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Comportamiento del Sangramiento digestivo alto




Enviado por Horacio Mederos



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Materiales y métodos
  4. Resultados y
    discusión
  5. Conclusiones
  6. Recomendaciones
  7. Referencias
    Bibliográficas

Resumen

El sangramiento digestivo alto es un problema de salud
de elevada frecuencia en todo el mundo y causa mayor de
morbimortalidad en todos los grupos poblacionales. Con el
objetivo de caracterizar la morbimortalidad por sangrado
digestivo alto en el Hospital general docente "Iluminado
Rodríguez" de Jagüey Grande, se realizó un
estudio descriptivo de corte transversal y prospectivo con todos
los pacientes que acudieron al servicio de cirugía general
del referido hospital general en el período comprendido de
enero de 2010 a enero de 2011. Se obtuvo como resultado que los
sangramiento predominan en edades avanzadas de la vida y sexo
masculino; los antiinflamatorios y la longevidad fueron los
principales factores de riesgo. La hemorragia digestiva leve y la
melena fueron la forma de presentación más
relevante y la gastritis erosiva fue la causa de sangramiento
digestivo alto más frecuente.

Palabras claves: Sangramiento digestivo alto,
melena, hematemesis

ABSTRACT:

The upper digestive bleed is a highly frequent problem
worldwide and a major cause of morbimortality in all population
groups. In order to characterize morbimortality caused by upper
digestive bleed at the general teaching hospital "Iluminado
Rodríguez" in Jagüey Grande, Matanzas, Cuba, a
descriptive transversal and prospective was done with all
patients turning to the surgery service of the above-mentioned
hospital, from January 2010 to January 2011. The results of the
study showed that bleeding is usually most common in old people
of the masculine sex; that anti inflammatory medicines and
longevity were the main risk factors. Mild digestive bleed and
melena were the most relevant expression and erosive gastritis
was the most frequent upper bleeding cause.

KEY WORDS: Upper digestive bleed;
hematemesis; melena.

Introducción

El sangramiento digestivo alto (SDA) puede definirse
como toda pérdida hemática de cuantía
suficiente como para producir hematemesis o melena cuyo origen se
encuentra entre el esfínter esofágico superior y el
ángulo de Treitz, además de las que producidas en
un órgano vecino vierten su contenido al tracto digestivo
por conductos naturales (árbol biliopancréatico) o
patológicos (fístulas espontáneas,
traumáticas o quirúrgicas) o en el tramo limitado
por los dos puntos referidos (1).

Existen reseñas históricas de hemorragia
gastrointestinal por más de 5000 años. Las
descripciones más tempranas datan de los antiguos
manuscritos chinos alrededor de 3000 años a.c., donde fue
dibujada la anatomía del estómago y fueron
identificados 48 sitios de acupuntura para permitir al
médico instituir una terapia (2).

Además fueron descubiertos registros en Egipto
1500 años a.c. que incluían una descripción
de secreción sanguínea. Dichos registros sugieren
que tanto la úlcera péptica y las complicaciones
hemorrágicas de sangrado existieron en ese tiempo. Las
palabras médicas de Hipócrates demuestran que las
complicaciones de sangrado de alteraciones de úlcera
péptica fueron conocidas pero la etiología no fue
definida. Esto hace presumir que los griegos creían que el
cuerpo humano no debía ser disecado. La primera
descripción de úlcera gástrica es atribuida
a Diocles en el siglo 4 a.c. (2).

En 1795 P. Bozziani crea un instrumento para visualizar
el interior de las superficies y en 1808 se realiza la primera
gastroscopia en vivo por Kusmaul, quien construyó un
gastroscopio rígido de 43 cm de longitud. Alrededor de
1931 Schindler introdujo el gastroscopio semiflexible y en 1958
Hirschawitz y colaboradores realizaron la primera gastroscopia
flexible (2).

En el siglo XVII comienza la cirugía
gástrica, que en sus inicio fue por cáncer y es en
1881 Billroth crea una técnica que lleva su nombre. La
primera cirugía por úlcera duodenal, aparece en
1893 por Cadivilla. Smithwick y Farmer en Boston, 1946 realizan
la primera Vagotomía troncular más resección
parcial del estómago (3).

El siglo 20 ha mostrado marcados progresos con avanzados
hitos en transfusión sanguínea, cirugía,
radiología y endoscopía. En las últimas dos
décadas se han llevado a cabo revolucionarias
contribuciones en el entendimiento de las causas y
epidemiología de las úlceras, factores predictores
de resultados y utilidades de la terapia endoscópica
(4).

Esta entidad es un problema frecuente en el mundo y es
considerada como causa mayor de morbilidad y mortalidad en todos
los grupos etáreo pero su incidencia es difícil de
determinar a pesar de la gran cantidad de reportes que se
encuentran en la literatura médica (5),(6).

Estudios realizados informan que su incidencia global en
los países occidentales varía de 50 a 150 por cada
100 000 habitantes y representa aproximadamente 50
hospitalizaciones por cada 100 000 pacientes internados, cifra
que no refleja la realidad porque un 50% de las hemorragias se
producen durante la hospitalización (5), (6),
(7).

El 75 – 90% de estos episodios de sangrado es auto
limitado y el 15 – 20% requieren cirugía de
urgencia, la mortalidad quirúrgica es de un 20%. Mientras
el re sangrado es de un 20% a pesar del manejo endoscópico
(7).

En un estudio reciente de Laine, en 445 pacientes
consecutivos que se presentaron con hemorragia digestiva alta
grave, se constataron como causas principales la úlcera
duodenal (27%), la úlcera gástrica (13%), las
varices esofágicas (31%) y el síndrome de Mallory
Weiss (6%). Se debe destacar que en el 7% de los pacientes no se
pudo identificar el sitio de sangrado (8).

En el estudio ASGE (Silversein y colaboradores), se
evaluaron 2097 pacientes con hemorragia digestiva alta mediante
endoscopía. Las causas más frecuentes de sangrado
fueron: gastritis erosiva (29,6%), úlcera duodenal
(22,8%), úlcera gástrica (21,9%), varices
esofágicas (15,4%), esofagitis (12,8%), duodenitis erosiva
(9,1%) y síndrome de Mallory Weiss (8%) (8),
(9).

Actualmente se acepta que el 10% de la población
de todo el planeta tiene o tendrá úlcera
péptica, con diferencias geográficas, por factores
étnicos, económicos o de estrés. La
incidencia actual de úlcera péptica es de
2-3/100.000. Las hospitalizaciones por úlcera
péptica sangrante se han mantenido estables: 30-40/100000.
Siendo el 70% de los pacientes de más de 60 años.
(6), (7), (9).

Las úlceras recurren en el 90%, con predominio de
las duodenales, si se da tratamiento de mantenimiento la
recurrencia baja del 20-25% y casi desaparece al erradicar el
helicobacter Pylori (10), (11).

Hasta aquí, lo antes expuesto constituye una
importante evidencia de la relevancia que tiene el SDA dentro de
las enfermedades más frecuentes en nuestro medio. Por lo
que se hace muy necesaria la profundización en los
conocimientos relacionados con el diagnóstico, manejo y
tratamiento de los pacientes portadores de esta
entidad.

Este trabajo se desarrolla sobre la base de la
solución del siguiente problema científico.
¿Cuál será el comportamiento de la
morbimortalidad por SDA en el

Municipio Jagüey Grande, Matanzas? según el
análisis de las variables fundamentales: edad y sexo,
enfermedades relacionadas con el mismo, sus causas más
frecuentes y las principales tasas de morbimortalidad del SDA?
Concebimos la idea científica a defender y que responde a
nuestro principal objetivo.

Objetivo de la Investigación. Caracterizar
la morbimortalidad por sangrado digestivo alto en el Hospital
general docente "Iluminado Rodríguez" de Jagüey
Grande.

Preguntas Científicas:

  • ¿En qué grupos de edades y sexo se
    presenta con mayor frecuencia el sangramiento digestivo
    alto?

  • ¿Qué factores de riesgo están
    más asociados al sangramiento digestivo alto en estos
    pacientes?

  • ¿Cuáles fueron las principales formas
    de presentación y etiología de la hemorragia
    digestiva alta en el grupo de pacientes
    estudiados?

Materiales y
métodos

Se realizó un estudio descriptivo, de corte
transversal y prospectivo en el servicio de urgencias del
Hospital General Docente "Iluminado Rodríguez" de
Jagüey Grande, Matanzas en el período comprendido de
enero de 2010 a enero de 2011. El universo de estudio estuvo
conformado por todos los pacientes con diagnóstico de
Sangramiento Digestivo Alto atendidos en este centro en el
período mencionado anteriormente. La muestra quedó
constituida por 96 pacientes, se excluyeron un total de 9 casos
por existir dificultades desde el punto de vista de la historia
clínica, como documento oficial que aportará
información confidencial y evidencia real del cuadro
presentado, se excluyeron del estudio a los pacientes con el
diagnóstico de sangrado digestivo alto que en su Historia
clínica no se constató la información
suficiente, para la evaluación del estado
hemodinámico se tuvo en cuenta la siguiente
clasificación (Anexo A). Para el procesamiento de la
información inicialmente se tuvo en cuenta el
consentimiento de todos los pacientes que participaron en nuestro
trabajo teniendo en cuenta principios éticos y la completa
voluntariedad lo que nos permitió obtener la
información, para la cual se aplicó a todos los
pacientes objeto de estudio, una encuesta estructurada que
recogió, además de datos generales, variables
biológicas de interés como: edad, sexo,
antecedentes patológicos personales, causas más
frecuentes de SDA, tratamiento empleado. El procesamiento de la
información se realizó mediante una
Microcomputadora utilizando las aplicaciones Excel y Word 2007
del paquete Microsoft Office sobre sistema operativo Windows XP
Service Pack 3.

Para el manejo de los datos, la información se
resume en forma de tablas donde se utilizaron medidas de
resúmenes para datos cuantitativos, fundamentalmente el
método porcentual.

Resultados y
discusión

TABLA # 1: Pacientes según edad y
sexo.

Monografias.com

Fuente: Planilla de recolección
de datos.

La Hemorragia digestiva alta es una enfermedad que
afecta a ambos sexos y a todos los grupos de edades, pero son
señaladas diferencias en su presentación,
observándose más frecuentemente en el sexo
masculino y aumentando marcadamente su aparición con la
edad.

La tabla No. 1 representa la distribución
de los pacientes estudiados según edad y sexo,
observándose que el mayor número de casos se
encuentran en el intervalo de 60 años y más con una
cifra de 46 enfermos (47,9%), seguido del grupo de 45 – 59
años con 22 casos para el 22,9%, y en ambos casos
representados por el sexo masculino.

Consideramos que estos resultados están
relacionados con la aparición de factores de riesgo
relacionados con los episodios de sangrado, como es la senilidad,
etapa de la vida en que los pacientes adquieren por el efecto
acumulativo de los años toda una serie de padecimientos de
enfermedades crónicas que necesariamente los inducen a
ingerir medicamentos que alteran el mecanismo de defensa del tubo
digestivo y los hacen más vulnerables a padecer esta
enfermedad.

Crespo Acebal, en estudio realizado en una Unidad de
Cuidados Intermedios Quirúrgicos en Ciudad de la Habana,
reportó que el Sangramiento Digestivo Alto ocurrió
por encima de los 55 años en el 71,2 % del total de la
muestra analizada, proporciones muy por encima a la reportada en
este trabajo,

Destacando al respecto que a partir de los 50
años comienzan a aparecer con mayor frecuencia lesiones
pre malignas y malignas del tubo digestivo que son potencialmente
sangrantes y que pueden causar episodios de hemorragia, aunque en
este estudio esta problemática se evidenció en un
escaso porcentaje (12).

Ibáñez, en su estudio reporto que el
número mayor de pacientes corresponde al grupo de 56 a 65
años donde se presentó una frecuencia del 37,61 %;
este hecho concuerda con la literatura consultada donde se expone
que la enfermedad hemorrágica gastrointestinal alta es
más frecuente a partir de los 50 años de edad
debido a una serie de factores agresivos de la mucosa
gastroduodenal que se exacerban a la vez que disminuyen su
acción los factores protectores (13).

Estudios nacionales realizados por Toledo Sotomayor en
poblaciones diferentes del país reportan un predominio del
grupo de edades seniles (mayores de 60 años) con un 48,32%
y lo atribuyen al consumo acentuado de AINES para aliviar los
trastornos degenerativos del sistema osteomioarticular que se
producen en estas edades (14), (15), (16).

Son bien conocidos los factores agresivos de la mucosa
gástrica y duodenal como: acidez, pepsina, AINES,
Helicobacter Pylori, cigarrillo, reflujo duodeno gástrico,
quimioterapia y alcohol, en la medida que actuemos sobre estos
factores de riesgo disminuiremos la incidencia y
prevalecía de la HDA.

TABLA # 2: Pacientes según
factores de riesgo.

FACTORES DE
RIESGO

No

%

Mayor de 60 años

46

47.9

Consumo de AINES

41

42,7

Consumo de ácido acetil
salicílico

36

37,5

Consumo de alcohol

30

31,3

Café

29

30,2

Fuente: Historias
clínicas.

En la tabla No. 2 muestra la distribución
de los pacientes según los factores de riesgo, encontramos
que el 47,9 % corresponde a la edad que constituye un factor de
riesgo de vital importancia explicado anteriormente seguido por
el consumo de AINES y AAS con 42,7% (41) y 37.5 (36)
respectivamente.

La incidencia de gastropatías en usuarios
crónicos de AINES es entre el 15-20%. En estudios de
seguimiento endoscópico 82 pacientes que tomaban 8
tabletas al día, 17% tenían úlcera
gástrica y el 40% tenían erosiones severas.
Mientras que otros sugieren que las úlceras
sintomáticas y de riesgo vital es tan solo del 2-4%. En
1995 en un estudio de 4000 pacientes en Chile que usaron AINES
por 6 meses en el 0.9% se presentaron efectos adversos tales
como: sangrado, perforación u obstrucción (17),
(18), (19).

Estudios recientes han demostrado que el uso de
antiinflamatorios no esteroideos (AINES) se asocia con un aumento
de cuatro veces en el riesgo de sangrado digestivo alto. La
elevación en el riesgo es dosis dependiente, se mantiene
aun después de meses de tratamiento, y desaparece
completamente alrededor de dos meses después de la
suspensión del mismo (20).

El riesgo de sangrado aumenta considerablemente con la
edad y con la severidad de la historia de enfermedad ulcerosa
péptica, siendo algo mayor en hombres que en
mujeres.

Los AINES bloquean las isoenzimas ciclooxigenasa 1
(COX-1) y ciclooxigenasa 2(COX-2). La COX-1 es una isoenzima
constitutiva que produce las pros taglandinas involucradas en la
protección de la mucosa gástrica. La COX-2 es una
isoenzima inducible que produce prostaglandinas inflamatorias.
Las pros taglandinas son cruciales para la protección de
la mucosa gástrica de los efectos del ácido y la
pepsina.

Estimulan la secreción de mucus y bicarbonato,
disminuyen la producción de ácido y aumentan el
flujo sanguíneo local. Al bloquear la COX-1, los AINES
producen lesión mucosa que conduce a la formación
de úlceras pépticas. Los AINES también
producen efectos irritantes locales en la mucosa gástrica
(17), (18), (19).

Estos resultados coinciden con lo reportado por Langman
y colaboradores en estudios realizados obtuvieron 33 casos en su
serie para un 20,4% de pacientes que ingirieron AINES y debutaron
con un SDA (19), (20).

Se ha publicado por Toledo Sotomayor y colaboradores un
gran número de pacientes que refirieron antecedentes de
ingestión de antiinflamatorios no esteroideos y bebidas
alcohólicas en días previos al episodio de
sangrado. Ambos factores de riesgo de la misma forma
constituyeron los más frecuentemente observados en otros
estudios publicados (14), (15).

Lanas y colaboradores señalan que en los
últimos 15 años el uso de fármacos como los
AINES en la profilaxis secundaria de enfermedades vasculares,
enfermedades cardiacas y del SOMA son los responsables en gran
medida de la HDA (21).

Tenias Burillo y colaboradores encontraron que casi la
mitad de los casos (44,9%) estaban asociados al consumo previo de
antiinflamatorios no esteroideos (AINES) (19).

Al hacer referencia al alcoholismo Lucchini plantea su
notable importancia como factor de riesgo en la hemorragia
digestiva alta sobre todo los pacientes portadores de
úlcera péptica, por la gran destrucción de
la barrera citoprotectora y la consecuente erosión de la
mucosa sobre todo a nivel gástrico, trayendo esto consigo
un incremento en la frecuencia de sangrado (22).

En este trabajo aparece como cuarto factor de riesgo de
sangrado el alcohol con un 31,3% de los pacientes estudiados,
esta relación de SDA y alcoholismo, ha sido motivo de
importantes investigaciones en este campo y está
demostrado que el alcoholismo produce gradualmente
hepatopatía crónica, lesión del eje espleno
portal con la consecutiva hipertensión portal, que
determina la aparición de várices
esofágicas, estructuras venosas cuyas paredes están
sometidas a un mayor o menor grado de hipertensión y cuya
ruptura desencadena un cuadro de extrema gravedad (23),
(24).

Ésta importante relación también es
reportada por Basto Valencia y colaboradores que consideran que
este factor de riesgo del SDA está relacionado con el
efecto deletéreo del etanol al producir daño mucoso
asociado a erosiones y hemorragia sub-epitelial con edema
circundante, con leve a moderado incremento de células
inflamatorias, se postula que la injuria se debería a las
propiedades lipofílicas del etanol y/o a la
interrupción de la barrera mucosa gástrica o
daño directo de los pequeños vasos
sanguíneos de la mucosa (25), (26).

Otro hábito arraigado a nuestras costumbres es el
café que en este estudio constituyo el 30,2% de los casos,
inferior al reportado por Codina Cazadora y colaboradores los
cuales señalaron un 46,2% de casos (27).

Acebal plantea que los bebedores de café y otras
infusiones que irritan la mucosa gástrica y duodenal son
propensos a episodios de epigastralgia, acidez y sangrado, pues
la conducta de los bebedores de café es ingerir el
estimulante en momentos de ayuno prolongado en la mayoría
de los casos o después de ingerir otros alimentos. Este
hábito fue también reportado por Balibrea en su
estudio, realizado en México donde demostró que el
hábito tóxico más frecuente fue el
café con 83,33%, (28).

TABLA # 3: Enfermedades asociadas al
sangramiento digestivo alto.

Con enfermedades
asociadas

No

%

Enfermedades del SOMA

24

25,0

Diabetes mellitus

14

14,6

Insuficiencia cardiaca

10

10,4

Insuficiencia renal
crónica

2

2,1

Cirrosis hepática

2

2.1

Enfermedad pulmonar
obstructiva

3

3,1

Neoplasias

1

1.0

Sin enfermedad
asociada

40

41,6

Total

96

100

Fuente: Planilla de recolección
de datos.

Cuando analizamos la (tabla No. 3) encontramos
que el 41,6% de estos pacientes no presenta ninguna enfermedad
asociada, mientras que el 58,4% de los casos tienen enfermedades
asociadas al SDA. Representadas en primer lugar por las
enfermedades del SOMA con 25.0% (24), seguidas por la diabetes
mellitus y la insuficiencia cardiaca con 14 (14,6%), y 10 (10,4%)
pacientes respectivamente. De la misma forma en la
bibliografía internacional consultada, Basto Valencia
encontró una verdadera proporción entre
enfermedades del SOMA y sangrados digestivos, dado por los
motivos anteriormente señalados (26).

La Diabetes mellitus como otras enfermedades
asociadas al SDA, lo que se muestra de forma coincidente con
otros reportes bibliográficos que encontraron
asociación entre ambas enfermedades y el SDA. Cooper y
colaboradores reportan un 15.45% de incidencia asociada, hallazgo
proporcional al reportador por el autor; de la misma forma
Cosconea señala a la insuficiencia cardiaca y otras
cardiopatías entre las enfermedades crónicas que
con mayor frecuencia resultaron asociadas al SDA (25),
(29).

TABLA # 4: Pacientes según
formas de presentación del sangramiento y estado
hemodinámico.

Monografias.com

Fuente: Historias
clínicas.

La hemorragia del tubo digestivo alto suele producir
signos y síntomas clínicos dramáticos que
obligan al paciente a solicitar atención médica. En
estos pacientes el SDA se presentó como evidencia la
tabla No. 4 con mayor frecuencia en forma de melena,
acudiendo por este motivo al facultativo 62 pacientes para un
64,6% del total, encontrándose el 29,2% (28 pacientes) en
el estado hemodinámico I. Mientras que fue seguido por los
pacientes que presentaron hematemesis y melena unidos con 21
pacientes para un 21,9% y existiendo un predominio de los casos
que correspondían al estadio II, atendiendo a su
valoración hemodinámica, representados con 10
pacientes para un 10,4% de este grupo. Este aspecto concuerda con
lo planteado en las series revisadas donde la melena aparece
también en muchos estudios como la forma de
presentación más frecuente, la cual suele advertir
a los pacientes con SDA y se caracteriza por heces de color negro
oscuro, líquidas, alquitranadas y de olor metálico
(27), (30), (31).

Esta forma de presentación, según los
reportes bibliográficos revisados, constituye el motivo de
consulta más frecuente del paciente con SDA. Ahora bien,
debemos hacer la salvedad que la forma de presentación de
la hemorragia va a depender básicamente de dos factores:
el débito de la hemorragia y la localización en el
tracto gastrointestinal de la lesión sangrante, variando
entonces la incidencia de cada forma de presentación de
acuerdo a estos factores y los distintos grupos
etiológicos.

Es por esto que no debemos descartar también
otras formas de presentación como la hematemesis, de hecho
en nuestro estudio 13 pacientes presentaron hematemesis para un
13,5%

La intensidad de la hemorragia puede ser desde masiva
hasta oculta cuya única manifestación puede ser una
anemia ferropénica. Por lo tanto, la clínica que se
genera puede variar desde inestabilidad hemodinámica y
shock hasta ser casi asintomático, la mayoría de
los pacientes que arriban a nuestras instituciones de salud
llegan en un estado leve del episodio de sangramiento y en el
momento de practicar la endoscopia ya no se encuentran sangrando
como se observará a continuación.

Como es posible apreciar, en nuestro estudio
predominaron los pacientes con hemorragia leve grado I

TABLA # 5: Pacientes según
etiología del sangrado.

Etiología

No

%

Gastritis erosiva

41

42.7

Ulcera duodenal

28

29,2

Ulcera gástrica

16

16,7

Várices
esofágicas

2

2,1

Hernia hiatal

1

1,0

Mallory Weiss

2

2.1

Carcinoma ulcerado

1

1,0

Etiología no precisada

5

5,2

Total

96

100

Fuente: Historias
clínicas.

A pesar de que el SDA puede tener muchas causas, la gran
mayoría de episodios de sangrado, se deben a un reducido
tipo de lesiones. En la tabla No. 5 la gastritis erosiva
fue la causa de sangramiento más frecuentemente con 41
casos para un (42.7%) y en particular la úlcera duodenal,
presentándose en 28 pacientes (29,2%), seguido por otros
16 pacientes (16.7%) representando la úlcera
gástrica.

Este hallazgo está totalmente de acuerdo con la
literatura en la cual se plantea que con la aparición de
los inhibidores de la bomba de protones existe una
disminución de la enfermedad ulcero-péptica y sus
complicaciones (32), (33), (34), (35).

Debemos destacar que este hecho no excluye otras causas
de SDA, que aunque en menor proporción, son también
parte importante de la etiología de esta entidad, por el
número de pacientes que afectan, dentro de estas
encontramos las várices esofágicas, hernia hiatal,
síndrome de Mallory Weiss y el carcinoma ulcerado. Estas
enfermedades fueron diagnosticadas también en un
número menor de pacientes en esta serie.

Este resultado se relaciona con otros reportes de la
literatura, en nuestro medio Ortega Hernández y
colaboradores refieren, la gastritis aguda hemorrágica de
tipo medicamentosa fue la causa de sangramiento más
frecuentemente diagnosticada por endoscopia (30%) seguida de la
úlcera duodenal y de la gástrica (36).

Otro estudio revisado sobre el tema corrobora los
resultados del autor, como es la descripción de Toledo
Sotomayor y colaboradores que estudiaron 479 diagnósticos
etiológicos endoscópicos reportando las erosiones
gástricas en un mayor porcentaje (34).

Vázquez Iglesias reporto en su estudio que la
úlcera duodenal fue la causa de sangramiento más
frecuentemente diagnosticada por endoscopia, presentándose
en 80 de los 209 pacientes lo que representa un 38,27%,
observándose que en otros 23 pacientes (11%) ésta
se combinó con úlcera gástrica
(37).

Conclusiones

  • El sangramiento digestivo alto predominó en
    el sexo masculino y en el grupo de pacientes con 60
    años y más.

  • La longevidad e ingestión de AINES
    constituyen los factores de riesgo más importantes en
    estos pacientes.

  • La hemorragia digestiva leve y la melena fueron la
    forma de presentación más relevante y la
    gastritis erosiva fue la causa de sangramiento digestivo alto
    más frecuente.

Recomendaciones

  • Capacitar a los médicos de la atención
    primaria de salud en la promoción, prevención
    así como en el manejo del sangramiento digestivo alto
    en las sala de urgencias de los policlínicos, para
    lograr una disminución de la morbimortalidad por esta
    enfermedad.

  • Optimizar el uso de los AINES en pacientes de riesgo
    para evitar el efecto de estos en la aparición de
    hemorragias digestivas altas.

Anexo A

Para la evaluación del estado hemodinámico
se tuvo en cuenta la siguiente clasificación:

  • G-I: Hb >10g/l: Pérdida del 15% de
    la sangre total, sin repercusión hemodinámica y
    con pérdidas digestivas de + ó –
    400ml.

  • G-II: Hb 7-10g/l: Pérdida del 30% de
    la sangre total, ligera anemia e hipotensión y con
    pérdidas digestivas de +ó-
    600ml-1200ml.

  • G-III: Hb < 7g/l. (reanimación):
    Pérdida de + del 30% de la sangre total, con signos de
    shock y pérdidas digestivas de +ó-
    1200ml-2000ml.

  • G-IV (cirugía inmediata): Paciente en
    shock que al transfundirle 2000ml de sangre no se logra
    estabilizar. La T.A sistólica en 100 y el Hto en 27 en
    un período mínimo de 2 h y máximo de 24
    h.

Referencias
Bibliográficas

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Autor:

Dr. Osmar Vidaillet
Rodríguez,

Dr. Lázaro Báez
López,

Dra Evelyn Cabeza
Machado,

Dra Yurisma Carrasco
Blanco,

Dr. Leandro Sotolongo
Santos,

Dr. José Alberto López
Pena

Enviado por:

Horacio Mederos

Universidad Médica de
Matanzas

Sede Universitaria Municipal de Ciencias
Médicas

"Dr. José F. de Vera
Suárez"

Jagüey Grande

2012

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