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El desarrollismo en la Argentina. Gobierno de Arturo Frondizi. (1958-1962)



  1. Introducción
  2. Inicios del
    desarrollismo
  3. La coalición
    UCRI – Peronismo y la llegada de Frondizi a la
    presidencia
  4. El modelo
    desarrollista
  5. La puesta en marcha
    del plan desarrollista
  6. Conclusión
  7. Bibliografía

Introducción

En el presente estudio se propone analizar el denominado
período de gobierno desarrollista el cual
transcurrió en la Argentina entre los años 1958 y
1962, bajo la presidencia de Arturo Frondizi.

Nos planteamos determinar de que manera llegan las ideas
desarrollistas a dirigir el destino de la Nación.
Cómo se encontraba la situación
política-económica hacia 1958. Qué
condicionamientos políticos, económicos, sociales y
militares tuvo el presidente para realizar su gestión de
gobierno. Cuáles eran las principales ideas del modelo
desarrollista, sus estrategias y planes a ejecutar para el logro
de su objetivo primordial: la independencia económica del
país a través del desarrollo de su industria pesada
y, la integración vertical y horizontal de su
economía.

A su vez se precisara cómo se implementaron las
nociones desarrollistas y qué impactos reportaron en los
agentes y en las variables económicas del país.
Qué objetivos lograron cumplimentarse y cuáles
quedaron pendientes de realización.

Por último se analizaran cuáles fueron los
determinantes que llevaron a la caída de un gobierno y de
un modelo.

Inicios del
desarrollismo

– Encuentro Frondizi- Frigerio. La Revista
Qué.

Arturo Frondizi lo expresa con notable exactitud: "fue
una calurosa tarde de enero de 1956 y si alguien me pidiera que
fijase una fecha de nacimiento del desarrollismo, indudablemente
citaría ese día". En ese encuentro llevado a cabo
en la casa de Delia Machinandiarena, comenzaron a trabajar en
forma compartida en el análisis de los problemas
nacionales. Utilizando la revista Que como instrumento
para exponer la realidad social y política junto con los
inconvenientes que el país debía enfrentar y las
propuestas para dar solución a tales cuestiones. En torno
a la revista, Rogelio Frigerio en 1946 había reunido
hombres venidos de todos los horizontes de la izquierda que
criticaban moderadamente la política peronista. El 23 de
noviembre de 1955, Frigerio reedita Que. Los primeros
números dan mucha importancia a los problemas internos del
radicalismo. A su redacción se incorpora individuos de
diversas extracciones políticas, Raúl Scalabrini
Ortiz y Arturo Jauretche del peronismo, Merchensky y Odena del
socialismo y, Montemayor y Camilión del nacionalismo.
Qué era un órgano que defendía
sistemáticamente el proteccionismo económico y
atacaba el dirigismo estatal en el mercado interno, excepto
cuando se traducía en inversiones públicas hacia
sectores de infraestructura.

La
coalición UCRI – Peronismo y la llegada de Frondizi
a la presidencia.

La Convención Constituyente y los
acercamientos UCRI – Peronismo.

En abril de 1957 el gobierno de facto de Aramburu
resolvió convocar a elecciones para conformar el cuerpo de
los convencionales constituyentes1. El cuerpo declaró
vigente la Constitución de 1853 y las reformas de 1860,
1866 y 1898 con exclusión expresa de las reformas de 1949.
Además debido, principalmente, a la intervención de
Crisólogo Larralde (UCRP) se incluyó el
artículo 14 bis o 14 nuevo que establece una serie de
derechos del trabajador y obligaciones del Estado.

La convocatoria dio impulso para que representantes de
Frondizi se reunieran con allegados a Perón exiliados en
Montevideo, entre ellos estaban Domingo Mercante, Arturo
Jauretche, Ricardo Guardo y Arturo Sampay (considerado padre de
la Constitución de 1949) pero la reunión
fracasó debido a que Perón ordenó a sus
seguidores que voten en blanco. Sin embargo estos acercamientos
sirvieron de base para futuras negociaciones entre intransigentes
y peronistas y, continuaron aquellos que habían sido
animados por Ricardo Rojo, Emilio Perina y John William Cooke,
entre otros.

Los votos en blanco superaron a los de cualquier
partido, el mensaje fue recibido por la Unión
Cívica Radical Intransigente (UCRI) y Rogelio Frigerio
comenzó tratativas clandestinas con el ex-presidente
exiliado en Caracas. El 3 de febrero de 1958 se firma un pacto en
la ciudad de Trujillo (Santo Domingo), donde Perón se
había refugiado luego del derrocamiento en Venezuela de
Marcos Pérez Jiménez, en dicho tratado el antiguo
mandatario afirma que votar por Frondizi es la mejor forma de
lucha y que el candidato estaba comprometido a restablecer las
conquistas sociales del justicialismo y permitir la libre
expresión política y sindical con el compromiso de
reunificar la CGT. Las reuniones dieron sus frutos y en febrero
de 1958 circulo por el país una carta de Perón que
alentaba a sus partidarios a votar por la UCRI. Así, con
el "apoyo" del proscripto partido justicialista, la
fórmula Frondizi – Gómez llegó a la
presidencia con el 49% (4.050.000 de sufragios), dejando en
segundo lugar, con el 29,2% de los votos (2.415.000), al partido
del cual se había desprendido, la UCR, denominada en ese
momento Unión Cívica Radical de Pueblo (UCRP)
liderada por Ricardo Balbín2. El caudal de votos
claramente eran los blancos más los que el partido radical
intransigente había obtenido en las elecciones de julio
del año anterior.

El escenario político

Frondizi llega al poder condicionado, por un lado un por
una obligación contraída con Perón que
necesariamente debía respetar para viabilizar su
gobernación y por el otro flanco por las Fuerzas Armadas
artífices de la Revolución Libertadora (1955) que
se encargarían de reprimir cualquier intento de
acercamiento a tendencias peronistas y/o comunistas. Esta
disyuntiva constituyó el dilema fundamental en cual el
presidente electo debía desarrollar la gestión de
gobierno.

Además se sumaban reclamos de otros sectores como
la izquierda que confrontaba al gobierno en el plano educacional
en contra de la injerencia clerical y la educación
privada. El sector agropecuario, representado por la Sociedad
Rural, elevó sus reclamos por el rol secundario asignado
en el plan de desarrollo y hasta la Unión Industrial
presentó resistencia al hecho de devolver a los sindicatos
el pleno ejercicio de sus derechos. La UCRP también se
presentó como una dura oposición al gobierno
durante toda su gestión.

Existía por su parte un clima favorable para las
ideas desarrollistas en el ámbito internacional. Se
presenta como elemento impulsor de estas teorías el
informe de la CEPAL de 1949, conducido por el argentino
Raúl Prebisch, donde la noción de las ventajas
comparativas (VC) es cuestionada enfáticamente. La
teoría clásica de las VC, postula que los
países se especialicen en la producción de aquellos
bienes en los que pueda lograr una mayor productividad,
determinada en el caso de los países emergentes de
América latina por ventajas naturales. De esta manera, los
países que no habían alcanzado el desarrollo
industrial pasaban a depender casi exclusivamente de los
términos de intercambio que venían acarreando un
empeoramiento continuo. Por lo tanto, era fundamental presentar
alternativas que independicen a los países
"subdesarrollados". Teniendo en cuenta el triunfo de las fuerzas
revolucionarias en Cuba, a fines de 1958 y la inserción de
la Guerra Fría en América Latina era preferible el
desarrollo de los pueblos emergentes que un vuelco a ideas
comunistas, así es que hasta el predecesor del Banco
Mundial, el Banco Internacional de Reconstrucción y
Fomento, publicaba con considerable simpatía los
pensamientos de autores como R. Prebisch, H. Singer, W. A.
Lewis.3

El escenario económico

En un informe publicado en 1959 por la CEPAL encargado
por el gobierno provisional de la revolución libertadora
se describe:

"El país carece de recursos exteriores para
importar no solo los bienes de capital más indispensables,
sino también las materias primas y productos intermedios
que con creciente amplitud requiere el desenvolvimiento de su
industria. Además, el estado de los transportes es
precario y considerable el déficit de energía
eléctrica. En el fondo de este proceso de estrangulamiento
de la economía argentina hay un fenómeno de
insuficiente acumulación de capital. Es notoria en esos
servicios básicos y en la industria y el petróleo.
La producción no ha crecido como debiera haberlo hecho por
no haberse realizado las inversiones necesarias; asimismo, la
producción agropecuaria ha declinado por carecer de
incentivos y recursos para corregir deficiencias de
inversión que se venía arrastrando y agravando
desde la gran depresión mundial." 4

La economía argentina luego de la segunda Gran
Guerra se caracterizó por una creciente producción
industrial orientada al mercado interno a través del
impulso del modelo de sustitución de importaciones
implementado por el peronismo. Sin embargo, el modelo acarrea
serias limitaciones de tipo externo que se derivan del escaso
aporte de divisas de la industria manufacturera y su creciente
demanda de moneda extranjera para la adquisición de
insumos. El proceso de estrangulamiento debido a limitaciones de
tipo externo impone un funcionamiento de tipo stop-go
(pare-siga) se relaciona de manera directa con el ciclo
económico: en periodos de austeridad se produce un ahorro
forzado de divisas debido al bajo nivel de actividad y
restricción económica, cuando se revierte el ciclo,
mejora el nivel de utilización de factores y comienzan a
destrabarse los mecanismos de demanda de divisas, vía
importaciones, se genera un proceso de estrangulamiento que no
permite alcanzar los niveles de pleno empleo. Se presenta
así, un escenario en que es incompatible la posibilidad de
un crecimiento sostenido con niveles de pleno empleo.5

La existencia de esta limitación de tipo externo,
y la insuficiente tasa de ahorro de nuestra economía es lo
que llevo a la clase dirigente a conducir el rumbo hacia un
acercamiento al capital extranjero.

Además desde principios de década la
economía estaba sumida en una considerable recesión
con breves períodos de crecimiento. Si bien el sector
industrial funcionaba al tope de su capacidad, dependía de
una fuerte protección y demandaba incipientes insumos
importados, que habitualmente se financiaban con deuda externa.
Junto con ello, la situación agropecuaria estaba estancada
y los términos de intercambio se presentaban desfavorables
para la Argentina6. La balanza comercial había sido
deficitaria en siete de los diez años del período
1949-1958 solo era respetable el saldo positivo de 1953. Se suman
otros indicadores poco saludables, por ejemplo, la
circulación monetaria había crecido diez veces (de
7 mil a 70 mil millones de pesos) con la consecuente
inflación por razones eminentemente monetarias.7 La deuda
externa era cercana a los 1.400 millones de dólares,
mientras que las reservas de oro y divisas apenas rondaban los
300 millones. A su vez, se preveía para el año 1958
un déficit comercial de casi millones 360 millones y el
presupuesto nacional se estimaba deficitario en casi 50%.8 Entre
1948 y 1958 la producción por habitante había
descendido un 6%; el área sembrada no aumento
significativamente, el 80% de la energía dependía
del petróleo el cual se importaba a un costo de 350
millones de dólares anuales y representaban alrededor del
25% de las importaciones totales el otro 50% correspondía
a productos siderúrgicos e insumos manufacturados.
9

En síntesis los problemas económicos a
atender eran urgentes y junto con la situación
política presentaban fuertes condicionamientos al nuevo
gobierno.

El modelo
desarrollista

Un modelo integrador, un modelo "a
caballo".

En sus comienzos se observaba cierta incertidumbre sobre
cuál iba a ser el plan del gobierno a llevar a cabo,
sólo en la Revista Que aparecían los
fundamentos del desarrollismo tales como la necesidad de capital
extranjero para el fomento de la industria pesada, o la necesidad
de integración política con el peronismo a
través de un movimiento nacional. Alain Rouquié es
bastante crítico en este sentido y señala:
"Anticapitalista y antiimperialista aún en 1956, Frondizi
se convirtió a la libre empresa; librepensador,
declaró su fe católica y apoyó la
enseñanza libre. Antiperonista no hacía mucho,
resultó electo por los votos peronistas. Electores y
opositores desconfiaron desde el primer día del nuevo
presidente. La fama de maquiavelismo y duplicidad de Frondizi,
cuyas sucesivas sinceridades resultaban sospechosas,
comenzó antes de que asumiera sus funciones".10

Otro autor que detalla las inconsistencias del modelo es
Ricardo Ferrucci 11 y enuncia: "el modelo desarrollista (MD) se
plantea como principal objetivo la eliminación de la
dependencia económica y política, sin embargo
propugna medidas como la orientación y repatriación
irrestricta de capitales externos que amplían la
dependencia del país con el resto del mundo.
También plantea la deseabilidad de la distribución
progresiva del ingreso, pero utiliza instrumentos como la
liberación de precios y el control de salarios, la
reducción del gasto público y el apoyo a la
eficiencia y el gasto tecnológico que genera una alta
regresividad en la distribución del ingreso. A su vez, el
MD propone una concepción estructuralista de la
inflación12 pero utiliza instrumentos restrictivos desde
el punto de vista monetario y crediticio aplicando uno de los
más severos 'planes de estabilización'. Por este
motivo el modelo resulta en un conjunto de propuestas
contradictorias entre objetivos (estructuralistas) e instrumentos
(monetaristas)"

Para el MD, el capital extranjero era el elemento que
permitiría la dinamización de la economía
debiendo ser tarea del estado la captación de dicho
capital y su orientación a los sectores claves como la
industria metalúrgica, petrolera, petroquímica, de
energía eléctrica, celulosa, de maquinaria y
tecnología agraria. Si el país presentaba, como se
podía verificar, insuficiencias en tasas de ahorro e
inversión ya no serían antinómicos los
conceptos de capital foráneo y nacionalismo
económico. Para superar las etapas de subdesarrollo
económico el MD presentaba un programa de tareas a llevar
a cabo: incrementar la tasa de ahorro interno; estimular la
entrada de capital extranjero y darle orientación hacia
los sectores prioritarios; ampliar la sustitución de
importaciones y la diversificación de exportaciones. En
cuanto a los objetivos primarios del MD se destacan el
petróleo, el acero y la capacidad exportadora, en ese
orden de relevancia.

Por otro parte, era primordial en el proceso lograr los
objetivos de integración y paz social constituyendo una
alianza de clases entre la clase trabajadora, esencialmente
peronista, y la burguesía industrial. Se promueve el
reconocimiento de los derechos patronales y obreros, donde el
concepto de las ganancias legítimas del capital y el
bienestar de la clase trabajadora no son incompatibles

Sobre estos lineamientos básicos se presentaba la
visión desarrollista para el logro superador: la
integración y el desarrollo, entendido como el quiebre de
la relación de dependencia de una economía
estancada y sustituirla por la independencia de una
economía en expansión. Contradictorio, entre
objetivos e instrumentos, algunos autores lo calificaron como un
modelo "a caballo", entre la visión estructuralista y el
enfoque liberal.

La estrategia económica del
MD

En sintonía con la visión económica
de la época, básicamente de corte estructuralista,
decir desarrollo económico era casi sinónimo de
industrialización.

Frondizi, junto con su colaborador de mayor influencia
R. Frigerio, habían avanzado en una crítica al
enfoque de la industria sustitutiva de importaciones (ISI)
encarado por Perón argumentando una fuerte dependencia de
los recursos provenientes de las exportaciones agropecuarias y
sostenido con un permanente estímulo de la demanda interna
y el gasto público. Tales políticas solo alcanzaron
a promover el desarrollo de la industria liviana que se
sustentaba en la capacidad (creciente incapacidad) de importar
del país que lo situaba cíclicamente en un "cuello
de botella".

Sin embargo, lejos de abandonar el modelo ISI era
necesario ampliar el ámbito de la sustitución de
importaciones al sector de la industria de base, es decir a
lograr una expansión vertical que integrara los procesos
productivos de insumos y bienes de capital a las ramas livianas
ya desarrolladas. Para ello, el capital extranjero
desempeñaría un rol protagónico en la
financiación y la dotación de tecnologías de
punta. El Estado debía ser el órgano que orientara
la IE (inversión extranjera) y proyectara la
realización de obras de infraestructura y
comunicaciones.

El objetivo prioritario de incrementar la
producción de petróleo y gas natural tendría
un doble efecto, por un lado, reduciría las ataduras de
las importaciones de esos recursos y por otro lado
estimularía la industria petroquímica.

La agricultura no figuraba dentro de la lista de
prioridades puesto que según la estrategia, la
producción agrícola se beneficiaría de los
avances técnicos y la mecanización de sus
actividades previo desarrollo de la industria
siderúrgica.

Con respecto a la política económica
regional, se concebía la noción de un proceso
inward-oriented (orientada hacia el interior). Sobre
esta marcha la integración no precede al desarrollo sino
que es el punto culminante del mismo.

Según las palabras de Frigerio "la doctrina
regionalista auspiciada por los Estados Unidos favorecería
la 'división regional del trabajo' y posibilitaría
la concentración y los monopolios. De este modo EE. UU.
armonizaría las necesidades de expansión de la zona
con la expansión de ciertos grupos
financieros-industriales yanquis". 13 Va de suyo que la
integración latinoamericana era considerada un objetivo
subordinado al fin del desarrollo nacional.

La puesta en
marcha del plan desarrollista.

La etapa de políticas
populistas

En un primer momento el MD debió adaptarse para
hacer frente a las necesidades más urgentes, no de
carácter económico sino político. Muchos de
estos condicionantes se derivaban del compromiso contraído
con Perón y sus militantes. Llevaron a revocar los
decretos anti CGT dictados por el anterior gobierno de facto y se
sanciona una ley14 que establece un modelo sindical de libertad
absoluta y de creación de sindicatos por simple
inscripción y atribución de la personería
gremial con reconocimiento al mayor gremio de cada rama de
actividad. Siguiendo la tónica redistribucionista, se
decreta un aumento del 60% en los salarios (congelados desde
febrero de 1956) que se financiaría con emisión
monetaria, se extendieron los controles de precios y se
disminuyó en un 20% el costo del transporte ferroviario.
Como resultado de las políticas expansivas se reanimaron
las crisis inflacionarias, entre mayo y diciembre de 1958 los
precios minoristas crecieron a un promedio de 68% anual 15, y se
agravaron las dificultades en el balance de pagos. Para
contrarrestar este efecto se fortalecieron las prohibiciones a la
importación, limitando la entrada de bienes sólo a
aquellos prioritarios según el programa desarrollista.
Además se disparó el tipo de cambio pasando de 42 a
70,5 pesos16.

El objetivo de apaciguar los ánimos irritados del
pueblo se volvió contradictorio y las políticas
sociales solo empeoraron la situación económica del
país. Se estaba preparado el terreno para el "plan de
estabilización".

La batalla del petróleo

"Será un batalla frontal y por tanto
difícil y de enorme desgaste. Emplearemos todos los
recursos disponibles. Si el país contara con medios
financieros, no titubearíamos en aplicarlos a nuestro
petróleo. […] Sin embargo, no disponemos ni de un
gramo de oro en el Banco Central para YPF. […] No caben
dilaciones, estamos resueltos a extraer la mayor cantidad de
petróleo en el menor lapso posible"17.

Así se expresaba Frondizi en su discurso del 24
de julio de 1958 y daba inicio a la llamada "batalla del
petróleo". Unos años antes, en 1954, el presidente
había publicado su obra Petróleo y
política
donde defendía enérgicamente
la nacionalización de las industrias claves, entre ellas
la industria petrolera y su rol preponderante en el desarrollo de
la nación. Férreo opositor a la decisión de
Perón de otorgar concesiones a la Compañía
Standard Oil of California, al llegar al gobierno tuvo
que modificar la forma en que el objetivo de fondo del
autoabastecimiento petrolero se llevaría a
cabo.

La lucha se realizó en varios frentes. Se
consiguieron descuentos en el precio de las importaciones de
barriles de crudo, pasando de 3,31 dólares a 2,38
dólares por barril. Se reestructuró YPF,
despojándola de "hipertrofias burocráticas" y
acentuando aspectos ejecutivos y operativos. Se brindó
apoyo a YPF para pronta construcción y finalización
del oleoducto del Norte y de Mendoza. Se firmaron un larga lista
de acuerdos con empresas extranjeras18 que redundarían en
una inversión cercana a los 1.000 millones de
dólares.

El resultado fue exitoso, se consiguió el
autoabastecimiento en tan sólo 30 meses, pasando de 5,6
millones de metros cúbicos a producir 16
millones.19

– La etapa de políticas de
estabilización

El 29 de diciembre del '58 fue anunciado por cadena
nacional el "Programa de estabilización para afirmar el
plan de expansión de la economía argentina". Para
aquel entonces el país se encontraba al borde de la
cesación de pagos, la deuda externa era diez veces mayor
que las reservas de divisas, tan solo el 50% del gasto
público nacional era financiado con la recaudación
tributaria mientras que la otra mitad se solventaba mediante
nuevas deudas y emisión monetaria.

Era necesario, pues, virar el rumbo hacia la
moderación de las políticas fiscales y monetarias
y, liberar las políticas cambiarias y de sector externo.
Se dispuso la unificación del tipo de cambio y se
dejó liberado al juego de la oferta y la demanda, como
contrapartida al beneficio que tuvieron los productores
agropecuarios se impusieron retenciones entre el 10% y el 20%. Se
anularon los permisos y las cuotas de importación y en
contraposición se establecieron recargos que iban de 0%
(para los bienes considerados esenciales) al 300% para
artículos de lujo. Además para recortar el gasto
público se eliminaron los subsidios indirectos al
transporte, se incrementaron los precios de los servicios
estatales y se redujeron las erogaciones de la
administración pública. En cuanto a la
política monetaria, se aumentaron los encajes y se
estableció un 2% como tope para la tasa de
expansión monetaria sin respaldo de divisas.

Este paquete de medidas coincidía con lo exigido
por el FMI. El entonces Ministro de Economía, Emilio
Donato del Carril presentó con éxito, en
Washington, las políticas de estabilización y
obtuvo el otorgamiento de un crédito stand-by20
por 75 millones de dólares que se repartiría en dos
cuotas, la primera sería depositada en 1959 por un monto
de 47,5 millones de dólares; y el saldo (27,5 millones) el
año siguiente. Además se acordó junto con
otros prestamistas (el Tesoro de los EE.UU., el Eximbank y otras
instituciones privadas) diversos préstamos que totalizaron
la suma de 329 millones de dólares. Paralelamente, los
países acreedores de la Argentina se unen en el Club de
París.

La estabilización de la economía se
consideraba un requisito previo para la atracción de la IE
que permitiría estimular y modernizar el aparato
productivo. Sobre esta dirección se sanciona hacia fines
de 1958, la Ley 14.780 de Inversiones Extranjeras21. Entre sus
normas se destacan la igualdad de derechos con el capital
nacional y la posibilidad de repatriación de la
inversión, sólo con el cumplimiento de la tasa de
inversión fijada con el gobierno. Dicha legislación
permitió el arribo de capitales, principalmente
norteamericanos, seguidos de lejos por Suiza, Alemania,
Inglaterra, Holanda e Italia. Como resultado la inversión
bruta para 1961 fue superior en un 47% al nivel de 1958 y
sobrepasó los 500 millones de dólares en ese
período.22 Fue acompañada por la Ley 14.781 de
Promoción Industrial para proteger a la industria nacional
de la competencia extranjera.

El resultado macroeconómico de corto plazo no fue
estimulante. Para 1959 el producto bruto interno cayó 6,5%
interanual, la generación de empleo se estancó y se
ampliaron las brechas entre los sectores de mayores y menores
ingresos23. Se disparó la inflación minorista
llegando a un pico histórico del 129,5%24. La
devaluación, que había llevado al tipo de cambio a
rondar los 100 pesos por dólar, incitó a los
particulares a deshacerse rápidamente de pesos acentuando
el aumento de precios. El salario real se derrumbó casi un
20% comparado con 1957.

Con esta realidad se agitaron los ánimos sociales
y el gobierno sufrió reclamos gremiales y un sinfín
de huelgas. Se puso en ejecución el plan CONINTES
(CONcomoción INTerna del EStado) y se declaró zona
militar a La Plata y se intervinieron varios gremios.
También hubo levantamientos de las Fuerzas Armadas, en
junio y septiembre25 que mostraron su malestar. Para calmar los
ánimos se presentaron cambios en el gabinete presidencial,
el 22 de junio se designa Ministro de Economía y de
Trabajo a Álvaro Alsogaray.

El nuevo encargado de la Cartera de Economía,
agradable a los ojos militares, continuó los lineamientos
restrictivos y la política de austeridad. Apeló a
la paciencia de los distintos sectores e hizo célebre su
frase: "hay que pasar el invierno". Se puso énfasis en la
reducción del déficit presupuestario, se
disminuyó el aparato estatal, se cancelaron los aumentos
salariales. Estas políticas posibilitaron la
autorización de nuevos préstamos stand-by por 100
millones de dólares por parte del FMI. En el ámbito
del sector externo se redujeron los aranceles a las
importaciones. El tipo de cambio se estabilizó en los 83
dólares colaborando en la disminución del nivel
general de precios.

En los años 1960 y 1961 la perfomance
económica presentó un rebote positivo,
creció un 8% en promedio. La producción industrial
lo hizo en un 6% impulsada en primer lugar por la industria
automotriz (instalada fundamentalmente en Córdoba) que
triplicó su producción en sólo tres
años. La red vial esperaba agregar 10.000 km de caminos y
determinó un incremento del 32% en la capacidad instalada
de la industria cementera. Se inaugura la "Planta
siderúrgica Gral. Savio" en San Nicolás, SOMISA
(Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina) era un proyecto
aprobado en la etapa peronista que recién en estos
años pudo ver la luz y permitió triplicar la
producción. Y el mencionado logro del autoabastecimiento
petrolero. La inversión extranjera había sido el
elemento dinamizador y respaldaba la política oficial del
MD, la IED en 1960 se estimaba alrededor de los 322 millones de
dólares.

Puede mencionarse como punto negativo, la
absorción ocupacional. Si bien las ramas más
dinámicas de la industria manufacturera crecían, su
característica de capital- intensiva limitaba la
creación de empleo. Tal es así que en el bienio
1960-1961 la industria expulsó 150.000 trabajadores en
comparación con 195926.

Era factible la ilusión de un nuevo rumbo al cual
el país podía dirigirse, el desarrollo de una
economía integrada. Sin embargo, como había
ocurrido anteriormente, cada vez que la economía comenzaba
a expandirse, crecía la demanda de insumos importados y el
peligro de una crisis en la balanza de pagos. La dependencia de
las exportaciones agrícolas, por ende de los
términos de intercambio, y la inclinación
no-exportadora de los bienes industriales argentinos completaba
el complicado panorama.

– El final de un programa.

Los indicadores macro del año 1961 volvieron a
preocupar, la deuda externa se había triplicado, el
balance de pagos se presentaba deficitario, las reservas se
desmoronaban y los problemas inflacionarios comenzaron a renacer.
El presidente decidió probar con una vieja receta, traer
nuevos aires al Ministerio de Economía y en abril del '61
reemplaza a Alsogaray, con quien había tenido serias
diferencias, y nombra a Roberto Alemann. El ministro entrante
prosiguió con la política ejecutada hasta el
momento, austeridad presupuestaria, liberación del
mercado, negociación de préstamos en el exterior.
En cuanto a los créditos internacionales el margen de
acción fue más acotado, por lo que se llevo a cabo
la privatización de las empresas públicas agrupadas
en la Dirección Nacional de las Industrias del Estado
(DINIE) para hacerse de nuevos recursos.

Mientras tanto, las relaciones con las fuerzas
castrenses se enconaron por varios motivos. Había
"levantado el avispero" el triunfo de Alfredo Palacios como
Senador por la Capital Federal. A su vez, se hizo entrega de la
CGT a la comisión provisional de "los 20" encabezada por
los peronistas Andrés Framini y Augusto Vandor. Y como
corolario del panorama, en septiembre Frondizi viaja a Cuba para
entrevistarse con el ministro de Industrias, Ernesto "Che"
Guevara.

A nivel político nacional, las elecciones por la
gobernación de San Luis, Catamarca y Santa Fe (Silvestre
Begnis) daban sendos triunfos al partido UCRI, otorgándole
un mejor margen de maniobrabilidad al mandatario.

El ministro Alemann sugirió la posibilidad de una
nueva devaluación, a la cual el presidente se negó
argumentando que era uno de los anclajes de la política de
estabilización y de contención contra
inflación. Para aquel entonces se había librado la
llamada "batalla del transporte" que tenía por objetivo la
reestructuración del sistema ferroviario con
eliminación de ramales deficitarios y la cesantía
de empleados. El resultado fue 45 días de huelga y el
despido de 54.000 trabajadores que iban a ser fuertemente
indemnizados con dinero proveniente de emisión monetaria
del Banco Central. Por este motivo, entre otros, el ministro
Alemann renuncia en enero de 1962 y asume en su reemplazo Carlos
Coll Benegas.

Hacia comienzos de ese año, los problemas
inflacionarios resurgieron intensamente, la demanda agregada se
debilitaba y el Banco Central advertía sobre la
posibilidad de un colapso en sus reservas.27

La salud económica era endeble, Frondizi
insistía con medidas drásticas para salvar la
economía y con ello la política. El mandatario
apostó, en lo que sería su última vez, al
voto popular y habilitó al peronismo a participar
políticamente terminando con largos años de
proscripción. La victoria del candidato peronista
Andrés Framini para la gobernación de Buenos
Aires28, el 18 de marzo de 1962, resultó ser el golpe de
knockout para sus aspiraciones de fortalecer la
situación política. El triunfo peronista
disparó las alarmas de las Fuerzas Armadas. Frondizi fue
depuesto, por un nuevo golpe militar el 29 de marzo de
1962.

Conclusión

El presidente Frondizi ejerció su mandato entre
el 1ero de Mayo de 1958 y el 29 de Marzo de 1962 momento es que
es interrumpido por el golpe militar.

Junto con su Secretario de Estado, amigo y consejero,
Rogelio Frigerio, idearon una estrategia que perseguía la
industrialización del país. En este sentido, se
observan las influencias del pensamiento cepaliano que
patrocinaba el reemplazo de la antigua división del
trabajo y el modelo de ventajas comparativas, por un vuelco al
desarrollo de las industrias de base. La empresa no sería
sencilla.

Las industrias claves que deberían impulsarse
eran la petrolera, petroquímica, siderúrgica,
automotriz, celulosa, maquinarias y tecnologías
agrícolas. Ocuparía un lugar secundario el sector
agropecuario.

A causa de la baja tasa de ahorro nacional, el
big-push (gran impulso) iba a estar dado por la
inversión extranjera. El gobierno era el encargado de la
captación y orientación del capital con destino a
los sectores preferenciales. Para hacer más atractivo al
país para los inversores extranjeros se crearon leyes de
inversión liberales. El resultado en esta materia fue
positivo, muchos de los objetivos a cumplir se lograron gracias
al impulso del capital externo. Así fue como se
consiguió el abastecimiento petrolero en un lapso
más corto del esperado (30 meses), o por fin se puso en
marcha SOMISA, o se multiplicó la producción
automotriz.

Sin embargo, el modelo tropezó con un problema
que aquejaba al país desde hacía décadas: el
proceso de estrangulamiento del sector externo. Por sus ataduras
a la exportación de bienes primarios y la
importación de insumos manufactureros y, la poca capacidad
generadora de divisas de los bienes industriales, el país
desembocaba en un "cuello de botella" que le obstruía la
posibilidad de continuar con un crecimiento sostenido. De esta
situación tampoco escapó el desarrollismo. Con
ellos, se ligaban problemas inflacionarios, de nivel de
producción y demanda, de creación de
empleo.

Además durante todo su gobierno Arturo Frondizi
se encontró custodiado celosamente por las fuerzas
castrenses y por la mirada atenta de Perón y los
sindicatos de trabajadores como principales guardianes de la
política. En su primer año de gobierno implementa
políticas fiscales y monetarias expansivas y se
mostró accesible a las demandas gremiales. Posteriormente
cambia el rumbo con un severo plan de estabilización, con
ministros de Economía de escuelas liberales, accediendo a
las condiciones de los organismos de financiamiento
internacionales. Por estas ambivalencias era fuertemente
criticado desde distintos sectores. Perseguía objetivos
estructuralistas pero aplicaba instrumentos liberales y
monetaristas.

En total fueron 1428 días en los que, con
aciertos y errores, se intento llevar a cabo un novedoso programa
de desarrollo nacional que no pudo o no supo lograr gran parte de
sus objetivos. Pero que de no haber actuado bajo tantos
condicionamientos y finalmente derrocado, tal vez hubiera
aproximado al país a un nivel superior de
desarrollo.

Bibliografía

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política en la Argentina II: 1943-1973".

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NOTAS:

1 El 12 de abril de 1957 se anunció el decreto
3.838 por el cual se convocaba a elecciones de convencionales
constituyentes bajo el sistema proporcional para el DIA 28 de
julio. El gobierno dictatorial había vetado las reformas
constitucionales de 1949 que incluía, entre otros, el Art.
40.- La organización de la riqueza y su explotación
tienen por fin el bienestar del pueblo, dentro de un orden
económico conforme a los principios de la justicia social.
El Estado, mediante una ley, podrá intervenir en la
economía y monopolizar determinada actividad, en
salvaguardia de los intereses generales y dentro de los
límites fijados por los derechos fundamentales asegurados
en esta Constitución. Salvo la importación y
exportación, que estarán a cargo del Estado de
acuerdo con las limitaciones y el régimen que se determine
por ley, toda actividad económica se organizará
conforme a la libre iniciativa privada, siempre que no tenga por
fin ostensible o encubierto dominar los mercados nacionales,
eliminar la competencia o aumentan usurariamente los beneficios;
o el Art. 37 que hace referencia a los derechos especiales del
trabajador (derecho a trabajar, retribución justa, a la
seguridad social o la defensa de los intereses
profesionales).

2 Cf. LUNA, Félix. "Los gobiernos
radicales
". Colección Momentos claves de la historia.
La Nación. 2003

3 Se pueden mencionar como ejemplo, la
publicación de SINGER, Hans: "Tendencias recientes del
pensamiento económico sobre los países
subdesarrollados
".

4 Informe CEPAL. 1959.

5 ASENSIO, Miguel Ángel. "La economía
argentina como incógnita
". Editorial Universitaria de
Buenos Aires. Bs. As. 1988. p. 244.

6 Según A. FERRER el lento crecimiento de la
demanda de alimentos y el fuerte aumento de la productividad en
las actividades primarias lleva a un deterioro progresivo de los
términos de intercambio. Ver FERRER, Aldo. "La
economía argentina".
Fondo de Cultura
Económica. Decimocuarta edición. Buenos Aires.
1979.

7 Para ampliar este concepto ver ASENSIO, Miguel
Ángel. op. Cit

8 Cf. GERCHUNOFF, Pablo; LACH, Lucas. "El ciclo de
la ilusión y el desencanto
". Segunda Edición.
Emecé. Buenos Aires, 2010.

9 Cf. LUNA, Félix. Op. Cit

10 ROUQUIÉ, Alain. "Poder militar y sociedad
política en la Argentina II: 1943-1973".

Emecé, Buenos Aires, 1982.

11 FERRUCCI, Ricardo. "Política
económica argentina contemporánea".
Ediciones
Macchi, Buenos Aires, 1991.

12 Esta visión, concebida en la CEPAL, considera
que los procesos inflacionarios se originan en el ámbito
de la economía real, debido principalmente a rigideces en
el sector externo y agropecuario característico de las
economías latinoamericanas

13 FRIGERIO, Rogelio y otros. "Desarrollo y
desarrollismo
". Editorial Galerna. Buenos Aires.
1969

14Ley 14.455. Asociaciones profesionales de
trabajadores
. Publicada el 24 de septiembre de
1958.

15Cf. GERCHUNOFF, P. op. Cit.

16Ibidem

17Discurso del Presidente A. Frondizi sobre la
explotación del petróleo. 24 de julio de 1958.
"El pensamiento del desarrollismo". Editorial El Ateneo.
Buenos Aires. 2010

18Petrofina S.A. de origen belga. Panamerican
International Oil Company; Lane-Wells; Coronada Petroleum
Corporation de procedencia norteamericana. Junto con propuestas
similares de países como Alemania, Suiza y la Unión
Sovietica.

19NOSIGLIA, Julio. "El desarrollismo". Centro
Editor de América Latina. 1983

20 El tipo de préstamo stand by es una
línea de crédito provisional en la que el banco se
compromete a que el beneficiario pueda disponer de fondos cuando
lo desee, siempre que cumpla una serie de requisitos y dentro del
límite establecido. Se lo denomina también como
crédito soporte.

21 Hasta 1948 las IE eran reguladas por el Banco
Central. Con la Ley 14.222 (1953) se crea un marco legal para la
radicación de capitales externos pero con ciertas
restricciones en la repatriación del capital. Con la Ley
14.780 se libera la transferencia de dividendos y regalías
atrayendo un mayor nivel de inversiones.

22Cf. GERCHUNOFF, P. op. Cit.

23 Para ver con mayor detalle el tópico de la
distribución del ingreso se puede consultar ASENSIO, M.
op. Cit

24 Cf. GERCHUNOFF, P. op. Cit.

25 A lo largo de la presidencia de Frondizi fueron
alrededor de treinta levantamientos militares. Hasta el
Vicepresidente, Alejandro Gómez, fue vinculado a uno de
ellos y tuvo que presentar su renuncia en noviembre de 1958. Fue
reemplazado por el Vicepresidente del Senado José
María Guido.

26Cf. GERCHUNOFF, P. op. Cit.

27 En enero de 1962 el Banco Central vendió 40
millones de dólares para sostener el valor de la divisa.
Ver MUCHNIK, Daniel. "Breve Historia de la economía
argentina
". Editorial El Ateneo. Buenos Aires.
2010.

28 Además hubo triunfos peronistas en
Neuquén, Sgo. del Estero, Misiones, Chaco, Río
Negro, Salta, Tucumán y Jujuy.

 

 

Autor:

Gerardo Daniel Routier

CATEDRA: HISTORIA ECONÓMICA ARGENTINA

DOCENTE: ASENSIO, MIGUEL ANGEL

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTA FE

DICIEMBRE 2012

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