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¿El Hijo de Dios fue engendrado antes de nacer en Belén?




Enviado por Leroy E. Beskow



  1. Introducción
  2. ¿Por qué Cristo es "Hijo
    eterno"?
  3. Cuatro
    posiciones que tratan de explicar por qué Jesús
    es hijo
  4. La
    fusión de sus dos naturalezas
  5. Conclusión

Introducción

Aunque la Iglesia Católica se opuso
al pensamiento arriano, la creencia cristiana con respecto al
significado de "Hijo de Dios" ha sido siempre vaga y confusa,
pues no acepta una creación del Hijo, pero sí una
doble generación de él, es decir en la eternidad y
en Belén. Este dogma de Roma está profundamente
enraizado entre nosotros. Por eso muchos creen que Cristo es
coeterno con el Padre y el Espíritu Santo, y al mismo
tiempo que el Hijo de Dios fue engendrado literalmente por el
Padre en algún momento de la eternidad. Es decir, que
Cristo no es "Hijo eterno de Dios" por un pacto eterno, como
afirma Isaías, sino por haber nacido del Padre en la
eternidad. La cita inspirada de Elena G. de White que se usa como
base es esta:

Cristo "era igual a Dios, infinito y
omnipotente […] Es el Hijo eterno y existente por
sí mismo".[1] Si dice que es "eterno", es
"existente por sí mismo". Pero si es "Hijo", no puede ser
eterno. Con esta aparente contradicción abrimos la
investigación acerca del significado del "Hijo de
Dios".

Cierta vez Cristo hizo esta pregunta a los
teólogos de sus días, que todavía no parece
tener respuesta: "Si David le llama Señor,
¿cómo es su Hijo?" (Mat. 22:45). Si aceptaban que
Jesús era uno de los tantos descendientes del rey David,
debían responder por qué David le llamó
"Señor" como ellos llamaban al "Padre". Y si Jesús
se refería al "Hijo de Dios", tampoco iban a creer que
podía ser "Señor"; y menos que al "Señor" se
le llamara "Hijo"; no importa si fuera de un ser celestial o
terrenal. La respuesta de los fariseos fue el silencio […] que
continúa hasta nosotros hoy.

¿Por qué
Cristo es "Hijo eterno"?

Puesto que Jesús, del hebreo
hw:hyÒ (YaHWêH), + [v'yE (yeshà):
YeHoshuá, es el Jehová Salvación, o
"nuestro gran Dios y Salvador" (Tito 2:13) que viene "desde el
principio, desde los días de la eternidad" (Miq. 5:2); y
que a través de "Adán, hijo de Dios" (Luc. 3:38),
es nuestro "Padre eterno" (Isa. 9:6; 63:16), no pudo haber
sido Hijo engendrado del rey David ni por Dios, ya que
YaHWêH significa el que siempre ES (Éxo.
3:14). En 1 Juan 5:20 dice que Cristo es "el verdadero Dios"
porque posee la "vida eterna". Y cita a Jeremías 10:10 que
dice que es el "Dios verdadero" porque es "Jehová" (Dios
eterno).

Elena G. De White concluye: "En Cristo hay
vida original, que no proviene ni deriva de
otra
".[2] Pero al mismo tiempo Salomón
dice de Él: "Jehová me poseía en el
principio, ya de antiguo, antes de sus obras. Eternamente tuve
el principado
, desde el principio, antes de la tierra
[…] fui engendrada" (Prov. 8:22-24).

Estos pasajes de Salomón han sido
interpretados de distintas maneras. El judío Ben Sira (185
a.C.) creía que se refería a la Torah.
Para Arrio es la creación del Hijo, porque en Proverbios
8:22 emplea la palabra hebrea qana (poseído), que
también puede ser "creado". Pero si en el texto
qana fuera creado, no podría ser "engendrado"
(kjolalti, de kjul o kjil), según leemos
en los versos 24 y 25. Para Ensebio y Atanasio era "la
adquisición" de Cristo. Para D. Thomas la
"Sabiduría de Dios". Para Albright una diosa cananea como
tipo de Dios. Para otros, la diosa Astarté. Para Lang una
gran educadora hebrea. Para Ringgren una personificación
del carácter de Dios. Para Rogers un "maestro hacedor y
artífice" que puede ser Dios. Pero la Hna. White confirma
que aquí se habla de Cristo. Y con el contexto nos dice
claramente que no está refiriéndose a él en
sentido homilético, como algunos de nuestros eruditos
argumentan (1 Cor.1:24).[3]

Richard Davidson cree que la expresión
"engendrado" (delWj kjul), aquí puede significar
"el establecimiento" de Cristo como Creador.[4]
Pero no explica por qué kjul puede tener esta
interpretación; y menos al unir kjul con
yeléd (engendrar) de Salmos 2:7.

La expresión hebrea kjul, que aparece 62
veces, se la emplea en el A.T. como atormentar, retorcerse de
dolor, esperar, aguardar, engendrar, parir, temblar y temer
(Prov. 8:24,25). Y dl,y< (yeléd), que se lee
89 veces: engendrar, concebir, nacer, formar, tener hijos y parir
(Sal. 2:7).

Ante esta inseguridad nos es necesario
detenernos para examinar el problema con el contexto. En primer
lugar, Salomón nos dice que Cristo ya existía
"eternamente" (hm;d]q': qadmah: primero en el
tiempo, en un estado anterior, es decir como el "Yo Soy antes
de"); y que existía como el principal (varo rosh), que se
lee 598 veces, mayormente como "cabeza", "cumbre" y "jefe"). En
segundo lugar, que fue engendrado antes de crear la
Tierra.

Por lo tanto, aquí ya tenemos los
primeros rayos de luz: Nos dice que existió como "Jefe"
antes de ser engendrado, y por lo tanto tiene que ser "Hijo" en
un sentido distinto al que conocemos. Esto puede explicar por
qué en Proverbios el capítulo 8, Salomón no
emplea yeléd (engendrar, parir) sino
kjul, que más bien tiene un sentido de espera del
gran "Jefe" eterno con cierto dolor, sabiendo que tendría
que ser engendrado y morir por los tristes resultados del pecado
en este mundo.

Cuando se encarnó, el Hijo dijo
cierta vez estas impresionantes palabras: "De cierto os digo:
Antes que Abraham fuese, Yo soy" (Juan 8:58). Aquí
también dice que antes de nacer y ser "Hijo", ya
existía. Para muchos aquí se estaría
hablando de su segundo nacimiento: el que ocurrió en
Belén. Pero sea el segundo o el único, siempre
sigue siendo "YO SOY" antes de nacer, y por lo tanto se habla de
un engendramiento en "un nuevo sentido". Tener esto en cuenta es
importante, porque hasta ahora los intérpretes lo han
pasado por alto.

Cuatro posiciones que
tratan de explicar por qué Jesús es hijo

La 1ª posición dice que
Cristo es "hijo eterno" porque fue engendrado dos veces. Pero los
Testimonios dicen: "En Cristo hay vida original, que no
proviene ni deriva de otra
".[5] Por eso Cristo
es YaHWeH como el Padre, y "el verdadero Dios" (1 Juan
5:20). "Jehová", (YeHôWâH), del
hebreo hw:hyÒ (YaHWêH), es una forma del
verbo hy:h; (hâyâh), "ser", "existir".
Además leemos: "Antes de mí no fue formado
Dios [lae "El: dios singular], ni lo será
después de mí" (Isa. 43:10). Aquí no
se habla de un "dios" humano, es decir en minúscula, como
se lee en la mayoría de las versiones bíblicas,
pues sabemos que todo "dios" fue formado "después"
de Dios. Así que "antes" o "después" del Hijo "no
fue formado Dios" el Padre ni el Espíritu, porque la
Deidad está formada de tres personas coeternas en
una misma sustancia. Así que Isaías 43:10 es una de
las declaraciones bíblicas más claras en contra de
la doctrina de una doble generación del Hijo de
Dios.

En segundo lugar, si Cristo hubiera llegado a la
existencia "después" del Padre, no podría ser pleno
Dios como él, sino una derivación como Dios o
YaHWeH menor. Pero Pablo nos clara que él posee
"toda la plenitud de la Deidad" (Col. 2:9).

La 2ª propuesta sostiene que
Cristo es "hijo", porque significa "igual a Dios". Aquí ya
no existe el problema de un Hijo eterno que al mismo tiempo llega
a la existencia en algún momento. Sin embargo, sigue
teniendo problemas con la Revelación. Según el
apóstol Juan, Cristo "decía que Dios era su propio
Padre, haciéndose igual a Dios" (Juan 5:18). Pero luego
Jesús aclaró: "¿Vosotros decís:
Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy? Si no hago
las obras de mi Padre, no me creáis
" (10:36,37). "Voy
al Padre, porque el Padre mayor es que yo" (14:28). "Subo
a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios"
(20:17)."Yo dije: Vosotros sois dioses ["elohim], y
todos vosotros hijos del Altísimo" (10:34; Sal.
82:6).

Para los judíos nunca fue blasfemia
que alguien se llamase "hijo de Dios", pues aunque sabían
que el Hijo de Dios debía ser adorado (Sal. 2:12); y
algunos admitían que podía ser el principal de los
ángeles del cielo, que también son "hijos de Dios"
como Adán, que fue creado (Job 1:6; 2:1; 38:7; Luc.
3:38),[6] nunca creyeron que el Hijo de
Jehová fuera "igual a Dios". Sólo aceptaban que era
el "Cristo", el "Mesías" y "Rey" de Israel (Luc. 22:69;
Juan 1:49). Por eso eran, y siguen siendo monoteístas
extremos. Por lo tanto, esta posición adventista que
surgió en la década de los 70, ignora abiertamente
una de las doctrinas judías más importantes que se
ha mantenido hasta hoy sin variación. Por eso en su carta
a los Hebreos, Pablo cita el decreto futuro de Salmos 2:7 y 2
Samuel 7:14, argumentando que a ninguno de sus hijos
ángeles les dijo jamás: "Hoy", "yo
seré a él Padre" (Heb. 1:5), pues para todos
los demás, que son criaturas, ya era su Padre. Y
como él es el Eterno que llegó a ser Padre
del Hijo, en la Biblia nunca el "Padre eterno" es el Padre
—es Dios eterno, pero no Padre eterno, por eso la Biblia no
se contradice—, sino que lo es el Hijo como nuestro creador
y redentor (Isa. 9:6; 63:16), por "pacto" eterno (Sal.
89:3,4,26-29).

Aquí encontramos la gran diferencia
que existe entre el "Ángel de Jehová", que es el
"YO SOY" antes de ser Hijo, y los demás ángeles.
Sin embargo, para los judíos llegó a ser blasfemia
cuando Cristo unió ese título igualando sus "obras"
con las de Dios. Luego Jesús aclaró que si era
"Hijo" era menor que el Padre, y así se igualaba con todos
los "hijos del Altísimo", porque al encarnarse "se
despojó a sí mismo" (Fil. 2:7). Pero, ¿por
qué Jesús empleó el excelente título
"Hijo de Dios" para igualarse con todos nuestros hermanos, que
son creyentes o "hijos de Dios"? Esta posición no da la
respuesta.

Además, debe explicar por
qué, si "Hijo" es igual a Dios, al Espíritu Santo
nunca se le llama "Hijo", a pesar de ser igual. Por qué si
una persona divina se llama "Hijo", la otra se llama "Padre".
¿Qué es Padre? ¿Por qué el "Hijo" fue
"engendrado"? ¿Qué significa aquí engendrar?
¿Es que engendrado significa igual a Dios? Si Cristo fue
declarado "Hijo" con derecho recién en la
resurrección (Rom. 1:4), ¿antes fue igual a Dios en
forma condicional? Tampoco responde a estas preguntas.

La 3ª posición dice que
Cristo es "Hijo" porque fue entronizado. Y sostiene que Salmos.
2:7 no se cumple en la resurrección, según leemos
en Hechos 13:33,34 y Romanos 1:4, sino 40 días
después en la coronación de Cristo. Pero no
sólo no explica por qué rechaza lo que dice estas
declaraciones inspiradas, sino que tampoco explica por qué
Cristo fue ungido y se sentó en el trono, pero no
aceptó ser coronado hasta que en el juicio "sus enemigos
sean puestos por estrado de sus pies" (Heb. 10: 12,13; Apoc.
19:11-21). Elena G. de White escribió: "Pero con un
además, él los detiene. Todavía no; no puede
ahora recibir la corona de gloria y el manto
real".[7] ¡Lógico!
¿Cómo podría desprestigiar tanto al reino de
Dios, aceptando en su territorio a un rey usurpador, y a la
mayoría de sus habitantes oponiéndose a él
en una completa degradación? Por eso Jesús
será Rey con corona desde que venga a destruir a sus
enemigos (Apoc. 19:12-16). En cuanto a la corona de honra de
Hebreos 2:9, es la simbólica que recibió el hombre
en el Edén según Salmos 8:5,6.

Según la 4ª posición, todos
los hijos de Dios son carnalmente hijos de Cristo por
creación de Adán (Gén. 1:27), y
espiritualmente "hijos" del Padre el Juez, por cada
justificación, llegando a ser "nueva criatura" (Juan
1:12,13, 2 Cor. 5:17). Pero ninguno, incluso el Hijo de Dios, es
hijo desde el seno de la naturaleza del Padre, como se cree
generalmente. Cristo llegó a ser "Hijo" engendrado en un
sentido al nacer del seno de la virgen María, y plenamente
por derecho en la resurrección, por un pacto que fue hecho
en la eternidad. Por eso, Elena G. de White le llama "Hijo
eterno". Pero vimos que la Biblia sólo llama "Padre
eterno" al Hijo. Y por eso ella, al referirse al "niño"
que es nacido como "Padre eterno", de Isaías 9:6, dice:
"Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; llamad, y
se os abrirá" (Mat. 7: 7). ¿Quién lo dijo?
El Padre eterno, el Príncipe de paz. Es nuestro
Salvador.[8] Isaías vuelve a nombrar al
Hijo como "Padre" Jehová (eterno, que siempre "es") en
Isaías 63:16 y 64:8, por ser el Creador y el Redentor de
la raza humana.

Lucas le llama a Adán "hijo de Dios"
(Luc. 3:38); y Moisés nos dice que Adán no fue
engendrado sino creado (Gén. 1:27). También los
ángeles llegaron a la existencia por
creación.[9] Pero Moisés y Elena G.
de White también les llaman "hijos de Dios" (Job 1:6;
2:1).[10] Y Pablo argumenta que a diferencia de
los ángeles creados, el Hijo de Dios sería el
único de los hijos del cielo y del universo con estas dos
características únicas:

1.º Que sería engendrado
estando en vida, y con vida eterna en sí mismo -el "hoy"
futuro de Salmos 2:7.

2.º Dios dijo: "Yo seré
a él Padre, y él me será a mí
hijo" (Heb. 1:5). Todos los demás existían porque
ya eran hijos desde su creación; pero el eterno Cristo
llegaría a serlo. ¿Vemos la importancia que tiene
este argumento del apóstol Pablo?

Cristo es "Hijo" de Dios por su fidelidad
al padre:

En Hechos 13:33,34, Lucas relaciona Salmos
2:7: "Yo publicaré el decreto […] Mi Hijo eres
tú; yo te engendré hoy", con Isaías 55:3,
que dice que no es un nacimiento real, sino el "pacto
eterno
, las misericordias firmes a David". Es decir, que
Cristo es "Hijo" por un "pacto" hecho en la eternidad, y cumplido
perfectamente cuando concluyó su obra de salvación
en este mundo. Elena G. De White escribió:

"El Verbo existía como un ser
divino, como el Hijo eterno de Dios […] Desde la
eternidad era el Mediador
del pacto".[11]
Cristo no estuvo mediando por los pecadores desde la eternidad,
ni entonces fue engendrado, sino que es Hijo y Mediador eterno
por "pacto eterno". Tampoco "fue inmolado desde el principio del
mundo" (Apoc. 3: 8) en forma real, sino que entonces hizo el
"pacto" para cumplirlo recién en la cruz. Por eso es que
en los días de David y de todos los profetas del
A.T., Cristo todavía no era "Hijo de Dios", pero lo
sería en un tiempo futuro (Sal. 2:7; 89:4, 26-29; 1
Crón. 17:13; 2 Sam. 7:14; Isa. 55:3). Y se cumplió,
según Hechos 13:33,34 y Romanos 1:4, cuando Jesús
vino "para ser probado y examinado […] En su
encarnación, ganó en un nuevo sentido el
título de Hijo de Dios".[12] No es un
segundo engendramiento, sino el prometido desde la
eternidad.

Pero, al nacer no llegó a ser "Hijo"
en forma definitiva. Eso lo dicen claramente las dos
últimas citas bíblicas. Pues se nos dice: "Y si
él hiciere mal, yo le castigaré con vara de
hombres, y con azotes de hijo de hombres" (2 Sam. 7:14). Como
sabemos, este "azote" es la paga del pecado, es decir la "muerte"
(Rom. 6:23). Y siendo consciente de esta condicionalidad, Cristo
dijo: "Y yo, si fuere levantado de la tierra…" (Juan 12:32).
Era "Hijo" condicional, porque veremos que "hijo de", tiene otro
significado bíblico. El título "Hijo" que
"ganó" era "en un nuevo sentido".

Elena G. de White escribió: "Si bien
era el Hijo de un ser humano ["Hijo del Hombre"],
llegó a ser en un nuevo sentido el Hijo de Dios
[Hijo del Padre]".[13]

¿Por qué aquí el Hijo
del Hombre llega a ser el Hijo de Dios, y no a la inversa, como
podemos leer en otras declaraciones? Cristo ya era conocido como
"Mediador", como "Cordero inmolado", y como "Hijo" antes de
encarnarse y antes de ser inmolado. Por eso Elena G. de White
dice en otras declaraciones que el "Hijo de Dios" se hizo
"Hombre". Pero no hay contradicción, ni en Salmos 2:7 con
el verso 12, ni con lo que leemos de la Hna. White. Una cosa es
ser el "Hijo" y "Mediador" prometido, y otra el que llegó
a serlo como cumplimiento de un "pacto".

En Salmos 89:26,27 leemos: "El me
clamará: Mi Padre
eres tú, mi Dios; y la
roca de mi salvación. Yo también le
pondré por primogénito
, el más excelso
de los reyes de la tierra […] y mi pacto será
firme con él". En esta declaración se nos
dice:

1.º Cuando este salmo fue escrito, la primera
persona de la Deidad todavía no era el "Padre" de Cristo;
ni su "Dios", ni su "salvación".

2.º Cristo fue hijo "primogénito" de
María respecto a su naturaleza humana (Mat. 1:25). Pero en
cuanto a su naturaleza divina, no fue el primer ser generado de
Dios, como afirma la iglesia de Roma en su interpretación
incorrecta de Colosenses 1:15 y Hebreos 1:6, sino que
llegó ser "primogénito" por un "pacto", no por
naturaleza (Sal. 89:4,28; Isa. 55:3), recién en su
resurrección (Hech. 13:33,34; Rom. 1:4); y sólo en
un sentido al nacer en Belén (Luc. 1:32).

Pero, ¿en qué sentido el Ser
eterno (YaHWeH) llegó a ser Hijo? San Pablo viene
a nuestra ayuda diciendo: "Yo os engendré por medio
del evangelio. Por tanto, os ruego que me imitéis."
(1 Cor. 4:15-17). Y a Filemón escribió: "Te ruego
por mi hijo Onésimo, a quien engendré
en mis prisiones" (File. 10).

En primer lugar, tanto Cristo como todos
los que creemos e imitamos a Dios llegamos a ser "hijos";
"engendrados" no de la "carne", "sino de Dios" (Juan
1:13).

En segundo lugar, todos podemos recibir el
mismo título de fidelidad que recibió Cristo en
el bautismo
, pues la Hna. White escribió: "La voz que
habló a Jesús, dice a todo creyente: Este es mi
Hijo amado, en el cual tengo
contentamiento".[14]

En tercer lugar, Cristo es "Hijo de Dios"
sobre todos sus hermanos, porque fue "fiel" hasta la
muerte
: "Y Moisés a la verdad fue fiel en toda
la casa de Dios […] pero Cristo como hijo sobre su casa,
la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el
fin
la confianza" (Heb. 3:5,6).

En cuarto lugar, Cristo es "Hijo de Dios"
desde la resurrección, por su victoria en santidad:
Él "fue declarado Hijo de Dios [uiJou` qeou`] con poder [o
derecho], según el espíritu de santidad, por la
resurrección de entre los muertos" (Rom. 1:4). "Como
está escrito también en el salmo segundo: "Mi Hijo
eres tú, yo te engendré hoy" (Hech. 13:33). El
título definitivo de "Hijo" no lo recibió cuando al
morir dijo "Hecho es", sino en la resurrección, pues "Dios
no es Dios de muertos" (Mat. 22:32).

Y en quinto lugar, también
será en la resurrección, y no en el sellamiento,
cuando los santos recibirán en forma definitiva el mismo
título uiJov" de Jesús: "Son hijos de Dios
al ser hijos de la resurrección" (Luc. 20:36). La
siguiente declaración prueba que esta posición
interpreta la Biblia correctamente: "Y si hijos,
también herederos
; herederos de Dios y coherederos
con Cristo
" (Rom. 8:17).

La fusión de sus
dos naturalezas

Muchos se preguntan: "¿Si Jesús hubiera
pecado, que habría pasado?" Los Testimonios
responden:

"Cuando Cristo fue crucificado, fue su naturaleza humana
la que murió. La Deidad no se debilitó ni
murió; eso habría sido
imposible".[15]

"Sintiendo quebrantada su unidad con el Padre [en la
cruz], temía que su naturaleza humana no pudiese soportar
[…] Frente a las consecuencias posibles del conflicto,
embargaba el alma de Cristo el temor de quedar separado de
Dios
[…] Quedaría identificado con el reino de
Satanás, y nunca más sería uno con
Dios
".[16]

Por lo tanto, según la Revelación, Dios
Hijo hubiera permanecido para siempre con vida, pero anonadado,
inconsciente (Fil. 2:7,8), junto al cadáver humano. Siendo
Dios, hubiera podido despertarse como lo hizo estando el Hijo del
Hombre en estado consciente. Y desde la muerte, como la hace un
despertador sin la intervención del Espíritu Santo,
que es lo que realmente ocurrió por la aprobación
del Padre y Juez (Rom. 8:11; Hech. 4:10; Gál. 1:1). Pero
él no podía preparar las cosas de esta manera, sino
no hubiera sido un riesgo, como ocurre con todos los que mueren
en Cristo. Además, al morir en lugar de los pecadores,
Cristo debía morir la muerte segunda, la de los culpables.
Entonces, al quedar inconsciente ambas naturalezas en el sepulcro
de José de Arimatea, su naturaleza divina nunca más
hubiera sentido algún deseo de volver al trono; ni tampoco
el Padre lo hubiera permitido. ¿Pensamos alguna vez, que
una persona de la Deidad podría haber permanecido
inconsciente en Jerusalén, y para siempre junto a un
cadáver?

Cuando Cristo se encarnó, llegó a ser
Emanuel, "con nosotros Dios" (Mat. 1:23); y el mismo Emanuel vino
a morir en la cruz, porque "ambas naturalezas fueron
misteriosamente fusionadas en una sola persona: el Hombre
Cristo Jesús".[17] Pero, si estaban
fusionadas, ¿por qué no murió la naturaleza
divina? Y si la divina no podía morir, ¿por
qué murió la que estaba fusionada a ella? La
hermana White nos advierte: "La divinidad y la humanidad estaban
combinadas en Cristo. La divinidad no se degradó hasta
la humanidad
".[18] Así que esa
fusión no era de toda la persona divina con la humana,
sino que la naturaleza divina siguió siendo plenamente
divina; y la humana, plenamente humana. Entonces,
¿qué es lo que se fusionó de las dos
naturalezas?

Elena G. de White escribió esta importante
declaración: "Bendijo al mundo viviendo en la carne humana
la vida de Dios, demostrando así que tenía
poder para unir la humanidad con la
divinidad
.[19] Por eso "Jesús" dijo:
"Antes que Abraham fuese, YO SOY" (Juan 8:58): el que
nació de María ya tenía vida eterna. Queda
claro, entonces, que la vida eterna de Dios, fue el medio de
fusión de las dos naturalezas.

Pero ella también nos dice: "En Cristo se unieron
[…] La naturaleza de Dios […] y la naturaleza de Adán,
el transgresor […] el Hijo de Dios y el Hijo del
Hombre".[20] Cristo tomó "la doliente
naturaleza humana caída, degradada y contaminada por el
pecado
"[21]

Esto significa que el "cuerpo" preparado en el cielo e
introducido por el Espíritu en María, no era un
feto o un cuerpo humano completo, por el cual María
sólo prestó su vientre, como creen algunos.
Más bien nos indica que era como la célula
reproductora masculina, que se unió al óvulo de
María, llegando a ser Hijo de María, de David, de
Abraham y descendiente del mismo Adán (Luc. 3:23-38). Es
fácil de saberlo, porque en este caso Dios hubiera sido
el autor de un ser degradado y contaminado por el pecado,
donde la "la carne y la sangre no pueden heredar el reino de
Dios" (1 Cor. 15:50).

Pero él nació "de mujer, nacido bajo la
Ley"(Gál. 4:4), y por eso llegó a ser "pecado por
nosotros" (2 Cor.5:21). Él "tomó la naturaleza
humana
y llevó las debilidades y la
degeneración del hombre. El que no conoció pecado,
llegó a ser pecado por nosotros"[22]
-note que la Hna. White está hablando de su
condición antes de la crucifixión. Sin embargo, no
hubo pecado en él (1 Juan 3:5), porque en la Biblia hay
dos clases de pecado: Los de inocencia, y los de culpa, que se
purifican con dos clases de expiaciones. Esto no tuvieron en
cuenta la Reforma ni muchos teólogos de hoy.

Así, el Señor del Universo tomó
nuestra naturaleza y llegó a ser, por la
resurrección, ¡el "coheredero" de los redimidos!
Así YaHWeH el Señor, llegó a ser el
"Hijo" del Señor. Y la gran pregunta de Cristo a los
fariseos recibe aquí la respuesta: "Si David le llama
Señor, ¿cómo es su hijo?" (Mat. 22:45).
¿Cómo se entiende que el Soberano del universo
pueda llegar a ser el heredero primogénito de su propio
reino? ¡Esto es causa de gran asombro en todo el universo
poblado!

A continuación presento dos
ilustraciones que nos pueden ayudar a entender mejor cómo
el "YO SOY" se encarnó como "Hijo de Dios"; murió y
resucitó. Reconocemos que sólo podemos entender lo
que Dios reveló, porque sabía que podríamos
entenderlo:

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Conclusión

Cristo no es "Hijo de Dios" por haber sido
engendrado dos veces; por ser entronizado o porque significa
"igual a Dios", sino porque desde la eternidad hizo un pacto con
Dios de llegar a ser nuestro "coheredero" en fidelidad al Padre,
destruyendo así las acusaciones y las perversas ambiciones
de Satanás. Por eso, cuando en la segunda creencia
fundamental de nuestras 28 doctrinas, decimos: "Hay un Dios: el
Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, la unión de
tres Personas coeternas"; y en la cuarta creencia
afirmamos que "Dios el Hijo eterno se encarnó en
Jesucristo",[23] no estamos enseñando que
la primera persona de la Deidad es llamada "Padre" porque es el
primer Ser de Dios; la segunda que es llamada "Hijo" porque
llegó a existir en la eternidad gracias a la primera, ni
que la tercera es "Espíritu" porque no es una "persona
como el Padre es persona", sino porque estos nombres nos indican
cómo cada persona de la Trinidad se desempeña en la
magnífica obra que realiza para nuestra
salvación.

 

 

Autor:

Leroy E. Beskow

B. Houssay 283,

3103, Libertador San
Martín,

Entre Ríos, Argentina.

2013

[1] odo lo subrayado en negrita es
mío. Elena G. de White, El Evangelismo, (Buenos Aires:
ACES, 1965), p. 446. (En adelante será Ev).

[2] ((((, El Deseado de todas las gentes
(DTG), (Mountain View, California: Publicaciones
Interamericanas, 1966), p. 489.

[3] ((((, Patriarcas y profetas (PP), (M. V.,
Calif.: Pub. Inter.., 1955), p. 12.

[4] Heber Pinheiro, ed., VII Simposio
Bíblico Teológico Sudamericano:
Cristología, (Cochabamba, Bolivia, Editorial UAB, 2009)
, pp. 34-39.

[5] DTG, p. 489.

[6] Ibíd., p. 572. Algunos creen que
los seres creados no son hijos, sino sólo los
engendrados. Por lo tanto creen que el argumento de Pablo es
que ninguno de los ángeles es “hijo de
Dios”. Pero para Dios son “hijos” tanto los
creados como los engendrados. Por eso los ángeles
también son llamados “hijos de Dios” (Job
1:6; 2:1; DTG, pp. 688,689; ? ? ? ? ? Dios nos cuida DNC, (Bs.
As., ACES, 1991), 30 de abril).

[7] DTG, p. 773.

[8] Diario, Manuscrito 24, del 21 de
diciembre de 1889, p. 365.

[9] PP, p. 13.

[10] —-, Prrimeros escritos (PE), (M. View,
Calif.: Pub. Inter., 1962), p. 217; DTG, pp. 688,689; —-, El
discurso maestro de Jesucristo, (M. Vieww, Clif.: Pub. Inter.,
1957), p. 94.

[11] Ev, pp. 446,447.

[12] ((((, , Mensajes selectos, vol. 1,
(M.View, Calif.: Pub. Inter., 1966), pp. 265, 266.

[13] Ibíd., 1:266.

[14] DTG, pp. 87,88.

[15] —-, Alza tus ojos (ATO), (Bs. As.:
ACES, 1982), p. 258.

[16] DTG, pp. 637,638.

[17] ATO, p. 258.

[18] MS, 1:478 [409].

[19] RH, 25-6-1895.

[20] ? ? ? ? ? ? ? Francis Nichol, ed.,
Comentario bíblico Adventita del 7º Día
(CBA), vol. 7, (M. View, Calif.: Pub. Inter., 1990), p.
938.

[21] —-, Yoth’s instructor (YI),
20-XII-1900, en LPES, enero-marzo 1983, p. 66.

[22] MS, 1: 314).

[23] Creencias de los Adventistas del
Séptimo Día, vol. 1, (Bs. As.: ACES, 1988), pp.
22, 42.

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