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La contaminación ambiental y la explosión demográfica



Partes: 1, 2, 3

  1. Desequilibrio
    ecológico
  2. Contaminación del aire y del
    agua
  3. Contaminación del mar y del
    suelo
  4. Contaminación radioactiva y
    sonora
  5. Explosión
    demográfica
  6. Prevención de contaminación
    ambiental
  7. Conservación del agua y el
    aire
  8. Conservación del suelo y la riqueza
    selvática
  9. Unidades de
    conservación

CAPITULO I

Desequilibrio
ecológico

El medio ambiente incluye las propiedades
físicas que pueden ser descritas como la suma de factores
abióticos locales, como el clima y la geología, y
los demás organismos que comparten ese hábitat. Un
ecosistema es un sistema constituido por los seres vivos
existentes en un lugar determinado con todo su entorno:
vegetales, montañas, ríos, animales, insectos, etc.
Constituyen un sistema vivo, y todas las interacciones y
relaciones entre ellos, hacen posible que estén
vivos.

I.1. Consecuencias del desequilibrio
ecológico.

La destrucción de la capa de ozono
que rodea nuestra atmósfera debido a las emisiones de CFC
(cloro-fluorcarbonos) y los gases de metano.

La estremecedora destrucción de la
que es la principal fábrica de oxígeno de nuestro
planeta.

La lluvia ácida y los incendios
forestales de grandes espacios de la tierra.

La esterilización de la "madre
tierra", cuya causa ha sido el uso de fertilizantes
químicos y plaguicidas, así como la
deforestación y la utilización excesiva de los
suelos agrícolas.

La explosión demográfica, que
nos plantea un grande interrogante: ¿qué
será de nuestra humanidad con una población tres
veces mayor que la actual?.

La contaminación humana, que procede
de la expansión acelerada de la
población.

La deficiente e insuficiente
educación ecológica o ambiental.

I.2. Causas del desequilibrio
ecológico

Las causas que han llevado a la humanidad a esta grave
situación las podríamos resumir
esquemáticamente así:

  • El deterioro del medio:

  • Contaminación de la
    atmósfera.

  • Polución de los ríos y los
    mares.

  • Erosión del agro.

  • Destrucción de la fauna y de la
    flora.

  • La disminución y el rápido agotamiento
    de los recursos naturales:

  • Sociedad de consumo y de despilfarro.

  • Explotación masiva e irracional de las
    materias primas no renovables, como el petróleo y la
    mayoría de los minerales.

  • Uso irracional y mala distribución del
    agua.

  • I.3. Caso de desequilibrio
    ecológico

    A veces, una especie animal o vegetal depende tanto
    del ambiente en el que vive que no podría existir
    fuera de ese lugar. Por ejemplo, los koalas australianos
    únicamente se alimentan de hojas de una especie de
    eucalipto rojo que se encuentra en algunas partes de ese
    continente. Como sólo comen esto que crece nada
    más que en Australia, los koalas solo pueden vivir
    allí. Así, la naturaleza es como una gran
    cadena formada por varios eslabones. Y si uno de esos
    eslabones se rompe, se altera el equilibrio de las especies
    que habitan en esa zona. Lamentablemente, la acción
    del hombre, provoca que el equilibrio se rompa y trae
    consecuencias gravísimas. Eso ocurrió hace
    algunos años en Brasil, cuando se pensó que la
    inmensa Selva Amazónica podía utilizarse como
    zona de cultivo. Se talaron miles y miles de árboles,
    uno tras otro, hasta que pudieron realizarse las primeras
    pruebas. Sin embargo, el experimento no resultó,
    porque el suelo –bajo la primera capa de desechos
    orgánicos formada por las hojas en
    descomposición- no era fértil. Y además,
    de no poder cultivar, el hombre comprobó otra cosa:
    había destruido un sector importante de la gran
    reserva natural que hace las veces de "pulmón" del
    continente, ya que los árboles liberan oxígeno.
    Así ocurre que el hombre, a veces, por tratar de
    obtener un beneficio económico, destruye la naturaleza
    y termina destruyéndose a sí mismo.

    CAPITULO II

    Contaminación del aire y del
    agua

    II.1. Contaminación del
    aire

    La contaminación del aire es la que se
    produce como consecuencia de la emisión de sustancias
    tóxicas. Puede causar trastornos tales como ardor en
    los ojos y en la nariz, irritación y picazón de
    la garganta y problemas respiratorios. Bajo determinadas
    circunstancias, algunas substancias químicas que se
    hallan en el aire contaminado pueden producir cáncer,
    malformaciones congénitas, daños cerebrales y
    trastornos del sistema nervioso, así como lesiones
    pulmonares y de las vías respiratorias. A determinado
    nivel de concentración y después de cierto
    tiempo de exposición, ciertos contaminantes del aire
    son sumamente peligrosos y pueden causar serios trastornos e
    incluso la muerte.

    La polución del aire también provoca
    daños en el medio ambiente, habiendo afectado la flora
    arbórea, la fauna y los lagos. La contaminación
    también ha reducido el espesor de la capa de ozono.
    Además, produce el deterioro de edificios, monumentos,
    estatuas y otras estructuras.

    La contaminación del aire
    también es causante de neblina, la cual reduce la
    visibilidad en los parques nacionales y otros lugares y, en
    ocasiones, constituye un obstáculo para la
    aviación.

    II.1.1. Tipos de
    Contaminación

    A) Contaminantes gaseosos: en ambientes
    exteriores e interiores los vapores y contaminantes gaseosos
    aparece en diferentes concentraciones. Los contaminantes
    gaseosos más comunes son el dióxido de carbono,
    el monóxido de carbono, los hidrocarburos, los
    óxidos de nitrógeno, los óxidos de
    azufre y el ozono. Diferentes fuentes producen estos
    compuestos químicos pero la principal fuente
    artificial es la quema de combustible fósil. La
    contaminación del aire interior es producida por el
    consumo de tabaco, el uso de ciertos materiales de
    construcción, productos de limpieza y muebles del
    hogar. Los contaminantes gaseosos del aire provienen de
    volcanes, incendios e industrias. El tipo más
    comúnmente reconocido de contaminación del aire
    es la niebla tóxica (smog). La niebla tóxica
    generalmente se refiere a una condición producida por
    la acción de la luz solar sobre los gases de escape de
    automotores y fábricas.

    El efecto invernadero evita que una
    parte del calor recibido desde el sol deje la
    atmósfera y vuelva al espacio. Esto calienta la
    superficie de la tierra en lo que se conoce como efecto
    invernadero. Existe una cierta cantidad de gases de efecto de
    invernadero en la atmósfera que son absolutamente
    necesarios para calentar la Tierra, pero en la debida
    proporción. Actividades como la quema de combustibles
    derivados del carbono aumentan esa proporción y el
    efecto invernadero aumenta. Muchos científicos
    consideran que como consecuencia se está produciendo
    el calentamiento global. Otros gases que contribuyen al
    problema incluyen los clorofluorocarbonos (CFCs), el metano,
    los óxidos nitrosos y el ozono.

    La lluvia ácida se forma cuando
    la humedad en el aire se combina con el óxido de
    nitrógeno o el dióxido de azufre emitido por
    fábricas, centrales eléctricas y automotores
    que queman carbón o aceite. Esta combinación
    química de gases con el vapor de agua forma el
    ácido sulfúrico y los ácidos
    nítricos, sustancias que caen en el suelo en forma de
    precipitación o lluvia ácida. Los contaminantes
    que pueden formar la lluvia ácida pueden recorrer
    grandes distancias, y los vientos los trasladan miles de
    kilómetros antes de precipitarse con el rocío,
    la llovizna, o lluvia, el granizo, la nieve o la niebla
    normales del lugar, que se vuelven ácidos al
    combinarse con dichos gases residuales.

    El daño a la capa de ozono se
    produce principalmente por el uso de clorofluorocarbonos
    (CFCs). El ozono es una forma de oxígeno que se
    encuentra en la atmósfera superior de la tierra. La
    capa fina de moléculas de ozono en la atmósfera
    absorbe algunos de los rayos ultravioletas (UV) antes de que
    lleguen a la superficie de la tierra, con lo cual se hace
    posible la vida en la tierra. El agotamiento del ozono
    produce niveles más altos de radiación UV en la
    tierra, con lo cual se pone en peligro tanto a plantas como a
    animales.

    El polvo atmosférico (o
    Partículas de materia) es el término utilizado
    para nombrar una combinación de partículas
    sólidas y gotitas líquidas que se encuentran en
    el aire. Algunas partículas son lo suficientemente
    grandes y oscuras para verse en forma de hollín o
    humo. Otras son tan pequeñas que solo pueden
    detectarse con un microscopio electrónico. Cuando se
    respira el polvo, ésta puede irritar y dañar
    los pulmones con lo cual se producen problemas respiratorios.
    Las partículas finas se inhalan de manera fácil
    profundamente dentro de los pulmones donde se pueden absorber
    en el torrente sanguíneo o permanecer arraigadas por
    períodos prolongados de tiempo.

    B) Efectos climáticos:
    generalmente los contaminantes se elevan o flotan lejos de
    sus fuentes sin acumularse hasta niveles peligrosos. Los
    patrones de vientos, las nubes, la lluvia y la temperatura
    pueden afectar la rapidez con que los contaminantes se alejan
    de una zona. Los patrones climáticos que atrapan la
    contaminación atmosférica en valles o la
    desplacen por la tierra pueden, dañar ambientes
    limpios distantes de las fuentes originales. La
    contaminación del aire se produce por toda sustancia
    no deseada que llega a la atmósfera. Es un problema
    principal en la sociedad moderna. A pesar de que la
    contaminación del aire es generalmente un problema
    peor en las ciudades, los contaminantes afectan el aire en
    todos lugares. Estas sustancias incluyen varios gases y
    partículas minúsculas o materia de
    partículas que pueden ser perjudiciales para la salud
    humana y el ambiente. La contaminación puede ser en
    forma de gases, líquidos o sólidos. Muchos
    contaminantes se liberan al aire como resultado del
    comportamiento humano. La contaminación existe a
    diferentes niveles: personal, nacional y mundial.

    II.1.2. Fuentes de
    contaminación

    1. Emisión de humos. Los
    vehículos motorizados, las industrias, especialmente
    fundiciones y procesadoras de pescado, y las quemas de
    bosques, pajonales y basuras, emiten al aire ingentes
    cantidades de humo, que no sólo constituyen un
    contaminante visual, enturbiando la atmósfera, sino
    que también contienen sustancias tóxicas y
    partículas que afectan a la salud humana. El humo de
    los vehículos motorizados contiene monóxido de
    carbono (CO), dióxido de carbono (C02) y plomo. El CO
    es altamente tóxico para los animales y el ser humano,
    porque al ser inhalado bloquea el transporte de
    oxígeno en la sangre y produce anemia.

    2. Emisión de aerosoles. Los aerosoles
    son partículas sólidas o líquidas de
    tamaño muy pequeño y de velocidad de
    caída despreciable, por lo que permanecen suspendidas
    en la atmósfera por periodos muy largos. El humo, el
    polvo, la ceniza volcánica, los freones, los
    óxidos de azufre y nitrógeno, y otras
    sustancias, son aerosoles. Las partículas más
    grandes (más de cinco micrones) son filtradas por la
    nariz y los bronquios. Las de tamaño menor penetran a
    los pulmones y allí pueden ser retenidas. Las
    partículas mayores se adhieren a la piel y a los
    vestidos ensuciándolos. La actividad industrial
    moderna produce enormes cantidades y variedades de aerosoles,
    que amenazan la salud de los humanos y el hábitat, por
    las modificaciones en la constitución de la
    atmósfera, como en el caso de la capa de ozono. Los
    freones, compuestos químicos en base a
    clorofluorocarbono, descomponen el ozono y disminuyen la
    protección contra los peligrosos rayos
    ultravioleta.

    3. Malos olores. Las basuras, las
    deposiciones y ciertas fábricas, como las de harina de
    pescado, emiten sustancias pestilentes, que constituyen la
    contaminación por malos olores.

    4. Radiación atómica. Las
    explosiones atómicas y fallas en los reactores
    contaminan el aire con partículas radioactivas, que se
    depositan en las plantas y en el agua, y con los alimentos
    pasan al ser humano y producen cáncer y alteraciones
    genéticas.

    5. Emisión de ruidos. Los ruidos
    (música a todo volumen, bocinas, escapes de
    vehículos, aviones, etc.), producen alteraciones
    psíquicas en el ser humano (nerviosismo) y
    físicas (sordera). Está demostrado que las
    personas expuestas a ruidos muy intensos pierden gradualmente
    la capacidad auditiva. Esto es especialmente común en
    jóvenes que gustan de oír continuamente
    música a volumen alto en las discotecas y con
    audífonos. Además de distraerles, les ocasiona
    problemas de comunicación.

    ¿Con que se contamina el
    aire?

    Monóxido de Carbono (CO): Es un gas
    inodoro e incoloro. Cuando se lo inhala, sus moléculas
    ingresan al torrente sanguíneo, donde inhiben la
    distribución del oxígeno. En bajas
    concentraciones produce mareos, jaqueca y fatiga, mientras
    que en concentraciones mayores puede ser fatal.

    El monóxido de carbono se produce como
    consecuencia de la combustión incompleta de
    combustibles a base de carbono, tales como la gasolina, el
    petróleo y la leña, y de la de productos
    naturales y sintéticos, como por ejemplo el humo de
    cigarrillos. Se lo halla en altas concentraciones en lugares
    cerrados, como por ejemplo garajes y túneles con mal
    ventilados, e incluso en caminos de tránsito
    congestionado.

    Dióxido de Carbono (CO2): Es el
    principal gas causante del efecto invernadero. Se origina a
    partir de la combustión de carbón,
    petróleo y gas natural. En estado líquido o
    sólido produce quemaduras, congelación de
    tejidos y ceguera. La inhalación es tóxica si
    se encuentra en altas concentraciones, pudiendo causar
    incremento del ritmo respiratorio, desvanecimiento e incluso
    la muerte.

    Clorofluorcarbonos (CFC): Son substancias
    químicas que se utilizan en gran cantidad en la
    industria, en sistemas de refrigeración y aire
    acondicionado y en la elaboración de bienes de
    consumo. Cuando son liberados a la atmósfera,
    ascienden hasta la estratosfera. Una vez allí, los CFC
    producen reacciones químicas que dan lugar a la
    reducción de la capa de ozono que protege la
    superficie de la Tierra de los rayos solares. La
    reducción de las emisiones de CFC y la
    suspensión de la producción de productos
    químicos que destruyen la capa de ozono constituyen
    pasos fundamentales para la preservación de la
    estratosfera.

    Contaminantes atmosféricos peligrosos (HAP):
    Son compuestos químicos que afectan la salud y el
    medio ambiente. Las emanaciones masivas –como el
    desastre que tuvo lugar en una fábrica de
    agroquímicos en Bhopal, India– pueden causar
    cáncer, malformaciones congénitas, trastornos
    del sistema nervioso y hasta la muerte.

    Las emisiones de HAP provienen de fuentes tales como
    fábricas de productos químicos, productos para
    limpieza en seco, imprentas y vehículos
    (automóviles, camiones, autobuses y
    aviones).

    Plomo: Es un metal de alta toxicidad que
    ocasiona una diversidad de trastornos, especialmente en
    niños pequeños. Puede afectar el sistema
    nervioso y causar problemas digestivos. Ciertos productos
    químicos que contienen plomo son cancerígenos.
    El plomo también ocasiona daños a la fauna y
    flora silvestres.

    El contenido de plomo de la gasolina se ha ido
    eliminando gradualmente, lo que ha reducido considerablemente
    la contaminación del aire. Sin embargo, la
    inhalación e ingestión de plomo puede tener
    lugar a partir de otras fuentes, tales como la pintura para
    paredes y automóviles, los procesos de
    fundición, la fabricación de baterías de
    plomo, los señuelos de pesca, ciertas partes de las
    balas, algunos artículos de cerámica, las
    persianas venecianas, las cañerías de agua y
    algunas tinturas para el cabello.

    Ozono (O3): Este gas es una variedad de
    oxígeno, que, a diferencia de éste, contiene
    tres átomos de oxígeno en lugar de dos. El
    ozono de las capas superiores de la atmósfera, donde
    se forma de manera espontánea, constituye la llamada
    "capa de ozono", la cual protege la tierra de la
    acción de los rayos ultravioletas. Sin embargo, a
    nivel del suelo, el ozono es un contaminante de alta
    toxicidad que afecta la salud, el medio ambiente, los
    cultivos y una amplia diversidad de materiales naturales y
    sintéticos. El ozono produce irritación del
    tracto respiratorio, dolor en el pecho, tos persistente,
    incapacidad de respirar profundamente y un aumento de la
    propensión a contraer infecciones pulmonares. A nivel
    de medio ambiente, es perjudicial para los árboles y
    reduce la visibilidad.

    El ozono que se halla a nivel del suelo proviene de
    la descomposición (oxidación) de los compuestos
    orgánicos volátiles de los solventes, de las
    reacciones entre substancias químicas resultantes de
    la combustión del carbón, gasolina y otros
    combustibles y de las substancias componentes de las pinturas
    y spray para el cabello. La oxidación se produce
    rápidamente a alta temperatura ambiente. Los
    vehículos y la industria constituyen las principales
    fuentes del ozono a nivel del suelo.

    Oxido de nitrógeno (NOx): Proviene de
    la combustión de la gasolina, el carbón y otros
    combustibles. Es uno de los principales causas del smog y la
    lluvia ácida. El primero se produce por la
    reacción de los óxidos de nitrógeno con
    compuestos orgánicos volátiles. En altas
    concentraciones, el smog puede producir dificultades
    respiratorias en las personas asmáticas, accesos de
    tos en los niños y trastornos en general del sistema
    respiratorio. La lluvia ácida afecta la
    vegetación y altera la composición
    química del agua de los lagos y ríos,
    haciéndola potencialmente inhabitable para las
    bacterias, excepto para aquellas que tienen tolerancia a los
    ácidos.

    Partículas: En esta categoría
    se incluye todo tipo de materia sólida en
    suspensión en forma de humo, polvo y vapores.
    Además, de reducir la visibilidad y la cubierta del
    suelo, la inhalación de estas partículas
    microscópicas, que se alojan en el tejido pulmonar, es
    causante de diversas enfermedades respiratorias. Las
    partículas en suspensión también son las
    principales causantes de la neblina, la cual reduce la
    visibilidad.

    Las partículas de la atmósfera
    provienen de diversos orígenes, entre los cuales
    podemos mencionar la combustión de diesel en camiones
    y autobuses, los combustibles fósiles, la mezcla y
    aplicación de fertilizantes y agroquímicos, la
    construcción de caminos, la fabricación de
    acero, la actividad minera, la quema de rastrojos y malezas y
    las chimeneas de hogar y estufas a leña.

    Dióxido de azufre (SO2): Es un gas
    inodoro cuando se halla en bajas concentraciones, pero en
    alta concentración despide un olor muy fuerte. Se
    produce por la combustión de carbón,
    especialmente en usinas térmicas. También
    proviene de ciertos procesos industriales, tales como la
    fabricación de papel y la fundición de metales.
    Al igual que los óxidos de nitrógeno, el
    dióxido de azufre es uno de los principales causantes
    del smog y la lluvia ácida. Está estrechamente
    relacionado con el ácido sulfúrico, que es un
    ácido fuerte. Puede causar daños en la
    vegetación y en los metales y ocasionar trastornos
    pulmonares permanentes y problemas respiratorios.

    Compuestos orgánicos volátiles
    (VOC):
    Son substancias químicas orgánicas.
    Todos los compuestos orgánicos contienen carbono y
    constituyen los componentes básicos de la materia
    viviente y de todo derivado de la misma. Muchos de los
    compuestos orgánicos que utilizamos no se hallan en la
    naturaleza, sino que se obtienen sintéticamente. Los
    compuestos químicos volátiles emiten vapores
    con gran facilidad. La emanación de vapores de
    compuestos líquidos se produce rápidamente a
    temperatura ambiente.

    Los VOC incluyen la gasolina, compuestos
    industriales como el benceno, solventes como el tolueno,
    xileno y percloroetileno (el solvente que más se
    utiliza para la limpieza en seco). Los VOC emanan de la
    combustión de gasolina, leña, carbón y
    gas natural, y de solventes, pinturas, colas y otros
    productos que se utilizan en el hogar o en la industria. Las
    emanaciones de los vehículos constituyen una
    importante fuente de VOC. Muchos compuestos orgánicos
    volátiles son peligrosos contaminantes del aire. Por
    ejemplo, el benceno tiene efectos
    cancerígenos.

    II.1.3. Prevención

    Hay muchas formas de ayudar a reducir la
    contaminación del aire. Se puede hacer un aporte
    significativo a la purificación del aire simplemente
    siguiendo (o no, según sea el caso) ciertas
    prácticas sencillas

    Dado que los vehículos contribuyen
    enormemente a la polución del aire mediante la
    emisión de CO2, NOx, ozono, VOC, HAP, CFC y
    partículas volátiles, la modificación de
    los hábitos de conducción contribuirá a
    reducir la misma.

    Reducir el uso del automóvil, usar medios de
    transporte público o bicicleta, caminar más,
    utilizar el automóvil como medio de transporte
    colectivo, etc. constituyen la mejor manera de ayudar a
    reducir la polución atmosférica.

    Si conduce, tenga en cuenta lo siguiente:

    • Evite circular a alta velocidad

    • Cuando compre un vehículo, elija uno
    que tenga alto rendimiento en millas por litro de
    gasolina.

    • No sobrellene el tanque de
    gasolina

    • No cargue gasolina en días de alto
    contenido de ozono. Trate de hacerlo después de que
    oscurezca.

    • Use un modelo de vehículo que sea lo
    más nuevo posible, ya que los modelos nuevos son, en
    general, menos contaminantes.

    • Utilice un vehículo alternativo, como
    por ejemplo el automóvil eléctrico, o uno que
    funcione con otro tipo de combustible.

    • Conduzca suavemente y evite que su
    automóvil permanezca sin uso durante mucho
    tiempo.

    • Si su automóvil es de un modelo
    anterior a 1995, haga cambiar el peligroso sistema de aire
    acondicionado R-12 (clorofluocarbonado) por el R-134-a, que
    es más seguro, con lo cual contribuirá a
    reducir el agujero de ozono.

    • Mantenga su automóvil en buen estado,
    poniendo especial atención en el sistema de
    escape.

    • Asegúrese de que los neumáticos
    tengan la presión de aire adecuada.

    • Mantenga en buen estado el sistema de aire
    acondicionado de su vehículo, asegurándose de
    que no haya filtraciones.

    • Haga menor cantidad de viajes. Planifique su
    itinerario, de manera de evitar las zonas de tránsito
    congestionado.

    • Reduzca el uso de gasolina tanto como le sea
    posible –la forma y el diseño del
    automóvil pueden ser factores determinantes del
    consumo.

    He aquí otras prácticas mediante las
    cuales Ud. puede contribuir a disminuir la
    contaminación del aire:

    • Posponga las tareas de jardinería que
    requieran el uso de herramientas a gasolina en días de
    alto nivel de de ozono.

    • Consuma alimentos orgánicos o al menos
    aquellos no hayan sido sometidos a un uso tan intensivo de
    agroquímicos.

    • Restrinja la limpieza en seco.

    • Evite el uso de pinturas, aceites y solventes
    en días de alta concentración de
    ozono.

    • Reduzca el consumo de electricidad, lo cual
    contribuirá a disminuir las emanaciones de SO2, NOx,
    VOC y partículas.

    • Prenda el carbón de leña con un
    encendedor eléctrico en vez de hacerlo con combustible
    líquido.

    • Restrinja-reutilice-recicle. Un menor consumo
    redundará en menor contaminación
    atmosférica de todo tipo.

    II.2. Contaminación del
    agua

    Los comienzos de la contaminación del
    agua

    La contaminación del agua causada por las
    actividades humanas se comienza a producir desde los primeros
    intentos de industrialización, para transformarse
    luego en un problema tan habitual como
    generalizado.

    Durante la revolución industrial
    (entre la segunda mitad del siglo XVIII y los primeros
    años del siglo XIX) los procesos de producción
    requerían de la utilización de una gran
    cantidad de agua para la transformación de las
    materias primas. A su vez, los efluentes de dichos procesos
    productivos eran vertidos en los cauces naturales de agua sin
    ningún tipo de depuración, con sus desechos
    contaminantes
    correspondientes. Aquí
    comenzó a extenderse el grave problema de la
    contaminación del agua.

    ¿Cómo se produce la
    contaminación del agua?

    Generalmente, la contaminación del agua se
    produce a través de la introducción directa o
    indirecta en los acuíferos o cauces de agua
    (ríos, mares, lagos, etc) de diversas sustancias que
    pueden ser consideradas como contaminantes.

    Existen dos formas principales de
    contaminación del agua:

    Una de ellas tiene que ver con su ciclo natural,
    durante el que puede entrar en contacto con ciertos
    constituyentes contaminantes (como sustancias minerales y
    orgánicas disueltas o en suspensión) que
    existen en la corteza terrestre, la atmósfera y en las
    aguas.

    Pero el otro tipo de contaminación del agua
    -que tiende a ser la más importante y perjudicial- es
    aquella que tiene especial relación con la
    acción del ser humano. Aquí se abre un amplio
    abanico de causas. Entre las más habituales podemos
    mencionar:

    • el vertido de sustancias tóxicas
      residuales de los procesos industriales
      , que son
      arrojados a ríos y lagos.

    • la contaminación derivada del uso de
      pesticidas, fertilizantes y otros químicos en la
      agricultura
      que se escurren desde el suelo hacia
      acuíferos subterráneos o a otras fuentes de
      agua.

    • la basura que es arrojada en las costas y que es
      arrastrada por los cursos del agua, tal como en el caso
      de los gigantescos parches de basura en los
      océanos, formadas con desperdicios que tardan
      cientos o miles de años en degradarse.

    • el uso de combustibles contaminantes en
      embarcaciones, que muchas veces van a parar al mar como
      resultado de la limpieza de las embarcaciones, o bien
      como consecuencia de accidentes, como el
      Prestige.

    • el vertido de las aguas residuales
      provenientes del sistema de aguas de las
      ciudades.

    Actualmente, se leva a cabo un control de la
    contaminación del agua por parte de la
    administración, y se obliga a las empresas
    contaminantes a depurar el agua deshechada.

    II.2.1. Consecuencias de la contaminación
    del agua

    Como sabemos, esa contaminación del agua
    puede llevar a la contaminación de los
    ríos
    , a la contaminación de los
    mares
    , o incluso a la de lagos, embalses, presas…
    A fin de cuentas, todo aquello que contenga agua.

    Esta contaminación afecta para empezar a la
    fauna y a los diferentes seres vivos que pueden vivir en la
    misma. De esta forma los productos contaminantes se introduce
    en la cadena alimenticia, y van invadiendo la misma hasta
    llegar a los eslabones superiores, es decir, nosotros. Al
    alimentarnos de los seres vivos que viven en el agua
    contaminada, como por ejemplo el pescado y el marisco,
    ingerimos y acumulamos las toxinas que ellos consumieron, lo
    que tiene consecuencias fatales a largo plazo, como la
    aparición de enfermedades como alergias, o incluso
    cáncer.

    Además, debemos señalar que el agua
    contaminada puede ser portadora de una gran variedad de
    enfermedades, algunas de ellas mortales.

    Enfermedades producidas por la
    contaminación del agua

    De las 37 enfermedades más comunes entre la
    población de América Latina, 21 están
    relacionadas con la falta de agua y con agua contaminada. En
    todo el mundo estas enfermedades representan 25 millones de
    muertes anuales.

    Las enfermedades transmitidas por medio del agua
    contaminada pueden originarse por agua estancada con criadero
    de insectos, contacto directo con el agua, consumir agua
    contaminada microbiológica o químicamente y
    usos inadecuados del agua. Las enfermedades transmitidas por
    medio de aguas contaminadas, insectos y bacterias son:
    cólera, tifoidea y paratifoidea, disentería
    bacilar y amebiana, diarrea, hepatitis infecciosa,
    parasitismo, filariasis, malaria, tripanosomiasis,
    oncocercosis, schistosomiasis, tracoma, conjuntivitis y
    ascariasis; entre otras. El agua de piscina también
    puede transmitir enfermedades como pie de atleta, garganta
    séptica, infecciones del oído y
    ojos.

    La enfermedad transmitida, los síntomas y su
    tratamiento dependen del tipo de microorganismo presente en
    el agua y de su concentración.

    Las bacterias más comunes seguidos por la
    enfermedad/infección causada y los síntomas
    son:

    Aeromonas spnteritis

    Diarrea muy líquida, con sangre y
    moco

    Campylobacter jejuni

    Campilobacteriosis

    Gripe, diarreas, dolor de cabeza y estómago,
    fiebre, calambres y náuseas

    Escherichia coli

    Infecciones del tracto urinario, meningitis
    neonatal, enfermedades intestinales

    Diarrea acuosa, dolores de cabeza, fiebre, uremia,
    daños hepáticos

    Plesiomonas shigelloides

    Plesiomonas-infección

    Náuseas, dolores de estómago y diarrea
    acuosa, a veces fiebre, dolores de cabeza y
    vómitos

    Salmonella typhi

    Fiebre tifoidea

    Fiebre

    Salmonella sp.

    Salmonelosis

    Mareos, calambres intestinales, vómitos,
    diarrea y a veces fiebre leve

    Streptococcus sp.

    Enfermedad (gastro) intestinal

    Dolores de estómago, diarrea y fiebre, a
    veces vómitos

    Vibrio El Tor (agua dulce)

    Cólera (forma leve)

    Fuerte diarrea

    Las protozoos más comunes seguidos por la
    enfermedad causada y los síntomas son:

    Amoeba

    Disenteria ameboide

    Fuerte diarrea, dolor de cabeza, dolor abdominal,
    escalofríos, fiebre; si no se trata puede causar
    abscesos en el hígado, perforación intestinal y
    muerte

    Cryptosporidium parvum

    Criptosporidiosis

    Sensación de mareo, diarrea acuosa,
    vómitos, falta de apetito

    Giardia lamblia

    Giardiasis

    Diarrea, calambres abdominales, flatulencia,
    eructos, fatiga

    Toxoplasma gondii

    Toxoplasmosis

    Gripe, inflamación de las glándulas
    linfáticas;

    en mujeres embarazadas, aborto e infecciones
    cerebrales.

    ¿Cómo podemos contribuir a reducir
    la contaminación del agua?

    Gran parte de la contaminación se debe a la
    agricultura intensiva, que requiere de pesticidas y
    fertilizantes cuya fabricación consume gran cantidad
    de agua y conlleva vertidos de sustancias contaminantes a los
    cauces. Por otro lado, el uso de estos pesticidas y
    fertilizantes contamina el suelo y los acuíferos.
    Podemos contribuir a reducir la contaminación derivada
    de esta actividad consumiendo menos productos de la
    agricultura intensiva. Si optamos por consumir productos
    ecológicos
    estaremos contribuyendo a la salud de
    nuestro planeta.

    Otra actividad que consume y contamina el agua es el
    blanqueado del papel, por lo que consumir papel
    reciclado contribuye a una menor contaminación del
    agua.

    Muchas veces algunos deshechos, como por ejemplo
    las bolsas de plástico, terminan en el agua al ser
    arrastradas por el viento
    . Estas van al mar y permanecen
    allí largo tiempo hasta su total
    descomposición. Podemos evitar esto reduciendo el uso
    de las bolsas de plástico y depositando aquellas que
    ya no sirven en el contenedor amarillo para su posterior
    tratado y reciclaje.

    Las fuertes concentraciones de población
    contribuyen a la rápida contaminación del agua
    y otros tipos de contaminación. Agua contaminada es el
    agua a la que se le incorporaron materias extrañas,
    como microorganismos, productos químicos, residuos
    industriales o de otros tipos, o aguas residuales. Estas
    materias deterioran la calidad del agua y la hacen
    inútil para los usos pretendidos.

    Los principales contaminantes del agua
    son:

    • Agentes patógenos: bacterias, virus,
    protozoarios y parásitos que entran al agua
    proveniente de desechos orgánicos.

    • Desechos que requieren oxígeno: los
    desechos orgánicos pueden ser descompuestos por
    bacterias que usan oxígeno para biodegradarlos. Si hay
    poblaciones grandes de estas bacterias, pueden agotar el
    oxígeno del agua, matando así las formas de
    vida acuáticas.

    • Sustancias químicas
    inorgánicas: ácidos, compuestos de metales
    tóxicos (mercurio, plomo) que envenenan el
    agua.

    • Los nutrientes vegetales que pueden ocasionar
    el crecimiento excesivo de plantas acuáticas que
    después mueren y se descomponen, agotando el
    oxígeno del agua y de este modo causan la muerte de
    las especies marinas (zona muerta).

    • Sustancias químicas orgánicas:
    petróleo, plásticos, plaguicidas y detergentes
    que amenazan la vida.

    • Sedimentos o materia suspendida:
    partículas insolubles de suelo que enturbian el agua,
    y que son la mayor fuente de contaminación.

    • Sustancias radiactivas que
    pueden causar defectos congénitos y cáncer.
    • Calor: ingresos de agua caliente disminuyen el
    contenido de oxígeno y hace a los organismos
    acuáticos muy vulnerables.

    II.2. Contaminación del
    Suelo

    Explicado de una forma sencilla y sobretodo
    resumida, podemos indicar que el suelo viene a ser el
    material suelto no consolidado que se produce inicialmente de
    la disgregación física de las rocas, o bien
    fruto de alteraciones meteorológicas en el medio
    ambiente
    .

    El suelo tiende a evolucionar hasta poder formar
    incluso un sistema complejo, pasando a una estructura
    estratificada y de composición específica,
    precisamente bajo la influencia de los seres
    vivos.

    Pero al igual que la atmósfera
    (contaminación atmosférica), el suelo
    también puede verse afectado por la
    contaminación, algo que –como te puedes
    imaginar- recibe el nombre correcto de
    contaminación del suelo.

    La contaminación natural del
    suelo

    Existen dos tipos de contaminación que
    pueden repercutir en la estructura y formación del
    suelo: contaminación natural (que
    frecuentemente es endógena) y la contaminación
    antrópica (totalmente exógena).

    Como bien sabemos, y tal y como comentamos al
    comienzo de esta nota, los diferentes fenómenos
    naturales pueden ser causas importantes de la
    contaminación del suelo.

    Por poner sólo un ejemplo, un volcán
    activo puede ser capaz de aportar mayores cantidades de
    sustancias externas y contaminantes que varias centrales
    térmicas de carbón juntas.

    La contaminación del suelo por las
    actividades humanas.

    La contaminación del suelo puede tener
    una amplia variedad de causas. Algunos de los motivos
    más frecuentes son:

    • el uso de pesticidas en la
      agricultura

    • la ruptura de tanques de almacenamiento
      subterráneo

    • filtraciones desde zonas de rellenos sanitarios
      o vertederos

    • acumulación directa de desechos de
      productos industriales

    Los químicos más comunes que son
    responsables de la contaminación del suelo son:
    derivados del petróleo pesticidas, solventes y
    otros metales pesados. Éste fenómeno es una
    consecuencia del alto grado de industrialización, la
    cada vez más creciente utilización de
    químicos y la falta de gestión y control por
    parte tanto de las empresas como de los mismos gobiernos de
    los distintos países.

    Cuando la contaminación del suelo
    llega a un nivel crítico, se afecta el equilibrio
    natural que tienen estos complejos sistemas, lo que se
    traduce en un cambio en el comportamiento de los suelos. Lo
    que ocurre es que las sustancias nocivas que se acumulan se
    vuelven tóxicas para los organismos que allí
    habitan. Esta degradación química puede
    ocasionar la pérdida parcial o incluso total de la
    productividad del suelo.

    Muchas son las consecuencias negativas de la
    contaminación de los suelos. Entre ellas
    podemos mencionar graves riesgos para la salud humana, tanto
    sea de forma directa o indirectamente -dado que los
    contaminantes del suelo al entrar en contacto con fuentes de
    agua potable también la pueden contaminar.

    Para poder llevar a cabo un buen estudio de
    contaminación del suelo, se deben definir los
    máximos niveles admisibles de contaminantes, y
    analizar factores que puedan influir en la respuesta del
    suelo a estos agentes. Por lo que no sólo basta con
    detectar la presencia de suelo contaminado.

    Una vez que se han delimitado las zonas contaminadas
    se puede proceder a la limpieza del área. Pero esto no
    constituye una verdadera solución, ya que -por
    supuesto- los efectos de la contaminación
    pueden haber afectado para entonces tanto a los animales y
    plantas del lugar, como a la salud de los pobladores y a la
    calidad productiva del suelo. Además las tareas de
    limpieza insumen mucho tiempo y dinero, y usualmente no
    pueden ser afrontadas por las comunidades
    afectadas.

    CAPITULO III

    Contaminación del mar y del
    suelo

    III.1. Contaminación del
    Mar

    Se considera que el agua tiene importancia
    fundamental en el desarrollo de las actividades humanas, y su
    uso se puede aplicar en los siguientes ámbitos:
    doméstico, agrícola, industrial, pesquero,
    recreativo y de transporte; por lo tanto, se hace
    indispensable que el agua tenga calidad y que sea utilizada
    racionalmente.

    Partes: 1, 2, 3

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