Los datos de la PANSS síntomas positivos no se
modificaron (Tabla 4). Sin embargo es importante recalcar que uno
de los pacientes comenzó con la sintomatología
paranoide previa. Dicho paciente, que tuvo que abandonar el
estudio, había sido diagnosticado como esquizofrenia
paranoide, pero se encontraba defectuado. Evidentemente, conviene
recordar este hecho, es decir, que puede devolver al paciente su
enfermedad, y aconsejar el uso dosificado, no solo de
aripiprazol, sino del resto de los
psicofármacos.
Con los síntomas negativos (PANSS síntomas
negativos, Tabla Nº 5) ocurrió que tuvieron una
mejoría significativa a las 10 semanas, pero en forma
leve, por lo observado en las comparaciones 2, 3 y 4 (Grupo 1 vs.
Grupo 3, Grupo 4 y Grupo 5) p= <0,01. Pero a las 20 semanas la
mejoría era evidente (p= <0,05), por lo que se observa
en la comparación 7 (Grupo 2 vs. Grupo7).
Fundamentalmente, hubo un aumento significativo a nivel de la
empatía, a medida que disminuía la
retracción emocional. Se observaba que el paciente
quería conversar, tenía la iniciativa y
podía mantener una conversación, siguiendo el hilo
de la misma. Con esto, sobrevino la disminución de los
pensamientos estereotipados.
En la escala CGI, y sus subescalas, tiene mucho valor el
aspecto subjetivo del evaluador, sin embargo vamos a tratar de
analizar los datos obtenidos por los diferentes investigadores
(Tablas Nº 6 y 7, CGI-G y CGI-I, respectivamente). Como era
de esperarse, la mejoría total no se logró:
compárese, en la Tabla 7, la persistencia
estadísticamente significativa, aunque leve, de la
severidad de los síntomas, durante las 20 semanas de
estudio. Pero hubo un aumento en la CGI-G a las 10 semanas, y se
mantuvo en relación a una evolución favorable de la
enfermedad. Ya se advirtió de lo subjetivo de esta escala,
por lo que debería de tenerse en cuenta los resultados de
las otras escalas, que tiene más peso en cuanto a
objetividad.
En los gráficos puede observarse las variaciones
de p y de tObs de las diferentes escalas y sus
fluctuaciones.
Obsérvese en el Gráfico 2 como la p de QLS
aumenta con la p de la PANSS síntomas negativos, indicando
una mejoría en la primera a medida que disminuyen los
síntomas negativos.
Mientras tanto, en el Gráfico 1, las
gráficas se invierten y se observa claramente como con un
aumento negativo de la QLS (que se interpreta como positivo) se
acompaña de aumentos positivos de la PANSS total, PANSS
psicopatología general y PANSS síntomas negativos
(que se interpreta como negativo), fuertemente observados entre
la semana 12 y la semana 20.
En el resto de los gráficos (3, 4, 5 y 6), puede
verse la variación de la escala CGI, y su subescalas, en
comparación con la QLS y la PANSSsn. Aquí se
observa mejoría global con disminución de la
severidad de la enfermedad, a medida que aumenta la calidad de
vida y disminuyen los síntomas negativos. Sin embargo, es
conveniente recordar que los pacientes nunca fueron curados,
aunque si mejoró su evolución.
PARTE 3
Conclusiones
Se ha podido observar que aripiprazol tiene la capacidad
de disminuir la psicopatología negativa o defectual de los
pacientes que participaron del estudio, los cuales tenían,
en su mayoría, el diagnóstico de esquizofrenia
residual o apática (no contemplada como tal en el DSM-IV).
También se vio que aumenta la calidad de vida de los
mismos.
El síntoma que más varió
particularmente dentro de la subescala PANSS síntomas
negativos fue la empatía, lo que permitió que la
QLS aumentara en las semanas posteriores.
Al aumentar la empatía del paciente, éste
podía relacionarse con sus semejantes y expresar
corporalmente sus emociones, y esto repercutía en el
aumento de las subescalas de la QLS como el contacto con miembros
de la familia, amigos, recreaciones y la búsqueda de
trabajo, principalmente, y en la disminución de la
subescala PANSSsn. Sin embargo, persistió la falta de
propositividad vital, que quizá hubiera mejorado si el
estudio hubiese sido más largo.
Como ya se dijo, los síntomas negativos
serían debidos a alteraciones de los sistemas
dopaminérgicos y serotoninérgicos
cortico-subcoticales encargados de generar y modular los valores
preventivos. Y se puede pensar, a partir de los datos obtenidos
en esta monografía, que aripiprazol sería eficaz
para mejorar la funcionalidad de dichos sistemas y mejorar la
sintomatología negativa, fundamental-mente
afectiva.
Así, aripiprazol modula los receptores
dopaminérgico y serotoninérgicos, de manera tal de
que los sistemas comiencen a funcionar o funcionen adecuadamente,
dependiendo de la forma de esquizofrenia de la que se trate y de
la condición en términos de concentración de
la dopamina y la serotonina preexistente.
Entonces, la forma apática de la esquizofrenia,
tendría como base fisiopatológica una
hipodopaminérgia asociada o a una
hiperserotoninérgia, o a una sobre expresión de
receptores serotoninérgicos (5-HT2) o
dopaminérgicos (D2), o a una escasa síntesis y
liberación de dopamina en los sistemas y circuitos que
generan y modulan las conductas pragmáticas. El
fármaco estabilizaría el sistema en un adecuado
funcionamiento al mejorar la condición en la que se
encontrarían dichos sistemas de acuerdo a las bases
fisiopatológicas mencionada.
En teoría, si en el núcleo accumbens
sucede que la activación excesiva del receptor D2
postsináptico por hipodopaminergia no permite su adecuado
funcionamiento (esto es, generar engramas nuevos o mantener los
preexistentes), aripiprazol generaría un antagonismo de
aquellos, permitiendo la liberación del núcleo, ya
que la dopamina existente debería de activar los
receptores D1 libres y, además, el fármaco
activaría los receptores D1 por su actividad agonista
parcial. El antagonismo 5-HT2A y en agonismo 5-HT1A haría
que se dispusiera de más dopamina para asegurar el mejor
funcionamiento del núcleo
También se observó que puede inducir
delirios o estados maniformes y esto sería explicado
porque en los estados defectuales se ha llegado a tal
psicopatología por los fármacos que producen
disminución de la actividad dopaminérgica, entonces
aripiprazol desestabilizaría al sistema, pues
produciría hiperdopaminergia donde se necesita
hipodopaminergia.
Sin embargo, se necesitarían más estudios
para la confirmación de estos hechos.
PARTE 4
Apéndice
1) Estructura molecular del aripiprazol:
2) Tablas del ensayo clínico:
Tabla Nº 1:
N=6 | Comp.1 (G1 vs. G2) | Comp.2 (G1 vs. G3) | Comp3 (G1 vs. G4) | Comp.4 (G1 vs. G5) | Comp.5 (G2 vs. G3) | Comp.6 (G2 vs. G4) | Comp.7 (G2 vs. G5) | Comp.8 (G3 vs. G4) | Comp.9 (G3 vs. G5) | Comp.10 (G4 vs. G5) |
Valor de tObs. | 2.27 | 3.06 | 3.41 | 4.16 | 1.11 | 1.67 | 2.32 | 0.6 | 1.15 | 0.48 |
P= | <0.05 | <0,05 | <0,01 | <0,01 | n.s. | n.s | <0,05 | n.s. | n.s | n.s |
Tabla Nº 2:
N=6 | Comp.1 (G1 vs. G2) | Comp.2 (G1 vs. G3) | Comp3 (G1 vs. G4) | Comp.4 (G1 vs. G5) | Comp.5 (G2 vs. G3) | Comp.6 (G2 vs. G4) | Comp.7 (G2 vs. G5) | Comp.8 (G3 vs. G4) | Comp.9 (G3 vs. G5) | Comp.10 (G4 vs. G5) |
Valor de tObs. | -1,01 | -2.27 | -3.36 | -3.95 | -1.35 | -2.47 | -3.11 | -1 | -1.64 | -0,71 |
P= | n.s | <0,05 | <0,01 | <0,01 | n.s. | <0,05 | <0,05 | n.s. | n.s | n.s |
Tabla Nº 3:
N=6 | Comp.1 (G1 vs. G2) | Comp.2 (G1 vs. G3) | Comp3 (G1 vs. G4) | Comp.4 (G1 vs. G5) | Comp.5 (G2 vs. G3) | Comp.6 (G2 vs. G4) | Comp.7 (G2 vs. G5) | Comp.8 (G3 vs. G4) | Comp.9 (G3 vs. G5) | Comp.10 (G4 vs. G5) |
Valor de tObs. | 2.15 | 2.43 | 3.05 | 3.76 | 0.64 | 1.42 | 2.08 | 0.75 | 1.29 | 0,47 |
P= | n.s | <0,05 | <0,05 | <0,01 | n.s. | n.s. | n.s. | n.s. | n.s | n.s |
Tabla Nº 4:
N=6 | Comp.1 (G1 vs. G2) | Comp.2 (G1 vs. G3) | Comp3 (G1 vs. G4) | Comp.4 (G1 vs. G5) | Comp.5 (G2 vs. G3) | Comp.6 (G2 vs. G4) | Comp.7 (G2 vs. G5) | Comp.8 (G3 vs. G4) | Comp.9 (G3 vs. G5) | Comp.10 (G4 vs. G5) |
Valor de tObs. | 0.66 | 1.58 | 1.76 | 2.06 | 1.04 | 1.26 | 1.62 | 0.23 | 0.67 | 0.45 |
P= | n.s | n.s | n.s | n.s | n.s. | n.s. | n.s. | n.s. | n.s | n.s |
Tabla Nº 5:
N=6 | Comp.1 (G1 vs. G2) | Comp.2 (G1 vs. G3) | Comp3 (G1 vs. G4) | Comp.4 (G1 vs. G5) | Comp.5 (G2 vs. G3) | Comp.6 (G2 vs. G4) | Comp.7 (G2 vs. G5) | Comp.8 (G3 vs. G4) | Comp.9 (G3 vs. G5) | Comp.10 (G4 vs. G5) |
Valor de tObs. | 1.97 | 3.42 | 3.46 | 2.52 | 1.53 | 1.82 | 4.2 | 0.47 | 1.13 | 0.59 |
P= | n.s | <0,01 | <0,01 | n.s | n.s. | n.s. | <0,05 | n.s. | n.s | n.s |
Tabla Nº 6:
N=6 | Comp.1 (G1 vs. G2) | Comp.2 (G1 vs. G3) | Comp3 (G1 vs. G4) | Comp.4 (G1 vs. G5) | Comp.5 (G2 vs. G3) | Comp.6 (G2 vs. G4) | Comp.7 (G2 vs. G5) | Comp.8 (G3 vs. G4) | Comp.9 (G3 vs. G5) | Comp.10 (G4 vs. G5) |
Valor de tObs. | 1.19 | 2.58 | 3.98 | 3.98 | 1.35 | 3 | 3 | 2.71 | 2.71 | 0 |
P= | n.s | <0,05 | <0,01 | <0.01 | n.s. | <0.05 | <0,05 | <0,05 | <0,05 | n.s |
Tabla Nº 7:
N=6 | Comp.1 (G1 vs. G2) | Comp.2 (G1 vs. G3) | Comp3 (G1 vs. G4) | Comp.4 (G1 vs. G5) | Comp.5 (G2 vs. G3) | Comp.6 (G2 vs. G4) | Comp.7 (G2 vs. G5) | Comp.8 (G3 vs. G4) | Comp.9 (G3 vs. G5) | Comp.10 (G4 vs. G5) |
Valor de tObs. | -7.89 | -7.89 | -10 | -5.22 | 0 | -0.32 | 0.49 | -032 | 0.49 | 0.79 |
P= | <0.01 | <0,01 | <0,01 | <0.01 | n.s. | n.s. | n.s | n.s. | n.s | n.s |
2) Gráficos del ensayo
clínico:
PARTE 5
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Autor:
Immerso, Juan Pablo.
Mendoza, junio de 2008.
Carrera de Médico Especialista en
Psiquiatría.
Facultad de Ciencias Médicas.
Universidad Nacional de Cuyo.
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