Apuntes sobre el ensayo: – Monografias.com
Apuntes sobre el
ensayo:
"El conocimiento entre nosotros" del
Dr. Jorge Núñez Jover
Cuba a la par de lo que sucede en el contexto social
mundial, en cuanto al tema del conocimiento, también
apostó desde el propio triunfo de la revolución, en
1959, al desarrollo de este indicador, como único camino
que dejaría atrás el costo que para el país
significaron las malas prácticas que en cuestiones de esa
naturaleza realizaban los gobiernos de turno, inmersos en una
desmedida corrupción que dilapidaba lo que en
términos de capitales se dedicaba para esos
fines.
Como bien recoge el artículo, tampoco hemos
quedado exentos de innumerables errores en la etapa post
revolucionaria, si tenemos en cuenta que en el trasfondo de todos
estos hechos descansa el carácter subjetivo de los
individuos que sugieren, aplican, cuestionan, tergiversan, etc.,
toda la ciencia del saber aplicada al desarrollo
Por otra parte, no es menos cierto que ha crecido el
número de estudiantes que ingresan a la educación
superior a nivel mundial, así como los gastos que se
destinan a la investigación científica. Pero, es
ese crecimiento proporcional a las necesidades sociales de cada
contexto en particular Responde acaso a las expectativas que
tienen los pueblos como nación
En muchos casos, encontramos una estrategia que se
vincula armónicamente al desarrollo social, en otros no, y
ese debe ser el punto que nos ocupe, pues considero que algunas
de las políticas diseñadas no resuelven ni a
mediano, ni a largo plazo, mucho menos en plazos breves las
necesidades, que en el orden social y económico demanda el
país, para no seguir a años luz, desde el punto de
vista científico y tecnológico, de los avances que
hoy en esa materia se alcanzan en el panorama mundial.
Aclaro, que no me refiero a la competencia con los que
tienen y cuentan con recursos para el desarrollo, me refiero al
eficiente empleo de lo que tenemos, al perfeccionamiento de una
política amparada consecuentemente con los instrumentos
jurídicos que requiere, e incluyo el bloqueo que en
cuestión de transferencias, intercambio, prestación
de servicios, bienes producidos, venta e implementación de
resultados, existe entre las instituciones productoras y los
usuarios o supuestamente destinatarios de esos bienes, dentro de
nuestro propio contexto.
En otra parte de su artículo, el profesor
Núñez Jover, hace una reseña acerca de la
política social del conocimiento, donde recoge de forma
acertada algunos puntos que nos acercan a las funciones sociales
de este.
Un ejemplo, del alcance de esta política que tuvo
un impacto de forma directa en los usuarios demandantes de
saberes, entendidos estos como continuidad del proceso de
instrucción, y de la cual pudieron apropiarse no pocos de
ellos, por lo que también actuó como un instrumento
de inclusión social, en un momento en que el país
necesitaba dar respuesta a una problemática nacional
preocupante, los altos índices de desempleo en un
segmento social importante, los jóvenes de 18 a 35
años que no estudiaban ni trabajaban, fue el proceso de
masificación de la enseñanza superior a niveles sin
precedentes, propósito que a pesar de tener antecedentes,
no se desplegó de la forma en que lo hizo hasta el
2002
Me cuestiono no obstante, si la urgencia de resolver un
indicador social disparado, fue proporcional a la necesidad de
formar profesionales masivamente sin tener en cuenta en
qué perfiles se formaban y la calidad de esa
formación.
Pienso que la masividad no respondió, en gran
medida, a la eficacia que necesitaba el proyecto educativo.
Incluyente fue, no existen dudas, sin embargo cabe preguntarnos
cuántos de los profesionales graduados, hoy.se
desempeñan en las áreas de los conocimientos
aprendidos, qué estándares de formación se
diseñaron e implementaron en categorizar a la cantidad de
profesores que hicieron falta para asumir la docencia, y
cómo se comportó la retención vs.
deserción. Cuestionamiento válido porque fue
considerable desde el punto de vista económico lo que
destino el país, en función de ese
propósito, y no estoy muy lejos de la realidad cuando
expreso el criterio de que los resultados quedaron distantes del
estado deseado.
Son esas las políticas sociales del conocimiento
que nos pueden mantener como una potencia en el campo educativo,
es siempre la masividad la respuesta a determinadas inquietudes
relacionadas con el tema. Quiero pensar, que se aprendió
de los errores cometidos, de hecho el ingreso a la
educación superior se ha convertido en un proceso
selectivo, sin dejar de ser incluyente, no obstante el
análisis debe ir más allá eso.
Por otro lado y vinculado también a las
políticas sociales del conocimiento, encontramos el tema
de la calidad del proceso enseñanza aprendizaje en el
contexto educativo de los niveles precedentes a la
educación superior, visto también como
políticas sociales del conocimiento, que se han revisado,
modificado, vuelto a cambiar, pero los problemas siguen latentes
y algunos, lejos de resolverse se agudizan Tal es el punto que
existe un retroceso considerable en cuanto a calidad del proceso
enseñanza aprendizaje se refiere y en esta última
va incluida la eficacia y preparación del personal docente
y de apoyo a la docencia. Nuevamente el factor subjetivo y las
estrategias dirigidas a resolver problemas puntuales dejan un
saldo negativo y una cuestionable ausencia de eficacia en esos
sectores educacionales, donde precisamente debe descasar la
fortaleza de cualquier sistema que pretenda estar preparado para
enfrentar los nuevos retos en cuestión de políticas
tecnológicas y ciencias aplicadas al desarrollo
sostenible
Es en esos niveles, donde se empiezan a formar los
futuros hombres de ciencia a los que aspira nuestro proyecto de
nación. Mientras que sigamos sin apostar a la
interdisciplinariedad entre las distintas áreas del saber
y el fundamento educativo no se fusione para trabajar de forma
integral, la sociedad no podrá preparar el relevo que
necesita para alcanzar un avance sostenible y
perdurable
Seguiremos hablando entonces de vocación,
motivación, intereses, actitudes, calidad, aprendizaje
desarrollador, pero solo desde lo externo sin que seamos capaces
de transformar las variables que hoy están condicionando
el progreso en sectores claves para el desarrollo del proyecto de
país por el que hemos apostado.
En cuanto al valor social del conocimiento, creo que el
artículo del profesor es un reflejo muy cercano a la
realidad que atraviesa el sector educacional.
Detrás de toda la política bien
intencionada del ideal social incluyente que estamos construyendo
desde 1959, han existido factores objetivos y subjetivos como
mencioné con anterioridad, que han dado al traste en
más de una ocasión con los lineamientos y
políticas trazadas.
El acceso a Internet, por ejemplo, es una imperiosa
necesidad que enfrenta el país en medio de un mundo donde
las prácticas del conocimiento se globalizan, al igual que
el resto de los servicios. Ante la tendencia privatizadora y
excluyente, característica de las nuevas propuestas
educativas en el mercado actual, el acceso de nuestros docentes,
científicos, técnicos, estudiantes y
población, en general, a las nuevas tecnologías es
ínfimo, comparado con los planes que se diseñan
como estrategia para revertir los indicadores negativos que desde
estos ambientes matizan las estrategias sociales del Estado,
elemento que indiscutiblemente nos deja expuestos
El desarrollo del país está dependiendo
hoy, de lo que seamos capaces de hacer en función de dar
un viraje de 180 grados en cuanto a proyectos y estrategias de
desarrollo responsable se refiere, que incluyan desde el
diseño para los usuarios destinatarios de esas
tecnologías producidas y de los saberes aportados hasta el
destino final de las aplicaciones tecnológicas
Concuerdo plenamente con los criterios expresados por
Núñez Jover, que otro tratamiento debe
dársele a la fuerza profesional habilitada que ha
preparado y prepara el país, para contrarrestar, en alguna
medida, la fluctuación y fuga de intelecto.
Es prácticamente imposible concebir que un
profesional, un científico, un profesor, un
técnico, continúe recibiendo menos ingresos que
cualquier trabajador por cuenta propia en el país, por
citar un ejemplo al azar
La misma situación de aceptación se nos
presenta cuando encontramos, a no pocos profesionales, que han
emigrado hacia esas opciones de trabajo en búsqueda de
solución a sus problemas económicos.
El valor social e individual; del conocimiento debe
ponderarse en el estimado y cuantía que amerita, solo
así podremos estar conformes con la tendencia, ya
instalada, de considerarnos una potencia en términos
educativos, pienso que hay una gran distancia por recorrer
todavía.
El conocimiento debe cumplir plenamente su objeto y
función social en todos los sentidos. No debemos
complacernos con el acceso alcanzado por los sujetos
cognoscentes, de apropiarse de los nuevos saberes y desarrollar
su intelecto.
El talento adquirido debe servir bien a la sociedad que
lo promueve, y como tal ser reconocido, en la más plena
concepción de ese término.
Autor:
Lic. .Mabel González
Arró
7 ma Edición de la maestría
de Educación a Distancia.
Trabajo Evaluativo
La Habana, 30 de noviembre del
2012