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La educacion. Filosofia




Enviado por Elizabeth



Partes: 1, 2

  1. La
    educación espartana
  2. La
    educación ateniense
  3. Educación antigua
  4. Los
    sofistas
  5. Educación nueva
  6. La
    educación en Roma
  7. El
    concepto de infancia a lo largo de la
    historia
  8. Bibliografía

Al examinar atentamente LA ILIADA
y la ODISEA desde este punto de vista, lo que más
llama la atención es la escasez de referencias a la
educación o a actividades ligadas a ella, como la
escritura, lo cual sugiere la ausencia de todo tipo de sistema de
educación formal, sea en escuelas o en hogar. Solo hay dos
menciones específicas, referidas a la
educación

Es el de Aquiles, cuando Fénix en la
Ilíada se dirige aquel y le recuerda que fue su tutor
luego que lo sacaran del hogar, siendo niño, y "sin
experiencia en la despiadada guerra ni en los consejos, aunque
los hombres también se hacen ilustres. Por eso tu padre me
envío a tu lado, para que te enseñará hablar
correctamente y a realizar grandes hechos".

Este pasaje implica la conjunción de
aprendizaje retórico y militar en la educación de
los jóvenes de la clase gobernante, lo cual constituye un
interesante anticipo en siglos posteriores, de la
educación ateniense.

Sea como sea, el pasaje citado ofrece una
presentación práctica de la educación de
Aquiles y sugiere que la responsabilidad principal de su doble
formación correspondía al padre. En el caso de
Aquiles. Pero por cierto, la edad de los héroes no fue
primitiva, pero estamos seguros de que la oratoria ocupaba un
lugar de importancia, tal como lo muestra el libro I de la
Odisea.

La
educación espartana

La educación espartana merece una mención
especial, por su total contraposición a la
educación ateniense.

Los espartanos en gran medida aislados del
resto del mundo por las altas montañas del norte y la
costa rocosa del sur, mantuvieron algunas de las antiguas
costumbre que ya habían perdido vigencias y habían
sido olvidadas por el resto de los griegos. En segundo lugar es
probable que los drásticos cambios legislativos que dieron
a la política espartana el rígido estilo militar
que la caracterizó en tiempos
históricos.

El carácter de la instrucción
espartana estaba determinado en su totalidad por el anhelo de
eficiencia militar. Desde el nacimiento hasta la muerte, la vida
cotidiana de los niños y de los adultos era tan rigurosa
como la de los campamentos militares. Los varones estaban
acostumbrados a caminar descalzos en toda época de las
estaciones y usaban una sola vestidura. Su alimentación
era rústica, y las camas en que dormían eran muy
duras. Todos los días se mantenían ocupados en
diversas tareas y ejercicios gimnásticos, y en
prácticas al aire libre tales como caza o
natación:

Nada de lo que pudiera contribuir a
fortalecerlos y aumentar su resistencia se descuidaba. Desde la
INFANCIA vivían en constante supervisión. A los
siete años cuando abandonaba el cuidado sus madres se
reunía a lo varones en grupo de o compañías,
similares a las que sus padres formaban para la guerra, y donde
se los sometía a una disciplina muy rígida, bajo el
control de una jerarquía de oficiales.

El niño más valiente e
ingenioso del grupo era nombrado líder, y actuaba como
suboficial. La instrucción del grupo se encomendaba a un
ireno, joven cuya edad oscilaba entre los veinte y treinta
años, y que había completado poco tiempo antes esta
etapa en su propia educación, dependía de un
inspector estatal llamado paidonomo, adiestrados
de gran autoridad y asistido por subalternos siniestramente
denominados portadores del látigo.

Demás todo adulto participaba con
apasionado interés en las ocupaciones de los
jóvenes, y estaba dispuesto reprobarlos y castigarlos en
ausencia de los funcionarios encargados de ello. Muchas veces se
alentaba a los jóvenes para que, por su parte, aceptaran
los castigos con buen ánimo, como parte del entrenamiento
que los endurecía, era una prueba de
resistencia.

La atención con que se encaraba la
instrucción de las mujeres es un rasgo digno de
mención, característico del sistema espartano. En
el resto de Grecia, los jóvenes se criaban en la
reclusión del hogar y no recibían educación
alguna.

Como ya hemos dicho, en Atenas las jóvenes
vivían recluidas, en Esparta las muchachas practicaban en
público muchos deportes, al igual que los muchachos: la
lucha y el lanzamiento de disco y jabalina. Pretendían
así preparar madres de familia robustas y fuertes, que
proporcionaran a Esparta hijos fuertes, buenos
guerreros.

Los muchachos sólo permanecían con sus
familias hasta los siete años, edad en la que el
niño pasa a manos del Estado, al que no dejará de
pertenecer hasta su muerte. El niño se alistaba en
formaciones premilitares que se escalonaban a lo largo de todo su
crecimiento. Sus estudios se limitaban a lo estrictamente
necesario; el resto de su educación consistía en
aprender a obedecer, soportar la fatiga con paciencia y vencer en
la lucha, es decir, ejercicios físicos

La
educación ateniense

Cuando Jenofontes hablaba de un sistema
educativo espartano, lo que esperaba del Atenas y el resto de
Grecia… sólo en Creta se podía encontrar un
sistema similar. Los comienzos de la educación espartana
son obscuros, la traducción que contenga una dosis de
verdad es la de SOLON (649- 559 a. C.) las primeras leyes sobre
Educación, se le atribuye a la creación de una ley
que OBLIGA ENSEÑAR A NADAR Y LEER A TODOS LOS
NIÑOS.

La educación ateniense se
diferenció de la espartana y esta diferencia
aumentó con el correr de los tiempos.

Educación
antigua

La educación de los niños
atenienses, pero sólo de los varones, pues las
niñas no pisaban nunca la escuela. Todo lo que aprende una
joven ateniense esencialmente las labores domésticas:
cocina, tratamiento de la lana y tejido, y tal vez también
algunos rudimentos de lectura, cálculo y música– lo
aprende con su madre, con una abuela o las criadas de la
familia.

De hecho, las muchachas jóvenes
apenas salen siquiera al patio interior de su casa, ya que deben
vivir lejos de toda mirada, alejadas incluso de los miembros
masculinos de su propia familia. Hecha esta salvedad, veamos
cómo se educaban los niños atenienses.

En Atenas, la enseñanza, la asistencia a clase,
no era obligatoria: el padre de familia gozaba de total libertad
para educar a sus hijos o permitir que otros los educaran hasta
los dieciocho años, edad en que el joven se
convertía en ciudadano y debía realizar el servicio
militar.

Hasta que el niño iba a la escuela (a los siete
años), eran la madre y la nodriza quienes se ocupaban de
él y le proporcionaban las primeras enseñanzas, que
consistían en historias tradicionales, mitología y
leyendas nacionales, y nada más, pues las pobres mujeres,
que prácticamente nada habían aprendido,
prácticamente nada podían
enseñar.

A los siete años el niño comienza su
"paideia", o formación cultural, pasando a la escuela,
siempre de profesores particulares, donde cursaban tres
asignaturas: gramática, música y
gimnasia.

El niño empezaba por aprender a leer y luego a
escribir. Aprendía a leer en voz alta y luego
seguía haciéndolo igual, pues da la
impresión de que no se practicaba la lectura en
silencio.

El alumno practicaba después la escritura de las
letras sobre una tablilla de madera barnizada de cera, y sobre
ella trazaba los caracteres con ayuda de un punzón o
estilete, cuyo extremo opuesto, plano y redondeado, servía
para borrar. No había pupitres, y los alumnos se sentaban
en taburetes alrededor del maestro.

En cuanto sabía leer y escribir con facilidad
tenía que aprender versos de memoria, y luego fragmentos
cada vez más extensos de los poetas. El primero era el
más grande de todos, Homero, el autor de la Ilíada
y la Odisea.

Los griegos consideraban que Homero enseñaba todo
lo que debía saber un hombre digno de tal nombre: las
actividades de los tiempos de paz y de los tiempos de guerra, los
oficios, la política y la diplomacia, la sabiduría,
la cortesía, el valor, los deberes hacia los padres y
hacia los dioses…

La enseñanza se completaba con la
aritmética. Utilizaban los dedos para los cálculos
elementales, y recurrían a las fichas de cálculo y
al ábaco para los más complicados

Los
sofistas

La enseñanza que el joven ateniense
recibía en la escuela era elemental y primaria; no
existía hasta el siglo V a. de C. ninguna enseñanza
superior, pero en la segunda mitad de ese siglo se produjeron
innovaciones decisivas en la educación, gracias a la
aportación de los sofistas. Con el desarrollo de la
democracia, todos aquellos que querían dedicarse a la
política necesitaban ejercitar el arte de la
persuasión y la oratoria. Los sofistas asumieron entonces
el papel de educadores.

Estos primeros profesores de enseñanza superior
eran conferenciantes itinerantes. Las exhibiciones que
hacían de su saber y de su talento de oradores les
atraían a alumnos que se vinculaban a ellos y los
seguían de ciudad en ciudad.

Enseñaban todo lo que entonces se podía
saber y que no se enseñaba en la escuela elemental:
geometría, física, astronomía, medicina,
artes y técnicas, y, sobre todo, retórica y
filosofía.

Los niños de siete años, cuya
educación acababa de iniciarse, eran todavía
físicamente inapropiados para los ejercicios habituales,
por lo que se les enseñaba a mejorar su porte y se les
hacia prácticas ejercicios físicos suaves al tiempo
que se los alentaba para que jugaran a la pelota y demás
entretenimientos favoritos de los niños del mundo
conocido. La verdadera preparación gimnastica comenzaba
tan solo cuando estaban en condiciones de aprovecharlas, a los
doce y o trece años. En ese momento ya estaban en
condiciones de de adquirir destrezas en la quíntuple
competencia denominada pentatlón, que comprendía
salto, carrera, lucha lanzamiento de jabalina, de disco, y es
probable que tuvieran oportunidad de aprender fuera del gimnasio
danzas nacionales. Con estos ejercicios se los ponía en
condiciones físicas aptas para resistir los esfuerzos de
la guerra, y al mismo tiempo, adquirían cuerpos
gráciles y bien desarrollados.

Para la educación general los
niños asistían parte de su tiempo a la escuela de
música, en la que tenían por maestro a un
ejecutante de cítara o lira. Tal como el nombre de la
escuela y el maestro lo muestran, este sector educativo
incluían cursos de materias que se necesitaban en la vida
cotidiana. En el pasaje clásico de Platón se nos
informa sobre las escuelas de música aparece en un su
discurso que pone en boca de PROTÁGORAS, el primer
sofista, quien comenzó a enseñar en Atenas
alrededor del año 450 a C. después de
señalar que los padres y amigos del niño comienzan
a educarlos en cuanto éste es capaz de entender lo que se
le dice, continúa diciendo:

"en un período posterior, lo ponen
bajo la conducción de un maestro, a los que recomiendan
que otorguen mayor atención a su conducta que a las letras
o la música. Y una vez que el niño ha aprendido el
alfabeto y comienza a entender las palabras escritas, ponen en
sus manos las obras de grandes poetas, que contienen muchas
lecciones y relatos, alabanzas de los hombres notables de la
antigüedad, que el niño debe aprender de memoria,
para que se sienta deseoso de llegar a ser como ellos…
Luego los envían al niño a un maestro de gimnasia,
para que su cuerpo sea capaz de servir a una mente virtuosa, y
para que la debilidad física no lo haga cobarde en la
guerra, ni en ocasión alguna. Esto es lo que hacen en
cuanto a la educación de los niños, las personas
adineradas que disponen de los medios
necesarios"[2]

Si interpretamos estos bosquejos, de la
educación del niño ateniense con ayuda de otros
hechos conocidos, podemos establecer cuál era el curso
general de estudio de las escuelas de música. El
niño ingresaba en ellas aproximadamente a los siete
años, y comenzaba sus primeras letras, en cuanto
sabía leer, iniciaba el estudio y memorización de
los poemas homéricos.

De todas formas se ignoran muchos
pormenores de la primera etapa educativa, no sabemos en que
proporción se dedicaban a la gimnasia y a la música
o cómo transcurría una jornada escolar. Agregar
más…

Los muchachos sólo
permanecían con sus familias hasta los siete años,
edad en la que el niño pasa a manos del Estado, al que no
dejará de pertenecer hasta su muerte. El niño se
alistaba en formaciones premilitares que se escalonaban a lo
largo de todo su crecimiento. Sus estudios se limitaban a lo
estrictamente necesario; el resto de su educación
consistía en aprender a obedecer, soportar la fatiga con
paciencia y vencer en la lucha, es decir, ejercicios
físicos

A los dieciochos años los
jóvenes ateniense libres entraban en el registro de
ciudadanos y se convertían en efebos, ya esta etapa es de
análisis para otro oportunidad.

Educación
nueva

La educación nueva fueron las
transformaciones educativas a causas de profundos cambios
económicos y políticos que ocurrieron en el Estado
Ateniense durante el siglo V a C. la potencia naval de Grecia
provocó una nueva clase de ricos comerciantes que
disputó los derechos de la aristocracia terrateniente. El
resultado final de ese conflicto fue el establecimiento de una
democracia en la que todo ciudadano libre, rico o pobre,
participaba por igual. Luego vino la lucha de vida o muerte
contra Persia…

Muy pronto surgió otra clase
maestros llamado sofistas, que decían capaces de dar a los
jóvenes.

Estos cambios se reflejaron en el sistema
educativo de Atenas en especial en la educación de los
jóvenes y de alguna medida con los
niños.

En la Nube de
Aristófanes[3]del 423 a C., tenemos un
testimonio de esta situación mediante la visión de
un crítico tenaz pero no muy ecuánime. Esta obra
nos informa sobre la antigua educación, que ya
había desaparecido o estaba en vías de
desaparecer:

"…En primer lugar a los niños
no se les permitía decir palabras. Todos los que
pertenecían al mismo sector de la ciudad estaban obligados
a marchar juntos en orden por la calle, hacia la escuela de
música, con muy poca ropa, aun cuando nevara intensamente.
Se les enseñaba a memorizar un canción, sin cruzar
las piernas… y si algún niño intentaba hacer
tonterías o introducir algún trino novedoso o
impertinente, recibía una severa paliza por insultar a las
Musas…"[4]

A medida que ambas vidas la espartana y la
ateniense eran distintas, su concepción en
educación también fue distinta.

En esparta se preparaba para ser ciudadanos
soldados, pero de alguno forma ambas EDUCACION tenían algo
en común prepara como miembro de la ciudadanía.
Pero mientras que la gimnastica era preocupación de la
educación espartana, en Atenas no se los preparaba para la
guerra SINO PARA LA PAZ.

Por consiguiente mientras que la gimnasia
era importante para la concepción espartana, para los
atenienses agregaban una formación musical,..

Para Aristófanes la nueva
educación consistía en los siguientes
puntos:

  • 1) Se había relajado la
    estricta disciplina de los tiempos anteriores y los
    niños eran menos recatados y comportaban
    peor…

  • 2) Que los poemas épicos y
    líricos tradicionales, que habían contribuido a
    la formación de las generaciones anteriores, se
    habían remplazado por obras de escritores posteriores
    y de menos valía.

  • 3) Que se habían
    introducido modificaciones en la música , que la
    hacían más elaborada, privándola de la
    sencillez y disminuyendo su valor educativo.

TEORIA EDUCATIVA GRIEGA:

Uno de los resultados más notables
de una nueva educación fue una teoría educativa
explicita desarrollada por Sócrates.

La
educación en Roma

ÉPOCA ANTIGUA (hasta el siglo II
a. C.).

En esta época antigua de la historia de Roma, la
educación de los muchachos se limitaba a la
preparación que podía darle su padre. Se trataba de
una educación de campesinos, basada fundamentalmente en el
respeto a las costumbres de los antepasados (mos
maiorum
).

Desde la más tierna infancia se les
enseñaba que la familia de la cual eran miembros
constituía una auténtica unidad social y religiosa,
cuyos poderes estaban todos concentrados en la cabeza, en el
paterfamilias, que era el propietario de todo, con
derecho de vida y muerte sobre todos los miembros de la
familia.

Hasta los siete años era la madre la encargada de
la educación de los hijos. La madre es la maestra en casa.
Ejerce, pues, un papel de suma importancia: no se limita
sólo a dar a luz al hijo, sino que luego continúa
su obra cuidándolo física y moralmente. Por eso su
influencia en el hijo será importante durante toda la vida
de éste.

A partir de los siete años era el padre quien
tomaba la responsabilidad de la educación de los hijos. Un
padre enseñaba a su hijo –puer- a leer, escribir,
usar las armas y cultivar la tierra, a la vez que le
impartía los fundamentos de las buenas maneras, la
religión, la moral y el conocimiento de la ley. El
niño acompaña a su padre a todas partes: al campo,
a los convites, al foro, etc.

Por su parte, la niña –puella– sigue
bajo la dirección y el cuidado de su madre, que la
instruye en el telar y en las labores
domésticas.

El definitivo perfeccionamiento a su formación lo
daba el ejército, en el que se ingresaba a la edad de 16 o
17 años. La fuerza del ejército romano
residía en su disciplina: el cobarde era azotado hasta
morir, el general podía decapitar a cualquiera por la
menor desobediencia, a los desertores se les cortaba la mano
derecha, y el rancho consistía en pan y
legumbres.

A PARTIR DEL SIGLO II a. C.

A partir de los siglos III y II a. C. Roma entra en
contacto con la cultura griega al conquistar la Magna Grecia.
Desde entonces, la superioridad cultural griega marcará la
cultura y la educación romanas. Maestros y rétores
llegan como esclavos a Roma y se dedican a impartir la docencia
en las casas de sus dueños e incluso abren escuelas, una
vez obtenida la libertad.

La implantación del sistema educativo griego no
se hace esperar. De este modo, la Roma rústica se va a
convertir en portadora y transmisora del caudal
humanístico griego. A partir de ahora gran número
de pedagogos, gramáticos, retóricos y
filósofos invaden las calles de Roma, y los romanos
aceptan sus enseñanzas (aunque no sin algunas
reticencias).

a) Enseñanza primaria.

La enseñanza primaria ocupaba a los niños
desde los siete años hasta los once o doce. Esta primera
enseñanza podía recibirse en casa, con profesores
particulares, pero la mayoría de niños y
niñas acudía a la escuela del
litterator.

El niño acudía a la escuela muy temprano,
acompañado del paedagogus, generalmente griego.
La jornada solía ser de seis horas, con descanso a
mediodía, y un día festivo cada nueve días
nundinae– . El curso comenzaba el mes de marzo, y
había vacaciones estivales (desde julio hasta los
idus -el 15- de octubre).

Las escuelas eran locales muy humildes, donde
había sillas o bancos sin respaldo para los alumnos, que
escribían con las tablillas apoyadas en las
rodillas.

En la escuela primaria se aprendía a leer,
escribir y contar, bajo una férrea disciplina que
castigaba con severidad cualquier falta.

Monografias.com

La infancia, una construcción de la
modernidad: La concepción actual de la infancia, no es
natural o dada. Como sucede con otras elaboraciones de la
cultura, nos resultan tan obvias que olvidamos que devienen de un
proceso histórico que las fue configurando. La modernidad,
parece ser el punto de confluencia en donde surge una imagen
acaba de la infancia que se proyecta hasta nuestros días
en los cuales, comienza a advertirse cierto quiebre en esta
construcción. 

En la antigüedad romana, tal como
señala Philippe Aries, la vida era dada dos veces, la
primera, al salir del vientre materno, y la segunda, cuando el
padre lo elevaba. Esto es coherente con la importancia de los
vínculos electivos en la antigüedad respecto a los
sanguíneos.

Esta situación, comienza a cambiar a
partir de los siglos II y III (no por méritos del
cristianismo, sino en tanto que los cristianos se apoderaron de
la nueva moral) surge un nuevo modelo de familia, que repercute
en el niño.

Los vínculos carnales, comienzan a
ser importantes, en efecto, el matrimonio, comienza a predominar
sobre otras formas de unión. De esta forma, la fecundidad
adquiere un valor determinante y va a preparar a muy largo plazo
la función que desempeñará el
niño.  En la edad media, el poder del individuo no
depende del rango sino del número y cantidad de su
clientela, la cual, se funde con la familia y como los lazos de
sangre son los que mejor asegurar la lealtad, se potencia la
revalorización de la fecundidad. El infanticidio, por
ejemplo, practicado con frecuencia en la antigüedad, es
catalogado como un delito, si bien estas prácticas
subsisten vergonzosamente. Pero la infancia, a lo largo de
la Edad Media, permanece en las sombras, es a partir del siglo
XIV donde comienza a concederse cierta importancia a la infancia,
que recién llegaría a verse descubierta
completamente en el Emille de Rousseau

El concepto de
infancia a lo largo de la historia

El interés por educar y criar a los
niños es tan antiguo como la historia pero las ideas sobre
cómo hacerlo y las prácticas de crianza han sido
muy diferentes en distintos momentos históricos.
También desde siempre ha habido una tendencia a dividir el
curso de la vida en etapas o periodos, desde el nacimiento a la
muerte. La forma de dividir estos periodos tenía que ver
con la concepción dominante de cada sociedad y momento
histórico. Por ejemplo, parece que en la Antigüedad y
la Edad Media NO se reconocía la infancia como etapa con
sus propias características y cualidades, y hasta el S.
XVII no hubo un sentimiento de la infancia (al menos, tal y como
lo entendemos actualmente).

  • 1) GRECIA Y ROMA

Es en Grecia donde nace el concepto de
educación liberal y de desarrollo "integral" de
la

persona (cuerpo-mente). Algunos
filósofos expresan la necesidad de que la educación
se adapte a la naturaleza humana. [Plutarco: Sobre la
educación de los niños; Platón:
República; Aristóteles: Ética a
Nicómaco].

Asimismo, se desarrolla la medicina e
interés por la salud infantil (medicina hipocrática
y galénica). Es interesante la presencia de personajes
adolescentes en el teatro griego (Sófocles,
Eurípides) y la forma en que se presentan en las
obras.

Aristóteles (384-322 a. C.): En
muchos de sus escritos expresa su interés por
problemas educativos, con el fin de contribuir a la
formación de hombres libres. Habla de distintos
periodos para la educación infantil:

"…hasta los 2 años (primer
periodo) conviene ir endureciendo a los niños,
acostumbrándoles a dificultades como el
frío… En el periodo subsiguiente, hasta
la

edad de 5 años, tiempo en que
todavía no es bueno orientarlos a un estudio ni a
trabajos coactivos a fin de que esto no impida el
crecimiento, se les debe, no

obstante, permitir bastante movimiento para
evitar la inactividad corporal; y este ejercicio
puede obtenerse por varios sistemas, especialmente por el juego
[…] La

mayoría de los juegos de la infancia
deberían ser imitaciones de las ocupaciones
serias de la edad futura [Aristóteles,
Política, libro VII, capítulo 15]

En la Grecia clásica se defiende la
necesidad de que los ciudadanos varones se escolaricen,
primero recibiendo una instrucción informal (hasta
pubertad: leer, escribir, educación física),
después, una instrucción formal: literatura,
aritmética, filosofía, ciencia.

En Roma, pierde relevancia la
educación liberal y hay mucha menos atención a la
educación física y el deporte. El objetivo de la
educación es formar buenos oradores, "embellecer el alma
de los jóvenes mediante la retórica".

La escolarización se divide en tres
etapas: "Ludus" o escuela elemental (7-12 años),
"Gramática" (12-16 años): prosa, teatro,
poesía; "Retórica" (desde los 16 años):
estudio técnicas de oratoria y
declamación (muy pocos llegan a esta última etapa
educativa).

Acceden a la educación los
ciudadanos libres

Hasta los 12 años, las escuelas eran
mixtas y, a partir de esa edad, el destino de niños y
niñas se separaba (como el de ricos y pobres). Sólo
proseguían estudios los varones de familias acomodadas y,
excepcionalmente, alguna chica con un preceptor (ello
dependía exclusivamente de la voluntad de su padre). Pero
por lo general, el que la mujer estudiara filosofía o
similares contenidos se consideraba una senda "peligrosa",
"próxima al libertinaje".

  • 2) CRISTIANISMO y EDAD
    MEDIA

Para Grecia y Roma, la institución
social más importante y la encargada de la
educación era el ESTADO. Durante la Edad Media, por
influencia del cristianismo, es la IGLESIA (controla tanto la
educación religiosa como la seglar).

A lo largo de la Edad Media desaparece por
completo la idea de educación liberal. No se trata ya de
formar a "librepensadores" sino que el objetivo de la
educación es preparar al niño para servir a Dios, a
la Iglesia y a sus representantes, con un sometimiento completo a
la autoridad de la Iglesia.

Se elimina la educación
física ya que se considera que el cuerpo es fuente de
pecado. En general, la tradición judeo-cristiana gira en
torno al concepto de "pecado original" que conlleva

En la Italia romana, entre los siglos I a.C
y I d.C, había entre 5 y 6 millones de hombres y mujeres
libres, y entre 1 y 2 millones de esclavos.

Hay que recordar que, en Grecia y Roma, la
mujer es considerada inferior al hombre, por naturaleza, y su
deber es obedecerlo: "Una mujer es como un niño grande que
hay que cuidar a causa de su dote y de su noble padre" "Si tu
esclavo,… o tu mujer se atreven a replicarte, montas en
cólera", dice Séneca. Y, según Epicteto, "el
adulterio es un robo. Sustraerle la mujer al prójimo es
algo tan indelicado como arrebatarle al vecino en la mesa su
porción de carne" (Tomado de Historia de la vida privada,
vol. 1, pp. 52-53, p. 58).

Esta última idea respecto al
adulterio corresponde, sin embargo, a la moral estoica y no a la
moral griega ni a la primera moral romana, según la cual
era lícito "prestar" a la propia mujer a algún
amigo para que disfrutase de sus servicios sexuales. la idea del
niño como ser perverso y corrupto que debe ser
socializado, redimido mediante la disciplina y el castigo. En el
S. XVII, el Abad Bérulle escribía: "No hay peor
estado, más vil y abyecto, después del de la
muerte, que la infancia".

No se observa una preocupación por
la infancia como tal, y la educación no se adapta al
niño.

De hecho, toda la enseñanza de
contenidos religiosos es en latín (la lengua materna se
considera totalmente inapropiada para transmitir
conocimiento).

El niño es concebido como
homúnculo (hombre en miniatura) Æ no hay
evolución, cambios cualitativos, sino cambio desde un
estado inferior a otro superior, adulto (Tomás de
Aquino).

Todo ello se refleja en la frase siguiente:
"Sólo el tiempo puede curar de la niñez, y de sus
imperfecciones". Por tanto, el niño debe ser educado para
ser "reformado". Educar y criar implican cuidado físico,
disciplina, obediencia y amor a Dios pero no hay referencias a la
necesidad de amor para el buen desarrollo infantil.

Sólo acceden a la educación
algunos varones, no las mujeres. Durante toda la Edad Media el
niño es utilizado como mano de obra.

Resurgen muchas de las ideas
clásicas sobre la educación infantil. Se produce un
auge de las observaciones de niños que revelan un nuevo
interés por el desarrollo infantil. Por
ejemplo,

Erasmo (De Pueris, 1530) manifiesta cierto
interés por la naturaleza infantil

Luis Vives (1492-1540) también
expresa su interés por la evolución del
niño, por las diferencias individuales, por
la educación de "anormales", y por la necesidad de
ADAPTACIÓN de la educación a los distintos casos y
niveles. Destaca también su preocupación por la
educación de las mujeres.

Esta idea es central en Comenius
(1592-1670), que insiste en que se debe educar tanto a
niños como niñas, y en el papel de la madre como
primera educadora. Defiende la escolarización obligatoria
hasta los 12 años (idea abandonada por completo
durante las etapas anteriores), y señala las
ventajas de la enseñanza elemental en lengua
materna, no en latín.

De esta época es Héroard, que
fue tutor del joven Luis XIII de Francia (hijo de Henri IV) y que
escribió un diario sobre su infancia y juventud
(1601-1621) en el que se revelan interesantes ideas de la
época… Por ejemplo, cita el consejo que le dio
Henri IV para educar a su hijo:

"Que aplique el castigo físico
tantas veces como sea necesario porque puedo asegurar, por mi
propia experiencia, que nada me ha hecho tanto bien en la
vida"

Un importante cambio en las concepciones de
la naturaleza humana y, en consecuencia, del
niño, viene de la corriente empirista en
filosofía. Locke (1632-1704) insiste en la importancia de
la experiencia y los hábitos, proponiendo una
visión del recién nacido como tabula rasa o pizarra
en blanco, donde la experiencia va a ir dejando sus
huellas… Es decir, el niño no nace bueno ni malo
sino que todo lo que llegue a hacer y ser dependerá de sus
experiencias.

Con la Revolución Industrial y la
emergencia de la burguesía disminuye drásticamente
la necesidad de mano de obra infantil y, por tanto, muchos
niños dejan de tener que ir a trabajar y les quedan
"demasiadas horas de ocio" que deben ocupar con alguna actividad.
De ahí que la necesidad de escolarizarlos se convierta en
un objetivo primordial. Por otro lado, los cambios en la vida
social (la emergencia de ciudades) y familiar (la vida en las
casas y los cambios en su distribución) promueven un
contacto más estrecho entre padres e hijos.

  • 4) SIGLOS XVIII-XIX

Una de las figuras más importantes
del S. XVIII es Jean-Jacques Rousseau (1712-1778). Su obra
Émile ou de l´éducation (1762) contiene una
serie de principios básicos sobre cómo educar a los
niños, y se convierte en un libro muy de moda en la alta
sociedad francesa. Entre sus ideas más influyentes y
conocidas está la de que el niño es bueno por
naturaleza. Nace así, al menos, y es la sociedad la que
puede llegar a pervertir las buenas inclinaciones del
niño.

Nótese que en esto hay diferencias
importantes entre Rousseau y las corrientes empiristas (Locke y
todo el empirismo inglés, en general).

Por otro lado, defiende con vigor que toda
educación debe ADAPTARSE al nivel del niño, la
importancia de la acción y experiencia, y no sólo
de la palabra, para adquirir el conocimiento. Critica las
prácticas instructivas excesivamente
memorísticas.

Frente a la perspectiva medieval del
niño como homúnculo, Rousseau sostiene que es un
ser con características propias, que sigue un desarrollo
físico, intelectual, moral… y resume estas ideas en
la frase: El pequeño del hombre no es simplemente un
hombre pequeño. Para Rousseau, la educación debe
ser obligatoria y debe incluir a la mujer.

Otras ideas innovadoras de pedagogos y
filósofos son las de Pestalozzi (1746-1827);

Tiedemann (1748-1803); Froebel (1782-1852).
Este último promueve la idea del

"kindergarten" (escuela preescolar) y
destaca la continuidad educativa entre escuela-hogarcomunidad, la
importancia del juego infantil para su desarrollo y la necesidad
de interacción y contacto entre padres e hijos.

En estos dos siglos (XVIII y XIX)
proliferan las observaciones de niños, cada vez más
sistemáticas, realizadas por pedagogos, filósofos y
hombres de ciencia, muchas de ellas con sus propios hijos. Se
publican monografías biográficas: Taine, 1876;
Darwin, 1877; Preyer, 1882; etc. Hay un gran interés por
sujetos "excepcionales" o "especiales": estudio de Itard sobre el
niño salvaje de Aveyron; estudio de superdotados (Mozart),
ciegos de nacimiento que recuperan la vista…

Charles Darwin (1809-1882), con la
publicación del Origen de las especies (1859) provoca una
revolución conceptual en las ciencias y en la
concepción del hombre. Aunque su influencia en la
psicología es más tardía, en su
teoría subyacen conceptos clave, como la continuidad
animal hombre y niño-hombre; una aproximación
naturalista al desarrollo humano, y una psicología
comparada.

Se puede decir que el estudio
científico del niño empieza en la segunda mitad del
S. XIX. Además, a finales de ese siglo se plantean una
serie de problemas prácticos en relación con las
técnicas de crianza y educación de los
niños. En algunos países se ha planteado ya la
necesidad de una educación obligatoria generalizada,
suscitando grandes debates sociales y políticos
(parlamentarios) sobre el tema. Entre los problemas concretos que
se plantean está la necesidad de identificar a los
niños que tienen un desarrollo "normal"
distinguiéndolos de los retardados (Francia). Esto
llevará a desarrollar los primeros instrumentos de medida
del desarrollo (primer test de inteligencia de Binet y Simon,
1905).

Sin embargo, en el siglo XIX no hay
todavía una concepción unificada de la infancia y
de la educación. En la Europa continental persiste la
influencia del pensamiento de Rousseau que defiende la bondad
natural del niño y la idea de una educación
permisiva. Por el contrario, en EEUU e Inglaterra es la
tradición calvinista la más influyente: el
niño debe ser reformado mediante una educación
autoritaria que haga uso del castigo físico y
público.

Algunos datos sobre la infancia a lo largo
de la historia.

  • El infanticidio se practicaba
    profusamente con:

niños deformes o con algún
defecto físico; hijos ilegítimos o producto de
relaciones adúlteras de la mujer; también por falta
de recursos económicos para mantenerlos (en ese caso,
también se optaba por "donar" al recién nacido a
vecinos o familiares); y en ocasiones por razones religiosas
oscuras (ofrendas, etc.).

La prerrogativa de aceptar y reconocer al
hijo era del padre. Si éste lo rechazaba, se

abandonaba al recién nacido en la
calle, y podía recogerlo (o no) quien quisiera. A esto se
le llamaba "exposición" del bebé (niños
expósitos). Tal práctica era más
común con las niñas.

En la época romana, la pobreza
llevaba a mucha gente a vender a sus recién nacidos a los
traficantes de esclavos "que los adquirían todavía
"sanguinolentos", apenas salidos del vientre de sus madres, que
de este modo no tenían tiempo de verlos y
encariñarse con su escaso valor social que con los
niños (en algunos periodos de la antigüedad la
proporción llegó a ser de 20 niñas por cada
100 niños!). El infanticidio no se considera asesinato
hasta el siglo IV, aunque se sigue practicando profusamente
durante la E. Media. "Si llegas a tener un hijo (¡toco
madera para que así sea!), déjalo vivir; si es una
niña, deshazte de ella" (Carta de un heleno a su mujer,
año 1 antes de Cristo.).

– La anticoncepción (mediante
métodos como el lavado post-coito, diafragmas,
drogas espermicidas, todos ellos "a cargo de la mujer", no
del hombre), el aborto (practicado hasta momentos muy avanzados
del embarazo), eran prácticas comunes y legales en Grecia
y Roma.

– A lo largo de la antigüedad y Edad
Media, la mortandad infantil por causas naturales es
muy elevada: enfermedades, mala alimentación,
atención y trato inadecuados y por accidentes
(descuidos)

. Por eso, el niño de pecho era
relativamente poco valorado y sólo adquirían valor
los niños que habían superado los 4-5 o incluso 6
años. Por estas razones, la infancia se describía
como "edad muy frágil" y, para los que la superaban, como
una época de transición, que pasa
rápido y de la que se pierde el recuerdo.

– Respecto al trato de los hijos, una idea
muy extendida durante siglos es que el padre y la
madre deben asumir distintos papeles: severidad y pocas
expresiones afectivas por parte del padre, condescendencia y
afecto de la madre (estos papeles se adscriben también de
forma diferencial, en ciertos momentos históricos, a la
abuela paterna y a la materna). Junto a estas ideas, pervive
durante siglos la convicción de que la influencia
prolongada de una madre "afectiva" y "besucona" es nociva para el
desarrollo del niño.

– La pobreza secular de grandes sectores de
la población europea conlleva la práctica de
incorporar al niño al trabajo desde los 5 años
(hasta el S. XIV, muchas niñas de familias
pobres son entregadas como sirvientas a los 6 años). El
niño es en cierto modo "esclavo del adulto".
Los padres tienen la propiedad sobre él. Pueden
entregarlo, abandonarlo, venderlo (Babilonia, Grecia, Europa). En
el S. XII la Iglesia decreta que no se puede vender a un hijo
después de los 7 años. En Rusia no se
prohíbe legalmente hasta el XIX.

Se sabe por numerosos documentos que los
niños sufrían abusos diversos
(físicos, sexuales…) y que eran
frecuentemente "objeto" de diversión de los adultos. – En
lo que se refiere a la representación de la infancia en el
arte, es interesante que en las efigies funerarias
no aparece la figura del niño hasta el S. XVI
(posiblemente porque el niño es considerado como algo
más próximo a un animal doméstico que a un
ser humano). La idea del "niño-homúnculo" se
refleja también en la pintura. Según los
historiadores, el arte medieval no "conocía" la infancia o
no trataba de representarla. Las pinturas de niños
muestran a éstos como hombre minúsculos, sin rasgos
de infancia (la musculatura era la misma que la de los adultos
pero reducida de tamaño). No se observa ninguna
idealización de la infancia en el arte.

Los griegos son
excepción.

– S. XVIII: Maltusianismo. Prácticas
anticonceptivas. Disminución de la mortandad
infantil: el niño ya no es una "pérdida
inevitable" y desaparece gradualmente la idea previa del
niño como "despilfarro necesario" (es decir, la idea de
que es necesario procrear muchos hijos para conseguir que algunos
lleguen a la edad adulta).

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