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Técnicas para escribir un soneto



  1. Introducción
  2. Desarrollo
  3. Las
    técnicas de verificación
  4. El
    soneto italiano
  5. El
    soneto francés
  6. El
    semi soneto
  7. El
    soneto doble
  8. Soneto
    clásico
  9. Sonetos con estrambote
  10. Soneto con serventesio
  11. Soneto modernista
  12. El
    sonetillo
  13. Conclusiones

Introducción

Estoy sentado tranquilamente delante de mi maquina
Rémington, al tiempo que mis oídos son heridos por
la música de un aparato diabólico. De vez en cuando
recreo la vista, al tiempo que mis pensamientos se posan en los
anaqueles de mi biblioteca. Y es que una cosa me he propuesto,
hacer la investigación necesaria para describir la
técnicas de cómo escribir un soneto. Para esto no
escatimaré pesquisas, y mucho menos tiempo y
esfuerzo.

Es por eso que espero que los lectores que penetren
junto conmigo por las paginas que de aquí irán
saliendo, tengan la paciencia para luego sentarse a lograr un
soneto, labor que es más intricada que la lectura de este
engorroso trabajo. Por eso, humildemente me dejo en las manos de
ustedes, para que juzguen éste trabajo, el hijo de mi
investigación, el cual he engendrado entre el polvo que se
acumula sobre los libros guardados y las trazas, que al igual que
los críticos malos y los amigos baratos, no
perdonan.

Amigo lector, para ti quise hacer lo mejor. Sin no es
como tú y yo esperamos que sea, espero haber despertado en
ti la curiosidad, y que mi nombre sea olvidado.

Desarrollo

Apolo inventó el soneto
para

tormento de los poetas.

Boileau

Un soneto me manda hacer Violanteque en
mi vida me he visto en tanto aprieto;catorce versos dicen que es
soneto;burla burlando van los tres delante.Yo pensé que no
hallara consonante,y estoy a la mitad de otro cuarteto;mas si me
veo en el primer terceto,no hay cosa en los cuartetos que me
espante.Por el primer terceto voy entrando,y parece que
entré con pie derecho,pues fin con este verso le voy
dando.Ya estoy en el segundo, y aun sospechoque voy los trece
versos acabando;contad si son catorce, y está
hecho.

Con este soneto, del monstruo español, llamado
Lope de Vega, y a quien hemos querido llamar con toda
razón El Soneto del soneto, damos inicio al desarrollo de
este trabajo de investigación en el campo de las letras.
Es bueno que se sepa, que desde los albores del siglo X111 hasta
el presente, siete siglos, es el recorrido que haremos en
éste trabajo.

En el soneto citado, Lope de Vega dice que un soneto
esta compuesto por catorce versos, y que esos versos están
distribuidos en dos cuartetos y en dos tercetos, pues antes de
construir nuestro propio soneto, veamos lo que es un cuarteto y
lo que es un terceto.

Es cuarteto es la estrofa que cuenta con cuatro versos
de arte mayor, los cuales son de igual medida. Los cuartetos
riman el primer verso con el cuarto y el segundo con el tercero.
Cuando dijimos versos de arte mayor, son los versos que tienen
más de ocho sílabas, esto es de nueve
sílabas métricas en adelante. Los versos de arte
menor tienen de dos a ocho sílabas.

El terceto, es la combinación de tres
endecasílabos, en los cuales rima el primero con el
tercero y el segundo queda libre, para que, como en el caso de un
soneto, rime con el primero y el tercero del próximo
terceto. Los tres versos del terceto pueden rimar entre
sí. Un endecasílabo, es un verso que tiene once
sílabas métricas.

Si leemos lo que dice el epígrafe de este
trabajo: "Apolo inventó el soneto para tormento de los
poetas", es bueno tener presente, que esa pieza de arte, que
encierra en sí misma tanta sutileza de cal en
ebullición, y tan agradable a nuestros oídos, es la
construcción más difícil de lograr en
versos. Y es que los catorce versos del soneto y su
distribución, no son versos escritos así por
así en forma macarrónica, sino que son la
concentración de la capacidad mental del autor. Podemos
decir con toda razón y el consentimiento de la musa
Calíope, que el soneto es un poema épico en
miniatura.

Las
técnicas de verificación

Hay tres pasos que se tienen que tener en cuenta al
momento de escribir versos:

1. La sinalefa: "Que consiste en un diptongo
creado ocasionalmente entre la vocal que termina una palabra y la
que da comienzo a otra, – como la usó Rubén
Darío: "Ya no hay princesa que cantar", en que" no hay" se
cuenta como una sola silaba". Nos dice el poeta José
Ángel Buesa, en su Método de
Verificación.

2. Sinéresis: "Se llama sinéresis
la fusión de vocales dentro de la palabra. Por ejemplo, la
palabra lealtad tiene normalmente tres silabas; pero a fin de
componer un verso octosílabo pues decir el poeta: "que
leal-tad de nuestro pecho." Es como la defina Ángel
Acalle, en su Teoría Literaria.

3. Diéresis: Este es el fenómeno
contrario a los dos tratados anteriormente. La diéresis es
usada para destruir los diptongos. Por ejemplo: Lirio, si el
poeta quiere que esa palabra tenga tres silabas en vez de dos
como tiene de ordinario, destruye el diptongo, y la cuenta como
de tres silabas.

Estos tres pasos son fundamentales para poder
versificando de acuerdo con la métrica
castellana.

Otras licencias métricas:

Otras licencias métricas que no se puede olvidar
nunca es la acentuación final de la palabra en la cual
terminan los versos. Si un verso termina en una palabra aguda,
ese verso tendrá una silaba más al momento de hacer
el conteo silábico. Veamos como ejemplo este soneto de
Darío a Caupolicán:

Es algo formidable que vio la vieja
raza:robusto tronco de árbol al hombro de un
campeónsalvaje y aguerrido, cuya fornida mazablandiera el
brazo de Hércules, o el brazo de Sansón.

Por casco sus cabellos, su pecho por
coraza,pudiera tal guerrero, de Arauco en la
región,lancero de los bosques, Nemrod que todo
caza,desjerretar un toro, o estrangular un
león.

Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del
día,le vio la tarde pálida, le vio la noche
fría,y siempre el tronco de árbol a cuestas del
titán.

"¡El Toqui, el Toqui!", clama la
conmovida casta.Anduvo, anduvo, anduvo. La Aurora dijo: "Basta",e
irguióse la alta frente del gran
Caupolicán.

En el verso segundo de la primera estrofa, así
como en segundo verso de a segunda estrofa; igualmente en el
segundo verso de la tercera, y en los versos primero y cuarto de
de la cuarta, donde esos terminan en palabras agudas, a esos
versos se les agrega una silaba para que tengan
catorce.

También cuando la palabra final de un verso
termina en un monosílabo, a ese verso se le cuenta una
silaba métrica de más. Veamos como ejemplo estos
versos bisílabos:

Ayer

viste

solo

sol.

En los cuales el cuarto verso "sol" es contado como
teniendo dos silabas, y es que en castellano no existe versos
monosílabos, ya que las palabras monosílabas, al
final del verso se cuentan como agudas.

Cuando el verso termina en una palabra llana, no se le
agrega ninguna silaba, se cuenta tal como es: pero cuando el
verso termina en una palabra esdrújula, se le resta una
silaba. Si el poeta dice:

Pide que no me quede,
pídelo.

En ves de once silabas métricas, el verso tiene
diez.

Se ha de tener siempre presente que las licencias no son
para abusar de ellas, y principalmente en los sonetos, ya que
esta composición no debe parecer artificial. Todo soneto a
de ser natural en la verificación, fuerte en los
epítetos, sólido en las metáforas, y sobre
todo, no debe haber ningún verso desvinculado del
resto.

El soneto
italiano

El soneto italiano es considerado como el padre de los
sonetos modernos. Por muchos años se a dicho que el soneto
es una invención de los italianos, aunque los
árabes, desde muchos siglos antes que ellos lo usaron en
su poemas, de donde pasó con ellos a Sicilia, para luego
llegar a la península itálica. Ya en Italia, el
soneto se nacionalizó, alcanzando carta de
ciudadanía, junto con los spaghetti.

Dante Alighieri compuso unos veinticinco sonetos en su
obra Vida Nueva, siendo estos la más antigua
colección de sonetos que se conozca.

Este es un soneto de Dante:

La ves pasar y te decís:
ísublime! Es la que ve sin ver, tal como sabe que por tus
ojos va su aliento suave diciendo al alma: suspirá,
sentime. Temblando Muda, no hablará tu lengua. Torpes, tus
ojos nada habrán logrado: Porque en la imagen guardaron de
ella nunca hallarás ese sabor deseado. Fingiendo la
humildad y la inocencia su paso para siempre te ha dejado solo
contra al horror de tu existencia. "Sí existe lo
divino, inalcanzado. No es para tí"
confirma esta
presencia. Que guardas en tus sueños,
desgraciado.

Pero es Petrarca, quien es considerado como el
progenitor de esta forma estrofita. En su obra Cancionero, se
reúnen 317 sonetos.

Todos los sonetos italianos son de catorce silabas, de
los denominados alejandrinos

Este es un soneto de Petrarca

SONETO A LAURA

Paz no encuentro ni puedo hacer la
guerra,y ardo y soy hielo; y temo y todo aplazo;y vuelo sobre el
cielo y yazgo en tierra;y nada aprieto y todo el mundo
abrazo.

Quien me tiene en prisión, ni abre
ni cierra,ni me retiene ni me suelta el lazo;y no me mata Amor ni
me deshierra,ni me quiere ni quita mi embarazo.

Veo sin ojos y sin lengua grito;y pido
ayuda y parecer anhelo;a otros amo y por mí me siento
odiado.

Llorando grito y el dolor transito;muerte
y vida me dan igual desvelo;por vos estoy, Señora, en este
estado.

El soneto
francés

El soneto italiano llega a Francia conducido por la
escuela literaria de Pedro Ronsaurd, Joachim du Bellay y Mellin
de Saint-Gelais, el grupo que se denominó Las
Pleyades.

En este soneto de Pierre de Ronsaurd,
titulado soneto a Helena, el traductor no observa las rimas, pero
lo ponemos como un ejemplo.

Cuando seas anciana, de noche, junto a la
vela hilando y devanando, sentada junto al fuego, dirás
maravillada, mientras cantas mis versos: «Ronsard me
celebraba, cuando yo era hermosa»,

Ya no tendrás sirvienta que tales
nuevas oiga y que medio dormida ya por la labor se despierte al
oír el sonido de mi nombre, bendiciendo el tuyo con
inmortal alabanza. Yo estaré bajo tierra, y fantasma sin
huesos reposaré junto a la sombra de los mirtos, y
tú serás una anciana junto al hogar encogida.
Lamentando mi amor y tu desdén altivo Vive, créeme,
no aguardes a mañana: Coge desde hoy las rosas de la
vida.

Joachim du Bellay, es el autor de este soneto, en el
cual, como en el anterior, el traductor no observó la
rima:

Andar con aire grave y con grave
entrecejo…

Andar con aire grave y con grave
entrecejo,y con sonrisa grave a todos dar contento,sopesar las
palabras, responder con los gestos,con un Messer non, o
bien un Messer si:Entremezclar frecuente un breve El
cosi,
y con un son Servilore imitar al honesto,y
como quien parte tuvo en la conquista,de Florencia y de
Nápoles ufano discurrir:Señorear a todos con claro
besamanos,y siguiendo el ejemplo del patricio romano,ocultar la
pobreza con gallardo exterior:He aquí de esta corte las
virtudes más altas.Así es que enfermo, pobre, y en
muy mala montura,hasta Francia regresas afeitado y sin
blanca.

El semi
soneto

El semi soneto es un invento del poeta francés
del siglo XV1 P. Delaudum. Esta composición consiste en un
solo cuarteto y un solo terceto. Se le llama seguidilla
histórica.

Esta es una seguidilla al estilo castellano:

VILLAVALIENTE ES MI PUEBLO

VILLAVALIENTE ES MI PUEBLO

TIENE DOS FIESTAS AL
AÑO

SAN ILDEFONSO EN ENERO

LA DE SAN ISIDRO EN MAYO

LA DE SAN ISIDRO EN MAYO

VILLAVALIENTE ES MI PUEBLO

El soneto
doble

Este soneto, si se le puede llamar así, es un
invento de los franceses, y consiste en cuatro cuartetos y cuatro
tercetos. Estos veintiocho versos deben rimar entre sí. A
continuación copiamos un soneto de la autoría de
Marta Marques, y que ella tituló:

Morir de amor Ribera de la mar de clara
luna, el llanto aun importuna. Abatida por la ola solitaria la
bella caracola imaginaria, de musa funeraria entona su plegaria
de oro y cuna. Busca en la sinrazón, si hubiera alguna, a
tu ida inoportuna. Luciérnaga de luz mi candelaria como
soprano diestra de triste aria,entona la plegaria de aquesta vida
cruenta sin fortuna. Fatalidad fundida en duro acero,
bañada en quejumbroso mar en hielo, que otrora fue el
anhelo del yodo y sal en vuelo aventurero. El mar te llama, viejo
mensajero, danza su fantasía en este cielo. Morir, azur
consuelo, con el fondo del mar de compañero.

Soneto
clásico

A continuación copiamos un soneto del
Márquez de Santillana.

Lejos de vos

Lejos de vos y cerca de
cuidado,

pobre de gozo y rico de
tristeza,

fallido de reposo y abastado

de mortal pena, congoja y
braveza,

desnudo de esperanza y
abrigado

de inmensa cuita y visto de
aspereza,

la mi vida me fuye, mal mi
grado,

la muerte me persigue sin
pereza.

Ni son bastantes a satisfacer

la sed ardiente de mi gran
deseo

Tajo al presente, ni me
socorrer

la enferma Guadïana, ni lo
creo.

Sólo Guadalquivir tene
poder

de me guarir y sólo aquél
deseo.

De los mejores sonetistas clásicos es Fernando de
Herrera, quien fue un cultivador admirable, como lo atestigua
esta hermosa joya, la cual fue dedicada al rey Carlos
V:

Temiendo tu valor, tu ardiente
espada,

sublime Carlo, el bárbaro
africano,

y el espantoso a todos otomano

la altiva frente inclina
quebrantada.

Italia en propia sangre
sepultada,

el invencible, el áspero
germano

y del francés osado el pecho
ufano

al yugo rinde la cerviz
cansada.

Alce España los arcos en
memoria,

y en columnas a una y otra
parte

despojos y coronas de
victoria;

que ya en tierra y en mar no queda
parte

que no sea trofeo de tu gloria

ni resta más honor al fiero
Marte.

Y Luís de Góngora, quien con su lenguaje
rebuscado pudo labrar piezas dignas de un orfebre. Este soneto
que presentamos de Góngora está dedicado a una
iglesia.

De pura honestidad templo
sagrado,

cuyo bello cimiento y gentil
muro

de blanco nácar y alabastro
duro

fue por divina mano fabricado;

pequeña puerta de coral
preciado,

claras lumbreras de mirar
seguro

que a la esmeralda fina el verde
puro

habéis para viriles
usurpado;

soberbio techo, cuyas cimbrias de
oro

al claro sol, en cuanto en torno
gira,

ornan de luz, coronan de
belleza;

ídolo bello, a quien humilde
adoro,

oye piadoso al que por ti
suspira,

tus himnos canta, y tus virtudes
reza.

Hablar de sonetos clásicos y no citar a Gracilazo
de la Vega sería un sacrilegio en el campo de la
poesía. Por lo delicado de sus composiciones y la finura
de su oído, Gracilazo fue un genio en los albores de la
introducción de éste genero poético en la
península ibérica. Veamos esta delicada
composición.

Cuando me paro a contemplar mi estado y a
ver los pasos por dó me ha traído, hallo,
según por do anduve perdido, que a mayor mal pudiera haber
llegado;

mas cuando del camino estoy olvidado, a
tanto mal no sé por dó he venido: sé que me
acabo, y mas he yo sentido ver acabar conmigo mi
cuidado.

Yo acabaré, que me entregué
sin arte a quien sabrá perderme y acabarme, si quisiere, y
aun sabrá querello:

que pues mi voluntad puede matarme, la
suya, que no es tanto de mi parte, pudiendo, ¿qué
hará sino hacello?

Por ser nuestro soneto preferido,
presentamos el soneto titulado La Ultima Gaviota, de Ricardo
Miró:

Como una franja temblorosa, rotadel manto
de la tarde, en raudo vuelose esfuma la bandada por el
cielobuscando, acaso, una ribera ignota.

Detrás, muy lejos, sigue una
gaviotaque con creciente y pertinaz anhelova de la soledad
rasgando el velo  por alcanzar la banda ya
remota.

De la tarde surgió la casta
estrella,y halló siempre volando a la olvidada,de la rauda
patrulla tras la huella.

Historia de mi vida compendiada,porque yo
soy, cual la gaviota aquella,ave dejada atrás por la
bandada.

También los tres tercetos pueden tener rimas de C
D E C D E. Como un ejemplo, veamos este soneto titulado Octubre,
del laureado poeta Juan Ramón Jiménez.

Estaba echado yo en la tierra,
enfrentedel infinito campo de Castilla,que el otoño
envolvía en la amarilladulzura de su claro sol
poniente.Lento, el arado, paralelamenteabría el haza
oscura, y la sencillamano abierta dejaba la semillaen su
entraña partida honradamente.Pensé arrancarme el
corazón, y echarlo,pleno de su sentir alto y profundo,al
ancho surco del terruño tierno,a ver si con romperlo y con
sembrarlo,la primavera le mostraba al mundoel árbol puro
del amor eterno.

Debemos recordar que la rima de los terceros está
a juicio del sonetista, y que para ello no hay reglas
establecidas.

Sonetos con
estrambote

El estrambote es una añadidura, una coletilla o
apéndice que los autores del siglo de oro solían
poner a alguno de su soneto. Se llama estrambote por ser
así la cola de los cometas en su voz griega. Este es el
soneto que escribió Cervantes, y que está dedicado
a la tumba que se encuentra en Sevilla, del rey Felipe
Segundo.

Voto a Dios que me espanta esta grandezay
que diera un doblón por describilla,porque ¿a
quién no sorprende y maravillaesta máquina insigne,
esta riqueza?

Por Jesucristo vivo, cada piezavale
más de un millón, y que es mancillaque esto no dure
un siglo, ¡oh gran Sevilla,Roma triunfante en ánimo
y nobleza!

Apostaré que el ánima del
muertopor gozar este sitio hoy ha dejadola gloria donde vive
eternamente.

Esto oyó un valentón y
dijo: "Es ciertocuanto dice voacé, señor soldado,Y
el que dijere lo contrario, miente."

Y luego,
incontinente
,caló el chapeo, requirió la
espada
miró al soslayo, fuese y no hubo
nada.

Soneto con
serventesio

El soneto con serventesio es un soneto que no tiene
cuartetos, o sea donde riman primera con cuarta, segunda con
tercera, sino que el serventesio tiene rima primera con tercera,
segunda con cuarta.

Este soneto de Antonio Machado es un hermoso
ejemplo:

Tuvo mi corazón, encrucijadade
cien caminos, todos pasajeros,un gentío sin cita ni
posada,como en andén ruidoso de viajeros.

Hizo a los cuatro vientos su
jornada,disperso el corazón por cien senderosde llana
tierra o piedra aborrascada,y a la suerte, en el mar, de cien
veleros,

Hoy, enjambre que torna a su
colmenacuando el bando de cuervos enronqueceen busca de su
peña denegrida,

vuelve mi corazón a su faena,con
néctares del campo que florecev el luto de la tarde
desabrida.

Soneto
modernista

El soneto modernista no tiene ninguna disposición
tocante a la colocación de las estrofas, ya que puede
tener una estrofa que sea un serventesio y otra que sea un
cuarteto. Este soneto de Rubén Darío a don
Ramón del Valle-Inclán es uno de los primeros
sonetos de éste genero.

Este gran don Ramón de las barbas
de chivo, cuya sonrisa es la flor de su figura, parece un viejo
dios, altanero y esquivo, que se animase en la frialdad de su
escultura.

El cobre de sus ojos por instantes
fulgura y da una llama roja tras un ramo de olivo. Tengo la
sensación de que siento y que vivo a su lado una vida
más intensa y más dura.

Este gran don Ramón del
Valle-Inclán me inquieta, y a través del
zodíaco de mis versos actuales se me esfuma en radiosas
visiones de poeta,

o se me rompe en un fracaso de cristales.
Yo le he visto arrancarse del pecho la saeta que se lanzan los
siete pecados capitales.

Manuel Machado es un representante de este
estilo, cuando dedicó esta pieza a Antonio y a
Cleopatra:

Antonio, en los acentos de Cleopatra
encantado, la copa de oro olvida que está de néctar
llena. Y, creyente en los sueños que evoca la sirena, toda
en los ojos tiene su alma de soldado.

La reina, hoja tras hoja, deshojando sus
flores, en la copa de Antonio las deja dulcemente… Y prosigue
su  cuento de batallas y amores, aprendido en las magas
tradiciones de Oriente…

Detiénese… Y Antonio ve su copa
olvidada… Mas pone ella la mano sobre el borde de oro, y,
sonriendo, lenta hacia sí la retira…

Después, siempre a los ojos del
guerrero asomada, sella sus gruesos labios con un beso sonoro…
Y da la copa a un siervo, que la bebe y expira…

El
sonetillo

El sonetillo es un soneto compuesto en versos de arte
menor. Este género no es muy cultivado, y debe ser por el
temor que siente el artista a romper una joya tan precisa como
resulta ser esta composición.

Este es el sonetillo titulado Verano, de Manuel
Machado:

Frutalescargados.Doradostrigales…

Cristalesahumados.Quemadosjarales…

Umbríasequía,solano…

Paletacompleta:verano.

Rubén Darío, es el autor de este
sonetillo, en el cual se puede notar la gracia y la fragilidad,
la elegancia y la cadencia en cada uno de sus versos. Cuando el
genio nicaragüense le quiso poner nombre a su
composición la tituló:

UN SONETO PARA
BEBÉ

Un verso nuevo y gentil,

y metálico y sonoro;

un precioso anillo moro

que puliera el esmeril;

un rosa del abril

que dentro el pecho atesoro;

una perla en concha de oro

llena de aroma sutil.

Pues que tu lengua interpreto,

idioma de luz y miel,

te daría, niño
inquieto,

envuelto en este papel,

un diamante hecho soneto

para que juegues con
él.

Como buen dominicano no he de concluir estas notas, sin
incluir un sonetillo escrito por Porfirio Herrara; es una
composición exquisita, y que él tituló La
Fuente.

Como una ninfa hilandera

La fuente, hila que hila,

Salta alegre y risotera

Mientras su hilo destila.

Burlando la enredadera

Asoma el sol su pupila

Y adormilada y soñera

Le ve dormida en la pila.

Ella prorrumpe en rumores,

Carminda de rubores

Al ver que el sol la está
viendo;

Salta esquiva ente la bruma,

Y mal vestida de espuma

Se va por la selva huyendo.

Los tipos de sonetos:

El soneto puede ser por su contenido: Triste, jocoso,
descriptivo, filosófico, histórico, religioso, y
sobre todo amatorio.

Conclusiones

En este breve ensayo no pretendemos haberlo dicho todo
respecto a los sonetos, y mucho menos convertirnos en una
autoridad sobre el asunto. Lo que pretendemos al escribir estas
notas y transcribir los modelos, es dar un esbozo, a manera de
guía, para que si alguien siente el deseo de escribir
algún día un soneto, tenga las pautas necesarias
para encontrar las seguir las reglas. Con esto no aseguramos que
nadie, al seguir lo ante dicho logrará un soneto con el
anónimo de Cristo Crucificado, pero por lo menos
habrá logrado un soneto.

 

 

Autor:

Humberto R. Méndez
B.

 

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