"y se corrompió la tierra delante
de Dios y estaba la tierra llena de violencia" (Génesis 6:
11)
Dedico este libro en especial a todos los niños;
también a jóvenes y adultos conscientes de nuestra
realidad en que vivimos, donde la naturaleza viene siendo
destruida, así como todo ser vivo existente en este
mundo.
Donde el amor verdadero se desvanece y a nuestro
alrededor existe violencia, muerte y caos; donde los principios
morales y éticos han desaparecido casi de las
personas.
Este libro puede ser leído por el público
en general y sobre todo en familia.
Prólogo
Es mi sentir, hacer llegar mi idea sobre el mundo; donde
los niños estamos constantemente amenazados por la
violencia, el maltrato, la humillación, el hambre, la
miseria y la muerte, por tal motivo deseo plasmar un mundo nuevo,
donde habite la paz y la armonía entre todos los seres
vivos, donde el hombre alce sus ojos a los cielos, pero no
sólo cuando tiene problemas sino siempre; sólo de
esa manera podremos vencer el mal que tanto daño viene
haciendo a la humanidad. Tener un mundo nuevo, donde reine
sólo el bien y poder nosotros ser verdaderamente felices
es el sueño de millones de niños como yo, ya que si
los padres son felices nosotros también lo seremos. Una
familia unida llena de cariño hacia sus hijos, sin
maltratos, violencia, sin muerte por descuidos, violaciones,
pandillaje, drogas, alcohol, etc. Y un ambiente agradable con la
naturaleza y con los ecosistemas mundiales donde el hombre, los
animales y las plantas podamos vivir en paz.
El mismo hombre que destruye de una manera consciente o
inconsciente su planeta, debe tomar conciencia sobre todos estos
hechos, ya que los niños, que dicen que somos el presente
de nuestras naciones, vivimos cada día sin esperanza, nos
dejan un planeta donde el agua que es vital para los seres vivos
se está terminando, los grandes glaciares del mundo
productores de este liquido tan importante, se están
derritiendo por el calentamiento de nuestra atmosfera y las
grandes empresas mundiales, fabricas, laboratorios, etc.
Contaminan la tierra, arrojando sus desperdicios tóxicos,
sean biológicos, químicos o radiactivos, a las
aguas dulces, mares, océanos y fuentes de aguas
subterráneas. Se destruye así la flora y la fauna
existentes no sólo en ríos y mares sino
también, en selvas, bosques y lugares donde éstos
existen. La contaminación del agua y del oxigeno, hacen
que nuestra vida sea cada vez más corta
¿quién sabe si también así destruimos
a toda nuestra especie, y la raza humana desaparezca de la faz
del universo.
II
Generación
EPISODIO
V
El bebé
espacial y sus amigos
MIO Y SUS AMIGOS
Regresaron a casa todos nuestros amigos, contestaron
muchas preguntas al llegar; ya en la tierra, sus
compañeros contaron que ya allí, no había
sombra de maldad era todo diferente y su gobernante era el
"Elegido por Dios", este gobernaba la tierra con autoridad, amor,
también sabiduría y ciencia, todos los hombres se
amaron y amaron a los animales que el Olam, su Dios les
había dado. Adoraron al Dios Altísimo, quien posee
los siete espíritus divinos de la Grandeza, Poder, Gloria,
Honra, Pureza, Amor y Majestad.
A Él pedían los hombres y mujeres, y todos
los hombres de todas las lenguas nación y continentes;
población de la humanidad; entonces en un reino de amor y
pureza nuestros amigos formaron su hogar, cada uno de ellos,
llenos de felicidad, vivían junto a su familia
tenían sus casas en diferentes partes del mundo, hasta que
decidieron estar más cerca uno del otro.
Juntándose eligieron la selva Amazónica,
tierra calidad y natural
¡La Amazonía!- dijeron todos muy alegres-
sí- dijo negro Azabache que tenía dos hermosos
niños , ya que se había casado con Nipona y eran;
una niña llamada Shudy y un niño llamado Cheen li,
también Rubio e Indira tenían hijos, Sally y
Michelle. Cusicyag e Incaico decían que querían
tener un niño y así fue.
Mío era un niño grande y bonito criado a
lo natural, sus padres lo vieron crecer, de cerca hasta que tuvo
dos años no se alejaba del lugar donde mamá lo
dejaba; después de esto un día los niños
decidieron junt6arse como de costumbre después de la
siesta y el biberón; y tuvieron una reunión en el
patio de la casa de Incaico.
-¡A ver, silencio!- dijo Michelle en su idioma
infantil.
Y todos callaron, sentándose en el
suelo
-Como sabemos, el pequeño Mío ya va a
cumplir dos años, si de seguro le harán su fiesta
de cumpleaños y más, lo llevarán al parque
de juegos– dijo Michelle quien estaba al frente del
grupo.
– Bueno, ya no quiero ir allí, siempre vamos al
parque- dijo Cheenli
-Si estoy de acuerdo con mi hermano- dijo
Shudy
-Yo quiero ir a otro lugar que no conozca- dijo
Sally
Y se preguntaron entre ellos – ¿a dónde
podrían ir?- así que como no se ponían de
acuerdo le preguntaron al pequeño Mío que era el
menor del grupo.
El pequeño Mío que los estaba escuchando,
vio como sus compañeros lo miraban esperando una
respuesta, dijo fuerte:
-Es- pa- cio-
– ¿Qué dijo?-respondió
Sally
-¿Despacio?- contestó Cheenli
preocupado.
-¿Estás seguro que quieres ir despacio? –
le preguntó Michelle quien dirigía la
reunión.
-Espacio- contestó Mío con las
manos
-¡Oh! Creo que dijo espacio-agregó
Shudy
– si quieres el espacio- dijo Sally
-¿Pero el espacio de quién?-
contestó Cheenli
Y empezaron a preguntarse y a contestarse
Ellos, armando una gran bulla y entre gritos, juegos y
carreras.
Salió Cusicyag rápidamente, pensando que
había pasado algo y al verlos así decidió
intervenir
-¡A ver niños, que está pasando por
esas cabecitas!- dijo mirándolos con ternura.
-Tía Cusy, estamos eligiendo a donde queremos ir
para el cumpleaños de Mío-
-¡Ah!, ¿sí?- dijo Cusicyag
admirada
-¡Siii!- gritaron todos incluyendo a
Mío,
-Bueno y ¿adónde desean ir?-
preguntó Cusicyag
-Bueno no lo sabemos aun Mío nos lo está
diciendo- Contestó Michelle que era el más grande
del grupo.
-¡Ah!- dijo Cusy, entonces a ver Mío
¿adónde quieres ir?, va a ser tu
cumpleaños.
Y Mío alzando los ojos al cielo y levantando su
mano señaló y dijo en voz fuerte:
¡Es-pa-cio!
-¡Bien!- dijo Cusicyag- parece que ya te
entendí pequeño
¿Quieres ir al espacio?- le
preguntó
-¡siii! -respondió Mío muy
feliz
-¡Ahhhh!, al espacio- dijeron todos mirando al
cielo.
– me parece que está muy lejos -dijo
Sally
– no creo, podemos subir con una escalera- dijo
Cheenli
-Sí, pero Mío no podía subir
-respondió Shudy
-si es cierto es muy pequeño se puede caer-
contestó Michelle
– No niños, no se puede ir al espacio con una
escalera, sino con una nave espacial- dijo Cusicyag
alejándose.
-¡Una nave sí!- dijeron todos,
-pero ahora ¿Dónde encontramos una?- Dijo
Shudy
-Espera, creo que he visto una en mis juguetes– dijo
Cheenli.
-Sí, pero no cabemos allí,
todos-contestó Sally
-¡Es cierto!- dijeron preocupados
-¡qué haremos!- dijo Shudy
Hablaré con mi papá y le explicaré
el problema contestó Michelle ya verán que todo se
resolverá, dijeron todos a una voz
¡siii…!
Cusicyag que había escuchado a los niños,
pensó en aquello y al llegar Incaico su esposo le
contó sucedido en el patio, con los niños y
escuchándola el dijo:
– Bueno si quieren ir al espacio, irán al
espacio.
-¿Pero cómo? Son pequeños y no
quisiera que saliera Mío fuera de nuestra tierra, ni de
nuestra ciudad- dijo Cusicyag alarmada ya que consideró
que Mío era muy pequeño para salir fuera de la
tierra.
– No te preocupes, hablaré con los muchachos para
saber de sus ideas; tengo un plan.
– Está bien – contestó Cusicyag, un poco
más tranquila.
Y así fue, Incaico junto con Negro Azabache Y
Rubio hicieron en el patio de la casa un hermoso sistema solar,
lunas, planetas que giraban, meteoritos estrellas y un cielo,
así como una nave espacial con sus respectivos asientos y
cabina de piloto.
Era todo muy bonito y gracioso.- esto les
gustará-dijeron satisfechos.
A la mañana siguiente, cuando Mío
cumplió dos años al despertar vio a sus amiguitos
alrededor de él; los padres de ellos lo miraban
también y lo felicitaron y más aun, cuando
después del desayuno y algunos juegos la madre trajo el
pastel y los obsequios y después de la pequeña
fiesta su padre lo sacó al patio y descubrió la
sorpresa.
Los niños corrieron admirados al ver todo un
sistema satelital y llenos de colores y ambientes como si fueran
en el espacio.
Así, como la nave que una vez prendida giraba y
hacia movimientos como si volara de un lado a otro.
-¡Qué bien!- gritaron todos.
El pequeño junto con sus compañeros, una
vez en la nave con sus trajes espaciales, podían recorrer
los planetas, así como el sistema solar, una galaxia y
otra. Todo era muy divertido y empezó el viaje, Mío
estaba en la cabina junto con Cheenli.
– Pónganse sus cinturones, vamos a despegar- dijo
Cheenli
– ¡Yuuuuuuu…!- dijo Mío alegre, y la
nave empezó a moverse y empezaron a volar.
Recorrieron los planetas del sistema solar, llegaron a
Nitrón y aterrizaron al poco rato Indira trajo refrigerio
y un poco de canchita dulce para ellos.
– Sí, ya vamos- dijo Mío muy emocionado,
todos gritaron -¡estamos listos!, ¡allá
vamos!-dijeron los niños de su viaje a muchos
meteoritos
– ¡Oh! Estoy tan maravillada de ver el cielo- dijo
Shudy-
– Es cierto es muy hermoso- dijo Michelle.
– Me acuerdo de algo importante- dijo Sally
– ¡A sí! ¿Qué es
pequeña?- dijo Shudy
– ¡Ah!, no he traído mi comida espacial –
contestó Sally.
-no te preocupes, llegaremos a algún restaurante
espacial. Contestó Michelle-y le avisaré al
piloto.
Así fue Michelle y le explicó por el
intercomunicador al piloto que tenía un pasajero que
deseaba un refrigerio y el piloto comunicó a mamá
lo sucedido.
Cantaron y se alegraron, hasta que llegaron a un planeta
y aterrizaron.
– ¡Descenderemos! – Dijo Shudy yendo por el
planeta a caminar por el sistema como si volaran y
flotaran
– Qué raro me parece; camino diferente- Dijo
Sally
– ¡Sí, estamos en un planeta distinto! –
Dijo Shudy
– ¡Tengo miedo!- Dijo Sally
– ¡No te asustes!- Dijo Michelle
– ¿No habrá extraterrestres?- Dijo
Cheen-Li
– No creo – Dijo Mío Veamos, dijeron caminando
por el lugar que está lleno de figuras y formas
-Muchachos, creo que debemos volver- Dijo
Cheen-Li
– ¡Oh!, ayúdenme- Gritó
Sally
– ¿Qué pasó?- Dijo
Michelle
– ¡Estoy hundiéndome!- Contestó
Sally a punto de llorar.
Mío corrió y trató de darle la
mano
– ¡Yo te salvaré!- Dijo
él
– ¡Gracias Mío!, creo que era un pantano-
Dijo Sally
– ¡Sí!- Dijeron Shudy y Michelle- Es un
pantano galáctico.
Y así fue, y jugaron hasta el atardecer; hasta
que decidieron regresar y bajar de la nave espacial.
Nipona esperaba a los niños, lista para que se
dieran un baño, y después de comer dormirían
felices; ya cansados en el comedor de la casa, dentro de sus
respectivas sillas para comer, todos dieron gracias a Dios por
ese día, y por lo bonito que lo pasaron.
– ¡Bien Mío, ya eres un niño!,
¡Perteneces a nuestro club infantil! – Dijo Michelle-
Dejaste de ser un bebé…
– ¡SÍ, por supuesto! – Dijo
Cheen-Li
– ¡Sí, bienvenido! – Dijo también
Shudy
Mío estaba tan cansado y contento por haber
compartido con sus amigos esta hermosa historia, y así fue
que todos regresaron a sus hogares a descansar.
La guerra en el
parque
EPISODIO VI
MÍO SE
DESPERTÓ
Esa mañana, Mío se despertó muy
temprano para tomar sus alimentos, veía a su papá
trabajar muy duro, junto a sus tíos; estaban conversando y
hablaban de un inmenso parque que el pueblo necesitaba. Todos los
niños estaban deseosos de que ya estuviera listo.
Mío estaba muy ansioso de ir a jugar ahí, junto a
sus amigos, y de esta manera, podrían conocer a muchos
niños más.
Después del desayuno, vinieron sus amigos a
visitarlo, y estaban muy contentos, hasta que entró su
mamá diciendo:
– ¡Listos para jugar!
Ellos dijeron: ¡Siii…!
– Bien, iremos a un parque muy bonito- Dijo la
mamá
Michelle dijo: – Muchachos, llevemos nuestras armas
más poderosas, podemos encontrar enemigos, puede ser muy
peligroso.
Sally contestó: – Levaré mi muñeca
láser.
Y bien, todos los niños caminaron hacia el auto
de su mamá y se fueron.
Cuando llegaron, encontraron un inmenso parque lleno de
diferentes juegos, y se llamaba "Sombrero-Park".
La mamá de ellos vino junto a una señora
llamada tutora, que era la encargada de cuidar a los
pequeños, mientras estaban en el parque, a cada grupo de
niños se le asignaba una tutora y cuidaba a los
niños hasta que los padres regresaran, ya que ellos
también recorrían otros ambientes del
parque.
Y así fue, la tutora llevó a sus
niños dentro del parque y les preguntó sus nombres,
y a que juego les gustaría ir. Y ellos contestaron: –
¡Ahí, ahí! – Señalando una naves
espaciales.
– Está bien, los llevaré, una vez que
hayamos terminado de ver todo el parque, no me gusta que los
niños decidan – Dijo la tutora.
Los niños se dijeron entre ellos: No es posible
que siempre, otras personas decidan por nosotros-Dijo
Michelle.
– Sí, no estoy de acuerdo – Dijo Shudy – y esa
señora no me agrada.
– Se le ve muy posesiva – Dijo Sally
– Y a demás es fea – Dijo Cheen-Li
– Démosle una lección – Dijo
Michelle
– Sí amigos, los adultos deben saber que los
niños tenemos sentimientos – Dijo Shudy
Hasta ahí, la tutora no sabía de las
intenciones de los niños, los llevó jalando del
brazo hasta una gruta o más parecía una cueva, era
la "cueva del silencio", y dijo: – Aquí no deben hablar,
ni hacer ruido, esta cueva se llama del silencio, porque todo es
tranquilo y silencioso. Habían unas figuras de piedra
sobre las paredes del la cueva, entonces Sally se asustó y
gritó: – ¡Ahhhh!
– ¡Silencio! – Gritó la tutora y
jaló a la pequeña muy duro de su
cabello.
– ¡Te he dicho que no hagas bulla! – Dijo la
tutora
Y la pequeña empezó a llorar.
Michelle cogió de la mano a Sally, para que no
llore y no fuera otra vez castigada por esa mujer.
Esperaron a que se descuidara y corrieron hacia la
salida en silencio, evitando que ella los viera, ya que ella
estaba muy ocupada conversando con otras tutoras, mientras los
niños se quedaban solos y desprotegidos.
Nuestros amigos, aprovecharon esa oportunidad y al salir
de allí, fueron huyendo hacia otro lugar, el parque
tenía más de 10,000 hectáreas de terreno y
era muy posible que muchos niños pequeños se
perdieran, por eso habían tutores encargados de guiar a
los niños y a personas dentro del personas, el parque
estaba dividido en dos grupos inmensamente grandes; el de adultos
y el de niños.
Al huir los niños fueron hacia diferentes
lugares, pasaron por el "Torrente empinado, que tenía
cataratas, y mucha agua, parte de selva y un puente colgante el
cual pasaron los niños muy alegremente, ya que pensaban
inspeccionar el parque solos, pero al darse cuenta de lo grande
del parque decidieron buscar un mapa guía, para poder
ubicarse, así que siguieron su camino hacia lo
desconocido, pasaron "El túnel de la oscuridad" al llegar
allí tuvieron miedo, pero Michelle y Shudy cogiendo a sus
amigos de las manos entraron por ahí, todo era oscuro y
frío.
Mío, estuvo a punto de caer, hacia un nivel de
terreno muy profundo, pero fue rescatado por sus amigos al final
del túnel, llegaron al "Aeropuerto espacial" y les
gustó la idea de entrar allí, por que habían
muchos lugares.
Emocionados corrieron hacia dentro. Era un lugar,
inmenso con un cielo claro y brillante, tenía una
área de donde no podían salir fuera los aviones,
estos eran pequeños y controlados por cada piloto, una
computadora registraba los juegos los juegos y pedía al
niño si continuaba o terminaba ; habían varias
pistas y después de subir a cada avioncito o nave, los
niños sujetando sus cinturones despegaban; ya dentro de la
nave, la computadora preguntaba que juego harían los
niños, ellos podían conversar unos con otros por un
comunicador de radio y podían volar una zona muy
extensa.
-Michelle puso la radio y les
preguntó:
¡Amigos que les parece si volamos de verdad!- dijo
emocionado
-¡Es cierto!- gritaba Sally muy
temerosa
-yuuuupiii- gritó Mío
emocionado
-Me gusta, tener mi propio avión- dijo Shudy muy
contenta
– ¿Y qué juego programamos muchachos?-
dijo Cheenli
-¡Veamos que tal "Tiro al blanco"!- dijo
Shudy
-si- dijo Michelle- ¡hagámoslo!
Y empezaron a jugar, el juego era muy simple,
tenían que disparar misiles al avión contario y por
consiguiente el avión contrario, tenía una capota
que daba frente a la cara y el cuerpo del niño cuando se
disparaba un misil hacia el avión contario, la capota se
habría y el niño recibía en el cuerpo o el
rostro un pequeño pote con la sustancia
elegida:
El primer misil era de barro
El segundo era de agua
El tercer misil era de plumas de pollo
El cuarto era de miel silvestre
El quinto era de chocolate espeso
El sexto era de pastel de huevo
El sétimo era jugo de uvas
El octavo misil era de hojas secas
El noveno misil era de crema de
plátanoEl decimo misil era de fideos cocidos.
Y jugaron entretenidos y alegres mientras tanto la
tutora, ya se había dado cuenta de la desaparición
de los niños y empezó a buscarlos estaba muy
preocupada, y fue cuando los padres de nuestros amigos vinieron a
recogerlos y al preguntarle a ésta, dijo:-¡no
sé, donde puedan estar!- les dijo que ellos e
habían escapado solos corriendo como locos, y se me
perdieron de vista…
Indira muy preocupada les dijo:
-llamaré a las autoridades del parque para que
nos ayuden a encontrarlos y buscaron a los niños, todos
muy preocupados Indira y Nipona junto con Cusicyag,
corrían de un lugar a otro desesperadas por encontrar a
los pequeños, los llamaban sin descanso.
Mientras los bomberos y policías buscaban
incansablemente, el parque tenía más de mil juegos
y era casi imposible encontrarlos pronto; las autoridades
buscaron en las cámaras del parque, hasta que lograron
encontrarlos, también se vio lo que pasó en la
cueva y lo que le hizo a Sally la tutora.
Muy indignadas las madres después de ver aquello
denunciaron el hecho a la policía pero la tutora no lo
sabía, había ido a buscarlos y luego de dar con su
rastro, los encontró en el "Aeropuerto espacial" y dio
aviso donde estaban los niños, luego de llamarlos; los
niños se asustaron y no quisieron bajar de sus naves que
estaban en pleno vuelo, al ver que los niños no bajaban,
la tutora subió a un pequeño avión y
voló hacia ellos, los niños al verla se
dijeron:
-¡ Ahí está la tutora mala!- dijo
Michelle lleno de chocolate y crema de plátano
-démosle una lección por abusadora- dijo
Shudy que estaba ya llena de miel y barro
-¡sí!- dijeron todos.
Y empezaron a dispararle todos sus misiles y cayó
en su rostro cada misil que era lanzado por los
niños.
Al rato bajaron todos ya que la policía,
había llegado y también, las madres de ellos
bajaron y al verlos las madres se pusieron felices de ver a sus
hijos, la tutora al bajar estaba llena de barro, plumas, miel,
chocolate, etc. Todos los misiles fueron para ella, luego de lo
ocurrido volvieron a casa, los niños estaban tan cansados
y felices de estar de nuevo en su casa.
Al día siguiente, los padres de los niños
regresaron al parque y denunciaron a la tutora, que
agredió a la niña pequeña y fue puesta a
disposición de las autoridades y se le separó sus
labores.
-No lo sé, pero el mal parece que estuviera
regresando de nuevo a nuestro mundo -dijo Cusicyag.
-¡Esta loca!-Dijo Nipona.
– ¡No lo estoy! Pero te pido que me
acompañes.
– Dijo Cusicyag.
-Está bien – Dijo Nipona.
Y así fue, visitaron a la tutora y pensó
que venían a decirle alguna cosa que la ofendiera pero, no
ellas la miraron y le dijeron:
-Sabemos lo que has hecho, pero déjame decirte
que te perdonamos y deseamos que no lo vuelvas a hacer – dijeron
las agraviadas.
– Sus hijos tienen la culpa, ellos son agresivos y
malos-dijo la tutora.
-¿Por qué los odias? – dijo
Cusicyag.
-No los odio, ustedes no saben criar a sus hijos-dijo la
tutora.
-Déjame decirte que todos los niños son
joyas muy maravillosas pero si alguien hace daño a un
niño, destruye a un niño ya no volverá a ser
un niño feliz – contesto Cusicyag.
La tutora pensó y dijo:- lo sé, tuve una
niñez muy mala, mis padres solo querían dinero, yo
no les importaba cuando vino el caos era muy pequeña, mi
madre murió, y tenía una madrastra muy mala que a
veces me castigaba y me maltrataba y me decía que era mala
y fea, malcriada, mi papá siempre daba la razón a
ella.
-¡eso es!- dijo Cusicyag- por eso tu actúas
así, sufres por dentro, pero te diré que te vamos
ayudar a que superes todo esos recuerdos de tu niñez y
verás que volverás a ser feliz y tendrás una
familia con niños, entonces serás feliz y una buena
madre.
– Gracias pero no creo que lo digan de corazón–
dijo la tutora incrédula- Si lo hacemos de corazón
porque te amamos y porque queremos que todos sean felices
vendremos a verte hasta que salgas de aquí- dijo
Nipona
-Pues no tengo familia que venga a verme- dijo la
tutora- nosotros seremos tu familia dijeron ellas
Y pidieron a Dios por ella y el corazón de la
tutora fue restaurado.
Al irse las señoras la tutora lloró por lo
que hizo a los niños, y decía: Señor dame un
corazón semejante a cuando era niña.
A la mañana siguiente fueron Nipona, Indira y
Cusicyag a visitarla y así lo hicieron hasta que la tutora
regresó a casa, y a su trabajo.
El maltrato infantil era severamente castigado por las
leyes, les dijo: gracias por ayudarme en estos momentos, justo
que mas necesitaba gracias por ser buenas personas y por hacerme
ver la verdad de mi existencia, les agradeció abrazando a
todas.
Tenemos una sorpresa le dijeron –
¿Sí? ¿Cuál es?- dijo la
tutora
Y vio a Sally detrás de su madre que se acercaba
a ella y al verla la abrazó y le dijo:
-Sally, te pido perdón que me perdones por favor
mi mal comportamiento.
-Te perdono- dijo Sally- te perdono
Después de estas cosas la tutora, fue restaurada
a su trabajo y renovada en su corazón.
Gracias a Dios las cosas, resultaron bien-dijo
Mío emocionado.
-Si- dijo Sally – qué bueno que los adultos se
comprendan y se amen unos a otros.
-Sí es cierto, si no fuera así nosotros no
seríamos felices y llenos de paz-dijo Cheen-li
En este mundo ningún niño está en
la calle, ni roban, ni tienen necesidad de nada, porque todos los
humanos, ayudan a los niños y los aman y si los
niños son felices, todo es alegría.
-¡Sí!- dijo Michelle a sus
amigos
Entonces vino Shudy y les dijo: muchachos
quiero recitar una poesía y dice así:
LOS NIÑOS
Dicen que son joyas
Sé que es la verdad
Pues todos los niños
Valemos mucho más.
I
Algunos son grandes
Otros son pequeños
Pero todos juntos
Llenan el mundo entero
II
No hay alegría
Ni felicidad cuando
Un dulce niño
Muy enfermo está.
III
A todos los padres
Yo les digo hoy
Cuiden a sus niños
Y denles mucho tiempo y amor.
¡Gracias!
-¡Bravo¡- gritaron sus amiguitos muy alegres
. y así el mundo seguía su curso y los planetas
seguían girando alrededor del sol y las galaxias junto a
las estrellas brillaban y parecían que cantaban a una voz;
el universo entero sonreía agradecido de Dios y del
hombre.
El festival en
barco
EPISODIO VII
LA FIESTA Y EL FESTIVAL
En esos tiempos hubo un festival en el mar, vinieron
pues al océano todos nuestros amigos; grandes y chicos
estuvieron presentes en este gran festival.
Llegaron de muchos lugares, pueblos, ciudades y todos
los niños llegaron con sus padres, sus juguetes,
mascotas.
Había una gran fiesta organizada por el pueblo en
el mar, miles de barcos, lanchas, botes, etc. Navegaban por
él, con cientos de personas abordo.
Toldos por todo el lugar en la arena, todo era un
ambiente festivo, lleno de colores, comida, dulces, helados,
juegos.
EL BARCO HOTEL
Después de llegar, nuestros amigos se hospedaron
en un "Barco hotel" lugar de descanso, donde después de
unas horas largas horas, los niños salieron a mirar por
las ventanas.
-¡Qué bonito¡-dijo
Michelle
-¡Yo tengo miedo¡-dijo Sally, la niña
temerosa
-¡Yo no tengo miedo¡ quiero navegar-dijo
Cheenli
-Yo también -dijo Mío
-Pongámonos nuestros trajes marinos-dijo
Shudy.
Y así sacaron de sus maletas sus trajes de mar,
salvavidas entre otras cosas; querían salir hacia la
cubierta, sus padres al verlos dispuestos a salir
dijeron:
Los niños quieren salir a cubierta- dijo Rubio y
Dorado
-Debemos tener cuidado- dijo Negro Azabache
-¡Por supuesto!- agregó Indira,
persiguiendo a los pequeños que corrían hacia la
parte exterior del barco.
Amigos, debemos tener cuidado- dijo Michelle
-si ya veo – dijo Cheen li
-las olas están muy calmadas- dijo
shudy.
-¡Sí! y ya estoy mareada- dijo
sally
-¡Yo no!-Contestó Mío.
Y empezaron a jugar sobre la cubierta del
barco.
-No se preocupen- dijo el capitán del barco-
Éste barco está protegido contra niños
traviesos
-¡Gracias!
Contestaron los padres.
-Ya quiero nadar-dijo Cheenlí.
-papá, por favor, queremos nadar- dijo Michelle a
su padre.
-Está bien, hijo- Contestó su
papá.
-Está bien, hijo- contestó su papá
y junto a Incaico y Negro Azabache los llevaron hacia la orilla
de la arena.
MÁS AMIGOS
Sacaron sus juguetes, hicieron castillos de arena
corrieron por toda la playa.
-Yo soy Daniel- dijo un niño, muy vivo y
travieso
Y yo Flor- dijo una niña. Y yo soy
Luís
-Ivancito y su hermanito Octavio, Sian, Elena, Isabel,
también estaban Alejandro, Luz, Delia, Rosa, Emilio, Etc.
Así, habia más niños que se presentaron y
jugaron con ellos.
Que les parece si hacemos una competencia de barcos-
dijo Daniel. Me parece una idea estupenda- dijo
Michelle.
-Pero los barcos son muy grandes y nuestros padres no
nos dejarán- dijo Shudy
-Haremos barcos de juncos y papel reciclable- dijo
Cheenlí.
-Pero ¿Cómo lo haremos?-Dijo
Sally
-Haremos barcos lo haremos?-dijo Sally
-No hace falta- dijo Incaico- yol les haré unos
barcos lindos, para que jueguen -y sacando de su equipaje,
botecitos de jebe y plástico, los inflaron
juntándose con Rubio Dorado y Negro Azabache.
LOS PEQUEÑOS
BOTES
-Más de veinticuatro botecitos, una vez listos
les colocaron pedacitos de madera; al verlos los niños,
estuvieron contestos.
-Miren ya están los barcos- dijo
Daniel
-Hay muchos para todas- dijo Piero-
-Si yo también quiero uno -contestó
Jonatán
-y uno- dijo David, un niño que listo y muy
juguetón.
Dijo otro niño- me llamó Edward y me
gustaría jugar.
-Hola amigos soy Brian_ dijo otro
pequeño
-y yo soy Handery- dijo una niña- y mis amigas
son Fiorella y Janet
-¿Cómo están niñas? – dijo
Shudy- ¿quieren jugar?
-Sí- por supuesto contestaron las
niñas
Mío encontró a otros niños y les
dijo: hola yo soy Mío ¿Cómo se llaman
ustedes?
-soy Carlitos y yo Harold-dijeron los
niños
Me llamo Ivancito, yo Miguel, yo Paul, yo Santiaguito,
José que estaban junto a Clide.
¡Sean bienvenidos todos!- dijo Cheenli
Somos muchos niños- Agregó Michelle- pero,
no importa, será un hermoso día y así
fue.
Todos los niños subieron a los botes, uno en cada
bote, sus padres de los niños les colocaron ropa marina,
su sombrero y su salvavidas.
Y partieron hacia la carrera de botes, algunos padres
los siguieron en sus lanchas y las madres observaban desde la
orilla.
LA CARRERA
Rubio y negro Azabache, junto con Incaico, llevaron una
lancha con un médico y salvavidas a bordo. Empezó
el juego, los niños salieron en sus botes y el mar pintado
de colores y de globos; parecía quieto como si supiera lo
que pasaba.
Los niños de la orilla gritaban haciendo barra a
sus compañeros, cuando de repente sopló un viento
fuerte y cayeron al mar los niños; todos gritaron…
en la orilla se escuchó un ¡ ahhhhhhhhh!
Aterrador.
EL ACCIDENTE
Los niños habían caído al mar,
hundiéndose ante los ojos de sus padres, que desesperados
se sumergieron para buscarlos y no los podían hallar; no
creían lo que pasaba ya que los niños estaban con
salvavidas.
Dentro del agua los niños sintieron que se
ahogaban y de pronto: ¡síganme!- Gritó un
pececillo y sopló sobre ellos al poco rato sintieron que
podían respirar y hablar dentro del agua.
-Vengan niños, los llevaré a mí
hogar- y los llevó a lo más profundó del
mar, donde nadie se imaginaba.
-¡Qué bonito!- dijo Sally
-¡Es hermoso!- dijo Shudy
-¡Sí!- contestaron todos.
LA FANTASIA
¡Miren, una ciudad!- dijo Mío, y el pez los
llevó hacia donde estaban los demás peces , era una
ciudad donde los tiburones conversaban, los peces caminaban y las
ballenas bailaban, las conchas y moluscos cantaban, mientras los
delfines daban piruetas, los cangrejos dibujaban hermosas obras
de arte en la arena, las sardinas jugaban alrededor de los
tiburones y el pez payaso jugaba con la anguila eléctrica,
todo era una fantasía; los peces , al ver a los
niños se paralizaron por unos minutos y corrieron de un
lugar a otro, todo un laberinto.
Hasta que una enorme ballena sentada en un coral
dijo:
-¡Silencio! Y todos se callaron y se quedaron
quietos frente al rey.
-¿Qué hacen estos niños
aquí?-gritó; y mirando al pez que los trajo le
dijo:
¿Por qué has traído a estos
niños a nuestro reino?
– Yo, señor mío, los vi que se ahogaban y
los traje por que no es bueno, que los niños humanos
mueran en el mar-dijo el pececillo.
-¿Sí, es cierto, pero que haremos con
ellos?- preguntó la ballena.
– bueno……dijo el pececillo pensando,
¿qué les parece si jugamos con ellos?, ellos
querían conocer el mar y nosotros podemos
enseñarles, dijo un delfín.
– ¡Ehhhhhh, veamos! – Dijo la ballena.
– ¡Siiii! – Dijo una conchita.
– Aquí no hay peligro, pueden
quedarse.
– Está bien – dijo el rey del mar –
mostrémosle benevolencia y hagamos que tengan un bonito
rato.
Y así estuvieron en las profundidades del mar,
nadando con los peces, jugando sobre corales, la ciudad era verde
y amarilla, con muchos colores: rojos, naranjas, azules, rosa, y
brillantes perlas adornaban sus casas.
– Es un sueño – dijo Michelle.
– No lo sé – contestó Daniel.
– Amigo, ¿estaremos muertos? – dijo
Carlitos.
– Me parece que no – dijo Mío muy
confundido.
De pronto, de cada casita marina, salieron globos de
diferentes colores y tamaños, de pronto, gritó
Michelle: – ¿Qué es eso?
– ¿Son niños? – gritó
Cheenli
El pececillo que vio el temor en ellos dijo: No son
niños, son burbujas de colores con forma de
niños.
–
¡Quéééééééé!
– Gritaron todos a una voz.
– ¡Silencio! – Dijo una tortuga marina que pasaba
por ahí – son las replicas que nosotros tenemos en casa;
ya que dicen que los niños son seres que llenan de
alegría, paz y felicidad a un hogar; así que estos
son burbujas coloridas y parecen de hule, y verán, dijo
mostrándoles, no hablan como ustedes.
-¡Es cierto!- Dijo Shudy.
– ¡Por un momento me asusté!- Dijo un
niño.
– ¡Qué horror! – Grito
Mío
– Parecen muñecos – dijo Michelle.
– Por favor, no nos hagan daño – contesto Sally
aterrorizada.
Por supuesto que no, pequeña – Dijo el enorme
mamífero sentado en el coral – ustedes han venido a
nosotros, y eso significa solo una cosa…
– ¿Cuál? – Preguntaron los
niños.
Que vendrá por fin lo que todos estuvimos
esperando- dijo muy serena la ballena, llena de
armonía.
Niños, vengan – dijeron unos delfines,
jugueteando por el agua, y los llevaron por el mar, nadando a una
velocidad increíble, y donde paraban, los más
pequeños recogían pequeñas rocas, algas,
hasta que una estrella rosa les dijo: Amigos, hay muchos tesoros
aquí, les llevaré…Y los condujeron a un
lugar donde habían barcos hundidos.
– ¡Es un galeón! – dijo Cheenli.
– Noooo, parece un barco – dijo Mío.
– ¡Si, es un barco!- dijo Sally.
– ¡Sí!- dijo la pequeña estrellita
que iba junto a ellos, y les dijo: síganme.
Y la siguieron, y les mostró todas las riquezas
que el barco tenía: joyas, alhajas, perlas, diamantes,
rubíes, esmeraldas, oro, plata, etc.
Había quince barriles llenos de cada una de
éstas riquezas.
Los niños, al verlo dijeron: ¡Ohh!, al
mismo tiempo.
Y los delfines dijeron: Tomen lo que deseen y
llévenlo a los humanos.
Y todos los niños corrieron hacia donde estaban
las riquezas, y juntaron en sus bolsillos, oro, plata y piedras
preciosas, entre otras cosas.
Pero uno de ellos, Daniel, dijo: No, no está bien
que llevemos riquezas, porque si nos vamos con esto en nuestras
manos, muchos vendrán aquí y se llevaran todo,
matarán peces y destruirán su ciudad por la
avaricia.
Dijo entonces Michelle: Si amigos, devolvamos todo lo
que hemos tomado y dejémoslo, nadie lleve nada de
aquí.
– Bien- dijeron los niños entendiendo. Y
así fue, vaciaron sus bolsillos y devolvieron todo; la
ballena, al ver aquello, se asombró y dijo: son ustedes
niños muy listos y buenos, les agradecemos que se
preocupen por nosotros, y cogiendo los peces las joyas, llevaron
cada uno, y las colocaron en su ciudad, sobre sus casas, y
adornaron el fondo marino.
Y empezaron a cantar, a jugar y a danzar todos los
niños y peces.
Mientras en las profundidades pasaba esto, en la orilla
del mar todo era diferente.
Los padres angustiados, lloraban la ausencia de sus
hijos, no podían creer que habían desaparecido de
esa forma y no cesaban de búscalos.
Llegó la noche, y los padres, desesperados,
corrieron de un lugar a otro; hasta que al amanecer, Nipona se
despertó, y mirando la orilla del mar, vio unos
niños durmiendo en la arena, sobre unas conchas marinas
enormes, y cubiertos con unas mantas brillantes, y al verlos,
corrió hacia ellos gritando: Son los niños –
¡Acá están! – Y todos los demás
vinieron, y al reconocer a los niños, los despertaron y
los llevaron al barco.
Al despertar, los niños vieron a sus padres que
los miraban fijamente:
– ¡Hola papá! – Dijo Mío – y su
papá se desplomó de emoción al escucharlo;
luego, los niños les contaron todo lo que habían
visto, y también cómo se habían divertido
dentro del mar, obviando lo de las riquezas marinas.
Pero de pronto, debajo de cada camita, los padres
encontraron oro, plata, perlas, joyas, entre otras piedras
preciosas, y los niños entendieron que todo fue un regalo
por no tener avaricia, y ser unos niños buenos y
honrados.
Después de esto, regresaron cada uno a sus
hogares, a vivir la vida hermosa que Dios les había dado,
compartiendo unos con otros, junto con la naturaleza, su habitad
y sus ecosistemas terrestres.
Autor:
José Daniel Campos
Enviado por:
SuxyerStormy