Monografias.com > Psicología
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Bettelheim y la industria del autismo




    Monografias.com

    Bettelheim y la industria del
    autismo

    El odio patológico que el famoso
    "psicoanalista" Bruno Bettelheim demuestra tener hacia la
    generalidad de progenitores desde sus primeras publicaciones en
    1943 hasta su suicidio en 1990, sin duda determinó que
    durante casi tres décadas, miles de madres de niños
    con autismo fueran culpabilizadas de aquello que les
    ocurría a sus hijos primero y separadas de estos
    después. Lo cierto es, que ya que contamos con pocos datos
    acerca de su biografía, desconocemos con exactitud la
    fecha, el origen y los motivos por los que Bettelheim
    desarrolló ese odio enfermizo que manifiesta
    abiertamente en todas y cada una de sus obras y que a su
    vez, le sirvió como base para erigirse en
    autoridad y dirigir sin ningún cuestionamiento y ninguna
    oposición lo que luego vendría a ser un enorme
    negocio. De hecho, después de su llegada a los Estados
    Unidos en 1939, él mismo se encargó de reinventarla
    con un gran número de datos falsos que serían
    descubiertos casi cuarenta años después gracias a
    la investigación llevada a cabo por el periodista Richard
    Pollack. Pero esta no es una biografía, sino más
    bien, un cuestionamiento de aquellos datos que ya reinventados,
    reconstruidos, serían útiles a Bettelheim para
    llevar a cabo sus sueños de gloria.

    Hasta la publicación de "The
    Creation of Dr B", pocos autores nos han dado- como Pollack- una
    ligera idea de los eventos que sucedieron en la vida de
    Bettelheim antes de que emigrara y que pudieron ser el
    desencadenante de lo que hasta ahora sigue siendo una
    incógnita. Sin embargo, sabemos que tanto su "fealdad"
    como la sífilis que padecía su padre y que Bruno no
    descubrió hasta la adolescencia, dos cuestiones
    importantes que no impidieron que a lo largo de los años
    fuera proyectando interiormente sus prometedores sueños de
    dedicarse al estudio de la filosofía, la psicología
    y el arte, y no fue hasta la muerte de su padre cuando tuvo
    que abandonarlos definitiva y forzosamente para
    dedicarse en exclusiva al negocio familiar.

    Bettelheim tenía muy claro que todo
    aquello que planeó hubiera podido llevarse a cabo sin
    ningún problema de no ser ¿tal vez?.. Por la
    frialdad e indiferencia de su madre que de alguna manera
    condujeron a su padre a mantener relaciones con otras mujeres
    fuera del matrimonio y a contraer la sífilis desbaratando
    de esta manera sus proyectos de futuro. Lo que sí es
    evidente es que Bettelheim canalizó hacia la figura de su
    madre sus sueños rotos, sus frustraciones e
    insatisfacciones. La posibilidad de verse a sí mismo con
    la imagen mental que había venido proyectando desde su
    niñez y adolescencia como el gran filósofo o
    psicólogo que sería valorado por su intelecto, por
    la capacidad intelectual que acabaría venciendo sus
    complejos y el rechazo del que siempre se creyó objeto y
    que sin duda alguna atribuía a su fealdad, de pronto se
    hizo pedazos para asumir- aún en contra de
    sus deseos- ser un simple "comerciante " en una Viena anexionada
    y en la que se sentía despreciado no solo por ser
    judío, sino también por no pertenecer a la
    élite intelectual judía. Sin duda, es probable que
    Bettelheim encontrara en su madre la culpable perfecta de todos
    sus males, la responsable silenciosa descubierta en sus propias
    sesiones de psicoanálisis con el prestigioso Richard
    Sterba, la bruja malvada de los cuentos de hadas, la guardia de
    las SS de los campos de concentración de Buchenwald y
    Dachau en los que estuvo interno once meses… pero ese
    único odio no era suficiente y en lo sucesivo, Bettelheim
    lo aprovecharía en su propio beneficio …Admirador
    ferviente de Freud, y al igual que este, atribuía un
    origen psicológico a los trastornos neurológicos,
    el psicoanálisis Freudiano fue su salvación,
    después de todo, a este le debió haber encontrado
    las "causas" , "razones" , y "respuestas" con las que montar su
    propia industria del autismo y a partir de ahí y de la
    tremenda red de mentiras que tejió a su llegada a
    Norteamérica, incrementó su autoridad en el tema y
    prestigio, pero también su economía. En menos de
    cinco años, el pobre refugiado Vienés que a duras
    penas llegaba a fin de mes como profesor se convirtió en
    el rico y prestigioso Dr Bettelheim, tres años más
    tarde era nombrado director de la escuela Ortogénica de
    Sonia Shankman, escribía ensayos, recibía premios,
    y daba conferencias. Fue ya ejerciendo como psicólogo
    infantil de la escuela Ortogénica de Chicago cuando
    Bettelheim materializó ese odio en su teoría de las
    "madres nevera"; asumiendo, decidiendo y publicitando que los
    comportamientos autísticos estaban provocados por la
    frialdad emocional de las madres de niños afectados y lo
    más deleznable de todo, manifestando su creencia de que
    *el factor precipitante del autismo infantil era el deseo de los
    padres de que el niño no existiera, pero eso no fue todo,
    en su escuela, Bettelheim "prescribía, la
    perectomía, la remoción de los padres de la vida
    del niño, como una solución a las criaturas
    severamente dañadas"(Maldonado). Bettelheim hizo funcionar
    la escuela Ortogénica a modo de empresa, una vez nombrado
    director, solicita un subsidio para financiar un proyecto sobre
    el autismo infantil, a partir de entonces, la escuela no solo es
    financiada por la Universidad de Chicago sino que además,
    pasa a ser patrocinada por la fundación Ford,
    organización creada en 1936 por Edsel Ford
    para financiar programas que promuevan la ciencia, la
    educación y el desarrollo humano y que le
    concede la cantidad de un millón trescientos mil
    dólares después de que su comisión asesora
    sobre salud mental informara su confianza absoluta acerca de que
    sin la intervención de Bettelheim, los niños
    autistas morirían de hambre o terminarían recluidos
    en instituciones mentales. El número de niños
    ingresados en la escuela nunca superó los cincuenta y
    según la versión de Bettelheim provenían de
    familias acaudaladas que podían pagar la totalidad o parte
    de los tratamientos y los demás quedaban a cargo de los
    poderes públicos.

    Citando a Goldberg en su revisión
    Blaming the Victim (culpando a las víctimas),
    "
    Bettelheim siempre necesitó alguien a quien culpar,
    las víctimas más vulnerables que en aquel entonces
    tenía a mano eran las acongojadas madres que le
    pedían ayuda y a las que señalaba como la causa del
    autismo de sus hijos. Bettelheim afirmó falsamente haber
    descubierto en las madres nevera la etiología del autismo
    y en el psicoanálisis la cura y mintió a la
    fundación Ford, patrocinadora de la escuela que él
    mismo dirigía asegurando haber curado a un 85% de
    niños con autismo".

    Me sorprende y preocupa que aún hoy
    en día, distintos artículos de investigación
    sobre la vida y obra de Bruno Bettelheim sigan siendo publicados
    en prestigiosas revistas de neuropsiquiatría
    atribuyéndole una labor pionera en el tratamiento del
    autismo, tal es el caso de Catherine Dreyfuss, quien asegura que
    "Hasta ser conocidas las investigaciones de Bettelheim se les
    consideraba incurables, pero él logró devolver a
    muchos de ellos a la vida ordinaria poniendo en marcha un
    pensamiento optimista, atento a lo particular, paciente y
    respetuoso."..
    Supongo que por una parte y a pesar de que
    los estudios más recientes lo demuestran,
    Dreyfuss
    sigue ignorando que el autismo es un trastorno
    crónico que se prolonga a lo largo de toda la vida de
    la persona afectada, es decir, que no tiene cura, y
    por otra, que la investigación efectuada por Pollack
    revela no solo que mientras vivió en Viena Bettelheim no
    tuvo ninguna experiencia en el tratamiento de niños con
    autismo, sino también que muchos de los niños
    internos en la escuela Ortogénica de Chicago tenían
    severos disturbios emocionales y muchos otros no, es decir, que
    un buen número de los niños a los que Bettelheim
    aseguraba haber curado no eran precisamente autistas aunque
    él dijera lo contario con el único objeto de
    asegurarse definitivamente el éxito. Este es el caso de
    "Patsy", hija de una acaudalada norteamericana a la que
    Bettelheim y su esposa Gina acogen en su domicilio de Viena a lo
    largo de siete años. En la actualidad, nadie desconoce que
    fue Gina y no Bruno quien se encargó exclusivamente del
    cuidado de la niña mientras su madre viajaba por la vieja
    Europa, no obstante, es Bettelheim quien se atribuye
    el mérito de "haber conseguido progresos que superaron
    todo lo previsto
    gracias a la eficacia de
    procurarle a la niña un ambiente totalmente
    terapéutico",
    en otras palabras, Bettelheim se
    adjudicó el milagro y gracias a su terapia y a la
    aplicación del psicoanálisis "Patsy" se
    curó, hecho que contradice la investigación de
    Pollack, que con el objeto de llevarla a cabo, entrevistó
    a Patsy, la misma que corroboró que no era autista y que
    nunca lo había sido, esto es, que Bettelheim no pudo
    "curar" su autismo puesto que este nunca existió. No
    obstante, de su existencia dependía que Bettelheim se
    asegurase una experiencia inexistente en el tratamiento del
    autismo. Precisamente es a la madre de Patsy y no a Eleanor
    Roosevelt a la que Bettelheim debe su liberación de los
    campos de concentración de Dachau y Buchenwald así
    como su posterior viaje a los Estados Unidos. Me pregunto ahora,
    ¿Qué pensaría la madre de Patsy cuando
    después de haberle salvado la vida tuvo conocimiento de
    sus crueles teorías que en definitiva, también la
    señalaban a ella con el dedo acusador como un SS o una
    bruja malvada o simplemente como una madre emocionalmente
    desafectiva cuyo fracaso convirtió a su hija
    en autista? Dé cualquier modo, Bettelheim tenía la
    batalla ganada y a este respecto él hubiera dicho;
    ¿Qué clase de madre deja a su hija siete
    años seguidos en manos de otros? Solo una
    madre desafectiva, solo una madre que no tiene ningún
    sentimiento hacia su hija.

    La misma investigación de Pollack
    menciona a una antigua profesora de esta escuela que recuerda a
    Bettelheim decirle:"Necesitamos desarrollar alguna
    credibilidad en la comunidad
    , y la manera de hacerlo es
    mostrar algo de éxito
    ", lo cierto es que de una u
    otra manera y valiéndose de falsedades, lo
    consiguió. Pero volviendo a la tristemente célebre
    teoría de la "madre nevera", nadie que conozca
    medianamente bien el tema del autismo ignora que esta
    había sido postulada por el psiquiatra Austríaco y
    residente en Norteamérica, Leo Kanner en 1943, cuando
    publicó su estudio "Trastornos autistas del contacto
    afectivo" y afirmó que el autismo se trataba de un
    trastorno de origen emocional que aparecía como
    consecuencia del rechazo o frialdad afectiva de las madres de
    niños afectados : "Otro hecho sobresale de manera
    destacada. En todo el grupo ,
    hay muy pocos padres y
    madres realmente cálidos, incluso algunos de los
    matrimonios más felices son a menudo fríos y
    formalistas en sus relaciones….
    surge la pregunta
    de si este hecho ha contribuido a la condición de los
    niños y niñas, o en qué medida lo han
    hecho."
    pese a su afirmación, Kanner sugiere
    tímidamente que: "La soledad de los niños desde
    el nacimiento hace difícil atribuir el cuadro general
    exclusivamente al tipo de relaciones parentales tempranas
    con
    nuestros pacientes" esto es, que
    el autismo podía tener un origen biológico
    expresado conductualmente por una severa dificultad para
    establecer vínculos afectivos con otras personas y que por
    sí sola, la frialdad afectiva de la madre era insuficiente
    para su aparición, de cualquier modo, estoy convencida de
    que las conclusiones de la investigación efectuada por
    Kanner fueron del todo precipitadas ya que comprendía
    únicamente el estudio de la conducta de once niño
    de distintas edades con comportamientos peculiares .

    No obstante, en 1949, Kanner publica en el
    American journal of ortopsychiatry, su artículo
    "Problems of nosology and psychodynamics of early infantile
    autism"
    en el cual una vez más vincula la falta de
    calor maternal con el autismo y compara a las madres
    de niños afectados con una "nevera". De nada
    servirá que casi treinta años después
    publicara su libro "En defensa de las madres", en el cual
    se desdice de su propia teoría después de constatar
    que los hermanos de niños con autismo criados por los
    mismos padres no presentaban síntomas similares. No me
    cabe duda de que apropiarse de la teoría en un principio
    propugnada por Kanner para popularizarla benefició a
    Bettelheim tanto a nivel profesional como económico, pues
    desde entonces sería considerado toda una autoridad en el
    campo del autismo y cientos de padres angustiados , desesperados,
    pero sobre todo, con la suficiente capacidad económica
    para poder solventar los cuantiosos precios que cobraba la
    escuela Ortogénica, recurrían a él buscando
    ayuda tanto para ellos como para sus hijos. Lo cierto es que
    el famoso "psicoanalista" nunca fue muy original que
    digamos, de hecho, no solo tomó prestada la idea de
    Kanner, años después también tomaría
    "prestados" los postulados que Anna Freud sostuvo sobre "la
    identificación con el agresor como un mecanismo de defensa
    frente a este" , para utilizarla en el ensayo que
    escribiría y en el que postularía que tanto los
    presos internos en los campos de concentración como los
    niños con autismo se identifican con sus enemigos o
    agresores como un mecanismo de defensa frente a estos,
    también este "préstamo" le supuso cuantiosos
    beneficios de cara a su prestigio y autoridad tanto en el tema
    del autismo como en la veracidad que se le concedió
    "superviviente del holocausto Judío".

    Demasiados años después de
    que Kanner se retractara descartando la teoría de la
    frialdad afectiva como causa del autismo y de que Bernard Rimland
    lo planteara como un desorden genético, en una de sus
    últimas entrevistas concedida a la revista Americana de
    psiquiatría, Bettelheim afirmó;"Mis principales
    detractores son principalmente los padres de niños con
    autismo, incapaces de reconocer su propia responsabilidad, es
    mucho más fácil afirmar que es genético, que
    todo se trata de la fatalidad, por supuesto, estos niños
    son particularmente sensibles, reinterpretan como una amenaza
    cada gesto de sus padres, por lo que se sienten rechazados y
    optan por refugiarse en un aislamiento total. Un niño
    menos
    sensible en las mismas circunstancias
    quizás se habría convertido en neurótico,
    delincuente o rebelde. Lo importante es ayudar a los
    niños, los partidarios de la teoría genética
    son incapaces de hacerlo."

    No hay ninguna prueba efectiva que
    certifique que Bruno Bettelheim estudió psicología,
    ni mucho menos – y a pesar de su muy conocida
    admiración por el padre del psicoanálisis- de haber
    sido discípulo de Freud durante el tiempo que vivió
    en Viena. Si consideramos que Sigmmund Freud vivió en
    Viena desde 1860 hasta 1938 en su domicilio de la Bergasse 19 en
    el centro de la ciudad y supuestamente perteneciendo al mismo
    gremio intelectual que Bettelheim no debía parecernos
    extraño que en algún momento de sus respectivas
    carreras y pese a la diferencia de edad hubieran tomado contacto,
    pero no fue así. Ninguno de los refugiado Vieneses que en
    aquellos tiempos y al igual que hiciera Bruno, emigraron a
    América, da testimonio o confirma "esa
    amistad" , ni siquiera recuerdan haber leído alguno de
    "Sus libros" o de haberlo conocido cuando
    "supuestamente" y a lo largo de catorce años
    ejerció cátedra en la Universidad de Viena . La
    investigación de Pollack también revela que
    Bettelheim reinventó su biografía en muchos otros
    aspectos. Pero, ¿Qué motivos tuvo Bettelheim para
    hacerlo? Estoy convencida de que por una parte muchos de esos
    motivos tuvieron que ver con reconstruir en la realidad de un
    nuevo país un autorretrato de sí mismo con el que
    había fantaseado a lo largo de los años y al que se
    creía con derecho a reivindicar, por otra, solo de ese
    autorretrato plagado de falsedades, corregido y exagerado hasta
    la obscenidad dependería la clave de su
    éxito y prestigio. Necesitaba reinventarse
    para ser alguien, para tener credibilidad, para
    acceder a los círculos intelectuales con los que
    tanto había soñado, fue entonces cuando
    borró por completo su pasado como un simple trabajador en
    el negocio familiar y solo rescató de este
    los episodios que luego le servirían para llevar a cabo
    sus objetivos, es decir, la existencia de Patsy, de la que ya
    hemos hablado y su paso por los campos de
    concentración de Buchenwald y Dachau . América le
    brindó la mejor de las oportunidades; el
    patito feo por fin podría transformarse en cisne y eso era
    algo a lo que Bettelheim no estaba dispuesto a
    renunciar.

    En 1943 Bettelheim escribe "Comportamiento
    individual y en masa en situaciones extremas", ensayo que no
    cobraría fama hasta 1945 cuando el mundo tomó
    conciencia del destino que corrieron seis millones de
    judíos en los campos de exterminio de la Alemania Nazi y
    que posteriormente fue incluido por Bettelheim en su famosa
    obra "La fortaleza vacía", aunque con una
    variación, ya que el escrito en un principio le
    sirvió de base para el que luego escribiría
    afirmando sin contemplaciones que el comportamiento de los
    niños con autismo es bastante similar al que tenían
    los presos internos en campos de concentración ; "Para
    reconstruir o especular cómo los niños autistas
    experimentan el mundo, puedo afirmar que del mismo modo como los
    prisioneros de los campos de concentración
    percibían el mundo en el que vivían.".
    Sin
    embargo, Bettelheim no se da por satisfecho con ello y es
    entonces cuando recurre a una despreciable comparación; la
    de asegurar que la conducta de las madres de niños con
    autismo es igual al de los guardias de la SS.

    El análisis que Bettelheim hace al
    respecto se inicia con la descripción de los llamados
    presos "moslems" a los que otros presos llamaban de esta manera
    ya que se habían resignado a morir tal y como los SS
    deseaban, aceptando la muerte sin mostrar ninguna clase de
    oposición, sin luchar para sobrevivir e
    identificándose con su enemigo. Para Bettelheim, los
    "moslems" permitieron que los SS se apoderasen de ellos
    psicológica y emocionalmente, ya que interiorizaron sus
    deseos transformando su realidad interior en correspondencia con
    la exterior teniendo una visión de ellos mismos y del
    mundo similar al de los niños con autismo. En
    conclusión, para Bettelheim, los "moslems" interiorizaron
    el deseo de los SS de que no deberían vivir del mismo modo
    que los niños autistas interiorizan el deseo de sus padres
    de que no existan. Nadie cuestionó sus
    propuestas, de hecho, esas propuestas pronto y a medida
    que Bettelheim publicaba muchos otros ensayos, se
    convirtieron en hechos certeros magníficamente expuestos
    por un "discípulo" de Freud… así fue como
    "Joey, el chico mecánico" captó la atención
    de toda la comunidad médica que apoyó sin
    más la teoría de la "madre nevera". Bettelheim
    expuso que a Joey le habían robado su humanidad y que se
    convirtió en una máquina debido al rechazo paterno
    combinado a veces con amor, describe a una madre enajenada que
    dejaba llorar a Joey durante horas cuando tenía hambre y
    cuya preocupación se centraba en ella misma, es decir, que
    Joey no le despertaba ningún sentimiento.
    Como consecuencia de ello Joey creó máquinas
    imaginarias para que dirigieran su cuerpo y su mente ya que era
    demasiado doloroso ser humano. La opinión de Bettelheim
    siempre se centra a los padres, es a ellos a los que analiza
    haciendo juicios subjetivos de los que no aporta ninguna otra
    prueba que no sea su propia opinión basada en una simple
    entrevista que es posible tergiversara a su antojo, es a ellos a
    quienes culpa de haber hecho una máquina de Joey,
    una máquina que no se desarrolló ni
    relacionó porque ellos no le aportaron
    ningún sentimiento. En su ensayo, no se
    aprecia la descripción detallada que describa la conducta
    autista, como balanceo de cuerpo, escaso contacto visual, rigidez
    mental, temor a ciertos sonidos, ecolalia, inversión de
    pronombres, etc. Después de leerlo con detenimiento,
    considero que el Dr Bettelheim no hubiera pasado de ser un don
    nadie de no haber contado con el apoyo que desafortunadamente
    obtuvo de la comunidad médica de aquel entonces, que le
    confirieron la categoría de gran autoridad en el tema del
    autismo durante más de treinta años, de hecho, no
    es hasta 1967 cuando Bettelheim publica "La fortaleza
    vacía", tratado con el que sigue aportando al mundo su
    inventada "experiencia" en el tratamiento de niños
    autistas que según sus propias palabras , "se han
    retraído del mundo por la ansiedad y el dolor que les
    causa los sentimientos negativos de sus madres, estas por su
    parte, ya sea por frustración o también por
    ansiedad responden no con amabilidad sino más bien con
    rabia o intencionada indiferencia, lo cual crea una nueva
    ansiedad en el niño añadido al sentimiento de que
    el mundo (representado por la madre) no solo causa angustia, sino
    también ira o indiferencia".

    En este tratado Bettelheim describe el caso
    de varios niños, la primera de ellos es Laurie, autista no
    verbal, centrándose, como no podía ser de otra
    manera, en sus padres: describe a la madre como narcisista, al
    padre sin ningún interés por Laurie ya que
    está convencido de que está dañada
    irreversiblemente y concluye que el problema está en la
    madre o en ambos padres. A continuación cita el caso de
    Marcia, cuya madre tuvo una infancia difícil
    ya que tuvo que hacerse cargo de su familia y estaba
    resentida por ser mujer, se casa, pero no ama al padre.
    Ambos padres deseaban que Marcia no existiera, pero por distintas
    razones. El padre para obtener más de la madre, y la madre
    para verse libre de los dos. Como consecuencia de todos estos
    sentimientos negativos, Marcia percibe las señales de los
    deseos de sus dos progenitores; que ella no
    esté y decide vivir una vida de no existencia, es decir,
    que Marcia decide vivir para vengarse de sus
    padres.

    Uno de los casos que más
    llamó mi atención fue el de Martha, como
    introducción a este, Bettelheim citan -anticipando a sus
    propias ideas- a Ekstein y Wallesten, que en una discusión
    sobre niños psicóticos recuerdan la historia de
    Hansel y Gretel que ilustran como "la antipática madre" se
    transforma en la mente de un niño ocasionando que este
    desarrolle una visión paranoide de la madre como una bruja
    devoradora. Al respecto, Bettelheim enfatiza que la figura
    destructiva de la madre o bruja devoradora es la
    creación de la imaginación del niño, pero a
    su vez esta misma imaginación deriva en realidad dados los
    destructivos intentos de la persona de la madre. Ahora, debemos
    preguntarnos: ¿Cómo llegó Bettelheim a esa
    conclusión? Lo cierto es que no lo sabemos porque
    además de sus propias opiniones sus ensayos no aportan
    ninguna prueba objetiva que demuestre que la madre de Joey, de
    Laurie, de Marcia o de Martha fueran enajenadas, o
    estuvieran mentalmente perturbadas, tuvieran
    sentimientos negativos hacia sus hijos o desearan que estos
    no nacieran, tampoco aportó pruebas efectivas que pudieran
    demostrar que esas mismas madres tuvieran un diagnóstico
    psiquiátrico previo de todas y cada una de las
    patologías que él apreciaba en ellas y no las
    aportó sencillamente porque esos diagnósticos no
    existían. Bettelheim se limitó a interpretar a su
    manera, de la forma que quiso la "psiquis" de esos padres
    intentando buscar respuestas basadas únicamente en sus
    particulares "psicoanálisis",¿ pero de qué
    manera los psicoanalizó?, ¿con una o dos
    entrevistas después de las cuales los acusó de ser
    la causa del autismo de sus hijos y aconsejó el ingreso de
    estos en la escuela Ortogénica de Chicago en la que ya en
    los años sesenta se pagaban ocho mil dólares por
    niño?

    En su magnífica investigación
    "The Creation of Dr B", Richard Pollack refiere que siempre
    había pensado que su madre exageraba al decir que el Dr
    Bettelheim odiaba a todos los padres, sin embargo, su
    opinión cambió después de su primer
    encuentro con Bettelheim ( Pollack había concertado esta
    entrevista para tener un conocimiento más amplio de su
    hermano autista Stephen – interno en la escuela Ortogénica
    de Chicago a lo largo de cinco años) quedó
    absolutamente atónito por la crueldad y desdén con
    el que este se refirió a su madre asegurando "Que la causa
    de los problemas fue que esta se comportaba como una madre
    judía". Pero volviendo al caso de Martha, lo que
    Bettelheim si nos describe son los antecedentes de sus
    progenitores, como por ejemplo, la circunstancia de que antes de
    que Martha naciera su madre estuvo deprimida, luego tuvo una hija
    que nació y se desarrolló de forma normal,
    posteriormente tuvo un aborto, debió de ser operada y su
    vida se complicó, le aconsejaron no tener más
    hijos, pero haciendo caso omiso se quedó embarazada de
    Martha. La relación madre-hija se tornó más
    difícil que al principio y el padre decidió escoger
    entre su esposa y su segunda hija ya que estaba totalmente
    convencido que de seguir viviendo juntas una de las
    dos terminaría en un psiquiátrico. Por fin, el
    padre decidió a favor de su esposa; Martha no
    debía vivir, el padre pensaba que Martha destruía a
    su madre y Martha, que percibía la actitud de su padre
    decidió vivir como una autista no verbal. A
    continuación Bettelheim manifiesta que después de
    varios años de devotos cuidados, Martha
    reveló a su consejero la creencia de que su madre la
    quería meter en un horno para luego comérsela. La
    comparó con "Gretel" y concluyó que el terror, la
    ansiedad y el autismo de Martha fueron una creación
    propia, esto es, el terror era la forma como Martha
    visualizaba y se explicaba a sí misma los sentimientos que
    su madre tenía hacia ella y el autismo era una respuesta
    espontánea que surgió como defensa. He aquí
    el buen uso que el Dr Bettelheim vuelve a dar a un
    "préstamo" de ideas ajenas, en este caso , es el
    postulado de Anna Freud acerca de la "identificación de la
    víctima con el agresor como mecanismo de autodefensa" el
    que pone en la palestra mediante "La fortaleza vacía y el
    nacimiento del yo".

    Las mentiras de Bettelheim, los datos
    puntuales de la biografía que él mismo
    reinventó, su megalomanía, su admiración
    ferviente por Freud y el psicoanálisis, su vulgar falta de
    originalidad, su necesidad vital de dejar de ser un patito feo
    para transformarse en un hermoso cisne, incluso, el odio que a lo
    largo de toda su vida pudo sentir por sus
    progenitores me traerían sin cuidado de no ser porque
    todos estos factores se conjugaron fatalmente con la
    connivencia de aquellos que le apoyaron, de aquellos que le
    aclamaron, de aquellos que buscaban una respuesta fácil
    que estuviera a mano y que de alguna manera Bettelheim les
    proporcionó dando como resultado unas únicas
    culpables; las madres. Ni siquiera la sensata llegada de Rimland
    al panorama del autismo pudo detenerles, la maquinaria estaba en
    marcha y pasarían cuarenta años hasta que alguien
    dijera; No son madres nevera,no son las brujas malvadas de
    los cuentos de hadas que tanta fama y prestigio dieron a un
    fraude como
    Bettelheim, no son guardias de la Gestapo
    que disfrutaron humillando y torturando a miles de hombres,
    mujeres y niños por la única circunstancia de ser
    judíos, no son emocionalmente desafectivas ni sus gestos
    inducen a sus hijos autistas a retrotraerse dentro de una
    fortaleza vacía como única alternativa a una vida
    ausente de afecto, no son culpables de las frustraciones e
    insatisfacciones de un ser despreciable que aprovechó su
    propia crueldad para montar la industria del
    autismo.

    Bibliografía:

    – Bettelheim, living and dying, David James
    Fisher.

    -Blaming The Victim. Helene
    Goldberg.

    -The creation of Dr B, Richard Pollack,
    Simon&Schuster 1997-

    – In the case of Bruno Bettelheim, Molly
    Finn, First things, June 1997-

    – Defending Bruno Bettelheim. Jacquelyn
    Seevak Sanders reply by Robert Gotlieb. The New York
    review of Books.

    – Recuerdo de Bruno Bettelheim. Catherine
    Dreyfuss, rev. Asc.Esp, Neuropsiq, 2006, vol
    XXVI,nº98.

    -El mal pensante, artículo
    periodístico escrito por Juan Forn.

    -El cisne del autismo, Eliana
    Pérezegaña, ilustrados.com

    -Who really was Bruno Bettelheim. Angres,
    Ronald, 1990.

    -Psicoanálisis del autismo,
    Francisco Balbuena Rivera, Revista de psicoterapia, vol 3 (1),
    febrero 2009.

    -Descubrir el Asperger. Ramón
    Cererols, wwwpairal.net

    -Psicoanalistas de niños,
    orígenes y destinos de su obra.

    -La Fortaleza Vacía, Bruno
    Bettelheim. Paidós, Bs Aires,2001.

    -Trastornos autísticos del contacto
    afectivo, Leo Kanner, Revista Siglo cero 149(1993)

    -Reseña Biográfica del Dr
    Bettelheim. Alvin Rosefeld.

    -Comportamiento individual y en masa en
    situaciones extremas. Bruno Bettelheim, psicología social
    1943,XXXVIII, 415-452

    – Terapia estructural, Maldonado Abascal,
    Gustavo.

    – Psicoanálisis de los cuentos de
    hadas. Bruno Bettelheim, editorial Crítica.

    -Breve revisión de la historia del
    autismo. Balbuena Rivera, Francisco.

     

     

    Autor:

    Lic. Eliana
    Pérez-Egaña

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter