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Desnutrición en menores de 5 años. La Mosquitia. Honduras, Julio 2008 (página 2)




Enviado por Ericel Hernandez



Partes: 1, 2

Este resultado muestra una situación muy desfavorable desde el punto de vista nutricional para los niños de esta zona ya que la literatura revisada reporta una

prevalencia de un 12 % para la región de América Latina (20), y nosotros en el área estudiada, el doble de afectados nutricionalmente por defecto. Por lo cual se considera una cuestión emergente la aplicación de un proyecto de Intervención nutricional en las mencionadas Aldeas. Teniendo en cuenta que la desnutrición es capaz de provocar afectación en el crecimiento, en la función inmunológica y causar incremento de la morbilidad y mortalidad en la infancia (31).

Si se compara esta prevalencia del 24,6 porciento de emaciación aguda, dentro del contexto latinoamericano, ciertamente aparecerá como alta (32), como se ha expuesto, e interpretar las bajas prevalencias de emaciación como indicativas de baja intensidad de desnutrición en estas poblaciones de otras Aldeas estudiadas puede conducir a conclusiones equivocadas, por lo que incluso se ha sugerido reevaluar los puntos de corte de acuerdo con la población; (33) lo que permite una evaluación más precisa dentro de un contexto individualizado.

Las altas prevalencias de emaciación se asocian con el deterioro agudo del estado nutricional como resultado de hambrunas, enfermedades infecciosas u otros factores ambientales y los datos reflejados en la encuesta, muestran que los habitantes de estas Aldeas viven en serias condiciones de inseguridad alimentaria.

Por lo que estos resultados los relacionamos con la difícil situación socioeconómica de este departamento, características demográficas o geográficas y catástrofes naturales que las han afectado y que ocasionan

carencias de recursos para la satisfacción de las necesidades alimentarías básicas, y en consecuencia una afectación nutricional proteico-energética, predominantemente primaria.

Desde el año 2001, la sequía que normalmente afecta al área centroamericana ha tenido grandes consecuencias en la productividad agrícola, principalmente de granos básicos lo que condiciona inseguridad alimentaria (9) y agudiza el problema de la desnutrición, con aumento de la prevalencia, morbilidad y mortalidad por dicha entidad. Dicha inseguridad alimentaria y nutricional afectó principalmente a las familias rurales del sur, centro y occidente de Honduras, y otros países centroamericanos, norte de Nicaragua y El Salvador.

Tabla. 1

Distribución de Desnutridos según Aldeas. La Mosquitia, Julio 2008.

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Fuente Boleta de datos

En la Tabla 2 podemos observar el comportamiento de algunos factores de riesgo, en la población estudiada por nosotros, bien establecidos para la desnutrición proteico – energética a nivel universal. El 76,3 porciento de los padres o tutores no tienen un empleo estable que le permita obtener los ingresos mínimos para la satisfacción de las necesidades básicas de su familia y el 38,5 porciento de los encuestados refiere no recibir ingresos financieros por ninguna vía para la manutención de su familia, de modo que su alimentación y otras necesidades básicas son cubiertas por otros miembros de la familia o por el limitado autoabastecimiento que logran en las difíciles condiciones socio ambientales en que viven. Resultó llamativo que el 41,7 porciento de los niños, solamente reciben alimentos menos de dos veces al día, lo que coincide con los resultados de las variables anteriores y evidencia las alarmantes condiciones de pobreza en las que vive este grupo de personas. Además solamente el 15,2 porciento de los pacientes presentó alguna enfermedad intercurrente que pudo haber influido en el estado nutricional de los niño/as en el momento en que fueron evaluados, de modo que se puede decir que la causa fundamental de la alta prevalencia de este fenómeno en la población estudiada es fundamentalmente primaria.

Los resultados diversos encontrados en los estudios revisados (34; 35; 36) guardan relación con las condiciones socioeconómicas, culturales y ambientales donde se realicen los mismos, pues está bien demostrado que son estos los factores de riesgo determinantes en la ocurrencia de este fenómeno. (37). Como vemos el ingreso económico determina la oportunidad de los individuos de adquirir bienes y servicios considerados como canasta básica; tanto menor sea el ingreso, menor será el poder adquisitivo, lo cual lleva implícito el riesgo de adquirir enfermedades infectocontagiosas que afectarán el estado nutricional de los individuos (20, 21,24). Se demuestra en el estudio la inseguridad alimentaria de esta población infantil, una tercera parte de los padres o tutores no reciben ingresos económicos.

En el mundo reportan las investigaciones revisadas que aproximadamente 2,000 millones de personas carecen de seguridad alimentaria. Honduras se encuentra entre los 82 países de bajos ingresos con déficit alimentario, ya que no es autosuficiente en la producción de alimentos y no posee los recursos para cubrir el déficit con importaciones. (23). Del total de la población hondureña calculada en 8,3 millones, más de la mitad, el 57% es pobre y más de un cuarto (27%) es extremadamente pobre con un índice de desempleo total cercano al 40% de la población hondureña.(11)

No fueron los procesos infecciosos intercurrentes, en nuestra investigación, los responsables predominantes del estado nutricional, a pesar de que es conocido por todos que son los procesos infecciosos, en especial los cuadros de enfermedades diarreicas y respiratorias por su mayor frecuencia y duración uno de los factores determinantes del estado nutricional al producir malabsorción intestinal de macro y micronutrientes, en el caso de la diarrea y disminución de la ingesta de alimentos con depleción de las reservas del organismo en ambos casos. Reporta la literatura que la diarrea es una causa importante de mortalidad en países en desarrollo, al ocasionar 5 millones de muertes anuales en menores de 5 años. (23; 24; 25).

Tabla. 2.

Algunos factores causales relacionados con la desnutrición en la población estudiada. La Mosquitia, Julio 2008.

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Fuente. Boleta de datos

En la Tabla.3 se puede apreciar que el grupo de edad más afectado, nutricionalmente fue el mayor de 24 meses, representan el 59.8 porciento de la muestra, con poca afectación de los lactantes, solo un 7.6 porciento. El 92.4 porciento de los desnutridos fueron mayores de un año. Referente al sexo se encuentra un ligero predominio del masculino sobre el femenino, cuestión esta que coincide con los resultados de estudios similares consultados en la bibliografía. (36)

Los infantes y niños de edad preescolar son más vulnerables a la desnutrición proteico-energética, ya que sus requerimientos nutricionales para crecimiento y desarrollo son más elevados por unidad de peso, además por ser pequeños no pueden valerse por sí mismos para obtener sus alimentos y son más susceptibles a desarrollar procesos infecciosos como diarreas o infecciones

respiratorias que pueden comprometer el estado nutricional (23)

La desnutrición proteico – energética en los niños menores de un año no constituye un problema de salud, pues las cifras encontradas coinciden con la literatura consultada en las cuales se acepta hasta un 2,5 porciento de prevalencia general para este problema en este grupo de edad. Monárrez (8) encontró resultados similares de prevalencia en un grupo de aldeas indígenas en México, con iguales características socio-ambientales. En Cuba se encontró una prevalecía de 18,4 porciento en una comunidad rural de Pinar del Río (22).

En un estudio realizado en 1996, en el Hospital Pediátrico Provincial "Mártires de las Tunas" de Cuba, en niños menores de 1 año, se encontró asociación perjudicial de las enfermedades diarreicas agudas y las infecciones respiratorias agudas con la desnutrición proteico-energética (27), por lo que la

prevención y el tratamiento oportuno de dichos procesos tendría un efecto positivo en la disminución de la desnutrición. Aunque en la investigación la asociación con procesos mórbidos, no fue predominante.

La baja prevalencia en los lactantes consideramos que se debe a que el 100 porciento de las madres encuestadas le dieron lactancia materna exclusiva a sus hijos hasta pasado los doce meses de vida, siendo evidente la mayor prevalencia del problema posterior a la etapa de destete, al limitarlos del aporte proteico que esta representa y la imposibilidad de sustitución por otras proteínas procedentes de los alimentos, así como la falta de suministro de otras leches de manera estable y accesible para estas familias.

La lactancia materna es un factor de gran importancia para la salud de los niños, principalmente en el área rural donde en muchas ocasiones constituye la única fuente de proteínas de alto valor biológico y nutrientes esenciales. (22, 26, 35) La lactancia materna exclusiva durante los primeros 4 meses de vida es un

factor protector contra la desnutrición (27), ya que reduce la posibilidad de que los niños se expongan a agentes patógenos, provee inmunización pasiva contra múltiples enfermedades de la infancia, produce un mejor funcionamiento digestivo y metabólico y promueve la formación del vínculo madre-hijo con un mejor desarrollo psicológico del lactante. (12, 27)

La práctica de ablactación, definida como la introducción de alimentos diferentes a la leche a la dieta del lactante, cuando se inicia antes de los 4 meses de edad o después de los 6 meses constituye un factor de riesgo para desnutrición (22)

TABLA.3

Distribución por Sexo y Grupo de edades de los pacientes Desnutridos. La Mosquitia, Julio 2008.

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Se observa (Tabla.4) que el mayor número de pacientes con desnutrición aguda global, tenían una afectación moderada del estado nutricional, 75 porciento, y el 25 porciento mostraron afectación severa; como puede verse desde el punto vista estadístico en nuestro estudio, la afectación moderada es

una cuestión tres veces más frecuente en relación con la afectación severa, de manera que una intervención nutricional puede ser efectiva en la mayoría de estos niños, a fin de evitar su progresión y las consecuencias definitivas en su futuro desarrollo.

Peso para la talla indica desnutrición aguda. En países subdesarrollados es el resultado de ayuno prolongado, diarrea persistente o ambos. (26). El uso de este índice peso/talla en estudios de campo de prevalencia de mala nutrición puede tener la ventaja de dar una idea más clara del tipo de desnutrición prevalente y, además es de valor para establecer prioridades de intervención nutricia. También el déficit del peso para la talla como un indicador de desnutrición aguda, es útil para vigilar el estado de nutrición después de una crisis de desabasto o desastres. Ashworth demostró que la intervención nutricia efectiva con niños evaluados en forma individual refleja inmediatamente la ganancia del peso para la talla.

TABLA. 4

Clasificación de la Desnutrición aguda global (Índice Peso/Talla) según grupos de edades. La Mosquitia, Julio 2008.

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Fuente boleta de datos

El índice talla para la edad permite identificar la desnutrición crónica (Tabla.5) y muestra que la afectación de la talla aumenta con el incremento de la edad; en el grupo mayor de 24 meses encontramos una afectación definitiva de su estado nutricional en el 10.4 porciento de los evaluados, llamó la atención que uno de los lactantes ya tenía comprometida su talla lo que habla de desnutrición desde la etapa intrauterina. En su conjunto el 41 porciento tenían una desnutrición en el momento del estudio, casi la mitad de los evaluados. Este déficit de talla encontrada, es un predictor de riesgo que refleja el nivel general de desarrollo de la población. La baja talla adquirida hasta los cinco años limita la talla alcanzada en la edad adulta, lo que conlleva a una reducción en la capacidad laboral y a mayores riesgos obstétricos (37).

Este índice nos permite una evaluación en el tiempo, a largo plazo; en otros estudios realizados en iguales condiciones, los resultados coinciden con los nuestros (38). Se ha encontrado poca mejoría de la talla después de la recuperación de la desnutrición, y su grado depende del tiempo de duración y la edad de la afectación; es probable que los niños sean incapaces de alcanzar su potencial de estatura debido a su permanencia en el mismo ambiente empobrecido, escasa ingesta de alimentos y predisposición a infecciones recurrentes, lo que condiciona un círculo vicioso que potencia este fenómeno (38).

Se ha demostrado mediante el análisis de Coréela- Ciño y regresión múltiple que peso para la talla y talla para la edad son virtualmente independientes. Waterlow y Rutishauser sugirieron que niños con desnutrición crónica agudizada (asociación de déficit en ambos índices) deben considerarse de alta prioridad para programas de intervención nutricia inmediata. (27)

Por el contrario, se ha sugerido que los niños con déficit
de talla para la edad y un peso para la talla normal sean considerados adaptados
a una ingesta dietética baja; y aun cuando se acepta que el déficit
de talla para la edad significa desnutrición crónica o antigua,
no se ha aclarado aún si estos niños deban ser considerados como
desnutridos en el momento de la evaluación; por lo que es ventajoso usar
los índices peso/talla y talla/edad para diferentes propósitos
y situaciones.

TABLA.5

Relación entre la afectación Peso/talla y Talla/edad por Grupo de edades en los casos estudiados. La Mosquitia, Julio 2008

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Fuente. Boleta de datos

El perímetro braquial es una medida antropométrica de utilidad para la evaluación del estado nutricional en niños menores de un año y es un elemento que nos permite evaluar además, la probabilidad, que en un momento determinado, va a tener el niño de pasar de una condición de normalidad a un estado de riesgo o de malnutrición propiamente dicha. (39)

Teniendo en cuenta que la población de desnutridos en el menor de 1 año, en la muestra fue escasa se decide aplicar otras variables antropométricas a este grupo de edad, específicamente medición del perímetro braquial. Se obtiene como se representa en la Tabla #6, que sí bien el 80 porciento de los lactantes mostraron valores normales, un 10 porciento de los mismos quedaron clasificados como riesgo de desnutrición según su perímetro braquial, con lo que existe la posibilidad con esta medición de encontrar casos de riesgo y poder actuar con fines preventivos, estos resultados pueden estar relacionados con la práctica de la lactancia materna exclusiva en el 100% de los casos evaluados.

TABLA. 6

Clasificación del estado nutricional de los lactantes estudiados según

Perímetro braquial. La Mosquitia, Julio 2008.

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Fuente. Boleta de datos

Son bien conocidos los beneficios que reporta tanto desde el punto de vista nutricional como inmunológico, la práctica de lactancia materna y como ya hemos señalado la prevalencia de desnutrición en los lactantes de la población evaluada fue baja para todos los índices aplicados.

Es conveniente hacer una consideración sobre el patrón de referencia sugerido por la OMS (39) para la evaluación nutricional en niños. Varios autores han cuestionado el uso de esta referencia en poblaciones de países en vías de desarrollo, ya que se basa en el patrón de crecimiento de los niños estadounidenses, sin embargo esta referencia no sólo es la única existente para hacer comparaciones internacionales sino que además se ha mostrado que las principales variaciones en los patrones de crecimiento se deben a factores ambientales y socioeconómicos, más que a diferencias étnicas o raciales. (40). Se ha notificado una variabilidad mundial de 1 cm. en la talla de los niños de cinco años en los que no ha habido influencias ambientales adversas en el crecimiento. (41; 42; 43).

Los resultados de este estudio pueden orientar las acciones para dirigir la ayuda hacia la población infantil Misquita. Destaca la necesidad de concentrar

la ayuda en los niños entre dos y cinco años, no solamente en aquellos que cumplan con los criterios antropométricos de desnutrición sino también en los que presenten signos clínicos de ésta.

Debe reconocerse que las influencias climáticas, las limitaciones de las superficies de labor y la accesibilidad a fertilizantes y plaguicidas son factores fundamentales que alteran el ciclo agrícola Misquito y que determinan en buena medida las condiciones de nutrición y salud de la población. El equilibrio entre estos factores en la zona de la Mosquitia es apenas sostenible y pequeños cambios en sus componentes pueden alterar la productividad de las cosechas y como consecuencia el estado nutricional de la población.

Sin embargo, también debe reconocerse que los Misquitos, de estas aldeas, nunca han sido objeto de alguna actuación que haya incluido inversiones que favorezcan la creación de empleos y aumenten el nivel de ingresos de la población. Tampoco se ha tratado de desarrollar el sector alimentario y la escasa transferencia de alimentos y subsidios ha sido por demás insuficiente e inefectiva. Por esto, cualquier intervención puntual para combatir la desnutrición infantil, que no vaya acompañada de medidas generales de desarrollo, será incapaz de garantizar que éste fenómeno no sea recurrente.

Conclusiones

  • Se encontró un alto porcentaje de malnutrición por defecto primaria en casi la totalidad de las aldeas estudiadas.

  • La población infantil, menor de cinco años, de estas aldeas viven en condiciones permanentes de inseguridad alimentaria pasado el primer año de vida.

  • Hubo un ligero predominio del sexo masculino y el grupo de 24 a 60 meses de edad resultó ser el más afectado.

  • La afectación moderada del estado nutricional predominó en un tercio de los desnutridos agudos.

  • Se encontró que la mitad de los casos presentaron una afectación cronica de su estado nutricional.

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Anexo

ORGANISACION NO GUBERNAMENTAL GOAL

DEPARTAMENTO DE GRECIAS A DIOS

Aldea ____________________________

1. Nombre de la Madre __________________________-

2-Nombre del Niño/a ____________________________

3-Edad __________________________________

  • 1- Medidas de Antropometría

Peso____________ Talla____________

Circunferencia Braquial__________ Grosor del pliegue cutáneo__________

Circunferencia Abdominal ______________ Circunferencia Toráxica_______

  • 2- Enfermedad reciente, menos de dos semanas

Diarreas ______ Infección Respiratoria_________, Parasitosis-________

Otras___________

Recibió Atención médica Si________ No___________-

6-Lactancia Materna en el 1er año. Si __________ No_________

7 – Madre, Padre o tutor trabajan Si________ No_________

8-Reciben Ingresos Financieros en el Hogar Si__________ No________

9-Veces al día que el niño/a Recibe Alimentos

No recibe___ una o dos veces_____ tres o mas veces______

Alimentos que recibe

Arroz_____Frijoles_____ Leche____ Huevo_____Carne___ Pescado__ Bastimento____ verduras______ Tortillas____

Cocina con aceite de coco Si____ No___

  

 

 

Autor:

Dr. Ericel Hernández Milán.

Especialista de. 1er Grado en MGI

Especialista de 1er Grado en Pediatría

Cardiopediatra- Intensivista

Master.Atención Itegral al Niño

Dra. Isabel C. López Hernández

Especialista de 1er grado en Pediatría

Profesora Asistente

Master. Enfermedades infecciosas

Lic. Gricel Blanco Rivero.

Profesora Asistente

Universidad de Ciencias Médicas de La Habana

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

"Dr. MIGUEL ENRIQUEZ"

La Habana 2011

Partes: 1, 2
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