Monografias.com > Estudio Social
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Proyecto de vida para la mujer después de su jubilación en una comunidad urbana de Placetas, Cuba



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo
  4. Conclusiones
  5. Bibliografía

Resumen

El presente trabajo contiene un estudio descriptivo o
diagnóstico de mujeres jubiladas residentes en el Consejo
Popular Pujol-Los Chinos del municipio de Placetas, con el
objetivo de evaluar su proyecto de vida después de la
jubilación, a partir de una revisión
bibliográfica sobre el tema se escogió el enfoque
cualitativo con el empleo de técnicas psicológicas
fundamentalmente. Se obtuvo como principales resultados que las
mujeres jubiladas caracterizadas presentan limitada su vida
social, desconocen opciones para su desempeño una vez
jubiladas, tienen poco contacto social, sus principales intereses
y conflictos giran en torno a la familia, lo personal, la
actividad y lo social y poseen una autoestima baja. Por
último se proponen una serie de actividades que pueden
constituir elementos para integrar el proyecto de vida de las
mujeres después de la jubilación.

Introducción

En todos los tiempos, la ancianidad ha sido objeto de
profundas reflexiones desde la óptica de la
filosofía, la sociología, la psicología
social, etc. De ella, se han preocupado pensadores de la talla de
Cicerón, en su obra De la Vejez escrita a los 72
años, (buscaba consolar a su amigo Pomponio Ático
al que le entristecía envejecer; mediante un
diálogo imaginario en el que Cantón el Censor, que
tenía 84 años y cumplía sus funciones
públicas y domésticas, enseña a los
jóvenes Escisión y Lelio a llevar con
resignación los achaques de la vejez; los viejos se
lamentan de estar excluidos del manejo de los negocios, de perder
las fuerzas, de no poder gozar de los placeres de la vida y de
tener la muerte cerca; Cicerón, da respuesta a esas
quejas); también Simona de Beauvoir y Norberto Bobbio,
entre tantos otros. (Cicerón, Marco Tulio, 1946; de
Beauvoir, 1989; Bobbio, 1997).

También la poética, donde no pudo pasar
inadvertida para José Hernández, autor de la obra
argentina más representativa de este género
literario, el Martín Fierro "…La
cigüeña cuando es vieja/ pierde la vista, y procuran/
ayudarle a su edad madura/ todas sus hijas pequeñas/
Aprendan de las cigüeñas/ Este ejemplo de
ternura
." (V. 1152); ni para Sor Juana Inés de la
Cruz, una de las primeras mujeres que expresó la voz
femenina en América Latina "…y aunque llega la
muerte presurosa/ Y tu fragante vida se te aleja/ No sientas el
morir tan bella y moza/ Mira que la experiencia te aconseja"

(S. 148). Y, toda vez que, en los últimos años la
bioética ha proporcionado nuevos enfoque, (Morelli,
Mariano, 1999), no es de extrañar que, siendo Cuba uno de
los países latinoamericanos más envejecidos y
particularmente, la provincia de Villa Clara y el municipio de
Placetas, dediquemos importantes reflexiones a este
fenómeno, desde una de sus aristas más importantes
por el papel que juega dentro de la familia y la sociedad: la
mujer después de su jubilación.

La vejez, a pesar de haber sido considerada como uno de
los logros más importantes de la humanidad en el
período contemporáneo, se ha transformado a la vez
en un evento tributario de grandes decisiones y soluciones
efectivas, teniendo en cuenta las consecuencias que se derivan de
esta problemática, así como la paradoja existente
entre las actuales demandas y necesidades de este grupo
poblacional y el carácter insuficiente de las respuestas
tradicionales. Este carácter se ha manifestado
principalmente debido a que en la actualidad las exigencias y
requerimientos de las generaciones más longevas, han
asumido categorías superiores.

La llamada tercera edad, vejez, adultez mayor o
tardía se ubica alrededor de los sesenta años,
aunque actualmente han surgido nuevas expresiones referidas a las
personas que superan los ochenta años por lo que ha
comenzado a hablarse de una cuarta edad. Sin embargo, los
estudiosos del tema, coinciden en incluir a todas las personas
que transitan esta etapa de la vida y que están muy
ligados al proceso de envejecimiento, sean adultos mayores o
ancianos.

En Cuba, el Estado ha estado al tanto de esta
problemática que involucra a las personas de la tercera
edad, por lo que ha creado las condiciones necesarias ya sea en
forma de: leyes, instituciones, programas informativos, trabajos
comunitarios. etc., en aras de garantizar la oportunidad y el
reconocimiento social de quienes se distinguen en esta
actividad, brindándonos un valor social y humano.
Teniendo en cuenta lo anterior, se puede aseverar que se hace
necesaria e imperiosa la realización de investigaciones
dirigidas a esta temática, logrando que el adulto mayor
tenga presente la realización de un proyecto de vida
adecuadamente estructurado, la pérdida de contactos
sociales, un bajo nivel de actividad física y social, la
falta de motivación para desarrollar nuevos intereses
resultan factores de riesgo a controlar y evitar. Por lo que es
necesario elevar la calidad de vida de esta etapa.

En la esfera social hay oportunidades de compensar la
disminución de los contactos, relaciones e intereses
sociales —que suelen ocurrir en la vejez— con la
apertura de nuevas relaciones y el enriquecimiento y
afianzamiento del círculo de amistades, como se ve en los
grupos de abuelos de creciente desarrollo en Cuba.

En la esfera espiritual y cultural es posible que se
invierta el patrón vital y ocurra una ampliación de
sus intereses y actividades culturales, a causa del mayor tiempo
disponible. La amistad y la cultura son cosechas de la vejez que
se benefician con el añejamiento del tiempo.

La vejez puede significar para el viejo sano la
máxima realización de sus potencialidades vitales,
la culminación del desarrollo de la personalidad y de la
propia individualidad y el logro de un modo de ser más
profundo y auténtico, y de una mayor paz interior y
armonía con los demás.

En esta etapa, que de por sí implica una
pérdida -la de la vida laboral-, es que las mujeres
entiendan que jubilarse, no es retirarse de la vida, sino que es
el comienzo de algo nuevo. Este es un punto muy importante porque
muchas personas sienten que se les acaba la vida y comienzan a
llevar una existencia sin sentido, motivo por el cual
después muchas se deprimen.

Para atravesar esta etapa con las menores dificultades
posibles, es importante pensar que en realidad uno tiene
más tiempo para dedicárselo a uno mismo y a
aquellas personas relacionadas con los afectos (familiares,
hijos, nietos, amigos, etc.) y que también hay más
tiempo para generar nuevas amistades, nuevos proyectos que
estén más allá de lo laboral, a lo mejor
volcados más hacia cuestiones sociales.

En esta etapa de la vida es fundamental la posibilidad
de generar actividades placenteras o recreativas que permitan la
expresión, que a lo mejor ha sido descuidada por el
cumplimiento de la vida laboral y/o de otros roles. Las personas
jubiladas encuentran tiempo para desarrollar hobbies y
otras actividades artísticas. La actividad física
también debe encontrar un lugar, tanto por su importancia
para la salud como para la estética y el bienestar
psicológico. Por su parte resulta importante lo que a
género se refiere, partiendo de las notables diferencias
que entre hombres y mujeres existen, desde la óptica de la
sociedad y la psicología
específicamente.

El presente trabajo busca revertir la
significación común de la jubilación, de
presentarse para la mujer como un factor limitante de su
bienestar personal. Ello explica que el mayor interés se
centre en la necesidad de un proyecto de vida para la mujer
después de su jubilación.

En tal sentido, lo importante es mostrar el mejor camino
para que la mujer se prepare y transite por su jubilación,
logre incrementar sus años de vida con un nuevo
cuestionamiento en relación a los problemas de salud, y un
significado teórico y práctico más amplio de
cómo mejorar la calidad de vida.

Y es que, todo análisis de la vejez, si bien ha
de partir de tres enfoques: de la desigualdad, de la dependencia
y de la vulnerabilidad, por su condición de
fenómeno social complejo que reconoce el sustrato
fisiológico de la ancianidad, permite otorgarle mayor
importancia a los factores socioculturales para explicar el papel
de las personas de edad en las comunidades y las familias y sus
posibilidades para alcanzar una mejor calidad de vida.

Desarrollo

En Cuba a partir de 1959, se comenzó un trabajo
muy serio desde el punto de vista social, legislativo, como de
asistencia médica, que garantizara la salud y asistencia
social para los adultos mayores y el disfrute de una vejez con
óptima calidad de vida. Después de medio siglo de
Revolución, Cuba se presenta como uno de los países
latinoamericanos más envejecidos con nuevos conceptos
gerontológicos que exhiben gran participación de la
familia y la comunidad, y dejan fuera los antiguos patrones de
institucionalización. Ello determina que, no existan
suficientes recursos humanos que garanticen esta atención,
y que el Estado, por sí solo, no pueda hacerse cargo de
este incremento. Cobra protagonismo así, la familia, la
comunidad y el propio adulto mayor en la búsqueda de
soluciones locales a sus problemas.

La actual esperanza de vida al nacer, alcanza hoy 72,5
años, lo que coloca a nuestro país en una
situación privilegiada dentro del hemisferio, y al mismo
tiempo, señala la dedicación de recursos humanos y
materiales que el Estado Cubano ha puesto al alcance de toda la
población. (Oficina Nacional de Estadísticas(ONE(,
2008).

El hecho de que en el año 2000 se haya observado
un incremento importante de esta población, y que la
Organización Mundial de la Salud trazara metas importantes
a su tenor, obliga por así decirlo, a revisar nuestros
actuales programas de atención al adulto mayor.

Si además, añadimos que los nuevos
conceptos gerontológicos exhiben gran participación
de la familia y la comunidad y se dejan fuera los antiguos
patrones de institucionalización para ser usada cuando sea
necesaria, llegaremos a la conclusión de que no existen
suficientes recursos humanos que garanticen esta atención
y que el Estado por sí solo no puede hacerse cargo de este
incremento.

La favorable estructura sociopolítica en el
país constituye un potencial de ayuda para acondicionar
todas estas premisas en un nuevo programa, que además de
contemplar todo lo anterior, sea capaz de asegurar la
participación activa de la familia, la comunidad y las
organizaciones políticas y no gubernamentales en un
trabajo colectivo donde el protagonista principal lo es el adulto
mayor.

El municipio de Placetas es el más envejecido de
la provincia de Villa Clara con un 18,6% de la población
que sobrepasa los 60 años, según datos del
Comité Municipal de Estadísticas de Placetas, y a
su vez también esta es la provincia más envejecida
del país, por lo que se hace necesario el trabajo
constante y profundo con ese sector de la población, que
en muchos casos ha sido considerado el olvidado por todos, en
tanto se asocia erróneamente con el fin de la vida y con
la muerte en consecuencia. .

La teoría del retiro tiene una visión del
ingreso a la senectud como un proceso gradual de aislamiento del
mundo en lo físico, social y psicológico.
Físicamente, los bajos niveles de energía producen
menos actividad; desde el punto de vista psicológico, el
interés hacia los demás se centra hacia uno mismo.
Socialmente, hay menos relación con los demás y una
disminución del nivel de participación en la
sociedad en general. Pero, en lugar de evaluar sólo los
aspectos negativos del retiro, los teóricos mantienen que
deben apreciarse las facetas positivas del mismo, puesto que dan
más posibilidades para reflexionar y disminuye la
inversión emocional en los demás, es una
época de la vida en la que las relaciones sociales
inevitablemente terminarán con la muerte. (Ruiperez C.;
Llorente, D. 2005)

La teoría del retiro se ha criticado, ya que
sostiene que el retiro es un proceso automático, que
implica un rompimiento con los estándares de conducta
anteriores. Más importante aún es la evidencia que
señala que los ancianos son muy felices y se mantienen muy
activos socialmente. (Schaie, K.. 1991).

Entre los problemas mas frecuentes por los que
atraviesan los adultos mayores o personas de la tercera edad se
encuentra la jubilación que produce grandes efectos en
ellos por los cambios que producen en la vida de
ellos.

Un efecto directo de la jubilación es que afecta
el estilo de vida de los sectores sociales. El alejamiento de la
vida profesional supone algo más que el cese de actividad
más o menos valorada. Entre otras cosas, implica la
adopción de un nuevo papel, con otras expectativas de
comportamiento, una modificación del estilo de la vida
cotidiana, ya no sujeta al ritmo de la actividad profesional y
una reestructuración de la vida social incluida la
modificación en la interacción de los contactos
familiares. Supone ciertas modificaciones en la economía
personal y un desplazamiento de los compromisos e intereses
personales del mundo del trabajo a los del tiempo libre.
(Rocabruno, J. C. 1999) Lo cierto es que cuando nos encontramos
frente a frente con la jubilación, en un primer momento
ésta nos puede asustar, es como si la vida nos dijera que
definitivamente hemos terminado nuestra misión, que se
acabó nuestro tiempo de hacer y triunfar.

Sin embargo, jubilarse puede convertirse en tiempo
gratificante si lo consideramos como un camino a la libertad y
destinado a la evolución. Cuando hablo de libertad quiero
decir liberación de responsabilidades y compromisos
laborales que más tarde o temprano comenzarán a
pesar o molestar. Muchas veces el propio organismo pide un cambio
de actividad para hacer otras cosas, para disfrutar de nuevas
tares o acciones. Es entonces cuando precisamos de evoluciones
como seres humanos, de crecer y marchar acorde al momento por el
que atravesamos, acertar nuevos retos, sin quedarnos con la
mirada en el pasado sobre aquello que ya no somas o no podemos
hacer.

Todo tiempo tiene su encanto y hay tiempo para todo.
Jubilarse puede significar trazarse un nuevo proyecto de vida o
nuevo plan de actividades. Jubilarse no significa necesariamente
estar ansiosos, podemos planificar nuestro ocio y aprovechar las
oportunidades que la comunidad en que vivimos nos
ofrece.

Es reconocido por los especialistas de la salud que la
jubilación es vivida por cada persona de manera diferente
de acuerdo a lo que para ella signifique o según las
condiciones de salud en que llegue.

Sin embargo, tarde o temprano los adultos mayores, en su
mayoría, terminan adaptándose a ella y encontrando
nuevas razones para vivir. Así, Jubilarse puede
convertirse en ese tiempo que la vida nos regala para hacer lo
que soñamos durante parte de nuestra vida

Quizás el reto mayor al que nos enfrenta la
jubilación es el de ocupar todo el tiempo libre que ahora
de tiene. Leyendo al respecto, he encontrado que los autores
brindan diversas sugerencias acerca de qué hacer para
llenar estas horas de ocio. Claro está que estas
sugerencias están sustentadas en características
socioculturales del medio donde el individuo se desarrolle, por
eso lo que para una sociedad ser plausible para otra no lo
es.

La jubilación marca un antes y un después
en la vida de las personas, ya que supone un cambio muy notorio
en las actividades cotidianas, en las relaciones sociales y,
muchas veces, en el nivel económico. Por eso, cuando esta
etapa se acerca, surgen temores específicos.

Más allá de que los cambios culturales y
sociales hicieron que la jubilación de la vida laboral se
produzca cada vez más tarde, e incluso, que algunas
personas no lleguen a retirarse nunca completamente, la etapa de
la jubilación llega de una u otra manera y tiene
características muy particulares.

En el caso de las mujeres, se activan algunos miedos
específicamente relacionados con esta etapa:

  • Miedo a quedarse sola;

  • Miedo a no tener dinero;

  • Miedo al deterioro físico y/o
    estético;

  • Miedo a la rutina;

  • Miedo a la propia muerte o a la de los seres
    queridos;

  • Miedo a no tener nada que hacer.

Si coincide con el nido vacío (ida de los hijos
del hogar) el sentimiento de soledad es aún más
profundo y aparece también un sentimiento de vacío
de la vida, ya que un rol se deja de actuar y hay muchas personas
a las que le cuesta reemplazarlo, generando muchas veces
conflicto en la familia más extensa.

En esta etapa, que de por sí, implica una
pérdida -la de la vida laboral-, es que las mujeres deben
entender que jubilarse, no es retirarse de la vida, sino que es
el comienzo de algo nuevo.

La meta es, entonces, que la longevidad se convierta
cada vez más en mejor calidad de vida y cada vez menos en
una calamidad personal. Este propósito es posible de
alcanzar, dependiendo de la influencia del contexto
histórico y cultural, de las condiciones y estilos de
vida, los factores biológicos y los avances
científicos en el cuidado de la salud. Gracias a la
conjunción de los factores mencionados, es posible no
sólo extender la esperanza de vida, sino también
posponer algunas pérdidas de capacidades funcionales y,
potencialmente, prometer mejorar la calidad de vida por
más años, y no sólo más
años.

Con el objetivo de conocer la situación de la
vida actual de las mujeres jubiladas residentes en el
céntrico Consejo Popular Pujol –Los Chinos, el que
tiene mayor acceso a la vida sociocultural local, se
realizó una caracterización y diagnóstico en
el que se aplicaron diferentes técnicas
psicológicas fundamentalmente, tales como cuestionario,
entrevista psicológica, test de completamiento de frases e
inventario de autoestima. Al analizar las respuestas dadas a cada
una de ellas se pudo hacer el siguiente análisis
integrador: se encontró que el 92% de las encuestadas
sienten que tienen mucha edad, por lo que en cierta medida, se
consideran viejas aunque creen en la posibilidad de aprender de
los demás, todavía a su edad. Al ser interrogadas
sobre la posibilidad de enseñar a otras personas, el 100%
dice que a partir de sus experiencias personales y la edad que
tienen, pueden dar mucho de sí a las nuevas generaciones,
aunque no cuenten con la metodología correcta para ello.
En lo referente a la realización de ejercicios
físicos más de la mitad asisten a círculos
de abuelos y casi todas manifiestan no estar mucho tiempo
sentadas o acostadas, pues tienen muchas actividades que realizar
en el hogar, piensan que todos los días son iguales, y
pocas consideran que cada día es único.
Situación esta que, coincide con el hecho de no tratar de
renovarse pues al final sienten que ya están viejas y
siempre se verán iguales.

Todas piensan que, el día que comienza puede ser
el último, y por eso refieren que lo viven con mayor
intensidad. Hacen y entregan lo mejor de sí, para sentirse
plenas y felices, aunque sea, en el reducido marco de la
familia.

El 100% de las mujeres encuestadas dice que, sí
ponen la vista en el horizonte, aunque muchas de ellas, solo ven
a los demás miembros de sus familias y no se sitúan
así mismas, en ese horizonte. Igualmente se manifiestan
respecto al hecho de ver las sombras del ayer, expresando que,
cuando lo hacen es para transmitir sus experiencias a los
demás y no repetir los mismos errores, también para
hacer que se dé valor a aquellas cosas que se han
alcanzado con sus propios esfuerzos.

De ellas la mayoría se ha dedicado a la
realización de labores domésticas, el cuidado de
los hijos y nietos, así como algunas actividades
recreativas lo cual se manifiesta en menor grado. La
mayoría refiere no tener tiempo para la recreación,
ni para la realización de actividades de esta
índole, al igual que para la realización personal
en tanto la familia constituye su principal preocupación y
prioridad dentro de sus necesidades, no dedican tiempo para si
mismas ni para la realización personal.

Por otra parte tienen poco conocimiento de las
diferentes opciones con que cuentan una vez jubiladas, por lo que
se dedican fundamentalmente al hogar realizando sus quehaceres
sin el contacto social que hasta el momento de la
jubilación tenían y que por esta razón se ve
limitado, ya que se orientan en lo fundamental a la
realización de labores domésticas y la
atención de todos los miembros de la familia,
privándose de la posibilidad de autorrealizarse,
escudándose en el pretexto de los años. Todo lo
anterior conduce a la existencia de una baja autoestima en estas
mujeres en tanto se sienten limitadas, con dificultades para
tomar decisiones y para participar de la vida familiar y social
activamente, aceptan los cambios operados en sus viviendas
refugiándose en el silencio y el aislamiento,
sintiéndose felices por saberse queridas y útiles,
aspecto este que les preocupa grandemente, ya que una vez
jubiladas, no aportan mucho desde el punto de vista
económico.

A partir de lo identificado con anterioridad y teniendo
en cuenta que para las mujeres en particular, esta etapa se
caracteriza fundamentalmente por el hecho de quedarse en casa,
sin un trabajo al que asistir a diario, y sin el contacto social
con que contaban hasta la jubilación, se propone lo
siguiente como posible proyecto de vida:

  • Todos los viajes que se desee hacer, es en esta
    etapa de la vida siempre y cuando se tengan los recursos y el
    tiempo necesarios para conocer aquellos lugares a los que
    siempre se quiso ir, pues no hay porque retrazar más
    ese viaje.

  • Darse todos los gustos, ya sea comprándose
    ropa linda o dándose banquetes especiales. Si bien,
    algunas de estas cosas se las pudo haber disfrutado
    más en la juventud, eso no significa que sea tarde
    para nada.

  • Dedicarse a un hobby o aprender cosas
    nuevas, mucha gente deja postergados para más tarde,
    cosas que siempre quiso hacer. Este es el momento de
    emprender todas aquellas actividades que harán su vida
    más agradable y no mantendrán la vitalidad
    necesaria para no quedarse en casa viendo la
    televisión el día entero.

  • Integrarse en grupos, ya sea de amigos, de
    gimnasia, de alguna actividad en particular. Una buena manera
    de mantenerse activo es compartiendo con gente que tiene las
    mismas inquietudes y las mismas ganas de pasarla
    bien.

  • Hacer mucho ejercicio, puede ser
    inscribiéndose a un club o simplemente caminando por
    las calles. Pero el ejercicio no debe faltar.

  • Disfrutar de los niños y las mascotas. Los
    nietos, si se tienen pueden ser los que más momentos
    felices darán. Pero, si no se tiene ni nietos, ni
    hijos, una mascota puede ser el centro de todo ese
    cariño, ahora que se tiene todo el tiempo para
    cuidarla.

  • Entregar a los más jóvenes las
    experiencias acumuladas. Escribir sus memorias y vincularse
    con ellas a la Casa de la Cultura Municipal es una vía
    para las más avezadas y/o eruditas del conocimiento
    técnico-científico, que ahora podrá
    tributar en la cultura social. Promover Círculos de
    Interés, a través de la Casa de
    Orientación Familiar de la FMC, ya sea de, corte y
    costura, cocina, peluquería, medicina alternativa,
    etc., es una vía especial para aportar nuestro saber
    individual en un proyecto social que significa el rescate de
    valores en los más jóvenes.

  • Integrarse a la Universidad del Adulto Mayor. Un
    reto de nuestros planes de educación a las personas
    mayores es colocar a la mujer y al hombre mayor a la altura
    de estos tiempos, desde el punto de vista cultural. Que
    cuenten con los recursos necesarios en su desarrollo
    intelectual y emocional y que le permitan conocer mejor el
    mundo en que vive.

  • Una vez graduadas, incorporarse como profesoras de
    los diferentes módulos de la UAM.

Así que, nada de encerrarse en casa y dedicarse a
pensar en las enfermedades que vienen con la edad. La vida
continua, y si sabe vivirla, podrá disfrutarla mucho
todavía.

  • Entregar a los más jóvenes las
    experiencias acumuladas.

  • Participar como facilitadoras o profesoras de artes
    manuales u otras habilidades presentes a través de
    Círculos de Interés en las escuelas, los CDR,
    la FMC.

  • Vinculación a las consultas que funcionan en
    las Casas de Orientación A la Mujer y la Familia de
    cada municipio, para lograr un funcionamiento familiar
    adecuado y favorecer el desarrollo normal de los menores y
    todos los miembros de las mismas.

  • Incorporarse a cursos de computación en los
    jóvenes clubes creados con ese fin por la
    Revolución.

  • Integrarse a la Universidad del Adulto
    Mayor.

-Partir de Zona de Desarrollo Próximo (ZDP):
Distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la
capacidad de resolver un problema de manera independiente y el
nivel potencial, determinado por la solución del problema
bajo la dirección o guía de un adulto o en
colaboración con "otro" más capaz. Distancia entre
lo que se sabe por si solo, y lo que se puede llegar a saber, es
el nivel potencial. (Colectivo de autores, 2001)

Para comprender que los otros que rodean al adulto mayor
constituyen niveles de ayuda o potenciadores de su
desarrollo.

Que el otro sirva para potenciar el desarrollo
personológico, y no para frenarlo, entendiendo que
sobretodo, para el mayor, el otro más importante, es
él mismo.

Generalmente se cree que el apoyo social para los
mayores se requiere en calidad de bastón, y sin embargo
podemos afirmar que la comunicación con los mayores es
fundamental para el desarrollo psicológico de los mismos,
para el logro de sus potencialidades.

Así se observa en el escenario de las aulas de
estudiantes mayores en las Cátedras y Filiales
Universitarias, donde se desarrolla la Universidad del Adulto
mayor, que la actividad educativa se convierte en un "otro"
importante para su desarrollo. Otro coetáneo o persona de
su misma edad, así como su tutor, constituyen niveles de
ayuda en el proceso de aprendizaje.

  • Tener un sentido de la vida que dé motivo o
    razón para vivir. Proponerse objetivos importantes que
    muevan a amar y crear, a querer vivir.

  • Es de importancia fundamental mantener una vida
    activa física, mental y socialmente. Combatir la
    tendencia a la inercia, a la pasividad. El movimiento es vida
    y la inmovilidad acentúa el envejecimiento y conduce a
    la muerte.

  • Realizar alguna tarea o trabajo de
    participación útil. Ocuparse de alguna
    actividad beneficiosa para los grupos de convivencia que
    proporcione el placer de realizarse y de contribuir al
    bienestar social.

  • Cultivar alguna afición, tarea o trabajo
    agradable, gustoso, que sea de interés para uno. La
    realización de tareas creativas, productivas, que
    resulten satisfactorias, "desestresantes", mejora el tono
    emocional y la calidad de vida.

  • Mantener activas y entrenadas, las capacidades
    intelectuales con ejercicios de pensamiento creativo, por
    ejemplo:

  • pensar en varias formas de solucionar un
    problema;

  • ver una cuestión desde distintos puntos de
    vista;

  • generar nuevas ideas sobre una cuestión
    determinada;

  • imaginar o inventar nuevos modos de usar las mismas
    cosas;

  • Cultivar y mantener buenas relaciones humanas con la
    gente que nos rodea. Ser creativo en la convivencia: buscar e
    iniciar nuevas relaciones humanas e idear nuevas formas que
    cambien y enriquezcan la convivencia cotidiana.

  • Realizar un programa de ejercicios físicos
    diariamente o por lo menos tres o cuatro veces por semana, de
    una duración de 20 o 30 minutos (gimnasia, caminatas,
    etc.) preferiblemente vinculado a grupos cercanos o
    accesibles que realicen sesiones de tales
    ejercicios.

  • Asumir una actitud optimista en la vida al enfocar
    los aspectos positivos de la realidad.

Todo tiene sus partes buenas y malas. El sol tiene sus
manchas pero también su luz esplendorosa. La misma luz
solar, en las horas tempranas y tardías es beneficiosa
pero resulta perjudicial en las horas del mediodía. El
teatro griego simbolizaba en la máscara alegre de la
comedia y en la máscara triste de la tragedia, estos dos
aspectos de la vida. La sabiduría aconseja que nos
acostumbremos a ver el rostro amable de la realidad, conscientes
de que existe el otro y que nos esforcemos por mejorarlo, pero
disfrutando mientras tanto de la cara risueña.

  • Adoptar la filosofía de creer en el
    mejoramiento humano, pero no pasivamente, sino a
    través del esfuerzo y del trabajo. Creer que un mundo
    mejor es posible y que puede dignificarse la calidad de vida
    si la persona se afana y procura mantenerse en forma
    cumpliendo las orientaciones que la ciencia y la
    sabiduría recomiendan.

  • Cumplir el rol principal de la tercera edad:
    trasmitir las experiencias y el saber acumulado de una vida,
    a las nuevas generaciones a través de la convivencia y
    los diálogos con jóvenes en distintos
    ámbitos de la vida. Además, ayuda al
    rejuvenecimiento el revivir las experiencias de esa etapa de
    la vida, que no desaparece sino que duerme y se reactiva con
    esos contactos. Mediante este legado de la vieja a la nueva
    generación, culminan los deberes de la vida y se
    ennoblece la tercera edad.

  • Un factor muy importante para el mantenimiento de la
    salud integral es el espíritu, la moral, la actitud
    con que vivimos y hacemos las cosas. Investigaciones y
    evidencias crecientes revelan el hecho de que si una persona
    considera que la vida es estimulante, significativa,
    interesante, incitante y no aburrida y tediosa, si persiste
    en propósitos importantes y vive experiencias
    satisfactorias y "desestresantes", su organismo funciona
    mejor, se acrecienta su salud física y mental y
    resiste y vence a las enfermedades. Diríamos que todo
    esto constituye un seguro de vida sin gasto
    alguno.

Conclusiones

Una vez terminado este trabajo se arriba a las
siguientes conclusiones:

  • El proyecto de vida de las mujeres jubiladas del
    Consejo Popular "Pujol-Los Chinos, en Placetas, Villa Clara,
    se caracteriza fundamentalmente por la realización de
    labores domésticas y la poca participación en
    actividades sociales..

  • El panorama actual en que se desenvuelven las
    mujeres después de la jubilación se caracteriza
    por la poca participación social y el desconocimiento
    de opciones luego de la jubilación, así como la
    limitación a actividades hogareñas.

  • Se propone una serie de actividades que pueden
    constituir elementos para conformar el proyecto de vida de
    mujeres después de la jubilación, a partir de
    sus conocimientos, recursos, posibilidades y necesidades, en
    el Consejo Popular Pujol-Los Chinos del municipio de
    Placetas..

Bibliografía

Alba, Víctor (1992), Historia Social de la Vejez,
Barcelona.

Argüello, Omar (1995), "Crisis, sociedad y tercera
edad", Políticas de Atención Integral a la Tercera
Edad en América Latina, Naciones Unidas,
Santiago.

Autores varios, II congreso Nacional de organizaciones
de Mayores (1996): SOS de los mayores: Salud, Ocio, Soledad.
Fundación MAPFRE Medicina. 1996.

Autores varios, III congreso Nacional de Mayores.
Fundación MAPFRE Medicina. (1998).

Autores varios, IV congreso Nacional de Organizaciones
de Mayores. Fundación MAPFRE Medicina. (1999).

Barbot-Coldevín, Joëlle (2000),
"Desigualdades basadas en el género: la adulta mayor y su
mayor vulnerabilidad", Encuentro latinoamericano y
caribeño sobre las personas de edad, CEPAL,
Santiago.

Barros Lazaeta, Carmen (1993), "Factores que intervienen
en el bienestar de los adultos mayores" CPU, Estudios Sociales
77, Santiago.

Bazo, María Teresa (1990), La sociedad anciana,
Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Ed. Siglo
XXI, Madrid.

Bobbio, Norberto, De Senectude y otros escritos
biográficos, trad. E. Benitez, Madrid. Ed. Taurus, 1997.
Pág. 72.

Boletín del Programa de las Naciones Unidas sobre
el envejecimiento, 2001.

Bravo, Jorge (2000), "Envejecimiento y sistemas de
pensiones de América Latina: algunos elementos de base",
Encuentro latinoamericano y caribeño sobre las personas de
edad, CEPAL, Santiago.

Bury, Mike (1996), "Envejecimiento, género y
teoría sociológica", Relación entre
género y envejecimiento, Narcea Ediciones. Madrid,
1996.

C. Martín y M. Perera, La ancianidad en los
albores del siglo,
2008.

Carreño G., Dolly (1989), Salud y malestar en las
mujeres en edad madura y vejez: Paradigmas, paradojas e
interrogantes, Universidad de Buenos Aires, Buenos
Aires.

Chercover, Adriana. Vejez, jubilación y mito
social
. Trabajo monográfico. Curso Virtual
Educación para el Envejecimiento. http:
www.psicomundo.com.mx/tiempo/monografias/jubilacion.htm

Chercover, Adriana. Vejez, jubilación y mito
social
. Trabajo monográfico. http:
www.psicomundo.com.mx/tiempo/monografias/jubilacion.htm.

Cicerón, Marco Tulio, De la Vejez, Obras
Completas. Vida y Discursos, trad. de Manuel de Valbuena, Bs.
As., ed. Anaconda, 1946, T. II, pág. 161. Cicerón
escribe esta obra a los 72 años, buscaba consolar a su
amigo Pomponio Ático al que le entristecía
envejecer.

Cicerón, Marco Tulio, De la Vejez, Obras
Completas. Vida y Discursos, trad. de Manuel de Valbuena, Bs.
As., ed. Anaconda, 1946, T. II, pág. 158.

D´Angelo Hernández, Ovidio, Autor de
importantes obras entre las que encontramos: O.S. La
formación de los proyectos de vida
. Una necesidad
social
, 1980; Personalidad desarrollada y
autorrealización,
en Psicología de la
personalidad. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1984 y
Pasado y futuro en los proyectos de vida del individuo,
1988.

Dahm I, Grissler A, Hùttner H, Huttner I, Klemm
P, Kunzendorff E y cols. Sociología para
médicos
. Ciudad de la Habana. Edit. Ciencias
Sociales; 1990:117-20.

de Beauvoir, Simone, La vejez, trad. Aurora
Bernández, Barcelona, Edhasa, 1989.

de la Cruz, Sor Juana Inés, Soneto 148

Del Popolo, Fabiana (2000), La situación del
adulto mayor latinoamericano en un mundo que envejece: un estudio
comparativo entre los países de la región (en
edición).

Fernández Ballesteros (1993), "Calidad de vida en
la vejez", Intervención Psicosocial, vol II N° 5,
Madrid.

______________.Evaluación e intervención
psicológica de la vejez. Barcelona, 2005.

Finch CE, Schneider EL. Mitos del envejecimiento:
todo declina con la edad
. En: Bennet JC, Plum F. eds. Cecil
Tratado de Medicina Interna. 20 ed. ECIMED. La Habana 2000:
15-19.

García de Jalón P. Envejecimiento: hechos
más resaltables que lo determinan. An Real Acad Farm
2006;62(4):565-601.

García Martínez A., Cerro del Valle J.
Teoría y política de la tercera edad. Algunas
reflexiones críticas
. Pedagogía Social 1995;
13: 17-34.

González Rey, Fernando. Motivación
moral en adolescentes y jóvenes.
Editorial
Científico-técnica. La Habana, 1983.

González Serra DJ. La teoría del
reflejo, la dialéctica y la psicología
. En
Filosofía y Medicina. Álvarez J, Barrios B, Bravo
E, Correa A, Fernández JA, García GJ y cols, eds.
Ciudad de la Habana: Edit. Ciencias Sociales;
1985:7-11.

Guillemard. A.M. (1992), Análisis de las
política de vejez en Europa. INSERSO. Madrid.

Gumucio, Juan S. (2000), Seguridad económica del
Adulto Mayor. Ponencia presentada en el seminario "Pensando
Estrategias para el Adulto Mayor del siglo XXI", junio
2000.

Gutiérrez Robledo LM. Concepción
holística del envejecimiento
. En: Anzola Pérez
E.Galinsky D., Morales Martínez F, Salas AR,
Sánchez Ayendez M, eds. La atención de los
ancianos: un desafío para los años noventa.

Washington DC: OPS; 1994, Publicación Científica No
546, pág. 34-41.

Gutiérrez Robledo, Luis M. (1994),
"Concepción holística del envejecimiento", La
Atención de los Ancianos: un desafío para los
años noventa. OPS-OMS, Washington D.C.

________________. Características
bio-psico-sociales de nuestros ancianos. En: Centro
Interamericano de Estudios de Seguridad Social. El adulto mayor
en América Latina: sus necesidades y sus problemas
médico sociales. México DF: CIESS, OPS, OMS, 2005:
105-119.

Harper, T. It is not true about people 65 or over. Green
Bay (Wis.) Press-Gazette, 2006. p. D-1.

Harris Poll: National Council on the Aging . The myth
and reality of aging in América. Washington, DC: National
Council on the Aging, 2006

Hernández, José, el Martín
Fierro
, Verso 1152.

Ingrisch, Doris (1996), "Adaptación y resistencia
de las mujeres a medida que envejecen", Arber y Ginn:
Relación entre género y Envejecimiento, Narcea
Ediciones, Madrid.

Kinsella K. Dimensiones demográficas y de salud
en América Latina y El Caribe. En: Anzola Pérez L.
La atención de los ancianos: un desafío para los
años noventa. Washington DC: OPS, 1994:3-18
(Publicación Científica; 546).

Kinsella K, Taeuber CM. An aging world II. Washington:
US Department of Commerce, 2005. (International Population Report
P95/92-3).

Luciano, Dynis (1999), Reforma del Estado,
Políticas Sociales y Vejez. Ponencia presentada en el
Seminario Sociedad Civil: aportes al desarrollo de las personas
mayores, septiembre 1999, Santiago.

Maddox GL. Aging differently. The Gerontologist
1987; 27(5): 557-64.

Márquez, Marlene (1999), El adulto mayor: un
nuevo actor social. Ponencia presentada en el Seminario sociedad
civil: aportes al desarrollo de las personas mayores, septiembre
1999, Santiago.

Mazorra R., Morell O. El proceso de
envejecimiento
. Rev Cubana Med Gen Integral 1993; 9(1):
63-6; y Fiatarone Singh MA. Exercise and aging. Clin
Geriatr Med 2004; 20: 201-221.

Minois, Georges (1987), Historia de la vejez, Narcea,
Madrid.

Morelli, Mariano, Ética, derecho y
ancianidad
. Algunas cuestiones vinculadas con el concepto de
ancianidad, en Rev. Bioética y bioderecho N° 4,
Rosario, 1999, p. 33.

Moser, Caroline (1998), "The asset vulnerability
framework: reassessing urban poverty reduction strategies", World
Development, vol 26, N°1, enero, Reino Unido.

Motta M, Bennati E, Ferlito L, Malagarnera M, Motha L.
Successful aging in centenarians: myths and reality.
Arch Gerontol and Geriatr 2005; 40(3): 241-251.

Oficina Nacional de Estadísticas. El
envejecimiento en la población: Cuba y sus territorios.
Cifras e indicadores para su estudio. Centro de Estudios de
Población y Desarrollo. La Hab. 2008: 3-5.

Organización Mundial de la Salud. Informe
Técnico No 706, pág. 75.

Organización Panamericana de la Salud &
Organización Mundial de la Salud. Salud de las personas de
edad. 25 Conferencia Sanitaria Panamericana. CSP25/12.
Washington, 2005:7-50.

Papalia, D.; Wendkos, S. Psicología del
desarrollo humano. 4ta edición. Santa Fe de Bogotá.
Mac Graw Hill Interamericana S.A. 2006: 265

Pérez Ortiz, Lourdes (1997), Las necesidades de
las personas mayores. Vejez, economía y sociedad. INSERSO.
Madrid, España

Petriz Graciela, Transformaciones psíquicas en el
proceso de envejecer. Programa de seminarios por Internet.
Seminario temas de psicogerontología II.

Phillips, G.; Zimbargo, M. Psicología y Vida.
México. Edit. Trillas, 2005

Pizarro, Roberto (1999), Vulnerabilidad social en
América Latina y el Caribe, CELADE, LC/DEM/R.298,
Santiago

Polo Viamontes, Margarita, La nueva imagen de la
vejez
, 2009.

Prieto O, Vega E. Envejecimiento de la sociedad
moderna
. Temas de Gerontología. Ciudad de la Habana:
Edit Científico Técnica, 1996:15-19.

Quintero G, Trujillo O. Aspectos sociales del
envejecimiento
. En Prieto O, Vega E, eds. Temas de
Gerontología. Ciudad de la Habana: Edit Científico
Técnica, 1996:32-7.

Quintero, Gema y González, U. (1997), "Calidad de
vida, contexto socioeconómico y salud en personas de edad
avanzada" Gerontología y Salud: Perspectivas Actuales,
José Buendía (ed), Madrid.

Redondo A. y otros (1987), Conceptos básicos del
bienestar social. Seminario taxonómico. Madrid. Citado por
Fernández Ballesteros (1993) "Calidad de vida en la vejez"
Intervención Psicosocial Vol II N°5.
Madrid.

Partes: 1, 2

Página siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter