una maravillas de la lectura
-colección de textos para el primer grado de
educación secundaria" y "Teniente, Poniente,
Líbrame de esta muerte" (historias y relatos). Tengo en
mente la publicación de un poemario y otro libro de
relatos.

A Rosa y Pável por animarme
siempre a seguir de pie.

"A la memoria de Sáshenka
Milenka,mi pequeña, que no vio la luz
terrenal".

AGRADECIMIENTO

Al MSG. Abel Amancio Martínez
Gómez, docente de la Universidad Nacional de Piura, por
sus significativos aportes académicos en bien de la
presente obra.

 

 

Autor:

Prof. Marcos Antonio Castro
Moreno.

 

Partes: 1, 2, 3, 4
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