Monografias.com > Psicología
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La motivación en el ser humano



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Motivación
  4. Bibliografía

Resumen

En este artículo se reflexiona sobre algunas
cuestiones importantes, relacionadas con conocer porqué el
hombre hace lo que hace o cual es la finalidad de su
existencia.

Se exponen de forma esquemática los procesos
mentales del ser humano, tal como ahora creemos conocer, con las
distintas fases que actualmente se aceptan: Percepción
(fase en la que nos extenderemos algo), memoria, pensamiento y
respuesta.

Después se entra a estudiar los impulsos o
motivaciones, que son uno de los factores internos del ser, que
influyen en su actividad, así como en la dirección
de sus procesos mentales y que lo llevan a una determinada
conducta.

Introducción

Se tratará de indagar el porque el hombre hace lo
que hace. Señalaremos que aunque este artículo se
refiere principalmente al caso del hombre, sus líneas
generales son, en muchos casos, aplicables a otros seres
vivos.

Muchos nos preguntaremos ¿Qué hago en esta
vida? ¿Porqué actúo de una determinada
forma? ¿Qué finalidad tiene mi existencia? Son
preguntas que probablemente nunca responderemos por completo,
pero no cabe duda son temas atractivos y sentimos el impulso de
reflexionar sobre ellos.

Las anteriores preguntas están relacionadas con
muchas cosas, pero una que parece significativa, es la que en
psicología se llama motivación, y éste
será el tema central sobre el que trataremos de
reflexionar.

Iniciaremos el mismo con una presentación muy
esquemática de cómo se cree hoy en día que
se producen los procesos mentales, según una
versión de los hechos bastante generalizada en su
aceptación, dichos procesos conducen al hombre y a otros
seres vivos, a conocer y actuar. Ello nos servirá de marco
de referencia, para tratar de abordar el asunto de la
motivación.

Las reflexiones que se efectúan a
continuación deben tomarse con prudencia, por diversas
razones.

En primer lugar la psicología se refiere a un
asunto, el funcionamiento de la mente humana, que es
particularmente difícil de comprender y de efectuar
experimentos claros respecto a la misma.

En este campo de la ciencia existen, como se sabe,
varias escuelas o movimientos: Psicoanálisis, conductismo,
constructivismo, etc. y dentro de ellos multitud de
teorías siendo escaso lo que podríamos llamar
conocimientos generalmente aceptadas por la mayoría de los
científicos, pese a ello procuraremos centrarnos en este
tipo de conocimientos, especialmente en el apartado que
sigue.

En el último apartado referente a las
motivaciones, su contenido consiste básicamente en
reflexiones personales y como tales deben tomarse.

En segundo lugar diremos que se percibe que hay
muchísimo por conocer en este campo, por lo que es muy
probable que nuevos conocimientos hagan falso lo que hoy creemos
es cierto, o bien necesite complementarse lo aquí expuesto
por lo que se ha procurado dejar abiertos muchos temas,
utilizando palabras como "etc", "otros factores" y demás,
a fin de que más adelante puedan ampliarse y
complementarse su estudio.

Concebimos personalmente al ser humano de la siguiente
forma: es poseedor de una consciencia en sentido amplio (que
también podríamos llamar mente) que le permite
conocer y actuar en este mundo, teniendo dicha consciencia
características especiales.

Opinamos que esta consciencia está formada por un
conjunto de facultades mentales que son heterogéneas,
complejas y mal conocidas. Estas facultades se dan en los
diferentes seres vivos con características
específicas, así ocurre que algunos tienen unas
facultades que otros no tienen, y por otra parte hay facultades
que son comunes a algunos de ellos, pero con grado de desarrollo
muy distintos.

Creemos también que la consciencia humana en
sentido amplio, está formada por distintos niveles o
estratos, enraizados unos en otros, en los cuales actúan o
se originan las distintas facultades mentales, estos niveles son:
la consciencia individual (es decir, aquella en la que nos damos
cuenta de los procesos mentales); el subconsciente o inconsciente
(que no tiene nada que ver con Freud) en este nivel no nos damos
cuenta de lo que ocurre, pero es de gran importancia para el
hombre; la consciencia colectiva (que deriva en gran parte del
hecho de que el hombre es un ser social) y finalmente lo que
podríamos llamar consciencia orgánica (que se
refiere a los distintos componentes biológicos del
hombre).

En todos estos niveles se producen u originan procesos
en los que intervienen las llamadas facultades
mentales.

En la exposición de los procesos mentales, a
diferencia de lo anterior que son opiniones, procuraremos
basarnos en conocimientos generalmente aceptados hoy en
día. Nos referiremos principalmente al procesamiento de la
información, pero tenemos que tener en cuenta que estos
procesos se refieren a todo tipo de estímulos externos o
impulsos o factores internos.

Tal como se cree hoy en día que funcionan estos
procesos, es de la siguiente manera.

a) Recepción de los estímulos externos o
percepción.

Respecto al mundo externo a nosotros que intentamos
conocer, hay que tener en cuenta lo siguiente.

En primer lugar según Kant, de las cosas externas
a nosotros, no podemos conocer lo que son en si mismas,
sólo conocemos sus manifestaciones para
nosotros.

Los físicos atómicos nos dicen que, en
términos generales, de las cosas sólo conocemos
realmente a los fotones provenientes de ellas que llegan a
nuestros sentidos, pero que las cosas en sí son meras
conjeturas, no las conocemos.

Por último diremos que según la
mecánica cuántica, las cosas externas, por ejemplo
un átomo, no es real, hasta que es observado, antes es
sólo una función de onda de
potencialidades.

Con los anteriores comentarios creo que podemos afirmar,
que tenemos un mundo exterior que realmente no conocemos, ni
nunca podremos conocerlo de forma total, pero que existen una
serie de manifestaciones, que pueden constituir, para el ser
humano, los estímulos, que en muchos casos serán
información (y éste será el caso objeto de
estudio a continuación), pero que también pueden
ser otras cosas, como energía, una acción
física como un porrazo de un agresor que no solo afecta a
los sentidos sino también a la integridad física,
etc.

Estos estímulos llegan a nuestros órganos
receptores, donde puede ocurrir que no sean recibidos, bien
porque estos órganos no estén construidos para
recibirlos (por ejemplo variaciones en el campo magnético,
que el ser humano no percibe, en cambio parece que otros animales
sí lo perciben) o bien puede ocurrir que no sean
recibidos, pese a tener en principio los órganos precisos,
porque llegan fuera de los llamados "umbrales de sensibilidad",
por ejemplo en la luz, la ultravioleta o infrarroja, piensen que
sólo percibimos el 1%, aproximadamente, del campo
electromagnético.

Así pues, podemos decir que un primer
procesamiento, consiste en que los órganos receptores de
los sentidos reciban o no ciertos estímulos.

A continuación se produce otro procesamiento que
consiste en transformar los estímulos externos, en
impulsos nerviosos en el interior del ser humano, que son
transmitidos al cerebro (hay casos, como en los actos reflejos,
en los que no pasan por el cerebro).

Después y de forma casi instantánea,
automática e inconsciente, se forma o construye una
determinada representación, modelo, imagen, esquema
mediador o como queramos llamarlo, en nuestra mente, de lo que
vemos (en el caso de que se haya utilizado sea el sentido de la
vista, pero análogamente ocurre con los otros sentidos)
para ello se producen una serie de procesos, que conocemos muy
mal, entre los que se encuentran el proceso de atención; y
otros, mediante los cuales la información recibida es
seleccionada, modificada (por ejemplo algunas
características se exageran, otras se atenúan) y
además se añade información propia (es decir
la memoria aporta la información necesaria para completar
la imagen o darle significación, basándose en
experiencias anteriores). Todo este proceso es inconsciente, pero
puede ocurrir también que de forma consciente se
efectúen algunas de las anteriores actuaciones, con la
finalidad de obtener una representación adecuada a los
fines que se persiguen (por ejemplo en el proceso de establecer
determinadas categorías de cosas).

Normalmente la representación automática
que forma nuestro inconsciente, supone una cierta
interpretación de la realidad, de tal forma que dicha
representación tenga un significado comprensible para
nosotros, pero puede ocurrir en algunos casos, que ésta
representación automática no sea comprensible o
puede también ocurrir que su significado sea falso, por
existir un engaño, una ilusión, etc. (caso por
ejemplo de la imagen que tenemos de nuestro mundo, en el cual el
sol sale por el Este, recorre la cúpula celestial y se
pone por el Oeste, imagen que sabemos es una ilusión
óptica) entonces puede intervenir la consciencia
individual, para tratar de obtener una representación
comprensible y cierta.

En la formación concreta de la
representación automática, intervienen muchos
factores internos y externos, así además de los
estímulos externos está el entorno físico y
mental (por ejemplo si el ser humano forma parte de una
determinada sociedad religiosa, política, cultural, etc.
es probable que la percepción de determinados
estímulos sea diferente en unas u otras personas)
también influyen, motivos, emociones, expectativas y
muchos otros factores, de los cuales algunos conocemos y otros
no.

b) Memoria: Los seres vivos almacenan información
de distintos tipos en sí mismos, así por ejemplo la
información hereditaria se conserva en el ADN y en otras
partes de la célula. La información que proviene de
la educación e interacción social, así como
el aprendizaje o adquisición de conocimientos a
través de la propia experiencia, es decir las
representaciones automáticas de nuestra percepción,
se almacenan parcialmente en lo que llamamos memoria, pero de la
que no sabemos que es ni donde está.

Hoy en día suele distinguirse tres fases en la
memoria: la codificación, el almacenaje y la
recuperación de la información.

En la fase de almacenaje se distingue por algunos
autores entre: memoria sensorial, a corto plazo y a largo
plazo.

La memoria no es un proceso pasivo de registro de
estímulos, sino un proceso activo de construcción
en el que intervienen muchos factores (motivación,
emoción, etc.) es decir se produce una nueva
elaboración o reconstrucción de la
representación automática que se ha elaborado en la
etapa de percepción.

Del contenido de la memoria, se cree que solo una
pequeña parte es accesible o recuperable por la
consciencia individual siendo la mayor parte solo accesible de
forma inconsciente.

c) Procesamiento central o Pensamiento. Prefiero llamar
a esta etapa procesamiento central, para distinguirla de los
muchos procesos que se producen en otras etapas. También
lo prefiero a pensamiento porque ésta última
palabra, parece implicar solo una actividad consciente, cuando
probablemente hay una intensa actividad inconsciente en esta
etapa, cuyos resultados se manifiestan, en algunos casos a nivel
consciente, (por ejemplo la intuición, la aparición
subita en la consciencia de la solución de un problema que
no sabíamos resolver etc.).

Repetiremos aquí, especialmente en esta etapa,
que es muchísimo lo que se desconoce. Sabemos que
también intervienen, los impulsos y otros factores
interiores al propio ser, tales como motivaciones, emociones,
expectativas, recuerdos de la memoria, etc.

Tanto las percepciones de los estímulos, como los
impulsos y otros factores, son procesadas por ciertas facultades
mentales (que no conocemos bien) y producen una
respuesta.

d) Respuesta: que es la acción que produce un
ser, como consecuencia de un estímulo externo o un impulso
o factor interno. El conjunto de acciones de un ser constituye su
conducta o comportamiento.

En el caso que la respuesta sea una información,
es decir una señal o un mensaje, estamos ante el
fenómeno de la comunicación, con su
problemática de lenguaje, etc.

Motivación

Lo expuesto en el apartado anterior, se refiere
principalmente, porque es lo más claro, al recorrido que
efectúa una información desde que entra en el ser
como estímulo externo hasta que sale como
respuesta.

En dicho recorrido hay como hemos dicho muchos factores
que influyen en el proceso mental, uno de ellos y muy importante
en el ser humano son los llamados impulsos o motivaciones que no
solo afectan al procesamiento de la información recibida
como estímulo externo, sino que también pueden
originar por sí mismos respuestas del ser, es decir aunque
no haya estímulos externos.

Nos referimos a los impulsos y motivaciones como
elementos que activan y dirigen a un ser en una dirección
o con una finalidad determinada. Dichos impulsos son internos del
ser, aunque pueden ser estimulados o inhibidos por hechos
externos, por ejemplo premios o castigos. Estos impulsos o
motivaciones pueden ser conscientes e inconscientes y surgen a
veces de niveles profundos de la consciencia.

En nuestra opinión los impulsos o motivaciones
pueden clasificarse en tres tipos o categorías:

Estarían en primer lugar los impulsos o
motivaciones primarios, básicos o como queramos
llamarlos.

Se caracterizan por ser instintivos y presentes en todos
los seres vivos. Que sean instintivos quiere decir que en
última instancia son características fundamentales
de lo que hemos llamado interacción biológica
(véase otros artículos anteriores sobre este tema)
la cual interactuando con el medio ambiente a lo largo del
proceso evolutivo ha ido generando la información
hereditaria, que se encuentra en el ADN y en otras partes de la
célula, teniendo ésta unas características
particulares en cada especie de ser vivo, determinando para este
un cierto patrón de conducta típico de la especie y
distintivo de unas especies a otras.

Por último diremos que estas conductas
están basadas en los genes, o mejor dicho, en las
instrucciones de la información hereditaria, que pueden
ser moduladas, en parte, por el aprendizaje o la experiencia de
los individuos.

Merece destacarse que con esta clase de impulsos o
motivaciones, en general, hay coincidencia de criterios entre los
científicos, cosa que no ocurre con los
restantes.

Nos encontramos en esta categoría a las
necesidades correspondientes a los dos escalones inferiores de la
celebre pirámide de necesidades de la teoría de
Abraham Maslow.

Dentro de esta categoría de impulsos primarios
cabe distinguir dos impulsos fundamentales.

  • a) La supervivencia, b) El desarrollo de los
    seres vivos, impulsos que como hemos indicado creemos que
    proceden originalmente de la interacción
    biológica.

Dentro del impulso de la supervivencia hay que
distinguir por una parte los que tienen una base de necesidades
orgánicas o fisiológicas, es decir la necesidad de
mantener la homeostasis del organismo o sea mantener su medio
interno razonablemente constante, dicho con otras palabras que
sus constantes vitales se mantengan dentro de unos ciertos
parámetros. En el caso del ser humano estas necesidades
parecen ser: hambre, sed, respiración, temperatura,
necesidad de dormir, etc.

Por otra parte citaremos la necesidad de seguridad que
impulsa a los seres vivos a defenderse o huir de los
depredadores, alejarse de las circunstancias naturales que
resulten perjudiciales o peligrosas, etc.

El otro gran impulso primario es el tendente al
desarrollo de los seres vivos. Este impulso tiene manifestaciones
muy diversas, de las que quizás la más clara es la
reproducción, que tiene como finalidad incrementar el
número de individuos de una especie. También
citaremos otra manifestación que podríamos llamar
el impulso exploratorio que puede conducir al incremento de los
"habitats" de la especie, mediante la exploración de
nuevos territorios, su ocupación y eventualmente su
adaptación a los mismos. En el caso de los seres humanos
puede atribuirse a este impulso el deseo de explorar nuevos
territorios, la adquisición de nuevos conocimientos,
etc.

Una segunda categoría sería lo que podemos
llamar impulsos o motivaciones secundarias. Se caracterizan por
basarse, principalmente, no en el instinto sino en el
aprendizaje, no siendo comunes estos motivos a todos los seres
vivos, sino por el contrario, son característicos de
ciertas especies, grupos o individuos, pudiendo existir seres
vivos, como los vegetales, que, aparentemente, no tienen
motivaciones secundarias.

El aprendizaje también puede ser fruto de la
experiencia individual, pero en muchos casos deriva de la
actividad de otros seres vivos, por ejemplo: en ciertas especies
predadoras, las madres enseñan a su camada las habilidades
necesarias para cazar.

En el caso de los seres humanos es frecuente que sea la
sociedad o cultura, en la que vive el individuo, la que produzca
ciertas motivaciones, como por ejemplo: la motivación del
logro (es decir se imponen ciertas metas a realizar)
motivación de afiliación (necesidad de formar parte
de un grupo) etc.

Merece indicarse respecto a cuales sean estos impulsos o
motivaciones secundarias, que nos encontramos con una gran
confusión entre los científicos, pues hay algunos
que citan unas pocas motivaciones básicas y en cambio
otros que establecen largas listas de motivaciones.

Cabe preguntarse si son más importantes las
motivaciones primarias a la hora de determinar la conducta de un
ser. Diremos a este respecto que una conducta suele estar
influida por varias motivaciones y que la importancia relativa de
estas depende de las circunstancias concretas, así por
ejemplo puede darse el caso de un indú que se esté
muriendo de hambre y sin embargo, aunque pueda, decide no comer
carne de vaca (tabú religioso).

También señalaremos que los motivos
secundarios pueden o no estar indirectamente relacionados con los
motivos primarios, por ejemplo ganar dinero me permite satisfacer
necesidades primarias de alimentación y bebida. En cambio
hacer algo creativo no parece estar relacionado con ninguna
necesidad primaria.

Pasemos ahora a lo que llamamos impulso o
motivación terciaria. Esta consiste en el deseo o
tendencia del hombre a perseguir su propia realización y
trascender al mundo material.

Este impulso es exclusivo del ser humano y no lo
experimentan otros seres vivos; no estando, en nuestra
opinión, basado en el instinto o el aprendizaje, sino en
la existencia de un espíritu en el hombre.

Lo que aquí llamamos el impulso terciario
coincide con el escalón superior de la pirámide de
necesidades de Maslow, la llamada autorrealización, la
cual en su expresión máxima implica, según
expone literalmente Whittaker en su libro "Psicología"
pag. 176 lo siguiente: "sentimientos de horizontes ilimitados que
se abren a la visión; sentimiento de ser
simultáneamente más poderoso y más desvalido
que nunca; sentimiento de gran éxtasis, maravilla y temor;
la pérdida del lugar en el tiempo y en el espacio; con,
finalmente, la convicción de que algo extraordinariamente
importante y valioso ha ocurrido". Se trata de la que con otras
terminologías se denominan: experiencia cumbre,
meditación trascendente, éxtasis,
iluminación, despertar, etc., aspectos todos ellos de lo
que podríamos llamar fenómenos
místicos.

A este respecto diremos que si bien el impulso terciario
es sentido por todos los hombres, cosa que el lector podrá
comprobar leyendo en su propio corazón, sólo unos
pocos llegan a la experiencia mística, en cualquiera de
sus grados. Pero en la historia existen, a pesar de su
excepcionalidad, muchos ejemplos de personas que dicen haberlo
experimentado. Además, en ciertos casos, la experiencia
mística se acompaña con la aparición de
fenómenos extraordinarios.

Señalaremos que si bien creemos que la
autorrealización en grado máximo, o experiencia
mística no tiene base instintiva, ni de aprendizaje, en
cambio la interpretación que el individuo hace de dicha
experiencia, si está afectada por las circunstancias,
aprendizajes o experiencias específicas de cada individuo
y de la sociedad o cultura en la que se encuentra.

También diremos que el aprendizaje puede actuar
en las llamadas técnicas de "purificación" que en
algunos casos pueden preparar al ser humano para una eventual
experiencia trascendente. Ahora bien, como se ha indicado antes,
no creo que el aprendizaje influya ni en el impulso terciario en
sí, ni en la propia experiencia final.

Por otra parte hay que señalar que la existencia
del impulso terciario en el hombre, se evidencia en todos los
tiempos y culturas, así desde el Paleolítico, hace
cientos de miles de años, hay pruebas de intentos de
relación con el más allá, en los ritos y
ofrendas funerarias; en el hecho de que a lo largo de toda la
historia han existido múltiples religiones o creencias
espirituales, creencias ampliamente mayoritarias incluso hoy en
día, que atestiguan la necesidad que siente el hombre, de
relacionarse, en diversas ocasiones de su vida (especialmente en
situaciones difíciles o peligrosas, con emociones
intensas, etc.), mediante distintos procedimientos (plegarias,
ritos, etc.); con lo que podríamos llamar mundo
espiritual.

En definitiva opinamos que la finalidad de la existencia
del hombre está orientada y estimulada por el impulso o
motivación terciaria, de tal forma que no sólo
persigue su propia realización ("lo que el hombre puede
ser, debe serlo") sino que siente también un fuerte
impulso a la trascendencia, es decir a la búsqueda y
experiencia de la que algunos conocemos con el nombre de Dios y
otros con otros nombres como Realidad Última, Consciencia
Cósmica, Principio Esencial, etc.

Bibliografía

  • BUTLER, GILLIAN y Mac Manus, Freda (1998) "Breve
    introducción a la Psicología" Alianza
    Editorial.

  • Chancho Neve José Luís: "La ciencia y
    Dios", "Crítica estadística de la
    hipótesis de cambios aleatorios y espontáneas
    como causa de la Evolución", "El Enigma de la vida",
    "La interacción biológica", "La consciencia en
    los seres vivos", "Probabilidad de existencia y
    Multiuniverso", "La consciencia y el espíritu en los
    seres humanos", www.monografías.com

  • Chancho Neve José Luís: (2008)
    "Reflexiones sobre el Mundo y el ser humano" Huerga y Fieno
    Ediciones.

  • ELIADE, MIRCEA (1990) "El chamanismo y las
    técnicas primitivas de éxtasis" Fondo de
    Cultura Económica.

  • MARTIN VELASCO, Juán (1999) "El
    fenómeno místico" Editorial Trotta.

  • Martorell José Luís y Puerto
    José Luís (2005) "Fundamentos de
    psicología" Editorial Centro de Estudios Ramón
    Areces.

  • SEARLE, JOHN R. (2001) "Mente, lenguaje y Sociedad"
    Alianza.

  • VEGA, MANUEL DE LA (1995) "Introducción a la
    psicología cognitiva" Alianza.

  • WHITTAKER, JAMES (1977) "Psicología"
    Editorial Interamericana.

 

 

Autor:

José Luís Chancho
Neve

SPAIN. MADRID. DICIEMBRE 2012

 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter