Promover el pago por servicios
ambientales, por ejemplo, pagando a quienes conserven
recursos como el agua o los bosques.
Invertir en conocimiento para
promover el avance científico sobre riesgos
ambientales y medidas para un futuro sostenible
Para los ganadores del premio Blue Planet, "el deterioro
de la situación biofísica está siendo apenas
reconocido por una sociedad global que tiene la creencia
irracional de que las economías físicamente pueden
crecer para siempre y descarta el hecho de que los ricos tanto en
los países industrializados como en desarrollo se
están volviendo más ricos y los pobres están
quedando atrás".
"El mito del crecimiento perpetuo es respaldado en forma
entusiasta por políticos y economistas como una excusa
para evitar tomar decisiones ante los duros desafíos que
enfrenta la humanidad", agrega el documento.
Para Camila Toulmin, "cualquiera puede darse cuenta que
si tenemos un planeta único y redoblamos una y otra vez la
demanda tarde o temprano tendremos problemas".
La tecnología puede ayudar, pero hay
límites físicos. Por ejemplo, los fertilizantes
pueden generar mayor producción pero a su vez aumentan las
emisiones de carbono.
Los signatarios concluyen que "la hora de actuar es
ahora, dada la inercia del sistema socioeconómico y que
los efectos adversos del cambio climático y la
pérdida de biodiversidad son fenómenos o bien
irreversibles o que no podrán revertirse por siglos. No
actuar ahora empobrecerá a las generaciones actuales y
futuras".
Se buscan "cuatro Planetas Tierra" para poder seguir
cargando el carrito de la compra
"La demanda de recursos naturales se ha disparado. Y
si cada habitante del planeta consumiera como un estadounidense
medio, serían necesarios cuatro planetas para poder
satisfacer esta demanda. Afortunadamente no es así, hay
países que compensan este abuso de recursos, en algunos
casos por necesidad, dado su ínfimo nivel de desarrollo,
de producción y de consumo, como los países del
tercer mundo. Pero también gracias a que algunos
países desarrollados están haciendo los deberes en
materia medioambiental"… Naciones verdes, países
"con huella" (El Economista – 5/6/12)
Necesarios cuatro planetas
El Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF por sus siglas
en inglés, ha presentado su Informe Planeta Vivo 2012. Y
sus resultados no son nada buenos: utilizamos un 50 por ciento
más de los recursos de los que la Tierra puede
proveer.
Para evaluar el estado de la Tierra, WWF ha utilizado
dos herramientas: el Índice Planeta Vivo, que considera la
salud de los ecosistemas, y la llamada Huella
Ecológica, que mide la demanda y uso de recursos en
relación a la capacidad de regeneración de los
mismos.
El problema radica en el imparable consumo de recursos
naturales y la huella ecológica que deja.
Utilizando estas dos variables, los países con
mayor huella ecológica del mundo son Qatar, Kuwait,
Emiratos Árabes Unidos, Dinamarca, EEUU, Bélgica,
Australia, Canadá, Holanda e Irlanda.
Los países ricos
El informe considera no sólo el impacto de la
actividad económica a nivel nacional, sino los recursos
utilizados en productos importados. "Puede sorprender ver a
países como Dinamarca, identificados como
ecológicos, en una posición tan alta. Pero la
huella toma en cuenta las importaciones y su costo para el medio
ambiente", explica Gemma Cranston, coeditora del
informe.
Las emisiones de carbono de Dinamarca son la mitad que
las de EEUU, pero su tierra de cultivo requiere muchos cuidados.
A ello hay que sumar la gran cantidad de pienso que debe importar
el país, una cantidad equivalente de dos hectáreas
por habitante, debido al gran consumo de carne per
cápita.
Según el informe, los países ricos tienen
una media cinco veces más impacto en el medio ambiente que
los menos desarrollados, aunque el mayor declive en
biodiversidad lo sufren los países pobres, que
"subsidian el estilo de vida de los países ricos",
según el documento. España se sitúa en el
puesto 25 en cuanto a su impacto ambiental en el planeta. El
documento apunta además una tendencia negativa de
incremento del impacto ambiental a causa del aumento de la huella
ecológica de los países denominados BRICS (Brasil,
Rusia, India, China y Sudáfrica).
En el extremo opuesto, países como los
territorios de la Autoridad Nacional Palestina, Timor Oriental,
Afganistán, Haití, Eritrea y Bangladesh, son los
que menos contribuyen a gravar la huella
ecológica.
Pero no sólo los países que padecen
hambrunas, catástrofes y guerras son los que compensan el
impacto negativo sobre la Tierra, hay países como Suiza,
Letonia, Noruega, Luxemburgo y Costa Rica, cuyas políticas
en unos casos, o condiciones de población y biodiversidad
en otros, destacan en el ámbito del desempeño
ambiental. Francia, Austria, Italia, Reino Unido y Suecia
completan el top 10 de los países verdes.
Estos cinco países lideran el Índice de
Desempeño Ambiental, en inglés Environmental
Performance Index, más conocido por sus siglas EPI, un
índice que se publica cada dos años y que
evalúa el desempeño ambiental de los países
desde 2006. Se trata del índice más completo por la
cantidad de variables que contempla y coteja.
España, en deuda ecológica
En su última edición de 2012, en la que se
han incluido 132 países, España se ha caído
de la lista de los 30 mejores países en su
desempeño verde. En el índice anterior, de 2010,
ocupaba la posición 25. Y las perspectivas a corto y medio
plazo: nuestro país ha tardado menos de un tercio del
año en gastar todo su presupuesto ecológico de
2012, ya que el 23 de abril España entraba en deuda
ecológica (Ecodebt day), un día antes que 2011,
según cálculos de New Economics Foundation (NEF),
que aconseja reducir el déficit de sus recursos. A partir
de ese momento y hasta final de año, nuestro país
vivirá por encima de sus posibilidades ecológicas;
en otras palabras, estará consumiendo más de lo que
su sistema ecológico puede producir. Al mismo tiempo,
desde esta fecha el país emitirá más carbono
del que puede absorber, y su demanda ecológica
dependerá de los recursos de otros países. La
razón es el impacto del consumo de España, 3,25
veces superior a su biocapacidad, que sólo cubre un 30 por
ciento de su demanda de recursos.
La crisis económica introduce en este punto una
nota positiva, ya que los resultados están comenzando a
reflejar una disminución del consumo y de la
producción. Los últimos cálculos del estudio
han sido realizados con datos de 2008, por lo que se espera que
en 2013 la crisis económica y la reducción de
consumo asociada a esta se refleje definitivamente en el
estudio.
En este contexto, el informe publicado por NEF precisa
que el nivel de déficit ecológico se ha doblado
desde la década de los 60, y a nivel de consumo actual, la
biocapacidad del planeta "sólo cubre dos tercios de la
demanda global". Además, apunta que de seguir el mismo
nivel de consumo a nivel mundial se necesitarían dos
planetas antes de 2050.
El planeta sobrepasó su umbral crítico
hace 25 años. Es el umbral que marca el punto en el que la
demanda de recursos ecológicos crece más
rápido que el ritmo al cual la tierra puede
proveerlos.
Informe del Pnuma: el planeta se calienta, pierde
biodiversidad y bosques a un ritmo desconocido
"Dos décadas de buenas palabras y de
discursos a favor del medio ambiente no han evitado que los
principales parámetros para medir la sostenibilidad de la
actividad humana hayan empeorado. El objetivo de contener el
calentamiento en dos grados para final de siglo se aleja; los
océanos son cada vez más ácidos; la
biodiversidad desaparece a un ritmo desconocido desde la
extinción de los dinosaurios y la deforestación
está alcanzando tales cotas que supondrá un coste
para la economía mundial superior a las pérdidas
derivadas de la crisis financiera de 2008"… La ONU alerta
de cambios "sin precedentes" en la Tierra (El País –
7/6/12)
Así lo constata el informe GEO-5, elaborado por
el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma)
como previa a la cumbre de Río+20 que se celebrará
en Brasil dos décadas después de la primera cumbre
de la Tierra. De 90 objetivos solo hay avances significativos en
cuatro. La ONU recomienda a los Gobiernos que, entre otras cosas,
acaben con las subvenciones a los combustibles
fósiles.
"Los cambios que actualmente se observan en el sistema
Tierra no tienen precedentes en la historia de la Humanidad",
arranca el documento, en el que han colaborado unos 600 expertos:
"Los esfuerzos por reducir su velocidad o su magnitud han dado
resultados moderados pero no han conseguido revertir los cambios
ambientales adversos".
El informe -que alerta de que esas alteraciones de los
ecosistemas no son lineales y que llegados a un punto pueden ser
abruptos e irreversibles- puede agitar algo la cumbre de
Río, que se presenta con un perfil bajo, menor que la de
Johannesburgo en 2002 o la primera, en Río en
1992.
¦ Atmósfera. El Pnuma señala que el
Protocolo de Montreal ha logrado reducir la emisión de
sustancias que dañaban la capa de ozono. Suscrito en la
ciudad canadiense en 1997, es el ejemplo de cooperación
internacional para superar un problema ambiental global. Tanto,
que desde "1994 han mejorado en un 31% los indicadores relativos
a las sustancias que agotan el ozono en latitudes medias y
previsiblemente se han evitado unos 22 millones de casos de
cataratas en personas nacidas entre 1985 y 2100 en Estados
Unidos, sin contar otros países". Sin embargo, las
conversaciones dentro de la Convención Marco de Naciones
Unidas para el Cambio Climático siguen estancadas o, en el
mejor de los casos, avanzan a un ritmo lentísimo.
Así, el objetivo de limitar el calentamiento a dos grados
centígrados (pactado en la cumbre de Copenhague en 2009)
se aleja. Debido a la quema de combustibles fósiles
iniciada con la revolución industrial, la
concentración de CO2 en la atmósfera es la mayor en
850.000 años (ya roza las 400 partes por millón).
Ese CO2 retiene parte del calor que emite la Tierra y calienta el
planeta. El IPCC considera que para eso habría que limitar
la concentración en 450 partes por millón. El Pnuma
cree preciso eliminar subsidios perversos o perjudiciales para el
medio ambiente, especialmente a los combustibles fósiles;
impuestos a las emisiones de carbono; incentivos forestales para
la captura de carbono. Según la Agencia Internacional de
la Energía, la subvención a energía
fósil en el mundo es cinco veces mayor que la de
renovables.
¦ Uso del suelo y deforestación. El
informe señala que "el ritmo al que se pierden los
bosques, especialmente en los trópicos, sigue siendo
alarmantemente elevado" y lo atribuye a que "el crecimiento
económico ha tenido lugar a expensas de los recursos
naturales y los ecosistemas; debido a los incentivos
perjudiciales, es probable que solo la deforestación y la
degradación de los bosques supongan un costo para la
economía mundial, incluso, superior a las pérdidas
derivadas de la crisis financiera de 2008".
¦ Agua dulce. El acceso al agua potable es una de
las pocas buenas noticias. En 1990, la ONU fijó el reto de
reducir a la mitad antes de 2015 el número de personas sin
acceso al agua potable. El objetivo está a punto de ser
conseguido (si no lo ha sido ya), pero el Pnuma señala que
no se alcanza el del saneamiento, ya que aún hay 2.600
millones de personas sin acceso a la depuración de aguas.
El 80% de la población vive en zonas amenazadas por la
seguridad de suministro de agua.
¦ Océanos. Las señales de
degradación del mar no cesan. "El número de zonas
costeras eutróficas (con proliferación de
microorganismos por la contaminación) ha aumentado
considerablemente desde 1990: al menos 415 zonas costeras han
dado signos de una eutrofización grave y, de ellas, solo
13 se están recuperando". Además de la
contaminación, "la absorción excesiva de CO2 de la
atmósfera está provocando la acidificación
de los océanos, que se cierne como una gran amenaza para
las comunidades de arrecifes de coral y los mariscos".
¦ Biodiversidad. El mundo vive la llamada "sexta
extinción" de las especies, ya que la biodiversidad
desaparece a un ritmo desconocido desde la desaparición de
los dinosaurios. El Pnuma alerta de que "hasta dos tercios de las
especies en algunos taxones están amenazadas de
extinción; las poblaciones de especies están en
declive, desde 1970, las poblaciones de vertebrados han
disminuido en un 30%; y desde 1970 la conversión y la
degradación han provocado una reducción del 20% en
algunos de los hábitats naturales". "El cambio
climático", añade, "tendrá repercusiones
profundas en la biodiversidad". El Pnuma cita un índice
creado por WWF, el del Planeta Vivo, que analiza los cambios en
el tamaño de 7.953 poblaciones de 2.544 especies de
pájaros, mamíferos, anfibios, reptiles y peces de
todo el planeta, que bajó un 20% entre 1970 y 2007 y
recomienda aplicar "instrumentos de mercado para los servicios de
los ecosistemas, incluidos pagos por servicios
ecosistémicos".
El comercio internacional amenaza las especies (incluido
al hombre). Y si no, al tiempo
"Estados Unidos, Japón y Europa concentran el
mayor consumo de bienes cuya producción tiene impacto
negativo en la biodiversidad. Los países desarrollados
importan masivamente, entre otras cosas, café, té,
azúcar y pescado, lo que genera masivos efectos
ambientales negativos en las regiones productoras"…
El 30% de las amenazas para las especies proceden del comercio
internacional (El País – 7/6/12)
El café que millones de personas toman en el
desayudo parece inofensivo desde el punto de vista del medio
ambiente, pero la próxima vez que se prepare una taza
puede pensar si la expansión de los cultivos de esa planta
tan aromática y estimulante es una amenaza para la
biodiversidad allá donde se cultiva. Lo es. Para conocer y
medir el efecto del consumo, sobre todo en los países
desarrollados, no basta con buscar en el entorno inmediato, hay
que mirar lejos. Por ejemplo en México, Colombia y en
Indonesia, en el caso del café. Pero hay muchísimos
más productos consumidos en unos rincones del globo
responsables de la devastación de hábitats en
otros, y además, pasando por una intrincada red de
distribución comercial o de transformación de las
materias primas. Un equipo internacional de científicos ha
cuantificado este fenómeno a gran escala y concluye que al
menos el 30% de las amenazas para la biodiversidad, excluyendo la
debida a las especies invasoras, proceden del comercio
internacional. Los diez países más importantes que
importan esas amenazas (asociadas al consumo de bienes producidos
fuera de sus fronteras) son Estados Unidos, Japón.
Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España, Corea del
sur y Canadá. Los diez primeros de la lista de
exportadores son: Camerún, Camboya, Rusia, Tailandia, Sri
Lanka, Filipinas, Malasia, Papúa Nueva Guinea, Madagascar
e Indonesia, según los cálculos realizados por el
equipo de expertos, liderado por Manfred Lenzen (Universidad de
Sidney, en Australia).
"Las actividades humanas están causando la sexta
extinción masiva del planeta, un caída acelerada
actual de la reserva de biodiversidad biológica con tasas
entre cien y mil veces superiores a la era preindustrial",
recuerdan estos investigadores en su artículo publicado en
la revista Nature. "Históricamente, la intrusión
-de bajo impacto- en los hábitats de las especies
respondía a la demanda local de comida, combustible y
espacio habitable. Sin embargo, en la actual economía cada
vez más globalizada, las cadenas de comercio internacional
aceleran la degradación de hábitats muy lejos de
los lugares de consumo". Los mecanismos implicados y los efectos
se conocen mal.
Pero los casos de amenaza para la biodiversidad a
distancia son numerosos, recuerdan estos científicos: la
soja y la producción de carne con su efecto negativo sobre
la selva en Brasil; la pesca den Nueva Guinea Papúa, las
plantaciones para obtener aceite de palma en Indonesia y en
Malasia o la captura de peces de colores para acuarios en
Vietnam, por citar unos pocos. Uno de los casos concretos que
apuntan los investigadores es el de la araña mono (Ateles
geoffroyi), que está en peligro y amenazada por
pérdida de hábitat a medida que se extienden las
plantaciones de café y cacao en México y
Centroamérica. Lenzen y sus colegas de Australia, Italia y
Japón han cruzado los datos de 15.000 especies amenazadas
en la Lista Roja de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (IUCN) con más de
15.000 productos originados en 187 países para evaluar el
impacto ambiental. Además han tenido en cuenta en sus
análisis las intrincadas vías de
distribución y transformación desde el productor
original de la materia prima hasta el consumidor del bien
acabado, en las que a menudo están implicados más
de dos países. Productos agrícolas y madera de
Guinea Nueva Papúa (donde 171 especies están
amenazadas por estas importaciones) acaban en Japón, pero
pasando por Malasia, Indonesia, Hong Kong, Taiwán,
Australia o Tailandia. "Lo que hemos descubierto demuestra que
las amenazas locales están directamente alimentadas por la
actividad económica y la demanda de los consumidores en
todo el mundo", escriben Lenzen y sus colegas en Nature. Para
manejar todos los datos debidamente, han desarrollado un complejo
modelo por ordenador que relaciona la presión
medioambiental y el impacto en los ecosistemas con la
producción y el comercio mundiales.
La biodiversidad, además, no es la única
amenaza medioambiental cuya responsabilidad recae, en gran
medida, a distancia del daño infringido. Lo mismo pasa con
la contaminación, por ejemplo en China, generada por la
producción pasiva de bienes y productos para la
exportación.
"Si usted compra un juego de ajedrez con piezas hechas
de marfil, puede sospechar que está contribuyendo a la
matanza de elefantes. Pero si compra una salchicha no puede saber
si el cerdo con el que se ha hecho estaba alimentado de soja de
una granja que se ha extendido en lo que antes era el
hábitat de los elefantes. El efecto sobre la diversidad de
las especies, sin embargo, es similar", señala el
especialista noruego Edgar Hertwich al comentar en Nature el
trabajo de sus colegas.
La investigación no se limita a
desentrañar la interrelación entre pérdida
de biodiversidad y consumo remoto, sino que toma en
consideración iniciativas que pueden atenuar los efectos.
Y los mecanismos para una justa distribución de las
responsabilidades no tienen por qué partir de cero. Lenzen
y sus colegas recuerdan que las autoridades chinas apuntan que
debería recaer parte de emisiones de gases de efecto
invernadero de su país en la contabilidad de los
países importadores de esos bienes. La biodiversidad
podría aprovechar idénticos conceptos y
métodos, dicen estos expertos. Otra iniciativa interesante
es la del Convenio Cites, que regula el comercio internacional de
especies amenazadas (actualmente protege más de 30.000)
con certificados, cuotas y regulaciones. ¿Por qué
limitarse a la protección directa de las especies y no
abarcar también las actividades económicas que las
ponen en peligro?, sugiere el equipo de Lenzen. La
concienciación de la sociedad, el etiquetado apropiado con
información sobre la huella en la biodiversidad en muchos
producto o la extensión de las regulaciones
medioambientales a los países que reciben en su territorio
actividades económicas deslocalizadas son ideas a tener en
cuenta.
"Qué basura": 1.300 millones de toneladas y
205.000 millones de dólares, por año
"Las cuentas no cuadran en los municipios cuando la
economía no acompaña. Y en la planificación
de los presupuestos y de las inversiones futuras, la
gestión de los residuos es una parte clave. El Banco
Mundial
acaba de publicar un informe en el que anticipa que el coste
del tratamiento de las basuras seguirá creciendo. Las
cifras totales que maneja son relevantes. La estimación
que hace el organismo es que los residuos sólidos que
generan los ciudadanos suba de los 1.300 millones de toneladas
actuales a 2.200 millones en 2025. Eso, en dinero, se traduce en
pasar de 205.000 millones de dólares a 375.000 millones.
El mayor incremento se verá en los países
más pobres"… El creciente coste de la basura (El
País – 6/6/12)
Es la primera vez que una institución
internacional publica un informe tan detallado, que aglutina
detalles país por país. Si bien es cierto que la
información en algunos casos puede ser incompleta y no
pueden tampoco trazarse comparaciones, los autores señalan
que el reto de la gestión de las basuras crece conforme
mejora la calidad de vida de las ciudades y aumenta su
población. Rachel Kyte, responsable de la unidad de
desarrollo sostenible del Banco Mundial, considera que esta es
una cuestión que debe ser trata de forma urgente no solo a
escala local, también internacional. "Es el servicio
más importante que una ciudad provee a sus
ciudadanos".
La basura crece más rápido que la
urbanización. Hace una década, los residentes en
ciudades se estimaban en 2.900 millones. Producían 0,64
kilos de residuos diarios, o unos 680.000 millones de toneladas
al año. Ahora son 100 millones más y se genera casi
el doble de basura. Para 2025 llegaran a 4.285 millones y cada
uno será responsable de 1,42 kilos de basura. China es
donde la generación de residuos municipales crece
más rápido. Ya superó a EEUU ya en 2004. No
es una sorpresa. Pero como señalan desde el organismo que
apoya el desarrollo de las naciones más retrasadas,
sorprende que un reto que puede ser mayor al del cambio
climático se mantenga en silencio.
Estos son los datos que el informe del Banco Mundial
ofrece sobre España. En el mismo marco temporal que se
ofrece para todo el planeta, el organismo proyecta que los
españoles que viven en ciudades producirán 6.790
millones más de residuos al día en 2025, o el
equivalente a 2,1 kilogramos por persona. A diferencia de la
evolución en los países emergentes, sin embargo,
esa generación de basura per cápita se
mantendrá prácticamente estable durante el periodo
aunque la población urbana crezca de 33,9 millones 37,6
millones de habitantes de aquí a 13
años.
Precisamente esta semana se encuentra en Nueva York una
delegación de la Feria de Barcelona presentando ante
empresas e instituciones el próximo congreso Smart City
Expo, que se celebrará a mediados de noviembre
próximo. Como señalan los organizadores, es un
momento clave en el que los municipios y las firmas
españolas pueden vender su conocimiento sobre la
solución que dan a problemas urbanísticos, como el
de la gestión de los residuos y del transporte. Explican
que no se trata solo de hacer las ciudades más sostenibles
y habitables mediante la aplicación de la
tecnología, sino una oportunidad también para
generar riqueza y empleo.
Un llamado (desesperado) de la Comunidad
Científica pidiendo consumir menos
"Más de 100 academias de ciencia alrededor
del mundo instaron a los líderes políticos a actuar
ante lo que consideran graves amenazas para el planeta y para la
humanidad: el aumento de población y los patrones no
sostenibles de consumo"… Los científicos piden
consumir menos para salvar al planeta (BBCMundo –
14/6/12)
El llamado fue dado a conocer a pocos días de la
conferencia Rio + 20, la cumbre sobre desarrollo sostenible que
se celebrará en Rio de Janeiro a mediados de junio (2012).
El debate del documento final ya ha comenzado pero los delegados
de alto nivel, incluyendo más de 100 jefes de estado, se
reunirán a partir del próximo
miércoles.
La falta de acción pondrá en peligro a las
generaciones futuras, según el documento firmado por la
red global de academias de ciencia, IAP por sus siglas en
inglés.
"Si no se toman medidas esto nos conducirá a
futuros alternativos con implicaciones potencialmente
catastróficas para el bienestar de la humanidad",
señalan los científicos.
La declaración de los científicos es
notable no sólo porque une a expertos de países
industrializados y naciones en desarrollo en un tema que
causó divisiones en el pasado.
El llamado también deja en evidencia un
protagonismo creciente de la comunidad científica en la
búsqueda de soluciones políticas y
económicas a la crisis ambiental.
Entre los signatarios del documento está la
Academia de Ciencias británica, la Royal Society, una de
las más antiguas del mundo.
"El papel de academias como la Royal Society siempre ha
sido proveer a los tomadores de decisiones del mejor
asesoramiento científico", dijo a BBC Mundo el profesor
Charles Godray, de la Universidad de Oxford, quien
presidió el proceso de redacción del
documento.
"Pero los problemas que enfrentamos actualmente son
urgentes. El crecimiento de población, la pérdida
de biodiversidad y el cambio climático nos preocupan
profundamente y las academias tienen un rol fundamental en
asegurar que los políticos tomen decisiones informadas
sobre cómo actuar ante estos problemas".
"Niveles absurdos de consumo"
Los científicos señalan en su llamado que
"la población global es actualmente cercana a los siete
mil millones y la mayoría de las proyecciones sugieren que
llegará a entre ocho y once mil millones para
2050".
"Al mismo tiempo, 1.300 millones de personas siguen
viviendo en la pobreza absoluta, sin poder satisfacer ni siquiera
sus necesidades más básicas".
Las academias señalan que los patrones actuales
de consumo, especialmente en los países de ingresos altos,
están erosionando los recursos del planeta a un ritmo que
amenaza seriamente los intereses de las generaciones
futuras.
Otros científicos de peso también instaron
este año a acciones políticas y a cambios en el
modelo económico.
En un texto escrito especialmente para BBC Mundo con
motivo del cruce del hito de siete mil millones en la
población mundial, el biólogo y naturalista
estadounidense Edward Wilson, curador emérito del Museo de
Historia Natural de Harvard, señaló:
"Estoy particularmente preocupado por lo que estamos
haciendo al resto de la vida. Estamos destruyendo la diversidad
biológica, que consiste en los ecosistemas y las especies
que viven en ellos".
"No podemos esperar que los países en desarrollo
creen programas sostenibles cuando en el presente los más
ricos tienen niveles absurdos de consumo".
Cambios en el modelo económico
Recientemente 20 ganadores del prestigioso
galardón Blue Planet, el Nobel de medio ambiente, hicieron
una propuesta a la ONU para que se abandone el Producto Interno
Bruto, PIB, como indicador principal de desempeño
económico.
Uno de los firmantes fue José Goldemberg, ex
ministro de medio ambiente de Brasil quien presidió la
Cumbre de la Tierra en Rio hace 20 años y es actualmente
profesor de la Universidad de Sao Paulo.
"El PIB es un indicador perverso del bienestar social,
una medida puramente económica de la cantidad de
transacciones financieras que no distingue si la actividad
económica es para bien o para mal", dijo Goldemberg a BBC
Mundo.
Si se corta todo el bosque en un país el PIB
sería alto ese año, por ejemplo, por las
operaciones de corte, pero a largo plazo el país se
habrá empobrecido por la pérdida de uno de sus
principales recursos.
La creciente visibilidad de los científicos
está reflejada también en sus crecientes contactos
con la prensa, un factor crucial reconocido por la Royal Society
que impulsa un programa para entrenar a los investigadores en
materia de comunicación y asegurar que su mensaje sea
transmitido en forma clara y efectiva.
El involucramiento de los científicos con la
política no es nuevo, como dejan en evidencia las
advertencias sobre el riesgo de las armas nucleares en el pasado
o instituciones como la Union of Concerned Scientists
("Asociación de Científicos Preocupados") en
Estados Unidos.
Pero como señala el documento lanzado por las
academias de ciencia, el desafío actual no tiene
precedentes en la historia de la humanidad, y "la
combinación de patrones de consumo, especialmente en
países de alto ingreso y el número de personas en
el planeta, está afectando directamente la capacidad de la
Tierra para sostener la biodiversidad" de la que todos
dependemos.
De cara a la cumbre Rio + 20, Goldemberg insistió
a BBC Mundo en la necesidad de un cambio en los patrones de
consumo, especialmente en los países
industrializados.
"Los combustibles fósiles como carbón,
petróleo y gas natural representan casi el 90% de toda la
energía que consumen los países de Occidente para
mantener sus patrones de consumo".
"La responsabilidad de Occidente como un todo surge de
que a pesar de tener un cuarto de la población mundial,
consume la mitad de toda la energía y los recursos
naturales del planeta".
El Planeta no alcanza, la basura nos tapa y el desierto
"avanza"… (cosi fan tutte)
Un total de 12 millones de hectáreas se
pierden cada año a causa de la desertificación,
según datos recogidos por la ONG World Vision con motivo
de la celebración del Día Mundial contra la
Desertificación y la Sequía. El objetivo de revelar
estos datos es "sensibilizar a la población de las
terribles consecuencias de esta amenaza". Cada año se
pierden 12 millones de hectáreas por la
desertificación (Gaceta.es – 18/6/12)
Este problema cuesta a la economía mundial 42
billones de dólares anuales. España es ya el
más afectado de toda Europa.
La ONG advirtió de que se trata de un mal que
repercute en más de 110 países en el mundo y que
"afecta significativamente a los países más
desfavorecidos de África, donde dos tercios del continente
son desierto o zona árida, y en zonas de América
Latina especialmente áridas como el Chaco boliviano".
"Mientras la desertificación cuesta a la economía
mundial unos 42 billones de dólares cada año, el
coste humano es incalculable", apostilló. Así, unos
135 millones de personas -el equivalente a la población
total de Francia y Alemania- se encuentran en peligro de ser
desplazadas.
Organizaciones de desarrollo como World Vision estiman
que por cada dólar invertido en la lucha contra la
degradación de la tierra y desertificación se
podrían generar unos tres dólares de beneficios
económicos, lo que "ayudaría a luchar contra la
pobreza entre los millones de personas que viven en estas
frágiles tierras", añadieron.
Asimismo, World Vision recordó que "esta amenaza
afecta a países desarrollados, como es el caso de
España, que ya se sitúa como el más
dañado de Europa. Por ello, se apuesta por la
sensibilización de la población, desde
niños, con "proyectos para informar y concienciar sobre
las consecuencias de la desertificación y plantear
soluciones a los efectos de la sequía".
Reforestación
Además de esta labor formativa y de
sensibilización, World Vision tiene en marcha varios
proyectos de desarrollo en las zonas más afectadas de
África y América Latina que se concretan en la
reforestación de bosques; el fomento de cultivos con riego
más eficiente, como sistemas de microriego; el uso de
insecticidas y abonos orgánicos; el fomento de cultivos
menos intensivos en agua; depósitos de agua comunitarios;
sistemas familiares de recogida de agua de lluvia; canalizaciones
de agua; y el uso de estufas solares.
Otra Cumbre del fracaso: los problemas de la Tierra
quedan postergados por la crisis
"Miles de funcionarios gubernamentales, hombres de
negocios y otros grupos descendieron en Rio de Janeiro esta
semana para avanzar la causa del desarrollo sostenible. No
pudieron elegir un peor momento para hacerlo"… Menores
expectativas y menor relevancia para la Cumbre de Rio (The Wall
Street Journal – 19/6/12)
La conferencia, liderada por Naciones Unidas, se
presenta en momentos en que los principales poderes occidentales
pasan apuros para recuperarse de uno de los peores descalabros
económicos de los que se tenga memoria. El evento
también ocurre poco después de otras reuniones
ambientales globales que se han quedado cortas, causando una
fatiga de estas cumbres y una reducción de las
expectativas.
Parte de la cobertura noticiosa del evento ya ha
calificado a la cumbre de fracaso, en parte porque algunos de los
líderes más importantes del mundo no
asistirán y en parte porque no hay una agenda clara en la
cual enmarcar la discusión.
No obstante, aquellos que respaldan la cumbre dicen que
el problema no es la reunión sino las expectativas poco
realistas a su alrededor. Ellos creen que las cumbres pueden
tener éxito si la gente comienza a pensar en el tipo de
cosas que tales eventos pueden conseguir, en vez de concentrarse
en lo que no pueden hacer.
Rio y cumbres similares puede que no produzcan grandes
tratados, dicen sus defensores, pero pueden generar consciencia
sobre los problemas ambientales más urgentes y sus
posibles soluciones, además de acumular voluntad
política para acciones futuras. Incluso si los gobiernos
nacionales no se comprometen a tomar medidas ambientales, las
reuniones pueden conducir a compromisos por parte de los
gobiernos locales y los negocios.
Enormes Obstáculos
La meta de la conferencia no es modesta. Los
organizadores desean abordar el manejo de los recursos naturales
en medio de un crecimiento de la población que está
poniendo presión sobre la capacidad productiva en todo el
mundo.
Sin embargo, convertir esas metas en acciones
significativas será difícil. El principal
obstáculo es el oscuro panorama económico,
especialmente en EEUU y otros países occidentales, los
cuales han recibido previamente la responsabilidad de financiar
las prioridades ambientales.
La última negociación ambiental de
importancia, la cumbre climática de Copenhague,
subrayó la dificultad de conseguir que 190 países
lleguen a un acuerdo. A esa cumbre asistió el presidente
de EEUU Barack Obama, el premier chino Wen Jibao y otros
mandatarios. Pero el resultado, una serie de compromisos
voluntarios en vez de un acuerdo internacional obligante sobre la
reducción de emisiones, le quitó impulso a la causa
de los acuerdos ambientales globales y generó dudas de que
esos tratados puedan tener éxito.
Un enfoque diferente
No obstante, otros aún mantienen la esperanza de
que Rio obtenga un proceso significativo, en parte abriendo paso
a una estrategia "ascendente" para las cumbres internacionales.
En vez de enfocarse en los grandes tratados que fijan compromisos
vinculantes para los países, algunos organizadores esperan
obtener compromisos de participantes más
pequeños.
Matthias Stausberg, un portavoz de Global Compact, la
iniciativa de sostenibilidad corporativa de Naciones Unidas,
espera que cerca de 1.000 negocios participen en el foro de
sostenibilidad que se lleva a cabo esta semana. Él espera
que para el final de la cumbre, numerosas compañías
se hayan comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono o a
reciclar agua.
Las empresas tienen la disposición para tomar
esas medidas sin importar lo que hagan los gobiernos nacionales,
argumenta Stausberg. "Cada vez más compañías
ven a la sostenibilidad corporativa como una oportunidad",
dijo.
Otras medidas
Los que respaldan la importancia de la cumbre
también esperan crear conciencia de algunos asuntos
particulares entre los mandatarios.
Por ejemplo, está la idea de usar nuevos
referentes cuando se evalúan las políticas
ambientales. Los críticos han argumentado que el producto
interno bruto por si solo coloca demasiado énfasis en la
producción económica y muy poco en el bienestar
social. Por lo tanto, muchos ambientalistas quieren complementar
las cifras del PIB con indicadores que cuantifiquen la
degradación del medio ambiente o fijen un valor estimado
sobre el mantenimiento de recursos naturales.
Los organizadores también buscan obtener apoyo
para una iniciativa de la ONU que planea proveer acceso a
energía a 1.300 millones de personas que aún no lo
tienen y elevar el porcentaje de fuentes renovables en el
conjunto global.
Aquellos que respaldan a la cumbre dicen que algunas de
estas medidas podrían llegar a ser significativas a largo
plazo, incluso si parecen pequeñas en comparación a
los triunfos de antaño.
También podrían tomar consuelo de lo
ocurrido en el pasado. En la conferencia de Rio de 1992, la cual
la historia declaró como un triunfo para el medio
ambiente, fue recibida inicialmente con muchas
críticas.
La FAO alerta de que la producción pesquera roza
el máximo
"Los océanos tienen pendiente una
transición. La demanda de pescado no deja de crecer: ha
aumentado un 32% desde 1992 frente a un aumento del 22% de la
población. Al contrario que la agricultura o la
ganadería, en la pesca la única revolución
tecnológica ha sido la de capturar más y
más. Según la FAO, "hay razones para creer que la
producción pesquera ha alcanzado el
límite"… Los océanos, al límite
(El País – 19/6/12)
Johanne Gerhardt Fischer, responsable de
pesquerías de la FAO, explica que hay tal cantidad de
pesquerías por especies y por zonas que es muy
difícil dar un estado global del océano. "Las
especies de profundidad, como el bacalao, probablemente han
alcanzado el pico, ya que desde los setenta se ha estabilizado el
volumen de pescado desembarcado. En los pelágicos, sin
embargo, se incrementaron mucho las capturas hasta principios de
los noventa y luego se estabilizó. Crustáceos y
moluscos están también más o menos
estabilizados. Por eso tenemos razones para creer que
probablemente los océanos están en el máximo
de explotación aunque no lo sea para todas las zonas
clave".
Pablo Abaunza Martínez, próximo jefe de
área de pesca del Instituto Español de
Oceanografía (IEO), pinta un panorama similar: "En Europa
el 75% de los caladeros están sobreexplotados. Hemos
tocado techo. Igual podemos capturar más, pero a costa de
que los stocks acaben en peligro".
Uno de los temas en Río es el bajo nivel de
protección de los océanos, menos del 1% de la
superficie frente al 15% de la tierra. Por ahí
vendrán movimientos de conservación. Australia, por
ejemplo, ha anunciado que creará la mayor reserva marina
del mundo.
Fuente: FAO.
Si una pesquería colapsa, como la del bacalao en
Terranova, la recuperación no siempre es sencilla, porque
las interacciones en los ecosistemas marinos son muy complejas.
"Si dejas de pescar, no se recupera tan rápido. Puede que
en especies de vida corta, como la anchoa, sí que veas una
recuperación más rápida. Pero en general
cuesta recuperar", explica Abaunza.
Javier Garat, secretario general de Cepesca, la patronal
del sector, relativiza la situación: "El 27% de los stocks
están sobreexplotados, pero en muchos sitios se
está haciendo una gestión sostenible" y critica que
hay "mensajes apocalípticos de ONG" que anuncian
océanos vacíos. En España había
21.000 barcos en 1986 y hoy hay 10.400. Eso no implica que la
flota haya disminuido la capacidad pesquera, ya que las mejoras
técnicas multiplican las capturas.
La solución pasa -además de por adecuar la
flota y buscar el rendimiento sostenible— por la
acuicultura. En los últimos 20 años se ha
conseguido criar especies que parecía imposible y que
incluso sea competitiva la cría frente a salir al mar a
pescarlos.
Sin embargo, Abaunza pide tener en cuenta que "la
alimentación de los organismos que se cultivan no puede
ser a partir de la explotación de los recursos del mar".
Es decir, que si se consigue criar el atún rojo pero se le
alimenta a base de peces obtenidos en alta mar, las ventajas se
reducen. El objetivo, añade Abaunza, es "conseguir las
proteínas a través de las algas, para no
sobreexplotar".
La Lista Roja de las especies muestra la pérdida
de biodiversidad en el planeta: un 41% de los anfibios, un 33% de
los corales y un 25% de los mamíferos están
amenazados
"Es difícil percibir en directo la magnitud
de un cambio como el que vive el planeta. Un 41% de los anfibios,
un 33% de los corales, un 25% de los mamíferos y un 13% de
las aves están "amenazadas por la extinción",
según la Lista Roja de Especies Amenazadas, el mayor
índice para medir la evolución de la biodiversidad
en la Tierra, que elabora la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN) y que evalúa
el estado de 63.837 especies"… Cada vez menos especies en
el planeta (El País – 19/6/12)
Julia Marton-Lefèvre, directora general de la
UICN, afirma en un comunicado que "es imposible lograr un futuro
sostenible sin conservar la diversidad biológica -especies
animales y vegetales, sus hábitats y sus genes- no solo en
beneficio de la propia naturaleza, sino también de los
siete mil millones de personas que dependen de ella. La
última Lista Roja de la UICN es un claro llamamiento a los
líderes mundiales reunidos en Río de Janeiro para
proteger la red de la vida en nuestro planeta".
El 33% de los corales formadores de arrecifes
están amenazados. / IUCN
El catálogo revela que el 36% de las rayas
están amenazadas, incluyendo "la raya leopardo (Himantura
leoparda), de gran valor comercial, que está clasificada
como Vulnerable a causa de la extensa degradación del
hábitat y la fuerte presión pesquera".
Además, el 55% de los arrecifes del mundo están
afectados por la sobrepesca.
Como ejemplo de los servicios que presta la naturaleza,
la IUCN destaca que "la producción de por lo menos un
tercio de los alimentos del mundo, incluyendo 87 de los 113
cultivos alimenticios más importantes, depende de la
polinización realizada por insectos, murciélagos y
aves. Este servicio de los ecosistemas tiene un valor superior a
200.000 millones de dólares al año". Sin embargo,
según la Lista Roja, "el 16% de las mariposas
endémicas de Europa están amenazadas". "Los
murciélagos, que también son importantes
polinizadores, también están amenazados, un 18% de
ellos a nivel mundial".
No es solo la pérdida de hábitats o la
sobrepesca. El cardamomo (Amomum tsao-ko) "está
clasificado como casi amenazado por la sobreexplotación de
sus frutos comestibles con fines comerciales" (quién sabe
si por la burbuja del gin-tonic).
"La mayoría de las causas de la pérdida de
biodiversidad, incluyendo la extinción de especies, son de
carácter económico", sostiene Simon Stuart,
presidente de la Comisión de Supervivencia de Especies de
la UICN.
Estudiar la evolución de las especies amenazadas
no es sencillo. Entre otras cosas, porque la IUCN analiza cada
año más poblaciones.
También hay buenas noticias, como el
redescubrimiento del sapillo pintojo de Israel (Discoglossus
nigriventer), una especie que se dio por extinguida porque no se
tenían noticias de ella en 50 años.
Cadena de errores (del "big bang" al "big crash"): el
batacazo que viene
Existen hoy gentes lúcidas en todos los campos
del saber que, con rigor y responsabilidad, vienen denunciando la
barbarie a que el proyecto vigente nos ha llevado. La
visión imperialista de ciertas naciones y la economicista
neoliberal de las mismas no parecen aprender nada de la
experiencia desastrosa del pasado. Detrás de todo
comportamiento -individual o colectivo- hay una visión de
la realidad, y si esa visión no se cambia no se cambia el
comportamiento.
La ideología liberal nos coloca frente al
semejante -persona, pueblo, región, continente- como
enemigo con el que hay que competir y al que hay que someter. El
planeta Tierra es visto como un inmenso botín,
extraño al hombre y por debajo de él, que hay que
conquistar y del que hay que apropiarse con el mínimo
esfuerzo y el máximo beneficio. La Tierra no es vista como
la gran Madre sin la cual nadie puede vivir y en la que todos
estamos relacionados y somos interdependientes, que tiene
recursos limitados y a la que debemos respetar y cuidar. Esta
visión cosmológica mercantilista y de conquista, es
la que ha creado la situación actual donde un 20% de la
población mundial controla y consume el 80% de todos los
recursos naturales. Y, por mantener esa desigualdad, esa
minoría dominante mantendrá una economía y
una política devastadoras, sin esperanza ni puertas para
el futuro. La Rio+20 defraudó, como era de esperar, pero
existe la visión de una fraternidad universal y de una
hermandad estrecha de la humanidad con el planeta Tierra que
fundamentan y exigen un nuevo comportamiento.
El crecimiento económico infinito producido en un
lugar finito, llamémosle Tierra es, ciertamente,
imposible. Nada puede crecer indefinidamente, salvo el Universo
en expansión, en teoría.
El cambio climático, mientras tanto, no es
más que un lacayo de la naturaleza que pretende poner
orden en esta reducida casa de vecinos cada vez más
apiñados. Cuyos excrementos acumulados en estanques
antaño exuberantes y el gaseoso patio etéreo y
común van incrementándose cada día un poco
más, apestándonos a todos.
Vivimos en un lugar prácticamente cerrado, no
está a salvo de cascotes y pedradas, con apenas un dorado
calefactor luminoso, heliocéntrico (de helio) e
hidrogenado, que atiende al nombre de Sol. Muchos sabios no se
han enterado de ello. Y menos lo han incluido en su
formulación.
Tales magos veneran al dios tecnología, el
apóstol progreso, al profeta sustitución, mientras
adoran el entrópico becerro de oro. Una versión de
la divina multiplicación de los panes y los peces, en este
caso carbón, petróleo, gas, los minerales y
algún otro sustituto más que acabe apareciendo por
intercesión de la gracia celestial.
Que, según pregona el dogma supremo, nos
despejarán "ad eternum" el camino de la prosperidad.
Muchos se lo creen, se postran y acatan tal
mandamiento.
A estas alturas, pretender afirmar que la actividad
económica no influye en el clima o en el planeta es de
idiotas engreídos. Desgraciadamente, el gremio
científico aledaño está plagado de seres tan
conspicuos y cafres. Comunidad que, en su vertiente más
"supina" (que se supone que sabe), ignora tal circunstancia.
Pretendiéndola hacer inocua al excluir tal realidad de los
principios que rigen esa llamémosle ciencia.
La moraleja es recurrente: mientras la economía
no incorpore a sus cimientos más profundos la ineludible
realidad humana y terrenal que es la razón de su
existencia, seguiremos errando a la deriva hasta convertir estos
esquifes y andurriales en un pecio fantasmagórico que
será arrastrado en su infortunio por el "Holandés
Errante", legendaria metáfora premonitoria que ya ha
zarpado rumbo a ninguna parte.
Sin esperanza y sin miedo (Plan "B" para la
salvación del Planeta Tierra)
No esperemos nada de los gobiernos… No esperemos
nada de las empresas… Normal como la vida misma, si
tenemos en cuenta que políticos -de uno u otro signo- y
financieros -siempre del mismo signo-, poder político y
poder económico, han sido los protagonistas y
beneficiarios del estropicio ecológico, además de
acérrimos defensores de statu quo.
"Nomenklatura" y "colusión" (cuellos blancos y
chequeras negras) suficiente para abortar cualquier compromiso
adoptado en las Cumbres de la Tierra (Plan "A"): Estocolmo
(1972), Río de Janeiro (1992), Kioto (1997), Johannesburgo
(2002), Bali (2007), Nueva York (2009), Copenhague (2009),
Cancún (2010), Río de Janeiro (2012).
El Plan "B" para la salvación del Planeta Tierra
depende pura y exclusivamente de nosotros, los pobres e
insignificantes ciudadanos, los pobres e insignificantes
contribuyentes, los pobres e insignificantes
consumidores.
Tal vez, podamos aprovechar la crisis económica,
política y moral, que estamos padeciendo, para realizar
una profunda revisión de "valores" y "consumos" (no hay
mal que por bien no venga). El "empobrecimiento" puede hacernos
menos "consumistas", menos "hedonistas", menos "mendaces", menos
"facilistas", menos "relativistas".
Por acción u omisión estamos tolerando un
nivel de consumos que resultan tóxicos y nocivos para el
planeta (y con ello para el futuro de las siguientes
generaciones). Con torpeza o falta de escrúpulos
(también), estamos actuando como si fuéramos los
últimos habitantes de la Tierra.
Testamentos vitales ¿planea la Tierra su propia
muerte?
Externalidades negativas ¿planean las empresas la
muerte de la Tierra?
Cadena de errores ¿responderá a la "cadena
de favores"?
Banca tóxica, planeta tóxico
¿será igual?
Represión ecológica (ambiental)
¿alguien piensa en las próximas
generaciones?
Del "big bang" al "big crash": el crash financiero ya lo
vimos (y continuamos padeciendo), falta el crash planetario (pero
estamos en ello, y con mucho entusiasmo).
Así como el humilde cliente de una cuenta
corriente bancaria (aunque sea del banco más importante
del mundo), puede (junto con otros depositantes) fundir al banco
si decide(n) retirar su(s) deposito(s) "todos a la vez", no hay
empresa multinacional que pueda resistir una "huelga" de carritos
de supermercado.
El poder del ahorrista… el poder del
consumidor… es inconmensurable, infinito, letal. Si
retiramos el dinero de los bancos, se termina el negocio
financiero. Si dejamos de empujar el carrito de la compra, se
termina el negocio de la industria de consumo.
¿Qué pasaría si los "impositores"
cerraran sus cuentas en aquellos bancos que pagan retribuciones
milmillonarias a sus directivos? ¿Qué
pasaría si los "impositores" cerraran sus cuentas en
aquellos bancos que invierten en la economía de
casino?
¿Qué pasaría si los "consumidores"
dejaran de comprar los productos de aquellas empresas que no
respetan el medio ambiente? ¿Qué pasaría si
los "consumidores" dejaran de comprar los productos de aquellas
empresas que deslocalizan sus fábricas? ¿Qué
pasaría si los "consumidores" dejaran de comprar los
productos de aquellas empresas que despiden personal de forma
masiva?
Y no digamos si se decidieran pasar a la
"rebelión fiscal". No habría burocracia que pudiera
sobrevivir. No habría casta política que pudiera
resistir. No habría gobierno que pudiera
aguantar.
Un plan "B" sencillo (al alcance de todos): así
como un chofer de taxi, bus o camión pone en el
salpicadero la foto de sus hijos (Papá no corras…
papá te esperamos…), ponga la fotografía de
sus hijos y/o nietos en el talonario de cheques, en la cartilla
de ahorro o en el carrito de la compra (mejor podría ser
ponerla junto con la tarjeta de crédito). Y antes de
invertir en participaciones preferentes, deuda subordinada, bonos
convertibles contingentes (activos tóxicos)… mire
la foto de sus hijos y/o nietos, y actúe en consecuencia.
Y antes de "comprar espejitos de colores" o "consumir a tontas y
a locas" (triste adicción)… mire la foto de sus
hijos y/o nietos, y actúe en consecuencia.
La crisis financiera puede ayudar (y mucho) a volver a
los orígenes, a ser más humildes, más
austeros, más precavidos, más moderados, más
frugales, más… ¿inteligentes?
Hace un tiempo, paseando por un gran centro comercial
sudamericano con mi hermano, que llevaba a su suegro (inmigrante
europeo de posguerra) por primera vez a conocer un "shopping
center"… luego de recorrer diversos pisos, tiendas,
cafeterías, patios de comida, cines… mientras
tomábamos un café, este señor dijo: "nunca
me imaginé que pudieran haber tantas cosas que no necesito
para vivir". Todavía estoy aprovechando su maravillosa
enseñanza.
El plan "B" consiste en solo comprar lo imprescindible
para vivir (sin adicciones consumistas), solo reponer lo que deja
de funcionar, se gasta o se rompe, no comprar por las marcas, no
comprar por la publicidad, no comprar el "último modelo",
no dejarse tentar por cualquier "chuchería" con lucecitas
de colores. Y así, "poquito a poco" podremos ayudar al
planeta, así "poquito a poco" podremos dejar algo para los
que vienen detrás. Se necesita mucho menos y se puede
hacer mucho más. Empecemos.
El apetito consumidor que existe en el mundo no
sólo ha perjudicado por igual la vida de ricos y pobres,
sino que mantiene un ritmo insostenible.
Este apetito del consumidor sin precedentes está
socavando el sistema natural del que todos nosotros dependemos, y
está haciendo más difícil aún para la
población el satisfacer sus necesidades
básicas.
El aumento de niveles de obesidad y de endeudamiento
privado, la escasez crónica de tiempo y la
degradación del ambiente son, todas ellas señales
que el consumo excesivo, está disminuyendo la calidad de
vida de muchas personas. El reto ahora es movilizar a los
gobiernos, empresas y a los ciudadanos para desplazar la
atención de una desenfrenada acumulación de bienes
hacia la búsqueda de formas para asegurar una mejor vida
para todos.
En las últimas décadas, el consumo ha ido
más allá de la mera satisfacción de
necesidades o la realización de sueños, y se ha
convertido en un fin por sí mismo para las elites
más influyentes del mundo y cada vez más para la
clase media. Al mismo tiempo, el nivel de consumo está
creciendo rápidamente en los países en desarrollo,
pues la globalización ha inducido a millones de personas a
consumir bienes, proveyéndolos de capital y
tecnología para producirlos y diseminarlos.
El mundo se va a acabar, o más precisamente nos
lo vamos a gastar si no ahorramos, la humanidad está
consumiendo las reservas naturales a un ritmo tan rápido
que supera la habilidad del planeta para mantener la vida,
estamos gastándonos el capital de la naturaleza más
rápido de lo que se puede regenerar.
¿Qué puedo hacer yo
personalmente?
Frente al agotamiento del "almacén de recursos".
Ante el "lado oscuro" de la economía.
Lo único importante de globalizar es la
conciencia.
Frente al cambio climático. Ante el riesgo de
nuevos virus y bacterias letales. Sin negar la evidencia de una
hambruna de masas. Bordeando -por exceso de especulación-
una depresión económica colosal.
Lo único importante es la percepción de
nuestra vulnerabilidad compartida.
Somos parte de la creación de Dios y no
Dios…
Tratando de reducir la brecha entre la esperanza y las
expectativas, ¿qué puedo hacer yo
personalmente?
Klaus Werner y Hans Weiss ("El libro negro de las
marcas" (El lado oscuro de las empresas globales), – Debate –
2004) sugieren:
"Mucho. No existen límites para la
fantasía. Consumir conscientemente, protestar en voz alta,
y también comprometerse políticamente, si es
posible junto a otras personas… No se quiere hablar a
favor de la renuncia a la calidad de vida. Al contrario: se
pretende despertar el gusto por vivir atento y activo. Porque el
poder de las multinacionales es sólo un poder prestado por
los consumidores".
"Nuestras libertades no nos fueron otorgadas por ninguna
clase de gobierno -escribe la escritora india y activista pro
derechos humanos Arundhati Roy-. Se las hemos arrancado. Y si
alguna vez nos son arrebatadas, la lucha por recuperarlas se
convertirá en una revolución. Esta lucha debe
realizarse en todos los continentes y países.
Ningún objetivo es demasiado pequeño; ninguna
victoria, demasiado insignificante".
La globalización incontrolada del comercio y las
corrientes financieras traerá inevitablemente como
resultado una globalización de los conflictos sociales y
del terror. Si queremos conservar nuestra calidad de vida,
nuestra libertad y nuestras posibilidades de desarrollo
individual, tenemos que globalizar las condiciones precisas para
ello: unas reglas justas para la convivencia entre todos los
seres humanos…
No hay que preocuparnos "solos". Hable con alguien o
pida ayuda.
¿Por qué me despiertas? (Antecedente
Worldwatch Institute)
Quiz show
1 – ¿Qué hace que el aire en los hogares
de los EEUU sea de 2 a 5 veces más poluto que el aire
exterior?
2 – ¿Una camiseta de algodón y
poliéster por qué puede provocar una
polución 10 veces superior a su peso?
3 – ¿Qué planta ha sido utilizada para
fabricar ropa durante 12.000 años, pero es ilegal su
cultivo en los EEUU?
4 – ¿Para beber la tasa de café más
eco-responsable, cuáles serían las tres cualidades
más convenientes?
5 – ¿Cuál es el recurso energético
renovable de más rápido crecimiento?
6 – ¿Cuánto mercurio se necesita para
contaminar peces en un espacio lacustre de 20 acres?
7 – Nombre dos formas de reducir la utilización
de agua en el hogar.
8 – Nombre una de las más simples formas de
ahorrar energía.
9 – ¿Qué tipo de lámparas pueden
durar 10 veces más que las regulares
incandescentes?
10 ¿De dónde proviene el 16% de la
producción mundial de metano, un poderoso contribuyente al
efecto invernadero?
11 – ¿Lavarse las manos con jabón
antibacterias puede resultar insalubre?
12 – ¿Qué popular alimento marino
está creando grandes problemas para el hábitat de
los océanos y la vida silvestre?
13 – ¿Comiendo menos carne que recurso
está ayudando a ahorrar?
14 – ¿Qué tipo de muebles pueden salvar
árboles y espacio en los vertederos?
15 – Nombre dos cosas que usted puede hacer al usar su
ordenador para ser más cuidadoso con el medio
ambiente.
Quiz answers
1 – Productos de limpieza y pesticidas.
2 – Dióxido de carbono.
3 – Cáñamo.
4 – Que sea madurado en forma natural, orgánico,
y de comercio justo.
5 – Energía eólica.
6 – La cantidad contenida en un termómetro para
medir la fiebre.
7 – Reemplazar los lavavajillas y lavarropas por nuevos
modelos; y plantar en el jardín plantas nativas de la
región.
8 – Apagar las luces cuando no las está
usando.
9 – Fluorescente compacta.
10 – Eructos y flatulencias del ganado
11 – Resistencia a los antibióticos
12 – Camarón.
13 – Agua.
14 – Segunda mano.
15 – Comprar un modelo de bajo consumo
energético; donar su viejo ordenador.
¿Cómo le ha ido?
De 1 a 5 respuestas correctas: Debe usted estudiar
más sobre aspectos de ecología. Casi podría
decirse que es un norteamericano.
De 6 a 10 respuestas correctas: No está mal.
Usted va en camino de ayudar a mejorar el planeta.
De 11 a 15 respuestas correctas: Excelente. Usted es un
verdadero maestro en asuntos de medio ambiente. Con muchos como
usted, podremos "matar" al "homo consumitis"!!
Los "Top 10" del buen consumo
1 – Reducir, rehusar y reciclar.
2 – Trabajar cerca de su casa, participar de los
acontecimientos de su comunidad, y consumir productos
locales.
3 – Minimizar el uso de motores de combustión
interna.
4 – Controlar lo que se come, evitar comidas con
pesticidas, oponerse al uso de toxinas que dañen el
cuerpo, la tierra y el agua.
5 – Elegir productos de empresas que respeten el
medio ambiente y elegir políticos que atiendan la
regulación correspondiente.
6 – Apoyar las innovaciones en la fabricación
y producción que protejan el medio
ambiente.
7 – Dar prioridad a las cosas. Comprar sólo lo
que sea útil.
8 – Utilizar el poder del voto para que se cumplan
las políticas medio ambientales.
9 – No se sienta culpable. Eso sólo lo hace
sentir triste.
10 – Disfrute de lo que tiene -de las cosas que
pertenecen a usted solamente, y de las cosas que no pertenecen a
nadie. Ambas son hermosas, pero la última es "preciosa".
Aquellas cosas que no se pueden fabricar y que nunca nos
pertenecerán -como el agua, el aire, los pájaros,
los árboles- son la base de los placeres de la vida. Sin
ellas, no somos nada.
Planeta Vivo – Informe 2012 – Biodiversidad,
biocapacidad y propuestas de futuro – WWF
(Reproducción parcial seleccionada)
Figura 53. Ejemplos que ilustran los impactos globales
proyectados para el cambio climático (y nivel del mar y
dióxido de carbono atmosférico en algunos casos)
asociados a los distintos aumentos de la temperatura media global
de la superficie en el siglo 21 (IPCC 2007c). Las líneas
gruesas relacionan los impactos, las flechas discontinuas indican
que los impactos continúan con el aumento de temperatura.
Los datos están colocados de manera que la parte izquierda
del texto indica el principio aproximado de un impacto
determinado. Los datos cuantitativos sobre estrés
hídrico e inundaciones representan los impactos
adicionales del cambio climático en relación con
las condiciones proyectadas en los escenarios A1FI, A2, B1 y B2
del Informe Especial sobre Escenarios de Emisiones (IEEE). (Para
más información sobre estos escenarios véase
IPCC, 2007a y para conocer las fuentes consultadas para crear
esta figura, véase IPCC 2007c). La adaptación al
cambio climático no está incluida en estas
estimaciones. Todos los datos proceden de estudios publicados
registrados en los capítulos de la Evaluación. Los
niveles de confianza son altos. 1 Significativo es aquí
más del 40%. 2 Basado en una tasa de aumento medio del
nivel del mar de de 4,2mm/año de 2000 a 2080.
GEO 5 – Perspectivas del Medio Ambiente Mundial –
PNUMA – Enero 2012 (Reproducción parcial seleccionada)
A medida que se han ido acelerando las presiones de los
seres humanos en el sistema Tierra nos hemos acercado a varios
umbrales críticos mundiales, regionales y locales, o los
hemos superado. Una vez que se hayan cruzado esos umbrales, es
probable que ocurran cambios bruscos y posiblemente irreversibles
en las funciones que sustentan la vida del planeta, que
traerán importantes consecuencias negativas para el
bienestar humano.
La meta
acordada internacionalmente de evitar los efectos negativos del
cambio climático representa para la comunidad mundial uno
de los desafíos más importantes y pone en peligro
el logro de los objetivos de desarrollo en general
El crecimiento de la población, el desarrollo
económico y los mercados mundiales son importantes
impulsores del cambio que, en conjunto, intensifican la
presión sobre la tierra incrementando la demanda de
alimentos, piensos, energía y materias primas.
El 92 por ciento de la huella hídrica mundial
total guarda relación con la agricultura. La eficiencia
del riego y la reutilización del agua podrían
mejorar en alrededor de un tercio, sencillamente aplicando la
tecnología disponible.
Hoy en día se comercializan alrededor de 248.000
productos químicos y su producción y
utilización sigue aumentando a un ritmo
rápido.
Las fuerzas motrices incluyen, entre otros, los aspectos
negativos del crecimiento de la población, la
producción y el consumo, la urbanización y la
globalización.
WHAT A WASTE – A Global Review of Solid Waste
Management – The World Bank – March 2012 (Reproducción
parcial seleccionada)
Informe del Grupo de alto nivel del Secretario
General de las Naciones Unidas sobre la sostenibilidad mundial
(Sinopsis) – Enero 2012 (Reproducción parcial
seleccionada)
Gente resiliente en un planeta resiliente: un futuro
que vale la pena elegir
Visión del Grupo
1. Hoy en día, nuestro mundo y nuestro planeta
viven el mejor de los tiempos y el peor de los tiempos. El mundo
está experimentando una prosperidad sin precedentes, pero
el planeta también está bajo un estrés sin
precedentes. La desigualdad entre los ricos y los pobres del
mundo es cada vez mayor, y todavía hay más de 1.000
millones de personas que viven en la pobreza. En muchos
países se están levantando olas de protestas que
reflejan aspiraciones universales a un mundo más
próspero, justo y sostenible.
2. Cada día, las personas, las empresas y los
gobiernos eligen millones de opciones. Nuestro futuro
común depende de todas ellas. Debido a los diferentes
problemas superpuestos a los que se enfrenta el mundo, es
más urgente que nunca tomar medidas para seguir los
principios de la agenda del desarrollo sostenible. Ha llegado la
hora de emprender una acción global genuina para que las
personas, los mercados y los gobiernos elijan opciones
sostenibles.
3. La necesidad de integrar las dimensiones
económica, social y ambiental del desarrollo a fin de
lograr la sostenibilidad se definió claramente hace un
cuarto de siglo. Ha llegado el momento de integrar esas
dimensiones. Las oportunidades de cambio son enormes. No somos
víctimas pasivas e indefensas de las fuerzas impersonales
y deterministas de la historia. Y lo interesante es que podemos
elegir nuestro futuro.
4. Los desafíos son enormes, pero también
lo son las nuevas posibilidades que aparecen cuando examinamos
los viejos problemas con una nueva perspectiva. Entre estas
posibilidades cabe mencionar las tecnologías que pueden
hacernos retroceder ante los umbrales planetarios; los nuevos
mercados, el nuevo crecimiento y los nuevos puestos de trabajo
derivados de la transformación de productos y servicios; y
los nuevos enfoques de financiación pública y
privada que puedan ayudar realmente a las personas a salir de la
trampa de la pobreza.
5. Lo cierto es que el desarrollo sostenible consiste
fundamentalmente en que las personas tengan oportunidades para
influir en su futuro, reclamar sus derechos y expresar sus
preocupaciones. La gobernanza democrática y el pleno
respeto de los derechos humanos son requisitos indispensables
para empoderar a las personas y conseguir que elijan opciones
sostenibles. Los pueblos del mundo ya no tolerarán que
continúe devastándose el medio ambiente ni que
persistan las desigualdades que ofenden profundamente el
arraigado principio universal de justicia social. Los ciudadanos
ya no aceptarán que los gobiernos y las empresas,
guardianes de un futuro sostenible para todos, no cumplan los
pactos que concertaron con ellos. En términos generales,
las autoridades internacionales, nacionales y locales alrededor
del mundo, al igual que la sociedad civil y el sector privado,
deben asumir plenamente los requisitos para lograr el desarrollo
sostenible en el futuro. Al mismo tiempo, hay que alentar a las
comunidades locales a que participen activamente y de forma
coherente en la conceptualización, planificación y
aplicación de políticas de sostenibilidad. Para
ello es fundamental incluir a los jóvenes en la sociedad,
en la política y en la economía.
6. Por lo tanto, la visión a largo plazo del
Grupo de alto nivel sobre la sostenibilidad mundial es erradicar
la pobreza, reducir la desigualdad y hacer que el crecimiento sea
inclusivo y que la producción y consumo sean más
sostenibles, luchando al mismo tiempo contra los efectos del
cambio climático y respetando otros límites
planetarios. Esta visión reafirma el informe decisivo que
publicó en 1987 la Comisión Mundial sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo con el título "Nuestro futuro
común" (documento de las Naciones Unidas A/42/427, anexo),
conocido por todos como el informe Brundtland.
7. Pero ¿qué hay que hacer para cambiar
realmente la vida de la población del mundo y el planeta?
Tenemos que comprender las dimensiones del problema. Debemos
reconocer que las fuerzas que lo causan son los estilos de vida
insostenibles, las modalidades de producción y consumo
insostenibles y los efectos del crecimiento demográfico.
Dado que la población mundial aumentará de 7.000
millones a casi 9.000 millones para 2040, y que el número
de consumidores de clase media aumentará en 3.000 millones
durante los próximos 20 años, la demanda de
recursos aumentará exponencialmente. Para el año
2030, el mundo necesitará por lo menos un 50% más
de alimentos, un 45% más de energía y un 30%
más de agua -todo ello en un momento en que los
límites del medio ambiente imponen nuevos límites
al suministro. Esto sucede sobre todo con el cambio
climático, que incide en todos los aspectos de la salud
humana y del planeta.
8. El modelo de desarrollo mundial actual es
insostenible. No podemos continuar suponiendo que nuestras
acciones colectivas no darán lugar a situaciones sin
retorno en la medida que no respetamos los umbrales
críticos del medio ambiente, lo que puede causar
daños irreversibles para los ecosistemas y las comunidades
humanas. Al mismo tiempo, estos umbrales no deberían
utilizarse para imponer límites arbitrarios al crecimiento
de los países en desarrollo, que tratan que su
población supere la pobreza. De hecho, si no somos capaces
de resolver el dilema del desarrollo sostenible, corremos el
riesgo de condenar hasta 3.000 millones de miembros de nuestra
familia humana a una vida de pobreza endémica. Ninguno de
estos resultados es aceptable, por lo que tenemos que encontrar
un nuevo camino hacia adelante.
9. Hace un cuarto de siglo, el informe Brundtland
presentó a la comunidad internacional el concepto de
desarrollo sostenible como una nueva modalidad para el
crecimiento económico, la igualdad social y la
sostenibilidad ambiental. En el informe se afirmaba que el
desarrollo sostenible podría lograrse con un marco
normativo integrado que abarcara esos tres pilares. El informe
Brundtland tenía razón entonces y sigue
teniéndola hoy. El problema es que, 25 años
después, el desarrollo sostenible se mantiene como un
concepto de aceptación generalizada, pero todavía
no como una realidad cotidiana y práctica en el terreno.
El Grupo se ha preguntado por qué es así y
qué se puede hacer para cambiar la
situación.
10. El Grupo ha llegado a la conclusión de que
existen dos posibles respuestas, las dos acertadas y relacionadas
entre sí. Es indudable que el desarrollo sostenible se ha
visto afectado por una falta de voluntad política. Es
difícil argumentar en contra del principio del desarrollo
sostenible, pero hay pocos incentivos para ponerlo en
práctica cuando nuestras normas, políticas e
instituciones recompensan desproporcionadamente los logros a
corto plazo. En otras palabras, el beneficio político es
de largo plazo, frecuentemente intergeneracional, en tanto que
los desafíos políticos suelen ser
inmediatos.
11. Existe otra respuesta para la pregunta de por
qué el desarrollo sostenible no se ha puesto en
práctica. Es una respuesta que discutimos con verdadera
pasión: el concepto de desarrollo sostenible aún no
se ha incorporado en el debate nacional e internacional dominante
sobre las políticas económicas. La mayoría
de los encargados de adoptar decisiones económicas siguen
pensando que el desarrollo sostenible es algo ajeno a sus
responsabilidades fundamentales relacionadas con la
gestión macroeconómica y otras ramas de la
política económica. Sin embargo, es crucial que las
cuestiones ambientales y sociales se integren en las decisiones
económicas para tener éxito.
12. Durante demasiado tiempo, los economistas,
activistas sociales y expertos en medio ambiente se han limitado
a hablar sin escucharse unos a otros -casi como si hablaran
idiomas diferentes, o al menos diferentes dialectos. Ha llegado
la hora de unificar las disciplinas y desarrollar un lenguaje
común para que el desarrollo sostenible trascienda las
diferencias de las posiciones enfrentadas, es decir, para que el
paradigma del desarrollo sostenible se posicione en la corriente
dominante de la economía. De esta manera, a los
políticos y a los encargados de formular políticas
les resultará mucho más difícil
ignorarlo.
13. Por esta razón, el Grupo sostiene que la
comunidad internacional necesita lo que algunos han llamado "una
nueva economía política" para el desarrollo
sostenible. Esto significa, por ejemplo: mejorar radicalmente la
interfaz entre las ciencias ambientales y la política;
reconocer que en determinados aspectos ambientales, como el
cambio climático, los "fallos del mercado" requieren
regulación y lo que los economistas reconocerían
como el establecimiento de precios para las "externalidades
ambientales", haciendo explícitos los costos
económicos, sociales y ambientales de la acción y
la inacción; reconocer la importancia de la
innovación, las nuevas tecnologías, la
cooperación internacional y las inversiones para responder
a estos problemas y generar mayor prosperidad; reconocer que
debería acordarse un enfoque para cuantificar el costo
económico de la exclusión social persistente -por
ejemplo, el costo de excluir a las mujeres de la fuerza de
trabajo; reconocer que los mercados privados no pueden dar por
sí solos una respuesta adecuada a la crisis de la
seguridad alimentaria; y exigir que los organismos
internacionales, los gobiernos nacionales y las empresas privadas
contabilicen y reporten los resultados anuales que han obtenido
para promover el desarrollo sostenible, aplicando las medidas de
sostenibilidad acordadas. También debemos reconocer que
este es el reto central de la política. A menos que el
proceso político sea capaz de asumir plenamente el
paradigma del desarrollo sostenible no podrá haber
progreso.
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