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Crónicas subnormales de la marca españa de Angelillo de Uixó. Los cursos para parados



  1. La
    cueva
  2. La
    reunión de los domingos en las casetas de San
    Antonio
  3. Los
    cursos

La
cueva

Una misteriosa cueva de Vall d´Uixo
alberga un oscuro río subterráneo de aguas
tranquilas, calidas y vinosas que discurren dentro de la negra
roca. El pasaje de su curso es surcado por lecticianos gondoleros
que pasean a cebados turistas domingueros. Un grupo formado por
pomposos pijos capitalistas de ideología neo liberal se
encuentra en reunión de negocios entre copas, bistec semi
crudos y risas infantiles. El lugar elegido para la
celebración de un acuerdo empresarial es la cueva
restaurante que hay junto al tranquilo río que no conoce
las olas, ni las tempestades, ni los rayos del sol. Los camareros
de mirada taciturna, febril, cansados de servir a empresarios que
pagan en negro, si pagan, están atentos a lo que pidan los
señores. Aparecen los privilegiados tumbados en
sofás de tapicería de cuero roja. Unas palomas
enamoradas sobrevuelan la cueva en círculo, aterrizando en
las ruinas iberas de la cumbre de la cueva. Un cartel en la
puerta del restaurante pone: Hoy reservado el local, disculpen
las molestias. Los turistas no pueden entrar en la cueva
restaurante. Indiferentes caminan observando lo deteriorado del
poblado ibérico que corona las cuevas. Las ruinas se
yerguen rodeadas de chumberas y paleras donde anida la rata y la
serpiente. Profecitan las murallas derruidas los tiempos vendidos
que se avecinan. El abanico de las alas de las palomas se
extiende y alzan su vuelo sonando a castañuelas. Un
bulevar provinciano construido en los primeros días de la
democracia trata de dar modernidad comercial y capitalista al
paraje. Aparecen grapados al paraje natural comercios cerrados y
abandonados por la crisis. Alguno queda abierto dedicado a la
hostelería salchichera en un lugar
histórico.

Los gatos enroscados duermen en las
oquedades de la colina uxense. Dentro de la cueva restaurante
iluminada con electricidad alcanzan las manos los capitalistas
copas repletas de licores. Risotadas neolíticas cruzan la
cavernosa estancia, y los entremeses amontonados en plateadas
bandejas son cargados con los dedos para devorarlos sin
compasión entre tragos de vino, whisky, ron…. La
mirada de los camareros se vuelven más atrevidas conformen
tienen menos que perder. Contienen las afiladas bandejas en sus
manos cansadas intentando pensar en otra cosa. Quizás en
sus mujeres, quizás en sus hijos, quizás en sus
hipotecas, quizás en una celda si hacen lo que piensan..
Un rayo de muerte cruza brevemente sus mentes, otro atruena con
las horas que marca el reloj. Sus almas se hunden en el lago de
la resignación histórica e imperturbable del que
sirve. Están encerrados juntos, unos y otros. Son humanos
diferentes y enfrentados por la dialéctica de la historia
en una cueva de Vall d´ Uixó. Bajo los focos se
proyecta la sombra andante que persigue a los siervos sobre las
paredes rocosas cuando desfilan cargados con las bandejas desde
la cocina.

La sombra de los empresarios esculpida por
la iluminación en la roca, forma la silueta de un brazo
metiendo con los dedos alimento y vino a sus bocas. Están
en el mismo lugar encerrados: empresarios, funcionarios,
políticos, y obreros. Pero estos últimos no van
hacer nada más que servir. Se escuchan la voces
distorsionados, ebrias, cacofónicas del alcalde, el
director del servef del pueblo, el director de ADL, un director
de la fundación del banco de la CAM, y un par de
empresarios de agencias de formación para desempleados.
Las voces llegan hasta los camareros, testigos de toda la
corrupción del país. Las risas de empresarios,
funcionarios y políticos retumban en la cueva. Llevan dos
horas de reunión festín. El trato estafa cargados a
los fondos europeos queda consumado entre bocado y bocado de
carne, y trago y trago de vino. Luces amarillas colgando de las
estarlagtitas iluminan sus gestos cínicos. Los rostros de
los avispados vividores latinos brillan grasientos de pomadas
contra las arrugas. Sus estómagos orondos se agitan
indigestos dentro de la cueva a intervalos espasmódicos
mientras siguen comiendo y bebiendo sin cesar, aprovechando
cómo cerdos el festín que se les ofrece. No
saldrán de allí hasta que hayan devorado todas las
bandejas y bebido todos los licores. Así lo han
jurado.

-Más bebida, más bebida- da
palmas a un ecuatoriano el Alcalde Lelo Clavell mientras se saca
un paquetito con polvo blanco que corta con la tarjeta de
crédito del Ayuntamiento sobre su carnet de
conducir.

¿Alguien lleva un Boli? Bic?-
pregunta. El grupo consorte totalmente borrachos pasan las manos
por sus trajes de forever young buscando bolis. Sacan plumas
estilográficas de oro con las que firman contratos. Las
dejan sobre la mesa para que el alcalde haga uso pertinente de
ellas.

El Alcalde mareado entre risas
histéricas las arroja al suelo ante la sorpresa de sus
colegas que han actuado de buena fe.

– ¿Pero que mierda me habéis
dado?- les pregunta. La pandilla observa extrañada por el
tono, y el gesto circense del Alcalde con las manos abiertas
pidiendo limosna y de rodillas imitando las esculturas del Cristo
gitano de la Cocaína. Su rostro recuerda un Pocholo de
bajón. Provoca su actuación la hilaridad entre el
grupo. Las estilográficas de oro brillan sobre el negro
suelo de la cueva. Alguna derrama tinta de calamar al romperse
las finas puntas de oro, platino y plata sobre el suelo rocoso y
duro de la cueva.

¿Qué mierdas de bolis
gastáis? Un BIC señores, un puto bic de 30
céntimos es lo que necesito. ¿Es tanto pedir?-
señala la cocaína con pena y ganas. Mira el alcalde
al camarero ecuatoriano que aparece cargado con una bandeja con
chupitos. En el bolsillo de su camisa blanca asoma un
resplandeciente BIC. Le presta también atención a
su enorme cabeza con forma de huevo.

Eh, tu Boli.- le dice al ecuatoriano
cayéndose el alcalde del sofá. Se apoya con una
mano. Escupe babas mezcladas con alcohol que observa confuso,
intentando vislumbrar en el líquido elemento el futuro.
Consigue enderezarse con esfuerzo venciendo el vértigo que
produce el alcohol.

Aplausos de la exhibición
acrobática del alcalde por parte del director del servef.
Levanta su mandíbula cuadrada, y escudriña pasando
revista con sus ojos de merluza revestidos por unas gruesas gafas
de pasta, al uso del funcionario franquista, a los camareros.
Siente el director del servef después de 30 años de
servicio un profundo asco a la clase trabajadora. Se complace del
terror del pequeño ecuatoriano suplicando ante el
alcalde.

-Cabeza huevo, dame tu Boli o te despido-
le amenaza el alcalde admirando la sorprendente cabeza del
engendro.

-Ahorita señor no puedo
dárselo, y por favor señor. No sea huevón,
no me llame cabeza huevo, mi nombre es Willy de Pablos de Todos
los Santos de los Huevos. Este Boli es el único que tengo.
Si se lo entrego me lo descontaran del sueldo el patroncito- le
dice excusándose el pequeño camarero ecuatoriano.
Su aspecto es una mezcla del hombre y el mono, de menos de metro
sesenta de planta, contrasta su pequeño tamaño con
sus anchos hombros que denota de ser de estirpe campesina, y una
geta aplanada cómo los síndrome de down. Tiene la
forma de su cuerpo picasiano de cubo, roto por su cabeza enorme,
que por cuestiones raciales, parece un huevo. Su piel negruzca,
dura, sin apenas grasa, sobresale fina de sus huesos gruesos y
cortos. Observa el pequeño mono ecuatoriano con sus ojos
de cordero el rostro enmascarados del alcalde que se ha
transformado en el un déspota. La pandilla ríe y
corean el mote que le ha dado el alcalde: cabeza huevo, cabeza
huevo, dale el Boli. El alcalde dando tumbos le coge el Boli al
pequeño ecuatoriano que da dos pasos hacia atrás
lanzando un pequeño gruñido semejante al de un
cerdo amazónico. El pequeño no se resiste. El
propietario del local sale a escena tras haberse divertido en la
penumbra de la cocina. Llama al orden al trabajador.

-Willy, dale al caballero el Boli, no te lo
descontare del salario– le dice con suavidad y vehemencia al
siervo que se retira más tranquilo sabiendo que no le
descontarán el Boli del sueldo.

El alcalde hace un guiño afectuoso
al jefe del local, un hombre servil a los poderosos, que gusta de
atenderlos y codearse de ellos, cómo de contratar
empleados emigrante sin papeles a los que les saca todo el jugo
que puede de su trabajo. Sus cabellos laureados de canas denotan
su edad avanzada, y le dan aspecto de patricio romano. Por edad
podía estar jubilado, aunque se niegue a hacerlo,
demostrando a su familia su gusto por los negocios y la
actividad. Su primer restaurante lo monto en la época de
la transición, muy cerca del ayuntamiento buscando el
contacto con los políticos, funcionarios y empresarios.
Intuyó que en la democracia los contactos con corruptos de
los partidos políticos era la clave de la prosperidad. El
alcalde le pasa el brazo amistoso por el cuello. Con
lágrimas en los ojos y sinceridad de borracho le habla
macacanamente.

-Tu si que vales Amancio. Te quiero un
montón. Eres el mejor amigo de los políticos. Tu
local es la hostia, es el mejor local de Vall
d´Uixó. Gente cómo tú es la que
necesitamos para salir de la crisis. Toma un poco de esto conmigo
amiguito mío- señala la cocaína a la que
mira goloso frotándose los dedos y relamiéndose el
patricio Amancio.

España debería ser una
empresa, no un país, brindemos por la gente que propicia
la iniciativa privada- votando cómo un autómata al
que acaban de encender, un empresario que se beneficia gracias a
sus contactos de cursos pagados con dinero publico alza
agradecido a los presentes una jarra de cerveza celebrando el
motivo de la reunión. El monigote de cortas piernas,
flequillo a lo play movil, mediana edad, nivel cultura
ínfimo a la altura de su sentido de la moral, bailotea
moviendo sus gruesas rodillas y brindando. Unas gotas de grasa de
churrasco de ternera le han ensuciado el Jersey polo. Siente
euforia de pensar en sus cuentas bancarias que van a rebosar con
el traspaso de dinero.

El grupo al bello canto por la marca
España brindan mareados, cansado, aburridos, angustiados
sin saber el motivo, e indigestos. Presiente en cierto modo que
acabarán degollados.

El alcalde desmonta el Boli bic, tira el
tapón y el tubito de tinta de dentro. Se queda la carcasa
vacía y de rodillas sobre la mesa esnifa. Pasa el polvo al
resto que aspiran con energía y alegría. Al
instante se tumban sobre los sofás. El director del servef
se quita los zapatos tirándolos a los camareros que
utilizando las bandejas a modo de escudo. Los siervos en el
rincón, bajo los murciélagos que duermen colgados
del techo, quedan a oscuras y en silencio. Observan asqueados y
horrorizados a los señores. El director de la CAM, un
viejo Dandi con gorro de fieltro blanco que disimula la calva de
vejez pega un eructo y llama por el móvil a Mireya, la
monitora de un curso aprobado.

-El lunes que viene empieza el
curso.

Gracias- se escucha agradecida la voz de
una mujer de mediana edad.

El festín acaba con la llegada de
varias taxis que llevan a sus excelencias a sus
villas.

La reunión
de los domingos en las casetas de San Antonio

Bella Mari engalanada de ropa sport de
domingo, muy ajustada y sexy, come despacio como un jilguero,
saborea la paella grano a grano. Sus preciosos labios rojos
brillan sensuales con la grasilla del pollo y del arroz que se ha
quedado en sus benditos labios de los que cualquier humano
desearía alimentarse. El jersey de lana beis permite
observar la forma sugestiva de sus enormes pechos. Su marido come
pausado junto a ella. Satisfecho mete la cuchara rascando el
arroz socarrat y tirando el resto del arroz a un montón
que se acumula en el lado de la paella de su suegro, un jubilado
que devora alegremente lo que le echen. Comen en
compañía de los suegros, los hermanos de ella, y
sus sobrinos. Se encuentran en la caseta dominguera de San
Antonio, donde cómo champiñones brotan sobre
escombros casetas destartaladas, de formas constructivas
rectangulares, cuadrangulares, trapezoidales, pintarrajeadas sus
paredes cómo los rostros de las putas, de mil colores a
cual más estrambótico.

Es domingo de un febrero seco y calido. Las
casetas de San Antonio se pueblan de farandules que comen paella,
guardan trastos viejos en corrales, sótanos, y ven las
carreras de coches en la televisión descansando en manada
familiar. Las casas se ventilan ese día, quedando cierto
aroma rancio a humedad y cerradura semanal. El olor a humo y a
comida perfuma la montaña que se yergue próxima al
pueblo de Vall d´ Uixó. El natural aroma a romero, a
tomillo, ajedrea y a lavanda que verdean rodeadas de maleza en
los bancales circulantes de las casetuchas, es superado por el
pollo, el concejo y las verduras fritas de la paella.

-Estos es vida, nada hay mejor que el
domingo y la paella. Ojala todos los días fuera domingo-
exclama Ramón, el marido de Bella Mari llevándose
el porrón de vino a la boca. Se desabrocha el
cinturón del pantalón.

El resto exclama de igual manera masticando
sin tregua. Los niños corretean por el comedor jugando a
indios y vaqueros.

-Mañana cobrare los atrasos- exclama
Bella Mari, satisfecha por cobrar aunque sea tarde y
mal.

Piensa en ir a druni, piensa en ir al Corte
Ingles y comportarse cómo una pija.

Emiliano, vecino de San Antonio, baja a la
cesetucha de los padres de Bella Mari seguido de su perro
perdiguero que ladra a los perros que están atados en las
diferentes casetas. Adiestrado queda en la puerta de la caseta de
los vecinos en posición de protección, tiene la
planta de un soldado ingles de la guardia de la reina. Emiliano
entra a tomar café. Bella Mari, Ramón,
Tomás, Raquel, Rosarito, Macario… le saludan
familiarmente. Toma asiento cómo todos los domingos.
Emiliano emite una triste queja involuntaria mientras Bella Mari
le entrega una carta que lleva en su bolso.

-Te ha llegado esto del Ayuntamiento-
alargando la mano le entrega el sobre.

¿Qué te han dicho del correo
en San Antonio?

-No van a ponerlo, dicen que somos
población dispersa. Si no te importa sigue
cogiéndolo.

Bella Mario hace un gesto afirmativo y
continua comiendo de forma sexy, abalanza su cuerpo hacia la otra
orilla de la paella y el Jersey se le sube dejando al descubierto
dos dedos de su hermosa carne perfumadas, blanca, y pura de sus
caderas.

Emiliano abre la carta y lee con tristeza
resignada.

El excelentísimo Ayuntamiento de
Vall d´Uixío le obliga cómo receptor de la
renta garantizada para la ciudadanía a la
realización de un curso de inserción laboral
titulado: Aprenda a superar una entrevista de trabajo. El curso
es patrocinado por la CAM y el Ayuntamiento de Vall
d´Uixó y tiene cómo objeto ayudarle en su
inserción laboral. En caso de no realizarlo le será
retirada las ayudas sociales. Atentamente: El alcalde.

-¿Qué pone la carta que haces
tan mala cara?- le pregunta Bella Mari. Ella le mira intrigada
con sus preciosos e intensos ojos pardos de felina hermosa con la
que retozar en la orilla del mar, en un frondoso prado, o un
sucio corral repleto de barro y excrementos. Emiliano, cuyo
rostro se ensombrece trata de disimular la situación. Sus
ojos negros muestran la decepción con el mundo y con
él.

-nada, nada, es sobre un pago del coche que
tengo que hacer- mal disimulando la mentira, con rictus de perro
que ha cometido una falta, Emiliano pasa página a la
vergüenza cursatil, apología del fascismo empresarial
con fines de convencimiento de la clase obrera de que el paro es
culpa suya.

¿Aun tienes el coche?- pregunta el
tío de Bella Mari con una rojiza pata de conejo entre los
dientes que engulle sacando los huesos de la boca.

Si- responde Emiliano mirando la
televisión para no sufrir el dolor que causa la hermosura
virginal e inalcanzable de Bella Mari. Más en su
condición de paria. La mirada que observa de reojo repleta
de pena de ella se clava homicida y violenta en sus
entrañas. Alienta Emiliano en su pensamiento la guerra
civil. Es la única esperanza que pueden albergar los
desesperados. Su pensamiento se interrumpe con las
imágenes del telediario de la 1 anuncian brotes verdes
para España gracias al PP. Unos contertulios culpan a la
baja formación profesional de los obreros del desastre
nacional. En la caja tonta surgen rápidas secuencias de
obreros desarropados en las puertas de los inems. Los periodista
con fines de audiencia y cómicos enfocan a los parados
para que digan su opinión sobre el INEM.

-Nos tienen aquí sin darnos faena.
Que lo vea toda España, soy Juan de Dios ¿donde
está la faena? ¿Donde está el INEM para
colocarnos?- el paria obrero Juan de Dios con gorra de tela nike,
y nariz aguileña de judío, protesta con unos
papeles verdes enrollados en su mano derecha que deben
cuñarle.

-Nos han robado los políticos tanto
a los empresarios cómo a los trabajadores- una
señora gorda con gafas, rulos en el pelo, de cincuenta
años, histéricamente furiosa desahoga su
corazón que lleva un marca pasos pagado con los impuesto
de todos. Su rostro de chucha vieja queda pegado al cristal de la
cámara. El periodista echa dos pasos atrás para
sacar mejor plano de la gorda loca. Los beneméritos
enverdecidos de pensamientos y uniforme, andan con ganas de
jarana, hacen ronda por la calle del inem junto a seguridades
privados con motivación de atar al ganado obrero en una
cuerda y mandarlos al truyo. Esperan que las cámaras se
vayan para acercase a saludar a los parados.

  • ¡Que país, que
    país! La gente no quiere trabajar. El país se
    hunde por culpa de los vagos.- entra sin llamar a la caseta
    un jubilado vecino de San Antonio al que llaman Pedro. Entra
    dando voces de papagayo. Su rostro, arrugado cómo el
    de una pasa, el cuerpo castigado de soles y escarchas, camina
    cojo y encorvado. Su figura, la de un monigote
    estrambótico que da voces repetitivas cómo una
    cacatúa. Un puro en la boca no le impide hablar. Es
    padre de dos parados militante de España 2.000 a los
    que ayuda económicamente, y susceptible a la
    influencia de los contertulios de la 1. Su pensamiento
    político lo exclama en reuniones vecinales, en bares y
    en ocasiones en la soledad de sus paseos. Todo de forma
    obsesiva. Ve venir la guerra y un nuevo caudillo. Encofrador
    de profesión cuando trabajaba ha visto a muchos
    obreros despedirse para cobrar el paro y trabajar en negro.
    Votante del partido popular y nostálgico cómo
    casi todo el mundo de los felices tiempos del caudillo, vive
    con asco la democracia. La puerta de la caseta de los padres
    de Bella Mari queda abierta para que entren a tomar
    café algún vecino más.

  • Cobrar el paro y trabajar en negro, si
    no ¿de que se sostendría el país con
    seis o siete millones de parados?- le responde dándole
    la razón el padre de Bella Mari a Pedro. Gira el
    tapón botella de coñac y le pregunta mirando
    con sus ojos con estrabismo- ¿medicina en el
    café?

  • Cómo siempre. Vale, vale ya-
    detiene Pedro el goteo del coñac que baila sobre el
    café humeante.

  • Me subo a casa- se despide Emiliano con
    el sobre en la mano y angustiado. El pensamiento: de guerra
    civil y juicios sumarísimos a sus vecinos. Un
    adiós dado por Bella Mari es la única respuesta
    que obtiene a su insignificante despedida. Los contertulios
    de la TV dan voces sobre la mentira de la crisis.

  • los bares están llenos a todas
    horas, los supermercados también y todo el mundo
    trabaja en negro, a mi que no me jodan con eso de la crisis y
    la gente que se mata porque les quitan la casa. Que no se
    hubieran metido en tantos pisos- Ramón,
    rascándose el cráneo y con gestos de macaco
    resume la crisis contentado a los contertulios de la primera
    y a Pedro. Todos de acuerdo, tanto periodistas de la TV,
    cómo los vecinos de San Antonio pasan a comentar la
    formula 1. Alonso se ha quedado tercero.

Los
cursos

Cómo pájaros encerrados en
una jaula, en cuarto dedicado al reciclado de obreros sin
formación que cobran ayudas de los servicios sociales, de
los planes estatales cómo el Prepara, asoman los
desempleados su geta disecada sentados y calmados. Trinan sus
penas. Han hecho su nido tras unas mesas y sillas infantiles de
colegio. Se dan ánimos hablando de los cursos que han
hecho y los empleos que han tenido antes de llegar a esa
situación. Cuentan un pasado mejor que no lo
fue.

– ¿Tu hiciste el curso de ingles de
atención al publico, verdad?- pregunta una mujer de negra
cabellera rizada, grandes pechos, mediana edad. Hace movimientos
sexys a un hombre también de mediana edad, canoso, de pelo
engominado que conjunta con su camisa blanca y vaqueros
azules.

-Esa es más zorra que zorra- exclama
al oído de su compañera de pupitre una
señorita a otra de la fila de atrás. Unas
serpentinas bufandas verdes se enroscan en sus cuellos de cisne
putero.

-Yo iba por la tardes al curso
¿sabes? Una mañana fui por la mañana y te
vi. ¿No te acuerdas de mí? Me llamo Loliluz.
¿Y tu?- le pregunta tocándole con la mano la pierna
para calmar la ansiedad sexual y existencial que le recorre el
cuerpo cuando empieza un curso.

-Si, si, me acuerdo de ti- exclama
cómo un imbecil el caballero engominado. Yo me llamo
Rafa.

-No se si me ayudara el curso, yo busco
trabajo de seguridad– quitándose las gafas de sol de pera
un sujeto joven, alto, sentado en la tercera fila. Sobresale su
cresta en el pelo sobre todas las cabezas, brillan sus piercing
en las cejas, y le dan un aire exótico sus tatuajes chinos
en los brazos. Tiene aspecto de no haber trabajado mucho en sus
25 años de existencia. Estrecha fraternalmente la mano a
su vecino de pupitre que sufre depresión
nerviosa.

-¿Solo buscas de seguridad?- le
pregunta con tembleques de piernas y la felicidad que pueda
albergar un depresivo por el gesto amistoso en desuso de un
saludo.

-Yo solo quiero trabajar de seguridad, nada
más me interesa en este mundo, a parte de las mujeres. Me
gustan mucho, son lo mejor de la vida- se vuelve a poner las
gafas de sol mirando a la ninfomana.

Emiliano llega tarde, se sienta discreto en
una esquina. Lanza evasiva la mirada perdida a la ventana. Unas
nubes algodoneras cruzan con forma de cometa los azules cielos.
Les acompañan en formación de triángulo la
silueta alada y esperpéntica de las garzas sobrevolando en
círculos los campanarios.

La monitora aparece con algo de retraso y
causa sorpresa su figura femenina deformada por preñez.
Jadea cansada de subir las escaleras. Tiene el rostro de reptil,
la mirada de fiera sobrecoge a los desempleados. Pasa revista
sobre ellos haciendo un examen psicológico actitudinal a
través de los rostros. Vagos, perdedores, sin iniciativa,
subvencionados, son las cuentas que les salen del test
ocular.

  • Mi nombre es Mireya y soy
    psicóloga- se presenta escribiendo en la pizarra sus
    títulos y el nombre que le impuso sobre la pila
    bautismal el cura.

  • Este curso versa sobre cómo
    hacer una buena entrevista de trabajo, que es la clave de
    tener un trabajo. La gente sin formar, los que no se
    esfuerzan en complacer a quienes pueden darles una
    oportunidad de trabajar, no van a encontrar nunca trabajo.
    Cómo os he dicho, yo soy psicóloga, una mujer
    formada que me hace ser más competitiva que esas
    mujeres que se quedan en casa viviendo de su marido.
    Formación- escribe en la pizarra bajo su titulo de
    psicóloga- En la vida las oportunidades no se pueden
    dejar pasar.

En este curso vamos a dar lo que es una
entrevista de trabajo. En la entrevista lo más importante
es dar impresión de tener un gran interés en la
empresa, demostrar que se es servicial y de confianza. El
empresario debe confiar en sus operarios, y los operarios deben
confiar en el empresario. Unos y otros están atados por un
lazo de lealtad. Lealtad del de arriba con el de abajo, y del de
abajo con el de arriba. Es el ciclo de la naturaleza. Si los
trabajadores colaborarán con la empresa cómo hace
el empresario y dieran el 100 por cien a la empresa cómo
hace el empresario, España no tendría una crisis
económica.- El trabajador sin formar es un lastre- escribe
en la pizarra cambiando el color de la tiza. Hoy lo primero que
haremos será preparar test psicotécnicos, una vez
me hayáis dicho la formación que tenéis. Ir
saliendo uno a uno y diciendo los estudios y títulos que
habéis alcanzado. ¿Imagino que nadie será
licenciado cómo yo, verdad?

Los alumnos parados desfilan explicando con
la mirada en el suelo y desmotivados sus pocos e interesantes
estudios primarios, y sus trabajos penosos de obreros de la
construcción, de amas de casas, y recolectores de frutas
por cuenta ajena.

Satisfecha de sus predicciones, Mirella
exhorta a la obediencia, entrega, sacrificio y lealtad a la
empresa cómo forma de superar su falta de
formación.

-Lo importante es ser sincero y a la vez
complacientes con lo que quieren. Es posible que os hagan test
psicotécnicos en una entrevista de trabajo. La clave del
psicotécnico es hacer test y más test, responder
con sinceridad y complacencia al que manda. Cuanto más se
hagan, mejor. Otra cosa muy importante es que no utilicéis
ni divulguéis vuestra opinión en las redes
sociales. ¿Alguno de vosotros tiene un perfil en una red
social?

-¿Que es una red social Mireya?-
pregunta el depresivo con tembleques e indecisión
cognitiva en el timbre de voz. .

Es Factbook, emails, twenty, son redes de
Internet donde la gente se comunica y expresa sus opiniones que
también los empresario lee. ¡ Cómo debe ser
para asegurarse de a quién contratan ¡- asiente
convencida su efervescente discurso neo liberal adquirido en la
faculta de psicología y perfeccionado con experiencias en
la libre empresa darwinista hispánica- Hoy en día
de un operario se sabe todo, su curriculum, lo que piensa, si
tiene motivación por el trabajo, si es leal y servicial.
Se sabe todo no solo gracias a los test, los roll plays, si no a
Internet. ¿ Sabéis que es un roll play?- pregunta
sin dar tregua a los alumnos.

-No- responden al
unísono.

Se santigua neoliberalmente rezando a la
libre empresa para que le de fuerzas para curar la ignorancia de
sus alumnos de pueblo que han vivido de un estado social
subvencionador que anulaba su iniciativa.

-Ahora mismo haremos un role
play.

Tras el circo del role play termina el
primer día de curso. Los alumnos con sentimientos de
fracaso y culpa salen a la calle. Allí vuelven a
encontrarse consigo mismos. Les es familiar la calle. Es su
habitad acogedor. Ven personas del pueblo que van y vienen, y les
saludan. Estos son cómo yo- se consuelan con ese
pensamiento. La profesora les ha prometido para mañana un
especial de domesticación obrera a través de
vídeos donde les ilustran que ponerse para una entrevista
de trabajo, cómo peinarse, que colonia utilizar,
cómo cruzar las piernas en las sillas, cómo poner
los brazos, comunicación gestual, evitar el sudor de las
manos y la frente que puede resultar molesta al entrevistador,
para después seguir con baterías de test,
psicotécnicos y role plays.

Los alumnos en cuerda van subiendo las
escaleras del primer piso del centro social donde se imparte el
curso. Aterrizan en sus sillas, en el mismo orden del día
anterior.

  • A mi la verdad, que en mis 30
    años de vida laboral, y casi todos en el mismo sitio ,
    en Keraben, jamás me han hecho una entrevista de este
    tipo- confiesa un veterano de 55 años con tripa de
    obrero que ha pasado muchos domingos comiendo paella y
    reposando la semana de trabajos.

  • Yo tampoco he hecho ninguna payasada de
    estas, y me niego a hacerlas, aunque reconozco que
    quizás los tiempos estén cambiando, y a peor.
    Deberíamos volarlo todo por los aires.- confiesa
    melancólico utilizando el fraseo ametrallador
    anarquista Emiliano.

Tarda en llegar Mireya, comenta Loliluz, la
ninfomana de la clase que se ha levantado y se dirige hacia la
ventana. Pese a sus cuarenta años su cuerpo es seductor,
se le marca el tanga a través de unos vaqueros muy
ajustados.

Un anciano engalanado en traje de Dandy
sube las escaleras. Su sombrero blanco habanero conjunta con sus
pantalones de lino. Su rostro desencajado rompe su elegancia. Se
sitúa en el centro de la clase y emite un
anuncio.

-Soy el director de la fundación
CAMP, quiero anunciaros que el curso se interrumpe. Mireya ha
muerto.

EL director pasea la mirada por las caras
de asombro de los alumnos que tienen necesidad de
explicación. Abriendo la boca cómo un tortuga,
escapan de sus diente el silbidos de sus aladas palabras donde
explica lo acontecido ensalzando el heroico comportamiento de
Mireya.

Ayer la difunta Mireya- resbalan dos
lagrimas en su rostro de verde caimán , retira el gorro de
su cráneo calvo- estaba haciendo una selección de
personal para una empresa de camiones, ya que Mireya, que Dios
tenga en gloria, era un ejemplo de trabajadora. Renuncio hasta a
la baja por maternidad, su objetivo era trabajar hasta que
rompiera aguas, en vez de quedarse en casa cómo otras
parturientas. Hacia cursos cómo este para la
fundación, y cómo creyente en la libre empresa,
seleccionaba operarios para empresas privadas por las tarde
noches.

Cómo os he dicho, ayer acudió
llamada por Adecco a que seleccionara camioneros para Seur.
Hicieron un experimento de selección que debía
aportar pruebas de quien era el candidato más valido para
el puesto de trabajo. Contrato a una hermosa prostituta que
vestía muy sexy y debía fingir ser una
entrevistadora. La prostituta debía ponerse delante de la
mesa y hacer posturitas, entre tanto Mireya estaba oculta
detrás de unas cortinas que tenían un
pequeño agujero y veía los movimientos de los
camioneros. Al camionero que se le iban los ojos detrás de
la prostituta lo rechazaban por que puede crear un accidente. Un
hombre que mira a una puta no es de fiar. Imagínense
ustedes que van por la nacional 340 con su coche y su familia
detrás de un camión, y esas señoritas sin
formación, ni educación, que están en el
arcen ofreciéndose, provoca que un camionero se ponga
nervioso y frene. Y ustedes se empotran contra el camión y
mueren, y la mercancía tan importante que transporta para
la empresa se estropea. ¿Comprenden lo importan del
trabajo de Mireya, de la selección del personal? Pero ayer
paso algo incomprensible en estos tiempos. Un camionero sin
formación, un sátiro muy excitado por la
prostituta, en vez de irse por la puerta, se mareo y camino en
dirección a las cortinas pensado Dios sabe que.
Allí descubrió a Mireya con los papeles
evaluativos. Se los agarro y los leyó. El camionero llamo
al resto de entrevistados que estaban en la sala contigua.
Había más de 30 candidatos todavía, algunos
que habían hecho la entrevista esperaban los resultados.
Este les enseño los papeles, y el método de
cómo les seleccionaban. Mireya había anotado junto
a los seleccionados, los que no miraban a la puta, una etiqueta
de homosexuales, OK. Cómo sabrán ustedes el gremio
de marineros y camioneros está lleno de homosexuales. Los
camioneros seleccionados al verse señalados cómo
homosexuales y recibir las burlas de los no seleccionados se lo
tomaron todo muy a mal. Primero violaron a la prostituta, y luego
a Mirella, después la sacaron al patio de la empresa y la
chafaron con una apisonadora. Un horror, un horror.

Angelillo de Uixó.

 

 

Autor:

Ángel Blasco
Giménez

 

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