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La economía del entretenimiento (página 3)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

Google dijo que el problema se remonta a 2006, cuando
"un ingeniero que trabajaba en un proyecto experimental WiFi,
escribió un código que tomó muestras de
todas las categorías de información
públicamente transmitida sobre una red WiFi". Según
la compañía, ese código fue incluido en el
software que utilizan los automóviles Street View y se
"trata simplemente de un error". "Este incidente nos muestra
cuán accesible son las redes WiFi no protegidas por
contraseña en la actualidad", aseguraron desde
Google.

Dan Kaminsky, de la firma de seguridad
informática Ioactive, dijo que no cree que Google lo
hiciera a propósito. "Esa información se estaba
filtrando al exterior y ellos la recogieron. Si vas a trasmitir
tu correo electrónico en una red abierta no te sorprendas
si alguien la recopila", señaló
Kaminsky.

Según le dijo a la BBC John Simpson, de la
asociación de consumidores del Reino Unido, "el problema
es que (Google) tiene un montón de ingenieros que van
hasta el límite y recogen toda la información
posible y no piensan en las ramificaciones de ello".

"Escondido en el interior de la computadora de
Ashley Hayes-Beaty, un pequeño ayuda a recolectar detalles
personales de su navegación, los cuales serán
puestos a la venta por un décimo de penique de
dólar.

El archivo comprende un sólo código
-4c812db292272995e5416a323e79bd37- que secretamente la identifica
como una mujer de 26 años en Nashville, Tennessee"…

La nueva mina de oro en Internet: vender la información
que sacaron de su computadora (The Wall Street Journal –
1/8/10)

El código sabe que sus películas favoritas
son Como si fuera la primera vez, Princess Bride y Diez cosas que
odio de ti, Sabe que le gusta la serie de TV Sex and the City.
Sabe que lee noticias de entretenimiento y que le gusta responder
a cuestionarios.

"Me gusta pensar que me queda algo de misterio,
¡pero aparentemente no es así!", dijo Hayes-Beaty
cuando se le dijo lo que esa hilera de números revelaba
sobre ella. "El perfil es perturbadoramente correcto".

Hayes-Beaty está siendo monitoreada por Lotame
Solutions Inc., una compañía de Nueva York que usa
un software sofisticado llamado "beacon" para capturar lo que la
gente escribe en un sitio web, como los comentarios que hacen
sobre las películas, o su interés en contenido
sobre embarazos y cómo ser buen padre. Lotame empaca todos
esos datos en un perfil sobre individuos, todo sin determinar el
nombre de la persona, y vende los perfiles a
compañías en busca de clientes. Los gustos de
Hayes-Beaty pueden ser vendidos al por mayor (un grupo de
personas a las que les encantan las películas por US$1 por
cada mil) o en grupos específicos (personas de 26
años que vivan en el sur del país y a los que les
guste Como si fuera la primera vez).

"Podemos segmentarlo hasta llegar a una persona", dice
Eric Porres, el director de marketing de Lotame.

¿Quiénes espían?

Una investigación de The Wall Street Journal
descubrió que uno de los negocios de mayor crecimiento en
Internet es espiar a los usuarios en la web.

El WSJ llevó a cabo un extenso estudio que
valoró y analizó la amplia gama de cookies y otras
tecnologías de vigilancia que las compañías
están usando para rastrear a los usuarios de Internet.
Revela que el seguimiento de los consumidores se ha vuelto
omnipresente y mucho más profundo de lo que muchos, a
excepción de un puñado de gente en la vanguardia de
la industria, se dan cuenta.

El estudio descubrió que los 50 sitios más
visitados por los estadounidenses (entre los que se encuentran
varios sitios globales a los que acceden millones de extranjeros)
instalaron en promedio 64 piezas de tecnología de
seguimiento en las computadoras de sus visitantes, usualmente sin
ningún aviso. Una decena de sitios instaló
más de cien. La organización sin ánimo de
lucro Wikipedia no instaló ninguno.

La tecnología de rastreo se está volviendo
más inteligente y se inmiscuye cada vez más en la
privacidad de los usuarios. Monitorear estos archivos
anteriormente se limitaba principalmente a eliminar los archivos
"cookie" que graban los sitios que la gente visita. Pero el WSJ
encontró nuevas herramientas que escanean en tiempo real
lo que la gente está haciendo en una página web,
luego determinan al instante la ubicación, ingresos,
intereses de compras e incluso problemas médicos de los
usuarios. Algunas de estas herramientas se multiplican
secretamente incluso después que los usuarios tratan de
eliminarlas.

Estos perfiles de individuos, que se actualizan
constantemente, son comprados y vendidos en mercados similares a
las bolsas bursátiles, los cuales han aparecido en los
últimos 18 meses.

Las nuevas tecnologías están transformando
la economía de Internet. Anteriormente, los anunciantes
compraban anuncios en páginas web específicas, como
un anuncio de autos en una página sobre carreras. Pero
ahora, los anunciantes están pagando extra para seguir a
la gente por Internet, sin importar a dónde vayan, con
mensajes altamente específicos.

Entre el usuario de Internet y el anunciante, WSJ
identificó más de 100 intermediarios,
compañías de rastreo, corredores de datos y redes
de anunciantes, que compiten para satisfacer la creciente demanda
de datos sobre comportamientos e intereses
individuales.

Por ejemplo, los datos sobre los hábitos
cinematográficos de Hayes-Beaty, se están
ofreciendo a los anunciantes en BlueKai Inc., una de las nuevas
bolsas.

"Es un mar de cambios en la forma en la que trabaja la
industria", dice Omar Tawakol, presidente ejecutivo de BlueKai.
"Los anunciantes desean comprar acceso a gente, no a
páginas web".

The Wall Street Journal examinó los 50 sitios
más populares en EEUU, lo cual representa cerca del 40% de
las páginas web que visitan los estadounidenses
(también se hicieron pruebas a nuestro sitio WSJ.com y
WSJAmericas.com) y luego se analizaron los archivos de rastreo y
los programas que estos sitios descargaron a una computadora de
prueba.

Como grupo, los 50 sitios colocaron 3.180 archivos de
rastreo en la computadora de prueba del WSJ. Cerca de un tercio
de estos eran inofensivos, colocados para recordar la
contraseña de un sitio favorito o para contar los
artículos más populares.

Sin embargo, más de dos tercios, 2.224, fueron
instalados por 131 compañías, muchas de las cuales
están en el negocio de rastrear a los usuarios de Internet
para crear bases de datos de perfiles de los consumidores, las
cuales pueden vender.

El principal sitio en el que se empleó esta
tecnología, según la investigación, fue
Dictionary.com, propiedad de IAC/InterActive Corp. Una visita a
este diccionario en línea resultó en 234 archivos o
programas descargados a la computadora de prueba, 223 de los
cuales eran de compañías que rastrean a los
usuarios de Internet.

La información que las compañías
recolectan es anónima, en el sentido en que los usuarios
de Internet son identificados por un número asignado a su
computadora, no por un nombre específico. Lotame, por
ejemplo, asegura que no conoce el nombre de usuarios como
Hayes-Beaty -sólo su comportamiento y atributos,
identificados por un código. La gente que no desea ser
rastreada puede sacarse a sí misma del sistema de
Lotame.

Además, la industria asegura que los datos se
usan sin causar daños. David Moore, presidente de la junta
de 24/7 RealMedia Inc., una red de anuncios propiedad de WPP PLC,
asegura que este tipo de rastreo le da a los usuarios de Internet
una mejor publicidad.

"Cuando un anuncio está bien dirigido, deja de
ser un anuncio y se convierte en información importante",
dijo.

¿Cómo instalan los
rastreadores?

El seguimiento a las personas en la web no es nada
nuevo. Pero la tecnología está creciendo y ganando
tanto poder y omnipresencia que incluso algunos de los sitios
analizados dicen que no estaban al tanto, hasta que WSJ les
informó, de que estaban instalando archivos para espiar en
las computadoras de sus visitantes.

WSJ encontró que el popular portal de Microsoft
Corp. MSN.com plantó un archivo de rastreo lleno de datos:
tenía una predicción de la edad de la persona que
navegaba, su código postal, género e incluso un
código que contenía cálculos de ingresos,
estado civil, presencia de niños y si era dueño de
su hogar o no, según la compañía de rastreo
que creó el archivo, Targus Information Corp.

Tanto Targus como Microsoft dicen que no sabían
cómo llegó el archivo a MSN.com y agregaron que
este no contenía información "que identifique a las
personas".

El rastreo es llevado a cabo por archivos
minúsculos y programas conocidos como "cookies", "Flash
Cookies" y "beacons". Estos son plantados en una computadora
cuando un usuario visita un sitio web. Las cortes estadounidenses
han decretado que es legal colocar el tipo más sencillo de
archivo, los cookies, de la misma forma en la que alguien que usa
un teléfono puede permitir que un amigo escuche la
conversación. Las cortes no se han pronunciado sobre los
rastreadores más complejos.

El rastreo que más se inmiscuye proviene de lo
que se conoce en el negocio como archivos de rastreo "de
terceros". Estos funcionan de la siguiente manera: la primera vez
que un usuario visita un sitio, este instala un archivo de
rastreo, el cual asigna a la computadora un número de
identificación único. Después, cuando el
usuario visita otro sitio asociado con la misma
compañía de rastreo, puede tomar nota de
dónde estuvo ese usuario antes y dónde se encuentra
ahora. De esta forma, al pasar el tiempo, la
compañía puede armar un perfil robusto.

El efecto sobre los usuarios

Uno de tales ecosistemas es la red de anuncios de Yahoo
Inc. la cual obtiene pagos al colocar anuncios dirigidos a
usuarios específicos en sus sitios web. La red de Yahoo
sabe muchas cosas sobre Cate Reid, quien se acaba de graduar del
colegio. Sabe que es una mujer de entre 13 y 18 años que
está interesada en temas de pérdida de peso. Reid
pudo determinar eso cuando un reportero le mostró una
función poco conocida en el sitio de Yahoo, el Ad Interest
Manager, que muestra parte de la información que Yahoo ha
recolectado sobre ella.

La información de Yahoo sobre Reid, que en aquel
momento tenía 17 años, dio en el blanco: ella
estaba preocupada porque posiblemente estaba pasada de peso. Ella
dice que a menudo ha hecho búsquedas sobre temas de
pérdida de peso.

"Cada vez que entro a Internet", dice, ve anuncios de
pérdida de peso. "Soy auto consciente sobre mi peso", dice
Reid, cuyo padre pidió no revelar la ciudad en la que
reside. "Trato de no pensar en ello… pero los anuncios me
hacen pensar sobre ello".

La portavoz de Yahoo Amber Allman dice que la empresa no
dirige conscientemente anuncios de pérdida de peso a
menores de 18 años, aunque si lo hace con los
adultos.

"Es probable que esta usuaria haya recibido un anuncio
no dirigido", dice Allman. También es posible que Reid
haya visto anuncios dirigidos hacia ella por parte de otras
compañías de rastreo.

El seguimiento de los consumidores es la
fundación de una economía de publicidad en
línea que recaudó US$ 23.000 millones en gastos de
publicidad el año pasado. La actividad de rastreo se ha
disparado. Investigadores de los laboratorios de AT&T Labs y
el Instituto Politécnico Worcester descubrieron
tecnología de rastreo en 80% de 1.000 sitios populares el
año pasado, frente a 40% en esos sitios en
2005.

WSJ encontró archivos de rastreo que recolecta
datos financieros y de salud sensibles. En el diccionario en
línea Merriam-Webster.com, propiedad de Encyclopaedia
Britannica Inc., un archivo de rastreo de Healthline Networks
Inc., una red de anuncios que escanea la página que el
usuario está viendo y presenta anuncios relacionados con
lo que ve allí. Así que por ejemplo, una persona
que esté buscando palabras relacionadas con
depresión podría ver anuncios de Healthline sobre
tratamientos contra la depresión en esa página y en
páginas subsecuentes vistas en otros sitios.

Healthline dice que no permite que los anunciantes sigan
por otras páginas a los usuarios que hayan visto temas
sensibles como el Sida, enfermedades de transmisión
sexual, desórdenes alimenticios e impotencia. La
compañía permite que los anunciantes sigan a gente
con desordenes bipolares, vejiga hiperactiva y ansiedad,
según sus materiales de marketing.

Los anuncios dirigidos pueden volverse demasiado
personales. El año pasado, Julia Preston, una
diseñadora de software de educación de 32
años en Austin, Texas, buscó información
sobre desórdenes uterinos en línea. Poco
después comenzó a notar anuncios de fertilidad en
los sitios que visitaba. Ahora sabe que no tiene un desorden,
pero igual sigue recibiendo los anuncios.

"Es desesperante", dice…

En Internet, lo único casi secreto de las
personas es su nombre (por el momento)

"Puede que usted no conozca a la
compañía [x+1] Inc., pero ella podría saber
mucho sobre usted.

Con un solo clic en un sitio web, [x+1] puede
señalar el sueldo de una persona, el supermercado que
frecuenta y las películas que alquila. Su capacidad de
evaluar rápidamente a la gente es tan acertada que
empresas como bancos utilizan sus cálculos para decidir
inmediatamente qué tarjetas de crédito ofrecerles a
los nuevos visitantes de su sitio web.

En resumen: los sitios web están obteniendo
la capacidad de decidir si una persona es o no un buen cliente
antes de que ese individuo les ofrezca ninguna información
sobre sí mismo"…
En la Internet de hoy, lo
único casi secreto de las personas es su nombre (The Wall
Street Journal – 4/8/10)

La tecnología va más allá de la
personalización familiar en sitios como Amazon.com, que
usa datos de su propia base para mostrarles a sus clientes
artículos que podrían interesarles.

Por el contrario, firmas como [x+1] recurren a vastas
bases de datos del comportamiento humano en Internet, la
mayoría obtenidas clandestinamente por tecnologías
de seguimiento omnipresentes en sitios web. Estas
compañías no tienen los nombres de las personas,
pero contrastan estos datos con otros como títulos de
propiedad, ingresos familiares, estatus civil y restaurantes
favoritos. Posteriormente, usando análisis
estadísticos, comienzan a conjeturar sobre las
inclinaciones de los internautas individuales.

"Siempre sabemos algo de alguien", asegura John Nardone,
presidente ejecutivo de [x+1].

Una investigación de The Wall Street Journal
sobre privacidad en Internet revela que la capacidad
analítica de empresas de datos como [x+1] está
transformando Internet en un lugar donde la gente es
anónima sólo en nombre. Los hallazgos ofrecen un
primer vistazo de una Internet nueva y personalizada donde los
sitios pueden ajustar muchos factores -apariencia, contenido,
precios– según el tipo de persona que creen que es
usted.

En 2008, el gasto en publicidad en Internet
repuntó y surgieron numerosos mercados para los datos en
línea, lo que permitió a firmas como [x+1]
recopilar información sobre los hábitos de
navegación de los internautas. Las empresas tradicionales
de datos (cuyos clientes son principalmente
compañías de catálogos y de ventas por
correo) también comenzaron a subir los datos a Internet,
pero sin revelar nombres para proteger la privacidad.

Nardone vio su oportunidad. El presidente ejecutivo de
[x+1] reactivó una patente de procesamiento de datos
obtenida años antes para un "motor de optimización
de predicciones", actualizándola con los nuevos datos
disponibles. El ejecutivo encontró una audiencia receptiva
en el negocio de las tarjetas de crédito. [x+1] dice que
sus clientes pagan entre US$ 30.000 y US$ 200.000 mensuales por
su tecnología.

Uno de sus clientes es el banco estadounidense Capital
One, que sirve de ejemplo para explicar cómo funciona la
tecnología de [x+1]. Un visitante entra en la
página de tarjetas de crédito del sitio web de
Capital One y [x+1] escanea instantáneamente la
información compartida entre la computadora de la persona
y la página web, que pueden ser miles de líneas de
código con detalles de la computadora del usuario. [x+1]
también utiliza un nuevo servicio de Digital Envoy Inc.
para determinar el código postal donde se ubica
físicamente la computadora. Para algunos clientes (pero no
para Capital One) también recurre a otras bases de datos
con historiales de navegación en la red.

Con todos los datos, [x+1] usa los servicios de la firma
de estudios del consumidor Nielsen Co. para incluir al visitante
en uno de 66 grupos demográficos.

En una décima de segundo, [x+1] asegura que puede
acceder y analizar miles de datos de un usuario único. La
compañía busca rápidamente tipos similares
de clientes de Capital One para hacer una predicción
razonable sobre qué tarjetas de crédito mostrar al
visitante.

Para determinar la precisión del sistema, The
Wall Street Journal pidió a ocho personas que visitaran la
página de tarjetas de crédito de Capital One y
anotaran las tarjetas de crédito que les presentaran. El
diario también analizó el código
informático que pasaba constantemente entre las
computadoras de las personas y Capital One.

Además, The Wall Street Journal les pidió
que hicieran clic en un sitio web creado por [x+1] para demostrar
su tecnología. Después de que las personas hicieran
clic en el sitio, [x+1] describió al diario lo que
sabía de cada uno de los participantes en la
prueba.

Los individuos no revelaron datos personales en ninguno
de los procesos.

La "desanonimización"

Las conclusiones de [x+1] fueron en general correctas,
si bien no acertaron en varios detalles específicos. De
las ocho personas, la tecnología de [x+1] fue más
precisa con Thomas Burney, un contratista del estado de Colorado
que construye viviendas en centros de esquí. Burney tan
sólo vio una tarjeta de crédito, la Capital One
Prestige Platinum, bajo un titular: "Nuestras mejores recompensas
a simple vista". La tarjeta incluía una tasa de
interés inicial de 0% y no cobraba comisión
anual.

Una tarjeta así tenía sentido, afirma
Burney, ya que suele pagar con crédito muchos gastos
relacionados con su negocio de construcción y
además "tengo una billetera llena de tarjetas platino",
añade. "Mi crédito es inmaculado".

En base a la visita de Burney a la página de
prueba de [x+1], la compañía lo colocó en un
segmento de Nielsen llamado "El país de Dios". Las
personas de este grupo viven en pequeñas comunidades o
zonas rurales, tienen ingresos medios anuales de US$ 86.724,
tienen entre 35 y 54 años de edad, no tienen hijos,
trabajan en puestos gerenciales, la mayoría es propietaria
de sus casas y tienen estudios universitarios.

Sucede que Burney es dueño de su vivienda, es
graduado universitario y gerente, y no tiene hijos. Aunque con 28
años, es más joven y sus ingresos son menores de lo
pronosticado.

Cuando Burney vio las 3.748 líneas de
código que pasaron en un instante entre su computadora y
la página web de Capital One, dijo: "Hay una espeluznante
cantidad de información ahí". Enterrado en el
código había referencias a sus ingresos
("medio-alto"), educación ("graduado universitario") y
ciudad ("Avon").

De hecho, las conclusiones de [x+1] sobre la
ubicación de Burney y el segmento demográfico de
Nielsen son suficientemente específicos como para estar
extremadamente cerca de identificarlo como individuo -es decir,
"desanonimizarlo"- según Peter Eckersley,
científico del grupo en defensa de la privacidad
Electronic Frontier Foundation.

Eckersley realiza investigaciones en el campo de la
"desanonimización", la identificación de individuos
mediante el uso de detalles específicos de su vida. En la
jerga usada en este campo, explica Eckersley, para identificar a
una persona tan sólo se necesita un total de 33 piezas de
información sobre ella.

Calcular esas piezas es complejo, ya que algunos
detalles sobre una persona son más valiosos "y por ende
tienen más peso" que otros. Por ejemplo, los
códigos postales y las fechas de nacimiento son
extremadamente valiosos para la identificación de los
individuos.

En conclusión: Eckersley determinó que la
ubicación de Burney (la pequeña localidad de Avon,
Colorado) y su segmento demográfico Nielsen ("El
país de Dios") ofrecían en conjunto 26,5 pedazos de
información que se podían usar para identificar
individualmente a Burney. Suficiente para ubicarlo como uno entre
64 personas en todo el mundo.

Según Eckersley, con una pieza más de
información sobre Burney, por ejemplo su edad, es probable
que pudiera ser desanonimizado. "Comienza a estar muy cerca de
ser identificado".

Nardone, de [x+1], admite la posibilidad de ser
desanonimizado, si bien dice que no merece la pena el esfuerzo:
la compañía ya tiene suficiente información
para vender. "Sería una tarea titánica", dice, "y
de por sí ya es difícil ganar dinero".

"Sabe dónde estoy a todas horas y no entiendo
cómo me está siguiendo"

– Tecnología GPS en celulares, un arma de doble
filo (The Wall Street Journal – 5/8/10)

Pese a ser una herramienta útil para padres y
equipos de rescate, se vuelve peligrosa en manos de
acosadores.

(Por Justin Scheck) Lectura recomendada

Los celulares de las víctimas de violencia que
llegan al albergue A Safe Place en New Hampshire son
desarmados.

Las operadoras de telefonía saben
dónde están los celulares de sus clientes, en
ocasiones dentro de un radio inferior a 30 metros. La
tecnología de rastreo ha rescatado a conductores perdidos,
ayudado a las autoridades a encontrar personas secuestradas y
permitido a los padres a controlar a sus hijos.

Aun así esta tecnología no
siempre se usa de la forma que pretende la compañía
telefónica.

Hace aproximadamente un año, Glenn Helwig
tiró a su esposa al suelo de su dormitorio en Corpus
Christi, Texas, según alegó la mujer a la
policía. La señora Helwig cargó sus cosas en
el auto y condujo a casa de un amigo, cuenta. No esperaba que
él la encontrara.

Al día siguiente, afirma, su esposo
"apareció de repente". Según informes de la
policía, entró a empujones, la golpeó y se
marchó con el auto.

La policía dijo en un informe que Helwig
encontró a su esposa usando un servicio ofrecido por su
operadora de telefonía, que le permitió seguir los
movimientos de su mujer mediante el microchip del sistema de
posicionamiento global (GPS) instalado en su celular.

En una entrevista, Helwig admitió haber rastreado
en ocasiones el paradero de su esposa usando el servicio, que
contrató el año pasado. "AT&T tenía una
oferta para encontrar a un miembro de la familia a través
del teléfono", afirma. Sin embargo, dice que no usó
el servicio para localizar a su mujer ese día. Helwig, ya
divorciado de su esposa, se declaró inocente y está
a la espera de ser juzgado por agresión. No quiso hacer
más comentarios sobre el asunto.

Las acusaciones ponen de relieve el
precio, en gran medida oculto, que se paga por la
proliferación de la sofisticada tecnología de
seguimiento: la pérdida de privacidad.

Los GPS y otras tecnologías
usadas por las operadoras de telefonía han facilitado el
seguimiento de las víctimas por sus agresores. Un informe
del Departamento de Justicia de Estados Unidos divulgado el
año pasado estimó que más de 25.000 adultos
en EEUU son víctimas de acoso con GPS anualmente,
incluyendo teléfonos celulares.

Monografias.com

La industria de telefonía dice que los programas
de rastreo pretenden proveer un servicio útil para las
familias, y que la mayoría de las operadoras adopta
medidas para evitar abusos. Mike Altschul, jefe del departamento
legal del grupo de firmas de telefonía celular CTIA,
afirma que entre los "mejores procedimientos" recomendados por
los proveedores de estos servicios se incluye la
notificación a las personas a quienes realizan el
seguimiento.

La esposa de Helwig había recibido uno de estos
avisos de AT&T por mensaje de texto. Un portavoz de la
telefónica dijo que la compañía notifica a
todos los usuarios cuando se activan las funciones de rastreo.
Pero los usuarios no tienen derecho a negarse a que el titular de
la cuenta los rastree.

Las operadoras de telefonía
celular desactivan la función de rastreo si las fuerzas de
orden público les informan de que se está usando
para acosar a alguien. Altschul afirma que las autoridades no han
solicitado a las operadoras que cambien sus programas, y
añade que las compañías telefónicas
llevan mucho tiempo ofreciendo programas para entregar celulares
no rastreables a víctimas de violencia
doméstica.

En un posible caso de asesinato-suicidio el año
pasado cerca de Seattle, un mecánico llamado James
Harrison supuestamente localizó a su esposa en una tienda
usando el sistema de rastreo de su teléfono. Tras
encontrarla con otro hombre, mató a sus cinco hijos y se
suicidó, según la policía local.

Los terapeutas que trabajan con víctimas de
violencia doméstica dicen que han visto un aumento en los
casos de rastreo con teléfonos celulares. En el albergue
para mujeres maltratadas Next Door Solutions for Battered Women
en San José, California, la directora, Kathleen Krenek,
dice que las mujeres suelen tener la misma queja: "Sabe
dónde estoy a todas horas y no entiendo cómo me
está siguiendo".

En estos casos, dice Krenek, el agresor generalmente
rastrea a la víctima mediante su teléfono. Este
sistema sorprende a muchas víctimas de acoso, afirma la
experta, ya que a menudo creen que llevar un celular las hace
sentirse más seguras ya que pueden llamar al 911, el
número de emergencia en EEUU, si las atacan.

Actualmente, existen diversas
tecnologías para rastrear el teléfono de una
persona y, con la rápida expansión de los
teléfonos inteligentes, surgen otras constantemente. Hace
unos meses, investigadores de la firma de ciberseguridad iSec
Partners describieron en un informe cómo cualquiera puede
seguir un teléfono en un radio muy reducido. Lo
único que se necesitaba era el teléfono celular de
la persona objetivo del seguimiento, una computadora y cierto
conocimiento de cómo funcionan las redes de
telefonía celular, revelaba el informe, que
pretendía exponer una falla de seguridad.

El resultado, dice el especialista de
iSec Don Bailey, es que "tipos como yo, que no deberían
poder ubicarlo a usted, lo pueden hacer de forma muy, muy, muy
barata".

Esta posibilidad es, en parte,
consecuencia involuntaria de las regulaciones federales en EEUU
que exigen a los fabricantes de teléfonos celulares que
instalen microchips de GPS u otras tecnologías de
ubicación en casi todos los teléfonos. La
Comisión Federal de Comunicaciones de EEUU exigió a
los proveedores de celulares que al menos 95% de los
teléfonos en sus redes fueran localizables por
satélite u otras tecnologías para fines de 2005. La
intención de la agencia federal era facilitar la
localización de personas en caso de emergencias. Los
microchips con GPS envían señales a los
satélites que permiten a la policía y servicios de
rescate localizar a las personas.

Sin embargo, a medida que proliferaron
los teléfonos con GPS, las compañías
tecnológicas encontraron otros usos para los sistemas de
seguimiento. Un software llamado MobileSpy puede "grabar en
secreto mensajes de texto, ubicaciones con GPS y los detalles de
las llamadas" en teléfonos iPhone, BlackBerry y Android,
según el fabricante del programa, Retina-X Studios LLC. En
EEUU, por US$ 99,97 al año, una persona puede instalar el
software de MobileSpy en el teléfono de alguien y rastrear
la ubicación de ese celular. Craig Thomson, director de
operaciones de Retina-X, afirma que la compañía ha
vendido 60.000 copias de MobileSpy.

Los centros que acogen a víctimas de violencia
doméstica han aprendido la lección. En el momento
en que la víctima llega a uno de los albergues de A Safe
Place, "desarmamos literalmente los teléfonos" para
desactivar los sistemas de rastreo, dice Marsie Silvestro,
directora de la organización, en New Hampshire.

Otra fuente para rastrear celulares: los
sistemas diseñados para ayudar a la policía y los
bomberos. Algunas operadoras de telefonía celular ofrecen
servicios a las fuerzas del orden público para localizar a
personas en emergencias. El uso de estos sistemas exige que una
persona visite un sitio web especial o que llame a un
número de emergencia y afirme que la solicitud de los
datos es para uso de las autoridades.

Las operadoras de telefonía celular afirman que
intentan verificar que las llamadas sean legítimas. Un
portavoz de AT&T señala que sus operadores piden a los
agentes del orden público que les envíen
órdenes judiciales.

Los tentáculos de Google (la explotación
de "lo que sabe" de sus usuarios)

"Una "declaración de objetivos" confidencial
de siete páginas de Google Inc. muestra al gigante de la
era de la información sumido en un profundo dilema sobre
una pregunta básica: ¿cuáles son los
límites a la hora de beneficiarse de las joyas de su
corona, es decir, la inmensa cantidad de información que
posee sobre lo que la gente hace en Internet?

¿Debería sacarle más provecho a
todo lo que sabe sobre los usuarios de Gmail?
¿Debería crear una amplia "plataforma de
negociación" para comprar y vender datos en la web?
¿Debería permitir que la gente pagara para no ver
ningún anuncio publicitario?"…
La publicidad
personalizada y el dilema de Google sobre privacidad (The Wall
Street Journal – 9/8/10)

Estas y otras ideas se discutieron en el documento,
revisado por The Wall Street Journal y creado a finales de 2008
por Aitan Weinberg, un gerente de producto para publicidad basada
en los intereses del usuario de Google. Junto con entrevistas a
más de una docena de empleados y ex empleados de la
compañía, el documento -compilado tras varios meses
de conversaciones internas- ofrece una perspectiva franca e
introspectiva del esfuerzo de Google por permanecer a la
vanguardia de la economía de la
información.

Google está entrando en territorio desconocido,
afirman estas personas. Hasta hace poco, la empresa se
oponía a usar sus propios datos sobre los usuarios para
lucrarse, por temor a las reacciones negativas. Pero la
rápida aparición de rivales que siguen las
actividades en línea de los cibernautas y venden los
datos, además del crecimiento de Facebook, está
obligándola a reconsiderar su planteamiento.

Aunque personas cercanas al asunto lo calificaron como
un "documento de intercambio de ideas", algunas ideas ya se han
implementado: por primera vez, Google comenzó a utilizar
el año pasado sus propios datos sobre el historial de
navegación de los usuarios para rastrearlos y mostrarles
anuncios.

Las decisiones de Google sobre sus propios datos
influirán en lo que hagan sus rivales con los suyos. Con
más usuarios que cualquier otra compañía de
Internet, Google tiene una habilidad incomparable para
diseñar nuevos métodos publicitarios y convertirlos
en el pan de cada día. Google es tremendamente importante
para la privacidad en línea. Aproximadamente 75% de los
usuarios globales de Internet, o 943,8 millones de personas,
usaron sus servicios en junio, más que ninguna otra
compañía, según comScore.

La declaración de objetivos de Google describe la
inmensa base de datos de Google como "la "mejor" fuente en
Internet de los intereses de los usuarios". Las ideas más
audaces colocarían a Google a la vanguardia del negocio de
rastrear a gente en línea para beneficiarse de sus
acciones. Por ejemplo, un mercado de intercambio de datos
permitiría combinar y usar información personal de
varias fuentes -incluyendo Google- para hacer un seguimiento
altamente personalizado de los usuarios.

Una investigación de The Wall Street Journal, "Lo
que saben", examina el creciente comercio de este tipo de datos y
las consecuencias para la privacidad individual.

Google va a la zaga en varios de estos campos por
elección propia. Famosa por su lema Do No Evil ("No haga
el mal"), la compañía se resistió durante
años a usar cualquier método que rastreara a la
gente en Internet sin su conocimiento por la feroz insistencia de
sus fundadores, Larry Page y Sergei Brin. Pero ambos han decidido
gradualmente que pueden comenzar a explotar los datos que
controla su empresa, sin explotar a los consumidores,
según afirman las fuentes entrevistadas.

"Nos estamos moviendo a gran velocidad", dijo Page el
mes pasado a una reportera que le preguntó sobre los
planes de Google para con sus datos. "Hay muchos usos nuevos para
esos datos. Los temores sobre el efecto negativo en los
consumidores son 'hipotéticos'", añadió.
"Siempre es fácil ser temeroso con lo que puede pasar,
¿verdad?"

La venta de publicidad es una gran fuente de ingresos
para Google, pero este negocio se está alejando de la
"gallina de los huevos de oro" de Google: la venta de anuncios
relacionados con los términos que usan los internautas en
sus búsquedas. En su lugar, los anunciantes quieren captar
a la gente basándose en información personal
más específica tales como aficiones, ingresos,
enfermedades o círculos de amigos.

Los cambios en Google reflejan un reajuste de poder en
la web. Durante años, las compañías
más fuertes eran las que tenían más
tráfico de visitantes. Ahora, el poder lo tienen aquellas
que tienen el mayor número de datos y son las más
inteligentes en usarlos.

Como consecuencia, entre las compañías de
anuncios publicitarios se ha desatado una guerra tan
rápida que Google teme quedarse atrás. A mediados
de 2008, una presentación interna llamada "Meterse en el
juego" revisada por el Wall Street Journal describe la
importancia de introducirse en el lucrativo negocio de vender
anuncios "destacados", anuncios más grandes con fotos en
lugar de los más pequeños sólo con texto. En
este segmento, Google está detrás del líder
Yahoo en facturación.

Por supuesto, Google aún lidera a los
demás en Internet en el plano general. Tiene más
usuarios y anunciantes que cualquier otro negocio en
línea. Sus ingresos, de US$ 23.700 millones en 2009,
triplican con creces los de su principal rival, Yahoo.
Además, su negocio de publicidad en línea
está creciendo más rápido que el de sus
competidores.

Pero el crecimiento de su facturación se ha
reducido drásticamente, y el gigante de las redes sociales
Facebook representa una creciente amenaza con su capacidad de
vender anuncios a sectores muy específicos entre sus
más de 500 millones de usuarios.

El temor a Facebook pesa en Google, que ahora
está diseñando su propio servicio de redes
sociales, según las fuentes. La velocidad a la que cambia
la web se ve reflejada en el hecho de que la declaración
de objetivos de Google de 2008 apenas mencionaba las redes
sociales y en cambio se centraba en AOL y Yahoo, los
líderes en el negocio de los anuncios
"destacados".

Ninguna otra compañía tiene el potencial
de saber tanto sobre sus usuarios como Google. Consideremos el
caso de Ari Brand, un actor de 26 años que vive en
Manhattan, Nueva York. Google sabe que pagó US$ 733 por un
televisor de pantalla plana porque descargó la
información de la compra a Google Docs. Conoce el
contenido de los 23.000 correos electrónicos que ha
enviado con Gmail desde 2006. También guarda copias de las
búsquedas de Brand en Google de los últimos 18
meses.

Sin embargo, Google no cruza estos datos personales
independientes. Por ejemplo, no usa la información
obtenida de la cuenta de Gmail de una persona para ofrecer
anuncios publicitarios a esa persona cuando esté en otras
páginas en la web.

Uno de los grandes obstáculos para que Google
ganara más dinero en este campo era su cofundador, Page,
quien se oponía fervientemente a dejar que Google
instalara cookies -archivos de texto que se pueden usar para
ayudar a seguir las actividades de la gente en línea- en
las computadoras de la gente para ofrecer anuncios.

Estas políticas perjudican las ventas de anuncios
de Google y los hace menos eficaces. Sin las cookies
publicitarias, Google podría vender anuncios
basándose sólo en el contenido de una
página, por ejemplo, colocando un anuncio de zapatos en
una página sobre zapatos. Esto es lo que se conoce como
segmentación "contextual" y muchos anunciantes la
consideran menos eficaz que la segmentación "por
comportamiento", que identifica a los usuarios específicos
y sus intereses.

Mientras diversas facciones dentro de Google continuaron
discutiendo sobre este tema, se presentó una oportunidad.
DoubleClick Inc., que tenía la mayor participación
de mercado del negocio de anuncios destacados, se puso a la
venta, y el archirrival de Google, Microsoft, se lanzó al
acecho.

Los ejecutivos de Google miraban con recelo la forma en
que DoubleClick usaba cookies para rastrear a los cibernautas en
línea, pero consideraron que la compra les
aportaría experiencia y clientes.

En 2007, Google acordó comprar DoubleClick por
US$ 3.100 millones, y comenzó a colocar cookies de
DoubleClick en cada página donde Google vendía
anuncios destacados.

Monografias.com

Por vez primera, Google tenía la capacidad de
presentar anuncios dirigidos a personas individuales, si bien
aún había demasiada resistencia interna como para
comenzar a usarlos. Weinberg, el autor de la declaración
de objetivos, estaba al corriente de la delicadeza del tema: en
el primer párrafo, decía que la audiencia objetivo
es "de una naturaleza sensible".

Para conseguir los datos de otras
compañías, Google contempló varios modelos
de negocios, según el documento. Podría pagar
directamente por los datos, o compartir los ingresos de los
anuncios relacionados con los datos, o incluso establecer un
sistema de intercambio de datos. El documento sugiere que Google
podría comenzar a vender anuncios en la web
basándose en los datos de la gente en sus cuentas de
Gmail, y de su servicio de pago Checkout Service, rival de
PayPal, de eBay Inc.

Todo esto supondría un cambio significativo. En
la actualidad, Google coloca anuncios contextuales dentro de la
cuenta de Gmail de los usuarios, pero no sigue a esa persona a
otras páginas web con esos anuncios. Para finales de 2008,
los ejecutivos de Google se preparaban para lanzar anuncios
altamente personalizados, pero los aspectos específicos
seguían siendo polémicos.

Brin era más reacio que Page, según las
fuentes. Pero al final dio su brazo a torcer y se aprobaron los
planes para que Google vendiera anuncios dirigidos a los
intereses de la gente.

Y mientras tanto, ¿qué hacía el
"filántropo" Gates? (la cueva de Alí Babá y
los 40 fisgones)

"Los hábitos en Internet de la mayoría
de la gente que usa el navegador más popular en la web son
un libro abierto para los anunciantes. Pero éste no era el
plan original.

A principios de 2008, los planificadores de
productos para el navegador Internet Explorer 8.0 de Microsoft
Corp. pretendían ofrecer a los usuarios una manera
efectiva y simple de evitar que los rastrearan en línea.
Su intención era diseñar un software que bloqueara
automáticamente las herramientas de rastreo, a menos que
un usuario modificara de manera voluntaria la
configuración para disminuir su
privacidad.

Esta situación provocó un acalorado
debate dentro de Microsoft, que debía equilibrar intereses
opuestos: ayudar a la gente a navegar la web con su navegador
manteniendo la privacidad de los clics de su ratón y
ayudar a los anunciantes que quieren ver esos
clics.

Al final, ganaron los ejecutivos que alegaban que
conceder privacidad automática haría más
difícil que Microsoft se beneficiara de la venta de
anuncios en la web. Microsoft acabó creando un navegador
en el que los usuarios deben activar la configuración de
privacidad cada vez que abren el software"…
Microsoft:
entre la publicidad y la privacidad (The Wall Street Journal –
5/8/10)

La decisión de Microsoft expone las fuerzas
económicas que impulsan la propagación del
seguimiento en la web de las personas. Una investigación
de The Wall Street Journal reveló que dicho rastreo era no
sólo omnipresente sino que más molesto que nunca.
Cada uno de los 50 sitios más populares en Estados Unidos,
incluyendo cuatro gestionados por Microsoft, instaló un
promedio de 64 componentes de tecnología de seguimiento en
una computadora de prueba.

A medida que la publicidad se sofistica en Internet,
compañías como la propia Microsoft, Google Inc.,
Apple Inc. y Adobe Systems Inc. han descubierto que tienen acceso
a un valioso tesoro de datos. Estas firmas tienen una gran
influencia sobre cuánta información se puede
recolectar sobre los usuarios individuales.

Muchas también tienen una gran presencia en la
publicidad en línea. Microsoft compró la firma
aQuantive en 2007 por más de US$ 6.000 millones para crear
un negocio de venta de anuncios. Google, ya de por sí un
gigante del marketing en la web, lanzó en septiembre de
2008 su navegador Chrome, que ofrece una mirada más
profunda a los hábitos de los usuarios. Apple ha lanzado
una red publicitaria, iAds, para sus iPhones e iPads. Y Adobe
pagó el año pasado US$ 1.800 millones por Omniture,
que mide la eficacia de los anuncios en línea.

Todos los navegadores más recientes permiten a
los usuarios activar una función que impide la
instalación en sus computadoras de cookies
-pequeños archivos que actúan como identificadores
de los usuarios cuando visitan páginas web- de terceras
personas. Pero estas funciones no siempre son fáciles de
encontrar. Sólo un importante navegador, el Safari de
Apple, está pre-programado para bloquear las cookies de
terceras personas, en beneficio de la privacidad del
usuario.

Dado que casi 60% de los usuarios de la web emplea el
Internet Explorer, la intención de los planificadores de
crear una nueva versión que facilitara el bloqueo del
seguimiento pudo haber tenido un importante efecto en el
mercado.

Durante el debate, Microsoft intentaba frenar su
pérdida de cuota de mercado. Su rival Firefox, de la
Fundación Mozilla, tenía más de 18% del
mercado en mayo de 2008, lo que contribuyó a que la
participación de Explorer cayera a 76%, según
NetApplications.com, que rastrea el uso de navegadores. Alguna
vez Explorer tuvo 95% del mercado.

Los planificadores de Microsoft creían que un
sistema de estrictas normas de privacidad ayudaría a
diferenciar al Internet Explorer de sus rivales, según
varios ejecutivos de Microsoft.

Los planificadores, liderados por el veterano Dean
Hachamovitch, diseñaron un concepto para impedir el
seguimiento de los consumidores. Un nuevo sistema
monitorearía el origen en Internet de cada parte de
contenido de una página visitada, cada fotografía,
video o segmento de texto. El sistema prestaría especial
atención al contenido de las direcciones de Internet de
"terceras personas", diferentes a las que ve un usuario en la
barra en la parte superior del navegador.

Los planificadores también propusieron una
función que bloquearía el contenido de cualquier
tercera persona que apareciera en más de 10 páginas
visitadas, al entender que algo tan molesto sería
probablemente una herramienta de seguimiento. En su
opinión, este sistema permitía proteger mejor la
privacidad que el bloqueo de cookies, ya que frenaría
otros métodos de rastreo.

Monografias.com

Al enterarse de estas ideas, Brian
McAndrews, subdirector de Microsoft para publicidad en Internet,
se puso furioso, según varias fuentes cercanas. McAndrews
temía que los planes de privacidad del Explorer redujeran
drásticamente la eficacia de la publicidad en Internet al
restringir los datos que podrían recolectarse de los
consumidores.

El grupo de planificadores y su líder,
Hachamovitch, intentaron mantenerse firmes y se mostraron reacios
a dejar que los ejecutivos de publicidad interfirieran con el
diseño del nuevo Explorer, según fuentes
involucradas en el debate. El debate se extendió
después de que ejecutivos del equipo publicitario de
Microsoft informaran a otros grupos de publicidad y a editoriales
en Internet ajenas a la compañía de los planes de
privacidad de Microsoft para el Explorer.

A mediados de 2008, Microsoft convocó una
reunión de cuatro horas en la que invitó a varias
organizaciones de publicidad de EEUU. Uno de los asistentes, el
presidente ejecutivo de la Oficina de Publicidad Interactiva,
Randall Rothenberg, comunicó su temor de que las funciones
de privacidad propuestas bloquearan no sólo la
recolección de datos del consumidor, sino también
la misma inclusión de anuncios en la web.

Cuando Microsoft lanzó su versión final
del navegador en marzo de 2009, las funciones de privacidad eran
muy distintas a las contempladas inicialmente por los
planificadores. El Internet Explorer exigía al consumidor
que activara la función que bloquea el seguimiento de los
sitios web en lugar de activarse sola.

Además, incluso si los consumidores la activaban,
Microsoft diseñó el navegador para que el filtro,
InPrivate Filtering, no fuera permanente, sino que tuviera que
ser activado por los usuarios cada vez que abrían el
navegador.

Peter Cullen, director de estrategia de privacidad,
afirma que las recomendaciones de terceros ayudaron a mantener un
equilibrio entre la privacidad y los intereses publicitarios. El
Explorer, dice, "resultó mejor que el original". "Al final
crearon algo bastante excelente", dice Rothenberg.

Éramos
pocos… y parió la abuela (la estafa
"piramidal-social" de Facebook)

Perfil del Hamelín del "billon" (americano) de
amigos: Tímido, odiado, daltónico

"Huidizo, poco amigo de las apariciones en
público y fiel a sus costumbres, Mark Zuckerberg, fundador
de Facebook, ha sido "cazado" por la afilada pluma de The New
Yorker. Nacido hace 26 años en la localidad neoyorkina de
White Plains, y descendiente de judíos, amasa una de las
mayores fortunas del sector. En su edición de octubre,
Vanity Fair no ha dudado en situarle como el número uno en
el new establishment, por delante de personajes de la relevancia
de Steve Jobs, el tándem de Google o Rupert
Murdoch"…
Tímido, odiado, daltónico (El
Confidencial – 15/9/10)

En un artículo firmado por Julian Vargas, el
semanario neoyorkino ha conseguido una de las escasísimas
entrevistas que ha concedido el atípico líder.
Facebook y Wikipedia son de las pocas fuentes disponibles para
conocer el perfil de este esquivo personaje, que no tiene reparos
en reconocer que se siente incómodo en actos
públicos. Así, una presentación a la que
asistió en California, Zuckerberg recorría nervioso
el pasillo minutos antes de su intervención. "No te gustan
este tipo de actos ¿verdad?", le preguntó uno de
los organizadores. Un lacónico "no", aclaró las
cosas y dejó en evidencia la "fobia" social,
ironías de la vida, del fundador de la mayor red social
del planeta.

Defensor de su privacidad a ultranza, el joven, siempre
ataviado con sus chancletas, con las que ha creado escuela entre
los propios empleados de la casa, resulta como un imán
para los medios, que se abalanzan sobre los escasos pero jugosos
detalles del día a día de Zuckerberg. El
carismático líder no tiene televisor en casa y no
le duele prendas en reconocer los errores fruto de su
inmadurez.

Así, en su expediente pesa como una losa uno de
los incidentes que más han recorrido la Red: allá
por 2006, cuando Facebook era sólo un proyecto con futuro,
Zuckerberg intercambió unos mensajes con un amigo que
más tarde lastrarían su reputación. Como
consecuencia de una causa judicial abierta contra su persona,
estos mensajes fueron filtrados a la prensa y describen al
imberbe líder como una persona fría y con oscuras
intenciones. "Tengo los correos y fotos de 4.000 personas de
Harvard, si los quieres me los pides", escribió. "Lo
siento mucho", reconocería en la entrevista, "he madurado
y he aprendido de los errores".

¿Un "daltónico con suerte"?

Con un frío carácter y una personalidad
poco comunicativa, Zuckerberg es blanco fácil para los
dardos envenados que algunos no dudan en lanzar. Así,
Hollywood no ha tenido piedad a la hora de describir al joven
Zuck. La película "The Social Network", que versa sobre el
nacimiento de Facebook y que verá la luz en octubre, no
parece que vaya a tener piedad con nuestro personaje. Basada en
el libro "Accidental Billionaries", la historia dibuja un
Zuckerberg asocial, oportunista y que amasó una fortuna
fruto del azar.

Aaron Sorkin, guionista de la película, se
defiende: "La película no es un ataque contra Zuckerberg",
en la cual el protagonista "aparece una 1 hora y 55 minutos como
antihéroe, y los 5 últimos minutos como
trágico héroe". Mark Zuckerberg, que es
daltónico por cierto (de ahí que Facebook sea
azul), ha declarado que no está contento con la
película, y no tanto por su contenido, sino porque le
vuelva a situar en el foco de atención: "No me gusta que
hagan una película sobre mí mientras sigo con
vida", declaró.

Sin embargo, la imagen fría y distante de
Zuckerberg choca frontalmente con una realidad que Microsoft ha
vivido en propias carnes: Zuck adora su producto ("mi
niño", como él dice), por encima de todas las
cosas. No es que tenga, evidentemente problemas de patrimonio,
pero no le ha temblado el pulso a la hora de rechazar millonarias
ofertas por hacerse con la red social.

Los de Redmond y Yahoo conocen bien el asunto.
Precisamente, Terry Semel, ex-CEO del buscador, asistió a
uno de los desplantes del atípico personaje. "Nunca he
conocido a nadie -con independencia de su edad- que rechace sin
pestañear una oferta de mil millones de dólares".
Imaginen la escena: la plana mayor de Yahoo y su cohorte de
abogados, todos con la boca abierta, mientras un joven con
acné enfundado en sus chancletas abandona la sala sin dar
un solo síntoma de nerviosismo, o incluso de darle una
vuelta al asunto. "No es una cuestión de dinero",
declararía más tarde, "es mi niño y quiero
verlo crecer".

Según Vanity Fair, la persona más
influyente del mundo en la era digital es Mark Zuckerberg,
presidente ejecutivo de la red social Facebook.

Los 10 más influyentes

1. Mark Zuckerberg, Facebook

2. Steve Jobs, Apple

3. Sergey Brin, Larry Page y Eric Schmidt,
Google

4. Rupert Murdoch, News Corporation

5. Jeff Bezos, Amazon

6. Bernard Arnault, LVMH

7. Michael Bloomberg, Bloomberg L.P

8. Larry Ellison, Oracle

9. Evan Williams y Biz Stone, Twitter

10. John Malone, Liberty Media

El crecimiento del "niño" de Zuck (la red social
dominante)

"La red social Facebook anunció que acaba de
superar la marca de 500 millones de usuarios. Eso significa que
aproximadamente el equivalente al 8% de la población
mundial está inscrita en Facebook"…
Facebook
alcanza los 500 millones de usuarios (BBCMundo –
21/7/10)

Si esa cifra representara a un país, sería
la nación más poblada del mundo después de
China e India.

El hombre que fundó esa red social hace seis
años, Mark Zuckerberg, recientemente vaticinó que
Facebook llegará a tener 1.000 millones de
usuarios.

Sin embargo, algunos observadores sostienen que ya
alcanzó su auge debido a señales de merma en su
popularidad entre adultos jóvenes en Estados Unidos, su
base original de usuarios.

"Facebook es abrumadoramente la red social dominante en
muchos países, pero de acuerdo a su fundador tal no es el
caso en China, Japón, Rusia y Corea del Sur",
señaló el corresponsal de tecnología de la
BBC, Mark Gregory.

El crecimiento descomunal de Facebook ha ido
acompañado de algunos tropiezos. "Su historial de
protección de datos personales ha sido altamente criticado
y dio lugar a una reestructuración reciente de sus
procedimientos", agregó el corresponsal.

Por otro lado varios individuos han reclamado a
través de demandas legales la autoría intelectual
de la idea de la red social.

La fragilidad de la red (¿red social o
"piscifactoría"?)

"Un consultor de seguridad recolectó y
publicó en internet los datos de 100 millones de usuarios
de la red social Facebook. Ron Bowles utilizó un
código de programación para "barrer" los perfiles
de la red social y recolectar datos que no fueron ocultados por
las configuraciones de privacidad de los usuarios"…

Publican datos de 100 millones de usuarios de Facebook (BBCMundo
28/7/10)

La lista, compartida como un archivo que puede ser
bajado, contiene el URL (dirección de internet) de todos
los perfiles que se pueden buscar de usuarios de Facebook, con
sus nombres e identificación única.

Bowles señaló que publicó los datos
para demostrar los problemas de privacidad, pero Facebook dijo
que la información ya se encontraba en el ámbito
público. El archivo se ha diseminado rápidamente
por internet.

En Pirate Bay, el mayor sitio del mundo para compartir
archivos, la lista fue compartida por más de 1.000
usuarios. Uno de ellos, conocido bajo el seudónimo
lusifer69, calificó la lista como "tremenda y un poco
aterradora".

Facebook indicó a la BBC a través de un
comunicado que la información de la lista ya estaba
disponible en internet antes del anuncio de Bowles. "Las personas
que utilizan Facebook son dueñas de su información
y tienen el derecho de compartir sólo aquello que desean,
con quien desean y cuando lo desean", según el comunicado.
"No hay datos privados disponibles o que hayan sido
comprometidos", agregó la empresa.

Sin embargo, el experto de la ONG Privacy International
(Privacidad Internacional) Simon Davies señaló a la
BBC que Facebook había recibido amplias advertencias de
que esto pasaría. "Facebook debería haberse
anticipado a este ataque y tomado medidas para prevenirlo",
agregó. Además, Davis aseguró que el
"barrido" de datos se alimentó de "la confusión en
torno a las configuraciones de privacidad".

Hace pocos meses se desató una polémica
relacionada con la complejidad de las configuraciones de
privacidad de Facebook. La empresa respondió al malestar
de los usuarios con la simplificación de los controles de
privacidad.

Lo importante es estar "conectado" (¿locura de
juventud o imbecilismo profundo?)

"Los jóvenes podrían un día
querer cambiar sus nombres para escapar de su actividad pasada en
internet, advirtió Eric Schmidt, director de
Google"…
Jefe de Google advierte de los peligros de las
redes sociales (BBCMundo – 18/8/10)

Schmidt expresó en una entrevista con el diario
estadounidense The Wall Street Journal sus temores de que los
chicos no hayan entendido las consecuencias de poner tanta
información personal en línea.

Es peligroso estar tan fichado pero lo estaremos
todavía más. Google ha destruido enciclopedias que
duermen para siempre en las estanterías, nos ofrece gratis
el correo electrónico global, no pagamos nada pero tiene
un gran potencial económico a costa de nuestras
actividades en la red. Lo podemos saber casi todo de
todos.

Mr. Schmidt es, por lo menos, sincero: "no creo que la
sociedad ha entendido qué pasa cuando todo es accesible,
conocible, grabado por todo el mundo siempre y en todo lugar.
Pienso que, como sociedad, debemos pensar sobre todas estas
realidades". En estos momentos "sabemos, nos dice, quiénes
son los usuarios, qué les interesa, quiénes son sus
amigos"…

Es decir, los que trabajamos con Google somos
absolutamente controlables. Hay más poder en una de estas
empresas que en los servicios de inteligencia del Estado Mayor
del país más poderoso de la tierra. Tenemos la
confianza en que nuestros datos no se utilizarán.
Qué gran candidez. Somos siervos de Google que nos ha
captado suave y silenciosamente.

Una pregunta, ¿se pueden tener mil o diez mil
amigos? Qué concepto tan desproporcionado de la amistad,
tan poco humano, tan virtual. El Gran Hermano orwelliano es por
ahora una empresa que pretende obtener el mayor beneficio
posible. Pero si un día, por razones de seguridad nacional
o internacional, en caso de guerra, es confiscada por un
gobierno, podemos ser víctimas de nuestra sinceridad al
entregar todos los datos que podrán ser utilizados en
contra nuestra.

En nombre de la libertad para cultivar relaciones,
podemos ser víctimas de ella. ¿Quién
garantiza que el amigo 349 no va a utilizar nuestros datos?
Ciertamente, hay que reflexionar y mucho sobre la realidad en la
que nos movemos. Una persona que exhibe su intimidad a raudales
deja de tener intimidad. Es cautivo de ella. Puede convertirse en
un robot inteligente, pero robot, manejado con mando a
distancia.

Recientemente, Google se ha empeñado en aumentar
su presencia en redes sociales. Para ello, adquirió Slide
y Jambool, dos empresas especializadas en prestar servicios a
redes sociales. Slide es una empresa de juegos de azar mientras
que Jambool provee monedas y pagos virtuales. Google
también ha invertido en otra empresa de red social de
juegos llamada Zynga.

Muchos creen que las adquisiciones son una señal
de que el gigante de las búsquedas está a punto de
lanzar otra red social. Algunos expertos han dado un nombre al
producto: Google.me.

La empresa ya posee otras dos redes sociales, Google
Buzz, lanzada en febrero de 2010 y su primera incursión
conocida como Orkut. Buzz levantó polémica al
asociarse con cuentas de Gmail sin pedir el consentimiento del
usuario, lo que significaba que sus contactos se hacían
visibles.

Pero, según algunos expertos, sus preocupaciones
acerca del futuro son "exageradas". "La idea de que todo se
almacena en internet no es cierta", le dijo a la BBC la
consultora de redes sociales Suw Charman-Anderson.

"Pasará bastante tiempo antes de que se puedan
hacer realidad a causa de la enormidad de internet". Archivos
como Google Cache, que almacena las versiones antiguas de sitios
web, son selectivos, agregó.

Si bien las empresas especializadas en "limpiar" los
perfiles de internet ya existen, Charman-Anderson
argumentó que lo que debe cambiar son las actitudes hacia
el contenido personal en la red. "Siempre hay un desfase entre la
introducción de nuevas tecnologías y el desarrollo
de un conjunto de normas sociales en torno a la conducta que la
tecnología impulsa". "Como sociedad, tenemos que ser un
poco más condescendientes con las locuras de
juventud".

Y además de "conectado"… "geolocalizado"
(Chicos, ahora estoy "cagando" en…)

"Facebook anunció ayer el lanzamiento de
Places, una herramienta que facilita la geolocalización de
los usuarios a través de sus smartphones. Con esta
aplicación, la red social aspira a hacerse fuerte en la
publicidad local de las pymes y frenar el avance de
Google"…
Facebook presiona a Google al permitir saber
dónde están sus clientes (Cinco Días –
20/8/10)

Era un secreto a voces y el 19 de agosto de 2010, se
hizo público. Facebook se ha lanzado al mundo de la
geolocalización a través del móvil. En un
post publicado en su blog corporativo, la red social
anunció el lanzamiento de Places ("Lugares" en
castellano), una herramienta que permite la localización
geográfica de los usuarios gracias a sus smartphones. La
compañía, que ya cuenta con cerca de 150 millones
de clientes que acceden a través del móvil (de un
total de 500 millones), explicó que el usuario puede
comunicar a sus amigos el lugar en el que se encuentra a
través de su smartphone.

Michael Eyal Sharon, directivo de la red social,
señaló que el usuario puede encontrarse en un sitio
nuevo que le gusta, como por ejemplo un restaurante, y
compartirlo con sus amigos a través de Facebook. "Places
permite al usuario encontrar amigos que están cerca y
ayudarles a descubrir sitios nuevos", dijo.

Esta opción, según coinciden muchos
expertos, puede convertirse en una vía para la
obtención de ingresos a través de la publicidad, en
este caso abierta no sólo para las grandes
compañías sino también para las
pequeñas y medianas empresas, que se pueden beneficiar de
las recomendaciones localizadas de los usuarios de los
smartphones. Fuentes del sector señalan que este segmento
puede convertirse en un campo de expansión para el
marketing y las promociones comerciales para restaurantes, bares,
museos y tiendas.

En este sentido, con el lanzamiento, Facebook va a hacer
frente a Google, que también quiere hacerse fuerte en el
segmento de la publicidad móvil asociada a la
geolocalización. De hecho, el buscador está
preparando el lanzamiento de nuevos servicios relacionados con
esta actividad.

Y no es el único. En estos momentos, algunas de
las redes sociales más populares, se mueven en el
área de la geolocalización como son los casos de
las norteamericanas Gowalla y Foursquare (cuyos responsables
participaron en la presentación de Places). Además,
empresas como Yelp y la española Tuenti también
quieren situarse en este negocio.

De momento, Facebook ha hecho su primer gran movimiento.
La red social explicó que Places va a estar, por ahora,
disponible sólo en EEUU, si bien aseguró que el
objetivo es lanzar el servicio en otros países.

De igual forma, la herramienta está disponible
para la última versión de Facebook para el iPhone
de Apple, aunque su intención es que pueda utilizarse en
la mayoría de plataformas de smartphones que actualmente
hay en el mercado. En este sentido, la compañía
explicó que los usuarios también pueden acceder a
Places a través de Touch.facebook.com y el navegador
incluido en el móvil cuenta con HTML5 y
geolocalización.

Respuesta a la pregunta anterior: Locura de juventud e
imbecilismo profundo

"Rebecca Javeleau, "invitó" a su
cumpleaños a través de Facebook a 21.000 personas,
según el Daily Telegraph, ya que se había olvidado
de marcar el evento como asunto "privado
"…
(Información de Yahoo! News – 23/9/10, para
más Inri)

Aunque Facebook rápidamente cambió la
página de pública a no-pública, los usuarios
de la red han creado incluso páginas de fans para la
fiesta. Un ejemplo es "La fiesta de Rebecca pasará a la
historia", que ya ha recabado más de 1.200 "Me gusta", y
otros tantos aficionados preguntando por la dirección
donde tendrá lugar el evento.

Según el periódico británico, la
madre de Rebecca vetó inmediatamente la convocatoria e
incluso se puso en contacto con la policía, que
envió un grupo numeroso de patrullas por si el enjambre de
jóvenes decidía presentarse en la casa reclamando
la celebración de la fiesta.

Sin embargo, el caso de Rebecca no es el único.
Desde hace unos años, han sido muchas las fiestas que se
han descontrolado. En Australia, a principios de año, una
tímida fiesta de cumpleaños recibió la
asombrosa cifra de 60.000 confirmaciones de asistencia. Por no
mencionar la cantidad de páginas de fans que estas
historias generan, tanto en Facebook como Twitter.

En ocasiones las páginas y eventos que reciben un
"Me gusta" no son más que un malentendido. Un ejemplo de
ello fue la generosa cifra de aficionados (692.000) que
recibió el título del libro: "Shut up, I´m
talking", lo que supuso en principio una alegría para su
autor. Sin embargo, los usuarios de Facebook desconocían
que: "Cállate, estoy hablando" era el título de un
libro, y no una frase que muchos desearían dedicar a
más de un compañero.

A pesar de que no sea una herramienta muy complicada,
prestar atención a pequeños detalles es esencial
para no arrepentirse después. Por eso, si usted quiere
hacer una pequeña fiesta en su casa, y quiere utilizar la
red social para hacérselo saber a sus amigos, le
recomendamos desmarcar la casilla que versa que "cualquiera puede
ver y confirmar su asistencia", antes de hacer público el
evento.

Rentabilizando la "frivolidad" del montón de
amigos (¿cuánto vale el "peep show"?)

"La valoración de la red social alcanza los
33.700 millones de dólares (26.589 millones de euros) en
función de las transacciones desarrolladas en los mercados
secundarios, lo que otorgaría al popular portal un valor
de mercado superior al de otras empresas del sector cotizadas en
Wall Street como Yahoo! o eBay"…

¿Cuánto vale Facebook? Los analistas calculan que
26.589 millones de euros (El Economista –
25/8/10)

De hecho, las acciones comunes de Facebook se negocian
actualmente a 76 dólares en los mercados secundarios ante
el interés de numerosos inversores en posicionarse antes
de que la red social solicite cotizar en bolsa, en el que los
analistas consideran que podría ser el debut
bursátil más importante en el sector
tecnológico desde la OPV de Google, que recaudó
1.670 millones de dólares en 2004, según indica el
diario Financial Times.

"La boyante valoración de Facebook respecto a
grupos cotizados como Ebay y Yahoo!, cuya capitalización
de mercado asciende a 30.100 y 18.300 millones de dólares
respectivamente, sugiere una nueva dinámica entre las
compañías tecnológicas y los inversores",
señala el periódico.

La valoración de la red social Facebook alcanza
los 33.700 millones de dólares (26.589 millones de euros)
en función de las transacciones desarrolladas en los
mercados secundarios, lo que otorgaría al popular sitio de
Internet un valor de mercado superior a la de empresas
consolidadas del sector cotizadas en Wall Street como Yahoo! o
eBay.

No obstante, hasta la fecha Facebook y otras
compañías de éxito de Silicon Valley como
Twitter, Linkedin o Zynga se muestran reticentes a la hora de
salir a cotizar por el escaso interés en los mercados,
aunque algunos inversores estén adquiriendo
participaciones mientras tanto con la esperanza de que al
producirse su salida a bolsa los precios se disparen.

En concreto, Facebook, que cuenta con el respaldo de
firmas de capital riesgo y entidades de inversión, ha
señalado con anterioridad que no debutará en bolsa
al menos hasta 2012, aunque los empleados e inversores de la
empresa tienen libertad para vender sus acciones en la
compañía en los mercados secundarios.

Sin embargo, el FT señala que los ejecutivos de
Facebook no se encuentran cómodos con la creciente
valoración de la red social y fuentes próximas a la
compañía declararon que los precios de las acciones
de Facebook en los mercados secundarios "están inflados"
por la escasez de títulos y la ausencia de transparencia
sobre sus resultados financieros.

Por otro lado, la normativa estadounidense obliga a la
compañía dirigida por Mark Zuckerberg a no exceder
la cifra de 500 accionistas para conservar su condición de
sociedad privada, algo que cumple en la actualidad. No obstante,
en un esfuerzo de limitar la entrada de nuevos accionistas,
Facebook está ejerciendo su derecho de retracto, con el
que tiene prioridad para recomprar sus acciones, o bien asignando
este derecho a otros accionistas como la firma de
inversión Tiger Global.

Zuck, el joven de la chancleta, ya es todo un "golden
boy" (y esto, recién empieza)

"Bill Gates, presidente de Microsoft, sigue siendo
el hombre más rico de Estados Unidos, con una fortuna de
54.000 millones de dólares, según la última
edición de la Lista Forbes de los Americanos Más
Ricos. Le siguen Warren Buffett, con 45.000 millones de
dólares y Larry Ellison, consejero delegado de Oracle, con
27.000 millones de dólares"…
Zuckerberg (Facebook)
supera a Steve Jobs en la lista de los más ricos de EEUU
(El Confidencial – 23/9/10)

Aunque la sorpresa este año ha sido que Mark
Zuckerberg, fundador de la red social Facebook, ha ganado a Steve
Jobs, presidente de Apple. Zuckerberg, que ocupa el lugar 35 de
la lista, aumentó su patrimonio un 245%, hasta los 6.900
millones de dólares, frente a los 6.100 millones que tiene
Jobs. El socio de Zuckerberg, Dustin Moskovitz, con 26
años, es el más joven de la lista y tiene una
fortuna de 1.400 millones de dólares.

"Mi niño": 500 millones de usuarios y ganancias
de US$ 2.000 millones en 2010

– Todavía no sé para qué sirve
Facebook (Expansión – 9/9/10)

(Por Manuel del Pozo) Lectura recomendada

Después de 8 meses de estar de mirón y con
una actitud pasiva, he encontrado mi pequeño refugio en
Facebook. Me he apuntado a un grupo de esta red social que se
denomina "Todavía no sé para qué sirve
Facebook" y que ya tiene 170 miembros. Que por qué hago
esto.

Pues por tres motivos: uno es por la
propia esencia del grupo, que parece hecho para fósiles
analógicos como yo; el segundo es para saber por
qué, a pesar de no encontrarle funcionalidad alguna, es
tan adictivo para la gente; y el tercero, y no menos importante,
es que aunque sigo sin entender para qué sirve, no me
quiero quedar fuera de una red que seduce a más de 10
millones de españoles, de los que un 70% se conecta por lo
menos una vez al día.

Seguro que es problema mío que no he sabido
encontrarle el intríngulis, porque los 60 amigos que tengo
me animan a participar, pero me cuesta lanzarme. Para empezar no
tengo muy claro eso de los muros. Lo poco que he escrito no
sé si lo he hecho en mi muro, en el muro de alguien o en
el muro general, y tampoco sé si sólo me leo yo a
mí mismo, si me leen mis 60 amigos, si también me
leen los amigos de mis amigos, o si los 10 millones de
facebookeros están pendientes de que yo diga
algo.

Supongo que en su día, cuando
nació como lugar de encuentro de estudiantes de la
Universidad de Harvard, Facebook era muy útil para
recordar las fechas de los exámenes o para compartir
resúmenes e información sobre la clase, pero ahora
su uso fundamental es para charlar con los amigos, pasar el rato,
compartir fotos y alardear, porque no me podía imaginar yo
lo que a alguna gente le gusta pavonearse. A veces, en el muro al
que yo tengo acceso se pueden leer cosas tan interesantes como:
"Voy a dormir, necesito recuperarme del día de hoy y tomar
fuerzas para el que viene"; "Estoy en Maspalomas disfrutando de
un día de playa"; "Acabo de volver de vacaciones,
¡qué putada!"; "Hoy es jueves y ya queda menos para
el fin de semana".

Este tipo de conversaciones
-insustanciales muchas veces- tiene enganchados a millones de
personas en el mundo, hasta el punto de que un estudio realizado
en EEUU refleja que el 34% de los empleados dejaría el
trabajo si su empresa instalase filtros para prohibirles el
acceso a Facebook. Hay compañías como Ikea que han
limitado el uso de Facebook en el trabajo por la pérdida
de productividad que puede provocar, ya que si se calcula que un
trabajador español emplea un promedio de 40 minutos
diarios de su jornada laboral a atender las redes sociales, esto
supone un derroche de unos 1.800 euros al año por
empleado.

En la red Linkedin -que es para
profesionales- me siento más cómodo, porque
introduces tu currículum y te olvidas. Lo único que
tienes que hacer es ignorar o confirmar a las personas que te
piden tener contacto contigo. Yo a todos les digo que sí,
porque, aunque no les conozca, nunca se sabe si alguno de ellos
me tendrá que contratar en el futuro. Y porque,
además, debe ser gente muy VIP a tenor de los cargos que
ocupan. De mis 155 contactos, tengo varios Owner, un Specialist
in Corporate and Institutional Communication, una Consultora de
Usabilidad -que no tengo ni idea qué es-, varios Account
Director, una Branding Director, una Events & Sponsorship
Manager y hasta un Deputy General Manager, que por el nombre debe
ser alguien muy importante.

Empiezo a pensar que mis hijos tienen
razón y que nunca voy a dejar de ser un inútil
tecnológico. Y eso que intento poner de mi parte.
Además de apuntarme a Facebook y Linkedin me compré
un iPhone, y después de un par de meses de hacer
malabarismos con los dedos, conseguí domesticar a la fiera
(lo de la ñ y los acentos lo dejé por imposible).
Pero como el juguetito de Apple me vio débil, se me
tiró al cuello y me convirtió en adicto. Entre el
ajedrez, el Hangman, el FlightControl, el Rummikub, el
TouchTennis y el Letris me tienen enviciado, y encima tengo que
jugar a escondidas para que no me vean mis hijos, sobre todo
después de las charlas que les he dado en contra de los
videojuegos.

Del iPhone he pasado al iPad, que es un
artilugio súper útil para leer el periódico.
Estaba yo tan contento con mi nueva tableta hasta que
llegó mi vecino tocapelotas a amargarme la existencia.
"¡Qué chulo tu iPad -me dijo sonriente-, la verdad
es que es un aparato maravilloso, tiene una calidad de imagen, es
perfecto para ver vídeos y también se puede usar
para leer libros!".

No me lo podía creer, al fin
había acertado con una compra, y hasta mi vecino
criticón tenía que claudicar. Una décima de
segundo duró mi dicha, porque acto seguido
añadió: "Lo único malo es que es demasiado
grande, aparte de que no tiene cámara de fotos, ni puerto
USB y al no incluir el programa Flash no se pueden ver muchos
vídeos de YouTube". A punto estuve de cometer un
iPadicidio en la cabeza del vecinito. Sobre todo porque luego me
dio la puntilla: "No sé si sabes -una forma muy sutil de
llamarme inculto- que Samsung acaba de sacar el Galaxy Tab, que
es un aparato mucho más manejable, que se puede llevar en
el bolsillo de la chaqueta, que cuenta con puerto USB, que lleva
Flash, e incluye una cámara de fotos alucinante. Me lo voy
a comprar en cuanto salga". Sólo para darme envidia,
pensé.

Esto de la tecnología es un tren
apasionante, pero va tan deprisa que tengo la sensación de
ir a rastras agarrado con una mano al estribo. Espero no quedarme
descolgado.

Un caso de
"pederastia" informática (los niños también
comen "cookies")

– Las "cookies zombis" de Disney y Warner rastrean el
comportamiento de los menores en la red (El Confidencial –
24/8/10)

(Por Eva Martín y Juan F. Marcelo) Lectura
recomendada

Un despacho de abogados norteamericano
acaba de interponer una demanda contra los portales más
importantes de Internet en Estados Unidos. Acusa a sitios
visitados preferentemente por un público infantil, como
Disney o Warner, de utilizar herramientas de espionaje para
grabar el comportamiento, los datos personales y las costumbres
de navegación de sus usuarios, la mayoría
niños menores de edad.

No son las únicas que utilizan esta
tecnología de espionaje de Clearspring, conocida como
cookies flash, o cookies zombis. Son una modalidad avanzada y
maliciosa de las cookies de navegadores tradicionales. Las
cookies son pequeños ficheros de texto que contienen
información sobre el usuario, la dirección desde la
que navega, los sitios que visita, cuáles son sus gustos,
si rellena o no cuestionarios, etcétera. En teoría
sirven para personalizar ciertas páginas a gusto del
internauta, pero en realidad son herramientas de marketing
creadas para servirle publicidad a la carta. Con ellas
desactivadas, a menudo es imposible navegar por muchos sitios web
e incluso acceder a ciertos servicios.

Las cookies de navegador se gestionan desde el propio
navegador web, y el usuario puede decidir si quiere o no
activarlas, y si quiere o no que se almacenen en su sistema.
También puede decidir si desea que el emisor de la cookie
comparta su información con otras empresas, e incluso si
al visitar cualquier página, quiere o no recibir una
cookie de empresas que no tienen nada que ver con la
página visitada.

Algunos usuarios, para preservar su
intimidad, deciden desactivar las cookies del navegador. Es un
proceso muy sencillo que se realiza desde las herramientas del
navegador. No cabe duda de que las cookies son una
poderosísima herramienta de marketing, y al parecer a
muchos les molesta que el usuario tenga libertad para
desactivarlas y mantener su intimidad. Por eso, se han inventado
las cookies flash o zombis, que son mucho más perversas, y
con capacidad para contener muchísima más
información personal y privada.

En primer lugar, el usuario no
sabrá nunca que determinados sitios web están
recopilando esta información, y almacenándola en un
lugar secreto de su propio disco duro. En las políticas de
privacidad de las páginas web afiliadas al programa de
espionaje y obtención de información de
Clearspring, no se avisa de que estas copias se van a recopilar.
De hecho, se recolectan a través del software Adobe Flash
Player, imprescindible hoy en día para todo aquel que
quiera reproducir los vídeos y los audios de Internet. Es
un plugin de ese software el encargado de recoger toda esta
información sin solicitar el permiso del usuario, y sin
avisarle de dicha operación; de paso la esconde en un
fichero dentro del ordenador del usuario, camuflado en lo
más profundo del sistema. Además, las cookies
zombis no sólo recopilan información de los sitios
afiliados a ClearSpring, sino de todos los que visita el
internauta.

Grave problema de seguridad

Aparte de Disney y Warner, entre las
empresas demandadas figuran Playlist.com, SodaHead, y la propia
ClearSpring, creadora de la herramienta de espionaje. Las cookies
flash representan un gravísimo problema de seguridad para
las empresas, y una intolerable intromisión en el derecho
fundamental a la intimidad de las personas, como afirma un
estudio de la Universidad de Berkeley, elaborado al respecto el
año pasado. Cuando el usuario decide borrar las cookies
del navegador, se ponen en marcha las cookies flash, para volver
a restaurar las borradas, contraviniendo los deseos del usuario
de mantener su intimidad.

ClearSpring no es la única empresa que mantiene
un programa de afiliados dedicado a la obtención de
información mediante cookies zombis para su posterior
comercialización a empresas de marketing. A primeros de
este mes de julio, un grupo de ciudadanos entabló una
demanda similar contra el otro gran proveedor de
tecnología de cookies flash, Quantcast, que tenía
clientes como las compañías ABC, MTV, Hulu, Myspace
o NBC. Quantcast había cesado sus actividades incluso
antes de que saliera el informe de la Universidad de Berkeley,
pero muchos internautas al saberse espiados por esta empresa, no
se conforman con el cierre, sino que buscan un castigo de los
responsables en los tribunales.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
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