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La iglesia cristiana en los siglos segundo y tercero (página 2)



Partes: 1, 2

Si ha esta realidad añadimos el hecho de la
importancia básica que tenía la familia en la
cultura del mundo mediterráneo de la época, que
según Malina constituye la "institución central de
un sistema social…la familia significa todo…es la
suprema institución de intereses.", en este contexto
cultural en que "…el éxito en la vida significa
mantener vínculos con otras personas en camarillas de
grupos importantes.

El grupo central de esta serie es el propio grupo de
parentesco.", y siguiendo esta línea, no es de
extrañar que los albores de la iglesia se encuentren en un
tipo de organización caracterizado por el establecimiento
de grupos de base familiar (entendiendo su sentido amplio, que
engloba los parientes directos, esclavos, trabajadores
contratados y en ocasiones los colegas de gremios de artesanos,
comercio,…) en casas particulares.

La casa por tanto ofreció un clima de intimidad,
privacidad y estabilidad, que promovió actitudes
interactivas de compartir, creando lazos de cohesión,
amistad, que llevó a un sentimiento de identidad de
"pueblo de Dios" con una cada vez más marcada
diferenciación del "mundo" exterior.

Las casas debían ser bastante amplias, en oriente
solían utilizar para la celebrar sus reuniones la sala
superior (bajo el techo) de la casa por ser la habitación
más tranquila.

En occidente podían usar tanto el comedor de una
casa romana de un cristiano adinerado, como (durante el buen
tiempo) podían usar el patio de la casa, un huerto, un
cementerio, donde colocaban una plataforma para el orador o
lector y una mesa para la celebración de la Cena del
Señor. La sala del baño o piscina de la casa
podía usarse en el rito de iniciación del
cristiano, el bautismo.

Tenemos algunos ejemplos de cristianos que donaban sus
casas a la Iglesia (a los Apóstoles), para ser dedicadas
como lugar de culto. Estas prácticas fueron habituales en
el siglo II.

Desde mediados del siglo III, parece que se
comenzó a utilizar y construir edificios para el uso
concreto de la iglesia, verdaderos lugares de culto. La
referencia más antigua que tenemos de este tipo de
construcción dedicada a las reuniones de los cristianos
"es la casa-iglesia de Dura Europos en el Eufrates (hacia el
250)" , los edificios de uso religioso (cristiano) fueron cada
vez más comunes, en tiempo de Diocleciano ya eran
numerosos y al comenzar su persecución de los cristianos
ordenó su demolición.

En Hechos 20:7 se nos dice que los cristianos se
reunían el primer día de la semana, también
Justino confirma este hecho, también puede deducirse del
consejo de Pablo en 1Cor.16:2, aunque algunos dirán que el
hecho de guardar el dinero para la ofrenda no quiere decir que se
reunieran ese día sino que cada uno podía apartar
su donativo u ofrenda en su casa, para llevarlo
posteriormente.

Los miembros judíos de las iglesias guardaban
algunas fiestas más aparte de ésta, auque al igual
que en la anterior lentamente también dejaron de
celebrarlas, a excepción de la Pascua y el día de
Pentecostés, que a su vez los cristianos gentiles
observaban, debido a que conmemoraban dos grandes acontecimientos
en la Historia del Cristianismo: la resurrección del
Señor y el descenso del Espíritu Santo.

Sin lugar a dudas los ritos que marcaron más
fuertemente el comienzo de la iglesia primitiva fueron el
bautismo y la Santa Cena, pero por su complejidad en cuanto a sus
múltiples significados y variaciones que han sufrido no
voy a tratar en profundidad, sino que simplemente haré un
breve referencia general para centrarme en los ritos considerados
"menores" del culto.

Comentar simplemente que el bautismo se contempla como
rito de iniciación cristiana. Tras el Concilio de
Jerusalén donde se abolió la ceremonia judía
de la circuncisión obligatoria como paso inicial para ser
admitido en la comunidad de la Iglesia se consideró el
bautismo como única condición visible de dicha
admisión y se llevaba a cabo según la formula que
dejó Jesús a los apóstoles: " En el nombre
del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo", siendo la
manera de administrarlo por inmersión a ser posible en
"aguas vivas" siendo permitido el rociamiento o aspersión
en caso de que la inmersión fuese impracticable (forma a
juzgar por las pinturas hechas en frescos era bastante habitual)
como nos dirá la Didaché en el documento Padres
Apostólicos .

Según las afirmaciones de Justino Mártir,
hay constancia de que en algunas ciudades de Asia Menor (entre
ellas Éfeso), en que era costumbre que después de
ser bautizado (acto que denomina como "iluminación") el
nuevo creyente es llevado a la congregación para orar por
él, y a su vez interceder a favor de la propia
congregación y todos los demás creyentes en todo
lugar. Después de la oración se saludan siguiendo
el consejo de Pablo sobre la costumbre del saludo con
ósculo.

Los nuevos creyentes bautizados se reunían para
conmemorar y festejar juntos la cena del Señor con una
comida en común que conmemoraba la obra redentora de
Cristo. Existen dos documentos básicos (además de
las referencias que hace Pablo en su exhortación a los
corintios), que aportan información sobre este
rito.

El otro documento que quiero citar son los escritos
apologéticos de Justino Mártir (citado
también en el punto anterior) dirigidos al emperador
Antonio como respuesta ante las acusaciones de quienes
sospechaban del culto cristiano como inmoral, donde da a conocer
la estructura que se sigue en la celebración del bautismo,
santa cena, y culto, para poner de manifiesto que no hay nada
secreto en estas celebraciones. Este documento también
data del siglo II.

La Didaché afirmará que solo los
bautizados participan de este rito, en que primero se pasaba el
pan partido acompañado de una oración de
acción de gracias, aparentemente fija y ritualista y
después se pasaba la copa, tras haber comido se
hacía otra oración. Al final de esta oración
aparece la expresión "Maranatha" que ya se encuentra en la
primera carta de Pablo a los corintios, y proviene del arameo
"señor nuestro ven" o "nuestro señor ha venido".
Parece ser que también se dejaba que los profetas diesen
gracias libremente, seguramente con oraciones
espontáneas.

En cuanto a los ritos menores que se daban en el culto
en los primeros siglos del cristianismo y a pesar de la poca
documentación que tenemos sobre estas prácticas,
voy a reseñar algunas ideas básicas que nos ayuden
a captar algunas ideas principales que regían la vida
ceremonial de los primeros creyentes.

El orden de los cultos por lo que se sabe no
seguía un modelo único, concreto y rígido
sino que el culto se celebraba de forma flexible y
espontánea donde el Espíritu Santo ocupaba un lugar
importante guiando la reunión. Como ya se ha comentado
existen varios textos y alusiones sobre la manera en que se
llevaban a cabo las reuniones, pero no obstante no poseemos en
ninguno de ellos la fórmula completa de cómo se
vivía el culto.

A partir del siglo II la liturgia de los cultos fue
adoptando formas y expresiones más rituales. El culto
seguía llevándose a cabo alrededor de la
celebración de la Santa Cena, o como comenzaría a
llamarse, la eucaristía, palabra griega que quiere decir
dar gracias, aunque debido a los excesos y desordenes que se
daban al celebrar la mesa del Señor, (1Cor.10:21), donde
se dice que era posible que "uno salga con hambre y otro
borracho" 1ra Corintios: 11:21, se separó de la comida
fraternal o ágape de la eucaristía propiamente
dicha.

Según el texto de Petrología que sigo en
este momento, el orden del culto se basaba principalmente en
lecturas del AT, de las cartas de los apóstoles y
finalmente del Evangelio. El ministro explicaba las lecturas que
solían ser extensas y tenían por objeto inculcar un
conocimiento más íntimo de la Palabra.

Un hermano solía dirigir un canto en Salmos o
algunos himnos en los que participaba todo el grupo. Se
hacían oraciones al final de las cuales la
congregación confirmaba diciendo "Amen" y se
concluía con la celebración de la Santa Cena, que
hasta el 150dC, se celebraba conjuntamente con una cena fraternal
o ágape, pero que por causa de los abusos que hemos
descrito se pasó a celebrar por separado.

Para finalizar la reunión se daba el
ósculo de la paz y la bendición apostólica
como clausura del culto.

Aunque el doctor González, da como un hecho
histórico, que desde sus inicios, los cristianos se
reunían los domingos, hecho que no apareció hasta
muchas años después de la resurrección del
Señor, ya que lo que sabemos por Pablo, los cristianos se
reunían cualquier día, para comer. Cuando el doctor
Rafael Aguirre (1994) escribió su obra La Mesa Compartida,
nos deja establecido, que la comida, fue el núcleo en
torno al cual se forjó la Iglesia: En torno a la mesa se
expresa la acogida, la reciprocidad, l servicio, el compartir la
vida…; en una palabra, la fraternidad.

La misma plenitud del encuentro definitivo con Dios y
con todos los hombres se describe como un banquete pleno de
alegría. Pero lo que debe ser la expresión
emblemática de la fraternidad puede convertirse
trágicamente en el lugar donde se ponga de manifiesto la
injusticia, la falta e solidaridad, el distanciamiento entre los
pocos que tienen mucho y los muchos que apenas tienen nada. Donde
debe expresarse de forma eminente la fraternidad, puede revelarse
también su ruptura. Peligros nuevos amenazan a la mesa
común recién conseguida.

Y es que comer junto, entraña una confraternidad
indisoluble, porque los ritos de mesa, dado que constituyen el
corazón mismo de una cultura, llevan anejos una verdadera
constelación.

Las Escuelas
Teológicas de Alejandría, Antioquia y
Cartago

Para esta parte final de la investigación, en lo
concerniente, en parte estará basado en la obra de
Víctor Cano Sordo, titulada: Petrología e Historia
de la Iglesia, y que con dicho titulo está disponible
online. La Enciclopedia electrónica de Wikipedia es
también una fuente, con lo son las dos obras del doctor
Justo L. González.

A. La ESCUELA DE ALEJANDRÍA.

También llamada Didaskálion, fue uno de
los centros teológicos de los primeros siglos del
cristianismo, ubicada en la ciudad de Alejandría. Tuvo
escuelas filiales en Cesarea de Palestina y en Panfilia. Esta
escuela fue fundada aproximadamente hacia el año 180 por
Panteno. Su método de estudio fue
simbólico-alegórico, opuesto a los métodos
literales propugnados por la Escuela de Antioquia.

Antes de su conversión al cristianismo, Panteno
era profesional de la filosofía en Alejandría.
Aunque carecemos de escritos personales de Panteno, según
Filipo de Sida, su punto de partida habría sido la
doctrina pitagórica. En tiempos del emperador
Cómodo se hallaba al frente de la Escuela
catequística de Alejandría, siendo el primer
director conocido de la misma, y quien le dio su impronta
característica y su singular organización. Su
enseñanza fue sobre todo, por no decir exclusivamente,
oral, y entre los auditores de sus lecciones sobre la Sagrada
Escritura se cuentan el obispo de Capadocia Alejandro y sobre
todo Clemente de Alejandría, sucesor suyo en la
dirección y primer maestro alejandrino de quien se
conservan obras escritas. Fue misionero y evangelizador de la
India (según algunos autores fue a la Arabia del Sur o a
Etiopía), donde encontró, según parece, el
Evangelio original de san Mateo (en hebreo-arameo). Se ignora la
fecha exacta de su muerte, pero se le supone fallecido en
216.

Después de Clemente, Orígenes nombrado
profesor de catecúmenos y director de la escuela
teológica de Alejandría, disfrutó de un
periodo de creatividad hasta su enfrentamiento con el obispo
local, Demetrio, que le llevó a exiliarse a Cesarea de
Palestina. La causa, según lo sabemos por Eusebio y Focio,
de este enfrentamiento fue la ordenación sacerdotal que
Orígenes recibió en Cesarea, sin conocimiento de
Demetrio, por parte de Teoctisto de Cesarea y Alejandro de
Jerusalén. Hay que tener en cuenta que, según las
ideas de la época, Orígenes no podía recibir
las órdenes por ser eunuco, ya que se castró en su
juventud en un arrebato de ascetismo.

 El fundamento de la teología es la Sagrada
Escritura: una exégesis correcta de la misma y el empleo
de la filología (método alegórico utilizado
ya por los filósofos griegos en sus mitos.

Su exégesis es literal: contra los herejes, y
alegórica: para edificación de los
fieles.

La filosofía que utiliza es el neoplatonismo
(participación de las Ideas arquetípicas;
exitus, salida de Dios, y reditus, vuelta a
Dios de todo; como consecuencia: misticismo vida ascética
e intensa contemplación.

En cuanto a su teología, la cual se usa en
defensa de la divinidad del Verbo (consubstancialidad)
exageración: modalismo (sabelianismo) San Cirilo
recurrió a la unión hipostática.

Subrayaron lo divino del Dios-hombre.

Exageración: monofisismo y monotelismo

Difunden los privilegios marianos.

B. ESCUELA DE ANTIOQUIA.

Fue una escuela de teología cristiana del siglo
Segundo, cuya producción teológica se
caracterizó por un racionalismo aristotélico
opuesto al platonismo imperante en otras escuelas cristianas. En
ese sentido, se opuso a l interpretación alegórica
de la Biblia, muy común en la Escuela de
Alejandría. En ella se formaron importantes personalidades
del cristianismo, algunas heterodoxas como Arrio y otras
ortodoxas como Juan Crisóstomo. En esta etapa la escuela
de Antioquia no fue una institución, sino una
teología. Diódoro de Tarso fue el que fundo un
verdadero centro docente en Antioquia, que alcanzó su
apogeo en el siglo IV.

Las principales características de esta escuela
fueron:

Orientación aristotélica, investigaciones
meticulosas; análisis, síntesis,
exageración: racionalismo.

Exégesis (sentido literal: filología;
sentido típico: relaciones Antiguo Testamento-Nuevo
Testamento; algunos exageraron la tendencia
literalista;

Desarrollan la moral: especialmente San Juan
Crisóstomo exageraciones: moral naturalista de sabor
pelagiano.

Acentuaron la distinción de Personas, y la
distinción en Cristo de lo divino y lo humano. Peligros:
arrianismo, nestorianismo.

Como epígrafe a estas dos escuelas, traigo a
colación una extensa cita de la obra de Cano Sordo, donde
este, citando a Drobner dice: "Al interpretar la Sagrada
Escritura, los antioquenos prestaban especial atención al
sentido literal, histórico (sin reducirse a él).
Los alejandrinos, en cambio, cultivaban con intensidad el sentido
alegórico, moral y anagógico de la Escritura;
trataban de descubrir en los textos bíblicos un sentido
oculto, más profundo. Ese objetivo casaba bien con su
valoración del cristianismo como «gnosis
verdadera» que no necesita misteriosos libros
esotéricos, sino que descubre los misterios en los textos
trasmitidos y reconocidos por la Iglesia. En la dogmática,
los antioquenos tendían a subrayar más las
diferencias en Dios y en Cristo («teología de la
separación»), mientras que los alejandrinos
acentuaban más la unidad de las tres personas en Dios y de
las dos naturalezas en Cristo («cristología de la
unidad»). Por supuesto que esta tipificación tosca
de las escuelas sirve tan sólo como punto de apoyo para la
orientación básica y no debe caer en el
esquematismo: en concreto, hay que examinar y valorar
cuidadosamente en sí misma cada aseveración de las
«escuelas»"

C. LA ESCUELA DE CARTAGO.

La escuela teológica de Cartago, la cual se
inicia con Tertuliano, y es continuada por Cipriano, Minucio
Félix, para tener su mayor luz en Agustín. Fue en
esta escuela donde nació la literatura cristiana en lengua
latina, ya que el griego era la lengua principal de la literatura
cristiana. Aunque Clemente de Roma vivía en esa ciudad, y
desde ella escribió su carta a los Corintios, ese
documento fue escrito en griego.

Con Tertuliano se inicia la obra de Apología, no
a la manera de Ireneo, sino en la defensa contra los ataque de
los literatos. Escribe en un latín sentencioso. Se ha
dicho que es el creador del latín eclesiástico.
Aunque esta apreciación es exagerada, Tertuliano tiene
mucha importancia en este tema pues introduce muchas palabras
latinas luego empleadas en la teología.

Esta escuela, tuvo desde el principio un marcado
interés en las Escrituras, antes de cualquier otro
escrito, se tradujo la Biblia del griego al latín. Ya se
mencionan, las cartas de San Pablo. También se puede
demostrar que los escritos de Tertuliano hacen referencia a
versiones latinas del Nuevo Testamento. Por lo tanto, se puede
afirmar que en la segunda mitad del siglo II existían, al
menos en el norte de África, versiones latinas del Nuevo
Testamento.

    Medio siglo después, las
obras de Cipriano atestiguan versiones latinas del Antiguo
Testamento, que se tradujeron no del hebreo sino de la
Septuaginta. Los traductores eran de un estrato social
no elevado. Por eso esas traducciones produjeron al principio en
San Agustín un fuerte rechazo.

No creo, particularmente que esta que llamamos escuela
de Cartago, sea una escuela teológica a la manera de la de
Alejandría y su filial en Cesarea, donde tuvo todo el
rigor de un Orígenes, o como la escuela de Antioquia.
Sabemos que para los días de Agustín, este se
empeño en catequizar desde el pulpito y por sus
escritos.

Justo González nos dicen cuando trata del
pensamiento teológico de occidente, que nace en Cartago, y
quiere oponerlo al de Alejandría que: En África del
Norte por otra parte, continúa la tradición
iniciada por Tertuliano, y esta región produce escritores
y pensadores tales como Minucio Félix, Amobio, Cipriano,
el gran obispo de Cartago y ya a principios del siglo cuarto,
pero perteneciente por su temática y situación al
tercero- Lactancio, quizá el mejor estilista latino de la
Iglesia antigua. De éstos, sólo podremos estudiar a
aquéllos cuyo pensamiento resulta más significativo
para la historia del pensamiento cristiano: Hipólito,
Novaciano y Cipriano.

Las características que tuvieron los primeros
pensadores de Cartago fueron:

En Tertuliano: se opone a la a la filosofía, y
dice que es fuente de errores y herejías; no hay
posibilidad de unión entre fe y filosofía; toma
muchos elementos del estoicismo; confianza en las pruebas
jurídica usa mucho la terminología jurídica
en su moral; utiliza por primera vez el término trinidad y
también "persona" referido a la Trinidad; señala en
Cristo una Persona y dos Naturalezas.

En Minucio Félix: Se menciona la existencia de un
Dios único, la inmortalidad del alma, la providencia
divina.

En Cipriano tenemos como principales
características: La Iglesia es el único camino de
salvación; es necesario estar unidos al Obispo; no es
sólo cuerpo, sino también madre. El primado de
Pedro es la causa de la unidad. El bautismo es necesario;
defiende la costumbre del bautismo de los
niños.

Bajo el rectorado de Agustín, personaje que no
debemos penetrar porque sale de nuestro marco de tiempo, esta
escuela llegó a ser una verdadera universidad de
teología, y la rectora del pensamiento Occidental, ya que
en Roma, no existía la formación
necesaria.

Conclusión

Con estos párrafos arribo a la parte final, que
como todo trabajo que implique poner en ejecución el
músculo del cerebro, es en sí dura y fatigosa,
máxime, cuando un período de deciento años
debe ser visto desde el punto de vista critico. Pero
indiscutiblemente, finalizo con la satisfacción del deber
cumplido, por tal razón puedo decir:

1. Que cando llegó el cumplimiento del tiempo, en
el reloj del Cielo, y una de las personas de la Divinidad de
encarno, para establecer su tabernáculo con los hombres,
la situación política del imperio mas grande del
mundo era favorable para la expansión del mensaje de
Salvación, del Camino que conduce a la vida Eterna. Esa
situación, política, militar, comercial y religiosa
ya estaba preparada, como lo estuvo el monstruo marido que se
tragó al profeta Jonás.

2. La vida del cristiano en los siglos dos y tres de
nuestra era, fue el ejemplo para que otras personas vieran en
ellos un modelo digno de imitación, no pudiendo pensadores
tan elevados como el emperador Adriano entender, con un seguidor
de Cristo, que podía ser esclavo, zapatero o campesino,
como ama de casa o lavandera, vivir y morir con la dignada con
que lo hacia un estoico, y estar por encima de un cerdo de la
piara de Epicuro.

3. Fue la fricción con las fuerzas externas, como
el caso del filosofo Polibio y el cristiano Marción, que
la comunidad se solidificó y creo un Cano de sus escritos,
así como otros se vieron en la necesidad de escribir en
defensa de su fe. La necesidad de dar respuesta a los que
demandaban de nuestras creencias, llevó a la
fundación de las grandes escuelas y a la formación
de corrientes teológicas de los siglos dos y
tres.

Concluyo diciendo pues, que los datos que aparecen en
este trabajo, los autores aparecen adjuntos a las notas, como es
el caso de Ireneo, Justo González, Víctor Cano
Sordo y la Enciclopedia Electrónica de Wikipedia. De mi
parte estuvo el esfuerzo de ensamblar, cotejar, ordenar y
salpicar con algunas notas, a manera de escoliaciones, y
acotaciones las notas que fue pergeñando.

Si este trabajo escapa a las expectativas del Curso,
pediré al Eterno hombres mas fuertes y piernas mas
robustas, para que en una próxima oportunidad llegar a la
meta; por lo cual puedo decir, que si no he hecho una gran labor,
por lo menos, hice todo el esfuerzo que estuvo de mi parte, y eso
Dios lo ha de tener en cuenta.

 

 

Autor:

Humberto R. Méndez
B.

 

Partes: 1, 2
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