La educación y las tecnologías en el contexto de la globalización
Globalización, identidad cultural y
procesos de conflictos étnicos en el escenario global.
César Pérez Ortiz.
El objetivo de este trabajo es analizar las
articulaciones entre las sociedades regionales, las identidades y
conflictos étnicos y su conexión desde los
escenarios de la civilización con la globalización,
mediante la sociedad red; en dicha retícula abordamos la
problemática de la relación entre cultura regional,
etnicidad con la globalización. En este caso proponemos
una serie de reflexiones teóricas para abordar cierta
problemática.
Desde una perspectiva antropológica el reciente
libro de (Ted Lewellen, 2008), aborda el estudio de la
globalización y nos señala en el marco
teórico, que dentro de la problemática a abordar en
el modelo del paradigma global circunscrito, se localiza un
diálogo y un ensamble de las problemáticas entre
cultura, civilización y globalización; otros
autores como (Ikenberry, 2008), a partir del paradigma de la
globalización y de sus conexiones con la
geopolítica y la geoeconomía, van mas allá
del paradigma transformacionalista de la globalización. A
su vez el enfoque de las sociedades regionales de (Lomnitz,
1995), permite analizar la relación entre globalidad y
etnicidad y como operan las adaptaciones glocales de las
sociedades regionales a frente a la globalización; las
sociedades locales generan en la cultura local, paradigmas emic
que opera como una cosmovisión de comunidad –
idiográfica e ideográfica imaginada a partir de
mitos fundacionales- que es un efecto de la interrelación
sistémica entre las culturas íntimas de clase, las
cultura de relaciones sociales, la ideología localista y
la coherencia emic, interrelaciones en las que se construye la
identidad étnica; a su vez dichos fenómenos
regionales generan el contexto para la interconexión
global (mediante la sociedad red) que genera nuevos
mestizajes emic y nuevas etnicidades mediante una nueva
criollización y relectura local glocales, recreando nuevas
comunidades imaginadas con rasgos nuevos escenarios culturales
anacionales, postnacionales y supraterritoriales. En concreto la
etnicidad crea nuevas identidades fragmentadas, muchas de ellas
nacionales, otras anacionales por un lado y nuevas etnicidades
postnacionales (todas supraterritoriales) por el otro,
dependiendo del nuevo contexto regional en que se incrusten o
conecten, que pueden ser bilingües biculturales como punto
de partida.
La construcción y configuración de las
nuevas identidades culturales étnicas a nivel global,
están determinadas por las políticas de
movilización social inspiradas en una ideología
política mundial de respeto a las diferencias de
identidades culturales étnicas; destaca un reconocimiento
de los derechos de los pueblos indios y a las autonomías
culturales étnicas, un complejo escenario que, muchas de
las veces, genera múltiples situaciones de conflictos y
violencias étnicas impredecibles. Específicamente,
el tipo de identidad cultural étnica al que se
aludirá en esta lectura donde se pretende explorar la
utilidad teórica de analizar los sentidos
contextuales-socioculturales del término
movilización étnica en contextos globales
supranacionales así como su posible aplicación
metodológica en investigaciones etnográficas
comparadas. En múltiples niveles, tanto de análisis
como físico-geográfico-ecológicos,
denominado "movilización étnica" que
adquiere otros significados que son muy distintos de aquellos que
se emplean en el uso de está categoría, como
sinónimo de confrontación violenta
multiétnica, siempre en contextos de sociedades
regionales, muchas de ellas con enclaves civilizatorios (Zelinsky
y Lee: 1998), (Boggs: 2004), (Englund y J. Leach: 2004),
(Sökefeld: 1999).
A su vez la sociedad regional, es una adaptación
de la cultura local a la globalización, entre la cual la
sociedad regional transfronteriza y de espacios transregional
resulta estratégica; las nuevas comunidades étnicas
imaginadas multilingües son y operan como regiones abiertas
transfronterizas y supraterritoriales. Paradójicamente las
nuevas cosmogonías de comunidades imaginadas, manejan
nuevos universos simbólicos en el contexto de una nueva
criollización y relectura local, con mestizajes emic que
vean mas allá del enfoque monolingüe, ya las
cosmovisiones regionales se expresan en varias lenguas. Pero
dichos mestizajes y etnicidades se constituyen a partir de la
circulación regional de símbolos e
información, que se enmarca en los paradigmas culturales
locales o cosmovisiones regionales generadas por las plataformas
configuracionales de las cosmologías o cosmogonías
civilizatorias, plasmadas en mitos fundacionales emic, así
como en las religiones universales que al ser universos
simbólicos son interpretadas doctrinal e
interpretativamente por las esferas locales en las culturas
regionales, creando a su vez una nueva criollización y
relectura local, con nuevos mestizajes emic enmarcados en
procesos glocales que a su vez, generan transgeneracionalmente
nuevas identidades étnicas glocales muchas veces
contraculturales antisistémicas, contracivilizatorias,
antiglobales; algunas de ellas con características de
revitalizaciones etnocéntricas fundamentalistas
transfronterizas y supraterritoriales.
Samuel Huntington en su obra Choque de
Civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial
señala que las civilizaciones -como redes de
culturas- culturalmente subyacen a la globalización, la
cual sería superficial, epidérmica y/o
cosmética. En este sentido las civilizaciones son las
constelaciones cosmológicas y cosmogónicas que
operan en las estructuras profundas y que enmarcan
mediante cosmovisiones y paradigmas emic las culturas de las
periferias, semiperiferias y núcleos del moderno sistema
mundial. Ello quiere decir que las nuevas culturas regionales
(sociedades regionales abiertas transfronterizas y
supranacionales) reinterpretan mediante la criollización,
mestizajes emic y relecturas locales y glocales, las
cosmologías y cosmogonías civilizatorias y en el
ensamble con la sociedad red se generan las revitalizaciones
étnicas, muchas veces movimientos sociales
antisistémicos, en los contextos de las sociedades
regionales. Nuestro enfoque difiere de los modelos culturalistas,
relativistas, indigenistas etnicistas encriptados que abordan la
etnicidad como algo dado a priori, sin ver que son efectos de
sociedades regionales, al permanecer anclados teóricamente
en el particuralismo relativista norteamericano, o en el
culturalismo indigenista. Ante las transformaciones globales las
sociedades regionales son la plataforma para las
reconfiguraciones regionales globales, contextos abiertos de
revitalizaciones étnicas que son una respuesta a las redes
de la globalización, que se generan a niveles locales y
regionales, a partir de las cosmovisiones emic, reinterpretadas
de las cosmologías civilizatorias, a veces
situacionalmente confrontadas con otras cosmovisiones
civilizatorias o glocales. Dicha globalización con su
orden y desorden cíclico en las olas de ascenso emanadas
de los núcleos diamante y descenso en crisis generan en
las culturas regionales revitalizaciones étnicas que en
muchas casos son fundamentalismos etnocéntricos y racistas
frente al subyugamiento que hacen las tranformaciones globales
mediante la sociedad red en los contextos de las sociedades
regionales a las etnicidades generadas en las culturas locales,
en este proceso se concretan campos y arenas donde se expresan
múltiples dimensiones de movilización y conflicto
étnico.
Una de las dimensiones socioculturales más
importantes de estas categorías
–movilización y conflicto
étnico– es aquella que tiene que ver con la
construcción transnacional de identidades culturales
regionales que se configuran y concretan en nuevas sociedades
regionales supraterritoriales. La movilización
étnica de estas identidades culturales regionales tiene
que ver con la capacidad que tienen los distintos miembros de las
culturas regionales para promover y desenvolver políticas
culturales que les permitan defender, valorar y difundir su
cultura más allá de su espacio sociocultural de
pertenencia territorial. Este es un proceso social donde la
movilización étnica recurre a diferentes recursos
de intelectualidad orgánica localista para trabajar una
historia cultural emic que valide, en los niveles
supraterritoriales de la región cultural, la autenticidad
de la cultura de pertenecimiento territorial. Dicho territorio
como fuente de identidad emic, está ligado a estructuras
mitológicas fundacionales, ligadas a configuraciones
civilizatorias, para legitimar la ideología local,
aún en contextos supranacionales, al operar como una
cosmovisión local y a la vez paradigma emic
supraterritorial, en medio del desorden global. Para el caso de
México, las características importantes de este
tipo de movilización étnica, se configuran y se han
originado por el incremento constante de los flujos migratorios
principalmente hacia los Estados Unidos y Canadá. En
combinación con los flujos migratorios de Europa, estas
dinámicas de movimientos de población, concretaron,
de un modo desigual, la estructura económica,
política, sociocultural y espacial de muchas regiones
metropolitanas de los Estados Unidos y Europa (Pandit y Holloway:
2006).
En este sentido, las civilizaciones son también
plataformas geopolíticas, enmarcadas en el moderno sistema
mundial, que engloban redes de cosmovisiones frente a la sociedad
red y la globalización supraterritorial
homogeneizante, a partir de áreas globales y hemisferios
geopolíticos, enclavadas en zonas diamante. El resultado
son movimientos de revitalización étnica que
situacionalmente hacen alianzas geopolíticas, anacionales,
civilizatorias frente a las civilizaciones supraterritoriales
homogeneizante que se irradian desde el núcleo global de
la sociedad-red. Por ello resulta estratégico estudiar las
conexiones entre lo étnico y lo civilizatorio en los
ensambles regionales y en sus procesos glocales en una nueva
criollización y relectura local frente a las
transformaciones globales supraterritoriales. Por lo tanto las
nuevas etnicidades se transforman revitalizadas por las
cosmovisiones regionales glocales frente a las cosmologías
y cosmogonías civilizatorias y la globalización
supraterritorial descontextualizante homogeneizante. Ello quiere
decir que los procesos de identidad local son a su vez parte de
las reconfiguraciones civilizatorias frente a la
globalización. Frente a las constelaciones globales
supraterritoriales se generan nuevas configuraciones
civilizatorias, que se revitalizan en las sociedades regionales
transfronterizas y a su vez se revitalizan las etnicidades
glocales de las culturas regionales como espacios abiertos. El
resultado es el crepúsculo del estado– nación como
comunidad imaginada y la reconfiguración civilizatoria de
las civilizaciones núcleo debido a la
revitalización de las constelaciones globales enmarcadas
en nuevos núcleos de redes económicas,
políticas y civilizatorias regionales como América
del Norte, Japón, China y la Unión Europea. El
desorden global tiene la particularidad de revitalizar de manera
suave o de manera dura las identidades étnicas mediante
complejos procesos de glocalización -nueva
criollización y relectura local- que en realidad son
irradiaciones globales supraterritoriales homogeneizantes del
núcleo sistémico que se irradia desde
la sociedad red y la nueva economía de redes.
La idea principal que manejamos es que las
revitalizaciones étnicas se reconfiguran glocalmente, por
las constelaciones civilizatorias frente a las transformaciones
globales supraterritoriales homogeneizantes que se conectan con
lo regional en el ensamble regional reconfigurando las culturas
locales, o frente a nuevas reconfiguraciones civilizatorias. Ello
quiere decir que la revitalizaciones étnicas operan como
transformaciones estructurales, –nueva criollización
glocal y relectura local– de las redes civilizatorias frente a
las oscilaciones sistémicas de las constelaciones globales
irradiándose supraterritorialemente, mediante la sociedad
red. El desorden global permite la revitalización
étnica ante el debilitamiento del estado-nación
pero la reconfiguración cultural regional que genera
fundamentalismo étnico es producto de sociedades
regionales políticas frente a la globalización en
el contexto de revitalización civilizatoria, frente a la
propia globalización y otras civilizaciones. Ello quiere
decir que los modelos de región política de
(Fábregas y De la Peña, 2007) conjuntamente con los
enfoques regionales de Lomnitz permiten generar un escenario
territorial de revitalización étnica frente a la
sociedad red y la globalización, pero con conexiones
civilizatorias de revitalización fundamentalista. Estos
procesos de revitalización étnica pasan por los
campos regionales y arenas locales de la política informal
con facciones, cuasigrupos locales y coaliciones regionales que
tienen objetivos públicos de renacimiento civilizatorio
plasmados en la revitalización étnica
fundamentalista de una nueva criollización glocal y
relectura local; dicha revitalización va acompañada
de movilizaciones populistas en estados etnicistas o populistas
generados en las crisis globales. Véase el caso de
revitalización étnica en Bolivia y de los pueblos
originarios de
Sudamerica así como el subcomandate Marcos y el
EZLN y otras revitalizaciones. El mismo día que
México se articuló con la globalización se
generó la respuesta de la revitalización
étnico-populista en Chiapas.
Retomando como punto de partida el modelo
antropológico propuesto por Jonathan Friedman para
estudiar el sistema global (Friedman: 2004), es posible
aproximarse a diferentes enfoques y abordajes de las
movilizaciones étnicas si se teoriza a partir de la
interacción existente entre fuerzas globales de
integración y la movilización política de la
etnicidad. Para referirse a la situación
contemporánea de fragmentación y
globalización, Jonathan Friedman argumenta lo siguiente:
la transformación del sistema global es un cambio en
el cual hay combinación de polarización vertical y
horizontal, polarización entre clases, y la
fragmentación de pueblos dentro de identidades
culturalmente definidas y defendidas (Friedman, Ibid: 69).
Dentro de esta perspectiva global, no existen muchos desacuerdos
con respecto al hecho de que el mundo está impregnado por
una plétora de estrategias políticas culturales de
grupos de indígenas, migrantes, "minorías",
"marginales"; que aspiran a un tipo de liberación
cultural de las fuerzas homogenizantes del estado, todo ello a
partir de sociedades regionales y sus revitalizaciones
étnicas. De este modo, el resurgimiento de los movimientos
indígenas es parte de este proceso sistémico total,
el cual, por decirlo de alguna manera, no es el resultado de un
movimiento mecánico determinista. Aunque relacionados
entre si, existen dos aspectos completamente diferentes de este
proceso, uno que es social, y otro derivado del disenso
sociocultural acerca de la concepción-aplicación
universal de los derechos humanos, este último aspecto ha
dado origen a una serie diversa de conflictos étnicos al
rededor del mundo. El proceso social consiste en la
desintegración de los procesos de homogenización
que fueron el soporte principal del
estado-nación. Esto dio origen al incremento de conflictos
acerca de la concepción universalista del derecho y los
derechos de pueblos particulares, un conflicto real entre los
derechos particulares y los colectivos, y lo nacional versus lo
étnico.
En general, las políticas culturales son
políticas de la diferencia, una transformación de
la diferencia en reclamos colocados en la esfera pública,
para el reconocimiento de la identidad cultural, por el control y
manejo los recursos ecológico energéticos
significativos, por los usos y tenencias de la tierra. Pero estas
diferencias son a su vez diferenciadas en importantes e
interesantes maneras, no únicamente en relación a
estructuras existentes de identificación. Tanto las
identidades indígenas como las identidades de las
sociedades regionales, (niveles de identidad), reclaman al
estado-nación, una identidad que está basada en la
idea de una "aboriginalidad" auténtica (Friedman:
Ibid). Son reclamos sobre la territorialidad como tal, y esos
reclamos están basados en una situación contraria a
la que es definida como productos de conquista y neocolonialidad
(Ashcroft: 2006). Las raíces aquí están
localizadas en un paisaje particular. La movilización
étnica, en las geografías globales, puede definirse
como la eficacia del potencial político que manejan los
grupos étnicos para vincularse, representarse y moverse en
arenas y campos políticos que trascienden el nivel de la
villa y/o la comunidad local/regional; espacios donde pueden
viabilizar y operacionalizar sus procesos de
reivindicación de su vieja nueva identidad
socioterritorial, ecológica y étnica-cultural a
partir de las ideologías locales y las culturas
íntimas de clase regionales, de proyección
supraterritorial. Paradójicamente, dicha
reterritorialización opera sociedad abierta
supraterritorial
Las nuevas identidades étnicas en la escena
local, en las sociedades regionales implican las redes de
culturas de relaciones sociales que ensamblan y
articulan las culturas íntimas de clase, mediante la
coherencia local y el mestizaje, que dan como resultado la
identidad étnica glocal, reordenado las configuraciones
civilizatorias (como cosmologías y cosmogonías),
plasmadas en cosmovisiones. Las constelaciones globales
supraterritoriales homogeneizantes que se irradian desde los
núcleos diamante de las ciudades del Moderno Sistema
Mundial, como Londres, Los Angeles, Nueva York, a las sociedades
regionales del mismo núcleo y hacia las sociedades
regionales de la semiperiferia y la periferia, implican culturas
descontextualizadas homogeneizantes de masas, frente a las
sociedades regionales enmarcadas en la cultura popular, heredera
de la cultura vernácula folk, que contiene los elementos
de una subcultura generacional étnica, con potenciales
rasgos glocales de contracultura global y anticultura
sistémica, materializada en múltiples estrategias
situacionales de identidad étnica. La cultura
vernácula y/o folklórica y/o étnica y/o
indígena, es la fuente de la identidad étnica,
mediante la tradición y la costumbre; que tiene sedimento
vernáculo irreductible cultural local profundo, en las
múltiples escenas y sociedades regionales, génesis
de movimientos de revitalización étnica. En
periplos metodológicos, culturalmente estamos hablando de
la plataforma ideográfica e ideográfica
civilizatoria anclada en sociedades regionales (con sociedad
civil, y con estructuras de un mercado), que genera nuevos
procesos de cultura local, cultura regional, cultura popular, y
cultura urbana.
Pero las constelaciones globales y configuraciones
civilizatorias operan desde las sociedades regionales abiertas
transfronterizas multiculturales del Núcleo del Moderno
Sistema Mundial al transcultural mediante la sociedad-red (a las
sociedades regionales a distancia, tanto urbanas como su
hinterland rural), primeramente dentro del nivel nacional
y posteriormente internacional o civilizatorio,
mediante configuraciones interculturales, para posteriormente
irradiar globalmente mediante firmas transnacionales,
multinacionales, a todo el planeta, generando nuevos y
permanentes procesos de descontextualización aterritorial
global homogeneizante, todo ello en un nuevo proceso de
enculturación (a través de una amplia variedad de
prácticas sociales) o socialización generacional en
trayectos segmentados de vida, poniendo énfasis en las
etapas de adolescencia, juventud y adultez temprana, creando una
nueva criollización y relectura glocal, mediante la
apropiación sincrética o
"reterritorialización local cultural" en las cultura
regionales reconstruyendo idiográficamente e
ideográficamente, en nuevas combinatorias de
constelaciones locales imaginarias y múltiples
configuraciones culturales regionales sin fin, como plataformas
de las nuevas identidades étnicas, raciales o nacionales,
o subculturas postétnicas, postraciales o postnacionales.
Dichas identidades étnicas se materializan y se
representan situacionalmente en estrategias de política
informal y subpolítica, como facciones, cuasigrupos y
coaliciones, así como redes clientelares egocentradas y
manejos de las webs en la sociedad red.
La representación que se configura en estos
espacios globales, es un modo de representación cuya
lógica está organizada por el núcleo
estructural de la nacionalidad, una relación entre
identidad cultural y territorio, elementos opuestos a la
territorialidad del estado, el cual, en la memoria
histórica de los pueblos indios, está asociado con
las dinámicas históricas de conquista,
ocupación y usurpación. Este tipo de estructuras
emerge en condiciones en las cuales el estado es claramente no
representativo de los intereses del pueblo, o de los intereses de
las grandes mayorías de los sectores que conforman el
pueblo. Dichas condiciones también son variables en el
tiempo y en el espacio. La lógica que vincula
pueblerismo regional e indianidad a la
constitución del estado-nación, es la misma
lógica de las estructuras de oposición (Friedman:
Ibidem). La distinción entre estado y nación, es
una variante importante de los procesos de formación de
los estados-nación contemporáneos; donde diferentes
identidades culturales y etnicidades de sociedades regionales y
pueblos indios, se identifican como segmentos subordinados y
separados del estado, el cual se percibe como un agente externo y
extraño. Muchas veces hacen referencias mitos
fundacionales enmarcados en cosmovisiones civilizatorias, muchas
veces legitimadores de nuevas identidades. De hecho, este
sería el arquetipo de las relaciones
coloniales.
El proceso para tener eficacias en las secuencias
posteriores implica sincretizar y neoculturar regionalmente
mediante nuevas configuraciones étnicas y civilizatorias
reapropiación/consumo mediante la apropiación
multicultural y el recontextualizar
interculturalmente mediante una nueva criollización y
relectura local, y la apropiación sincrética o
"reterritorialización regional cultural", reeleborando,
reconstruyendo idiográficamente e ideográficamente,
en nuevas combinatorias de constelaciones imaginarias y
múltiples configuraciones culturales sin fin, frente a los
nuevos y permanentes procesos de de transculturacion
homogeneizante y descontextualización aterritorial global,
todo ello en proceso de enculturación. Ello sucede porque
la relaciones interculturales en los contextos
culturales no operan mediante la hibridación y en realidad
operan sociedades plurales con minorías étnicas,
raciales y o nacionales, más que contextos
multiculturales. Implica consumo/apropiación regional de
la cultura popular que descontextualizada homogeneizante
aterritorialmente por la sociedad red se vuelve de masas, pero
que desde la cultura local se asimila y se integra
localmente desde la fragmentación, a partir
de la ideología local. Opera en los núcleos
regionales de la semiperiferia y periferia, en la esfera del
consumo/apropiación, supuestamente multiculturales, pero a
lo sumo multicéntricas. Ello va reconfigurando las nuevas
constelaciones identitarias desde la sociedad regional
supranacional y supraterritorial.
En muchas de estas situaciones, la indianidad
únicamente se fragmenta cuando opera como una identidad
separada del estado. Es por ello que "los pueblos
indios", como una forma de intencionalidad,
únicamente se concretan mediante las políticas
culturales de defensa del "arraigamiento aborigen
original", éstas políticas culturales como
ideologías etnopolíticas, en ciertas condiciones,
puede producir nacionalismos extremos contra el estado, con
proyección supraterritorial. Sin embargo, no existe
lógica alguna de que los estados-nación y los
movimientos étnicos puedan coexistir sin cambios en la
estructura total del estado mismo, o por el establecimiento de
compromisos que sencillamente acentúan la ambivalencia en
esta situación, generada por nuevos contextos glocales
regionales, en conexión multicéntrica con la
sociedad red.
Las sociedades regionales glocalizan
multicéntricamente mediante nuevas configuraciones
étnicas regionales, los nuevos procesos locales y
étnicos, cuando hay globalización en crisis,
mediante fenómenos de reapropiación/consumo,
mediante procesos nuevos de criollización y de relectura
culturales, y de apropiación sincrética glocal o
"reterritorialización cultural", reeleboran, y
reconstruyen idiográficamente e ideográficamente en
nuevas combinatorias de constelaciones imaginarias y
múltiples configuraciones culturales sin fin, frente a los
nuevos y permanentes procesos de descontextualización
homogeneizante aterritorial global, mediante firmas globales
operando en la sociedad-red. Todo ello en un nuevo proceso de
enculturación (a través de una amplia
variedad de prácticas sociales) o socialización
transgeneracional en trayectos segmentados de vida, poniendo
énfasis en las etapas de adolescencia, juventud y adultez
temprana, como fuente de identidad. La cultura popular reproduce
regionalmente universos simbólicos, cosmologías,
cosmogonías y cosmovisiones; la contracultura local genera
universos simbólicos, nuevas cosmologías,
cosmogonías y cosmovisiones alternativas; la cultura de
masas las vuelve mercancías mediante el uso instrumental
de la razón práctica. Cultura popular es el
patrimonio intangible transgeneracional, aunque pase por las
industrias culturales globales. Implica
consumo/apropiación regional de la cultura popular que
descontextualizada aterritorialmente se vuelve de masas, pero que
desde la cultura local se asimila y se integra localmente desde
la fragmentación, a partir de la ideología local,
en el proceso de reproducción cultural regional,
dándole coherencia ideográfica, desde una
perspectiva, a partir de nuevas escenas y subculturas, en un
contexto glocal dialéctico. Ello es el contexto de
reconstrucción de las nuevas identidades étnicas
supraterritoriales.
Bibliografía
Appadurai, Arjun. 2001. La modernidad desbordada. FCE,
Buenos Aires.
Boggs James, P. 2004. The culture concept as theory in
context. In: Current
Anthropology 45 (2): 187-209.
Burke, Peter. 2006. ¿Qué es la historia
cultural? Paidós, Barcelona
Castaings Teillery, Juan. 2000. Los sistemas
comerciales y monetarios en la triada excluyente. UAM-I,
Porrúa, México
Dehesa, Guillermo de la. 2007. Comprender la
globalización. Alianza Editorial. Madrid
De la Peña, Guillermo. 2007. "El concepto de
región a debate". Cátedra Ángel Palerm Vich.
CIESAS, Universidad Iberoamericana, Santa Fe, Ciudad de
México. Notas personales de César Pérez
Ortíz.
Englund, Harri and Leach, James. 2000. Ethnography and
the meta-narratives of modernity. In: Current
Anthropology 41 (2): 225-247.
Friedman, Jonathan. 2004.
Globalización, Transnationalization and Migration. In:
Worlds on the Move: Globalisation, Migration and Cultural
Security. I.B Tauris.
2003. Globalization, Dis-integration,
Re-organization. The Transformations of Violence.
In: Globalization, the State and the Violence, Jonathan
Friedman [Ed], Altamira Press.
Held. D; McGrew. A; Goldblatt. D y
Perraton. 2002. Transformaciones Globales. Política,
Economía y Cultura. Oxford, México.
Lewellen Ted C. 2008. The Anthropology of
Globalization. Cultural Anthropology Enters the 21
Century. Bergin & Garvey. U.S.A.
Lomnitz, Claudio. 1995. Las salidas del
laberinto. Cultura e Identidad en el espacio nacional mexicano.
Joaquín Mortiz, México.
Marcus, George. 1995. Ethnography in/of
the World System: The Emergence of
Multi-Sited Ethnography. Annual Review of
Anthropology, Vol. 24, pp. 95-117
Rifkin, Jeremy. 2000. La era del acceso.
La revolución de la nueva economía. Paidós,
España.
Scholte, Jan Aart. 2000. Globalization: A
critical introduction. St. Martin, New York
Sökefeld, Martin. 1999. Debating
Self, Identity, and Culture in Anthropology. In:
Current Anthropology 40 (4): 417-447.
Vertova, Giovanna. 2006. Changing Economic
Geography of Globalization. Routledge, London.
Wallerstein, Immanuel. 1979. El Moderno
Sistema Mundial. La agricultura capitalista y los orígenes
de la economía-mundo europea en el siglo XVI. Siglo XXI.
Madrid. Zelinsky, W, and Lee. B. A. 1998. Heterolocalism: An
alternative model of sociospatial behavior of
immigrant ethnic communities. In: International Journal
of Population Geography 4 (4):
281-298.
EL PRESENTE TEXTO ES SOLO UNA SELECCION DEL TRABAJO
ORIGINAL.
PARA CONSULTAR LA MONOGRAFIA COMPLETA SELECCIONAR LA OPCION
DESCARGAR DEL MENU SUPERIOR.