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Refranes y asociaciones libres (página 3)



Partes: 1, 2, 3

"Hombre precavido jamás fuere
vencido". El hombre "precavido" es una especie de modelo del que,
difícilmente, puede perder la compostura
enojándose. Porque el prever los "asegunes" conlleva, por
planeación previa, alternativas. Si su inteligencia
funciona más o menos bien, con relativa facilidad,
podrá, por su planeación y dicha inteligencia,
tener cierta confianza en: "Sacar al buey de la barranca". Es
decir, puede tener, reforzar y acrecentar su confianza en
sí mismo, de modo que pueda desarrollar cierta seguridad.
Mientras que en el diálogo clínico cabe la
posibilidad de incluir el refrán anterior, éste
puede ser empleado como arenga o un reforzador motivacional:
"Pues ¡órale, a sacar al buey de la
barranca!".

"Hombre jugador y caballo corredor, pierden
muy pronto el honor". Lo opuesto a la planeación es el
albur, apostar a la suerte o a la intuición y esto
último les funciona mejor a las mujeres. Y no está
dicho peyorativamente, es bien cierto cuentan mejor que nosotros
con la inteligencia intuitiva. Para el hombre implica reconocer
una limitación. Cuando un paciente deja entrever a
través de su discurso que no está planeando
debidamente, este refrán refuerza el vínculo y, tal
cual, puede ser el remate de una interpretación formal u
ortodoxa.

Algunos refranes
que abordan la tendencia homosexual

"Hombre, porque lo dijo la partera". Este
refrán tiene todo el corte de la reacción
típica del que está enojado y arremete, entonces,
con la expresión. Sin embargo, alude al hecho de que al
otro, el agredido o confrontado, se le cuestiona "su
hombría", ya sea por su apariencia ya sea por sus modos
que lo delatan. En su momento, a la hora de nacer, pues
traía los atributos que caracterizan al varón y la
"partera" como tal lo anunció.

En alguna ocasión, en un grupo, los
pacientes comentaban que aquí en la Calzada de Tlalpan hay
muchas "sexo-servidoras" que, en realidad, son "sexo-servidores"
vestidos de mujer. Uno de los pacientes se sorprendió y
comento: "Aquí a la vuelta, se pone una chava grandota,
pero tiene pechos". Y otro le dijo "Si güey, pues ese es
puto" y el primero dijo "¿Te cai que es hombre?" y el otro
le respondió "Pues porque lo dijo el ginecólogo".
Una de las chicas que los escuchaba divertida, le dijo a
éste último: "Que se me hace que ti te consta, ya
lo has de haber comprobado". Todos reímos y el aludido le
respondió "Ándale güey, y a mi que se me hace
que te lo demuestro".

Lo interesante para el caso, es que me
pareció que nadie conocía el refrán. Sin
embargo, por intuición casi salió literal.
Sólo cambiaron a la partera por ginecólogo, lo cual
se entiende desde la realidad: por lo menos aquí en la
ciudad, cada vez hay menos parteras.

"El hombre que es maricón, desde su
cuna comienza". Aquí se alude a la controversia de si el
homosexual "nace", cuya intención es la de justificar que
no hay, ni en él ni en los padres, "responsabilidad"
psíquica ni moral, pues supone una disposición
innata u orgánica; o de si el homosexual "se hace", que
implica que es una "desviación". En el
Psicoanálisis todavía se toma como una
perversión, y aún no hay, salvo mejor
opinión, ningún estudio psicoanalítico
formal, con una propuesta diferente o en un sentido opuesto.
Nuevamente, es el modelo kleiniano el que nos permite seguir la
pista hasta las más tempranos formas de
organización mental, para explicar el
fenómeno.

Durante los primeros tres meses de vida y
durante la posición esquizoparanoide, el esfuerzo por
preservar el equilibrio entre introyecciones y proyecciones,
acrecienta la dificultad del bebé para lograr "sentir" que
predominan en su interior, su naciente "mundo interno",
más representaciones del "pecho bueno" que del "malo", lo
cual le resultaría "tranquilizador" y le
permitiría, además, no desarrollar un trastorno
alimentario ante la presencia de ansiedades de
fragmentación y/ o persecutorias que caracterizan esta
etapa. Esto activa, de alguna manera, la información
genética que se refiere a contenidos de la figura paterna,
misma que en el contexto de los objetos parciales, Klein la
propuso como tal, también parcial: la
representación de un pene "bueno", como objeto alternativo
del cual se puede echar mano cuando se ha distorsionado la
representación del pecho dados los ataques
fantasmáticos sobre él y que las ansiedades
persecutorias las provoca el predominio de representaciones de un
"pecho malo" vengativo por devorado y destruido en el proceso.
Situación que, además, se incrementa por las
experiencias displacenteras, frustrantes y dolorosas, algunas
producto del temperamento innato del bebé y otras, como
resultado de situaciones fortuitas. Siendo el bebé un
lactante, las fantasías que se producen y auto-generan
aluden a representaciones de incorporación, por vía
oral, del alimento a través del pene paterno y no de un
pecho retaliativo.

De esta manera, la hipótesis
pretende, además, encontrar el origen del Edipo freudiano.
Lo cual implica que el varón pasa por una fase temprana de
naturaleza homosexual "normal" transitoria, mientras que la
niña puede reorientar su disposición, originalmente
homosexual "normal" y por los senderos de la heterosexualidad.
Así se puede explicar que algunos niños desde muy
pequeños, puedan observar tendencias desviadas. Lo que
ocurrió fue que en el dramático trabajo
intrapsíquico que se debió realizar, importantes
montantes de libido y agresión precariamente organizados,
no pudieron encontrar su cauce normal, por descuidos o
anempatía del medio exterior, lo cual se traduce en fallas
inevitables que condicionan los procesos de
neutralización, provocando las correspondientes fijaciones
en las fases homosexuales "normales" tempranas por las que pasan
tanto la niña como el varón. Por eso para el
Psicoanálisis, en términos generales, no puede
haber una homosexualidad sin base patológica. El ajuste
por vía del carácter al servicio de la
adaptación, puede llevar al homosexual a desarrollar, en
un nivel que depende de su inteligencia, la mayor parte de sus
capacidades y a ser funcional, con un buen grado de equilibrio
dentro de parámetros de "normalidad", pero siempre dentro
de la estructura que hubiere desarrollado.

"Jalisco los produce, México los
distribuye y Veracruz los consume". En este otro refrán se
puede pensar que quizás empezó queriendo ser un
chiste, pero por alguna razón devino en refrán.
Como quiera que hubiera podido ser, es de todos sabido y desde
hace mucho tiempo, que Jalisco se hizo de fama por que ahí
había muchos homosexuales. Asimismo, en la ciudad de
México, siendo una ciudad tan poblada y grande,
aquí viven personas de todos los estados del país y
se concentra cerca del 15% de la población total, pues
también hay una gran cantidad de homosexualidad. De hecho,
se dice que gran cantidad de sexoservidoras, en realidad son
sexoservidores, algunos, incluso, transexuales según se
informa en diferentes momentos y diferentes noticieros. Es tal la
proliferación de "zonas" que se puede apreciar a simple
vista, por ejemplo sobre la Calzada de Tlalpan, de personas que,
vestidos de mujer, son evidentemente varones. Por otro lado,
quienes han tenido la oportunidad de visitar Veracruz, sobre todo
en fiestas de carnaval, se habrán sorprendido de la
cantidad de homosexuales que aprovechan la fiesta para "soltarse
el pelo".

Otro refrán regional sentencia, en
parte, lo aseverado por éste: "Tapatíos y zamoranos
van cogidos de las manos". Total que como dice otro refrán
"Cuando el río suena, agua lleva". Se dice que de Francia
hace ya como siglo y medio, una política optó por
expulsar una gran cantidad de homosexuales y que muchos de ellos
se vinieron a avecindar en Jalisco y que empezaron a abrir
negocios entre los que se cuenta Clemente Jacques y algunas
tequileras.

"Desde lejos lo parecen; de cerca, ni duda
cabe". Hay una parábola, la de las estepas rusas, que
habla de un pajarillo que confiado e irresponsable, no quiso
emprender el vuelo con todos los demás hacia tierras
más cálidas cuando el invierno estaba entrando. De
manera que cuando reaccionó, ya estaba cayendo la primera
nevada. Rápidamente emprendió el vuelo hacia el
sur, pero se fue entumiendo y, para colmo de su mala suerte, un
copo de nieve lo derribó y cayó al suelo empezando
a congelarse. Para su buena o mala suerte, una vaca que
también, despistada, se había separado de la
manada, venía corriendo y huyendo de un lobo que la
quería devorar. Pasó justamente por donde
había caído el pajarillo y decidiendo no detenerse
para que el lobo no la alcanzara, se venía defecando en su
carrera. Una plasta de estiércol cayó sobre el
pajarillo y, calientita, lo hizo sentir renacer y empezó a
desentumirse. Se puso tan contento que empezó a cantar, en
el preciso momento que el lobo que seguía a la vaca pasaba
por el lugar. El lobo escuchó el canto del pajarillo,
removió el estiércol, lo encontró y se lo
tragó. La moraleja, en realidad son tres moralejas: la
primera, no todo el que te echa mierda te quiere mal; la segunda,
no todo el que te la quita te quiere bien y la tercera y
última: si estás contento entre la mierda,
¿para qué lo cantas? El refrán me
recordó esta parábola, pero no tiene ningún
ánimo ofensivo. Lo que pasa es que el hecho de que muchos
homosexuales "opten" por una conducta manifiesta y
estrambóticamente amanerada, parece tener que ver con una
necesidad, quizás, por lo menos en ocasiones, más o
menos, inconsciente de "cantarlo", de gritarlo a los cuatro
vientos. Es probable que desde las formas más precarias de
organización de sus emociones, tenga un matiz masoquista,
envidioso o agresivo-vengativo para con los demás. La
verdad es que, hay un buen número de homosexuales, a los
cuales no se les nota diferencia alguna respecto de cualquier
otra persona. Probablemente sean mejor adaptados o, a lo mejor,
no se terminan de aceptar. Pero, la verdad, es que son personas
que tienen muchos menos conflictos con el entorno social y
laboral. Podría ser que de lejos, algunas veces no se
distinga, a ciencia cierta, si un homosexual es mujer u hombre.
Pero de cerca -"ni duda cabe"- es difícil, en efecto,
equivocarse. Salvo que opere un inconscientazo, pues "Como dijo
Santa Inés, el que parece lo es". Sin embargo, el problema
de parecer, en realidad no es tan fácil de aclarar. Muchas
personas educados en ambientes familiares en donde suelen
predominar las personas del sexo opuesto, asumen, por
identificación y por costumbre, ciertos gestos y actitudes
opuestas a las del propio. Eso habrá, quizás, en el
fondo de expresiones como decir de un hombre de delicados
ademanes y refinado trato, que "Es una dama"; o de ciertas
mujeres rudas y autoafirmativas, que son "Mujeres de pelo en
pecho".

"Desde lejos se conoce el pájaro que
es calandria". El sentido paremiológico de este
refrán, es el mismo que los dos anteriores. Sin embargo,
como ofensa, suele usarse entre heterosexuales, para retar o para
ofender cuando el otro no acepta el reto. El énfasis
puesto en que "desde lejos…" pone en entredicho al que lo
asevera. Querría decir que "es un experto" en detectarlos,
por alguna extraña e inconsciente razón.

"El lobo harto de carne, o de
maricón o de fraile", quizá por eso también
se dice que "Del fraile el consejo, pero no el ejemplo". En el
primer refrán el pueblo detecta la parte homosexual
inconsciente del "Don Juan", la cual es frecuente observarla en
"los muy machos" como ciertos agentes judiciales. Estos
personajes suelen ser sanguinarios persecutores de homosexuales
y, un día, a veces con la "atenuante" del alcohol, se
"echan una canita al aire" con alguno. Asimismo, tuve la
oportunidad de tratar a curas y monjes, los cuales buscaban
situaciones ad-hoc para tener relaciones homosexuales. Ya sea
colocándose en puestos estratégicos dentro de la
comunidad de pertenencia, por ejemplo de "Formadores" o buscando
trabajar con niños e indígenas.

"Se fue como el mayate, con todo y hebra".
Pareciera que este refrán requiere ciertos conocimientos
acerca de los coleópteros, pues hay un tipo de gorgojo del
algodón, quizás por eso "se fue con todo y la
hebra", es decir con la posibilidad de hilar el algodón
por echar a perder la plantita o el fruto. Pero también
suele decírsele "mayate" al "cacorro" colombiano: el
homosexual que asume, preferentemente el rol masculino. Los
médicos saben que, en ocasiones, las penetraciones anales
desmocan o invierten, sacan al exterior parte del esfínter
del homosexual pasivo que es penetrado. Es decir el "mayate" se
sale con todo y "la hebra". El pueblo agrega, muy coherente con
la homosexualidad substitutiva (Coderch, 1975): "Les pasa lo que
al mayate: andan run, run, hasta que caen en la
mierda".

"Hay quienes se hacen jaula pa´que
les metan el pájaro". Nuevamente aquí parece ser
una expresión en la cual se equiparan con actitudes
femeninas, ciertas conductas de chisme o de comunicación
"a hurtadillas" entre los miembros de un grupo. Alguien que
quiere saber de que hablan y no lo consigue, reacciona con una
ofensa de ese tipo. Si es entre hombres, la ofensa incluye
decirles, indirectamente, que son maricones. Que se conducen como
"viejas chismosas".

"Se me hace muy ojón para ser
paloma". Acá se denuncia a otro que pareciera querer
hacerse pasar por mujer, como lo puede ser un transvestista.
Pero, al mismo tiempo, se le puede estar diciendo a otro que no
es de fiar, que no es "cuaderno", "cuate" o par, que es "hoja
suelta".

"Si sale derecho, es cuchillo, y si sale
chueco, es tranchete". Este parece más bien una broma que
alguien hace a otro que aún no sabe si el hijo que espera
su esposa es hombre o mujer. Al mismo tiempo, en el mismo
talante, de broma, parece ser respuesta a ese otro refrán
ya visto de que "Hombre porque lo dijo la partera". Es decir,
quien sabe, con el paso del tiempo y porque el homosexual no
nace…

Algunos refranes
sobre pendejos

"No tiene ni dónde le haga maroma un
piojo" Significa que no se tiene cabeza, o, a lo sumo, "cabeza de
alfiler; por tanto, tampoco cerebro o acaso tiene "cerebro de
piojo".

"Cada segundo nace un chino y un pendejo".
Querría decir que los pendejos, como los chinos han nacido
como a granel. Y es que "pendejearla" a cualquiera le puede pasar
como se puede observar en el siguiente dicho: "El que está
bajo techo cuando llueve, es pendejo si se mueve; y si se mueve y
se moja, es pendejo si se enoja".

De hecho, hay otro refrán que bien
podría ser complemento de éstos: "Si los pendejos
volaran, nos taparían el sol", pues puede ser una
expresión de enojo. Y desde el enojo con uno mismo, lo que
resalta es la furia narcisista. Porque resulta que el ofensor,
supuestamente, y gracias a la proyección, no es pendejo.
Hay un chiste que dice que un fulano bravucón llega a una
cantina y le dice a la concurrencia, "De aquí pá
allá todos son pendejos", dividiendo la mitad del lugar en
un movimiento del brazo. Y luego agrega, "Y de acá
pá allá, todos son unos hijos de la chingada". Se
levanta un "macho" y le reclama: "Óigame yo no soy
ningún pendejo" a lo que el bravucón le responde:
"Ah, entonces pásese pa l´otro lado".

Y es que: "El que está en el lodo,
querría meter a otro". O sea, de manera similar que en el
refrán, se divide a la gente: la "mitad son pendejos" y la
otra mitad, sólo son necios que no lo quieren reconocer.
Total, que como versa ese otro refrán que dice: "El perico
donde quiera es verde, y el pendejo donde quiera
pierde".

"Con pendejos ni a misa, porque se hincan
en gargajos". O sea, lo ponen a uno en ridículo. Pero pues
sólo que fuera "por pena ajena" o porque fuera un
familiar. De no ser así, el sujeto arrastra una duda
respecto de su propia valía y se defiende proyectando su
propio pendejismo en el otro.

Una variante: "Con pendejos, ni a
bañarse, porque hasta el jabón se pierde".
Pendejear a los demás parece un acto soberbio. Porque
quien lo hace, por alguna dudosa razón, él mismo no
lo es.

En otro trabajo (Romero, 2003) diferenciaba
entre narcisistas y soberbios, el narcisista es sólo un
prepotente, a veces líder cuando es creativo, y, con
frecuencia, tiene problemas para producir él mismo.
Mientras que el soberbio es potente y productivo. Nada más
que agresivo, ofensivo e intolerante. A diferencia del narcisista
que sólo puede ser productivo delegando, el soberbio es el
tipo de persona que no puede delegar porque no confía en
nadie. La parte de su narcisismo enfermo también lo lleva
a "Pagar con monedas de inteligencia" en la medida que, él
mismo, termina haciendo todo el trabajo. De manera que el
narcisista pendejea sin ningún fundamento, o para drenar
su furia de indignación. Mientras que el soberbio pendejea
pero se pone a trabajar para demostrárselo al
otro.

En estado "compensado", el psicópata
como el narcisista, y por eso hay que tenerles el debido cuidado,
a veces: "Navega con bandera de pendejo" pero como "El demonio
tiene cara de pendejo", con ello logra explotar al soberbio pues
lo pone a trabajar, y también logra engañar al
inteligente pues se apropia del alma de muchos: los liderados. Y
el soberbio se contenta llenando su boca y "cantándole"
que no sabe o que no puede. Que todo lo tiene que hacer
él.

Es decir: "Si quieres las cosas bien,
hazlas tú mismo" que es un ejemplo muy claro de
intolerancia e incapacidad para dirigir y delegar, sin que se
pueda dejar de pensar en la existencia de cierto matiz
sado-masoquista, preservado, entre otras, en personalidades como
la del soberbio.

"Se quita el hambre comiendo; durmiendo se
quita el sueño ¿y lo pendejo con qué?". Esta
parece, en una discusión, la peor ofensa que un soberbio
le puede hacer a otro que, tranquilamente, puede ser un "concha",
psicopatoide o no. Al respecto, el pueblo opina que: "Las reumas
y lo pendejo nunca se quitan". Probablemente un soberbio o un
intolerante inventó aquel refrán que dice que: "De
los pendejos con iniciativa, nos libre Dios". La verdad es que
hay gente muy bien intencionada, pero que no les ayuda la
inteligencia o su amargura como para entender que antes de
actuar, primero se hace la propuesta, y aún así no
es garantía. En alguna ocasión llevé un auto
a cambio de aceite, y ahí había un hojalatero que
también llevaba su auto a servicio. Mi carro traía
un golpecito sin importancia, me insistió que él me
lo arreglaba y que me lo dejaba "como de agencia". En efecto, lo
dejó como de "agencia" pero funeraria. Lo convirtió
en una "esfera" muy lisita, le hizo perder la
línea.

"Los niños siempre hablan de lo que
están haciendo, los viejos de lo que hicieron y los
pendejos de lo que van a hacer". Otro refrán similar,
advierte: "Un pendejo descarrila un tren" por eso "No hay que
tener vivezas de pendejo", y no obstante, que "El dinero disfraza
de sabio al pendejo", porque, frecuentemente, es claro que el
sujeto en cuestión no tiene consciencia de sus
limitaciones y no se detiene a pensar en las consecuencias de sus
actos. Y, como es obvio, tampoco tiene que ver con raza, belleza,
sexo, posición económica, ni edad. Sin olvidar que
"Todos tenemos nuestros cinco minutos de pendejo". De manera que
aquello de: "Pendejos los indios que hasta para mear se
encueran", debe haberlo inventado algún güero loco y
racista como muchos que sigue habiendo. Piénsese por
ejemplo, en los "cazadores" de indocumentados de Arizona o en los
golpeadores de nacos que proliferaron en Las Lomas. Su
contrapartida sería: "Indio inteligente, arzobispo o
presidente". Parece que en este refrán se alude
irónicamente a Don Benito Juárez. Pero, la verdad,
es que conforme se han dado oportunidades para que la gente se
desarrolle, hemos visto brillar intensamente a personas de ambos
sexos en todas las razas. Asimismo, en la historia también
existen registros de verdaderas estupideces, hechas por gente
también de todas las razas. Habría que discriminar
cuándo se cometen errores garrafales por limitación
intelectual, cuándo por las circunstancias y cuándo
por impulsividad o por locura. Porque otro refrán observa:
"Pequeño y vil, como cerebro de piojo". Pero aquí
pareciera que ya no se alude al "pendejismo", sino que alguien
muy enojado por algún error cometido por otro, o por algo
que se sintió como una agresión quizás
inesperada, arremete contra él. La verdad es que no ha de
ser tan "tonto" como mal intencionado, para haber echo enojar
tanto al indignado. La inteligencia, como la posible
limitación de la misma, son conceptualizaciones con muchos
"asegunes" y deben ser definidas "operacionalmente" cuando se las
emplee. No porque por ese medio se allane su relatividad, sino
para que queden claro el contexto y las condiciones a los que se
refieran. En suma, los refranes, en general, informan de un
estado emocional interno del que lo inventa, mismo que permite
deducir el contexto cuando no se explicita, y le es útil,
en un momento dado, al que lo aplica, aún cuando no haya
sido él quien lo inventó. En ambos casos, se drena
la energía, generalmente agresiva o transgresora, que
podría llevar a la reacción impulsiva,
salvaguardando de las consecuencias. Al menos, de las de un grado
de gravedad mayor. En clínica psicoanalítica, desde
hace mucho se sabe que "hablar" de lo impulsivamente motivado,
disminuye la posibilidad de pasar al acto.

Refranes de
poblanos

Hay unos refranes que me gustaría
agregar aquí antes de terminar esta parte. Se refieren a
los poblanos y bueno, se dicen cosas desagradables a
través de esos refranes ¿la verdad? personalmente
no sé por qué, yo no lo he corroborado; pero me
llama la atención. Uno dice "Tres cosas come un poblano
puerco, cochino y marrano" o sea si en Puebla comen mucha carne
de puerco, me resulta difícil pensar que sea más
que en Michoacán o que en Yucatán. Por tanto
pareciera que el refrán tiene más la
intención de confrontar a los poblanos. Pero no me queda
claro por qué. Igualmente se dice que es
característica de los poblanos una "doble moral": que
navegan con bandera de muy creyentes pero transgreden las reglas
morales con mucha facilidad. Otra cosa se dice, que sobrevaloran
todo lo extranjero y España en particular; que como si se
sintieran españoles, nos ven por encima del hombro a la
indiada. Otro refrán dice: "Perro, perico y poblano no lo
agarres con la mano, tócalo con un palito que es animal
maldito". Una amiga poblana, psicóloga, me platicó
que habiendo estado casada con una persona de la capital del
Estado de México, se había percatado de una
importante diferencia entre la gente de Puebla, que era bastante
más inculta que la del Estado de México. Por otro
lado, se dice que hubo un grupo de poblanos que trabajaron de
espías para los gringos en los tiempos de la
invasión gringa al país. Otro refrán
dice:

"En alambique pondrás a Lutero y a
Calvino,

a un ladrón y a un
asesino

y luego le agregarás la sangre de
Barrabás

y la de Herodes inhumano,

después de la quinta
esencia

obtendrás por
excelencia

un auténtico poblano".

Otro más dice: "De la Puebla, el
jabón, la loza y no otra cosa; o poblano loco y vano, poco
fiel y mal cristiano". Con estos dichos se asocia que, en
contraste con la Diócesis de Nuevo León que fue
masacrada por resistirse a la invasión de los gringos, el
Obispo poblano los recibió con honores durante dicha
invasión. Por lo demás, pues hay que recordar la
batalla de Puebla que fue heroica. Tal vez haya que vivir un rato
en Puebla para entender cabalmente que denuncian estos refranes,
porque como dice otro dicho: "Cuando el río suena, agua
lleva". O sea, por algo será.

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Autor:

Fernando Romero Aguirre

 

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