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La tercera vía




Enviado por damian pezzenati



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. El
    Capitalismo y sus transformaciones
  3. De la
    industrialización al neocapitalismo
  4. El
    Socialismo: de Marx a la socialdemocracia
  5. La
    esencia económica
  6. Marx y
    sus herederos
  7. Los
    dilemas del Estado
  8. El
    estado de bienestar
  9. La
    Socialdemocracia
  10. La
    filosofía del Libre Comercio
  11. Capitalismo salvaje y
    globalización
  12. En
    América Latina
  13. Las
    desigualdades en la globalización
  14. La
    Tercera Vía
  15. El
    caso inglés
  16. Entre
    la izquierda y la derecha
  17. El
    Estado social inversor
  18. La
    sociedad moderna y el Estado reformado
  19. La
    Tercera Vía en Latinoamérica
  20. Bibliografía

"LOS NEOLIBERALES QUIEREN REDUCIR EL ESTADO; LOS
SOCIALDEMÓCRATAS, A LO LARGO DE LA HISTORIA, HAN BUSCADO
INSISTENTEMENTE EXPANDIRLO. LA TERCERA VÍA SOSTIENE QUE LO
NECESARIO ES RECONSTRUIRLO –IR MÁS ALLÁ DE
AQUELLOS DERECHISTAS QUE DICEN QUE EL GOBIERNO ES EL ENEMIGO Y DE
AQUELLOS IZQUIERDISTAS QUE DICEN QUE EL GOBIERNO ES LA
SOLUCIÓN".

ANTHONY GIDDENS.

"La Tercera Vía resume el aspecto social que
abandonó el sistema capitalista, al tiempo que critica al
Estado benefactor que impuso el liberalismo a partir de mediados
del siglo XX. Simultáneamente reniega del Estado gendarme
impuesto por los sistemas comunistas. Las columnas vertebrales
que sustentan la Tercera Vía son: la inclusión,
como sinónimo de igualdad, el desarrollo de un Estado
inversor, y la educación y la familia como sustento del
sistema".

Introducción

Según esta nueva posición, las nuevas
generaciones deben acceder a un mundo que ofrezca igualdad de
oportunidades para todos. Esto debe traducirse en la posibilidad
de formación y capacitación para lograr un
posterior posicionamiento que permita una vida digna. Respecto al
Estado inversor, lo define como aquel que orienta la
distribución de los ingresos a la capacitación,
educación, fomento, salud, previsión y nivel
salarial, en un marco genuino de inversiones, y no imputables
como gastos.

La tercera columna es la dedicada a la familia y a la
educación, como base de sustento y red de
contención de toda planificación social. Los
teóricos de la tercera vía sostienen que es en la
familia donde se nutren los elementos principales de un futuro
positivo. Para comprender mejor sus postulados es necesario hacer
un recorrido por el origen y la naturaleza de la crisis del mundo
moderno.

El sistema capitalista apuntalado por la
revolución industrial (siglo XVII) convocó a
grandes masas de trabajadores que fueron empujados a las ciudades
atraídos por la nueva y creciente demanda de mano de obra.
EN el reverso, el mundo presenció al decrecimiento de
grandes zonas rurales al despoblamiento y el abandono. EN
contraposición a este sistema capitalista, surgió
más adelante un bloque que propuso una economía
centralizada en el poder del Estado y en la cosa pública.
Nació así el Socialismo, cuyo camino
político y económico era el de imponer una sociedad
sin clases para llegar a un sistema comunista, dividió al
mundo en 2 grandes bloques, lo que generó grandes
confrontaciones mundiales, disputa permanente por mercados,
territorios e ideas. Los diferentes nombres que asume el
capitalismo (estado social, estado de bienestar, neoliberalismo,
libre mercado o conservadurismo), asociados excluyentemente a la
idea de democracia, conducen a un punto de inflexión
caracterizado por una democracia subvaluada en todo lo
concerniente a los aspectos sociales (Trabajo, salud,
educación, medio ambiente, etc).

El Capitalismo y
sus transformaciones

El Capitalismo comercial comenzó su auge en los
países europeos occidentales a partir de los siglos XVI y
XVII

La adecuación de la producción a nuevas
técnicas, más algunos factores políticos
coadyuvantes, provocaron el resquebrajamiento del antiguo
régimen feudal que fue sustituido paulinamente por el
capitalismo comercial. Como consecuencia de los cambios en los
modos de producción, en la sociedad moderna se fueron
conformando dos grandes grupos: la burguesía y el
proletariado.

En el período de consolidación de la
división del trabajo, el capitalismo tuvo una vertiente
denominada mercantilismo, sobre todo en francia e Inglaterra. Se
basaba en la obtención y acumulación de metales
preciosos (oro) y en la utilización de los mercados como
forma de organizar el ámbito económico. Este
sistema postulaba maximizar el interés de los Estados
soberanos, en detrimento de los propietarios de los recursos
económicos. Se controlaba la producción, el
comercio y los hábitos de consumo. El fin era llegar a una
acumulación de reserva nacional, representada en oro y
plata. Y como no todos los países tenían a
disposición grandes cantidades de esos metales preciosos,
había 2 formas de conseguirlo:

El comercio y las campañas de colonización
(ÁFRICA, ASIA Y AMÉRICA)

La forma práctica de alcanzar el crecimiento era
procurar que las exportaciones fueran en montos más
grandes que las importaciones.

En oposición a los mercantilistas, durante la
segunda mitad del siglo XVIII surgieron en Francia los
Fisiócratas, quienes basaban su postura en respetar el
orden natural existente y en la importancia de la actividad
agrícola. Por otra parte, minimizaban la necesidad de la
intervención del Estado para mejorar la calidad de vida de
los habitantes. Con el Lema: dejar hacer, dejar pasar;
sostenían que los núcleos de dinero y de bienes que
constituyen la sociedad se alimentaban en uns sistema libre, no
regulado. Habían ideado una división particular de
las clases sociales: * clase productiva: agricultores, pescadores
y mineros. * clase propietaria: terratenientes. *clase artesanal:
artesanos. Para ellos, la única clase capaz de producir un
excedente económico eran los agricultores. El estado
debía aprovechar esto para aumentar el flujo de bienes y
dinero. Las manufacturas eran consideradas estériles
porque no producían riqueza.

El pensador Adam Smith (1723-1790), fundador del
liberalismo económico, fue el puente entre los
fisiócratas y la evolución de las teorías
del capital, al pasar de la filosofía a la
economía. Publicó en 1776, Investigación de
la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, una de las
obras básicas de la economía clásica. En
oposición a los fisiócratas, sostuvo que la fuente
de mayor riqueza no era la tierra sino el trabajo, aunque
coincidió con ellos en el poder de ordenamiento de una ley
natural ("la mano invisible del mercado"). Fue quien sentó
la base ideológica de la revolución
industrial.

De la
industrialización al neocapitalismo

La primera etapa de la industrialización produjo
un cambio radical, al reemplazar los animales y la
producción humana por la mecánica y las
máquinas a vapor. El obrero fue sustituido por un
mecanismo que operaba con una masa de herramientas iguales a la
vez, y era movida por una sola fuerza motriz: la
máquina.

En una segunda etapa, y a partir de los nuevos
métodos de producción, se pasó del
capitalismo comercial al capitalismo industrial, con la
realización de artículos en serie. La tercera etapa
es la denominada capitalismo financiero, caracterizado por la
concentración monopólica de capitales y por el
enorme poder de grupos de elites que formaban selectas
oligarquías que dominaron a empresas –y luego a
grupos de empresas- de los más diversos
intereses.

A principios de 1980 se empezó a reducir la
inflación que había azotado durante una
década a Europa y a los EEUU. Debido a las
políticas monetarias y fiscales restrictivas, y a la
caída del consumo mundial de petróleo que hizo
bajar su precio, se controló el índice
inflacionario pero aumentó la desocupación.
Mientras tanto, América Latina comenzaba un proceso hacia
su democratización política, al tiempo que
padecía una inflación creciente y descontrolada.
Las transformaciones de la economía capitalista produjeron
lo que algunos llaman "neocapitalismo", que se aparte del modelo
teórico establecido por los clásicos y sus
continuadores.

El Socialismo: de
Marx a la socialdemocracia

La revolución industrial implicó una
profunda transformación en la economía y sociedad
británica. Los cambios más importantes afectaron la
organización del proceso productivo. Las fábricas
aumentaron en tamaño y modificaron su estructura
organizativa. La eficiencia y la especialidad aparecieron como
conceptos económicos. Esta mayor especialización y
la aplicación de bienes de capital a la producción
industrial crearon nuevas relaciones laborales en función
de quien contratara y tuviera la propiedad sobre los medios de
producción: por un lado los empresarios, que eran los
propietarios de los medios de producción (las
fábricas) y, por el otro, los capitalistas, que
invertían capitales en las empresas, aunque sin participar
directamente en ellas. Del otro lado, apareció una gran
masa de trabajadores que también vivió un proceso
de transformación: el trabajador manual se
transformó en un operario de fábrica: nacía
el proletariado (obreros).

El economista inglés Robert Owen propuso medidas
para mejorar las condiciones laborales. Sostenía que la
humanidad avanzaría si el entorno económico y moral
lo hacía en igual medida. Mientras él realizaba
estos avances en Inglaterra, Saint Simon y Charles Fourier
sobresalían en Francia. Fueron llamados "utópicos",
por Tomás Moro, escrito en 1516. En la primera mitad del
sigloXIX, el empleo de la palabra socialismo se volvió
frecuente. Decían que explotaban al ser humano
alienándolo y transformando su mente y su cuerpo en una
máquina automatizada.

Con Marx (con la publicación del Manifiesto
Comunista) se consolidó otro momento de la historia del
socialismo. En contraposición a los utópicos
nació lo que se dio a conocer como el socialismo
científico.

La esencia
económica

Según Marx el capitalismo se apoya en una idea
básica: una economía cuyo sistema productivo se
intensifica geométricamente y paga salarios en aumento
aritmético. Aducía que el capitalismo encuentra
soluciones a esta encrucijada generando pobreza, creando empleos
en el sector bélico y fomentando el acceso a las
áreas liberales únicamente de jóvenes de
clase media y alta.

Marx advertía que el excedente monetario
(plusvalía) que obtenía el capitalista en el
proceso de producción no se reflejaba en un aumento de
salarios para los obreros que participaban en la
elaboración de la mercancía.

Los socialistas sostenían que el sistema
debía esforzarse por dar gratuitamente cada vez más
bienes y servicios, como medicina, alojamiento, transporte y
alimento. En medio de esas formulaciones rebelaban: nada es
gratuito.

Desde la izquierda se sostenía que el socialismo
no era sólo un programa para socializar las inversiones,
la propiedad y distribuir la riqueza, por muy importantes que
fueran estas metas. Se afirmaba que la idea de un orden
verdaderamente nuevo, en clara búsqueda de abolir, a largo
plazo, el trabajo obligatorio y el sistema monetario hasta donde
fuera posible. En lo político, sostenían que el
capitalismo era el resultado de un proceso histórico
caracterizado por un conflicto continuo entre clases sociales
opuestas. Al crear una gran clase de trabajadores (el
proletariado), el capitalismo estaba colocando las semillas de su
propia muerte y , con el tiempo, acabaría siendo
sustituido por una sociedad comunista. Postulaban una sociedad
sustentada en la supresión de la propiedad individual de
los medios de producción y la desaparición de las
clases sociales. En un régimen colectivista se socializa
la propiedad y se planifica la economía desde el Estado,
lo que asegura, afirmaban, una justa distribución de la
riqueza.

Marx y sus
herederos

La transformación del socialismo en un movimiento
de masas fue una táctica de Marx y Engels y sus seguidores
más fieles. En 1864 se fundó en Londres la Primera
Internacional, grupo que tenía como objetivo lograr la
unión de todos los obreros del mundo para luego acceder al
poder político. Marxistas y anarquistas dominaron los
debates. Pero las diferencias hicieron que los últimos,
liderados por Mikhail Bakunin (1814-1876), abandonaran el
congreso. En el centenario de la Revolución Francesa
(1889) se constituyó en París la Segunda
Internacional, con fuerte presencia de los partidos
socialdemócratas europeos, en especial el alemán y
el austríaco. La organización partidaria
tomó así dos formas, que marcarían la
historia del siglo siguiente:

-La evolutiva, a favor de alcanzar sus objetivos dentro
del sistema democrático, lo que dio origen a la
socialdemocracia, o socialismo reformista.

– La revolucionaria, que triunfó en Rusia, y dio
lugar al comunismo, o socialismo revolucionario.

La cuarta Internacional fue creada en 1938 por
León Trotski, un firme opositor Stalin, que sufría
el exilio en México. Con el objetivo de lograr la
"revolucíon permanente", el trotskismo logró
adhesiones en distintos movimientos guerrilleros estudiantiles y
universitarios europeos, en especial en la década del
60.

Los dilemas del
Estado

Las ideas filosóficas y económicas de los
diferentes períodos fluctuaron entre una presencia
dominante del Estado y una prescindencia casi abandónica
hacia los ciudadanos. Este debate, aún no cerrado, puede
rastrearse en las primeras reflexiones de los filósofos
griegos Platón y Aristóteles. El utilitarismo, de
Jhon Mill (1806-.1873) plantea que la cuestión moral clave
es el bienestar de la humanidad.

Las ideas de Mill partían de la premisa de que
todos los individuos desean y buscan su bienestar o su felicidad,
este estado se asocia al placer, tanto físico como
intelectual. Para el autor de Sobre la Libertad, el bienestar y
la felicidad no son algo abstracto sino tangible, y los
gobernantes deberían tomarlo como una deuda constante a
sanear. Este estadio no es uno de los fines de la conducta de los
hombres, sino la única cosa deseable como un fin en
sí mismo. El objetivo del utilitarismo es el desarrollo de
la utilidad de las personas. En rigor, es una tarea casi
imposible satisfacer todas las necesidades, entonces hay que
decidir qué tipo de necesidades atender.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el progreso
técnico había acelerado

La formación e integración de la
economía mundial a través de la expansión
del comercio internacional y el flujo internacional de capitales.
El sistema multilateral de comercio y pagos apoyados en el
patrón oro, daba fluidez al creciente movimiento de fondos
y bienes en ámbito mundial.

La crisis de 1929 puso punto final a este proceso y
abrió un largo paréntesis durante el cual las
relaciones económicas internacionales se debilitaron, lo
que impulsó a buscar nuevos modelos de
desarrollo.

El estado de
bienestar

El estado de Bienestar nació en la mitad del
siglo XX inspirado en los postulados del economista inglés
Jhon Maynard Keynes (1833-1946).

La política del New Deal (nuevo reparto) por el
presidente Franklin Rossevelt, fue la traducción, en el
campo de la política, de las teorías de Keynes. El
estado pasaba a tener un papel primordial dentro de la
economía con el apoyo a la obra pública, la
intervención en el mercado y las políticas de
empleo.

Keynes advertía que la economía no muestra
una tendencia automática hacia el pleno empleo, y que no
se puede esperar del mercado una ayuda para salir de la
recesión. De este modo se justifica la intervención
del estado para, mediante la reducción de impuestos y el
aumento del gasto público, conseguir una vuelta al pleno
empleo y al consumo masivo. En igual medida, recomendaba no
exagerar con el aumento del gasto, lo que provocaría un
alza incontrolable de la inflación. El concepto de estado
de bienestar parte de la idea de que el gobierno debe ejecutar
diversas políticas sociales que garanticen el bienestar de
los ciudadanos en áreas como la salud, educación y
seguridad, entre otras.

Este sistema se sustenta en una política
redistributiva de los recursos estatales. La recaudación
de impuestos debe destinarse a la política de bienestar.
De esta manera, las clases más bajas contarán con
una red de contención sanitaria y formativa que les
sería imposible alcanzar por sus propios medios. Producto
típicamente capitalista, encontró sin embargo eco
en los socialistas moderados que postulan la construcción
de una sociedad más justa, solidaria y equitativa, en el
marco de un capitalismo humanizado.

La
Socialdemocracia

A partir de la segunda internacional socialista
surgió una tendencia evolutiva: un socialismo reformista
que proponía alcanzar los objetivos del socialismo, en
forma pacífica, y dentro del sistema parlamentario
democrático. Este movimiento tuvo el rótulo de
socialdemocracia. Ganaron adeptos y conformaron partidos
importantes en Alemania, Rusia y los países escandinavos.
En un principio adhirieron e las teorías marxistas, pero
con el tiempo se fueron inclinando hacia posiciones más
neutrales.

Se caracterizaron por su pragmatismo. Adaptaron sus
políticas en función de las necesidades. A
comienzos del período de posguerra, los
socialdemócratas estaban seguros de haber encontrado una
vía diferente a la economía de mercado eeuu y al
comunismo soviético. El libre mercado fue visto siempre
como el causante de muchos pronósticos señalados
por marx y bajo esta postura edificaron la idea de
intervención del Estado como ente regulador. Así,
los socialdemócratas sostenían que aquellos bienes
públicos que no eran positivos por el mercado
debían ser abastecidos por el Estado.

Los partidos sociademócratas se abocaron a la
defensa y justificación del Estado de Bienestar, dejando
de lado actitudes típicamente marxistas, como la necesidad
de la nacionalización de las fuerzas económicas y
el desprecio del parlamentismo, institución que Marx
consideraba una mera fachada burguesa para la dominación
de clase.

La Bipolaridad

A partir del triunfo del comunismo (1917 rev. rusa) el
mundo quedó dividido en dos grandes bloques: el
capitalismo y el comunismo. Se conformó así un
mundo bipolar, dividido y hegemonizado por dos potencias
mundiales en disputa permanente por los mercados internacionales,
encabezado por los EEUU y por RUSIA por el otro. EL liderazgo de
los EEUU expresaba el capitalismo, con su postulado
básico: la libre competencia de mercado. La URSS
sostenía una política de planificación y
control desde el Estado, para el desarrollo de sus
políticas sociales y económicas. En este contexto
se produjo la identificación entre libre mercado y
capitalismo, y su expresión política, la
democracia, en contraposición al control estatal y la
coacción de los derechos individuales que representaba el
comunismo.

En noviembre de 1989 la caída del muro de
Berlín. Así la URSS iniciaba su período de
autoinmolación. Eliminado del escenario mundial uno de sus
actores principales, se produjo de hecho el fin de la
bipolaridad. Eso dio paso a la unipolaridad hegemónica de
los eeuu. Esta estableció el mercado capitalista mundial
único y fomentó la creación de bloques
económicos regionales, como la Unión Europea; la
Asociación de las Naciones del Sudeste Asiático y
el Tratado de Libre Comercio de América del
Norte.

La
filosofía del Libre Comercio

La economía de Libre Mercado es un modelo
económico según el cual todas las actividades y
transacciones de económicas dependen de un modo exclusivo
de la libre iniciativa de los individuos

Esa teoría genera un entorno en el que los
individuos son libres de intentar alcanzar sus objetivos
económicos de la forma que consideren más adecuada,
sin la intervención del Gobierno. Los economistas difieren
sobre qué clase de actividades deben dejarse en manos de
la regulación estatal y cuáles pueden ser liberadas
a la decisión del mercado.

Quienes defienden al libre mercado, sostienen que este
régimen es más eficiente porque los mismos mercados
son los que crean incentivos para que las personas se involucren
y crezcan según sus propias posibilidades. Quienes se
oponen dicen que la distribución de la renta que crea este
sistema es injusta, tendiente a acentuar las diferencias entre
ricos y pobres. En los países subdesarrollados la riqueza
acumulada en pocas manos pone en peligro el poder del Estado.
Sólo una porción pequeña de la Sociedad se
beneficia con las desigualdades. Los críticos de las
posturas liberales aducen que hay derechos que no deben estar
influidos por las leyes del mercado, como los derechos a la vida,
la libertad y la protección, que son primordiales para el
hombre.

Los socialdemócratas han promocionado la toma
colectiva de decisiones, comprometiendo al Gobierno, al sector
empresario y a los sindicatos a resolver los conflictos. Para
este movimiento, la intervención del Estado en la vida
familiar es necesaria y digna de reconocimiento.

En resumen, la aspiración socialdemócrata
es alcanzar el pleno empleo con una intervención estatal
que limite el mercado; un compromiso para alcanzar la igualdad de
la Sociedad; la promesa de cuidar al individuo desde la cuna
hasta la tumba; y la intervención de organismos del Estado
en la Sociedad civil.

La revolución
conservadora

A partir de 1970 la socialdemocracia se vio amenazada
seriamente por el avance del neoliberalismo, que aprovechó
las crisis en los distintos Estados de Bienestar para irrumpir
con un discurso basado en el orden
económico(oposición al modelo keynesiano), con
fuerte impulso al capital privado y al resguardo de los valores
tradicionales de la familia. Los neoliberales han mostrado
siempre su hostilidad hacia un estado que interviene en la vida
social, política y económica de una nación.
Sin la presión constante del Estado, emerge una sociedad
civil honesta, solidaria, comprometida con los valores
democráticos.

Al oponerse al igualitarismo tienden a despreocuparse de
las desigualdades que genera el propio sistema. El libre
comercio, permite al individuo, según sus capacidades,
ubicarse dentro de la clase social que sus aptitudes le
permitan.

Reconocen la existencia de las desigualdades, pero son
consideradas naturales y atribuibles a las distintas cualidades
de las personas. Exigen un fuerte control social sobre temas como
la familia, el aborto, la seguridad, las drogas y las culturas
alternativas. Milton Friedman, Nobel de Economía 1976, fue
el artífice del neoliberalismo. Fundador de la
teoría monetarista, postula que las fuerzas del libre
mercado son más eficientes que la intervención
estatal en el campo de los crecimientos y frente a la
inflación. Ratifica la necesidad de ausencia del Estado e
impulsa la Libre elección de los individuos en
relación con sus intereses y motivaciones, sin
cercenamientos.

Enfrentado a Keynes, Friedman es el representante
más notable de la escuela de Chicago. M. Thatcher y R
Reagan fueron dos de los más fieles seguidores de sus
teorías económicas.

Capitalismo
salvaje y globalización

La internacionalización de la producción y
de las finanzas y la expansión de las pautas de consumo
imitativo dieron como resultado una economía mundial
crecientemente integrada. Una economía transnacional,
coordinación de las políticas por parte del Banco
Mundial y del Fondo Monetario Internacional para impulsar la
globalización. La intervención de estos organismos
internacionales garantiza a quienes colocan capitales en el
mercado financiero internacional. Para ello impulsan un mayor
control sobre las economías nacionales, en particular las
del mundo en desarrollo, que son las que tienen menor capacidad
para imponer límites al capital internacional móvil
y a las demandas por la integración forzosa. Se impone la
ley del más fuerte, del más organizado, de aquellos
países que tienen mejores posibilidades financieras y que
cuentan con los adelantos tecnológicos. Así, los
países periféricos se asocian con miembros de la
red transnacional.

En América
Latina

El Estado complaciente, no intervencionista,
típico de las naciones pobres, genera una
concentración del poder económico y de la riqueza
en torno a los grupos dominantes. Estas deficiencias se reflejan
en el crecimiento continuo del desempleo y la
pauperización de la mayoría de la sociedad.
Latinoamérica vivió en los años 80 la
década perdida. La mayoría de los países
comenzó a salir de dictaduras, que no sólo dejaron
miles de muertos y desaparecidos, sino que también
entregaron economías arruinadas. El neoliberalismo se
impuso en la casi totalidad de los países de la
región durante la década del 90. Los efectos de la
aplicación de las teorías neoliberales hicieron
estragos.

La crisis del trabajo, sin un Estado protector, una gran
masa de trabajadores fue lenta e inexorablemente empujada hacia
la marginación.

Las desigualdades
en la globalización

La transformación del mapa geopolítico
mundial, a partir de la desaparición del bloque
soviético, impulsó una nueva era caracterizada por
una feroz competencia entre los grandes bloques comerciales, para
imponer sus condiciones y dominar mercados. La expansión
mundial de las empresas transnacionales ha generado una creciente
monopolización de mercados y un poderío
económico, financiero, comercial y tecnológico, que
jamás se había conocido en el planeta.

La exacerbada competitividad de la nueva guerra
comercial desatada entre las potencias acrecentó las
crisis en los países del tercer mundo. En esta disputa por
mercados y territorios comerciales diversos se fue desplazando la
esencia social de los Estados y sus sistemas económicos,
generando políticas discriminatorias con respecto a
aquellas capas sociales más empobrecidas cultural y
económicamente.

La Tercera
Vía

El fin de la bipolaridad supuso el triunfo de una
teoría (la liberal), y el mundo quedó a merced de
los llamados fundamentalistas del mercado. Mientras éstos
se niegan a admitir, al menos las enormes dificultades generadas
por estas prácticas económicas, desde distintos
sectores comenzaron a postularse alternativas, tibias al
principio, para contrarrestar efectos de las políticas de
mercado. Entre propuestas, sobresalió sin duda impulsada
por un sociólogo que encontró apoyo en su
país de origen, Inglaterra, y tuvo la posibilidad de
probarse, rápidamente, en la acción de Gobierno. Se
trata de la Tercera Vía. La búsqueda de una
alternativa superadora de la disputa entre los dos grandes
bloques siempre fue una aspiración de los Estados
europeos.

Esta búsqueda, con otros ingredientes,
también se dio en los países en desarrollo, cuya
adhesión a uno u otro bloque los dejaba siempre a merced
de una potencia.

Tras el nacimiento de dos bloques ideológicos, un
grupo de países conformó lo que aspiraba a ser un
tercer bloque que no se sentía representado por los
Estados Unidos y sus aliados, ni por la URSS. Así
nació la Organización de Países no
Alineados, a instancias de los líderes Gamal Abdal NAsser
(Egipto), Achmed Sukarno(Indonesia) y Josip Broz -Tito-. Su
primer reunión, concurrieron 28 países, se
realizó en Blegrado 1961.

En Argentina, la década del 40, Juan Perón
habló de una "tercera posición" para marcar una
política alejada de los postulados capitalistas y
comunistas. "Ni yanquis ni marxistas: peronistas". El presidente
argentino centró su búsqueda en una
participación activad el Estado con una
industrialización óptima, la inclusión en el
mercado laboral de los sectores más pobres de la sociedad,
la nacionalización de empresas hasta entonces en manos
extranjeras, la incorporación de la mujer a la vida
ciudadana, a través del voto, y el respaldo estatal a
políticas de ayuda social.

En 1968 la URSS invadió Checoslovaquia. Esta
experiencia, llamada la Primavera de Praga, intentó
también una profunda reforma de la economía y la
vida social, que fue juzgada por la URSS como intolerable. Este
hecho generó un debate interno en todos los partidos
comunistas del mundo, que comenzaron a cuestionar la
política del Kremlin.

En los países europeos (Italia, Francia y
España) los partidos comunistas comenzaron a alejarse de
las directivas ideológicas impuestas por la URSS. Esta
línea fue denominada "eurocomunismo" y generó una
nueva relación entre agrupaciones de izquierda. Se
caracterizó por el abandono de los postulados marxistas de
"dictadura del proletariado" y "partido único". El
objetivo era la adaptación de los partidos comunistas del
mundo desarrollado al nuevo orden mundial del capitalismo. Estos
cambios alteraron la estrategia del comunismo, pero
también incidieron, a largo plazo, en los partidos
socialdemócratas.

El caso
inglés

En 1979, el Partido Conservador, liderado por Margaret
Thahcher, derrotó al laborismo y lo sumergió en un
profundo debate interno que duró varios
años.

Recién en la década de 1990, como
reacción a los 18 años de gobierno conservador,
comenzó a gestarse dentro del partido laborista
inglés una profunda transformación
ideológica. Las ideas de una postura diferente al
neoliberalismo y la izquierda tradicional comenzaron a plasmarse
en una nueva teoría política.

Tony Blair, abogado de 43años, accedió al
gobierno con el lema "economía de mercado" con conciencia
social, postulado que encierra la base de un nuevo concepto
político. El artífice de este cambio fue el
sociólogo Anthony Giddens, quien logró que varios
líderes mundiales participaran del debate sobre una nueva
forma de encausar las decisiones gubernamentales. Hasta el
presidente Clinton (eeuu) adhirió a las premisas de lo
que, a partir de ese momento, se dio en llamar la TERCERA
VÍA.

Entre la
izquierda y la derecha

Creador de una teoría política que
desató polémicas en el mundo de fin de siglo,
Giddens, pronosticó la muerte inminente del socialismo y
el neoliberalismo. Su propuesta es un intento por superar los dos
sistemas imperfectos que han regido los destinos de las naciones
durante los últimos 100 años.

Según su precepción, no hay más
lugar para la teoría de la administración de la
economía en la que se basó el socialismo, ni
espacio posible para el fundamentalismo de mercado, esgrimido por
los neoliberales. La idea central de la propuesta es la
modificación de la socialdemocracia, o visto desde otro
punto, la reestructuración o modernización de los
postulados de izquierda. Si bien Giddens reconoce que en la
actualidad no existe una alternativa a la economía de
mercado, predice que , de no superar los errores del capitalismo,
se caerá en el caos.

Los gobiernos deben fomentar inversiones a favor de la
gente. La búsqueda debe estar centrada en brindar al
individuo las posibilidades de obtener una realidad decente y
humana que le permita desarrollarse honestamente en la vida.
Avala la necesidad de una economía competitiva, ya que, de
lo contrario, la sociedad se quebraría y sería
incapaz de funcionar en forma efectiva.

Asegura que la Tercera Vía se ubica del lado de
la Izquierda, porque implica un compromiso mucho mayor hacia la
igualdad que el que tiene el pensamiento de derecha. Del mismo
modo, propicia un rol más activo del gobierno y de los
partidos que lo sustentan, para alcanzar los objetivos
políticos.

La globalización no es un simple mercado global,
sino que implica la reestructuración de las instituciones
y la consiguiente transformación de la sociedad. Este
fenómeno puede afectar hasta la soberanía de las
naciones, ya que algunos países perdieron capacidad de
decisión frente al nuevo mercado global. SI bien
está más cerca a la socialdemocracia que a los
postulados del libre mercado, considera que la
globalización es una posibilidad para crear un mundo
cosmopolita donde se interrelacionen los países y las
naciones. La duda o el problema pendiente que plantea, es la
manera en que cada país se incorpora a ese proceso. Juzga
caducos los discursos de la izquierda y la derecha
clásicas. La posición principal de la Tercera
Vía es marcar claramente que el fracaso del denominado
"socialismo real", con un estatismo exagerado y autoritario, no
implica el triunfo de la economía de mercado, tal como es
aplicada en la actualidad, cuando predomina una tendencia a la
monopolización de los mercados, y la riqueza está
acotada a un pequeño grupo dentro de la sociedad. El mito
del libre mercado creó falsas expectativas. El mito,
elevado a la categoría de dogma, prometía una nueva
panacea capaz de resolver las graves dificultades y
contradicciones del sistema. Por eso la Tercera Vía
pretende modernizar la "antigua izquierda", mejorando las
imperfecciones del socialismo y el capitalismo.

OBJETIVOS Y
PROPÓSITOS

Está centrado en redefinir los valores de la
izquierda frente a un mundo cambiante y necesitado de humanismo
en sus políticas. Busca una sociedad que tenga un alto
grado de solidaridad y tienda al igualitarismo, que proteja a la
gente vulnerable y suprima las injusticias. La propuesta es que
las potencias acuerden entre sí medidas coordinadas con un
sentido solidario y además busquen la armonización
de las políticas económicas con las naciones del
tercer mundo.

El desafío radica en desterrar los graves
problemas de la pobreza y la escasez de empleo, favorecer la
educación, mejorar el medio ambiente y proveer de salud a
toda la población. Sólo se podrán lograr
mediante el esfuerzo colectivo de las potencias. La
política neoliberal establece un sistema que manipula y
controla los capitales y se caracteriza por discriminar el nivel
de ingresos de acuerdo a las pertenencias sociales. De esta
manera, se da espacio a la vigencia de una "darwinismo social"
(entendido como "supervivencia del más apto").

Según Giddens, la capacidad de adaptación
no tiene que ver con una aptitud personal, sino con la
posibilidad de acceder a las oportunidades, situación que
está condicionada desde el nacimiento en función de
la clase a la que se pertenece.

Este contexto da lugar a un entramado social de
desigualdades. Es por eso que el Estado debe estar alerta para
educar y entrenar a los ciudadanos, y tender a una sociedad que
esté preparada para afrontar situaciones de cambio. La
Tercera Vía apunta a una reestructuración de las
instituciones básicas de la sociedad dentro de un marco
complejo como es la globalización, caracterizada por la
expansión del mercado global, el crecimiento de mercados
financieros que vulneran las fronteras nacionales y la
revolución de las comunicaciones. La nueva izquierda no se
ubica a favor o en contra, sino que llama a debatir los puntos
negativos para mejorarlos, y los positivos para
sostenerlos.

El Estado social
inversor

Admite que éste no da demasiado espacio a la
libertad personal, fomenta la burocracia y tiende a ofrecer
prestaciones poco contraladas. Pero Giddens marca los defectos no
como una motivación para desmantelar el sistema, sino para
mejorarlo mediante cambios positivos. En reemplazo del ya
superado Estado de Bienestar, la Tercera Vía propone
redefinir el término igualdad. No sólo lo limita al
salario, sino a la posibilidad de acceder a la educación
permanente, la capacitación laboral y los derechos
sociales.

Quienes nacen son posibilidades están condenados
a la exclusión. Al estar sumidos en la miseria, la
autoestima disminuye y la realidad los deja sin capacidad de
reacción. La igualdad es entendida como "inclusión"
en la sociedad, donde los ciudadanos pueden satisfacer sus
necesidades básicas y aspirar a una mejora en su calidad
de vida. Por el contrario, la desigualdad está asociada a
la Exclusión que sufre el individuo cuando no alcanza
alguno beneficios fundamentales para el desarrollo
personal.

OTRAS ACCIONES
URGENTES

Pobreza: Luchar contra la pobreza requiere una
inyección de recursos económicos, pero enfocados a
apoyar la iniciativa de cada comunidad junto al denominado sector
terciario, integrado por ONG, que actúan en conjunto con
el Estado y las empresas para producir bienes y servicios. Los
proyectos comunitarios permiten solucionar problemas que
enfrentan a individuos y familias, incluyendo la calidad del
trabajo, la atención sanitaria e infantil, el transporte y
la educación, entre otros aspectos.

Participación ciudadana: Esta teoría
propugna el incremento de la participación de los
empresarios en las acciones sociales. Promueve la
asociación del Gobierno con las entidades sociales. Lo que
Giddens llama " renovación de la sociedad civil ", se
logra mediante el aprovechamiento de la iniciativa social, la
colaboración del sector terciario, la protección
del sector público, la prevención comunitaria del
crimen y la valoración de la familia
democrática.

El capitalismo, según Giddens, defendió
siempre la meritocracia contenida en una supuesta igualdad de
oportunidades, pero sujeta a las posibilidades del individuo.
Productividad, desempeño y eficiencia son las variables
usadas para medir los méritos.

El resultado es un gran desorden en los estratos
sociales puesto que, en una comunidad que se rige bajo la
relación mérito-resultado, sólo una
pequeña elite goza de los beneficios.

Asistencia Sanitaria y previsional: La atención
de los niños y de la tercera edad, las áreas
más débiles de la sociedad, deben ser las
prioridades de un Estado renovado.

Se debería avanzar hacia la abolición de
la edad fija de la jubilación, eliminando la idea de que
la gente mayor es un problema.

Una innovadora medida es dejar sin efecto el aporte
obligatorio de las cuotas para la jubilación. De esta
manera, cualquier trabajador dejaría de trabajar cuando
sus fondos acumulados se lo permitieran y no dependería de
un sistema deficiente como el actual.

Dentro de la sociedad positiva, La tercera Vía
propone un sistema en el cual los ancianos no sean excluidos,
sino que se los jerarquice como elementos educadores de los
más jóvenes.

Educación: La sociedad tiene el derecho a acceder
al conocimiento y a una formación educativa dirigida a
todos los estratos sociales. La inversión del Estado en la
Educación de los ciudadanos debe prolongarse durante toda
su vida, desarrollando programas que comiencen en los primeros
años de vida y continúen en la edad
adulta.

Trabajo: El capitalismo desarrolló el trabajo en
términos de competencia despiadada, generando situaciones
de explotación infrahumana. Por eso la Tercera Vía
propugna que los gobiernos deberían impulsar
políticas para que el lugar de trabajo sea compatible con
la unión familiar.

Con esta idea, propone crear nuevos ambientes laborales
en los que no se excluya la relación con el grupo de
pertenencia primario del empleado. Esto permite una
competitividad óptima, porque ese individuo está
contenido y no alejado de sus sentimientos, lo que lo induce a
desempeñarse de una manera eficaz. La atención
focalizada en las pequeñas y medianas empresas estimula su
crecimiento y fortalecimiento, y las hace eficaces generadoras de
trabajo y emprendimientos personales y grupales.

La preservación de la Ecología: la
preservación de la ecología, del medio ambiente es
una preocupación central de la Tercera Vía, que
equipara el problema de la contaminación y la calidad de
vida a las dificultades para solucionar la falta de
trabajo.

La sociedad
moderna y el Estado reformado

Para Giddens, lo ideal es crear una red de
contención que controle las situaciones sociales injustas
traducidas en un aumento de la brecha entre ricos y pobres, y una
creciente marginalidad. Esa red ayudaría a cambiar una
sociedad sin solidaridad y temerosa ante la inseguridad, por otra
donde renazcan los valores sociales. Existe una fractura en los
dos extremos de la sociedad. Los más necesitados sienten
la imposibilidad de acceder a las oportunidades, y quedan
postergados en la marginalidad y la delincuencia. En esa
situación, están a merced del clientelismo
político y sus prebendas, a partir de las cuales crean
artificialmente puestos de trabajo mal remunerados y a cambio de
tareas proselitistas que sólo los llevan a seguir en la
mendicidad, y perpetúan un sistema de corrupción e
injusticias.

Partes: 1, 2

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