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Teatro fuera de los teatros y otras poeticas de fronteras




Enviado por Stefanía Silva



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Güe! La huella
    afro en Montevideo
  3. Actores
  4. Pasado y
    presente
  5. Intervenciones
  6. Un poco de
    historia
  7. Conclusiones
  8. Bibliografía
  9. Anexo
    fotográfico

Introducción

Cuando hablamos de teatro podemos hablar de diferentes
teatros, o diferentes enfoques de un mismo fenómeno;
diferentes expresiones de un fenómeno que se amplía
constantemente, las diferentes realidades que se presentan en la
vida, las diversas experiencias y actividades que se realizan en
una sociedad o comunidad, hacen que podamos enfocarnos desde el
teatro y ver como la realidad es atravesada por esta experiencia;
teatro como escenificación de la vida, diferentes formas
de hacer teatro, performances, teatralidades; manifestaciones
diversas que se realizan en nuestro medio; se enfoca a la
realidad y a los diferentes espacios que nos proporciona el medio
como un gran escenario en donde se presentan infinitas puestas en
escenas, en todo momento y lugar; son como lo denomina Remedi
"tradiciones dramáticas
nacionales[1]

Debemos ser capaces de observar y tornarnos conscientes
de cómo a través del lente de las artes
escénicas podemos entender la realidad cotidiana; tanto a
través de los diferentes actividades y espectáculos
que se realizan, y enfocándonos en lo micro, entender la
forma en que nos presentamos a los demás; las diferentes
simbologías que surgen y se hacen presentes en lo que nos
rodea en forma permanente.

Podemos hablar de un teatro frontera; el teatro fuera de
los teatros, los espectáculos que se realizan tanto a
nivel local, regional y mundial, un sentido universal, de artes
escénicas, de teatro, que ha pasado por diferentes etapas
y variantes debemos comprender las diferentes percepciones del
teatro que existen, siempre relacionándose con el medio
socio-cultural en los cuales se desarrollan, los signos de los
cuales surgen y los que emanan de cada teatralidad, de cada
performance.

En este sentido Óscar Cornago
señala:

"Los estudios sobre la teatralidad se pueden dividir
entre aquellos que abogan por una comprensión amplia de
este fenómeno y quienes lo piensan como algo privativo del
medio teatral"[2]

Antonio Prieto se expresa de la siguiente forma respecto
de la teatralidad:

"La teatralidad se revela como paradigma
centrífugo que parte de las nociones de
representación, mimesis, actuación e histrionismo
propio del teatro, para extenderlas al análisis de otras
prácticas en los campos de lo cultural, social y lo
político." [3]

Y es a partir de estas nociones que miramos la ciudad y
a la realidad como medio de expresión, en donde suceden
múltiples manifestaciones; "espectáculos" o
"escenificaciones" con características de teatralidad que
se encuentran en la frontera con otros géneros, con las
cuales se produce un entrecruzamiento y retroalimentación
de experiencias.

Respecto a la palabra espectáculo Emilio Irigoyen
se expresa de la siguiente forma:

La condición de "espectacular", por su parte,
supone una diferenciación entre oficiantes y espectadores
que solo es válida para algunos ámbitos – y
desde ciertos puntos de vista. En este trabajo preferimos
destacar no el espectáculo sino la
escenificación en sus dos aspectos de
"representación" y de "diseño y construcción
de una escena. Por eso nos referiremos a este complejo cuerpo de
prácticas simbólicas sencillamente con el nombre de
escenificaciones, es decir: toda aquella manifestación que
transforma el espacio, el tiempo y el cuerpo de los individuos en
material simbólico.[4]

Como no siempre podemos ver esa diferencia entre
oficiantes y espectadores en las diferentes realidades
que vemos diariamente, ya que como dijimos más arriba no
se trata aquí de hablar del "teatro oficial", como se
puede entender en general y en el sentido corriente, como es una
puesta en escena, coordinada, las actividades que nos convocan en
esta ocasión son esencialmente escenificaciones
de la vida cotidiana, o determinadas performances a las que no
podemos llamar teatro con las características antes
mencionadas, como son los actos oficiales, los rituales, los
discursos, fiestas populares; como es el caso de la
representación de la Batalla del 5 de mayo en la localidad
mexicana de Oaxaca.[5]

Decimos entonces que se trata de un proceso de
concientización, la idea de que toda nuestra realidad sea
una puesta en escena constante, no es que no lo sepamos, es
más como que no lo asimilamos, se vuelve rutina y es
cuando no lo podemos ver. Estamos rodeados por una puesta en
escena permanente, hecho alimentado por la posmodernidad que trae
consigo a los medios masivos de comunicación, que
continúan ganando espacio en nuestra realidad y marginando
como sucede desde hace décadas al teatro en todas sus
manifestaciones.

Nos mostramos al otro en diferentes espacios, de
diferentes maneras, buscamos producir impresiones en los
demás, nos sentimos observados, o realmente nos observan,
ya sea de una forma o de otra, las impresiones se producen,
tratamos de observarnos a nosotros mismos y poder apreciar y
sentir cual es la actuación o la performance que mejor se
adapte a nuestro auditorio.

Al respecto se expresa Goffman:

El actor se presenta bajo la máscara de un
personaje, ante los personajes proyectados por otros actores; el
público constituye el tercer partícipe de la
interacción, un partícipe fundamental, que sin
embargo no estaría allí si la representación
escénica fuese real. En la vida real estos tres
participantes se condensan en dos; el papel que desempeña
un individuo se ajusta a los papeles representados por los otros
individuos presentes, y sin embargo estos también
constituyen el público.[6]

Se llega así a cumplir diferentes roles, en un
mismo escenario o los mismos roles en escenarios diferentes, con
el mismo auditorio o con otro tipo de audiencia, siempre se
adapta nuestra puesta en escena.

A veces la organización de esta puesta se
presenta en forma jerárquica estando perfectamente
diferenciados los roles de cada uno, pero lo que sucede a menudo
es que lo roles y las funciones se mezclan y se hace
difícil para el observador diferenciar e identificar a los
protagonistas y actores de reparto de cada entramado
social.

El teatro se institucionalizó, forma parte de
todas las clases sociales, y las diferentes formas de hacer
teatro en la actualidad abarcan a todas las clases sociales,
tanto arriba como abajo del escenario, pero por décadas el
"teatro oficial" fue institución de la clase media y lo
continúa siendo hoy, debido a la movilidad social que se
ha producido históricamente, las clases han cambiado su
estructura pero ya sea la clase media de la década de los
60 o la de hoy en día, continua siendo ella la que
más accede al teatro institucionalizado; esta movilidad de
clases se debe a los diferentes proceso históricos por los
que hemos atravesado como sociedad y no solamente hablamos de
Uruguay sino de América Latina en su conjunto.

El teatro se constituyó en "símbolo o
metáfora de la cultura nacional en
general"[7], la clase media como clase
hegemónica hizo que el teatro ocupara un lugar central en
la cultura de nuestro país.

Lo sucedido durante las dictaduras, las posteriores
crisis a nivel regional y nacional, han hecho que la clase media
sea la que en determinados momentos dejara de acudir al teatro,
ya que existían problemas urgentes que resolver y que
luego de superados dichos procesos era la encargada de convocar y
concurrir al teatro, pero dicha convocatoria se hizo con una voz
más baja, ya no como un medio de mostrar o estudiar lo que
sucedía en la sociedad, sino con argumentos algo triviales
y livianos.

Expresa Remedi, el teatro es un fenómeno social,
es una práctica social:

Sabemos que el estudio del teatro además de ser
una actividad intelectual individual es una práctica
social
que tiene lugar en una sociedad y una cultura
determinadas en el marco de un conjunto de instituciones y
discursos culturales circulantes que lo enmarcan y atraviesan,
que lo que estudiamos es sobre todo, un efecto de esa
práctica social, de una cultura nacional, de determinadas
instituciones y subculturas
nacionales.[8]

El "teatro oficial" ha perdido su espíritu, se
encuentra en crisis, no se reconoce al diferente y ya no se
discute en escena problemáticas sociales, culturales, no
se representa al que ha quedado excluido, lo que en la
década de los 60 fue una de sus metas, lograr la
comunicación, el intercambio, lograr el convivio
(Dubatti).[9]

Es necesario el reconocimiento del otro, cuando ese otro
marginado se expresa es necesario escucharlo, lo que no sucede
frecuentemente ya que las formas que se adoptan para expresarse
no son recibidas como legítimas por los precursores del
"teatro oficial". El intercambio con el otro, el diálogo
permanente es la única forma de que el teatro en
particular y la cultura en general se expanda y desarrolle; es
necesario para dar vida al submundo cultural poco explorado,
desconocido y que está hablando ya hace bastante
tiempo.

Es en ese diálogo con el otro, en la necesidad de
expresarse de las clases sumergidas es en donde surgió un
teatro que buscaba reivindicar derechos y mostrar que en los
barrios y que en lugares no tan alejados del "centro oficial"
también era posible desarrollar teatro; un ejemplo es el
Teatro de Barrio. Este teatro impulsado en Montevideo a
través de diferentes grupos improvisados y organizados muy
precariamente en sus comienzos, que se crearon como una
búsqueda, un encuentro con otros contextos
socioculturales, como respuesta a la situación que se
estaba viviendo en Uruguay. Podemos compararlo, con el Teatro que
hace Juan Radrigán; es un teatro que se dirige a un
público especifico, se trata de un teatro del oprimido, un
teatro que busca mostrar cómo viven y como sienten las
clases populares, como viven los sectores más sumergido de
la sociedad, tanto social como económicamente; es la
situación histórica , es la historia misma, el
devenir que ha llevado a diferentes sectores a una
situación, en que la búsqueda de una válvula
de escape se hace necesaria, un reencuentro con sus raíces
y con sus costumbres en la que no se sientan excluidos o
diferentes con el que está sentado al lado, sino que busca
una identificación, respetando las diferencias tanto con
el que está arriba como abajo del escenario. Así se
logra un diálogo entre el público y actores,
director, escenógrafo, un diálogo que
comenzó antes cuando se logro atraer a ese
público.

En el teatro de barrio, un teatro que en el caso de
Montevideo tuvo su auge en la dictadura uruguaya, existían
cosas que debían decirse, era necesario expresarse, el
sentimiento de opresión era general y se encontró
una forma, a través del teatro, un teatro que
nucleó a muchos; en diferentes barrios, con diferentes
situaciones, con diferentes contextos. Se organizaron, se
estructuraron, competían con el llamado teatro oficial,
buscaban reconocimiento, conscientes de la función social
que cumplían, de lo necesario de ese espacio; del
significado de poder realizar algo por el otro y realizar algo
entre todos que se transformó con el correr del tiempo en
una organización real, que esperaba más, fue una
terapia colectiva que esperaba hallar la cura para las
enfermedades del momento y las que pudieran surgir.

Las teatralidades, las performances, las
escenificaciones son contra-culturales están dirigidas a
todos, pero se trata de voces que quieren ser escuchadas, son las
voces de la clase subalterna en contraposición a la clase
hegemónica, se trata de un teatro que busca la
identificación con grupos minoritarios, se trata de las
clases populares, y de ese otro teatro existente con otros
códigos, un teatro que pueda ser representado en cualquier
lugar, en cualquier espacio, donde el teatro no es común,
dirigido a quienes el teatro les es bastante ajeno y es
extraño ir a ver teatro. Clases populares, subalternas
fueron las que alimentaron ese otro tipo de teatro, en donde se
encontró un otro diferente al que habitualmente hacia
teatro y al que iba al teatro, se trataba de otro con el que se
podía compartir e intercambiar experiencias comunes. Ese
es el teatro que está conquistando nuestra sociedad,
nuestras ciudades; la realidad es la fuente de todos estos
movimientos, la ciudad es el escenario para estas
escenificaciones; teatro itinerante, circo itinerante, malabares,
sténcils, grafitis, manifestaciones,
representaciones, desfiles, música, un sinfín de
actividades y performances que colorean la ciudad, la divierten y
nos hacen ver que la ciudad está viva, en constante cambio
y transformación.

Güe! La
huella afro en Montevideo

La idea de estudiar este proyecto; Güe! La Huella
Afro surgió por el afán de conocer más en
profundidad diversas "performances"[10],
teatralidades"[11]; "escenificaciones" que
atraviesan nuestra forma de percibir la realidad y con las que
surgen preguntas tales como ¿Desde qué lugar
venimos como sociedad? ¿Hacía donde vamos?
¿Que estamos haciendo como sociedad? ¿De qué
cosas nos estamos olvidando? ¿Cómo representamos
las diferentes realidades que forman parte de nuestra vida
diaria? ¿Qué temas o que premisas manejan las
múltiples manifestaciones escénicas que como
Güe! se suceden en nuestra realidad?

Se puede decir que Güe! Es un proyecto presentado
como un modelo interpretativo, un modelo que busca describir una
identidad propia, busca encontrar las raíces que nos
define como sociedad; parte fundamental de nuestra realidad que
hemos sabido dejar fuera, una cultura de la cual no somos
conscientes o somos conscientes a medias; tenemos una deuda como
sociedad respecto a estos orígenes que nos definen
históricamente.

OBJETIVOS

Güe! se propone la investigación de centros
que históricamente han estado ocultos y es necesario hacer
luz sobre ellos, desenterrar de nuestro inconsciente individual y
colectivo, marcar como señalan los organizadores del
proyecto sitios de memoria, realizar una mapa identificando los
lugares más importantes; por lo acontecido en ellos, por
ser sitios históricos de memoria africana y
afrodescendientes; lugares a donde arribaron los africanos que se
convertirían en esclavos, en donde se alojaron las
principales naciones esclavas, en donde se realizaban rituales
propios de su cultura.

Este mapa cultural tiene su punto de partida el casco
urbano de Montevideo, en espacios específicos que
legitiman estas intervenciones; se propone recorrer y reconocer
los sitios claves de todo el país. Y a partir del
reconocimiento, de la identificación de estos lugares se
busca generar nuevas narrativas de historia a través de
las artes y la oralidad, y de esta forma resignificar y
reelaborar sus raíces históricas en la identidad
nacional.

GÜE!

Podemos definir a Güe! La huella como una
performance, una teatralidad [12]que busca la
transformación del espacio, de la forma de mirar nuestra
realidad; pasado, presente y futuro. Performance en el sentido
que nos señala Antonio Prieto, referida a "actos
discursivos o gestuales que ejercen un cambio en el estado de las
cosas, no necesariamente por medio del simulacro…"
[13]

Para definir este tipo de intervenciones o
manifestaciones culturales señala Prieto que Dubatti
sugiere el término "espectacularidad social convivial"
deslindando este tipo de actividades de lo que es el hecho
teatral, ya que lo que aboga Dubatti es la restitución del
teatro al teatro, pero no es su intención dejar fuera
estas múltiples "expresiones hibridas y liminales de la
escena actual" entonces propone "teatralidad poiética
como matriz estructurante"
de diversas formas como lo son la
danza, la narración oral, el circo, la intervenciones
urbanas, el carnaval, y otras expresiones performativas.
[14]

El teatro está en constante cambio, sus fronteras
son dinámicas, no podemos encasillarnos en definiciones,
en este proceso el teatro se redefine constantemente, somos
testigos de un devenir de múltiples
experiencias.

Es así entonces que el proyecto propone
diferentes formas de expresión para que estos sitios de
memoria no pasen inadvertidos; diferentes escenificaciones y
performances a las cuales es bienvenido todo aquel que desee
plasmar su impresión de diferentes maneras; ya sea a
través de la música ( candombe, ritmos
afroamericanos, fusionados en homenaje al "África
uruguaya"), la pintura ( muestras de diferentes artistas
plásticos "resumiendo pasado y presente" de la herencia
africana) , stencils, arte callejero (se marcan los
espacios históricos); se quiere lograr el reencuentro con
la herencia africana, la redefinición de lo africano, como
lo expresan "contar es crear realidad" lo que se logra a
través de las diferentes propuestas, cada una con su
simbología propia.[15]

Cuenta con la participación de
antropólogos, historiadores, referentes de la comunidad,
se busca la respuesta a una serie de preguntas que nos debemos
hacer todos, como las que propusimos más arriba. Nos
debemos esas respuestas como sociedad y este proyecto busca
responderlas.

En el Montevideo del 2012, late y pulsa una antigua
energía africana. Espacios cuyo grafo urbano aún
cuenta la historia de aquellos africanos y descendientes de
africanos que llegaron a estas tierras para quedarse.
¿Cómo llegaban? ¿Cómo era su vida en
la ciudad amurallada? ¿Cómo y cuando comenzaron las
llamadas? ¿Cómo eran los conventillos?
¿Qué eran las salas de Nación?,
¿Cómo eran sus periódicos, su escritura y su
pensamiento? Preguntas semienterradas, en las calles en los
edificios y en las palabras montevideanas. Preguntas que
Güe! Intentará
responder.[16]

Actores

Se busca y se espera la identificación y el
compromiso con el proyecto; cada persona involucrada con el mismo
cumple un rol determinado, y es consciente de ello; no solo los
organizadores sino personas que juegan su papel por ser
colaboradores del proyecto, y que se saben parte importante del
mismo ya que han intervenido e intervienen en los diferentes
escenarios en los que se han realizado las intervenciones, y en
el proceso que implica esta experiencia. Como lo explican los
propios integrantes de Güe!: "… Güe!  no es
un proyecto llevado a cabo entre dos o tres personas, Güe!
es una red de personas que construyen un nuevo relato a
través de la acción en Ubuntu, como dirían
los Xhosa de África, personas que son "porque nosotros
somos".[17]

Los actores principales de este proyecto son en su
mayoría afrodescendientes, orgullosos de sus
raíces, conscientes de su tarea y buscando una incidencia
mayor en nuestro medio socio-cultural.

Definamos afrodescendiente:

El término afroamericano o afro
descendiente (African American o black American)
es utilizado para referirse a personas nacidas en
el continente americano que tienen
antepasados africanos subsaharianos. La mayoría son
descendientes de personas trasladadas desde
el África subsahariana
hasta América por los europeos para
trabajar en sus colonias, fundamentalmente en las minas
y plantaciones como esclavos, entre los
siglos XVI y XIX. En la actualidad, constituyen
alrededor del 16% de la población del continente, con las
mayores concentraciones en Brasil, Republica
Dominicana y Estados
Unidos.[18]

Pasado y
presente

La ciudad funciona como un lienzo y así nos lo
recuerda Güe! y es necesario que estas voces que en otro
tiempo no tuvieron más opción que estar calladas
por las circunstancias históricas que les toco vivir,
muestren el orgullo de ser descendientes de lo africano, su
historia, su cultura y el porqué en el presente
todavía se habla de ello. Orgullo de una nación que
fue embestida por la modernidad, pero que no desapareció,
orgullo que lo llevan consigo y así lo hacen saber en las
diferentes intervenciones; en ocasiones se sienten un poco
dolidas, orgullosas, quien no lo entiende, si hemos sido testigos
de una cultura que hasta hoy en día sufre el racismo,
sufre las consecuencias de su proceso histórico, de sus
orígenes, del que todos hemos sido cómplices, ya
que los propios habitantes de estas tierras, las elites
neocoloniales; fueron exponentes importantes asimilándose
con los invasores, orgullosos del cambio que estos
trajeron.

Güe! La huella Afro nos describe el proyecto de la
siguiente forma:

Güe! Se escribió pensando en una forma
nueva  de pensar la ciudad. De leer sus texturas y trazos.
Una forma de compartir nuevas miradas sobre una realidad
dinámica que reelabora continuamente los espacios urbanos
en la búsqueda de nuevas oportunidades para construir
sociedades donde convivan armoniosamente todas las historias y
todos los orígenes. La historia de los africanos
traídos a nuestro territorio forma parte de la historia
viva de este país y de este continente.

Llegaron  en tiempos de la colonia española,
no de la mejor manera; diezmados en el abuso de no ser tratados
como humanos, poblaron laboriosamente cada centímetro de
esta tierra que luego fue Uruguay.  Participaron de su
nacimiento y fueron protagonistas de los grandes hitos que nos
identifica como uruguayos.

Entonces, porque no contar la historia de aquellos
hombres y mujeres, de sus hijos, de sus nietos y de toda su
estirpe. Porque no contarnos como fue el Montevideo de otros
tiempos, poblado por grandes naciones africanas, por las
"canchitas" de Cubo Sur  o por los diarios de fines del
siglo XIX …

Escribimos Güe! en la búsqueda de un pasado
que nos otorgue otro presente, en la búsqueda de un relato
compartido que nos descubra en el otro nuestra propia historia.
Es más fácil ser parte de una sociedad
heterogénea, igualitaria, justa y equitativa, cuando en el
encuentro con el otro pesa la historia compartida, el origen
desde un mismo espacio y la identidad construida en el
tiempo.

Güe! nació con la convicción de que
somos lo que contamos, por eso es una intervención. Una
intervención en una realidad para cambiarla, una
intervención como medio de sentirnos activos participantes
de un relato que va desenvolviendo su trama a medida que cada uno
de nosotros va escribiendo su parte.

Es por eso que está pensada para realizarla
contigo, no existe otra manera de desandar las huellas que no sea
estando juntos. Con lo que tengas a mano, tu voz, tus manos, tu
toque, tu canto, tus artes, tu palabra…todo está en
juego a la hora de contar, todo está en juego mientras
nuestra tinta este en el aire.[19]

Intervenciones

Güe! Ha realizado hasta hoy, 9 de noviembre tres
intervenciones en la ciudad de Montevideo, la primera fue pensada
para realizarse en la Plaza Matriz como sitio clave de memoria,
centro de la ciudad amurallada, Plaza mayor de Montevideo, el
lugar de esparcimiento de los primeros pobladores de la ciudad;
también y como no podía ser de otra manera en el
Montevideo colonial sede del poder político y
administrativo y el destino de gran parte de los africanos
traídos a la fuerza desde tierras africanas. Como se dijo
se iba a realizar en la Plaza Matriz por todo las connotaciones
históricas que legitiman ese espacio, pero la lluvia lo
impidió, entonces la primera experiencia de esta
intervención se realizó en el Centro Cultural de
España (CCE), en donde se llevo a cabo todo lo previsto y
a pesar de la lluvia participaron diferentes artistas,
modificando la jornada y el espacio. Se logró cumplir con
el objetivo, se logró iniciar el camino de esta
búsqueda de respuestas, y como todo sucede por algo la
lluvia recordó el sacrificio, y que para cambiar es
necesario esfuerzo y las ganas de cambiar y de hacer.

La segunda intervención se realizó en
Capurro; caserío de los Negros/ Plaza Senzala. En este
lugar existía una asentamiento construido en 1787 con el
fin de albergar a mil africanos esclavizados traído por la
Compañía de Filipinas. Este lugar operó
desde 1811 a 1814 como espacio de cuarentena, prevención
tomada por parte del Cabildo de Montevideo ante cualquier
enfermedad que los africanos esclavos pudieran haber
contraído en el viaje hacia América. Las personas
participaron, cantaron, bailaron, pintaron , un artista
realizó un mural en una de los muros que dan a la plaza,
varias veces borrado, varias veces pintado, cada uno cumple con
el rol para el cual fue invitado, música típica
candombe, fusiones típicas, se produce una
escenificación que rompe con la cotidiano, que cambia el
medio, participaron vecinos que hablaban de lo necesario de este
tipo de experiencias, de lo importante de reconocer nuestro
pasado y de lo olvidado que esta el sito por el "realidad
oficial": "…si no fuera por este tipo de cosas, a este
barrio no llega nada, esta plaza está
olvidada".

Todos danzan al ritmo de una misma música y de un
mismo cometido; reconocimiento. La vida es un círculo y es
necesario cerrarlo para continuar caminando, para evolucionar; es
la forma que tenemos como sociedad de seguir adelante,
reconstruir, aceptar, perdonar y continuar.

La cultura aporta la inmensidad, la panorámica y
la escena concreta de nuestra realidad, la cultura que siempre es
el último eslabón de la cadena, dejada atrás
por la economía, por el consumismo es la única que
puede hacer lugar para que continuemos avanzando.

La tercera intervención se realizó en el
Museo de la Migraciones (MUMI); se trata de un complejo cultural
que contienen restos arqueológicos de la
fortificación del Montevideo Colonial, se encuentra en el
entorno de una plaza techada, "La muralla abierta" es un legado
de la fortificación de Montevideo, es el tramo más
importante encontrado hasta el momento de la muralla de
Montevideo. Se marco nuevamente en el mapa de la ciudad, se
dejó la huella en el MUMI, lugar histórico; en el
que Güe! pudo nuevamente plasmar, generar conciencia,
cumplir con la teatralidad planeada, y ensayada, en donde la
improvisación se hizo presente, a través de la
música, tambores que aparecieron y se integraron a la
escena. Los actores actuaron festejaron, se emocionaron y el
público se comunicó con el escenario se
intercambiaron información y opiniones, imágenes e
ideologías, se generó la retroalimentación
propia y necesaria para este tipo de experiencias, se
atravesó la cuarta pared y se fue mas allá,
descubriendo las vivencias, costumbres y hazañas de las
naciones de esclavos que llegaron, habitaron y realizaron
diferentes rituales africanos en nuestra ciudad colonial; el
itinerario que realizaron las numerosas naciones; principalmente
en Montevideo, pero también fuera de la ciudad.

En las intervenciones es posible definir el rol de cada
uno, diferenciados, estratificados; los roles no cambian pero si
se confunden diversas actividades en los diferentes roles, en los
diferentes papeles, dependiendo del escenario, y del drama a
relatar, ya que cada actor realiza varias funciones a la vez; en
ocasiones organizando, en otras actuando en las diferentes
performances, música, bailes que se
representan.

En las diferentes intervenciones, vimos pintura,
música, bailes; se genera una sinestesia interesante, una
atmósfera especial, evocativa y dramática, todo
ello nos invita a un viaje a nuestras raíces, costumbres y
nos muestra el mundo en el que vivimos, un mundo multicultural,
colmado de simbologías, de guiños, de
imágenes que nos muestran constantemente de que estamos
hechos, lo que somos, y espera nuestra reacción y nuestra
respuesta; Nos muestra en donde estamos inmersos; cómo
nuestro proceso histórico nos involucra a todos, cuales
son los caminos que hemos construido cuando los diferentes
submundos culturales comenzaron a despertarse, y podemos analizar
semióticamente que es lo que buscan las intervenciones y
los recorridos por los diferentes sitios que nos propone el
proyecto Güe! La Huella Afro.

Recordemos a Dusell:

Para la exterioridad negada y excluida por la
expansión moderna de la Europa hegemónica hay
culturas actuales que son anteriores , que se han desarrollado
junto a la modernidad europea, que han sobrevivido hasta el
presente y que tienen todavía potencial de humanidad
suficiente para desarrollar sus propias potencias a fin de gestar
una multiculturalidad, una pluralidad cultural futura, posterior
al término de la modernidad y el capitalismo: esas
culturas vivientes y fecundas, diferentes y creativas no son
simplemente una cultura posmoderna , ya que ésta es solo
una última etapa de la modernidad sino que son culturas
desarrolladas en un horizontes transmoderno, como un
más allá de toda posibilidad interna de la sola
modernidad. Ese
"más allá" indica el punto de
arranque desde la exterioridad de la modernidad, desde lo que la
modernidad excluyó, negó, ignoró como
insignificante, sinsentido bárbaro, no cultura alteridad
opaca por desconocida; evaluada como salvaje, incivilizada,
subdesarrollada, inferior (…)
etc."[20]

Las próximas intervenciones se realizaran los
primeros días de Diciembre de 2012 en diferentes puntos
del Barrio Sur y se planifican las intervenciones para el
próximo año.

Un poco de
historia

La cultura africana ha marcado la historia no solo
uruguaya sino latinoamericana en su conjunto; somos conscientes
también como latinoamericanos que no solo lo africano a
marcado nuestra identidad; podemos hacer referencia
también a nuestras raíces indígenas, cultura
que en la actualidad al igual que la afro, ha luchado lucha y por
ganarse un espacio de respeto entre la homogeneización
creciente, la globalización y el afán del hombre
por conquistar esas culturas; que en mayor o en menor medida han
sabido conservar sus costumbres. Pueblos que han sufrido el
embate del eurocentrismo (no hace tanto, un par de siglos no
más); "el racismo, el mito de la superioridad europea, la
explotación económica, la dominación
política, la imposición de la cultura externa"
(Dusell, 2005), torturas, muertes, por ser diferentes por pensar
diferente, por ser otro que siempre ha estado fuera de la
planificación de lo que Dusell llamó "sistema
mundo", pero que ha sabido al igual que otras culturas;
también oprimidas mantenerse en las sombras, para no
sucumbir y así resurgir desde afuera de la cultura
europea, tomando lo mejor de esta y siendo capaz de darle una
nueva forma, con una mirada diferente; la mirada de los pueblos
que han estado por siglos oprimidos, por ser diferentes y no ser
dignos de atención.

La creatividad, la imaginación siempre activa, la
fuerza que hicieron que estas culturas no desparecieran no surgen
desde dentro de la modernidad en donde no tenían lugar;
"sino desde su exterioridad, o aún mejor de su ser
"fronterizo". La exterioridad, ( … ) es positividad de una
tradición distinta a la moderna. Su afirmación es
novedad, desafío, subsunción de lo mejor de la
misma Modernidad"[21]

La discriminación, las torturas, las muertes
sufridas, abarcaron a los negros esclavos, mestizos,
indígenas, los llamados manchados de la tierra
(españoles nacidos en América), que estaban en
contra del eurocentrismo y de su plan invasor, en contra del
sometimiento que hacia el hombre blanco respecto a todo el que
fuera diferente. Espectáculos morbosos, los cuales eran
escenificaciones para el pueblo; era necesario dar el ejemplo;
siempre hay un espectáculo para todos, como la tortura, la
muerte pública la humillación del diferente, del
que no pertenece es un atractivo, lo que sucede desde el origen
de los tiempos.

Se trata de un proceso largo; o quizás no tanto,
no se trata de algo más de 500 años sino de algo
más de 200 (Dusell, 2005) en lo que la cultura occidental;
de Europa y de estados Unidos pretende borrar la memoria de
muchos siglos de historia de la cultura que no ha sido borrada,
pero si oprimida. Este proceso homogeneizador se da en dos etapas
como lo explica Dusell: modernidad y modernidad madura, en las
dos se ha dejado afuera a las culturas subsumidas, "Culturas
menores". El periodo que va desde 1492 a 1789 y desde 1789 a
fines de la década de los 90 y principios del presente
siglo, división que hace Dusell para tener un panorama de
lo que abarca la "temprana modernidad" y "la modernidad madura"
respectivamente.

Dusell expresa:

"Aunque las posmodernidad critica la pretensión
universalista y "fundacionalista" de la razón "moderna"
(R. Rorty), en cuanto a moderna y no en cuanto a "europea" o
"norteamericana", y enuncia en principio respeto a otras culturas
en su inconmensurabilidad, diferencia y autonomía (en
general pero no en concreto, en referencia precisa respecto a la
cultura china, indostánica, musulmana, bantú
africana, o la latinoamericana, como Maclntyre o Taylor; cada uno
de manera diferenciada), no tiene conciencia suficiente de la
positividad de esas culturas excluidas por el proceso
colonial de la temprana modernidad (1492-1789) y por la
globalización industrial "ilustrada" de la modernidad
madura (1789- 1989) que Wallerstein situara bajo la
hegemonía de la ideología político-
económica liberal, opuesta a las ideologías
conservadora y socialista."[22]

Con la posmodernidad continúa el eurocentrismo,
ya que es un "proceso que surge dentro de la
modernidad"[23], no se trataba de que emergieran
las culturas que habían sido subsumidas por la modernidad
sino que la posmodernidad absorbiera a esa cultura que
históricamente había estado en un submundo
cultural, y que ellas lleguen a no diferenciarse de las culturas
del centro. Como dice Dusell "la posmodernidad (fue),… tan
eurocéntrica como la
modernidad".[24]

Con la multiculturalidad excluida nos habla Dusell de
"transmodernidad": las diferentes culturas existentes sometidas
por la modernidad y la posmodernidad (China; sudeste
asiático, Latinoamérica, Aztecas, Incas,
África, Países musulmanes) todos ellos generan una
respuesta a la modernidad, "e irrumpen renovadas en un horizonte
cultural "más allá" de la modernidad. A esa
realidad de un momento multicultural fecundo la llamamos el
fenómeno de la "transmodernidad" (ya que la
"posmodernidad" es… un último momento de la
modernidad occidental)".[25]

Tansmodernidad; es una nueva forma de ver
nuestro mundo, en donde surgen otros escenarios posibles; estos
escenarios surgen por la necesidad de que el submundo cultural
oculto, sumergido por la modernidad primero y por la
posmodernidad después salgan a la superficie. La
transmodernidad extrae lo mejor de la modernidad europea y
norteamericana, no se trata de un proceso de exclusión,
sino al contrario de inclusión; de inclusión del
otro, de lo diferente, y es por ello que podemos estudiar hoy
estos múltiples y diversos procesos culturales que se
viven en toda América Latina, es imposible pensar que
estas culturas desaparecieron, y volvieron a resurgir, lo impide
su larga historia en comparación a los dos siglos de
modernidad.

Expresa Dusell que la "transmodernidad":

"afirmará fuera de ella (de la modernidad)
componentes esenciales de sus propias culturas
excluidas
, para desarrollar una nueva civilización
futura, la del siglo XXI. (…) el hecho de que otras
culturas hasta ahora despreciadas, no valorizadas, estén
emergiendo desde un más allá del horizonte de la
modernidad europea no es un mero milagro que nace de la nada,
sino el retorno de los actores de esa historia en otras
épocas recientes"[26]

Hablar de "transmodernidad" como nos enseña
Dusell, es hacer memoria de lo que la modernidad y el afán
homogeneizador de la cultura occidental nos ha inculcado y lo que
nos ha hecho olvidar; cuando se habla de homogeneización,
univocidad, hablamos del eurocentrismo y del "norcentrismo"
promovido por Estados Unidos.

Hemos sido testigos de las más diversas formas de
expresión, de las diferentes escenificaciones que se han
dado a lo largo de estos siglos de existencia, de procesos
históricos irreversibles, de proceso que no se olvidan, de
reclamos que se renuevan, y el teatro, la teatralidad, las
performances han sido y son esenciales en este proceso; hablamos
de procesos contraculturales, que se mueven en un espacio
marginal, que hace uso de simbologías diversas; desde el
teatro europeo del que queríamos hacer una copia, que nos
salió mal porque fue imposible a través de ese
teatro plasmar nuestras inquietudes, con actores europeos
incapaces de poder representar lo que éramos, nuestra
campaña, nuestros criollos; imposible que este teatro
pudiera expresar lo que habíamos sido, las circunstancias
que habíamos atravesado, como individuos y como sociedad;
la única forma de ser fieles a nuestras raíces, era
poder hacerlo recorriendo nuestro propio camino latinoamericano,
como surgió nuestro teatro popular, con Juan
Moreira
, de los hermanos Podestá, el circo, una
teatralidad fiel a nuestras raíces, a nuestra historia; el
que se fue transformando, pasando por diferentes etapas,
evolución de la que hemos sido testigos.

Mencionemos también el "teatro formal" de
Florencio Sánchez, un teatro testigo de los cambios, de
nuestra transformación como individuos y como sociedad, un
teatro que toca nuestras fibras más íntimas; en su
teatro vemos como la modernidad fue cambiando la forma de vida de
los diferentes protagonistas, cada uno fiel representante de su
clase y condición, en los que la modernidad fue dejando su
huella, nos muestra como cada uno de aquellos fue dirigiendo su
vida y como afrontaron ese periodo.

Observando cómo ha transcurrido la historia de la
cultura latinoamericana, como se han manifestado las diferentes
culturas, como se responde a cada proceso que se vive; entonces
podemos ver y entender como las diferentes escenificaciones que
se realizan en el presente surgen de un proceso histórico,
se las representa como forma de revalorizarnos y de saldar deudas
que tenemos como sociedad.

En el proyecto que nos ocupa, somos testigos de
cómo buscamos resignificar diacrónicamente y
sincrónicamente nuestra historia latinoamericana, podemos
entender la causa de cómo este tipo de proyectos
continúan surgiendo, y resulta sencillo comprender, y es
que como individuos y como sociedad debemos recorrer un camino
extenso, cumplir procesos internos, preguntarnos la causa y
consecuencia de nuestros actos y de esa forma, probablemente
entender porque hay manifestaciones culturales constantes como
forma de reclamo de diferentes insatisfacciones.

Los diferentes performances que se dan en nuestro medio
nos definen como continente; son ontológicamente
latinoamericanos, "se distingue del euro-estadounidense
(…) por su compromiso fundamental con un pensamiento
político anticolonialista, anti-imperialista,
anti-capitalista y a favor de los movimientos estudiantiles y
populares".[27]

En este sentido Mignolo señala:

En el pensamiento fronterizo, como método, y la
opción decolonial, como horizonte, se asume, precisamente,
que no hay afuera sino que el pensamiento surge de la
exterioridad (la creación del afuera por el adentro), esto
es en la frontera. Pero una frontera en la que los dos lados no
están en igualdad de condiciones. De ahí la
diferencia epistémica y ontológica colonial a
partir de la cual reclaman sus derechos
epistémicos (y no su privilegio) quienes han sido dejados
fuera del juego y de las
decisiones.[28]

Si decimos que el Proyecto Güe! es apoyado por
Centro Cultural de España; no nos sorprende, promueve
diversas actividades de este tipo y busca retribuir de cierta
forma a las diferentes sociedades el flagelo que su "mundo
moderno occidental" nos provocó a largo de su conquista,
de su gran hazaña teatral cuando nos "descubrieron", con
todos los elementos a la orden y con un magnifico y gran
escenario. "Descubrimiento" legitimado desde la
escenificación, ya que "el poder se escenifica en la
esfera pública para
legitimarse"[29]

Conclusiones

Representaciones e investigaciones como Güe! en la
que los organizadores se encuentran inmersos en la cultura
afrodescendiente, en la cual cada día buscan el
reconocimiento por los iguales y diferentes, es un mundo que
florece pero en el cual existen fragmentaciones y fuerza que no
actúan en la misma dirección, lo cual si hablamos
en términos de positividad o negatividad, es muy negativo,
ya que en la propia comunidad afrodescendiente no existe acuerdo,
y por ello lo que se logra no es la mejor representación
que se podría lograr; fracturas que no tienen sus origen
en la actualidad, sino que vienen dada por su propia historia,
por las diferentes comunidades, o naciones que se encontraban en
nuestra tierra, las cuales tenían formas diferentes de
enfrentarse al europeo o al neoeuropeo. Como ya dijimos no se
trata de un proceso de muchos siglos, sino que forma parte de
nuestra historia reciente.

Es necesario compartir una visión del mundo,
desde la cual partir , ser conscientes de lo que buscamos,
sabiendo que la realidad es rica y siempre nos apotrará
materia prima con la cual trabajar; en una de las intervenciones
de las que fuimos testigos, en el Museo de las Migraciones
(MUMI), se hizo presente una persona con un documento
histórico el cual evidenciaba la forma y condiciones en
que vivieron algunas de los esclavos de nuestra ciudad y como
fueron liberados, una carta escrita por esclavos, que aprendieron
a leer y a escribir, pese a la prohibición,
prohibición que no llegaba solo a estos sino a todo el que
no fuera europeo. Fue un momento dramático, la lectura
conmovió a muchos; las heridas están abiertas, es
necesario reconocerlo para empezar a sanar; y es a través
de estas intervenciones, de estos movimientos contra- culturales,
contra-hegemónicos que podemos reescribir nuestra historia
y generar conciencia, de vislumbrar un camino posible para no
solo reencontrarnos con nuestro pasado, reconocernos en
él; sino construir un camino común que nos
involucre a todos.

Walter Mignolo expresa:

Partes: 1, 2

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