Gertrudis Garrido Sánchez, última víctima del tren Caracas – La Guaira en 1.959
Ángela Gertrudis Garrido Sánchez,
última víctima del tren Caracas-La Guaira –
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Ángela Gertrudis Garrido
Sánchez, última víctima del tren Caracas-La
Guaira
Ángela Gertrudis Garrido
Sánchez
Alumna de la Escuela "Manuel Segundo
Sánchez" en Maiquetía
El tren Caracas-La Guaira fue construido en tiempos del
gobierno del general en jefe Antonio Guzmán Blanco
con el fin de modernizar al país en el ramo del transporte
público y comercial. Y sus rutas comprendían desde
Caño Amarillo pasando por Curucutí hasta pasar por
los lados de Pariata en Maiquetía.
Tren de Caracas a La
Guaira
El tren en su retorno tocaba la estación que
tenía en la antigua hacienda "Piedra Azul", que
fueron tierras de la familia Parra Sanojo, padres de la
afamada escritora franco-venezolana Teresa de la
Parra, escritora de una obra titulada: "El Diario de
una joven que se fastidiaba" y que después pasó
a llamarse "Ifigenia".
El tren en su regreso tomaba carga de carbón y se
abastecía de agua, ya que sus máquinas trabajaban a
vapor, debido a que allí en las cercanías del
Río Piedra Azul los ingleses habían construido su
casa de hospedaje que conocíamos desde niño como:
"La Casa Grande".
En la casa de la estación vivió por muchos
años las familias Borges, Garrido Sánchez y
Quevedo. Y en La Casa Grande vivieron varias
familias, tales como: La señora Olga
González y sus hijos en hijas, quién
tenía una hija con el empresario Pedro Padrón
Panza, dueño de "Los Tiburones de La Guaira";
la familia Martínez, originarios de la isla de
Margarita en el Edo. Nueva Esparta; y la familia Ugueto,
quienes eran oriundos del pueblo de La Sabana en la Parroquia
Caruao y otras más que no vienen a mi memoria en estos
momentos.
José Antonio Garrido
Manzano
La familia Garrido Sánchez fue el producto
de la unión matrimonial entre mi tía paterna
Angelina Sánchez Aranguren y mi tío
político José Antonio Garrido Manzano,
quienes contrajeron matrimonio civil y eclesiástico en
Maiquetía el 23 de febrero de 1.946.
Cabe decir, que mi tía Angelina en su juventud
fue una mujer muy hermosa y atrayente, ya que ella nació
en Maiquetía el 2 de agosto de 1.924. Siendo su padre: el
comerciante de origen canario, don Francisco Sánchez
Jiménez, conocido en el pueblo de San Joseph de
Carayaca como Pancho "El Narizón", hijo de
los isleños de Canarias, don Julián
Sánchez y doña Carmen Jiménez,
fundadores del pueblo de San Joseph de
Galipán.
Catalina Aranguren Bravo de
Sánchez
Y su madre fue doña Catalina Aranguren
Bravo de Sánchez, hija del general Lino
Aranguren Castro, Ilustre Prócer de la
Federación, natural del Hoyo de la Cumbre; y doña
Dolores Bravo de Aranguren, natural de La Puerta de
Caracas y madrina de bautizo de la Beatísima Madre
María de San José.
Doña Angelina Sánchez Aranguren de
Garrido es descendiente por línea directa del
Libertador Simón Bolívar a través del
capitán don Juan de Villegas, del Dr.
Cristóbal Hurtado de Mendoza, primer presidente de
la República de Venezuela en 1.811 y del general
Julián Castro quién fue presidente del
país y estaba casado con una hija natural del general en
jefe José Laurencio Silva, Ilustre Prócer de
la Independencia venezolana y suramericana.
Doña Angela Sánchez
Aranguren de Garrido y su hermano Edgar Paulino Sánchez
Aranguren
Don José Antonio Garrido Manzano
nació el 7 de noviembre de 1.909 y provenía de una
familia procedente de las tierras mirandinas que se establecieron
en el sitio llamado Quenepe, que era el lugar por donde
ladeaba el antiguo tren de Caracas-La Guaira en su regreso hacia
Caracas, una vez abastecido en Piedra Azul. Sus padres fueron
doña Ana Gertrudis Manzano de Garrido y don
Pedro Garrido; quienes conjuntamente con otras familias
como: Nieves, Espinola y Prado, se
establecieron en esos predios.
Don José Antonio Garrido Manzano tuvo los
siguientes hermanos y hermanas: Lorenzo, Antonio,
Tito, Ricardo, Ángel María,
Josefina, Petra.
Matrimonio de José Antonio
Garrido Manzano y Angelina Sánchez Aranguren en
Maiquetía, año 1.946.
Aquél matrimonio fue vistoso y la pareja
construyó su casita en las adyacencias del Río
Piedra Azul, desde donde se visualizaban los rieles que desde sus
alturas magnificaban aquella gran obra de ingeniería
construida en la época del Liberalismo Amarillo del
Guzmancismo.
Don José Antonio Garrido Manzano con su
esposa doña Angelina Sánchez Aranguren en
ese mismo año de su matrimonio, pocos meses después
vieron venir al mundo a la más bella prenda de sus
amoríos, una niña que llevaría por nombre:
ANGELA GERTRUDIS GARRIDO SÁNCHEZ.
Angelina Sánchez Aranguren de
Garrido, con su hija Gertrudis en su primera casa de familia,
cerca de la línea del tren Caracas-La
Guaira.
Aquel ser lleno de dulzura y nacida entre rosas,
jazmines y claveles sembradas por su propio padre y regadas en el
rocío mañanero por D_OS y abonada por las
tiernas manos de su madre, vino a la luz de la vida en
Maiquetía el 10 de diciembre de 1.946.
La alegría embargaba a ese modesto hogar, en
donde su progenitor entre sus momentos de umpire de beisbol
disfrutaba entre el deporte nacional y la niña que
engalanaba el arte de la belleza en su hogar, tan linda como su
madre, que a su vez llevaba el nombre de una tía abuela
materna que yacía al lado de su padre en la cripta la
familia Aranguren Bravo en el Cementerio Municipal de
Maiquetía.
Don José Antonio Garrido Manzano era un viejo
militante del partido Acción Democrática
(AD) desde su propia fundación, siendo muy activo
en esas lides políticas. Además él trabaja
en el Instituto de Obras Sanitarias (INOS) manejando un
camión cargado de agua, cuyo fin era regar los jardines de
las diferentes plazas que adornaban a nuestro litoral en
Maiquetía y La Guaira.
Con el correr del tiempo fueron naciendo sus otros
hijos, tales como: Magaly Catalina (1.948), Lilian
Josefina (1.949), José Antonio (1.950),
Jesús Antonio (1.955) y Carlos Antonio
(1.957).
Cabe decir, que la familia Garrido Sánchez fue
víctima de las vaguadas que se dieron en el Río
Piedra Azul entre los años 1.948 y 1.951. Siendo sus
modestas casitas destruidas por los vendavales del antes
mencionado río.
Don José Antonio Garrido Manzano
jugó rol protagónico en la caída del general
de división (Ej.) Marcos Pérez
Jiménez en 1.958. Su militancia la reflejó
cuando amarrado con una soga se atrevió a pintar en una
inmensa piedra que tenía por debajo los rieles del tren
Caracas- La Guaira hacia los lados de Quenepe en las elecciones
presidenciales de ese año, el siguiente epitafio que se
conservó allí por muchos años y que rezaba
así: "…Vota por AD…".
Angelina Sánchez Aranguren de
Garrido y su hija Ángela Gertrudis
Él se estableció con su familia cerca de
la casa de la estación del antiguo tren en Piedra Azul,
construyendo allí una modesta casita de madera, cultivando
un vasto conuco con un hermoso jardín, siempre en sus
faenas laborales y deportivas, siendo un buen jugador de
dominó.
Los fines de semana en muchas ocasiones, entre bebidas,
dominó y suculentas comidas, disfrutaban al lado de las
familias Negrillo, Rivero, Jiménez,
Gil, Hostos y Marcano. Pero a la edad de 50
años, don José Antonio Garrido Manzano,
víctima del cáncer en el estomago falleció
en el hospital "José María Vargas" de La
Guaira, el 17 de marzo de 1.959.
Angelina Sánchez Aranguren de
Garrido y sus hijas Gertrudis y Magaly, rieles del tren Caracas-
La Guaira en El Rincón de Maiquetía, año
1.948
De esa manera, el béisbol guaireño y
nacional perdía a uno de sus mejores umpires, como en
más de una ocasión lo manifestara por la prensa
deportiva esa vieja gloria del béisbol zuliano, como en
vida lo fue el afro-granadino-venezolano Dickson
Bell.
Su sepelio se realizó el 18 de marzo de ese
año en su casa de habitación en Piedra Azul, El
Rincón de Maiquetía. La cual era muy bonita a pesar
de que era de madera, donde el terreno estaba sembrado de
árboles frutales y de una gran cantidad de bellas flores.
Sus restos mortales fueron sepultados en el Cementerio Municipal
de Maiquetía, bajo el acompañamiento de sus
familiares, amigos y allegados.
Ante tal situación trágica, doña
Ángela Sánchez Aranguren de Garrido con tres hijas
hembras y tres hijos varones a cuestas, tuvo que salir a buscar
trabajo para mantenerlos honradamente. Ella a pesar sus treinta y
tres años de edad era una mujer hermosísima, y de
eso no había dudas al respecto.
En muchas ocasiones su cuñada Petra Garrido
Manzano quien era catequista en la Iglesia de San
Sebastián de Maiquetía y solterona de
tradición secular, en horas de la mañana le cuidaba
sus hijos, ya que don Rafael María Gallegos, primo
del afamado escritor venezolano don Rómulo Gallegos
y Freire, le consiguió trabajo en el
telégrafo de Maiquetía, el cual quedaba al frente
de la jefatura civil de dicha parroquia.
Ángela Sánchez Aranguren
de Garrido y sus hijos José Antonio, Carlos Antonio y
Jesús Antonio
El señor nonagenario tarmeño don
Agustín Péinate sobre el señor
Rafael María Gallegos refirió lo
siguiente:
"…Rafael María Gallegos era un
hombre de un gran corazón; inclusive, tengo entendido que
él metió a trabajar a Ángela
Sánchez Aranguren de Garrido en el
telégrafo de Maiquetía, una vez que ella
quedó viuda de José Antonio Garrido Manzano
en el año 1.959. Él señor Gallegos
tenía una casita por los lados de Piedra Azul en
Maiquetía…".
"…Ángela Sánchez Aranguren es hija
de Francisco Sánchez Jiménez y de la
señora Catalina Aranguren Bravo. La señora
Catalina era una mujer muy bonita, pero de un
carácter terrible; y Ángela era muy bella cuando
joven…".
Angela Gertrudis Garrido
Sánchez
Foto tomada en su primera
comunión en la casa de nuestra abuela Catalina Aranguren
Bravo de Sánchez
Callejón "Arcaya" en Pariata
– Maiquetía, año 1.959
En nuestro seno familiar se dio un gran evento y fue
cuando mi prima hermana Gertrudis Garrido Sánchez realizo
su primera comunión con todo el esplendor posible y dentro
de la liturgia ritualistica emanada del Concilio Vaticano I, con
hermosura y belleza pareciendo más bien una novia ataviada
para un magno matrimonio, que con lágrimas en mis ojos,
tengo que manifestar que así lo fue, debido a los sucesos
que después se dieron al año siguiente.
Gertrudis a pesar de sus once años de edad era
una mujer alta, elegante y muy bonita, con el traje que le
pusieron parecía más bien una novia que se estaba
casando en el vestal del Dios Apolo, de eso no había
dudas.
Las fotos alusivas a ese evento se la tomaron en nuestra
casa en Pariata a comienzos de 1.959 y la comunión la
realizó en la iglesia San Sebastián de
Maiquetía, siendo su tía Petra Garrido
Manzano su catequista. Mi prima era una joven tan atractiva
que mi tía Juana Norma la había nombrado para que
fuera una de sus damas de honor en su futuro matrimonio con el
canario Antonio Acosta Álvarez.
Pero el destino produjo grandes cambios en esa familia,
cuando el 17 de septiembre de 1.959, nos llegó la infausta
noticia de que Ángela Gertrudis Garrido
Sánchez había fallecido víctima de una
viga de ferrocarril que le cayó encima. Claro está,
ese era su primer día de clases en el colegio "Manuel
Segundo Sánchez" en las cercanías del Plan de
Peckrubia en El Rincón de Maiquetía.
Claro está, ella pasó a ser la
última víctima del antiguo tren de Caracas a La
Guaira en toda su historia. Todo sucedió cuando ella
trataba de pasar por los lados en donde vivía la antigua
bruja Elena, entrando a Piedra Azul por los lados donde estaba la
antigua bodega del portugués Álvaro y frente a la
casa de tablas del marino margariteño Miguel
Narváez "Macanao".
Era un vaivén, el dueño de un
camión que estaba en el sitio la conminaba a pasar y ella
le decía que pasara él, y así sucesivamente.
Hasta que la joven Ángela Gertrudis se decidió a
pasar el trecho antes descrito para ir a su casa.
Y justo en ese momento, pasó el camión y
su chofer tratando de evitar en arrollarla, decidió
lanzarse hacia donde estaba la viga, pero como esta estaba
corroída por el paso de los años, se vino abajo y
le cayó encima a tan preciada alumna del colegio
"Manuel Segundo Sánchez".
En ese momento se encontraba acompañada de su
hermana Lilian Josefina y de su compañera de
estudios Raquel Gil. Aunque la señora
María Cabrera manifestó que ella
también estuvo en esos trágicos momentos en su
compañía.
La noticia le llegó a su abuela Catalina
Aranguren Bravo de Sánchez en el callejón Arcaya de
Pariata, a través de su nieto León Manuel Morales,
manifestada por el ingeniero de vuelo peruano don José
Antonio Negrillo Márquez quién era compadre de
su difunto padre y en cuya casa fue donde la velaron con el mismo
vestido con la cual meses antes, había hecho la primera
comunión. Además en esos cruciales momentos se
encontraba acompañado del señor José
Rivero (chofer de la Electricidad de Caracas en Guanape) y
Carlos José Hostos (vigilante del Ministerio de
Obras Públicas en el Latín Quarter en el viejo
Aeropuerto de Maiquetía).
León Manuel Morales describe esos momentos
de la siguiente forma:
"…En esos momentos no hallaba que hacer, ya que
en la casa no había nadie, sólo mi hermano Frank,
debido a que mi abuela había ido a visitar a mi tío
Félix Luís Sánchez Aranguren,
quién días antes se había mudado de la casa
que tenía en el mismo callejón Arcaya en donde
vivíamos; ya que él vivía al lado del
señor Crisanto Lozano, quién era nativo del
pueblo de Tarmas, gran decimista y cultor de las fiestas en honor
a la Santísima Cruz del Altar…".
"…Mi tío Félix Luís se fue a
vivir por los lados del barrio que se formó en donde se
encuentra hoy el Bloque 1 de la Urbanización Diez de
Marzo, bordeando la Avenida Soublette. Específicamente,
frente al semáforo que está en la entrada de Mare
Abajo, hacia lo que era el antiguo
leprocomio…".
"…Después que la familia toda se
informó de dicha eventualidad, a mi tío Basilio le
tocó encargarse de comprar la urna y del servicio
fúnebre en general, el cual salió por el orden de
los ochocientos bolívares, siendo sepultada al lado de su
difunto padre…".
"…Al segundo día del novenario, el
señor que la había atropellado se acercó al
carro donde iba mi tía Ángela a pedirle disculpas
por lo sucedido, y esta nunca se lo aceptó. Cabe destacar,
que mi tía Ángela se fue a vivir con nosotros en
Pariata, ya que de esa forma mi abuela Catalina le podía
cuidar sus hijos e hijas….".
Lilian Josefina Garrido
Sánchez
En realidad, Ángela Gertrudis Garrido
Sánchez pasó a la transición eterna siendo
muy joven aún, con un cumulo de ideas esperanzadoras para
ayudar a su madre, ya que también cursaba estudios de
oficinista en el Instituto de Enseñanza Mercantil
(IDEM), propiedad del maestro Tomás
Gómez en Maiquetía.
Este trabajo fue realizado por su primo hermano
León Manuel Morales como recuerdo latente de su
memoria.
La prima hermana Lilian Josefina Garrido
Sánchez sobre este trabajo realizó las
siguientes precisiones:
"…Ese 17 de septiembre de 1959
cumplía mi padre 6 meses de fallecido y era el primer
día de clase en el Colegio Manuel Segundo
Sánchez del Rincón en Piedra Azul, mi
mamá siempre nos llevó al Colegio; pero nos
dejó pensando que teníamos clases hasta tarde y se
fue para la casa para atender a mis otros hermanos. Pero
lamentablemente, nos despacharon temprano y nosotras,
GERTRUDIS, RAQUEL GIL y YO, decidimos
no esperar a mi mamá y regresar solas para nuestra
vivienda, con la mala suerte de que en ese trayecto venia un
camión y las calle era muy estrecha, y nos vimos en la
necesidad de meternos en un pequeño callejón que
había entre la casa de La Sra. Angelina (Q.E.P.D) y
del Sr. Ramón Martínez que era chofer de los
Autobuses del Rincón. Si mi mente no me falla, a pesar de
que yo era una niña, frente a ese lugar estaban
construyendo una casa, que el conductor del camión
pensó que si le daba a la viga podía caer hacia el
callejón. Efectivamente, fue así y le dio a la
Viga del Ferrocarril que estaba corroída; él nos
hizo señas y nos gritaba a las tres que
cruzáramos al otro lado, pero la única que
cruzó fue ella, mi hermana GERTRUDIS. Nosotras no
pudimos agarrarla para detenerla y lamentablemente le cayó
encima destrozándola, yo traté de levantar la Viga
y no podía, los señores que estaban en la
construcción fueron las que la auxiliaron,
trasladándola al Periférico de Pariata aún
con vida, pero muy grave, en donde
fallece….".
"…La muerte de mi hermana ha sido para mí
difícil de superar…".
Hay que destacar la colaboración que
prestó el ingeniero de vuelos peruano don José
Antonio Negrillo Márquez "Pepe", quién para
entonces estaba casado con la señora Lourdes delgado, hija
del señor Indalecio Delgado y de la señora
Gregoria, quienes eran de origen canario muy marcados y a
su vez eran naturales de los pueblos de Urea en Naiguatá y
San Joseph de Galipán en Macuto.
Pepe Negrillo trabajaba en esa ocasión como
ingeniero de vuelos con la empresa RAMSA, en donde laboró
muchos años como mecánico y quién a su vez
era el padrino de bautizos de unos de mis primos hermanos, si
más no recuerdo, creo que de Carlos Antonio Garrido
Sánchez.
Dicho aviador tenía una casa recién
construida en Piedra Azul, frente a la casa de sus suegros;
facilitándola para que Ángela Gertrudis Garrido
Sánchez fuera velada en la misma, debido a las
incomodidades que había en la casa de su madre Angelina
Sánchez Aranguren de Garrido.
Su ataúd era de madera y se encontraba forrada de
fieltro blanco, su cuerpo estaba amortajado con el mismo traje
con que meses antes había hecho la primera
comunión, su rostro siempre lindo radiaba y nos indicaba
que en la barca de ISIS haría su viaje hacia los
más lejanos rincones de la eternidad colmo sombra viajera
atravesando los umbrales de los tiempos y las edades en las manos
de su padre José Antonio Garrido
Manzano.
El servicio fúnebre los realizó La
Funeraria "La Coromoto", siendo atendida por su propio
dueño, quién preparó su cadáver. Tan
bella doncella fue vestida por su tía Petra Garrido
Manzano y contó con la ayuda de su tía Juana
Norma Sánchez Aranguren, quién esperaba que tan
linda sobrina, fuera la dama de honor en su matrimonio con el
isleño de Canarias Antonio Acosta
Álvarez.
En unos de esos cruciales momentos, Ángela
Gertrudis tuvo que ser sacada del ataúd para ser
colocada en un nuevo cofre, tocándole esa misión
familiar a nuestro tío Edgar Paulino Sánchez
Aranguren. Es de grato recuerdo, unas horas antes de su
partida a la morada eterna en el Cementerio Municipal de
Maiquetía, cuando se pudo notar, que por un orificio de su
nariz salió una gota de sangre y le fue limpiada con un
pañuelo blanco por su tío Santiago Francisco
Sánchez Aranguren.
También hay que acotar, que nuestros tíos
Edgar Paulino como Basilio Sánchez Aranguren tuvieron la
altísima responsabilidad de costear los gastos funerarios
en esa ocasión, ya que un principio detectar a mi
tío Basilio fue algo difícil, debido a que
él había salido de la Escuela Municipal Graduada
"Miguel Suniaga", y no lo encontraban para darle tan
infausta noticia.
En el velorio hubo gran reverencia hacia mí
siempre recordada prima Ángela Gertrudis, y es cómo
expresa mi hermano el ingeniero mecánico Juan Francisco
Morales:
"…León, en ese ataúd esta una
princesa de nuestra familia y linaje, estaba allí la
descendiente de una de las tribus de Israel, era ella, era
Gertrudis, no hay dudas. No hay dudas, allí nuestra
familia actuó con su linaje hebreo olvidado en el tiempo
desde que vinieron desde España, tanto por la rama de los
Sánchez como por la de los Aranguren, pero más de
los Sánchez…".
Claro está, pasamos la noche y la madrugada entre
chocolate, café, queso y galletas, pero siempre bajo la
mayor reverencia posible, las lágrimas casi destruyen a
nuestra bella y siempre hermosísima tía Angelina
Sánchez Aranguren de Garrido
Manzano.
A eso de las dos de la tarde del día 18 de
septiembre de 1.959, el dueño de la Funeraria "Coromoto"
comenzó su trabajo de sellar las planchas de aluminio del
ataúd y allí el llanto de los presentes fue
aumentando, que estremecía el recinto, especialmente el de
su adorada madre: Angelina.
Finalmente, hizo su acto de presencia el
presbítero Encinoso, párroco de la iglesia
de San José de Maiquetía y amigo de la familia,
quién después de los rezos de partida selló
el cofre con agua bendita, para que nadie nunca jamás lo
profane en el lugar sagrado en donde aún se conservan,
bajo estas sacrosantas palabras: "…Réquiem in
pace (RIP) per secula seculorum, Ángela
Gertrudis…".
Tren de Caracas-La Guaira avistando a
Maiquetía en 1.896
La marcha se produjo siempre con la presencia de sus
compañeros de estudios y del plantel de maestros de la
Escuela "Manuel Segundo Sánchez", familiares,
amigos y allegados, siendo sepultada al lado del padre amado,
José Antonio Garrido Manzano.
¡Que la Luz perpetua brille siempre para ti,
querida y siempre recordada prima Ángela
Gertrudis!
Mi tío Edgar Paulino Sánchez
Aranguren era amigo del prefecto del Departamento Vargas en
esa ocasión, de apellido Cabrices y militante de la
vieja guardia del Partido Acción Democrática
(AD), y quién también había sido
amigo de mi difunto tío político José
Antonio Garrido Manzano, quien no hizo nada por ese
caso.
A los familiares de Ángela Gertrudis Garrido
Sánchez nunca el gobierno nacional le indemnizó
la pérdida de tan bella y honorable menor de edad, a pesar
de fue víctima de un accidente producido por una viga del
viejo ferrocarril inglés de Caracas a La Guaira, levantado
desde los tiempos del General en Jefe Antonio Guzmán
Blanco y también conocido como: "El Ilustre
Americano".
Fraternalmente,
Autor:
León Manuel
Morales
Oficial de Marina Mercante
V-3.367.735